1. I. E L P E N T A T E U C O
Pentateuco son los 5 primeros libros de la Biblia: Génesis, Exodo, Levítico, Números y
Deuteronomio. Es una obra en cinco partes. Son cinco estuches, por referencia a aquéllos
donde se guardabas los rollos de los mencionados escritos. También son conocidos por
judíos y cristianos como “La Ley”, en hebreo ha-Toráh.
De modo genérico su contenido lo reflejan los títulos de los libros: Génesis: orígenes del
mundo, del hombre y del pueblo de Israel. Exodo: salida de Egipto. Levítico: leyes relativas
a la santidad y culto. Números: censos y listas de los que salieron de Egipto y anduvieron
por el desierto. Deuteronomio: segunda ley dada a Moisés antes de entrar en la tierra
prometida.
Una contemplación más profunda, nos presenta una narración que abarca desde Adán a
Moisés, y unos conjuntos de leyes y normas ante distintas situaciones del pueblo
israelita. Son un conjunto de normas encuadradas dentro de creación del mundo hasta el
fin de la peregrinación por el desierto, y que encuentran precisamente su motivación en
esos mismos hechos. De este modo se refleja como la revelación de Dios se realiza
mediante hechos y palabras intrínsecamente unidos: las obras apoyan las palabras, y las
palabras esclarecen los hechos.
2.- Composición:
Las leyes que regían Israel fueron llamadas “Ley de Moisés”. Esto llevó a pensar que fue el
profeta Moisés quien había sido autor de todo el Pentateuco. Incluso así lo recogen pasajes
del Nuevo Testamento.
Es a partir del s. XVII, cuando el estudio sistemático de las fuentes del Pentateuco, lleva a
la conclusión de que en la redacción final fueron recogidos materiales diversos, de
distintas épocas, algunos de ellos antiquísimos que, reelaborados y reorganizados por
los autores inspirados, llegaron a constituir esos libros sagrados tal como los recibió
primero el pueblo judío y luego la Iglesia. Dios se sirvió de quienes en una época u otra y
de distintas maneras colaboraron en la formación de estos libros, de modo que “obrando El
en ellos y por ellos, pusieron por escrito, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El
quería”. (Vat II, Dei Verbum, nº 11).
Es posible que cuando el reino del norte cayo en manos de los asirios (s. VIII a.C.), muchos
israelitas huyeran hacia el sur llevando sus tradiciones interpretadas con el contenido
teológico de las predicaciones recibidas de los profetas Amós y Oseas. A esa tradición del
Norte se la ha denominado “Elohista” (E), porque en los relatos asociados a ella se designa
a Dios con el nombre de Elohim.
Durante el siglo VII a.C., hubo reformas religiosas, un resurgir literario, que llevó a la
narración de una historia de Israel a partir de la conquista de la tierra (libros de Josué,
Jueces, Samuel y Reyes). Se suele llamar a esta narración Deuteronomista (D), porque
presenta el núcleo central del libro del Deuteronomio como pórtico de la historia que
cuentan. En esas narraciones se usa en ocasiones el nombre de Yahwéh como nombre
propio de Dios. Por eso al referirse a la tradición que recoge esos pasajes se utiliza el
término “Yahvista” (J, del alemán Jahwist).
El destierro de Babilonia (siglo VI a.C), supuso que los sacerdotes deportados hubieran de
mantener la fe del pueblo frente a la religión babilónica. A la vuelta del destierro continúa
esta actividad literaria sacerdotal, que se designa en los estudios actuales como obra
“Sacerdotal” (P, del alemán Priest, sacerdote).
La investigación reciente, intenta determinar la parte del material del Pentateuco que
pertenece a uno u otro de estos momentos históricos. Lo que parece claro es que la doctrina
fundamental de estos libros: la elección, Alianza, la ley, y el culto, no surgen como algo
nuevo al tiempo de su redacción final, sino que estaban ya presentes en las antiguas
tradiciones de Israel.
3.- Unidad:
Todas estas formas de tradición previas a la redacción final, con sus peculiaridades
literarias y doctrinales, fueron integradas por inspiración divina en la obra denominada
Pentateuco, y llegaron a constituir “La Ley” de Moisés.
El Génesis deja a los israelitas en Egipto. Su salida con Moisés, núcleo del pueblo
renovado, se recoge en el Exodo, que comienza: “Estos son los nombres de los que
salieron de Egipto”.
Si Dios mora en medio de su pueblo debe vivir en santidad. Para ello la voluntad de Dios se
conoce y en encuentra en la Ley y en el culto, recogida en cinco rollos, es decir, el libro del
Levítico, que comienza: “El Señor llamó a Moisés y le habló así desde la Tienda de la
Reunión”.
Pero la historia que se había quedado al pie del Sinaí se reanuda para alcanzar la tierra de
Canaán prometida por Dios a Israel. Son cuarenta años de peregrinación por el desierto, con
sus pruebas, claudicaciones, y castigos. Estos también alcanzaron a Moisés y Aarón que no
entraron en la tierra. La salvación se refleja en Josué (Yahwéh salva). La identidad del
pueblo se forja en el desierto donde Dios habla a Moisés, por eso el libro de los Números
comienza: En el desierto del Sinaí, el Señor habló a Moisés”.
La llegada a las llanuras de Moab, antes de entrar en la tierra, era el momento de los
grandes discursos de Moisés, que interpreta la historia de Israel como historia de salvación.
Constituyen sus palabras el libro del Deuteronomio, que se introduce así: “Estas son las
palabras que hablo Moisés a todo Israel”.
También existe unidad desde el punto de vista religioso, todo el Pentateuco es obligatorio y
vinculante, es La Ley del Señor. Las diversas formas de tradición lo que hacen es dar
riqueza, se complementan mutuamente y se integran sin oposiciones en un solo conjunto:
presentado en modo de actuar de Dios con su pueblo y la respuesta que de éste espera.
4.- Enseñanza:
Es fundamentalmente religiosa. Muestra cómo nace el pueblo de Israel, y presenta por tanto
el fundamento de la religión en Israel. Cómo Israel llega al conocimiento de Dios que es
único, trascendente, omnipotente, salvador y misericordioso. También destaca las
intervenciones de Dios, y como manifiesta su voluntad a través de personas que hablan en
su nombre.
Enseña que Dios actúa eligiendo a un pueblo para ser instrumento de salvación para los
demás pueblos. Elección fundada en el amor gratuito. Y que comienza con la elección de
un hombre, Abrahán, y alcanza a todo el pueblo por la mediación de Moisés.
Con la Alianza nace la Ley, que el pueblo ha de cumplir por su parte para mantener el pacto
con Dios. Asumirla libremente por el pueblo supone aceptar la elección, mientras que
cumplirla representa el deseo de conseguir el don de la promesa. Bajo el nombre de la Ley
no sólo aparece el aspecto de norma sino también el de intervención salvadora de Dios.
6.- Interpretación:
Lo mismo respecto a las leyes, lo esencial no es su normativa concreta, sino el espíritu que
las anima y lo que tienen de validez universal. Dicho con palabras del Concilio Vaticano II,
“qué es lo que pretendieron expresar realmente los hagiógragos, y quiso Dios manifestar
con las palabras de ellos. Este es el sentido denominado histórico o literal.
1. II. E L L I B R O D E L G E N E S I S.
0.- Introducción: Muestra cómo actúo Dios en el comienzo del mundo y de las naciones, y
sobre todo en el comienzo del pueblo de Israel. Sólo la acción de Dios explica las
realidades y la historia que el autor conoce. Por tanto no se trata de una explicación
científica de las cosas, o de la historia, sino religiosa. Su inicio “En el principio creo
Dios…” explica bien su intencionalidad.
A lo largo del libro se repite diez veces: “Estas son las generaciones (orígenes,
descendencia)…”, lo cual estructura el libro en diez secciones de extensión desigual. Si
bien las diferencias que presentan los once primeros capítulos y el resto del libro nos lleva a
dividir el libro a su vez en dos partes:
I.- 2.4, donde termina la primera narración de la creación del mundo y del hombre, y se da
paso al relato de la creación de Adán y Eva, y sus descendientes. Su enseñanza nos refiere
la creación de cielos y tierra por Dios; del hombre que entra en comunicación con Dios
desde un principio. Y continúa con su desobediencia y la entrada del mal en la historia.
II.- 5,1, se introducen los descendientes de Adán hasta Noé. La extensión del hombre sobre
la tierra con la bendición de Dios, y el crecimiento del mal tanto que Dios no lo puede
soportar.
III.- 6,9, los descendientes de Noé son castigados con el diluvio, dejando un resto: Noé y su
familia con los que establece un pacto.
IV.- Los descendientes de los hijos de Noé, -Sem, Cam y Jafet-, surgen todos los pueblos y
se repuebla la tierra, que se alza de nuevo por soberbia frente a Dios construyendo la torre
de Babel. Por ello la humanidad es dividida y dispersada.
VII.- 25,12, se hace un inciso para mencionar la descendencia de Ismael, hijo de Abrahán y
su esclava Agar.
VIII.- 25,19, se expone la descendencia de Isaac. Sus hijos Esaú y Jacob. Si bien la historia
se centra en éste último, y sus doce hijos. Dios le cambia el nombre por Israel en una
aparición.
IX.- 36,1, se habla de la descendencia de Esaú, que se establece en Seír, mientras Jacob o
Israel lo hace en Canaán.
X.- 37,2, se dedica a la familia de Jacob. Narra la venta de su hijo predilecto José. Su
encumbramiento en Egipto. Allí acude toda su familia que se establece protegida por José.
La segunda parte tiene otro tono. Lo narrado en la historia de los patriarcas delata unos
contextos geográficos e históricos determinados. La arqueología confirma el marco
socio-cultural que reflejan los relatos sobre los patriarcas. Su escenario es el Medio Oriente,
en concreto el arco formado por Mesopotamia, Palestina y Egipto, donde florecieron las
civilizaciones más antiguas. La época se sitúa a partir del siglo XVIII a.C., con la llegada
de Abrahán a Canaán. En todo caso lo narrado en el Génesis se sitúa antes del siglo XIII
a.C. cuando presumiblemente tuvo lugar el éxodo.
3.- Composición:
Dios para llevar a cabo la revelación de sí mismo, guió una profunda reflexión en el pueblo
elegido acerca de sus orígenes. También los pueblos vecinos pensaron en ello, elaborando
diversos mitos acerca del origen del mundo y del hombre.
Los autores sagrados realizaron una selección de elementos literarios que de modo
adeucado e inteligible a la mentalidad de la época, sirvieran para explicar el mensaje de fe
que querían trasmitir por medio de sus escritos al pueblo de Israel, y a toda la humanidad.
Se pueden distinguir con facilidad, textos con sus características literias propias, bien
encuadrados en tradiciones yahvista o sacerdotal. Sigue el lenguaje simbólico propio del
Próximo Oriente, y otros elementos literarios de las tradiciones locales, se incorporan listas
genealógicas, que muestran la multiplicación de la humanidad hasta poblar la tierra. Así los
once primeros capítulos son una introducción para presentar la figura de Abrahán, con
quien la historia da un giro a la vista de la llamada de Dios y su obediencia.
