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ELEMENTOS MINERALES EN LAS PLANTAS

BURGOS AYALA PABLA ROSA


CORENA AMAYA VICTOR
HERNÁNDEZ FERNÁNDEZ ISRAEL ANTONIO
HERRERA YÁNEZ RAFAEL
YÁNEZ GALLEGO JHON

DOCENTE: ENRIQUE MIGUEL COMBATT CABALLERO, I.A. Ph.D

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS
INGENIERÍA AGRONÓMICA
2019
MACROELEMENTOS PRIMARIOS

• NITROGENO (N)

Función en la planta: constituyente de un gran numero de compuestos orgánicos que son


esenciales en su metabolismo, además, forma parte de la estructura de todas las proteínas y
moléculas tan importantes como las purinas y las pirimidinas, es componente de los ácidos
nucleicos (DNA y RNA) básicos para la síntesis proteica. El nitrógeno es también
constituyente de las clorofilas y enzimas del grupo de los citocromos (núcleo porfirinico),
indispensable para la fotosíntesis y respiración; actúa en varias coenzimas como fosfato de
piridoxal (transaminación aminoacídica) y los nicotinamida-adeni-dinucleotidos (NAD y
NADP) muchos fosfatidos, alcaloides, glucósidos, entre otros, son compuestos de nitrógeno
abundantes e importantes en la planta (Navarro y Navarro 2003).

Forma de asimilación: la asimilación del nitrógeno (nítrica o amoniacal) depende en gran


manera de la edad de la planta y de la especie; también del pH del suelo, de su composición,
e incluso de la pluviometría anual. Las plantas superiores pueden absorber el nitrógeno del
suelo en forma de nitrato, es comprensible teniendo en cuenta la reacción y el poder
adsorbente del suelo. Los coloides pueden fijar ampliamente los iones amonio, mientras los
nitratos conservan una compleja movilidad. Esto trae como consecuencia una menor
utilización del nitrógeno amoniacal y una mayor posibilidad de absorción del nitrógeno
nítrico, salvo, como es lógico, en suelos muy húmedos en que suele haber perdidas
importantes de nitratos por lixiviación (Navarro y Navarro 2003).

Deficiencias y excesos: una deficiencia de nitrógeno manifiesta plantas raquíticas, bajo


desarrollo, hojas permanecen pequeñas, adquieren una notable rigidez y toman un color verde
amarillento; el peciolo se acorta y las nervaduras son más pronunciadas ya que el desarrollo
de las partes suculentas se retrasa. En casos extremos las hojas se tornan anaranjadas,
purpuras o violácea en los bordes y floración es muy escasa. El exceso de nitrógeno origina
plantas muy suculentas, con pocas partes leñosas, disminución muy marcada en el desarrollo
de las raíces y con un amplio desarrollo vegetal aéreo. Las hojas toman un color verde muy

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oscuro y la maduración se retrasa, el periodo de crecimiento puede alargarse (Navarro y
Navarro 2003).

• FOSFORO (P)

Función en la planta: El fósforo interviene en muchas de las reacciones que utilizan energía
dentro de la célula ya que forma parte integral de las moléculas que acumulan energía como
el adenosín trifosfato (ATP). Estas moléculas se forman como resultado de la fotosíntesis y
son utilizadas en la respiración de la planta. Por consiguiente, es de vital importancia para la
generación de células nuevas; por ejemplo, la producción de raíces al inicio de los ciclos
vegetativos. Compuestos análogos al ATP, como el uracilo trifosfato (UTP), guanina
trifosfato (GTP) y citosina trifosfato (CTP), se requieren en las síntesis de azúcares,
fosfolípidos y ácidos ribonucleicos (RNA). El fósforo es el responsable, además, de la
naturaleza fuertemente ácida de los ácidos nucleicos, así como de la excepcionalmente alta
concentración de cationes en las estructuras de estos ácidos (Fernández 2007).

