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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTE


CARRERA DE PEDAGOGÍA Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
SISTEMA UNIVERSITARIO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
CRAED TEGUCIGALPA

PROBLEMAS DE LENGUAJE Y LECTURA QUE AFECTAN EL


APRENDIZAJE

PRESENTADO POR

Wilmer Alexander Ortiz 20151600044

ASIGNATURA

PA-117 PSICOLOGIA DE LA EDUCACION


SECCIÓN 1300 Semana A

PROFESOR - TUTOR - ASESOR

Licenciada Brenda Elena Osorto

Ciudad Universitaria 23 de febrero del 2019


PROBLEMAS DE LENGUAJE Y DE LECTURA QUE AFECTAN EL APRENDIZAJE

TRANSTORNOS DEL LENGUAJE

El lenguaje hablado es el código de la comunicación humana y, en sí, la caracteriza como una


función compleja superior que nos permite comunicarnos con nuestra especie. A través del
lenguaje, se transmiten ideas, emociones, pensamientos, proyectos.

Desde el punto de vista del desarrollo del niño, el lenguaje tiene funciones importantes: es un
instrumento fundamental del pensamiento y de la acción, actúa como factor regulador de la
conducta y es un medio de acceder a la información y a la cultura.

El desarrollo del lenguaje es un proceso complejo. Se sustenta en una estructura


anatomofuncional genéticamente determinada y por la influencia verbal del medio donde se
desarrolla.

El comportamiento humano consiste en respuestas a estímulos internos y externos; en el caso del


lenguaje, los aspectos receptivos y expresivos pueden medirse, pero debe haber un componente
central o procesamiento que permite al individuo recibir varios estímulos, interpretarlos,
memorizar las sensaciones y, entonces, seleccionar una respuesta adecuada. Todo esto está
modulado por una influencia genética y cultural o ambiental.

Para desarrollar el lenguaje, el niño debe ser capaz de oír, ver, entender y recordar. Los trastornos
de audición (receptivo) y del habla (expresivo) pueden afectar al lenguaje, pero si hay un
problema en el procesamiento el problema de lenguaje es muy probable que sea grave. El
lenguaje receptivo se refiere a la habilidad de entender y el lenguaje expresivo, a la capacidad de
producir una comunicación simbólica (con palabras y oraciones).

Definición

De acuerdo con Roch Lecours, el lenguaje es el resultado de una actividad nerviosa compleja que
permite la comunicación interindividual de estados psíquicos a través de la materialización de
signos multimodales de acuerdo con una convención propia de una comunidad’.

Desarrollo del lenguaje

Se han elaborado diferentes teorías que tratan de explicar el desarrollo del lenguaje, pero se
plantean argumentos encontrados, desde las que hablan de la tendencia innata del individuo de
adquirir el lenguaje hasta las teorías constructivistas de Piaget, quien preconiza que el desarrollo
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del lenguaje está condicionado al desarrollo de la función representativa o funcional, cuando el
niño, mediante el juego, imita.

Luego está la teoría conductista de Skinner , que sostiene que el lenguaje tiene un poder mediador
en el desarrollo del pensamiento y que el dominio del lenguaje representa el proceso final del
pensamiento. La teoría neurolingüística de Luria, en 1962, recogida por Bruner sostiene que las
operaciones mentales y el lenguaje se desarrollan en conjunto y que se da sólo mediante el
proceso de la socialización y el intercambio cultural.

Clasificación de los trastornos del lenguaje

Un estudio pionero de Ingram, en 1972, propuso ya un espectro de afecciones que varían desde
los trastornos específicos del lenguaje por un lado hasta el autismo por otro [14]. A lo largo del
siglo pasado, se puso énfasis en el estudio de las alteraciones que presentaban los niños en su
desarrollo del lenguaje.

En un inicio, se centraron en aquellas que perturbaban la voz y el habla. En la siguiente fase, con
el auge de la lingüística, el enfoque se centró en el estudio de estructuras semánticas, gramáticas
y en la sintaxis.

