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CENTRO DE CULTURA CASA LAMM

CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS DE LA


SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, SEGÚN ACUERDO
No. 2005230 DE FECHA 22 DE ABRIL DE 2005

UNA APROXIMACIÓN A LOS AUTORRETRATOS


DE DOS ARTISTAS MEXICANOS CONTEMPORÁNEOS:
JULIO GALÁN Y NAHUM B. ZENIL

TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRA EN ARTE MODERNO Y
CONTEMPORÁNEO
P R E S E N T A :

LORENA LETICIA MARRERO CARRETE

DIRECTORA:
DRA. MARGARITA MARTÍNEZ LÁMBARRY

MÉXICO, D.F. 2011


INTRODUCCIÓN

Se llama autorretrato a la forma en que un artista, ya sea pintor, escultor,


fotógrafo, entre otros, plasman su propia imagen. Desde el punto de vista analítico
la persona que se retrata hace un estudio muy detallado de lo que es su rostro o
figura, es una especie de búsqueda o sondeo de su propio ser.
Indagar en lo profundo, buscar qué hay dentro de nuestro rostro o cuerpo
no es tarea fácil, es como quedarse observando sobre un espejo y preguntarse
quiénes somos, es una búsqueda incluso existencial. El artista que hace este
ejercicio sobre sí mismo y logra descubrirse mostrando capa por capa de su piel,
logra también reflejar su alma.
El autorretrato ha sido tema recurrente en la plástica y pocos artistas han
permanecido ajenos a él; es también un medio que nos permite entrar a un mundo
interior, mostrándonos un contexto complejo, mostrando incluso momentos
históricos, sociales y culturales de un pueblo.
Este trabajo tiene como propósito analizar el autorretrato de dos artistas
mexicanos que iniciaron su obra en los años ochenta, se trata de Julio Galán y
Nahum B. Zenil. Ellos comenzaron a pintar alrededor de los años ochenta, cuando
la plástica estaba en búsqueda de un nuevo lenguaje tratando de retornar a la
figuración y a la pintura. El principal interés al llevar a cabo este trabajo fue
precisamente revalorar a los pintores que ha tenido nuestro país.
Como sabemos, México en toda su historia ha sido cuna de grandes
artistas, y ello lo podemos comprobar en las obras que como herencia
prehispánica nos han dejado nuestros antepasados. Asimismo, haciendo recuento
del desarrollo del arte veremos que en México se han producido gran cantidad de
obras de gran valor, expresiones que se han desarrollo de manera paralela a la
aparición de las diferentes corrientes artísticas de Europa y Norteamérica.
El objetivo de abordar al autorretrato en la obra de los dos artistas aludidos
es que después de la plástica de Frida Kahlo no se había repetido un fenómeno
de esa naturaleza, en donde el autorretrato se empleara como principal motor para
el artista, y fue precisamente durante los ochenta cuando Julio Galán y Nahum

I
Zenil lo retoman, aunque no son los únicos, por supuesto hay otros pintores de la
misma generación que también hicieron uso de él cuestionando su ser.
Sin embargo, se seleccionaron a estos pintores bajo la premisa de que
dentro del género de autorretrato ellos podrían ser de lo más representativo,
además bajo la consideración de generar información sobre estos dos artistas que
por su propuesta y talento han logrado traspasar fronteras.
En el primer capítulo de este trabajo hacemos un recorrido por las
principales corrientes que enmarcaron los años ochenta, esto con el fin de saber,
a grandes rasgos, lo más relevante sobre los estilos y características que llevaron
a los artistas plásticos a realizar su obra con ciertos elementos particulares,
haciendo énfasis en el neoexpresionismo y la figuración, por ser aquellas
tendencias estéticas en donde cae la obra plástica sujeto de nuestro estudio.
Es muy importante considerar que las corrientes europeas llegaron de
forma muy rápida a América y los artistas de la época comenzaron a adaptarlas a
su propia cultura, pero en el caso de México se utilizaron insignias nacionales y
toda clase de objetos populares, dando lugar a lo que conocemos como el
neomexicanismo o neonacionalismo, que es el momento estilístico de nuestro
interés; pero también es importante saber que hubo otros artistas que continuaron
hacia otros estilos, por lo que podemos considerar hablamos de una época
versátil.

Los años ochenta representaron para la historia del arte en nuestro


país un encuentro y una confluencia de generalidades diversas y de
experimentaciones plásticas paralelas, tanto por los artistas
consagrados, como por los que comenzaban su formación en este
periodo. La mayoría de las nuevas propuestas estéticas son
delineadas por los protagonistas nacidos en la década de los
cincuenta y quienes en ese momento se encontraban en una etapa
que había superado el proceso de formación, pero continuaban en la
experimentación técnica y material del objeto artístico herencia de la
década anterior.1

1
Margarita, Martínez Lámbarry, “La Pintura Contemporánea Mexicana 1980-1990”, en Seminario
Arte de México II: 1950-2000, Casa Lamm, México, D.F. agosto-diciembre del 2010.

II
En el segundo capítulo se expone la importancia que ha tenido el autorretrato para
la gran mayoría de los artistas y cómo muchas de esas pinturas llevan impresa
una fuerte carga narcisista y algunos elementos simbólicos que identifica la vida
de quien se plasma en él; o bien se busca perdurar en la imagen o simplemente
hacer un ejercicio o estudio del rostro. autorretrato utilizado por grandes artistas
nos ha permitido conocer su rostro, su mirada, descubrir su forma de vida e
incluso circunstancias personales. Eso hemos visto en autorretratos a Durero,
Rembrandt, Delacroix, Van Gogh, Degas, Picasso, Andy Warhol, entre muchos
otros.

Pocos pintores han resistido al deseo de autopintarse, aunque fuera


una sola vez. Algunos de estos retratos figuran entre sus mejores
obras: Durero, Rembrandt joven y Rembrandt envejecido, Delacroix
romántico, Van Gogh con la oreja cortada, Julio Castellanos… Los
artistas occidentales pintan desde sí mismos, se inspiran en
elementos que les son cercanos y que se relacionan en algún
momento con su autobiografía: inclusive los pintores abstractos que
derivan su práctica del surrealismo buscan dentro de sí las fuerzas
ocultas que han de verter en sus cuadros.2

Los artistas mexicanos también han tenido esta inquietud; hay autorretratos muy
conocidos de grandes pintores como Hermenegildo Bustos y de los grandes del
muralismo mexicano, entre otros, pero es quizás Frida Kahlo la artista más
reconocida que abordó este género trabajando su obra casi como un diario
autobiográfico. “¿En qué radica entonces la singularidad de un autorretrato?
…reside en la fugacidad del momento y del estado de ánimo que representa.
Sabemos que hay eternidad, pero no cosas eternas. Tal conciencia no solo sirve
para refutar la supuesta perpetuidad de la imagen pintada.3

Julio Galán y Nahum Zenil han retratado su rostro de múltiples maneras,


sorprendiendo por su creatividad y destreza, logrando la aceptación de la crítica
de nuestro país. En la obra de Galán podemos ver la clara evolución en su trabajo:
sus figuras primero fueron estáticas pero al final logró dominar el dibujo del cuerpo
2
Oliver Debroise, Figuras en el trópico, Editorial Océano, México, D.F,1986, pág. 169.
3
Teresa del Conde, Autorretrato en México, años 90´s, s/e, Museo de Arte Moderno y
Contemporáneo, México, D. F., 1996, pág. 24.

III
humano de forma sorprendente. Zenil, por su parte, fue mucho más constante,
aunque curiosamente se ha pintado igual en toda su obra, su rostro no envejece.
Los artistas analizados se retratan constantemente, su pintura se puede
considerar biográfica y su obra relevante. Nacidos alrededor de los años
cincuenta, ambos comienzan a destacar por la obsesión de su imagen, logrando
un lenguaje visual importante. Galán y Zenil tienen una gran capacidad creativa,
explotan todas las posibilidades que su propia imagen les ofrece; la visten y
disfrazan de distintos personajes y creencias; se pintan ellos y todo lo que los
rodea: su familia, sus amigos, sus objetos personales.
En el tercer capítulo se analiza comparativamente el autorretrato de estos
dos artistas encontrando semejanzas y diferencias. Podrá apreciarse cómo en la
obra de ambos artistas existen símbolos que las vuelven equivalentes. Se
aprecian semejanzas tanto de forma como de contenido producto de la represión
sexual de Galán y del narcisismo exacerbado de Zenil. Sus obras también
confluyen en contextos socioculturales que se aproximan: motivos religiosos,
familiares, existenciales, entre otros.
Para realizar la comparación seguimos una metodología simple manejando
un marco teórico enfocado en el autorretrato, se buscó entender la importancia
que significa para el artista mirarse a un espejo y tratar de descubrirse. Poco a
poco se fueron desglosando los conceptos importantes para entender el
autorretrato como tal y lo que lleva a un artista a representarse.
Sin duda que fue necesario saber quiénes son nuestros artistas para
posteriormente poder hacer análisis de su obra. Además, conocer y reconocer los
símbolos e íconos que tomaron como referencia nos permitió descubrir lo que hay
detrás de cada imagen.
Principalmente nos basamos en textos de teóricos como Arnold Hauser,
quien fundamenta que el hombre está condicionado desde el punto de vista social,
psicológico y con respecto a tendencias artísticas. También nos apoyamos en
propuestas de Anna Maria Guasch, quien hace un análisis sobre la historia
contemporánea, tomando notas importantes, a su vez retomamos a Fredric
Jameson, con sus estudios sobre la posmodernidad.

IV
Otra parte metodológica importante fue la localización de catálogos y libros
de exposiciones de los artistas objeto de análisis, como los realizados por Grupo
Serfín y Banamex, así como revistas como Pinto mi Raya, Artes de México o
Curare, entre un sinfín de documentos que abordan el tema.
Para lograr nuestro objetivo recurrimos a una metodología de campo
basada principalmente en visitas a bibliotecas locales de Xalapa, Veracruz, así
como la Biblioteca General del Centro Nacional de las Artes, también de la
Biblioteca de La Esmeralda y de Casa Lamm, todo ello para realizar una consulta
exhaustiva de material que nos diera a conocer la obra aludida.
Cabe destacar que estudiar la obra de estos dos artistas mexicanos es
relevante para las artes de nuestro país, pues Galán y Zenil ocupan un lugar
importante como artistas, sitio dado por su trabajo, la temática abordada y por su
creatividad, por todo ello es que han logrado tener la aceptación de la crítica
nacional e internacional. En su obra encontramos, sin duda, elementos que los
hacen únicos, pues ellos se retratan más allá de una simple apariencia externa,
logrando un lenguaje visual interno e importante que paso a paso aquí tratamos de
descubrir.

