DOCTORADO EN EDUCACIÓN
REPORTE DE LECTURA
APORTES DE LAS TEORÍAS NO EUCLIDIANAS A LA
FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
ASIGNATURA
Filosofía de la Ciencia
INTRODUCCIÓN.
La geometría euclidiana, es aquella conocida como parte del saber común, derivado
de lo que se aprende en la escuela, conocida también como geometría plana, marcada
por unas reglas precisas - axiomas o postulados - que permiten la comprensión del
espacio inmediato que rodea al ser humano.
DESARROLLO TEMÁTICO.
“La Geometría Euclidiana (o Plana), como su nombre lo indica se le debe a Euclides (300
a,c.), El Libro I de los Elementos de Euclides, recoge los conocimientos de Geometría Plana de
la época en 48 Proposiciones, las cuales se deducen lógicamente de un conjunto de 23
definiciones, 5 axiomas y 5 postulados. Se dice que éste es el primer tratado de la Matemática
pura, El método axiomático y deductivo empleado por Euclides es el preferido por la mayoría de
los matemáticos de hoy en día, pues garantiza la solidez relativa de la teoría que lo utilice”
(Tejada, 2003)
del universo. Acerca de los límites de la geometría clásica, Ruiz (1999) plantea dos
características esenciales:
“Por un lado: los griegos antiguos establecieron que las construcciones geométricas y la
geometría en general tenían que hacerse con base en la regla y el compás, lo cual restringía
extraordinariamente los resultados geométricos. De la misma manera, la geometría era estática,
las figuras que se dibujaban eran producto de los procedimientos con regla y compás que se
habían establecido y, salvo en algunas excepciones importantes y significativas, el grueso se
realizaba de esa manera.
Por otro lado: las limitaciones en el álgebra, también, hacían que la geometría no tuviera una
interrelación que pudiera potenciar sus posibilidades.”
Los intentos del monje Jesuita Gerolamo Saccheri por reforzar la geometría
euclidiana en el siglo XVIII, lo llevaron a negar el quinto postulado, concerniente al
trazado de las paralelas, convirtiéndose en el primer precedente de las llamadas
geometrías no euclidianas, como lo afirma Martínez (2013):
“el objetivo de Saccheri era todo lo contrario de lo que logró, esto es, se proponía fortalecer
la geometría euclidiana tratando de reducir al absurdo las posibilidades de desarrollos
geométricos alternativos. Y efectivamente sus resultados fueron tan extraños que él los
consideró absurdos, pero en el sentido coloquial del término. Hoy podemos decir, por el
contrario, que desde el punto de vista lógico (y metamatemático), los teoremas desarrollados por
Saccheri no son absurdos, por más que parezcan bastante raros y anti-intuitivos, pues en verdad
son perfectamente consistentes, carentes de contradicción y, por ende, legítimos teoremas
matemáticos válidos”.
“El quinto postulado ha sido el controversial. Es diferente de los otros porque no se puede
verificar empíricamente si dos rectas se cortan, ya que solo podemos trazar segmentos y no las
rectas completas. Podemos extender los segmentos cada vez más lejos para ver si se cortan en
algún punto, pero no se pueden extender infinitamente. Con ese postulado, Euclides ofreció una
formulación de este asunto fundamental que es el paralelismo”.
“el quinto postulado difiere de los otros postulados por su especial complejidad. Esta
característica llamó la atención de los matemáticos desde el principio, pues lo colocaba más
cerca de las proposiciones que de los postulados. El mismo Euclides lo sabía y lo introdujo
solamente después de la Proposición 28; quizás esperando poder deducirlo lógicamente de los
otros postulados. Lo introduce justo en el momento en el cual ya le era inevitable tener que
usarlo”.
de las matemáticas, problema que sólo pudo ser solucionado con el surgimiento de un
nuevo marco teórico que transformaría la percepción de las matemáticas, sacándolas
de su entorno aislado, a partir de la aparición de las geometrías no euclidianas, hecho
revolucionario si se tiene en cuenta que en el momento de su desarrollo no existía una
base real para demostrarlas, conforme lo establecido por Tejada (2003):
Einstein todas estas valoraciones del papel, importancia y lugar de las geometrías no euclidianas
y, por ende, de la euclidiana, tuvieron que cambiar drásticamente (Ruiz, 1999).”
“Este concepto generalizado se denomina Geodésica, la trayectoria más corta entre dos
puntos en cualquiera de las geometrías. En el caso de la geometría plana o espacial de carácter
euclidiano, la geodésica corresponde a la línea recta, en la riemanniana sería parte de una
circunferencia o una elipse y en la de Bolyai-Lobachevsky, sería un segmento de hipérbola. La
geometría de Riemann se puede denominar elíptica, la de Euclides, parabólica y la de Bolyai-
Lobachevsky, hiperbólica (Martínez 2013).”
No obstante, los planteamientos de Riemann no dejaban de ser algo más que una
especie de matemáticas exótica sin una aplicación concreta, hecho que cambiaría en el
contexto de la teoría de la relatividad, que comenzó a madurar al probarse que para
todo observador la velocidad de la luz es la misma, algo que Einstein necesitaba
fundamentar matemáticamente y se escapaba de los cánones de la geometría
euclidiana, pues necesitaba una geometría que fuera relativa a cada observador,
necesitaba una geometría que variara de un lugar a otro en el espacio según la
concentración de la materia presente en el lugar del observador (Tejada, 2003). Un
hecho que marcó el papel de la geometría no euclidiana en la fundamentación de la
física moderna.
Los cambios generados por las nuevas concepciones del espacio-tiempo, junto con
los nuevos planteamientos no euclidianos, generaron una crisis que revolucionó a las
matemáticas al dejar atrás la concepción a priori euclidiana típica; pasando a una
nueva concepción donde la validez lógica y el rigor conceptual serían los nuevos
parámetros que le darían validez a las teorías y conceptos de las matemáticas.
“La visión intuicionista de la matemática, aunque no desapareció del todo, tuvo que ceder el
paso a dos nuevas concepciones: la lógica-matemática y la línea formalista axiomática. Estos
desarrollos tendrían, en primera instancia, una notable influencia en la filosofía y a largo plazo,
un impacto tremendo en la tecnología y, por ende, en la economía y la forma de vida de todo el
mundo, a través de la computación (Martínez, 2013)”.
“Volviendo a Hilbert hay otro aspecto que merece destacarse. Él es el primero que
diferencia claramente entre lenguaje objeto y metalenguaje, siendo este último el
lenguaje que permite hablar del primero. Personajes como Russell, Wittgenstein, Carnap,
Gödel seguirán su ejemplo y se lograrán solucionar por fin antiguas paradojas, aporías o
antinomias”.
CONCLUSIONES.
Por otra parte, la historia de cómo se fueron desarrollando estas nuevas geometrías,
dejan en evidencia la construcción científica como un hecho histórico, social y colectivo,
en el que intervienen muchos factores de influencia, además de lo matemático entre
ellos el contexto socio cultural y las percepciones ideológicas dominantes en cada
época, reflejado en que los planteamientos surgidos, a pesar de su trascendencia
teórica no tuvieron un impacto fuerte ni inmediato en la comunidad matemática de la
época, la cual más bien se mostró recelosa en este campo, tanto que no se atrevía a
abordar abiertamente el cuestionamiento de la geometría euclidiana.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
1
Este artículo es una versión actualizada de un escrito del autor publicado en la Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia, Vol.
II, Nos. 4 y 5, 2001, pp. 45-63