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INTRODUCCIÓN A LA MECÁNICA DE

FLUIDOS
Julio Hernández Rodríguez
Catedrático de Mecánica de Fluidos
Área de Mecánica de Fluidos, Departamento de Mecánica
ETS de Ingenieros Industriales, UNED

Índice General

Introducción
Características fundamentales de los fluidos
Sólidos y fluidos
Líquidos y gases
Hipótesis de medio continuo
Fuerzas sobre fluidos
Fuerzas de volumen
Fuerzas de superficie. Tensor de tensiones
Tensor de tensiones en un fluido en reposo. Concepto de presión
Tensor de tensiones debidas a la viscosidad
Conceptos de termodinámica
Hipótesis de equilibrio termodinámico local
Resumen de algunos conceptos y relaciones termodinámicas
Fenómenos de transporte
Introducción
Transporte de calor por conducción. Ley de Fourier
Transporte de masa por difusión. Ley de Fick
Transporte molecular de cantidad de movimiento. Fluidos newtonianos

Cinemática de fluidos
Descripción del campo fluido. Derivada sustancial. Aceleración de una partícula fluida
Conceptos de trayectoria y senda de una partícula fluida, traza y línea de corriente
Algunos tipos particulares de flujos
Análisis del movimiento relativo en el entorno de un punto
Circulación. Movimientos irrotacionales

Ecuaciones generales de la mecánica de fluidos


Derivadas temporales de integrales extendidas a volúmenes fluidos
Ecuación de conservación de la masa
Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de las especies
Ecuación de conservación de la cantidad de movimiento
Forma integral
Forma diferencial
Ley de Navier-Poisson
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos
Ecuaciones de Navier-Stokes
Ecuación de la vorticidad
Ecuación de conservación de la energía mecánica
Ecuación de conservación de la energía
Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de la energía interna
Ecuación de conservación de la entalpía
Ecuación de la entropía
Resumen de las ecuaciones de la mecánica de fluidos
Condiciones iniciales y de contorno

Análisis dimensional y semejanza física

Formas aproximadas de las ecuaciones de conservación


Introducción
Aproximaciones de tipo cinemático
Flujos con distribución de velocidad solenoidal
Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de velocidad
Flujos bidimensionales. Concepto de función de corriente
Otros tipos de flujos
Simplificaciones de las leyes constitutivas o de las ecuaciones de estado
Flujos barotrópicos
Gases perfectos
Fluidos incompresibles
Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente
Fluidos ideales
Ecuación de Euler-Bernoulli
Aproximaciones basadas en consideraciones sobre la dinámica del problema
Fluidos en reposo
Flujos estacionarios
Flujos con efectos de viscosidad dominantes
Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re
Flujos a altos números de Reynolds
Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos turbulentos
Modelos de turbulencia
Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared
Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos
Aproximación de capa límite
Aproximaciones en flujos compresibles
Flujo ideal
Flujo viscoso
Aproximación de Boussinesq

Bibliografía

Sobre este documento...

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Introducción

Subsecciones

Características fundamentales de los fluidos


Sólidos y fluidos
Líquidos y gases

Hipótesis de medio continuo


Fuerzas sobre fluidos
Fuerzas de volumen
Fuerzas de superficie. Tensor de tensiones
Tensor de tensiones en un fluido en reposo. Concepto de presión
Tensor de tensiones debidas a la viscosidad

Conceptos de termodinámica
Hipótesis de equilibrio termodinámico local
Resumen de algunos conceptos y relaciones termodinámicas

Fenómenos de transporte
Introducción
Transporte de calor por conducción. Ley de Fourier
Transporte de masa por difusión. Ley de Fick
Transporte molecular de cantidad de movimiento. Fluidos newtonianos

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Características fundamentales de los fluidos

Subsecciones

Sólidos y fluidos
Líquidos y gases

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Sólidos y fluidos
La principal característica distintiva entre sólidos y fluidos consiste en que éstos, a diferencia de aquéllos,
no pueden soportar en reposo tensiones1.1 cortantes, por muy pequeñas que sean. Al aplicar un
determinado sistema de fuerzas sobre un sólido, éste experimenta deformaciones que se mantienen
constantes mientras no se modifique el estado tensional, cualquiera que sea éste.1.2 Las leyes de
comportamiento de los materiales permiten relacionar tensiones y deformaciones.

Cuando un fluido es sometido a fuerzas que originan tensiones cortantes en su seno, experimenta una
deformación continua que persiste mientras sigan actuando las causas que originan dichas tensiones
cortantes, por muy pequeñas que éstas sean.1.3 Las leyes constitutivas de los fluidos, a las que se hará
referencia más adelante, definen en este caso la relación entre tensiones y velocidades de deformación.

Considérese el fluido existente entre las placas planas y paralelas de la Figura 1.1. El problema se
supondrá bidimensional. La placa superior se mueve con una velocidad constante y la inferior es fija.

El movimiento de la placa superior da lugar a la aparición de tensiones cortantes en el fluido que causan
deformaciones continuas como la que experimenta el elemento de fluido representado en la figura.
Supóngase que la velocidad del fluido varía linealmente entre un valor nulo en el fluido en contacto con la
pared inferior y en el fluido adyacente a la pared superior. Según se deducirá más adelante, dicho

perfil de velocidad es el que se obtiene bajo determinadas condiciones1.4 cuando el fluido es del tipo
denominado newtoniano, en el que la tensión cortante es proporcional a la única componente del
gradiente de velocidad, d d , siendo la constante de proporcionalidad la viscosidad del fluido. Es

muy fácil demostrar que dicho gradiente está relacionado con el ritmo de deformación de un elemento de
fluido, y es precisamente igual a la velocidad de deformación, o ritmo de variación en el tiempo del ángulo
que forman los lados del elemento de la Figura 1.1, d d , con lo que resulta

(1.1)
Figura 1.1: Deformación de un elemento de fluido en
un flujo de Couette.

Existen sustancias que pueden llegar a presentar un comportamiento que no se corresponde con el de los
sólidos y fluidos genuinos que se acaba de describir, o en las que no se da una relación de
proporcionalidad entre tensiones cortantes y velocidades de deformación como la que existe en fluidos
newtonianos. Por ejemplo, algunas sustancias se comportan como sólidos cuando la tensión cortante a la
que se ven sometidas es inferior a un cierto valor, y fluyen cuando lo excede. También puede ocurrir en
algunos fluidos que la relación tensión-velocidad de deformación no sea lineal, o que dependa no sólo de
la velocidad de deformación sino también del estado tensional del fluido en instantes anteriores. Otros
fluidos presentan propiedades elásticas, siendo capaces de almacenar energía de deformación, como
ocurre en sólidos elásticos. A todos estos fluidos con un comportamiento diferente del de los fluidos
genuinos (fluidos newtonianos, tales como el aire o el agua) se les denomina con el calificativo de no
newtonianos.
Líquidos y gases
Los fluidos pueden encontrarse en estados líquido o gaseoso. La propiedad fundamental que distingue
líquidos y gases es la compresibilidad. En los gases, el volumen que ocupa una determinada masa puede
variar de forma muy importante como consecuencia de variaciones de presión y de temperatura. En
líquidos, por el contrario, la densidad es muy poco sensible a variaciones de presión y temperatura. No
obstante, en flujos de gases en los que las variaciones de presión y temperatura sean pequeñas, también lo
serán las variaciones de densidad, y puede suponerse entonces que el gas se comporta como un fluido
incompresible.

Existen otras propiedades distintivas de líquidos y gases. Los primeros suelen tener una densidad mucho
mayor que los segundos. Cuando están confinados en un recipiente cerrado, los gases tienden a ocupar
todo el volumen del recipiente, mientras que los líquidos presentan una superficie libre1.5 si su volumen es
menor que el del recipiente.

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Hipótesis de medio continuo
Esta hipótesis consiste en suponer que los fluidos son medios en los que magnitudes tales como la masa, la
cantidad de movimiento, la energía, etc., están distribuidas en el espacio de forma continua, y suele ser
aceptable para caracterizar los fluidos en la inmensa mayoría de las situaciones de interés. Una discusión
sobre la justificación de esta hipótesis1.6 puede encontrarse en varios de los textos citados en la
bibliografía.

Al introducir la hipótesis de medio continuo aparece el concepto de partícula fluida. Una partícula fluida
es una porción muy pequeña de fluido cuyo tamaño es lo suficientemente pequeño frente a la distancia
característica de variación de las magnitudes fluidas (velocidad, densidad, temperatura, etc.) y lo
suficientemente grande como para contener un número muy elevado de moléculas. Si en un flujo es
posible encontrar un tamaño que satisface estas dos condiciones, y por tanto puede emplearse el concepto
de partícula fluida, resulta entonces aceptable la hipótesis de medio continuo. Sólo en casos muy
particulares, como en el estudio de gases enrarecidos (gases en los que la densidad es muy baja), puede no
ser aceptable esta hipótesis.

Teniendo en cuenta lo anterior, en un flujo definiremos las distintas magnitudes fluidas (densidad,
velocidad, presión, temperatura, etc.) de la siguiente forma:

siendo , , y funciones continuas del vector de posición y del

tiempo . Cada una de estas funciones (por ejemplo, la densidad) se puede definir en cada punto como un

límite:

siendo la suma de la masa de las moléculas contenidas en el volumen situado en dicho punto,

y el volumen correspondiente al tamaño de la partícula fluida antes definido.


Fuerzas sobre fluidos
Existen dos tipos de fuerzas que pueden actuar sobre un fluido: fuerzas de volumen (o fuerzas másicas) y
fuerzas de superficie. Las fuerzas de volumen actúan ``a distancia'', ``penetrando'' en el interior del fluido
y ejerciendo su acción sobre todos los elementos de volumen de éste. La fuerza gravitatoria es el ejemplo
más representativo de este tipo de fuerzas. Las fuerzas de superficie actúan a través de la superficie de
separación de elementos de fluido contiguos, y tienen su origen en la estructura molecular de la materia.
La fuerzas debidas a la viscosidad de un fluido que se oponen al movimiento de éste a través de una
tubería son fuerzas de superficie.

Subsecciones

Fuerzas de volumen
Fuerzas de superficie. Tensor de tensiones
Tensor de tensiones en un fluido en reposo. Concepto de presión
Tensor de tensiones debidas a la viscosidad

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Fuerzas de volumen
Considérese la superficie imaginaria cerrada de la Figura 1.2,

Figura 1.2:

que encierra un volumen y separa el fluido que contiene del fluido exterior. Sobre cada elemento

diferencial de volumen d actúa una fuerza de volumen

d d

siendo una función vectorial de la posición del elemento y del tiempo que determina la fuerza

por unidad de volumen. La correspondiente fuerza por unidad de masa será

La fuerza de volumen resultante que actúa sobre el volumen se obtiene integrando:

d d

siendo la masa de fluido dentro de la superficie . En el caso de la fuerza de gravedad, que

interviene de forma relevante en muy distintos tipos de flujos,

Otras fuerzas de volumen que suelen aparecer frecuentemente en problemas de mecánica de fluidos son
las de inercia1.7:
El primer término del segundo miembro corresponde a una aceleración uniforme, , del sistema de

referencia; el segundo, al movimiento de rotación con velocidad del sistema de referencia (fuerza
centrífuga); el tercero, a la variación de con el tiempo, y el último es la fuerza de Coriolis. Otro tipo de
fuerzas de volumen que deben considerarse en determinados tipos de flujos son las electromagnéticas.
Fuerzas de superficie. Tensor de tensiones
La fuerza de superficie que ejerce el fluido situado a un lado de un elemento de superficie d sobre el

fluido situado al otro lado (Figura 1.2), puede expresarse de la forma siguiente:

d d

siendo una función vectorial de la posición y orientación del elemento de superficie y del

tiempo, que determina la fuerza por unidad de área. La orientación del elemento de superficie está
determinada por el vector unitario normal . En lo que sigue se adoptará el criterio de que es

ejercida por el fluido que está del lado del elemento de superficie al que apunta sobre el fluido del otro

lado. La fuerza de superficie resultante que actúa a través de la superficie sobre el fluido encerrado por

ésta se obtiene integrando:

Se demuestra fácilmente (véase, por ejemplo, Liñán, 1967; Crespo, 1997; Batchelor, 1967) que el vector
fuerza por unidad de área puede expresarse de la forma siguiente:

(1.2)

o bien, en notación de subíndices,

(1.3)

La ecuación (1.2), en la que obsérvese que queda descrita la dependencia de con respecto a ,

puede expresarse también como sigue:

(1.4)
Obviamente, y no dependen de la elección del sistema de referencia, y por tanto debe ser la

componente de un tensor, denominado tensor de tensiones, que denotaremos por .

es la componente en dirección de de la fuerza por unidad de área que dos

elementos de fluido se ejercen a través de un elemento de superficie que les separa de vector unitario
normal .1.8

Obsérvese que . Es fácil también demostrar que el tensor de tensiones debe ser

simétrico ( ), y que sólo tiene, por tanto, seis componentes independientes. Cada una de las

tres componentes de la diagonal principal del tensor representa la componente normal de la fuerza de
superficie por unidad de área que actúa a través de un elemento de superficie paralelo a cada uno de los
planos de coordenadas, por lo que se denominan tensiones normales. Las restantes componentes se
denominan tensiones tangenciales o, muy frecuentemente en mecánica de fluidos, tensiones o esfuerzos
cortantes, al dar lugar a deformaciones continuas en el fluido como la que se produce en el flujo de la
Figura 1.1. Es importante tener en cuenta que siempre es posible encontrar en cada punto un sistema

ortogonal de ejes de referencia (ejes principales del tensor) en el que se anulan las componentes del tensor
no contenidas en la diagonal principal,1.9

(1.5)

Por tanto, el estado general de tensiones de un fluido en un punto puede contemplarse como una
superposición de tensiones normales (tensiones principales) en tres direcciones ortogonales determinadas.

Subsecciones

Tensor de tensiones en un fluido en reposo. Concepto de presión


Tensor de tensiones debidas a la viscosidad
Tensor de tensiones en un fluido en reposo. Concepto de presión

Según se ha explicado anteriormente, los fluidos genuinos se caracterizan porque no pueden soportar en
reposo tensiones cortantes. Dado que un cambio de ejes en el tensor de la ecuación (1.5) daría lugar a la
aparición de componentes fuera de la diagonal principal excepto en el caso de que ,

se deduce que en un fluido en reposo las tres componentes de la diagonal principal deben ser iguales, y las
restantes, nulas. Todos los ejes de coordenadas ortogonales serán ejes principales del tensor, y sólo
existirán en el fluido tensiones normales. Dado que los fluidos en reposo están normalmente en un estado
de compresión, el tensor de tensiones en un fluido en reposo suele escribirse de la forma siguiente:

(1.6)

o bien

(1.7)

siendo la presión estática del fluido, que es una magnitud escalar, independiente de , que en general

será función de y ,y el tensor delta de Kronecker ( si y si ).

La fuerza por unidad de área a través de un elemento de superficie de vector unitario normal será, por

tanto:

(1.8)

de donde se deduce que, en un punto dado, tendrá el mismo módulo y será normal al elemento de

superficie cualquiera que sea la orientación de éste.


Tensor de tensiones debidas a la viscosidad

En fluidos en movimiento es frecuente descomponer el tensor de tensiones en una contribución debida


a la presión y otra asociada los efectos de la viscosidad:

(1.9)

siendo el denominado tensor de tensiones debidas a la viscosidad.

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Conceptos de termodinámica
En capítulos posteriores será necesario hacer referencia a algunos conceptos básicos sobre termodinámica
clásica, que serán comentados muy brevemente en esta sección.

Subsecciones

Hipótesis de equilibrio termodinámico local


Resumen de algunos conceptos y relaciones termodinámicas

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Hipótesis de equilibrio termodinámico local
La termodinámica clásica se ocupa esencialmente del estudio de estados de equilibrio de la materia, en los
cuales todas las magnitudes físicas son independientes tanto de la posición como del tiempo. Los
resultados de la termodinámica clásica son directamente aplicables a fluidos en reposo con propiedades
uniformes. Sin embargo, en mecánica de fluidos habitualmente se estudian problemas en los que el fluido
no se encuentra en estado de equilibrio termodinámico (pueden existir, por ejemplo, gradientes de
velocidad, presión, temperatura, etc., y variaciones de dichas magnitudes en el tiempo, que determinan
dicho estado de no equilibrio). Resulta por tanto necesario conocer si es posible aplicar de alguna forma
los resultados de la termodinámica clásica en este tipo de problemas. Veremos en capítulos posteriores que
las expresiones utilizadas en termodinámica clásica se aplicarán directamente para relacionar localmente
las propiedades termodinámicas definidas en cada punto del medio fluido. Al hacer esto, se está
introduciendo implícitamente una hipótesis de equilibrio termodinámico local. Se está suponiendo que,
aunque las variaciones de las magnitudes puedan ser muy importantes desde un punto de vista
macroscópico, su efecto desde el punto de vista de la separación del equilibrio termodinámico local es
muy pequeño.1.10 El estado termodinámico del sistema, que en nuestro caso será generalmente una
partícula fluida, quedará determinado por un conjunto de variables denominadas variables de estado, a
partir de las cuales puede determinarse cualquier otra variable de estado.

En lo que sigue se presentarán brevemente algunas relaciones termodinámicas que se utilizarán en


posteriores capítulos, lo que permitirá además introducir la correspondiente notación.
Resumen de algunos conceptos y relaciones termodinámicas
El primer principio de la termodinámica en un proceso reversible (proceso quasi-estático sin fricción, en el
que el sistema se mantiene en todo momento en equilibrio con el exterior) puede expresarse de la forma

d d d (1.10)

donde es la energía interna específica (energía interna por unidad de masa) y el calor añadido por

unidad de masa.

En sistemas de un único componente, el estado termodinámico queda determinado con la especificación


de dos variables de estado independientes. Así, por ejemplo, conocidas la temperatura y la presión,
pueden determinarse la densidad y la energía interna específica mediante las dos relaciones siguientes,
denominadas ecuaciones de estado:1.11

(1.11)

(1.12)

La entalpía específica se define como

(1.13)

que, como se verá más adelante, es muy útil en el estudio de flujos compresibles.

En sistemas de un componente, los calores específicos a presión constante y a volumen constante se


definen como sigue:

(1.14)

(1.15)
Obsérvese que y son también variables de estado. La relación de calores específicos es

(1.16)

En procesos reversibles,

d d (1.17)

siendo la entropía por unidad de masa. A partir de las ecuaciones (1.10) y (1.17) se deduce

d d d (1.18)

y, teniendo en cuenta la ecuación (1.13),

d d d (1.19)

A pesar de que las ecuaciones (1.10) y (1.17) son aplicables sólo para procesos reversibles, las ecuaciones
(1.18) y (1.19), que expresan relaciones en las que intervienen exclusivamente variables de estado, son
también válidas en procesos irreversibles.

En gases perfectos, se satisface la siguiente ecuación de estado:

(1.20)

donde es la temperatura absoluta y la constante del gas. La energía interna es independiente de la


distancia entre moléculas y, por tanto, de la densidad:1.12

(1.21)

Teniendo en cuenta las ecuaciones (1.13), (1.20) y (1.21), resulta

(1.22)

es decir, la entalpía es también sólo función de la temperatura. De las ecuaciones (1.14) y (1.15), teniendo
en cuenta las ecuaciones (1.21) y (1.22), se deduce que y son asimismo sólo funciones de la
temperatura, y que

d d (1.23)

d d (1.24)

Es inmediato deducir que . En gases caloríficamente perfectos, los calores específicos

y se suponen constantes (lo que puede ser aceptable en ocasiones, en determinados rangos de

temperatura), con lo que resulta y .