Por su parte las narraciones patriarcales se recogen relatos familiares, épicos y poéticos
cuya realidad histórica no es posible constrastar. Si bien reflejan el ambiente y costumbres
del segundo milenio a.C. Otros pasajes tienen un contexto cultual, donde se explican el
carácter sagrado de un determinado lugar. Con estos y otros materiales literarios de
tradición oral antíquisima se elaboró la historia de los patriarcas.
Por su lugar dentro del Pentateuco prepara los acontecimientos del Exodo. La historia de
José sirve de punto de unión con lo narrado en el Exodo.
4.- Enseñanza:
La idea general es la elección de Israel por parte de Dios. Elección que comienza en
Abrahán y es secundada con una obediencia tal que le lleva a aceptar hasta el sacrificio de
su hijo Isaac.
Enseña verdades fundamentales como: la creación del mundo y el hombre por Dios, la
unidad del género humano, el origen del mal debido al pecado de nuestros primeros padres
y su presencia a lo largo de la historia, así como la esperanza de salvación.
La nueva dimensión del Génesis leido a la luz de Cristo ratifica su valor perenne. El NT
se remite a éste para fundar la indisolubilidad del matrimonio, e invita a acudir a los pasajes
bíblicos para conocer la verdadera dignidad del hombre.
El NT desvela que la promesa hecha a Abrahán se refería en último término a Jesucristo.
Quienes tienen fe en Cristo son los hijos de Abrahán, y con ello se cumple que en Abrahán
serán bendecidas todas las naciones de la tierra.
IV.- E L L I B R O D E L E X O D O
0.- Introducción:
Exodo significa salida, y alude especialmente al contenido de los 15 primeros capítulos que
narran como los israelitas consiguieron abandonar Egipto. Aunque esta palabra refleja bien
el contenido de todo el libro que enseña como los hijos de Israel salieron de la esclavitud y
alcanzaron la libertad, y asumieron la Alianza establecida en el Sinaí.
El libro del Exodo es un conjunto de relatos y normas íntimamente entrelazados que recoge
parte de la historia religiosa de Israel: desde el asentamiento de las tribus que habían
bajado a Egipto, hasta su prolongada estancia al pie del Sinaí, enlazando así con lo narrado
en Números.
Los relatos reúnen los acontecimientos más importantes de la vida de Israel: su esclavitud
en Egipto, el nacimiento del líder Moisés, los prodigios que Dios obró para sacarlos de la
opresión, la institución de la Pascua, el establecimiento de la Alianza, la apostasía primera,
y el establecimiento del culto. Las normas del Exodo, son el cuerpo legal más importante
del Pentateuco, que regularán la vida religiosa, moral y social de Israel.
PRIMERA PARTE: La salida de Egipto (1,1-18,27). Epopeya del éxodo, desde la estancia
de los hijos de Jacob en Egipto hasta su llegada al pie del Sinái.
V.- Narración solemne de la salida de Egipto. El paso del Mar Rojo con la ayuda prodigiosa
del Señor. El Himno triunfal o Canto de María en reconocimiento al Señor.
VI.- Primeras etapas por el desierto hasta llegar al Sinái. Aguas amargas de Mará, el
prodigio del Maná y las codornices, agua que brota de la roca, primera batalla y victoria
sobre los amalecitas. Institución de los jueces.
VIII.- Código de la Alianza, con las normas sobre el culto, esclavos… Reglas sociales y
procesales; trato a enemigos. Trata del año sabático, del sábado.
XI.- Grave apostasía en el desierto: adoración del becerro de oro. Castigo. Tienda de la
Reunión. Visión de la gloria de Dios por parte de Moisés.
XIII.- Construcción del Santuario y consagración cumpliendo Moisés con precisión todo lo
que el Señor le ha indicado. Dios esta presente entre los suyos y dirige la peregrinación, tal
como indica la nube que cubría el Santuario.
La crónica del Exodo no es detallada y exacta. Es más bien una historia de salvación, que
narra como Dios hizo de los hijos de Jacob el pueblo de Dios, primicia de salvación y con
quien establece una Alianza y cuida con especial providencia. Estas realidades
sobrenaturales se exponen con un lenguaje épico, cultual y teológico.
De lo que no cabe duda es que en este libro se narran los hechos fundamentales de la
historia del pueblo de Israel: 1) que los descendientes de los patriarcas sufrieron durante su
permanencia en el Delta del Nilo una opresión humillante; 2) que consiguieron huir de
modo prodigioso; 3) que durante su estancia prolongada en las regiones del desierto
tomaron conciencia de pueblo, con la ayuda de Yahwéh (el Señor) al que reconocieron
como su Dios único; y 4) que en este devenir maravilloso destacó Moisés, que los aglutinó,
condujo y adoctrinó.
a) La fecha del éxodo: Lo más probable es que la salida de Egipto fuera en el siglo XIII
a.C. cuando se estaban llevando a cabo las construcciones más importantes de su historia.
La frase “surgió en Egipto un rey que no conocía a José” puede ser una alusión a los
comienzos del Imperio Nuevo (1500-1100 a.C.). La mención en Ex 1,11 de las ciudades de
almacenamiento, en cuya construcción participaron los israelitas, hace suponer que fue en
el siglo XIII, puesto que las grandes edificaciones que impulsaron Seti I y Ramsés III, eran
desconocidas en los siglos anteriores. Con ello la conquista de Palestina se situaría unos 40
años más tarde, es decir en la segunda mitad del siglo XIII, fechan en que los arqueólogos
datan la destrucción de numerosas ciudades de Canaán, tales como Lakis, Jasor y otras.
Como caudillo y guía: vence la oposición de los mismos israelitas, del faraón y los
elementos de la naturaleza. Como caudillo destaca la lucha que mantuvo en contra de la
desconfianza del pueblo. Al fin consigue que le sigan, acepten la Alianza con las exigencias
que comporta.
Como profeta y maestro, entrega la doctrina y la moral, esto es la Ley. El Decálogo moral,
el Código de la Alianza y el Código Ritual.
Pero sobre todo es paradigma o prototipo para su pueblo. Su vida es imagen de la vida de
Israel: su nacimiento prodigioso, sacado de las aguas, prefigura el nacimiento del pueblo a
través de las aguas del Mar Rojo; su infancia fácil en la corte del faraón recuerda los años
tranquilos de los israelitas en Egipto; su huida a Madián recuerda la persecución del pueblo.
Así él no es un mero intermediario, sino el representantes del pueblo ante Dios. También es
figura de Cristo, que asumiendo la naturaleza humana abrió el camino de salvación a través
de las aguas del Bautismo.
3.- Composición:
Los hechos básicos del libro del Exodo, se han conservado en la memoria del pueblo que
los ha celebrado y cantado en sus fiestas, trasmitiéndolos como elementos fundamental de
su fe. Parece que como fuentes tuvieron más incidencia la tradición yahvista y la
sacerdotal. Si bien las codificaciones normativas existían desde antes, y se trasmitieron de
forma independiente de aquéllas.
b) La Alianza: pacto bilateral según el cual Dios, que toma la iniciativa, protegerá con
predilección a Israel, por su parte el pueblo acogerá al Señor como su único Dios, y seguirá
sus mandatos. La Alianza sinaítica abarca y regula la vida entera del pueblo de Israel, al
que eleva a las más alta dignidad: un reino de sacerdotes, una nación consagrada. En la
plenitud de los tiempos, Jesucristo sellará definitivamente con su sangre la Alianza nueva y
eterna.
Estas breves menciones dan una idea de la riqueza de la vida religiosa de Israel y que el
Libro del Exodo pone de relieve por encima de la exactitud cronológica o topográfica de lo
sucedido.
La fórmula Dios sacó a Israel de Egipto aparecen en el Antiguo Testamento más de setenta
y cinco veces. El Exodo es punto de partida para en todo el AT alabar la grandeza y el amor
misericordioso y de predilección de Dios con Israel. Sobre todo el Exodo es fundamento de
la esperanza, porque Dios realizó tantos prodigios al sacarlos de Egipto, está dispuesto a
repetirlos para conseguir una liberación nueva y más duradera.
También en el Nuevo Testamento son frecuentes las alusiones al Exodo. Jesús como el
nuevo Moisés. Cristo pasó 40 días en el desierto en recuerdo de los 40 años del desierto y
40 días de Moisés en el Sinaí. Las bienaventuranzas son formuladas en el monte lo mismo
que la Ley de Moisés fue promulgada en el Sinaí. En el monte también tiene lugar la
Transfiguración.
San Pablo recuerda muchos prodigios del Exodo como figura de las realidades de la nueva
economía. El maná es figura de la Eucaristía, y roca de la que brota agua es figura de
Cristo. La Alianza del Sinaí prefigura la de Cristo con su sangre. “Todas estas cosas
sucedían como en figura; y fueron escritas para escarmiento nuestro, para quienes ha
llegado la plenitud de los tiempos” (1 Co 10,11).
V.- L E V I T I C O
0.- Introducción:
Los judíos designan este libro, -como los demás-, por su primera palabra “y llamó” el
Señor a Moisés. Precisamente las normas del Levítico tienen como fin reglar el modo de
mantenerse en santidad, esto es en el ámbito de Dios, e indicar el modo para volver a la
cercanía de Dios si uno se aparta por el pecado.
En la traducción griega de los Setenta se denomina Levitikón, por tratar de temas relativos
a los sacerdotes y levitas. Viene a ser como un ritual de liturgia judía, contiene normas que
regulan el culto, como ofrecer los sacrificios, consagraciones y ofrendas, o celebrar las
fiestas.
CUARTA PARTE: Ley de Santidad (17.1-26-46). Trata de la santidad que han de tener
tanto las cosas como las personas que intervienen en el culto, inmolaciones y sacrificios.
Rituales para las celebraciones de las fiestas, del año sabático y del año jubilar. Bendiciones
o maldiciones. Disposiciones sobre los Votos.
Las normas jurídicas traslucen las situaciones históricas en las que se promulgaron, sus
valores éticos y religiosos propios.
También Israel como los pueblos vecinos (ejemplo: Código Hammurabi, s. XVIII a.C. en
Babilonia), tuvo sus normas jurídicas consuetudinarias. Al establecerse en la tierra
prometida, y antes de la monarquía, existen normas para asuntos de la vida ordinaria, que
en gran parte quedaron contenidos en el Código de la Alianza del libro del Exodo. Este
refleja una situación de una sociedad rural, que vive sobre todo del ganado más que de la
agricultura, y en la que la familia es primordial. Destaca la compenetración entre lo sagrado
y lo profano a diferencia con otros códigos de oriente.
