Capítulo 6
ALGUNOS PROBLEMAS METAFÍSICOS
Distinción entre metafísica (lo que es) y epistemología (nuestro conocimiento de lo que es), relaciones y
aclaraciones respecto de las diversas maneras de acceso a “lo general”.
Ciencia / metafísica. Hechos empíricos / cuestiones fácticas no empíricas establecidas a través del ejercicio
del entendimiento.
SUBSTANCIA Y UNIVERSALES
El problema de la substancia. El mundo contiene muchas substancias (cosas) de muchas clases diferentes,
pero los constituyentes de estas diversas clases son relativamente pocos: hay aproximadamente un
centenar de substancias últimas o elementos a partir de las cuales se componen las demás. Las substancias
sufren cambios. El cambio transforma la substancia, el evento no. El cambio supone que una cosa persiste,
el evento no.
Cada substancia tiene características diferentes. Se pueden quitar algunas de estas características, sin
embargo seguirá permaneciendo la substancia. Pero, ¿qué sucede cuando quitamos todas las propiedades?
¿Persiste un algo? ¿La substancia soporta las propiedades y las hace existir o es que más bien llamamos
substancia al conjunto de propiedades que se diluye cuando éstas desaparecen? ¿La substancia es un
complejo de propiedades o las propiedades presuponen para su existencia una substancia? Este sin dudas
es un problema metafísico, insoluble por medios empíricos, y depende de establecer cuáles son las últimas
categorías que componen la realidad.
Teorías nominalistas.
El nominalismo extremo es la posición según la cual sólo los particulares existen, y todo lo que una clase de
cosas tienen en común es el nombre que le damos. Un universal es sólo un nombre y lo que nombra es
sólo un particular o una colección de particulares.
Tal nominalismo está descartado por las siguientes razones:
1) Cuando decimos “azul” a diferentes cosas no estamos hablando de las cosas en sí mismas sino
acerca de cierta propiedad de las cosas que no es idéntica con la cosa misma (el traje azul no es
idéntico al azul). Hay que distinguir entre las cosas y sus propiedades.
2) No es cierto que todo lo que los diferentes perros tienen en común es el nombre “perro”, sino que
tienen “propiedades” en común, aquellas propiedades que hacemos definitorias de la clase. Estas
propiedades existen en realidad, no sólo en nuestras mentes.
NO PODEMOS DESHACERNOS DE LAS PROPIEDADES SUSTITUYÉNDOLAS POR NOMBRES.
Imagenismo. Otros nominalismos remplazan el nombre por la imagen diciendo que hay muchos
particulares pero en nuestra mente existen los universales a través de imágenes. Pero con este ejemplo
volvemos a lo mismo. Se necesita conceptualizar la imagen, y cuando la conceptualizamos ya estamos
hablado de las propiedades comunes. El nominalismo que dice que sólo hay imágenes, está equivocado,
hay más que imágenes en nuestra mente cuando usamos las palabras: hay conceptos.
Conceptualismo. Representado por Locke. Un universal no sería un nombre, ni una imagen, sino un
concepto. En la realidad sólo habría particulares, pero en nuestra mente hay conceptos. Las palabras
generales son nombres de conceptos, pero éstos se dan en nuestras mentes y no en la naturaleza, en ella
hay sólo particulares. ¿Pero de qué son conceptos los conceptos? Pues de las propiedades comunes.
Volvemos a las propiedades realmente existentes. Sin propiedades comunes no hay conceptos posibles.
La teoría de la similitud o parecido. ¿Tendremos que volver a Aristóteles y admitir que su posición es la
correcta, que no hay universales aparte de los particulares, que los universales son propiedades comunes
y que estas propiedades comunes existen en realidad? Podemos aceptar estas tres proposiciones, pero
debemos dudar respecto de que las propiedades se encuentren de manera idéntica en cada una de las
cosas. Podemos decir en todo caso que en la realidad sólo hay entes similares: innumerables particulares
tienen propiedades en común pero no en el sentido de idénticamente presentes, sino en el de ciertas
similitudes discernibles que les permiten estar incluidas en el mismo concepto. Tenemos entonces el
concepto de la azules, aunque las cosas azules no son idénticamente azules. Todas las cosas azules son
similares entre sí en el color, lo que las hace azules es justamente que son similares, no hay un universal
idénticamente presente en todas ellas.
¿Pero es el parecido un universal? Es un universal relacional, pero universal al fin. Aunque todos los
particulares no comparten una propiedad que esté idénticamente presente en todos ellos, comparten otra
propiedad, el parecido.
“Podemos clasificar las cosas, no sobre la base de una propiedad tal, sino sobre la base de una o de un cierto
número de similitudes que estas cosas tienen entre sí. La azulez es un universal, en el sentido de que varias
cosas son suficientemente similares entre sí como para ser llamadas “azules”: y la similitud también es un
universal, en el sentido de que diversas cosas son similares entre sí de diversas formas”.