V
CAPÍTULO 1
PANORAMA ARTÍSTICO-CULTURAL
DE LOS AÑOS OCHENTA

Mencionaremos los acontecimientos que se estaban suscitando en el extranjero y


como tal influenciaron a los artistas de nuestro país, pues en aquella época México
estaba viviendo tiempos de cambios drásticos en cuanto a la sociedad, a la vida
política y a la cultura se refiere.
Nos vendían el llamado “progreso”, y el desarrollo como lema político, aspecto
que la gente de campo se veía en la disyuntiva de seguir con la vida rural que no
tenía un futuro prometedor, o emigrar a las ciudades que eran territorio de
prosperidad y de éxito, esto hizo que gente decidiera irse a las ciudades por lo
tanto muchas de las típicas tradiciones, las costumbres y forma de vida se fueron
modificando al paso de los años y esto intervino en la composición social de los
ciudadanos, la vida cambió, también la esencia y la forma de expresión. La cultura
popular se va quedando atrás, los objetos característicos se van olvidando para
utilizar otros nuevos más funcionales y novedosos que nos ofrece la industria.
Otro aspecto determinante de esta época es en el ámbito musical, por primera
vez en nuestro país el rock se vuelve protagonista, varios grupos se forman para
llevar su voz por todo el territorio, incluso traspasan fronteras y México se coloca
como una plataforma de proyección a nivel internacional.
En cuanto a la literatura los libros y revistas que más se adquieren por su
economía y fácil lectura son las historietas que son novelas o cuentos populares
que circulan por donde quiera, en estos años México se convierte en uno de los
productores más fuertes de historietas a nivel mundial ya que en su momento estos
cuentos fueron significativas como forma de distracción de la sociedad.
Para los pintores, escultores y otros artistas eran momentos determinantes,
pues en los ochenta había una gama amplia de tendencias artísticas, muy distintas
unas con otras pero en este trabajo nos enfocaremos en los estilos extranjeros que
se fusionaron con el arte y la cultura mexicana, lo que conocemos como el
neomexicanismo.

1
1.1 CONTEXTO HISTÓRICO

Para el abordaje de este estudio iniciaremos cuestionando: ¿Qué es lo que motivó a


Julio Galán y Nahum Zenil a emplear cierta iconografía característica de su trabajo?
Para comprender la obra plástica de estos artistas antes es necesario conocer
los acontecimientos históricos, políticos y culturales de su momento, ya que ambos
artistas fueron impregnados del movimiento cultural de finales de los años setenta, lo
que correspondió en las artes plásticas de Europa a la transvanguardia italiana, al
neoexpresionismo alemán y en Estados Unidos al apropiacionismo, movimientos
determinantes que marcaron a una gran cantidad de artistas en Estados Unidos y
América Latina, quienes volvieron su mirada hacia la pintura, pero ahora con otra
perspectiva; buscaban una nueva forma de pintar y abordaban una temática que
indicaba que algo estaba ocurriendo en gran parte de la cultura occidental.
Durante los años sesenta y setenta se generaron en Europa y Estados Unidos
varios movimientos artísticos de gran influencia, entre ellos el arte conceptual, el
minimalismo y el arte povera, entre otros. Todos buscaban nuevas formas de
lenguaje, decir algo distinto que pudiera ser novedoso, generándose entonces obras
tridimensionales, como el arte objeto o la instalación.
A finales de los años setenta e inicios de los ochenta, Europa trataba de
recuperar la pintura que a través de toda la historia del arte había acompañado a los
grandes creadores, pero ahora el artista se encontraba en otro contexto, ya que el
mundo estaba cambiando rápidamente. Retomar las técnicas tradicionales con una
temática antigua representaba un reto y generaba un nuevo concepto, pues
significaba impregnar la obra con un toque de posmodernidad, fue entonces que un
grupo importante de artistas tomaron el estandarte y comenzaron a trabajar pero
ahora de forma individual.
Para compenetrarnos en el contexto histórico de la obra en estudio es
importante conocer qué es la posmodernidad y los movimientos alternativos que
entonces se sucedían para tratar de entender cómo es que nuestros artistas veían y
entendían el arte, con cuáles movimientos se sentían más cercanos, y cómo hacían
sus trabajos haciendo su propia interpretación.

2
Posmodernidad

Nos encontramos actualmente en una época donde impera el fin de las cosas,
incluso de la ideología. Vivimos en una sociedad de consumo, de medios masivos
de comunicación y de tecnología, en un mundo donde predomina en la sociedad el
expresionismo y el existencialismo. Habitamos el llamado mundo posmoderno, un
lugar donde se puede sentir claramente el fuerte impacto de la economía,
percibimos abiertamente el auge social y cultural irremediablemente contrastado con
la pobreza, la soledad, la falta de interés en el prójimo y la violencia.
Vivimos la época de la ansiedad, del estrés, del caos; reinan la euforia y las
alucinaciones, es decir, somos habitantes de un mundo lleno de intensidades y
fácilmente podemos llegar al éxtasis. Pero también el posmodernismo representa la
nostalgia, el gusto por las formas antiguas o que ya se han manifestado. Eso lo
percibimos en el arte, en la escultura, en el cine, en la arquitectura y en casi todas
las manifestaciones artísticas que vuelven su mirada hacia el pasado, retomando
formas, ideas y conceptos.
Podemos decir que en un mundo donde reina la cibernética, la tecnología, la
industrialización, convive también la tradición: “Los productores de la cultura no
tienen hacia dónde volverse, sino al pasado: la imitación de estilos muertos, el
discurso a través de todas las máscaras y las voces almacenadas en el museo
imaginario de una cultura que ya es global.”4
En la posmodernidad todo se puede hacer, todo está permitido, las culturas y
las manifestaciones buscan ser diferentes, sin embargo hay una heterogeneidad
estilística globalizada. Estamos ante un mundo donde también podemos encontrar
realidades artificiales o ficticias generadas por la tecnología y las comunicaciones.
Es una época marcada por lo masivo, un momento de cambio de la humanidad, son
tiempos de libertad. Así, la posmodernidad es un término que nos remite a la
condición cultural, social, política e intelectual de estos tiempos.

4
Fredric, Jameson, Ensayos sobre el Posmodernismo, Trad. Esther Pérez, Ediciones Mundi,
Buenos Aires, 1991, pág., 37
3
Transvanguardia italiana

Fue uno de los movimientos europeos de época llamado así por el crítico italiano
Achille Bonito Oliva. La transvanguardía italiana es un movimiento en las artes que
corresponde a la posmodernidad. “Es la adopción de una posición nómada con
respecto a los lenguajes del pasado, sin respetar ninguna filiación determinada”.5
La transvanguardia tenía como fin acabar con el arte del momento, con la
experimentación de la abstracción y con el arte conceptual, retomando de nuevo la
figuración de las técnicas tradicionales. Se puede considerar un renacer de la
pintura, pues se creía que esta manifestación artística estaba viviendo una crisis
interna y se encontraba a punto de desaparecer, ya que sus contemporáneos no
tenían interés en ella y para expresarse utilizaban otros materiales.

La cita y la apropiación imperan durante este periodo como llave para


entrar a escena, y no solo se apropiaban las imágenes y los temas,
también se apropiaban del estilo y las técnicas de expresión de otros
artistas sin prejuicio o culpa alguna, creando así múltiples imágenes,
fundiendo pasado y presente, olvidándose del rollo conceptual en que
el modernismo tenía “presos” a varios artistas, especialmente en los
años setenta.6

Una de las características de esta corriente artística era que se retomaban imágenes
de mitos o creencias para convertirlas en obras de gran expresividad cromática; era
trabajada a manera de homenaje. Se trata además de una etapa muy importante en
las artes pues los artistas vuelven hacia el Renacimiento, el Barroco y otros estilos
ya pasados para reinterpretarlos.
Asimismo, la transvanguardia permitió al arte dejar atrás la parte problemática
para con ella abrir todas las posibilidades que las artes pueden dar:
Se trata del primer movimiento artístico que se hace cargo del
problema de identidad y del sujeto en un mundo globalizador. Frente a
esa realidad y a la universalidad del arte, la transvanguardia italiana
instala el lenguaje de resistencia de un sujeto que quiere hablar su
propia lengua. Intuyeron, antes que nadie, el conflicto de lo “global”, un

5
Lorena, Cirlot Valenzuela, Historia del arte: últimas tendencias, Editorial Planeta, Barcelona,
1994, pág., 255.
6
historiadel artecuatro.blogspot.com/2010/de/la-trasvanguardia-italiana.htm - 20 de febrero del 2011
4
concepto que solo hoy viene acuñando para hablar de la tensión entre
lo global y lo local.7

Neoexpresionismo alemán

También en Alemania durante los años ochenta los jóvenes mezclaban la tradición
con la vanguardia, ellos tuvieron influencia de corrientes artísticas como “El Puente”
y “El Jinete Azul”, movimientos de los más significativos y originales de la pintura
alemana, no sólo de comienzos del siglo XX, sino de toda su historia; su objetivo era
la liberación del individuo y la transformación de la sociedad sin un criterio formal.
Carecían entonces los nuevos pintores expresionistas de intenciones
trascendentales, partiendo de la afirmación del “yo”.
Esa nueva expresión alemana debe entenderse ahora como un continuum
temporal, un canon estético. Esta forma de pintura unida a la tradición germánica y a
la vanguardia llevó al método romántico, es decir, fue una confluencia entre la
tradición y la modernidad.
La recuperación de las artes fue, por referencias ajenas, el informalismo
parisino o el expresionismo abstracto norteamericano, se daba así una abstracción,
un reflejo de la libertad que quería borrar todo el recuerdo del trágico periodo nazi.
Se articula entonces una exposición en Berlín donde exponen artistas como
Pollock, De Konning, Kline y Rothko; salir a la luz, manifestarse, permitió a los
artistas alemanes conocer y crear su propia tradición expresionista.
Hemos dicho que estos artistas neoexpresionistas carecían de intenciones
trascendentales y utilizaban el “yo”, compartieron sentimientos de empatía hacia
Hitler y al igual que los expresionistas fueron considerados como degenerados.
Además, hacían referencia a las ideas de Nietzsche y a la existencia de lo trágico y
de lo heroico.

Sus pinturas reflejan temas dualísticos que invitan al ejercicio


dialéctico: la esperanza y la desesperanza; los valores considerados
como el bien y su contraposición al mal: el primitivismo y naturalismo
contra el academicismo occidental; el drama y la tranquilidad; lo
racional y lo irracional. Como se ve están conscientes de su papel
crítico del pasado y del contexto presente, preocupados por su

7
Ídem.,
5
sociedad, por lo que buscan regularmente en el espectador un choque
que produzca una experiencia estética concientizadora y
cuestionadora8.

Apropiacionismo

Se trata de otro movimiento en la escena de los años que nos interesa, tendencia
conocida en Estados Unidos, principalmente en Nueva York, bajo este nombre.
Consistía en apropiarse al igual que los movimientos anteriores en imágenes con
una historia y un pasado.
Esta tendencia la retomaron un gran número de artistas, entre ellos fotógrafos
y escultores que usurpaban las imágenes para hacer una nueva propuesta plástica:
“Eran artistas que desde una actitud reflexiva y apropiativa habían abierto el arte a
los media, a partir de un proceso centrado en la crítica de la representación y en la
concepción de imágenes a partir de otras.”9
Al apropiacionismo se le conoce también como una copia casi fiel de la
realidad y es conocido además como la entrada al arte posmoderno: un proceso de
la “rematerialización con respuesta a la desmaterialización”.
Es aquí donde la pintura comienza a ser de nuevo entendida y a renovar sus
fuerzas; un ejemplo claro de este movimiento es la obra de la fotógrafa Cindy
Sherman que disfraza su imagen de distintas maneras para autorretratarse.
Podemos encontrar a ésta artista que retoma escenas de películas muy conocidas o
de cuadros famosos que son ya emblemáticos dentro de la historia de al arte.
El apropiacionismo es tomar prestada la imagen de algo ya dado, apropiarse
de esa imagen y proponer un nuevo mensaje. Es una re-representación, dándole un
significado contrario al original.

La obra de arte ha sido fundamentalmente susceptible de reproducción.


