G. Los recursos que se tienen para llevar adelante los deseos. No basta con
desear algo, que el superyó lo permita, que no se despierte angustia y que se
lo vea como realizable, pues si la persona no tiene las capacidades
emocionales e instrumentales / prácticas para llevar a la acción esos deseos
todo quedará en el nivel del deseo fantaseado. Es una de las razones, entre
muchas otras, por las cuáles la pregunta sobre el deseo y el reconocimiento del
deseo es sólo una parte de las cuestiones a las que debe responder un
diagnóstico. En este sentido, la prohibición del deseo -eje de la primera
psicopatología freudiana- no constituye el único obstáculo que se interpone en
el camino de aquél. En el curso del deseo hacia su realización hay una serie de
eslabones que son todos ellos condiciones necesarias:
Aquí no se trata de un superyó que vigila, compara y critica, que será más
severo en algunas circunstancias que otras, que en cada momento creará
conclusiones sobre el sujeto, sino de una creencia estable, de una identidad
imaginaria nuclear bajo la cual el sujeto se representa. En términos de la
segunda tópica freudiana, es un trastorno en la estructura misma del yo.
Patología del yo representación, que una vez constituida, cualquiera haya sido
su origen, se debe distinguir de la patología en la representación del sujeto que
se produce en el momento a momento del funcionamiento psíquico por la
acción de las operaciones que englobamos bajo la noción de superyó: auto-
observación de fantasías que van surgiendo en el inconsciente y la conciencia,
y de las conductas que expresan esas fantasías, junto a la contrastación con
ideales que fijan cómo deberían ser esas conductas y fantasías, arribándose a
juicios en los que hay absolución, premio o castigo. Mientras que el concepto
de superyó se refiere a una modalidad de procesarrepresentaciones,
eminentemente activa, dinámica, con tensiones entre sus componentes, en
cambio las representaciones básicas del self entran en la operatoria del
psiquismo como elementos menos móviles, de ahí la dificultad para modificar
las creencias bajo las cuales el sujeto llegó a representarse.
Ambiciones: yo ideal
5. Intelectuales
Respecto al deseo de poder, una de las variantes importantes del yo ideal,
que se observa en lo líderes políticos, religiosos, ideológicos, y que se suele
describir como si fuera una categoría homogénea, requiere ser matizado en las
motivaciones que le subyacen:
Por otra parte, especificar las contradicciones que pueda haber entre
ambiciones grandiosas e ideales morales, o con normas superyoicas que
cuestionan la legitimidad de tener deseos grandiosos, o que impiden las
conductas conducentes a su satisfacción.
Subtipos de superyó
Uno u otro de los dos tipos de superyó puede ser el dominante -ej: el
"superyó narcisista" del subtipo de trastorno narcisista que el DSM-IV describe
como "trastorno narcisista de personalidad", con mandatos internos de alcanzar
grandes éxitos, con total falta de empatía por el otro quien pasa a ser
simplemente instrumento a utilizar en aras de la grandiosidad del sujeto y al
que se agrede sin culpa. En otras personas, se hallan presentes ambos tipos
de imperativos, morales y narcisistas.
c) Se toma el juicio del objeto externo, juicio que pasará a ser el del
propio superyó; lo encontramos en la personalidad sugestionable o
dependiente.
Recursos yoicos
Son las capacidades de las que dispone el sujeto para alcanzar los logros
narcisistas fijados por las ambiciones e ideales. De entre ellos destaquemos:
A. Emocionales
C. Recursos instrumentales
1. Inteligencia, razonamiento lógico, capacidad de organización del
tiempo y de las actividades, etc.
D. Sentimientos de vergüenza.
Diferenciar entre aquellas más normales y las patológicas, así como si las
defensas y compensaciones son exitosas y logran la equilibrio narcisista o no.
Además, especificar si las modalidades de compensación están incorporadas
al carácter o requieren de un esfuerzo continuo del sujeto. Mencionemos:
2. Bulimia
I. Uso del otro como objeto narcisizante. Objeto del self que provee lo que
se denomina "experiencia -self" (Kohut); el otro posibilita un tipo de experiencia
narcisizante.
1. Se atribuye como causa del déficit el ser debido a algo externo -falla
de las figuras parentales- y el conflicto a algo interno del individuo -ej. envidia,
rivalidad edípica, agresividad-, como si la envidia, la rivalidad o la agresividad
fueran propiedades innmanentes del sujeto y no resultasen de la identificación
o de respuestas a conductas de las figuras parentales; por tanto, de algo en
que lo externo desempeña, también, un papel estructurante.
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