La enfermedad respiratoria en porcino está considerada como uno de los
mayores problemas en producción intensiva porcina en todo el mundo. Mycoplasma hyopneumoniae es el agente etiológico primario de la neumonía enzoótica, una enfermedad respiratoria crónica en cerdos, causada por infecciones respiratorias mixtas con M. hyopneumoniae y uno o más patógenos bacterianos secundarios (Maes et al. , 2008). M. hyopneumoniae es considerado también como uno de los principales patógenos involucrados en el complejo respiratorio porcino (PRDC, de sus siglas en inglés). La etiología multifactorial del PRDC incluye tanto patógenos de origen viral como bacteriano y está influenciada por prácticas de manejo y condiciones ambientales (Opriessnig et al. , 201 1). Tanto la neumonía enzoótica como el PRDC causan pérdidas económicas importantes debido a reducción del crecimiento, incremento de la mortalidad y del índice de conversión, costes relacionados con tratamiento antimicrobiano e inmunoprofiláctico, así como incremento del tiempo necesario para alcanzar el peso al matadero (Maes et al. , 2008).
M. hyopneumoniae se caracteriza por la falta de pared bacteriana y por
presentar un genoma muy pequeño que codifica para un número limitado de rutas biosintéticas. M. hyopneumoniae es un patógeno específico del cerdo. La patogénesis de las infecciones causadas por M. hyopneumoniae incluye varios pasos: colonización y adhesión al epitelio ciliado del tracto respiratorio, modulación del sistema inmune dando lugar a daño del tejido pulmonar y persistencia de dicha bacteria en el tracto respiratorio. Esta compleja patogénesis suele estar también agravada, especialmente en condiciones de campo, por la inter- acción con otros agentes infecciosos. La adhesión de dicha bacteria a los cilios del epitelio respiratorio provoca un daño irreversible en el aparato mucociliar, lo que significa una reducción de la actividad y eficacia de los mecanismos de limpieza de la mucosa del tracto respiratorio.
M. hyopneumoniae está presente en la mayoría de países con producción
porcina intensiva (Fano et al. , 2007; Maes et al. , 2008; Martínez et al. , 2009; Fraile et al. , 2010; Meyns et al. , 201 1 Fablet et al. , 2012; Nathues et al. , 201 2), y dentro de una misma explotación, la infección puede ocurrir en todas las fases productivas (hato reproductivo, lechones lactantes, destetados y cerdos de engorde). La transmisión de M. hyopneumoniae puede tener lugar mediante diferentes rutas. Las principales rutas de transmisión entre explotaciones son por introducción de animales infectados o por vía aerógena mediante aerosoles. Esta bacteria también se puede diseminar dentro de una misma explotación por contacto nasal: vía vertical (contacto entre la cerda y la descendencia) y vía horizontal (contacto entre animales infectados y susceptibles).
La forma clínica más frecuentemente observada durante infecciones por M.
hyopneumoniae es la Mycoplasmosis endémica, comúnmente conocida como neumonía enzoótica. El signo clínico más obvio causado durante dicha infección es la presencia de una tos seca, especialmente en cerdos de engorde. Esta tos no productiva, también puede aparecer en la fase de recría y a comienzo de la fase de cebo y suele ser más evidente después de mover los animales afectados. Dicha tos suele desaparecer después de 2-3 semanas, pero también puede persistir hasta la edad de matadero.
Las infecciones causadas por M. hyopneumoniae dan lugar a lesiones de
bronconeumonía catarral, caracterizadas por la presencia de áreas de consolidación de color rojo-morado en las partes craneoventrales de los lóbulos pulmonares apical, cardíaco, accesorio y diafragmático. Estas lesiones son características de las infecciones por M. hyopneumoniae, pero no son patognomónicas de dicha infección. Microscópicamente, estas lesiones pulmonares se describen como infiltración perivascular y peribronquiolar de células linfohistiocíticas (Figura l) (Morris et al., 1995).
