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ARISTÓTELES Y LAS ACCIONES VOLUNTARIAS E

INVOLUNTARIAS

La Ética a Nicómaco, es una obra clásica de la filosofía griega escrita por Aristóteles,
que contiene diez libros y su contenido está orientado a analizar y explicar el actuar
de las personas y su finalidad. Esta obra ha sido de gran influencia para la ética del
mundo occidental. Por tal causa este ensayo está orientado a explicar de forma más
detallada la voluntariedad e involuntariedad de los actos humanos, desde el punto
de vista que Aristóteles nos presenta en el libro tercero de su obra, cuya traducción
y notas es de autoría de Julio Pallí Bonet.

Según Pallí Bonet (2007), para Aristóteles toda la actividad humana tiene un fin, ese
fin tiende a algún bien, donde el bien supremo es la felicidad (pág. 19). Este actuar
humano, que presenta una responsabilidad moral, puede ser de dos tipos: voluntario
e involuntario. Ya que las acciones voluntarias pueden ser objeto de alabaza o
reproches y las involuntarias de indulgencia o compasión ( pág. 68), es necesario
especificar, mientras se desarrolla la explicación, algunos términos para definir con
más claridad lo voluntario e involuntario.

Pallí Bonet (2007) insiste que para Aristóteles las cosas involuntarias son las que
se hacen por fuerza o ignorancia (pág. 68). Según la RAE1 la fuerza es “vigor,
robustez y capacidad para mover algo o a alguien que tenga peso o que haga
resistencia”2, aunque sea una definición referente al campo de la física podemos
encontrar dos elementos claves: un factor externo o agente que presenta una
capacidad de mover algo distinto de sí mismo, un paciente, que hace resistencia,
es decir, que no se mueve conforme el direccionamiento de ese factor. Entonces
cuando Aristóteles afirma que las acciones involuntarias se hacen por fuerza se

1
Real Académica de la lengua Española
2
www.rae.es/ - Tomado el 25 de mayo
refiere a que es forzoso aquello cuyo principio es externo (pág. 68), como puede ser
el caso de un preso que es llevado por sus captores a un sitio que no quiere y cuya
que resistencia que hace no es suficiente para contrarrestar la capacidad que tiene
aquel factor externo.

Por otro lado podemos encontrar las acciones que se hacen por ignorancia con
respecto a las circunstancias concretas y al objeto de la acción. Sin embargo, afirma
Pallí Bonet (2007) si estas no están seguidas de pesar y arrepentimiento no se
pueden catalogar como acciones involuntarias (pág. 72), pues lo involuntario tiende
a ser penoso (pág. 73).

Insiste Pallí Bonet con ejemplos de acciones que Aristóteles plantea que se hacen
por temor a algún mal mayor o por una causa noble, como es el caso de una persona
que es amenazada por parte de otra persona para realizar un acto vergonzoso, con
el argumento que si no hace aquel acto su familia será asesinada. En estos tipos de
caso se puede ver que aunque la acción que haga la persona sea voluntaria, pues
depende de ella el obrar de acuerdo a su elección, quizás en su sentido absoluto
sea involuntaria, ya que nadie elegiría algo penoso por sí mismo. Ha este tipo de
acciones se les llama mixtas (pág. 69).

En la obra de Bonet, siendo involuntario lo que se hace por fuerza o por ignorancia,
para Aristóteles no está bien decir que son involuntarias las cosas que se hacen por
coraje o apetito pues estos también son propios de la persona (pág. 73). Aunque
otros, como Zubiri (1993), afirman que lo espontaneo es involuntario (pág. 31) pues
se haya ligado a la auto conservación de las personas (Ferrater Mora). También en
este campo o uno muy cercano, podemos encontrar los actos propios de cada ser
humano como es el respirar, el comer, el dormir, el escuchar, etc., que aunque se
realizan de forma mecánica y por ende involuntaria, puesto que son forzados por la
naturaleza biológica de cada ser vivo, se puede tener un control de forma voluntaria
por evitar estas acciones por ciertos lapsos, hasta que el mismo organismo
nuevamente tome control superando la voluntad del individuo, por ejemplo una
persona puede contener la respiración por máximo un par de minutos. Por esos
lapsos podemos decir que una acción involuntaria se hace voluntaria, pero que de
forma absoluta es de tipo involuntario pues no se puede evitar.