Al final del siglo, con el enfoque pragmático, se pretendió situar su desarrollo en el marco de la
comunicación y de las interacciones sociales. En relación con el código lingüístico, podemos
diferenciar cinco niveles:

– Fonológico: este nivel comprende los fonemas (rasgos distintivos articulatorios y acústicos) y
la prosodia (hechos lingüísticos suprasegmentales).

– Morfológico: ordenamiento lógico gramatical. – Sintáctico: organización secuencial de los


enunciados y reglas que rigen la lengua.

–Semántico: desarrollo de los significados, base relacional del lenguaje. – Pragmático: efectos
esperados y buscados de los enunciados sobre el interlocutor y medios específicos utilizados en la
comunicación. Un enunciado dirigido a un interlocutor apunta a un objetivo general o particular
que puede precisarse. Alcanzamos así la articulación funcional del lenguaje.

La relativa independencia entre los conceptos de comunicación y lenguaje nos permite


efectuar una clasificación de acuerdo con la competencia comunicativa y la competencia
lingüística. Podemos encontrar individuos con alteración del lenguaje oral, pero no en la
comunicación; individuos con alteraciones en la comunicación y no en el lenguaje, al menos en
algunos de sus componentes, y otros en los que tanto la comunicación como el lenguaje oral
están inadecuadamente construidos o desarrollados.

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El niño que tarda en hablar

Descartamos primero las causas que no alteran la comunicación, como el retraso simple del
lenguaje En este caso, el niño manifiesta una buena comprensión y una evolución del lenguaje
similar a la de los niños normales, pero con una tardanza en la adquisición de éste. Puede ocurrir
esto en los gemelos. Otra causa es el bilingüismo en la familia.

Disfasia

La disfasia se considera uno de los trastornos del desarrollo del lenguaje de causa no definida,
aunque se considera de causa genética familiar y probable multifactorial.

Debemos pensar en ella una vez que hayamos constatado que el niño tiene inteligencia
normal, sin daño neurológico demostrable, que no presenta sordera y que no se le ha privado de
estímulos. A veces, puede ser difícil diferenciarlo del retraso simple del lenguaje y la gravedad
del cuadro parece ser el criterio más adecuado, ya que en la disfasia, aparte de adquirir el
lenguaje tardíamente, éste es deficiente en su forma, fonética y estructural. Siempre se
describirá en él un problema de comprensión.

Autismo

El autismo se considera el prototipo de los trastornos de la comunicación en el niño. Se


caracteriza por actitudes e intereses repetitivos y estereotipa- dos, déficit en la interacción social
y del uso del lenguaje. Se inicia antes de los 3 años. Desde muy temprano, los niños tienen falta
de contacto visual como manera de comunicarse o demostrar emociones, no comparten la
atención y tienen falta de imaginación en los juegos. Esto facilita su diagnóstico en torno a los
18 meses.

El motivo de consulta más frecuente del niño autista es el retraso del lenguaje. No obstante, una
intervención temprana puede modificar el autismo de manera significativa. Así, se debe
profundizar en la evaluación de la conducta social de un niño de 2 años que no ha iniciado
lenguaje.

Carencia socioafectiva

Debe evaluarse siempre la relación del niño con el entorno familiar (ausentismo de los padres,
estimulación lingüística pobre) o institucional, así como observar la actitud del niño y su
lenguaje espontáneo. Esta carencia puede afectar a la inteligencia del niño y su lenguaje formal y
pragmático de forma grave y algunas veces irreversible. Es un error pensar que la carencia
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emocional es sólo de las instituciones. Hay algunas madres que tienen miedo de amar a sus hijos
y de cargarlos cuando lloran. Algunas mamás rechazan abandonar sus trabajos para cuidar de
sus hijos en el momento que más las necesitan. Se sustituye al cuidador o interlocutor tradicional
por una televisión o un videojuego. Se trata de un problema frecuente en nuestros días.