Lo que los hombres habían hecho podía ser imitado por los hombres.
Los alumnos han hecho copias como ejercicio artístico, los maestros
las hacen para difundir las obras y, finalmente, copian también a
terceros, ansiosos de ganancias. Frente a todo ello la reproducción
técnica de la obra de arte es algo nuevo que se impone en la historia

8
historiadelartecuarto.blogspot.com/2009/06neoexpresionismo-aleman-algunos-html 22 de marzo
del 2011
9
Anna Maria, Guasch Ferrer, El arte último del siglo XX: Del posminimalismo a lo multicultural,
Alianza Editorial, Madrid, 2007, pág., 341
6
intermitentemente, a empellones muy distantes unos de otros, pero con
intensidad creciente.10

En los años ochenta un gran número de artistas se apropiaron de representaciones


religiosas, mitológicas, comerciales y artísticas. Así conocemos fotografías,
esculturas, arte objeto u objetos cotidianos, así como pinturas, ejemplos que
abordaremos más adelante.

Neomexicanismo

En México conocemos al neomexicanismo como una propuesta producto de los


estilos anteriores, es decir, de los estilos neoexpresionistas europeos que utilizaban
símbolos populares, mitológicos o nacionales.
Esta corriente artística es una propuesta conservadora asumida de forma
individual. Los artistas mexicanos que comenzaron con esta tendencia tenían una
carga emotiva y sentimental muy fuerte, por ello en su obra a veces involucran el
aspecto religioso o conceptos de familia muy arraigados en nuestro país.
En México, los pintores que asumieron esta tendencia de formas y colores
tradicionales fueron muchos, ya que no fue difícil pues en nuestra cultura y sobre
todo en la pintura en México siempre ha habido una clara tendencia hacia estos
conceptos nacionalistas.
El neomexicanismo combina también otros elementos como aspectos del
kitsch con el pop, emociones de ingenuidad con agresividad, lo grotesco con la
ironía, lo sagrado con lo profano. Todos esos aspectos hacen que la obra de arte
tenga muchos tintes expresionistas, aunque buscando siempre las sensaciones más
profundas, agudas y existenciales que puede tener el ser humano. Es por todo eso
que esta tendencia se ubica dentro del arte posmoderno, que se considera equivale
al pop art que surgió en los Estados Unidos, pero ahora adaptándolo a la cultura de
nuestro país.

10
Walter, Benjamin, El arte en la era de la reproducción mecánica, (1936), Trad. Jesús Aguirre,
Editorial Taurus, Madrid, 1973.
7
1.2 ACONTECIMIENTOS DE LA VIDA SOCIAL Y POLÍTICA DE
MÉXICO EN LOS AÑOS OCHENTA

Durante la década de los ochenta México estuvo marcado por varios periodos y
gobernado por el paso de tres presidentes de la República mexicana, el primero
corresponde a los dos últimos años del mandato de José López Portillo que fueron
muy significativos pues tuvieron graves secuelas para los siguientes años. José
López Portillo gobernó de 1976-1982, tuvo una administración conocida por tomar
decisiones arbitrarias que llevaron a nuestro país a una de las más fuertes crisis
económicas en toda su historia. Gran parte de sus proyectos fueron un verdadero
fracaso por la mala dirección y planeación. López Portillo creó nuevas Secretarias
de Estado e inventó más organismos de gobierno que aumentaron la burocracia
que solo ha servido para dificultar cualquier trámite personal o de trabajo.
Otro de los múltiples errores fue que el gobierno de López Portillo ofertó
préstamos que no fueron nada responsables y que ante el aumento de las tasas de
interés dificultaron su liquidación. Además redujeron a cero los beneficios del
petróleo y duplicando también la deuda externa. Durante su mandato el peso sufre
una de sus peores caídas y por lo tanto trae consigo una serie consecuencias muy
graves para sus habitantes.
López Portillo fue un Presidente que manejó la política de manera
imprudente, su vida estuvo cargada de excesos, de malos manejos de despilfarros y
también del influyentismo político y lo podemos ver de manera clara con sus
familiares y varios de sus más íntimos amigos que obtenían puestos públicos de
gran importancia y al poco tiempo se enriquecían de forma asombrosa con gran
cantidad de inmuebles donde el lujo se dejaba ver. De estos personajes habría que
recordar a su hermana Margarita que ocupó el puesto de titular de la Dirección
General de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobierno, otro
caso muy conocido es su amigo de la infancia Arturo Durazo Moreno que ocupó el
cargo de la Dirección del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal, y
que durante el gobierno de López Portillo éste siempre estuvo cobijado y protegido
por el Presidente permitiéndole este todo tipo de atrocidades en su sexenio.

8
Otro caso igual del desfachatado influyentismo es la Dirección de la
Secretaria de Turismo otorgada a Rosa Luz Alegría que sin ningún mérito más que
el ser pareja sentimental del mandatario le fue concedida sin tomar en cuenta un
proyecto que sacara adelante las riquezas del País y que hoy en día son sumamente
importante para su desarrollo y su economía.
Su gobierno se distinguió por ser un periodo de sorprendente aumento
demográfico, colonias y fraccionamientos fueron creados y promovidos haciendo
que las ciudades crecieran rápidamente, aunque no de una forma organizada y con
mala planeación, muchas de éstas colonias también tuvieron fallas técnicas y
constructivas que hoy en día siguen padeciendo.
Para concluir a grandes rasgos con éste personaje en la historia México,
podemos decir que López Portillo, dejó el País en malas condiciones, pobreza por
atender y una deuda que pagar, difícil tarea para su sucesor.
Miguel de la Madrid toma el poder de 1982 a 1988 y como ya mencionamos
México estaba envuelto en una crisis de fraudes, aumento de impuestos y el
desplome del petróleo. Fue una época de las más críticas después de dos sexenios
de gastos excesivos y corrupción desmedida, de las cuales De la Madrid supo
sobrellevar ésta situación lentamente y se caracterizó por un periodo gris en su
historia pues no se vieron mucho los avances al contrario la industria sufrió graves
caídas de producción. Para tratar de levantar un poco la situación De la Madrid creó
El Plan Global de Desarrollo y se establecieron los Pactos de Crecimiento
Económico en distintos sectores sociales donde el gobierno se comprometía a
subsidiar los precios de los productos básicos además de no aumentarlos.
En 1984, acontece una de las grandes hazañas de Miguel de la Madrid, la
captura de uno de los personajes más influyentes en la política durante el sexenio
anterior, se trata de Arturo Durazo Moreno, de origen humilde que logró escalar y
colocarse como uno de los hombres más poderosos de la política. Pero su astucia y
ambición de poder lo llevaron a formar un gran emporio a base de un
enriquecimiento ilícito y sus ya conocidos vínculos con el narcotráfico.
Otro momento importante y que nos da una idea del ambiente social y político
es la muerte de Manuel Buendía ocurrida en mayo de 1984, este fue uno de los
casos más sonados ya que Buendía era un periodista querido y con reconocimiento.
Él era titular de la columna Red Privada que comentaba sobre casos de narcotráfico,

9
de influencias y malos manejos en el gobierno que se publicaba en el conocido
periódico Excelsior del D.F, como ya se dijo Buendía contaba con la aceptación de la
población pues escribía lo que pocos periodistas se atrevían a decir por temor a
represalias o a ataques personales. A finales del mes de mayo Buendía fue
interceptado por un sujeto que le disparó a quema ropa por la espalda muriendo el
reportero instantáneamente, y dejando graves cuestionamientos sobre su muerte
pues Buendía hablaba con la verdad y fue una manera vil de cerrar su boca para
siempre.
1985 es el año marcado por la tragedia ya que un sismo de 7.3 grados azota
la Capital del País. A las 7:19 am del 19 de septiembre un terrible terremoto de dos
minutos aproximadamente afecta la zona sur y occidente de la ciudad. El gobierno
se paraliza ante la situación y el Estado reacciona con lentitud, ante dramática
situación la población toma las riendas y surge el fenómeno de la participación y
unión ciudadana organizando estaciones de auxilio, se auto-organizaron brigadas
formadas por estudiantes o civiles que prestaban su ayuda. Se donaba ropa,
víveres, y se albergaba gente. Fue muy notoria la ausencia del gobierno ante tal
desastre, y el mismo Presidente tardó tres días en dirigirse ante la nación. También
el Presidente no permitió la ayuda inmediata de extranjeros por lo que se tuvo que
esperar a que él reaccionara ante lamentable suceso. El terremoto dejó cientos de
edificios derrumbados y muchos otros parcialmente destruidos que después
tuvieron que ser demolidos para evitar riesgos mayores, entre éstos inmuebles
mencionamos a la Unidad de ginecología del Hospital General de México, La
Unidad Nuevo León del Conjunto Tlatelolco, Televicentro, Los Televiteatros que
actualmente son el Centro Cultural Telméx, EL Hotel Regís, el Hotel D´Carlo, y del
Prado ubicados en la Alameda Central, entre otros muchos. Como podemos ver
esta tragedia dejó a cientos de familias destruidas que también perdieron su
patrimonio.
Los dos últimos años de la década de los ochenta es gobernada por Carlos
Salinas de Gortari que toma el poder en el periodo comprendido de 1988 a 1994.
Carlos Salinas de Gortari se asume como presidente de nuestro país enfrascado en
un sonado escándalo de fraude electoral en contraposición de Cuauhtémoc
Cárdenas, fundador del Partido de la Revolución Democrática y quien
supuestamente había obtenido la mayoría de los votos, además de Manuel

10
Clouthier por Acción Nacional líder que también logró la aceptación y simpatía de
muchos mexicanos. Como vemos es un momento donde se viven tiempos de
agitación y efervescencia política. En el recién inicio de su mandato, Salinas de
Gortari captura al dirigente petrolero Joaquín Hernández Galicia conocido como La
Quina. Se dijo en varios medios que el nuevo gobierno le estaba cobrando la factura
de haber apoyado la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, además de
haber sacado a la luz pública la noticia del asesinato de una sirvienta cuando
Salinas de Gortari y su hermano Raúl eran niños. Salinas de Gortari justifica su
caserío por corrupción y la posesión ilícita de armamento de Hernández Galicia, a
esto se le conoce como El Quinazo a los pocos días de su mandato.
De lo más relevante en el inicio de su sexenio podemos mencionar el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte y la puesta en marcha del Programa
Nacional de Solidaridad así como el combate a la pobreza y el restablecimiento de
las relaciones iglesia- Estado. Para lograr llevar a cabo el Programa de Solidaridad
era necesario la participación ciudadana impulsados por un sentimiento de
nacionalismo y de desarrollo social.
Como vemos los años ochenta también fueron muy significativos para
la historia internacional pues a finales de este periodo el mundo fue testigo de
importantes acontecimientos como la caída del muro de Berlín, el fin de la guerra fría
entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Y en cambio para México y sus
problemas económicos siguieron ofertando los Programas de apoyo de parte de
gobierno para solventar y solucionar el desarrollo del País. Con respecto al campo,
los campesinos no ven un futuro prometedor, y todo esto se debe a la problemática
que por años se ha venido agudizado y por la falta de oportunidades y de apoyo al
campo, pues el campo ha dejado de ser autosuficiente.
Lo anterior es una idea global de la situación de México en la década de los
ochenta, momentos complicados tanto para la población como para sus
gobernantes, una época rodeada por una fuerte crisis económica, que amplifica la
pobreza y la falta de educación con pocas oportunidades de empleo, crímenes y
corrupción que ha sido una herencia hasta nuestros días.

