MONOGRAFIA
LA REDACCIÓN
ASIGNATURA:
COMUNICACIÓN
PRESENTADO POR:
A nuestros padres, quienes luchan día a día por hacer de nosotras personas de bien y nos han
enseñado a seguir adelante siempre superando cada obstáculo que se nos presente en el
transcurrir de la vida.
A todos nuestros maestros, por ser quienes han sembrado en nuestras mentes la semilla de la
sabiduría, por habernos guiado con su ejemplo a ser mejores personas y por su incondicional
apoyo perfectamente mantenido a través del tiempo.
A nuestros compañeros por ser el motor de nuestras vidas y por inspirarnos con una sonrisa la
fortaleza más grande y la constancia para esforzarnos y no dejarnos vencer.
Por último, deseamos dedicar este esfuerzo a cada uno de nosotros por no dejarnos vencer, ya
que en ocasiones el principal obstáculo se encuentra dentro de uno mismo.
Viviana y Maribel
AGRADECIMIENTOS
A nuestros padres, por los valores que nos han inculcado y sobre todo por ser excelente
ejemplos de vida a seguir.
INDICE
INTRODUCCIÓN
En los diferentes campos en que nos desenvolvemos es importante, por no decir vital,
aprender a utilizar las herramientas correctas para comunicar con efectividad lo que
deseamos. Ponemos en negrita la palabra efectividad a propósito, porque muchas veces se han
observado casos de mensajes mal emitidos, además, todos los días somos testigos como
algunos periódicos maltrataban nuestro idioma sin darnos cuenta, porque creemos que esa
manera de utilizar nuestro lenguaje es ilícito.
Necesitamos para aprovechar nuestros recursos idiomáticos para obtener lo que deseamos, a
veces un currículo bien redactado nos brinda ventaja sobre otros, que compiten con nosotros.
No olvidamos que estamos en un mundo competitivo y hacer la diferencia nos puede resultar
beneficioso.
Lo mismo ocurre cuando solicitamos o hacemos algún tramite, es increíble las ocasiones en
que se han perdido jugosas fortunas por no tener la facultad de escribir. Sucede, también con
frecuencia, que dejamos de realizar alguna solicitud o algún documento por no saber como
empezarlo.
Aprender a escribir, es aprender a hablar y eso, marca la diferencia en un medio que al parecer
ya no es importante expresarse con la debida propiedad.
En este trabajo encontraremos las armas necesarias para el buen manejo del lenguaje,
conocimiento tan escaso en las escuelas y hasta en las universidades.
Se realizo este trabajo con la finalidad que nos desenvolvamos mejor como estudiantes y
profesionales. Ya que no solo podemos ser espectadores de lo que ocurre a nuestro alrededor
sino también participes de ello.
Las Alumnas
La redacción es, según Basulto una acción comunicativa de primer orden, en el cual esta
implicado una fase cultural avanzada del que la practica. Basulto (1998) Es por lo mismo
que el estudiante plasma su mundo en sus escritos, la escritura implica un pensamiento
claro y preciso de las cosas, porque la redacción no es un trabajo mecánico, sino una
actividad de construcción de productos escritos que implica un desarrollo profundo del
pensamiento. Donde implique la importancia de trabajar conforme a un fondo y una
forma, es aquí donde resulta necesario tener en cuenta ciertas principales características de
la redacción.(Basulto, H, (1998,) Curso de redacción dinámica, México, Trillas)
Cassany (2000) menciona que un buen escritor es aquel que “es capaz de comunicarse
coherentemente, por escrito, produciendo textos de una extensión considerable sobre un
tema de cultura general.” (2000, p.258) donde el escritor no solo es visto como un autor de
literatura de creación sino como cualquier individuo que es capaz de redactar un artículo
de opinión, una carta con una extensión considerable de tres páginas sobre algún tema de
interés, para ello menciona un listado de microhabilidades que se deben desarrollar entre
aspectos mecánicos y motrices al trazar las letras, cómo desarrolla su caligrafía, la
presentación y los procesos en los cuales el escritor reflexiona sobre ña selección y orden
de su información, etc.(Cassany, D., Luna, M y Sanz, G (2000) Enseñar lengua.
Barcelona, España: Graó)
Cuetos (1991) señala que al referirse a escritura, uno se refiere a la composición escrita o
escritura productiva, la cual la define como “actividad mediante la cual expresamos ciertas
ideas, conocimientos etcétera, a través de signos gráficos.” (1991, p.19) donde intervienen
procesos de tipo conceptuales, lingüísticos y motores.(Cuetos. F (1991) Psicología de la
escritura. Madrid, España: Escuela española)
Zavala (2006) recalca tres principales características que todo texto escrito debe
poseer las cuales son:
“…, la claridad obliga a escribir frases claras que formarán párrafos claros, pero
también a hilvanar esos párrafos de la mejor manera”.(Zavala).