El niño que deja de hablar

Con relación a la detención del lenguaje, ocurre una involución de las funciones adquiridas con
deterioro progresivo por causas genéticas o congénitas (enfermedades involutivas) o adquiridas y
como secuelas de traumatismo, infecciones o tumores.

Afasia

La afasia es un trastorno del lenguaje adquirido a consecuencia de un daño cerebral que, por lo
general, afecta a todas las modalidades, oral y escrita; cada una de las modalidades se puede ver
afectada cualitativa y cuantitativamente en modo diferente de manera que conforma grupos
sindrómicos, que pueden coexistir con deficiencias en el procesamiento cognitivo. Por lo
tanto, no se reduce a la ex- presión o comprensión hablada, sino también a la lectoescritura, la
alexia y la agrafia. Las capacidades expresivas del lenguaje gestual pueden verse también
afectadas así como cualquier otra que use el sujeto como, por ejemplo, el lenguaje de
sordomudos o el morse. Pueden incluso presentarse estereotipias, cuando ésta es muy grave, con
elementos silábicos que el paciente emite de manera repetida cuando quiere hablar.

Mutismo selectivo

Se trata de niños que no quieren hablar ante determinadas situaciones o personas, en la escuela
o a extraños, pero que sí lo hacen con amigos o en casa, y no tienen ninguna dificultad para
hablar o comprender lo que se les dice. Se considera un trastorno emocional o fobia social.

El niño que habla mal

Corresponde a los trastornos del habla:

– Tartamudez: es la deficiencia o problema de la fluidez de la palabra más frecuente. Hay que


diferenciarla de tics motores como el síndrome de Tourette o de un TEL.

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– Problemas articulatorios: pueden no tener una causa clara, aunque pueden estar presentes
en otros miembros de la familia.

– Disartria: trastorno neuromuscular que afecta a la articulación de la palabra. Se da en la


parálisis cerebral.

– Dislalia: en general, es transitoria y consiste en la dificultad para pronunciar diferentes


sonidos, por ejemplo las consonantes.

– Trastornos de la entonación o el ritmo o trastorno prosódico: son muy frecuentes en el TEL y


el autismo, en especial el trastorno de Asperger.

Trastorno del lenguaje escrito

El aprendizaje correcto de la lectoescritura depende de la capacidad del individuo de


decodificar y analizar las letras y las palabras que ve para, con posterioridad, transformarlas en
un código que se asemeje al habla-codificación. De este modo, tenemos lo siguiente:

– Dislexia: incapacidad para aprender la escritura con normalidad. Debe evaluarse la dificultad
del niño para reconocer y memorizar letras o grupos de letras, falta del orden o ritmo en la
colocación así como mala estructuración de las frases. Se reconoce la dislexia evolutiva
relacionada con la maduración, de buen pronóstico, y la dislexia sintomática o secundaria,
relacionada con problemas neurológicos. Los niños disléxicos suelen presentar un retraso del
lenguaje que afecta a los procesos fonológicos, semánticos y sintácticos de la lectoescritura,
que se refleja en una comprensión lectora pobre, deficiencia en la lectura expresiva y en la
redacción espontánea.

– Disortografía: problema específico de la escritura. Se da una sustitución u omisión de letras.


Tiene causas variables perceptivas, intelectuales, lingüísticas y emocionales.

– Disgrafia: trastornos funcionales que afectan a la calidad de la escritura.

