Esta distribución se realiza apoyándonos en tres reglas: energía de los orbitales, principio
de exclusión de Pauli y regla de Hund.
Los electrones ocupan los orbitales de forma que se minimice la energía del
átomo. El orden exacto de llenado de los orbitales se estableció
experimentalmente, principalmente mediante estudios espectroscópicos y
magnéticos, y es el orden que debemos seguir al asignar las configuraciones
electrónicas a los elementos. El orden de llenado de orbitales es:
1s22s22p63s23p64s23d104p65s24d105p66s24f145d106p67s25f146d107p6
Para recordar este orden más fácilmente se puede utilizar el diagrama siguiente:
Empezando por la línea superior, sigue las flechas y el orden obtenido es el mismo que en
la serie anterior. Debido al límite de dos electrones por orbital, la capacidad de una
subcapa de electrones puede obtenerse tomando el doble del número de orbitales en la
subcapa. Así, la subcapa s consiste en un orbital con una capacidad de dos electrones; la
subcapa p consiste en tres orbitales con una capacidad total de seis electrones; la
subcapa d consiste en cinco orbitales con una capacidad total de diez electrones; la
subcapa fconsiste en siete orbitales con una capacidad total de catorce electrones.
En un átomo no puede haber dos electrones con los cuatro número cuánticos iguales.
Los tres primeros número cuánticos, n, l y ml determinan un orbital específico. Dos
electrones, en un átomo, pueden tener estos tres números cuánticos iguales, pero si es así,
deben tener valores diferentes del número cuántico de espín. Podríamos expresar esto
diciendo lo siguiente: en un orbital solamente puede estar ocupado por dos electrones y
estos electrones deben tener espines opuestos.
Regla de Hund.
Al llenar orbitales de igual energía (los tres orbitales p, los cinco orbitales d, o los siete
orbitales f) los electrones se distribuyen, siempre que sea posible, con sus espines
paralelos, es decir, desapareados.
Los electrones que se situan en la capa electrónica del número cuántico principal más
alto, los más exteriores, se denominan electrones de valencia.
La configuración electrónica sirve para conocer los e-, y esto es muy importante ya que,
átomos de configuración electrónica de última capa similar tienen propiedades químicas
parecidas. De hecho la ordenación de los elementos en el sistema periódico actual se basa
en las configuraciones electrónicas.
Cr (Z = 24)
Surge una aparente anomalía. La lógica de llenado habría sido la primera, sin embargo la
distribución fundamental correcta es la primera. Esto se debe a que el semillenado de
orbitales d es de mayor estabilidad, puesto que su energía es más baja.
IONES
Para el caso de los iones, se les restará o se les sumarán electrones dependiendo si la
especie es aniónica o catiónica.
Configuración electrónica
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La configuración electrónica del átomo de un elemento corresponde a la ubicación de los electrones en los
orbitales de los diferentes niveles de energía. Aunque el modelo de Scrödinger es exacto sólo para el
átomo de hidrógeno, para otros átomos es aplicable el mismo modelo mediante aproximaciones muy buenas.
menor energía:
La flecha indica el valor del cuarto número cuántico, el de spin: para +1/2: y para –1/2, respectivamente.
El neón completa el nivel dos y al igual que el helio tiene una configuración estable.
Las configuraciones electrónicas pueden también escribirse de manera abreviada haciendo referencia al
último nivel completo. Para ello, debemos ocupar la configuración de los gases nobles, ya que ellos tienen
todos su orbitales completos con electrones (s2p6), como por ejemplo en el caso del helio (s2) y neon
(s2p6) como se muestra en la tabla anterior.
Así la configuración del sodio Na, la podemos escribir como [Ne]3s1
También podemos escribir la configuración del litio como [He]2s1
A los electrones que pertenecen a un nivel incompleto se les denomina electrones de valencia.
El gas noble Argón representa el final del período iniciado por el sodio para n=3
1s 2s 2p 3s 3p
Ar 18
[Ne] 3s2 3p6
En el siguiente elemento, el potasio con 19 electrones, deberíamos empezar a llenar los orbitales 3d. Sin
embargo el comportamiento químico del potasio es similar al de litio y el sodio, ambos con un electrón de
valencia desapareado en un orbital s, por lo que al potasio le correspondería la configuración [Ar] 4s1. Por lo
tanto, el orbital 4s tendrá que tener menor energía que los orbitales 3d (el apantallamiento de los electrones en
los orbitales 3d es mayor que el de los electrones en los orbitales 4s).
Lo mismo ocurre a partir del elemento Sc (Z = 21) [Ar] 3d1 4s2. El último electrón no se agrega al subnivel 4p,
sino al 3d, como lo indica el orden energético. Lo mismo sucede con las configuraciones de los emenetos Ti (Z
= 22) y V (Z = 23). Con el cromo (Cr Z = 24) surge otra aparente anomalía porque su configuración es [Ar] 3d5
4s1. La lógica de llenado habría llevado a [Ar] 3d4 4s2, sin embargo la distribución fundamental correcta es la
primera. Esto se debe a que el semillenado de orbitales d es de mayor estabilidad, puesto que su energía es
más baja.
Con el cobre Cu Z = 29 sucede algo similar al cromo, pusto que su configuración fundamental es [Ar] 3d10
4s1. La configuración [Ar] 3d9 4s2 es de mayor energía. La configuración con 10 electrones en orbitales d, es
decir, el llenado total de estos orbitales es más estable.