Como menciona Martín, conciso no implica ser escueto sino denso: quien
mantiene un estilo denso es quien en cada renglón, cada vocablo o cada
proposición están gestadas de sentido. Lo antepuesto a esto es la vaguedad, la
imprecisión, el excederse en de palabras; lo que en términos vulgares se dice
retórica” (Martín, G. (2000) Curso de Redacción, teoría y práctica de la
composición y del estilo, XXXIII edición actualizada. México, Paraninfo
Thomnson Learning)
Por lo tanto ser sencillo también es decir natural. Por lo que en necesario que se
adapte el estilo, la forma y el fondo. Donde la escritura natural es sinónimo de
buscar que las palabras y las proposiciones sean auténticas, las que según el tema
se requieran y exijan (Martín).
Carneiro (s/f) señala tres etapas de la redacción de textos, las cuales son:
2. QUE ES REDACCIÓN.
Como redacción se denomina la acción y efecto de redactar. Como tal, es el acto en el cual
se pone por escrito un conjunto de ideas ordenadas lógica y coherentemente dentro de un
texto. Remite al significado etimológico de redactar, del latín redactum, supino de
redigĕre, que significa “compilar”, “poner en orden”.
En este sentido, la redacción es el proceso de escritura por medio del cual se compila una
serie de ideas y se las pone en orden en un texto, distinguiendo y jerarquizando las ideas
principales de las secundarias, de manera que se produzca una secuencia lógica
caracterizada por la cohesión y la coherencia.
Para redactar es válido trazar un plan o esquema que sirva de guía a la hora de ir
avanzando en la composición del texto. Además, se aconseja escribir con claridad y
corrección, haciendo buen uso de las palabras y de los signos de puntuación.
En este sentido, existen tres fundamentos básicos para la redacción, que son la corrección
la adaptación y la eficacia. Siendo la corrección de tipo ortográfico, pero también
morfológico y sintáctico, así como léxico-semántico, fundamental para que nuestro texto
pueda ser leído y comprendido de manera correcta.
La adaptación, por su parte, es el proceso por medio del cual dotamos al texto de una serie
de características para que se adecue a un público determinado. Y, finalmente, la eficacia,
que supone la elaboración de un texto que cumpla con su propósito.
Una redacción varía su forma de acuerdo a la intención con que el texto haya sido
compuesto. La redacción literaria, por ejemplo, abundará en fórmulas, técnicas y recursos
retóricos que otros tipos de escritura, como la redacción jurídica, la científica o la
académica, deben evitar.(https://www.significados.com/redaccion/)
La redacción requiere de coherencia y cohesión textual. Dado que el orden de las palabras
dentro de una oración puede modificar la intención del autor, es necesario que el redactor
organice en su mente las ideas que desea trasladar al papel o a la computadora..
El siguiente paso lógico es que, una vez concretada esta organización mental, se
identifiquen las ideas principales y secundarias, para que a la hora de redactar aparezcan
en orden y de acuerdo a la importancia de cada una. Si el autor no logra ordenar de
manera lógica y cuidada su texto, el escrito carecerá de interés para el lector.
Por otra parte, la redacción es también la oficina o el lugar físico donde se redacta. Por
ejemplo: “En quince minutos tengo que estar en la redacción”, una frase que un periodista
puede mencionar para referirse a su lugar de trabajo.
Cabe destacar que una redacción es una composición escrita sobre algún tema. Esta
aceptación del concepto suele ser utilizada en los centros educativos, donde la redacción
constituye un ejercicio o práctica que debe llevar a cabo un estudiante.
(https://definicion.de/redaccion/)
Es común para nosotros escuchar la frase “el arte de escribir”. No obstante, la palabra
“arte” varía de significado según la interpretación o contexto donde aparezca. En efecto,
escribir es un arte, pero ¿cómo podemos entender esa frase desde una perspectiva
filosófica?
El origen de la palabra “arte” no se reduce únicamente a lo que hoy llamamos bellas artes,
esto es, arquitectura, pintura, música, danza, entre otras. Por lo general, a la palabra “arte”
se le identifica con la palabra griega “Techné”, de la cual se dice que procede la palabra
“técnica”; otros usos también vinculan esta palabra con “oficio” o “industria”.
Unido a lo anterior, el vocablo “techné” designaba en Grecia un proceso para hacer algo
con materiales específicos. Así por ejemplo, un escultor tenía como material el mármol,
tenía una serie de herramientas y tenía un método, esto es, una serie de pasos que lo
guiaban en su objetivo de hacer una escultura. Todo lo anterior lo volvía artista, es decir,
alguien que dominaba con pericia su oficio. En pocas palabras, el arte o techné implica
materiales, herramientas y procesos ordenados de ejecución de tareas cuyo dominio
requiere de la práctica.
Siguiendo esta idea, podemos ver que una de las herramientas más importantes que ha
generado el ser humano es el lenguaje. El lenguaje es, entre otras cosas, una herramienta
útil para la comunicación del pensamiento el cual cobra diferentes formas y tiene
naturalezas distintas. Así, no es igual el pensamiento que construye un poeta al referirse a
una flor que el pensamiento que tiene un biólogo de ese mismo objeto. El lenguaje,
entonces, se convierte en una herramienta útil que les permite expresar a ambos lo que
tienen en la mente.
