Etimológicamente, personalidad, lo mismo que persona, procede del término griego PROSOPON,
palabra que servía para designar la máscara con la que se cubrían el rostro los actores durante las
representaciones teatrales.
Describir la personalidad de alguien implica retratar la esencia de lo que la persona es, significa
cristalizar algo a partir de las cosas que uno sabe acerca de ella. Es decir, de una gran cantidad de
información que considera el conjunto de cualidades que b describen bien. La personalidad se refleja
en lo que la persona dice, en lo que hace y en cómo lo hace, así como en sus pensamientos y
matices emocionales. El estilo y sello que marcan sus acciones. (Carver, 2014)