11
Influencia de la plástica Mexicana

Después de los llamados “Grupos” de los años setenta, el arte vuelve hacia un arte
individualista y ecléctico, surgiendo un importante número de artistas jóvenes con
diversas propuestas plásticas.
Como ya dijimos algunos de esos artistas jóvenes deseaban retomar los
símbolos e íconos de nuestro país, eso con una clara influencia de la
transvanguardia italiana, así como con temas de gran fuerza expresiva; se
manifiestan entonces seguidores del expresionismo europeo y del apropiacionismo
norteamericano.
De esta forma un grupo de artistas mexicanos se dio a la tarea de rescatar
imágenes que han sido insignia de la cultura mexicana, como la Virgen de
Guadalupe, la bandera mexicana, la muñeca de cartón, la imagen de los santos y
algunos objetos populares y cotidianos que caracterizan a nuestro pueblo.
Este periodo es importante pues los nuevos valores de la plástica en México,
traían reminiscencias de artistas como María Izquierdo, Frida Kahlo y Enrique
Guzmán, quienes resaltaban nuestras tradiciones. Pero en los años ochenta había
algo distinto, pues el nuevo arte tenía que ser contemporáneo pero debía ser
adaptado a esa época. Hubo entonces artistas que retomaron imágenes del pasado
transformándolas y muchas veces volviéndolas irónicas. Edgardo Ganado Kim dice
acerca de los años ochenta:

…se caracterizó por incluir en sus imágenes, glosas de obras del arte
mexicano de todos los tiempos: figuras prehispánicas, pinturas
coloniales, retratística popular del siglo XIX, ex votos religiosos y en
particular se abrevó en la obra de Frida Kahlo. Fue este último rubro
donde se puede ubicar a muchos artistas que explotaron su efigie
doliente, haciendo de sus preocupaciones privadas temas públicos
revelados a través de sus pinturas. Julio Galán, Nahum Zenil y otros
han trabajado este recurso iconográfico que tuvo fortuna crítica y de
mercado. El kitsch, un mal gusto asumido, cursi, artificial e impostado,
también caracterizó este momento del arte mexicano.11

Frida Kahlo fue una de las primeras pintoras mexicanas que tomó su propia imagen
como modelo. Antes de ella otros artistas mexicanos también se habían retratado,

11
Cfr.,Edgardo, Ganado Kim, “Neomexicanismo”, en Cultura, Pinto mi Raya, México, D.F., jueves 10
de febrero del 2000, pág., 91.
12
pero no con la constancia que logra Kahlo, pues hizo de su imagen su tema
principal, logrando obtener un significativo número de obras, la mayoría de ellas
autorretratos muy explotadas, estudiados y promovidos, haciendo de Frida una de
las más reconocidas pintoras de nuestro país.
Otro pintor que puede considerarse precursor de la iconografía mexicana es
Enrique Guzmán, artista sobresaliente de los años setenta que falleció a corta edad,
cuando se encontraba en la cúspide de su trabajo plástico. Guzmán comenzaba a
ser altamente reconocido por su gran calidad plástica, tanto en la técnica como en la
temática. Este artista utilizó las imágenes populares, del mismo modo que lo hizo en
su momento el pop art en los Estados Unidos. A comienzos de los ochenta en
México un grupo considerable de artistas jóvenes vuelven hacia lo que hasta ese
momento Guzmán había dejado inconcluso, continuando con el trabajo de símbolos,
santos y figuras mexicanas.
Los nuevos jóvenes querían ser identificados internacionalmente como
mexicanos, cosa que ya había ocurrido durante los años veinte y treinta
durante el Muralismo, tan solo 50 años atrás se repitió un fenómeno
que tuvo gran éxito a nivel intencional, pues los artistas volvieron a
repuntar entre los grandes, mostrando cada uno de ellos una
personalidad propia, mostrando sus raíces.12

Y como continua diciendo el crítico de arte Luis Carlos Emerich en el libro citado:

“Si hay que llegar a la sinceridad última habrá que conjuntar de algún modo las
manifestaciones de los pintores, habría que confesar que su común denominador es
una sensación de vitalidad, euforia, optimismo o pesimismo, que se ha ido
matizando, intensificando y articulando de una obra a otra, de un pintor a otro.”13
Jorge Alberto Manrique habla sobre los artistas de tránsito, diciendo que eran
jóvenes que regresaban a la imagen y al objeto, que los “Grupos” de los años
setenta habían intentado desaparecer.
Como ya dijimos tanto Julio Galán y Nahum Zenil adoptan el tema del
autorretrato, mezclado con gran cantidad de objetos que mostraban el nacionalismo
para crear un lenguaje propio muy característico de esa época y que durante tres
décadas más Galán y Zenil siguieron explotando.

12
Luis Carlos, Emerich, Figuraciones y desfiguros de los 80´s, Editorial Diana, México, D.F., 1989,
pág., 15.
13
Ídem.,
13
Sus mensajes más o menos codificados, son recados para un cuate o
la crónica críptica de un suceder íntimo proyectado en hogar y cosas
que pudieran representarlo, como jeroglífico cuya lectura explicará la
construcción de una tumba piramidal egipcia. En Galán es expresión de
su sexualidad particularísima que escapa a definiciones científicas, sólo
entendible mágicamente como la objetología vital que acompaña al
pintor para el viaje hacia la muerte chiquita, o bien como texto de
extrañezas kafkianas en su recorrido por el continente moral que es la
carne propia.14

“Por su parte, Ganado Kim menciona también que en éstos años se formó un grupo
de artistas que aunque tenían características formales y preocupaciones estéticas
distintas, se enfocaron en la iconografía que identificaba a nuestra cultura. Esto tuvo
gran éxito entre los curadores, los críticos y coleccionistas, llevando la obra a
Estados Unidos y Europa.”15
Debemos reconocer el auge y esplendor que tuvo este movimiento a pesar de
existir en la plástica mexicana varias tendencias, así como valorar que este
momento marcó de manera importante el arte de nuestro país, formando artistas de
gran renombre nacional e internacional que traspasaron fronteras con gran éxito.
Otro aspecto al que es importante volver es que México pasaba por una crisis
económica muy fuerte, el presupuesto del Estado cada vez era menor,
complicándose el apoyo hacia el ámbito cultural, incluso para sostener los espacios
para exhibición del arte que se gestaban en el país. Esto hizo que muchos de los
artistas tuvieran que pintar por encargo, sin importar su trabajo o estilo, poniéndose
a la disposición de las galerías y de aquella gente que pudiera pagar una obra,
restándole calidad, pues producían al gusto del cliente.
Cabe resaltar que como consecuencia de esa falta de recursos las nuevas
galerías comenzaron a surgir, teniendo algunas de ellas gran éxito y momentos de
auge y proyección; muchos de estos espacios culturales organizaban concursos o
bienales financiados por ellos mismos. También es importante resaltar que los
dueños de dichas galerías se vieron en la necesidad de especializar a sus
“trabajadores plásticos” en distintas áreas como la curaduría, la museografía o la
crítica, convirtiendo este rubro en un mercado más competente.

14
Ibídem., págs., 85-86.
15
Edgardo Ganado Kim …op.cit.,pág., 91

14
Asimismo, fueron las galerías quienes comenzaron a promover a los artistas
en el extranjero, con éxito relativo, porque hay que mencionar que nunca comparado
con décadas anteriores como en los años veinte y treinta.
Encontramos así que a falta de los recursos que el Estado debería
proporcionar a los artistas surgió el apoyo invaluable de instituciones como Banamex
o Grupo Serfín, quienes constantemente apoyaron a los artistas en sus
exposiciones, en la elaboración de catálogos o a través de publicaciones de gran
calidad, tanto de forma como de contenido.16

16
Margarita, Martínez Lámbarry, La crítica y los críticos, Arte de México moderno y
contemporáneo, Seminario: Teoría de Arte en México, Casa Lamm, México, D. F., 2010.
15
CAPÍTULO 2
EL AUTORRETRATO Y LOS ARTISTAS

En el mundo de la pintura hay artistas que trabajan sobre distintos géneros; hay
quienes pintan naturaleza muerta, paisajes, alegorías, fantasías, retratos, desnudos,
entre otros muchas formas y elementos de representación, pero también hay los que
gustan de verse reflejados ellos mismos en su trabajo, ya sea mostrando sus
pesadillas o sus realidades. En el extremo de la balanza hay artistas que se
obsesionan con el uso de su propia imagen, su rostro lo desprenden y lo enmarcan
para que hable por sí mismo, son esos artistas que indagan en su yo interno, y que
con esa mirada provocan al espectador.
En la obra de Julio Galán y Nahum B. Zenil, objeto de nuestro estudio,
podemos encontrar la persistente búsqueda del erotismo y la sensualidad. Ambos
son artistas que utilizaron constantemente códigos haciendo alusión a la memoria.
La obsesión por su imagen fue tan fuerte que en ocasiones se representaron cual
dioses que debían ser adorados.
Sin duda Galán y Zenil mantuvieron el dominio absoluto de su lenguaje
plástico, su presente lo volvieron leyenda. En su obra juegan con su ser: quién los
pinta y quién los observa. Se trata de dos personajes traviesos que acomodaban sus
recuerdos de forma lúdica y que gustaron del disfraz y de la máscara. En su obra
utilizaban dicotomías: realidad y fantasía, inocencia y perversidad.
Para abordar la obra plástica de los artistas en cuestión es necesario
comenzar conociendo su origen, sus inicios en las artes y sus influencias directas,
para aterrizar en el análisis de algunas de sus obras.
Es importante señalar que estos artistas trabajaron los estilos que se estaban
desarrollando en su espacio y en su tiempo, sin embargo ellos retomaron la figura, a
este estilo se le llama Figuración Libre Instrumental; es un modo de representar el
objeto como tal, se vuelve a los mitos, a las leyendas y a las creencias.
En su desarrollo estos artistas estuvieron impregnados de un movimiento
artístico muy fuerte pero vinculado con antecedentes culturales mexicanos. Por
ejemplo, el exvoto es una manifestación sociocultural que representa el yo y sus
implicaciones más directas y Galán y Zenil utilizaron este modo de expresión.

16
2.1 EL AUTORRETRATO COMO GÉNERO

El rostro humano siempre ha sido uno de los principales objetos de estudio del arte.
En un retrato el rostro no es solo un modelo, sino también una instancia única y
singular a la que el artista intenta dar vida.17 Por su parte, el autorretrato es uno de
los temas más atrayentes ya que pone en evidencia al artista; es tan antiguo como
contemporáneo e igual de importante que los demás géneros de la pintura; es una
manera de redescubrir y también de persistir.
En gran parte de la historia del arte diversos artistas en sus distintas
especialidades han representado su propia imagen como muestra de
autoconocimiento, muchos de ellos se han obsesionado retratándose
constantemente, mostrando así las distintas posibilidades de expresión que su
propio cuerpo puede manifestar.
Entre algunos ejemplos de lo anterior podemos mencionar la obra de Durero,
Rembrandt, Goya, Velázquez, Vincent van Gogh, Cindy Sherman, Andy Warhol y
Francis Bacon; y artistas mexicanos como Hermenegildo Bustos, María Izquierdo,
Frida Kahlo, José Luis Cuevas, Julio Galán y Nahum B. Zenil.
Para un artista que gusta de retratarse constantemente, lo que le interesa es
mostrarse a sí mismo en el transcurso de su existencia, mostrar sus valores y
situaciones de incertidumbre; diremos que es una forma intimista de verse a sí
mismo. Dado que los artistas del autorretrato utilizan generalmente escenas de su
vida, se dan a conocer como en una especie de autobiografía. Así, el autorretrato es
una forma plástica de autoexploración.
Alberto Durero (1471-1528), pintor alemán, produjo en su vida varios
autorretratos tratando siempre de explorar su interior. Su rostro alargado de mirada
firme resulta muy atrayente para el espectador, pues con su autorretrato nos
recuerda un poco la imagen de Jesús de Nazareth. Incluso Durero adopta la misma
posición frontal; su cara, su cabello y las manos nos remiten, en cierto sentido, a
afirmar que el artista se apropia de la imagen religiosa ya mencionada.
Aquí hay que anotar que el valor plástico de un buen autorretrato consiste en
que se capture la esencia del artista, además que puedan observarse en la obra

17
www.elcalamo/benardet2.html 7 de marzo del 2011.
17
rasgos particulares, formas de vida y contexto, tal como nos muestran los
autorretratos de Durero y Rembrandt, pintados hace más de 400 y 500 años.