“En la realidad hay cosas particulares y sus propiedades (en este sentido podemos hablar de universales),
pero cuando hablamos de cosas diferentes que poseen una propiedad común, no tenemos por qué implicar
con ello que haya una propiedad idénticamente presente en todas las cosas a las cuales implicamos la misma
palabra. Más bien hay suficientes similitudes entre ellas como para darnos el derecho a usar una misma
palabra para describirlas. Estas similitudes están realmente “ahí afuera”, no son producto de nuestras
mentes”.
MATERIA Y VIDA
Entre la vastedad de objetos inorgánicos que pueblan el universo hay unos notoriamente diferentes: los
organismos vivientes. Los distinguen los siguientes aspectos: 1) la materia de que están compuestos está
constantemente cambiando; se asimila nueva materia y se expele la vieja persistiendo la forma del
organismo hasta que éste muere perdiendo su forma característica; 2) La forma cambia hasta que alcanza
su madurez, un organismo crece; 3) un organismo se reproduce, produciendo otros organismos de la misma
clase o especie que él; 4) y los animales desarrollan diversos grados de actividades de impresión-reacción,
responden a estímulos de diferentes maneras aprehendiendo de la experiencia.
Quizá el rasgo más notable de la conducta de los seres vivos es la CONDUCTA TELEOLÓGICA o finalista, la
conducta parece estar orientada a algún fin, animada por algún propósito. Los seres vivos se comportan de
manera de mantenerse vivos y, si no es posible, de mantener vivos a sus descendientes para la
perpetuación de la especie. Los organismos se comportan como si tuviesen el propósito consciente de
sobrevivir.
La pregunta filosófica aquí es ¿hay una fuerza vital especial, o élan vital, presente en los seres vivos, que
hace que su conducta sea diferente de la de los seres no vivos? ¿los seres vivientes son meras máquinas
complicadas? ¿hay en ellos un nivel superior de existencia más allá de lo físico y lo químico? ¿son reducibles
los fenómenos biológicos a la física y la químicas? Ante estas preguntas tenemos dos puntos de vista
distintos: el MECANICISMO y el VITALISMO. El mecanicismo destaca la continuidad y el parecido entre seres
vivientes y no vivientes; el vitalismo la discontinuidad y diferencia. Formas de la controversia:
1. La presencia de élan vital que no está presente en seres no vivos. No tiene sitio, pues ninguna
observación ha revelado su lugar ni se espera que lo haga. Es algo que no podrá ser descubierto
por el método científico empírico, pero que no obstante existe, y su existencia explica las notables
diferencias entre seres vivos y no vivos.
Este criterio no resiste el análisis científico.
Se puede responder: el élan es una realidad aunque no del tipo que el método científico permite
descubrir.
El científico puede aplicar entonces la navaja de Occam “No multiplicar las entidades sin
necesidad”. Si la vida es un misterio agregar el élam nos conduce a dos misterios.
Los vitalistas en este caso sólo parecieran agregar una palabra al misterio.
2. Emergencia. Los vitalistas afirmas que las características de los seres vivos son emergentes en tanto
que el mecanicismo lo niega. Dos elementos se combinan para formar algo con propiedades
notoriamente diferentes. Se pueden determinar las características del tercer elemento nuevo a
partir de las características de los elementos primarios. Si no podemos predecir esto estamos ante
elementos emergentes. En base a un conocimiento completo de los elementos previos podríamos
predecir las características emergentes de sus combinaciones, lo que NO es predictible sobre la
base de nuestro conocimiento de la física y la química es la CONDUCTA TELEOLÓGICA.
Entonces, si las proposiciones acerca de las totalidades no pueden ser deducidas de sus elementos
constituyentes, las propiedades del todo son emergentes; si pueden ser deducidas, estas
propiedades no son emergentes.
3. Reductibilidad. La controversia del emergente se convierte en la controversia acerca de la
reductibilidad. ¿Es reducible la biología a la física y la química? Si lo es, el mecanicismo es
verdadero, y si no, es verdadero el vitalismo. En verdad el problema está en que las ciencias no son
reductibles unas a otras. La irreductibilidad no es sólo peculiar a los organismos. Dentro de las
teorías físicas y química son posibles ciertos procesos de reductibilidad, la pregunta es si podrá en
un futuro reducirse la biología a la química y la física. No lo sabemos, pero es posible. La parte que
resiste a la reducción es nuevamente LA CONDUCTA TELEOLÓGICA.
MENTE Y CUERPO
A. ACONTECIMIENTOS MENTALES Y FÍSICOS
Materia – vida – mente. En sucesión histórica, la mente sigue a la vida. Lo mismo que la vida no aparece
en nuestro planeta hasta que la materia inorgánica no ha adoptado formas de gran complejidad, la
mente no surge hasta que la materia orgánica no ha alcanzado un grado de complejidad aún mayor,
incluyendo órganos sensoriales, nervios y cerebros.
Los seres vivos siguen siendo materiales aunque su materia sea orgánica. Sin embargo, aunque para
que se den las mentes se precisa de condiciones orgánicas, materiales, la mente misma no lo es. Aquí
tenemos un abismo más ancho entre la vida y la mente que entre la materia inorgánica y la vida.
