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ASPECTOS LEGISLATIVOS DE LA VALUACIÓN

TEMA I

1. EL DERECHO COMO ORDEN SOCIAL

1.1 El derecho moderno como sistema normativo


autónomo.
1.2 Funciones del derecho
1.3 Características particulares del derecho moderno
1.4 Eficacia del derecho

TEMA II

2. LÓGICA DE LAS NORMAS JURÍDICAS

2.1 Derecho y lenguaje


2.2 Concepto de norma en la teoría del derecho
2.3 Clases de normas de derecho
2.4 Estructura lógica de la norma jurídica

TEMA III

3. EL SISTEMA JURÍDICO

3.1 La unidad del sistema jurídico


3.2 Estructura del sistema jurídico
3.3 Teoría de la aplicación del derecho
3.4 Divisiones y ramas del derecho
3.5 Relaciones entre órdenes jurídicos

TEMA IV

4. DERECHO PÚBLICO MEXICANO. DERECHO


CONSTITUCIONAL
4.1 Bases doctrinarias
4.2 Estado y derecho
4.3 Libertad y derecho
4.4 Forma de gobierno
4.5 Régimen democrático
4.6 Estructura orgánica del Estado
4.7 Derechos y deberes constitucionales
4.8 División territorial
4.9 Orden público económico
4.10 Contribuciones para el sostenimiento del
Estado

TEMA V

5. DERECHO CIVIL

5.1 Fuentes e las obligaciones


5.2 Modalidades de las obligaciones
5.3 Transmisión, efectos y extinción de las
obligaciones
5.4 Contratos preparatorios y de compraventa
5.5 Donaciones, mutuo, arrendamiento y comodato
5.6 Depósito y secuestro
5.7 Mandatos
5.8 Contratos de prestación de servicios
5.9 Régimen de condominios
5.10 Asociaciones y sociedades
5.11 Fianzas, prendas e hipotecas
5.12 Juicios civiles

TEMA VI

6. DERECHO MERCANTIL

6.1 Actos de comercio y contratos mercantiles


6.2 Clases y características de las diferentes sociedades
mercantiles
6.3 Comisiones y depósitos mercantiles
6.4 Préstamos mercantiles
6.5 Contratos de seguros
6.6 Contratos y letras de cambio
6.7 Libranzas, Vales, Pagarés, Cheques y cartas de
Crédito
6.8 Transportes
6.9 Prendas mercantiles
6.10 Juicios mercantiles

TEMA VII

7. DERECHO ADMINISTRATIVO

7.1 Función administrativa y régimen de la actividad


del Estado
7.2 Derecho administrativo y sus relaciones
7.3 Fuentes del derecho administrativo
7.4 Teoría del acto administrativo y del procedimiento
administrativo
7.5 Régimen patrimonial del Estado
7.6 Modos de adquisición del dominio del Estado
7.7 Modalidades y limitaciones administrativas a la
propiedad privada.
TEMA I

1. EL DERECHO COMO ORDEN SOCIAL

1.1 El derecho moderno como sistema normativo


autónomo.

Al derecho se le ha definido como un conjunto de normas que regulan la


conducta del individuo en sociedad, creadas por el Estado e impuestas por su
poder coactivo.

“ El derecho es un conjunto o sistema de normas jurídicas de carácter general,


que se dictan para regir sobre toda la sociedad o sectores preestablecidos por
las necesidades de la regulación social, que se imponen de forma obligatoria a
los destinatarios y cuyo incumplimiento debe acarrear una sanción coactiva o
la respuesta del Estado a tales acciones”

Es indudable que cada País es soberano para darse su propia legislación y la


normatividad que rige a los órganos públicos y las relaciones entre
particulares.

Así, cada país tiene su propio sistema jurídico y su peculiar manera de


considerar las leyes, las costumbres y la jurisprudencia. Ello se debe a que
cada uno difiere del otro en virtud de las singulares características sociales,
raciales y religiosas, además de contar con distintas tradiciones.

Aunque las normas emitidas por el Estado encuentran como ordenamiento


supremo al cual deben ajustarse, a la Constitución, el derecho moderno
muestra que el ámbito de aplicación ya no sólo se circunscribe a las normas de
carácter nacional, sino que ahora el orden jurídico también da cabida a las
normas internacionales; particularmente a las surgidas de los tratados y
convenciones que se hayan suscrito por cada país.

Eso nos permite afirmar que el orden jurídico que rige un determinado
territorio no sólo es el de carácter nacional, sino también el derecho
internacional, porque en ejercicio de su soberanía, el propio Estado ha
aceptado que la Ley suprema no sólo sea la Constitución sino las
disposiciones provenientes de tratados y convenciones de los que el País sea
parte.

Es decir, que a pesar de que exista un sistema normativo autónomo, la


globalización ha logrado que ese sistema no sólo se conforme de disposiciones
nacionales sino de otras de carácter internacional.

Como sostiene el Dr. Felipe Fierro, la suscripción nacional de un gran número


de tratados internacionales pasó de simples pactos, a darles jerarquía
constitucional.

1.2 Funciones del derecho

De inicio puede decirse que el derecho tiene la función de regular la conducta


de los individuos en sociedad, pero en realidad, según Luhmann, se trata de
una función de estabilizar las expectativas normativas a través de la
regulación de la generalización temporal, objetiva y social.

La función del sistema legal es asegurar una determinada expectativa de


conducta. Las expectativas normativas que trata el derecho son las
expectativas legales, es decir, expectativas de que la conducta se adecue al
derecho vigente.

En la dimensión temporal, las expectativas de comportamiento se


generalizan por la “normación”, es decir a las expectativas se les confiere una
validez extendida en el tiempo.

La expectativa normativa se generaliza en el tiempo y su validez se extiende


más allá del horizonte temporal del presente-futuro.

En la dimensión material u objetiva se asegura la estabilización de la unidad


de sentido. Independientemente de la diversidad material de las expectativas,
el sistema generaliza una unidad de sentido determinada que sobrepasa los
hechos sociales a los cuales alude. La materialidad se objetiviza en el conflicto
de un principio normativo generalizado.

En la dimensión social, las expectativas normativas se generalizan a través de


la “institucionalización”, es decir, se puede suponer un consenso general sin
considerar el hecho de que cada uno de los individuos puede estar de acuerdo.

El derecho tiene, pues, una función reguladora, que tiene como finalidad
favorecer la convivencia, la justicia, la paz social, la seguridad, el bien
común.

1.3 Características particulares del derecho moderno

El derecho está inmerso en la realidad social, en el marco cultural. Está


constituido por normas que son reglas obligatorias de conducta.

Así, el derecho presenta las características siguientes: normativo, bilateral,


coercible, con una pretensión de inviolabilidad, se manifiesta como un sistema
y posee una proyección de justicia.

Normativo

La función del derecho, según hemos visto, es reguladora, buscando la


conservación de la convivencia, del orden y la paz sociales. Por tanto, su parte
medular está constituida por normas jurídicas, que son obligatorias, generales,
abstractas e impersonales.

Bilateralidad

A diferencia de las normas morales, las normas jurídicas son bilaterales. Esto
significa que se requiere la interacción de dos o más personas.

La bilateralidad del derecho significa que la norma jurídica crea deberes y


derechos; no sólo es un imperativo de conducta, esto es, no sólo impone a una
persona el deber de actuar de determinada manera, sino que al propio tiempo,
faculta a otra persona para que pueda exigir del obligado el incumplimiento
del deber.

Tanto la norma moral como los convencionalismos sociales imponen deberes,


pero no facultan a ninguna persona a exigir el cumplimiento de la conducta
impuesta.

La bilateralidad del derecho se hace evidente no sólo por su necesidad


primordial de interrelacionar, cuando menos, dos personas, sino también en la
heteronomía, condición de la voluntad que se rige por imperativos que están
fuera de ella misma, ya que una es la fuente de la norma jurídica y, otra, la
persona sujeta a su cumplimiento. También en la coercibilidad destaca la
bilateralidad: quien dispone de la fuerza y quien es compelido por ella.
Coercibilidad

Es la exigencia de dotar al derecho de la fuerza para obtener la ejecución de la


conducta prescrita.

El ordenamiento jurídico crea deberes y derechos correlativos y, además, para


el caso de que el deber no sea cumplido, establece una sanción que debe ser
impuesta por el órgano competente.

Pretensión de inviolabilidad

La norma es susceptible de ser violada; por ende, el derecho requiere blindarse


de inviolabilidad, a través de la obligatoriedad y de la coercibilidad. Esa
inviolabilidad se observa también frente al Estado, a través de la posibilidad
de sanción.

Sistema

El derecho es un sistema normativo, pues las normas que lo integran no están


desconectadas ni se yuxtaponen de manera arbitraria o caprichosa. Esas
mismas normas tienen una relación orgánica; guardan entre sí niveles de rango
y prelación: unas son superiores, otras de menor rango, y todas conforman una
estructura armónica, gradual y unitaria que constituyen el ordenamiento
jurídico.

Así, se configura el sistema jurídico como un conjunto entrelazado de normas


jurídicas, reglas, principios e instituciones que hacen el derecho que rige en un
determinado territorio.

Justicia

Independientemente de la corriente naturalista o positivista que se siga, la


norma jurídica tiene una proyección hacia la efectividad de la justicia, del
equilibrio y de la igualdad en las relaciones humanas.

1.4 Eficacia del derecho

El requisito o condición esencial de la validez entre las normas jurídicas es la


eficacia. Si una norma jurídica no es aplicada pierde su validez, ya que no está
siendo observada.

Por otra parte, para que una norma sea válida, además de vigente, no basta que
haya sido emanada con las formas predispuestas para su producción, sino que
es también necesario que sus contenidos sustanciales respeten los principios y
los derechos fundamentales establecidos en la Constitución.

La eficacia puede contemplarse desde un punto de vista sociológico y desde


otro jurídico.

El sentido sociológico se refiere al grado de efectivo cumplimiento de las


normas por parte de sus destinatarios, lo que también puede denominarse
“efectividad de las normas”. Cuando en Teoría del derecho se habla de la
eficacia de las normas jurídicas se alude a esta acepción, al grado de
cumplimiento o respeto por parte de quienes vienen obligados a realizar la
conducta prescrita.

En sentido jurídico, cuando se habla de eficacia de las normas se quiere aludir


a los efectos o consecuencias que las mismas presentan, de acuerdo con las
previsiones establecidas por el propio ordenamiento para este tipo de normas.

La eficacia es así la fuerza o capacidad para producir efectos jurídicos. Un


testamento, un contrato de compraventa o una norma son eficaces cuando
resultan idóneos para producir aquellos efectos que se pretenden con cada uno
de esos actos y que, además, están así previstos en el sistema.
TEMA II

2. LÓGICA DE LAS NORMAS JURÍDICAS

2.1 Derecho y lenguaje

Siguiendo a Luis Prieto Sanchís, el derecho es lenguaje (aunque también


pueda ser otras cosas). Las normas jurídicas existen y sólo pueden ser
expresadas a través del lenguaje, a través de un conjunto de símbolos o
palabras ordenadas según determinadas reglas gramaticales que llamamos
oraciones mediante las que se expresan o transmiten ciertos contenidos
significativos.

El lenguaje normativo es de carácter prescriptivo, porque su función es


regular el comportamiento de las personas.

No tiene una función descriptiva, expresiva u operativa, sino directiva o


prescriptiva. Son expresiones que prescriben un comportamiento práctico;
pretenden influir o condicionar la conducta de sus destinatarios.

Así, pues, el lenguaje de las normas constituye un discurso prescriptivo,


un discurso que no pretende informar de cómo es el mundo, ni formular
descripciones teóricas susceptibles de verdad o falsedad, como condicionar la
conducta de los destinatarios mediante la formulación de obligaciones y
prohibiciones.

Las normas expresadas a través del lenguaje escrito: mandan, prohíben,


permiten o constituyen.

Al decir de Habermas, el derecho funciona como un transformador, que es el


que asegura que la red de comunicación social global socio-integradora no se
rompa. Sólo en el lenguaje del derecho pueden circular a lo ancho de toda
sociedad los mensajes de contenido normativo; sin la traducción al complejo
código que el derecho representa, abierto por igual al sistema y mundo de la
vida, esos mensajes chocarían con oídos sordos en aquellos ámbitos de acción
regidos por medios sistémicos de regulación o control.

La integración de la sociedad sólo es posible, en las sociedades modernas,


cuando con la positivación del derecho se forman instituciones jurídicas que
encarnan una conciencia social.

El derecho moderno logra fundar el lazo problemático de la facticidad y la


validez. La validez de una proposición lingüística debe lograr su validación de
hecho, esto es, sometiéndola al examen de los argumentos de la comunidad de
intérpretes para justificar la pretensión de validez de un determinado
enunciado. La verdad está sujeta a una aceptación social. Esta relación entre
facticidad y validez se manifiesta siempre como una tensión, que se estabiliza
en la sociedad moderna mediante la positivación del derecho y su emergencia
como estructura normat iva.

2.2 Concepto de norma en la teoría del derecho

En sentido amplio, por norma se entiende una regla de conducta.

La actividad humana aparece regulada por un conjunto de disposiciones que


tienen por objeto encauzar la conducta de los individuos en algún sentido. Este
propósito es buscado por normas de distinta índole: morales, convencionales y
jurídicas.

La norma de derecho se distingue de las otras porque el desconocimiento de la


conducta impuesta por dicha norma acarrea siempre la posibilidad de imponer
una sanción por parte del Estado, pues son coercibles.

La norma jurídica es una regla imperativa de conducta o del comportamiento


humano, proveniente del órgano competente, que generalmente impone
deberes y confiere derechos y cuya violación genera la posibilidad de que se
imponga una sanción por parte de la autoridad.

La norma jurídica es creada mediante procedimientos instituidos por una


comunidad jurídica; como manifestación unificada de la voluntad de aquella,
formalmente expresada a través de sus órganos e instancias productoras,
regula la conducta humana en un tiempo y lugar definidos, prescribiendo a los
individuos, frente a determinadas circunstancias condicionantes, deberes y
facultades y establece una o más sanciones coactivas para el supuesto de que
dichos deberes no sean cumplidos.

2.3 Clases de normas de derecho


Para clasificar las normas jurídicas se atiende a los siguientes criterios:

Por la eficacia frente a la voluntad de los particulares:

Las normas pueden ser Taxativas y Dispositivas.

Son normas taxativas, también denominadas imperativas o de orden público,


aquellas que no pueden ser derogadas o modificadas por la voluntad de los
particulares a los que van dirigidas.

Son normas dispositivas, también denominadas supletorias, son las que


pueden renunciarse por los particulares o que rigen cuando los sujetos a los
que se dirigen no han previsto una forma diversa de la establecida en la
norma.

Por las sanciones que imponen:

Las normas pueden ser Perfectas, Plus cuam perfectas, Minus cuam perfectas
e Imperfectas.

Son normas perfectas aquellas que prescriben la nulidad del acto violatorio de
las mismas.

Son normas plus cuam perfectas aquellas que además de prescribir la nulidad
del acto violatorio, establecen una sanción para el que las incumple.

Son normas minus cuam perfectas, las que prescriben una sanción, pero esta
no es adecuada o proporcional a la transgresión, ya que la misma no anula el
acto violatorio.

Son normas imperfectas que no están provistas de sanción. En realidad, al


faltar la coercibilidad, no son normas jurídicas.

Atendiendo a su contenido dispositivo:

Se clasifican en normas prescriptivas o imperativas; en normas prohibitivas; y


en normas permisivas.

2.4 Estructura lógica de la norma jurídica


La estructura de la norma jurídica se conforma de dos partes fundamentales: 1
el supuesto de hecho; y 2 la consecuencia jurídica.

El supuesto de hecho es la conducta hipotética que se contempla en la norma


y que si se produce en la realidad provoca la consecuencia que la misma
norma prevé.

La norma puede contener un mandato u obligación de hacer; una prohibición u


obligación de no hacer; o un permiso que faculta o autoriza tanto para hacer
como para omitir.

La consecuencia jurídica es el efecto que la norma contempla para el caso de


que una determinada conducta humana se subsuma en el supuesto de hecho
normativo.

La norma jurídica contiene un mandato, prohibición o permiso, que es el


núcleo normativo, más una sanción, en su caso. Es decir, la norma jurídica
establece un deber ser.

De esa manera, la estructura lógica de una norma jurídica conduce al juicio


hipotético siguiente:

Si es A debe ser B
Si no es B debe ser C

A representa la situación en la que se encuentra el sujeto.


B es la conducta prevista por la norma.
C es la sanción que corresponde.

A es la celebración de una compraventa sobre un bien.


B es la obligación que tiene el comprador de pagar el precio pactado.
C es la posibilidad de ser rescindido el contrato de compraventa por
incumplimiento culpable del comprador.
TEMA III

3. EL SISTEMA JURÍDICO

Se entiende por sistema jurídico, según Eduardo García Máynez, al conjunto


de normas jurídicas objetivas que están en vigor en determinado lugar y
época, y que el Estado estableció o creó con el objeto de regular la conducta o
el comportamiento humano.

El sistema jurídico se integra por las normas e instituciones de derecho,


principios y reglas que conforman el orden jurídico de un país o región
determinados.

Por ello se afirma que el sistema jurídico es el conjunto articulado y coherente


de instituciones, métodos, procedimientos y reglas legales que constituyen el
derecho positivo en lugar y tiempo determinados.

3.1 La unidad del sistema jurídico

El sistema jurídico es un conjunto estructurado y sistemático de normas


relacionadas entre sí.

Las características del sistema jurídico, para Norberto Bobbio, son la unidad,
la coherencia y la plenitud.

La unidad es posible en el ordenamiento jurídico debido a que se pueden


establecer criterios comunes de jerarquía y de pertenencia o no pertenencia.

El sistema jurídico se entiende como un conjunto de elementos y las


relaciones entre sí, determinable como unidad.

La unidad expresa coherencia y consistencia, ya que sólo así puede concebirse


al derecho como un sistema racional y lógico.

La consistencia y la coherencia son concebidas como propiedades del sistema


jurídico que derivan de su unidad.

La coherencia se relaciona con la razonabilidad del sistema como un todo. La


consistencia se predica de las normas y califica de acuerdo a criterios lógicos
los modos en que estas se relacionan entre sí y significa ausencia de
contradicciones.

El derecho se organiza como un sistema cuyas normas se encuentran en un


modo especial de conexión.

La noción de sistema refleja la unidad de las normas cuyas relaciones


dependen de diversos criterios de ordenación, por lo que el fundamento de
esta unidad debe ser identificado.

La unidad, al decir de Kelsen, procede del hecho de que las normas cuya
validez puede ser derivada de una misma norma fundamental, forman un
sistema normativo.

Para Hart, la unidad del sistema procede de su “regla de reconocimiento”, la


cual no solamente contiene el supremo criterio de validez, sino también
determina pertenencia de las normas.

El fundamento de la unidad del sistema jurídico se encuentra en la


Constitución, primera norma positiva del sistema que establece los órganos y
procedimientos de creación normativa.

Si un ordenamiento jurídico tiene unidad es que todas las normas de sus


diferentes fuentes estructuradas jerárquicamente se derivan de una única
norma superior. Esta norma fundamental es el criterio unificador de todas las
normas del sistema.

Únicamente si las normas constituyen una unidad, pueden ser contempladas


como un todo y componer un sistema. La unidad significa pertenencia e
identidad.

La plenitud se refiere a que en el sistema jurídico no deben existir lagunas y


que las soluciones a los problemas se encuentran en el propio ordenamiento
jurídico, que es capaza de regular todas las conductas relevantes para
mantener el orden y la seguridad.

3.2 Estructura jerárquica del sistema jurídico

Las normas jurídicas no tienen forzosamente el mismo rango ni categoría;


algunas son superiores y otras inferiores. Existe entre ellas un orden
jerárquico.
Esa jerarquía es la que permite determinar cuál es la norma que resulta
aplicable y prevalece en caso de contradicción.

Toda norma jurídica se considera válida y obligatoria porque se encuentra


apoyada en otra superior, y esta otra, a su vez, porque se encuentra sustentada
en otra norma de más elevada categoría, hasta llegar a la Constitución Federal.

Como enseña García Máynez, el orden jurídico es una larga jerarquía de


preceptos, cada uno de los cuales desempeña un papel doble: en relación con
los que están subordinados tiene carácter normativo (es condicionante); en
relación con los superiores es un acto de aplicación (es condicionado).

En nuestro país, el nivel máximo es ocupado por la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos; en segundo lugar, por los Tratados
Internacionales de los cuales el estado mexicano sea parte. Enseguida, el
derecho federal y el local, con igual jerarquía.

Hay una aclaración en cuanto al nivel jerárquico de la Constitución y de los


Tratados internacionales.

Desde 1999 se indicó que el primer lugar lo ocupa la Constitución y el


segundo lugar los Tratados internacionales. Después las leyes federales y
locales.

A partir de abril de 2014, la jurisprudencia 20/2014 del Pleno de La Suprema


Corte de Justicia de la Nación hizo un cambio a propósito de los derechos
humanos contenidos en la Constitución y en los Tratados internacionales.

Señaló que las normas de derechos humanos, independientemente de su


fuente, no se relacionan en términos jerárquicos, entendiendo que cuando en la
Constitución haya una restricción expresa al ejercicio de los derechos
humanos, se deberá estar a lo que indica la norma constitucional, ya que el
principio que le brinda supremacía comporta el encumbramiento de la
Constitución como norma fundamental del orden jurídico mexicano.

Lo que sí ha evolucionado es la configuración del conjunto de normas


jurídicas respecto de las cuales puede predicarse dicha supremacía. Los
derechos humanos, en su conjunto, constituyen el parámetro de control de
regularidad constitucional, conforme al cual debe analizarse la validez de las
normas y actos que forman parte del orden jurídico mexicano.

El rubro de la jurisprudencia 20/2014 es el siguiente:

“DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN LA CONSTITUCIÓN Y EN


LOS TRATADOS INTERNACIONALES. CONSTITUYEN EL
PARÁMETRO DE CONTROL DE REGULARIDAD CONSTITUCIONAL,
PERO CUANDO EN LA CONSTITUCIÓN HAYA UNA RESTRICCIÓN
EXPRESA AL EJERCICIO DE AQUÉLLOS, SE DEBE ESTAR A LO QUE
ESTABLECE EL TEXTO CONSTITUCIONAL”.

El ordenamiento federal comprende las leyes que son obligatorias en toda la


República. El orden local abarca las leyes que sólo obligan dentro de la
Entidad Federativa en que se expidieron. Las disposiciones de carácter
municipal sólo son aplicables en el Municipio donde fueron creadas.

3.3 Teoría de la aplicación del derecho

El derecho tiene su razón de ser en la aplicación de las normas. Este proceso


de aplicación hace que el derecho entre en contacto con los hechos, ya que son
los hechos de la vida social los que constituyen el objeto de aplicación del
derecho. Es, por tanto, la conexión entre las normas y los hechos a lo que se
refiere el concepto de aplicación del derecho.

Son dos las grandes etapas del derecho: la creación y la aplicación.

La creación del derecho consiste en la formulación de normas dotadas de


eficacia general. La aplicación se orienta a la resolución de los casos o
controversias particulares con arreglo a lo establecido en tales normas.

La aplicación de las normas puede realizarse en los siguientes casos:

1. Cuando el sujeto directamente obligado realiza de forma voluntaria la


conducta establecida en la norma.

2. Cuando ese sujeto, al dejar de cumplir la norma, adapta su


comportamiento a la sanción prevista en la norma.

3. Cuando el órgano competente dicta una decisión jurídica para obligar el


cumplimiento forzoso de la norma.
Cualquiera de estas situaciones produce la aplicación de la normatividad
jurídica; por lo que la aplicación del derecho ofrece dos manifestaciones
básicas:

a) El cumplimiento que llevan a cabo los particulares;

b) La ejecución (aplicación propiamente dicha) por parte de los órganos


jurisdiccionales.

Como la aplicación del derecho significa su tránsito desde una regla general
a una decisión particular, la doctrina ha formulado dos teorías para explicar
la naturaleza de esa actividad que llevan a cabo los tribunales al aplicar la
norma general al caso concreto:

La teoría de la subsunción.

La conexión entre los hechos sociales y el derecho se logra mediante la


subsunción de los hechos en las normas. Estas contienen generalmente
preceptos abstractos y generales, en tanto que los comportamientos se
manifiestan a través de formas individuales y concretas.

Esta forma de entender la aplicación se basa en dos elementos: por un lado, un


conjunto de normas generales y abstractas y, por el otro, hechos concretos. Al
darse estos dos supuestos, la aplicación será una operación lógica de
subsumir los hechos de la vida real dentro del derecho, representada por
medio de un silogismo:

Premisa mayor: la norma jurídica


Premisa menor: el hecho concreto sometido a juicio
Conclusión: la aplicación de la norma general al caso concreto.

La teoría de la individualización.

Existe aplicación del derecho cuando se individualiza la norma general ya


creada; esto es, a partir de la norma existente en un ordenamiento jurídico, se
crea una norma nueva, concreta y particular.

Lo importante es el acto volitivo del que aplicará el derecho, porque debe


realizar una elección de una norma entre las distintas que forman parte del
marco legal. Ello supone un proceso de investigación y vinculación entre los
hechos y las normas.

3.4 Divisiones y ramas del derecho

El derecho puedes dividirse en tres ramas principales: derecho público,


derecho privado y derecho social.

El derecho público, a su vez, tiene diversas ramas: derecho constitucional,


derecho administrativo, derecho internacional público, derecho penal y
derecho electoral.

El derecho privado puede ser: derecho civil, derecho mercantil y para algunos,
el derecho internacional privado.

El derecho social se integra por: derecho agrario, derecho del trabajo, derecho
de asistencia social, derecho de seguridad social y derecho económico.

Poco a poco van surgiendo nuevas ramas que no encuadran exactamente en


alguna de las ramas tradicionales, como sucede con el derecho informático.

3.5 Relaciones entre órdenes jurídicos

No obstante que entre las normas existe un nivel de jerarquía, según se vio
anteriormente, dado el principio de unidad del derecho, que significa
coherencia, pertenencia e identidad de las normas, estas deben
interrelacionarse para evitar antinomias o contradicciones.

Todas las normas, independientemente del nivel al que pertenezcan: federal,


estatal o municipal, deben ser consistentes con la norma suprema que es la
constitución.

Entre ellas, cuando no existe una diferencia jerárquica sino de igualdad, sus
ámbitos de aplicación derivan de la competencia que el ordenamiento supremo
les atribuya, debiendo mantener siempre la coordinación necesaria para
mantener la unidad del orden jurídico.

En el ámbito internacional, los órdenes jurídicos encuentran como punto de


coincidencia los tratados y convenciones en los que cada país libre y soberano
participa, pues en ese caso, las disposiciones de naturaleza internacional se
vuelven obligatorias en el país participante, aunque este siempre tendrá como
nivel supremo a la constitución.
TEMA IV

4. DERECHO PÚBLICO MEXICANO. DERECHO


CONSTITUCIONAL

4.1 Bases doctrinarias

El derecho constitucional es el sistema normativo que regula las relaciones


intersubjetivas entre el estado, a través de los gobernantes, y los gobernados;
estudia y regula todas las instituciones jurídicas que conforman la
organización jurídica del estado y de la sociedad.

Por constitución se entiende el ordenamiento jurídico que regula la


organización política del estado y reconoce los derechos fundamentales de los
gobernados.

Según Jellinek, la constitución abarca los principios jurídicos que designan a


los órganos supremos del estado, los modos de su creación, sus relaciones
mutuas, fijan el círculo de su acción y, por último, la situación de cada uno de
ellos respecto del poder del estado.

El contenido mínimo y esencial de una Constitución es la creación y


organización de los poderes públicos supremos, dotándolos de competencia.

La Constitución Mexicana se divide en una parte dogmática y en otra parte


orgánica.

La parte que trata de los derechos fundamentales de la persona, recibe el


nombre de dogmatica.

La parte orgánica de la Constitución es la que tiene por objeto organizar al


poder público.

Felipe Tena Ramírez sostiene que además de la parte dogmática y la orgánica,


pertenecen a la Constitución los preceptos relativos a la superestructura
constitucional, la cual cubre por igual a los derechos de los individuos, a los
poderes de la Federación y a los poderes de los estados; que aluden a la
soberanía popular, a la forma de gobierno, a la supremacía constitucional y a
su inviolabilidad.
Por principio constitucional se entiende la regla básica que guía el
funcionamiento coherente y equilibrado de la estructura de la Constitución de
un estado determinado. Estos principios sirven para garantizar la vigencia,
estabilidad y respeto a la constitución.

Los principios doctrinales del derecho constitucional son los siguientes:

DIVISIÓN DE PODERES. Existe una separación formal y funcional de los


órganos del Estado, atendiendo a la competencia que a cada uno le
corresponde. Los poderes son: legislativo, ejecutivo y judicial.

ESTADO DE DERECHO. Es una situación que se crea cuando toda acción


social y estatal encuentra sustento en la norma jurídica. El poder estatal queda
subordinado al orden jurídico y se crea así un ambiente de respeto absoluto al
ser humano y al orden público.

SOBERANÍA NACIONAL. Es la potestad jurídica que se ejerce


autoritariamente por el Estado sobre todos los individuos que forman parte del
grupo nacional. Significa la negación de toda subordinación o limitación del
Estado por cualquier otro poder.

El poder soberano es independiente y supremo; la independencia significa


igualdad con relación a los demás Estados soberanos; la supremacía significa
que la potestad del estado se ejerce sobre los individuos y colectividades que
están dentro de la órbita del estado. Ninguna potestad superior a la suya en el
exterior, ninguna potestad igual a la suya en el interior.

DERECHOS FUNDAMENTALES. Son las prerrogativas básicas e


inalienables que se reconocen en un ordenamiento a las personas.

ESTABILIDAD CONSTITUCIONAL. La constitución es el ordenamiento


jurídico supremo que reconoce los derechos fundamentales, regula la
organización del estado y la forma de gobierno; por lo que debe gozar de
estabilidad en su texto, soportando el paso de sucesivos gobiernos sin
necesidad de cambios drásticos. La modificación de la norma constitucional
está sometida a un proceso más severo que la de las leyes comunes.

SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL. La estructura jerárquica del


ordenamiento jurídico nacional se diseña como una pirámide en la que la
constitución se encuentra en la cúspide. La supremacía significa que el punto
más alto de la estructura jurídica normativa es ocupado por la constitución;
por lo que cualquier norma posterior que fuera contraria o entrare en colisión
con la norma suprema provocaría la nulidad de la ley inferior.

CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD.- Siendo la constitución la norma


suprema del orden jurídico nacional, es necesario que existan mecanismos
para garantizar su preservación y asegurar que no se viole con los actos u
omisiones del los poderes constituidos. De esa manera se logra el control de la
constitucionalidad y regularidad de los actos de autoridad.

COLISIÓN NORMATIVA. Cuando dos normas jurídicas tienen un contenido


incompatible entre sí, se produce una antinomia o colisión normativa.

Como no puede haber incompatibilidad normativa, es menester dar solución a


las antinomias, para lo cual existen criterios que establecen cuál norma
prevalece. Dichos criterios son los siguientes:

Jerarquía: la norma superior prevalece sobra la norma inferior.

Temporalidad: la norma posterior deroga la norma anterior.

Especialidad: la norma general prevalece sobre la norma general.

4.2 Estado y derecho

De acuerdo con Francisco Porrúa Pérez, Estado y derecho se encuentran en


una relación de todo a parte.

El derecho es una de las partes sustanciales del estado, porque no se concibe a


éste sin el derecho, ni tampoco al derecho como realidad positiva separándose
del estado.

El papel del derecho es encauzar al Estado en sus funciones dentro de un


sistema normativo. El derecho limita al Estado, por cuanto regula las
instituciones de éste y el funcionamiento de las mismas.