En líquidos caloríficamente perfectos,

constante (1.25)

(1.26)

siendo el calor específico, que se supone constante. De la ecuación (1.18) se deduce que la entropía

sólo depende de la temperatura, y de las ecuaciones (1.14) y (1.15),

(1.27)

resultando, por tanto, . La entalpía es función de la temperatura y la presión:

(1.28)

La variación que experimenta la densidad de un líquido real con la presión y la temperatura puede
expresarse como sigue:

(1.29)

siendo , y valores de referencia, el coeficiente de dilatación térmica, y el módulo de

elasticidad del líquido (su inverso es el módulo de compresibilidad isotermo, que frecuentemente también
se denota con ).
Fenómenos de transporte

Subsecciones

Introducción
Transporte de calor por conducción. Ley de Fourier
Transporte de masa por difusión. Ley de Fick
Transporte molecular de cantidad de movimiento. Fluidos newtonianos

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Introducción
Ya se ha explicado que los estados de equilibrio en un fluido se caracterizan por la existencia de
distribuciones uniformes (en el espacio y en el tiempo) de propiedades, de forma que cada elemento de
fluido se encuentra en equilibrio mecánico y térmico con los elementos adyacentes. Cuando existe no
uniformidad en la distribución de propiedades, aparecen fenómenos a nivel molecular que producen el
intercambio de propiedades entre elementos contiguos y que tienden a suavizar la no uniformidad, y por
tanto a restablecer el equilibrio. Dichos fenómenos, que dan lugar a procesos irreversibles y, por tanto,
tienden a aumentar la entropía, son denominados fenómenos de transporte. Las leyes que describen estos
fenómenos de forma macroscópica, denominadas leyes constitutivas, están basadas principalmente en
consideraciones de tipo empírico. En las secciones siguientes se presentan de forma concisa las leyes
constitutivas más habituales, aplicables a fluidos tales como el aire o el agua.

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Transporte de calor por conducción. Ley de Fourier
Cuando en un medio fluido existe un gradiente de temperatura, la energía interna, asociada a la energía de
las moléculas, se transmite de un elemento a otro contiguo en la dirección del gradiente de temperatura y
en sentido opuesto al de éste. Lo que ocurre es que la energía interna en zonas de mayor temperatura se
transmite, a base de choques entre moléculas, a zonas contiguas de menor temperatura. Esta transmisión
de calor está asociada a un vector flujo de calor por unidad de área, función de la posición y del tiempo,
(con unidades de energía por unidad de área y de tiempo). El calor que se transmite por unidad

de tiempo a través de un elemento de superficie d , con vector unitario normal , es

d d (1.30)

Si se considera la superficie cerrada de la Figura 1.3,

Figura 1.3:

el calor neto que pierde por conducción el fluido contenido en ella vendrá dado por

d (1.31)

El vector flujo de calor por unidad de área suele generalmente expresarse mediante la ley de Fourier:1.13

(1.32)

donde es la componente del tensor1.14 de conductividad térmica, que en medios isótropos es

diagonal:
(1.33)

En este último caso, la ecuación (1.32) se reduce a

(1.34)

o, en notación de subíndices,

(1.35)

siendo la conductividad térmica del medio. El signo menos indica que el calor se transmite desde las
zonas de mayor temperatura hacia las más frías. La difusividad térmica se define como .

La conductividad térmica, que suele ser mayor en líquidos que en gases, depende principalmente de la
temperatura, y crece con ella. La dependencia con la presión es mucho menos importante.
Transporte de masa por difusión. Ley de Fick
Para simplificar, supondremos un fluido constituido por dos especies químicas, A y B. Si la distribución de
concentraciones de estas especies (fracciones másicas e , siendo obviamente ) no

es uniforme, se producirán flujos másicos de ambas especies que tenderán a homogeneizar la composición.
La difusión de masa de, por ejemplo, la especie A puede asociarse a un vector flujo de masa por unidad de
área, función de la posición y del tiempo, (con unidades de masa por unidad de área y de

tiempo). La masa de la especie A que se difunde por unidad de tiempo a través de un elemento de
superficie d , con vector unitario normal , es

d d (1.36)

Si se considera la superficie cerrada de la Figura 1.4,

Figura 1.4:

la masa neta de A que sale por difusión del fluido contenido en ella vendrá dada por

d (1.37)

El vector flujo de masa por unidad de área puede describirse generalmente mediante la ley de Fick:

(1.38)

donde es un tensor de difusividad másica de la especie A, que en medios isótropos es diagonal:


(1.39)

En este último caso, la ecuación (1.38) se reduce a

(1.40)

o, en notación de subíndices,

(1.41)

siendo la difusividad de la especie A en el medio. El signo menos indica que la masa se difunde

desde las zonas de mayor concentración hacia las de menor concentración.

En fluidos de más de dos componentes, el vector flujo de masa por unidad de área de una especie no sólo
depende del gradiente de la concentración de dicha especie, sino también de los de otras especies. La
siguiente es una expresión aproximada, que es más adecuada cuando todas las especies tienen
difusividades y pesos moleculares similares, o cuando la especie que se difunde está en pequeña
proporción:

(1.42)

siendo el número de especies y el coeficiente de difusión de la especie en la mezcla

compuesta por las restantes especies.

La difusividad másica, que es mucho menor en líquidos que en gases, depende de la temperatura (aumenta
con ella), la presión (disminuye al aumentar ésta) y las especies presentes en la mezcla (disminuye al
aumentar el peso molecular de la especie que se difunde).
Transporte molecular de cantidad de movimiento. Fluidos
newtonianos
La no uniformidad en la distribución de velocidad en un fluido da lugar a la aparición de fuerzas de
superficie que tienden a suavizarla.1.15 En este caso, a diferencia de lo que ocurre con el transporte de
calor por conducción y el transporte de masa por difusión, la magnitud que se transporta, la cantidad de
movimiento, tiene carácter vectorial. Así, mientras que la difusión de calor o de masa se asocia a una
magnitud vectorial (a y , respectivamente), el transporte de cantidad de movimiento se asocia al

tensor de tensiones descrito anteriormente. La ecuación equivalente a las ecuaciones (1.30) y (1.36) es en
este caso

d d (1.43)

Debido al carácter vectorial de magnitud transportada, la relación entre y las derivadas espaciales de
las componentes del vector velocidad, análoga a las establecidas por las leyes de Fourier y de Fick entre
los vectores flujo de calor y de masa por unidad de área y los gradientes de temperatura y de fracciones
másicas, respectivamente, requiere una descripción analítica diferente, por lo que se presentará en la
Sección 3.3.2, después de que se hayan discutido algunas propiedades cinemáticas del campo fluido en el
próximo capítulo. A continuación se va a poner de manifiesto la analogía entre el transporte de cantidad
de movimiento y el transporte de calor y de especies, considerando un flujo con una distribución de
velocidad muy simple: el vector velocidad sólo tiene una componente no nula (según el eje ), que sólo

varía con la coordenada (Figura 1.5):

Figura 1.5:

En fluidos newtonianos, la tensión cortante (es decir, el flujo por unidad de área de la componente

según de la cantidad de movimiento a través de una superficie perpendicular al eje ) es

proporcional al módulo del gradiente de la componente de la velocidad:


(1.44)

siendo la viscosidad dinámica del fluido. La viscosidad de un fluido depende del estado

termodinámico, es decir, , aunque generalmente la dependencia con respecto a la presión

es muy pequeña. La dependencia con la temperatura, debido a las diferencias en su estructura molecular,
es muy diferente en líquidos y gases. Mientras que en líquidos la viscosidad disminuye al aumentar la
temperatura, en gases ocurre lo contrario.
Cinemática de fluidos
La cinemática se ocupa del estudio del movimiento de los fluidos sin tener en cuenta las fuerzas que
causan el movimiento.

Subsecciones

Descripción del campo fluido. Derivada sustancial. Aceleración de una partícula fluida
Conceptos de trayectoria y senda de una partícula fluida, traza y línea de corriente
Algunos tipos particulares de flujos
Análisis del movimiento relativo en el entorno de un punto
Circulación. Movimientos irrotacionales

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Descripción del campo fluido. Derivada
sustancial. Aceleración de una partícula fluida
Existen dos enfoques básicos para describir el campo fluido. En la descripción euleriana, las magnitudes
fluidas, y en particular la velocidad del fluido,

se especifican en todo punto (definido por el vector de posición ) del dominio objeto de estudio y en

todo instante . En la descripción lagrangiana, las magnitudes fluidas no se refieren a una posición

espacial y un instante determinados, sino a una partícula fluida,2.1identificada por la posición que

ocupa en un instante dado . La trayectoria de una partícula fluida, que determina la posición de la

partícula en función del tiempo, vendrá definida por

(2.1)

En el instante la partícula fluida se encuentra en la posición , y en un instante posterior se

encuentra en . En lo que sigue en esta sección, y sin pérdida de generalidad, supondremos un valor fijo

de (por ejemplo, ). Es usual denominar a las componentes de

coordenadas materiales o lagrangianas, y a las de , coordenadas eulerianas. A partir

de la ecuación (2.1), puede escribirse2.2

(2.2)

que expresa las coordenadas lagrangianas de la partícula fluida que se encuentra en la posición en el

instante .

La descripción lagrangiana de cualquier propiedad de la partícula fluida identificada por en el instante

, , puede transformarse en una descripción euleriana, , mediante la ecuación

(2.2):2.3
(2.3)

Paralelamente, la descripción lagrangiana puede deducirse de la euleriana mediante la ecuación (2.1):2.4

(2.4)

A estas descripciones se les asocia dos tipos de derivadas con respecto al tiempo:

Derivada manteniendo constante (derivada local), que proporciona el ritmo de variación de

que mediría en un observador fijo:

(2.5)

Derivada manteniendo constante (derivada sustancial o material), que proporciona el ritmo de

variación de que mediría un observador que se moviese con la partícula fluida identificada por

(2.6)

La velocidad de la partícula fluida puede expresarse por tanto de la forma siguiente:

(2.7)

o bien,

(2.8)

Esta última ecuación permite deducir una relación entre los dos tipos de derivada de las ecuaciones (2.5) y
(2.6):
(2.9)

que en notación vectorial se escribe de la forma siguiente:

(2.10)

La aceleración de una partícula fluida es la derivada sustancial de la velocidad,

(2.11)

A se le denomina aceleración local y a , aceleración convectiva.

El operador derivada sustancial aparecerá frecuentemente en el Capítulo 3, en las ecuaciones


diferenciales en derivadas parciales que expresan los principios de conservación.

Aunque algunos aspectos de la descripción lagrangiana serán útiles en capítulos posteriores, en mecánica
de fluidos resulta generalmente más adecuado utilizar una descripción euleriana.2.5
Conceptos de trayectoria y senda de una partícula
fluida, traza y línea de corriente
La trayectoria de una partícula fluida, definida por la ecuación (2.1), puede obtenerse a partir de la
ecuación (2.7):

(2.12)

con la condición inicial en .

La senda de una partícula fluida es el lugar geométrico de los puntos recorridos por la partícula. Se obtiene
eliminando de las tres ecuaciones escalares ( ) que definen la trayectoria de la

partícula fluida.

En un instante dado , la traza correspondiente a un punto definido por el vector de posición es el

lugar geométrico que ocupan las partículas fluidas que en instantes anteriores, , han pasado por dicho

punto (para cada una de estas partículas, el instante es obviamente diferente). Sería la línea descrita

por un colorante sin difusividad inyectado en . La posición que ocupa la partícula fluida definida por

(recuérdese que denota la partícula fluida que en el instante está en ;

véase la ecuación (2.2)) en el instante es

(2.13)

El valor del parámetro está comprendido en el rango .

Obsérvese que, para un valor fijo de , la ecuación (2.13) representa la trayectoria de la partícula fluida

que en estaba en . Eliminando el parámetro entre las tres ecuaciones correspondientes a las tres

componentes de , se obtiene la ecuación de la senda de dicha partícula fluida.

Para un valor fijo de , la ecuación (2.13) proporciona la posición en el instante de las partículas
fluidas que en sucesivos instantes pasaron por . Eliminando el parámetro entre las tres

ecuaciones correspondientes a las tres componentes de , se obtiene la ecuación de la traza.

Los conceptos de senda y traza pueden ilustrarse mediante el siguiente ejemplo. Considérese la siguiente
distribución de velocidad bidimensional:

La posición en cada instante de la partícula fluida que en el instante ocupaba la posición se

obtiene integrando

con la condición , en . El resultado es

que son las ecuaciones correspondientes a la ecuación (2.13) (para un valor fijo de , esta ecuación

expresa la trayectoria de la partícula ). Eliminando entre las dos ecuaciones anteriores se

obtiene la senda de la partícula fluida que en el instante estaba situada en , y eliminando , la

traza correspondiente al punto en el instante .

Mientras que la trayectoria es un concepto que aparece en la descripción lagrangiana del flujo, la línea de
corriente es un concepto euleriano. Las líneas de corriente en un flujo se definen en cada instante , y

son líneas tangentes en cada uno de sus puntos al vector velocidad local. Pueden determinarse, por tanto,
en coordenadas cartesianas, a partir de las ecuaciones siguientes:

(2.14)
(en las que debe tomarse constante), que proporcionan una doble infinidad de líneas de corriente. Con

la condición de contorno se determina la línea de corriente que pasa por .

En flujos estacionarios, las sendas, trazas y líneas de corriente coinciden.


Algunos tipos particulares de flujos
En flujos estacionarios, la distribución de velocidad es independiente del tiempo: .

En flujos uniformes, la velocidad del fluido no depende de la posición: .

En flujos planos, una de las componentes del vector velocidad en un sistema de referencia cartesiano es
nula. Por ejemplo:

Si, además, no depende de la coordenada perpendicular al plano en el que está contenido, se tiene un

flujo bidimensional:2.6

En flujos axilsimétricos,2.7 el flujo es simétrico con respecto a un eje. No existe componente acimutal de
la velocidad, y las componentes radial y axial no dependen de la coordenada acimutal :

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Madrid
Análisis del movimiento relativo en el entorno de
un punto
En la Sección 1.1.1 se dijo que las tensiones cortantes en el seno de un fluido dan lugar a deformaciones
continuas, y que las leyes constitutivas de los fluidos permiten precisamente definir, análogamente a como
se define en sólidos la relación entre tensiones y deformaciones, la relación entre tensiones cortantes y
velocidades de deformación. Por otra parte, en la Sección 1.5.4 se indicó que, debido al carácter vectorial
de la cantidad de movimiento, la relación entre el tensor de tensiones y las derivadas de las
componentes del vector velocidad requería la discusión previa de algunas propiedades cinemáticas del
campo fluido, que no fueron necesarias para introducir las leyes de Fourier y de Fick, ni la ley de Newton
de la viscosidad en un flujo con cortadura simple como el esquematizado en la Figura 1.1. Se trata de
analizar en esta sección cómo es el movimiento de un fluido en el entorno de un punto, con objeto de
describir la deformación que experimenta un elemento de fluido en el tiempo.

Consideremos, en un mismo instante , dos puntos en el campo fluido separados una distancia d : el

punto de referencia y d . La diferencia de velocidad entre ellos vendrá dada por

d d (2.15)

o, en notación de subíndices,

d d (2.16)

donde es el tensor gradiente de velocidad, para el que trataremos en lo que sigue de encontrar un

sentido físico. Para ello se va a considerar la siguiente descomposición del tensor en suma de otros dos:

(2.17)

Obsérvese que es la componente de un tensor simétrico, denominado tensor de velocidades de

deformación, y la de un tensor antisimétrico, denominado tensor de rotación.


Es fácil demostrar2.8que el tensor antisimétrico da lugar a una velocidad relativa

d d d (2.18)

siendo un vector asociado al tensor , tal que

(2.19)

Por tanto, la contribución expresada por la ecuación (2.18) a la velocidad relativa entre los dos puntos
considerados es debida a una rotación como sólido rígido, con velocidad angular , del elemento fluido.
A se le denomina vorticidad.

Puede también demostrarse2.9 que cada una de las componentes de la diagonal principal del tensor de
velocidades de deformación ( ) representa el ritmo de deformación longitudinal de un elemento de

línea fluida paralelo a la dirección del eje de coordenadas correspondiente a , relativo a la longitud del

elemento (o velocidad de dilatación lineal unitaria); por ejemplo,

(2.20)

Los elementos que están fuera de la diagonal principal ( , ) pueden interpretarse2.10 como la

mitad del ritmo de reducción del ángulo que forman dos líneas fluidas inicialmente paralelas a los ejes
correspondientes a y (o velocidad de dilatación angular).

Es también muy interesante comprobar que

(2.21)

es decir, que la divergencia del vector velocidad representa el ritmo de dilatación volumétrica de una
partícula fluida relativo al volumen de ésta (o velocidad de dilatación cúbica unitaria).

A las contribuciones al movimiento en el entorno de un punto que se acaban de describir, asociadas a la


rotación del elemento fluido como un sólido rígido y a su deformación, debe añadirse la debida a la
traslación uniforme del elemento con la velocidad local del fluido .
Circulación. Movimientos irrotacionales
La circulación del vector velocidad a lo largo de una línea definida en el seno de un fluido se define
como

(2.22)

Cuando la línea es cerrada, aplicando el teorema de Stokes resulta

(2.23)

siendo una superficie cualquiera que se apoya en y el vector unitario normal a cada elemento de

superficie, con sentido positivo hacia el lado de la superficie desde el que se ve recorrer la línea en el
sentido opuesto al de las agujas del reloj. Es importante destacar que debe estar definida y ser continua

en un dominio que contenga .

Si la circulación a lo largo de cualquier línea cerrada es nula, el vector vorticidad, , es nulo en

todo el campo fluido, como resulta obvio si se toma una línea cerrada tan pequeña como se quiera
alrededor de cada punto y se aplica la ecuación (2.23). El recíproco ( ) es en

general cierto sólo si el dominio en el que tiene lugar el flujo es simplemente conexo. Un dominio es
simplemente conexo si es posible encontrar, para cualquier línea cerrada , una superficie que se apoye
en y esté íntegramente contenida en el campo fluido. No es simplemente conexo, por ejemplo, el
campo fluido alrededor de una superficie toroidal. En un movimiento plano, no es simplemente conexo un
campo fluido que contenga un sólido inmerso.

Como se verá más adelante, a los flujos en los se les denomina flujos irrotacionales.