Alberto Durero Rembrandt van Rijn


Autorretrato como Ecce Hommo, 1500 Autorretrato, 1669
Técnica: Óleo sobre tabla Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 67 x 49 cm Medidas: 86 x 70 cm
Col. Alte Pinakotheck, Munich Col. Nacional Gallery de Londres

Rembrandt (1606-1669), fue un pintor holandés que desde muy joven, gracias
a su destreza sobre la anatomía humana, retrataba su imagen de forma realista,
dándonos la oportunidad de conocer cómo a través de los años, su rostro iba
cambiando y su talento se hacía cada vez más grande. Se trata de uno de los
pintores que comenzaron a retratarse constantemente, heredándonos gran cantidad
de autorretratos con una magia singular, obras que se pueden visitar en los museos
más famosos del mundo. A Rembrandt lo podemos considerar como uno de los
grandes estudiosos de la luz, donde en cada una de sus pinturas nos enseña como
éste artista resaltaba la parte importante de la pintura por ejemplo el rostro, o las
manos, quedando en penumbra el resto de la obra.

18
Vincent van Gogh Pablo Picasso
Autorretrato con oreja vendada, 1889 Autorretrato, 1901
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 60 x 49 cm Medidas: 81 x 60 cm
Col. Courtauld Institute Galleries, Londres Col. Museo Picasso, París

Vincent van Gogh (1853-1890), conocido pintor holandés perteneciente a la


corriente del neoimpresionismo, vivió en una época donde imperaba el
individualismo y la búsqueda expresiva en las artes. Van Gogh produjo una vasta
cantidad de autorretratos que nos expresaron sus sentimientos de soledad y
angustia, trabajos realizados con una técnica tan delicada en los que podemos
conocer de algunos aspectos importantes de su vida, como es el caso particular de
“Autorretrato con oreja vendada”, obra que nos deja ver los trágicos momentos por
los que atravesó el artista en el transcurso de su vida.
Por su parte Pablo Picasso (1881-1973), artista muy destacado e importante
del siglo XX que pintó en su larga vida varios autorretratos como una forma de
bosquejo o estudio sobre su rostro, y otros mucho más detallados que nos muestran
su habilidad para el dibujo y la aplicación del color. En los autorretratos de Picasso
conocemos las distintas etapas y movimientos artísticos de los cuales él formó parte,
e incluso fue gestor de muchos de ellos, por ejemplo su etapa realista, la etapa azul
y el cubismo.

19
Andy Warhol Francis Bacon
Autorretrato, 1966 Autorretrato, 1971
Técnica: Lámina Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 66 x 66 cm Medidas: 35.5 x 30.5 cm
Col. Particular Col. Centro Pompidou, París

Andy Warhol (1928-1987), de origen estadounidense, es conocido en las


artes plásticas como uno de los artistas posmodernos más sobresalientes a nivel
mundial. Su destreza, habilidad y fuerza plástica lo llevaron a realizar obras
extraordinarias y abordar varios géneros, entre sus obras más famosas se encuentra
el retrato de personajes, como el caso del retrato de Marilyn Monroe, y desde luego
produjo obra explotando su propia imagen; retratos con una mezcla de colores muy
brillantes que los hacen muy contemporáneos.
Por otro lado encontramos a Francis Bacon (1909-1992) artista anglo-irlándes
muy controvertido, realizó varios estudios sobre su rostro, retratándose de una forma
desfasada o desenfocada, técnica original y característica de su estilo. Bacon hizo
varios retratos de su rostro y de otros personajes cercanos a su vida, sus pinturas se
caracterizan por ser sobrias y fuertes, con claros tintes expresionistas, con
tratamiento de fondos obscuros y rostros pocos definidos. Sin duda Bacon es uno de
los artistas relevantes del siglo XX.

20
Cindy Sherman Lucian Freud
Sin Título, No. 224, 1990 Reflexión, 1985
Técnica: Fotografía, impresión a color Técnica: Óleo/tela
Medidas: 137.2 cms x 111.8 cms Medidas: 56.2 x 51.2 cm
Christies New York Col. Particular

Cindy Sherman (1954 - ) artista norteamericana que maneja la fotografía de


forma muy creativa, utiliza su cuerpo para proyectar distintas circunstancias; se
disfraza de personajes, retoma películas, se apropia de imágenes de la antigüedad,
todo ello como parte del estilo característico de los años ochenta que Sherman
explota de forma apropiada haciendo uso de su herramienta: la fotografía. En la
imagen presentada podemos observar que retoma el autorretrato de “Baco
enfermo”, pintura del italiano Caravaggio, el original corresponde a 1601 de la época
Barroca. No podemos negar que Cindy Sherman es una de las figuras más
importantes y representativas del género del autorretrato y del arte posmoderno.
Lucian Freud (1922- ), artista inglés considerado uno de los más grandes
pintores de los últimos tiempos. Lucian es un hábil dibujante y pintor de la figura
humana, maneja de forma sorprendente el cuerpo produciendo un juego de luces y
sombras que lo hacen muy expresivo. En “Reflexión” encontramos el autorretrato del
artista donde muestra sus facciones duras y una personalidad difícil, elementos
contrastados con la genialidad de la imagen.

21
Hemos presentado un escueto panorama del autorretrato en Europa y
Estados Unidos, pero sin duda en México también contamos con artistas que han
abordado este tema. Diversos análisis estilísticos concluyen que el artista que gusta
de retratar la imagen de las personas cae irremediablemente en su propia figura.
Consideramos que se trata incluso de una especie de ensayo o de estudio que el
artista hace sobre su trabajo.
Muchos son los que tienen un su haber por lo menos un autorretrato,
comencemos nuestro recorrido con Hermenegildo Bustos (1832-1907), artista nacido
en el estado de Guanajuato y pintor autodidacta que retrataba los personajes del
pueblo con gran maestría. Bustos utilizaba la pintura al óleo sobre láminas y los
formatos en general eran pequeños.

Hermenegildo Bustos María Izquierdo


Autorretrato, 1891 Autorretrato, 1946
Técnica: Óleo/lámina Técnica: Óleo/tela
Medidas: 34 x 24 cm Medidas: 53 x 45 cm
Col. INBA Col. Guillermo Sepúlveda

Presentamos aquí un autorretrato de Bustos, donde en la parte posterior se


inscribe “Hermenegildo Bustos, indio de este pueblo de Purísima del Rincón, nací el
13 de abril de 1832 y me retraté para ver si podía, el 19 de junio de 1891”.18

18
www.correo-gto.com.mx/notas.asp?.id=89379 20 de abril del 2011.
22
Otra mexicana, María Izquierdo (1902-1955), comenzó a pintar desde muy temprana
edad, en toda su carrera plástica retrató a varios personajes importantes para ella,
como sus familiares y sus hijos, pero también se realizó autorretratos donde
podemos conocerla de forma más íntima, manifestando su gusto por la cultura
mexicana.

Frida Kahlo
Título: La columna rota, 1944
Técnica: Óleo sobre tela montado sobre fibra dura
Medidas: 40 x 30.7 cm
Col. Dolores Olmedo

Aunque el autorretrato en las artes plásticas de nuestro país fue abordado por
varios artistas, sin duda Frida Kahlo (1907-1954) fue la pintora que lo toma como
estandarte para producir casi toda su obra. Es de muchos conocido el hecho de que
como producto de un accidente en tranvía Frida queda inmovilizada de su pierna y
con diversas afecciones motrices e irremediables dolores corporales, es así como la
artista toma su propia imagen como modelo, mirándose constantemente en un
espejo y representando los aspectos de su vida más importantes, mostrándonos sus
angustias y sufrimientos en su vasta obra. Es la artista que más se retrata de una
forma por mucho autobiográfica. Kahlo nos narra aspectos importantes de su vida e
inserta en su obra objetos que tienen un significado especial y personal; asimismo,

23
hace referencia a los exvotos, pues en sus cuadros podemos ver que el texto
complementa la obra.

Diego Rivera José Clemente Orozco


Autorretrato dedicado a Irene Rich, 1941 Autorretrato, 1946
Técnica: Óleo/tela Técnica: Óleo/tela
Medidas: 61 x 43 cm Medidas: 66 x 56 cm
Col. Smith Collage Museum of Art Col. Museo Carrillo Gil

Diego Rivera (1886-1957) considerado uno de los más grandes pintores


mexicanos, realizó una importante obra mural y de caballete entre ella explotó el
autorretrato de forma realista.
Lo mismo sucede con Orozco (1883-1949), Siqueiros (1898-1974) y más
adelante con Francisco Toledo (1940) y José Luis Cuevas (1934- ), todos ellos
quienes han hecho estudios sobre su imagen en distintas etapas de su vida.

Francisco Toledo José Luis Cuevas


Autorretrato XXX, 2006 Autorretrato, 1990
Técnica: Dibujo y pastel/papel Técnica: Tinta y aguada/papel
Medidas: 43.3 x 34.4 cm Medidas: 70 x 100 cm
Col. Part. Col. Part.