Forma de asimilación: Según Fernández, (2007) las raíces absorben el fósforo


principalmente en forma de ion ortofosfato primario (H2PO4-), o como ortofosfato secundario
(HPO4--). En el caso de estos aniones, el pH influye enormemente en la proporción con la
que son absorbidos por la planta. Así, cuando se tienen valores de pH básicos o alcalinos en
el suelo, se puede reducir la disponibilidad del (H2PO4-) porque puede haber precipitación de
sales de fósforo al reaccionar con cationes como el calcio (Ca++) o magnesio (Mg++) y
formarse fosfatos poco solubles con estos elementos. Por el contrario, cuando existen valores
de pH ácidos en el suelo, se podrán formar otros compuestos fijando (HPO4 --) con cationes
como el hierro (Fe++), aluminio (Al+++) y manganeso (Mn++), los cuales aumentan su
solubilidad a medida que disminuye el pH (pH más ácido).

Deficiencias y exceso: las alteraciones por la ausencia de fosforo son notables en la parte
área y en sistema radicular de la planta, los síntomas de deficiencia de este elemento se
manifiestan en las hojas que se hacen delgadas, erectas y de menor tamaño a las normales
con las nervaduras poco pronunciadas. Por la movilidad del fosforo en la planta las hojas
bajeras manifiestan primero el síntoma, además, las hojas pueden necrosarse, tomar colores
pardos rojizos y caerse precozmente.

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Las alteraciones por exceso de fosforo se observan experimentalmente solo en cultivo de
medio líquido. En ciertos suelos enriquecidos fuertemente por aportaciones masivas y
repetidas de fertilizantes fosforados solubles, son frecuentemente clorosis férricas por la
insolubilización que sufre el hierro ante dichos excesos (Navarro y Navarro 2003).

• POTASIO (K)

Función en la planta: Según Taiz y Zeiger (2006). El potasio, presente en las plantas como
catión K+, tiene un papel importante en la regulación del potencial osmótico de las células
vegetales. También es un activador de muchos enzimas implicados en la respiración y en la
fotosíntesis. Este elemento es de vital importancia para el desarrollo vegetal, ya que activa
más de sesenta enzimas. Por ello, juegan un papel vital en la síntesis de carbohidratos y
proteínas. mejora el régimen hídrico de las plantas, regula el cierre y apertura de los estomas
y aumenta su tolerancia a la sequía, heladas y salinidad. Las plantas sufren menos
enfermedades. participa en la síntesis de azúcar, almidón y proteínas (dentro de sus uniones
peptídicas). Intervienen en la fosforilación oxidativa que se reduce en las membranas de las
mitocondrias.

Deficiencias: Según Taiz y Zeiger (2006). El primer síntoma observable de la carencia de


potasio es la presencia de un moteado o clorosis marginal, que produce una necrosis que se
desarrolla primero en el extremo y los márgenes de la hoja y entre los nervios. En muchas
monocotiledóneas, esas lesiones necróticas pueden formarse inicialmente en el extremo de
la hoja y en los márgenes y extenderse hacia la base de la hoja.

Dado que el potasio puede movilizarse hacia las hojas más jóvenes, estos síntomas aparecen
primero en las hojas más viejas, es decir, en las hojas maduras de la base de la planta.
También se puede producir el curvado de las hojas. Los tallos de las plantas con carencia de
potasio pueden ser delgados y débiles con entrenudos anormalmente cortos. En el maíz con
carencia de potasio, las raíces pueden aumentar la susceptibilidad a la presencia de hongos
en el suelo, y esta susceptibilidad, junto con los efectos sobre el tallo, da lugar a un aumento
en la tendencia de la planta a doblarse fácilmente hacia el suelo (encamado).

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Fitotoxicidad: Según CIAT (1981). La falta de potasio, también se puede estar ante una
situación de exceso del mismo que, como consecuencia, bloquea la absorción de otros
minerales, como puede ser el calcio, el magnesio, el manganeso, el zinc o el hierro.

Este exceso, a nivel visual, provoca que la planta tenga un color mucho más oscuro. Si en el
caso de la carencia la planta se tornaba amarillenta, en este caso se torna marrón oscuro.
Además, dará paso a otras múltiples carencias producidas, precisamente, por esa cantidad de
sobre fertilizante.