Cuando se habla de Estado de derecho, se hace referencia precisamente a esa


relación indisoluble existente entre estado y derecho; por lo que en realidad es
un estado de derecho.
4.3 Libertad y derecho

La constitución contiene diversas libertades individuales para proteger a los


gobernados en sus más preciados valores.

Se trata de los derechos humanos que se han denominado fundamentales,


porque de ellos se derivan los demás derechos de que gozan las personas y que
se derivan de su propia calidad humana.

El artículo 1 de la Constitución expresamente señala que en los Estados


Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en la propia Constitución y en los Tratados Internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección.

La incursión del concepto de Derechos Humanos al texto constitucional


permitió la evolución del Estado de Derecho o Estado Social de Derecho a un
Estado Constitucional de derecho, en el que los derechos de primera, segunda
y tercera generación, aún cuando no están textualmente previstos en el texto
Constitucional, son entendidos como normas con plena eficacia jurídica y
deben contar con garantías adecuadas para su protección.

Con carácter simplemente ejemplificativo de los derechos o libertades que la


Constitución reconoce a las personas, son los siguientes:

Libertad de comercio;
Libertad de expresión;
Libertad de imprenta;
Derecho de petición;
Libertad de tránsito;
Libertad de asociación,
Libertad de trabajo;
Libertad religiosa.

4.4 Forma de gobierno

El artículo 40 de la Constitución dispone que es voluntad del pueblo mexicano


constituirse en una República, representativa, democrática, laica y federal,
compuesta por Estados libres y soberanos, y por la ciudad de México, unidos
en una federación establecida según los principios de la ley fundamental.

La república es una forma de gobierno en la que la jefatura del poder no es


vitalicia ni se transmite por herencia, sino de renovación periódica, para lo
cual se consulta la voluntad popular.

Se distingue del régimen monárquico porque en éste el jefe del estado


permanece vitaliciamente en su encargo y lo transmite por muerte o
abdicación, mediante sucesión dinástica al miembro de la familia a quien
corresponda según la ley o la costumbre.

Se fundamenta en el respeto a los derechos de libertad y en garantizar la


igualdad entre los individuos que conforman la comunidad; y atañe a un
concepto cultural en el que todos los individuos forman parte activa en él y
dirime un poderío más de la convicción que de la imposición.

El carácter representativo significa que la participación en la toma de


decisiones se hace de manera indirecta, pues de esta manera la colectividad
conoce y hace valer su voluntad respecto de los asuntos de interés público
mediante la designación de representantes que las hagan valer en las esferas
gubernamentales que resulten competentes para cada caso concreto.

La república es federal porque es un sistema de organización donde la


soberanía radica en el pueblo y el poder en el gobierno. El país se divide en
entidades autónomas y por la ciudad de México. Al gobierno federal se le
otorgan ciertas y determinadas facultades; las que no están reconocidas
expresamente, se entiende reservadas para los estados.

4.5 Régimen democrático

Esto alude a un sistema de elecciones, donde la población ciudadana tiene la


oportunidad de participar en la designación de sus gobernantes a través del
voto.

La democracia es el gobierno de todos para beneficio de todos, pero como en


las grandes colectividades modernas no es posible que todos participen en las
funciones de gobierno. Eso hace que el pueblo designa como representantes
suyos a los que han de gobernarlo.

La participación por igual en la elección de sus gobernantes, y no en el


gobierno directo del pueble, es lo que caracteriza nuestra democracia.

4.6 Estructura orgánica del Estado

Por mandato constitucional, el pueblo ejerce su soberanía por medio de los


poderes de la unión, en los casos de competencia de éstos, y por los de los
estados y la ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores.

Ahora bien, el artículo 49 de la carta magna dispone que el Supremo Poder de


la Federación se divide, para su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o


corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de
facultades extraordinarias al Ejecutivo.

El Poder Legislativo se deposita en un Congreso General, dividido en dos


cámaras, una de diputados y otra de senadores

La Cámara de Diputados se integra por 300 diputados electos según el


principio de votación mayoritaria relativa, mediante el sistema de distritos
electorales, y 200 diputados electos según el principio de representación
proporcional, mediante el sistema de listas regionales, votadas en
circunscripciones plurinominales.

La Cámara de Senadores se integra por 128 senadores, de los cuales, en cada


Estado y en la ciudad de México, dos serán elegidos según el principio de
votación mayoritaria relativa y uno será asignado a la primera minoría. Los 32
senadores restantes serán elegidos según el principio de representación
proporcional, mediante el sistema de listas votadas en una sola circunscripción
plurinominal nacional.

El Poder Ejecutivo se deposita en el Presidente de los Estados Unidos


Mexicanos. Será electo cada seis años e iniciará a ejercer su encargo el 1 de
diciembre del año de la elección.

El ejercicio del Poder Judicial de la Federación se deposita en una Suprema


Corte de justicia, en un Tribunal Electoral, en Tribunales Colegiados y
Unitarios de Circuito y en Juzgados de Distrito.
La Suprema Corte de Justicia se compondrá de 11 Ministros y funcionará en
Pleno o en Salas.

4.7 Derechos y deberes constitucionales

Al mismo tiempo que la Constitución reconoce derechos de los gobernados,


establece obligaciones para los mismos.

Así, el artículo 31 de la Constitución dispone: Son obligaciones de los


mexicanos:

I. Hacer que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas públicas o privadas,
para obtener la educación preescolar, primaria, secundaria, media superior y
reciban la militar, en los términos que establezca la ley.

II. Asistir en los días y horas designados por el Ayuntamiento del lugar en que
residan, para recibir instrucción cívica y militar que los mantenga aptos en el
ejercicio de los derechos de ciudadano, diestros en el manejo de las armas, y
conocedores de la disciplina militar.

III. Alistarse y servir en la Guardia nacional, conforme a la ley orgánica


respectiva, para asegurar y defender la independencia, el territorio, el honor,
los derechos e intereses de la Patria, así como la tranquilidad y el orden
interior; y

IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la federación como de los
estados, de la Ciudad de México y del Municipio en que residan, de la manera
proporcional y equitativa que dispongan las leyes.

Desde luego que los gobernados gozan de derechos humanos reconocidos


constitucionalmente como la igualdad, la libertad, la propiedad, el derecho de
acceso a una justicia rápida y eficaz, etc.

De igual manera, conforme al artículo 35 de la Constitución, los ciudadanos


tienen los siguientes derechos:

I. Votar en las elecciones populares;


II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular;
III. Asociarse individual y libremente para tomar parte en forma pacífica
en los asuntos políticos del país;
IV. Tomar las armas en el Ejército o Guardia Nacional, para la defensa
de la República y de sus instituciones;
V. Ejercer el derecho de petición;
VI. Poder ser nombrado para cualquier empleo o comisión del servicio
público;
VII. Iniciar leyes;
VIII. Votar en las consultas populares sobre temas de trascendencia
nacional.

4.8 División territorial

El territorio nacional, por disposición del artículo 42 de la Constitución,


comprende:

I. El de las partes integrantes de la Federación. Estas partes son los 31


Estados y la ciudad de México, que es la entidad federativa sede de
los Poderes de la Unión y Capital del País;
II. El de las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en los mares
adyacentes;
III. El de las islas de Guadalupe y las de Revillagigedo, situadas en el
Océano Pacífico;
IV. La plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas,
cayos y arrecifes;
V. Las aguas de los mares territoriales;
VI. El espacio situado sobre el territorio nacional.

A su vez, los Estados tienen como base de su división territorial el municipio;


que en el caso de chihuahua se integra por 67 municipios.

4.9 Orden público económico

El orden público económico consiste en lograr la conciliación de la realización


de los fines de las personas y los fines subsidiarios del Estado.

Es el derecho público económico la rama del derecho que, por medio de la


técnica de establecer y reconocer derechos fundamentales, de estructurar y
delimitar funciones de los organismos a través de los cuales actúe el estado,
consigue esta coordinación de finalidades que se ha designado como orden
público económico.
El concepto de orden público económico tiene una doble connotación: la
funcional y la material.

En sentido funcional puede decirse que el orden público económico es un


conjunto de medidas y reglas legales que dirigen la economía, organizando la
producción y distribuyendo las riquezas, en armonía con los intereses de la
sociedad.

La noción material conduce a definir el orden público económico como el


conjunto de principios y normas jurídicas que organizan la economía de un
país y facultan a la autoridad para regularla en armonía con los valores de la
sociedad, formulados en la Constitución.

Las normas del orden público económico son un instrumento para regular el
funcionamiento del mercado, evitando que no existan monopolios, esto es, que
los precios se formen por el libre juego de la oferta y la demanda, y no porque
algún productor impone sus precios (monopolio).

A través de las normas mencionadas se protegen principios o valores


constitucionales, ya que la actividad económica es regulada por disposiciones
contenidas en la propia ley suprema.

La Constitución contiene diversos preceptos que reflejan los principios del


orden público económico, como: la libertad económica a que se refiere el
artículo 5°; el derecho de propiedad y su protección; la prohibición de los
monopolios, etc.

Así, el orden público económico se manifiesta en diversas disposiciones


legales reguladoras de las actividades económicas, a través de alguno de los
siguientes contenidos:

Prohibición.- La imposibilidad jurídica de realizar la conducta determinada


por la ley, so pena de ser anulada y sin ningún valor.

Reglamentación.- La creación de normas para el adecuado funcionamiento de


la economía, estableciendo condiciones o exigencias objetivas para los sujetos
que emprenden actividades comerciales.

Control.- La revisión ocasional o permanente del cumplimiento de las normas


aplicables a la actividad económica respectiva.

Limitación a la autonomía de la voluntad y libertad contractual.- Medidas


encaminadas a evitar prácticas abusivas o de explotación.

Renato Valenzuela Pino sostiene que el orden público económico es una


realidad económico jurídica, una armonía regulatoria que aproxima las
nociones de Economía y Derecho, consistente en un conjunto de elementos
positivos y no positivos de carácter imperativo que, limitando la autonomía de
la voluntad de las partes, entregan un listado de bienes jurídicos tendientes a
garantizar la vigencia real y efectiva de los intereses de los particulares por un
lado, y de respaldar la actuación del estado y sus organismos en materia
económica por otro, teniendo como límites de actuación, la libertad, la
propiedad y los derechos sociales que nazcan de dicha realidad económico
jurídica.

4.10 Contribuciones para el sostenimiento del Estado

Una de las obligaciones que el artículo 31, fracción IV, de la Constitución


impone a los mexicanos es la de contribuir para los gastos públicos, tanto de la
Federación como de los estados, la ciudad de México y de los municipios, de
la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes.

La administración pública tiene necesariamente que erogar gastos para poder


prestar los servicios públicos que constituyen su objeto; la autorización de
tales gastos consta en el presupuesto de egresos que expide la Cámara de
Diputados y cuya duración es de un año.

Para hacer frente a los gastos decretados es preciso obtener tales recursos, lo
que se hace mediante contribuciones impuestas a los habitantes del país, que
el Ejecutivo recauda de acuerdo con la Ley de Ingresos iniciada ante la
Cámara de Diputados y expedida anualmente por el Congreso de la Unión.

Los impuestos deben establecerse en una ley emitida por el órgano legislativo
competente. Código Fiscal de la federación, Ley del Impuesto sobre la renta,
Ley del impuesto al valor agregado, etc.

Los impuestos deben ser proporcionales y equitativos. Es decir, no pueden


agotar la fuente gravable, porque serían ruinosos. Deben aplicarse a todos los
individuos por igual que se coloquen en la misma situación que se grava.
TEMA V

5. DERECHO CIVIL

5.1 Fuentes de las obligaciones

Por obligación se entiende el vínculo jurídico por virtud del cual una persona
debe satisfacer a otra una prestación de dar, de hacer o de no hacer.

Se alude al vínculo jurídico para denotar la relación o el nexo jurídico del que
surge la obligación.

Los sujetos de la obligación son el deudor y el acreedor. El primero es el que


está obligado a dar la prestación correspondiente; el segundo, quien tiene
derecho a la misma.

El objeto de la obligación es la prestación que debe otorgar el obligado, que


puede ser de dar, de hacer o de no hacer.

Las fuentes particulares de las obligaciones son:

1. El contrato

Es el acuerdo de voluntades para crear o transmitir derechos y obligaciones


de naturaleza patrimonial.

2. La declaración unilateral de voluntad

Es la manifestación de voluntad que obliga al que la produce.

Las ofertas al público (oferta de venta, promesa de recompensa y concurso


con promesa de recompensa); la estipulación a favor de tercero; y los títulos
civiles a la orden o al portador.

3. El enriquecimiento ilegítimo

El que sin causa se enriquece en detrimento de otro, está obligado a


indemnizar a este último de su empobrecimiento, en la medida que él se ha
enriquecido.
4. La gestión de negocios

Es la intervención de una persona que carece de mandato y de obligación


legal, en los asuntos de otra persona, con el propósito de evitarle daños o de
producirle beneficios.

El Código Civil dispone que quien sin mandato y sin estar obligado a ello se
encarga de un asunto de otro, debe obrar conforme a los intereses del dueño
del negocio.

5. Los hechos ilícitos

Son conductas contrarias a la ley o a las buenas costumbres que imponen a su


autor la obligación de reparar los daños y perjuicios ocasionados con aquéllas.

El incumplimiento de un contrato; el desacato a lo estipulado en una


declaración unilateral de voluntad; la gestión indebida de negocios.

6. El riesgo creado.

Cuando una persona hace uso de mecanismos, instrumentos, aparatos o


sustancias peligrosas por sí mismos, por la velocidad que desarrollen, por su
naturaleza explosiva o inflamable, por la energía de la corriente eléctrica que
conduzcan o por otras cosas análogas, está obligada a responder del daño que
causen.

5.2 Modalidades de las obligaciones

Las obligaciones pueden verse afectadas por modalidades que pospongan o


extingan su eficacia y producción de efectos.

Dichas modalidades que conciernen a su eficacia y que son las comunes a toda
obligación son: el término o plazo y la condición; y la privativa de los actos
gratuitos: el modo o carga.

El término o plazo es un acontecimiento futuro de realización cierta, del cual


depende la eficacia o resolución de una obligación.

Es suspensivo el término del que depende la iniciación de los efectos de una


obligación; y resolutorio el que resuelve o extingue dicha obligación.

La condición es un acontecimiento futuro de realización incierta del cual


depende la existencia o la resolución de una obligación.

Es suspensiva la condición cuando de su cumplimiento depende la existencia


de la obligación.

Es resolutoria la condición cuando, cumplida resuelve la obligación,


volviendo las cosas al estado que tenían, como si esa obligación no hubiera
existido.

El modo o carga tiene lugar en los actos de liberalidad, como la herencia, el


legado y la donación, y tiene como finalidad imponer al que recibe dicha
liberalidad con una carga determinada.

En realidad no se trata de una contraprestación, sino una carga que el heredero


o donatario deben cumplir al aceptar la herencia o la donación.

5.3 Transmisión, efectos y extinción de las


obligaciones

5.3.1 Transmisión de las obligaciones:

Las obligaciones pueden transmitirse por cualquiera de las siguientes formas:

Cesión de derechos.

Habrá cesión de derechos cuando el acreedor transfiere a otro los que tenga
contra su deudor.

Es el acto por virtud del cual, el titular de un derecho, que se denomina


Cedente, lo transmite a otra persona, que se denomina Cesionario, de manera
gratuita u onerosa, sin alterar la relación jurídica.

El artículo 1912 del Código Civil dispone: se llama cesión de derechos al


acuerdo entre el acreedor y un tercero, mediante el cual aquél transfiere a éste
los que tiene frente a su deudor.
El acreedor puede ceder su derecho a un tercero sin consentimiento del
deudor, a menos que la cesión esté prohibida por la ley, se haya convenido no
hacerla o no lo permita la naturaleza del derecho.

La cesión de un crédito comprende la de todos los derechos accesorios como


la fianza, hipoteca, prenda o privilegio, salvo aquéllos que son inseparables de
la persona del cedente.

La cesión de créditos puede hacerse en escrito privado que firmarán cedente,


cesionario y dos testigos, salvo que la ley exija que deba constar en escritura
pública.

Para que el cesionario pueda ejercitar sus derechos contra el deudor, deberá
hacer a éste la notificación de la cesión, ya sea judicial o extrajudicialmente,
ante dos testigos o ante notario. Mientras no se haya hecho notificación al
deudor, éste se libera pagando al acreedor original.

El cedente está obligado a garantizar la existencia o legitimidad del crédito, al


tiempo de hacerse la cesión, a no ser que se haya cedido con carácter de
dudoso.

El cedente no está obligado a garantizar la solvencia del deudor, a no ser que


se haya estipulado expresamente o que la insolvencia sea pública y anterior a
la cesión.

Cesión de deudas.

Es el acto por virtud del cual el deudor transfiere a un tercero, con el


consentimiento del acreedor, la deuda original, quedando desligado de la
obligación.

Para que haya sustitución de deudor es necesario que el acreedor consienta


expresa o tácitamente.

El acreedor que exonera al antiguo deudor, aceptando otro en su lugar, no


puede repetir contra el primero, si el nuevo se encuentra insolvente, salvo
convenio en contrario.

Si se declara la nulidad de la sustitución del deudor, la antigua deuda renace


con todos sus accesorios; pero con la reserva de derechos que pertenecen a
tercero de buena fe.

Subrogación

Es la sustitución del acreedor original por parte un tercero que le hace el pago
al que está obligado el deudor.

La subrogación se verifica por ministerio de la ley y sin necesidad de


declaración alguna de los interesados, en los siguientes casos:

I. Cuando el que es acreedor paga a otro acreedor preferente;


II. Cuando el que paga tiene interés jurídico en el cumplimiento de la
obligación;
III. Cuando un heredero paga con sus bienes propios alguna deuda de la
herencia; y
IV. Cuando el que adquiere un inmueble paga a un acreedor que tiene
sobre él un crédito hipotecario anterior a la adquisición.

5.3.2 Efectos de las obligaciones

Las obligaciones producen diversos efectos; unos, en relación con el


cumplimiento; y, otros, relativos al incumplimiento de las obligaciones. De
igual manera se producen efectos con relación a terceros.

Efectos entre las partes, relativos al cumplimiento:

El pago

Es la entrega de la cosa o cantidad debida, o la prestación del servicio que se


hubiere prometido.

El pago puede ser hecho por el mismo deudor, por sus representantes o por
cualquiera otra persona que tenga interés jurídico en el cumplimiento de la
obligación. También lo puede hacer un tercero no interesado, que obre con
consentimiento expreso o presunto del deudor.

No es válido el pago hecho por el deudor al acreedor si judicialmente se le


ordenó la retención.
El pago debe hacerse en el tiempo y lugar que se hubieren pactado.

Si no se fijó plazo, es necesario que el acreedor haga el requerimiento y será


exigible 30 días después de la interpelación.

Si no se fijó lugar de pago, este debe hacerse en el domicilio del deudor.

Cuando el acreedor recibe en pago una cosa distinta en lugar de la debida, se


entiende que hay una Dación en pago. Si el acreedor pierde la cosa que recibe
en pago por causa del deudor, renacerá la obligación primitiva, quedando sin
efecto la dación en pago.

El ofrecimiento del pago y la consignación

Si el acreedor rehúsa sin justa causa recibir la prestación debida, o dar el


documento justificativo de pago; o si fuere persona incierta e incapaz de
recibir, el deudor puede liberarse de la obligación haciendo consignación de la
cosa.

Si el acreedor fuere conocido, pero dudosos sus derechos, el deudor puede


depositar la cosa debida, solicitando que se cite al interesado para que
justifique sus derechos legalmente.

El acreedor puede oponerse a recibir el pago y si el juez declara fundada la


oposición, el ofrecimiento y la consignación se tienen como no hechos.

Efectos entre las partes, relativos al incumplimiento:

El incumplimiento de las obligaciones da derecho al acreedor a las siguientes


acciones:

Acción de cumplimiento
Si de manera voluntaria el obligado no cumple, el acreedor puede exigir
judicialmente el cumplimiento forzado de la obligación.

Acción de rescisión

Si el acreedor no desea lograr que la obligación se cumpla o ello ya no fuere


posible, tiene derecho a exigir la rescisión de la obligación.
La rescisión es una forma de terminar la obligación por incumplimiento
culpable y atribuible al deudor. Su efecto es que las cosas vuelvan al estado
que antes tenían, devolviéndose las partes lo que hubieran recibido a virtud del
acto rescindido.

Daños y perjuicios

Tanto en la acción de cumplimiento como en la de rescisión, el acreedor tiene


derecho a obtener del deudor incumplido el pago de los daños y perjuicios que
se le hubieren causado por tal motivo.

Por daño de entiende la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por la


falta de cumplimiento de una obligación.

El perjuicio es la privación de cualquier ganancia lícita que debiera haberse


obtenido con el cumplimiento de la obligación.

Los daños y perjuicios deben ser consecuencia inmediata y directa de la falta


de cumplimiento de la obligación, ya sea que se hayan causado o que
necesariamente deban de causarse.

Evicción y saneamiento

Cuando se enajena alguna cosa y esta se pierde o tiene vicios ocultos, está
obligado a la evicción y saneamiento.

Vicios ocultos. En los contratos conmutativos, el enajenante está obligado al


saneamiento por los defectos ocultos de la cosa enajenada que la hagan
impropia para los usos a que se destina, o que disminuyan de tal modo el uso,
que al haberlo conocido el adquirente no hubiere hecho la adquisición o habría
dado menos precio por la cosa.

El enajenante no es responsable de los defectos manifiestos o que están a la


vista, ni tampoco de los que no lo están, si el adquirente es un perito que por
razón de su oficio o profesión debe fácilmente conocerlos.

Gravámenes o cargas ocultos. Si la finca que se enajenó se halla gravada, sin


haberse hecho mención de ello en la escritura, con alguna carga o servidumbre
voluntaria no aparente, el que adquirió puede pedir la indemnización
correspondiente al gravamen, o la rescisión del contrato.
Estas acciones de rescisión o de indemnización prescriben en un año.

Evicción. Habrá evicción cuando el que adquirió alguna cosa fuere privado del
todo o parte de ella por sentencia que cause ejecutoria, en razón de algún
derecho anterior a la adquisición.

La obligación de responder de la evicción existe aunque no se hubiere pactado


en el contrato.

La evicción obliga al enajenante que actuó de buena fe, a lo siguiente:

I. A devolver el precio íntegro que recibió por la cosa;


II. A pagar los gastos causados en el contrato que pagó el adquirente;
III. A pagar los gastos causados en el juicio; y
IV. A pagar el valor de las mejoras útiles y necesarias que se hicieron.

Si el enajenante procedió de mala fe, está obligado:

I. A devolver el precio que la cosa tenía al tiempo de la adquisición o


el que tenga al tiempo de la evicción, a elección del adquirente;
II. A pagar el importe de las mejoras voluntarias y de mero placer
realizadas en el bien; y
III. A pagar los daños y perjuicios.

Efectos de las obligaciones con relación a tercero

Actos celebrados en fraude de acreedores

Cuando el deudor celebra con un tercero un acto jurídico en el que enajena


bienes o renuncia derechos, quedando por ello insolvente en perjuicio de su
acreedor, éste podrá solicitar que el acto quede sin efecto, para asegurar que
ingresen bienes al deudor hasta por el importe del crédito que a él interesa.

La acción pauliana sólo beneficia a quien la ejercitó y procede si su derecho es


anterior al acto jurídico que provoca la insolvencia.

Si el deudor satisface la deuda o adquiere bienes con qué poder cubrirla, la


acción se extingue.
Cuando el acto jurídico fuere oneroso, para que prospere la acción se requiere
probar que hubo mala fe tanto por el deudor como por el tercero.

No procederá la acción si el adquirente actuó de buena fe.

Cuando el acto jurídico fuere gratuito, la acción procederá aún cuando haya
habido buena fe de ambos contratantes.

La diferencia, pues, es que en los actos onerosos es necesario demostrar la


mala fe del adquirente, en tanto que en los actos gratuitos, independientemente
de la buena o mala fe, puede proceder la acción.

La acción también procede contra los pagos que haga el deudor a otros
acreedores antes del vencimiento del plazo o que no sean preferentes, si ello
provoca la insolvencia del deudor.

Existe la presunción legal de que son fraudulentas las enajenaciones a título


oneroso hechas por aquellas personas contra quienes se hubiese pronunciado
antes sentencia condenatoria en cualquiera instancia; o cuando, expedido el
mandamiento de embargo de bienes, la enajenación perjudica los derechos del
acreedor.

Simulación de los actos jurídicos

Es simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que


en realidad no ha pasado o no se ha convenido entre ellas.

La simulación puede ser absoluta o relativa.

Es absoluta cuando el acto simulado nada tiene de real. En este caso, la


simulación no produce efectos jurídicos.

Es relativa la simulación cuando a un acto jurídico se le da una falsa


apariencia que oculta su verdadero carácter. En este caso, descubierto el acto
real que oculta la simulación, ese acto no será nulo si no hay ley que así lo
declare.

Al anularse un acto simulado, se restituirá la cosa o derechos a quien


pertenezca, con sus frutos e intereses, si los hubiere. Sin embargo, si la cosa o
derecho ha pasado a título oneroso a un tercero de buena fe, no habrá lugar a
la restitución. Si únicamente se gravó, subsistirán los gravámenes impuestos a
favor de tercero de buena fe.

5.3.3 Extinción de las obligaciones

La ley señala diversas formas de extinguir las obligaciones: la compensación,


la confusión de derechos, la remisión de deuda y la novación.

De igual manera contempla la inexistencia y la nulidad.

La compensación

Tiene lugar la compensación cuando dos personas reúnen la calidad de


deudores y acreedores recíprocamente y por su propio derecho.

Para que prospere la compensación, es necesario que las deudas sean


igualmente líquidas y exigibles. Las que no lo fueren, sólo podrán
compensarse por consentimiento expreso de los interesados.

El efecto de la compensación es extinguir las dos deudas hasta la cantidad que


importe la menor.

La confusión de derechos

Existe confusión de derechos cuando el derecho a exigir y la necesidad de


cumplir una obligación se juntan en el patrimonio de uno solo de los sujetos
en forma definitiva.

En otras palabras, habrá confusión de derechos cuando se reúnen en una sola


persona las calidades de deudor y de acreedor de la misma obligación. El que
era deudor adquiere posteriormente el carácter de titular del crédito y entonces
se extingue la primera.

La remisión de la deuda

Es la renuncia que hace el acreedor, en todo o en parte, de las prestaciones que


le son debidas, excepto en aquellos casos en que la ley lo prohíbe.

La condonación de la deuda principal extingue las obligaciones accesorias;


pero la de estas últimas deja subsistente la primera.
La novación

La novación consiste en la alteración sustancial de un acto jurídico que


sustituye la obligación original por una nueva.

A la novación se le aplican las disposiciones del contrato que sirve para


sustituir al acto original. Nunca se presume; debe constar expresamente.

Si la novación fuere nula, subsistirá la antigua obligación.

Inexistencia de los actos jurídicos

La inexistencia es la sanción derivada de la falta de un elemento esencial del


contrato: consentimiento, objeto y, en ciertos casos, solemnidad.

El acto jurídico inexistente por la falta de consentimiento o de objeto que


puede ser materia de él, no producirá efecto legal alguno. No es susceptible de
valer por confirmación, ni por prescripción; y su inexistencia puede invocarse
por todo interesado.

Nulidad de los actos jurídicos

La nulidad de un contrato es la sanción se produce por la falta de alguno de


sus elementos de validez: forma, ausencia de vicios del consentimiento, licitud
en el objeto, motivo o fin.

La nulidad puede ser absoluta o relativa.

La nulidad absoluta de un acto no impide que pueda producir


provisionalmente sus efectos. No se convalida por confirmación o
prescripción y puede invocarse por cualquier interesado.

La nulidad relativa permite que el acto jurídico surta sus efectos; puede
convalidarse y sólo la puede reclamar el interesado.

La nulidad absoluta se produce cuando se violen leyes prohibitivas o de orden


público.

La anulación del acto jurídico obliga a las partes a restituirse mutuamente lo


que han recibido o percibido en virtud o por consecuencia del acto anulado.

La lesión

La lesión consiste en explotar la ignorancia, inexperiencia o miseria de otro


para obtener un lucro desproporcionado a lo que se obliga quien lo hace.

En este caso se presume viciado el consentimiento y el perjudicado por la


lesión puede optar por demandar la nulidad del contrato o la reducción
equitativa de su obligación, más el pago de daños y perjuicios.

5.4 Contratos preparatorios y de compraventa

Por contrato se entiende el acuerdo de voluntades para crear o transferir


derechos y obligaciones de contenido patrimonial.

El contrato es una especie del Convenio en sentido amplio. Este tiene las
funciones de crear, transmitir, modificar y extinguir derechos y obligaciones.
La función positiva de crear y transmitir corresponde al contrato; la función
negativa de modificar y extinguir le compete al convenio en sentido estricto.

El Código civil regula los contratos atendiendo al efecto que producen, de la


siguiente manera:

Contratos preparatorios: la promesa de contrato.

Contratos traslativos de dominio: compraventa, permuta, donación y mutuo.

Contratos traslativos de uso: arrendamiento y comodato.

Contratos de prestación de servicios: depósito y secuestro; mandato,


prestación de servicios profesionales, de obras a precio alzado, porte, alquiler
y hospedaje.

Contratos asociativos: la sociedad, la asociación y la aparcería.

Contratos de garantía: la fianza, la prenda y la hipoteca.

Contratos aleatorios: la compra de esperanza, la renta vitalicia, el juego y la


apuesta.
Contratos de resolución de controversias: Transacción.

Promesa de contrato

Es un contrato por virtud del cual, una o ambas partes, se obligan a celebrar,
dentro de cierto tiempo, un contrato futuro determinado.

Aunque es acuerdo de voluntades entre dos personas, puede ser que una sola
sea la que se obligue a celebrar el contrato futuro, o bien, las dos partes.

La promesa de contratar no tiene como función transmitir o aprovechar la


riqueza, ni la prestación de un servicio, por lo que no crea derecho alguno
sobre los bienes que serán materia del contrato definitivo.

Su objeto es crear una obligación de hacer, consistente en celebrar dentro de


cierto tiempo un contrato determinado.

La promesa debe constar por escrito, limitarse a cierto tiempo y precisarse en


ella los elementos esenciales del contrato definitivo futuro.

Cuando se refiere a bienes inmuebles o derechos reales, cuyo contrato


definitivo deba inscribirse en el Registro Público de la propiedad, la promesa
también deberá inscribirse. En este caso, deberá formalizarse en escritura
pública si el precio del inmueble excede del equivalente a 500 veces la unidad
monetaria actualizada.

Contrato de compraventa

La compraventa es un contrato por virtud del cual una persona transfiere a otra
la propiedad de una cosa o de un derecho a cambio de un precio cierto y en
dinero.

Es un contrato traslativo de dominio, lo cual sucede desde que las partes se


ponen de acuerdo sobre la cosa y el precio, aunque la primera no se hubiere
entregado ni el segundo satisfecho. Sin embargo, puede pactarse que el
vendedor se reserve el dominio hasta en tanto el comprador le pague el precio
total.

Puede convenirse que el precio se pacte en dinero y en especie; no obstante,


para que el contrato sea de compraventa es necesario que la parte en dinero
sea por lo menos la mitad del precio, pues de no ser así será contrato de
permuta.

El contrato de compraventa podrá otorgarse verbalmente si recae sobre bienes


muebles. En cambio, si recae sobre inmuebles, siempre deberá constar por
escrito. Si el valor del inmueble no excede de 1500 Uma´s, podrá ser escrito
privado ratificado ante Notario. Si excede de dicha cantidad, deberá hacerse
constar en escritura pública. Siempre que recaiga sobre inmuebles deberá
inscribirse en el Registro Público de la propiedad para que surta efectos contra
tercero.

Salvo pacto en contrario, corresponderá al comprador pagar los gastos de


escrituración y registro.