Las modernas teorías de la lingüística indican que el hombre primero generó el lenguaje
hablado y luego el escrito. En el lenguaje hablado la herramienta física que utilizó para
producirlo es lo que hoy se llama aparato fonador, esto es, diversas partes del cuerpo
como los dientes, la lengua, los labios, la nariz y otros que permiten producir los sonidos
del habla. Posteriormente, el ser humano generó el lenguaje escrito cuyas ventajas más
palpables fueron la de almacenar información por largo tiempo y viajar largas distancias.
En el desarrollo del lenguaje escrito, las herramientas para producirlo han variado.
Actualmente encontramos evidencias de lenguaje escrito en diversos medios físicos como
piedras, pergaminos, hojas de papel o medios electrónicos.
Pero escribir requiere también de un método, una serie de pasos a seguir. En nuestro
ejemplo anterior, el poeta y el biólogo se especializan en una forma de escribir que se
ajusta a sus necesidades: el primero recurre al verso, el segundo a la estructura científica.
No obstante, ambos al final tienen un objetivo específico: comunicar un pensamiento,
aunque lo hagan por diversas vías. En el sentido que lo venimos manejando, ambos son
artistas del lenguaje.
De una forma u otra, podemos decir que, cuando escribimos, el material es el pensamiento
que se llena de la experiencia que recibe del mundo y de las relaciones que la razón
impone. Las herramientas son los medios físicos que le ayudan a comunicar el
pensamiento, pueden ser para producir sonidos, como el aparato fonador en el caso del
habla, o producir signos como en el caso de la escritura. Finalmente, dependiendo del
objetivo que se persiga, el proceso de escribir requiere de varios pasos que derivan en un
método según nuestras necesidades y habilidades: puede ser un esquema de rima, puede
ser un ensayo científico y una infinidad de elementos más.
El arte de escribir debe ser reforzado como cualquier otro arte. No solo los escritores
necesitan plasmar sus ideas por escrito. Muchas personas, por su profesión, quieren ser
autores de sus conocimientos para después compartirlos en seminarios, cursos,
conferencias, etcétera.
El estado de inspiración es parecido al sueño. Entramos en una especie de éxtasis que nos
embarga y nos arropa la mente. Intentamos plasmar esas imágenes que nos llegan al
cerebro con palabras legibles, y les vamos dando forma hasta convertirlas en historias,
poemas, ensayos.
De todas las ideas que nos llegan, ¿cómo saber cuál es la acertada? Dicen algunos
escritores, como García Márquez, que son las historias quienes les eligen a ellos.
Las ideas nos llueven por todas partes, pero no todas son las adecuadas para escribir una
obra donde poder trasladar aquello que queremos compartir. Has de estar atento. Debes
observar más allá de lo que los ojos pueden llegar a ver. De alguna manera, sabrás captar
la esencia de ese golpe de inspiración que puede aparecer en cualquier lugar, a cualquier
hora y en cualquier situación.
No olvides tu cuaderno de notas, llévalo siempre encima porque las ideas te pueden asaltar
en cualquier momento y si no las anotas, pueden desvanecerse en tan solo un instante. Ese
cuaderno será tu vademécum para cuando el fantasma del bloqueo se instale sin permiso
en tu mente creativa.
La importancia de corregir nuestros escritos.- Nadie está libre de cometer errores, pero
hemos de tratar de acercarnos al máximo a la perfección; que un libro aparezca lo más
“limpio” posible de erratas y faltas ortográficas. La calidad es fundamental, ella te abrirá
las puertas cuando quieras dar a conocer tus obras.
¿Vas a corregirlo tú solo…? Es más complicado encontrar nuestros propios errores que
aquellos que comenten terceras personas. De ahí que todos los autores consagrados, y
todas las editoriales, cuenten con correctores profesionales.
No te conformes con el primer borrador, ordena tus pensamientos.- Cuando creas que has
terminado con el trabajo duro de escribir, no respires todavía. Guarda tus palabras en tu
“cajón de escritorio”. Recupera el texto días más tarde y vuelve a leerlo en silencio…,
luego en voz alta.
No des por terminado un escrito hasta que logres convencerte a ti mismo de que realmente
no se puede mejorar; mejor si eres capaz de convencer a otros, su punto de vista será más
objetivo.
Si tras varias lecturas no encuentras un hilo conductor, recupera aquellas frases que te
estremezcan y ponte de nuevo manos a la escritura. Si al final descubres que debes dar al
traste con ello, por mucho esfuerzo, por mucha pena que te dé, ponle fin a esa historia que
solo te traerá dolores de cabeza. Consuélate, piensa que tanto trabajo te sirvió para algo.
Recopilaste ideas y ejercitaste tu músculo de la escritura. El arte de escribir se aprende
escribiendo.(https://eldesvandelasletras.com/el-arte-de-escribir/)
El escribir es un arte difícil de realizar. Antes hay que tener la voluntad y el deseo de leer.