El diagnóstico de la neumonía enzoótica se lleva a cabo general- mente a
nivel de grupo, raramente a nivel individual (T hacker and Minion, 2012; Taylor, 2013). La presencia de tos seca, combi- nado con la presencia de lesiones crónicas de bronconeumonía en el matadero, a la vez que reducción del crecimiento durante el engorde, pueden sugerir un diagnóstico presuntivo de neumonía enzoótica. Sin embargo, el diagnostico definitivo está basado en la detección de M. hyopneumoniae: cultivo bacteriológico, detección de antígeno (inmunofluorescencia, inmunohistoquí mica), detección de DNA (PCR) o detección de anticuerpos (serología) contra M. hyopneumoniae. El diagnóstico diferencial debe siempre considerar otros patógenos (virus/ bacterias) responsables de signos clínicos compatibles con esta infección y de lesiones de bronconeumonía (Sibila et al. , 2009).
El control de las infecciones causadas por M. hyopneumoniae puede
llevarse a cabo mediante tres estrategias diferentes: optimización de las condiciones de alojamiento y prácticas de manejo, tratamiento antimicrobiano y vacunación. En la tabla 1 se incluyen ventajas y desventajas del tratamiento antimicrobiano y de la vacunación. Tanto el tratamiento antimicrobiano como la vacunación han demostrado ser eficaces en reducir la gravedad de las infecciones por M. hyopneumoniae, pero no de eliminar M. hyopneumoniae de cerdos infectados. A pesar de que la vacunación es una herramienta ampliamente extendida para controlar estas infecciones, brotes clínicos respiratorios causados por M. hyopneumoniae pueden ocurrir en condiciones de campo, haciendo necesario el control mediante antibióticos. Sin embargo, la literatura científica incluye un número limitado de estudios describiendo la eficacia in vivo de antimicrobianos para controlar infecciones experimentalmente inducidas con M. hyopneumoniae. De manera similar, escasos estudios han sido publicados investigando la eficacia de diferentes tratamientos y estrategias de vacunación contra M. hyopneumoniae en explotaciones porcinas infectadas con dicha bacteria y otros patógenos involucrados en el PRDC. Estas medidas de control son beneficiosas desde un punto de vista económico. Por lo tanto, encontrar respuestas a es- tas preguntas es crucial en el desarrollo de estrategias óptimas de tratamiento y control de estas infecciones.
El objetivo principal de esta tesis fue obtener mayor conocimiento
relativo a diferentes estrategias de tratamiento y control de infecciones causadas por M. hyopneumoniae. En el marco de este objetivo principal se llevaron a cabo tres estudios.
ESTUDIOS
En el primer estudio se evaluó la eficacia de la administración
intramuscular de una nueva formulación de florfenicol para tratar la enfermedad respiratoria clínica inducida tras una inoculación experimental con una cepa hipervirulenta de M. hyopneumoniae (Del pozo Sacristán et al. , 2012a). Cuarenta y nueve cerdos SPF (21 días de edad) libres de M. hyopneumoniae fueron alojados de manera aleatoria en tres grupos: los cerdos pertenecientes a los grupos tratamiento (TG) (n=22) y control positivo (PCG) (n=22) fueron inoculados endotraquealmente con una cepa hipervirulenta de M. hyopneumoniae, mientras que los cerdos pertenecientes al grupo control negativo (n—5) fueron inoculados con medio de cultivo estéril. Al comienzo de la enfermedad clínica (14 días post-infección (p.i.), los cerdos del TG recibieron una inyección de florfenicol (30 mg/ kg) (Nuflor Onces, MSD), mientras que el resto de animales recibieron intramuscularmente suero salino. Todos los cerdos fueron sacrificados cuatro semanas post- infección. Los signos clínicos fueron significantemente reducidos en T G en comparación con PCG (PeO.05). La ganancia media diaria, el índice de conversión, la mortalidad y el área del pulmón afectado por neumonía fueron mejorados en el TC, respecto al PCG, sin embargo, estas diferencias no fueron estadísticamente significativas. Estos resultados mostraron que la administración intramuscular de florfenicol, a la dosis estudiada, en animales experimentalmente infectados con M. hyopneumoniae redujo significativamente los signos clínicos y mejoró numéricamente la gravedad de las lesiones pulmonares y el crecimiento de aquellos animales tratados con respecto a los no tratados.
