RESUMEN EJECUTIVO
I NVESTIGADORES RESPONSABLES :
HUGO M AUL
L ISARDO B OLAÑOS
J AIME D ÍAZ
J AVIER C ALDERÓN
__________________ __
GUATEMALA , MAYO 2006
Economía Informal:
Superando las Barreras de un Estado Excluyente
-Resumen Ejecutivo-
Aunque estos problemas parecen ser económicos, el trasfondo es mucho más complejo.
La economía informal y el subdesarrollo apenas son el rostro visible y cotidiano del
fracaso de las instituciones políticas, jurídicas y económicas en Guatemala.
¿Por qué iniciar un libro sobre la economía informal con una discusión sobre
instituciones políticas?
Pasar del ladino a la dicotomía “indígena- ladino” puede ser un proceso que, aunque abre
la discusión de un Estado que toma en cuenta al ladino y al maya, vuelve a generar el
mismo problema del cual partió: ignorar las diferencias. ¿Acaso los tipos ideales,
“ladinos o mayas”, pueden servir de punto de partida para diseñar e imponer políticas
públicas sobre simples mortales? Ese tipo de discusión ignora los procesos de
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alienación, de resistencia y de negociación que han quebrado, desde hace mucho
tiempo, la dicotomía que, según muchos políticos y científicos sociales, caracteriza a
Guatemala. Quien lo dude, que se pare en la calle de su pueblo o ciudad y contraste sus
“ladinos” e “indígenas” ideales con los guatemaltecos del día a día, y empezará a
encontrar cómo la realidad se niega a adaptarse dicha categorización. La hibridación de
las culturas ladinas, indígenas y extranjeras, han generando múltiples culturas.
Frente a esta realidad, el Estado tiene una doble tarea. Primero, reconocer, conocer y
respetar la existencia la pluralidad guatemalteca, pero también los procesos culturales
que se han generado y que facilitan que los guatemaltecos respeten un conjunto de
normas que permiten la convivencia pacífica. Segundo, complementar las instituciones
informales que ha nacido dentro de ese contexto con instituciones formales que
complementen dicha cultura de convivencia pacífica.
Por definición, formalidad hace referencia al “modo de ejecutar con la exactitud debida
a un acto público”1 . Un “acto público”, en materia económica, debe juzgarse como todo
proceso y requisito que la legislación y las instituciones públicas contemplan para ser
cumplidas por los agentes económicos. Es por ello que, al definir informalidad, se habla
del incumplir con la forma en que los agentes económicos deben producir, comerciar,
servir, contratar proveedores o empleados, defender la propiedad ante el abuso de
terceros, etc.
La economía informal es sólo una forma más de organización económica dentro del
sistema existente. Junto con ella se puede distinguir la Economía Formal (Proceso
productivo legal; producto final legal), y; la Economía Criminal (Proceso productivo
ilegal; producto final ilegal). Actividades que, junto con la Economía Informal (Proceso
productivo ilegal; producto final legal), se encuentran inexorablemente entrelazadas
entre ellas. Por ejemplo, las relaciones:
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Informal-Criminal: para la venta de bienes más baratos y sin control sobre ellos;
fuente de capital o nuevas oportunidades para generar ingresos en el sector informal.
Para tener una me jor perspectiva del impacto de la economía informal es necesario
conocer cuáles son los orígenes de la economía informal. Dentro de los cuales pueden
establecerse dos grandes categorías:
Informalidad central o económica: Esta clasificación aplica para las personas para
quienes fue diseñado el arreglo institucional, pero que a pesar de ello deciden estar al
margen. Debido a las disfunciones que han ido surgiendo dentro del sistema (elevados
costos de transacción y escasos beneficios), estas personas optan por “salir” y
mantenerse al margen de las instituciones formales. Bajo esta caracterización, las
actividades informales son el producto de acciones que intentan minimizar los costos de
transacción que resultan de usar el arreglo institucional existente.
En esta parte se da una descripción general de algunas de las más importantes teorías
que han tratado de explicar la economía informal. El estudio de la economía informal
comenzó a finales del Siglo XX. Dada la complejidad del fenómeno, se presenta a
continuación un breve resumen de los principales enfoques teóricos al fenómeno:
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Estructuralista. Concibe la economía informal como toda actividad no regulada, a
pesar de que actividades similares si son reguladas. Las principales causas de la
economía informal son: la corrupción estatal; la falta de regulación estatal y, la
sobre regulación estatal. Si bien el fenómeno de la economía informal es político, no
depende únicamente del Gobierno sino de la misma organización de la sociedad.
Una mejor coordinación entre los ciudadanos y una mejor articulación del poder
puede reducir la economía informal en un país.
Excedente laboral. Concibe la economía informal como un sector que se desarrolla
en base a la subsistencia familiar, existiendo una relación directa entre pobreza y
economía informal. Su origen es un faltante de demanda laboral, lo cuál induce a las
personas a trabajar informalmente. La economía informal disminuiría en la medida
que se cumpla con la regulación existente y en la medida que el gobierno intervenga
para aumentar la demanda laboral.
Costos de la regulación. Según este enfoque, la economía informal es la que se
realiza al margen de la regulación. Su principal causa son los altos costos de que se
deben cumplir para actuar formalmente. Su solución se orienta a la reducción de
costos y flexibilizar la regulación.
Opción de salida. La economía informal es el resultado de la decisión del individuo
entre laborar en actividades formales y actividades informales. Este es un enfoque
más amplio que el de los costos de regulación. Una falla en el gobierno, tanto por el
lado de los beneficios y de los costos, provoca que los individuos migren hacia
actividades informales. Esto tiene una interpretación práctica: una mayor economía
informal diagnostica una “esclerosis institucional”. Para reducir la economía
informal se debe reducir el incentivo de salida (ser informal) o incrementando el
beneficio de entrada (ser formal).