La Ley de la Santidad, se orienta más a aspectos cultuales. Con una noción de Dios
trascendente a las realidades profanas. Forma parte del libro de Levítico. Parece tratarse del
núcleo inspirador de la tradición sacerdotal que tanta influencia habría de tener en la
redacción definitiva del Pentateuco.
3.- Composición:
Su redacción pasó por diversas etapas hasta llegar a ser la obra de la tradición sacerdotal.
Su punto culminante es la Ley de la Santidad, gran código legal sacerdotal.
Con todo este material legislativo el autor sagrado compuso este libro. Acoplando
escalonadamente primero, los rituales para la ofrenda de los sacrificios; a continuación en
un nivel superior, los ritos para institución de los hombres a quienes correspondía
ofrecerlos, los sacerdotes; y en un tercer nivel, las normas que enseñan a los sacerdotes y
al pueblo lo que es puro: adecuado para acceder al culto. Finalmente en la cumbre, las
prescripciones de lo que es propio del culto a Dios: lo Santo, las normas que están
recogidas en la Ley de la Santidad.
Una lectura superficial puede resultar incomprensible, y sin utilidad para nuestros días.
Pero en realidad tiene un significado religioso de actualidad permanente.
Así su lectura atenta y completa no sólo ofrece una normativa meramente formal, sino unas
normas morales que nos enseñan sobre Dios y el hombre, y sus relaciones. También
descienden a aspectos concretos de la vida ordinaria: relaciones familiares, deberes hacia
ancianos y enfermos, benevolencia con los extranjeros, normas contra el odio y el rencor, si
bien en todas late un profundo sentido religioso.
Es a la luz del sacrificio de Cristo en la cruz como mejor se puede leer y meditar el
Levítico. Prefigura una realidad que llega a su plenitud con la Redención. Jesús instaura un
culto nuevo: los verdaderos adoradores de Dios, darán un culto al Padre, unidos a Cristo,
movidos por el Espíritu Santo.
Carta a los Hebreos, va dirigida a mostrar que el sacrificio de Cristo es superior a todos los
sacrificios de la Antigua Ley; que Cristo es Sumo Sacerdote, y superior a los sacerdotes de
la ley mosaica, destacando su pureza y santidad. Pureza que no es una limpieza ritual sino
que ha de proceder del interior mismo del corazón del hombre. La santidad adquiere mayor
alcance y profundidad se entiende en la identificación con Cristo.
VI.- N U M E R O S
0.- Introducción:
Su nombre se refiere a los censos del pueblo que aparecen en su comienzo. Entre los judíos
se conoce con el nombre de Bemidbar “en el desierto”, su primera palabra, que alude al
contenido de la obra: la estancia y peregrinación del pueblo.
Gran variedad temática y literaria: narrativa, textos legales, pieza poéticas. Existen
repeticiones de pasajes presentes en otros libros del Pentateuco. Las partes se corresponden
con diversos escenarios del desierto donde se encuentra el pueblo de Israel.
PRIMERA PARTE: El pueblo en el desierto del Sinaí. (1,1-10,10). El pueblo en toda su
amplitud numérica, con recuento de todas sus tribus y en especial la de Leví, aparece
dispuesto a emprender la marcha abandonando el Sinaí.
CUARTA PARTE: El pueblo en las llanuras de Moab. (22,1-36,13). Ultima parada estable
antes de entrar en la tierra prometida. Dios continúa protegiéndoles frente a poderosos
enemigos, y les concede nuevas victorias. Cierto desorden. Comienza con los oráculos de
Balaam, infidelidad del pueblo en Peor, nuevo censo de pueblo orientado a la partición de
la Tierra. Se plantea la sucesión de Moisés por parte de Josué. El tema de la conquista y el
reparto de la Tierra es el trasfondo. El pueblo queda dispuesto para el acceso a través de
Jericó, sin embargo en la perspectiva del Pentateuco todavía falta que Dios les dé la Ley
por segunda vez, lo que se expondrá en el Deuteronomio.
Así no es de extrañar que Números deje algunos aspectos oscuros desde el punto de vista
histórico: la determinación de la ruta exacta de Sinaí a Moab, el tiempo que emplearon en
cruzar el desierto, si hubo o no una única expedición guiada por Moisés o varias.
3.- Composición:
Las tradiciones orales acerca de este camino por el desierto se trasmitieron de padres a
hijos, como tema de reflexión y enseñanza. A ellas se unieron noticias sueltas de episodios
particulares. Sobre este marco se presentan numerosos textos legales.
Su redacción no difiere del Génesis y de la primera parte del Exodo, donde se entremezclan
las grandes líneas de la tradición literaria. La tradición sacerdotal, es la más fuerte y
probablemente se debe a ella la mayor parte del texto actual.
4.- Enseñanza:
Números nos muestra cuál es el modo de actuar de Dios con los hombres. Dios es quien
guía al pueblo a través del desierto, camino de la tierra prometida. El pueblo ya no es una
multitud informe sino una comunidad santa, que puede ser censada, formada por la Alianza.
El desierto es un lugar de paso lleno de dificultades, donde el pueblo experimenta el
desánimo, la rebeldía, pero también donde conoce el perdón y la misericordia de Dios. A
pesar de su actitud rebelde Dios lleva a cabo sus designios.
La presencia misteriosa de Dios en medio del pueblo, se simboliza en la nube, que también
marca el camino a seguir. El pueblo no comprende a veces los trayectos de Dios.
Testimonios del reconocimiento de esa presencia divina son la Tienda reservada al
encuentro con Dios, y el Arca de la Alianza donde se guardan las tablas de la Ley, ambas
son centro del campamento y en torno al que gira la vida del pueblo. Existen castigos,
perdón y salvación. Dios exige al pueblo una docilidad a sus proyectos que normalmente
no presta, si bien Dios lo lleva adelante. Es más las mismas protestas son ocasión para que
Dios manifieste su santidad, y su gloria, no sólo mediante el castigo, sino mediante la
concesión de nuevos dones: el agua de la roca, las codornices, la participación del espíritu
de los setenta ancianos, la serpiente de bronce, etc…
Dios purifica al pueblo con pruebas, que no suele superar, sino que les lleva a la protesta y
rebelión. El castigo tiene un sentido purificador y orienta a la conversión. Toda la
generación que sale de Egipto incluidos Moisés y Aarón ha sido rebelde. Por ello Dios les
purifica antes de entrar en la tierra prometida, haciendo que toda esa generación muera
antes de entrar. Sin embargo no los detruye, y el pueblo entrará en la Tierra, y será un
pueblo renovado. Dios a pesar de las claudicaciones humanas llevará a cabo sus designios.
Dios guía y cuida al pueblo mediante intermediarios, Moisés jefe de la comunidad, y Aarón
sacerdote. Dios mismo fija sucesores y los consagra: Josué y Eleazar. El tiempo de estancia
en el desierto pervivió en la memoria de Israel como una época dorada de relación con
Dios. Los Salmos cantarán las maravillas que hizo Dios en el desierto, y sobre todo que
Dios por su misericordia no destruyó al pueblo. Recordando lo sucedido los salmos instan a
la conversión.
Jesucristo antes de su ministerio público fue impulsado por el Espíritu al desierto donde
experimento la prueba y la tentación. Jesús en cambio salió victorioso. Jesús con sus
milagros manifiesta que en El se encuentran todos los dones prefigurados durante la
estancia de Israel en el desierto: multiplica los panes, El es el agua viva, verdadero pan
bajado del cielo, el camino, medio de salvación como lo fue la serpiente de bronce, y el
lugar de encuentro definitivo con Dios. Vivir unidos a Cristo en esta vida es peregrinar con
seguridad a la meta de la Patria definitiva.
La encarnación, la vida de Cristo en medio de los hombres, se comprende como la
presencia de la Tienda del encuentro en medio del campamento israelita, como la nube del
desierto.
VII.- D E U T E R O N O M I O
0.- Introducción:
En el judaísmo es designado por sus primeros vocablos Ele ha-debarim (Estas son las
palabras). El nombre Deuteronomio procede de la traducción griega de los setenta de Dt
17,18, “esta segunda ley”, pues el libro contiene un segundo conjunto legislativo similar al
del Exodo y Levítico.
Narra el final de los 40 años de vida errante de los israelitas bajo la guía de Moisés, el
pueblo está acampado en las tierras de Moab, nororiente del Mar Muerto, a la vista de la
tierra prometida, que se extiende al occidente de mar muerto y del Jordán. Moisés enseña al
pueblo la conducta que deberán seguir siempre, recapitula los sucesos del Exodo, y les insta
a que observen la Ley fundamental de la Alianza o Decálogo.
Dentro de esta estructura temática las leyes deuteronómicas se suelen encontrar enmarcadas
en relatos históricos y exhortaciones morales de carácter religioso. De este modo se evita la
sequedad de un mero formulario jurídico-moral, y gana en fluidez y viveza.
Otra manera de estructurar el Deuteronomio es seguir lo que el propio Libro indica, sus
encabezamientos:
I.- 1,1: “Estas son las palabras que hablo Moisés a todo Israel en la Transjordania”.
II.- 4,44: “Esta es la Ley que promulgó Moisés ante los hijos de Israel … después de su
salida de Egipto”.
III.- 6,1: “Estos son los mandamientos, decretos y normas que el Señor, vuestro Dio,
ordenó enseñaros para que los pongáis por obra en la tierra a la que vais a pasar”.
IV.- 12.1: “Estas son las leyes y las normas que os esmeraréis en poner por obra en la tierra
que os va a dar el Señor”.
V.- 28,69: “Estas son las palabras de la Alianza que mandó el Señor a Moisés pactar con
los hijos de Israel en el país de Moab”.
VI.- 33,1: “Esta es la bendición con que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los hijos de
Israel antes de morir”.
3.- Composición:
Parece que las tribus del norte conservaron de modo más intenso que las del sur el rito de la
renovación de la alianza. Esta renovación fue una magnífica ocasión para recordar las leyes
mosaicas y para su actualización: ahí estará el origen del núcleo central del Deuteronomio.
Muchos recuerdos tomarían forma entre tribus del norte (tradición elohista) y serían
llevados a Jerusalén encontrándose con los que allí habían tomado forma durante el período
de la monarquía davídica, dando origen al tradición “deuteronomista”, a la que se atribuye
el núcleo central del Deuteronomio, y que pudo alcanzar una forma próxima a la actual
hacia el siglo VI a.C.
Ese libro que tal vez sirviera de prólogo a la historia de Israel desde Canaán hasta la
cautividad de Babilonia, sería ligeramente retocado para que fuera el libro conclusivo de
todo el Pentateuco, como así nos ha llegado en el canon de la Sagrada Escritura.
En todo caso y cualquiera que haya sido su proceso de formación literaria, constituye un
majestuoso libro con enseñanzas teológicas y morales de primer orden en la historia de la
Revelación y del pensamiento humano. En definitiva supone la transición de la prehistoria
de Israel, Patriarcas y Exodo, a la historia del pueblo de la Alianza y de los Profetas.