Tratándose de los impuestos, el vendedor pagará el impuesto sobre la renta


por la enajenación si hay alguna utilidad, así como el impuesto cedular.

Al comprador le corresponde el pago del impuesto sobre traslación de


dominio de inmuebles y, en el caso de fincas que no se destinan a casa
habitación, el impuesto al valor agregado sobre el valor de la construcción.

Además, si el precio pactado es inferior en un 10% con respecto al valor del


avalúo, el adquirente pagará el impuesto sobre la renta por adquisición, cuyo
pago provisional será del 20% de la diferencia.

5.5 Donaciones, mutuo, arrendamiento y comodato

Contrato de donación

La donación es un contrato por virtud del cual una persona transfiere a otra,
gratuitamente, una parte o la totalidad de sus bienes presentes.

Es un contrato traslativo de dominio que puede recaer sobre muebles o


inmuebles.

Es un contrato gratuito porque no hay contraprestación por los bienes que se


reciben en donación. A pesar de que se trate de una donación en la que se
impongan cargas o gravámenes, la donación se entiende sobre la diferencia del
valor del bien y el de la carga o gravamen; por lo que sigue siendo gratuita.
La donación puede recaer sobre uno o varios bienes específicamente
determinados o puede recaer sobre la totalidad de los bienes del donante.

Cuando se refiera a la totalidad de los bienes del donante es necesario que este
se reserve lo necesario para subsistir, según sus circunstancias, bajo pena de
que la donación sea nula. Si además no se reserva lo necesario para cumplir
sus obligaciones alimenticias, la donación será inoficiosa y podrá reducirse en
la porción necesaria para cumplir con dicha obligación, hasta agotarse.

La donación que recaiga sobre inmuebles debe constar por escrito, igual que
en la compraventa.

Si se trata de bienes muebles: será verbal si su valor no excede de 50 Uma´s;


en escrito privado si el valor excede de 50, pero no de 500 unidades
monetarias; en escrito ratificado ante notario, si el valor excede de 500
unidades.

La donación puede llegar a revocarse en los siguientes casos:

1.- Cuando sobrevengan hijos al donante, dentro de los 5 años posteriores.

2.- Por ingratitud del donatario: si comete delito contra el donante o su


familia; y si rehúsa socorrer al donante que ha venido a pobreza.

3.- La donación antenupcial si al celebrarse el matrimonio, el donatario


comete adulterio o abandono injustificado del domicilio conyugal.

4.- La donación entre consortes.

Contrato de mutuo

Es un contrato por virtud del cual una persona transmite a otra la propiedad de
una suma de dinero o de otros bienes fungibles, obligándose la otra a restituir
otro tanto de la misma especie y calidad.

Se transfiere la propiedad de las cosas, porque el que las recibe puede


consumirlas, de allí que se trate de un préstamo de consumo.

El mutuo puede ser: simple, con interés, mercantil o civil.


La ley no exige una formalidad especial para el mutuo, aunque en la realidad
siempre se otorgar por escrito para prevenir posteriores problemas.

El mutuario debe restituir lo que recibió en préstamo: en la misma cantidad,


especie y calidad. En el plazo y lugar pactados.

Está prohibido pactar que los intereses se capitalicen y, a su vez, produzcan


nuevos intereses. Es el pacto de anatocismo.

En materia mercantil sí es válido capitalizar los intereses vencidos.

El mutuo es mercantil si se celebra entre comerciantes o para actos de


comercio. Si no es así, se considera mutuo civil.

Contrato de arrendamiento

Es un contrato por virtud del cual una persona concede a otra el uso o goce
temporal de un bien, a cambio de un precio cierto y determinado.

Es un contrato de uso temporal. Por tanto, la ley señala que los arrendamientos
de casa habitación no podrán exceder de 10 años, en tanto que para las fincas
destinadas al comercio o la industria, no podrán exceder de 20 años. Si se trata
de bienes muebles, la duración máxima es de 5 años.

Cualquier bien que sea susceptible de producir una utilidad puede ser materia
de arrendamiento, excepto los bienes consumibles por el primer uso; los que la
ley prohíbe expresamente y los estrictamente personales.

La renta puede ser en dinero o en otra clase de prestación, con tal de que la
renta sea determinada o determinable.

Para dar en arrendamiento un bien no necesariamente se requiere ser el


dueño, sino tener autorización de este para arrendarlo.

La forma requerida para el arrendamiento de fincas urbanas es de un


documento privado. Si es un predio rústico y la renta excede de 4 mil unidades
monetarias, se otorgará en escritura pública.

El arrendador tiene las siguientes obligaciones: conceder el uso o goce


temporal del bien arrendado; entregar el bien en estado de servir; conservar el
bien en el mismo estado de servir; no estorbar ni impedir el uso del bien
arrendado; garantizar el uso o goce pacífico; garantizar la posesión útil; y
preferir al arrendatario en caso de nuevo arrendamiento o de venta del bien
arrendado.

El arrendatario, por su parte, tiene las siguientes obligaciones: Pagar la renta;


cuidar el bien arrendado; servirse del bien para el uso convenido; y restituir el
bien arrendado. No podrá darlo en subarrendamiento si no está expresamente
autorizado para ello.

Contrato de Comodato

El comodato es un contrato por virtud del cual una persona concede a otra,
gratuitamente, el uso de un bien no fungible, obligándose la última a restituirlo
en su propia individualidad.

Aunque es un contrato de préstamo de uso, se distingue del arrendamiento en


que es gratuito, en tanto que este último es oneroso. Tampoco se confunde con
el préstamo de consumo porque este último es traslativo de dominio.

La formalidad requerida es por escrito ante dos testigos. Si se trata de predios


rústicos cuyo valor exceda de 500 unidades monetarias, se otorgará en
escritura pública.

5.6 Depósito y secuestro

Contrato de depósito

Es un contrato por virtud del cual una persona se obliga a recibir un bien que
otra le confía y a guardarlo para restituirlo cuando esta última se lo pida.

Este contrato no transfiere derecho alguno sobre el bien depositado,


simplemente se entrega para su custodia y posterior restitución.

Hay casos en que el depositario puede retener el bien:

Al enterarse que el bien es robado, debe dar aviso al dueño o a la autoridad.

Cuando judicialmente se le haya mandado retener la cosa.


Cuando se entera que el bien es de su propiedad, debe recurrir a la autoridad
judicial para que lo autorice a retenerlo.

Si no se le asegura el pago de los gastos de conservación o la indemnización


de los perjuicios, puede pedir a la autoridad judicial la retención

Secuestro

Cuando el depósito recae sobre bienes litigiosos, se denomina secuestro.

La ley civil lo define como el depósito de una cosa litigiosa en poder de un


tercero, hasta que se decida a quién debe entregarse.

Puede ser convencional o judicial.

El secuestro convencional se verifica cuando los litigantes depositan la cosa


litigiosa en poder de un tercero que se obliga a entregarla, concluido el pleito,
al que conforme a la sentencia tenga derecho a ella.

El secuestro judicial es el acto de autoridad que se constituye por orden del


juez para asegurar bienes o valores, a efecto de garantizar los derechos del
acreedor y, en su caso, proceder al remate o venta de los mismos, para que con
su producto se le haga pago con la preferencia que establece la ley.

5.7 Mandato

Es el contrato por virtud del cual una persona se obliga con otra a ejecutar por
cuenta de esta, los actos jurídicos que le encomiende.

Hay varias especies de mandato:

Representativo y sin representación. En el primero, el mandatario actúa frente


a terceros, al realizar los actos jurídicos encomendados, por cuenta y a nombre
del mandante. En el segundo caso, el mandatario actúa por cuenta del
mandante pero en nombre propio. Cuando el mandatario obra en su propio
nombre, el mandante no tiene acción contra las personas con quienes el
mandatario ha contratado, ni estas tampoco contra el mandante.

General y especial. El primero se otorga para un número indeterminado de


actos jurídicos. Es especial cuando se confiere para uno o varios actos
específicamente determinados.

Mercantil y civil. El mandato aplicado a los actos de comercio se denomina


comisión mercantil; y lo regula el Código de Comercio. Es civil el mandato
que no es mercantil y lo regula el Código Civil.

Gratuito y oneroso. En el primer caso, se pacta expresamente que el mandante


no retribuirá al mandatario por la ejecución de los actos jurídicos
encomendados. En el segundo, el mandante sí está obligado a dar dicha
retribución. Si nada se pacta, se entiende que el mandato es oneroso.

Revocable e irrevocable. Por regla general, el mandato es revocable; esto es,


el mandante puede revocar el mandato cuando quiera y como quiera. Igual el
mandatario lo puede renunciar. Sin embargo, será irrevocable cuando se haya
pactado su otorgamiento en un contrato bilateral celebrado entre las partes; y
cuando sea un medio para el cumplimiento de una obligación contraída

Judicial y extrajudicial. El primero es el que se otorga ante la autoridad


judicial para un asunto de esa naturaleza; el segundo, el que se otorga sin la
intervención del juez.

Pleitos y cobranzas; actos de administración; y actos de dominio. El primero


permite intervenir al mandatario en cualquier litigio, controversia o acción de
cobro del mandante. El segundo autoriza para realizar los actos
administrativos que pertenezcan al mandante; y, el tercero, para efectuar los
actos de enajenación o gravamen sobre los bienes del mandante, excepto los
de carácter gratuito, que requieren una autorización expresa.

El mandatario debe aceptar el mandato. Dicha aceptación puede ser expresa,


tácita o presunta, a través del silencio, cuando el mandato implica el ejercicio
de una profesión y el mandatario no lo rehúsa dentro de los tres días
siguientes.

El mandatario tiene las siguientes obligaciones: ejecutar el mandato,


personalmente y sujetándose a las instrucciones del mandante; informar al
mandante de cuanto suceda en ejecución del mandato; y rendir cuentas al
mandante.
El mandato se termina: por la revocación del mandante o la renuncia del
mandatario; por la muerte o incapacidad del mandante o del mandatario; por el
vencimiento del plazo estipulado; por la conclusión del negocio para el que se
otorgó; y por la declaración de ausencia del mandante.

La forma requerida para el contrato de mandato es la siguiente:

Si el interés del negocio no excede de 50 unidades monetarias, puede hacerse


verbalmente, pero debe ratificarse por escrito antes de que concluya el asunto.

Si el interés del negocio excede de 50 pero no de 200 unidades monetarias,


debe constar por escrito privado firmado por el otorgante y dos testigos.

Si el interés del negocio excede de 200 unidades monetarias; así como cuando
es general o se deba ejecutar un acto que debe constar en instrumento público,
el mandato debe otorgarse en escrito privado ratificado ante notario público o
bien en escritura pública.

5.8 Contrato de prestación de servicios

Es un contrato por virtud del cual una persona se obliga a realizar en beneficio
de otra, un servicio de carácter técnico o profesional, a cambio de una
retribución.

El profesionista o técnico tiene a su cargo las siguientes obligaciones:

Prestar el servicio técnico, profesional o especializado. En ello debe observar


el cuidado y la atención necesarios, pues de lo contrario será responsable por
su negligencia, impericia o dolo.

Realizar las expensas que hayan de erogarse en el negocio en que se preste el


servicio, a menos que se hubiere pactado que el cliente deba anticiparlas.

Cuando se trata de un abogado, este no puede admitir de la contraparte el


patrocinio o la representación en el mismo asunto; ni revelarle los secretos de
su cliente o suministrarle documentos o datos que lo perjudiquen.

La ley no exige una forma específica para el contrato, por lo que puede ser
consensual o por escrito, a elección de las partes.
5.9 Régimen de condominio

El régimen de propiedad en condominio es una forma de apropiación que


otorga s su titular el derecho exclusivo de uso, goce y disfrute de su unidad
privativa y, a la vez, un derecho de copropiedad sobre los bienes de uso
común.

El régimen de propiedad en condominio puede ser: vertical, horizontal y


mixto.

Antes de la constitución del régimen de propiedad en condominio, los


interesados deben obtener la declaración que expida la autoridad competente
en el sentido de ser realizable el proyecto general, por hallarse dentro de las
previsiones sobre desarrollo urbano, de planificación urbana y de prestación
de servicios públicos.

El municipio expedirá la autorización para la subdivisión de los predios en


áreas privativas o privadas y comunes.

El procedimiento para obtener la autorización del régimen de propiedad en


condominio es el mismo que debe observarse para los fraccionamientos.

Los conjuntos urbanos de tipo habitacional en régimen de condominio deberán


donar al Municipio las áreas equivalentes a la requerida para los
fraccionamientos: con densidad hasta 40 viviendas por hectárea, el 11% del la
superficie total del predio; con densidad de 41 a 80 viviendas, el 12%; con
densidad mayor a 80 viviendas, 20 metros cuadrados por vivienda.

Una vez que se ha obtenido la autorización del Municipio para la constitución


del régimen de propiedad en condominio, así como las factibilidades de
servicios de las autoridades competentes, es necesario protocolizarla en
escritura pública, en la cual comparecen el propietario del inmueble y la
autoridad municipal.

En la escritura pública, el propietario declarará su voluntad de sujetar el


inmueble al régimen de propiedad en condominio y en dicho instrumento se
insertará la autorización de subdivisión del predio en áreas privativas y
comunes; además, se hará constar:

1. La ubicación, dimensiones y linderos del terreno;


2. Las autorizaciones o permisos otorgados por las autoridades
competentes y, en su caso, las garantías que se hubieren exigido;
3. La descripción general del desarrollo o la construcción;
4. El destino general del condominio y, en su caso, el especial de cada
unidad;
5. La descripción de cada unidad en condominio, su nomenclatura,
ubicación, medidas y demás datos necesarios para identificarla;
6. Los datos de identificación de los lotes destinados a condominio
horizontal, como ubicación, medidas, colindancias, tanto de la unidad
privativa como de las áreas comunes;
7. El porcentaje que le corresponde a cada unidad sobre el valor total
nominal de los bienes de uso común del condominio;
8. Los bienes de uso común; su destino, con la especificación y detalles
necesarios y, en su caso, su ubicación, medidas, colindancias y partes de
que se compongan, características y demás datos necesarios para su
identificación;
9. Los casos y condiciones en que pueda ser modificado el régimen de
condominio;
10.El reglamento de Condominio y Administración, que establecerá las
bases generales que regirán al propio condominio;
11.Los planos generales debidamente autorizados por las autoridades
competentes.

La escritura se inscribirá en el registro Público de la Propiedad.

En las escrituras de transmisión de unidades sujetas al régimen de


condominio, se insertarán y agregarán los datos conducentes de la escritura
constitutiva, así como de inscripción en el Registro Público de la Propiedad.
Se hará constar que se entrega al interesado copia certificada del reglamento,
con lo cual se presume que adquiere todos los derechos y obligaciones
respectivos.

5.10 Asociaciones y sociedades

Asociación Civil

La asociación civil es contrato y persona moral

En su primera acepción es un contrato por virtud del cual dos o más personas
convienen en reunirse de manera más o menos permanente para la realización
de un fin común, lícito y que no sea preponderantemente económico.

En su segunda acepción, es una corporación de derecho privado que tiene una


finalidad común, lícita y que no sea preponderantemente económica.

Para constituir una asociación se requiere autorización de la Secretaría de


Economía para el uso de la razón social.

Debe constar por escrito y si se aportan inmuebles, se hará constar en escritura


pública. Se inscribe en el registro Público de la Propiedad.

El contrato de asociación civil debe contener, por lo menos, el nombre y


domicilio de los asociados, la razón social, el domicilio de la asociación, el
objeto social, el patrimonio de la asociación, las facultades de la asamblea, las
atribuciones de la dirección y los derechos y obligaciones de los asociados.

El órgano supremo de la asociación es la asamblea de asociados.,

A la Asamblea le corresponde resolver sobre: la admisión y exclusión de los


asociados, aunque la Dirección hubiere ejercido provisionalmente esta
atribución; el nombramiento de director o directores; la revocación de los
nombramientos hechos; la disolución anticipada y prórroga de la asociación; y
los demás asuntos señalados por la ley y los estatutos sociales.

La administración y representación está encomendada a un Director o Consejo


Directivo. Le corresponde la representación de la asociación y la
administración de los negocios sociales.

Los asociados tienen derechos y obligaciones.

Los derechos de los asociados son: votar, vigilar, participar en la


administración, no ser excluidos de la asociación sino por acuerdo de la
Asamblea y por causas contempladas en los estatutos.

Las obligaciones surgen de la ley y de los estatutos. Entre ellas: asistir a las
asambleas y a las sesiones de la mesa Directiva; cumplir las determinaciones
de la asamblea y de la Dirección, etc.

La calidad de asociado es intransferible.


Sociedad Civil

La sociedad civil también es contrato y persona moral.

En su primera acepción es el contrato por virtud del cual dos o más personas
se obligan a aportar bienes o servicios para la realización permanente de un fin
común, lícito y preponderantemente económico, pero no de especulación
comercial.

En su segunda acepción, la sociedad civil es una corporación de derecho


privado, dotada de patrimonio y personalidad propios, que tiene un fin común,
lícito y preponderantemente económico pero no de especulación.

Para constituir una sociedad civil se requiere autorización de la Secretaría de


Economía para el uso de la razón social.

Debe constar por escrito y si se aportan inmuebles, se hará constar en escritura


pública. Se inscribe en el registro Público de la Propiedad.

El contrato de sociedad civil debe contener los siguientes requisitos:

1. El nombre y domicilio de los socios.


2. La razón social.
3. El domicilio de la sociedad.
4. El objeto de la sociedad.
5. El patrimonio de la sociedad.
6. Las facultades de la asamblea.
7. Las atribuciones de la administración.
8. Los derechos y obligaciones de los socios.
9. Los requisitos personales que deben reunir los socios.

La asamblea de socios es el órgano supremo de la sociedad civil. Le


corresponde decidir sobre la admisión y exclusión de socios; el nombramiento
y revocación de socios administradores; la disolución anticipada o prórroga de
la sociedad; los actos de dominio; y todos los demás asuntos que señalen la ley
y los estatutos sociales.

La administración le corresponde al socio o socios administradores. Tienen


todas las facultades que fueren necesarias al giro y desarrollo de los negocios
que constituyen el objeto social; esto es, representación, administración y
dirección. Salvo pacto en contrario, requieren autorización de la asamblea de
socios para enajenar los bienes sociales, para gravarlos, para tomar capitales
prestados y cuando así lo establezcan la ley o los estatutos sociales.

Los socios tienen derechos y obligaciones.

Las obligaciones son; hacer las aportaciones convenidas; garantizar el pago de


las deudas sociales; soportar el pago de las pérdidas; no ceder sus derechos sin
el consentimiento previo de la asamblea.

Los derechos de los socios son patrimoniales y corporativos.

Son derechos patrimoniales: el reembolso de sus aportaciones; participar en


las utilidades; y ser preferido en la venta de partes sociales.

Son derechos corporativos: votar, vigilar, administrar, renunciar o separarse de


la sociedad; y no ser excluido de la sociedad si no lo decide la asamblea por
causa grave prevista en los estatutos.

La sociedad civil puede disolverse: por haberse cumplido el término de


duración pactado; por la realización completa del fin social o volverse
imposible; por acuerdo de la asamblea; por muerte o incapacidad de un socio;
por la muerte del socio industrial siempre que con su industria haya dado
nacimiento a la sociedad; por renuncia de uno de los socios si los demás no
quieren continuar; y por resolución judicial.

Al disolverse la sociedad debe procederse a su liquidación, conforme a los


estatutos sociales. Si estos no señalan expresamente, entonces primero deben
cubrirse los compromisos sociales; luego, reembolsar las aportaciones de los
socios; y si aún queda remanente, se considerará utilidad que se repartirá entre
los socios de acuerdo a sus aportaciones.

5.11 Fianzas, prendas e hipotecas

Contrato de Fianza

Es un contrato por virtud del cual una persona se obliga con el acreedor a
pagar por el deudor, si este no lo hace.
Se trata de una garantía personal que el Fiador constituye sobre todo su
patrimonio, pero sin definir algún bien en particular. Lo que sí es que se exige
una solvencia económica para que en verdad pueda garantizar el cumplimiento
de la obligación.

Hay varias clases de Fianza: legal, judicial, convencional, gratuita y onerosa.

El consentimiento requerido en el contrato de fianza es el del Fiador y el del


acreedor; por lo que el deudor puede no participar en este acto.

El legislador civil no exige una determinada forma para el contrato de Fianza.


En materia mercantil se hace constar a través de la póliza respectiva.

Si el deudor principal no paga, entonces el cumplimiento de la obligación lo


debe hacer el Fiador. Este debe llamar a juicio al deudor principal para que
haga valer sus derechos. Además, el fiador puede oponer excepciones
derivadas de la relación principal y de la fianza misma, así como oponer los
beneficios de orden y de excusión.

Si el fiador se ve obligado a pagar, se subroga en los derechos y obligaciones


que correspondían al acreedor y, por lo mismo puede exigir al deudor
principal que le reembolse lo que hubiere pagado.

La fianza se extingue cuando se extingue la obligación principal.

También puede extinguirse por las siguientes causas:

1. Por la liberación que haga el acreedor al fiador.


2. Por la imposibilidad de que el fiador se subrogue en los derechos,
privilegios e hipotecas del acreedor, por culpa de este último.
3. Por la prórroga o espera que el acreedor conceda al deudor sin el
consentimiento del fiador.
4. La quita que haga el acreedor al fiador reduce en la misma proporción
la fianza. Además, si con ese motivo la obligación principal queda
sujeta a nuevos gravámenes o condiciones, ello provoca la extinción de
la fianza.
5. La falta de requerimiento judicial del cumplimiento de la obligación, en
que incurra el acreedor respecto del fiador, puede ocasionar la extinción
de la fianza.
6. La inactividad procesal del acreedor en el juicio seguido contra el
deudor, por más de tres meses, hace que el fiador quede liberado de la
obligación.
7. Por la confusión de la obligación del deudor y la del fiador porque uno
herede a otro. En ese caso se reúnen las calidades de deudor principal y
de fiador en una sola persona.

Contrato de prenda

Es un contrato por virtud del cual, el deudor o un tercero, para garantizar el


cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago, entrega al
acreedor un bien mueble, enajenable, concediéndole el derecho de venta en
caso de incumplimiento.

Es un contrato en el que las partes son el deudor o un tercero que sea el


dueño del bien y el acreedor. Pueden participar únicamente el garante
prendario y el acreedor, aunque no intervenga el deudor principal.

Es un contrato de garantía específica, porque recae sobre un bien


determinado.

El bien dado en prenda debe ser mueble y que tenga la cualidad de ser
enajenable,

Es necesaria la entrega del bien mueble. Esa entrega puede ser material o
jurídica. Es el único contrato real.

La garantía consiste en que el acreedor recibe un bien mueble y, en caso de


incumplimiento, podrá solicitar la venta del mismo y, con el producto de la
enajenación, pagar el adeudo.

Cuando el bien se entrega materialmente al acreedor prendario éste no


puede usarlo, excepto que así se hubiera pactado expresamente.

El contrato de prenda debe constar por escrito e inscribirse en el Registro


Público para que surta efectos con relación a terceros.

La Hipoteca

La hipoteca puede surgir de un contrato o de una declaración unilateral de


voluntad.
En el primer caso es un contrato por virtud del cual, el deudor o un tercero,
para garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el
pago, conceden al acreedor el derecho de proceder a la venta de un bien
determinado, enajenable, sin estregárselo.

En el segundo caso, la hipoteca se constituye por la sola voluntad del


dueño del bien que se afecta a una garantía específica.

La hipoteca tiene las siguientes características:

1. Naturaleza inseparable respecto de los bienes gravados


2. Recae sobre los siguientes bienes: las accesiones naturales; las mejoras;
los objetos incorporados permanentemente; las nuevas edificaciones.
3. Los bienes que no pueden ser hipotecados son: los frutos y rentas
pendientes separadamente; los mueble colocados permanentemente, de
manera separada; las servidumbres si no se hipotecan con el predio
dominante; el derecho de percibir frutos en el usufructo de los padres;
los derechos de uso y habitación; y los bienes litigiosos si no se hace
constar su situación.
4. Puede haber varias hipotecas sobre el mismo bien.
5. La puede constituir el deudor o un tercero.
6. En caso de insuficiencia de la hipoteca, determinada pericialmente, el
garante tiene la obligación de mejorarla en un plazo de 8 días y, en caso
de no hacerlo, se puede dar por vencido anticipadamente el plazo de la
obligación.
7. La hipoteca puede garantizar obligaciones actuales, futuras o sujetas a
condición.
8. La capacidad para hipotecar es la capacidad para disponer. Sólo pueden
hipotecar los que pueden enajenar y sólo se pueden hipotecar los bienes
enajenables.
9. El contrato de hipoteca es formal. Debe constar por escrito y si el
crédito que garantiza excede de 500 unidades monetarias, en escritura
pública. Además debe inscribirse en el Registro Público para que surta
efectos contra terceros.

Los principios que rigen la hipoteca son: especialidad (créditos específicos


y bienes determinados); publicidad (inscripción en el registro); e
indivisibilidad (subsiste íntegra aunque se reduzca la obligación; y grava
cualquier parte de los bienes aunque la restante desaparezca).
El derecho real de hipoteca significa: un derecho de perseguir el bien
aunque haya pasado a poder de tercero; un derecho de venta en caso de
incumplimiento; y un derecho de ser preferido en el pago.

La hipoteca se extingue de dos maneras: por vía de consecuencia, cuando


se extingue la obligación principal; y, por vía directa, en los siguientes
casos: cuando se extingue el bien hipotecado; porque se resuelve o
extingue el derecho del deudor sobre el bien hipotecado; por causa de
expropiación; por remate judicial de la finca hipotecada; por remisión
expresa que haga el acreedor; y por prescripción de la acción hipotecaria.

5.12 Juicios civiles

El Código de Procedimientos Civiles del Estado regula el juicio ordinario y


las acciones especiales.

JUICIO ORDINARIO

El juicio principia con la demanda, con la que el actor acompaña los


documentos que funden o acrediten la acción; los que acreditan la
personalidad con que comparece; y, las copias de traslado.

En la demanda se hace el ofrecimiento de los medios de prueba y la expresión


de los hechos que con los mismos se trata de demostrar.

Si la demanda reúne los requisitos fijados, el juzgado la admitirá y mandará


emplazar al demandado por el plazo de 9 días para que conteste la demanda.

La parte demandada debe contestar dentro del plazo fijado y oponer las
excepciones que tuviera.

Del escrito de contestación se dará vista al actor por 3 días para que manifieste
lo conducente.

En la contestación se podrá promover reconvención o contrademanda. Si esto


es así, se correrá traslado al actor por 9 días para que la conteste.

De la contestación de la reconvención se dará vista al demandado por el


término de 3 días.
Si transcurren los plazos para contestar la demanda o la reconvención sin que
se hubiera dado la contestación, se declara la rebeldía y se presumirán
confesados los hechos de la demanda o reconvención que se dejaron de
contestar.

Transcurridos los plazos para contestar la demanda o su reconvención y sus


respuestas, el tribunal señalará fecha para la audiencia preliminar, la que
deberá llevarse a cabo dentro de los diez días siguientes.

La audiencia preliminar tiene por objeto:

1. La depuración del procedimiento


2. La conciliación de las partes
3. La fijación de acuerdos sobre hechos no controvertidos
4. La fijación de acuerdos probatorios
5. La admisión de pruebas, y
6. La citación para la audiencia de juicio.

En la audiencia de juicio, que deberá celebrarse dentro del lapso de 10 a


45 días, se desahogarán las pruebas que se encuentren preparadas. Luego
se dará el uso de la palabra a cada una de las partes por un máximo de 15
minutos para formular sus alegatos. Enseguida se citará a las partes para la
continuación de la audiencia dentro del término de 10 días, en la que se
dictará sentencia. Si se trata de asuntos complejos el plazo se podrá ampliar
hasta por 15 días.

En la audiencia fijada para dictar sentencia, el tribunal expondrá


verbalmente los fundamentos de hecho y de derecho del fallo y leerá los
puntos resolutivos y pondrá a disposición de las partes copia de la
sentencia.

Las pruebas que podrán ofrecerse y desahogarse son las siguientes:

1. Confesión;
2. Documental pública;
3. Documental privada;
4. Pericial;
5. Reconocimiento o Inspección judicial;
6. Testimonial;
7. Fotografías, copias fotostáticas, registros dactiloscópicos, digitales o
informáticos y, en general, todos los elementos aportados por los
descubrimientos de la ciencia y la tecnología;
8. Presuncional; y,
9. Todos los demás medios que produzcan convicción en el juez.

Haciendo especial énfasis en la PRUEBA PERICIAL, se pueden hacer los


siguientes comentarios:

a) La prueba pericial procede cuando sean necesarios conocimientos


especiales en alguna ciencia, arte, técnica, oficio o industria, o cuando
lo disponga la ley.

b) Los peritos deben tener título en la ciencia, arte, técnica, oficio o


industria a que pertenezca la cuestión sobre la que ha de oírse su
parecer, si la ciencia, arte, técnica, oficio o industria requieren título
para su ejercicio.

c) Si no requirieran título para su ejercicio o requiriéndolo no hubiere


peritos en el lugar, podrán ser nombradas cualesquiera personas
entendidas a satisfacción del juzgado aún cuando no tengan título.

d) Las partes propondrán la prueba pericial en los siguientes términos:

1. Señalarán con precisión la ciencia, arte, técnica, oficio o industria sobre


la cual deba practicarse la prueba, los puntos o cuestiones sobre los que
versará la pericial y la correspondiente relación de tal prueba con los
hechos controvertidos.

Asimismo, señalará datos de identificación y la justificación de su


calidad técnica, artística o industrial del perito que se proponga. Si falta
cualquiera de los requisitos anteriores el juzgado desechará de plano la
prueba.

Si se trata de avalúos sobre bienes inmuebles, el nombramiento de peritos


deberá recaer en un especialista en valuación debidamente acreditado ante el
Departamento Estatal de Profesiones.

Cuando los bienes sean muebles, el avalúo lo practicará un establecimiento


comercial dedicado al giro que corresponda, o una persona especialista en
valuación debidamente acreditada.

2. En caso de estar debidamente ofrecida, el juez la admitirá en la


audiencia preliminar, quedando obligadas las partes a que sus peritos,
dentro del plazo de tres días presenten escrito en el que acepten el cargo
conferido y protesten su fiel y legal desempeño, debiendo anexar el
original o copia certificada de su cédula profesional o documentos que
acrediten su calidad de perito en la especialidad para la que se les
designó.

Sin la exhibición de los documentos justificativos de su calidad no se


tendrá por presentado el perito aceptando el cargo, con la
correspondiente sanción para las partes.

En caso de que la prueba pericial verse sobre la firma o escritura de alguna de


las partes, en el desahogo de la audiencia preliminar deberá estamparse la
firma, rasgos caligráficos o cuerpo de la escritura que el juez considere
necesarios, pudiendo este o las partes hacer las observaciones que estimen
pertinentes a fin de que los peritos dictaminen al respecto.

Si no comparece quien debe firmar o escribir, se tendrán como puestas de su


puño y letra las firmas y escritura contenidas en los documentos cuestionados.

3. Los peritos quedan obligados a rendir su dictamen dentro de los diez


días siguientes a la fecha en la que hayan presentado los escritos de
aceptación y protesta del cargo, salvo que se justifique la ampliación del
plazo.

4. Cuando los peritos de las partes rindan sus dictámenes y estos resulten
substancialmente contradictorios, se designará un perito tercero en
discordia.

Tratándose de perito tercero en discordia, deberá notificársele para que dentro


del término de tres días presente escrito en el que acepte el cargo conferido y
proteste su desempeño, además de señalar el monto de sus honorarios, mismos
que deberán ser autorizados por el juez y cubiertos por ambas partes en igual
proporción, y aquella que no pague los que le corresponde será apremiada por
resolución que contenga ejecución y embargo de sus bienes.
Si se trata de fijar valores y la diferencia entre los avalúos de los peritos no
excediere de un quince por ciento del mayor precio fijado, se omitirá el
nombramiento de perito tercero en discordia. En este caso se tomará el
término medio entre los avalúos practicados.