Étnico. Éste enfatiza el papel de una elite o grupo oligárquico, con determinada
pertenencia étnica, en la creación de un sistema político para beneficio del pequeño
grupo y, por lo tanto, excluyente. Un sistema como el descrito impide que un grupo
étnico distinto se involucre en la formulación de políticas públicas, principalmente
en el ámbito económico, lo cuál induce a la informalidad.
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segundo, toma rastros que deja la economía informal y a partir de ella se infiere el
tamaño de la producción informal. 2
La informalidad laboral
En general, puede decirse que la informalidad es mayor dentro de los grupos indígenas
que dentro del resto de grupos. En algunos casos dicha variable supera el 95% de la
población. Asimismo, también se encontró que el nivel de informalidad disminuye
conforme aumenta el nivel educativo de las personas, desde más de 90% para quienes
no tienen ningún tipo de educación hasta menos del 20% para los que tienen educación
superior. A nivel de los ingresos por trabajador, el ingreso mensual de un trabajador
formal es casi tres veces más grande que el de un informal.
Resultados de Encuesta
2 El Banco de Gu atemala, en su revisión de las Cuentas Nacionale s Base 1993, ha calculado la contribución
de la economía informal mediante métodos directos. Estas cifras no son públicas todavía.
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la informalidad de un país, la magnitud es el primer paso, pero lo más importante es
conocer cómo actúan, por qué lo hacen, cuál es su relación con las principales
instituciones del país, entre otros. Para suplir esta necesidad, se realizó una encuesta
directa a empleados y empresarios que operan en la informalidad. La encuesta se realizó
de forma directa a 1,261 personas en siete distintos departamentos y un total de 24
municipios. En base a esta información, se infirieron características importantes
respecto a sus negocios y la relación que tienen con organismos esenciales del Estado.
Del total de trabajadores encuestados, el principal tipo de actividades realizadas por los
encuestados son los productos agropecuarios y los textiles, ambos representando un
21% del total. Del total de indígenas encuestados un 44% se dedicaban a estas
actividades, mientras que para los no indígenas este porcentaje se reduce a un 38%.
Cabe decir que la distribución del tipo de ventas y los no indígenas es muy similar
respecto al tipo de ventas que tienen. Los trabajadores que realizan servicios fueron, en
su totalidad, hombres. Asimismo, alrededor de un 80% los vendedores ambulantes y de
productos tecnológicos son hombres. Por su parte, las mujeres predominan en
actividades como las artesanías, las ventas de comida y los productos agropecuarios,
representando entre un 65 y un 69% de estas actividades.
El ingreso promedio de los trabajadores informales esta entre Q.1212 y Q.14583 . Esto
equivale a más de Q60 diarios4 , superando el salario mínimo establecido. La siguiente
gráfica muestra que existe un mayor ingreso a medida que la preparación académica es
mayor.
Gráfica 1
Ingreso promedio, según escolaridad y grupo étnico (en Quetzales)
3000
2500
2000
1500
Ingreso
Promedio
1000
500
0
No tiene Primaria Básicos Diversificado Superiores
Indígena No indígena
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nivel económico que los no indígenas. Esto indica que la educación juega un papel
importante para los no indígenas en las primeras etapas académicas, y en menor grado
para los indígenas.
Por último, se realizó un análisis del ingreso promedio de los informales según
actividad económica, que se presenta en la siguiente tabla.
Tabla 1
Ingreso promedio por grupo étnico y actividad económica (en Quetzales)
Activ idad Indígena No indígena Otro Total
Venta de comida 1,022 1,146 951 1,050
Tienda 1,924 1,164 1,600 1,694
Ventas varias 1,299 1,477 1,760 1,367
Chiclero 785 1,133 1,000 859
Productos tecnológicos * 1,434 2,089 1,250 1,581
Productos agropecuarios 1,021 1,560 1,600 1,151
Artesanías 1,342 1,170 ** 1,311
Ropas, telas, calzado 1,555 1,355 1,086 1,501
Servicios 1,585 1,954 600 1,680
Vendedor ambulante 1,081 1,607 1,933 1,244
Total 1,298 1,458 1,272 1,335
Elaboración propia en base los resultados de la encuesta realizada.
*Los productos más comunes en esta actividad son los CD, DVD, celulares o electrónicos.
**Las encuestas no captaron personas con esta categoría.
Esto resume una característica importante de los informales: cuentan con un negocio de
giro veloz y altamente líquido. Primero, utilizan principalmente el efectivo como medio
de intercambio con clientes y proveedores. Segundo, sus actividades son meramente
comerciales, comprando a mayoristas o minoristas principalmente y jugando un papel
de intermediarios en los mercados. Por último, las ventas son al contado, lo que hace
que el negocio recupere sus ingresos más rápido y puedan reinvertirlos en el mismo.
Respecto al tipo de tenencia de la propiedad, menos del 10% cuentan con propiedad
propia. Un 5% de los informales trabajan en lugares propios y un 8% alquilan. En
ambos casos, el no indígena tiene un mayor peso, comprando o alquilando más tierra
que los indígenas. Un 10% de los informales son ambulantes, así que no cuentan con
una propiedad que respaldar. El 74% de las personas afirmaron que la municipalidad es
la propietaria del lugar donde venden. La relación de propiedad- informal- municipalidad
tiene un peso mayor par los indígenas.
Los resultados obtenidos muestran que sólo un 21% de los trabajadores informales han
tenido contacto con alguna institución del Estado. La municipalidad es la institución con
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la que han tenido más contacto, un 87% de los trabajadores afirmaron haber tenido
algún contacto con ella. La segunda institución con mayor presencia es el MSPAS en el
cual el 21% de los encuestados han tenido algún contacto con él. Es impresionante que
instituciones centrales en la actividad económica como los Tribunales de Justicia sólo
hayan sido contactados por un 4% de la muestra realizada. Además, otras instituciones
como el MAGA o el MINECO que deberían jugar un papel clave en el desarrollo del
sector informal son contactadas por la minoría.