4.- Enseñanza:
La enseñanza teológica básica del Deuteronomio puede resumirse en: un Dios, un pueblo,
un templo, una tierra, y una ley.
Puesto que sólo hay un Dios, el culto ha de estar unificado en un solo santuario: el Templo
de Jerusalén.
Este único Dios ha elegido y hecho su Alianza con un pueblo, que ha de permanecer unido,
sin divisiones por razones de culto, clases sociales o discriminaciones. A diferencia de la
tradición sacerdotal, el Deuteronomio no distingue entre tribus y familias. Todo el pueblo
hasta el último son hermanos.
La tierra de Israel es un don de Dios a su pueblo, que debe administrar bien: no como
propio sino como un espléndido obsequio.
La Ley, es la expresión de la voluntad de Dios que muestra a su pueblo los caminos por los
que le conviene marchar.
El Hijo Unico de Dios, Cristo llama a todos a participar en la única naturaleza divina por la
gracia: “Que todos sean uno, como tú Padre en mi, y yo en ti”.
El comportamiento que Jesús propone se puede reducir a una sola ley: la del amor, que
engloba el amor a Dios y al prójimo. Mc 12,29-31.
En la nueva Alianza sólo hay un único acto supremo de culto: el sacrificio redentor de Jesús
en la Cruz que tiene un valor universal, y se actualiza constantemente en la Iglesia de modo
sacramental. Este sacrificio ha roto la enemistad y ha constituido a todos los hombres en el
pueblo de Dios, que debe caminar por esta tierra, en el mundo que ha recibido como don de
Dios, desprendido de los bienes terrenos, en camino hacia la tierra definitiva.
VIII.- L O S L I B R O S H I S TO R I C O S D E L A N T I G U O
TESTAMENTO
0.- Introducción:
Los llamados libros históricos del Antiguo Testamento relatan los avatares del pueblo
elegido desde el comienzo de la conquista de Canaán hasta las luchas que en el siglo II a.C.
los israelitas tuvieron que entablar para defender su identidad ante los peligros del
helenismo.
En ellos por tanto existen elementos interesantes para el estudio de la historia antigua, sin
embargo, esos textos hablan fundamentalmente de la salvación preparada y realizada por
Dios a lo largo de la historia de Israel, y de la que se beneficiarán todos los hombres.
Lo narrado en los libros históricos del AT sólo se entiende en toda su profundidad cuando
se contempla debidamente encuadrado dentro de la Revelación que culmina en Jesucristo.
“De este modo los libros del AT incorporados a la predicación evangélica, alcanzan y
muestran su plenitud de sentido en el NT y a su vez lo iluminan y explican”. (Dei Verbum).
Es importante para entender bien todos estos textos, prestar atención tanto a su sentido
propio de cada texto como a su significación dentro del conjunto de la manifestación del
designio salvífico de Dios que ofrece la totalidad de la Sagrada Escritura.
No todas las Biblias contienen los mismos libros del Antiguo Testamento, ni éstos aparecen
en el mismo orden. Estas diferencias obedecen a razones históricas y afectan a la
interpretación de los libros.
Muchos judíos del tiempo de Jesucristo reconocían la autoridad de la Ley y los Profestas, y
admitían también otros libros sagrados que denominaban simplemente “escritos”, si bien no
existía consenso sobre el carácter sagrado de algunos de ellos.
Esta clasificación de los libros permite entender mejor la manifestación gradual de Dios a
los hombres, que alcanza su plenitud a la luz del acontecimiento pascual. Con Cristo la
historia llega a su plenitud, de El hablan la Ley y los profetas. La Ley o Pentateuco no es
para la fe cristiana la plasmación definitiva de la voluntad de Dios, sino el comienzo de la
historia de la salvación.
Entre 1250 y 1050 a.C. hubo una colonización y explotación agrícola en los altos de Efraim
y en la Palestina central. Aparecen zonas dedicadas al cultivo de cereales, productos de la
huerta, vino y aceite, y pastoreo. En esa época se encuadran los relatos de los libros de
Josué y Jueces acerca del asentamiento en Canaán.
b) El reino de Israel.
A partir de 1.050 y hasta 850 a.C. se sedentarios la población, con un gran rendimiento
agrícola. La población y el comercio creció.
A la gran potencia de la época: Asiria, había de pagarle tributos primero, y luego someterse
a sus intentos de conquista, Samaría en el 722 a.C. hubo de rendirse, y quedó convertida
con sus territorios en provincia asiria.
c) El reino de Judá.
Mientras tanto en la región meridional, sobre todo alrededor de Jerusalén había una
agricultura floreciente. A comienzos del siglo VIII a.C. después de la caída de Samaría tuvo
un importante desarrollo de población y prosperidad.
Entre el siglo VII y el VI a.C. el poder asirio se debilita ante Babilonia, frente a la que Judá
no pudo soportar el embate de las armas. La ciudad de Jerusalén es tomada por
Nabucodonosor el 587 a.C. llevándose al rey y personajes importantes cautivos a Babilonia.
A finales del siglo VI a.C. una gran parte de los que vivían en ese territorio no eran
descendientes de los antiguos pobladores, sino de nuevos inmigrantes. En los libros de los
Reyes y Crónicas se habla de algunos de estos acontecimientos.
d) La época persa.
Unos 40 años después de la caída de Jerusalén, Ciro rey de Persia conquista a su vez
Babilonia, y con ella se hace con el dominio de todo lo que de ella dependía. Ciro ayudó a
la restauración de Jerusalén, impulsando el culto tradicional a Yahwéh, el Dios de Samaría
y Judá. Se creo así una nueva sociedad centrada en el Templo y administrada por un
gobernador persa, identificado profundamente con el pueblo. Dentro de esta época de
restauración, siglos V y IV a.C. se sitúan las misiones de Nehemías y Esdras.
e) La época helenística.
El esplendor del imperio persa y con él de Judá, inició su declive hacia el año 333 a.C., con
las conquistas de Alejandro Magno. Durante este período muchos aspectos de los pueblos
conquistados quedaron impregnados de elementos de la civilización, arte, técnica, lengua o
filosofía griegas. La helenización de judea fue más lenta que otras regiones, Jerusalén al
principio fue respetada, pero poco a poco aparecen las trasformaciones, con construcciones
de nuevos moldes culturales, por ejemplo el gimnasio.
La situación social distaba mucho de ser pacífica, pues tras la muerte de Alejandro Magno,
todo Oriente Medio se vio envuelto en luchas de sucesiones. Al final de las guerras sirias, a
comienzos del siglo II a.C., Palestina quedó bajo el poder sirio (seléucida).
Cuando Antíoco IV Epífanes (175-164 a.C.) sube al poder, el proceso de helenización llegó
a su apogeo. Jerusalén se trasforma en ciudad helenística, la Torah dejó de ser ley
constitucional como venía siendo desde la época persa, se suprimieron los sacrificios en el
Templo, que se dedicó al señor del cielo, Zeus Olímpico de los griegos. Los decretos de
Antíoco IV encontraron primero resistencia pacífica perro después se dio paso a la rebelión
armada que logró un alto grado de independencia religiosa y política. El heroísmo
manifestado en esa lucha por parte de los israelitas que querían permanecer fieles a sus
tradiciones religiosas quedó plasmado en los libros de los Macabeos.
Sin embargo hacia el año 70 a.C. Roma se apodera de Jerusalén. Palestina era entonces una
región helenizada, aunque con reductos de identidad religiosa y cultural propia. En Samaría
y Galilea la población rural seguía sus creencias y modos de vida tradicionales, mintiendo
su escisión entre samaritanos y judíos. En las grandes ciudades predomina la población, la
lengua y cultura helénica. En Judea, mientras tanto, y sobre todo en Jerusalén la religión,
civilización y cultura judías eran mayoritarias. Faltaba poco para el nacimiento de
Jesucristo.
El pueblo de Israel guardó memoria de las gestas de sus antepasados, con el correr del
tiempo estos recuerdos sirvieron para actualizar su fe en Dios, iluminar las nuevas
situaciones y dar una orientación para mantenerse fieles a la Alianza. Todas estas
reflexiones se fueron además poniendo por escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo,
de modo que su enseñanza se mantuviera para siempre.
Por ello el valor de la Biblia como fuente histórica es incalculable, si bien conviene tener
presente que la finalidad que guió a los autores sagrados fue más bien didáctica,
pretendiendo destacar la relación entre Dios y su pueblo. Por eso las enseñanzas contenidas
en el AT no sólo afectan a Israel, sino que salvadas las distancias temporales y culturales
tienen valor permanente para todos los pueblos.
La historia que narran no ha sido descrita para satisfacer nuestra curiosidad sobre el modo
concreto en el que se desarrollaron los hechos concretos de la historia de Israel, no son
libros de historia antigua, sino que ofrecen algo más: una reflexión religiosa sobre la
historia pasada buscando las interpretaciones y enseñanzas que se pueden extraer de ella,
reflexión llevada a cabo mediante una acción peculiar del Espíritu Santo. Por ello existen
omisiones de hechos históricos importantes, repeticiones de otros, esto es una selección
realizada con criterios más religiosos que políticos o culturales.
El extenso relato que comienza con el libro de Josué, continúa con Jueces y los dos libros
de Samuel, para terminar con los de Reyes, tiene una cierta relación con el libro del
Deuteronomio, puesto que se van juzgando los hechos atendiendo a si se cumple o no la
Ley del Señor contenida en el Código Deuteronómico. Por ello al conjunto de estos libros
se le llama “Historia Deuteronomista”.
Se interrumpe esta narración por la inserción del libro de Rut, detrás de Jueces, y antes de
Samuel, el cual prepara la aparición de David, que de algún modo es el personaje central de
esta gran historia.
En los libros de las Crónicas, se repiten los temas ya narrado también desde los orígenes,
pero aportan una visión distinta, y complementaria con las hasta el momento realizadas. A
continuación se encuentran Esdras y Nehemías, memorias de dos personajes sobresalientes
durante la época persa.
La época de helenización aparece en los libros de los Macabeos, con la actividad de éstos y
los hijos de Matatías. Por último los libros de Ester, Tobías, y Judit, trasmiten hermosas
narraciones, llenas de enseñanzas morales y religiosas ante las diversas circunstancias en
que Israel se va encontrando.
Los autores siguen fuentes diversas: el documento inspirador pudo haber sido una
redacción de la Ley hecha por personas provenientes del reino del Norte, después de su
desaparición tras la caída de Samaría 722 a.C., y llevada a cabo en tiempos de Josías.
También contaban con tradiciones orales o escritas sobre la conquista de la tierra, crónicas
de los reinados de los reyes de Israel y Judá. También recuerdos de la actividad de los
profetas, especialmente Eías y Eliseo. En la Biblia Hebrea este conjunto es denominado
“profetas anteriores”: profetas porque juzgan la historia a la luz de la palabra de Dios, y
anteriores porque van delante de los otros libros proféticos.
