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MUÑOZ SABATÉ (en TÉCNICA PROBATORIA.

ESTUDIOS SOBRE
LAS DIFICULTADES DE LA PRUEBA EN EL PROCESO CIVIL. Ed. Praxis
S.A., 1967, pág. 41) explica sobre la temática: “La misma imposibilidad
práctica de probar todas y cada una de las afirmaciones de la parte, según
vimos en el número anterior, reclama y convierte en necesaria la teoría del
notorio. Por lo que atañe al material fáctico y más concretamente a los
hechos controvertidos, he aquí la única y verdadera dispensa de prueba en
nuestro proceso civil: notoria non egent probatione. Adviértase, por tanto,
que no se trata de un medio de prueba especial, sino sencillamente de una
auténtica hipótesis de exención de prueba, ya que, como afirma
PISTOLESE, ésta no es necesaria cuando el juez entiende que la
experiencia práctica de la vida sea suficiente para formar su
convencimiento. Se trata de hechos tan generalmente conocidos e
indiscutidos que el exigir para ellos la práctica de las pruebas no
aumentaría en lo más mínimo el grado de convicción que el juez y las partes
deben tener de su verdad, escribe CALAMANDREI.”. El autor, en la obra
citada (pág. 43), ejemplificando mediante un precedente, presenta como hecho
notorio al siguiente: “«el admitir como ciertos los hechos geográficos o
urbanísticos de tal manera patentes que, por no dejar lugar a dudas, hagan
inútil la prueba judicial, porque su conocimiento pertenece al dominio
general de los ciudadanos, cuando el propio juez participa personalmente de
dicho conocimiento» (T. S. 4 diciembre, 1964 Aranz. 5578)”.

Por su parte, DEVIS ECHANDÍA (en TEORÍA GENERAL DE LA


PRUEBA JUDICIAL; Ed. Víctor P. de Zavalía, Bs. As., Tomo I, pág. 230),
brinda el siguiente concepto: “En resumen, creemos que existe notoriedad
suficiente para eximir de prueba a un hecho, sea permanente o transitorio,
cuando en el medio social donde existe o tuvo ocurrencia, y en el momento
de su apreciación por el juez, sea conocido generalmente por las personas
de cultura media en la rama del saber humano a que corresponda, siempre
que el juez pueda conocer esa general o especial divulgación de la certeza
sobre tal hecho, en forma que no le deje dudas sobre su existencia presente
o pasada, mediante sus conocimientos previos o la investigación privada que
haga o por las pruebas aducidas con ese propósito…”. Entre los casos de
notoriedad, el autor colombiano cita a las “verdades geográficas”, como ser
la ubicación de una ciudad. Precisa, asimismo, que la notoriedad no requiere
ser de carácter internacional o nacional, pudiendo ser perfectamente local (lo
urbanístico, en las palabras antes transcriptas de la obra de MUÑOZ).

En relación a su verificación o corroboración, si el magistrado no


conocía por sí mismo la zona, pudo recurrir a distintos medios (en esa materia,
FALCÓN, ejemplifica con: ). Así, se puede constatar a través del sitio web
“Google Maps”, al escribir en el buscador de google: “Av. Independencia
3950 Corrientes”, que la intersección entre la Av. Independencia y Medrano
se encuentra a cuatro cuadras y media de la dirección “Av. Independencia N°
3950”.

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