El que no se dedica a la lectura, al estudio, a la investigación, difícilmente puede dedicarse
a escribir. La clave de todo escritor es la buena lectura y tener vocación para escribir.
La palabra es la forma expresiva del escritor, desde el lenguaje y con el lenguaje es como
se realiza la obra literaria.
El bello arte de escribir.- Baldomero Fernández Moreno, argentino, expresó que escribir
es hilvanar palabras. Para una costurera, hilvanar es realizar una obra, que deber existir
una coherencia en toda la obra.
La escritura debe tener arte, que es imprimir una idea en una materia, es una cualidad de
orden intelectual, es una virtud del entendimiento práctico, que debe conducir al
verdadero bien, con cierta perfección de espíritu. El arte es ordenación de la razón,
buscando los medios adecuados.
Para ser escritor es necesario tener algo importante que decir, que sea de interés para
otros. Cuando un escritor expresa sus pensamientos en forma comprensible a los demás,
es para cumplir el fin del lenguaje que es « transmitir lo pensado a lo escrito.
El tiempo que transcurre entre la obra del escritor y el lector puede ser breve o casi
siempre muy distante, pero debe tener el interés de ser siempre nuevo para el lector, debe
tener vigencia y actualidad.
La literatura social, el realismo critico, no necesita los floreos de la literatura poética, sino
la verdad de los hechos, los ejemplos y las orientaciones para la acción, organización y
formación de los lectores, asumir la condición humana.
Existen escritores que tienen la capacidad de captar ideas, tomar notas de la lectura de
libros, documentos, folletos, pero también de comunicaciones, conversaciones, diálogos
de la radio, prensa y televisión, que luego pueden darle su estilo personal y expresarlas por
escrito, naturalmente tienen que estar muy informado de todos los acontecimientos
sindicales, políticos y económicos.
El impulso que lleva al escritor a una obra, forma parte de su arte, que es comunicar, por
esos los comunicadores y periodistas tienen mayor posibilidad de convertirse es escritores.
Comunicar ideas, proyectos, modelos y utopías, son parte de la inspiración en el arte de
escribir.
Partes de las obras escritas: Las obras escritas, en su mayoría, tienen tres partes mínimas,
que son:
Para escribir es necesario un borrador, luego corregirlo hasta que exprese lo que uno
realmente piensa. El arte de escribir para el público requiere que los datos e informaciones
que el escritor ofrece tengan veracidad, soporte, confirmación, luego funciona la
imaginación y la creatividad.
Una cosa es hablar y otra escribir. Algunos consideran que se debe escribir como se habla,
pero son dos expresiones diferentes. Los que escriben como hablan, aunque hablen bien
escriben mal.
Un arte difícil.- El arte de escribir no es fácil. Algunos creen que un libro se puede escribir
en algunas semanas, pero la situación es más complicada, escribir un libro se puede llevar
años.
Escribir no es una tarea fácil, en absoluto. Primero hay que encontrar una idea que sea
interesante, luego desarrollarla y después saber plasmarla, además debe tener un interés
especial para que la obra sea receptiva para futuros lectores.
El arte de escritor es permanente, se está pensando todas las horas en la posibilidad de que
algo que suceda en la vida real puede ser motivo para ser escrito.
En el arte de escribir existen dos grupos determinados: los que piensan y pueden hacer una
obra de su pensamiento, y los que hacen pensar a los lectores. Creo que son más
importantes los que hacen pensar a los lectores.
Es buen motivo para la escritura en la vida política del hombre cristiano, es tratar temas
espirituales, aspirar al Bien Común, no como la suma de los bienes individuales, sino para
mejorar las condiciones y las vidas de la mayoría del pueblo, especialmente los más
desposeídos; que todos podamos vivir como hombres libres, disfrutar de los bienes de la
naturaleza, la cultura, la economía y el espíritu.( JOSÉ GÓMEZ CERDA, 29
DICIEMBRE 2017,https://wsimag.com/es/cultura/34662-el-arte-de-escribir)
Todos se han encontrado alguna vez con el problema de descifrar algo escrito por quien
ignora lo más elemental del arte de escribir, y se puede decir que no es por lo que escribe
sino por el cómo lo escribe. El pensamiento más sencillo resulta ininteligible en ciertas
ocasiones. El estilo de la escritura añade precisión, elegancia, claridad y armonía al texto
que se expone.
Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y
elegancia. Es preciso emborronar muchas cuartillas, tachar y corregir constantemente, la
habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades. Algunos dicen2 que
escribir es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este arte no se aprende; mucho
depende del empeño y el trabajo. Pensemos, por un momento, en las palabras del estilista
francés L Veuillot (Vivaldi) “A fuerza de trabajo se puede llegar a ser un escritor puro,
claro, correcto e incluso elegante”. El arte de escribir es el producto de un arduo esfuerzo.
El estudio de los manuscritos y de cada una de sus ediciones revela las numerosas
correcciones que experimentan las obras antes de ir, definitivamente, a la imprenta.
Escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra vez. Este arte
lleva consigo la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo propio para
expresar sus ideas y pensamientos.
En los escritos deberán no sólo estar presentes frases hechas, sino pensamientos e ideas
que contribuyan a engrandecer nuestras aseveraciones y nuestra autoridad en la escritura.
Un académico no está excepto de estas exigencias porque el arte de escribir también está
presente en los trabajos científicos. La ciencia precisa de conocimientos rigurosos,
objetivos y receptivos a la crítica.(Sabino CA. Cómo hacer una tesis y elaborar toda clase
de trabajos escritos. Santa Fe de Bogotá: Panamericana, 1996:8)
Los aportes científicos requieren de precisión al presentar los resultados, ellos deben de
estar distantes de lo fugaz y lo impreciso.
En el lenguaje científico las frases deberán ser exactas y claras, porque las largas fatigan
el espíritu, distraen la atención y terminan por apartar la visión del objetivo principal. El
dominio de la expresión escrita y la formación académica sólida es difícil; aunque muchas
personas poseen una considerable experiencia acumulada, al respecto Charles Darwin,
confesaba al final de su vida “todavía tengo la misma dificultad que antes para expresarme
clara y concisamente.”(Darwin CH. Recuerdos del desarrollo de mis ideas y carácter.
Barcelona: El Laberinto, 1983:125)
Si el genio -según expresión conocida- es hijo en gran parte de la paciencia, si los grandes
del mundo literario deben, asimismo, su grandeza a la capacidad de trabajo; fácil será
comprender que el reto para el académico y el profesional radica en la creación de su
estilo propio de escritura, sobre todo si se considera que en el arte de escribir está la
perpetuidad de su trabajo a las futuras generaciones.
4. IMPORTANCIA DE LA REDACCIÓN
Esto es, escribir un texto con la ortografía correcta, con los signos de puntuación
necesarios y expresar de manera sencilla lo que queremos.
https://anaduran29.wordpress.com/la-importancia-de-la-redaccion/
La coherencia y cohesión permiten que él que lea pueda entender nuestro mensaje. Claro
que también hay ventajas y desventajas, la mayor desventaja, es que no se expresa bien
ocasionando que se mal interprete la información.
Para realizar una buena redacción se mencionaran cuáles son los elementos para redactar
correctamente.
La redacción es algo por lo que tenemos que ocuparnos. Es como los cimientos de todo lo
demás: si esto falla, probablemente todo se irá abajo. La redacción tiene que ver con casi
todo: expresarnos con claridad para una buena comunicación, la buena impresión que
causará nuestro trabajo. Si manejamos correctamente la redacción tendremos ya resuelto
varios problemas al escribir.
https://www.academia.edu/8939773/Importancia_de_la_redaccion?auto=downlo
ad
Pero, ¿por qué es tan relevante el texto en el mercado laboral? La forma en que se
establecen vínculos con un posible cliente es determinante. La tecnología ha permitido
que, en nuestros días, la mayoría de las empresas se promuevan a través de sitios web, de
modo que el contenido y la calidad de lo que expreses en tu sitio serán en buena medida la
clave del éxito en el mercado.
La creatividad en el mensaje es uno de los factores que influyen para atraer a un mercado
en potencia, sin embargo, otros elementos como la pobreza en el lenguaje o la falta de
claridad puede estropearlo todo. Cuando un mensaje es repetitivo y limitado en su
vocabulario, provoca la pérdida de interés en su contenido. Por otro lado, si el mensaje no
es claro o presenta imprecisiones, es muy probable que el consumidor se incline por otras
opciones, empresas que se preocupen por generar información legible, atractiva y fácil de
asimilar.
(https://ypuntoservicios.wordpress.com/2017/02/07/la-importancia-de-una-buena-
redaccion-en-el-ambito-empresarial/)
En condiciones generales, los estudiantes de todos los niveles, sin necesidad de participar
en concursos o ser afamados escritores o redactores, requieren constantemente la
redacción de textos a fin de poder realizar resúmenes, síntesis, análisis, etc de sus
estudios; por tanto, algunas de estas sugerencias pueden ser de gran utilidad:
Se debe tener claro el mensaje que quiere transmitirse. Con toda la información
posible sobre el tema que se va a tratar. De esta forma habrá una conexión lógica entre
las ideas que se desarrollen.
No se debe usar la misma palabra varias veces, ya que hace que el texto se sienta
monótono y se pierda la atención. Los sinónimos son muy útiles cuando se quiera
ratificar o repetir alguna idea. Por ejemplo en vez de decir ” Es una nube muy blanca
que vuelve blanco todo lo que toca” mejor decir “Es una nube muy blanca que aclara
todo lo que toca”.
Hay que evitar las prisas porque suelen ser causa de confusiones en las ideas,
repeticiones innecesarias y, sobre todo, de olvidos de idea. Tener tranquilidad y
concentración son la base de una buena redacción.
Los gerundios deben ser utilizados con mucha moderación. Es mejor decir “Viajar, me
está causando una gran expectativa” que “Viajando tengo más expectativas”.