Si hubiere sido necesario el nombramiento de perito valuador tercero en


discordia, el juez lo aceptará si su avalúo coincide con alguno de los
anteriores; y no siendo así, se tomará en medio aritmético de los dos que más
se aproximen.

5. La falta de presentación del escrito del perito designado por la parte


oferente de la prueba pericial, donde acepte y proteste el cargo, dará
lugar a que se tenga por desierta dicha probanza.

Si la contraria no designa perito, o el perito designado por esta no presente el


escrito de aceptación y protesta del cargo, se tendrá por conforme con el
dictamen que rinda el perito del oferente.

En el supuesto de que el perito designado por alguna de las partes que haya
aceptado y protestado el cargo conferido, no presente su dictamen en el
término concedido, se entenderá que dicha parte acepta aquél que rinda el
perito de la contraria y la pericial se desahogará con ese dictamen.

Si los peritos de ambas partes no rinden su dictamen dentro del término


concedido, el juez declarará desierta la prueba.

En los casos a que se refieren los párrafos anteriores, el juez sancionará a los
peritos con multa hasta de 200 veces la unidad monetaria Uma´s.

6. Los peritos quedan obligados a asistir a la audiencia respectiva con el


fin de exponer verbalmente las conclusiones de sus dictámenes, a efecto
de que se desahogue la prueba con los exhibidos y respondan las
preguntas que el tribunal o las partes le formulen.

En caso de no asistir los peritos designados por las partes, se tendrá por
rendido su dictamen, y de no presentarse el perito tercero en discordia se le
impondrá una sanción pecuniaria equivalente a la cantidad que cotizó por sus
servicios, la cual será a favor del Fondo Auxiliar para la Administración de
Justicia.
7. Las partes pueden convenir en la designación de un solo perito para que
rinda su dictamen al cual se sujetarán. Antes de que concluya la
audiencia de juicio, podrán conformarse con el dictamen del perito de la
contraria.

8. El perito nombrado por el juez como tercero en discordia puede ser


recusado con expresión de causa, dentro de las 48 horas siguientes a la
notificación de su nombramiento a las partes, por las causas siguientes:

. El parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado con alguno


de los litigantes;

. Tener interés en el juicio; y

. Ser socio, inquilino, arrendador, amigo íntimo, o enemigo manifiesto


de alguna de las partes.

Si se desestima la recusación, se impondrá a la parte recusante una


multa hasta 200 veces la unidad monetaria.

9. El dictamen de peritos será valorizada según el prudente arbitrio del


juez. Tratándose de avalúos se tomará en cuenta lo dispuesto sobre el
particular.

JUICIOS SUCESORIOS

El juicio sucesorio contendrá lo siguiente:

1. La denuncia del intestado o del testamentario

2. Las citaciones a los herederos y la convocatoria a quienes se crean con


derecho a la herencia

3. La declaración de herederos y el nombramiento de albacea o


interventores

4. La declaración de validez del testamento, el reconocimiento de la


capacidad legal para heredar y la declaración de preferencia de derechos
5. El inventario y avalúo

6. La rendición de cuentas de administración, glosa y calificación

7. El proyecto de distribución provisional de los frutos y productos de los


bienes hereditarios

8. El proyecto de partición de los bienes y los convenios respectivos

9. La distribución y adjudicación de los bienes de la herencia.

Los juicios sucesorios son TESTAMENTARIOS e INTESTAMENTARIOS.

En ambos procedimientos se debe practicar INVENTARIO Y AVALÚO,


acerca de los cuales conviene anotar lo siguiente:

El albacea, dentro de los siguientes 5 días de que aceptó el cargo, debe dar
aviso de que procederá a la formación del inventario y avalúo de los bienes de
la herencia. Al mismo tiempo hará la designación del perito.

El inventario y avalúo deben practicarse simultáneamente y presentarse al


juzgado dentro los 60 días siguientes a la aceptación del cargo.

La ley permite que no se practique el avalúo de los bienes cuyo precio conste
en instrumento público dentro del año anterior a la muerte del autor de la
sucesión.

El inventario y avalúo se presentan conjuntamente y se pondrán a la vista de


los interesados por el término de 3 días para que puedan examinarlos.

Si no hay oposición al inventario y avalúo se aprobarán por el juzgado.

DE LOS REMATES

El remate consiste en la venta judicial en subasta pública de bienes


embargados o sujetos a hipoteca, cuando el deudor ha omitido el pago de las
prestaciones a que fue condenado por sentencia ejecutoriada.

Cuando los bienes embargados sean inmuebles, deberá exhibirse un


certificado de gravámenes actualizado que expida el Registro Público de la
Propiedad.

Si del certificado de gravámenes se desprende que existen otros diversos al


que motiva la ejecución, se celebrará una junta de acreedores para que
intervengan en el avalúo y subasta, si les conviniere. Si no asistieren los
acreedores no se tendrá que designar perito de su parte.

El avalúo de los bienes embargados se sujetará a las reglas de la prueba


pericial. Si fueren más de dos los peritos valuadores, no habrá necesidad de
nombrar perito tercero en discordia, pues en este caso se aceptará el avalúo
fijado por la mayoría y, en su defecto, lo será el término medio entre los dos
avalúos que más se aproximen.

El término de los avalúos será de un año.

Practicado el avalúo, se anunciará la almoneda por dos veces, de siete en siete


días, en un periódico de circulación estatal y en el tablero de avisos del
juzgado. Si los inmuebles estuvieren situados en diversos lugares, en todos
ellos se publicarán edictos en los tableros de los respectivos juzgados.

La base para el remate es el valor fijado pericialmente conforme a lo


expresado anteriormente. Es postura legal la que cubra las dos terceras partes
del avalúo de los bienes.
TEMA VI

6. DERECHO MERCANTIL

6.1 Actos de comercio y contratos mercantiles

Son actos de comercio aquellos que se realizan con intermediación en el


cambio y con un propósito de especulación.

El Código de Comercio, en el artículo 75 señala cuáles son los actos de


comercio que reputa como tales la ley:

1. Todas las adquisiciones, enajenaciones y alquileres verificados con


propósito de especulación comercial, de mantenimientos, artículos,
muebles o mercaderías, sea en estado natural, sea después de trabajados
o labrados;
2. Las compras y ventas de bienes inmuebles, cuando se hagan con dicho
propósito de especulación comercial;
3. Las compras y ventas de porciones, acciones y obligaciones de las
sociedades mercantiles;
4. Los contratos relativos a obligaciones del Estado u otros títulos de
crédito corrientes en el comercio;
5. Las empresas de abastecimientos y suministros;
6. Las empresas de construcciones y trabajos públicos y privados;
7. Las empresas de fábricas y manufacturas;
8. Las empresas de transportes de personas o cosas, por tierra o por agua;
y las empresas de turismo;
9. Las librerías y las empresas editoriales y tipográficas;
10. Las empresas de comisiones, de agencias, de oficinas de negocios
comerciales, casas de empeño y establecimientos de ventas en pública
almoneda;
11. Las empresas de espectáculos públicos;
12.Las operaciones de comisión mercantil;
13.Las operaciones de mediación de negocios mercantiles;
14.Las operaciones de bancos;
15.Todos los contratos relativos al comercio marítimo y a la navegación
interior y exterior;
16.Los contratos de seguros de toda especie, siempre que sean hechos por
empresas;
17.Los depósitos por causa de comercio;
18.Los depósitos en los almacenes generales y todas las operaciones
hechas sobre los certificados de depósito y bonos de prenda librados por
los mismos;
19.Los cheques, letras de cambio o remesas de dinero de una plaza a otra,
entre toda clase de personas;
20.Los vales u otros títulos a la orden o al portador, y las obligaciones de
los comerciantes, a no ser que se pruebe que se derivan de una causa
extraña al comercio;
21.Las obligaciones entre comerciantes y banqueros, si no son de
naturaleza esencialmente civil;
22.Los contratos y obligaciones de los empleados de los comerciantes en lo
que concierne al comercio del negociante que los tiene a su servicio;
23.La enajenación que el propietario o el cultivador hagan de los productos
de su finca o de su cultivo;
24.Las operaciones contenidas en la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito; y
25.Cualesquiera otros actos de naturaleza análoga a los expresados en el
Código.

No son actos de comercio la compra de artículos o mercaderías que para su


uso o consumo, o los de su familia, hagan los comerciantes, ni las reventas
hechas por obreros, cuando ellas fueren consecuencia natural de la práctica
de su oficio.

Se entiende por contrato el acuerdo de voluntades para crear o transmitir


derechos y obligaciones de contenido patrimonial.

Son contratos mercantiles aquellos que regula el Código de Comercio y


las demás Leyes de carácter Mercantil.

En las convenciones mercantiles cada uno se obliga en la manera y


términos que aparezcan que quiso obligarse, sin que la validez del acto
comercial dependa de la observancia de formalidades o requisitos
determinados.

Quedan exceptuados de lo anterior:

1.- Los contratos que por disposición legal deban formalizarse en escritura
pública o requieran formalidades o solemnidades para su eficacia;

2.- Los contratos celebrados en el extranjero, si la ley exige escrituras,


formas o solemnidades determinadas para su validez, aunque no las exija la
ley mexicana.

Los convenios y contratos mercantiles que se celebren por


correspondencia, telégrafo o mediante el uso de medios electrónicos,
ópticos o de cualquier otra tecnología, quedarán perfeccionados desde que
se reciba la aceptación de la propuesta o las condiciones con que esta fue
modificada.

Son aplicables a los actos y contratos mercantiles las disposiciones del


derecho civil sobre la capacidad de los contratantes y de las excepciones y
causas que rescinden o invalidan los contratos; con las modificaciones y
restricciones que puedan establecer las leyes mercantiles.

En los contratos mercantiles no se reconocerá términos de gracia o cortesía,


y en todos los cómputos de días, meses y años, se entenderán: el día, de 24
horas; los meses, según su designación en el calendario gregoriano; y, el
año, de 365 días.

En cuanto al tiempo y el lugar de cumplimiento de los contratos


mercantiles deben observarse las siguientes reglas:

1.- En cuanto al tiempo, se atenderá a lo convenido por las partes.

Si no hay convenio acerca del plazo, desde el día en que el acreedor le


reclame al deudor, judicial o extrajudicialmente, ante fedatario o testigos.

Hay una regla según la cual, las obligaciones que no tuvieren término
prefijado por las partes serán exigibles a los 10 días después de contraídas,
si sólo produjeren acción ordinaria, y al día inmediato si llevaren aparejada
ejecución.

2.- En cuanto al lugar, las obligaciones mercantiles habrán de


cumplimentarse en el lugar determinado en el contrato o, en caso contrario,
en aquel que según la naturaleza del negocio o ola intención de las partes
deba considerarse adecuado al efecto por consentimiento de aquéllas o
arbitrio judicial.
6.2 Clases y características de las diferentes sociedades
mercantiles

La Ley General de Sociedades Mercantiles reconoce las siguientes especies de


sociedades mercantiles:

1. Sociedad en Nombre Colectivo

2. Sociedad en Comandita Simple

3. Sociedad de Responsabilidad Limitada

4. Sociedad Anónima

5. Sociedad en Comandita por Acciones

6. Sociedad por Acciones Simplificada; y

7. Sociedad Cooperativa.

Todas las sociedades mencionadas pueden ser de capital variable; en tanto que
la Sociedad Cooperativa siempre será de capital variable.

Todas las sociedades enunciadas las regula la Ley General de Sociedades


Mercantiles, excepto la última que tiene su propia regulación en la Ley de
Sociedades Cooperativas.

En la práctica, las sociedades en Nombre Colectivo, en Comandita Simple y


en Comandita por Acciones han caído en desuso.

La escritura o póliza constitutiva de una sociedad deberá contener:

1.- Los nombres, nacionalidad y domicilio de las personas físicas o morales


que constituyen la sociedad;

2.- El objeto de la sociedad;

3.- La razón social o denominación;


4.- La duración de la sociedad, que podrá ser indefinida;

5.- El importe del capital social;

6.- La aportación de cada socio, en dinero o en especie; el valor atribuido a los


bienes y el criterio seguido para su valorización;

7.- El domicilio de la sociedad;

8.- La forma de administración de la sociedad y las facultades de los


administradores;

9.- El nombramiento de los administradores y la designación de los que han de


llevar la firma social;

10.- La manera de distribuir utilidades y pérdidas entre los socios;

11.- El importe del fondo de reserva;

12.- Los casos de disolución anticipada de la sociedad; y

13.- Las bases para practicar la liquidación y el nombramiento de


liquidadores.

SOCIEDAD DE RESPONSABLILIDAD LIMITADA

La sociedad de responsabilidad limitada es la que se constituye entre socios


que solamente están obligados al pago de sus aportaciones.

Las partes sociales constituyen el derecho que cada socio tiene en la sociedad
con base en su aportación. No pueden representarse por títulos negociable y
sólo podrán cederse en los casos y con los requisitos que establece la ley.

Las características de esta sociedad son las siguientes:

1. Existe bajo una denominación o razón social, que se formará con el


nombre de uno o más socios. Irá inmediatamente seguida de las
palabras “Sociedad de Responsabilidad Limitada” o de sus abreviaturas
“S. de R.L.”

2. Cualquier persona extraña a la sociedad que haga figurar o permita que


figure su nombre en la razón social, responderá de las operaciones
sociales hasta por el monto de la mayor de las aportaciones.

3. Ninguna sociedad de responsabilidad limitada tendrá más de 50 socios.


El mínimo son 2 socios.

4. El capital social será el que se establezca en el contrato social. No hay


un mínimo; sin embargo, como los socios podrán gozar de un voto en la
asamblea por cada mil pesos de su aportación, es importante considerar
esta cantidad para fijar el capital social. Se dividirá en partes sociales
que podrán ser de valor y categoría desiguales, pero que en todo caso
serán de un múltiplo de un peso.

5. Al constituirse la sociedad, el capital deberá estar íntegramente suscrito


y exhibido, por lo menos, el 50% del valor de cada parte social.

6. Para ceder las partes sociales se requiere la autorización de la asamblea


de socios que por lo menos representen la mayoría del capital social. Si
la cesión se autoriza a favor de un extraño a la sociedad, los socios
tendrán el derecho del tanto que deben ejercer en un plazo de 15 días
desde la junta que la autorizó. Si son varios, tendrán derecho en
proporción a sus aportaciones.

7. La administración de la sociedad de responsabilidad limitada estará a


cargo de uno o más gerentes, que podrán ser socios o extraños a la
sociedad.

8. La vigilancia de la sociedad, si el contrato lo establece, estará a cargo de


un Consejo de Vigilancia, formado de socios o personas extrañas a la
sociedad.

9. La asamblea de socios es el órgano supremo de la sociedad. Sus


resoluciones se toman por mayoría de socios que por lo menos
representen la mitad del capital social. En segunda convocatoria las
decisiones se tomarán por mayoría de votos, cualquiera que sea la
porción del capital representado.
10. La asamblea de socios tendrá las facultades siguientes:

a) Discutir, aprobar, modificar o reprobar el balance general del


ejercicio.
b) Proceder al reparto de utilidades
c) Nombrar y remover a los gerentes
d) Designar, en su caso, el Consejo de Vigilancia.
e) Resolver sobre la división y amortización de las partes sociales.
f) Exigir, en su caso, las aportaciones suplementarias y las prestaciones
accesorias.
g) Intentar contra los órganos sociales o contra los socios, las acciones
que correspondan para exigirles daños y perjuicios.
h) Modificar el contrato social.
i) Consentir en las cesiones de las partes sociales y en la admisión de
nuevos socios.
j) Decidir sobre los aumentos y reducciones del capital social.
k) Decidir sobre la disolución de la sociedad; y
l) Las demás que señale la ley y el contrato social.

11.En el contrato social podrá estipularse que los socios tengan derecho a
percibir intereses no mayores del 9% anual sobre sus aportaciones, aún
cuando no hubiere utilidades y por un plazo que no exceda de 3 años.

SOCIEDAD ANÓNIMA

La sociedad anónima es la que existe bajo una denominación y se compone


exclusivamente de socios cuya obligación se limita al pago de sus acciones.

La denominación se formará libremente y siempre irá seguida de las palabras


“Sociedad Anónima” o de su abreviatura “S. A.”

Para constituir una sociedad anónima se requiere:

1. Obtener de la Secretaría de Economía la autorización para el uso de la


denominación social.
2. Que haya 2 socios como mínimo y que cada uno de ellos suscriba por lo
menos una acción.
3. Que el contrato social establezca el monto mínimo del capital social y
que esté íntegramente suscrito
4. Que se exhiba en dinero efectivo, cuando menor el 20% de cada acción
pagadera en numerario; y
5. Que se exhiba íntegramente el valor de cada acción que haya de
pagarse, total o parcialmente, con bienes distintos del numerario.

Las acciones pagadas en todo o en parte mediante aportaciones en especie,


deben quedar depositadas en la sociedad durante 2 años. Si en ese lapso
apareciere que el valor de los bienes es menor en un 25% del valor por el cual
fueron aportados, el accionista estará obligado a cubrir la diferencia a la
sociedad.

La escritura constitutiva o póliza de la sociedad anónima deberá contener los


siguientes requisitos:

1.- La parte exhibida del capital social;

2.- El número, valor nominal y naturaleza de las acciones;

3.- La forma y términos en que ha de pagarse la parte insoluta de las acciones;

4.- La participación en las utilidades concedida a los fundadores;

5.- El nombramiento de uno o varios comisarios;

6.- Las facultades de la Asamblea General y las condiciones para la validez de


sus deliberaciones;

7.- En su caso, las estipulaciones para la transmisión de acciones; causales de


exclusión de socios o para ejercer derechos de separación, de retiro o de
amortización de acciones; para permitir la emisión de acciones que no
confieran derecho de voto, otorguen derechos sociales no económicos o
confieran derecho de veto; implementen mecanismos a seguir en caso de falta
de acuerdo de los accionistas ; amplíen, limiten o nieguen el derecho de
suscripción preferente; y permitir la limitación de responsabilidades de los
administradores.

De las acciones

El capital social se divide en acciones. Estas son títulos nominativos que


sirven para acreditar y transmitir la calidad y los derechos del socio.
Clases de acciones

Las acciones serán de igual valor y conferirán iguales derechos. Sin embargo,
en el contrato social se podrá estipular que el capital se divida en varias clases
de acciones con derechos especiales.

Acciones de voto limitado

También se podrá pactar que una parte de las acciones tenga derecho de voto
solamente en las asambleas extraordinarias que se reúnan para tratar los
siguientes asuntos: prórroga de la duración de la sociedad; disolución
anticipada de la sociedad; cambio de objeto de la sociedad; cambio de
nacionalidad de la sociedad; transformación de la sociedad; y fusión con otra
sociedad.

Los derechos que confieren las acciones de voto limitado son:

- Que no se paguen dividendos a las acciones ordinarias sin que antes se


les asigne a las de voto limitado un dividendo de cinco por ciento. Si en
algún ejercicio no hay dividendos o estos son inferiores al 5%, este se
cubrirá en los años siguientes.
- Puede pactarse que se les fije un dividendo superior a las ordinarias.
- En caso de liquidación de la sociedad, las acciones de voto limitado
serán reembolsadas antes que las ordinarias.
- Sus tenedores tendrán los derechos de las minorías para oponerse a las
decisiones de la asamblea y para revisar el balance y los libros de la
sociedad.

Acciones liberadas y pagaderas

Son acciones liberadas las que su valor esté totalmente cubierto por quien las
ha suscrito. También tienen esa calidad las acciones que se entreguen a los
accionistas como resultado de la capitalización de primas sobre acciones o de
otras aportaciones previas de los accionistas, así como de de capitalización de
utilidades retenidas o de reservas de evaluación o revaluación.

Tratándose de reservas de valuación o de revaluación, estas deberán estar


apoyadas en avalúos efectuados por valuadores independientes autorizados o
corredores.
Son acciones pagaderas las que su valor no ha sido totalmente pagado por el
suscriptor, porque se le haya otorgado un plazo para ello.

Los suscriptores y adquirentes de acciones pagadoras serán responsables por


el importe insoluto de la acción, durante cinco años desde el registro del
traspaso. No podrá reclamarse el pago al enajenante sin que antes se haga
excusión en los bienes del adquirente.

La distribución de las utilidades y, en su caso, del capital social, se hará en


proporción al importe exhibido de las acciones.

Cada acción es indivisible. Si hay varios copropietarios de una misma acción,


se nombrará un representante común.

Los títulos de las acciones y los certificados provisionales podrán amparar una
o varias acciones.

La sociedad considerará como dueño de las acciones a quien aparezca inscrito


como tal en el libro de registro que deberá llevar.

La sociedad no puede adquirir sus propias acciones, excepto por adjudicación


judicial, en pago de créditos de la sociedad.

Acciones de circulación restringida

En el contrato social se podrá pactar que la transmisión de las acciones sólo se


haga con la autorización del consejo de administración. Este podrá negar la
autorización designando un comprador de las acciones al precio corriente en el
mercado.

De la administración

La administración de la sociedad anónima estará a cargo de uno o varios


mandatarios temporales y revocables, quienes pueden ser socios o personas
extrañas a la sociedad.

Si los administradores son dos o más, constituirán un Consejo de


Administración
Para que el Consejo de Administración funcione válidamente deberán asistir,
por lo menos, la mitad de sus miembros y sus resoluciones serán válidas
cuando sean tomadas por la mayoría de los presentes.

Además del Consejo de Administración, la Asamblea general de accionistas y


el propio Consejo o Administrador Único, según el caso, podrán nombrar uno
o varios Gerentes generales o especiales, sean o no accionistas, quienes
tendrán las facultades que expresamente se les confieran; aunque no
necesitarán autorización especial para los actos que ejecuten y gozarán, dentro
de las atribuciones que se les hayan conferido, de las más amplias facultades
de representación y ejecución.

Los administradores y los gerentes podrán, dentro de sus respectivas


facultades, conferir poderes en nombre de la sociedad, los cuales serán
revocables en cualquier tiempo.

Los administradores tienen con la sociedad la responsabilidad solidaria por lo


siguiente:

1. De la realidad de las aportaciones hechas por los socios;


2. Del cumplimiento de los requisitos legales y estatutarios establecidos
con respecto a los dividendos que se paguen a los accionistas;
3. De la existencia y mantenimiento de los sistemas de contabilidad,
control, registro e información previstos legalmente;
4. Del exacto cumplimiento de los acuerdos de las asambleas de
accionistas.

De la vigilancia de la sociedad

La vigilancia de la sociedad anónima estará a cargo de uno o varios


comisarios, temporales y revocables, quienes podrán ser socios o personas
extrañas a la sociedad.

No pueden ser comisarios:

1. Los que estén inhabilitados para ejercer el comercio,


2. Los empleados de la sociedad o los empleados de las sociedades que
sean accionistas de la sociedad, ni los empleados de las sociedades en
que la sociedad en cuestión sea accionista;
3. Los parientes consanguíneos de los administradores, en línea recta sin
limitación de grado, los colaterales dentro del cuarto y los afines dentro
del segundo.

De las Asambleas de accionistas

El órgano supremo de la sociedad es la asamblea general de accionistas.

Pueden ser ordinarias y extraordinarias.

La asamblea extraordinaria resuelve sobre los siguientes asuntos:

1. Prórroga de la duración de la sociedad;


2. Disolución anticipada de la sociedad;
3. Aumento o reducción del capital social;
4. Cambio del objeto social;
5. Cambio de nacionalidad de la sociedad;
6. Transformación de la sociedad;
7. Fusión con otra sociedad;
8. Emisión de acciones privilegiadas; Amortización por la sociedad de sus
propias acciones y emisión de acciones de goce;
9. Emisión de bonos;
10.Cualquier otra modificación del contrato social; y
11.Los demás asuntos para los que se exija un quórum especial.

Las actas de las asambleas extraordinarias serán protocolizadas e inscritas en


el Registro Público de Comercio.

La Asamblea Ordinaria se reunirá por lo menos una vez al año, dentro de los
primeros cuatro meses siguientes a la clausura del ejercicio y se ocupará, por
lo menos, de los siguientes asuntos:

1. Discutir, aprobar o modificar la Información Financiera.


2. Nombrar a los administradores y a los comisarios; y
3. Determinar los emolumentos de los administradores y comisarios.

Para que una asamblea ordinaria se considere legalmente reunida, deberá estar
representada, por lo menos, la mitad del capital social, y las resoluciones serán
válidas cuando se tomen por mayoría de votos de los presentes.

En segunda convocatoria, la asamblea ordinaria podrá resolver sobre los


asuntos de la orden del día, cualquiera que sea el número de acciones
representadas. Las decisiones serán tomadas por mayoría de los asistentes.

En las asambleas extraordinarias deberán estar representadas, por lo menos,


las tres cuartas partes del capital y las resoluciones se tomarán por el voto de
las acciones que representen la mitad del capital social.

En segunda convocatoria, las decisiones se tomarán siempre por el voto


favorable del número de acciones que representen, por lo menos, la mitad del
capital social.

De las sociedades de capital variable

Las sociedades mercantiles pueden adoptar la modalidad de sociedades de


capital variable.

A la razón o denominación social se añadirán siempre las palabras “de capital


variable” o su abreviatura “de C.V.”

La característica de esta modalidad es que permite a las sociedades aumentar o


disminuir la parte variable de su capital por simple acuerdo de la asamblea
ordinaria de accionistas, sin que ello implique modificación al contrato social,
en virtud de que su capital fijo permanece intocado.

SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA

La sociedad por acciones simplificada es aquella que se constituye con una o


más personas físicas que solamente están obligadas al pago de sus
aportaciones representadas por acciones.

Los ingresos totales anuales de la sociedad por acciones simplificada no


podrán rebasar los 5 millones de pesos. En caso de que rebase dicha cantidad,
la sociedad deberá transformarse en otro régimen societario.

La denominación se formará libremente y siempre irá seguida de las palabras


“Sociedad por Acciones Simplificada” o de sus abreviaturas “S.A.S.”

Para proceder a la constitución de una sociedad por acciones simplificada se


requerirá:
1. Que haya uno o más accionistas;
2. Que el o los accionistas externen su consentimiento para constituirla
bajo los estatutos que la Secretaría de Economía ponga s disposición
mediante el sistema electrónico de constitución;
3. Que alguno de los accionistas cuente con la autorización para el uso de
denominación emitida por la Secretaría de Economía;
4. Que todos los accionistas cuenten con certificado de firma electrónica
avanzada vigente.

No se requiere escritura pública, póliza o cualquier otra formalidad adicional


para constituir la sociedad.

Los estatutos sociales deberán contener los requisitos siguientes:

1. Denominación;
2. Nombre de los accionistas;
3. Domicilio de los accionistas;
4. Registro federal de Contribuyentes de los accionistas;
5. Correo electrónico de cada accionista;
6. Domicilio de la sociedad;
7. Duración de la sociedad;
8. La forma y términos en que los accionistas se obliguen a suscribir y
pagar sus acciones;
9. El número, valor nominal y naturaleza de las acciones en que se divide
el capital social;
10.El número de votos que tendrá cada uno de los accionistas en virtud de
sus acciones;
11.El objeto de la sociedad; y
12.La forma de administración de la sociedad.

Administración de la sociedad

La representación de la sociedad por acciones simplificada estará a cargo de


un administrador, que deberá ser accionista. Por lo que, si es una sociedad
unipersonal, el accionista será el administrador.

Si solo hay un accionista este será el administrador.

Por su sola designación, el administrador podrá celebrar o ejecutar todos los


actos y contratos comprendidos en el objeto social o que se relacionen
directamente con la existencia y el funcionamiento de la sociedad.

De las asambleas

La asamblea de accionistas es el órgano supremo de la sociedad y se integra


por todos los accionistas.

Las resoluciones de las asambleas se tomarán por mayoría de votos. Cuando


es un solo accionista, este será el órgano supremo de la sociedad.

6.3 Comisiones y depósitos mercantiles

La Comisión Mercantil

La Comisión Mercantil es el mandato aplicado a los actos concretos de


comercio.

Si el mandato es un contrato por virtud del cual una persona se obliga a


ejecutar por cuenta de otra los actos jurídicos que esta le encargue; entonces
la Comisión Mercantil es el contrato por virtud del cual una persona se obliga
a ejecutar los actos de comercio que esta le encarga.

La persona que otorga la comisión, se llama Comitente; la persona que la


recibe, se denomina Comisionista.

El Comisionista debe desempeñar por sí los encargos que recibe, y no puede


delegarlos sin estar autorizado para ello.

El Comisionista puede desempeñar la comisión tratando en su propio nombre


o en el del Comitente, salvo pacto en contrario.

Si contrata en nombre propio, el Comisionista tendrá acción y obligación con


las personas con quienes contrata. Cuando contrate en nombre del Comitente,
no contraerá obligación propia.

En el desempeño de su cargo, el Comisionista se sujetará a las instrucciones


recibidas del Comitente y, en ningún caso podrá proceder contra disposiciones
expresas del mismo. En lo no previsto y prescrito expresamente, el
comisionista deberá consultarle al Comitente.

Después de ejecutada la comisión, el comisionista deberá rendir cuenta


completa y justificada de su comisión, así como entregar al comitente el saldo
de lo recibido.

Ningún comisionista comprará para sí ni para otro lo que se le hubiere


mandado vender, ni venderá lo que se le haya mandado comprar, sin
consentimiento expreso del comitente.

El comisionista no podrá, sin autorización del comitente, prestar ni vender a


plazos los bienes que se le hayan entregado.

El comisionista tiene derecho a ser remunerado, salvo pacto en contrario.


Además deberá ser reembolsado de los gastos y desembolsos que hubiere
realizado.

El Depósito Mercantil

El depósito mercantil es un contrato por virtud del cual una persona llamada
depositaria se obliga con otra que se denomina depositante a recibir y
custodiar objetos de comercio y devolverlos cuando se le solicite.

También es mercantil el depósito cuando se hace a consecuencia de una


operación mercantil.

El depositario está obligado a conservar el bien depositado y a devolverlo


cuando el depositario se lo pida. Tiene derecho a recibir retribución por el
depósito, salvo pacto en contrario.

6.4 Préstamos mercantiles

Se considera mercantil el préstamo cuando se contrae en el concepto y


expresión de que las cosas prestadas se destinan a actos de comercio y no para
necesidades ajenas a éste.

Se presume mercantil el préstamo que se contrae entre comerciantes.


Cuando el préstamo sea de dinero, el deudor deberá pagar devolviendo una
cantidad igual a la recibida conforme a la Ley Monetaria.

Si el préstamo fuere en especie, el deudor está obligado a devolver otro tanto


de la misma especie y calidad. Si se hubiese extinguido la especie debida,
pagará su equivalente en numerario.

La restitución de lo prestado se hará en el tiempo y lugar pactados. Si no hay


plazo convenido, el acreedor deberá interpelar al deudor y la obligación será
exigible 30 días después.

Las entregas a cuenta, cuando no resulte expresa su aplicación, se aplicarán en


primer término al pago de intereses y después al del capital.

El recibo del capital por el acreedor, sin reservarse expresamente el derecho


de los intereses pactados, extinguirá la obligación del deudor respecto de los
mismos.

Los intereses vencidos y no pagados, no devengarán intereses. Los


contratantes podrán, sin embargo, capitalizarlos.

6.5 Contratos de seguros

En virtud del seguro, la empresa aseguradora se obliga, mediante una prima, a


resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al verificarse la eventualidad
prevista en el contrato.

Es un acto de comercio porque el artículo 75, fracción XVI, del Código de


Comercio así lo califica.

Los elementos personales que pueden intervenir en la celebración del contrato


de seguro son los siguientes:

EMPRESA ASEGURADORA.- Son aquellas que están autorizadas para


celebrar esta clase de contratos. Se deben organizar y funcionar de acuerdo
con la Ley General de Instituciones de Seguros.