Cómo abordarlos

Es básico contar con una historia clínica completa y cuidadosa que nos ayudará a recoger datos
sobre la historia evolutiva de los desarrollos del niño, antecedentes de embarazo o parto,
antecedentes de problemas de lenguaje en la familia, traumas o infecciones adquiridas
(meningitis, otitis de repetición), que usualmente indican alteraciones en la audición [36]. Es
muy importante conocer el ambiente psicosocial en el que se ha desarrollado el niño, afectivo o
no, estimulado o privado de estímulos verbales. No es infrecuente encontrar que hay poco
contacto entre padres e hijos. Es conveniente hacer una entrevista con el cuidador del niño. Se
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debe plantear un examen físico que tienda a descartar trastornos genéticos. Debemos dedicar
tiempo para observar al niño jugar e interactuar con las personas de su entorno, a hablar con el
niño, hacerle preguntas de acuerdo con su edad, promover su lenguaje para tratar de detectar
problemas fonológicos, sintácticos, de prosodia, entre otros, que nos ayuden a clasificarlos.

Se recomienda la aplicación de cuestionarios para padres y maestros y algunas pruebas


específicas de lenguaje (test de vocabulario de Boston), el test de desarrollo de Bayley y la
evaluación de inteligencia por el psicólogo, cuando sea necesaria.

Una vez elaborados los diagnósticos diferenciales y excluidas otras alteraciones, debemos ubicar-
los en las esferas de la recepción, de la emisión o como un trastorno mixto. Si el problema reside
sólo en la emisión, el niño tiene una comprensión normal; sin embargo, si el defecto está en la
recepción se afecta no sólo la comprensión sino también la emisión de la palabra.

TRANSTORNOS DE LECTURA

Cuando se dice que un niño no lee bien, esta afirmación puede referirse a diferentes cosas, la
mayor parte de las veces, quiere decir que el niño no ha aprendido a leer mecánicamente, esto es,
no decodifica correctamente; otras, que al leer el niño sólo da razón de algunas palabras aisladas
sobre lo leído y en el mejor de los casos se piensa que el niño al leer no comprende. De manera
similar, al afirmar que un niño no sabe escribir, casi siempre se habla de la apariencia de lo
escrito, esto es, no usa letra con buena forma y bonita; en otras ocasiones se habla de la escritura
como copia incorrecta, pero en muy contadas ocasiones, se piensa en su contenido o mensaje
escrito.

Evidentemente estas interpretaciones guardan estrecha relación con las concepciones de lectura y
de escritura que se manejen. Antes de juzgar el desempeño de los alumnos al leer y escribir,
tendríamos que empezar por preguntarnos qué entendemos por lectura y escritura. Si se entiende
por lectura la construcción del significado o la decodificación de sonidos, y por escritura, la
expresión del pensamiento por escrito o la letra con buena forma, para poder luego observar e
identificar qué es lo que hacen aquellos niños que no leen y escriben correctamente.

La lectura es más que una simple actividad de decodificación, si se la entiende no como un


proceso mecánico en el que primero se aprende a identificar y nombrar bien cada una de las letras
para luego, al unirlas, pensar qué dicen, sino como un proceso en el cual el lector a medida que se
enfrenta al texto escrito va construyendo el significado intentado por el escritor, utilizando para
ello, tanto los conocimientos que posee sobre el tema, las pistas que le brinda el texto, como una
serie de estrategias y operaciones mentales que ponen en marcha al leer.

La lectura encierra pues, una serie de operaciones indispensables todas para la elaboración del
significado, tales como: reconocimiento de la información, relación de dicha información con la

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almacenada en la memoria semántica del lector, activación de los significados semánticos,
realización de distintos tipos de relaciones entre las partes del texto, construcción del significado
global o macroestructura, entre otras. Todas estas operaciones intelectuales hacen de la lectura
una actividad compleja

Existe una cierta confusión con respecto a la denominación y la forma de clasificación de los
distintos trastornos del desarrollo que repercuten directamente en la escritura:

Dislexia

Si usted ha escuchado el término dislexia y no está seguro de lo que significa, usted no es el


único. Las personas suelen tener muchas preguntas acerca de la dislexia. ¿Es un término general
que incluye muchos tipos de dificultades de aprendizaje? ¿Es diferente a una discapacidad
específica del aprendizaje? Las respuestas que encontrará aquí pueden ayudarlo a entender mejor
qué es la dislexia.