Gráfica 1
Tenencia de la propiedad, según grupo
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Propio Alquilado Municipal No sabe a quien Vendedor
pertenece ambulante
En cuanto a los principales beneficios que los informales esperan recibir del Estado, la
encuesta arrojó los siguientes resultados:
Tabla 2
Beneficios prioritarios que los informales
esperaría recibir del Estadopara el sector informal
Calificación (donde 1 es el más importante y 8 el menos)
1 2 3 4 5 6 7 8
Seguridad 45% 21% 20% 7% 3% 2% 1% 1%
Educación 27% 36% 21% 8% 4% 2% 1% 0%
Salud 16% 25% 31% 14% 7% 4% 2% 1%
Organización Comercial 4% 5% 7% 13% 17% 19% 19% 15%
Acceso al crédito 3% 4% 5% 16% 21% 18% 15% 18%
Acceso a Cortes de Justicia 2% 3% 4% 18% 12% 16% 18% 27%
Capacitación 2% 5% 9% 17% 21% 18% 19% 10%
Capacitación Agrícola 1% 1% 3% 8% 15% 21% 25% 27%
Elaboración propia en base los resultados de la encuesta realizada.
Los tres principales beneficios potenciales para los informales son seguridad, educación
y salud. Estos tres problemas abarcan el 88% de las respuestas prioritarias (con la
calificación de uno). La tabla anterior identifica “clusters” (de tres respuestas cada uno)
de tres preguntas (en gris) donde se acumulan el 50% de las respuestas obtenidas. Es
importante resaltar que, si bien la educación es el segundo problema prioritario, es el
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que muestra la mayor frecuencia como el segundo problema más prioritario (con
calificación número dos). Esto pone en perspectiva la gran necesidad del sector informal
de ser previsto por seguridad y educación. La salud es el tercer problema y, de la misma
forma, cuenta con la frecuencia más alta de ser el tercer problema más prioritario (con
una calificación de tres).Es interesante notar que el acceso de cortes de justicia es uno
de los beneficios que menos esperan los informales recibir del Estado. Por tanto,
facilitar el acceso a la justicia, aunque necesario, parecería que no resuelve el problema
de fondo de falta de percepción de beneficios.
Tabla 3
Beneficios obtenidos por el cumplimiento de los requisitos
(como porcentaje del total)
Beneficios Indígena No indígena Total
Lo dejan / autorizan / tiene derecho a vender 21% 21% 21%
Nada / ninguno 17% 21% 18%
Obtiene o mantiene un espacio para su negocio 16% 19% 17%
Otros 11% 11% 11%
No aplica 10% 11% 10%
Genera Ingresos 10% 7% 9%
Se evita problemas 7% 5% 7%
No sabe, no responde 7% 5% 7%
Elaboración propia en base los resultados de la encuesta realizada
La mayor ventaja que obtienen de cumplir con los trámites requeridos es la autorización
para vender. Un 18% opinó que no obtienen ningún beneficio de cumplir con los
trámites. Esto se traduce en una actitud de represión, miedo o indiferencia ante la
participación en las instituciones mencionadas. Un 17% de los encuestados percibió que
el principal beneficio de cumplir con los requisitos institucionales es obtener un derecho
de propiedad sobre el espacio en el cual se ejerce el negocio. Esto se debe a que la
mayoría de trabajadores operan en el espacio municipal. Sólo un 9% afirmó que cumplir
con los trámites requeridos les servía para hacerse de ingresos o de beneficios para sus
familias.
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Las concepciones de la formalidad, provenientes de la legislación, también han dejado
su huella en el ámbito mercantil. La legislación busca generar un “buen ciudadano
empresario”, que sea dueño de una gran empresa, preferentemente de corte industrial y
localizada en el área urbana, cuya única ventaja son las economías de escala, amparadas
por la protección arancelaria y las barreras de entrada, pudiendo así producir productos
homogéneos. Al mismo tiempo, se busca un “buen ciudadano trabajador”, que es un
obrero industrial educado que realiza operaciones de cierta complejidad, pero donde la
creatividad y adaptación no son cruciales.
Esta concepción de la formalidad no sólo ignora cómo eran y son los guatemaltecos,
sino también ignora que, incluso en el caso de ésta fuese deseable –lo que es dudable-
resulta imposible en la práctica. En un mundo cada vez más interdependiente en
materia comercial; y que depende cada vez más de la diversificación de los productos,
la calidad, los tiempos de entrega, la integración de nuevas tecnologías, etcétera, resulta
casi imposible promover nuevas empresas y nuevas empleos bajo los tipos ideales que
ha promovido la formalidad en los últimos sesenta años. Mientras tanto, los informales
deben afrontar una exclusión sistemática de los beneficios del arreglo institucional
formal debido a que éste no fue diseñado para tomarlos en cuenta.
Para comprender por qué se da este proceso de exclusión hacia los informales, conviene
recordar las dos perspectivas de la informalidad que se abordan en este documento:
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Anónima. Costos que fueron cubiertos por la labor de voluntariado de un grupo de
estudiantes universitarios que acompañaron el proceso. El registro y formalización de la
empresa les ha permitido generar facturas, con lo cual pudieron diversificar su clientela;
tener un sentimiento de pertenencia al negocio, ya que todas son dueñas del mismo;
separar los activos personales y los de la empresa; tomar decisiones en consenso; tener
horarios flexibles, ya que no son trabajadoras asalariadas; aumentar su productividad, ya
que cada una es responsable del nivel de ventas; exportar a Estados Unidos.