En el segundo estudio se investigó la eficacia de la vacunación temprana
contra M. hyopneumoniae en una granja comercial de ciclo cerrado que presentaba enfermedad respiratoria al final del engorde causada por infecciones mixtas con M. hyopneumoniae y patógenos virales (Del Pozo Sacristán et al. , 2014). Quinientos cuarenta lechones fueron divididos aleatoriamente en tres grupos fueron vacunados (Stellamune Once", ELANCO) a los 7 (VI) 0 a los 21 días de edad (V 2), mientras que un tercer grupo permaneció sin vacunar (NV). Los tres grupos fueron alojados en diferentes celdas dentro del mismo compartimento durante el periodo de recría y subsecuentemente fueron alojados en compartimentos diferentes pero idénticos durante la fase de engorde. La eficacia de la vacunación fue evaluada mediante el estudio del crecimiento y de las lesiones pulmonares. La ganancia media diaria durante el periodo de engorde fue 19 (VI) y 18 g/día (V2) mayor en los grupos vacunados respecto al grupo NV. Sin embargo, esta diferencia no Fue estadísticamente significativa (P *0.05). La prevalencia de lesiones de neumonía al matadero fue significativamente menor en ambos grupos vacunados (VI 71 ,50/0 y V 2: 67.1%) respecto al grupo NV (80.270) (Peo.05). No se apreciaron diferencias significativas entre los dos grupos vacunados. Ambas estrategias de vacunación redujeron (significativamente) la prevalencia de lesiones de neumonía y (numéricamente) las pérdidas de crecimiento observadas en esta explotación porcina con enfermedad respiratoria presente durante la segunda mitad de la fase de cebo causada por M. hyopneumoniae junto con varias infecciones virales.
En el tercer estudio se evaluó la eficacia de la medicación en pienso con
clortetraciclina para tratar un brote respiratorio en una granja comercial de ciclo cerrado que presentaba infección con M. hyopneumoniae y enfermedad respiratoria clínica en la fase de cebo (Del Pozo Sacristán et al. , 201 2b)_ En total, 533 cerdos fueron incluidos en el experimento. Todos los animales fueron vacunados contra M. hyopneumoniae y PCV-2 al destete (3 semanas de vida). Al comienzo de la enfermedad respiratoria clínica (14 semanas de vida), los animales fueron aleatoriamente distribuidos en uno de los siguientes grupos: clortetraciclina I (CTC1) (dos semanas consecutivas, 500 ppm; Aurofac 100 mg/g Granular', Pfizer Animal Health), clortetraciclina 2 (CTC2) (dos semanas no consecutivas, con un intervalo semanal no medicado, 500 ppm; Aurofac 00 mg/g Granular', Pfizer Animal Health) 0 tilosina (T) (tres semanas consecutivas, 1 00 ppm; Tylan 250 Vet Premix, ELANCO). Con el objetivo de evaluar la eficacia de dichos tratamientos antibióticos, se estudiaron parámetros productivos (ganancia media diaria, índice de conversión), lesiones de neumonía al matadero y parámetros clínicos (Score respiratorio). Los resultados mostraron diferencias numéricas en favor del grupo CTC2 en lo relativo a parámetros productivos y clínicos. La prevalencia de lesiones de neumonía fue 20.5, 13.1 and (P«O.05) para los grupos CTCI CTC2 y T, respectivamente. Este estudio demostró que la clortetraciclina, administrada en pienso al inicio de un brote respiratorio causado por M. hyopneumoniae, a la dosis de 500 ppm durante dos semanas alternativas, fue capaz de reducir la prevalencia de lesiones de neumonía y mejorar numéricamente el rendimiento productivo, así como los signos clínicos.
La tabla 2 muestra un resumen de los principales parámetros estudiados y
los resultados obtenidos en dichos experimentos.