Estos libros preparan para el advenimiento de Cristo, del Mesías: concepto mismo, el de
Ungido, que se forma en ese tiempo, y son los libros históricos los que explican su
significado: rey ungido por Dios para traer la salvación. También desde el NT se entiende
el sentido de la tierra prometida, signo de la patria celestial, del descanso al que es llamada
toda la humanidad.
IX.- J O S U E
0.- Introducción:
Dos partes extensas, precedidas de un prólogo y que culminan con un epílogo que condensa
el contenido teológico del libro.
PROLOGO: (1,1-18). Sirve de unión con el Pentateuco, y enuncia los temas del libro: la
continuidad entre Moisés y Josué, mediadores entre Dios y el pueblo; la unidad del pueblo
cuyas tribus juntas conquistan todo el país.
III.- EPILOGO (22,1-24,33). El libro insiste en dos temas: el pueblo unido conquista el
país; y la continuidad entre Moisés y Josué su sucesor. Este antes de morir exhorta al
pueblo a cumplir la Alianza que ahora ellos renuevan en Siquem.
2.- Composición:
Reúne textos y narraciones antiguas. No es extraño que muchas familias contaran entre sus
tradiciones relatos episódicos de la llegada de las tribus a aquel territorio. También existían
numerosas narraciones que explicaban la razón por qué algunos lugares tenían nombres
concretos, o cuál era el origen de algunas construcciones antiguas: como las doce piedras
de Guilgal, el montón de ruinas de Ay, las grandes piedras de la cueva de Maquedá, etc…
La labor de redacción que agrupó estos relatos en una narración continua fue realizada por
autores de la tradición deuteronomista.
Las heredades de cada tribu, posiblemente trae su origen de documentos escritos en el sur
de Canaán, pues el relato es más preciso cuando habla de los repartos de esa zona. La
mayor parte de esta sección pertenecen a la tradición sacerdotal.
Todos estos elementos dispersos se unen con un fin teológico: la tierra un don a conservar
siendo fiel a Dios.
3.- Enseñanza:
Dios es siempre fiel y cumple las promesas hechas a los patriarcas. “Todo llegó”. Así el
pueblo pudo mantener firme la esperanza en Dios durante el destierro en Babilonia. La
tierra de Canaán es de Dios, que la ha donado a su pueblo por medio de Josué, y no por sus
dotes militares.
Se destaca a Josué como mediador entre Dios y el pueblo, elegido por Dios para llevar a
cabo este proyecto salvífico. En el paso del Jordán se presenta al pueblo como una
congregación santa, presidida por el arca de la Alianza, símbolo de la presencia de Dios
entre los suyos.
Se insiste una y otra vez en la unidad del pueblo. Aunque las tribus hubieron recibido su
heredad antes de pasar el Jordán, no abandonaron a sus hermanos hasta que se toma toda la
tierra. Todo el pueblo unido bajo el mando único de Josué toma la tierra. Así el pueblo
unido debe reconocer que sólo hay un único Dios.
4.- El Libro de Josué a la luz del Nuevo Testamento:
San Justino, llega a decir que Josué sustituyó a Moisés y Jesús sustituye a Moisés y su
Evangelio a la Ley mosaica. Orígenes habla que como Josué condujo a Israel a la victoria
abatiendo ciudades, reinos y enemigos; Cristo guía el alma y le proporciona la victoria
sobre vicios y pasiones.
X.- J U E C E S
0.- Introducción:
Narra la llegada del pueblo de Israel a Canaán y las dificultades de asentamiento en cada
zona y la protección divina a cada tribu. Dios en esos momentos adversos suscita líderes
carismáticos, los jueces, que salvan a su pueblo.
El prólogo condensa el libro, al que suceden narraciones cada vez más extensas de las
hazañas de los jueces, junto con anexos de otros relatos.
II.- EHUD, DE LA TRIBU DE BENJAMIN (3,12-30). Tras narrar que Israel obra el mal y
es oprimido por Eglón, cuenta como Ehud venció a Eglón. Tiene como apéndice la historia
de un juez menor: Samgar.
VI.- SANSON DE LA TRIBU DE DAN (13,1-21,25). Dios entrega a los israelitas que
hicieron el mal a manos de los filisteos. Dios suscita un salvador Sansón, anunciado a sus
padres, y nazareo: consagrado a Dios desde el seno materno. Se presenta a Sansón, se
relatan sus hazañas gracias a su extraordinario vigor. Seducido por Dalila es apresado por
los filisteos; después pierde la vida al derribar la casa junto con muchos filisteos, cuando
recupera su fuerza. También se narra la migración de la tribu de Dan. Y por último la
historia de otro levita que no encuentra hospitalidad por los benjaminitas, que abusan de él
y de su concubina. Esto supone una lucha de todas las tribus contra Benjamín, que casi
desaparece, lo que deja constancia del desorden y corrupción de costumbres al final de la
época de los jueces.
2.- Composición:
Con el destierro son agrupados en este libro para ilustrar la fidelidad de Dios en contraste
con la infidelidad de Israel. En su redacción se respetan rasgos genuinos de cada relato,
aunque tenga contradicciones con la enseñanza a trasmitir, así por ejemplo la posibilidad de
dar culto a Dios en diversos santuarios, no sólo en Jerusalén, o el ofrecimiento de un
sacrificio humano por Jefté.
3.- Enseñanza:
Los relatos ponen de relieve la gran rudeza en vivían las tribus de Israel en sus primeros
tiempos. Para entenderlos conviene hacer algunas advertencias:
3ª.- El esquema argumental de cada historia de los 6 jueces mayores es el mismo: pecado,
castigo y salvación. Para el lector es una llamada a reconocer los propios pecados e
infidelidades, y a tener confianza en Dios, que siempre es fiel.
5ª.- También este libro es un canto de liberación. Servirán estos recuerdos para alimentar la
esperanza en los momentos difíciles del Destierro (siglo VI a.C.)
La Encarnación del Hijo de Dios y su misión salvífica son la manifestación patente de que
Dios no se despreocupa de su pueblo, ni de la humanidad. Esa iniciativa de Dios eligiendo
al pueblo, y la gratuidad de la llamada, que ya se descubren en Jueces, se desarrolla más
profundamente en el NT.
Algunos relatos de los Padres de la Iglesia contemplaron los relatos de Jueces a la luz del
misterio de Cristo. Sansón fue comparado con Jesucristo, y su triunfo sobre los filisteos es
para los cristianos un símbolo de la redención divina y de la victoria sobre la muerte.
Dentro de la Iglesia, la experiencia de liberación que trasmite Jueces es comprendida como
anticipo de la liberación del pecado y de la muerte ganada por Cristo.
XI.- R U T
0.- Introducción:
Terminado el libro de los Jueces, y antes de los Libros de Samuel que narran los orígenes
de la monarquía en Israel, se incluye un libro breve con una historia entrañable, la de Rut.
No forma parte de la historia “deuteronomista” pero aparece insertado aquí en los códices
griegos más antiguos y en la vulgata latina.
En cambio en la Biblia hebrea se incluye entre los Escritos. Se lee en la fiesta judía de
Pentecostés en las sinagogas, para dar gracias a Dios por motivo de la siega.
Narra la historia de cómo una mujer extranjera, de cuya descendencia nacería el rey David,
que se incorporó al pueblo de Israel. Dos partes:
I.- RUT SE ACOGE A LA PROTECCION DEL SEÑOR (1,1-2,17). Rut decide dejar su
pueblo y familia para ir a residir a Belén de Judá. Un judío, Elimelec salió en tiempo de
escasez de alimentos de Judá hacia Moab. Allí sus hijos contrajeron matrimonio con dos
jóvenes moabitas, Orpá y Rut, pero ese hombre y sus dos hijos fallecieron poco después.
Cuando Noemí su viuda, decidió regresar a Belén, una de las nueras, Rut, se ofreció a
acompañarla con unas palabras que son testimonio de fidelidad: “A donde vayas iré y donde
pases las noches las pasaré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios”.
2.- Composición:
3.- Enseñanza:
Es también un testimonio del cuidado paternal de Dios hacia los hombres. Dios está
continuamente detrás de la aparente normalidad de los acontecimientos, velando con su
providencia. Existen muchos detalles que no son casualidad sino que guiados por Dios
acontecen con la naturalidad de la vida ordinaria. (Ej, Rut conoce a Booz espigando).
Rut posee una exquisita sensibildad religiosa y es un modelo digno de imitar. Rut acogió al
Señor como su Dios, y puso toda su vida “a la sombra de sus alas”. Por fidelidad a El dejo
su tierra y la casa de sus padres, y Dios bendijo con abundancia tal generosidad y fidelidad.
El nombre de Rut aparece en la línea directa de la que habría de nacer Jesucristo. (Mt 1,5).
La tradición cristiana ve en ella a los hombres de pueblos muy diversos que al conocer al
Señor se incorporan a su Iglesia y encuentran en ella su casa.
En la vida de Rut encuentra particular resonancia las palabras de San Pablo “Vuestra vida
está escondida con Cristo en Dios”. (Col 3,3). Dios está presente en todas las encrucijadas
del mundo, y actúa con discreción en la vida ordinaria.
XII.- S A M U E L
0.- Introducción:
La versión griega de los Setenta, seguida por la Vulgata, reúne los libros de Samuel y
Reyes bajo la denominación de 1 y 2 de Reinos. Sin embargo los dos Libros de Samuel
conservan su título propio por sus propias características.
Si bien hay elementos poéticos, se trata de un relato continuado, en el que Dios actúa,
eligiendo a los suyos, Samuel primero, luego los reyes, rechaza a Saúl, y favorece a David.
I.- HISTORIA DE SAMUEL. El ARCA. (1S 1,1-7,17). Se presenta a Samuel como profeta
y como juez. Episodios por los que pasa el Arca de la Alianza, y la primera victoria sobre
los filisteos.
II.- SAMUEL Y SAUL (1 S 8,1-15,35). También aquí hay dos narraciones del mismo
hecho, en este caso la unción de Saúl como rey. Saúl primero cuenta con el apoyo de Dios y
del pueblo, pero al final por varias razones que se explicitan es rechazado.
IIi.- SAUL Y DAVID (1S 16,1-2S 1,27). Abundan también los duplicados. Se explica dos
veces como se conocieron. Dos atentados de Saúl contra la vida de David. Dos veces se
constata la popularidad de David, y en dos ocasiones se le promete casarlo con la hija de
Saúl. David es dos veces traicionado, y perdona otras tantas a Saúl, y por último en dos
oportunidades se refugia en la casa de un príncipe filisteo de Gat.
2.- Composición:
Había muchas tradiciones que se remontan a la época de Saúl y de David, y algunas como
la historia del Arca, fueron muy pronto por escrito. Se acepta que entre los siglos VIII y
VII a.C., se añadieron elementos proféticos y poéticos, de modo que la primera redacción
se elaboraría en tiempos de Josías (639-609 a.C.). La redacción definitiva tendría lugar al
componerse la historia deuteronomista, esto es durante el destierro, o poco después.