Producción de playeras
Este caso hace referencia a una maquila en el departamento de Quetzaltenango. El
dueño de la maquila posee cierto grado de formalidad, ya que cuenta con patente de
comercio y pide facturas a sus proveedores, con el único propósito de evitar que la
policía lo moleste cuando transporta sus mercancías. En lo laboral, ésta maquila
comenzó cumpliendo con todos las regulaciones existentes, pero los altos costos y la
baja productividad asociada a este marco de incentivos obligó al propietario a
renegociar los contratos laborales con sus trabajadores. El nuevo trato contempla un
pago por unidad producida, lo cual redundó en un aumento considerable de la
productividad los trabajadores; en la flexibilización de los horarios de trabajo, de
manera mutuamente beneficiosa para las partes; mayores ingresos laborales, y; la
continuidad de operaciones de la empresa. El dueño de la maquila ha logrado acceder a
crédito formal, gracias a la reputación que se ha ganado en la comunidad como un
empresario honesto, que genera empleo y le paga bien a sus trabajadores. Por supuesto,
características que no necesariamente lo harían candidato para un crédito bancario
común y corriente.
El enfoque económico parte del presupuesto de que los ciudadanos se encuentran ante la
decisión de ser formal o informal, de allí que el problema se reduzca a un análisis costo-
beneficio. Los costos de la formalidad resumen el valor monetario de todo lo que
implica cumplir con la normativa existente. Los beneficios resumen el valor monetario
de las ganancias que se obtienen de pertenecer a la formalidad.
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Los costos de ser formal
Los costos de la formalidad involucran todo los recursos que deben dedicarse para
cumplir con los procesos que el Estado establece para que las personas puedan realizar
sus actividades, de acuerdo a la concepción de los legisladores y burócratas respecto de
la formalidad. Estos costos incluyen las siguientes categorías:
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Los impuestos son costos que los trabajadores y empresarios tienen que pagar para que
el Estado funcione, lo mismo que las contribuciones al seguro social. El problema,
desde el punto de vista de la oferta de formalidad, es que mientras más altos sean los
montos a pagar en estos rubros, menor será el incentivo para la ofe rta y la demanda
laboral formal, sobre todo cuando los beneficios son bajos o inexistentes.
Las horas extras, unidas a la rigidez en la jornada laboral, generan sobre-costos para las
empresas que realizan procesos productivos continuos o que requieren de horarios poco
usuales, ya que necesariamente incurren en la necesidad de pagar horas extras aunque
otro tipo de arreglo mutuamente beneficioso pudiese surgir entre las partes. Este tipo de
sobre-costos puede llevar a que muchas empresas incurran en prácticas informales para
mantenerse en el mercado.
Todos los costos, en términos de pagos a los empleados, o trámites obligatorios, para
iniciar o terminar una relación laboral constituyen otra fuente de costos de transacción.
La indemnización o la elaboración de detallados contratos de trabajo son ejemplo de
ello. Eso hace que, comparativamente, resulte más conveniente mantener relaciones
comerciales y de servicios con las personas que integrarse verticalmente a través de la
contratación laboral. Lo cual no implica que las relaciones comerciales o de prestación
de servicios estén libres de costos ya que la legislación favorece el oportunismo por
parte de quienes ofrecen su fuerza trabajo en el mercado.
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siguientes normativas introducen costos de transacción dentro del proceso antes
descrito:
Desde esta perspectiva, uno de los principales conflictos que genera la regulación
laboral actual es la imposibilidad de contratar trabajadores en el extranjero y/o contratar
extranjeros. Aspecto que limita la potencial transferencia de conocimientos y
aprendizaje organizacional. En cuanto a la transmisión de la información, actualmente
no la ley no permite utilizar idiomas distintos al español para las relaciones laborales.
Esto resulta ser una barrera importante para las relaciones laborales, en una era de
mayor contacto comercial a nivel mundial y de pluralismo cultural.
Dado lo costoso de establecer relaciones laborales en general, muchas veces se opta por
contratar a expertos externos, vía contratos comerciales o de servicios, para que apoyen
a la empresa. Lo cual dificulta que se desarrolle información jerárquica o compartida
que facilitarían la operación de las empresas.
Beneficios de la formalidad
En la medida que los beneficios de la formalidad sea mayores, mayor será el incentivo
que tengan los empresarios por formalizar sus operaciones. Estos beneficios van desde
la resolución de conflictos mediante el uso de las cortes; seguridad y cumplimiento de la
ley y los contratos mediante la policía y las cortes; acceso a mayores mercados; acceso a
instituciones contractuales privadas más complejas; localización e identificación de los
vendedores, etcétera.
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intercambio se torne más complejo, más importantes sean las grandes inversiones en
capital, tecnología o conocimientos; y, más necesario sea el acceso al financiamiento,
mayor es la necesidad de algún tipo de institución política que garantice el
cumplimiento de las obligaciones, que vele por el respeto de los derechos de propiedad
y que imparta justicia.
De esa cuenta, sería de esperar que surja de manera endógena una demanda por
formalización en la medida que se expanden las oportunidades de intercambio y se
hacen más complejas las transacciones (economías se abren al comercio exterior). En
dichos casos surgen oportunidades de negocios que no pueden aprovecharse si uno no
opera dentro de la estructur a de reglas formales, donde el cumplimiento de obligaciones
corre a cuenta del Estado y sus instituciones.
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incertidumbre inherente a formas precarias de propiedad y a la necesidad de señalizar la
formalidad ante otras autoridades, para evitar ser victima de actos arbitrarios.
Los derechos de propiedad otorgan a las personas control sobre sus posesiones. Sin
embargo, la forma en que se ejerce dicho control y cómo las personas se apropian de los
beneficios es función del marco legal formal y las restricciones informales. Una de las
formas de legitimar, frente a terceros, la legítima propiedad es mediante el pago de
impuestos relacionados con la propiedad. El gobierno, al recibir el pago de impuestos,
legitima ante los demás los derechos de quien posee los bienes, los cuales pueden
haberse obtenido y ejercerse al margen de las reglas formales.
Otra forma en que surge una demanda por formalizar fiscalmente la empresa, es cuando
se venden productos o se prestan servicios al Estado. El cual, en su doble función de
comprador de insumos y autoridad tributaria, además de las normas presupuestarias que
debe cumplir, solamente compra a proveedores que pueden amparar la compra mediante
una factura. En este caso, la exigencia de facturar las ventas generaría una demando por
formalidad en los vendedores informales que le vendan al Estado.