CONTRATANTE.- Es la persona que contrata el seguro con la empresa


aseguradora, para sí o para un tercero. Siempre debe tener un interés
asegurable.

ASEGURADO.- Es la persona en cuyo favor se contrata el seguro. No


necesariamente es el contratante, pero puede serlo.

BENEFICIARIO.- Es la persona designada en el contrato para recibir la


indemnización correspondiente, en caso de siniestro.

En virtud del contrato de seguro, el contratante paga a la empresa aseguradora


una prima.

LA PRIMA es el costo del seguro o la contraprestación que el contratante del


seguro debe pagar a la empresa aseguradora por la obligación de indemnizar
que contrae la empresa.

En el seguro por cuenta de tercero, cuando el contratante resulte insolvente, la


empresa aseguradora tendrá el derecho de reclamar el pago de la prima al
asegurado, y en todo caso, a compensar las primas y los préstamos sobre
póliza que se le adeuden, con la prestación debida al beneficiario.

La empresa aseguradora no podrá rehusar el pago de la prima ofrecida por los


acreedores privilegiados, hipotecarios o prendarios, terceros asegurados,
beneficiarios o por cualquier otro que tenga interés en la continuación del
seguro.

En el contrato de seguro el riesgo constituye un elemento fundamental.

RIESGO es el evento futuro e incierto de cuya realización depende el


nacimiento de la obligación de la empresa aseguradora.

Es la eventualidad prevista en el contrato.

EL SINIESTRO. Al actualizarse el riesgo, se verifica el siniestro.

Realizado el siniestro, el asegurado o el beneficiario, en su caso, tan pronto


como tengan conocimiento de ello, deberán comunicarlo por escrito dentro de
un plazo de cinco días siguientes a la empresa aseguradora.

Si la falta del aviso con oportunidad impide que se comprueben las


circunstancias del siniestro, la empresa aseguradora quedará desligada de
todas las obligaciones derivadas del contrato.

Si la empresa aseguradora demuestra que el asegurado, el beneficiario o sus


representantes, con el fin de hacerla incurrir en error, disimularon o declararon
inexactamente hechos que excluyan o puedan restringir sus obligaciones, éstas
quedarán extinguidas.

LA INDEMNIZACIÓN. Es el importe del daño que la empresa aseguradora


debe resarcir al ocurrir el siniestro o la suma de dinero que debe pagar al
verificarse el mismo.

LA PÓLIZA.- El contrato de seguro debe hacerse constar por escrito. La


empresa está obligada a entregar al contratante una póliza en la que consten
los derechos y obligaciones de las partes; la identificación de las partes, la
designación de la cosa o persona asegurada; la naturaleza de los riesgos
garantizados; el momento a partir del cual se garantiza el riesgo y la duración
de la garantía; el monto de la garantía; la prima del seguro.

Clases se seguros

Hay dos grandes ramas de contratos de seguros: contra los daños y sobre las
personas.

Contrato de Seguro contra daños. Es el que se celebra para garantizar un


acontecimiento que produce un daño en las cosas.

Puede ser: i. Seguro contra incendio; ii. Seguro agrícola por los siguientes
riesgos: sequía, helada, granizo, vientos huracanados, incendio, enfermedades
y plagas, exceso de humedad e inundación; iii. Seguro de transporte terrestre;
iv. Seguro marítimo; v. Seguro contra responsabilidad; vi. Seguro de
automóviles; y vii. Seguro de crédito.

Contrato de Seguro sobre las personas: para garantizar todos los riesgos que
pueden afectar a la persona del asegurado en su existencia, integridad
personal, salud o vigor vital.

El contrato de Seguro sobre las personas puede ser: seguro de vida; y seguro
de accidentes y enfermedades.
6.6 Contratos y letras de cambio

Contratos Mercantiles

Los contratos que actualmente regula el Código de Comercio son: el préstamo


mercantil, la compraventa, la permuta mercantil, la cesión de crédito no
endosable y la consignación mercantil.

El Préstamo Mercantil ya se estudió con anterioridad.

La Compraventa Mercantil

Son mercantiles las compraventas a las que la legislación mercantil les otorga
dicho carácter y todas aquellas que se hagan con el propósito directo de
traficar.

El artículo 75, fracción II, del Código de Comercio califica como actos de
comercio a las compras y ventas de bienes inmuebles, cuando se hagan con
propósito de especulación comercial.

De igual manera, la fracción III se refiere a las compras y ventas de porciones,


acciones y obligaciones de las sociedades mercantiles.

La compraventa mercantil puede hacerse sobre muestras o calidades de


mercancías determinadas y conocidas en el comercio, en cuyo caso se
perfeccionarán por el solo consentimiento de las partes.

En caso de desavenencia entre los contratantes, dos comerciantes nombrados


uno por cada parte, y por un tercero en caso de discordia, resolverán sobre la
calidad de las mercancías con las muestras o calidades que sirvieron de base al
contrato.

En la compraventa a vistas el contrato se perfeccionará hasta que el comprador


las examine y acepte.

Una vez perfeccionado el contrato de compraventa, las pérdidas, daños o


menoscabos que sobrevengan a las mercancías vendidas, serán por cuenta del
comprador, si ya le hubieren sido entregadas real, jurídica o virtualmente. Si
no hubieran sido entregadas, serán por cuenta del vendedor.
Si no se hubiere fijado plazo para la entrega, el vendedor deberá tener a
disposición del comprador las mercancías vendidas, dentro de las 24 horas
siguientes al contrato.

El comprador deberá pagar el precio en los términos pactados. A falta de


convenio deberá pagar de contado.

Los gastos de entrega serán a cargo del vendedor hasta poner a disposición del
comprador las mercancías. Los de su recibo y extracción fuera del lugar de
entrega, serán por cuenta del comprador.

El comprador que dentro de los cinco días de recibir las mercancías no


reclamare al vendedor, por escrito, las faltas de calidad o cantidad o que
dentro de treinta días desde que las recibió no lo reclamase por vicios ocultos,
perderá toda acción y derecho a repetir por tales causas contra el vendedor.

La Permuta Mercantil

En lo conducente, la permuta mercantil se rige por las reglas de la


compraventa mercantil.

En dicho contrato una persona transfiere a otra la propiedad de una cosa a


cambio de la propiedad de otra cosa.

Excepto en lo referente al precio, son aplicables las reglas de la compraventa,


toda vez que se trata de una doble transmisión del dominio de bienes.

La Cesión de Créditos no endosables

Los créditos mercantiles que no sean al portador ni endosables, se transferirán


por medio de cesión.

La cesión producirá sus efectos legales con respecto al deudor, después de que
se le notifique ante dos testigos; y respecto de terceros, a partir de su
inscripción en el Registro Público de Comercio.

El cedente de un crédito mercantil responderá tan solo de la legitimidad del


crédito y de la personalidad con que hizo la cesión, salvo pacto en contrario.
Si no se establece expresamente, no responde de la solvencia del deudor.
De la Consignación Mercantil

La consignación mercantil es el contrato por virtud del cual, una persona


denominada consignante transmite la disponibilidad y no la propiedad de uno
o varios muebles, a otra persona denominada consignatario, para que le pague
un precio por ellos en caso de venderlos en el término establecido, o se los
restituya en caso de no hacerlo.

El contrato de consignación se regirá por lo siguiente:

1. El consignatario tendrá la obligación de pagar el precio pactado con el


consignante o de devolver el bien, excepto por pérdida o deterioro por
caso fortuito o fuerza mayor.
2. El consignante transmitirá la posesión de los bienes al consignatario y,
en su momento, la propiedad de los mismos al adquirente.
3. Las partes contratantes podrán pactar una retribución para el
consignatario, que consistirá en una suma determinada de dinero, en un
porcentaje sobre el precio de venta o en algún otro beneficio,
pudiéndose facultar al consignatario para que retenga el porcentaje
pactado.
4. Si el bien no fuere vendido dentro del plazo establecido, el consignante
no estará obligado a retribuir al consignatario, salvo pacto en contrario.
5. Una vez vendido el bien, el consignatario tendrá dos días hábiles para
entregar la ganancia pactada al consignante. Si no lo hace, además
pagará un 3% del valor del bien por cada mes que dure la retención.
6. Si los bienes no se hubieren vendido aún, el consignante no podrá
disponer de ellos hasta que se venza el plazo pactado.
7. El consignatario sólo podrá disponer del bien para el fin previsto en el
contrato.
8. Los acreedores del consignatario no tienen derecho alguno sobre los
bienes dados en consignación.

El contrato de consignación se terminará por alguna de las causas siguientes:

1. Por la ejecución total de las obligaciones derivadas del contrato


2. Por el vencimiento del plazo pactado
3. Por la muerte de alguno de los contratantes
4. Por acuerdo de las partes; y
5. Por incumplimiento de cualquiera de las partes.
6.7 Libranzas, Vales, Pagarés, Cheques y cartas de
Crédito

Títulos de Crédito

Son títulos de crédito los documentos necesarios para ejercitar el derecho


literal y autónomo que en ellos se consigna.

Contra las acciones derivadas de un título de crédito, sólo pueden oponerse las
siguientes excepciones y defensas:

1. Las de incompetencia y de falta de personalidad del actor.


2. Las que se funden en el hecho de no haber sido el demandado quien
firmó el documento
3. Las de falta de representación, de poder bastante o de facultades legales
en quien suscribió el título a nombre del demandado. Se excluye el que
haya dado lugar con actos positivos o con omisiones graves a que se
crea que un tercero está facultado para suscribir en su nombre títulos de
crédito.
4. Las de haber sido incapaz el demandado al suscribir el título
5. Las fundadas en la omisión de los requisitos y menciones que el título o
el acto en él consignado deben llenar o contener y la ley no presuma
expresamente
6. La de alteración del texto de documento o de los demás documentos que
en él consten
7. Las que se funden en que el título no es negociable
8. Las que se basen en la quita o pago parcial que consten en el texto
mismo del documento o en el depósito del importe del documento
9. Las que se funden en la cancelación del título, o en la suspensión de su
pago ordenada judicialmente
10.Las de prescripción y caducidad y las que se basen en la falta de las
demás condiciones necesarias para el ejercicio de la acción
11.Las personales que tenga el demandado contra el actor.

La representación para otorgar o suscribir títulos de crédito se confiere:

1. Mediante poder inscrito en el Registro de Comercio. En este caso se


entenderá conferida respecto de cualquier persona; y
2. Por simple declaración escrita dirigida al tercero con quien habrá de
contratar el representante. En este caso se entenderá conferida sólo
respecto de aquella persona a quien se dirige.

El que suscriba un título de crédito en nombre de otro sin poder bastante o sin
facultades para hacerlo, se obliga personalmente como si hubiera procedido en
nombre propio.

Los títulos de crédito serán transmisibles por endoso y entrega del título
mismo.

También se pueden transmitir por cesión ordinaria o por cualquier otro medio
legal diverso del endoso, en cuyo caso el adquirente se subroga en todos los
derechos que el título confiere; y lo sujeta a las excepciones personales que el
obligado habría podido oponer a su titular.

El endoso debe constar en el título o en hoja adherida y llenar los siguientes


requisitos:

1. El nombre del endosatario


2. La firma del endosante
3. La clase de endoso
4. El lugar y la fecha

Por medio del endoso se puede transmitir el título de crédito en propiedad, en


procuración y en garantía.

El endoso en propiedad transfiere la propiedad del título y todos los derechos


inherentes.

El endoso que contenga las cláusulas “en procuración”, “al cobro” u otra
equivalente, no transfiere la propiedad pero faculta al endosatario para
presentar el documento a la aceptación, para cobrarlo judicial o
extrajudicialmente, para endosarlo en procuración y para protestarlo, en su
caso.

El endoso con las cláusulas “en garantía”, “en prenda” u otra equivalente,
atribuye al endosatario todos los derechos y obligaciones de un acreedor
prendario respecto del título endosado y sus derechos inherentes.

En caso de extravío o robo de un título de crédito, puede reivindicarse o pedir


su cancelación y, en este último caso, su pago, reposición o restitución.

La cancelación del título extraviado o robado se solicita al juez del lugar en


que el principal obligado habrá de cumplir la prestación a que el título da
derecho.

Letra de Cambio

La letra de cambio debe contener lo0s siguientes requisitos:

1. La mención de ser letra de cambio, inserta en el texto del documento


2. La expresión del lugar y del día, mes y año en que se suscribe
3. La orden incondicional al girado de pagar una suma determinada de
dinero
4. El nombre del girado. Puede ser girara a la orden del mismo girador.
También puede ser girada a cargo del mismo girador, cuando sea
pagadera en lugar diverso de aquel en que se emita
5. El lugar y la época del pago
6. El nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago; y
7. La firma del girador o de la persona que suscriba a su ruego o en su
nombre.

En la letra de cambio se tendrá por no escrita cualquiera estipulación de


intereses o cláusula penal.

La letra de cambio puede ser girada: a la vista; a cierto tiempo vista; a cierto
tiempo fecha; y a día fijo.

Pagaré

El Pagaré debe contener:

1. La mención de ser pagaré, inserta en el texto del documento


2. La promesa incondicional de pagar una suma determinada de dinero
3. El nombre de la persona a quien ha de hacerse el pago
4. La época y el lugar de pago
5. La fecha y el lugar de suscripción
6. La firma del suscriptor.

Si el pagaré no menciona la fecha de su vencimiento, se considerará pagadero


a la vista. En este caso, debe ser presentado dentro de los seis meses que sigan
a su fecha.

Si no indica el lugar de su pago, se tendrá como tal el del domicilio del


suscriptor.

En el pagaré sí pueden pactarse intereses ordinarios y moratorios.

El Cheque

El Cheque sólo puede ser expedido a cargo de una institución de crédito, por
quien, teniendo fondos disponibles en la misma, sea autorizado para ello.

El cheque debe contener:

1. La mención de ser cheque, inserta en el texto del documento


2. El lugar y la fecha en que se expide
3. La orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero
4. El nombre del librado
5. El lugar de pago; y
6. La firma del librador.

El cheque será siempre pagadero a la vista.

Los cheques deberán presentarse para su pago:

1. Dentro de los 15 días naturales que sigan al de su fecha, si fueren


pagaderos en el mismo lugar de su expedición
2. Dentro de 1 mes, si fueren expedidos y pagaderos en diversos lugares
del territorio nacional
3. Dentro de 3 meses, si fueren expedidos en el extranjero y pagaderos en
el territorio nacional
4. Dentro de 3 meses, si fueren expedidos dentro del territorio nacional
para ser pagaderos en el extranjero, siempre que no fijen otro plazo las
leyes del lugar de su presentación.

Mientras no hayan transcurrido los plazos señalados, el librador no puede


revocar el cheque ni oponerse a su pago.

Por no haberse presentado o protestado el cheque en la forma y plazos


previstos, caducan:

1. Las acciones de regreso del último tenedor contra los endosantes o


avalistas
2. Las acciones de regreso de los endosantes o avalistas entre sí
3. La acción directa contra el librador y contra sus avalistas, si prueban
que durante el término de presentación tuvo aquél fondos suficientes en
poder del librado y que el cheque dejó de pagarse por causa ajena al
librador sobrevenida con posterioridad a dicho término.

Las acciones mencionadas prescriben en seis meses contados:

1. Desde que concluye el plazo de presentación, las del último tenedor del
documento; y
2. Desde el día siguiente a aquél en que paguen el cheque, las de los
endosantes y las de los avalistas.

El librador de un cheque presentado en tiempo y no pagado, por causa


imputable al propio librador, resarcirá al tenedor los daños y perjuicios que
con ello le ocasione. En ningún caso, la indemnización será menor del 20%
del valor del cheque.

Formas especiales de cheques

CRUZADO. El cheque que el librador o el tenedor crucen con dos líneas


paralelas trazadas en el anverso, sólo podrá ser cobrado por una institución de
crédito.

PARA ABONO EN CUENTA. El librador o el tenedor pueden prohibir que


un cheque sea pagado en efectivo, mediante la inserción en el documento de la
expresión “para abono en cuenta”. En este caso el cheque se podrá depositar
en cualquier institución de crédito, la cual sólo podrá abonar el importe del
mismo a la cuenta que lleve o abra a favor del beneficiario. El cheque no es
negociable a partir de la inserción de la cláusula “para abono en cuenta”.
Dicha cláusula no puede ser borrada.

CERTIFICADO. Antes de la emisión del cheque, el librador puede exigir que


el librado lo certifique, declarando que existen en su poder fondos bastantes
para pagarlo.
La certificación no puede ser parcial ni extenderse en cheques al portador.

El cheque certificado no es negociable.

El librador puede revocar el cheque certificado siempre que lo devuelva al


librado para su cancelación.

DE CAJA. Solo las instituciones de crédito pueden expedir cheques de caja, a


cargo de sus propias dependencias. Para su validez estos cheques deberán ser
nominativos y no negociables.

NO NEGOCIABLE. Los cheques pueden ser no negociables porque se haya


insertado en ellos la cláusula respectiva o porque la ley les de ese carácter.
Estos cheques sólo podrán ser endosados a una institución de crédito para su
cobro.

6.8 Transportes

El Código de Comercio dispone que el contrato de transportes por vías


terrestres o fluviales de todo género se reputará mercantil: cuando tenga por
objeto mercaderías o cualesquiera efectos de comercio; y cuando siendo
cualquiera su objeto, sea comerciante el porteador o se dedique habitualmente
a verificar transportes para el público.

El contrato de transporte es aquel por virtud del cual, una persona física o
moral que por sus propios medios, y haciéndose cargo de la custodia relativa,
se obliga a llevar de un lugar a otro, efectos o personas, recibiendo como
contraprestación un pago cierto y en dinero de parte del solicitante del
servicio.

El contrato de transporte es rescindible a voluntad del cargador, antes o


después de comenzarse el viaje, pagando en el primer caso al porteador la
mitad y, en el segundo, la totalidad del porte, y siendo obligación suya recibir
los efectos en el punto y en el día en que la rescisión se verifique.

El porteador de mercancías o efectos deberá extender al cargador una carta de


porte, en la que se expresarán:

1. El nombre y domicilio del cargador


2. El nombre y domicilio del porteador
3. El nombre y domicilio de las personas a quien o a cuya orden vayan
dirigidos los efectos, o si han de entregarse al portador de la carta
4. La designación de los efectos, con expresión de su calidad genérica, de
su peso y de las marcas o signos exteriores de los bultos que las
contengan
5. El precio del transporte
6. La fecha en que se hace la expedición
7. El lugar de la entrega al porteador
8. El lugar y plazo en que habrá de hacerse la entrega al consignatario
9. La indemnización que haya de abonar el porteador en caso de retardo, si
sobre esto hubiera pacto

La omisión de alguno de los requisitos citados no invalidará la carta de porte,


ni desvirtuará su fuerza probatoria, pudiéndose rendir pruebas sobre los que
falten.

El cargador está obligado:

1. A entregar las mercancías en las condiciones, lugar y tiempo


convenidos
2. A dar los documentos necesarios para el libre tránsito y pasaje de la
carga
3. A responder de las multas que se impongan por infracciones fiscales, así
como a indemnizar al porteador de los perjuicios que se le causen por la
violación a las disposiciones legales
4. A sufrir las pérdidas o averías de las mercancías que procedan de vicios
o caso fortuito
5. A indemnizar al porteador de los daños y perjuicios que por falta del
cumplimiento del contrato hubiere sufrido, y de todas las erogaciones
necesarias que para el cumplimiento del mismo hubiere hecho en favor
del cargador
6. A remitir con oportunidad la carta de porte al consignatario, de manera
que pueda hacer uso de ella al tiempo de llegar la carga a su final
destino.

El Cargador tiene derecho:

1. A variar la consignación de las mercancías mientras estuvieren en


camino, si diere con oportunidad la orden respectiva al porteador y le
entregare la carta de porte expedida a favor del primer consignatario
2. A variar, dentro de la ruta convenida, el lugar de la entrega de la carga,
dando oportunamente al porteador la orden respectiva, pagando la
totalidad del flete estipulado y canjeando la carta de porte primitiva por
otra, debiendo indicar al porteador el nuevo consignatario si lo hubiere.

El Porteador está obligado:

1. A recibir las mercancías en el tiempo y lugar convenidos


2. A emprender y concluir el viaje, dentro del plazo estipulado,
precisamente por el camino que señale el contrato
3. A verificar el viaje, de inmediato, si no hay término ajustado, y en el
más próximo a la fecha del contrato, si acostumbrare hacerlo
periódicamente
4. A cuidar y conservar las mercancías bajo su exclusiva responsabilidad,
desde que las reciba hasta que las entregue a satisfacción del
consignatario
5. A entregar las mercancías al tenedor de la carta de porte o de la orden
respectiva en defecto de aquella
6. A pagar, en caso de retardo que le sea imputable, la indemnización
convenida. Si no se ha estipulado, pagará el perjuicio causado al
cargador.
7. A entregar las mercancías por peso, cuenta y medida, si así están
consideradas en la carta de porte, a no ser que estén en barricas, cajones
o fardos.
8. A probar que las pérdidas o averías de las mercancías o el retardo en el
viaje, no han tenido por causa su culpa o negligencia, si es que alega no
tener responsabilidad en esos acontecimientos
9. A pagar las pérdidas o averías que sean a su cargo, con arreglo a al
precio que a juicio de peritos tuvieren las mercancías en la fecha que
debía hacerse la entrega. Esta responsabilidad se extingue si la
mercancía se recibe sin reclamación.
10.En general, cubrir al cargador o consignatario los daños y perjuicios que
resientan por su culpa o incumplimiento.

El Porteador tiene derecho:

1. A recibir la mitad del porte convenido, si por culpa o negligencia del


cargador no se realiza el viaje
2. A percibir la totalidad del porte convenido, aunque el viaje no se
hubiere realizado por culpa o negligencia del cargador, siempre que
hubiere destinado un vehículo para ello
3. A rescindir el contrato si comenzado el viaje impidiere su continuación
un acontecimiento de fuerza mayor
4. A continuar el viaje, si removido el obstáculo presentado, no hiciere uso
del derecho de rescisión
5. A exigir al cargador la apertura y reconocimiento de los bultos que
contengan las mercancías en el acto de su recepción. Si el cargador se
negare, el porteador quedará libre de responsabilidad.
6. A que el consignatario le reciba las mercancías no averiadas
7. A retener las mercancías transportadas, mientras no se le pague el porte
8. A promover el depósito judicial de las mercancías si en el lugar de
entrega no encontrare al consignatario o este se rehúse a recibirlas.

6.9 Prendas mercantiles

En materia de comercio, la prenda se constituye:

1. Por la entrega al acreedor, de los bienes o títulos de crédito


2. Por el endoso de los títulos de crédito a favor del acreedor
3. Por la entrega al acreedor del título o del documento en el que conste el
crédito, cuando no sea negociable
4. Por el depósito de los bienes o títulos en poder de un tercero designado
por las partes, a disposición del acreedor
5. Por el depósito de los bienes, a disposición del acreedor, en locales
cuyas llaves queden en poder de este último, aunque dichos locales sean
del deudor
6. Por la inscripción del contrato de crédito refaccionario o de habilitación
o avío
7. Por el cumplimiento de los requisitos que señala la Ley General de
Instituciones de Crédito, si se trata de crédito en libros.

El acreedor prendario, además de estar obligado a la guarda y conservación de


los bienes o títulos dados en prenda, debe ejercitar todos los derechos
inherentes a ellos.

El acreedor podrá pedir al juez que autorice la venta de los bienes o títulos
dados en prenda, cuando se venza la obligación garantizada.

El juez correrá traslado al deudor de dicha petición, otorgándole un plazo de


15 días para oponer defensas y excepciones que tuviere. El juez resolverá en
un plazo no mayor a 10 días. Si el deudor no se opone, el juez autorizará la
venta.

El producto de la venta será conservado en prenda por el acreedor, en


substitución de los bienes o títulos vendidos.

El acreedor prendario no podrá hacerse dueño de los bienes o títulos dados en


prenda, sin el expreso consentimiento del deudor.

Prenda sin transmisión de posesión

La prenda sin transmisión de posesión constituye un derecho real sobre bienes


muebles que tiene por objeto garantizar el cumplimiento de una obligación y
su preferencia en el pago, conservando el deudor la posesión de tales bienes.

Los contratos mediante los cuales se documente la constitución de garantías a


través de la prenda sin transmisión de posesión, serán mercantiles para todas
las partes que intervengan en ellos. Se exceptúan aquellos contratos
celebrados entre dos o más personas físicas o morales que no sean
comerciantes, así como aquellos actos que no sean actos de comercio para
ninguna de las partes.

Se puede pactar que el deudor tenga la facultad de hacer pagos parciales para
que la garantía se reduzca desde luego y de manera proporcional, si la misma
recae sobre varios objetos o estos son cómodamente divisibles, siempre que
los derechos del acreedor queden debidamente garantizados.

Puede garantizarse con prenda sin transmisión de posesión cualquier


obligación, con independencia de la actividad preponderante a la que se
dedique el deudor.

Podrán darse en prenda sin transmisión de posesión los bienes muebles


siguientes:

1. Los bienes y derechos que obren en el patrimonio del deudor,


incluyendo los nombres comerciales, las marcas y otros derechos.
2. Los que adquiera el deudor con posterioridad.
3. Los bienes que se deriven como frutos o productos futuros, pendientes o
ya obtenidos.
4. Los bienes que resulten de procesos de transformación de los bienes
mencionados.
5. Los bienes o derechos que el deudor reciba o tenga derecho a recibir, en
pago por la enajenación a terceros de los bienes pignorados o como
indemnización en caso de daños o destrucción de dichos bienes.
Los bienes señalados en los apartados 3, 4 y 5 quedarán comprendidos de
manera automática como bienes pignorados, salvo pacto en contrario.

El deudor prendario, salvo pacto en contrario, tendrá derecho a:

1. Hacer uso de los bienes pignorados, así como combinarlos con otros y
emplearlos en la fabricación de otros bienes, siempre y cuando en estos
dos últimos casos su valor no disminuya y los bienes producidos pasen
a formar parte de la garantía.
2. Percibir y utilizar los frutos o productos de los bienes pignorados.
3. Enajenar los bienes pignorados, en el curso normal de su actividad
preponderante, en cuyo caso cesarán los efectos de la garantía prendaria
y los derechos de persecución con relación a los adquirentes de buena
fe, quedando en prenda los bienes o derechos que el deudor reciba o
tenga derecho a recibir en pago por la enajenación de los referidos
bienes. Este derecho se extingue desde que se notifique el inicio del
procedimiento de ejecución.

El deudor no podrá transferir la posesión de los bienes sin autorización previa


del acreedor.

El acreedor tiene derecho de exigir al deudor otra prenda o el pago anticipado


de la deuda si la cosa dada en prenda se pierde, se deteriora en exceso del
límite que al efecto estipulen los contratantes o se vuelva insuficiente para
garantizar la deuda.

Las partes deberán designar perito cuya responsabilidad será dictaminar la


actualización de dichos supuestos. El perito puede ser un almacén general de
depósito o cualquier otro que sea designado.

El contrato constitutivo de la prenda sin transmisión de posesión deberá


constar por escrito. Si el crédito garantizado excede de 250 mil Udis, se
deberá ratificar ante fedatario.

La prenda sin transmisión de posesión surtirá efectos contra terceros a partir


de la fecha de su inscripción en el registro único de garantías mobiliarias.

El acreedor está obligado a liberar la prenda, luego que estén pagados


íntegramente el principal, los intereses y los demás accesorios de la deuda.

6.10 Juicios mercantiles

Los juicios mercantiles tienen por objeto ventilar y decidir las controversias
que se deriven de los actos de comercio.

Si para una de las partes el acto es de naturaleza mercantil y para la otra tiene
naturaleza civil, la controversia que del mismo se derive se tramitará en la vía
mercantil.

Los juicios mercantiles son: ordinarios, orales, ejecutivos y especiales.

Juicio Ordinario Mercantil

Todas las contiendas entre partes que no tengan señalada una tramitación
especial, se ventilarán en juicio ordinario, siempre que sean susceptibles de
apelación.

Presentada la demanda, en la que se ofrecerán las pruebas documental y


testimonial, el juez la radicará y mandará que se emplace al demandado dentro
del término de 15 días.

Al contestar la demanda, el demandado debe proponer las excepciones que


tuviere y ofrecer las pruebas respectivas. Con el escrito de contestación se
dará vista al actor por el término de tres días.

Si al contestar la demanda se opone reconvención, se dará traslado de la


misma al actor por el término de 9 días para que la conteste. Con el escrito de
contestación de la reconvención se dará vista al demandado por el término de
tres días.

Fijada la controversia, se mandará abrir el juicio a prueba hasta por 40 días.


Los primeros diez días serán para ofrecimiento y los treinta restantes para
desahogo de pruebas.
Dentro de las pruebas que puede ofrecerse por las partes, se encuentra la
PRUEBA PERICIAL.

Los peritos deben tener título en la ciencia, arte, técnica, oficio o industria a
que pertenezca la cuestión sobre la que ha de oírse su parecer, si aquellos
requieren título para su ejercicio.

Si no lo requieren o requiriéndolo no hubiere peritos en el lugar, podrán ser


nombradas cualesquiera personas entendidas a satisfacción del juez, aun
cuando no tengan título.

El título de corredor público acredita la calidad de perito valuador.

Las partes propondrán la prueba pericial dentro de la etapa de ofrecimiento de


pruebas, conforme a lo siguiente:

1. Señalarán con toda precisión la ciencia, arte, técnica, oficio o industria


sobre la cual deba practicarse la prueba; los puntos sobre los que versará
y las cuestiones que se deben resolver en la pericial, así como la cédula
profesional, calidad técnica, artística o industrial del perito que se
proponga, nombre, apellidos y domicilio de este, con la correspondiente
relación de tal prueba con los hechos controvertidos;
2. Al admitirse la prueba, las partes quedan obligadas a que sus peritos,
dentro del plazo de tres días, presenten escrito en el que acepten el
cargo conferido y protesten su fiel y legal desempeño, debiendo anexar
copia certificada de su cédula profesional o documentos que acrediten
su calidad de peritos, manifestando bajo protesta de decir verdad que
conocen los puntos cuestionados y pormenores relativos a la pericial,
así como que tienen la capacidad suficiente para emitir dictamen sobre
el particular.
3. En un plazo de 10 días deberán emitir sus dictámenes, sin que sea
necesaria su ratificación judicial.
4. Si se trata de juicios ejecutivos o especiales, el dictamen pericial se
rendirá en un plazo de 5 días.
5. Si los peritajes resultan substancialmente contradictorios, se designará
al perito tercero en discordia.
6. La falta de presentación del escrito de aceptación del perito de la parte
oferente, hará que se tenga por desierta la pericial. Si quien no lo
presenta es el perito de la contraria, esta se entenderá conforme con el
dictamen que rinda el perito del oferente.
7. La falta de presentación oportuna del dictamen de alguna de las partes,
hará que se entienda que dicha parte acepta el dictamen que rinda el
perito de la contraria. Si son los dos peritos quienes no rinden sus
dictámenes, el juez designará en rebeldía de ambas partes un perito
único.
8. La omisión de rendir sus peritajes hará que el juez sancione a los peritos
omisos con multa hasta de $3,373.59 pesos actualizables.
9. Cada parte deberá pagar los honorarios de su perito. Los honorarios del
perito tercero en discordia serán cubiertos por ambas partes en igual
proporción.
10.Las partes pueden convenir en la designación de un solo perito y
cualquiera de ellas puede manifestar su conformidad con el dictamen
del perito de la contraria.

Cuando se trata específicamente de peritajes sobre el valor de bienes, los


mismos se rendirán por corredores públicos o peritos autorizados. En caso de
diferencia en los montos, si no excede del 30% en relación con el monto
mayor, se tomará el término medio. Si la diferencia es mayor, se designará
perito tercero en discordia.

