El intelectual revolucionario,
por la naturaleza transformadora de su pensamiento
y por su acción sobre la realidad inmediata,
encarna un peligro para todas las formas de vida
que le rozan y que él trata de derogar y de sustituir
por otras nuevas, más justas y perfectas.
Se convierte en un peligro para las leyes,
costumbres y relaciones sociales reinantes.
Resulta así el blanco por excelencia de las persecuciones y
represalias del espíritu conservador…
El Arte y la Revolución
Ed. Universidad Pontificia Católica del Perú, Lima, Pág.369
En una ponencia anterior traté el tema de la Pedagogía en la Docencia de Vallejo que luego –
conjuntamente con las exposiciones de Julio Yovera y Percy Julián- se convirtió en el libro TRES
DOCENTES HABLANDO DE VALLEJO. Al iniciar mi exposición señalé que en la vida y obra del
Poeta Universal hay dos aspectos que debían llamar la atención: la trascendencia del carácter
pedagógico de toda su obra; y su militancia marxista activa en la última etapa de su vida. Y
mencioné la necesidad de estudiar estas dos dimensiones por cuanto sectores interesados no
consideran importante la trascendencia de la proyección pedagógica de la obra vallejiana,
menos todavía el conocimiento popular de la vida militante del Poeta Universal en el
marxismo-leninismo en Europa. Y diríase, más que no darle importancia, es lo riesgoso que
resultaría que la juventud particularmente sepa la convicción de un César Vallejo comunista.
De manera general César Vallejo es considerado –con justicia- como Poeta Universal. Las
razones de esta máxima condecoración literaria legítima no sólo son por la belleza de las
formas y construcción de sus hermosos versos, no sólo por la extraordinaria e intensa
expresión de sus mensajes cargados de dolor humano, de tristeza por el amor al prójimo en la
orfandad, por la indignante situación de vivencia de los indígenas del campo y las minas. Sino
que también Vallejo había logrado que la subjetividad y objetividad humanas se transformasen
en poemas vivos y denunciantes, en verbos clamorosos como en los Heraldos Negros:
Una de las particularidades del Poeta Universal es que también sobresalió como escritor de
novelas, cuentos, ensayos y artículos periodísticos. Fue un excelente narrador por la claridad
y didáctica de su pensamiento a transmitir. Como maestro que fue en su juventud, no perdió
ese prodigio de sus enseñanzas no sólo como información, sino sustancialmente como
formador de conciencias nuevas y vivificantes. César Vallejo siempre fue un humanista y lo
demuestra en todos sus escritos poéticos y prosaicos, como también en sus artículos
periodísticos y científicos. Es en Europa donde va a completar su percepción del mundo, va a
vivir y sufrir experiencias nuevas de un período histórico caracterizado por las consecuencias
políticas de la Primera Guerra Mundial, el surgimiento de Rusia Socialista, expansión del
marxismo entre el proletariado europeo, el ascenso del fascismo en su lucha por la toma del
poder político, la Guerra Civil Española y la preparación de las fuerzas oscurantistas burgueses
para desatar una nueva guerra mundial. Un humanista como César Vallejo no podía estar
ajeno, indiferente ante las graves contradicciones sociales por las que pasaba Europa y la
creciente amenaza de una nueva conflagración mundial que destruiría a parte de la
humanidad.
1
José Carlos Mariátegui, 1928, 7 ENSAYOS DE LA INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD PERUANA (vigésima novena
edición, 1991) Ed. Biblioteca Amauta, Lima, Pág. 316.
2
En efecto, Vallejo hizo su primer viaje a Rusia socialista en octubre de 1928 con los anhelos de
establecerse y observar la construcción del socialismo, sin embargo, permaneció apenas dos
semanas por problemas del idioma y regreso a París. Tan corta estadía sustancial lo impresionó
de tal manera que decidió afiliarse al marxismo:
Para aquel entonces Vallejo ya estaba familiarizado con la ciencia del materialismo dialéctico e
histórico y se dedica a escribir de manera coherente con su filiación comunista. Produce entre
1931 y 1935 su novela proletaria Tungsteno, sus crónicas Rusia en 1931, Paco Yunque, Entre
las dos orillas corre el río, Rusia ante el Segundo Plan Quinquenal, Poemas humanos.
En 1935 escribe varios cuentos como: El niño del carrizo, Viaje alrededor del porvenir, Los dos
soras y El vencedor; bocetos narrativos publicados años después de su muerte. Otra de sus
grandes obras es España, aparte de mí este cáliz. Como puede observarse todos estos títulos
tienen un carácter marxista. Sin embargo, hay que advertir de nuestra parte que esta
producción, de la cual varios han de publicarse a la muerte de Vallejo, que sus escritos no
constituyen un vocero panfletario puramente político. Vallejo no sólo continúa escribiendo con
su estilo muy propio de él: toda una construcción arquitectónica que enriquece la lingüística,
ahora con el método dialéctico y una visión marxista no dogmática de la vida real y la lucha de
clases. Paco Yunque es un claro ejemplo de ello, como también el Tungsteno, donde en ambos
escritos refleja las contradicciones de clase.