El texto de estos libros se ha trasmitido de dos maneras el hebreo puntuado por los
masoretas, y el griego de los Setenta. Parece que son textos que no dependen el uno del
otro, sino que más bien se complementan; ambos han de ser tenidos en cuenta.
3.- Enseñanza:
Los libros de Samuel ponen de relieve el sentido religioso de la historia, en cuanto que en
ella se refleja el proyecto salvador de Dios. Dios escoge reyes y profetas para que guíen al
pueblo elegido, los primeros como representantes de Dios, y los segundos como intérpretes
de la historia y defensores de los derechos divinos.
Destaca la Alianza con el pueblo a través de David, gratutita, que apenas menciona las
obligaciones inherentes a ella, impregnada de promesas y esperanza.
Se reconoce gran dignidad a los reyes, pues son llamados “hijos de Dios” en sentido
metafórico. Los profetas encargados de encumbrarles y ungirles como reyes, tienen las
misión de hablarles en nombre de Dios, y si es el caso recordarles sus delitos.
Unida a la monarquía la ciudad de Jerusalén ocupa un lugar central como capital política y
religiosa, pero sobre todo como símbolo teológico. El Señor reina en Jerusalen como
ciudad santa desde el traslado del Arca, como sede de la morada de Dios, y de la dinastía
davídica. Es la ciudad elegida por Dios como ciudad del Señor. Es engrandecida cuando el
pueblo permanece fiel y destruida con la infidelidad (destierro siglo VI a.C.).
XII.- R E Y E S
0.- Introducción:
Ambos libros forman una unidad. La división en dos libros se encuentra por vez primera en
los códices de la traducción griega de la Biblia, llamada de los Setenta, donde llevaban el
nombre de tercer y cuarto libro de los reinos, los dos primeros eran los de Samuel. Fue San
Jerónimo quien siguiendo la tradición hebrea los llamó Libros de los Reyes.
El libro primero narra la figura y obras de Salomón, y expone la historia de los dos reinos:
Israel en el norte, y Judá en el sur, que se forman a su muerte. Presenta de forma sincrónica
a los reyes de ambos reinos.
En el libro segundo, se continúa la historia de los dos reinos, desde Eliseo hasta la
desaparición del reino del norte, y después la deportación a Babilonia del rey de Judá y de
la población más importante de Jerusalén.
2.- Composición:
Redactado en la época del destierro. Destinado a los judíos que vivieron la invasión
babilónica tiene como fin explicar cómo pudieron suceder esas cosas, y animar a la
fidelidad al Dios de Israel.
También existen varios conjuntos literarios previos, que se insertan en la obra sin
importantes modificaciones. Entre ellos la crónica de la sucesión de David, la historia de
Salomón, la historia del cisma, el ciclo de Elías, el ciclo de Eliseo, las noticias sobre Joás,
las noticias sobre Ajaz y las relaciones entre Ezequías e Isaías. Cada uno de estos bloques
tuvo su historia literaria antes de su incorporación. El autor sagrado escoge aquellos que le
sirven mejor para mostrar su objetivo: como el pueblo, representado por sus reyes había
obrado de tal manera que se hizo inevitable el castigo, a pesar de las advertencias de los
profetas. No duda en dar explicaciones personales de los acontecimientos, ni en valorar las
conductas de los reyes.
3.- Enseñanza:
1 y 2 Reyes muestran lo mismo que Deuteronomio: el destino del hombre depende de su
fidelidad a Dios. El hombre está abocado al fracaso si abandona al verdadero Dios,
sometiéndose al servicio de los ídolos.
Estos libros ponen de manifiesto el conocimiento de Dios que adquirió Israel y como llegó
a él. Aquí se revela a su pueblo como el Dios de todo lo creado, que tienen dominio
absoluto sobre la naturaleza, Dios de cielos y tierra. Al mismo tiempo Dios se manifiesta
como absolutamente trascendente, no puede ser contenido en ningún templo, ni ser
representado, pues habita en los cielos. Es el único y verdadero y no admite otros dioses
junto a El.
Esta revelación la hace Dios por medio de sus profetas, los hombres de Dios. Sus palabras
se cumplen inexorablemente. El esquema profecía-cumplimiento se repite unas 45 veces.
También la condición del hombre pecador y deseoso y necesitado del verdadero Dios. La
raíz del pecado es la idolatría, aparecen las tentaciones de los baales cananeos. La fidelidad
a Dios exige purificar totalmente el culto al verdadero Dios, realizándolo como El quiere,
en el santuario de Jerusalén, el cual fue decretado santuario único para Israel, a finales del
siglo VII a.C., con Josías.
A su vez 1 y 2 Reyes muestran cómo fue actuando Dios con su pueblo, Dios dio a David
como rey y promete que su descendencia permanecerá siempre en el trono. Elige el Templo
de Jerusalén para que fuese Moradas de su santo Nombre, la presencia de Dios pasa del
Arca al Templo.
A pesar del despliegue de la misericordia de Dios, los reyes y el pueblo no fueron fieles y
adoraron a otros dioses. Dios si permanece fiel a su promesa, y la línea de sucesión
davídica se mantiene en el trono de Judá.
Los Libros de los Reyes culminan en el NT, en el que Jesús es proclamado Hijo de David
por la multitud y los evangelistas. Dios cumple su promesa por encima de toda expectativa
humana, la ascendencia davídica de Jesús no se funda en la generación humana, como
sucede en los reyes de Judá, sino en la voluntad de Dios que elige y constituye a José como
padre de Jesús. El Reino que se inaugura con la venida de Cristo trasciende un reinado
humano e histórico, es el Reino mismo de Dios, Jesucristo es Rey pero su reino no es de
este mundo.
El Reino del Mesías, está formado por judíos y gentiles, a diferencia de Judá e Israel,
hombre de toda raza y nación, un reino de sacerdotes. La Iglesia integrada por judíos y
gentiles es en la historia humana el germen y principio de este Reino, prefigurado por lo
que el reino de Judá.
Jesús pone de manifiesto que el esplendor de su Reino es mayor que el de Salomón. El
verdadero culto a Dios, ya no se dará ni Garizim (Samaría) ni en Jerusalén, sino en Espíritu
y en verdad.
XIII.- H I S T O R I A D E L C R O N I S T A
0.- Introducción:
El texto hebreo recibe el nombre de “hechos de los días”, o “el diario”. En la versión de los
Setenta el de “las cosas dejadas de lado” o “cosas omitidas” en los libros anteriores. San
Jerónimo en el prólogo a los libros de Samuel y Reyes, les da un título muy apropiado:
Crónica de toda la historia divina. De ahí la tradición cristiana los denominó Crónicas.
Recogen la historia del pueblo de Dios desde Adán hasta la cautividad de Babilonia. Su
contenido se centra sobre todo en la edificación del templo de Jerusalén y la organización
del culto. Sus partes son:
IV.- LOS REYES DE JUDA (2 Cro 10,1-35,27). Pasa revista exclusivamente a los reyes
de Judá valorando su actuación según el modelo de David, y ponderando las reformas
religiosas de alguno: Asá, Josafat, Joás, Ezequías, Josías y Manasés; que a pesar de sus
infidelidades se convirtió.
V.- FINAL DEL REINO DE JUDA (2 Cro 36,1-23). Final del reino, edicto de Ciro y
restauración del Templo.
2.- Composición:
b) Fuentes oficiales. Se citan explícitamente el libro de los reyes de Israel y Judá, el libro de
los reyes de Judá e Israel, el Libro de los reyes de Israel y las Crónicas de los reyes de
Israel.
c) Otras fuentes escritas. Relatos de personajes conocidos, tenidos muchos de ello por
profetas. Así los relatos de Samuel, el vidente; Natán, el profeta; Gad, el vidente; …
Se quiso realizar una historia religiosa. Compuesto en Jerusalén. Debieron ser redactados
antes de la invasión de Alejandro Magno (333 a.C.) pues no hay alusiones al helenismo, se
cree que en torno al 400-350 a.C. Pudieron existir varias redacciones sucesivas.
3.- Enseñanza:
Dios premia al que obra bien y castiga al que obra mal. La retribución personal. Así Josías
que muere prematuramente a pesar de ser un rey piadoso, se explica el cronista que le
sucedió por no prestar atención a la voz de Dios.
Destaca la expresión gozosa y festiva del culto a Dios: cantores levitas, instrumentos
musicales sagrados. Tambián aquí David es fundamental al que se atribuyen muchas
composiciones poéticas e instumentos musicales para cantar las alabanzas del Señor. Los
grandes momentos de la historia como la consagración del Templo, la entronización de los
reyes, las reformas religiosas, celebraciones pascuales son festejados con el canto litúrgico,
que expresa los sentimientos de oración, personales y de todo el pueblo. En el esplendor del
culto y atractivo del Templo destacan los levitas.
4.- Los libros de Las Crónicas a la luz del Nuevo Testamento:
Desde el libro de las Crónicas se entiende mejor que Jesús manifieste tan gran celo por el
Templo, y que llegue a identificarse con él presentándose como la morada definitiva de
Dios con los hombres. La muerte corporal de Jesús anuncia la destrucción del Templo que
señalará la nueva edad de la historia de la salvación. Jesús es así en nuevo David que ofrece
en sí mismo el verdadero lugar de encuentro con Dios no sólo a los judíos sino todos los
hombres.
XIII.- E S D R A S Y N E H E M Í A S
0.- Introducción:
Ambos libros están muy relacionados entre sí y tienen muchas semejanzas de estilo con los
libros de las Crónicas. En el antiguo canon hebreo formaban un solo volumen. Así pasó a la
versión griega de los Setenta. Los comentaristas cristianos lo dividieron en dos de acuerdo
con su contenido. Así se encuentra en la Vulgata donde se llaman I Esdras y II Esdras. Más
tarde esta división pasó al canon hebreo y ha quedado recogida en la Neovulgata.
No recogen una historia lineal, sino los episodios más sobresalientes en la reconstrucción
religiosa y civil de Judá durante el tiempo que esta formaba parte del imperio persa. Varias
partes:
I.- RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO (Esd 1,1-6,22). Cuando Ciro autoriza el regreso,
se organiza una caravana de Babilonia a Jerusalén y allí los recién llegados reconstruyen el
Templo. Concluidas las obras y realizada su dedicación celebran la Pascua.
2.- Composición:
El orden de los acontecimientos que aparecen en los libros de Esdras y Nehemías, suscita
varias dificultades. En conjunto da la impresión de que cuando llega Esdras y a se habia
realizado la reforma de Nehemías. De distintos datos se deduce que el redactor del libro ha
unido unas memorias ya existentes de Esdras y otras de Nehemías escritas en primera
persona y ha recogido a la vez datos de otras fuentes, presentando los hechos con un orden
que refleja más intereses doctrinales que cronológicos.
