Los lípidos cumplen funciones diversas en los organismos vivientes, entre ellas la
de reserva energética(como los triglicéridos), estructural (como
los fosfolípidos de las bicapas) y reguladora (como las hormonasesteroides).
En los últimos años los términos omega-3 y omega-6 han saltado a la fama:
escuchamos hablar de ellos en múltiples ocasiones, los medios de
comunicación se han sumado al efecto mediático haciendo eco de sus posibles
beneficios para la salud y cada vez más encontramos productos alimenticios
etiquetados como “fuente de omega-3”. Pero ¿qué son realmente los omega-3
y omega-6?, ¿en qué alimentos los encontramos?, y ¿por qué es tan
importante mantener un buen equilibrio entre ambos? Descubrámoslo a
continuación.
Por otro lado, tenemos el ácido linoleico o LA (18:2n6), el ácido graso esencial
que encabeza la serie de los omega-6. La principal fuente de linoleico son
los aceites de origen terrestre, como la soja, el maíz, el girasol y el
cacahuete. Estos aceites se utilizan de forma muy generalizada en la industria
alimentaria, por lo que son muy comunes en productos procesados. De esta
serie también derivan el GLA (20:3n6) y el ARA (20:4n6), que se encuentran
en la borraja y la onagra en el primer caso, y en las carnes y embutidos en el
caso del ácido araquidónico o ARA.
Colesterol
El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra
en todas las células de su cuerpo. Su cuerpo necesita algo de colesterol para
producir hormonas, vitamina D y sustancias que le ayuden a digerir los
alimentos. Su cuerpo produce todo el colesterol que necesita. El colesterol
también se encuentra en alimentos de origen animal, como yemas de huevo,
carne y queso.
Tener sobrepeso
Falta de actividad física
Fumar
Consumo excesivo de alcohol
Dieta muy alta en carbohidratos
Ciertas enfermedades y medicamentos
Algunos trastornos genéticos
Usted puede reducir sus niveles de triglicéridos con una combinación de
pérdida de peso, dieta y ejercicio. También es posible que tenga que tomar
medicamentos para bajar sus niveles de triglicéridos.
La obesidad
La obesidad es una enfermedad crónica tratable que aparece cuando existe
un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.
Los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen
porque actúa como un agente que acentúa y agrava a corto plazo y de forma
muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las
complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e
incluso algunos tipos de cáncer, como los gastrointestinales.
Con excepción de las personas que son muy musculosas, aquellas cuyo peso
supera en un 20 por ciento o más el punto medio de la escala de peso según el
índice de masa corporal (IMC), son consideradas obesas.
Causas
Hay muchas causas implicadas en la aparición del problema. Además de una mala
alimentación o la falta de ejercicio físico, también existen factores genéticos y
orgánicos que inducen su aparición.
También pueden influir los factores socioeconómicos. En algunos países
desarrollados, la frecuencia de la obesidad es más del doble entre las mujeres de
nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto.
El motivo por el cual los factores socioeconómicos tienen una influencia tan
poderosa sobre el peso de las mujeres no se entiende por completo, pero se sabe
que las medidas contra la obesidad aumentan con el incremento del nivel social.
Las mujeres que pertenecen a grupos de un nivel socioeconómico más alto tienen
más tiempo y recursos para hacer dietas y ejercicios que les permiten adaptarse a
estas exigencias sociales.
Y, por último, están los factores psicológicos, que durante un tiempo fueron
considerados como una importante causa de la obesidad. Se consideran
actualmente como una reacción a los fuertes prejuicios y la discriminación contra las
personas obesas.
Uno de los tipos de trastorno emocional, la imagen negativa del cuerpo, es un
problema grave para muchas mujeres jóvenes obesas. Ello conduce a una
inseguridad extrema y malestar en ciertas situaciones sociales.