PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

PUJ
FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
ESCRITURAS Y MEDIACIONES
MARIA CAMILA VALLEJO JAIME Clase
Día Mes Año
Tipo de trabajo Reseña del libro “Homo videns” 12 05 10
CALIFICACIÓN
Docente PEDRO PABLO SALAMANCA

GIOVANNI SARTORI, “Homo Videns. La sociedad teledirigida”, Editorial: Punto de

Lectura, Tercera reimpresión, Traducción: Ana Díaz Soler, agosto de 2007, 213 págs.

La actual dictadura

El desarrollo de las civilizaciones empieza con el tránsito de la comunicación oral a la

palabra escrita, lo cual se fundamenta con la invención de la imprenta, a partir de esta, la
cultura escrita se establece como actor fundamental en el progreso de la comunidad.

Con el paso del tiempo y el desarrollo tecnológico llegan nuevas formas de comunicación,
entre estas, la televisión, que como su nombre lo indica es: “ver desde lejos”; en esta, el ver
es más importante que el hablar, por lo que causa una revolución que trae consigo una edad
“multimedia”, en donde no solo la televisión va a jugar un papel importante sino también el
computador y su red virtual.

Con la televisión se reemplaza la palabra y su contexto por la imagen, produciendo una

metamorfosis que revierte en la naturaleza misma del “homo-sapiens”.

El homo-sapiens se ha caracterizado por tener una capacidad de abstracción al vivir en un

universo simbólico, toda esta capacidad se despliega en el lenguaje, un lenguaje que no es
solo un instrumento del comunicar sino también del pensar. Pero debido a la nueva edad
multimedia donde la televisión es la nueva escuela de los niños, los seres humanos se han
convertido en adultos empobrecidos, marcados por una atrofia cultural, donde la cultura del
libro es de unos pocos y la cultura audiovisual de la mayoría, empobreciendo esta, la
capacidad de entender y esa parte simbólica de los seres humanos en otras palabras la
capacidad de abstracción.

Actualmente el televisor es universal, encontramos televisión en cualquier parte del mundo,

a diferencia de esto, la lectura de libros cada día es menor. Como el mismo autor lo
mencionaba uno de cada dos hombres no se lee ni un libro al año, a cambio ve televisión
casi 5 horas diarias aproximadamente después de su rutina de trabajo; en América Latina el

Diseño: Judith V.C.

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índice de analfabetismo es cada vez más grande trayendo problemas en todos los aspectos
socioeconómicos de los países.

A estos problemas se les suma uno nuevo, al cual podríamos llamar la opinión teledirigida,
donde la política, la formación de la opinión pública y la influencia en estas del “video”,
obstaculiza una buena política, pues no es que la televisión informe poco, sino que lo que
informa lo puede informar mal para beneficio de algunas entidades o al contrario de esto.

El autor hace una crítica a la democracia actual dirigida por el video al igual que la opinión
pública, planteando que esta está en riesgo de convertirse en “hetero- dirigida” por cuanto
más se expone a flujos de información que reciben poder político o de instrumentos de
información de masas. La escritura y los medios de comunicación como: periódico, revistas
(cultura escrita), daban paso a la opinión y al intercambio de ideas mientras que la
televisión se plantea como un aparato inmóvil que nos manda información, que no puede
ser argumentada, ya que está en una relación pasiva con el receptor donde lo que se nos da
es lo que es “verdad” y es lo que debemos creer.

Vemos que para el autor la escritura como forma de comunicación es más afín a un
“mundo” democrático, en el que existe la opinión pública y la capacidad de abstracción de
los seres humanos está en constante uso.

La tesis que nos plantea el autor en su texto es “El video está transformando al homo
sapiens, producto de la cultura escrita, en un homo videns”1
Y la finalidad del autor es que nos demos cuenta de esto, de cómo la televisión está
transformándonos en seres no pensantes que han dejado de lado su real naturaleza, que es,
nada más que la simbólica, donde la abstracción y la cultura escrita tienen un papel
fundamental ya que permiten que el crecimiento y madurez de los hombres se desarrolle
como debe ser. Estamos transformándonos en homo videns seres humanos manejados por
la televisión, que no sólo afecta nuestra formación humana sino nuestro criterio,
inteligencia e interacción con el mundo. El autor nos ofrece reflexiones con respecto al
tema de la comunicación y nos invita a que evitemos la consolidación de un HOMO
VIDENS, que es precisamente el título del libro.

1
“Homo videns, la sociedad teledirigida” G. Sartori, Pág.13.

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No solo las palabras pueden ser mentira sino también las imágenes, la televisión puede
falsear la verdad mostrando lo que le conviene reduciendo o aumentando alguna
información, el problema con esto es que al perder nuestra capacidad de abstracción
también se pierde la capacidad de distinguir entre lo verdadero y lo falso.

La televisión tiene la capacidad de personalizar asuntos tales como las elecciones, en la

pantalla no vemos lo que un líder nos quiere transmitir sino más que eso vemos al líder, y
entonces, los rostros cobran un papel importante a la hora de juzgar a las personas, lo cual
no es un acto democrático sino un espectáculo en donde la información es solo un residuo.

Con todo esto ya no tenemos a un hombre que reina gracias a la tecnología sino a un
hombre sometido a la tecnología, dominado por ella.

La ignorancia se convierte en una virtud a partir de lo anterior, y para que esto se detenga
es necesario que la cultura escrita regrese, y así mismo, el homo sapiens, que ha sido
reemplazado por un homovidens, un ciudadano que sabe cada vez menos de los asuntos
públicos que le habilitan para la ciudadanía.

“Homo videns” es un libro que se preocupa por la realidad que estamos viviendo, que
quiere hacernos caer en la cuenta de lo que estamos perdiendo al introducirnos en el mundo
virtual, en el mundo de la televisión. Nos muestra las dos caras de este medio de
comunicación que parece ser un artefacto que nos mantiene ocupados y entretenidos en el
tiempo libre, pero que a su vez se entretiene con nosotros también, manipulándonos y
convirtiéndonos en seres perezosos que han dejado a un lado las nuevas ideas, el
intercambio de pensamientos y de informaciones, por una nueva forma de ver el mundo;
que es, desde nuestras camas, cómodamente, sin tener ninguna reacción ante los
acontecimientos que nos rodean.

Nos encontramos frente a una nueva dictadura, la televisión.

Cualquier persona podría disfrutar de este libro que se presenta en cuatro cortos capítulos
donde el autor argumenta su tesis fundamental, eso sí teniendo la mente abierta a nuevas
ideas que seguramente cambiaran su perspectiva de los medios.

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