Algunos estudios manejan la posibilidad de que los olmecas hayan tenido contacto
con el cacao, sin embargo no estaba incluido dentro de su carga nutricional básica.
Esto, para los expertos, reflejaba una gran abundancia de alimento en aquel
entonces, lo que permitía una gran distribución y un nivel nutricional equitativo entre
todos los ciudadanos. Esto sin contar lo obtenido por la pesca y la caza.
Una de las primeras, y más conocidas, combinaciones entre rubros fue el nixtamal,
un derivado de harina de maíz combinado con cenizas y conchas marinas,
fortaleciendo su valor nutricional.
Esto también les facilitó el eventual desarrollo de rutas comerciales y de cambio con
las cuales podían obtener productos ausentes en su región a cambio de su pesca.
De esta manera pudieron hacerse sobre todo con nuevas plantas, frutos y vegetales
que no solo sumaron a su dieta sino que comenzaron a producir por sí mismos.
De igual forma con los productos de la caza, la cual fue disminuyendo en viabilidad
y eran utilizadas como recurso de comercio.
Lo olmecas también manejaron una forma de alimentación ceremonial, la cual
incluía rubros que no eran producidos masivamente o cuyas características no eran
consideradas esenciales para formar parte del consumo diario.