“Dar, siempre será mejor”

El apóstol Pablo apóstol fue un hombre con mucho conocimiento de Dios y sabía que lo que estaba
diciendo era una verdad: “Hay más bendición en dar que en recibir”.
Así como el apóstol Pablo, nosotros también podemos ser ejemplo en algún aspecto de la vida a los
demás, lo cual es algo realmente digno.
“Y he sido un ejemplo constante de cómo pueden ayudar con trabajo y esfuerzo a los que están
en necesidad. Deben recordar las palabras del Señor Jesús: Hay más bendición en dar que en
recibir” Hechos 20:35, NTV.
Una persona que camina en la vida confiando en Dios logra ser un ejemplo, que le da la gloria a Él. Al
decir o hacer algo, tenemos la oportunidad de ser un ejemplo para los demás. Dios quiere que nosotros
seamos ejemplo en los grupos a los que pertenecemos: La familia, grupo pequeño, el trabajo o grupos
sociales.
Pablo fue un ejemplo constante. Dios quiere que nosotros también podamos ser constantes, es decir,
que no nos cansemos de hacer el bien.

1. Ayudar a los necesitados

La Madre Teresa de Calcuta dijo lo siguiente “Yo puedo hacer cosas que tú no puedes; tú puedes hacer
cosas que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”.
Cuando hablamos de ayudar a las personas que lo necesitan, a veces nos preguntamos, ¿Por qué
tenemos que hacerlo nosotros si hay tantas otras personas que podrían hacerlo? Como el gobierno, las
municipalidades o las empresas; pero Dios no confía en los gobiernos ni confía en las personas
adineradas o pudientes. Dios confía en aquellos hombres y mujeres en los cuales Él tiene una obra en
realización. Nosotros sus hijos estamos ordenados por Él para ayudar a quienes tienen necesidad.
Pablo tomó esto para poder actuar y ser un ejemplo.
Dios nos ordena que ayudemos a quienes viven en necesidad, dejando de lado las apariencias y las
religiosidades.
“¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están encarcelados
injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a los oprimidos
y suelten las cadenas que atan a la gente. Compartan su comida con los hambrientos y den
refugio a los que no tienen hogar; denles ropa a quienes la necesiten y no se escondan de
parientes que precisen su ayuda. Entonces su salvación llegará como el amanecer, y sus heridas
sanarán con rapidez; su justicia los guiará hacia adelante y atrás los protegerá la gloria del
Señor. Entonces cuando ustedes llamen, el Señor les responderá. “Sí, aquí estoy”, les contestará
enseguida. Levanten el pesado yugo de la opresión; dejen de señalar con el dedo y de esparcir
rumores maliciosos. Alimenten a los hambrientos y ayuden a los que están en apuros. Entonces
su luz resplandecerá desde la oscuridad, y la oscuridad que los rodea será tan radiante como el
mediodía. El Señor los guiará continuamente, les dará agua cuando tengan sed y restaurará sus
fuerzas. Serán como un huerto bien regado, como un manantial que nunca se seca” Isaías 58:6-
11 NTV
El Señor nos manda a compartir nuestro pan con el hambriento y a dar vestido a quienes lo necesitan,
debemos entonces tomar lo espiritual, así como lo práctico y obrar. Dios nos ha enviado a salir
también del lugar en el que estamos y a ayudar a las personas necesitadas. El Señor ordenó que los
necesitados sean ayudados no por el gobierno, ni por quienes tienen más dinero o les sobre, sino que Él
dijo a su iglesia que los asistamos, que vayamos a ellos y que suplamos sus necesidades; Dios nos lo
ordena de forma directa.
Dios ama y se pone delante de los necesitados, es una verdad que podemos ver en su palabra.
“Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia” Salmos 9:9
Dios está diciendo que cuando los oprimidos claman, no se olvidará del clamor y que los pobres no se
quedarán sin ayuda de forma permanente, pero, ¿Cómo Dios será refugio para los pobres? Él está
buscando corazones de hombres y mujeres a través de los cuales puede expresar que Él es refugio y
que Él quiere alentar, animar, alimentar y sanar.