Es fácil demostrar que la derivada temporal de la circulación a lo largo de una línea fluida cerrada2.11
es igual a la circulación de la aceleración a lo largo de :
(2.24)

Si la aceleración deriva de un potencial, se deduce de esta expresión que su circulación es nula, y, por
tanto, que la derivada temporal de la circulación de la velocidad a lo largo de cualquier línea fluida
cerrada es nula. Esto quiere decir que, si el flujo es inicialmente irrotacional, seguirá siéndolo en todo
instante. Es interesante, por tanto, conocer en qué condiciones la aceleración deriva de un potencial,2.12
pero para ello será necesario deducir antes la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento, lo
que se hará en la Sección 3.3.
Ecuaciones generales de la mecánica de fluidos

Subsecciones

Derivadas temporales de integrales extendidas a volúmenes fluidos


Ecuación de conservación de la masa
Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de las especies

Ecuación de conservación de la cantidad de movimiento


Forma integral
Forma diferencial
Ley de Navier-Poisson
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos
Ecuaciones de Navier-Stokes
Ecuación de la vorticidad
Ecuación de conservación de la energía mecánica

Ecuación de conservación de la energía


Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de la energía interna
Ecuación de conservación de la entalpía
Ecuación de la entropía

Resumen de las ecuaciones de la mecánica de fluidos


Condiciones iniciales y de contorno

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Madrid
Derivadas temporales de integrales extendidas a
volúmenes fluidos
En este capítulo se utilizará frecuentemente el concepto de volumen fluido (o sistema material). Un
volumen fluido es cualquier porción de fluido separada del resto por una superficie fluida3.1 cerrada, y por
tanto está constituido en todo momento por las mismas partículas fluidas.3.2 Un volumen fluido es, por
tanto, un volumen material, de forma análoga a como una superficie fluida es una superficie material.
Durante el movimiento, el volumen fluido cambia de forma y va ocupando diferentes regiones del espacio.
En sucesivos instantes, el volumen de la región ocupada por el volumen fluido se denotará con .

La masa del volumen fluido, que obviamente permanecerá constante en el tiempo, es

d (3.1)

Análogamente, si es una función continua que define en cada punto e instante una magnitud

cualquiera por unidad de volumen (p. ej., la energía interna por unidad de volumen, , o la cantidad de

movimiento por unidad de volumen, ), la correspondiente magnitud3.3 asociada al volumen fluido

es

d (3.2)

En las secciones siguientes, en las que se introducirán las ecuaciones que expresan los principios de
conservación que describen el movimiento de los fluidos, será necesario hacer uso de la derivada material
d d . Dado que la integral de la ecuación (3.2) está extendida a un volumen variable en el tiempo,

, no es posible introducir el operador derivada dentro de la integral y aplicarlo sólo al integrando.

Si es el volumen geométrico fijo (volumen de control) que ocupa el volumen fluido en el instante en el

que se expresa la derivada, es fácil deducir,3.4mediante consideraciones puramente cinemáticas,

(3.3)
siendo la superficie cerrada que limita . La ecuación (3.3) expresa el denominado teorema del

transporte de Reynolds, y los dos términos del último miembro pueden interpretarse fácilmente: el
primero representa la variación en el tiempo que experimenta la magnitud en el volumen fijo , y el

segundo, el flujo neto saliente de a través de la superficie fija .


Ecuación de conservación de la masa

Subsecciones

Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de las especies

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Forma integral
La ecuación de conservación de la masa expresa que la masa de un volumen fluido no varía en el tiempo.
Haciendo en la ecuación (3.3), resulta

(3.4)

Cuando el fluido se comporta como incompresible, la ecuación (3.4) se reduce a

d (3.5)

que expresa que el flujo volumétrico neto a través de cualquier superficie fija cerrada es nulo.

Cuando el flujo es estacionario,

d (3.6)

es decir, el flujo de masa neto a través de cualquier superficie fija cerrada es nulo.

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Madrid
Forma diferencial
Utilizando el teorema de Gauss,3.5 la ecuación (3.4) puede expresarse de la forma siguiente:

d (3.7)

Dado que puede ser un volumen geométrico fijo cualquiera (en cada instante, cualquier volumen fijo

es ocupado por un cierto volumen fluido), y teniendo en cuenta la continuidad de las magnitudes fluidas y
de sus derivadas, se deduce que el integrando de la ecuación (3.7) deber ser nulo:

(3.8)

lo que puede expresarse, teniendo en cuenta la ecuación (2.10), de la forma siguiente:

(3.9)

(3.10)

La ecuación (3.8) es la denominada forma conservativa de la ecuación de conservación de la masa,


obtenida a partir de la ecuación de conservación en forma integral. La ecuación (3.10) es la denominada
forma no conservativa. Aunque en general ambas ecuaciones (3.8) y (3.10) pueden utilizarse
indistintamente, en dinámica de fluidos computacional puede no ser equivalente emplear una u otra forma
para discretizar las ecuaciones.

Cuando cualquier partícula fluida en el flujo conserva su densidad en todo instante ( D D ), se

dice que el flujo es incompresible,3.6 y la ecuación de conservación de la masa se reduce a

(3.11)

o, en notación tensorial,
(3.12)

El que un fluido sea incompresible no implica que la densidad de todas las partículas fluidas en el flujo
tenga que ser la misma (considérese el caso del movimiento de un fluido incompresible estratificado, en el
que D D y ). Frecuentemente, sin embargo, la distribución de densidad de un fluido

antes de iniciarse el movimiento es uniforme, lo que hace que, si el flujo es incompresible y, por tanto, D
D , la distribución de densidad se mantenga uniforme en todo instante. En estos casos, la

condición de flujo incompresible puede sustituirse por la condición de densidad constante, y cada uno de
los tres términos del primer miembro de la ecuación (3.9) es nulo.
Ecuación de conservación de las especies
Consideremos un fluido constituido por especies químicas. La variación en el tiempo de la masa

de la especie en un volumen fluido podrá deberse al transporte por difusión de masa de dicha

especie a través de la superficie que limita el volumen fluido, o a la existencia de reacciones químicas:

(3.13)

siendo el vector flujo de masa de la especie por unidad de área que se introdujo en la ecuación

(1.36) y definido, por ejemplo, en la ecuación (1.40), y el ritmo de producción de masa de la especie

por unidad de volumen debida a reacciones químicas.

Haciendo en la ecuación (3.3), siendo la fracción másica de la especie ,y

teniendo en cuenta la ecuación (3.13), se obtiene la siguiente ecuación de conservación de la fracción


másica de la especie :

d d d d (3.14)

Dado que , y , al sumar las expresiones correspondientes a la

ecuación (3.14) para las especies, se obtiene la ecuación (3.4). Sólo serán necesarias, por tanto,

ecuaciones de conservación de la masa de otras tantas especies, además de la ecuación de

conservación de la masa total,3.7 para obtener las distribuciones de las especies.

Análogamente a como se dedujo la ecuación (3.8) a partir de la ecuación (3.4), de la ecuación (3.14) se
obtiene

(3.15)
(ecuación en forma conservativa). Teniendo en cuenta la ecuación (3.8), y suponiendo que la difusión de
masa puede describirse mediante la ley de Fick expresada en la ecuación (1.40), resulta

(3.16)

(ecuación en forma no conservativa), siendo el coeficiente de difusión de la especie .


Ecuación de conservación de la cantidad de
movimiento

Subsecciones

Forma integral
Forma diferencial
Ley de Navier-Poisson
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos
Ecuaciones de Navier-Stokes

Ecuación de la vorticidad
Ecuación de conservación de la energía mecánica

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Forma integral
De acuerdo con la segunda ley de Newton, la variación en el tiempo de la cantidad de movimiento de un
volumen fluido , expresada por la ecuación (3.3) haciendo , es igual en cada instante a la

resultante de las fuerzas exteriores aplicadas sobre él:

(3.17)

siendo el volumen geométrico fijo que ocupa el volumen fluido en el instante considerado, y la

superficie que limita dicho volumen fijo. Los términos [1] y [2] de la ecuación (3.17) representan,
respectivamente, la variación en el tiempo de la cantidad de movimiento en el volumen geométrico fijo

, y el flujo convectivo neto saliente de cantidad de movimiento a través de la superficie que limita dicho
volumen. Los términos [3] y [4] son las resultantes de las fuerzas de superficie y de volumen,
respectivamente, que se ejercen sobre el volumen fluido.

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Forma diferencial
Utilizando el teorema de Gauss para transformar las integrales de superficie en integrales de volumen, la
ecuación (3.17) puede expresarse, en notación de subíndices, de la forma siguiente:

d (3.18)

Dado que cualquier volumen geométrico fijo es ocupado en cada instante por un cierto volumen fluido, la
ecuación (3.18) es aplicable a cualquier volumen fijo . Teniendo en cuenta esto y la continuidad de las

magnitudes fluidas y sus derivadas, se deduce que el integrando de la ecuación (3.18) debe ser nulo:

(3.19)

(ecuación en forma conservativa). Teniendo en cuenta la ecuación (3.8), que en notación de subíndices se
expresa

(3.20)

la ecuación (3.19) puede escribirse de la siguiente forma no conservativa:

(3.21)

o, en notación vectorial,

(3.22)

La ecuación (3.22) expresa que la fuerza de inercia por unidad de volumen (producto de la densidad por
la aceleración) que experimenta una partícula fluida es igual a la resultante de las fuerzas de superficie y
de volumen que actúan por unidad de volumen sobre la partícula fluida. Introduciendo la ecuación (1.9)
en la ecuación (3.22), resulta
(3.23)

La ecuación (3.23) puede expresarse en la forma conservativa de la ecuación (3.19):

(3.24)

donde es el tensor identidad y un tensor de segundo orden.3.8

Subsecciones

Ley de Navier-Poisson
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos
Ecuaciones de Navier-Stokes
Ley de Navier-Poisson

En la Sección 1.5.4 se introdujo la ley de la ecuación (1.44) para el flujo con cortadura simple de la Figura
1.1, y se comentó que la relación entre el tensor y las derivadas del vector velocidad, análoga a las
establecidas por las leyes de Fourier y Fick (con la salvedad de que en este caso la magnitud que se
transporta es vectorial), se introduciría después de discutir algunos conceptos cinemáticos. Esto es lo que
se va a hacer a continuación, una vez analizado el movimiento relativo en el entorno de un punto en la
Sección 2.4.

En la Sección 1.3.2 se introdujo la siguiente descomposición del tensor de tensiones:

(3.25)

Si el fluido está en reposo, las componentes del tensor de tensiones debidas a la viscosidad, , son

nulas, y el estado tensional queda definido por la presión. Las tensiones que aparecen en fluidos en

movimiento están asociadas a la desviación respecto del estado de equilibrio debida a dicho movimiento.
La ley experimental de Navier-Poisson, aplicable a fluidos newtonianos, relaciona las tensiones debidas a
la viscosidad con las componentes del tensor de velocidades de deformación definido en la

ecuación (2.17), estableciendo una proporcionalidad entre ellas:

(3.26)

siendo un tensor de cuarto orden (81 términos). Dado que los fluidos newtonianos son isótropos,

la ecuación (3.26) en realidad se simplifica y queda de la forma

(3.27)

siendo el coeficiente de viscosidad (viscosidad dinámica) ya introducido en la Sección 1.5.4, y un

segundo coeficiente de viscosidad que sólo es relevante en problemas muy particulares. Obsérvese que el
último término de esta ecuación se anula cuando el fluido se comporta como incompresible (al ser en este
caso ), y que la suma de los elementos de la diagonal principal del tensor de tensiones debidas

a la viscosidad es
(3.28)

Es posible definir la ``presión mecánica'' en un punto como la media (con signo opuesto) de las tres
tensiones de la diagonal principal del tensor de tensiones en dicho punto:

(3.29)

Obsérvese que la ecuación anterior establece una relación entre la presión mecánica y la presión
termodinámica, que coinciden si el flujo es incompresible ( ) o el fluido es un gas

monoatómico ( ).3.9 El efecto de puede ser importante en el estudio de la estructura de

ondas de choque, por ejemplo, pero en general suele ser despreciable incluso para gases poliatómicos, y
puede suponerse también para éstos .
Leyes constitutivas de fluidos no newtonianos

La ley constitutiva de la ecuación (3.27) es aplicable en la mayoría de los flujos que aparecen en
aplicaciones prácticas. No obstante, existen aplicaciones en campos tales como los de la fabricación de
plásticos, la tecnología de la lubricación, la producción de pinturas, el procesamiento de alimentos o la
biología, en las que intervienen fluidos con efectos no newtonianos importantes. Ejemplos de este tipo de
fluidos son los líquidos formados por macromoléculas (polímeros), o suspensiones formadas por una gran
concentración de partículas sólidas en una solución líquida.

En fluidos no newtonianos no es válida la relación constitutiva lineal de la ecuación (3.27). La obtención


de sus leyes constitutivas está basada en consideraciones semiempíricas y en el empleo de los métodos de
la mecánica estadística. Existen distintos tipos de fluidos no newtonianos. En un primer grupo se incluyen
aquellos en los que el tensor de velocidades de deformación es sólo función del tensor de tensiones (un
caso particular es el de los fluidos newtonianos). Un segundo grupo lo forman los fluidos en los que la
relación entre velocidades de deformación y tensiones depende también del estado tensional previo del
fluido. Por último, existen fluidos que presentan a la vez características de líquidos viscosos y sólidos
elásticos, y que reciben el nombre de fluidos viscoelásticos.
Ecuaciones de Navier-Stokes

Introduciendo la ley de Navier-Poisson de la ecuación (3.27) en la ecuación (3.21) de conservación de la


cantidad de movimiento, sustituyendo previamente en ésta la descomposición de la ecuación (3.25), se
obtienen las ecuaciones de Navier-Stokes:

(3.30)

En notación vectorial,

(3.31)

siendo

def (3.32)

Suponiendo que los coeficientes de viscosidad son uniformes, la ecuación (3.31) puede escribirse como
sigue:3.10

(3.33)

donde , y teniendo en cuenta la identidad vectorial

(3.34)

y la definición del vector vorticidad de la Sección 2.4,


(3.35)

se obtiene

(3.36)

Cuando el fluido puede considerarse incompresible, la ecuación (3.33), teniendo en cuenta la ecuación
(3.11), se reduce a

(3.37)

o en notación tensorial,

(3.38)

Con la misma hipótesis de flujo incompresible, la ecuación (3.36) queda como sigue:

(3.39)

Obsérvese que en la ecuación (3.39) desaparece el término viscoso cuando el flujo es irrotacional, con lo
que la ecuación se reduce a la correspondiente a un fluido ideal (sin viscosidad).3.11 Es decir, un fluido
viscoso incompresible se comporta como un fluido ideal en zonas del campo fluido en las que
.
Ecuación de la vorticidad
La ecuación de conservación de la cantidad de movimiento puede expresarse de otra forma alternativa
más introduciendo la identidad3.12

(3.40)

y en el primer término de la ecuación (3.23). Dividiendo por la expresión resultante, se

obtiene

(3.41)

Tomando el rotacional de la ecuación anterior se obtiene la ecuación de Helmholtz:

(3.42)

Si el flujo es incompresible ( ) y la viscosidad cinemática uniforme, teniendo en cuenta la ley

de Navier-Poisson de la ecuación (3.27), el penúltimo término de la ecuación (3.42) queda de la forma


siguiente:

(3.43)

La condición también permite simplificar la identidad vectorial de la ecuación (3.34),

obteniéndose

(3.44)
Introduciendo este resultado en la ecuación (3.43), y ésta a su vez en la ecuación (3.42), y utilizando las
condiciones de que el fluido sea de densidad uniforme y de que derive de una función potencial, la

ecuación (3.42) queda de la forma siguiente:

(3.45)

La ecuación (3.34) aplicada al vector ,

(3.46)

teniendo en cuenta que

(3.47)

al ser el operador vectorial ortogonal a , se reduce a

(3.48)

Sustituyendo esta última ecuación en el último término de la ecuación (3.45), ésta queda finalmente de la
forma siguiente:3.13

(3.49)

o bien,

(3.50)

Obsérvese que, dado que , la única variable dependiente en la ecuación (3.49) es , no

apareciendo en ella el término correspondiente al término de presión que aparecía en la ecuación (3.42).

Es obvio que en un flujo bidimensional , con lo que la ecuación (3.50) se reduce a

(3.51)
En el flujo de un fluido sin viscosidad ( ),

(3.52)
Ecuación de conservación de la energía mecánica
La ecuación de conservación de la energía mecánica puede obtenerse multiplicando escalarmente por

la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento

(3.53)

Teniendo en cuenta la identidad vectorial de la ecuación (3.40),

(3.54)

se obtiene

(3.55)

que puede escribirse de la forma siguiente:

(3.56)

Debe observarse que la ecuación (3.56) no expresa un nuevo principio de conservación, sino que se ha
deducido directamente de la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento.
Ecuación de conservación de la energía

Subsecciones

Forma integral
Forma diferencial
Ecuación de conservación de la energía interna
Ecuación de conservación de la entalpía
Ecuación de la entropía

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
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Forma integral
La primera ley de la termodinámica establece que la variación en el tiempo de la energía total
(interna+cinética)3.14 de un volumen fluido es igual a la suma del trabajo realizado por unidad de tiempo
sobre el volumen fluido por las fuerzas de superficie y de volumen, y el calor comunicado al volumen
fluido por unidad de tiempo:

En esta ecuación, el término [1] representa la variación en el tiempo de la energía total en el volumen de
control fijo que en el instante considerado ocupa el volumen fluido; [2] es el flujo convectivo neto de
energía total que sale a través de la superficie del volumen de control; [3] es la potencia de las fuerzas
másicas que actúan sobre el fluido contenido en el volumen de control; [4] es la potencia de las fuerzas de
presión y las debidas a la viscosidad que se ejercen sobre el fluido a través de la superficie de control; [5]
es el flujo neto de calor por conducción que se comunica al fluido a través de la superficie de control (

tiene sentido saliente), y [6] el calor comunicado por unidad de tiempo al fluido que ocupa el volumen de
control por radiación y reacción química.
Forma diferencial
Siguiendo un razonamiento análogo al utilizado para deducir las ecuaciones de conservación de masa y de
cantidad de movimiento en forma diferencial a partir de las correspondientes formas integrales, de la
ecuación (3.57) se deduce la ecuación de conservación de la energía en forma conservativa:

(3.58)

y teniendo en cuenta la ecuación (3.8), la forma no conservativa siguiente:

(3.59)

Subsecciones

Ecuación de conservación de la energía interna


Ecuación de conservación de la entalpía
Ecuación de la entropía

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Ecuación de conservación de la energía interna

La ecuación de conservación de la energía interna se obtiene restando la ecuación (3.56) de conservación


de la energía mecánica, de la ecuación (3.59) de conservación de la energía total:

(3.60)

El primer sumando del segundo miembro es el trabajo por unidad de tiempo que desarrollan las fuerzas de
superficie al actuar sobre la partícula fluida, y el segundo, el trabajo por unidad de tiempo que ejercerían
dichas fuerzas sobre la partícula fluida si ésta se moviese como un sólido rígido. La diferencia entre ambos
es, por tanto, el trabajo por unidad de tiempo que desarrollan las fuerzas de superficie al deformar la
partícula fluida. Es fácil demostrar que dicha potencia de deformación puede expresarse de la forma
siguiente:

(3.61)

En esta expresión, es el trabajo por unidad de tiempo que realizan las fuerzas de presión al

comprimir la partícula fluida, y es obviamente nulo cuando el fluido se comporta como incompresible. El
término (función de disipación de Rayleigh) es la potencia que desarrollan las fuerzas debidas a la

viscosidad al deformar la partícula fluida, y puede demostrarse que es siempre positivo:

(3.62)

(el producto escalar del tensor de tensiones debidas a la viscosidad por el tensor gradiente del vector
velocidad). Sustituyendo la ecuación (3.61) en la ecuación (3.60), se obtiene la siguiente expresión para la
ecuación de conservación de la energía interna:

(3.63)

La variación de energía interna de una partícula fluida se debe, por tanto, al trabajo que realizan las
fuerzas de presión al comprimirla, al trabajo de las fuerzas debidas a la viscosidad al deformarla, y al calor
que recibe la partícula fluida por conducción, radiación y reacción química. Introduciendo la ley de
Fourier para describir la conducción de calor, la ecuación (3.63) queda como sigue:
(3.64)
Ecuación de conservación de la entalpía

Teniendo en cuenta que

puede escribirse

(3.65)

y sustituyendo

(3.66)

(ecuación (3.10) de conservación de la masa) en el último término de la ecuación (3.66), lo que


proporciona

(3.67)

a partir de la ecuación (3.63) es inmediato obtener la siguiente ecuación de conservación de la entalpía:

(3.68)

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Madrid
Ecuación de la entropía

A partir de la ecuación (3.63), haciendo uso de la ecuación (3.67) y de la ecuación (1.18),

se obtiene la siguiente ecuación para la variación de la entropía específica de una partícula fluida:

(3.69)

que indica que el aumento de entropía de la partícula fluida se debe al trabajo de deformación que realizan
las fuerzas debidas a la viscosidad y al calor que recibe por conducción, radiación y reacción química.