24
Vemos así que en casi todos los autorretratos el artista incorpora objetos y
elementos que lo identifican, situaciones muy personales que el artista siente son
indispensables en su imagen.
Plásticamente el autorretrato se considera como un ejercicio difícil al que no
se enfrenta cualquier artista, pues emocionalmente el artista busca saber quién es,
descubrirse; verse retratado es enfrentarse a un espejo, congelar la imagen por unos
momentos; sin duda es un evento de sumo inquietante para el artista.
El autorretrato es uno de los ejercicios de análisis más internos que puede
producir un artista. Plasmar el propio rostro implica conocerse hasta tal punto que la
expresión de cierto momento se traduzca en un dibujo o pintura y transmita una
carga emotiva muy íntima.
Se puede considerar que el artista que se retrata tiene algo de narcisista,
pues desea mirarse constantemente; su imagen lo halaga o lo asusta pero sin duda
el ver su rostro reflejado le satisface.
El autorretrato finalmente es descriptivo, muestra sentimientos profundos, nos
cuenta cómo es la persona, sus costumbres, su contexto histórico y también nos
habla de la parte psíquica o personalidad de quien se autorretrata.
Olivier Debroise dice sobre la obra de Frida Kahlo:

No sólo obsequia sus cuadros, sino también anillos, peinetas, sus


vestidos de tehuana, los múltiples objetos de arte popular que llenan su
casa y algunos que decora amorosamente. Además los cuadros
cumplen una función, pues están dirigidos, destinados a alguien
preciso: los familiares de Frida, Diego y sus amigos, sus amantes, sus
médicos, todos los que le mandan benévolamente dinero para ayudarla
a pagar sus operaciones. En especial a sus médicos les agradece sus
alivios (y estos cuadros son los que más recuerdan a los exvotos).19

Lo anterior muestra que cada uno de esos cuadros tuvo una intención particular,
fueron hechos y destinados para alguien especial, por lo que la simbología que
manejó Kahlo dependió del destino de la obra.
Asimismo, la pintura en el autorretrato se vuelve una manera de
autoafirmarse, una forma de autoconocimiento que muchas veces va cargada de un

19
Oliver, Debroise. Figuras en el Trópico, Editorial Océano, México, D. F., 1986, pág., 173

25
fuerte contenido sexual o emocional. Alberto Blanco refiere en su texto
“Autorretratos: la visión y el espejo”:
“Una cosa es el espejo y otra, evidentemente, la visión. Entre estos dos polos se ha
tendido la cuerda sobre la que se avanza o retrocede con grandes riesgos, cuidados
y una que otra caída espectacular: el autorretrato”. 20

Blanco continua con su punto de vista diciendo lo siguiente:

En el arte tradicional el retrato se hacía, generalmente, sin atender al


parecido físico: la “imagen exterior” de las personas, sino atendiendo
más bien a su función: su trabajo, el lugar que ocupaban en esa
sociedad y sobre todo a una iconografía perfectamente establecida que
daba importancia primordial a la “imagen interior” de los seres
humanos, a su vida espiritual, a cómo se verían esas personas en toda
su gloria un día, a la aspiración de llegar a tener alguna vez un cuerpo
luminoso. En pocas palabras: el retrato intentaba ser un reflejo de las
cualidades interiores, invisibles, más que de los accidentes visibles,
exteriores.21

Es bien cierto que cuando un pintor desea retratar a otra persona trata de encontrar
en ella la parte más importante, es decir, su esencia interior, para que la obra no sea
una obra superficial y que además el personaje retratado pueda sentirse identificado;
pero si se trata de pintar la imagen propia, este análisis debe ser todavía más
profundo, pues el artista debe buscar en lo más hondo de su ser, urgar esos motivos
que reflejen parte de su existencia. Muchas veces el artista hace un recorrido a
través de su vida, recorrido que va de la infancia hasta la juventud o vejez, usando
invariablemente iconografía que identifica cada una de estas etapas.
En resumen, el autorretrato es enfrentarse a otro, frente a una imagen
reflejada o espejo, sería el tú y el yo, la otra mitad, la parte obscura, la verdad del yo
anímico y los demonios. Enrique Franco Calvo escribe sobre el autorretrato:
…hay tres cualidades que lo pueden definir: primero es un testimonio
del temperamento o carácter a partir de la visión que de sí mismo tiene
el autor; segundo, el artista deja constancia de su “estilo” o señas con
las que ha poblado sus obras; y tercero, generalmente el artista
atestigua su actividad al rodearse de la iconografía que sirve para
definirlo como tal. Por cierto, estas generalidades no siempre se
localizan a simple vista en las obras.22

20
Alberto, Blanco, Artes de México, núm. 3, México, D.F., 1989, pág., 90.
21
Ídem.,
22
Enrique, Franco Calvo, “La poética del Yo”, Autorretrato en México, Años 90, s/e, Museo de Arte
Moderno y Contemporáneo. México, D. F., 1996, pág., 11.
26
2.2 LA OBRA NARCISISTA

Se ha dicho mucho que la gente que gusta de mirarse constantemente, retratarse,


pintarse y reinventarse tiene algo de Narciso. En las artes plásticas existen cantidad
de ejemplos de obras de arte que muestran a los propios artistas o a sus modelos
con esta tendencia. Gran cantidad de autorretratos se muestran de una forma bella
pero también cruda, sobre todo si interpretamos el término de Narciso bajo el cual
fue acuñado en la historia.
El mito de narciso hace referencia a un hombre que descubre su imagen
mirándose proyectada en un estanque, habla del amor de sí mismo. Es un mito
griego, donde Narciso observa con gran detenimiento su rostro y se enamora de su
propia belleza.

Tienen una gran necesidad de sentirse aprobados y admirados por los


demás, quienes, sin duda, tienen que saber lo maravillosos que son.
Sienten que merecen una gran admiración y respeto por parte de los
demás, de quienes esperan que deseen de buena gana satisfacer
todos sus deseos y darles un trato especial (como perdonar sus
deudas). Les gusta ser el centro de atención y conversación.23

José Manuel Springer dice; “Los artistas narcisistas suelen tener bastante éxito en
nuestros días; son la personificación de todos los mitos populares de lo que
representa ser un artista: fama, talento indeclinable, autosuficiencia, vida enigmática,
espejo de una existencia singular, etcétera”24
Abordando ahora a nuestros artistas, estudio de caso, podemos considerar
que tanto Julio Galán como Nahum Zenil, son dos pintores que han manejado el
concepto narcisista en su trabajo, pues su imagen aparece retratada muchas veces,
con una gran cantidad de caras, personajes y disfraces distintos. Observamos que
no pueden dejar su figura, su rostro se les volvió indispensable, su cuerpo es una
forma de expresión, algunas veces bella y otras veces dura. La imagen propia es la
parte central de su obra y en ocasiones manejan su figura como una especie de altar
al que adoran y pretenden que los demás también lo hagamos.

23
www.cepvi.com/artículos/narcisismo.shtml 18 de febrero de 2011.
24
José Manuel, Springer, “El mito de Narciso”, Pinto mi Raya, México, D.F., 6 de febrero de 1994,
pág., 16.
27
El autorretrato es quizá, dentro de los géneros de las artes plásticas, el
más sugestivo y del que se pueden desprender un mayor número de
mitos, es el momento ideal en que el autor recuerda las cosas que ha
olvidado o transcribe las que ha querido olvidar. Autorretratarse implica
redescubrir o inventar un yo fugaz. Pero también implica el deseo de
perpetuar ese yo.25

El artista gusta de plasmar en sus autorretratos gran cantidad de emociones, se


representa bajo muchas caracterizaciones, pero finalmente se pinta con el fin de ser
visto e incluso admirado por la gente interesada en conocer de cerca al artista.

Podemos discernir que cuando contemplamos una imagen que


pretende perpetuar a alguien, hallamos una carga de extrañeza que
puede ser melancolía o simple tristeza, furia o simple enojo, euforia o
simple alegría. Borges siempre señaló que abominaba de los espejos
porque duplicaban su imagen y la especie. Esta abominación no es
sorprendente ante la obvia necesidad de sabernos dos.26

“Una de las funciones del narciso no tan solo es ver su propio reflejo, sino además
ocultarse detrás de una máscara, lo que permite no mostrarse realmente como es”.27

Narciso ama su imagen, su reflejo, todo su ser, su yo. Narciso se considera un ser
perfecto, no hay otro igual, con más belleza, con más delicadeza y fuerza que su
imagen. Sin embargo, al verse retratado el sujeto encuentra elementos de
agresividad que no se ven a simple vista.

…y aquí estaría el fundamento de la agresividad que se relaciona así


con la constitución unitaria del sujeto, es decir, con el narcisismo.
Cuanto más radicalice el sujeto su posición narcisista fundada en la
identificación al otro, más necesitará expulsar su atomización, habrá
más agresividad. La agresividad entonces es función de la
identificación narcisista con el semejante. Por lo tanto hay agresión
cuando uno se equipara con el otro, cuando ve en el otro a un
semejante.28

25
Enrique, Franco Calvo…op.cit.,pág.,10.
26
Ídem.
27
Mar, Marcos Carretero, Los Cristos de Julio Galán reivindicación visual del cuerpo doliente,
s/e, Universidad Autónoma de Querétaro, México, 2010, pág., 36.
28
Oscar, Masotta, Lecturas de psicoanálisis: Freud y Lacan, Editorial Paidós, 1995, pág., 71
28
Vemos que lo referido por Masotta lo representan en su obra los artistas que gustan
de retratarse. Refiriéndonos específicamente a Galán y Zenil observamos en su obra
que no hay más tema que el suyo, no hay más familia o paisajes, rostros y aventuras
que los suyos. Buscan todos los motivos para llevar su imagen al éxtasis de formas
y variedades, pero siempre recurriendo a su cuerpo y rostro.
Lacan, hace un análisis desde el punto de vista de la psicología conductual y
escribe sobre el “imago”:

…la forma total del cuerpo, gracias a la cual el sujeto se adelanta en un


espejismo de maduración de su poder, no le es dada sino como
Gestalt, es decir, en una exterioridad donde sin duda esa forma es más
constituyente que constituida y donde aparece en un relieve la estatura
que la coagula bajo una simetría que la invierte, en oposición a la
turbulencia de movimientos con que se experimenta a sí mismo,
animándola.29

Vemos así que en el autorretrato el artista hace una introspección, se mira en un


espejo muy detalladamente y encuentra aquello que lo identifica y que lo hace ser
diferente. Sus ojos, su nariz, su cuerpo, los va conociendo profundamente y es aquí
donde existe una especie de realidad o revelación. El sujeto lucha en la búsqueda
de su yo, en su vida y en su contexto y hace una especie de mecanismo de
inversión para colocar su imagen en un lienzo, se trata en realidad de una
duplicación.
Finalmente, al mirarse el sujeto reflejado en el espejo encuentra su rostro o su
cuerpo como un contenedor de distintas cargas emocionales, pueden ser
sentimientos como la perversidad, la locura, la agresividad o cualquiera de sus
opuestos, al generar una obra artística se realiza una verdadera introspección que
lleva a profundizar en la parte existencial y social de un individuo. El autorretratarse
es buscarse dentro, hallar y reconocer las pasiones internas.

29
Jaques, Lacan, Escritos 1, Editorial Siglo XXI, México, D. F., 1997, pág., 87.
29
2.3 SOBRE LOS ARTISTAS

Julio Galán (1958- 2006)

Hijo de prominente ganadero y minero, en su obra Galán hace referencia constante


a sus memorias. Su niñez, la vida familiar, su abuelo y todo lo que lo rodea hacen
que este niño se vaya formando poco a poco con una instrucción religiosa rigurosa,
pues su educación fue dada en un colegio religioso donde el culto, el rezo y todo lo
que versa sobre Dios formaba parte constante de su vida. Crece instruido siempre
en buscar el buen comportamiento y alejarse del pecado, buscando halagar a Dios y
a la sociedad.
Posteriormente ingresa a la Escuela de Arquitectura en la Universidad de
Monterrey, pero su vocación se encontraba en la pintura. Terminando sus estudios
Galán decide radicar en Nueva York y es en esta ciudad donde inicia una carrera
importante. Para conocer su obra plástica es necesario dividirla en tres etapas:
En las primeras obras de Galán podemos observar un trabajo que combina la
inocencia con la crudeza. Son óleos de gran formato donde aparece casi siempre un
personaje principal. En esta etapa se aprecia que Galán no posee estudios sobre el
cuerpo humano, no maneja el dibujo ni la perspectiva, pues sus imágenes aparecen
un tanto desproporcionadas. Asimismo se aprecia que carece de conocimientos para
dibujar los rostros de perfil y de tres cuartos, el rostro entonces es trabajado de
forma naif, sin embargo lo anterior no resta importancia ni valor a su obra, valor que
se encuentra en el mensaje, es decir, en el escenario donde ubica su obra.
La plástica de Julio Galán está llena de símbolos que el artista maneja,
personajes de rostro pálido, vestidos de forma elegante, como catrines, con
zapatillas pequeñas y lustradas, Galán nos presenta así a un personaje burgués que
camina por la vida lleno de recuerdos, a veces junto a un gato, un perro o un gorila.
Los juguetes y objetos que aparecen en sus cuadros son manifestaciones de su
memoria de infancia, objetos y hechos que marcaron su temprana edad, aquellos
que fueron rompiendo la inocencia y descubriéndole la perversidad.
La esencia a la que el autor se refiere es ese sentido “egocéntrico”, las
capas de sí mismo que, si bien están conformadas justamente por los
cambios de vestuario, por las diferentes máscaras, mantienen una
coherencia en cuanto a su eterna búsqueda, ese estar ensayando

30
constantemente diferentes rostros, que son finalmente los rostros
múltiples de lo humano.30

La obra producida en los ochenta marcó a este artista como una joven promesa en
la plástica mexicana. Han sido reconocidos y estudiados lienzos como: “Sombra
recogiendo lo que no debe” (1982), “Niña con vestido de animalitos esperando ver
algo que no te puedo decir” (1983), “Retrato de golondrina” (1984), “Niño posando
como egipcio” (1984), “Niña Rubí” (1985) “Niño Elefante tomando ele-rat 7” (1985),
“Niño volcán” (1985), “Me quiero morir” (1985) “Niña triste porque no quería ir a
México” (1984), “Hipnosis” (1985), “Los cómplices” (1987), “La amazona” (1985), “El
hermano (niño berenjena y niña Santa Claus)” (1985), “Ya” (1988), “Te mentí
pupilas” (1988) y “Ángel” (1988).