Hay que evitar las redundancias: “bajar para abajo”, “subir para arriba”, “entrar
dentro”.
Uno de los problemas más frecuentes que se plantea a la hora de elaborar un documento
administrativo es la confusión en la estructura. Así, se confunde la diligencia (Hago
constar) con el certificado (Certifico); la nota interior con el oficio, o incluso con la carta;
el anuncio con el aviso; la solicitud con el recurso; la notificación con la resolución,
etcétera. Y es que es fundamental que el destinatario de un DA(1) pueda identificarlo
rápidamente, a primera vista, sin necesidad de bucear en el texto hasta averiguar qué le
quieren decir.
Este patrón estructural coincide, más o menos, con el esquema de la oración gramatical:
sujeto – verbo – predicado (Yo, alcalde [sujeto], dispongo [verbo] tal o cual cosa
[complemento 1] por determinadas razones [complemento 2]).
Fórmulas y modelos.- En la elaboración del DA, por regla general, quienes redactan no
firman: redactor y emisor no coinciden en la misma persona.
Esta circunstancia constriñe la libertad de expresión del redactor, que recurrirá a fórmulas
y modelos consensuados. En este sentido, cualquier propuesta de cambio requerirá la
aceptación del firmante.
1
Documento Administrativo
entendido), lo que exige, a su vez, un buen uso del español y una clara legibilidad (aspecto
físico).
3) Se evitarán saludos y despedidas, así como otras fórmulas de cortesía, que no tienen
cabida en el lenguaje administrativo.
10) La primera vez que se incluyan unas siglas deben ir precedidas de la denominación
completa. Se evitarán siempre las abreviaturas.
11) En los formularios, los datos han de seguir un orden lógico y distinguiendo los
espacios destinados para que rellene el interesado.
12) En los formularios hay que prever la posibilidad de mecanización a la hora de
disponer los espaciados, campos para cumplimentar o rellenar…, así como su
posterior archivo.
13) Se pueden, y deben, incorporar elementos que faciliten la comprensión del texto, tales
como ciertos tipos de letra, formatos, colores. Y combinarlos con márgenes y espacios
en blanco… Es decir, que hay que aprovechar aquellos recursos gráficos que nos
ofrecen los medios electrónicos e informáticos para el diseño de los impresos.
14) Si el impreso dispone de varias copias, habrá que distinguir en cada una al destinatario
(para la Administración, para el interesado, para el banco, etcétera).
https://lenguajeadministrativo.com/caracteristicas-y-reglas-en-la-elaboracion-de-un-
documento-administrativo/
La persona que tiene como trabajo redactar un texto debe percibirse como un artesano
produciendo un objeto. El texto es el objeto del redactor. Tanto el artesano como quien
escribe deben conocer –lo más profundamente posible- sus herramientas y la materia
que deben vencer, ya que deberán hacerlo de una manera práctica, concreta.
De uso: en vez de una definición, se ofrece frases en que se observan los modos de
empleo de cada palabra.
De sinónimos: como su nombre lo indica, enlistan los vocablos afines al que se
busca y con ello se evita la repetición de palabras.
De dudas del idioma: incluyen las principales dudas gramaticales que se presentan
a la hora de redactar tales como la conjugación de los verbos irregulares, el uso de
preposiciones, la ortografía de palabras provenientes de otros idiomas, gentilicios
poco comunes y aun los barbarismos más frecuentes y su corrección.
4) Leer.- No hay mejor forma de ampliar nuestro léxico y de paso nuestro horizonte
cultural que leer. Un poeta norteamericano acostumbraba colgar sobre su cama, como
si fueran móviles, cartones con palabras y las cambiaba conforme se familiarizaba con
ellas. Ésta es una vía; la otra, la única, es leer y de preferencia obras en español.
6) Adjetivar para orientar al lector.- Debemos comprometernos con el lector para que
entienda el sentido de nuestro pensamiento, no podemos suponer que lo adivina sin
siquiera insinuárselo. Si describimos la característica de un fenómeno, al lector le
interesará saber si la consideramos buena o mala. En este sentido cuando
redactamos por ejemplo la solicitud de un trabajo que nuestros alumnos han de
entregar, es importante que en nuestro texto se incluya las características del mismo
por medio de adjetivos explicativos (ensayo breve, resumen ilustrado, etc.);
posesivos (su ensayo, su calificación, mi compromiso); numerales (primer parcial, el
tercio de su calificación).
8) Evitar las palabras vagas.- Es común el uso de palabras como cosa, especie,
algo, para referirnos a objetos o situaciones que pueden precisarse en un texto.
Cuando escribimos “en su declaración, el Presidente analizó, entre otras cosas, que la
deuda externa obedece a...” demostramos que no sabemos a ciencia cierta cómo
catalogar las tales cosas. En este ejemplo, es preferible escribir “en su declaración, el
Presidente analizó, entre otras causas, que la deuda externa obedece a...” Hay
ocasiones en que estas formas sí son indispensables en la escritura porque son parte
del caudal del idioma, como en el título de la obra de Michel Foucault, Las palabras y
las cosas, o en el de una película mexicana Algo flota sobre el agua, donde no podrían
omitirse porque la generalidad (de las cosas) o la vaguedad (de algo) es el significado
que se quiere comunicar. Sin embargo, deben sustituirse con términos más precisos en
los casos en que el redactor, por flojera mental, deja indeterminado lo que percibe con
vaguedad.