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Madrid
Resumen de las ecuaciones de la mecánica de
fluidos
Las ecuaciones (3.8), (3.31), (3.64) y (3.16), junto con las ecuaciones de estado y condiciones iniciales y
de contorno apropiadas, describen el movimiento tridimensional y no estacionario de un fluido
newtoniano, no homogéneo, compresible y viscoso:

(3.70)

(3.71)

(3.72)

(3.73)

Los términos y deben ser modelados apropiadamente, lo que en general puede llegar a

suponer una gran dificultad. En lo que sigue se supondrá que el fluido tiene un único componente, por lo
que prescindiremos de las ecuaciones de conservación de las especies, y que el término es

conocido en función de y , o, en todo caso, que puede expresarse en función de las variables

dependientes. Si tomamos , , , y como las variables dependientes, son necesarias las

siguientes ecuaciones adicionales para cerrar el sistema:

(3.74)

(3.75)
(3.76)

(3.77)

Las ecuaciones (3.75) y (3.76) son las ecuaciones de estado térmica y calórica, a las que ya se hizo
referencia (en particular para los casos de líquidos y gases perfectos) en la Sección 1.4.2. Las
ecuaciones3.15 (3.77) y (3.78) son necesarias (generalmente, la dependencia suele ser sólo con respecto a
la temperatura, según se indicó anteriormente) salvo que pueda considerarse que y son constantes,

lo cual es aceptable en numerosas ocasiones. La fuerzas másicas suelen ser datos del problema, aunque en
el caso de las fuerzas de Coriolis, por ejemplo, dependen de la velocidad del fluido. La función de
disipación , y por tanto es también una función de las variables dependientes.

A las ecuaciones que forman el sistema de ecuaciones (3.71) a (3.73) se les suele denominar
frecuentemente, y por extensión, ecuaciones de Navier-Stokes (aunque la denominación original se refiere
exclusivamente a las tres ecuaciones escalares expresadas en la ecuación (3.72)). Estas ecuaciones son de
carácter muy general, aunque se han deducido adoptando algunas hipótesis restrictivas (excluyen, por
ejemplo, efectos no newtonianos, de difusión de calor debidos a gradientes de concentración de especies o
de difusión de masa debidos a gradientes de temperatura3.16), y requerirían ecuaciones adicionales para
describir fenómenos tales como los electromagnéticos y de radiación térmica, o la generación de calor y
producción y destrucción de especies debidas a reacciones químicas, como se acaba de indicar.
Desafortunadamente, la resolución de dicho sistema de ecuaciones, aun con dichas hipótesis
simplificadoras, puede ser en general extraordinariamente complicada y requerir en algunos casos unos
medios informáticos de cálculo no disponibles actualmente.

Subsecciones

Condiciones iniciales y de contorno


Condiciones iniciales y de contorno
La descripción matemática de un flujo requiere obviamente no sólo establecer las ecuaciones de
conservación adecuadas sino también fijar unas condiciones iniciales (si el flujo es no estacionario) y de
contorno que deben satisfacerse, respectivamente, en el instante inicial del periodo de tiempo objeto de
estudio y en los límites del dominio considerado. Al imponer estas condiciones se consigue obtener
soluciones particulares de entre las múltiples soluciones posibles de las ecuaciones de conservación. En
ocasiones puede existir alguna incertidumbre a la hora de fijar los límites del dominio en los que deban
aplicarse las condiciones de contorno, debido principalmente a que no se conocen con exactitud las
condiciones del flujo en los posibles límites. En estos casos deben imponerse condiciones de contorno de
forma que la solución obtenida sea la misma que la que se obtendría alejando el correspondiente contorno
de la zona de interés en el flujo. La determinación de las condiciones de contorno adecuadas para cada
tipo de flujo constituye un problema que puede llegar a ser complejo en algunos casos. La especificación
de insuficientes condiciones de contorno puede impedir obtener una solución única, mientras que la
especificación de excesivas condiciones de contorno puede dar lugar a soluciones con falta de sentido
físico, particularmente en las proximidades del contorno correspondiente. En lo que sigue se comentan
brevemente las condiciones de contorno más típicas en problemas fluidodinámicos.3.17

En problemas no estacionarios, deben imponerse como condiciones iniciales las distribuciones del vector
velocidad y de las variables termodinámicas. Cuando el fluido es un líquido, la distribución de velocidad
que se imponga debe satisfacer la ecuación . Cuando en el problema que debe resolverse las

condiciones de contorno son estacionarias o periódicas, y es posible obtener una solución estacionaria o
periódica,3.18 no se necesita imponer condiciones iniciales.3.19

Una de las condiciones de contorno más típicas es la correspondiente a un contorno en el que existe una
pared impermeable. La experiencia demuestra que los fluidos no deslizan sobre una pared,3.20 sino que
satisfacen la condición de adherencia:

(3.78)

es decir, la velocidad del fluido en contacto con la pared coincide con la de ésta. En particular, si la pared
permanece inmóvil, el fluido en contacto con ella debe tener velocidad nula. Análogamente, la
temperatura del fluido en contacto con la pared debe coincidir con la temperatura de ésta:

(3.79)

Otro tipo de condición que es posible imponer en la superficie de una pared es la de continuidad en el
flujo de calor en el sólido y en el fluido a través de la superficie, lo cual es correcto si el sólido no emite ni
absorbe calor por radiación ni reacción química:
(3.80)

siendo el vector unitario normal a la pared, y y las conductividades térmicas del fluido y del

sólido, respectivamente. Esta condición debe imponerse cuando se conoce el flujo de calor a través de la
pared. Un ejemplo de esta situación podría darse en la refrigeración de un componente electrónico que
emite un flujo de calor conocido.

Si la conductividad del sólido es muy pequeña (material muy aislante térmicamente), la pared puede
considerarse adiabática e imponerse como condición de contorno en ésta

(3.81)

En la superficie de separación de dos fluidos inmiscibles pueden imponerse condiciones de contorno


análogas a las de las ecuaciones (3.79), (3.80) y (3.81). La velocidad de los dos fluidos y la temperatura
debe ser la misma en la superficie de separación, y si en ésta no existen fenómenos de radiación,
reacciones químicas o cambio de fase, el flujo de calor a través de la superficie debe ser el mismo en
ambos fluidos. A través de la superficie de separación debe existir asimismo continuidad de la tensión
(flujo de cantidad de movimiento) existente sobre dos elementos de superficie contiguos, paralelos a la
superficie de separación y a ambos lados de ésta, siempre que no existan fenómenos de tensión
superficial. Cuando la tensión superficial es relevante,3.21 la diferencia entre las tensiones sobre los
mencionados elementos de superficie debe ser igual a una fuerza por unidad de superficie, normal a la
superficie de separación, que depende de la curvatura de ésta y de la tensión superficial correspondiente a
los fluidos de que se trate.

Cuando el flujo se considera ideal, algunas de las condiciones de contorno que se acaba de describir deben
ser modificadas tal y como se indica en la Sección 5.3.4.

En flujos incompresibles, en zonas de flujo entrante cabe la posibilidad de fijar un flujo de masa entrante y
flujos convectivos entrantes de velocidad y temperatura, o bien fijar valores de la velocidad y la
temperatura. En zonas de flujo saliente, frecuentemente se desprecian los gradientes de las distintas
magnitudes en dirección perpendicular al contorno y se fija un valor de la presión igual al de la presión en
el exterior del dominio.

En flujos compresibles subsónicos de fluidos ideales en los que se resuelvan ecuaciones para cinco
variables dependientes, deben imponerse cuatro condiciones en contornos de flujo entrante y una en
contornos de flujo saliente. Cuando el flujo es supersónico, deben imponerse cinco condiciones en
contornos de flujo entrante y ninguna en contornos de flujo saliente. Si existen efectos viscosos, en
principio deben imponerse cinco y cuatro condiciones, respectivamente, en contornos de flujo entrante y
saliente, tanto si el flujo es subsónico como supersónico.

Para flujos con elevados números de Reynolds en cuyo análisis sea necesario retener los efectos de la
viscosidad, es muy frecuente que, lejos de la zona de interés (por ejemplo, en zonas suficientemente
alejadas de un cuerpo inmerso en un flujo), la solución se comporte como si el flujo estuviese descrito por
las ecuaciones de Euler en lugar de por las ecuaciones de Navier-Stokes. En estos casos, en contornos
situados en dichas zonas, suele dar buen resultado imponer las condiciones de contorno que
corresponderían a un problema descrito por las ecuaciones de Euler.

En la Sección 6.2, después de haberse discutido sobre algunas propiedades matemáticas de las ecuaciones
de conservación, se hacen comentarios adicionales sobre condiciones iniciales y de contorno.
Análisis dimensional y semejanza física
Considérese un flujo de un gas perfecto4.1 descrito por las ecuaciones (3.8), (3.30) y (3.69) (introduciendo en
esta última la ley de Fourier), con unas condiciones iniciales y de contorno determinadas:

(4.1)

(4.2)

(4.3)

El sistema de ecuaciones se completaría con la ecuación de estado de los gases perfectos:

(4.4)

Se ha supuesto que la única fuerza másica existente es la de gravedad (dirección vertical para ) y que

el calor específico es constante, aunque el análisis podría generalizarse fácilmente. La solución de estas
ecuaciones, que consistirá en las distribuciones de las variables dependientes (se tomará como tales , ,

, y ) en función de , , y , dependerá obviamente de los parámetros que aparecen en las

ecuaciones y en las condiciones iniciales y de contorno. Se supondrá que en el problema intervienen, entre
otros, los siguientes parámetros conocidos4.2: , , , , , , . Se trata de utilizar estos

parámetros para adimensionalizar las ecuaciones y las condiciones de contorno, y para ello se va a hacer un
cambio de variables de forma que las nuevas variables dependientes e independientes no tengan
dimensiones. Veremos que en las ecuaciones adimensionalizadas los parámetros conocidos aparecerán
agrupados en números o parámetros adimensionales. Más adelante se discutirá lo que esto implica.

Se van a definir las siguientes magnitudes adimensionales:


(4.5)

(4.6)

(4.7)

Se tomará y . Introduciendo las ecuaciones (4.5) a (4.7) en las ecuaciones

(4.1) a (4.3), se obtiene

(4.8)

(4.9)

(4.10)

En estas ecuaciones, los factores entre llaves son magnitudes con dimensiones que multiplican a términos de
orden unidad en los que aparecen exclusivamente magnitudes adimensionales. En cada ecuación, las
dimensiones de dichos factores son las mismas en todos los términos. Dividiendo los factores
correspondientes a dos términos cualesquiera de una determinada ecuación, se obtiene un número
adimensional cuyo valor, para cada combinación dada de valores de los parámetros que en él intervienen,
proporcionará una estimación del orden de magnitud relativo de dichos términos.

Si se divide cada una de las ecuaciones (4.8) a (4.10) por el factor que aparece en cada una de ellas en el
término convectivo (segundo término), se obtiene

(4.11)
(4.12)

(4.13)

La ecuación de estado (4.4) adimensionalizada queda de la forma siguiente

(4.14)

Las magnitudes entre llaves en las ecuaciones (4.11) a (4.14) son ahora adimensionales. Teniendo en cuenta
las siguientes definiciones de números adimensionales:

St (4.15)

Re (4.16)

Fr (4.17)

Pr (4.18)
M (4.19)

(4.20)

las ecuaciones (4.11) a (4.14) pueden escribirse de la forma siguiente:

St (4.21)

(4.22)

(4.23)

La ecuación de estado (4.4) adimensionalizada queda de la forma siguiente

(4.24)

Es importante entender las conclusiones e implicaciones del análisis que se acaba de realizar. Ya se indicó
que la solución de la ecuaciones (4.1) a (4.4), determinada por las distribuciones de , , , y en

función de , , y , dependerá de los parámetros que aparecen en dichas ecuaciones y en las

condiciones iniciales y de contorno. Los parámetros que se han utilizado para adimensionalizar las
ecuaciones, junto con los restantes que aparecen en ellas, son los siguientes: , , , , , ,

, , y . Es inmediato observar tras una simple inspección de las ecuaciones (4.21) a (4.24) que la
solución dada por las variables adimensionales , , , y en función de , , y

sólo dependerá de los seis números adimensionales siguientes: St, Re, Pr, Fr, M y , y de aquellos que

pudiesen aparecer en las condiciones iniciales y de contorno adimensionalizadas. Esto significa que la
dependencia de la solución con respecto a los parámetros que intervienen en el problema ha podido ser
simplificada de forma notable, y que, una vez obtenida la solución en forma adimensional para un conjunto
determinado de valores de los parámetros que intervienen, dicha solución permitirá determinar la solución
correspondiente a cualquier otro conjunto de valores de parámetros siempre que éstos proporcionen los
mismos valores de los números adimensionales que aquellos para los que fue obtenida la solución
adimensional. Éste es un resultado extraordinariamente útil también en mecánica de fluidos experimental: la
descripción de un flujo puede hacerse a partir de los resultados de un experimento en el que las condiciones
sean semejantes a las que existen en dicho flujo. La semejanza entre dos flujos queda precisamente
garantizada por la igualdad de los números adimensionales relevantes en el problema, determinados a partir
de los parámetros que definen las condiciones que describen cada uno de los flujos.

De las ecuaciones (4.21) a (4.23), teniendo en cuenta que han sido obtenidas dividiendo los factores entre
llaves de las ecuaciones (4.11) a (4.13) por el que aparece en el término convectivo de cada una de ellas,
puede deducirse fácilmente el significado físico de cada una de los números adimensionales definidos en las
ecuaciones (4.15) a (4.20).

El denominado número de Strouhal, St, expresa la importancia relativa del término de variación local de
cada una de las ecuaciones (primer término) frente al correspondiente término convectivo (segundo
término). Obsérvese que si St , el primer término de cada ecuación puede despreciarse frente al
segundo, y el flujo puede generalmente considerarse quasi-estacionario.4.3 Esto último significa que el
tiempo característico asociado a la no estacionareidad del movimiento, , es mucho mayor que el tiempo

que emplea una partícula fluida en recorrer la longitud característica del problema, .4.4

El número de Reynolds, Re, expresa la relación entre los órdenes de magnitud de los términos convectivo y
viscoso en la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento. Establece, por tanto, el orden de
magnitud relativo de las fuerzas de inercia debidas a la aceleración convectiva frente a las fuerzas debidas a
la viscosidad que actúan sobre el fluido. Cuando el número de Reynolds es suficientemente grande (según el
tipo de flujo, Re puede tomar desde valores próximos a cero hasta valores del orden de o incluso

superiores,4.5 el término viscoso de la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento tiende a


anularse (excepto en determinadas zonas del campo fluido, según se discutirá más adelante).***

El cuadrado del número de Froude, (Fr) , expresa la relación entre los términos que representan las fuerzas
de inercia debidas a la aceleración convectiva y las fuerzas gravitatorias en la ecuación de conservación de la
cantidad de movimiento. Obsérvese que el último término de la ecuación (4.22), que representa la
contribución de las fuerzas gravitatorias en el balance de cantidad de movimiento de la partícula fluida,
puede despreciarse cuando el número de Froude es suficientemente grande. En el estudio de flujos con
superficie libre4.6 el número de Froude es importante. En este tipo de flujos, la acción de la gravedad
consigue mantener la superficie libre horizontal sólo cuando el número de Froude es suficientemente bajo, en
cuyo caso puede despreciarse la resistencia al movimiento de un cuerpo que flote sobre la superficie libre,
asociada a la generación de olas.

El número de Mach, M, expresa la relación entre la velocidad del fluido y la velocidad de propagación

del sonido en el fluido , y proporciona una medida de la importancia de los efectos de

compresibilidad en el flujo.4.7Si la velocidad típica del fluido es suficientemente pequeña frente a la


velocidad del sonido, las variaciones relativas de densidad debidas a variaciones de presión en el flujo serán
muy pequeñas.

El número de Prandtl, Pr, expresa la relación entre la difusividad de cantidad de movimiento (o viscosidad
cinemática), , y la difusividad térmica, . Obsérvese que esta relación

viene dada por el cociente de los factores entre llaves que afectan a los términos de difusión de cantidad de
movimiento y de conducción de calor de las ecuaciones (4.12) y (4.13). Pr es de orden unidad en gases. En
agua, Pr a 15 C, y disminuye rápidamente al aumentar la temperatura. En metales líquidos como el

mercurio y el sodio, Pr es mucho menor que la unidad.

Si se adimensionaliza también la ecuación (3.16), pueden introducirse otros dos números adimensionales
análogos al número de Prandtl: el número de Schmidt,

Sc (4.25)

que expresa la relación entre las difusividades de cantidad de movimiento y de masa4.8, y el número de
Lewis,

Le (4.26)

que relaciona las difusividades térmica y de masa de la especie .

Debe observarse que, a diferencia de lo que ocurre con los números de Reynolds, Strouhal, Froude y Mach
(entre otros), que dependen de las condiciones del flujo, los números de Prandtl, Schmidt y Lewis se
determinan exclusivamente a partir de propiedades del fluido que dependen del estado termodinámico para
el que se evalúen.