2
Miguel Gutiérrez Correa, EL POETA CÉSAR VALLEJO Y EL MARXISMO, Rev. Virtual REBELIÓN de 16-4-2004.
3
César Vallejo, ENSAYOS Y REPORATAJES COMPLETOS, Ed. Pontificia Universidad Católica del Perú, 2002, Pág. 369
3
La cita muestra una seria reflexión de Vallejo en relación con el proceso del pensamiento
humano, en el sentido de los fines de este proceso de cognición del cerebro en las sociedades
capitalistas, en correspondencia de satisfacer las necesidades humanas. Pero Vallejo, no se
queda en la psicología positivista de la mera contemplación pura y no comprometida con los
compromisos sociales, menos todavía de no introducir algunos cambios para mejora de la
humanidad. Por ello habla de una psicología con rigor científico para procurar los cambios
sociales.
Sin embargo hay intelectuales –felizmente pocos- que insisten vanamente en desdibujar la
grandeza de Vallejo en su faceta de ensayista científico. Así por ejemplo, el profesor
estaunidense Alberto Acereda4:
Este señor entra en una profunda confusión al caracterizar al Poeta Universal como un
verdadero Vallejo poeta sinceramente solidario y fraternal, y a su vez presentarlo, como un
mediocre pensador por ser marxista. La confusión está en la mente de este crítico defensor del
sistema burgués. Su argumento se reduce a la militancia ideopolítica de Vallejo hasta de
calificarlo de stalinista, término que no existe en la ciencia política científica. Para este crítico
ser marxista es ser ya el mismo Lucifer.
Citemos nuevamente a Vallejo5 de manera textual y analícese dónde está su esquematismo y/o
mediocridad:
"Los filósofos, —dice Marx— no han hecho hasta ahora sino interpretar el mundo
de diversas maneras. De lo que se trata es de transformarlo". Lo mismo puede
decirse de los intelectuales y artistas en general. La función finalista del
pensamiento ha servido en ellos únicamente para interpretar –dejando intactos—
los intereses y demás formas vigentes de la vida, cuando debía servir para
transformarlos. El finalismo del pensamiento ha sido conservador, en vez de ser
revolucionario.
4
Alberto Acereda POR UN VERDADERO CÉSAR VALLEJO: ENTRE LA POESÍA SOLIDARIA Y LA CEGUERA MARXISTA, Ed.
Rev. La ilustración liberal No. 19 y 20. Fuente: http://www.ilustracionliberal.com/19-20/por-un-verdadero-
cesar-vallejo-entre-la-poesia-solidaria-y-la-ceguera-marxista-alberto-acereda.html
5
César Vallejo, ENSAYOS Y REPORATAJES COMPLETOS, Ed. Pontificia Universidad Católica del Perú, 2002, Pág.370
4
El punto de partida de esta doctrina transformadora o revolucionaria del
pensamiento, arranca de la diferencia fundamental entre la dialéctica
idealista de Hegel y la dialéctica materialista de Marx. "Bajo su forma
mística –dice Marx— la dialéctica— se hizo una moda alemana, porque
ella parecía aureolar el estado de cosas existentes". Bajo su forma racional,
la dialéctica, a los ojos de la burguesía y de sus profesores, no es más que
escándalo y horror, porque, al lado de la comprensión positiva de lo que
existe, ella engloba, a la vez, la comprensión de la negación y de la ruina
necesaria del estado de cosas existente. La dialéctica concibe cada forma
en el flujo del movimiento, es decir, en su aspecto transitorio. Ella no se
inclina ante nada y es, por esencia, crítica y revolucionaria” 6
6
Citar el creacionismo de Vicente Huidobro, interpretación del pensamiento. No copia la vida, sino que la
transforma, Huidobro; pero la transforma viciándola, falseándola. Es educar a un niño malo para hacerlo bueno,
pero al transformarlo, se llega a hacer de él un muñeco de lana con dos cabezas o con rabo de mono, etc. Esto
hacen todas las escuelas artísticas: surrealismo, etc. (Nota del autor; en adelante: N. del A.)
7
César Vallejo, ENSAYOS Y REPORATAJES COMPLETOS, Ed. Pontificia Universidad Católica del Perú, 2002, Pág372-
373.
5
*
Nuestra táctica criticista y destructiva debe marchar unida
inseparablemente a una profesión de fe constructiva, derivada científica y
objetivamente de la historia. Nuestra lucha contra el orden social vigente
entraña, según la dialéctica materialista, un movimiento, tácito y
necesario, hacia la substitución de ese orden por otro nuevo.
Revolucionariamente, los conceptos de destrucción y construcción son
inseparables.
Por estas consideraciones, afirmamos que César Vallejo tiene el alto honor de ser un
Poeta Universal de carácter revolucionario marxista-leninista.