DISCUSIÓN
Tratamiento antimicrobiano y control de infecciones causadas por M.
hyopneumoniae
Está generalmente aceptado que la optimización de las condiciones de
alojamiento y manejo es uno de los primero requerimientos para prevenir y controlar la neumonía enzoótica. Sin embargo, incluso en explotaciones que presentan un clima y manejo óptimos, pueden tener lugar brotes agudos de M. hyopneumoniae (Vicca et al. , 2002). Por lo tanto, el tratamiento antimicrobiano continúa siendo una herramienta importante para controlar la enfermedad respiratoria causada por esta bacteria.
Adicionalmente, en condiciones de campo, las infecciones causadas por M.
hyopneumoniae están comúnmente acompañadas de otras infecciones bacterianas (Maes et al. , 1999; Maes et al. , 2000) que suelen inducir Un incremento de la gravedad de la enfermedad y de las lesiones. El tratamiento antimicrobiano puede ser efectivo también contra otros patógenos bacterianos y puede implementarse de una forma más rápida y flexible respecto a la vacunación. Sin embargo, aunque los antimicrobianos son capaces de reducir el número de bacterias (M. hyopneumoniae) del tejido pulmonar, es imposible alcanzar una eliminación completa de este patógeno (Vicca et al. , 2005; Thacker and Minion, 2012). Tetraciclinas, macrólidos, lincosamidas, pleuromutilinas, florfenicol, aminoglucósidos, aminociclitoles y fluoroquinolonas son considerados agentes antimicrobianos potencialmente activos frente a M. hyopneumonlae. La actividad in vitro de los tres antibióticos usados en esta tesis (florfenicol, clortetraciclina y tilosina) ha sido ampliamente estudiada. Numerosos estudios han demostrado que M. hyopneumoniae es intrínsecamente susceptible a estos tres antibióticos. Sin embargo, la actividad in vivo parece ser más variable, probablemente debido a la localización de M. hyopneumoniae en los cilios de las vías aéreas, donde los agentes antimicrobianos encuentran más limitaciones para alcanzar concentraciones terapéuticas. Un agente antimicrobiano es efectivo contra infecciones causadas por M. hyopneumoniae solamente cuando es capaz de alcanzar niveles importantes en el mucus y otros fluidos del tracto respiratorio (T hacker and Minion, 2012). Por lo tanto, todavía son necesarios estudios in vivo para evaluar la eficacia de diferentes agentes antimicrobianos frente este patógeno.
Una observación general extraída de los estudios 1 y 3 es que el
tratamiento y el control de brotes respiratorios representan un complejo proceso de toma de decisiones, incluyendo muchas variables. En caso de brotes respiratorios agudos (estudio l), el tratamiento parenteral es necesario en aquellos animales en los cuáles el consumo de agua y pienso es reducido y, por lo tanto, no son capaces de consumir antibióticos oralmente. Esta administración parenteral ase- gura una respuesta inmediata cuando la urgencia del tratamiento es crucial. El uso de formulaciones de larga actividad reduce la labor re- querida debido a múltiples inyecciones. Por otro lado, la medicación oral está especialmente indicada para controlar enfermedades crónicas 0 endémicas (estudio 3), en las cuáles el apetito de los animales afectados no está reducido. La presencia de animales infectados subclínicamente puede suponer un riesgo para la sanidad global del rebaño. La administración de antibióticos a nivel de grupo permite el tratamiento a la vez de animales infectados tanto clínica como subclínicamente (metafilaxis).
En el estudio 3 destaca una apreciación sobre el uso de antimicro
bianos, que para muchos puede ser motivo de controversia. A pesar de que todos los animales fueron vacunados contra M. hyopneumoniae, brotes respiratorios, agudos y esporádicos fueron descritos alrededor de las 1 4 semanas de edad en esta explotación. Consecuentemente, en este caso la medicación sería considerada como un tratamiento metafilóctico a nivel de grupo. En el actual contexto del uso prudente de antibióticos, la medicación estratégica o preventiva durante periodos de riesgo debería ser minimizada y, por lo tanto debería darse prioridad a la vacunación. Sin embargo, como se mostró en esta explotación, incluso en animales vacunados contra M. hyopneumoniae, signos/ brotes clínicos pueden ocurrir (Mateusen et al. , 2002) y, por lO tanto la medicación antimicroes todavía necesaria.