Transcurrido el término probatorio, se pondrán los autos a la vista de las partes


para que, dentro del término común de tres días produzcan sus alegatos.

Pasado el término para alegar, serán citadas las partes para sentencia, la que se
pronunciará dentro de los quince días siguientes.

Juicio Oral Mercantil

Se tramitan en esta vía las contiendas cuya cuantía no exceda de la cantidad


que se requiere para que sus resoluciones sean apelables. No se tramitarán en
esta vía las contiendas que tengan una substanciación especial ni las de cuantía
indeterminada.

Las resoluciones pronunciadas en el juicio oral mercantil son irrecurribles.

La demanda, la contestación de la demanda, la reconvención y la contestación


de la reconvención, así como el desahogo de vista de las mismas, serán por
escrito. Las demás promociones se formularán oralmente durante las
audiencias.

El juicio principia por la demanda. En esta se ofrecen las pruebas con la


expresión del hecho o hechos que tratan de demostrar, así como las razones
por las que se considera que con ellas se demostrarán sus afirmaciones.

Si se trata de la prueba pericial se indicará el nombre, apellidos y domicilio


del perito.

Admitida la demanda se ordenará emplazar al demandado para que dentro del


término de 9 días conteste por escrito la demanda.

Del escrito de contestación de demanda se dará vista al actor por tres días para
que manifieste lo que le corresponda.

Al contestar la demanda, deberán ofrecerse las pruebas y oponerse todas las


excepciones que tuviere el demandado. De igual manera se propondrá la
reconvención que tuviere.

Si se admite la reconvención, se mandará notificar personalmente al actor por


el término de 9 días para que la conteste.

Del escrito de contestación a la reconvención se dará vista al demandado por


tres días para que manifieste lo que corresponda.

Desahogada la vista de la contestación a la demanda o, en su caso, de la


contestación a la reconvención, o transcurridos los plazos para ello; el juez
señalará fecha para la celebración de la audiencia preliminar, dentro de los 10
días siguientes.

La audiencia preliminar tiene por objeto:

1. La depuración del procedimiento


2. La fijación de acuerdos sobre hechos no controvertidos
3. La fijación de acuerdos probatorios
4. La calificación sobre la admisibilidad de las pruebas; y
5. La citación para audiencia de juicio.

Cuando se hubiere ofrecido la prueba PERICIAL, al admitirse, los peritos


deberán aceptar el cargo conferido y exhibir sus dictámenes, dentro del plazo
de 10 días.

Si el perito de una de las partes no acepta el cargo ni exhibe su dictamen, la


pericial quedará desahogada con el dictamen que sí se hubiere rendido. Si
ninguno de los peritos acepta su cargo o rinda su dictamen, se declarará
desierta la prueba.

Si los dictámenes resultan sustancialmente contradictorios, se designará un


perito tercero en discordia, que deberá rendir su dictamen en la audiencia de
juicio.

En la Audiencia del juicio se procederá al desahogo de las pruebas.

Los peritos asistirán a la audiencia a fin de exponer verbalmente las


conclusiones de sus dictámenes y responder las preguntas que el juez o las
partes les formulen.

Luego se procederá a conceder el uso de la palabra, por una sola vez, a cada
una de las partes para formular sus alegatos.

Enseguida se declarará el asunto visto y citará a las partes para la continuación


de la audiencia, dentro de los diez días siguientes, en la que se dictará la
sentencia correspondiente.

Juicio ejecutivo mercantil

El procedimiento ejecutivo tiene lugar cuando la demanda se funde en


documento que traiga aparejada ejecución.

Presentada la demanda acompañada del título ejecutivo, se proveerá auto, con


efectos de mandamiento en forma, para que el demandado sea requerido de
pago, y no haciéndolo, se le embarguen bienes suficientes para cubrir la
deuda, los gastos y las costas, poniéndolos bajo la responsabilidad del actor,
en depósito de persona nombrada por este.

Hecho el embargo se notificará al demandado que, dentro del plazo de 8 días,


comparezca al juzgado a hacer pago de lo reclamado o a oponer las
excepciones que tuviere.
De las excepciones se dará vista a actor por 3 días para que manifieste y
ofrezca las pruebas que a su derecho convenga.

En los escritos de demanda, contestación y desahogo de vista de esta, las


partes ofrecerán sus pruebas, relacionándolas con los puntos controvertidos,
proporcionando el nombre, apellidos y domicilio de los testigos, así como los
de sus peritos, y la clase de pericial de que se trate con el cuestionario que
deban resolver; y todas las demás pruebas que permitan las leyes.

Desahogada la vista o transcurrido el plazo para hacerlo, el juez admitirá y


mandará preparar las pruebas que procedan, abriendo el juicio a desahogo de
pruebas hasta por un término de 15 días.

Concluido el término de prueba se pasará al período de alegatos, el que será de


2 días comunes para las partes.

Presentados los alegatos o transcurrido el término para hacerlo, previa citación


y dentro del término de 8 días, se pronunciará la sentencia.

Si la sentencia condena a pagar, también se ordenará hacer el remate de los


bienes embargados.

A virtud de la sentencia de remate se procederá a la venta de los bienes


embargados, con el avalúo que cada parte rinda dentro de los diez días
siguientes.

Si los valores determinados en cada avalúo no coincidieren, se tomará como


base para el remate el promedio de ambos avalúos, siempre que no exista una
diferencia mayor al 20% entre el más bajo y el más alto. Si la discrepancia
fuere superior, el juez podrá ordenar que se practique un tercer avalúo.

En caso de que alguna de las partes deje de exhibir el avalúo, se entenderá su


conformidad con el avalúo exhibido por su contraria.

Presentado el avalúo, se anunciará en la forma legal la venta de los bienes por


medio de edictos que se publicarán en un periódico de circulación amplia en el
Estado, por dos veces consecutivas, entre las que mediará un lapso de 9 días si
se trata de inmuebles.
Sirve de base para el remate el precio fijado en los avalúos o el término medio
de ambos. Es postura legal la que cubre las dos terceras partes del precio que
sirve de base para el remate.

Si en la primera almoneda no hubiere postura legal, se citará a una segunda,


para lo cual se hará una sola publicación de edictos.

En la segunda almoneda se tendrá como precio el de la primera con una


deducción de un 10%.

Si en la segunda almoneda tampoco hubiere postura legal, se citará a la tercera


almoneda para lo cual se hará una sola publicación de edictos.

Mientras no haya postor se realizarán las almonedas correspondientes hasta


efectuar legalmente el remate. En cada una de las almonedas se deducirá un
10% del precio que en la anterior haya servido de base.

En cualquier almoneda en que no hubiere postura legal, el ejecutante tiene


derecho a pedir la adjudicación de los bienes a rematar, por las dos terceras
partes del precio que en ella haya servido de base para el remate.
TEMA VII

7. DERECHO ADMINISTRATIVO

7.1 Función administrativa y régimen de la actividad


del Estado

El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo,


Ejecutivo y Judicial.

El Poder Legislativo se deposita en un Congreso General, que a su vez se


divide en dos Cámaras, una de Diputados y la otra de Senadores.

El ejercicio del Poder Judicial de la Federación se deposita en la Suprema


Corte de Justicia de la Nación; el Tribunal Electoral; en Tribunales Colegiados
y Unitarios de Circuito y en Juzgados de Distrito.

El ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión se deposita en un solo


individuo, que se denomina “Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.

La función administrativa constituye la base fundamental del derecho


administrativo.

Por exclusión, la función administrativa es la que no es legislativa ni


jurisdiccional.

Desde un punto de vista formal, la función administrativa es la actividad del


poder ejecutivo encaminada a la ejecución de la ley. La actividad que el
Estado realiza por medio del Poder Ejecutivo.

Desde un punto de vista material, es la que el Estado realiza bajo un orden


jurídico y que consiste en la ejecución de actos materiales o de actos que
determinan situaciones jurídicas para casos individuales.

La función administrativa se distingue de otras funciones del Estado.

De la función legislativa se distingue porque la primera no comprende actos


materiales ni se determinan situaciones jurídicas para casos individuales. La
esencia del acto legislativo es la creación de normas generales, abstractas e
impersonales.

Se distingue de la función jurisdiccional porque en esta se supone una


situación preexistente de conflicto que se resuelve para dar estabilidad al
orden jurídico.

Sin embargo, ninguno de los tres poderes realiza exclusivamente actos que
corresponden a su denominación. Formalmente sí tienen ese carácter, pero
materialmente pueden ser de diferente naturaleza.

Así, una revisión general permite afirmar que los tres poderes realizan actos
que materialmente son de diverso carácter.

Poder Legislativo:

La función natural consiste en realizar actos legislativos que se traduce en la


creación de leyes.

También realiza actos administrativos:

. Designa a los empleados de la Auditoria Superior de Hacienda


. Concede autorizaciones para aceptar y usas condecoraciones extranjeras
. Autoriza viajes del Ejecutivo al extranjero.

Igualmente realiza actos jurisdiccionales:


. Instruir juicio político a ciertos servidores públicos.

Poder Judicial

Su función esencial es emitir actos jurisdiccionales, resolviendo los conflictos


entre particulares.

También realiza actos administrativos:

. Designa Jueces de Distrito y Magistrados de Circuito


. Nombra al personal del poder judicial federal
. Elabora el proyecto de su presupuesto de egresos.
Igualmente realiza actos legislativos:

. Emite reglamentos de carácter interno


. Emite Acuerdos Generales
. Elabora jurisprudencias.

Poder Ejecutivo

Su función natural es realizar actos administrativos.

También realiza actos legislativos:

. Expide reglamentos y disposiciones similares


. Dicta leyes de emergencia.

Igualmente realiza actos jurisdiccionales:

. Las actividades cotidianas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y


Administrativa
. Las actividades de las Juntas Federales de Conciliación y Arbitraje.

7.2 Derecho administrativo y sus relaciones

Al derecho administrativo se le ha definido como el conjunto de normas


jurídicas que regulan la organización y funcionamiento del Poder Ejecutivo.

También se le define como el conjunto de las reglas relativas a los servicios


públicos.

Igualmente se señala que el derecho administrativo es la rema del derecho


público que regula: 1. La organización de la empresa de la administración
pública y de las diversas personas administrativas en las cuales ha encarnado;
2. Los poderes y los derechos que poseen estas personas administrativas para
manejar los servicios públicos; 3. El ejercicio de estos poderes y de estos
derechos por la prerrogativa especial, por el procedimiento de acción de oficio
y las consecuencias contenciosas que se siguen.

El derecho administrativo regula:


a) La estructura y organización del Poder encargado de realizar la función
administrativa;
b) Los medios patrimoniales y financieros que la Administración necesita
para su sostenimiento y para garantizar la regularidad de su actuación;
c) El ejercicio de las facultades que el Poder Público debe realizar bajo la
forma de la función administrativa;
d) La situación de los particulares con respecto a la Administración.

Como puede verse, casi la totalidad de las relaciones jurídicas en que


interviene la Administración con motivo de su organización y de su
funcionamiento, están regidas por las normas del derecho administrativo, que
son normas de derecho público.

El derecho administrativo mantiene relaciones con otras ramas de derecho.

Con el derecho constitucional, las diferencias son únicamente de grado y no


de esencia, pues las normas de derecho constitucional, del cual se desprende el
administrativo, constituyen las bases o los encabezados de capítulo del
derecho administrativo.

En efecto, el derecho constitucional, al admitir la división de poderes,


instituye el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.

En el caso del Poder Ejecutivo establece las bases principales de su


organización, pero no llega al detalle de la misma. Sin embargo, por la
complejidad de funciones que debe realizar, su titular se ve en la necesidad de
nombrar múltiples órganos secundarios, entre los que es indispensable la
existencia de normas para regular las relaciones entre ellos, a efecto de
conservar la unidad del Poder al que pertenecen.

Así, las diferencias entre el derecho constitucional y el administrativo son más


bien cuantitativas que cualitativas y, en esencia, ambas ramas se refieren a la
actividad del Estado; por lo que es indudable que los principios de
organización del Poder Ejecutivo, de su funcionamiento y de la situación que
tengan los particulares frente a la Administración, tendrán qué influirse por el
sistema mismo de la organización constitucional. Lo mismo acontece con las
actividades patrimoniales del estado que originan múltiples relaciones de
carácter administrativo.

Con el derecho civil también tiene relaciones el derecho administrativo.


De la influencia del derecho privado se han derivado expresiones como
dominio público, dominio directo, servidumbres públicas, contratos
administrativos, etc.

De igual manera se ha pretendido que las relaciones pecuniarias del Estado


queden sometidas a la legislación civil. Sin embargo, dichas relaciones
pecuniarias del Estado adoptan múltiples modalidades que corresponden
fundamentalmente al derecho público, como cuando el estado establece y
cobra un impuesto, cuando expropia, etc.

Las normas del derecho público serán aplicables a todos aquellos casos en que
la actividad del Estado se vincula estrechamente con la subsistencia misma de
la organización estatal o con el cumplimiento de las atribuciones especiales
que le corresponden como autoridad, dejando para el derecho privado todas
las actividades que no están en esas condiciones.

En ciertas relaciones con los particulares, el Estado actúa en el mismo nivel de


subordinación o de igualdad, celebrando actos que se encuentran regidos por
el derecho privado.

Con el derecho penal se relaciona el derecho administrativo.

El incumplimiento de las normas de derecho administrativo se encuentra


garantizado por sanciones penales.

En la ejecución de las penas que impone la autoridad penal, es indispensable


la función administrativa.

Con el derecho procesal igualmente se relaciona el derecho administrativo.

El desarrollo de la función administrativa se sujeta a determinados


procedimientos que en algunas ocasiones son reproducción del procedimiento
judicial.

La función administrativa complementa el procedimiento penal en la


investigación de los delitos y en la ejecución de las penas.

Con el derecho internacional se relaciona el derecho administrativo.


El cumplimiento de múltiples obligaciones que el derecho internacional
impone a los Estados Soberanos, se realiza por la Administración pública.

El desbordamiento de los intereses colectivos fuera de las fronteras de cada


Estado, ha ido haciendo surgir en la actualidad instituciones internacionales de
orden administrativo.

7.3 Fuentes del derecho administrativo

Son fuentes del derecho administrativo: la ley, el reglamento, la costumbre y


la jurisprudencia.

El principio de legalidad significa que ningún órgano del estado puede tomar
una decisión individual que no sea conforme a una disposición legal
anteriormente dictada.

La función administrativa es una función del Estado que se realiza bajo un


orden jurídico.

La legalidad significa conformidad con el derecho y es sinónimo de


regularidad jurídica.

Una excepción al principio de legalidad ocurre en los casos en que la


Administración se encuentra revestida de facultades discrecionales.

Hay poder discrecional para la Administración cuando la ley o el reglamento,


previendo para la Administración cierta competencia en ocasión de una
relación de derecho con un particular, dejan a la Administración un poder de
libre apreciación para decidir si debe obrar o abstenerse, en qué momento
debe obrar, cómo debe obrar y qué contenido va a dar a su actuación.

El poder discrecional consiste en la libre apreciación dejada a la


Administración para decidir lo que es oportuno hacer o no hacer.

El ejercicio de la facultad discrecional está subordinado a la regla


constitucional de fundamentar y motivar los actos realizados; y sujeto al
control judicial cuando el juicio subjetivo del autor del acto no es razonable
sino arbitrario y caprichoso y cuando es notoriamente injusto y contrario a la
equidad.
El reglamento es una norma o conjunto de normas jurídicas de carácter
abstracto e impersonal que expide el Poder Ejecutivo en uso de una facultad
propia y que tiene por objeto facilitar la exacta observancia de las leyes
expedidas por el Poder Legislativo.

La atribución de la facultad reglamentaria al Poder Legislativo se justifica


desde el punto de vista práctico por la necesidad de aligerar la tarea del Poder
Legislativo, relevándolo de la necesidad de desarrollar y completar en detalle
las leyes para facilitar su mejor ejecución, teniendo en cuenta que el Ejecutivo
está en mejores condiciones de hacer ese desarrollo puesto que se encuentra en
contacto más íntimo con el medio en el cual va a ser aplicada la ley.

Además, existiendo mayores facilidades para la modificación del Reglamento,


el uso de la facultad reglamentaria permite que la legislación se pueda ir
adaptando oportunamente a las circunstancias cambiantes en que tiene que ser
aplicada.

No obstante que el reglamento es materialmente un acto legislativo, la facultad


reglamentaria se confiere en el artículo 89, fracción I, de la Constitución al
Ejecutivo Federal, para proveer en la esfera administrativa a la exacta
observancia de las leyes.

Se discute si la costumbre puede ser fuente del derecho administrativo.

Algunos afirman que los sujetos extraños a la Administración no pueden crear


una costumbre obligatoria para ésta, ni tampoco ella puede imponer a los
particulares una costumbre, puesto que la ley regula con disposiciones
precisas la constitución y competencia de los órganos administrativos.

En un régimen en que los poderes públicos solamente obran en caso de estar


autorizados expresamente por virtud de una ley, la costumbre no puede tener
aplicación en lo que se refiere a la competencia de los funcionarios.

Aún en el caso que la ley otorga a las autoridades facultades discrecionales, la


costumbre también queda excluida, porque la discrecionalidad significa
precisamente una apreciación de la oportunidad de las medidas, y si la
costumbre se impusiera como una regla, dejaría de existir la elasticidad
necesaria para la cual se autoriza la discreción.
En el ámbito de las relaciones entre la Administración y los particulares,
tampoco puede la costumbre ser fuente del derecho administrativo, pues las
obligaciones que puedan crearse a cargo de la administración sólo es posible si
están fundadas en un texto expreso de la ley.

La costumbre, en el derecho administrativo, puede servir para la interpretación


de las leyes, pero de ninguna manera se le puede reconocer el valor de crear
un derecho que supla y menos que contraríe las normas legales positivas.

En cuanto a la jurisprudencia, puede considerarse una fuente indirecta del


derecho administrativo, en la medida en que sirve tanto para interpretar las
normas administrativas como para estudiar la constitucionalidad de los actos
de la administración pública y de las leyes mismas cuando se aplican a los
particulares.

7.4 Teoría del acto administrativo y del procedimiento


administrativo

La actividad administrativa realiza dentro de su esfera la finalidad principal


del Estado, que es la de dar satisfacción al interés general por medio de la
policía que comprende las medidas necesarias para salvaguardar el orden
público, la tranquilidad, seguridad y salubridad públicas; por medio de
intervenciones encaminadas a regular y fomentar la actividad de los
particulares; por medio de los servicios públicos que otorguen prestaciones
para satisfacer las necesidades colectivas y por la gestión directa en la vida
económica, cultural y asistencial.

Esa función administrativa consiste en la ejecución de actos materiales o de


actos que determinan situaciones jurídicas para casos individuales.

Los actos administrativos se clasifican de la siguiente manera: a) según su


naturaleza; b) según las voluntades que intervienen en su formación; c) según
la relación que dichas voluntades guardan con la ley; d) según el radio de
aplicación del acto; y e) según se contenido y efectos jurídicos.

1.- Según su naturaleza, los actos pueden ser materiales y jurídicos.

2.- Según las voluntades que intervienen en su formación, los actos pueden
ser: actos simples, constituidos por una voluntad única; y actos colegiados o
complejos, formados por el concurso de varias voluntades.

3.- Partiendo de la relación que guarda la voluntad creadora del acto con la
ley, los actos administrativos se clasifican en dos categorías: el acto
obligatorio, reglado o vinculado; y el acto discrecional.

4.- Desde el punto de vista del radio de acción de los actos administrativos,
estos se pueden clasificar en actos internos, si solo producen sus efectos en el
seno de la organización administrativa; y actos externos, si trascienden fuera
de aquella.

5.- Por razón de su contenido, los actos jurídicos pueden ser de las siguientes
categorías: actos directamente destinados a ampliar la esfera jurídica de los
particulares; actos directamente destinados a limitar esa esfera jurídica; y actos
que hacen constar la existencia de un estado de hecho o de derecho.

El acto jurídico administrativo está constituido por los siguientes elementos: a)


el sujeto; b) la voluntad; c) el objeto; d) el motivo; e) el fin, y f) la forma.

El sujeto del acto administrativo es el órgano de la administración que lo


realiza, quien debe tener esa aptitud legal.

El acto administrativo debe estar formado por una voluntad libremente


manifestada; que no esté viciada por error, dolo o violencia.

El objeto del acto debe ser determinado o determinable, posible y lícito. La


licitud significa que debe estar expresamente autorizado por la ley, excepto el
acto discrecional que faculta a la autoridad administrativa a elegir y
determinar el objeto del acto. En cualquier caso, no debe contrariar ni
perturbar el servicio público; no debe infringir las normas jurídicas; y no debe
ser incongruente con la función pública.

El motivo del acto es el antecedente que lo provoca; es la situación legal o de


hecho prevista en la ley como presupuesto necesario de la actividad
administrativa. La motivación, en cambio, es el juicio que forma la autoridad
al apreciar el motivo y al relacionarlo con la ley aplicable.

En cuanto a la finalidad del acto administrativo, deben observarse las


siguientes reglas:
a) El agente no puede perseguir sino un fin de interés general.
b) El agente público no debe perseguir una finalidad en oposición con la
ley.
c) No basta que el fin perseguido sea lícito y de interés general, sino que
es necesario, además, que entre en la competencia del agente que realiza
el acto.
d) Aún siendo lícito el fin de interés público y dentro de la competencia
del agente, no puede perseguirse sino por medio de los actos que la ley
ha establecido al efecto.

La forma del acto administrativo es un elemento externo del mismo,


constituido por los requisitos de carácter extrínseco que la ley señala como
necesarios para la expresión de la voluntad que genera la decisión
administrativa.

El acto administrativo requiere para su formación estar precedido de una serie


de formalidades y otros actos intermedios que dan a su autor la ilustración e
información necesarias para guiar su decisión, al mismo tiempo que
constituyen una garantía de que la resolución se dicta de acuerdo con las
normas legales.

Al conjunto de formalidades y actos que preceden y preparan el acto


administrativo, se les denomina procedimiento administrativo.

Todo procedimiento administrativo debe tener por lo menos las siguientes


bases fundamentales: primero, el principio de audiencia de las partes;
segundo, enumeración de los medios de prueba que deben ser utilizados por la
Administración o por las partes en el procedimiento administrativo; tercero,
determinación del plazo en el cual debe obrar la Administración; cuarto,
precisión de los actos para los que la autoridad debe tomar la opinión de otras
autoridades o consejos; quinto, necesidad de una motivación por lo menos
sumaria de todos los actos administrativos que afecten a un particular; sexto,
condiciones en las cuales la decisión debe ser notificada a los particulares; y
como reglas generales complementarias, la declaración de que todo
quebrantamiento de las normas que fijen garantías de procedimiento para el
particular deben provocar la nulidad de la decisión administrativa y la
responsabilidad de quien las infrinja.

7.5 Régimen patrimonial del Estado


El patrimonio del Estado está constituido por el conjunto de bienes materiales
que de modo directo o indirecto le sirven para realizar sus atribuciones.

El Patrimonio Nacional se compone de lo siguiente:

I.- Bienes de dominio Público de la Federación; y

II.- Bienes de dominio Privado de la Federación.

La Ley General de Bienes Nacionales en vigor, dispone que son bienes


nacionales los siguientes:

I.- Los señalados en los artículos 27, párrafos cuarto, quinto y octavo; 42,
fracción IV, y 132 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos;

II.- Los bienes de uso común a que se refiere el artículo 7 de esta Ley;

III.- Los bienes muebles e inmuebles de la Federación:

IV.- Los bienes muebles e inmuebles propiedad de las entidades;

V.- Los bienes muebles e inmuebles propiedad de las instituciones de carácter


federal con personalidad jurídica y patrimonio propios a los que la
Constitución Política de los estados Unidos mexicanos les otorga autonomía, y

VI.- Los demás bienes considerados por otras leyes como nacionales.

Los bienes nacionales estarán sujetos al régimen de dominio público o a la


regulación específica que señalen las leyes respectivas.

Están sujetos al régimen de dominio público de la Federación:

I.- Los bienes señalados en los artículos 27, párrafos cuarto, quinto y octavo;
42, fracción IV, y 132 de la Constitución Federal:

II.- Los bienes de uso común a que se refiere el artículo 7 de la Ley;

III.- Las plataformas insulares;


IV.- El lecho y el subsuelo del mar territorial y de las aguas marinas interiores;

V.- Los inmuebles nacionalizados;

VI.- Los inmuebles federales que estén destinados de hecho o mediante un


ordenamiento jurídico a un servicio público y los inmuebles equiparados a
estos conforme a la Ley;

VII.- Los terrenos baldíos, nacionales y los demás bienes inmuebles


declarados por la ley inalienables e imprescriptibles;

VIII.- Los inmuebles federales considerados como monumentos


arqueológicos, históricos o artísticos conforme a la ley de la materia o la
declaratoria correspondiente;

IX.- Los terrenos ganados natural o artificialmente al mar; ríos, corrientes,


lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional;

X.- Los inmuebles federales que constituyan reservas territoriales,


independientemente de la forma de su adquisición:

XI.- Los inmuebles que formen parte del patrimonio de los organismos
descentralizados de carácter federal;

XII.- Los bienes que hayas formado parte del patrimonio de las entidades que
se extingan, disuelvan o liquiden, en la proporción que corresponda a la
federación;
XIII.- Las servidumbres, cuando el predio dominante sea alguno de los
anteriores;

XIV.- Las pinturas murales, las esculturas y cualquier obra artística


incorporada o adherida permanentemente a los inmuebles sujetos al régimen
de dominio público de la Federación;

XV.- Los bienes muebles de la federación considerados como monumentos


históricos o artísticos conforme a la ley de la materia o la declaratoria
correspondiente;

XVI.- Los bienes muebles determinados por la ley o decreto como


monumentos arqueológicos:

XVII.- Los bienes muebles de la Federación al servicio de las dependencias


federales:

XVIII.- Los muebles de la Federación que por su naturaleza no sean


normalmente sustituibles;

XIX.- Los meteoritos o aerolitos y todos los objetos minerales pétreos o de


naturaleza mixta procedentes del espacio exterior caídos y recuperados en el
territorio mexicano;

XX.- Cualesquiera otros bienes muebles e inmuebles q ue por cualquier vía


pasen a formar parte del patrimonio de la Federación; y

XXI.- Los demás bienes considerados del dominio público o como


inalienables e imprescriptibles por otras leyes especiales que regulen bienes
nacionales.

Son bienes del dominio privado:

I.- Las tierras y las aguas que sean susceptibles de enajenación a los
particulares;

II.- Los nacionalizados que no se hubieren construido o destinado a la


administración, propaganda o enseñanza de algún culto religioso;

III.- Los bienes considerados por la legislación común como vacantes;

IV.- Los que hayan formado parte de corporaciones u organismos de carácter


federal, que se extingan en la proporción que corresponda a la Federación;

V.- Los muebles al servicio de las dependencias de los Poderes de la Unión;

VI.- Los demás inmuebles y muebles que por cualquier título jurídico adquiera
la Federación;

VII.- Los bienes muebles e inmuebles que la Federación adquiera en el


extranjero.
Los bienes de uso común son: a) según su naturaleza; b) por su forma de
incorporación al dominio público.

Bienes de uso común, según su naturaleza:

a) Dominio público aéreo: el espacio aéreo.


b) Dominio público marítimo: mar territorial a una distancia de 12 millas
(22,224 metros); aguas marítimas interiores; playas marítimas; la zona
federal marítima terrestre (20 metros de ancho de tierra firme); los
diques, muelles, escolleras, malecones y demás obras de los puertos que
sean de uso público; los puertos, bahías, radas y ensenadas;
c) Dominio público terrestre: cauces de las corrientes y los vasos;
caminos, carreteras y puentes federales; presas, diques y sus vasos;
plazas, paseos y parques del Gobierno Federal.

Bienes de uso común, según su forma de incorporación:

a) Los que constituyen el dominio natural: por su naturaleza misma


quedan incorporados;
b) Los que constituyen el dominio artificial. Requieren de una disposición
expresa de la ley y pueden ser desafectados.

Son bienes de uso común, según la Ley de bienes Nacionales, los siguientes:

I. El espacio aéreo situado sobre el territorio nacional;


II. Las aguas marinas interiores;
III. El mar territorial;
IV. Las playas marítimas;
V. La zona federal marítimo terrestre;
VI. Los puertos, bahías, radas y ensenadas;
VII. Los dique, muelles, escolleras, malecones y demás obras de los
puertos, cuando sean de uso público;
VIII. Los cauces de las corrientes y los vasos de los lagos, lagunas y
esteros de propiedad nacional;
IX. Las riberas y zonas federales de las corrientes;
X. Las presas, diques y sus vasos, canales, bordos y zanjas, construidos
para la irrigación, navegación y otros usos de utilidad pública;
XI. Los caminos, carreteras, puentes y vías férreas que constituyen vías
generales de comunicación;
XII. Los inmuebles considerados como monumentos arqueológicos;
XIII. Las plazas, paseos y parques públicos cuya conservación esté a
cargo del Gobierno federal;
XIV. Los demás bienes considerados de uso común por las leyes que
regulen bienes nacionales.

7.6 Modos de adquisición del dominio del Estado

Debe hacerse la distinción entre bienes de propiedad originaria y bienes del


dominio directo.

En cuanto a la primera clasificación, el artículo 27, primer párrafo, de la


Constitución Federal dispone: “La propiedad de las tierras y aguas
comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde
originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir
el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada”.

La Corona Española había adquirido su derecho a todas las tierras


descubiertas y por descubrir por la Bula de Alejandro VI de 4 de mayo de
1493, según la cual se da, concede y asigna perpetuamente a los Reyes de
Castilla y León y a sus sucesores, con libre, llano y absoluto poder, autoridad
y jurisdicción, todas las islas y tierras firmes halladas y que se hallaren
descubiertas.

En la legislación colonial, la propiedad sobre el dominio individual flotó


siempre el dominio del Monarca, en forma tal que la propiedad de las tierras
constituía una verdadera función social, puesto que ella solo se conservaba
mediante el cumplimiento de determinadas obligaciones, entre otras, la de
hacer producir y poblar las tierras, que eran impuestas para preservar el interés
general.

Al consumarse la independencia se consideró que la propiedad territorial que


constituyó parte del Real Patrimonio fue adquirida por la Nación Mexicana, y
el régimen jurídico establecido para dicha propiedad en la legislación colonial
subsistió en sus términos fundamentales.

La propiedad originaria que la Nación tiene sobre las tierras del territorio de la
República, que constituye un elemento de su patrimonio, se plasmó en la ley
sobre terrenos baldíos y nacionales publicada el 7 de febrero de 1951.

En lo que hace a la segunda clasificación, el párrafo cuarto del mismo artículo


27 Constitucional, establece el dominio directo de la Nación sobre las
sustancias minerales, los hidrocarburos y el espacio aéreo.

Al respecto dispone dicho precepto: “Corresponde a la Nación el dominio


directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los
zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o substancias que en
vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea
distinta de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de lo0s
que se extraigan metales y metaloides utilizados en la industria; los
yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas formadas
directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la
descomposición de las rocas, cuando su explotación necesite trabajos
subterráneos; los yacimientos minerales u orgánicos de materias susceptibles
de ser utilizadas como fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el
petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; y el
espacio situado sobre el territorio nacional, en la extensión y términos que fije
el derecho internacional”.

La Nación tiene una propiedad perfecta, completa, sobre las sustancias


minerales.

La inalienabilidad y la imprescriptibilidad vienen a dar un carácter más


enérgico a la propiedad que la Nación tiene sobre los minerales.

Ahora bien, la propiedad atribuida a la Nación sobre las sustancias minerales,


no es una propiedad privada regida por el derecho civil, sino afectada a la
satisfacción de ciertos fines sociales, como son el garantizar una eficaz
explotación de los elementos naturales y de suprimir las cargas que los
propietarios del suelo representan para un aprovechamiento regulado por el
interés social.