Desde esta perspectiva se analizan los motivos de la autoridad para excluir a grupos de
la población de la formalidad. Desde el período colonial, las características físicas y
culturales de los individuos, y posteriormente aspectos más sutiles como el apellido
familiar, llegaron a constituir elementos esenciales para poder acceder a lugares
preponderantes dentro del aparato productivo y político nacional. En todo caso, para no
sufrir la opresión del mismo Estado. Este enfoque se inspira en el análisis realizado por
17
el profesor North y también rememora el análisis neomarxista sobre la informalidad, sin
replicar el materialismo histórico como aproximación al fenómeno.
Se busca determinar cómo la amenaza de coerción ha sido utilizada por los grupos
influyentes en su propio beneficio. Pero, también, se verá cómo los intentos de superar
esta situación, a través de la modernización del Estado en movimientos como la
Revolución del 44, ha generado nuevos grupos de informales. N uestra aproximación se
dividirá en cinco aspectos a tratar, en los siguientes tres capítulos:
La evolución de la autoridad
A lo largo de 297 años, desde 1524, Guatemala estuvo bajo el dominio de la Corona
española, el cual pasó por tres períodos: el de la conquista; el período de los Habsburgo
y el de los Borbones. En el primero, debe resaltarse que la Corona de Castilla no tuvo
la capacidad efectiva para imponer su autoridad, ya que por razones económicas,
dependió de la iniciativa de los conquistadores que, a cambio de capitulaciones,
repartimientos y encomiendas, penetraron el continente americano. En el período de los
Habsburgo, la Corona lentamente asentó su dominio sobre sus territorios americanos,
por medio de la creación de instituciones como los virreinatos y audiencias, y le quitó
poder a los primeros conquistadores, reduciendo los beneficios de la autonomía que
gozaban. En período de los Borbones, la centralización y la presencia real en América
llegaron a su punto más alto, por medio de las intendencias y de una mejora en la
recaudación fiscal, lo cual principalmente benefició a la Corona.
18
reformas políticas y económicas que sólo fueron aceptadas por una pequeña elite
educada urbana. Ello conllevó protestas populares que depusieron a los liberales y que
abrieron el paso al régimen conservador de Carrera, quien restituyó muchas de las
instituciones coloniales, lo cual permitió una mayor estabilidad política hasta 1871.
Luego, con la Revolución Liberal-positivista de 1871, se busca la “modernización” del
país, en torno a la exportación de café. Esto implicó que el Estado girará en torno a
promover dicha actividad económica, promoviendo la expropiación de tierras y
regímenes laborales esclavistas.
La encomienda
A pesar que la esclavitud de los indios fue abolida en 1542, gracias a las Leyes Nuevas,
el repartimiento de indios y las encomiendas de indios, sobrevivieron y permitieron a
los españoles, criollos y peninsulares, proveerse de mano de obra barata y de tributos.
Ello a expensas de la explotación y cuasi-servidumbre de los indios. Además, los
españoles constantemente abusaron del poder que les daban estas instituciones, sobre
los indios, ya fuera por el aumento de impuestos, por la reducción de los pagos, por la
obligación de comprar productos a los españoles o por el uso de mujeres y niños en
actividades en que ello estaba prohibido. En este sentido; los españoles se volvieron
informales con respecto a las normas, establecidas por la Corona española, para el uso
de la mano de obra indígena ; y, muchos indígenas buscaron, constantemente, formas de
escapar del abuso de los españoles, viviendo en las haciendas de los españoles o
huyendo del alcance de las autoridades - informalizándose-.
19
Las políticas laborales del positivismo liberal
Otras instituciones semi-esclavistas, surgidas de la Revolución Liberal de 1871 fueron:
1) las habilitaciones, que permitieron a los patronos, especialmente finqueros, explotar
la mano de obra indígena por medio del “peonaje por deuda” - legalizado en el
Reglamento de Jornaleros, de 1877-; 2) la Ley contra la Vagancia, de 1934, que obligó a
los campesinos a estar continuamente trabajando y que ayudó a los finqueros a obtener
mano de obra, después que se eliminó el “peonaje por deuda”; y 3) la Ley de Vialidad,
que permitió al gobierno obtener mano de obra para la creación de infraestructura.
Después de la Revolución de 1944 la balanza se inclinó a favor de los trabajadores
formales y ya no a favor de los terratenientes.
La nueva clase mestiza, que surgió y creció durante la Colonia, logró ocupar sitios que
no eran permitidos para los indios o los criollos, creando una nueva producción y
comercio informal, además que ejerció mucha presión en las tierras indígenas,
especialmente con el auge del cultivo de añil y de los cultivos exportables.
Otro mecanismo de expoliación, del Estado, fue el censo enfitéutico, por medio del cual
se permitió el arrendamiento de las tierras de los Pueblos de Indios. No sólo el Estado
obtuvo ingresos por la renta, sino que con la reforma de 1836, los usufructuarios
también pudieron volverse propietarios de sus censos. Ello afectó enormemente las
tierras indígenas de la Bocacosta y de la Sierra de las Minas, las cuales eran las mejores
para el cultivo de café.
20
Los gobiernos que siguieron después del gobierno de Arbenz intentaron resolver el
problema repartiendo tierras del Estado, aunque no necesariamente dando propiedad
sobre las mismas. En la década de los ochentas y noventas cambió la política agraria,
pues se le hizo necesario al Estado comenzar a comprar tierras para repartirlas a los
campesinos, pues la mayoría de tierras que poseía antes de estas décadas ya habían sido
repartidas.
Esto demuestra que, a pesar que el Estado estaba repartiendo la propiedad de la tierra, el
proceso de extracción de riqueza continuó, en la medida en que este no dio en propiedad
las tierras repartidas y en la medida en que la propiedad de la misma estuvo sujeta a la
arbitrariedad y control político del Estado.