9) Evitar los verbos que sirven para todo.- Existen ciertos verbos que se emplean a
manera de “comodines”, tales como: hacer, poner, decir, ser, estar, haber, tener, etc.
Ciertamente, es correcto escribir “hizo un cuadro”, “hizo una escultura”, “hizo una
película”, “hizo una novela”, “hizo una paella”; pero se gana en precisión cuando
escribimos “pintó un cuadro”, dibujó una figura; talló, esculpió o modeló una
escultura; filmó, actuó o dirigió una película; escribió una novela o cocinó una paella”.
A veces basta con detenernos para observar si el verbo que utilizamos no cambia el
significado de nuestro mensaje. En la frase “puso la jarra sobre la mesa”, el verbo
poner está empleado en su significado directo, es imprescindible; en cambio, en
la expresión “se puso a pensar”, el verbo está empleado no en su significado directo,
sino figurado, vale decir está usado como auxiliar. Hay veces que lo que pretendemos
decir es precisamente “se puso a pensar”, entonces, es obvio, dejémoslo así, pero la
norma sigue en pie: no abusemos de los verbos “comodines”.
10) No elegir las palabras por bonitas, sino por su significado.- Un texto plagado de
palabras, bellas de por sí, pero que no vienen al caso, es una clara señal de
inexperiencia al redactar. Debe elegirse cada palabra por su significado; no
prodiguemos, entonces, espejismos, demiurgos, dialéctica, sistémico, azogues,
querubines y piedras preciosas ni adjetivos elogiosos o furibundos como
espléndido, excelente, magistral, infame, criminal o canalla a no ser que el sentido,
muy bien, meditado, lo justifique.
11) No emplear tecnicismos innecesarios.- Utilizar la jerga del oficio deja fuera de la
conversación al lector; sin embargo, en algunos casos los tecnicismos son
indispensables; por ejemplo, no es lo mismo los capitalistas que los ricos, aunque la
segunda palabra la entendemos todos. De ahí que los tecnicismos deban usarse, pero
siempre explicando enseguida su significado. De lo que se deduce, también, que deben
emplearse con parquedad.
12) No abusar de las siglas.- Muchas organizaciones sociales emplean siglas; el redactor
debe escribir en la primera referencia el nombre completo, poner entre paréntesis las
siglas y en el resto del texto emplear indistintamente las siglas o el nombre..
13) La prosa no debe rimar.- En el texto suelen aparecer frases que riman de modo no
deliberado. En particular la terminación en ón, por su frecuencia, suele aparecer tan
cercana a otra semejante que el indeseable verso aparece a cada rato: “En ocasión de la
conmemoración de la publicación de El son del corazón de Ramón López Velarde, la
reflexión de un crítico literario fue...” En estos casos existen cinco posibilidades:
cambiar, omitir, alejar, pluralizar o resignarse.
14) Partir de un esquema.- Es de gran ayuda tener un esquema que, con menor o mayor
detalle, trace una guía que debe seguir el texto. Esto evita perderse y, al asignar
espacios a los puntos que se abordarán, le otorga estructura y equilibrio al escrito, y
elude la desproporción.
Para elaborar el esquema es recomendable escribir todas las ideas que tenemos en
mente con el objeto de seleccionar aquellas que parezcan más atractivas y, sobre todo,
pertinentes. Este esquema que puede ser de dos o tres puntos o que, si se trata de una
investigación larga, es equivalente al índice del libro, tiene la característica de ser
provisional y, por lo tanto, sufrirá cambios a consecuencia de que conforme avanza la
investigación, resulta indispensable hacer pequeños ajustes.
Si alguien piensa que sólo los artistas deben escribir borradores, se le podría responder
que si ellos, con todo su talento a cuestas, los escriben, con mayor razón cualquiera de
nosotros.
16) Releer lo escrito como si fuera otro el autor.- El primer escrito de un texto es el
propio redactor. De hecho, una vez conseguido un primer borrador, las correcciones
dependerán de la capacidad crítica de uno mismo. Esta tarea, sin embargo, se dificulta
por la cercanía con el texto; es indispensable fortalecer la facultad de autocrítica
creando distancia, leyéndonos con frialdad, desdoblándonos para leer lo escrito como
si fuera de otro. Ayuda, en esta tarea, leer en voz alta, pues se descubrirán defectos –
de puntuación, de rima, de monotonía- que escapan a la lectura visual.