Existen bastantes más números adimensionales que los que se acaba de comentar, que aparecen en
problemas en los que intervienen, por ejemplo, fenómenos de tensión superficial (número de Weber, We),
procesos de transmisión de calor por convección natural (número de Grashof, Gr, o de Rayleigh, Ra Gr

Pr ), transmisión de calor entre fluidos en movimiento y sólidos (número de Nusselt, Nu), etc. También

suelen utilizarse números adimensionales que son combinaciones de otros ya mencionados aquí, tales como
el número de Peclet ( Pe Re Pr ). Una descripción más detallada de los números adimensionales más

importantes y de problemas en los que intervienen puede encontrarse en algunas de las referencias indicadas
al final del texto. También pueden consultarse estas referencias para estudiar conceptos y métodos que
facilitan el análisis dimensional, en particular el teorema de Buckingham, que permite simplificar de
forma sistemática la relación funcional entre los diversos parámetros que intervienen en un problema dado.
En cualquier caso, la mejor forma de aplicar el análisis dimensional a un problema, y particularmente si lo
que se pretende es llevar a cabo posteriormente un estudio numérico, es el basado en la adimensionalización
de las ecuaciones de conservación y condiciones de contorno, que deben incluir todos los términos
necesarios para la descripción apropiada del flujo. Aunque la discusión que se ha presentado en este capítulo
ha sido necesariamente muy breve, es importante comprender los conceptos básicos y la utilidad del análisis
dimensional en mecánica de fluidos.
Ejemplo 1: Un depósito de grandes dimensiones contiene un líquido de densidad y viscosidad sobre

cuya superficie libre, situada a una altura sobre el fondo, existe una presión manométrica . El líquido

se descarga a la atmósfera a través de una tubería lisa horizontal, de longitud y sección circular de
diámetro , conectada al fondo del depósito. Mediante análisis dimensional, se trata de simplificar la

dependencia funcional del caudal de descarga, , con los parámetros que intervienen en el problema.

Si suponemos que el flujo es quasi-estacionario al ser el depósito muy grande, las ecuaciones que describen
el flujo son las siguientes:

(4.27)

(4.28)

que deberían ser resueltas con las condiciones de contorno apropiadas:

En la superficie libre del líquido, situada a una altura , la presión manométrica es .

En las paredes de la tubería (definidas geométricamente por el diámetro de la tubería, , y su

longitud, , se impone la condición de no deslizamiento y de velocidad normal a la pared nula. (En el


depósito, al ser de grandes dimensiones, puede suponerse que el fluido está en reposo, y la condición
de contorno en la pared no tiene apenas influencia en la solución.)
En la sección de salida de la tubería (definida geométricamente por y por la distancia, , a la que

se encuentra del depósito), la presión manométrica es nula.

Como puede observarse, en el conjunto de ecuaciones y condiciones de contorno aparecen los siguientes
parámetros: , , , , , y . La solución (distribuciones de velocidad y presión en todo el

campo fluido) va a depender, por tanto, de ellos. Una magnitud como el caudal, , que se obtiene

integrando la distribución de velocidad en una sección de la tubería, por ejemplo, dependerá también, por
tanto, de dichos parámetros. Las ecuaciones adimensionalizadas toman la forma siguiente:

(4.29)

(4.30)

siendo , , , , Re y Fr
, y las condiciones de contorno (tomando el origen de coordenadas en el centro del

orificio de salida, el eje vertical y el eje a lo largo de la tubería):

En la superficie libre del líquido, situada a una altura , la presión manométrica es

En las paredes de la tubería [ ], .

En la sección de salida de la tubería ( ), .

De las ecuaciones (4.29) y (4.30) y de las condiciones de contorno se deduce que la solución, definida por
las distribuciones de y en función de , y, por tanto, el caudal adimensional

, dependerán de los siguientes parámetros: Re, Fr, y .

Ejemplo 2: Supóngase un canal vertical formado por dos placas planas y paralelas, una de las cuales se
mantiene a una temperatura uniforme, , siendo la otra adiabática. La altura del canal es y la

separación entre placas, . El problema se considerará bidimensional y estacionario. Se trata de estudiar el

flujo de un gas perfecto inducido por flotación en el canal, que se supondrá que puede describirse mediante
las correspondientes ecuaciones de conservación de la masa, cantidad de movimiento y energía interna, en
las que la densidad, la viscosidad y la conductividad térmica se considerarán variables. Demuéstrese que a
partir de dichas ecuaciones es posible deducir las siguientes ecuaciones en forma adimensional ( e son

las coordenadas en dirección vertical y transversal al canal, respectivamente; se tomará el origen de en el

extremo inferior del canal, y el de en la placa caliente):

(4.31)

(4.32)

Gr (4.33)

(4.34)
en las que aparecen las siguientes magnitudes adimensionales:

(4.35)

Gr Pr (4.36)

es la diferencia entre la presión dentro del canal y la presión ambiente en el exterior, , que se

supondrá que satisface d d ,y . Si se desprecian las

variaciones de presión en la ecuación de estado, puede tomarse

(4.37)

Se supondrá que es posible utilizar las siguientes expresiones para y :

(4.38)

donde y son constantes.

Como condiciones de contorno se supondrá que pueden imponerse las siguientes: En las paredes, la
condición de no deslizamiento; una temperatura fija en la pared caliente, igual a ( ), y un flujo de

calor nulo en la pared adiabática ( ). En la sección de salida ( Gr ), se fijará

y se supondrán despreciables las variaciones de las magnitudes fluidas en la dirección del eje . En

la sección de entrada al canal ( ), se supondrá que el flujo másico depende de la raíz cuadrada de la

diferencia entre la presión ambiente (en el exterior del canal) y la presión en la sección de entrada
(equivalente a aplicar la ecuación de Bernoulli entre un punto en el exterior del canal, alejado de la sección
de entrada, y cualquier punto de ésta); en la ecuación de la energía, puede suponerse que no hay flujo de
calor por conducción a través de la sección de entrada, y que el fluido entrante tiene la temperatura ambiente
.

De las ecuaciones (4.31) a (4.34), (4.37) y (4.38) y las condiciones de contorno, se deduce que la solución, y
en particular el número de Nusselt

Nu
siendo Nu el número de Nusselt local, dependerá en general de seis parámetros

adimensionales; por ejemplo, Ra, Pr, , , y ,4.9 siendo Ra Gr Pr . Ra

es el número de Rayleigh, y Gr el número de Grashof, definido en la ecuación (4.36).


Formas aproximadas de las ecuaciones de
conservación

Subsecciones

Introducción
Aproximaciones de tipo cinemático
Flujos con distribución de velocidad solenoidal
Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de velocidad
Flujos bidimensionales. Concepto de función de corriente
Otros tipos de flujos

Simplificaciones de las leyes constitutivas o de las ecuaciones de estado


Flujos barotrópicos
Gases perfectos
Fluidos incompresibles
Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente
Fluidos ideales
Ecuación de Euler-Bernoulli
Flujos de fluidos de densidad constante
Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad

Aproximaciones basadas en consideraciones sobre la dinámica del problema


Fluidos en reposo
Flujos estacionarios
Flujos con efectos de viscosidad dominantes
Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re
Flujos a altos números de Reynolds
Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos turbulentos
Modelos de turbulencia
Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl
Modelo

Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared


Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos
Aproximación de capa límite
Aproximaciones en flujos compresibles
Flujo ideal
Flujo viscoso
Aproximación de Boussinesq

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Madrid
Introducción
Como se puede observar, las ecuaciones de Navier-Stokes son ecuaciones en derivadas parciales no
lineales, de primer orden en el tiempo y de segundo orden en las tres coordenadas espaciales. Debido a su
gran complejidad matemática, se conocen escasas soluciones analíticas exactas, de las cuales la mayoría
corresponden a problemas lineales con fluidos incompresibles y a unos pocos problemas no lineales. Ante
esta dificultad de encontrar soluciones analíticas a las ecuaciones en la mayoría de los problemas de
interés, son posibles varias alternativas (que evidentemente pueden ser complementarias): 1) Utilizar
modelos basados en simplificaciones de las propiedades del fluido o de las condiciones del movimiento,
que permitan obtener soluciones analíticas exactas o que puedan ser abordados mediante técnicas
numéricas elementales. 2) Recurrir a métodos experimentales y técnicas de análisis dimensional y
semejanza física. 3) Resolver numéricamente las ecuaciones, lo cual puede hacerse directamente sólo en
algunos problemas, siendo necesario en otros establecer previamente un modelo simplificado.

El empleo de modelos simplificados5.1 representó en su momento el único recurso teórico disponible para
afrontar la dificultad que en muchos casos supone la resolución matemática de las ecuaciones del
movimiento. En ocasiones, las simplificaciones que pueden introducirse son obvias, como en el caso de
considerar que la densidad del fluido es constante en casi todos los movimientos de líquidos y en
determinados movimientos de gases a baja velocidad, como ya se ha indicado anteriormente; con ello,
además de reducirse el número de incógnitas, si se supone que la viscosidad no depende de la temperatura
los problemas mecánico y térmico quedan desacoplados. En definitiva, lo que se pretende con la
introducción de modelos simplificados es obtener ecuaciones y condiciones de contorno más simples. Sin
embargo, como se indica más adelante, muchas de las soluciones aproximadas de estas ecuaciones más
sencillas dejan de ser válidas en ciertas regiones del campo fluido (o a partir de un cierto tiempo en
problemas no estacionarios), siendo precisamente dichas regiones las de mayor interés en el problema.

En este capítulo lo que interesa destacar es que la introducción de aproximaciones en las ecuaciones
puede dar lugar a sistemas mucho más simples, que permitan obtener soluciones numéricas aproximadas
con un esfuerzo computacional razonable y un nivel de precisión aceptable. Se trata de exponer algunos
conocimientos necesarios que, a la hora de plantear la resolución numérica de distintos problemas
fluidodinámicos, faciliten la selección de las ecuaciones apropiadas que deben ser utilizadas en cada caso
(con los términos relevantes que deben retenerse en ellas), y de las condiciones de contorno que permitan
reproducir de forma realista las condiciones del flujo. La utilización de programas ``CFD'' (dinámica de
fluidos computacional), en la actualidad muy frecuente en empresas de ingeniería en los campos más
diversos para resolver muy distintos tipos de flujos, requiere, de forma absolutamente imprescindible, que
el usuario disponga de los mencionados conocimientos sobre dinámica de fluidos, independientemente de
lo ``amigables'' que puedan ser las interfaces de usuario y de la sencillez en la introducción de datos para
definir las condiciones del flujo.

Los diversos tipos de aproximaciones dan lugar a distintas categorías de flujos, que generalmente se
caracterizan porque de las correspondientes ecuaciones de conservación aproximadas en forma
adimensional se ha hecho desaparecer determinados números adimensionales (lo que implica que ciertos
términos han sido despreciados), o bien porque dichas ecuaciones sólo son adecuadas para determinados
rangos de números adimensionales que aparecen en ellas.

Una ``clasificación'' sistemática de los diversos tipos de aproximaciones de las ecuaciones de


conservación, a pesar de los inconvenientes y limitaciones que conlleva, puede ayudar a fijar y aclarar
conceptos y facilitar el estudio introductorio de la mecánica de fluidos. Las posibles aproximaciones se
ordenarán y analizarán en este capítulo considerando aspectos relacionados con

las características cinemáticas del flujo,


las ecuaciones constitutivas y ecuaciones de estado del fluido de que se trate, y
la dinámica del flujo.

Debe tenerse en cuenta que la utilización de estos criterios de clasificación no es obviamente la única
opción posible, y que los tipos de flujos que pueden establecerse de acuerdo con ellos pueden tener
características comunes entre sí y estar estrechamente relacionados. La necesaria limitación de la
extensión del contenido de este texto impide analizar con mayor detalle cada uno de los distintos tipos de
flujos. Por otra parte, se pretende a la vez dar una visión suficientemente amplia de distintas áreas de la
mecánica de fluidos. Todo ello dificulta en cierta medida una estructuración más sistemática y exhaustiva
de este capítulo.
Aproximaciones de tipo cinemático
Introduciendo aproximaciones o restricciones basadas en consideraciones de tipo cinemático, se pueden
considerar los siguientes tipos de flujos:

Subsecciones

Flujos con distribución de velocidad solenoidal


Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de velocidad
Flujos bidimensionales. Concepto de función de corriente
Otros tipos de flujos

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Madrid
Flujos con distribución de velocidad solenoidal
La condición de que la distribución del vector velocidad sea solenoidal, es decir,

(5.1)

permite simplificar la ecuación (3.10) de conservación de la masa, que se reduce a

(5.2)

Obsérvese que ésta fue la condición de flujo incompresible que se utilizó para obtener la ecuación (3.11).

La ecuación (3.31) también se simplifica, resultando

(5.3)

Si la viscosidad tiene una distribución espacial uniforme, la ecuación (5.3) se reduce a la ecuación (3.37),

(5.4)

Finalmente, la ecuación (3.64) de conservación de la energía queda de la forma siguiente:

(5.5)
Flujos irrotacionales. Concepto de potencial de velocidad
Como se ha indicado anteriormente, en este tipo de flujos se satisface la condición

(5.6)

de forma que la distribución de las tres componentes de la velocidad queda determinada a partir de una
única función escalar , denominada potencial de velocidad:

(5.7)

razón por la cual a los flujos irrotacionales se les denomina también flujos potenciales.

La ecuación de conservación de la masa puede entonces expresarse de la forma

(5.8)

Cuando (flujo incompresible), es una función potencial que satisface

(5.9)

La ecuación (3.36) de conservación de la cantidad de movimiento, teniendo en cuenta la ecuación (3.40),


se simplifica y queda como sigue:5.2

(5.10)

Si las fuerzas másicas derivan de un potencial , y puede suponerse que , es decir, que

existe una relación de barotropía que permite expresar como el gradiente de una función escalar

(tal como se discutirá en la Sección 5.3.1), al integrar la ecuación anterior se obtiene


(5.11)

siendo una función de y . Si la densidad del fluido es constante (con lo que

, de acuerdo con la ecuación (5.9), y ), resulta

(5.12)

y si además el flujo es estacionario (el primer término de la ecuación (5.11) es nulo y obviamente no

depende de ), se obtiene finalmente la denominada ecuación de Bernoulli para flujos irrotacionales,

constante (5.13)

o bien,

(5.14)

siendo (no debe confundirse con la componente cartesiana del vector según el eje que

aparece en otros contextos).

Obsérvese que en la discusión anterior no hemos supuesto en ningún momento que el fluido sea ideal (es
decir, con viscosidad nula), lo que quizá esté en aparente contradicción con la noción previa que el lector
pueda tener de que la ecuación de Bernoulli es aplicable cuando los efectos de la viscosidad son
despreciables. Esto se debe a que se ha supuesto que el flujo es incompresible, en cuyo caso se satisface5.3
que , lo que determina que cuando el flujo es irrotacional y, por tanto,

que el término de difusión de cantidad de movimiento se anule, lo cual obviamente ocurriría también
cuando la viscosidad del fluido fuese nula.5.4
Flujos bidimensionales. Concepto de función de corriente
Como ya se indicó en la Sección 2.3, un flujo bidimensional es un flujo plano (una de las componentes del
vector velocidad en un sistema de referencia cartesiano es nula) en el que el vector velocidad no varía en
dirección perpendicular al plano que lo contiene:

En estos flujos, cuando el fluido es incompresible, la ecuación (3.11), que en este caso se reduce a

(5.15)

garantiza la existencia de una función , denominada función de corriente, definida

por5.5

(5.16)

(5.17)

de forma que

d d d (5.18)

Obsérvese que el campo de velocidades queda completamente definido una vez conocida la función
. Ésta puede determinarse en cualquier punto , salvo por una constante de integración,

mediante

d d
donde la integral curvilínea puede hacerse a través de cualquier línea de integración que una con el

punto , en el que .

Asimismo obsérvese que las líneas de corriente definidas en la ecuación (2.14) son líneas en las que

constante. Por tanto, las líneas de constante son tangentes al vector velocidad en cada punto, de lo

que se deduce que el flujo volumétrico a través de ellas debe ser nulo. Teniendo esto último en cuenta,
aplicando la ecuación (3.5) al volumen ``bidimensional'' sombreado de la Figura 5.1,

Figura 5.1:

se deduce que el flujo volumétrico por unidad de longitud5.6

es el mismo, e igual a , a través de cualquier línea que una dos puntos cualesquiera y ,

situados en sendas líneas de corriente definidas por y , respectivamente. Si en un flujo se

representan las líneas de corriente correspondientes a valores equiespaciados de , la distancia entre

ellas será inversamente proporcional a la velocidad del fluido.

En un flujo plano, la vorticidad tiene una única componente en dirección perpendicular al plano que
contiene a :

(5.19)

Si el flujo es, además de incompresible, irrotacional, se tiene, en vista de la ecuación anterior,

(5.20)
y, teniendo en cuenta la ecuación (5.7),

(5.21)

(5.22)

Las segundas igualdades de las ecuaciones (5.21) y (5.22) expresan las condiciones de Cauchy-Riemann
que aparecen en la teoría de funciones de variable compleja. Estas condiciones son necesarias y
suficientes (si las derivadas en las ecuaciones (5.21) y (5.22) son continuas) para que sea

una función analítica de la variable compleja . A la función se le denomina

potencial complejo.5.7 En principio, por tanto, cualquier función analítica de puede proporcionar un

campo de velocidades irrotacional en un flujo incompresible.

Las componentes de están directamente relacionadas con d d :

(5.23)

Obsérvese que, dado que las líneas de constante y las líneas de corriente constante son

perpendiculares ( ) y tangentes, respectivamente, al vector velocidad, ambos tipos de líneas

deben ser perpendiculares entre sí.

Cuando el fluido es compresible pero el flujo es estacionario, de forma que la ecuación de continuidad
queda de la forma

(5.24)

puede introducirse también una función de corriente, aunque su utilización no resultan tan interesante
como en el caso de flujo incompresible.
Otros tipos de flujos
En la Sección 2.3 ya se describieron brevemente algunos tipos de flujos relativamente simples desde el
punto de vista cinemático. En flujos uniformes, la velocidad del fluido no depende de la posición (
). En flujos axilsimétricos existe simetría con respecto a un eje (no existe componente

acimutal de la velocidad, y las componentes radial y axial no dependen de la coordenada acimutal :

), y también es posible, como en el caso de flujos planos

bidimensionales, introducir una función de corriente.

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Simplificaciones de las leyes constitutivas o de las
ecuaciones de estado

Subsecciones

Flujos barotrópicos
Gases perfectos
Fluidos incompresibles
Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente

Fluidos ideales
Ecuación de Euler-Bernoulli
Flujos de fluidos de densidad constante
Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
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Flujos barotrópicos
En flujos barotrópicos la densidad es en cada instante función de la presión exclusivamente:

. Como un caso particular, los flujos de fluidos de densidad constante son siempre barotrópicos, pero
obviamente los flujos de otros tipos de fluidos pueden también serlo. Los flujos isotermos y los flujos
homentrópicos (que serán descritos a continuación) son casos particulares de este tipo de flujos. La
relación de barotropía permite expresar

(5.25)

siendo un punto de referencia arbitrario, habiéndose introducido la función , definida de

la forma siguiente:5.8

(5.26)

Aplicando el operador gradiente a la ecuación (5.25), y teniendo en cuenta que, de acuerdo con la (5.26),

(5.27)

resulta, utilizando notación de subíndices,

(5.28)

Es decir, en flujos barotrópicos,

(5.29)
En flujos de fluidos de densidad constante,

(5.30)

En flujos homentrópicos la entropía es uniforme en cada instante, de forma que y

(5.31)

y de acuerdo con la ecuación (1.19),

(5.32)

Obsérvese que la ecuación (5.32) coincide con la ecuación (5.29) con .

En flujos isentrópicos, la entropía de una partícula fluida permanece constante en su movimiento,5.9 es


decir

(5.33)

por lo que, de acuerdo con la ecuación (1.19),

(5.34)

Si en un flujo isentrópico todas las partículas fluidas tienen inicialmente la misma entropía (es decir, si el
flujo es inicialmente homentrópico), la entropía será en todo instante la misma en todas ellas, por lo que se
cumplirá la ecuación (5.31), además de la ecuación (5.33), y el flujo será también homentrópico en todo
instante.