MACROELEMENTOS SECUNDARIOS

• CALCIO (Ca)

Función en la planta: El calcio es un elemento estructural en la planta ya que constituye la


lámina media, las paredes y membranas de la célula y, además, participa en la división y
extensión celulares, influye en la compartimentalización de la célula, modula la acción de
hormonas y señales, estabiliza la pared y membrana, y contribuye al equilibrio iónico de la
célula (Marschner, 1986).

Regula la absorción de nitrógeno; actúa sobre la traslocación de los hidratos de carbono y


proteínas en el interior de la planta; neutraliza los ácidos orgánicos que se pueden originar en
el metabolismo vegetal, tal cual ocurre con el ácido oxálico; y activa algunas enzimas como
amilasa y fosfolipasa, también regula absorción o contrarresta los efectos perjudiciales
debidos al exceso o acumulación de otros elementos como el potasio, sodio o magnesio
(Navarro y Navarro 2003).

Forma de asimilación: El calcio es absorbido por la planta en forma de ión Ca2+. El calcio
presenta una alta densidad de carga neta en su superficie, lo que le permite unirse a las
moléculas de agua, es decir, como ión hidratado se absorbe con más lentitud que un catión
monovalente (Salisbury y Ross, 1994; White y Davenport, 2002), por lo cual la entrada de
Ca2+ a la célula es exclusivamente por medio de canales en la membrana. Según White (2001)
el movimiento del calcio en la raíz se da primero por vía apoplasto hasta llegar a las células

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endodermales y cuando los iones de Ca2+ no pueden superar la barrera física de la endodermis
por dicha vía, entran a las células por medio de canales que les permiten continuar el trayecto
hasta el xilema; sin embargo, la movilidad a través del simplasto sigue siendo restringida por
las concentraciones bajas de Cacit, inhibiendo así las corrientes citoplasmáticas de dicho
catión (Thuleau et al., 1998).

Deficiencias y excesos: la deficiencia en general se manifiesta desde la germinación, provoca


clorosis y detiene el desarrollo radicular, originándose raíces cortas, gruesas y con una
coloración parda. Las hojas se arrollan, a veces con necrosis en los bordes. Los síntomas
aparecen casi siempre en las hojas jóvenes y la planta en su conjunto disminuye su
crecimiento. El exceso de carbonato cálcico puede provocar deficiencia de potasio motivada
por una insuficiente absorción de esté, debido al antagonismo Ca-K, inducir a la clorosis
férrica e inmovilizar el zinc, cobre y fosforo, provocando la deficiencia de estos elementos
(Navarro y Navarro 2003).

• MAGNESIO (Mg)

Función en la planta: Es constituyente básico de la molécula de clorofila, que confiere


autonomía autotrófica a los organismos vegetales. Tiene dos funciones esenciales:

• La primera forma parte de la clorofila, molecula básica en el proceso fotosintético.


• La segunda: participa activamente en el metabolismo de los carbohidratos, como glucosa,
fructosa y galactosa, activándolos enzimáticamente, mediante la incorporación de
adenosin trisfosfato (ATP) a la molécula glucidica.

Otras funciones destacadas del magnesio son:

• Activar enzimáticamente la síntesis de ácidos nucleicos como ácidos desoxirribonucleico


ADN), y ácido ribonucleico (ARN).
• Formar parte estructural de los ribosomas, estabilizando su configuración, para la síntesis
de proteínas.

Forma de asimilación: Según Kass (1996). El magnesio, asimilable por las especies
vegetales como ion Mg+2, es un elemento sumamente móvil dentro de la planta.

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Deficiencias y excesos: Según Navarro (2003). Los síntomas más típicos aparecen en primer
lugar en las hojas, corrientemente en verano y presentan tres características generales que
permiten una identificación relativamente fácil:

• Clorosis en algunas zonas del limbo, dispuestas con bastante simetría respecto al nervio
principal, o a lo largo de los bordes. Los tejidos cloróticos se necrosan con rapidez, y ello
puede suponer la primera manifestación visible.
• Los síntomas se observan en primer lugar en las hojas más viejas, transmitiéndose
después a las más jóvenes. En ambos casos pueden aparecer en ellas coloraciones
púrpuras y brillantes. El hecho se debe a la gran movilidad que el magnesio tiene en la
planta, lo que le permite trasladarse desde los órganos adultos a los más jóvenes cuando
éstos lo requieren.
• Las hojas alteradas suelen desprenderse prematuramente, quedando solo con hojas de las
ramas.

