La acción de amparo es una garantía constitucional, la Constitución Política del
Perú de 1993, en su artículo 200º inciso 2, expresa literalmente: La acción de
amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza lo demás derechos reconocidos por la Constitución, con excepciones de los señalados en el inciso siguiente. No procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular. En resumen, se puede decir que va a proteger todos los derechos que no son abarcados por el Habeas Corpus (Derecho a la libertad individual y derechos constitucionales conexos) y el Habeas Data (Derecho a la información pública o a la autodeterminación informativa). Sin embargo, un proceso de amparo no está libre de que puedan darse vicios procesales, pues éstos pueden originarse en dos tipos de errores, un error in procedendo, que tiene lugar cuando se lesiona derechos fundamentales de tipo procesal, tales como el derecho de defensa, a la prueba, al recurso, a la motivación de las resoluciones, al juez natural, etc. Por ende, ello ocasiona la invalidez del procedimiento y la posterior nulidad de éste hasta la etapa en que aquél se produjo; o un error in iudicando, que se dará cuando el juicio en base a la controversia es carente a la luz de derechos fundamentales sustantivos, por ende dará lugar a la invalidez de la sentencia.