Hoy se considera que desde el punto de vista histórico que Nehemías realizó sus misiones
en Jerusalén entre los años 445 y 424 a.C., y que Esdras llegó allí el 398 a.C. Nehemías
habría restaurado la muralla, organizado social y económicamente Judea, fortalecido la
unidad e identidad de los repatriados mediante la renovación de un pacto con Dios al estilo
del Deuteronomio. Esdras en cambio habría llevado la Ley y la habría impuesto como ley
del estado para todos los judíos. Así ambos representan dos momentos distintos y
sucesivos, del desarrollo judío después de la diáspora.
3.- Enseñanza:
Muestran que la restauración de la vida social en Judá después del exilio de Babilonia
forman parte de un proyecto unitario de Dios, aunque su realización tuviera lugar en
diversos momentos y durante el reinado de varios monarcas persas.
Se destaca la continuidad al relacionarse los lugares antiguos con los nuevos, entre las
instituciones actuales y las del pasado. El altar y el Santuario fueron construidos en su
lugar, los utensilios para uso del Templo eran los que Nabucodonosor se llevó. Tanto los
sacerdotes como el personal que servía al culto eran descendientes de los que antes
ocuparon estas tareas.
Esta continuidad muestra como Dios conduce la salvación, haciendo surgir respuestas
nuevas a las situaciones que se presentan pero manteniendo la fidelidad a los orígenes. Se
destaca también con fuerza la identidad del pueblo elegido, que ha de mantenerse mediante
la severa prohibición de los matrimonios mixtos, y la segregación respecto de los gentiles.
No siempre había sido así en la historia del pueblo, (Rut, Jonás); pero en estos momentos
de especial presencia de la tentación del sincretismo se ven necesarias, y fueron
providenciales, para mantener la identidad religiosa del pueblo de Israel, que en este tiempo
toma la configuración de “pueblo judío”. Con las reformas de Nehemías y Esdras la
pertenencia al pueblo no está unida a habitar en un territorio, sino a tener una ascendencia
determinada, de ahí la importancia de las genealogías, y a someterse a una ley.
Estos Libros son una preparación y transición para la revelación del NT. Preparatoria por
cuanto dan razón de la situación religiosa y de la forma de pensar del pueblo judío, centrada
en el cumplimiento de la Ley, en la época en la que vive Jesucristo y surge la Iglesia.
Transitoria, por cuanto las enseñanzas de estos libros sobre la absolutización de la Ley para
obtener la misericordia de Dios, y la segregación respecto a los gentiles, como medio para
mantener la identidad del pueblo judío, van a ser modificadas profundamente en el NT.
Para éste, pese a que la Ley conserve su valor, la misericordia de Dios llega a “todos” los
hombres por Jesucristo, el Mesías; y la identidad de la Iglesia se mantiene mediante la
fidelidad y santidad de sus miembros en medio del mundo.
XIV.- L O S U L T I M O S L I B R O S H I S T O R I C O S D E L
ANTIGUO TESTAMENTO
0.- Introducción:
Después del libro de Nehemías, en las Biblias cristianas figuran los libros de Tobías, Judit y
Ester. Los libros históricos incluyen también al 1 y 2 de los Macabeos, que en alguna
suelen aparecer al final del AT. Son libros heterogéneos entre sí, no un conjunto unitario.
Aunque tiene alguna nota común:
Coinciden en que fueron redactados en época más reciente que los demás libros históricos
del AT, cuando ya la cultura helenística llevada tiempo implantada en Palestina, en época
cercana a Jesucristo. Se aprecia el influjo cultural griego en la lengua y modos de expresar,
si bien son fieles a la religión de Israel.
De ellos sólo el libro de Ester forma parte del canon judío, si bien ya fueron recibidos como
canónicos por la Iglesia primitiva.
Así por ejemplo el género de la historia patética, peculiar de esta época, supone narrar los
sucesos subrayando el dramatismo, perfilando los rasgos emocionales de situaciones y
personajes. La persuasión retórica era frecuente en los historiadores helenistas,
describiendo con trazos enérgicos personas y acontecimientos como ejemplos de virtud o
vicios. Así sucede en el libro segundo de los Macabeos.
Un ejemplo del avance se puede encontrar en la doctrina sobre la retribucion. Sigue vigente
que Dios retribuye a cada uno según sus obras, buenas o malas. Sin embargo se enseña
ahora que la retribución no siempre se alcanza en esta vida. El paso adelante en el
conocimiento de que existe una vida después de la muerte está ligado a nuevas luces que el
Espíritu Santo proporciona en la reflexión sobre la creación.
Todo esto abre nuevas y sugerentes perspectivas para la antropología y permitió una mejor
comprensión del problema del sufrimiento, este puede tener un sentido expiatorio y cabe
aceptarlo de buen grado por el bien de los demás.
Se prepara así la misión de Jesús, permitiendo entender que los sufrimientos de un justo,
Jesús tenían un sentido para el bien de los hombres, hizo posible hablar de la resurección de
todos los hombres, y también por supuesto de Jesús; y alimentar el deseo de estar con
Cristo antes de que llegue la resurrección universal.
XV .- T O B I A S
0.- Introducción:
La historia de Tobías llega a nosotros a través de tres redacciones distintas, según los
manuscritos en los que se encuentra. El códice Sinaítico (S) siglos IV-V d.C.más larga
coincide con las versiones latinas; Los manuscritos Vaticano (B) y Alejandrino (A) siglos
IV y V d.C, es más breve que la anterior y presenta una redacción griega más elegante.
Algunos piensan que ésta es una corrección de la anterior.
Además del texto griego existen unos pequeños fragmentos en arameo hallados en el
Qumrán. Así los estudiosos discuten si originariamente se compuso en griego, en arameo, o
en hebreo. En cualquier caso es el texto griego el recibido como canónico por la Iglesia.
Entre los protestantes y judíos no es considerado canónico este libro.
Se describe el caso de Tobit que a pesar de practicar las obras de misericordia, queda ciego,
sumido en la pobreza, y con la incomprensión de su esposa. En esta situación ora a Dios
pidiendo la muerte.
En el caso de Sara, los siete maridos a los que ha sido dada como esposa han muerto la
noche de bodas porque los mata el demonio Asmodeo. Por ello encuentra el desprecio de la
criada de su padre. También ora a Dios pidiendo la muerte.
Ambas oraciones llegan al tiempo al Señor que decide socorrerles enviando al ángel Rafael.
En el viaje capturan un pez que había atacado a Tobías en el Tigris, y por indicación del
ángel guarda la hiel, el corazón, y el hígado del animal, que servirán para alejar al demonio
y curar la ceguera. Al llegar a Ecbatana, el ángel comunica a Tobías que según la Ley debe
tomar a Sara como esposa por ser el pariente más próximo. Al temor de Tobías al demonio,
el ángel le comunica cómo podrá ahuyentarlo. Así llegan a casa se celebra la boda sin que
ocurra ningún mal. Tobías, Rafael y Sara vuelven a Nínive.
2.- Composición:
No es un libro histórico, sino una novela ejemplar, se encuadra más bien en el género de la
narrativa sapiencial. Aunque el autor sitúa la historia en tiempos de la cautividad en Asiria
y Meida (siglos VIII-VII a.C.) deja entrever que la escribe mucho tiempo después, pues
alude a la caída de Jerusalén y cautividad de Babilonia.
3.- Enseñanza:
La idea predominante es que Dios protege a los justos y les salva de las desgracias si
recurren a El con oración sincera. Dios ejerce su protección por medio de sus ángeles, en
este caso por Rafael, “Dios ha curado”, cura de la ceguera, y de la presencia del demonio.
La forma de actuar de Dios no es a primera vista perceptible, las finalidad de las desgracias
no se descubre al momento, sino al final de la historia. Dios actúa con providencia en la
vida de cada individuo y de cada familia y no sólo del pueblo. Se muestra en el camino
hacia Media y hacia el matrimonio como Dios conduce al hombre por el camino de la vida,
y como el hombre colabora con Dios en la medida que pone los medios a su alcance par
llevar a cabo sus proyectos nobles.
Al hombre no se le pide que entienda el sentido de su desgracia sino que recurra a Dios y se
ponga en sus manos, sin caer en la desesperación. La actitud del hombre con Dios ha de ser
siempre la de alabanza. Al mismo tiempo al buen judío se le pide que practique
heroicamente las obras de misericordia, especialmente dar limosna y enterrar a los muertos.
Y resalta especialmente la piedad filial hacia los padres en la ancianidad y en el momento
de la muerte.
Se acentúa la conciencia que debe tener el pueblo judío de su pertenencia al pueblo de Dios
y su solidaridad con la suerte de todo el pueblo. De ahí que deba mantener su identidad
judía cumpliendo las leyes sobre alimentos puros e impuros, contraer matrimonio con una
mujer de su entorno familiar.
Este Libro enseña como Dios escucha la oración de quien se dirige a El desde la intimidad
de su corazón, tal como enseña nuestro Señor Jesucristo. También sus acontecimientos
ayudan a entender las palabras del Evangelio: todo concurre para el bien de los que aman al
Señor. La doctrina de Jesús sobre la Providencia divina y la confianza del hombre en ella,
no sólo confirma el contenido del libro de Tobías, sino que la hace más radical, al decir
que Dios sabe lo que necesitamos antes de pedírselo, e invitar a buscar primero el Reino de
Dios.
Jesús ratifica la practica de la limosna y obras de misericordia, pero también con cualquier
necesitado, e insistiendo en la rectitud de intención. También en el Evangelio aparecen los
ángeles como emisarios de Dios con misiones, y se habla del ángel que protege a cada
hombre.
XV I.- J U D I T
0.- Introducción:
Es uno de los libros llamados “deuterocanónicos” del AT porque no forman parte del canon
judío. Los manuscritos conservan un texto griego que se considera traducción de un
original semítico (hebreo o arameo).
II.- DIOS CONFUNDE A SUS ENEMIGOS POR MEDIO DE JUDIT (8,1-16,25). Judit
reza confiadamente a Dios y pide que la ayude para llevar a cabo lo que ha pensado para
salvar a su pueblo. Su plan es audaz, sale de la ciudad y se dirige al campo enemigo; allí
logra tener acceso hasta Holofernes y éste tras un banquete ofrecido a sus oficiales, cae
rendido por el sueño, totalmente ebrio, momento que aprovecha Judit para cortarle la
cabeza y llevarla en un saco a Betulia. Aijor acogido por los hijos de Israel, creyó en Dios y
se incorporó a la casa de Israel. El ejercito que les acosaba se dispersa.
2.- Composición:
3.- Enseñanza:
La clave teológica del libro está en la oración de Judit: el que ha querido seducir a Israel
hacia la idolatría, es seducido y vencido. Los cumplidores de sus compromisos con Dios
pueden contar siempre con la fidelidad al Señor. Judit simboliza la fe, y Holofernes la
fuerza. A Judit no le falta energía a pesar de no manejar armas, por su confianza en Dios.
Su lucha es el contraste entre los que confían en el poderío humano y los que esperan en
Dios.