Todos los síntomas señalados son bastante característicos. No obstante, pueden prestarse a
confusión cuando empiezan, sobre todo con las deficiencias de manganeso, hierro, cobre y
zinc. Solo la evolución posterior de las alteraciones producidas puede permitir entonces su
caracterización definitiva.

Según Moreno (2007). No existe síntomas visibles para identificar la toxicidad provocado
por una elevada disponibilidad de este elemento

• AZUFRE (S)

Función en la planta: El azufre es una parte vital de todas las proteínas de las plantas y de
ciertas hormonas de las plantas. También se usa en la formación de ciertos aceites y
compuestos volátiles que se pueden encontrar en la familia de las cebollas y ajos.

El azufre tiene función estructural; en los aminoácidos cisteína y metionina; en


heteropolisacáridos, en la coenzima A, biotina, fitoquelatinas (proteínas que forman

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complejos con metales pesados). El azufre (S) es un elemento esencial para el desarrollo y
mantención de las plantas (Watkinson y Kear, 1996).

Forma de asimilación: el azufre es absorbido por la planta casi exclusivamente en forma de


SO4-2, a través de su sistema radicular. En pequeñas cantidades también puede ser absorbido
del suelo como SO3-2 y de la atmosfera como dióxido de azufre, por las hojas, a través de los
estomas (Navarro y Navarro 2003).

Deficiencias y excesos (fitotoxicidad): Como el azufre está asociado a la formación de


proteínas y la clorofila, sus síntomas de deficiencia se asemejan a los la deficiencia de
nitrógeno. El azufre es moderadamente móvil dentro de la planta, por lo que sus síntomas de
deficiencia empiezan por lo general, en las hojas jóvenes y progresan con el tiempo hacia las
hojas más viejas, lo que hace que las plantas se vuelvan uniformemente cloróticas. Aunque
los síntomas de deficiencia de azufre en una sola hoja se ven como los de deficiencia de
nitrógeno, esta última comienza en las hojas más bajas (viejas), no en las más nuevas. Las
alteraciones por lo tanto están ligadas a un exceso de sulfatos o por salinidad en general. En
las hojas pueden superar el 0,4% expresado en azufre total. Se manifiesta principalmente por
clorosis y amarillamientos seguidos de neurosis y quemaduras en las hojas y enanismo de la
planta (Navarro y Navarro 2003).

MICROELEMENTOS

• HIERRO (Fe)

Funciones en la planta: el hierro está presente en las células vegetales en forma de


estructuras porfirinicas y el estado en que se encuentra el metal y la naturaleza de las uniones
con los diferentes componentes proteicos. Hace parte de enzimas con estructura hierro-
porfirina y la respiración vegetal. el hierro es el centro de actividad enzimática durante el
proceso de transporte electrónico. La ferredoxina es el primer compuesto redox estable del
transporte en cadena, su alto potencial redox le permite reducir sustancias como NADP+,
nitrito, oxigeno, sulfato, etc. (Navarro y Navarro 2003).

Forma de asimilación: el hierro puede ser absorbido por la planta mediante su sistema
radicular como Fe+2 o como quelatos de hierro. La forma Fe+3 es de menor importancia,

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debido a la pequeña solubilidad de los compuestos férricos en la mayor parte de los suelos
(Navarro y Navarro 2003).