El eje central, a través del cual girará la siguiente descripción, será mostrar cómo el
estatus de “formal” ha respondido a la implementación de privilegios de un grupo
cercano al poder. Y en este sentido, el “empresario informal” surge como aquel que,
por su propia supervivencia económica, se ve forzado a ubicarse al margen de la
autoridad.
La plaza y el mercado
Para poder comprender el funcionamiento de los mercados indígenas, en el pasado y en
el presente, debemos comprender cómo su cultura modela su economía y al cómo esta
última afecta a la primera. Durante la época colonial, los sitios de mercado, aquellos en
los cuales existía la regulación de las autoridades -formalidad-, estuvieron restringidos y
monopolizados por los criollos, al igual que ciertas actividades económicas, excluyendo
la participación de los indígenas en las misma s. Ello permitió la subsistencia de las
plazas, donde, según las prácticas indígenas, no hay restricciones de acceso, ni control
oficial y el regateo es la práctica común -mercados informales-.
21
La posibilidad de comerciar durante la época colonial
La lejanía de la Corona española, de América, hizo que fuese complicada la
organización fiscal, fin último de la Corona. Ello obligó a que se simplificara el
mecanismo de recaudación fiscal, para no dedicar una gran cantidad de recursos y
personas en la recaudación, cosa que ademá s se complicaba, ya que se requería gente
vigilando a los recaudadores, para evitar la corrupción. Para simplificar este problema
se implementaron: 1) Los monopolios, que implicaba que cada colonia solo podía
comercia con España, y lo cual ocasionó falta crónica de productos, contrabando con
Inglaterra y Holanda o periodos de escasez de los productos importados; y 2) una red de
caminos “en forma de araña”, que obligaba a que todos los productos de exportación
pasaran por la aduana central, lo cual favoreció a los comerciantes y al Ayuntamiento
capitalino, en detrimento de los productores y de las provincias del Reino de Guatemala.
22
resulta esencial, debido a que la legislación, que aún responde a una lógica productiva
distinta, no se ha transformado.
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lugar a un nuevo proceso cultural: la negociación de la cultura y la identidad. Este
proceso escapaba del campo de acción de la autoridad; se definía en los márgenes;
personas capaces de comunicarse, negociar y organizarse con el grupo indígena y el
criollo. Esto último les permitió, a algunos dentro de este margen, ganar cierto espacio
económico en la Revolución de 1871 y la Revolución de 1944. Finalmente, el proceso
de negociación cultural crecerá con las migraciones hacia la ciudad Capital en la última
mitad del siglo XX. Este se generará conjuntamente con el florecimiento del comercio
en los mercados, el cua l se desbordará hacia las calles; siendo este fenómeno una de las
caras más conocidas de la informalidad.
Costos de Transacción
Dado que los atributos de cantidad y calidad de los bienes y servicios que se
intercambian en un mercado son innumerables, es necesario incurrir en costos para
definir y medir cada uno de ellos, así como para garantizar el cumplimiento de las
obligaciones. Estos son los costos de transacción, los cuales afectan las ganancias de las
empresas. Existen tanto en la economía formal como informal, aunque tienden a ser
menores en la primera.
Informalidad
La falta de reglas formales y mecanismos de cumplimiento de las obligaciones, que
promuevan bajos costos de transacción, limita las oportunidades económicas del
intercambio personalizado y el comercio en pequeña escala, donde una densa red social
de restricciones informales, facilitan el comercio y minimizan los costos de transacción.
En tal contexto, el nivel de especialización y de división del trabajo es reducido, lo cual
provoca que los costos de producción sean muy altos y que las gananc ias del
intercambio sean pequeñas.
La informalidad puede ser creada por las mismas reglas formales, que imponen costos
de acceso y mantenimiento muy altos para las empresas que se acogen a ella. Lo que
provoca que ciertos grupos queden al margen de la ley. El vacío institucional formal en
que operan estos grupos es llenado por restricciones informales, las cuales modifican el
arreglo institucional formal para permitir la adaptación de este tipo de organizaciones.
En este arreglo institucional, la única forma bajo la cual existirían grandes empresas,
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con altos niveles de inversión y gran escala de producción, es bajo la protección del
gobierno. Las demás empresas tendrían horizontes de planeación muy cortos, poca
inversión y escalas poco óptimas.
Cuando las reglas formales no evolucionan para permitir una mejora y ampliación en
los beneficios que estas producen, los beneficios marginales de reformarlas son cada
vez mayores. El cambio institucional es producto de la interrelación entre las
instituciones y las acciones de los empresarios para aprovechar las oportunidades y los
incentivos que estas ofrecen. En este proceso de adaptación se afecta la forma y
cantidad de inversiones en conocimiento, la forma de aprendizaje y el tipo de
habilidades que pueden resultar exitosas; se expande el conjunto de posibilidades
disponibles; se modifican, amplían y complementan, mediante restricciones informales,
las reglas formales; se establecen crecientes canales de interacción entre las
organizaciones, y; se redefinen los ámbitos de relación con la estructura de reglas
formales.
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Los rendimientos crecientes a escala de las instituciones y el cambio
El uso continuado de las instituciones genera rendimientos crecientes a escala: mientras
más utilizadas sean, serán más accesibles y más eficiente será continuar su uso. Estos
rendimientos crecientes a escala resultan en mejores formas de aprendizaje respecto de
las oportunidades e incentivos que ofrece el arreglo institucional; innovaciones que
generan nuevas formas de coordinación entre las organizaciones que conforman el
sistema; la ampliación del ámbito de acción de las mismas a través de restricciones
informales que modifican, complementan y amplían la estructura formal de las reglas
formales, y; en predicciones más certeras acerca de la evolución futura de los
incentivos, restricciones y oportunidades que ofrece el arreglo institucional.