En flujos isentrópicos estacionarios, la ecuación (5.33) se reduce a la condición de que la entropía sea
constante a lo largo de una línea de corriente ( ). Si todas las líneas de corriente proceden de

una región donde la entropía es constante, el flujo será también homentrópico.


Gases perfectos
Según se indicó en la Sección 1.4.2, en un gas caloríficamente perfecto se satisface la ecuación de estado
(1.20),

(5.35)

y además los calores específicos son constantes, de forma que y . Es inmediato

deducir que, en un gas caloríficamente perfecto, la condición de entropía constante, para la que la
ecuación (1.19) se reduce a

d d (5.36)

proporciona la siguiente relación de barotropía:

(5.37)

siendo la relación de calores específicos.

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Fluidos incompresibles
En flujos de fluidos incompresibles la distribución de velocidad es solenoidal ( ), por lo que

son aplicables los comentarios realizados en la Sección 5.2.1.

En realidad, esta sección podría haberse incluido en la Sección 5.4, ya que la justificación5.10 de la
aproximación que supone despreciar los efectos de compresibilidad no es trivial, y requiere analizar con
detalle las ecuaciones del movimiento. En el texto de Batchelor (1967) (p. 167 y siguientes) se examinan
las condiciones bajo las cuales es aceptable la simplificación que supone considerar el fluido como
incompresible. En esta sección nos limitaremos a aceptar que es posible aplicar la condición de que D

D .

Es importante destacar que en flujos de fluidos incompresibles la presión es una variable dependiente que
no puede expresarse, como ocurre en el caso de flujos compresibles, en función de otras variables de
estado. Como ya se indicó en la sección de introducción de este capítulo y en el Capítulo 4, si la
viscosidad no depende de la temperatura las ecuaciones de conservación de la masa, que con la condición
D D se reduce a

(5.38)

y de cantidad de movimiento,

(5.39)

quedan desacopladas de la ecuación de conservación de la energía, y pueden ser resueltas


independientemente de ésta. Las variables dependientes que intervienen en el problema mecánico son
exclusivamente las tres componentes de la velocidad y la presión. Dado que la presión sólo interviene en
la ecuación (5.39), obsérvese que es posible restar una constante a la presión en dicha ecuación sin que
ello afecte a la solución:

(5.40)

Cuando es la presión atmosférica, a la variable se la denomina presión manométrica. Es

frecuente en este tipo de flujos resolver las ecuaciones utilizando la presión manométrica como variable
dependiente.
Si el fluido, además de incompresible, es de densidad uniforme, la ecuación (5.39) puede ponerse de la
forma siguiente:

(5.41)

y si las fuerzas másicas derivan de un potencial ,

(5.42)

Obsérvese que puede definirse una nueva variable, , denominada habitualmente presión

reducida, para la que se obtendría una solución idéntica a la que se hallaría para en ausencia de

fuerzas másicas. Una vez determinada la distribución de presión reducida, y conocido el potencial de
fuerzas másicas, es posible determinar la distribución de presión.

La ecuación (3.64) de conservación de la energía queda de la forma

(5.43)

Esta ecuación, utilizando como dato para su resolución la distribución de velocidad determinada a partir
exclusivamente de las ecuaciones mecánicas, permite obtener la distribución de temperatura en el fluido.
Es muy frecuente que el término de disipación viscosa sea muy pequeño en flujos de fluidos que se

comportan como incompresibles, salvo en algunos casos de líquidos muy viscosos que se muevan a alta
velocidad en conductos muy pequeños, por lo que la ecuación (5.43) suele simplificarse, quedando

(5.44)

Subsecciones

Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente


Formulación basada en la vorticidad y la función de corriente

En flujos bidimensionales y laminares de fluidos que se comportan como incompresibles es posible


considerar una formulación alternativa a la correspondiente a las ecuaciones (5.38) y (5.39), que en este
caso toman la forma

(5.45)

(5.46)

(5.47)

(las ecuaciones se presentan en forma adimensional).5.11 Dicha formulación alternativa se basa en la


utilización de la vorticidad y la función de corriente como variables dependientes.

Tomando la derivada parcial con respecto a en la ecuación (5.46) y la derivada parcial con respecto a

en la ecuación (5.47), y restando las igualdades resultantes, se obtiene

(5.48)

siendo la única componente del vector vorticidad ( ),

(5.49)

Obsérvese que en la ecuación (5.48),5.12 que coincide con la ecuación (3.51), no aparece la presión.

Por otra parte, introduciendo la función de corriente definida en las ecuaciones (5.16) y (5.17),
(5.50)

en la ecuación (5.49), se obtiene la ecuación (5.19)

(5.51)

Tal como se indicó en la Sección 5.2.3, la función de corriente satisface la ecuación (5.45) de

conservación de la masa.

Esta formulación vorticidad/función de corriente queda por tanto definida mediante las ecuaciones (5.48),
(5.50) y (5.51). La sustitución de las expresiones de la ecuación (5.50) en la ecuación (5.48) eliminaría la
presencia explícita de las componentes de la velocidad, resultando un sistema formado por las ecuaciones

(5.52)

(5.53)

en el que sólo intervendrían las dos variables dependientes y , aunque ello podría dar lugar a la

obtención de soluciones menos precisas al resolver numéricamente las ecuaciones (Fletcher, 1991).

Una vez resueltas las ecuaciones (5.52) y (5.53), es posible obtener la distribución de presión reducida
resolviendo la siguiente ecuación

(5.54)

que se deduce tomando la divergencia en la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento.

En problemas tridimensionales es también posible, en principio, utilizar una formulación de este tipo,
aunque en este caso la vorticidad tiene tres componentes y la función de corriente debe sustituirse por un
potencial vector.
Fluidos ideales
Son fluidos ideales los fluidos sin viscosidad y sin conductividad térmica.5.13 En la Sección 5.4.4 se
discutirá brevemente bajo qué condiciones puede ser aceptable la hipótesis de fluido ideal. En esta sección
nos limitamos simplemente a simplificar las ecuaciones (3.77) y (3.78), haciendo y ,ya

introducir estos valores nulos de los coeficientes de transporte en las ecuaciones (3.72) y (3.73). Las
ecuaciones resultantes que describen el flujo de este tipo de fluidos son las denominadas ecuaciones de
Euler:5.14

(5.55)

(5.56)

(5.57)

Estas ecuaciones, junto con las correspondientes ecuaciones estado,

(5.58)

(5.59)

constituyen un sistema que permite determinar cinco variables dependientes: las componentes de la
velocidad y dos variables de estado (por ejemplo, y ), en función de la posición y del tiempo.

La aproximación de flujo ideal introduce un cambio muy importante en la formulación matemática con
respecto a la correspondiente a flujos de fluidos viscosos debido a la reducción a que da lugar en el orden
de las ecuaciones. Obsérvese que en las ecuaciones de Euler han desaparecido los términos de difusión de
cantidad de movimiento y de conducción de calor de las ecuaciones de Navier-Stokes, en los que
intervienen derivadas espaciales de segundo orden. Al reducirse el orden de las ecuaciones, no resulta
posible imponer algunas de las condiciones de contorno utilizadas en las ecuaciones de Navier-Stokes. En
particular no puede imponerse la condición de no deslizamiento ni fijarse la temperatura en la superficie
de un sólido ni en la superficie de separación de dos fluidos.5.15 Sí debe imponerse la condición de
velocidad relativa normal nula de un fluido con respecto a una pared, o de igualdad de velocidades
normales en los fluidos a ambos lados de una superficie de separación. Por otra parte, la diferencia de
presiones a ambos lados de una superficie de separación entre dos fluidos sería debida exclusivamente a
fenómenos de tensión superficial. En ausencia de dichos fenómenos, la diferencia de presiones sería nula.

Aunque la hipótesis de fluido ideal puede ser aceptable en bastantes casos prácticos en una gran parte del
campo fluido, es obvio que no va a permitir describir de forma realista el flujo en determinadas zonas en
las que los fenómenos de transporte no pueden ser despreciados, tal como se comenta en la Sección 5.4.4.

Subsecciones

Ecuación de Euler-Bernoulli
Flujos de fluidos de densidad constante
Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad
Ecuación de Euler-Bernoulli

Introduciendo la identidad de la ecuación (3.40)

(5.60)

en la ecuación (5.56),

(5.61)

resulta

(5.62)

Multiplicando escalarmente esta ecuación por el vector unitario , paralelo al vector velocidad en

cada punto, y teniendo en cuenta que es perpendicular a , se obtiene

(5.63)

siendo la coordenada a lo largo de una línea de corriente. Si las fuerzas másicas derivan de un potencial

( ), de la ecuación anterior resulta finalmente la denominada ecuación de Euler-

Bernoulli,

(5.64)

Subsecciones
Flujos de fluidos de densidad constante
Flujos de gases ideales
Condiciones suficientes de irrotacionalidad
Flujos de fluidos de densidad constante

Cuando el fluido puede suponerse de densidad constante (incompresible y con densidad uniforme), la
ecuación (5.64) queda de la forma siguiente:

(5.65)

Si además el flujo es estacionario, se obtiene la denominada ecuación de Bernoulli

(5.66)

o bien,

(5.67)

Cuando el flujo es además irrotacional,5.16 la constante en la ecuación (5.67) es la misma para todas las
líneas de corriente, como puede deducirse de la ecuación (5.62), y, por tanto,

constante (5.68)

en todo el campo fluido. Esto en particular ocurre cuando todas las líneas de corriente proceden de una
región en el flujo donde el fluido está en reposo y se cumple la ecuación (5.75) de la fluidostática que se
deducirá más adelante, y que en este caso se reduce a constante. Obsérvese que la ecuación

(5.68) coincide con la ecuación (5.14) que se obtuvo en la Sección 5.2.2.


Flujos de gases ideales

Si pueden suponerse despreciables los efectos de radiación térmica y reacciones químicas, y teniendo en
cuenta que en un fluido ideal no existen efectos de conducción de calor ni de disipación viscosa, la
ecuación (3.70) se reduce a la condición

(5.69)

Es decir, cada partícula fluida conserva su entropía. Si todas las partículas proceden de una región del
flujo en la que la entropía es uniforme, o tienen inicialmente la misma entropía, será uniforme y

constante en el tiempo en todo el campo fluido.5.17 Existirá, por tanto, la relación de barotropía de la
ecuación (5.32), y la ecuación (5.64) podrá escribirse de la forma siguiente:

(5.70)

Si el flujo es estacionario y pueden despreciarse las fuerzas másicas (lo cual suele ser aceptable dada la
baja densidad de los gases), se deduce

(5.71)

A modo de resumen, de lo anterior se deduce que en un flujo estacionario y barotrópico de un fluido ideal,
cuando las fuerzas másicas derivan de un potencial, se satisface

(5.72)

Cuando el flujo es además irrotacional, la constante en la ecuación (5.72) es la misma en todo el campo
fluido.
Condiciones suficientes de irrotacionalidad

En la Sección 2.5 se dedujo que, cuando la aceleración deriva de un potencial y el flujo es inicialmente
irrotacional, éste seguirá siéndolo en todo instante. Resulta, por tanto, interesante conocer en qué
condiciones la aceleración deriva de un potencial.5.18 De la ecuación (3.23), que puede escribirse como
sigue:

(5.73)

si el segundo término del segundo miembro es nulo (lo cual ocurre cuando el fluido es ideal) y las fuerzas
másicas derivan de un potencial , se deduce

(5.74)

Obsérvese que derivará de un potencial si puede expresarse como el gradiente de una

función escalar, es decir, si el flujo es barotrópico, tal como se demostró en la Sección 5.3.1. En resumen,
un flujo barotrópico e irrotacional de un fluido ideal, cuando las fuerzas másicas derivan de un potencial,
permanecerá irrotacional en todo instante.
Aproximaciones basadas en consideraciones
sobre la dinámica del problema

Subsecciones

Fluidos en reposo
Flujos estacionarios
Flujos con efectos de viscosidad dominantes
Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re

Flujos a altos números de Reynolds


Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos turbulentos
Modelos de turbulencia
Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl
Modelo

Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared


Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos

Aproximación de capa límite


Aproximaciones en flujos compresibles
Flujo ideal
Flujo viscoso

Aproximación de Boussinesq

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Madrid
Fluidos en reposo
Un fluido está en reposo cuando es posible encontrar un sistema de referencia, inercial o no, respecto del
cual la velocidad es nula en todo el campo fluido. A partir de cualquiera de las expresiones de la ecuación
de conservación de la cantidad de movimiento de la Sección 3.3.2, introduciendo la condición , se

obtiene

(5.75)

Las fuerzas másicas se equilibran únicamente con las fuerzas debidas a la presión.

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Flujos estacionarios
Este tipo de restricción, que quizás podría haberse introducido en la categoría de la Sección 5.2, consiste
en eliminar de las ecuaciones las derivadas parciales con respecto al tiempo. Ya se comentó brevemente
en el capítulo de análisis dimensional que en ocasiones, aun cuando las condiciones de contorno no sean
estrictamente estacionarias, puede utilizarse la aproximación de flujo quasi-estacionario.

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Flujos con efectos de viscosidad dominantes
La presencia del término convectivo, no lineal, , en la ecuación de conservación de la cantidad

de movimiento introduce una gran dificultad en la resolución de las ecuaciones de conservación. En


algunos problemas de interés dicho término es pequeño, y si el flujo es además estacionario, o en todo
caso es también suficientemente pequeño, puede ser aceptable la aproximación que supone

despreciar el término de inercia que aparece en el primer miembro de la ecuación de conservación de la


cantidad de movimiento frente a los términos debidos a la presión y a las fuerzas debidas a la viscosidad.
En lo que sigue supondremos además que el fluido es incompresible y de viscosidad uniforme. La
ecuación (5.39),

(5.76)

queda por tanto de la forma siguiente:

(5.77)

donde, tal como se ha hecho en alguna ocasión anterior, se ha supuesto que las fuerzas másicas derivan de
un potencial y se ha redefinido como presión reducida (véase la ecuación (5.42)). La ecuación de

conservación de la masa es obviamente

(5.78)

La aproximación introducida en la ecuación (5.77) al despreciar las fuerzas de inercia frente a las debidas
a la viscosidad puede ser aceptable si el número de Reynolds es suficientemente pequeño:5.19

Re (5.79)

Si en las condiciones de contorno que especifican la causa que genera el movimiento del fluido sólo
interviene , el problema se reduce a resolver las ecuaciones

(5.80)
La segunda igualdad en la ecuación (5.80) se obtiene tomando el rotacional de la ecuación
(5.77).5.20Obsérvese que la distribución de no dependerá de . La distribución de presión puede

obtenerse a partir de la ecuación (5.77).

Si las condiciones de contorno que especifican la causa que genera el movimiento del fluido se imponen
sólo sobre , el problema se reduce a resolver la ecuación

(5.81)

(que se deduce tomando la divergencia en la ecuación (5.77)). Obsérvese que la distribución de no

dependerá de . La distribución de velocidad se deduce a partir de la ecuación (5.77), teniendo en

cuenta la ecuación (5.78).

Debe tenerse en cuenta que el término puede ser despreciable en la ecuación (5.76) no

solamente cuando Re . Por ejemplo, en un flujo de un fluido de densidad y viscosidad que

circula con velocidad media a través de un conducto de longitud y sección de paso de tamaño ,

es fácil demostrar5.21 que el término convectivo es despreciable si se satisface la condición

Re (5.82)

Obsérvese que esta condición puede satisfacerse aun siendo Re de orden unidad, o incluso muy
superior,5.22 si es suficientemente pequeño frente a . Es decir, la unidireccionalidad del flujo,
favorecida con valores pequeños de la relación , contribuye a que se satisfagan las condiciones

necesarias para que los efectos de viscosidad sean dominantes. Se hará referencia a continuación a
algunos ejemplos sencillos de flujos estacionarios y laminares de fluidos incompresibles, con efectos de
viscosidad dominantes. Los dos primeros, flujos de Couette y de Hagen-Poiseuille, son flujos
unidireccionales (se supondrá que según la dirección de la coordenada ). En estos flujos, el gradiente de

presión reducida no tiene componentes en dirección transversal al flujo y la componente en la dirección


del flujo, si existe, es constante, de forma que la presión reducida varía linealmente con .5.23

Subsecciones

Flujo de Couette
Flujo de Hagen-Poiseuille
Flujo alrededor de cuerpos con Re
Flujo de Couette

Se trata del flujo bidimensional entre dos placas planas, paralelas e infinitas, separadas una distancia .

Una de las placas está en reposo, y la otra es la que induce el flujo al moverse en la dirección de ,

paralelamente a sí misma, con una velocidad , no existiendo gradiente de presión reducida. Se tomará

el eje en la dirección perpendicular a las placas, con origen en la placa fija. En este caso, la ecuación

(5.77) se reduce a

(5.83)

que debe resolverse con las condiciones de contorno

obteniéndose la solución

(5.84)

en la que, de acuerdo con lo dicho anteriormente, no interviene la viscosidad. Es inmediato deducir que el
módulo de las fuerzas por unidad de área que el fluido ejerce sobre las placas, iguales en módulo y de
signo opuesto, es .
Flujo de Hagen-Poiseuille

En el caso bidimensional, el fluido circula entre dos placas planas, fijas, paralelas e infinitas, separadas
una distancia . El flujo se induce debido a la existencia de una diferencia de presión reducida, ,

entre dos secciones de la tubería separadas una distancia (la presión reducida obviamente disminuye en
la dirección del flujo; se tomará positivo). El eje tiene la dirección perpendicular a las placas y el

origen en una de ellas. En este caso, la ecuación (5.77) se reduce a

(5.85)

que debe resolverse con las condiciones de contorno

obteniéndose la solución

(5.86)

Cuando el conducto es de sección circular, en lugar de bidimensional, la ecuación (5.77) se reduce a

(5.87)

donde es la coordenada radial, que debe resolverse con la condición en , siendo el

radio del conducto, obteniéndose,

(5.88)
Flujo alrededor de cuerpos con Re

Para analizar flujos estacionarios de fluidos incompresibles alrededor de cuerpos a bajos números de
Reynolds pueden en principio utilizarse las ecuaciones (5.77) y (5.78). Sin embargo, en el flujo alrededor
de una esfera, por ejemplo, la solución de Stokes que se obtiene de dichas ecuaciones no es válida a
grandes distancias del cuerpo. Esto es debido a que en dichas zonas el término convectivo no es
despreciable frente al viscoso. Para resolver esta dificultad Oseen introdujo una aproximación basada en
retener una forma linealizada del término convectivo.5.24 Por otra parte, para el caso del flujo a bajos
números de Reynolds alrededor de un cilindro circular de longitud infinita, no existe solución de las
ecuaciones simplificadas que satisfaga simultáneamente las condiciones de contorno en la superficie del
cilindro y en el infinito, lo que da lugar a un problema de contorno singular.