Vacunación contra infecciones causadas por M. hyopneumoniae
Las actuales vacunas comerciales frente a M. hyopneumoniae son utilizadas
mundialmente para controlar dichas infecciones. En muchos países productores de porcino, el uso de estos productos está establecido en alrededor del 70% de las explotaciones porcinas (Maes et al. , 2008). Las principales ventajas obtenidas por la vacunación son una reducción de las pérdidas de crecimiento, gravedad y extensión de lesiones pulmonares, mortalidad, tiempo para alcanzar el peso al matadero y costes debidos a antibioterapia (Maes et al, 2008) Sin embargo, la protección inducida por estas vacunas comerciales es a menudo incompleta. Diferentes estudios han demostrado que las actuales vacunas no son capaces de prevenir la colonización (Thacker et al. , 1998), de reducir significativamente la transmisión en condiciones experimentales (Meyns et al. , 2006), ni de prevenir la infección en condiciones de campo (Villarre- al etal., 2011). Por lo tanto, estos estudios sugieren que la vacunación por sí sola no es capaz de eliminar M. hyopneumoniae de explotaciones porcinas infectadas. A pesar de eso, varios estudios recientes han demostrado que la vacunación puede reducir el número de organismos (NI. hyopneumoniae) en el tracto respiratorio de cerdos infectados experimentalmente (Meyns et al. , 2006; Vranckx et al. , 2012), y por lo tanto, pueden reducir el nivel de infección de un rebaño (Sibila etal., 2007). Esto confirma también que los máximos efectos beneficiosos de la vacunación se alcanzan varios meses después de iniciar la vacunación en un rebaño (Haesebrouck et al_, 2004).
Diferentes estrategias de vacunación pueden ser implementadas a nivel de
rebaño para controlar infecciones causadas por M. hyopneumoniae. Actualmente, la vacunación monodosis se practica más frecuentemente que la vacunación bidosis, principalmente porque requiere menos trabajo a la vez que confiere resultados similares. La vacunación temprana («4 semanas de edad) en lechones es una práctica común en Europa (Haesebrouck et al. , 2004).
Una observación general extraída de los estudios 2 y 3 es que dife-rentes
esquemas de vacunación y diferentes vacunas comerciales pueden ser utilizados para controlar infecciones causadas por M. hyopneumoniae. En el estudio 3, a pesar de que todos los animales fueron vacunados a las 3 semanas de edad, se observó un brote respiratorio, siendo por lo tanto necesario un tratamiento antibiótico. En el estudio 2, ambos protocolos de vacunación fueron capaces de reducir la prevalencia de lesiones pulmonares; sin embargo otros patógenos respiratorios de origen viral estuvieron involucrados en dicho brote. En ambos estudios de campo se utilizaron diferentes bacterinas comerciales. Todas ellas han sido ampliamente evaluadas y su eficacia ha sido demostrada suficientemente.
Está generalmente aceptado que la optimización de las condiciones de
alojamiento y de manejo deberían ser el primer punto a tener en cuenta en la prevención y el control de la neumonía enzoótica. Sin embargo, en las explotaciones porcinas involucradas en ambos estudios de campo, el análisis del clima del establo y de los patrones de ventilación no reveló ninguna deficiencia en las instalaciones ni en el manejo. Mejorar el alojamiento y la ventilación continúa siendo un punto clave para controlar el PRDC en producción porcina intensiva.
Una observación general extraída de los estudios 2 y 3 es que diferentes
esquemas de vacunación y diferentes vacunas comerciales pueden ser utilizados para controlar infecciones causadas por M. hyopneumoniae. En el estudio 3, a pesar de que todos los animales fueron vacunados a las 3 semanas de edad, se observó un brote respiratorio, siendo por lo tanto necesario un tratamiento antibiótico. En el estudio 2, ambos protocolos de vacunación fueron capaces de reducir la prevalencia de lesiones pulmonares; sin embargo otros patógenos respiratorios de origen viral estuvieron involucrados en dicho brote. En ambos estudios de campo se utilizaron diferentes bacterinas comerciales. Todas ellas han sido ampliamente evaluadas y su eficacia ha sido demostrada suficientemente.
