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Moshé Lewin: El último combate de Lenin

La NEP está desconocida: esta política se adoptó ante la imperiosa


necesidad de poner remedio al marasmo en el que estaba sumergido el país
y principalmente la agricultura. Al cabo de dos años de funcionamiento,
demostró ser útil, pero, para los bolcheviques era un auténtico pacto con
el diablo. Se trataba de hacer concesiones necesarias para el campesinado
para que este reemprendiera la producción y alimentara al país. Estas
podían resumirse en la inyección de una dosis de capitalismo,
“capitalismo que podemos y debemos admitir, y al que podemos y debemos
asignar ciertos límites”. Los componentes de todas las tendencias que
existían en el interior del Partido habían aceptado al principio esta
solución como la única posible pero muchos no tardaron en ver en ella una
verdadera traición, una alianza contra natura.

Rosa Luxemburgo: “la reforma agraria de Lenin ha creado en el campo una


nueva y poderosa clase de enemigos para el socialismo, enemigos cuya
resistencia puede ser mucha más peligrosa y obstinada de lo que fuera la
de los grandes terratenientes aristócratas”.

La Nep tenía la ventaja de conceder la libertad de comercio, pero parecía


aumentar aún los inconvenientes políticos de la división que había
provocado la reforma; no hacia otra cosa que ligar un poco más los
campesinos a la economía capitalista y separarlos de los principios
colectivistas del Partido.

El periodo que va de marzo de 1921, implantación de la Nep, hasta la


aparición de las primeras luces esperanzadoras con la buena cosecha de
1922 y un cierto apaciguamiento del campesinado, fue aquel en que se
buscó con mayor intensidad unos métodos de gestión y unos remedios a los
fracasos registrados, pero fue igualmente un tiempo de gran confusión
teórica entre los militantes. Lenin no escapa a la confusión sobre el
carácter de la revolución de Octubre. En agosto de 1921 escribe que la
Revolución había sido democrática-burguesa entre noviembre de 1917 y el 5
de enero de 1918, y entonces había comenzado la etapa socialista con la
instauración de la democracia proletaria. Pero en el mismo texto se
traduce otra división en períodos, que se acerca a la adoptada en otoño
de 1918. La etapa socialista habría sido alcanzada cuando el movimiento
del comité de los indigentes o kombedy había llevado la lucha de clases
al campo, contra los kulaks. La etapa democrático burguesa de la
revolución no habría terminado hasta 1921. Y algo más adelante, se
encuentra una versión ligeramente distinta: la Revolución de Octubre
había sido plenamente proletaria, pero había cumplido “de paso” las
tareas de una revolución democrático burguesa. En realidad, estas
incertidumbres no son tan sorprendentes como parecen; sólo los resultados
a largo término de los acontecimientos de Octubre iban a permitir revelar
su verdadero carácter. Lenin intentó poner un poco de orden en toda esta
confusión enunciando la teoría del “capitalismo de Estado”, se
inspiraba en la experiencia de la economía alemana de guerra,
estratificada y fuertemente controlada. En el marco de la economía
soviética existía una diferencia sustancial: el Estado era proletario y
ocupaba directamente importantes posiciones económicas. Lenin empleó éste
término porque requería la colaboración del capitalismo ruso y sobre todo
del gran capital extranjero; creía que Rusia tenía necesidad de un largo
período de desarrollo capitalista para asimilar los métodos de
organización, los conocimientos técnicos y para adquirir los capitales y
los medios intelectuales que el Estado Obrero todavía no poseía. Según
Lenin el enemigo del Estado ya no era en éste momento el gran capital,
sino el sector pequeño burgués, anárquico, dividido que desafiaba toda
planificación y toda disciplina estatal. “El Estado proletario debe
formar un bloque o alianza con el capitalismo de Estado contra la
anarquía pequeño burguesa.

En lo inmediato, la teoría ambigua del capitalismo de Estado iba a


conocer una suerte curiosa. Fue concebida para llenar simultáneamente
varias funciones: primero, disipar toda ilusión sobre el pretendido
carácter socialista de la sociedad soviética y a continuación formular en
términos marxistas la naturaleza del período de transición porque pasaba
Rusia y definir en qué forma el desarrollo de éste periodo llevaría a
Rusia al Socialismo, cuyas condiciones previas no se habían reunido por
el momento. Pero Lenin, al no obtener la colaboración del gran capital,
busco la del campesinado.

Gracias al apoyo que Lenin gozaba por parte de una fracción de obreros y
campesinos pobres, podría empezarse de nuevo sobre nuevas bases,
aprovechando la neutralidad del conjunto del campesinado beneficiado por
la Nep. Debía dotarse a la elite de nociones teóricas claras y de amplia
jurisdicción gubernamental.

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