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Flujos a altos números de Reynolds
Mediante una estimación de órdenes de magnitud en las ecuaciones de conservación, pueden establecerse
las condiciones bajo las cuales, en principio, podría ser aceptable la hipótesis de flujo ideal utilizada en la
Sección 5.3.4 (véase, por ejemplo, Crespo (1997)). En el movimiento estacionario de un fluido
incompresible alrededor de un cuerpo de tamaño considerado en la Sección 5.4.3,5.25 la condición que
en principio debe satisfacerse para que pueda despreciarse el término viscoso en la ecuación de
conservación de la cantidad de movimiento es opuesta a la de la ecuación (5.79):

Re (5.89)

y en el caso de flujos unidireccionales en conductos, la condición será en este caso opuesta a la de la


ecuación (5.82), es decir,

Re (5.90)

Sin embargo, es muy importante destacar que la hipótesis de fluido ideal no permite en muchos casos
analizar adecuadamente flujos con elevados números de Reynolds. En particular, por ejemplo, no permite
describir el flujo a altos números de Reynolds en la parte posterior de cuerpos romos. En este caso, el flujo
hipotético de un fluido ideal (sin viscosidad) sería totalmente diferente del flujo de un fluido de viscosidad
muy pequeña, no pudiendo ser contemplado el flujo de este fluido real de pequeña viscosidad para altos
números de Reynolds como una forma ligeramente perturbada del flujo de un fluido ideal.

La razón de esto está relacionada con el diferente comportamiento de fluidos reales e ideales en la
proximidad de una superficie sólida. Por ejemplo, en el caso del flujo alrededor de un cuerpo fuselado en
reposo, situado paralelamente a la dirección del flujo, con condiciones para las que en principio resulta
adecuada la hipótesis de flujo ideal, existirá una zona muy delgada, denominada capa límite, adyacente a
la superficie del cuerpo, en la que el fluido pasa de tener la velocidad que proporcionaría la teoría ideal en
el exterior de la capa límite a una velocidad nula en la superficie del cuerpo. Para que tenga lugar este
ajuste en el flujo y se satisfaga la condición de no deslizamiento, es obviamente necesario que existan
efectos viscosos dentro de la capa límite que tiendan a frenar el fluido en las proximidades de la pared.
Cuanto menor sea la viscosidad del fluido, tanto menor será el espesor de la capa límite y tanto mayores
serán los gradientes de velocidad a través de ella. Es posible entonces tratar el flujo en la capa límite
mediante las ecuaciones aproximadas apropiadas (Sección 5.4.6), y suponer que el flujo es ideal en el
exterior de la capa límite.

Dado que una gran parte de los fluidos presentes en la naturaleza y de los que tienen interés por sus
aplicaciones tecnológicas poseen coeficientes de transporte pequeños, la hipótesis de fluido ideal y la
teoría de la capa límite constituyen herramientas de extraordinaria utilidad en mecánica de fluidos.

El espesor de la capa límite aumenta aguas abajo al difundirse cada vez más lejos de la pared los efectos
debidos a la presencia de ésta. En la capa límite que existe en el flujo que circula por el interior de una
tubería, por ejemplo, si la longitud de la tubería es suficientemente grande5.26 el espesor de la capa límite
puede llegar a ser importante frente al diámetro de la tubería, y el flujo llegar a desarrollarse plenamente,
resultando los efectos de la viscosidad dominantes a pesar de que el número de Reynolds pueda ser
elevado (Sección 5.4.3).

Por otra parte, en determinadas circunstancias la capa límite puede separarse de la pared a la que está
adherida, dando lugar a que el flujo resultante alrededor del cuerpo de que se trate, aguas abajo del punto
de desprendimiento, a pesar de la baja viscosidad del fluido, resulte totalmente diferente del que predice la
teoría ideal. Este fenómeno de desprendimiento o separación de la capa límite ocurre, por ejemplo, en la
región de aguas abajo de cuerpos romos, en conductos de sección divergente, o en cuerpos fuselados
cuando se sitúan frente al flujo incidente con un ángulo de ataque suficientemente grande.

Tal como se indica en la Sección 5.4.5, en los flujos laminares, como consecuencia de inestabilidades que
aparecen cuando se alcanzan ciertos rangos de determinados números adimensionales relevantes en el
flujo, puede producirse la transición a la turbulencia, lo que da lugar a flujos turbulentos en los que existen
fluctuaciones temporales y espaciales rápidas de las magnitudes fluidas, incluso bajo condiciones de
contorno estacionarias. Se comentará también en la mencionada sección que en dichos flujos el
movimiento de agitación turbulenta da lugar a una intensificación muy importante de los procesos de
mezcla, que podría interpretarse como el resultado una modificación aparente de los coeficientes de
transporte.

En el caso del flujo, antes mencionado, de un fluido incompresible a través de un conducto con una
sección circular de diámetro , se puede garantizar que el flujo será laminar cuando el número de
Reynolds sea inferior a 2000. La transición a la turbulencia para números de Reynolds más elevados (el
valor del número de Reynolds de transición depende de las condiciones experimentales), da lugar a un
aumento muy importante de los procesos de mezcla, y en concreto se observa una mayor disminución de
presión a lo largo del conducto.

A pesar de que los fenómenos de transporte turbulento, que se tratarán con mayor detalle en la Sección
5.4.5, son mucho más importantes que los laminares, en muchos problemas prácticos también pueden ser
despreciados frente al transporte convectivo debido a la velocidad media del flujo, siendo posible
entonces hacer uso de la teoría de fluidos ideales. Sin embargo, también en este caso existirá una zona de
pequeño espesor en las proximidades de las paredes en la que no podrán despreciarse los efectos de la
turbulencia (capa límite turbulenta).

Muchos flujos en los que la turbulencia tiene efectos importantes suelen tener una cierta característica
común: las magnitudes fluidas varían más intensamente en dirección transversal a la dirección
predominante del flujo, en una zona de pequeño espesor, como ocurre en la capa límite. Ejemplos de estos
flujos son chorros, estelas, penachos, etc., para los que es posible introducir en las ecuaciones de
conservación la aproximación de capa límite o la aproximación de capa de cortadura delgada, similar
(aunque menos restrictiva) a la aproximación de capa límite que se describirá en la Sección 5.4.6. En
todos estos casos, a diferencia de lo que ocurre en flujos plenamente desarrollados en conductos, la
transición de flujo laminar a turbulento se produce cuando el número de Reynolds basado en el espesor de
la mencionada zona, que va creciendo aguas abajo, alcanza un cierto valor crítico.
Tratamiento estadístico de las ecuaciones en flujos turbulentos
Como implícitamente se ha indicado, la validez de las soluciones aproximadas que proporcionan las
diferentes formas simplificadas de las ecuaciones de conservación está restringida a una serie de
situaciones en las que determinados parámetros adimensionales varían dentro de un cierto rango. Sin
embargo, en principio debe existir formalmente al menos una solución exacta estacionaria de las
ecuaciones generales para cualquier tipo de problema en el que las condiciones de contorno sean
estacionarias. No obstante, esto no quiere decir que tal solución corresponda a un flujo que
necesariamente exista en la naturaleza, para lo cual la solución, además de satisfacer las ecuaciones, debe
ser estable. De hecho, en la naturaleza y en la mayoría de las aplicaciones tecnológicas predominan los
flujos turbulentos, en los que las magnitudes fluidas fluctúan de forma aparentemente aleatoria en el
espacio y en el tiempo, incluso bajo condiciones de contorno estacionarias, y que aparecen como
consecuencia de la inestabilidad (generalmente a altos números de Reynolds o de otros parámetros
relevantes) de flujos laminares. El determinar si un flujo laminar dado es o no inestable, y si da lugar, en
caso de que lo sea, a la aparición de otro flujo laminar estacionario (cuya unicidad no está garantizada) o a
la transición a la turbulencia, es objeto de estudio de la teoría de la estabilidad hidrodinámica. El
experimento de Reynolds es un ejemplo5.27 de transición a la turbulencia del flujo de Hagen-Poiseuille,
descrito en la Sección 5.4.3. Como ya se ha indicado, este tipo de flujos suele ser turbulento para números
de Reynolds por encima de 2000. Aunque en una etapa inicial del proceso de transición a la turbulencia
de la corriente laminar aparecen inestabilidades frente a pequeñas perturbaciones, una completa
descripción de todo el proceso requiere la consideración del desarrollo de perturbaciones de amplitud
finita, lo que representa una tarea muy complicada dado que ello conduce a problemas no lineales.

En flujos turbulentos completamente desarrollados, como ya se ha dicho, las propiedades varían con el
tiempo, en cada punto del campo fluido, de una forma aleatoria en apariencia, siendo las amplitudes de las
fluctuaciones, en general, comparables a los valores medios. El movimiento turbulento se caracteriza
además por ser tridimensional y presentar altos niveles de vorticidad fluctuante, y por la existencia de
multitud de escalas de longitud y tiempo, asociadas a torbellinos de distintos tamaños, en un rango
comprendido entre las escalas correspondientes al mecanismo generador de la turbulencia y las disipativas
(en las que la energía cinética de la turbulencia se transforma en energía térmica), lo que hace imposible
un enfoque determinista y una descripción detallada del movimiento, a pesar de que, obviamente, el
movimiento sigue estando descrito por las ecuaciones de Navier-Stokes.

Por ello suele recurrirse a la utilización de métodos estadísticos que proporcionen información acerca de
la variación de valores medios de las magnitudes fluidas o de correlaciones entre fluctuaciones de éstas.
La teoría estadística de la turbulencia tuvo su origen en el tratamiento de flujos turbulentos homogéneos e
isótropos, en los que las fluctuaciones de presión y velocidad son estadísticamente independientes de la
posición y de un cambio de orientación del sistema de referencia. En dichos métodos estadísticos, las
magnitudes fluidas son consideradas variables estocásticas cuyos valores instantáneos pueden
descomponerse en suma de un valor medio y un valor fluctuante:

(5.91)
definiéndose los valores medios mediante

d (5.92)

En realidad, las ecuaciones (5.91) y (5.92) son estrictamente válidas sólo cuando el flujo es estacionario.
En caso contrario, los valores medios también dependerían del tiempo. No obstante, si la escala de tiempo
asociada a las fluctuaciones turbulentas es mucho menor que la escala de tiempo característica en la que
varían las magnitudes medias, , el promediado de la ecuación (5.92) puede ser aceptable si se utiliza un

valor suficientemente grande de (que permita promediar las fluctuaciones de cualquier frecuencia),

que a la vez satisfaga la condición . Puede consultarse, por ejemplo, el texto de Wilcox (1994)

para un estudio detallado de modelos de turbulencia de tipo estadístico. Aquí nos limitaremos a introducir
la descomposición de la ecuación (5.91) en las ecuaciones de conservación, y a poner de manifiesto que el
promediado de dichas ecuaciones, utilizando la ecuación (5.92), da lugar a la aparición de correlaciones
de segundo orden entre magnitudes fluctuantes, procedentes de los términos convectivos de las
ecuaciones instantáneas, que pueden interpretarse como flujos turbulentos que se suman a los flujos
correspondientes al transporte laminar de las magnitudes fluidas medias, siendo generalmente los segundos
mucho menores que los primeros. En principio, las correlaciones de segundo orden entre magnitudes
fluctuantes podrían determinarse a partir de las correspondientes ecuaciones de transporte para dichas
correlaciones. Desafortunadamente, en estas ecuaciones de transporte, que pueden obtenerse mediante
manipulación de las ecuaciones instantáneas y posterior promediado, aparecen nuevas correlaciones
desconocidas entre magnitudes fluctuantes, de segundo y tercer orden. Esto constituye el denominado
problema del cierre: en las ecuaciones de transporte para correlaciones de un determinado orden
aparecen correlaciones de orden superior. La única forma de resolver esta dificultad consiste en la
introducción de modelos que permitan expresar las correlaciones desconocidas en un determinado nivel
de cierre en función de los valores medios de las magnitudes fluidas y de correlaciones de orden inferior.

En lo que sigue, consideraremos, para simplificar, flujos de fluidos incompresibles con propiedades
constantes, descritos por las ecuaciones (3.12), (3.38) y (5.44):5.28

(5.93)

(5.94)

(5.95)

Introduciendo la descomposición de la ecuación (5.91) en las ecuaciones anteriores y promediando, se


obtiene5.29
(5.96)

(5.97)

(5.98)

Obsérvese que la ecuación promediada de conservación de la masa se obtiene de la instantánea sin más
que sustituir la magnitud instantánea por la magnitud media . Con las ecuaciones de conservación

de la cantidad de movimiento y la energía no ocurre lo mismo; además de sustituir magnitudes


instantáneas por magnitudes medias, deben añadirse los términos y dentro de la

divergencia que aparece en los segundos miembros. Estos términos representan los ya mencionados flujos
turbulentos de los valores medios de la cantidad de movimiento y de la energía, respectivamente, que
proceden de los términos convectivos de las ecuaciones, y han sido agrupados en las ecuaciones (5.97) y
(5.98) con los flujos de magnitudes fluidas medias debidos a la difusión con coeficientes de transporte
laminar ( y ). La presencia de dichos términos en las ecuaciones se corresponde con la gran

intensificación de los procesos de mezcla que se produce cuando en un flujo laminar tiene lugar la
transición a flujo turbulento. En realidad, los flujos de difusión de las magnitudes medias con coeficientes
de transporte molecular ( y ) suelen ser despreciables frente a los flujos

turbulentos ( y , respectivamente).5.30 El tensor de segundo orden queda

definido por seis componentes, denominadas tensiones de Reynolds. El vector flujo turbulento de calor
tiene obviamente tres componentes.

Subsecciones

Modelos de turbulencia
Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl
Modelo

Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared


Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos
Modelos de turbulencia

Todos los modelos de cierre propuestos (desde los basados en los conceptos de longitud de mezcla de
Prandtl y viscosidad turbulenta de Boussinesq hasta los modelos de segundo orden) requieren la
introducción de hipótesis de cierre basadas en consideraciones de tipo semiempírico para determinar las
correlaciones y . Sólo mencionaremos dos tipos de modelos de cierre: uno muy sencillo,

basado en el concepto de longitud de mezcla de Prandtl, y el modelo , que ha sido hasta ahora,

con distintas variantes y junto con otros ``modelos de dos ecuaciones'', el más utilizado en CFD.

Subsecciones

Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl


Modelo

© 2000, 2001, Julio Hernández Rodríguez, ETSII, Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Madrid
Modelo basado en la longitud de mezcla de Prandtl

Es un modelo que utiliza simplemente ecuaciones algebraicas para relacionar las tensiones de Reynolds y
los flujos turbulentos de calor con valores medios de las magnitudes fluidas,5.31 y está basado en una
interpretación del movimiento de agitación turbulenta en la que se establece una analogía con el
movimiento de agitación molecular. En los textos de Crespo (1997) y Wilcox (1994), por ejemplo, puede
encontrarse una descripción detallada de este modelo y de otras variantes de modelos algebraicos. El
modelo tiene mayor interés en flujos quasi-unidireccionales, en los que existe una dirección predominante
del flujo y la variación de las magnitudes fluidas medias tiene lugar principalmente en dirección
transversal. Supondremos en lo que sigue que el movimiento medio es plano, de forma que

, y que cualquier magnitud fluida media es sólo función de ( ). El modelo utiliza la

siguiente expresión para la correlación entre los valores fluctuantes de la magnitud escalar y de la
componente de la velocidad según :5.32

(5.99)

donde es una difusividad turbulenta de , que se expresa de la forma siguiente:

(5.100)

siendo la longitud de mezcla de Prandtl, que es un parámetro que varía en cada problema. Aunque la

determinación de un valor adecuado para constituye una dificultad importante, en muchos problemas

el análisis dimensional muestra que sólo depende de la geometría, lo que facilita hacer hipótesis sobre

su valor. Prandtl postuló que en flujos en las proximidades de una pared la longitud de mezcla es
proporcional a la distancia desde la superficie de la pared, lo cual es aceptable en una zona limitada de las
capas límite turbulentas. En flujos tales como chorros, estelas y capas de mezcla, la longitud de mezcla es
proporcional a la anchura de éstos. El problema reside en que la constante de proporcionalidad es
diferente en todos estos tipos de flujos, y debe conocerse para obtener una solución.
Modelo

En este modelo, como en otros similares,

(5.101)

(5.102)

donde es la denominada viscosidad cinemática turbulenta,5.33 es un número de Prandtl para la

difusión turbulenta de calor (que suele tomarse constante), y

(5.103)

es la energía cinética de la turbulencia por unidad de masa. La ecuación (5.101) fue propuesta por
Boussinesq por analogía con la expresión que relaciona las tensiones debidas a la viscosidad con las
velocidades de deformación, lo cual no tiene justificación física, dada la disparidad de los fenómenos
considerados.

En el modelo la viscosidad cinemática turbulenta se determina mediante la expresión

(5.104)

donde

(5.105)

es el ritmo de disipación de energía cinética de la turbulencia por unidad de masa y es una

constante.
Las magnitudes y se determinan mediante las correspondientes ecuaciones de conservación:

(5.106)

(5.107)

donde , , y son constantes. En cada una de estas dos ecuaciones, los términos primero,

segundo y tercero del segundo miembro representan, respectivamente, difusión, producción y disipación.

Los valores de las constantes que suelen utilizarse en el modelo son los siguientes: ,

, , , .

La utilización de las ecuaciones (5.106) y (5.107) implica que la viscosidad turbulenta es mucho mayor
que la viscosidad del fluido ( ), lo cual no es cierto cerca de una pared, donde la presencia de

ésta suprime las fluctuaciones turbulentas. Pero antes de hacer algunos comentarios sobre condiciones de
contorno en flujos turbulentos cuando se utilizan modelos como el , es necesario describir, aunque

sea muy brevemente, las características de los flujos turbulentos en las proximidades de una pared.
Flujos turbulentos en la proximidad de una pared. Ley de la pared

A elevados números de Reynolds, los flujos turbulentos tienden a ser macroscópicamente independientes
de la viscosidad (aunque no en las escalas más pequeñas). Sin embargo, los efectos viscosos afectan al
movimiento en la proximidad de una pared de forma muy importante. Considérese el flujo en un conducto
bidimensional de paredes lisas (sin rugosidad). Lejos de las paredes, en la mayor parte del conducto, la
tensión de Reynolds es mucho mayor que , mientras que en su proximidad estos dos

términos se hacen del mismo orden, tendiendo el primero a anularse en la pared debido a que la presencia
de ésta inhibe la fluctuaciones turbulentas. Es fácil demostrar5.34 que en una zona adyacente a la pared,
denominada subcapa viscosa, donde la tensión cortante puede suponerse uniforme e igual a la tensión en
la pared y las tensiones turbulentas son despreciables frente a las debidas a la viscosidad, la velocidad del
fluido crece linealmente con la distancia a la pared, , de acuerdo con la ley

(5.108)

siendo la denominada velocidad de fricción, que puede interpretarse como un valor

típico de la velocidad de agitación turbulenta, y la tensión cortante en la pared. Experimentalmente se

ha encontrado que esta distribución lineal de velocidad se mantiene hasta una distancia adimensional
desde la pared

(5.109)

que puede considerarse como límite de la subcapa viscosa.

Desde un valor aproximado de hasta un límite superior de que aumenta con el número

de Reynolds, existe una zona lo suficientemente próxima a la pared como para que se satisfaga

(5.110)

pero lo suficientemente alejada como para que las tensiones turbulentas dominen sobre las debidas a la
viscosidad, en la que

(5.111)
donde es una constante, de valor igual a 5, que se ha determinado experimentalmente. A esta zona se
la conoce como capa logarítmica o subcapa inercial. Obsérvese que las funciones de las ecuaciones
(5.108) y (5.111) no dependen de la forma del conducto, por lo que describen una ley universal del flujo
en las proximidades de superficies sólidas, denominada ley de la pared.