19) Evitar párrafos estilo chorizo.- Como existe un gran terror de escribir, una vez que
rompimos el hielo de la página en blanco no queremos enfrentarnos al punto y aparte,
que aunque disminuido, reitera el primer enfrentamiento. Por eso, prodigamos las
frases adverbiales y conjuntivas mencionadas en el párrafo anterior y nuestras
oraciones se suman unas a otras unidas por expresiones como en efecto, en realidad,
además, a pesar de todo, con el resultado de que nos queda una retahíla de oraciones
como chorizos atadas con sus nudos de frases adverbiales. Pasar de un párrafo a otro
requiere valor, no frases adverbiales y conjuntivas.
20) Alternar frases breves y largas.- Sin duda, las frases largas y breves están
determinadas por lo que se quiera decir y no se puede recortar lo que de por sí es largo
y alargar lo que requiere sólo de pocas palabras, pero dedicar atención en este sentido
nos permitirá una combinación de frases breves y largas que mejoran el ritmo de la
prosa.
21) Párrafos breves.- Los expertos señalan que más de 12 líneas pierden la atención del
lector, de ahí que los párrafos de los diarios tengan, por lo general, entre ocho y doce
líneas como máximo. Sin embargo, debido a la mayor preparación de los lectores, las
revistas especializadas soportan párrafos más largos y los libros, por su número de
páginas, párrafos aún más extensos. Sobre todo si se comienza a escribir, son
preferibles los párrafos breves, aunque no debe caerse en el extremo contrario de
quienes prodigan los puntos y aparte al grado de simular un telegrama de frases
sueltas, sin ilación.
Lozano, Lucero, Colección Intrumentos Paidós No. 14, Editorial Paidós. México
1996.
La mejor estrategia para redactar un texto académico y científico es diseñar una ruta para
exponer las ideas que el investigador desea dar a conocer. En este sentido, el presente
apartado mostrará una serie de actividades fundamentales que se deben tener en cuenta
para escribir, pues para crear un texto adecuado es indispensable tomar un camino que
permita desarrollar el escrito con coherencia, claridad y, sobre todo, con una buena
argumentación.
Por esta razón, cuando una persona empiece escribir, debe tener en cuenta que existen
cuatro procesos fundamentales para que la redacción sea exitosa:
1) La pre-escritura consiste en la planificación del texto, por ello la persona debe tener
en cuenta la finalidad que pretende desarrollar; para esto, quien escribe debe
investigar sobre el tema con antelación y, a p d, plantear la idea central del escrito. Si
todavía no posee con precisión dicha idea, se debe comenzar a esbozar, pues este es el
gran punto de partida.
En la planificación se utilizan con mucho éxito los mapas mentales y las lluvias de
ideas, dado que, el escritor puede crear un bosquejo —como hacen los pintores—
sobre su redacción final.
Lo primero que tiene que escribir es el título, porque le ayuda a definir el tema central
del texto y es el resumen del contenido que va a exponer.
En este punto es necesario conocer a qué tipo de público se dirige el texto, esto se
llama la adecuación, puesto que es diferente redactar para el público general o para un
grupo selecto de personas que conocen el tema.
Entonces, no tenga miedo a las observaciones, incluso si son negativas; porque a veces
la idea que el investigador plantea se va por otro camino y es más factible que un
lector diferente del escritor pueda ver los errores en los que se incurre dentro del texto.
Es necesario recordar que escribir es un ejercicio constante de corrección.
Boeglin, Martha (2008). Leer y redactar en la universidad. Del caos de las ideas al texto
estructurado. Bogotá: Magisterio
8. VICIOS EN LA REDACCIÓN.
1) Digresión.- La disgresión es una parte de la expresión que trata un tema ajeno al tema
principal y rompe con la ilación del discurso. Podríamos llamar un escrito
"cantinflesco" donde se sale del tema y se regresa a él sin la menor ilación, te será
difícil de creer pero este es un vicio muy recurrente.
Ejemplo:
Ejemplo:
7) Anacoluto.- Frases partidas en las que la segunda parte no concuerda con la primera.
Ej. La televisión aparte de distraernos su función había de ser también educativa (darle
la vuelta a la frase).
8) Anantopódoton.- Frases en las que se exponen uno de los dos elementos que deberían
ser correlativos.
9) Pleonasmo.- Uso de más palabras de las necesarias para expresar una idea. Se asocia
con el énfasis y la redundancia. Algunas veces aceptable como expresivo o poético.
Tipos de ambigüedad:
b) Uso de los tiempos verbales y pronombres (el Betis gana al Celta en su campo)
11) Cacofonía.- Repetición casual de algunas letras o sílabas que producen un sonido
desagradable
Durante los últimos años los procesos de producción de textos han despertado el interés de
numerosos especialistas debido a que es muy importante para la formación de los alumnos
para convertirlo en un individuo más consciente y que participe activamente en la
sociedad a través de la construcción de ideas e información.
En todo ámbito de estudio se debe favorecer la producción de textos diversos. Desde los
primeros años debe propiciarse que los niños se expresen de forma espontánea,
libremente, sin restricciones, a la vez de una manera consciente y responsable acerca de la
producción de textos donde se incentive la redacción de su trabajos.
10. BIBLIOGRAFÍA.