Judit es la sabiduría que proporciona la fe y la confianza en Dios, que supera toda sabiduría
humana. Dios escoge la necedad del mundo para confundir a los sabios, y la flaqueza del
mundo para confundir a los fuertes.
Ni Judit , ni el libro se citan en el NT. Sin embargo hay una alusión cuando Isabel se dirige
a Santa María con el mismo saludo que Ozías cantaba a Judit: “Bendita tú entre las
mujeres”. La tradición de la Iglesia tuvo a Judit como tipo de María, ya que a lo largo de la
Antigua Alianza la misión de María fue preparada por las santas mujeres (CIC nº 489). De
hecho en la liturgia de las horas se aplican a Santa María algunos textos que cantan la
grandeza de la heroína judía.
Los Padres y escritores eclesiásticos la ven como ejemplo de la Providencia de Dios que no
abandona a su pueblo, la elección preferencial de Dios por lo humilde, para confundir a lo
que parece mucho.
Judit también es modelo de otras virtudes: coraje, castidad, oración confiada en Dios, y por
su entereza final al rechazar a quienes la pretendían en matrimonio, es un modelo de las
viudas que deciden vivir dedicadas a Dios.
XV II.- E S T E R
0.- Introducción:
El libro de Ester se incluye en la Biblia hebrea entre los “Escritos”. Es uno de los cinco
megil-lot, es decir de los cinco rollos de pergamino que se leen en algunas fiestas judías,
éste en concreto en Purim, fiesta popular que se celebra con banquetes e intercambio de
regalos.
1.- Estructura y Síntesis del Contenido:
Los diversos manuscritos que nos han llegado presentan diferencias entre sí. Los hay en
texto hebreo, griego, y traducciones antiguas. El texto griego no es una simple traducción
del hebreo, sino que lo completa con varios añadidos de notable extensión. También los
códices griegos presentan diferencias entre sí.
Narra la historia de cómo Dios escucho las oraciones de su pueblo y lo salvó del grave
peligro surgido por una persecución que sus enemigos habían suscitado contra él. Esto lo
hizo Dios suavemente guiando los acontecimientos a través de su providencia ordinaria.
IV.- LOS JUDIOS CLAMAN A DIOS (3,15b-4,17kk). Los judíos oran a Dios
consternados ante la noticia del decreto. Mardoqueo pide a Ester que interceda por su
pueblo, y tanto Mardoqueo como Ester oran al Señor.
VI.- DIOS SALVA AL PUEBLO DEL EXTERMINIO (7,1-10,3a). Amán cae en desgracia
ante el rey y es ahorcado, Mardoqueo ocupa su puesto. Con los poderes recibidos, se
escribe de parte del rey a todas las provincias autorizando a los judíos a defenderse de sus
enemigos. El día establecido para su exterminio, los judíos se desquitaron de sus
perseguidores. Para festejar el gozo se instituye la fiesta de Purim, que se celebra
anualmente.
2.- Composición:
El autor sagrado, -haciéndose eco de los recuerdos de alguna persecución sufrida por los
judíos que vivían dispersos en el imperio persa-, escribe una hermosa narración para que
fuera leída en la fiesta de Purim y sirviera para instruir al pueblo.
Más adelante otros autores reescribieron el texto traduciendo al griego el original hebreo y
completándolo con algunos pasajes que explican mejor la intervención de Dios y la
importancia de la oración. Así el libro adquiere su forma actual a inicios del siglo I a.C.
3.- Enseñanza:
No se nombra a Dios ni el Templo, ni instituciones del pueblo judío, señal de que el libro
está escrito en un ambiente pagano y dirigido a lectores de todas las naciones. Pero aunque
parezca que Dios está ausente, la Providencia divina actúa cuidando a su pueblo y
protegiéndolo de sus enemigos. Dios actúa con gran discreción y eficacia.
Los suplementos griegos subrayan explícitamente que Dios presta atención a las oraciones
del pueblo, sin embargo el Señor no ahorra a sus fieles el esfuerzo que les corresponde.
Ester y Mardoqueo tienen una fe vigorosa que no se arredra ante la adversidad, rezan y
hacen penitencia intensamente, pero a la vez actúan con sentido de responsabilidad. La
confianza en Dios no es refugio para actitudes cobardes sino valentía para tomar actitudes
comprometedoras.
Este libro no viene citado expresamente en el NT, pero es evocado por los Padres de la
Iglesia y los escritores eclesiásticos. Se suele presentar como un paradigma de la
Providencia divina, si bien subrayando la correspondencia humana.
Se presenta como un compendio de las virtudes necesarias para conseguir el favor de Dios.
Se destaca la humildad de la heroína, su fidelidad a los mandamientos, la oración y el
ayuno que acompaña a la petición a Dios, etc…
Ester entra en la tradición de la Iglesia, como una de “las mujeres santas como Sara,
Rebeca, Raquel, Miriam, Débora, Ana, Judit y Ester, que conservaron viva la esperanza de
la salvación de Israel. De ellas la figura más pura es María”. (CIC n. 64).
XVI I.- 1 M A C A B E O S
0.- Introducción:
Son cuatro libros los que conservan este título pero sólo dos primeros están en relación con
el movimiento de rebelión contra el poder seléucida que se produjo en Judea bajo la guía de
los Macabeos. Estos dos libros están en el canon cristiano de la Biblia, pero no en el judío.
Su título deriva del apodo dado a Judas, el protagonista de la lucha contra Antíoco IV
Epífanes. Los dos libros canónicos son independientes entre sí, tanto en cuanto al autor,
estilo, tiempo de composición y finalidad, aunque se refieren al mismo período histórico.
El texto original de I Macabeos estaba en hebreo, y tanto Orígenes como San Jerónimo
llegaron a conocerlo, hoy sólo se conservan de él versiones griegas. La versión griega por
su abundancia de giros semíticos muestra que es una versión literal del hebreo. En cambio 2
Macabeos fue redacatado directamente en griego.
Narra la historia de la primera generación asmonea, es decir, los hicos de Matatías, cuyo
bisabuelo según Flavio Josefo se llamaba Asmón. Comienza cuando Antíoco IV Epífanes
llega al trono de Siria (175 a.C.) y termina con la muerte de Simón Macabeo, último
descendiente de los hijos de Matatías (134 a.C.).
2.- Composición:
Su autor se sirve de varias fuentes. Documentos oficiales que pudo consultar en el Templo:
los anales de los sumos sacerdotes a propósito de Jonatán y Simón; el elogio de Simón
grabado en bronce, y algunas cartas de los reyes seléucidas y del senado romano dirigidas a
Judas, Jonatán y Simón. Así pues el autor puede ser un judío de Palestina, residente en
Jerusalén, y fiel devoto de la Ley.
La composición es del año 100 a.C. El autor manifiesta su fiel adhesión a la dinastía
asmonea, así si bien narra con bastante objetividad, existen detalles como la omisión de
toda referencia a los reveses militares de Judas y sus hermanos, e informa de los tratados de
los judíos con otras naciones en términos exagerados. Con ello pretende exaltar las victorias
de los Macabeos, y mostrar la importancia de Judea en el ámbito internacional. Así se
preocupa más de mostrar como Dios salvo a los judíos y su religión a través de las hazañas
de los Macabeos. De nuevo vemos como es Dios quien conduce la historia.
3.- Enseñanza:
La Ley es el punto de referencia. La lucha se produce en el fondo entre los que observan la
Ley y sus adversarios. Esta no es sólo un conjunto de prescripciones religiosas, sino el
testimonio de la Alianza irreversible que Dios ha hecho con su pueblo. La conducta es
juzgada y valorada por su adhesión a la Ley, que se identifica con el apoyo al partido de los
Macabeos, ejemplo de hombres celosos de la Ley y del Templo.
En este libro Dios no comunica expresamente sus designios, sino que los deja ver en el
resultado de las acciones emprendida en su nombre. La misma implantación de la dinastía
de los Macabeos es providencial, mediante ella Dios salva a su pueblo. Las crueles acciones
de venganza por parte de los Macabeos se deben comprender dentro de aquel ambiente de
celo y protección de la Ley judía.
En la época de nuestro Señor Jesucristo, sigue vivo ese celo por la Ley, pero comprendido
de diversa manera por fariseos, saduceos y esenios. Es el libro que más nos acerca al
momento mismo de enviar al Mesías, ninguno desde el punto de vista de la narración de la
historia nos acerca más.
Jesús mostró también su celo por el Templo, pero declaró su carácter provisional, y señaló
que la verdadera adoración a Dios sería en espíritu y en verdad, y que el verdadero Templo
es la humanidad santísima de Jesús.
X V I I I.- 2 M A C A B E O S
0.- Introducción:
No es continuación del primer libro de Macabeos, sino que narra con mas detalle y de
modo diverso lo sucedido en el tiempo de la actividad de Judas Macabeo, que se recoge en
1M 1,1-7,49. Se ha trasmitido en muchos casos unido a 1 Macabeos.
II.- SEGURIDAD Y PAZ PARA LOS JUDIOS (10,9-15,39). Judas sigue luchando con las
tropas reales y contra las ciudades helenizadas, hasta conseguir la libertad de culto de parte
de Antíoco V. Sigue luchando fuera de Judea en auxilio de otros judíos, contra generales
sirios y Lisias, vence. También vence a Nicanor, jefe de los ejércitos reales que blasfema
contra el Templo. Se establece una fiesta para memoria de esta victoria
2.- Composición:
Se trata de un resumen de la obra escrita por Jasón de Cirene. Es posible que fuera
compuesto en Alejandría, después del año 134 a.C., fecha de la muerte de Simón Macabeo,
último de los hermanos.
3.- Enseñanza:
Tiene un contenido religioso más explícito que el primer libro. La ley no se mezcla con la
política y el centro de atención es el Templo. Judas trabaja por el advenimiento del reino de
los santos. Se destacan varios elementos de reflexión sobre el sentido y valor de la vida
humana:
La significación del martirio. La vida humana de alto valor, no es un absoluto, por encima
está la fidelidad a Dios. Además más allá de la muerte enseña que hay una vida eterna para
los justos, a los que Dios resucitará reconstruyendo de nuevo sus cuerpos. La muerte no
rompe las relaciones del hombre con Dios.
Tampoco rompe la relación entre los propios hombres, sigue existiendo una comunión entre
vivos y muertos: oración y sacrificios de expiación en beneficio de los difuntos, como en el
episodio en el que Judas manda ofrecer sacrificios por los caídos en combate.
La actuación de Dios en 2 Macabeos se manifiesta en visiones o sueños como señales de lo
que va a ocurrir. Pero sobre todo premiando a los judíos justo o castigando a los pecadores,
y a los enemigos del pueblo. A veces Dios aparece cumpliendo inexorablemente la ley del
Talión, y no perdona a los enemigos de Israel incluso cuando se arrepienten. El poder de
Dios es infinito, a veces envía a sus ángeles para que acompañen a los justos en sus luchas.