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ESTUDIANTE: BYRON ESTUARDO CRUZ SÁNCHEZ

CAMBIO CLIMÁTICO EN GUATEMALA

El cambio climático es definitivamente uno de los retos más grandes que actualmente
enfrenta la humanidad, tanto en la búsqueda de acuerdos que limiten la generación de
los gases contaminantes que causan este problema (llamados Gases de Efecto
Invernadero), así como en cuanto a implementar medidas que nos ayuden a adaptarnos
a los cambios que está causando esta alteración del clima. El cambio climático está
afectando y llegará a afectar a todos los sectores importantes de la vida nacional, desde
la producción de alimentos, la salud pública, la infraestructura y la misma seguridad
pública.

A pesar de que ha habido mucha controversia en cuanto a la veracidad de este problema


global, el año pasado mucha de esa controversia fue reducida con la publicación del
Quinto Informe sobre Cambio Climático que presentó el Panel Intergubernamental de
Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés). Esta organización creada por Naciones
Unidas contó con un equipo de más de 800 científicos seleccionados alrededor del
mundo, para escribir este informe sobre el estado del problema climático con el fin de
informar a los países que se reúnen anualmente a negociar sobre las medidas a tomar
para resolver este problema. Este año, dicha negociación ocurrirá en diciembre en Paris,
y se tienen muchas expectativas de que todos los países incluyendo Guatemala lleguen
con propuestas concretas sobre los niveles de reducción de emisiones a los que se
comprometerán.

El Quinto Informe del IPCC presentó tres conclusiones contundentes. Primero,


prácticamente no hay duda de que el planeta se está calentando. Esto se evidencia no
solo por el aumento de las temperaturas alrededor del planeta, sino también por el
derretimiento de los cascos de hielo en lugares como el Polo Norte y Groenlandia y
también en los glaciares de los Andes y los Alpes. Adicionalmente, se ha observado un
aumento en el nivel de los océanos.

Segundo, este calentamiento se debe principalmente a las actividades humanas que


emiten los gases de efecto invernadero que aumentan la captura de calor en la atmósfera.
Aunque sabemos que históricamente el planeta se ha calentado en múltiples ocasiones
en el pasado, nunca el aumento de temperatura ha sido tan rápido, lo cual puede
explicarse únicamente si se consideran influencias que se originan en actividades
humanas tales como quema de petróleo y carbón mineral, agricultura y deforestación
entre otras.

Y tercero, aunque se logre un acuerdo mundial para detener la generación de los gases
contaminantes, el efecto de calentamiento mantendrá su influencia en el clima global al
menos durante un siglo más. Esto implica que estamos forzados a adaptarnos a vivir con
un clima más cambiante.

¿Qué efectos concretos podemos esperar para Guatemala? Investigaciones que hemos
hecho en la Universidad del Valle de Guatemala preguntando a agricultores qué cosas
han notado con el clima, muestran que ya es evidente un aumento de la variación del
clima del país. Por su posición geográfica, Guatemala siempre ha tenido un clima muy
variable, pero esa variabilidad ha aumentado mucho más en las últimas décadas. Por
ejemplo, los agricultores reportan que es más difícil ahora predecir el inicio y el fin de la
época lluviosa. Esto por supuesto les complica mucho determinar cuándo hacer la
siembra. Las famosas “aguas de mayo” no han llegado en los últimos años ya que la
época lluviosa ahora está establecida hasta junio. Por cierto, los también famosos
zompopos de mayo cada vez se están convirtiendo más en zompopos de junio. Esto por
supuesto ha aumentado considerablemente el problema de inseguridad alimentaria y
hambrunas especialmente en el llamado corredor seco del país.
ESTUDIANTE: BRENDA TERESA RODRÍGUEZ FLORES

EL CAMBIO CLIMÁTICO EN GUATEMALA

El cambio climático se manifestará en nuestro país esencialmente como un problema de


manejo de agua. Así como hemos tenido deficiencia de lluvias en los últimos dos años,
en la década pasada las variaciones de clima se expresaron como un aumento en los
eventos extremos de lluvia, no solo tormentas tropicales y huracanes, sino eventos de
lluvias torrenciales que resultaron en inundaciones y deslaves con un saldo de muertos
y damnificados muy considerable. Necesitamos entonces prepararnos para afrontar
períodos intercalados de deficiencia de lluvia, a través de un aumento en nuestra
capacidad de almacenamiento y movilización de agua, con períodos de exceso de lluvia
donde tendremos que tener una mejor infraestructura para reducir los impactos de las
inundaciones y la probabilidad de deslaves mortíferos.

Un residente local trata de drenar el lodo de su calle en Amatitlán (Guatemala), tras las
inundaciones causadas por la tormenta tropical Agatha. Foto: Globovision / Flickr

La alternancia de períodos secos con períodos de exceso de lluvia continuará en las


siguientes décadas, pero los modelos climáticos que se han desarrollado a nivel mundial
y regional, muestran que a largo plazo, la región centroamericana experimentará una
disminución gradual de la cantidad de lluvia. Uno de estos análisis muestra una
disminución de un 13% en la lluvia del país para el año 2050 y del 27% para el 2100.

Aunque estos porcentajes podrían no parecer muy altos a primera vista, si pueden
resultar en un aumento considerable del estrés hídrico que el país ya evidencia en varias
regiones, particularmente las regiones orientales del país y las áreas al sur de los
departamentos de Huehuetenango, Quiché y las Verapaces. Mucha de la falta de agua
ya observada en estas y otras regiones del país proviene del mal manejo que hacemos
de este recurso vital, especialmente en cuanto a la contaminación de aguas superficiales
al descartar nuestras aguas servidas sin ningún tratamiento previo. (Nota editorial: Más
de 90% de las fuentes de agua y más de 98% de los afluentes del país en Guatemala
tienen contaminación bacteriológica.) Por tanto, el cambio climático pondrá una presión
adicional para que Guatemala desarrolle una legislación adecuada para que podamos
manejar y conservar mejor nuestro recurso hídrico.

El cambio climático también traerá temperaturas más altas lo que aumentará la


probabilidad de tener regiones áridas y con menor productividad agrícola. Los modelos
climáticos muestran un aumento de temperatura entre los 2 y los 4 grados centígrados
en el transcurso del presente siglo. El nivel real de aumento de temperatura que se
observará dependerá de los niveles de emisión de gases contaminantes que se tengan
en todo el mundo.

Es por ello que la cumbre en diciembre en Paris es de suma importancia para el futuro
de nuestra nación. Un acuerdo vinculante entre todos los países del mundo para reducir
emisiones, especialmente los que más contaminan que en la actualidad incluyen a China,
Estados Unidos, la Unión Europea y la India, permitirá mantener el aumento de
temperatura en un rango debajo de dos grados centígrados o menos. Guatemala también
debe hacer su propuesta de reducción de emisiones y la misma debería desarrollarse en
un proceso participativo liderado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales
(MARN).

Pero más allá de prestar atención a estas negociaciones, los guatemaltecos debemos
empezar a trabajar conjuntamente para construir nuestros planes nacionales y locales de
adaptación al cambio climático que estaremos enfrentando en el resto del presente siglo.
La tarea y la responsabilidad son de todos, tanto gobierno como sociedad civil.

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