Julio Galán
YA, 1988
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas 198 x 159 cm
Col. Enrique Guerrero, México, D.F.

Lo que hace el artista es mirarse en un espejo, identificar quién es, buscar las
señas particulares que lo puedan distinguir, eso que lo hace ser distinto del resto de
las personas, pero también busca lo que lo hace parecido a sus semejantes.

30
Ibídem., pág., 37.
31
Julio Galán
Laberinto azul, 1983
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 125 x 150 cm
Col. Part.
Cortesía Enrique Guerrero, México

Sus primeras obras nos muestran personajes que viven en su memoria; se


trata de un mundo lleno de objetos y habitantes sacados como de un libro de
cuentos.
Julio Galán comentó en varias ocasiones su gusto por los laberintos, y ello lo
representa en “Laberinto azul”, una obra que se encuentra trabajada en perspectiva
aérea (así se le conoce en el dibujo arquitectónico). En éste cuadro encontramos
personajes tanto de animales como de personas que es una constante del artista
sobre todo en los primeros años de su carrera, (seguramente dentro de éste
laberinto está su propia figura.)
Un niño con capa de superhéroe vuela arriba de un laberinto (que puede
funcionar también como una casa); pareciera que se busca ayudar a los personajes
que se encuentran dentro, mismos que corren desesperadamente sin encontrar la
salida.

32
Julio Galán
Autorretrato con oso, la estatua y la carta de adiós, 1983
(Tríptico)
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 140 x 210 cm
Col. Guillermo y Kana Sepúlveda, Monterrey, N.L.

Es de uso constante la representación de animales con ciertos toques


humanos que acompañan al personaje de sus fantasías, el tema es recurrente en
Julio Galán durante los años ochenta. Eso se muestra en la obra que arriba
presentamos.
En ese tríptico de grandes dimensiones Galán es acompañado por un oso,
una estatua que permanece como testigo y su propia figura al centro, con cartas en
la parte superior de su cabeza. Es una mezcla de colores llamativos donde los
personajes se mezclan también y donde todos participan en el mensaje que es
enviado por medio de la sobreposición de las cartas.
Sin duda esta etapa de su producción plástica fue una de las más
importantes, pues atrajo la atención de la crítica internacional por su forma
conceptual de pintar y transmitir un lenguaje sui generis a partir de íconos trabajados
de forma incrédula, aparentemente, pero con un fuerte contenido psicológico.

33
Julio Galán
Título: Los cómplices, 1987
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 190 x 230 cm
Col. Enrique Guerrero

Julio Galán introduce también elementos nacionales que son ya insignia de


nuestro país; utiliza la imagen del charro en varias ocasiones y sarapes de colores
representativos del norte de México. En “Los cómplices”, la imagen de Galán
aparece en una habitación que quiere ser una cantina, pues el rojo presente y los
vasos así lo suponen. Como en las antiguas películas de los años 40, Galán
introduce a su caballo al tugurio; no hay más personajes, solo el animal y su jinete,
sin embargo por la cantidad y disposición de los vasos pareciera que todas las
personas desaparecieron apenas unos segundos antes de aparecer estos
personajes.
Es manifiesto que en este cuadro Galán particularmente hace uso del kitsch,
incorporando elementos del nacionalismo. Su traje mexicano, su corbata de moño
tricolor, el tapete y el sarape así lo demuestran.

34
Julio Galán
Título: La perla negra, 1990
Técnica: Óleo sobre tela con aplicaciones de satín
Medidas: 180 x 230 cm
Col. Part.

Sin duda Galán ensayó con las formas y temas; pintó paisajes solitarios,
campos y mares. En “La perla negra” podemos ver a una niña vestida con un traje
morado y alhajas de perlas, todo ello símbolo de estatus. Ella se encuentra en
altamar, nadie a su alrededor, salvo una esfera que desea tocar. La esfera o el
huevo en la plástica simbolizan el nacimiento de algo, la resurrección, una
motivación y una luz: la esperanza de vida. El mar es representado en tonos
obscuros, el agua es turbia y el cielo naranja, solo la perla logrará salvarla.
Vemos asimismo que Galán utiliza elementos ajenos a la pintura pero que
integra de forma coherente en su obra, haciendo que estos tomen un papel
importante. Los listones que aparecen en el cuadro son necesarios para la obra. Al
quitarlos se perdería fuerza, se trata de elementos indisolublemente unidos.
Más adelante Galán fue experimentando con otros materiales dentro de la
pintura, utilizó el collage hecho con papeles decorados, usándolos de fondo con lo
cual sus personajes adquieren un ambiente más cálido y que insufla poder. En esta
etapa sus líneas ya no eran tan detalladas como las de los años ochenta,
apreciamos que su trazo comienza a hacerse más fuerte.

35
Julio Galán
Título: Mandarín en domingo, 1993
Técnica: Mixta sobre tela
Medidas: 160 x 200 cm
Col. Part.
Cortesía Galería de Arte Actual, Monterrey, N. L.

Galán realizó en varias ocasiones pinturas con temas orientales; en


“Mandarín en domingo” Galán se pinta con un kimono de color rojo intenso sobre
texturas y sombrero negro con un medallón al frente. El personaje lleva en su mano
un ave, símbolo recurrente de Galán.
Consideramos que en esta obra Galán quiso hacer referencia a una
costumbre no muy antigua que es la de vestirse de forma especial o elegante los
días domingo, actitud asumida y aprendida sobre todo en las clases sociales altas y
que conserva un referente simbólico religioso muy presente en la vida del artista.
Avanzando cronológicamente en la obra de Galán podemos irnos percatando
de su evolución, pues comienza a pintarse ya en distintas poses, mejora su dibujo y
perspectiva. Asimismo podemos observar que la figura humana, su propia figura,
comienza a adquirir el color de la piel natural, dejando atrás los personajes de rostro
pálido.

36
Julio Galán
Título: Pensando en ti, 1992
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 160 x 180 cm
Col. Part. Monterrey, N. L.

En “Pensando en ti” Galán se pinta desnudo, sereno, quieto, aparece en un


lugar tranquilo, se manifiesta consigo mismo. El fondo en tonalidades sepias remite
a un espacio vacío o a un desierto. La silla de diseño clásico es el único elemento
que lo sostiene. Como el título de la obra indica hace referencia a pensamientos
íntimos. Las líneas negras y manchones son característica de este artista y sirven
muchas veces para romper con esa composición que pudiera parecer casi perfecta.
Aquí es manifiesto que cuando alguien logra identificar su imagen es para siempre,
es el ropaje que nos tocó. Es el cuerpo, la fachada de una vivienda donde se
esconden sentimientos: el espíritu de la persona.

37
Julio Galán
Título: Mis amigos secretos, 1992
Técnica: Óleo sobre tela y técnica mixta
Medidas: 190 x 130 cm
Col. Part.
Cortesía Galería Bárbara y Jules Farbes

Por otro lado podemos encontrarnos con autorretratos donde el artista se


muestra totalmente vestido. Con elegante traje, corbata y zapatos negros. Galán
utiliza los listones, cinturones o líneas con un objetivo: romper con la perfección que
se pudiera encontrar, este es un motivo recurrente de su obra.
Asimismo, esas líneas sirven para marcar algo que el artista quiere resaltar.
La vida trascurre enmedio de marañas y confusiones; el hombre está sujeto a límites
que marca la sociedad, evitando así su completa autonomía. Galán hace hincapié en
estas ataduras con las que las personas vemos transcurrir nuestras vidas y que no
permite ser libres y manifestar nuestros ideales.
Apreciamos a comienzos de los años noventa que la obra de Julio Galán se
empieza a transformar. Las figuras adquieren un color más cercano a la realidad.
También sus personajes comienzan a girar, a tener movimiento, pues en etapa
anterior su obra era casi toda de perfil o de frente. Su obra intenta ahora tener otro
tono, imprimiendo un poco más de realismo en sus cuadros, dejando atrás las
formas infantiles que caracterizaban su trabajo.

38
Julio Galán
Título: Brazil, 1993
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 120 x 100 cm
Col. Alejandra Fernández

“Brazil” es uno de los emblemáticos cuadros de Galán. Nuevamente aparece


elegantemente ataviado; lo que más atrae es que el personaje está mirando
fijamente al espectador y lo llama con su mano: su mirada es provocativa, sensual.
Se trata de un cuadro en fondo verde, aparentemente sencillo, sin embargo
podemos observar que la corbata que parece estar goteando funciona como símbolo
masculino. También se presentan los manchones, o líneas negras que salen de su
traje, así como los rayones en color rojo, símbolos característicos de su obra.
Conforme transcurre el trabajo de este artista adquirimos la certeza de que
siempre veremos cosas novedosas. Galán entra y sale de escena; sus cuadros poco
a poco van adquiriendo técnica; su dibujo se va perfeccionando y su pintura tiende a
la perfección, como si se tratara de un pintor trabajando la técnica antigua. Sus
cuadros van obteniendo espacialidad, perspectiva y luz y mejoran indudablemente
en los aspectos tonales.
Durante la última década se produjeron importantes obras como
“Undrampech” (1991), “Para ti” (1993), “Niño aperlado” (1993), “My follish heart”
(1992), “Con todo mi corazón” (1993), “Así fue” (1993), “Las flores se enamoran”
(1990), “La anécdota” (1992), “You make me cry” (1993), “Dramel” (1993). En todas
ellas podemos percibir un cambio significativo en su forma de pintar. Los materiales
39
siguen siendo óleo, pastel, collage, con objetos sobrepuestos como flores, telas y
estampas. Para finales de los años noventa e inicios del 2000 la obra de Galán da
un giro de 360 grados. Su pintura se ha perfeccionado y su temática tiene mayor
sentido. Galán pinta ahora personajes que lo rodean en sus fantasías o en sus
realidades.