Otro ejemplo se da en la actividad del comer por parte de las personas, pues aunque
sienta el apetito de comer, puede controlar en que momento hacerlo o incluso llegar
a extremos de no ingerir los alimentos que el mismo organismo requiere por decisión
propia, un caso muy común por esta época es la anorexia nerviosa3.

Estos casos y muchos otros muestran como el tema del actuar humano en
ocasiones es complejo de evaluar y dependerá mucho de las circunstancias que
rodean al individuo y de un análisis interdisciplinar.

Continuando el actuar humano, se llega al campo de la voluntariedad, en el que se


puede decir, según Aristóteles, que estas acciones radican sobre actuaciones
particulares que han sido fruto de la elección por parte de la persona. Para Zubiri,
en algunos casos se habla de la voluntariedad como capacidad de querer con cierta
firmeza (pág. 19). Lo que quiere decir que la voluntad tiene que ver con lo que
concierne a lo que es el ser humano como tal, en palabras de Pallí Bonet (2007), a
lo que le es apetecible y por ende agradable (pág. 73). Para los griegos el acto de
la voluntad, llamado volición, está íntimamente relacionado con el apetito o
tendencia, también conocido como el deseo, pues es el deseo el que mueve la
acción. Mas este apetito, afirma Zubiri (1993), lo encontramos de dos clases. Uno
que es sensitivo como es el caso del comer, que anteriormente se menciona, y otro
de tipo racional. La voluntad es apetito racional por lo que se opone formalmente a
lo irracional del apetito, al deseo irracional (pág. 26). En otras palabras se puede
decir que lo voluntario es lo que se apetece y que racionalmente se elige. En este
punto debemos aclarar lo referente a la elección y, por relación inevitable, a la
deliberación según Aristóteles.

3
Lo que distingue a la anorexia nerviosa es el rechazo voluntario de la comida por parte del enfermo y el
miedo obsesivo a engordar, que puede conducirle a un estado de inanición
http://es.wikipedia.org/wiki/Anorexia_nerviosa - Tomado el 25 de mayo
Pallí Bonet (2007) insiste que Aristóteles afirma que la elección es algo voluntario,
que no es común a los irracionales (pág. 73), pues va a acompañada de la razón y
de la reflexión (pág. 75). No hay elección de lo imposible, pues para elegir se hace
necesario el ejercicio previo de la deliberación, pues se elige lo que se ha decidido
después de la deliberación (pág. 77). Pero nadie delibera sobre lo eterno, ni sobre
las cosas que ocurren ya de una manera o de otra manera. Se delibera sobre lo que
está en nuestro poder y es realizable (pág. 76). Esto se hace en libertad.

Zubiri (1993) por su parte aclara que la libertad que la filosofía clásica ha entendido,
trata de la libertad interior o interna a cada persona (pág. 87), es decir, la que no
está condicionada por una fuerza externa a la persona. Libertad significa que no
está dominado el acto voluntario por otro, por una tendencia o por los apetitos
sensitivos. Se es libre para algo, para ser si mismo ( pág. 99). Por lo que la voluntad
no solamente se puede ver como un apetito racional sino como una determinación
frente a algo. El acto voluntario es libre precisamente porque es voluntario (pág. 29).
De los actos voluntarios se encuentran muchos ejemplos pues son los más
comunes ya que dependen de las decisiones, realizándose en la cotidianidad.

Por último, según la ética que plantea Aristóteles y que Pallí Bonet traduce, se
concluye que los actos involuntarios son los que se realizan forzados externamente
a la persona o por ignorancia, por lo que son causa de indulgencia o compasión, los
voluntarios por su parte son realizados por la elección libre de la persona que ha
deliberado, utilizando la razón, por lo que son motivo alabanza o reproche, ya que
nos pertenecen en su totalidad.

También se puede concluir que existen actos mixtos que presentan las dos
características, es decir que en su particularidad son voluntarios pero de forma
absoluta son involuntarios, los cuales muchas veces es difícil clasificarlos pues
dependen en gran medida de las circunstancias que rodean al individuo y a su
actuar, por lo que es recomendable recurrir a la ayuda de diferentes disciplinas del
conocimiento para poder tener un análisis más acertado de la actuación.

REFERENCIAS

Aristóteles, t. d. (2007). Ética Nicomáquea. (J. Pallí Bonet, Trad.) Barcelona: Gredos.

Ferrater Mora, J. (s.f.). Diccionario de Filosofía. Buenos Aires: Sudamericana.

Zubiri, X. (1993). Sobre el setimiento y la volición. Madrid: Alianza Editoril.

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