LICENCIATURA EN ETNOLOGÍA
CONTROL DE LECTURA
GENERACIÒN: 2019-1
Umberto Eco, al referirnos a la biblia, el elemento sagrado de referencia histórica nos
permite hacer todo un análisis lingüístico para ubicarnos en el tiempo y espacio en
búsqueda de la lengua perfecta.
El análisis que realiza en torno a tal búsqueda refiere un momento en la historia en donde
posiblemente no existían diferentes lenguas, o por lo menos no se conocían y no se puede
hacer referencia de ellas a falta de evidencia; pero nos hace entrever que la lengua perfecta
es la lengua divina, la que se transmitió desde Dios hacia a Adán y que es el origen de
todas las lenguas.
Al ser el habla el motivo de la creación es de suma importancia, entonces entender sus
orígenes. Y es la biblia y sus antecedentes lo que permite el análisis del origen de la lengua.
Y es por la biblia que sabemos que la diferenciación de las lenguas se debió a la maldición
que se contrajo por la construcción de la torre Babilónica, a lo cual Dios en su sabiduría,
castigó el orgullo del hombre, y lo maldijo con la pluralidad de las lenguas y la incomprensión
entre los hombres, por esa causa (confusio linguarum).
En el tiempo de la dominación cristiana, fue San Agustín quien trata de concentrar el antiguo
testamento escrito en hebreo con el nuevo testamento escrito en su mayoría en griego y él
hablante y escribiente del latín; resuelve el problema comparando ambos escritos y
haciendo una interpretación hermenéutica. Ya que no confió en los textos hebreos que eran,
anteriores a las otras lenguas.
La lengua perfecta sigue y seguirá siendo un referente para los estudiosos, filósofos,
religiosos y eruditos. Tal lenguaje que permita el entendimiento de los orígenes de la
humanidad, así como una homogeneización en todos los aspectos humanos. Pero no deja
de ser una búsqueda utópica pues debe involucrar desde el origen del lenguaje, la
gramática, la biología, la lingüística, lo social e individual.
Lenguaje y realidad: el origen de lo humano.
El ser vivo, como sistema dinámico, determina su modo de vivir en base a sus
relaciones con los demás y con el ambiente. Desde su concepción hasta su muerte;
lo que define la identidad en el sistema de linajes, Humberto Maturana lo llamó
fenotipo ontogénico.