1. Introducción.
2. Clasificación de residuos generados en el proceso asistencial.
3. Residuos sanitarios.
4. Pautas a seguir para la prevención de riesgos biológicos.
1- INTRODUCCIÓN.
En el desempeño de nuestra actividad diaria, generamos una serie de residuos que el técnico
de emergencias tiene la obligación de conocer.
Algunos de estos residuos pueden resultar peligrosos para la seguridad del que los manipula y
también para el medio ambiente. Con una adecuada gestión de estos, podemos minimizar los
riesgos derivados de su manipulación.
En los últimos años se ha hecho un uso abusivo del material desechable, por lo que ha
aumentado considerablemente la cantidad de residuos. En el campo que nos ocupa, pues, se
ha de intentar limitar el uso de material desechable sólo a los trabajos que entrañen peligro de
infección.
Para cumplir los límites de deberían instalar incineradores de tecnología moderna, muy
sofisticada y que requiere explotación y mantenimiento especializado, difícilmente abordable
por un centro sanitario.
1.1.Aspectos legales.
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- Ley 42/1975, de 19 de noviembre, sobre Recogida y tratamiento de los residuos sólidos
urbanos.
3- RESIDUOS SANITARIOS.
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Los residuos originados por nuestra actividad están especificados en la Ley de Residuos, y los
podemos clasificar de la siguiente forma:
Grupo I. Residuos que se asemejan a los residuos urbanos. Aquí se incluyen el papel,
cartón, material de oficina, etc., y los residuos que proceden de pacientes, pero que no
están incluidos en los grupos II y III. Estos residuos no presentan ningún problema para
su tratamiento.
Grupo II. Residuos sanitarios no específicos. Son aquellos que tienen riesgo de
infección, por tanto necesitan un tratamiento especial dentro del centro sanitario.
Están incluidos: material de curas, yesos, ropa y material de un sólo uso contaminados
con sangre, secreciones y/o excreciones, todos ellos no englobados dentro de los
residuos clasificados como residuos sanitarios específicos.
Grupo III. Residuos sanitarios de riesgo. Este grupo de residuos representa un riesgo
para la salud laboral y pública. Han de tomarse medidas de prevención en la
manipulación, la recogida, el almacenamiento, el transporte, el tratamiento y la
eliminación. Además, estas medidas hay que adoptarlas desde el momento que se
genera el residuo hasta su eliminación. Los residuos sanitarios del grupo III se clasifican
en :
Infecciosos: capaces de transmitir una de las enfermedades infecciosas que figuran en
el Anexo I de Decreto 29/1995, de 21 de febrero, sobre la gestión de los residuos
sanitarios*.
Material punzante y/o que corte: agujas, hojas de bisturí,…
Sangre y derivados.
Grupo IV. Requieren unas medidas similares al grupo III. Son los residuos cuya gestión
está sujeta a requerimientos especiales desde el punto de vista higiénico y
medioambiental. De este punto nos interesa:
Pilas, termómetros, disolventes, reactivos químicos, lubricantes, medicamentos
caducados, aceites, etc.
Existen más tipos de residuos sanitarios, pero no están relacionados con la asistencia
extrahospitalaria, por lo que no los incluimos aquí.
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o Turalemia.
o Tifus.
o Lepra.
o Ántrax.
o Fiebre paratifoidea.
o Peste.
o Poliomielitis.
o Disentería bacteriana.
o Rabia.
o Sida.
Lo primero que tenemos que hacer es clasificarlos para facilitar su recogida y posterior
eliminación, por lo que no se depositarán en un mismo recipiente residuos sanitarios de tipos
diferentes, respetando la clasificación establecida, consiguiendo así minimizar la cantidad de
residuos. Al mismo tiempo, la recogida de residuos sanitarios deberá atender a los criterios de
asepsia, inocuidad y economía.
Los agruparemos según su naturaleza (los grupos del punto anterior), para depositarlos en
recipientes adecuados para poder transportarlos. Estos recipientes son:
- Para los residuos de tipo I, bolsas negras de basura que se adapten a la normativa
municipal sobre residuos urbanos.
- Para los residuos de tipo II, se utilizarán bolsas de basura que serán de un solo uso,
resistentes, estancas, que permitan su cierre hermético, que no permitan ver su
contenido, de capacidad no superior a 70-90 litros. Estos residuos una vez fuera del
centro sanitario, son tratados como residuos urbanos.
- Para los residuos del grupo III. Se recogerán en contenedores especiales resistentes a
los pinchazos, impermeables y con la identificación de biocontaminados.
Los recipientes contenedores de residuos de los grupos II y III deben tener las siguientes
características técnicas:
a. Estanqueidad total.
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b. Opacidad.
c. Resistentes a la rotura.
d. Asepsia total en su interior.
e. Ausencia en su exterior de elementos sólidos, punzantes o cortantes.
f. Cierre especial hermético de fácil apertura y que no se abra de forma accidental.
g. Identificados. El grupo II no necesita identificación, y los del grupo III se identifican
como: “residuos de riesgo”.
Uno de los problemas más importantes que pueden aparecer durante el transporte y
almacenamiento de los residuos es la rotura de las bolsas. Para poder evitarlo es necesario:
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El resto de residuos se pueden eliminar como residuos municipales. Si fuese necesario
se aplicarán técnicas de desinfección o esterilización previas a su eliminación.
Algunas tareas que desempeñan los Equipos de Urgencia y Emergencias sanitarias conllevan
riesgos a la exposición de agentes biológicos como virus, bacterias, mohos y parásitos, que
pueden estar presentes o no en fluidos biológicos como sangre, orina, saliva, vómitos, etc. y
que pueden entrar en contacto con piel, mucosas o sangre del trabajador.
Entre las medidas básicas para prevenir los accidentes de riesgo biológico tenemos:
4.1.Precauciones universales.
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Evitar, siempre que sea posible, introducir las manos sin protección en bolsos o
bolsillos u otros recipientes cerrados cuyo contenido desconozca.
Nunca doblar agujas ni encapucharlas.
Utilizar guantes de alta protección si se entra en contacto con sangre u otros líquidos
orgánicos, así como en lugares de riesgo.
Proteger adecuadamente rasguños y heridas.
Lavado de manos con agua y jabón durante 20 segundos, después de tocar sangre y
fluidos corporales.
Usar productos hidratantes para la piel para evitar que se agriete pos sequedad.
En caso de pinchazo, corte o contacto con sangre o fluidos con heridas o arañazos:
Lavar la zona inmediatamente con agua y jabón durante 20 segundos.
Desinfectar la herida con povidona yodada, clorhexidina, agua oxigenada u otro
desinfectante.
Si las mucosas (ojos, boca y nariz) entran en contacto con sangre y/o fluidos
corporales, lavar de inmediato con agua (no usar jabón).
Acudir al Servicio de Medicina Preventiva que le corresponda lo antes posible.
Aunque usted no lo considere importante.