Por otra parte, el párrafo quinto del artículo 27 Constitucional dispone: “Son
propiedad de la Nación las aguas de los mares territoriales en la extensión y
términos que fije el derecho internacional; las de las lagunas y esteros que se
comuniquen permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos
interiores de formación natural que estén ligados directamente a corrientes
constantes; las de los ríos y sus afluentes directos o indirectos, desde el punto
del cauce en que se inicien las primeras aguas permanentes, intermitentes o
torrenciales, hasta su desembocadura en el mar, lagos, lagunas o esteros de
propiedad nacional; las de las corrientes constantes e intermitentes y sus
afluentes directos o indirectos, cuando el cauce de aquéllas en toda su
extensión o en parte de ellas, sirva de límite al territorio nacional o a dos
entidades federativas, o cuando pase de una entidad federativa a otra o cruce la
línea divisoria de la República; las de los lagos, lagunas o esteros cuyos vasos,
zonas o riberas, estén cruzadas por líneas divisorias de dos o más entidades o
entre la república y un país vecino, o cuando el límite de las riberas sirva de
lindero entre dos entidades federativas o a la República con un país vecino;
las de los manantiales que broten en las playas, zonas marítimas, cauces, vasos
o riberas de los lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional, y las que se
extraigan de las minas; y los cauces, lechos o riberas de los lagos y corrientes
interiores en la extensión que fija la ley. Las aguas del subsuelo pueden ser
libremente alumbradas mediante obras artificiales y apropiarse por el dueño
del terreno, pero cuando lo exija el interés público o se afecten otros
aprovechamientos, el Ejecutivo Federal podrá reglamentar su extracción y
utilización y aún establecer zonas vedadas, al igual que para las demás aguas
de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no incluidas en la
enumeración anterior, se considerarán como parte integrante de la propiedad
de los terrenos por los que corran o en los que se encuentren sus depósitos,
pero si se localizaren en dos o más predios, el aprovechamiento de estas aguas
se considerará de utilidad pública, y quedará sujeto a lo que dicten las
disposiciones de los Estados”.

El dominio de las aguas del territorio tiene los mismos antecedentes que el
dominio de las tierras.

En efecto, de la misma manera que la propiedad de las tierras se transmitió


con la independencia a la Nación Mexicana, esta adquirió la propiedad de las
aguas.

La propiedad de la Nación es inalienable e imprescriptible y sólo mediante


concesión pueden hacer aprovechamientos los particulares.

Asimismo, el artículo 27 de la Ley Suprema señala que:

“Corresponde también a la nación el aprovechamiento de los combustibles


nucleares para la generación de energía nuclear y la regulación de sus
aplicaciones en otros propósitos. El uso de la energía sólo podrá tener fines
pacíficos”.
7.7 Modalidades y limitaciones administrativas a la
propiedad privada.

En primer término, el Estado puede expropiar los bienes de propiedad privada


por causa de utilidad pública y mediante indemnización.

La expropiación es un medio por el cual el Estado impone a un particular la


cesión de su propiedad por existir una causa de utilidad pública y mediante la
compensación que al particular se le otorga por la privación de esa propiedad.

En segundo lugar, la Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la


propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, así como el de
regular, en beneficio social, el aprovechamientos de los elementos naturales
susceptibles de apropiación, con el objeto de hacer una distribución
equilibrada de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el
desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida
de la población rural y urbana.

Estas modalidades constituyen restricciones impuestas al ejercicio de los


atributos del derecho de propiedad, de tal manera que, a primera vista, parece
que el Estado, al establecerlas, está privando al propietario de una parte de su
derecho, lo cual podría considerarse como un caso de expropiación.

Sin embargo, existen diferencias de forma y de fondo entre la modalidad y la


expropiación.

La modalidad constituye una medida de carácter general y abstracto que viene


a integrar y a configurar, no a transformar, el régimen jurídico de la propiedad
general de los bienes, en un momento y en un lugar determinado. La
expropiación, en cambio, constituye una medida de carácter individual y
concreto que concentra sus efectos sobre un bien especial.

La finalidad que se persigue al imponerse modalidades a la propiedad privada


no es otra que la de estructurar el régimen de la propiedad privada dentro de
un sistema que haga prevalecer el interés público sobre el interés privado,
hasta el grado en que la Nación lo estime conveniente.
VIII DERECHO MUNICIPAL

El derecho municipal es un conjunto de normas jurídicas que tienen por objeto


la regulación del Municipio.

De acuerdo con el artículo 115 de la Constitución, el Municipio libre es la


base de la división territorial y de la organización política y administrativa del
Estado.

Características del Municipio

Las características del Municipio Libre son las siguientes:

1. La existencia de un grupo social con finalidades unitarias, permanentes


y voluntad. Es la población del municipio.

2. Personalidad jurídica distinta a la de sus integrantes.

3. Denominación o nombre. El Municipio tiene el nombre que le permite


identificarse y distinguirse de los demás.

4. Ámbito geográfico y domicilio. Es el territorio donde ejerce sus


atribuciones. El domicilio es la sede donde se ubican sus órganos de
representación.

5. Elemento patrimonial. La hacienda municipal es el conjunto de


derechos susceptibles de ser valuados pecuniariamente y de los cuales
dispone para cumplir sus fines.

6. Régimen Jurídico propio. La Constitución Federal, la Constitución


Estatal, el Código Municipal, los reglamentos y demás leyes que lo
rigen.

7. Objeto. Sirve de base a la división territorial y a la organización política


y administrativa de las Entidades.

8. Órganos de representación y administración. El Ayuntamiento,


encabezado por el Presidente Municipal; así como los titulares de los
órganos de la administración municipal.
9. Fines. La satisfacción de las necesidades colectivas de su población y el
impulso de su desarrollo.

El Municipio es una entidad jurídica de derecho público, integrada por un


grupo de personas asentadas en una circunscripción territorial que constituye
la base de la división de un Estado y de su organización política y
administrativa; con capacidad jurídica, política y económica para alcanzar sus
fines y auto-gobernarse.

Bases Constitucionales del Municipio

Las bases constitucionales del Municipio Libre son las siguientes:

I. Cada Municipio será gobernado por un Ayuntamiento de elección


popular directa, integrado por un Presidente Municipal y el número
de regidores y síndicos que la ley determine. No habrá ninguna
autoridad intermedia entre el Municipio y el gobierno del Estado.

II. Los Municipios estarán investidos de personalidad jurídica y


manejarán su patrimonio conforme a la ley. El Ayuntamiento tendrá
facultades para expedir los bandos de policía y gobierno, los
reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de
observancia general.

El objeto de las Leyes Estatales en materia municipal será establecer:

a) Las bases generales de la administración pública municipal y del


procedimiento administrativo;

b) Los casos en que se requiera el acuerdo de las dos terceras partes de los
miembros de los Ayuntamientos para dictar resoluciones que afecten el
patrimonio municipal o para celebrar actos o convenios que
comprometan al municipio por un plazo mayor del período del
Ayuntamiento;

c) Las normas de aplicación general para celebrar los convenios


siguientes: sobre la prestación temporal o coordinada con el Estado de
algunos servicios públicos; y sobre la administración por el Estado de
algunas contribuciones.

d) El procedimiento y condiciones para que el gobierno estatal asuma una


función o servicio municipal cuando, al no existir convenio, la
legislatura considere que un Municipio esté imposibilitado para
ejercerlos o prestarlos. El Ayuntamiento deberá formular la solicitud;

e) Las disposiciones aplicables a aquellos municipios que no cuenten con


sus bandos o reglamentos.

III. Los Municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos


siguientes:

a) Agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus


aguas residuales;

b) Alumbrado público;

c) Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de


residuos;

d) Mercados y centrales de abasto;

e) Panteones;

f) Rastro;

g) Calles, parques y jardines y su equipamiento;

h) Seguridad pública, policía preventiva municipal y tránsito; e

i) Los demás que las legislaturas locales determinen.

IV. Los municipios administrarán libremente su hacienda, la cual se


formará por los rendimientos de los bienes que les pertenezcan, así
como de las contribuciones y otros ingresos que las legislaturas
establezcan a su favor, y en todo caso:

a) Percibirán las contribuciones que establezcan los Estados sobre la


propiedad inmobiliaria, de sus fraccionamientos, división,
consolidación, traslación y mejora así como las que tengan por base el
cambio de valor de los inmuebles;

b) Las participaciones federales, que serán cubiertas por la Federación a


los Municipios, con arreglo a las bases, montos y plazos que
anualmente se determinen por las Legislaturas de los Estados;

c) Los ingresos derivados de la prestación de servicios públicos a su cargo.

Las leyes federales no limitarán la facultad de los Estados para establecer las
contribuciones a que se refieren los incisos a) y c), ni concederán exenciones
en relación con las mismas. Las leyes estatales no establecerán exenciones o
subsidios a favor de persona o institución alguna respecto de dichas
contribuciones. Sólo estarán exentos los bienes de dominio público de la
Federación, de las entidades federativas o los Municipios, salvo que tales
bienes sean utilizados por entidades paraestatales o particulares para fines
administrativos o propósitos distintos a los de su objeto público.

Las legislaturas de los Estados aprobarán las leyes de ingresos de los


municipios, revisarán y fiscalizarán sus cuentas públicas.

V. Los Municipios estarán facultados para:

a) Formular, aprobar y administrar la zonificación y planes de desarrollo


urbano municipal;

b) Participar en la creación y administración de sus reservas territoriales;

c) Participar en la formulación de planes de desarrollo regional, los cuales


deberán estar en concordancia con los planes generales de la materia.
Cuando la Federación o los Estados elaboren proyectos de desarrollo
regional deberán asegurar la participación de los municipios;

d) Autorizar, controlar y vigilar la utilización del suelo, en el ámbito de su


competencia, en sus jurisdicciones territoriales;

e) Intervenir en la regularización de la tenencia de la tierra urbana;

f) Otorgar licencias y permisos para construcciones;


g) Participar en la creación y administración de zonas de reservas
ecológicas y en la elaboración y aplicación de programas de
ordenamiento en esta materia;

h) Intervenir en la formulación y aplicación de programas de transporte


público de pasajeros cuando aquellos afecten su ámbito territorial; e

i) Celebrar convenios para la administración y custodia de las zonas


federales.

VI. Cuando dos o más centros urbanos situados en territorios


municipales de dos o más entidades federativas formen o tiendan a
formar una comunidad demográfica, la Federación, las entidades
federativas y los Municipios respectivos, en el ámbito de sus
competencias, planearán y regularán de manera conjunta y
coordinada el desarrollo de dichos centros con apego a la ley federal
de la materia.

VII. La policía preventiva estará al mando del presidente municipal en


los términos de la Ley de Seguridad Pública del Estado. Aquélla
acatará las órdenes que el Gobernador del Estado le transmita en
aquellos casos en que éste juzgue como de fuerza mayor o alteración
grave del orden público.

El Ejecutivo Federal tendrá el mando de la fuerza pública en los lugares donde


resida habitual o transitoriamente.

VIII. Las leyes de los estados introducirán el principio de la


representación proporcional en la elección de los ayuntamientos de
todos los municipios.
IMPUESTOS MUNICIPALES

1. IMPUESTO SOBRE ESPECTÁCULOS PÚBLICOS

Su objeto es la explotación de espectáculos públicos.

Es espectáculo público todo evento de esparcimiento, sea teatral,


cinematográfico, cultural, deportivo o de cualquier índole, que se realice en
salones, teatros, calles, plazas, locales abiertos o cerrados, a los que el público
tiene acceso mediante el pago de una cantidad de dinero.

Los sujetos del impuesto son las personas físicas o morales que ordinaria o
eventualmente realicen espectáculos públicos.

Servirán de base para el pago del impuesto, los ingresos obtenidos por la venta
de boletos, bonos o cualquier otra denominación que permita la entrada al
evento.

En la Ley de Ingresos del Municipio se establecen las tarifas aplicables para el


ejercicio respectivo, dentro de los límites fijados por el Código Municipal
(132).

2. IMPUESTO PREDIAL

Es objeto de este impuesto:

I.- La propiedad o posesión de predios urbanos, suburbanos y rústicos;

II.- Los predios propiedad de la Federación, Estados o Municipios que estén


en poder de instituciones descentralizadas, con personalidad jurídica y
patrimonio propios, o de particulares, por contratos, concesiones, permisos o
cualquier otro título para uso, goce o explotación.

Son sujetos de este impuesto:

I. Con responsabilidad directa:


a) Los propietarios y poseedores de predios urbanos, suburbanos y
rústicos.

b) Los copropietarios y coposeedores de inmuebles sujetos al régimen de


copropiedad o condominio y los titulares de certificados de
participación inmobiliaria.

c) Los fideicomitentes, mientras sean poseedores de predios objeto del


fideicomiso o los fideicomisarios que estén en posesión del predio en
cumplimiento del fideicomiso.

d) Los ejidos y comunidades, como persona moral de derecho social,


respecto a las tierras de uso común, que conforman la dotación o
restitución agraria.

e) Los ejidatarios, comuneros y avecindados, respecto de las parcelas y


lotes de las zonas de urbanización ejidal que posean.

f) Los poseedores, que por cualquier título tengan el uso o goce de los
predios de la Federación, Estados o Municipios.

II. Con responsabilidad objetiva:

Los adquirentes por cualquier título de predios urbanos, suburbanos y


rústicos.

III. Con responsabilidad solidaria:

a) Los propietarios que hubiesen prometido en venta o hubieren vendido


con reserva de dominio, mientras estos contratos estén en vigor y no se
traslade el dominio del predio.

b) Los comisariados ejidales o comunales, en los términos de la legislación


agraria.

c) Los servidores públicos, que dolosamente expidan constancias de no


adeudo del impuesto predial.

d) Los propietarios, poseedores, copropietarios o coposeedores, respecto


de los créditos fiscales derivados del bien o derecho en común o
individual y hasta por el monto del valor de éste, respecto de las
prestaciones fiscales que en cualesquier tiempo se hubieren causado.

e) Los usufructuarios, usuarios y habituarios; y

f) Los fedatarios y registradores, que no se cercioren del cumplimiento del


pago del impuesto predial, antes de intervenir, autorizar y registrar
operaciones que se realicen sobre los predios.

La base del impuesto predial es el valor catastral del inmueble, debiendo


reflejar el valor de mercado de las propiedades.

El impuesto se determina anualmente conforme a las tarifas que fija el artículo


149 del Código Municipal de Chihuahua para los predios urbanos. Para los
predios rústicos, la tasa es del 2 al millar. Para los fundos mineros, la tasa es
de 5 al millar.

El impuesto neto a pagar nunca será inferior al equivalente a 2 UMA´s.

Están exentos del pago del impuesto predial, los bienes del dominio público
de la Federación, Estado y Municipios, salvo que tales bienes sean utilizados
bajo cualquier título por entidades paraestatales o por particulares, para fines
administrativos o propósitos distintos a los de su objeto público.

El pago del impuesto será bimestral y se hará dentro del período que
comprende cada bimestre.

En el caso de terrenos no empadronados o construcciones no manifestadas, se


harán efectivos tres años de impuestos anteriores, salvo que se compruebe que
el plazo es menor.

3.- IMPUESTO SOBRE TRASLACIÓN DE DOMINIO DE BIENES


INMUEBLES

Es objeto de este impuesto la adquisición de los inmuebles ubicados en el


Municipio, con excepción de la que realicen la Federación, los Estados o
municipios, para formar parte del dominio público o los Estados extranjeros
en caso de reciprocidad.
Son sujetos de este impuesto las personas físicas o morales que adquieran
inmuebles o los derechos relacionados con los mismos, ubicados en el
municipio.

Para los efectos del impuesto existe adquisición en los siguientes casos:

I. Todo acto en el que se transmita la propiedad. Se incluyen la


donación, la herencia o la aportación a asociaciones o sociedades.

II. La compraventa con reserva de dominio.

III. La promesa de compraventa, cuando el promitente comprador reciba


la posesión de los bienes o pague el precio antes del contrato
definitivo.

IV. La cesión de derechos del comprador o futuro comprador de los


derechos derivados de las dos anteriores fracciones.

V. La fusión de sociedades.

VI. La dación en pago y liquidación, reducción de capital, pago en


especie de remanentes, utilidades o dividendos de sociedades.

VII. La constitución de usufructo, su extinción o la transmisión de éste o


de la nuda propiedad, así como la extinción del usufructo temporal.

VIII. La prescripción positiva.

IX. La cesión de derechos del copropietario, heredero o legatario,


cuando entre los bienes de la copropiedad o de la sucesión haya
inmuebles, en la parte relativa y en proporción a éstos.

X. Enajenación a través de fideicomiso.

XI. La división de la copropiedad y la disolución de la sociedad


conyugal, por la parte que se adquiera en demasía de la que le
correspondía al copropietario o cónyuge; y

XII. La permuta, en cuyo caso se considerará que se efectúan dos


adquisiciones.
Será base del impuesto lo que resulte mayor de:

I. El valor del inmueble cuyo valor se determine mediante avalúo, en


base al valor físico del inmueble. El avalúo no deberá tener, más de
un año.

II. El valor catastral; y

III. El precio de la adquisición.

Tratándose de inmuebles cuya adquisición se derive de procesos de


regularización de terrenos, promovidos por las diferentes instancias de
gobierno, así como de programas de fomento a la vivienda de interés social y
popular, se tendrá como base gravable la que resulte menor de las hipótesis
establecidas en las fracciones anteriores.

Para los efectos de este impuesto, se considera que el usufructo y la nuda


propiedad tienen un valor, cada uno de ellos, del cincuenta por ciento del total
de la propiedad.

En las adquisiciones que hubieran sido objeto de una operación anterior a la


que se calcula el impuesto, pero sin que entre una y otra medien más de tres
años, el valor gravable se determinará deduciendo del valor gravable en la
adquisición presente, el valor gravado en la adquisición anterior.

El avalúo deberá comprender el terreno y las construcciones aun cuando se


adquiera únicamente el terreno o las construcciones, salvo que se pruebe que
el adquirente edificó con recursos propios las construcciones o que las
adquirió con anterioridad habiendo pagado el impuesto respectivo.

La tasa del impuesto es del 2 por ciento sobre la base gravable. En las leyes de
ingresos se indicará la tasa aplicable a las viviendas de interés social y
popular.

Las leyes de ingresos también podrán establecer que en las adquisiciones cuya
base gravable no exceda de 365 UMA´s, la tasa del impuesto podrá ser del
0%.
El impuesto se pagará dentro del mes siguiente de que se celebre el acto
traslativo de dominio. En el caso de la escritura pública, se tendrán 30 días
hábiles para el pago, a partir de la firma de la escritura.

4.- TASA ADICIONAL PARA LOS IMPUESTOS PREDIAL Y SOBRE


TRASLACIÓN DE DOMINIO DE BIENES INMUEBLES

Los contribuyentes de los impuestos predial y sobre traslación de dominio de


bienes inmuebles, pagarán una tasa adicional del 4% aplicable al monto que
deberá enterar sobre dichos impuestos.

La tasa adicional se destinará al sostenimiento de la Universidad Autónoma de


chihuahua y a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, por partes iguales.

5.- CONTRIBUCIÓN ESPECIAL SOBRE PAVIMENTACIÓN

La contribución especial sobre pavimentación, repavimentación,


reciclado, riego de sello y obras complementarias será pagada por
los propietarios de casas y terrenos por el valor del pavimento en el
área comprendida entre las guarniciones de la banqueta y el eje
central de la calle, en la extensión del frente de la finca o lote.

Cuando el inmueble se encuentre en esquina, el propietario también


pagará el área de pavimentación hasta el punto de intersección de los
ejes de las calles adyacentes.

Los notarios no autorizarán ni los registradores inscribirán actos o contratos


en relación con inmuebles afectos al pago de la contribución especial sobre
pavimentación si no se les comprueba previamente que están al corriente en el
pago de la misma.
ACCIONES URBANAS

La Ley de Desarrollo Urbano Sostenible del Estado de Chihuahua entiende


por acción urbana: el Acondicionamiento del espacio para el asentamiento
humano mediante la introducción o mejoramiento de la infraestructura,
comprendiendo la transformación del suelo rural a urbano; las subdivisiones,
fusiones, segregaciones, lotificaciones, relotificaciones, fraccionamiento de
terrenos y toda edificación; la rehabilitación de zonas urbanas; equipamiento y
servicios públicos y demás procesos tendientes a la transformación, uso o
aprovechamiento del suelo urbano.

Asentamiento urbano es entendido como las personas, sus construcciones, sus


formas de convivencia, su cultura y sus relaciones con los elementos naturales
y los construidos en un área físicamente identificada.

Es asentamiento urbano irregular el establecimiento de un conglomerado


demográfico con el conjunto de sus sistemas de convivencia en un área
físicamente localizada, considerando dentro de la misma los elementos
naturales y las obras materiales que lo integran, sin contar con las
autorizaciones expedidas por las autoridades competentes para ello.

La SUBDIVISIÓN es la partición de un predio en dos o más fracciones de


terreno que no requieren del trazo de vía pública ni de obras de urbanización.
El lote o los lotes resultantes no podrán ser de menor superficie al lote mínimo
establecido en la zona en la que se ubique el predio a subdividir.

La FUSIÓN es la unión de dos o más predios colindantes para formar uno


solo.

La SEGREGACIÓN consiste en separar o apartar uno o más lotes de otro de


mayor extensión del que originalmente formaba parte, por medio del trazo de
alguna vía pública o infraestructura realizada por algún ente público.

La LOTIFICACIÓN es la partición de un terreno, en dos o más fracciones que


no requiera trazo de vía pública, constituyéndose cada una en fracciones de
lotes.

RELOTIFICACIÓN es la modificación total o parcial de la lotificación


originalmente autorizada para un fraccionamiento.
El FRACCIONAMIENTO es la división de un terreno en manzanas y lotes,
que requiere del trazo de una o más calles, o la ejecución de obras de
urbanización, infraestructura, equipamiento y servicios urbanos.

Los fraccionamientos se clasifican en los siguientes tipos:

I. Habitacional urbano. Se encuentran dentro del límite de Centro de


Población; se destinarán exclusivamente a la construcción de
vivienda y usos compatibles; pueden ser unifamiliares,
multifamiliares, de uso mixto o en régimen de condominio:

a) Residencial. Destinados para la construcción de vivienda unifamiliar,


dúplex y edificios en régimen de propiedad en condominio, cuyos lotes
tengan una superficie no menor a 300 metros cuadrados;

b) Tipo medio. Destinados para la construcción de vivienda unifamiliar,


dúplex y edificios en régimen de propiedad en condominio, cuyos lotes
tengan una superficie no menor a 200 metros cuadrados;

c) Interés social. Destinados para la construcción de vivienda unifamiliar,


dúplex y unidades habitacionales o edificios en régimen de propiedad
en condominio, cuyos lotes tengan una superficie no menor a 120
metros cuadrados;

d) Interés popular. Estos y los de autoconstrucción y económica están


destinados para la construcción de vivienda unifamiliar habitacional,
cuyos lotes tengan una superficie no menor de 90 metros cuadrados.

II. Habitacional suburbano o rural o campestre. Se ubican fuera del


Límite de Centro de Población. La infraestructura y equipamiento
necesarios para estos fraccionamientos serán construidos por el
fraccionador. El desarrollo deberá constituirse bajo un régimen de
propiedad en condominio. El lote mínimo será 10 tantos la superficie
del lote mínimo reconocido en el centro de población más cercano:

a) Residencial campestre;

b) Agropecuarios.
III. Comerciales y de servicios. Se destinarán a la construcción de
inmuebles en los que se efectúen operaciones mercantiles, así como
para la prestación de servicios públicos o privados:

a) Comerciales de venta al detalle;

b) Comerciales de venta al mayoreo y/o bodegas;

c) De servicios; y

d) Mixtos.

IV. Industriales. Se destinarán a la construcción de inmuebles de esa


tipología y los compatibles con la misma.

La protocolización de las autorizaciones de fraccionamiento deberá constar en


escritura pública e inscribirse en el Registro Público de la Propiedad.

No podrán celebrarse convenios, promesas de venta, compraventa,


fideicomiso o cualquier otro contrato, respecto a lotes de fraccionamiento
hasta que se encuentre inscrita la aprobación del fraccionamiento en el
Registro Público de la Propiedad.

Las áreas de donación son aquellas superficies de terreno que se requieren


para fines públicos y se componen del suelo que entrega el fraccionador al
Municipio, de forma gratuita y sin gravamen, que se destina a infraestructura,
equipamiento y áreas verdes de alcance vecinal, sectorial, urbano o regional.

Para determinar los porcentajes de las áreas de donación, se aplicará lo


siguiente:

I. En fraccionamientos habitacionales:

a) Con densidad bruta hasta de 40 viviendas por hectárea, el 11% de la


superficie a fraccionar.

b) Con densidad bruta de 41 a 80 viviendas por hectárea, el 12% de la


superficie a fraccionar.

c) Con densidad bruta mayor a 80 viviendas por hectárea, 20 metros


cuadrados por unidad de vivienda.

II. En fraccionamientos comerciales, el 12% de la superficie a


fraccionar.

III. En fraccionamientos industriales, el 10% de la superficie a


fraccionar.

IV. En fraccionamientos campestres, el 10% de la superficie a


fraccionar.

No podrán aceptarse como áreas de donación:

1. Aquellas con pendientes mayores al 15%. En esto casos sólo podrán


aceptarse para parques y jardines, siempre y cuando no excedan del
30%.

2. Zonas afectadas por restricciones federales, estatales y municipales.

3. Terrenos nivelados mediante rellenos a base de escombro y basura; y

4. Camellones en vialidad primaria. En todo caso, se podrán aceptar en


vialidades locales para parques y jardines, siempre y cuando el
camellón sea en promedio igual o mayor a 9 metros en toda su sección.

El Municipio, siempre que exista causa justificada, podrá enajenar, traspasar o


ejercer cualquier acto de dominio, respecto de las áreas de equipamiento
urbano que reciba en donación, y cuando hayan pasado cinco años y el
equipamiento para el que fue destinado no se haya consolidado. Deberán ser
previamente desafectados del dominio público.
IX. IMPUESTOS FEDERALES

1. IMPUESTO AL VALOR AGREGADO (IVA)

Este impuesto se regula por la Ley del Impuesto al Valor Agregado.

Se encuentran gravadas con este impuesto las siguientes actividades:

a) Enajenación de bienes;

b) Prestación de servicios independientes;

c) Otorgamiento del uso o goce temporal de bienes; y

d) Importación de bienes o servicios.

En cuanto a la ENAJENACIÓN DE BIENES,

La ley del IVA entiende por enajenación lo señalado en el artículo 14 del


Código Fiscal de la Federación, que se refiere, entre otros, a los siguientes:

I. Toda transmisión de propiedad, aún en la que el enajenante se


reserve el dominio del bien enajenado.

II. Las adjudicaciones, aun cuando se realicen a favor del acreedor.

III. La aportación a una sociedad o asociación.

IV. La que se realiza mediante el arrendamiento financiero.

V. La que se realiza a través del fideicomiso, en los casos siguientes:

a) En el acto en el que el fideicomitente designa o se obliga a designar


fideicomisario diverso de él y siempre que no tenga derecho a readquirir
del fiduciario los bienes;

b) En el acto en el que el fideicomitente pierda el derecho de readquirir los


bienes del fiduciario, si se hubiere reservado tal derecho.
VI. La cesión de los derechos que se tengan sobre los bienes afectos al
fideicomiso.

VII. La que se realice mediante fusión o escisión de sociedades, con las


excepciones previstas legalmente.

No se pagará el IVA en la enajenación de los siguientes inmuebles:

1. El suelo; y

2. Las construcciones adheridas al suelo, destinadas o utilizadas para casa


habitación.

Cuando sólo parte de las construcciones se utilicen o destinen a casa


habitación, no se pagará el impuesto por dicha parte. Los hoteles no quedan
comprendidos en esta exención.

No se considerará enajenación, la transmisión de propiedad que se realice por


causa de muerte, así como la donación, salvo que ésta la realicen empresas
para las cuales el donativo no sea deducible para fines del impuesto sobre la
renta.

En cuanto a la PRESTACIÓN DE SERVICIOS:

Se considera prestación de servicios independientes, entre otros:

1. La prestación de obligaciones de hacer que realice una persona a favor


de otra, cualquiera que sea el acto que le dé origen y el nombre o
clasificación que a dicho acto le den otras leyes;

2. El mandato, la comisión, la mediación, la agencia, la representación, la


correduría, la consignación y la distribución.

Para calcular el impuesto tratándose de prestación de servicios se considerará


como valor el total de la contraprestación pactada, así como las cantidades que
además se carguen o cobren a quien reciba el servicio por otros impuestos,
derechos, viáticos, gastos de toda clase, reembolsos, intereses normales o
moratorios, penas convencionales y cualquier otro concepto.
En cuanto al USO O GOCE TEMPORAL DE BIENES:

No se pagará el IVA por el uso o goce temporal de los siguientes bienes:

1. Inmuebles destinados o utilizados exclusivamente para casa habitación.


Si un inmueble tuviere varios destinos o usos, no se pagará el impuesto
por la parte destinada o utilizada para casa habitación. Esto no es
aplicable a los inmuebles o parte de ellos que se proporcionen
amueblados o se destinen o utilicen como hoteles o casas de hospedaje.

2. Fincas dedicadas o utilizadas sólo a fines agrícolas o ganaderos.

Para calcular el IVA en el caso de uso o goce temporal de bienes, se


considerará el valor de la contraprestación pactada a favor de quien los otorga,
así como las cantidades que además de carguen o cobren a quien se otorgue el
uso o goce por otros impuestos, derechos gastos de mantenimiento,
construcciones, reembolsos, intereses normales o moratorios, penas
convencionales o cualquier otro concepto.

3. IMPUESTO SOBRE LA RENTA POR ENAJENACIÓN DE


INMUEBLES

Los ingresos obtenidos por la enajenación de inmuebles se encuentran


gravados por el impuesto sobre la renta (ISR).

Se considera como ingreso el monto de la contraprestación obtenida, inclusive


en crédito con motivo de la enajenación.

Cuando por la naturaleza de la transmisión no haya contraprestación, se


atenderá al valor de avalúo practicado por persona autorizada por las
autoridades fiscales.

No se considerarán ingresos por enajenación, los que deriven de transmisión


de propiedad de bienes por causa de muerte, donación o fusión de sociedades.

No se pagará el ISR por la obtención de los siguientes ingresos derivados de


enajenación de inmuebles:
1. Casa habitación del contribuyente, siempre que el monto de la
contraprestación obtenida no exceda de 750 mil unidades de inversión y
la transmisión se formalice ante fedatario público.

Por el excedente se determinará la ganancia y se calcularán el impuesto anual


y el pago provisional, considerando las deducciones en la proporción que
resulte de dividir el excedente entre el monto de la contraprestación obtenida.

La exención mencionada será aplicable siempre que durante los 3 años


inmediatos anteriores a la fecha de la enajenación, el contribuyente no hubiere
enajenado otra casa habitación por la que hubiere obtenido la misma exención
y manifieste, bajo protesta de decir verdad, dicha circunstancias ante el
fedatario público ante quien se protocolice la operación.

2. Los que se reciban por herencia o legado.

3. Los que se reciban por donación, en los siguientes casos:

a) Entre cónyuges o los que perciban los descendientes de sus ascendientes


en línea recta, cualquiera que sea su monto;

b) Los que perciban los ascendientes de sus descendientes en línea recta,


siempre que los bienes recibidos no se enajenen o se donen por el
ascendiente a otro descendiente en línea recta sin limitación de grado.

c) Los que deriven de la enajenación de derechos parcelarios, de las


parcelas sobre las que hubiera adoptado el dominio pleno o de los
derechos comuneros, siempre y cuando sea la primera transmisión que
se efectúe por los ejidatarios o comuneros y la misma se realice en
términos de la ley de la materia.