Deficiencias y excesos: las deficiencias comienzan con un ligero amarillamiento de las


zonas foliares intervenales, en contraste con el color verde oscuro de sus nervaduras. Cuando
la enfermedad avanza, las hojas van siendo cada vez mas amarillas, y en los casos muy graves
se llega a la ausencia total de clorofila. Los síntomas comienzan en las hojas jóvenes, dado
que el hierro es poco móvil en la planta (Navarro y Navarro 2003)

• ZINC (Zn)

Función en la planta: de acuerdo con Navarro y Navarro, (2003) el zinc es un elemento


esencial que actúa como activador de enzimas, como se menciona a continuación:

• participa en la formación de auxinas mediante la activación de la enzima triptófano


sintetasa.
• componente esencial de la enzima deshidrogenasa glutámica que cataliza el paso de
ácido α-iminocetoglutárico a ácido glutámico en el proceso inicial de la aminación
reductora de la síntesis aminoacídica.
• Activador enzimático de la enzima deshidrogenasa málica que cataliza el cuarto paso
oxidativo del ciclo de Krebs, de ácido málico a ácido oxalacético.
• Activador de la enzima anhidrasa carbónica, enzima localizada en los cloroplastos.
• Activador de las enzimas deshidrogenasa láctica y alcohólica que catalizan la
transformación del ácido pirúvico en ácido láctico y etanol respectivamente, para
producción de energía durante el proceso de fermentación.

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Forma de asimilación: el zinc es absorbido por la planta como Zn o como quelato por
vía radicular o foliar. En ella, su movilidad no es grande, hallándose preferentemente
acumulado en los tejidos de la raíz cuando se encuentra un suministro adecuado en el suelo.

Deficiencias y exceso: los síntomas de deficiencia comienzan en las hojas jóvenes con
amarillamiento progresivo y disminución de tamaño, pueden ser estrechas y puntiagudas, en
algunos casos las hojas más jóvenes se tornan albinas. Las nervaduras permanecen verdes,
en las hojas adultas, solo en ocasiones se aprecian estas alteraciones. En general las ramas
pueden secarse desde las puntas y hay defoliación, los frutos son pequeños de baja calidad

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con perdida de color e insípidos. Las alteraciones por exceso no es fácil observarlas en
suelos alcalinos dado que el pH elevado tiende a inmovilizar el elemento, pero cuando se
trata de suelos ácidos, las hojas presentan pigmentaciones rojas en el peciolo y nervadura
acompañado de una amplia clorosis debido a un bajo contenido de hierro. Dado que el zinc
actúa como catalizador de reacciones oxidativas por cual impide la reducción del hierro y su
transporte dentro de la planta (Navarro y Navarro 2003).

• MANGANESO (Mn)

Función en la planta: Los iones manganeso (Mn2+) activan un gran número de enzimas en
las células vegetales. En concreto, descarboxilasas y deshidrogenasas, implicadas en el ciclo
de los ácidos tricarboxílicos (ciclo de Krebs), son activadas por este catión divalente. La
función mejor definida del manganeso se da en las reacciones fotosintéticas en las que se
genera oxígeno a partir de agua (Marschner 1995).

Deficiencias: Según CIAT (1981). La deficiencia de manganeso se manifiesta como una


clorosis intervenal de las hojas recientemente expandidas, y se puede diferenciar de la
causada por la deficiencia de hierra, por dos características. En primer lugar, cuando la
deficiencia es de manganeso, las nervaduras y el tejido adyacente a ellas permanecen verdes
destacándose claramente sobre el fondo amarillo, lo que da una apariencia de “esqueleto de
pescado” en la deficiencia de hierro las nervaduras también permanecen verdes al iniciarse
los síntomas, pero el tejido adyacente a ella es clorótico y no verde. En segundo lugar, los
síntomas de deficiencia de Mn generalmente se observan en las hojas ya expandidas y no en
las mas jóvenes como ocurre cuando hay deficiencia de hierro.

No obstante, cuando la deficiencia de manganeso es severa las diferencia mencionadas


pueden desaparecer y las hojas afectadas se vuelven totalmente cloróticas, e incluso las hojas
jóvenes presentar síntomas. Como en el caso de la deficiencia de hierro, las hojas afectadas
no se deforman, pero pueden ser más pequeña que las normales; la altura de la planta se
reduce.

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Fitotoxicidad: Según CIAT (1981). El exceso de Mn en el suelo tiene dos efectos en la
planta:
• Por su antagonismo con el Fe, el Mn bloquea la absorción de dicho nutrimento por
la planta e induce una deficiencia de Fe.
• El manganeso absorbido por la planta se acumula en el tejido foliar, principalmente
en las hojas viejas causando toxicidad al tejido foliar, lo que se manifiesta por
manchas o puntos necróticos o de color pardo.
En algunos casos estos síntomas de toxicidad se pueden observar también en las nervaduras,
en el envés de los foliolos.