2. Trabajo y esfuerzo
“Para que el amor sea verdadero nos debe costar, nos debe doler, nos debe vaciar a nosotros mismos”
Madre Teresa.
Entonces, ¿Cómo piensa Dios suplir las necesidades de personas necesitadas? Con el trabajo y el
esfuerzo de otros, los cuales somos nosotros. Somos llamados a que, con trabajo y esfuerzo podamos
suplir las necesidades de los demás. El Señor quiere que ayudemos a los pobres. Cuando creemos y
actuamos sobre esta verdad, Dios comienza a bendecir nuestra vida alejándola de la escasez.
“El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones”
Proverbios 28:27
La mentalidad del creyente es dar al que necesita. Cuando damos, abrimos una puerta que, hasta que
no demos, estará cerrada. Esa puerta que se abre quedará abierta. Ese espacio que vaciamos se quedará
ahí, listo para ser llenado por otras cosas. La palabra de Dios quiere que pensemos diferente en cuanto
a dar. Los hombres que aman a Dios se esfuerzan para trabajar y suplir las necesidades de quienes las
padecen.
“El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que
tenga qué compartir con el que padece necesidad” Efesios 4:28
La mentalidad de Dios no es que trabajemos y sólo suplamos para nuestras casas, sino que también
suplamos las necesidades de otros. Al saber esto, podremos entender que Dios quiere usarnos para que
algunos necesitados sean bendecidos con lo que tenemos.
“Denigrar al prójimo es pecado; benditos los que ayudan a los pobres” Proverbios 14:21
Las buenas obras no se escogen por medio de un análisis o un estudio de zonas de pobreza, sino que
son dadas por revelación al corazón y hay que hacerlas porque Dios las va a respaldar.
Cuando Dios pone en nuestro corazón algo para a hacer, juntémonos con más personas para ponerlo en
acción, porque lo que Dios está haciendo, Él lo va a respaldar y va a seguir obrando. Somos llamados a
trabajar y esforzarnos para ser parte de algo cada vez más grandioso.
“Deben recordar las palabras del Señor Jesús: “Hay más bendición en dar que en recibir”-
Apóstol Pablo.
Siempre será mejor querer y obedecer lo que el Señor dice que es cierto, puede que no nos parezca o
que no tenga mucho sentido pero debemos hacerlo. Esta es una verdad eterna, siempre será mejor dar
que recibir.
“A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar” Proverbios
19:17
Cuando ayudamos a alguien necesitado, no esperamos a que esta persona retribuya lo que le hemos
dado pero Dios responde por el pobre, saca cara por Él, se pone delante de Él y dice que si nosotros
damos al pobre Él será quien nos retribuya.
Imaginemos a cuántas personas y familias podemos alcanzar con nuestros donativos en esta Navidad.
Tenemos una oportunidad sin precedentes para hacer que el corazón de Dios se manifieste y exprese a
través de nuestras buenas obras. Dios nos da oportunidades para actuar con aquello que Él ha puesto en
nuestra vida.
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”
Gálatas 6:9, RVR1960.
No nos vamos a cansar. Para nosotros el mes de Diciembre tiene otro nombre: ¡Toneladas de Amor!
Para nosotros la navidad no solo será en nuestra propia casa si no en otras casas más, en otras familias,
en otros niños y niñas, en la bicicleta que podemos donar para que un niño que no tiene una entonces
pueda tenerla. Para nosotros como iglesia, diciembre significa algo distinto a sólo navidad y fin de año;
nosotros podemos hacer esa diferencia.

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1. El 28 de diciembre (8:00 p.m.) es la cena de Fin de año para todos los líderes del Modelo de
Jesús. Ese día cada Red debe presentar un número. Falta confirmar el lugar.
2. Es importante animar a todos los líderes y participantes de los G.P. para llegar a nuestra meta
de 250 toneladas. Los líderes deben llevar un registro de los donativos que están haciendo
llegar como GP. Se premiará al GP más generoso. Recordarles a los que se han comprometido
a ofrendar en dinero. Que lo puedan hacer llegar a más tardar el 10 o 17 de diciembre.
3. La enseñanza es la misma del domingo Ps. Daniel Santos.
4. Se les está enviando una ficha que deben llenar todos los participantes de GP. Motivarlos para
que también puedan dar lo que puedan. Una copia va para ellos, la otra los líderes las tienen
que hacer llegar a ustedes.