La enajenación deberá realizarse ante fedatario público y el enajenante deberá


acreditar que es titular de dichos derechos parcelarios o comuneros, así como
su calidad de ejidatario o comunero mediante los certificados de los títulos
correspondientes a que se refiere la Ley Agraria.

Las personas que obtengan ingresos por enajenación de bienes inmuebles,


podrán efectuar las deducciones siguientes:

1. El costo comprobado de adquisición que se actualizará de la siguiente


manera:

a) Se restará del costo comprobado de adquisición, la parte


correspondiente al terreno y el resultado será el costo de construcción.
Cuando no se pueda efectuar esta separación, se considerará como costo
del terreno el 20% del costo total.

b) El costo de la construcción deberá disminuirse a razón del 3% anual por


cada año transcurrido entre la fecha de adquisición y la de enajenación.
Las mejoras o adaptaciones deducibles también se disminuirán en el
mismo porcentaje. El costo resultante se actualizará por el período
comprendido desde el mes en que se realizó la adquisición y hasta el
mes inmediato anterior a aquél en que se efectúe la enajenación. En
ningún caso, el costo de adquisición de la construcción será inferior al
20% del costo inicial.

c) El costo de adquisición del terreno se actualizará por el período


comprendido desde el mes en el que se realizó la adquisición y hasta el
mes inmediato anterior a aquél en el que se efectúe la enajenación.

d) Tratándose de bienes adquiridos por herencia, legado o donación, se


considerará como costo de adquisición el que haya pagado el autor de la
herencia o el donante, y como fecha de adquisición, la que hubiera
correspondido a dichos bienes. Cuando a su vez el autor de la sucesión
o donante hubieran adquirido dichos bienes a título gratuito, se aplicará
la misma regla. Si se trata de una donación en la que se pagó el ISR, se
considerará como costo de adquisición, el valor de avalúo que haya
servido para calcular dicho impuesto y como fecha de adquisición
aquella en que se pagó dicho impuesto.

e) En el caso de los bienes sobre los que un ejidatario hubiere asumido el


dominio pleno, se podrá considerar como costo de adquisición de dicho
inmueble, el valor de avalúo, referido a la fecha de expedición del título
por el Registro Agrario Nacional. Como fecha de adquisición, será la
fecha de expedición del dicho título.

2. El importe actualizado de las inversiones hechas en construcciones,


mejoras y ampliaciones, sin incluir gastos de conservación.

3. Los gastos notariales, impuestos y derechos, por escrituras de


adquisición y de enajenación, así como el impuesto local por la
enajenación de bienes inmuebles, pagados por el enajenante. Serán
deducibles los pagos efectuados con motivo del avalúo de bienes
inmuebles.

4. Las comisiones y mediaciones pagadas por el enajenante, con motivo de


la adquisición o de la enajenación del bien.

La diferencia entre el ingreso por enajenación y las deducciones autorizadas,


será la ganancia sobre la cual se calculará el impuesto provisional, como
sigue:

1. La ganancia se dividirá entre el número de años transcurridos entre la


fecha de adquisición y la de la enajenación, sin exceder de 20 años.

2. El resultado de la división servirá de base para la tabla que señala el


artículo 96 de la LISR

3. El resultado que se obtenga se multiplicará por el mismo número de


años en que se dividió la ganancia, siendo el resultado el impuesto que
corresponda al pago provisional.

4. Además, los contribuyentes que enajenen inmuebles, efectuarán un


pago por cada operación, aplicando la tasa del 5% sobre la ganancia
obtenida, el cual se enterará a la Entidad Federativa en la que se
encuentra el inmueble. Este impuesto será acreditable contra el pago
provisional del ISR.

IMPUESTO SOBRE LA RENTA POR ADQUISICIÓN DE INMUEBLES

Se consideran ingresos por adquisición de bienes inmuebles, los siguientes:

I. La donación.

Se trata de las donaciones en las que no hay una exención por la transmisión
gratuita de ascendientes a descendientes y de descendientes a ascendientes, así
como entre cónyuges.

II. La adquisición por prescripción.


En este caso, el valor de los bienes se determinará mediante avalúo referido a
la fecha en la que la prescripción se hubiere consumado, independientemente
de la fecha de la sentencia que la declare.

Si por alguna razón no se pudiera determinar la fecha en que se consumó la


prescripción adquisitiva, se tomará como tal la de la interposición de la
demanda.

III. Cuando el valor de avalúo del inmueble adquirido exceda de un 10%


respecto de la contraprestación pagada por el adquirente.

En este caso, el pago provisional a cuenta del impuesto anual, será el 20%
sobre el total de la diferencia, es decir, sobre la parte en que el valor de avalúo
exceda al de la contraprestación pactada, sin deducción alguna.

No se aplicará este impuesto en los siguientes casos:

a) En la enajenación que se realice mediante algún programa oficial de


fomento a la vivienda.

b) Cuando se trate de elevar a escritura pública contratos privados de


compraventa de inmuebles o de celebrar en escritura pública el contrato
definitivo derivado de una promesa de compraventa, siempre que: el
contrato preliminar se hubiere celebrado ante fedatario público; si se
trata de contrato privado de compraventa, que se hubiere timbrado para
efectos fiscales y registrado dentro de los 6 meses siguientes al día de su
celebración ante la autoridad fiscal para el pago del impuesto predial o
se hubiere pagado el impuesto sobre traslación de dominio. Lo anterior,
siempre que el valor considerado por las autoridades fiscales locales no
exceda en un 10% al precio de la enajenación.

c) Cuando la persona que adquiere en escritura pública es distinta de la


que celebró el contrato privado o de promesa de compraventa, además
de cumplir con lo señalado en el inciso anterior, deberá acreditarse que
se pagó el impuesto por la cesión de derechos.

IV. Las construcciones, instalaciones o mejoras permanentes en


inmuebles que, de conformidad con los contratos por los que se
otorgó su uso o goce, queden en beneficio del propietario. El ingreso
se entenderá que se obtiene al término del contrato y en el monto que
a esa fecha tengan las inversiones según el avalúo que se practique.
DISPOSICIONES LEGALES RELATIVAS A LA VALUACIÓN DE
INMUEBLES

1. REFORMA CONSTITUCIONAL

En el diario oficial de la federación del día 27 de diciembre de 2013 se publicó el siguiente


DECRETO:

EL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS DECRETA:

EL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN USO DE


LA FACULTAD QUE LE CONFIERE EL ARTÍCULO 135 DE LA CONSTITUCIÓN
GENERAL DE LA REPÚBLICA Y PREVIA APROBACIÓN DE LA MAYORÍA DE
LAS HONORABLES LEGISLATURAS DE LOS ESTADOS, ADICIONA UNA
FRACCIÓN XXIX-R AL ARTÍCULO 73 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, EN MATERIA DE REGISTROS PÚBLICOS
INMOBILLIARIOS Y CATASTROS.

Artículo Único.- Se adiciona una fracción XXIX-R al artículo 73 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:

Artículo 73.- El Congreso tiene facultad:

I. A la XXIX-Q. …

XXIX-R.- Para expedir la ley general que armonice y homologue la organización y el


funcionamiento de los registros públicos inmobiliarios y de personas morales de las
entidades federativas y los catastros municipales;

XXX. …

Transitorios

Primero.- El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el


Diario Oficial de la Federación.

Segundo.- El Congreso de la Unión expedirá la ley general correspondiente en un plazo no


mayor a 180 días a partir de la entrada en vigor del presente Decreto. Para ello, solicitará
previamente la opinión de las entidades federativas.

Tercero.- Las legislaturas de las Entidades Federativas adecuarán las legislaciones


correspondientes a lo dispuesto en el presente Decreto y a la Ley general que apruebe el
Congreso de la Unión en un plazo no mayor a 60 días a partir de la entrada en vigor de
dicha ley general.
2. LEY DE CATASTRO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA

Esta Ley tiene las siguientes características:

1. Se publicó el 18 de noviembre de 1995. Inició su vigencia el 1 de enero de


1996; con excepción del artículo 24, el cual dispone que el valor catastral
será el que resulte de sumar el valor del terreno y el de la construcción
conforme a los valores unitarios aprobados y de acuerdo a la fórmula
establecida en el artículo 23; que entró en vigor el 1 de enero de 2003.

2. Le Ley consta de 32 artículos en 7 capítulos, con los siguientes contenidos:

CAPÍTULO PRIMERO. Se refiere a las disposiciones generales, que son: el


objeto de la ley y; las definiciones.

CAPÍTULO SEGUNDO.- Se refiere a las autoridades y sus atribuciones.

CAPÍTULO TERCERO.- Se refiere al objeto y registro de información del catastro.

CAPÍTULO CUARTO.- Se refiere a la cédula catastral.

CAPÍTULO QUINTO.- Se refiere a las obligaciones y prerrogativas de los


propietarios o poseedores.

CAPÍTULO SEXTO.- Se refiere a la elaboración y actualización de tablas de


valores unitarios de suelo, construcción y a la valuación de los predios.

CAPÍTULO SÉPTIMO.- Se refiere a las infracciones, sanciones y medios de


impugnación de los actos legislativos.

3. Son de importancia los conceptos siguientes:

a) Construcción. La edificación de cualquier tipo, los equipos e instalaciones


especiales adheridos de manera permanente al predio.

b) Uso habitacional: las construcciones en donde habitualmente residen,


individual o colectivamente, las personas.

Habitacional Popular: Vivienda con características constructivas mínimas:


cuartos de usos múltiples sin diferenciación, servicios mínimos incompletos, muros
sin refuerzo, techos de lámina galvanizada, techos con estructura de madera
terrados, techos de madera, pisos de concreto o terrados, instalaciones eléctricas
e hidráulicas visibles.
Habitacional Económico: Vivienda con características constructivas de calidad
económica: proyecto básico definido, sin diseño estructural profesional; espacios
con alguna diferenciación, servicios mínimos completos, generalmente un baño, y
con procedimientos formales de construcción; aplanados de mezcla o yeso,
ventanería metálica, techos de concreto armado o lámina galvanizada, con claros
no mayores de 3.5 metros, pisos de concreto, con acabado pulido, o losetas
vinílicas, algunas instalaciones completas visibles (hidráulica, eléctrica, sanitaria y
gas).

Habitacional medio: Vivienda con características constructivas de calidad media:


espacios diferenciados por uso, servicios completos, con baño, muros con
acabados aparentes, pintura, losetas de cerámica en cocina y baños, ventanería
metálica, perfil tubular y aluminio sencillo, techos de concreto armado con claros
no mayores a 4.0 metros, pisos recubiertos con losetas de vinil, cerámica,
alfombra o piso laminado, instalaciones completas ocultas.

Habitacional Bueno: Vivienda con acabados de buena calidad, proyecto funcional


individualizado, con espacios totalmente diferenciados, servicios completos; dos
baños, cuartos de servicio, acabados de mezcla, yeso y texturizados, pinturas de
buena calidad o tapiz, ventanería de perfil de aluminio, ventanería integrada a la
construcción, techos de concreto armado, acero o mixtos, con claros mayores a
4.0 metros, pisos de primera calidad, mármol, losetas de cerámica, alfombra o
duelas, aire acondicionado o calefacción.

Habitacional de Lujo: Residencia con acabados de muy buena calidad, diseños


arquitectónicos y de ingeniería, con espacios amplios caracterizados y
ambientados con áreas complementarias a las funciones principales. De uno hasta
cuatro baños, con vestidor y closet integrado en una o más recámaras, acabado
en muros de yeso, texturizados o recubiertos con maderas finas, ventanería de
aluminio anodizado y maderas finas con vidrios dobles y especiales, techo de
concreto armado, estructuras de soporte diseñadas específicamente para el
proyecto, pisos de loseta de cerámica, mármol, alfombra, parquet de madera o
duelas, instalaciones de confort y sistema de riego.

Habitacional de Superlujo. Son las que cuentan con las características de la


habitacional de lujo y además con: estancia, comedor, antecomedor, cocina,
cuarto de estudio, cuatro recámaras o más, con baño, y alcoba definida con baño,
baño independiente pudiendo ser colectivo, cuarto de servicio con baño, oficina,
área de lavandería, cochera techada cuando menos para tres o más vehículos,
alberca, sala de juegos y todas las que cuenten con más de 600 metros cuadrados
de construcción de uso habitacional.

c) Uso comercial. Las edificaciones destinadas a la compraventa o


intercambio de artículos de consumo y servicios.

Comercial Económico: Construcción básica con características de baja calidad:


servicios complementarios, ocasionalmente forman parte de un uso mixto
(vivienda y comercio), acabado en muros mezcla o yeso, ventanería metálica
tubular, techo de lámina o de concreto armado, con claros de hasta 4.0 metros,
pisos de concreto con acabado pulido, o losetas de vinil o de mosaico,
instalaciones básicas ocultas y semiocultas (eléctricas e hidrosanitarias),
complementos de calidad media (carpintería, herrerías, etc.).

Comercial Medio. Locales comerciales y tiendas departamentales con


características y acabados de calidad media estandarizada, proyecto funcional y
espacio reservado para cajones de estacionamiento. Acabados en muyos yeso y
texturizados, ventanería de aluminio, techo de concreto armado con claros
matoyes de 4.0 metros, pudiendo considerar nave industrial, pisos de concreto con
acabado pulido, losetas de vinil, ocasionalmente losetas de cerámica,
instalaciones básicas ocultas y semiocultas (eléctricas e hidrosanitarias),
complementos de buena calidad (herrería, carpintería y vidriería).

Comercial Bueno. Locales y centros comerciales especializados con


características constructivas y acabados de muy buena calidad, proyecto funcional
ocupando espacios exclusivos, áreas de estacionamientos, circulación peatonal y
áreas jardinadas. Acabados en muros yeso y texturizados, ventanería de aluminio
anodizado, techumbres de lámina sobre armaduras de acero estructural y techos
de concreto armado con claros hasta de 10.0 metros, pudiendo considerar nave
industrial, pisos de losetas de cerámica, mármol, duelas, instalaciones básicas
(eléctricas e hidrosanitarias), en general ocultas, instalaciones especiales (aire
acondicionado, calefacción, alarma, pararrayos, hidroneumático), complementos
de buena calidad, sobre diseño o de importación.

d) Uso industrial. Cualquier construcción destinada a la fabricación o


transformación de productos de utilidad concreta.

Industrial ligero. Edificaciones con características constructivas básicas de


calidad intermedia, proyectos repetitivos normalmente sin divisiones internas,
acabados en muros aparentes y de mezcal, ventanería metálica perfil tubular,
techumbres de lámina o asbesto sobre armaduras ligeras de acero estructural,
ocasionalmente de madera claros hasta 6.00 metros, pudiendo considerar nave
industrial, pisos de concretos reforzado acabado pulido, instalaciones con
servicios básicos (eléctricos e hidrosanitarios) ocultos o semiocultos,
complementos de calidad media estandarizada (herrería, carpintería, vidriería,
etc.), áreas de estacionamiento y andenes de carga.

Industrial mediano. Construcciones con características especializadas de


calidad intermedia, con proyectos repetitivos normalmente sin divisiones internas,
con oficinas, áreas recreativas y áreas verdes. Acabados en muros aparentes,
mezcla, yeso y ocasionalmente texturizados, ventanería metálica de perfiles
tubular o de aluminio, techumbres de lámina galvanizada o asbesto sobre
armaduras, pudiendo considerar nave industrial, pisos de concreto reforzado,
acabado pulido, recubiertos con cerámica u otros elementos de soporte industrial
de rodamiento, plantas de tratamiento de aguas residuales para reutilizar en
sistema de riego, instalaciones deportivas y recreativas.

e) Valor de Mercado. Es la determinación valorativa en unidades monetarias


de un predio, atendiendo a sus elementos cualitativos y cuantitativos a una
fecha determinada.

f) Valor unitario. El determinado por unidad de medida en las Tablas de


Valores Unitarios de Suelo y Construcción aprobadas por el Congreso del
Estado.

g) Zona Homogénea de valor. Es una fracción de sector catastral, delimitado


por una poligonal plasmada en cartografía municipal que tengan
características similares, tales como infraestructura, servicios, topografía y
cualquier otro elemento relacionado que incida en el valor de la zona
homogénea.

h) Valuación Directa. Es el procedimiento utilizado por la Autoridad Catastral


Municipal para determinar el valor catastral de un predio con base en la
información y a los elementos técnicos con que cuente.

4. Del Capítulo Sexto, que se refiere a la elaboración y actualización de tablas


de valores unitarios de suelo, construcción y la valuación de los predios,
destacan los siguientes preceptos:

a) El artículo 21.Dispone que:

Las tablas de valores unitarios de suelo y construcción deberán reflejar el valor de


mercado.

Para la determinación de los valores unitarios de suelo y construcción, los predios


se clasifican en urbanos, suburbanos y rústicos.

Los valores unitarios de suelo en la zona urbana y suburbana se fijarán por metro
cuadrado y en la zona rústica por hectárea.

b) El artículo 22 que señala que los Ayuntamientos enviarán anualmente al


Congreso del estado, a más tardar el 31 de octubre, para su aprobación y
posterior publicación en el Periódico Oficial del Estado, las tablas de valores
unitarios para Suelo y Construcción, que servirán para determinar los
valores catastrales y serán la base para el cálculo de los impuestos que
graven la propiedad inmobiliaria durante el ejercicio fiscal siguiente.

c) El artículo 23 que establece las fórmulas para determinar el valor catastral


de los predios.

El valor catastral es igual al valor del terreno más el valor de la construcción.


El valor del terreno se obtiene de multiplicar la superficie por el valor unitario de
suelo.

El valor de construcción se obtiene de multiplicar la superficie construida por el


valor unitario de construcción para cada tipo de edificación.

3. REGLAMENTO DE LA LEY DE CATASTRO PARA EL ESTADO DE


CHIHUAHUA

1.- Inició su vigencia el 25 de marzo de 2010.

2.- Consta de 45 artículos y 7 capítulos.

3.- El contenido de los Capítulos es el siguiente:

CAPÍTULO I. Disposiciones generales.

CAPÍTULO II. Del Comité de Apoyo Técnico al catastro.

CAPÍTULO III. Del Registro y Cédula Catastral.

CAPÍTULO IV. De las operaciones catastrales.

CAPÍTULO V. De la zonificación catastral y de los valores unitarios.

CAPÍTULO VI. De la valuación y revaluación de predios

CAPÍTULO VII. De las tablas de valores.

4.- Son de interés para la valuación los siguientes preceptos:

a) El artículo 4, fracción III, dispone que el Comité de Apoyo Técnico al


catastro se compondrá por un representante común de los Grupos y
Asociaciones de Valuadores en el Estado.

b) El artículo 26, fracción III, señala que para la actualización anual de los
valores unitarios, en nuevos fraccionamientos o asentamientos humanos
irregulares, de los cuales no se cuente con toda la información técnica, se
determinarán valores en forma comparativa con otros de características
similares.

c) El artículo 29 establece que para determinar la zonificación y los valores


unitarios del suelo en las zonas urbanas, se atenderá a: lote tipo de la zona;
localización del predio; uso del suelo; identificación de ubicación, corredor,
vialidad primaria, secundaria o local; entre otros criterios.
d) El artículo 30 señala que para determinar los valores unitarios en los
diferentes tipos de construcción, se observará: la tipología constructiva;
elementos de construcción; calidad de construcción; calidad de materiales
de construcción; entre otros criterios.

e) El artículo 31 señala los criterios para determinar la zonificación y los


valores unitarios para los predios rústicos. Además de los factores que
dispone el artículo 32.

f) El artículo 36, que dispone que la valuación y reevaluación catastral deberá


ser realizada por la autoridad catastral municipal, por peritos valuadores
autorizados, por profesionales con postgrado en valuación, por empresas y
unidades de valuación. Para ello se comprenderán 4 procesos básicos: i.
Clasificación del terreno y de las construcciones; ii. Determinación del lote
tipo que corresponda al predio, dentro de la zona o sector de su ubicación;
iii. Determinación en su caso, de los coeficientes de demérito o incremento
aplicables; y iv. Valuación de los predios en particular.

g) El artículo 42 que se refiere a la valuación o reevaluación de predios que


estén sujetos al régimen de propiedad en condominio, copropiedad,
mancomún, deberá hacerse respecto a cada uno de los departamentos,
despachos, viviendas o unidades; comprendiendo la parte proporcional
indivisa de los bienes comunes.

4. LEY GENERAL DE BIENES NACIONALES


1.- Se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 20 de mayo de 2004, para
iniciar su vigencia al día siguiente.

2.- Como la ley tiene por objeto establecer los bienes que constituyen el
patrimonio de la Nación, también fija la normatividad para regular la realización de
avalúos sobre bienes nacionales.

3.- De los artículos 142 a 148 se contienen las disposiciones relativas a los
avalúos de los bienes nacionales.

El artículo 142 dispone que la Secretaría emitirá las normas, procedimientos,


criterios y metodologías de carácter técnico, conforme a los cuales se llevarán a
cabo los avalúos.

El artículo 144 señala que, previamente a la celebración de los actos jurídicos que
tengan por objeto bienes nacionales, las entidades de la administración pública
federal podrán solicitar a los especialistas en materia de valuación con cédula
profesional expedida por autoridad competente, que determinen el valor de dichos
bienes.
El artículo 145 dispone que la prestación pecuniaria que deba otorgarse por los
actos jurídicos sobre bienes nacionales, no podrá ser diferente al valor
dictaminado.

El artículo 148 establece como vigencia de los dictámenes valuatorios la de un


año contado a partir de la fecha de su emisión.

5. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO QUE REGULA LA EMISIÓN DE


AVALÚOS Y JUSTIPRECIACIONES DE RENTAS A QUE SE REFIEREN
LOS ARTÍCULOS 143 Y 144 DE LA LEY GENERAL DE BIENES
NACIONALES

1.- Se emitió el 15 de octubre de 2008.

2.- Tiene por objeto regular el proceso de emisión de dictámenes de avalúos,


justipreciaciones de rentas y trabajos valuatorios a nivel de consultoría que
soliciten los promoventes a los valuadores de bienes nacionales, a fin de contar
con el instrumento que les permita celebrar los actos jurídicos respectivos.

3.- En el apartado de definiciones se incluye el de Trabajo valuatorio (informe del


perito). Es el documento elaborado y firmado por el perito valuador o el valuador
de bienes nacionales que contiene la información relativa al avalúo, justipreciación
de rentas o trabajo valuatorio a nivel de consultoría, las consideraciones del
trabajo, el tipo de bien, las metodologías, criterios y procedimientos técnicos
aplicados así como los resultados obtenidos que conducen al valor conclusivo.

4.- Entre las reglas de Contratación que señala el apartado 7, destacan:

En el contrato de prestación de servicios profesionales que se formalice con el


valuador se asentará que los trabajos y dictámenes de valor se realizarán con
apego a las normas, metodologías, criterios, procedimientos de carácter técnico y
plazos de elaboración que el INDAABIN emita.

En los mismos contratos se incluirá una cláusula en la que se establezca la


obligación de los valuadores de bienes nacionales de reconsiderar el dictamen
valuatorio, siempre y cuando existan circunstancias que lo ameriten y que el
promovente lo solicite de manera oportuna.

Lo anterior se relaciona con el apartado 9. Reconsideraciones, en donde se


autoriza solicitar la reconsideración del dictamen valuatorio al valuador, dentro de
los 60 días naturales siguientes a la fecha de emisión, debiendo exponer los
elementos de juicio necesario que lo justifiquen.

Se debe asentar en el contrato que el valuador conservará en sus archivos, ya sea


en papel, o en respaldo magnético, el expediente completo del trabajo y dictamen
valuatorio por un plazo mínimo de 5 años, contado a partir de la fecha de emisión
del mismo.

5.- En el apartado 8. Dictamen valuatorio, se contienen algunas disposiciones de


interés para los valuadores:

El dictamen valuatorio irá en hojas membretadas del valuador, acompañado del


informe del perito que en su caso proceda, en original y una copia. Estará firmado
por el especialista en materia de valuación con cédula profesional expedida por
autoridad competente, con rúbrica al margen de cada hoja.

6. LEY DE TRANSPARENCIA Y DE FOMENTO A LA


COMPETENCIA EN EL CRÉDITO GARANTIZADO
1.- Esta Ley consta de 19 artículos y entró en vigor el 1 de Enero de 2003.

2.- La Ley tiene por objeto regular las actividades y servicios financieros para el
otorgamiento de Crédito Garantizado, para la adquisición, remodelación o
refinanciamiento destinado a la vivienda con la finalidad de asegurar la
transparencia en su otorgamiento y fomentar la competencia.

3.- Como relevante para la valuación, es el siguiente precepto de la Ley:

“Artículo 7.- Los avalúos de los bienes inmuebles objeto de Créditos Garantizados
a la Vivienda deberán realizarse por peritos autorizados al efecto por la Sociedad
Hipotecaria Federal, S.N.C.
El acreditado tendrá derecho a escoger al perito valuador que intervenga en la
operación entre el listado que presente la Entidad”.

7. NORMA MEXICANA NMX-R-081-SCFI-2015 SERVICIOS DE


VALUACIÓN

La norma establece los requisitos y reglas generales de los servicios de valuación,


a fin de que los informes sean elaborados con competencia técnica, imparcialidad,
confidencialidad y diligencia.

La norma oficial mexicana es aplicable a los servicios de valuación prestados por


profesionales de la valuación cuando los bienes, derechos, servicios y
obligaciones que se valoren se encuentren ubicados o surtan efectos en el
territorio o jurisdicción de los Estados Unidos Mexicanos.
Algunos de los objetivos específicos de la norma oficial mexicana, son los
siguientes:

a) Proteger el interés de los usuarios del servicio de valuación, fijando los


lineamientos conforme a los cuales debe prestarse ese servicio.

b) Unificar los criterios para la valoración de la prestación del servicio.

c) Proporcionar elementos de juicio que sirvan a los profesionales y usuarios


del servicio.

d) Establecer criterios homogéneos para la presentación del informe de


valuación conforme a los requisitos que se señalan.

e) Garantizar la correcta prestación del servicio.

f) Dotar a los profesionales del servicio de valuación con herramientas de


carácter especializado para el cabal cumplimiento del trabajo solicitado.

g) Establecer procedimientos que lleven a la formulación de informes de


valuación correctos, consistentes y auditables.

h) Homologar los principios de valuación generalmente aceptados en su


práctica en territorio nacional, con los que se aplican y reconocen en otros
países.

Como elementos normativos importantes se establecen: El marco conceptual; la


normativa sobre el alcance del trabajo; la normativa sobre la implementación de la
valuación; y la normativa sobre el informe de valuación.

También contiene la normativa aplicable según el tipo de bien o activo que se


valúa: i. Valuación de empresas e intereses empresariales; ii. Valuación de bienes
o activos incorpóreos o intangibles; iii. Valuación de planta, maquinaria y equipo;
iv. Valuación de derechos inmobiliarios; v. Valuación de derechos sobre
inmuebles del patrimonio histórico, arquitectónico y cultural; vi. Valuación de
derechos sobre inmuebles rurales; y vii. Valuación de inmuebles de inversión en
procesos de construcción.

De la misma manera contiene la normativa aplicable en función del propósito de la


valuación: valuaciones para información financiera; y valuación de propiedad
inmobiliaria para préstamos garantizados.

8. REGLAMENTO DEL INSTITUTO DE ADMINISTRACIÓN Y AVALÚOS DE


BIENES NACIONALES (INDAABIN)
1.- Entró en vigor el 15 de mayo de 2012.

2.- El INDAABIN es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y


Crédito Público, encargado de ejercer las atribuciones que la ley confiere en
materia de planeación, política y administración de inmuebles federales, avalúos,
justipreciaciones de rentas; de inventario, registro y catastro del patrimonio
inmobiliario federal y paraestatal, así como de la vigilancia, control, protección,
adquisición, enajenación y afectación de inmuebles federales.

3.- Dentro de las unidades administrativas que corresponden al INDAABIN, se


encuentra la Dirección General de Avalúos y Obras, la cual, entre otras
atribuciones, tiene la de coordinar la integración y las actividades de los cuerpos
colegiados de avalúos.

4.- Los artículos 15, 16 y 17, contienen la regulación de los Cuerpos Colegiados
de Avalúos.

ARTÍCULO 15.- A los cuerpos colegiados de avalúos de oficinas centrales y de las


delegaciones regionales, les corresponderá:

I. Proponer al Director General de Política y Gestión Inmobiliaria la


expedición o modificación de metodologías, criterios y procedimientos
de carácter técnico, para la elaboración de avalúos y justipreciación de
rentas;

II. Revisar los trabajos valuatorios que realicen los peritos valuadores o el
personal técnico del Instituto y emitir los respectivos dictámenes, cuando
en atención a la especialidad, complejidad, dimensión, singularidad,
novedad, confidencialidad o urgencia del trabajo de valuación a realizar
resulte conveniente, y

III. Ejercer las demás atribuciones que les asignen las normas conforme a
las cuales se llevarán a cabo los avalúos y justipreciación de rentas.

ARTÍCULO 16.- Las normas que expida el Titular de la Secretaría, para llevar a
cabo los avalúos y justipreciaciones de rentas, determinarán la forma de
integración y funcionamiento de los cuerpos colegiados de avalúos de oficinas
centrales y de las delegaciones regionales, las causas para la remoción de alguno
de los miembros de dichos órganos colegiados, las causas de impedimento para
que alguno de sus miembros se excuse de intervenir en la revisión de trabajos
valuatorios y en la emisión de los respectivos dictámenes valuatorios o de
justipreciaciones de rentas y demás circunstancias que permitan la adecuada
operación de los citados órganos.

ARTÍCULO 17.- Los trabajos valuatorios y los proyectos de dictámenes que se


encuentren sujetos a revisión de los cuerpos colegiados de las delegaciones
regionales, podrán ser revisados por la Dirección General de Avalúos y Obras, la
que podrá instruir a los propios cuerpos colegiados para que revisen y, en caso
procedente, modifiquen el proyecto de dictamen respectivo.”

9. REGLAS DE CARÁCTER GENERAL RELATIVAS A LA AUTORIZACIÓN


COMO PERITO VALUADOR DE INMUEBLES OBJETO DE CRÉDITOS
GARANTIZADOS A LA VIVIENDA

La Sociedad Hipotecaria Federal, Sociedad Nacional de Crédito, Institución de


Banca de Desarrollo, con apoyo en lo dispuesto por el artículo 7 de la Ley de
Transparencia y de Fomento a la Competencia en el Crédito Garantizado emitió
dichas reglas que tienen las siguientes características:

El objeto es establecer los términos y las condiciones relativos al otorgamiento de


la autorización como perito valuador y a la inscripción en el registro de las
unidades de valuación de la SHF; así como determinar la responsabilidad y
efectos que deriven de la realización de avalúos de bienes inmuebles objeto de
créditos garantizados a la vivienda.

Las disposiciones son de carácter general y de observancia obligatoria para todas


las personas que soliciten y obtengan autorización de perito valuador de bienes
inmuebles objeto de créditos garantizados a la vivienda, así como para aquellas
personas morales que quieran y obtengan su inscripción en el registro
correspondiente de la SHF.

De las Definiciones son relevantes las siguientes:

Autorización. El acto jurídico y/o documento con el que la SHF autoriza a una
persona física como perito valuador para realizar avalúos.

Avalúo.- El dictamen que elaboren los peritos valuadores sobre el valor de los
inmuebles y que esté certificado por la Unidad de Valuación en cuyo padrón se
encuentre inscrito el perito valuador correspondiente.

Perito Valuador. La persona física que haya obtenido la autorización, a través al


menos de una Unidad de Valuación.

Unidad de Valuación. La persona moral que haya obtenido la inscripción que la


faculta para certificar, a través de un Controlador, los dictámenes que elaboren los
peritos valuadores.

El Capítulo VI contiene las obligaciones y prohibiciones de los peritos valuadores y


de las Unidades de Valuación.

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