Está generalmente aceptado que la optimización de las condiciones de
alojamiento y de manejo deberían ser el primer punto a tener en cuenta en la prevención y el control de la neumonía enzoótica. Sin embargo, en las explotaciones porcinas involucradas en ambos estudios de campo, el análisis del clima del establo y de los patrones de ventilación no reveló ninguna deficiencia en las instalaciones ni en el manejo. Mejorar el alojamiento y la ventilación continúa siendo un punto clave para controlar el PRDC en producción porcina intensiva.
CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS FUTURAS DE INVESTIGACIÓN
De los estudios incluidos en esta tesis (Tabla 2) se concluye que ambas
estrategias de control, tratamiento antimicrobiano y vacunación frente a M. hyopneumoniae, fueron capaces de reducir los signos clínicos, la extensión y la prevalencia de lesiones pulmonares (neumonía), así como de mejorar el rendimiento productivo en cerdos infectados con M. hyopneumoniae. Aunque M. hyopneumoniae no fue eliminado de los animales infectados mediante estas estrategias de control, la medicación metafiláctica y la vacunación pueden contribuir a la reducción del uso de antimicrobianos en explotaciones porcinas.
Más específicamente, se puede concluir que:
• La formulación de florfenicol testada, administrada intramuscularmente
a la dosis de 30 mg/ kg de peso vivo, fue capaz de reducir los signos clínicos respiratorios en cerdos infectados experimentalmente con una cepa hipervirulenta de M. hyopneumoniae. Se apreció una reducción temporal de los signos clínicos (4 días) inmediatamente después del tratamiento. Esta medicación metafiláctica, caracterizada por una mayor concentración de sustancia activa, puede reducir significativamente el uso de antibióticos en explotaciones porcinas.
• La vacunación frente a M. hyopneumoniae a los 7 o a los 21 días de edad
redujo significativamente las lesiones pulmonares (neumonía) y numéricamente las pérdidas de rendimiento productivo en una explotación que presentaba problemas respiratorios clínicos durante el final de la fase de engorde causados por infecciones mixtas con M. hyopneumoniae y otros patógenos virales.
• La formulación de clortetraciclina testada, administrada en pienso a la
dosis de 500 ppm durante dos semanas alternativas al comienzo de Un brote respiratorio, redujo significativamente la prevalencia de lesiones pulmonares (neumonía), y numéricamente las pérdidas de rendimiento y los signos clínicos, en comparación con una formulación de tilosina a las dosis de 100 ppm administrada durante tres semanas. Esta medicación metafiláctica puede reducir significativamente el uso de antibióticos en explotaciones porcinas.
• Brotes respiratorios clínicos que requieran medicación antimicrobiana
pueden ocurrir incluso en explotaciones que no presentan deficiencias importantes de manejo y alojamiento, a pesar de la implementación de vacunación frente a dos patógenos primarios del PRDC hyopneumoniae y pcv2).
• La vacunación y la medicación antimicrobiana son capaces de reducir,
pero no de prevenir infecciones causadas por M. hyopneumoniae.
Los resultados obtenidos en la presente tesis respaldan futuras líneas de
investigación en el campo de la antibioterapia y de la inmunoprofiláxis. Es necesario continuar investigando la actividad antimicrobiana, tanto in vitro como in vivo, de diferentes agentes utilizados frente a M. hyopneumoniae. Esto puede ser de gran ayuda para entender qué parámetros (MIC, reducción de la excreción después del tratamiento antibiótico, concentración en plasma, concentración en el sitio de infección) pueden predecir una buena correlación entre la actividad in vivo e in vitro. Respecto a la vacunación frente a M. hyopneumoniae queda abierta una interesante línea de investigación en lo concerniente a las diferentes estrategias de vacunación temprana en aquellas poblaciones de animales en los que las infecciones ocurren inmediatamente después del destete. A día de hoy, todavía no se ha clarificado completamente el efecto que puede tener el estrés, por ejemplo al destete, sobre la eficacia de la vacunación.