¿Qué es exactamente la dislexia?

La dislexia es una condición de por vida que dificulta leer. En algunos chicos también puede
afectar:

La comprensión lectora

La ortografía

La escritura

Las matemáticas

El lenguaje

Los chicos con dislexia a menudo tienen dificultades con habilidades básicas del lenguaje, como
el reconocimiento de los sonidos en las palabras y la asociación de los sonidos de las letras con
los símbolos (como la letra b con el sonido buh). Los chicos también tienen problemas con la
combinación de sonidos para formar palabras. Eso puede dificultar la pronunciación o
“decodificación” de palabras.

Los niños con dislexia también pueden tener problemas para entender lo que leen. La dislexia
puede dificultar que la lectura se realice de forma automática o aparentemente sin esfuerzo.

Un error común es creer que la dislexia es un problema con la visión. No lo es. La dislexia es una
dificultad del lenguaje.

A menudo las personas piensan que invertir letras al escribir es una señal de dislexia. Sin
embargo, eso no es necesariamente cierto.

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Se ha investigado mucho sobre las causas de la dislexia usando imágenes cerebrales. Esas
investigaciones muestran que existen diferencias en las áreas del cerebro involucradas en
habilidades importantes para leer entre las personas que tienen dislexia y las que no (vea un video
sobre la dislexia y el cerebro).

Además de los problemas para decodificar, algunas de las señales de la dislexia son:

Confusión al pronunciar palabras y frases, como decir “Grabiel está en periglo” en lugar de
“Gabriel está en peligro”

Dificultad para leer en voz alta con el tono apropiado y la agrupación adecuada de palabras y
frases

Problemas para escribir o copiar letras, números y símbolos en el orden correcto

Aunque la dislexia no desaparece a medida que los niños crecen, hay muchas adaptaciones y
estrategias que pueden ayudar.

¿La dislexia es una discapacidad específica del aprendizaje?

La dislexia es un término usado para un tipo de trastorno del aprendizaje. También es un tipo de
discapacidad del aprendizaje. Está incluida en una categoría de discapacidad que les permite a los
niños obtener servicios de educación especial.

Esa categoría es llamada discapacidad específica del aprendizaje. Es una de las 13 incluidas en la
ley federal de educación especial. La dislexia no se menciona de manera separada en la lista, pero
sí se menciona como un ejemplo.

Muchos estados han agregado la dislexia a su lista de condiciones que califican a los estudiantes
para recibir ayuda. Algunos incluso han aprobado leyes sobre la dislexia. Y el Departamento de
Educación de los Estados Unidos ha específicamente aconsejado a los estados que utilicen el
término en los IEP, en las reuniones y en las evaluaciones de educación especial.

¿Por qué se confunde la dislexia con otras dificultades de aprendizaje?

Frecuentemente la dislexia coexiste con otras dificultades de aprendizaje y de atención. Algunas


de estas dificultades tienen síntomas parecidos a los de la dislexia o pueden ocultarla. Por ello es
importante que a su hijo se le realice una evaluación completa al estudiar sus problemas de
lectura.

Estas son algunas de las condiciones que a veces pueden parecer dislexia.

La discalculia afecta principalmente las matemáticas, pero también puede causar problemas con
la lectura, la escritura y la comprensión numérica. Los niños con discalculia puede que lean

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incorrectamente los números o que tengan problemas para escribir números y símbolos
matemáticos. A veces es llamada erróneamente dislexia numérica o dislexia matemática.

La disgrafía dificulta que los niños pongan palabras en papel y las escriban correctamente. La
dislexia también puede crear problemas con la ortografía y la escritura.

El TDAH y las dificultades del funcionamiento ejecutivo pueden afectar la lectura, la


comprensión y la escritura. Además, el TDAH y la dislexia a menudo coexisten. Esto puede ser
un obstáculo para determinar cuál es la causa de las dificultades con la lectura.