En la zona , en la que las tensiones de Reynolds y las debidas a la viscosidad son del

mismo orden, no se dispone de expresiones analíticas con fundamento teórico para la distribución de
velocidad, aunque existen fórmulas aproximadas basadas en resultados experimentales. Para zonas del
flujo más alejadas de la pared que la capa logarítmica, se satisface la denominada ley del defecto de
velocidad, que depende de la forma geométrica del conducto.

Cuando la pared tiene una rugosidad , la constante en la ecuación (5.111) dependerá de .

En lugar de dicha ecuación (5.111), puede utilizarse

(5.112)

donde es también función de .

Debido al comportamiento de los flujos turbulentos en las proximidades de una pared que se acaba de
describir, la aplicación de una condición de contorno de no deslizamiento en las paredes y la integración
de los modelos de cierre de dos ecuaciones a través de la subcapa viscosa proporciona resultados
insatisfactorios. Esto es debido a la incapacidad de estos modelos de predecir un valor aceptable de la
constante en la ley de la pared de la ecuación (5.111). Por ello se recurre generalmente a imponer
condiciones de contorno en las paredes para la velocidad, y mediante las denominadas funciones de

pared. Este procedimiento se basa en utilizar la ley de la pared para relacionar velocidad y tensión
cortante. Conocida la velocidad de fricción, pueden determinarse los valores de y en los puntos de la

malla de cálculo más próximos a la pared mediante

(5.113)

(5.114)

Uno de los inconvenientes de este procedimiento se debe a que las soluciones numéricas obtenidas son
generalmente sensibles a la posición del punto elegido para aplicar las funciones de pared con respecto a
la superficie de ésta.

Una alternativa a la utilización de funciones de pared consiste en la introducción de correcciones debidas


a la viscosidad en el modelo , que permitan su integración a través de la subcapa viscosa.
Otros métodos de cálculo de flujos turbulentos

La utilización de métodos numéricos para el cálculo de flujos turbulentos se ha visto especialmente


potenciada con la mejora de los medios informáticos de cálculo disponibles. Los métodos de tipo
estadístico suelen ser adecuados para el estudio de movimientos turbulentos de carácter suficientemente
isotrópico y homogéneo; sin embargo, se ha comprobado experimentalmente en distintos flujos con
cortadura, en régimen completamente turbulento, la existencia de estructuras coherentes que persisten y
evolucionan de una forma ``organizada''. En problemas con números de Reynolds relativamente bajos,
para los que precisamente las hipótesis utilizadas en modelos de tipo estadístico no suelen ser aceptables,
es posible recurrir a métodos de simulación directa, basados en la resolución numérica de las ecuaciones
instantáneas de Navier-Stokes, resolviendo todas las escalas del movimiento turbulento. Un procedimiento
alternativo consiste en simular explícitamente sólo el movimiento de los torbellinos de mayor tamaño, y
recurrir a modelos de tipo estadístico para tratar el movimiento en escalas pequeñas. La utilización de
estos dos métodos de simulación de la turbulencia como herramienta de diseño en ingeniería no suele ser
todavía económicamente rentable, aunque están apareciendo ya algunas aplicaciones de este tipo de
simulación en flujos con números de Reynolds relativamente altos. Sus aplicaciones más interesantes por
ahora están relacionadas con estudios sobre transición a la turbulencia, estructuras coherentes, evaluación
de modelos de turbulencia, y simulación de flujos a bajos números de Reynolds. Para el cálculo de flujos
turbulentos en aplicaciones en ingeniería los modelos numéricos más utilizados son los de tipo estadístico,
particularmente los basados en modelos de cierre de dos ecuaciones, y en mucha menor medida los de
segundo orden (que resuelven ecuaciones de transporte para las tensiones de Reynolds y los flujos
turbulentos de calor).
Aproximación de capa límite
Como ya se ha indicado anteriormente, la capa límite es una zona delgada junto a una pared en la que
están confinados los efectos viscosos en flujos con elevados números de Reynolds. En ella las fuerzas de
inercia y las debidas a la viscosidad son del mismo orden.

Cuando el número de Reynolds basado en el espesor de la capa límite y en la velocidad exterior supera un
cierto valor, la capa límite se hace inestable y se produce la transición a la turbulencia. El número de
Reynolds de transición depende del gradiente de presión reducida (la capa límite es más estable si el
gradiente de presión reducida es positivo y elevado); del nivel de turbulencia de la corriente exterior (un
nivel alto favorece la transición); de la rugosidad de la pared (una rugosidad elevada favorece la
transición), y de otros factores tales como la succión de la capa límite, fenómenos de transmisión de calor,
etc. En una placa plana lisa, con un nivel de turbulencia en el flujo exterior del 1%, la transición se
produce para un valor de Re ( es la velocidad de la corriente exterior y el

espesor de desplazamiento). La capa límite turbulenta se caracteriza por ser más gruesa y dar lugar a
tensiones cortantes mayores que la capa límite laminar.

Cuando la capa límite permanece adherida a la pared, es posible tratar el flujo utilizando ecuaciones
apropiadas para describir el movimiento en la capa límite y las ecuaciones de Euler en el exterior de ésta.

En esta sección se presentarán las ecuaciones simplificadas que permiten describir el flujo en la capa
límite, así como otros flujos en los que se satisfagan las condiciones de aplicabilidad que se indicarán en lo
que sigue. Las ecuaciones de conservación de partida serán las correspondientes a un flujo bidimensional,
estacionario y laminar, de un fluido incompresible con viscosidad constante (se supondrá que las fuerzas
másicas derivan de un potencial, y se utilizará la presión reducida, en lugar de la presión, como variable
dependiente):

(5.115)

(5.116)

(5.117)

La coordenada es perpendicular a la pared. Las ecuaciones para la capa límite turbulenta pueden
deducirse a partir de las ecuaciones (5.96) y (5.97) utilizando consideraciones análogas a las que se
presentan a continuación para la capa límite laminar.

En la capa límite la velocidad varía desde un valor nulo en la pared (en una pared en reposo) hasta un
cierto valor característico de un flujo ideal en el exterior de la capa límite. Si el espesor de la capa límite (a
lo largo del cual se produce dicha variación de velocidad) se supone muy pequeño frente a la longitud
característica paralela a la pared en la que la velocidad del fluido varía apreciablemente, mediante
estimación de órdenes de magnitud en las ecuaciones se deduce fácilmente que las ecuaciones (5.115) a
(5.117) pueden simplificarse y adoptar la siguiente forma aproximada (véase, por ejemplo, Liñán, 1967;
Crespo, 1997; Batchelor, 1967):

(5.118)

(5.119)

(5.120)

Obsérvese que en la ecuación (5.119) se ha despreciado el término de difusión en la dirección del flujo y
que la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento según ha quedado reducida a la

condición de la que las variaciones transversales de presión reducida son nulas. La presión es la

presión reducida en el exterior de la capa límite, que en principio puede determinarse a partir de la
solución del problema de flujo ideal en el exterior de la capa límite. La ecuación de Bernoulli en el flujo
exterior es

constante (5.121)

siendo la componente de la velocidad en el exterior de la capa límite, o la velocidad de

deslizamiento de un fluido ideal sobre la pared. Derivando la ecuación (5.121), resulta

(5.122)

Como consecuencia de la eliminación del término , el carácter mixto elíptico/hiperbólico de

las ecuaciones (5.115) a (5.117) pasa a ser parabólico/hiperbólico en las ecuaciones (5.118) a (5.120) de
la capa límite, jugando en éstas la coordenada el papel que desempeña el tiempo en problemas no
estacionarios, lo que permite obtener la solución siguiendo un procedimiento de avance según la
coordenada , tal como se explicará en la Sección 6.1. Por tanto, será necesario imponer una condición

inicial

(5.123)

y condiciones de contorno,

(5.124)

siendo el espesor de la capa límite.

Como ya se ha indicado, el flujo no puede describirse mediante la aproximación de capa límite cuando se
produce el fenómeno de desprendimiento, que se favorece tanto más cuanto mayor sea el gradiente de
presión adversa en el flujo (aumento de presión en la dirección del flujo, lo que se da, por ejemplo, en la
parte de aguas abajo de flujos alrededor de cuerpos romos o en conductos de sección divergente). El
punto de desprendimiento en capas límite laminares depende de la geometría de las paredes, y no de la
viscosidad (es decir, no depende del número de Reynolds). Sin embargo, al producirse la transición de
capa límite laminar a turbulenta el punto de desprendimiento se retrasa hacia zonas situadas más aguas
abajo en el flujo.

Existen otros tipos de aproximaciones (aproximación de capa de cortadura delgada (``TSL''), y la que
conduce a ecuaciones de Navier-Stokes ``parabolizadas''), relacionadas con la aproximación de capa
límite aunque menos restrictivas que ésta, cuya descripción puede consultarse, por ejemplo, en el texto de
Hirsch (1988).
Aproximaciones en flujos compresibles
A partir de la ecuación de estado , se puede escribir

(5.125)

y teniendo en cuenta la definición de velocidad del sonido

(5.126)

de la ecuación (5.125), adimensionalizando con el tiempo característico de convección, , y la

densidad, se obtiene

(5.127)

Con ayuda de la ecuación (5.127) es posible analizar con detalle las causas que pueden dar lugar a que las
variaciones relativas de densidad en un flujo sean relevantes, aunque en lo que sigue sólo se hará una
discusión muy breve. De la ecuación (3.70) se deduce que la contribución del último término de la
ecuación (5.127) se debe a fuentes externas de calor y a irreversibilidades asociadas a la disipación
viscosa y a la conducción de calor, siendo la debida a estas últimas generalmente despreciable en la
práctica. En cuanto al primer término del segundo miembro, puede estimarse a partir de la ecuación de
Euler-Bernoulli, deduciéndose que las variaciones de densidad pueden despreciarse si el tamaño típico del
problema es tal que (condición que no se da en meteorología y sí en aplicaciones

técnicas); si el tiempo asociado a posibles efectos no estacionarios, , es tal que (esta

condición no se satisface en acústica), y si . En flujos estacionarios, en lo que se

refiere al término primero del segundo miembro de la ecuación (5.127), esta última condición es la única
que debe tenerse en cuenta en aplicaciones prácticas.

A continuación se hará referencia muy brevemente a las posibles aproximaciones que en general pueden
utilizarse para describir flujos con efectos de compresibilidad apreciables.
Subsecciones

Flujo ideal
Flujo viscoso
Flujo ideal

Los flujos compresibles de fluidos con viscosidad y conductividad térmica despreciables se describen
mediante las ecuaciones (5.55), (5.56) y (5.57) de Euler. Si además el flujo es estacionario,
homentrópico5.35 e irrotacional, y las fuerzas másicas son despreciables, se satisface la ecuación (5.71) y
la constante es la misma para todas las líneas de corriente,

constante (5.128)

Al ser el flujo irrotacional, es posible definir un potencial de velocidad, de forma que

(5.129)

De las ecuaciones (5.36) y (5.126) se deduce

d d (5.130)

e introduciendo esta expresión en la ecuación (5.55) de conservación de la masa, teniendo en cuenta la


ecuación (5.129) (que además permite expresar ), y que el flujo se está suponiendo

estacionario, se obtiene

(5.131)

Haciendo uso de la ecuación (5.128), la ecuación (5.131) puede expresarse finalmente de la siguiente
forma:

(5.132)

o bien, en notación de subíndices,


(5.133)

Para un gas caloríficamente perfecto, para el que la velocidad del sonido definida en la ecuación (5.126)
resulta

(5.134)

y , a partir de la ecuación (5.128) se deduce la siguiente relación entre el módulo del vector

velocidad y :

(5.135)

y teniendo en cuenta la ecuación (5.129),

(5.136)

donde es la velocidad del sonido en condiciones de remanso.5.36Introduciendo la ecuación (5.136) en

la ecuación (5.133), se obtiene una ecuación que permite determinar . Dicha ecuación, junto con las

ecuaciones (5.129) y (5.136),5.37 permiten describir flujos estacionarios subsónicos ( ),


transónicos ( ) o supersónicos ( ), cuando son aceptables las aproximaciones
introducidas. En lugar de la ecuación que resulta de introducir la ecuación (5.136) en la ecuación (5.133),
que es altamente no lineal, suele resolverse en realidad el sistema formado por la ecuación que resulta de
sustituir por en la ecuación (5.133),

(5.137)

junto con las ecuaciones (5.129) y (5.135).

Para cuerpos aerodinámicos delgados dispuestos paralelamente a un flujo incidente de velocidad


uniforme, las ecuaciones (5.133) y (5.135) pueden linealizarse si se supone que el cuerpo sólo introduce
pequeñas perturbaciones en la velocidad del flujo incidente,5.38lo que da lugar a una forma más simple de
la ecuación (5.137), que en los casos de flujos subsónicos o supersónicos puede quedar reducida a la
ecuación lineal5.39

(5.138)

que, como se observa, es muy parecida a la ecuación de Laplace (5.9) que describe los flujos potenciales
de fluidos incompresibles.

En algunos problemas en los que existen zonas de flujo supersónico (la velocidad del fluido es superior a
la velocidad local del sonido), pueden aparecer superficies de discontinuidad a través de las cuales se
producen saltos de magnitudes fluidas, denominadas ondas de choque, que introducen una dificultad
adicional en el procedimiento numérico de resolución. Las ondas de choque pueden ser móviles (como las
que se producen en explosiones) o estacionarias (como las que pueden aparecer en el flujo estacionario a
través de toberas convergentes-divergentes); normales (la onda de choque es normal al flujo a través de
ella) u oblicuas; fuertes (el flujo incidente relativo a la onda es supersónico y, el flujo detrás de ella es
siempre subsónico) o débiles (en ondas oblicuas, aunque la componente de la velocidad normal a la onda,
detrás de ésta, corresponde a un flujo subsónico, el flujo puede resultar supersónico debido a la
componente tangencial). En una onda de choque, los efectos de la viscosidad y la conductividad térmica
dan lugar a fenómenos disipativos que producen un aumento de entropía a través de la onda. Lo que
ocurre es que las ecuaciones de Euler no permiten en ciertos casos, definidos por condiciones de contorno
determinadas, proporcionar una solución isentrópica en todo el campo fluido. Sin embargo, si las
condiciones de aplicabilidad de la teoría ideal se cumplen, el tamaño de la onda de choque, en la que
existirán elevados gradientes de las magnitudes fluidas y los fenómenos de transporte no pueden
despreciarse, será muy pequeño en comparación con la longitud característica del problema. De hecho, las
ondas de choque son tratadas generalmente como superficies de discontinuidad. Las condiciones de salto
través de ellas, denominadas condiciones de Rankine-Hugoniot, se determinan aplicando las ecuaciones
de conservación de la masa, de la cantidad de movimiento y de la energía, teniendo en cuenta que la
entropía del fluido debe aumentar al atravesar la onda de choque.5.40 Las siguientes relaciones determinan
el salto de propiedades a través de una onda de choque normal para un gas perfecto:5.41

(5.139)

(5.140)

(5.141)

(5.142)
La disminución de la presión de remanso a través de una onda de choque normal viene dada por

(5.143)

La entalpía de remanso se conserva a través de la onda de choque. Obsérvese que la intensidad de la onda
de choque aumenta con .

En flujos en los que no existen ondas de choque (o éstas son débiles) es mucho más eficiente resolver el
sistema formado por las ecuaciones (5.133), (5.129) y (5.136) que las ecuaciones (5.55), (5.56) y (5.57)
para las variables primitivas ( ) (Fletcher, 1991). Las ecuaciones (5.129), (5.133) y (5.136)

suelen aplicarse en la resolución numérica de flujos alrededor de perfiles aerodinámicos con ángulos de
ataque pequeños, para los que no exista separación de la capa límite.

En flujos supersónicos con ondas de choque, es posible utilizar las ecuaciones (5.139) a (5.143) para
calcular la variación de las magnitudes fluidas a través de las ondas, en combinación con esquemas
numéricos adecuados para flujos sin ondas de choque. Sin embargo, cuando no se conoce a priori la
localización de las ondas de choque, este enfoque resulta poco efectivo. Es preferible obtener soluciones
que satisfagan la denominada formulación débil de las ecuaciones de conservación (que se tratará en
capítulos posteriores), ya que dichas soluciones satisfacen también las condiciones de salto de Rankine-
Hugoniot, prediciendo adecuadamente, por tanto, la intensidad y localización de las ondas de choque.
Flujo viscoso

En flujos compresibles, los efectos viscosos pueden también frecuentemente quedar confinados en capas
límite, para las que cabe introducir la aproximación descrita en la Sección 5.4.6. En este caso, en la
ecuación de conservación de la masa se deben retener los términos de variación de densidad, y debe
plantearse también la ecuación de conservación de la energía y considerar la existencia de una capa límite
térmica. La densidad es ahora una función de la posición, y los coeficientes de transporte suelen ser
función de la temperatura. Cuando la capa límite es turbulenta, en las ecuaciones promediadas aparecen
términos asociados a fluctuaciones de densidad y temperatura, existiendo las versiones correspondientes
de distintos modelos de turbulencia.

Cuando existen en el flujo zonas extensas de flujo afectado por el desprendimiento de la capa límite,
deben resolverse en principio las ecuaciones de conservación completas, con algunas simplificaciones
como puede ser la de despreciar las fuerzas másicas.

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Madrid
Aproximación de Boussinesq
En esta sección se describirá una aproximación que suele utilizarse en flujos inducidos por convección
natural5.42 para tratar las variaciones de densidad debidas a variaciones de temperatura de una forma
simplificada. Los efectos de compresibilidad no se deben, en este caso, a que existan altas velocidades en
el flujo, sino a gradientes de temperatura generalmente causados por calentamiento del fluido a través de
superficies sólidas con las que está en contacto.

En flujos inducidos por convección natural (en los que el movimiento del fluido es originado por efectos
de flotación debidos a diferencias de densidad en el seno del fluido, a su vez producidas por variaciones
de temperatura), es frecuente hacer una aproximación que consiste en suponer constante la densidad del
fluido excepto en el término gravitatorio de la ecuación de conservación de la cantidad de movimiento. En
dicho término, la densidad se supone que varía de acuerdo con la expresión siguiente:

(5.144)

donde es el coeficiente de expansión térmica,

(5.145)

y es la densidad a una temperatura de referencia . En gases perfectos, .

Haciendo en la ecuación (5.39),

(5.146)

y restando a esta ecuación la ecuación que describe la variación de la presión hidrostática con la altura en
un fluido con la densidad de referencia ,

(5.147)

resulta
(5.148)

y sustituyendo en esta ecuación la ecuación (5.144),

(5.149)

Obsérvese que al resolver esta ecuación junto con las de conservación de la masa y de la energía interna,
se obtendrá la solución para , y la diferencia de presiones .

Esta aproximación supone una linealización de la dependencia de la densidad con la temperatura,5.43por


lo que es aceptable para variaciones de temperatura no excesivamente grandes.
Bibliografía (téngase en cuenta que esta lista bibliográfica correspondía a un texto más completo
sobre la aplicación del método de los elementos finitos en mecánica de fluidos)

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Madrid
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