posibilidad de caer en el autoengaño en este proceso si no se tiene presente que esto se puede
dar. Por este motivo, el presente trabajo pretende sustentar que el autoengaño es posible en el
proceso de autoconocimiento, más aún si se realiza sin la ayuda de otros. Para ello se define
que es autoconocimiento, cuál es el fin por el que se busca y cómo podemos ir desarrollando
este tipo de conocimiento. Así mismo, se presenta la definición de autoengaño y las teorías
autoconocimiento.
nueva, más bien, ya los primeros filósofos lo tenían presente. Recordemos el precepto délfico
conocimiento de ideas que se tenga de uno mismo. Lazos (2008) indica que las ideas que uno
tenga de uno mismo deben ser relevantes y su acceso a ellos debe ser inmediato. Otros
autores (Muños & Morales, 2008; López, 2016) sugieren que es un conocimiento de las
(citado por Fernández, 2015) propone que dicho conocimiento debe estar conectado con la
psiqué, mientras que Prieto (2018) lo relaciona al conocimiento fiable de los estados mentales
y propone que debe cumplir la condición de ser consciente, ser sobre estados mentales y que
tiene esa creencia, además de la necesidad que dicha persona se plantee seriamente la
Ante esto surge la pregunta sobre la razón del autoconocimiento, el para qué una
necesidad de explicarse a uno mismo sobre los pensamientos y las acciones que ha adquirido
propio interior, haciéndose preguntas que lo lleven a saber cómo se piensa y como lo lleva a
actuar generalmente de cierta forma (Sancho, 2014). Otra razón se encuentra cuando se
quiere mejorar aquellas características propias que son positivas o desarrollar aquellas
debilidades que se posee o características que no se tiene (López, 2016) para poder
enfrentarse a la vida de manera que se puedan resolver los problemas que se presentan de
forma exitosa (Saiz-Manzanares & Pérez, 2016). Una tercera razón se encuentra en la
búsqueda de quererse más a uno mismo, de elevar la autoestima, que luego del proceso de
autoconocimiento le seguiría la aceptación de uno mismo como es y el aprecio por cada una
Morales, 2008).
Luego de ver qué es el autoconocimiento y cuáles son las razones para buscarlo,
conviene plantear las distintas formas por las que se puede acceder a dicho conocimiento,
para el que se necesita una serie de recursos y evidencias distintos a los que se requiere para
acceder a conocimientos más superfluos sobre uno mismo. Una primera forma de
autoconocerse es por uno mismo, a través de un soliloquio sincero en el que se busca saber
sobre aquello que es de su interés, por ejemplo, la persona que se plantea a sí misma la
pregunta sobre la existencia de Dios para conocer cuál es su pensamiento sobre dicha
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cuestión. Ello la lleva a preguntarse sobre dicha creencia buscando dar respuesta a su propio
existencia de Dios (Lazos, 2008). La segunda forma es a través de lo que los demás puedan
conocer de uno, pues “la injerencia de la alteridad en la vida humana (…) se considera como
(Prieto, 2018, p.189) dado que “en muchos casos y áreas, otras personas pueden conocerlo
mejor de lo que él mismo se conoce” (Lazos, 2008, p. 184). En la misma línea encontramos
los grupos de autoconocimiento, que son instancias definidas junto a otras personas para este
proceso (Muñoz & Morales, 2008). Otras formas de autoconocimiento se pueden encontrar
Para ser autoengaño debe existir la creencia en algo que es falso, frente a evidencias de su
por un conjunto de creencias, en la que hay una creencia primaria o fundamental y otras
secundarias; por ejemplo, en el caso de la persona que reprobó un curso por no dedicarle el
tiempo adecuado al estudio, la creencia primaria sería que le dedica el tiempo adecuado y una
de las secundarias es que los profesores son injustos con ella. Otro aspecto importante del
autoengaño es que es de carácter temporal (Fernández, 2015, 2018). Para Perring (citado en
Fernández, 2015) hay dos formas comunes de autoengaño, que son la negación y la evasión.
Algunos autores (Coll, 2007; Hernández, 2007; Fernández, 2015) proponen como una forma
creer a B que algo falso es verdad. Donde se dan 2 condiciones, que A tiene la intención de
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engañar a B y B no lo sabe, y que B no sabe que lo que le va a decir A es falso. El problema
contradicciones en esa aproximación, surgiendo así dos corrientes sobre el autoengaño, los
que argumentan que el autoengaño es intencional, pues A, que tiene la intención de engañar,
y el autoengaño.
sostienen que quien se engaña tiene intención de creer en una creencia falsa o de la que no
tiene evidencias para creer. Los defensores de esta posición establecen que para que se de, se
debe cumplir la condición que C tiene más evidencia para creer que P sea verdad a que sea
falso, sin embargo, la idea de que P es verdad genera en el interior de C algo que lo mueve a
creer que P es falso generando intencionalmente la creencia que P es falso (Fernández, 2018;
Hernández, 2007). Ante esta posición se han generado distintas críticas siendo la más
evidente que se presenta una contradicción pues si alguien es consciente de quererse engañar
iría en contra de una de las condiciones del engaño, B no sabe que A lo quiere engañar y no
Por esta razón los críticos aducen que es algo imposible que sea intencional (Fernández,
2018). Los intencionalistas intentan defenderse ante esta crítica “apelando a una partición de
necesaria o indispensable la intención como factor que origina el autoengaño, atribuyen dicho
origen del autoengaño a las motivaciones emocionales que dirigen de forma sesgada a la
persona en la interpretación de los datos de una creencia recibida. Los factores que podrían
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originar esta motivación podrían ser los deseos, la ansiedad, los temores o las emociones.
Melé (citado por Fernandez, 2018) sostiene que el factor que lo origina es el deseo de aquello
en lo que quiere creer, es decir, que no conozca aquello, pero lo desee y ese deseo lo llevará a
tratar la información que reciba de dicho tema de una forma que lo lleve a creer en su
veracidad (Coll, 2007; Hernández, 2007; Fernández, 2018). Esta postura recibe la crítica de
Bermúdez (citado por Coll, 2007; Hernández, 2007; y Fernández, 2018) sobre la
condición para que se del autoengaño pues no en todos los casos de deseo de una creencia
intelectuales que lo verifican a través de la evidencia de modo que al pensar de dicha forma
se evite caer en engaños y falacias y se mejora la calidad del pensamiento (Paul y Elder,
2003; Siegel citado en Prieto, 2018). Teniendo dicha definición en cuenta, Prieto (2018)
sostiene que el Movimiento de Pensadores Críticos propone que los seres humanos pueden
pensadores críticos pueden conocer sus estados mentales por una simple observación a su
interior, sin necesidad de métodos inferenciales, argumentando que el ser humano tiene una
capacidad especial para aprehender sus estados mentales. Sin embargo, esta teoría pareciese
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estaría cumpliendo las condiciones de ser consciente, por lo que no sería propiamente
definido como un conocimiento activo y consciente de los estados mentales de uno mismo, se
ha planteado que las razones por las que un ser humano busca autoconocerse son dar razón de
sí mismo, crecer personal y profesionalmente así como para aceptarse y quererse rectamente,
autoengaño con sus distintas propuestas que muestran la posibilidad, intencional o no, de
Críticos la que fue desmontada por medio del mismo pensamiento crítico. Por todo ello,
forma, podemos concluir que mientras mayor sea nuestro autoconocimiento menos
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Referencias
Paul, R. & Elder, L (2003). La mini-guía para el pensamiento crítico. Recuperado de:
http://www.criticalthinking.org/resources/PDF/SP-ConceptsandTools.pdf
173-191.
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