• COBRE (Cu)

Funciones en la planta: el cobre hace parte de enzimas ya sea como activador o formando
parte de ellas como grupo prostético. El cobre hace parte de enzimas como son fenolasa,
laccasa y acido aspártico oxidasa, otras son la diamina oxidasa, citocromo oxidasa (también
compuesta de hierro y cobre que actúan como transportadores de electrones), superóxido
dismutasa y plastocianina. Todas estas enzimas son de importancia en las reacciones redox
como la fenolasa que cataliza la reacción de hidroxilación de ciertos monofenoles a o-
difenoles, y la oxidación de estos a o-quinonas (Navarro y Navarro 2003).

Forma de asimilación: este elemento es absorbido por la planta como Cu+2 o como
complejo orgánico (Cu-EDTA, por ejemplo), por vía radicular o foliar. No es muy móvil
aunque puede desplazarse en cierta proporción de las hojas viejas a las jóvenes. La movilidad
o traslado depende del estado en que se encuentra y del grado de deficiencia que la planta
presente. En algunos casos es prácticamente inmóvil (Navarro y Navarro 2003).

Deficiencias y excesos (fitotoxicidad): De acuerdo con Navarro y Navarro (2003) las


deficiencias de Cu hacen que las enzimas fenoloxidasas dejen de actuar y por tanto se produce
menos lignina, por consiguiente, las plantas son más débiles por los tejidos debilitados por la
falta de rigidez causando volcamiento. Las deficiencias son notables en los órganos jóvenes
causando deformación y muerte de las hojas juveniles, después de aparecer clorosis, manchas
pardas y necrosis en los bordes y ápice. Las alteraciones por exceso pueden presentarse con
valores mayores de 300ppm en el suelo, las principales alteraciones se observan en las raíces

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que pierden vigor, adquieren color oscuro y a engrosarse, sin desarrollo. Junto a estas
alteraciones se puede presentar deficiencias de hierro y la captación de fosforo se reduce
notablemente por el alto contenido de cobre, y la toxicidad por cobre aumenta en los suelos
ácidos.

• CLORO (Cl)

Función en la planta: el Cl- es un cofactor esencial en la fotosíntesis, situando su lugar de


actuación junto al Mn+2 en la fotolisis del agua, a partir de la cual el fotosistema II se reduce
por captura de los electros liberados. También el Cl- tiende a favorecer la turgescencia de la
planta y actuar como neutralizador de cationes (Navarro y Navarro 2003).

Forma de asimilación: el cloro es absorbido por la planta bajo la forma Cl-, no solo por vía
radicular sino también por sus partes aéreas, sus requerimientos fisiológicos son bajos del
orden de una 5 ppm.

Deficiencias y excesos: las deficiencias por cloro pueden presentar síntomas como el
marchitamiento de la planta y clorosis foliar junto aun bronceado o necrosis de ciertas zonas
y disminución del tamaño y en casos agudos no hay producción de frutos. La toxicidad se
manifiesta por un adelgazamiento de las hojas con tendencia a enrollarse. Posteriormente
surgen amplias neurosis que van extendiéndose y finalmente se secan.

• BORO (B)

Función en la planta: Aunque no se conoce la función precisa del boro en el metabolismo


vegetal, hay evidencias de que participa en la elongación celular, en la síntesis de ácidos
nucleicos, en las respuestas hormonales y en la función de la membrana (Shelp, 1993). Este
elemento es esencial en la germinación de granos de polen. También participa en la
formación de proteínas y pared celular (significación). Forma complejos que facilitan de
azucares. Favorece la fijación de nitrógeno por las leguminosas, promueven el desarrollo del
crecimiento radicular y de los puntos meristemáticos, además de la producción de semillas,
incrementa los rendimientos y mejora la calidad de diversos cultivos (Moreno, 2007).