Nuestra primera tarea será mostrar que existe lo mental en oposición a lo físico.
Acontecimientos mentales. Cuando alguien oye un sonido significa que algo exterior a su cuerpo
sucede, las ondas sonoras causas que las partículas de aire golpeen el tímpano y que por un complejo
sistema llegue a la parte del cerebro llamado centro auditivo. Si no hay estímulo, usted no oye nada.
Estos son acontecimientos físicos.
Llegados al cerebro se produce la sensación auditiva. Esto es “algo nuevo bajo el sol”. Es algo diferente
de las cosas que pasaron en el complejo proceso. Es un acontecimiento mental, es un percatarse, un
estado de conciencia.
Diferencias entre acontecimientos físicos y mentales:
1. Las cosas físicas, los sucesos y los procesos se localizan en el espacio. Los procesos sensoriales y
neuronales asociados a la sensación tienen lugar en el interior de la cabeza de una persona. Uno
podría observar la estimulación del centro auditivo, pero podríamos ver u oír la sensación. ¿dónde
está la sensación? LOS ACONTECIMIENTOS MENTALES NO SON ESPACIALES, LOS
ACONTECIMIENTOS FÍSICOS SON ESPACIALES. LOS ACONTECIMIENTOS MENTALES NO TIENEN POR
LO TANTO EXTENSIÓN.
2. Los objetos físicos, los sucesos y los procesos son PÚBLICAMENTE OBSERVABLES; pero los
acontecimientos mentales sólo pueden ser EXPERIMENTADOS POR UNA PERSONA. La experiencia
de verde es personal.
Nuestro conocimiento de otras mentes. El conocimiento de lo que sucede en otra mente ser realiza
siempre por inferencia. No puedo experimentar su dolor, sólo inferir que usted tiene dolor a partir de
la observación de su conducta o la escucha de sus palabras. A mi propio dolor lo siento directamente.
Hay una diferencia enorme entre mi dolor y el conocimiento de su dolor. Además, no puedo comprobar
lo acertado de mi inferencia acerca de la experiencia de otro. No hay modo de verificar la proposición.
Es más ¿qué motivos tendría yo para no inferir que usted es un computador muy sofisticado entrenado
para tener la sintomatología del dolor?
Observaciones:
1. Se podría decir que cuando hablo acerca de mi dolor estoy hablando acerca de mi dolor, pero
cuando hablo acerca de su dolor sólo estoy hablando acerca de su conducta.
2. Conocer que usted tiene un dolor no es lo mismo que experimentar su dolor. Pero puesto que no
puedo experimentar su dolor ¿cómo sé que usted lo sufre?
3. Tengo que ir más allá de su conducta. También tenemos indicios neurofisiológicos que mostrarían
si usted está haciendo teatro, pero ¿cómo sabemos que esos indicios se corresponden con la
sensación dolor? No por ser inferencial, el conocimiento deja de ser conocimiento. Se trataría, al
menos, de una creencia bien fundada. De lo contrario tendríamos que negar una uniformidad
obvia.
La falacia reduccionista. Tenemos entonces que los estados de conciencia, por muy interrelacionados que
puedan estar con los procesos cerebrales, no son lo mismo. Cuando dos cosas se dan justas existe una gran
tentación de intentar reducir el uno al otro. Esta es la falacia reduccionista: los pensamientos no son sino
impulsos electroquímicos, el dolor no es otra cosa que estímulo de las terminaciones nerviosas. DECIR QUE
LA CONCIENCIA ES POR COMPLETO DEPENDIENTE DE LA ACTIVIDAD CEREBRAL ES MUY DISTINTO DE DECIR
QUE LA CONCIENCIA ES LA ACTIVIDAD CEREBRAL. Formas de la falacia:
Materialismo. La palabra materialismo es usada a menudo para referirse a la tesis según la cual todo es
material y no hay nada mental. Todo es materia no hay mente. Qué significa esto: a) no hay mente, hay
estados mentales / entonces no sería materialista; b) no hay acontecimientos mentales / esto es absurdo;
c) hay pensamientos, sensaciones, etc. pero no son estados mentales, son hechos de la naturaleza. Pero
¿no hay sucesos suficientemente diferente a los físicos como para que merezcan otro nombre? Hay sucesos
que no se localizan en el espacio ni son públicos (características de lo físico). Llamar físicas a estas cosas
sería engañoso. Sin embargo COMUNMENTE SE USA LA PALABRA MATERIALISMO PARA NOMBRAR LA TESIS
DE QUE LA VIDA MENTAL ES DEPENDIENTE DE COSAS FÍSICAS Y NO EXISTIRÍA SIN ELLAS. O de que las
personas sólo se interesan por cosas materiales. No nos interesan esos usos.
Conductismo. Psicología que sólo se guía por las conductas sin tener en cuenta los estados internos. Aquí
también se escapa la experiencia.