El Estado resulta necesario como garante del orden y la justicia en órdenes sociales
basados en los intercambios impersonales. El problema es que a la fecha, el Estado de
Guatemala no ha significado lo anterior, o lo ha significado sólo para un pequeño grupo
de guatemaltecos, con los medios económicos y políticos para influir la labor del
gobierno en su favor. Para los demás esto ha significado mantenerse al margen de los
beneficios de dicho tipo de arreglo institucional.
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saliente. Por otro lado, tras el recrudecimiento de la guerra, a pesar que los ciudadanos
generaron el nacimiento de varias organizaciones para patentizar su sentir -entre ellas el
CIEN mismo- la lucha armada limitó la capacidad de participación de muchos grupos.
El miedo a los desmanes de la autoridad generó un Estado con una institucionalidad
sumamente fragmentada, lo cual ha limitado la capacidad de reformas. Y, como los
grupos empresariales y las organizaciones sociales pueden acudir a innumerables
instancias, terminando con la Corte de Constitucionalidad, los temas no sólo se retrasan
indefinidamente, sino que se replantean y renegocian infructuosamente de forma
constante. Por eso se habla de pactos sociales, de acuerdos nacionales, etc., como
mecanismos para evitar que sucedan estos impasses políticos.
14. Conclusiones
Esto prueba que el arreglo institucional formal no está cumpliendo con beneficiar a los
guatemaltecos, a todos los guatemaltecos.
Ante tal evidencia resulta claro que la economía informal es un fenómeno que tiene su
raíz inmediata en un problema jurídico. La forma en que se construye la “ley” en el
ámbito económico no obedece, necesariamente, a lo que hacen los guatemaltecos día a
día para ganarse la vida.
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Tal y como lo muestra el análisis histórico de este trabajo, el ambiente institucional que
hoy tenemos es producto de acciones deliberadas por parte de los grupos de poder para
construir arreglos institucionales que los favorecieran directamente, y casi
exclusivamente, a ellos mismos. Desde la Corona, con instituciones como las
encomiendas, hasta el Mercado Común Centroamericano, con instituciones como la
protección arancelaria. El uso del poder coercitivo del Estado ha sido la principal
herramienta para favorecer a determinados grupos de poder y para favorecer una
determinada forma de ver el mundo. Lo único que ha variado a lo largo del tiempo es
quienes han sido los beneficiados.
“todo el mundo sabe (…) que las leyes están hechas por unos y que
se imponen a los demás (…) el ilegalismo no es un accidente, una
imperfección más o menos inevitable. Es un elemento
absolutamente positivo del funcionamiento social (…) todo
dispositivo legislativo ha articulado unos espacios protegidos y
provechosos en los que la ley puede ser violada, con otros en los que
puede ser ignorada, con otros finalmente, en los que las infracciones
son sancionadas”.5
5 Foucault, M. 2001. Un diál ogo sobre el poder y otras conversaciones. Alianza Editorial, S.A. Pág. 12 -13.
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cumplida, que representa el espacio físico y de relaciones interpersonales de la
formalidad. Sin embargo, hay otros espacios físicos y de relaciones interpersonales, en
donde sería demasiado costoso y complicado para que la autoridad actúe, ya sea, por la
resistencia de las personas involucradas, lo lejano, o el escaso beneficio de hacerlo; o,
en donde no existe un interés específico de los grupos de interés porque se cumpla la
ley; o, porque desde el principio se sabe que no es “económico” hacer cumplir la ley en
todos los ámbitos posibles.
Ante tal situación, no debe sorprender que cada vez sea más grande el segmento
poblacional que no encuentra ningún beneficio y/o legitimidad en el arreglo
institucional existente, la “formalidad”. Ante ello, han surgido instituciones informales
que cumplen las funciones que no cumple el arreglo formal (en el ámbito económico:
reducción de costos de transacción, ampliación de las oportunidades, adaptación al
cambio, innovación y aprendizaje).
Pero la verdad es otra. Caen en el vicio modernista de creer que pueden diseñar la
“sociedad perfecta” e imponer su visión del mundo. Ignoran que la concepción de
bienestar y el bienestar mismo, no pueden imponerse. Fuerzan a la población a vivir al
margen de sus invenciones - la ley, la policía y los tribunales-, porque no fueron
diseñados –si es que es posible hacerlo-, tomando en cuenta sus necesidades, sus
posibilidades, sus virtudes. Creen que las personas funcionarán, como si su mente y su
cuerpo los accionaran los decretos y las macanas. Pero no es así. Por eso, Foucault
ataca duramente las invenciones de la “autoridad establecida”:
“Únicamente una ficción puede hacer creer que las leyes están
hechas para ser respetadas, que la policía y los tribunales están
destinados a hacer que se las respete”.6
6 Foucault, M. 2001. Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Alianza Editorial, S.A. Pág. 12.
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(valores, acciones) que los ciudadanos emplean al convivir pacíficamente. Es rescatar
la “cultura de confianza” que los guatemaltecos viven al margen de la ley.
El reto para la política pública quizá no consista en diseñar formas para “formalizar” a
los informales, sino en descubrir formas de “informalizar” a los formales. Permitir que
las instituciones formales se nutran del proceso evolutivo y de adaptación de las normas
informales. En otras palabras, reconocer a nivel de las instituciones formales que no
puede ser posible que todos estén equivocados respecto de la forma en que se conducen
en el ámbito económico. Reconocer esta posibilidad tal vez sea la forma más segura de
desarrollar un arreglo institucional más incluyente, que favorezca la eficiencia, el
bienestar y que permita una mejor adaptación al cambio.
El arreglo institucional que hoy existe no va a cambiar por arte de magia en dirección de
la eficiencia, la inclusión y la creación de riqueza para todos. Lo más seguro es que
nuevos grupos de poder continúen haciendo lo mismo que otros han hecho antes: “darle
la vuelta a la tortilla”. Lo cual volverá a dar los mismos resultados que se han obtenido
antes. Por eso, si lo que se anhela es un cambio en esta tendencia de largo plazo, la
única forma de lograr ese cambio es mediante una nueva actitud de los políticos,
actuales y venideros, respecto de la autoridad, la legislación y la informalidad.