La dislexia es una condición muy común, pero también es compleja. Saber qué es la dislexia y en
qué coincide con otras dificultades de aprendizaje y de atención lo ayudará a encontrar el apoyo
que su hijo necesita.

Disgrafía
La disgrafía se define, como la discrepancia entre las capacidades de escribir y la edad, que causa
una interferencia con las actividades de la vida cotidiana para las que se requiere la escritura. De
acuerdo con esta definición, no se hace referencia a que la falta de capacidades para escribir
venga determinada por una baja calidad gráfica de los escritos o por deficiencias en la ortografía
natural y arbitraria. Si bien existen pocos estudios sobre este trastorno, en un estudio australiano
se ha estimado una prevalencia del 3% de la población.

La disgrafía basada en el lenguaje consiste en la dificultad para construir correctamente las


palabras escritas. Para escribir se requiere que, a partir de un fonema, se construya el grafema
mediante la escritura. Se trata, por tanto, del mismo proceso que se realiza para la lectura, pero a
la inversa. Por este motivo, conecta muy directamente con la dislexia hasta el punto de que, según
algún autor, es el mismo trastorno. Los errores de ortografía son más frecuentes en palabras que
contienen grafemas ambiguos o poco diferenciados, puesto que ofrecen una mayor dificultad para
su discriminación. Los grafemas que se corresponden con fonemas similares también constituyen
una fuente fácil de errores.

Discalculia

La discalculia consiste en un trastorno específico de las capacidades aritméticas en un niño con


un nivel de inteligencia que no le impide el aprendizaje de la aritmética. También existe una
importante comorbilidad con la dislexia, por lo menos en alguno de los tipos de discalculia. Ello
se explica porque se implican mecanismos genéticos relacionados y porque mecanismos
cognitivos comunes contribuyen al aprendizaje de la lectura y de la aritmética.

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La prevalencia de la discalculia entre la población escolar oscila entre 3-6%, una frecuencia
similar a la de la dislexia y el TDAH. Sin embargo, estas estimaciones están muy media- tizadas
por los criterios y los métodos utilizados para establecer el diagnóstico. Un estudio muy reciente
aporta una prevalencia del 6,5%, con una distribución similar entre niños y niñas. Según el
mismo trabajo, un 26% de los discalcúlicos presentaban síntomas de TDAH, y un 17%, dislexia.
Su procedencia social correspondía a un nivel más bajo que el del grupo control. Además, se
determinó que un 42% tenía un familiar de primer grado afectado de algún trastorno del
aprendizaje. Es muy probable que la hay estudios a largo plazo, la impresión es que la discalculia
constituye un trastorno persistente, por lo menos a medio plazo. Sin embargo, está por determinar
su impacto educacional a largo plazo, y su repercusión psicológica, laboral y de calidad de vida.
La discalculia puede encontrarse como forma idiopática, es decir, sin ningún trastorno básico
responsable de la misma, o bien formar parte del espectro clínico de diversos trastornos
neurológicos, como la epilepsia, la fenilcetonuria tratada, el síndrome del cromosoma X frágil en
mujeres, el síndrome de Turner y el síndrome velocardiofacial.
Según los procesos implicados, pueden distinguirse distintos tipos de discalculia:
1. Anarritmia: dificultad para suma, resta y multiplicación.
2. Discalculia atencional-secuencial: dificultad para el aprendizaje y evocación de las tablas.
3. Discalculia espacial: manejo de los problemas aritméticos con múltiples columnas.

Bibliografía
- Trastornos del lenguaje. Diagnóstico y tratamiento Noris Moreno-Flagge 2013
- Problemas asociados a la dislexia J. Artigas-Pallarés REV NEUROL 2002; 34 (Supl 1): S7-S13
- Aguirre de Ramírez, Rubiela Dificultades de aprendizaje de la lectura y la escritura Educere, vol. 4, núm.
11, octubre - diciembre, 2000, pp. 147-150 Universidad de los Andes Mérida, Venezuela

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