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Adicionalmente, el boro afecta las actividades de algunas enzimas, tiene la capacidad de
integrarse a varios compuestos polihidróxicos, aumenta la permeabilidad en las membranas
y, por ende, facilita el transporte de carbohidratos, participa en la síntesis de la lignina y en
otras reacciones, es esencial para la división celular, está asociado a la absorción del calcio y
su empleo por las plantas, y regula la relación potasio/calcio en las especies vegetales
(Moreno, 2007).

Deficiencias: Según Taiz y Zeiger (2006). Las plantas con carencias de boro pueden exhibir
una gran variedad de síntomas, según las especies y la edad de las plantas.
Un síntoma característico de la carencia de boro es la necrosis negra en las hojas jóvenes y
en las yemas terminales. La necrosis de las hojas jóvenes se produce sobre todo en la base
del limbo de la hoja. Los tallos pueden ser anormalmente rígidos y quebradizos. También se
puede perder la dominancia apical, de modo que la planta llega a estar muy ramificada; sin
embargo, los ápices apicales de las ramas pueden presentar pronto síntomas de necrosis
debido a la inhibición de la división celular. Estructuras como el fruto, las raíces carnosas y
los tubérculos pueden presentar necrosis o anormalidades relacionadas con la ruptura de los
tejidos internos.

Fitotoxicidad: La toxicidad del boro para las plantas se demostró antes que su carácter de
nutriente esencial. Los compuestos de boro son lo bastante soluble para intoxicar el agua para
las plantas. Por ello, el contenido en boro es uno de los factores que se consideran para
determinar la calidad de agua de riego. El reconocimiento del boro permitió identificar varios
problemas, que habían sido considerados como enfermedades no parasitarias, con
deficiencias de este micronutriente. Así sucedió con la enfermedad de las puntas del tabaco
y la pudrición del corazón (Thompson y Troeh, 2002).

• MOLIBDENO (Mo)

Función en la planta: Componente principal de dos enzimas la nitrogenasa y el nitrato


reductasa, la primera enzima ayuda a la fijación biológica del nitrógeno y la segunda enzima

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ayuda a la reducción del nitrógeno nítrico absorbido por la planta en la forma amónica. En el
proceso de reducción el molibdeno actúa como cofactor, es un donante directo de electrones
(Navarro y Navarro 2003).

Forma de asimilación: el molibdeno es absorbido por la planta bajo la forma de MoO4-2

Deficiencias y excesos (fitotoxicidad): Los síntomas de deficiencia de Mo difieren entre


especies vegetales, pero los síntomas típicos son el punteado intervenal, la clorosis marginal
de las hojas más viejas y enrollamiento hacia arriba de los márgenes de las hojas. A medida
que la deficiencia progresa, aparecen manchas necróticas en las puntas y los márgenes de las
hojas, las cuales se asocian con altas concentraciones de nitrato en el tejido. Quizá el ejemplo
más conocido de esta deficiencia aparece en la coliflor, en la cual el tejido foliar no se forma
adecuadamente y en casos extremos solamente se forman las nervaduras de las hojas. Por
esta razón, la deficiencia de Mo en este cultivo se conoce como cola del látigo. Algunos
aspectos del papel del Mo en las plantas todavía no se entienden bien. En varios cultivos la
deficiencia de Mo parece afectar más la fase reproductiva que el crecimiento vegetativo. En
maíz con deficiencia de Mo la floración se retrasa, una buena cantidad de flores no se abre y
se reduce la formación de polen, tanto en tamaño como en viabilidad. Modelo de la reducción
de N2 por el Mo contenido en la nitrogenasa. (Asher, C. J. 1991). De igual manera, la pobre
y tardía floración y la menor viabilidad del polen pueden también explicar la reducción de la
formación de frutos de las plantas de melón con deficiencia de Mo cultivadas en suelos ácidos
(Gubler et al., 1982) citados por Römheld y Marschner, 1991). Con respecto a los síntomas
por exceso las plantas toleran altas concentraciones de Mo en sus tejidos sin embargo la alta
concentración puede verse reflejada en plantas destinadas a la alimentación animal los cuales
son los afectos al consumirlos (Navarro y Navarro 2003).

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REFERENCIAS

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