Sin embargo, como bien explica el Profesor North, el arreglo institucional tiene
rendimientos crecientes. Es decir, mientras más se usa en el tiempo y más personas
dependen de él, mayores los retornos económicos de seguir usándolo. Ello hace que el
esfuerzo político, jurídico y económico necesario para lograr el cambio sea muy grande,
pero que también, de ser exitoso, grandes serán los beneficios para los guatemaltecos.
Tal vez sea el momento de repensar el arreglo institucional a partir del reconocimiento
explícito de todos aque llos que siempre han permanecido en el “estado permanente de
semi-clandestinidad”. Reconocer que la informalidad, como fenómeno político, jurídico
y económico, ofrece una forma distinta de abordar los problemas que hemos intentado
resolver durante siglos. Con una pequeña diferencia, la informalidad ha probado ser
capaz de adaptarse y sobrevivir a pesar de haber estado siempre al margen, de no haber
contado con un marco institucional que promoviera sus fortalezas. ¿No será tiempo que
aprendamos de ella?
15. Recomendaciones
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pero implicaban tocar intereses creados altamente concentrados. Finalmente, la presión
llegó a tal punto, que la solución fue violenta, iniciando con la Revolución Francesa.
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Mejorar la representación política del sector informal:
La principal recomendación política está orientada hacia los ciudadanos. Lo que
determina el éxito de la implementación de las reformas es el apoyo que tengan de un
grupo de ciudadanos dispuestos a dedicar esfuerzos y recursos, de forma constante.
Manifestar nunca será suficiente. Es necesaria la participación ciudadana en política.
En cuanto a los Partidos Políticos, se recomienda que redefinan parte de sus agendas en
torno a la informalidad. Los partidos pueden llegar a generar un caudal político
importante, si logran enfocarse adecuadamente en la construcción de agendas y de
programas que logren solucionar los problemas que aqueja a este sector.
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Adoptar una aproximación “tipo guillotina” para eliminar trámites innecesarios,
fortaleciendo los principios de buena fe por parte del ciudadano, silencio administrativo
en sentido positivo y consolidación de procesos y trámites. Esto podría promoverse con
una “Oficina de Denuncia de Trámites y Requisitos Irrelevantes”, que podría
formalizarse a través de leyes “antitrámites”. Darle continuidad y profundidad al
proyecto del Ministerio de Economía en torno a la Ventanilla Única para la inscripción
de empresas y sociedades. Un paso fundamental para ello es la aprobación de la Ley de
Firma Electrónica por parte del Congreso de la República. También debe promoverse
una mayor descentralización del Registro Mercantil y lograr que dicha ventanilla logre
incluir otros trámites, como aquellos vinculados con las Municipalices y los Gobiernos
Locales.
Todos aquellos trámites que tengan un costo elevado respecto de la escala promedio de
costos y ventas de una empresa informal deberían ser eliminados o reducidos. Debe
establecerse un marco regulatorio en torno a la quiebra de empresas, pues existe un
vacío legal que puede ser aprovechado oportunísticamente. Debe promoverse una
reforma sencilla y eficiente, pero clara en torno a las responsabilidades y procesos.
Debe promoverse el uso obligatorio de la negociación, la conciliación, y los procesos
arbitrales para resolver conflictos del día a día de en la operación de las empresas, como
mecanismo sustituto a los trib unales de justicia.
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Revisión del salario mínimo y las regulaciones laborales
Contrario a una visión romántica de la informalidad, según la cual los empresarios
informales son un grupo de aguerridos luchadores que buscan hacer avanzar el espíritu
empresarial frente al poder absolutista del Estado, la evidencia que se pudo recabar
apunta que un 33% de los informales encuestados preferirían trabajar en una empresa
formal, en lugar de ser vendedores informales; un salario en lugar de ganancias; la
seguridad de un puesto de trabajo en lugar de la incertidumbre de la calle.
De tal cuenta, quizás una de las mejores estrategias para reducir la informalidad sea la
creación de nuevos empleos adecuadamente remunerados. Es decir, que el sector
privado formal cree opciones reales de ingreso, para aquellas personas que se ven
obligadas a sobrevivir en el sector informal. Para ello, se propone cambiar de
paradigma. Pasar de una concepción jurídico- legal de desconfianza a una que
promueva la confianza. Para ello, las reformas laborales deben acompañarse de
reformas en el sistema judicial para que la simplificación-con-sentido no genere
incentivos perversos.
La fijación del salario mínimo debe ser despolitizada y debe ser congruente con las
posibilidades reales del país. Por parte de los ciudadanos, debe reconocerse que la
institución del salario mínimo no logra mejorar la situación de los empleados menos
productivos; al contrario, son los que más sufren: o no son contratados o son despedidos
de la formalidad.
Los beneficios no-salariales deberían ser revisados en profundidad, de manera que el
trabajador y patrono tengan más libertad para negociar los términos y los montos bajo
los cuales éstos se otorgarán. Flexibilizar la legislación laboral, para permitir una mayor
esfera de negociación privada de las condiciones de trabajo. En especial, las condiciones
referente a la duración de jornadas, formas de pago, formas de contratación y de
despido.
Para ello, se propone que las empresas informales que se incorporen a la red tributaria
formal no deberían ser castigadas con multas y cobro de pagos de impuestos atrasados.
Además, la introducción a la formalidad puede realizarse de forma gradual. Esto podría
realizarse mediante el establecimiento de un Pago Especial para Negocios Emergentes,
bajo la responsabilidad de las Municipalidades. Mediante dicho pago los empresarios
informales podrían reclamar legítimamente ciertos servicios a la municipalidad y ésta, a
cambio, vigilar que todos cumplan con la obligación en cuestión.
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