Julio Galán
Título: Le voyage au nuit, 1993
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 200 x 260 cm
Col. Part.

En un cuarto interior Galán nos presenta dos personajes principales, un


hombre y un muñeco que aparentan jugar billar (quizá Galán esté representado en el
muñeco, que como varias veces lo mencionó era su compañero más fiel). El muñeco
elegantemente vestido se apropia del espacio y del juego, pues su compañero
aparece de cuclillas, desnudo, mirándolo. El juego ha terminado y los pájaros
multicolores son testigos de la escena, curiosamente estas aves se encuentran
pintadas sobre una rama. Son aves descontextualizadas, que parecen recortadas de
algún libro pero que con sus colores y sus formas alegran el lugar. Interesante es ver
la mesa de billar pesada y volteada, y cómo las bolas de juego no caen, se
sostienen de forma un tanto ordenada.
Es manifiesto que en este periodo Galán tienen el dominio de la pintura.
Asimismo nos percatamos de que lo que en un inicio comenzó como una pintura
más internacional, ahora Galán lo reafirma con símbolos que lo identifican más como
un artista mexicano.
40
Julio Galán
Título: Cuatro palabras, 1999
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 130 x 190 cm
Col. Particular

En la obra que arriba apreciamos, sobre un fondo de mar Galán coloca


distintas aves características de nuestro país, mismas que se enredan en los
recurrentes listones, ahora de colores, que salen de todos lados. El azul del mar y el
cielo otorga un contraste con los colores puros de las aves y muestra una dicotomía.
Vemos además que algunas de las aves se encuentran atrapadas; más que en
divertimento, las aves están enredadas y aparecen desesperadas al no tener
movimiento.
El águila símbolo de nuestra nación lleva una bandera con las iniciales del
autor, lo que lo hace retornar constantemente a sus raíces, al igual que las aves, que
siempre vuelven a su territorio, esta es una característica de la obra del pintor. El
cordón se muestra como símbolo de atadura o ligazón.31
Julio Galán ha sido un artista que podríamos considerar complejo, tanto en su
forma de vida como en su trabajo plástico. Así, en su obra se aprecia al artista que
busca la perfección en lo que hace. Del análisis podemos dilucidar que se trabaja la
técnica obsesivamente hasta lograr casi la perfección, y así, al final de su vida nos
muestra de manera espléndida cómo logra cumplir con sus objetivos y pasar a la
historia como un grande de la pintura en México.
31
Ignacio, Cabral Pérez, Los símbolos cristianos, Editorial Trillas, México, D. F., 1995,
pág., 127.
41
Recorriendo su historia podemos apreciar además que Julio Galán, contrario
a otros artistas famosos, como Picasso y Miró, entre otros, inicia su carrera plástica
de una forma más simple, hemos visto que incluso carecía de estudios artísticos, sin
embargo su tenacidad lo lleva a dominar el material con el que trabaja.
En Julio Galán el fenómeno por el que han pasado muchos artistas es
contrario, pues al final de su vida podemos ver la gran madurez que alcanza y la
genialidad con la que trabaja su obra. Aquí recordamos el trabajo de Picasso y Miró
pues estos dos artistas de manera contraria al crecimiento artístico de Galán,
iniciaron trabajando de forma muy realista y perfeccionista, pero al final de su vida
terminaron pintando de forma casi ingenua, tal como lo hace un niño.
Hemos visto que en la última etapa de su vida Galán domina por completo el
dibujo, la pintura, el formato, el tema, es decir, realiza una obra con gran genialidad
que sorprende al espectador, que además ante el gran formato de sus obras se
siente pequeño. Vemos asimismo que sus temas siguen manifestando la angustia, la
soledad, el desamor, la identidad, símbolos todos ellos propios de la posmodernidad
y que sin duda son trabajados con maestría por el artista.
Resumiendo diremos que el material principal que Galán emplea es el óleo,
técnica que domina perfectamente y que además utiliza para generar sentimientos
con sus lienzos, así, el óleo funciona como mensajero para llegar al espectador.
Considerado por muchos como un artista naif o primitivo, Galán decía que era un
estilo que había nacido con él mismo. Al respecto Olivier Debroise apunta:

Desde sus inicios, Julio Galán pinta con base en esta proposición,
fábulas, fantasías, cuentos de hadas, historias de brujas. Producto
típico de una época que confunde la originalidad con la extrañeza y una
supuesta sinceridad con el “genio”, Galán explota sistemáticamente las
ambigüedades: un arte bluff y la charlatanería. Junto a obras de
convincente poder expresivo, el artista de la confusión se permite
realizar cuadros llenos o parcialmente vacíos, inexpresivos (los
primeros, en todo caso justifican la existencia de los segundos).32

Se nos informa que Julio Galán hace gala de todos los sentimientos y valores
estéticos que tienen que ver con el arte posmoderno. Entre ellos podemos hablar de
la esquizofrenia, como un estado de locura donde el individuo afectado genera

32
Olivier Debroise…op cit., pág.,116.
42
estados irreales, situaciones de locura que lo hacen pensar que se encuentra en un
lugar especial, ajeno a la realidad. Al respecto Teresa del Conde menciona:

El efecto esquizofrenizado que tantos surrealistas buscaron


propositivamente aparece en algunas obras de Julio Galán como
recurso plástico logrado mediante libre asociación. Los surrealistas
lograron obtenerlo en mucho mayor medida a través de un verso libre,
de las narraciones y de los escritos que conforman el corpus teórico del
surrealismo que se ha manifestado a través de las artes plásticas. Esto
último bien lo percibió Ida Rodríguez Prampolini en el ensayo sobre
Galán publicado en 1993, al referirse a la liberación de fuerzas que
generó el surrealismo en el campo del arte: “Mucho más lo fue en sus
búsquedas teóricas, en su acercamiento a esa otra fuerza que
descubrió el psicoanálisis que en lo que produjo como gran arte”.33

Es cierto que en la obra de Galán podemos encontrar elementos que nos hacen
pensar que este artista recurría a ciertos componentes de la locura. En sus cuadros
hallamos que el artista intenta muchas veces confundir al espectador, pues no es
claro con lo que quiere decirnos. Sus temas de los años ochenta eran siempre
basados en la memoria, recuerdos de una infancia donde aparece un trauma familiar
o un dolor interno, combinado con la parte lúdica de un niño. Hay que anotar que en
los cuadros de Galán siempre hay un niño de rostro pálido, con un dejo de
inocencia, que parece que siempre está atento a lo que pasa, los juguetes que
incorpora, los objetos punzocortantes, los colores muy brillantes, hacen que las
imágenes se vuelvan atractivas para el espectador, más aún si en ellas encontramos
gran cantidad de códigos que hacen que esa obra adquiera un poder simbólico,
hecho que la hace poderosa plásticamente.
Más adelante, ya abordando su propio retrato, el personaje plasmado deja la
tez pálida para adquirir un color más natural, el rostro mismo se vuelve realista, y los
objetos, animales y demás personajes comienzan a tener movimiento. Julio Galán
comienza a dominar el trazo y el dibujo en su pintura, aparece la perspectiva, la
degradación de tonos y la experimentación. Entonces podemos apreciar la gran
evolución técnica que tuvo ese artista. Con el tema del autorretrato la forma y
expresión se van haciendo cada vez más complejas y sentidas, resultando y
apareciendo en ocasiones los sentimientos más profundos. Los animales dejan atrás

33
Teresa, Del Conde, Julio Galán, Muestra retrospectiva, Fundación PROA, TAMSA-SIDERCA,
México, D. F., pág., 15.
43
la forma caricaturesca para convertirse en animales reales, compañeros
inseparables del artista.
Símbolos como las flores, los listones o el propio cinturón, envuelven al
personaje de manera recurrente, enmarcando su mundo que en ocasiones se ve
acompañado de objetos como bolas de cristal (quizá tratando de descifrar el futuro o
alguna caja vacía). Aparecen entonces los paisajes de apariencia antigua, obscuros,
silenciosos y vacíos que más que serenar, perturban y dan miedo.
Una característica a recalcar es que en sus cuadros constantemente
aparecen frases que custodian su trayectoria y que sirven para engañar o
desconcertar. Esto nos recuerda lo que anteriormente un pintor de origen belga,
René Magritte, uno de los artistas más importantes del surrealismo, había hecho con
sus cuadros, en los que las frases eran una parte sustancial de su obra, no podía
existir una pipa sin un mensaje que dejara claro lo que el artista quería decir. Algo
parecido hace Julio Galán, juega con las palabras, las descompone y utiliza para
provocar al espectador y generar emociones turbulentas, confusas, complejas.
En cada uno de sus cuadros Galán nos da claves que hay que interpretar
como espectador, es una forma muy interesante de buscar penetrar en la intimidad
de este artista. Conocer su personalidad, su vida y descubrir las combinaciones que
hace con los signos eso que le llevó a ser un personaje digno de ser considerado
por críticos y estudiosos del arte.

44
Nahum B. Zenil (1947 - )

Es considerado uno de los hombres más representativos de la plástica


contemporánea. Es un artista que trabaja sobre su imagen confrontando su ser con
distintos personajes, siempre manejados con cierto humor negro mezclado con
algún sentido de la comicidad. Nahum B. Zenil puede considerarse uno de los
artistas mexicanos con mayor grado de narcisismo, su tema es exclusivamente el yo,
pinta sobre su persona, su cuerpo, su ser. Su rostro es el centro de todo y de ahí
surgen los caminos que guían su obra.
Pero este artista habla en cada cuadro, dentro del marco él tiene la magia y el
poder para comunicar su interior, mostrando distintas situaciones y experiencias
vividas. En la obra de Zenil podemos ver que se trata de un artista que domina el
dibujo, sus cuadros aparecen como dibujos coloreados, siempre existe un contorno y
texturas muy definidas. Sobre esto Teresa del Conde anota:

El estilo pictórico de Nahum B. Zenil se afianza en el privilegio de lo


lineal sobre lo pictórico, o sea, de los contornos nítidamente definidos
contra las manchas yuxtapuestas de color. Apretadamente, la línea de
demarcación que ciñe las figuras sirve también para entregar sus
volúmenes y su colocación en el espacio, mediante un modelado que
se realiza con procedimientos que son más propios del dibujo que de la
pintura. No por ello el color está ausente, antes bien, desempeña un
papel importante en cada una de las composiciones, tanto porque
ayuda a armarlas estructuralmente como por el sentido simbólico que
en ocasiones asume.34

Su trabajo está realizado principalmente sobre papel y en sus gouaches utiliza tonos
sepias con texturas que le dan cierto toque de antigüedad. Hemos dicho que estos
artistas que manejan el autorretrato tienen la característica de que hacen un mapa
sobre su cuerpo, es el símbolo y el contenedor del significado, lo usan para
relacionar los hechos y concebir su obra. Sobre su yo el artista plasma un
sentimiento, formula una estrategia, un proyecto de su realidad, generalmente
utilizan un rico simbolismo, expresan su vida y sus emociones.

34
Teresa, Del Conde, “El realismo introspectivo de Nahum B. Zenil”, en Testigo del Ser, s/Tr, s/e,
The Mexican Museum, San Francisco California, 1996, pág., 24.
45
“Toda obra de arte contiene elementos ideológicos (las ideas del autor, de su
tiempo, de su clase, son mezcladas a menudo con las ideas de otros tiempos, de
otras clases, de otros individuos.”35

Nahum B. Zenil
En el baño, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas. 51.4 x 36.3 cm
Col. Part.

Su obra de especial manufactura le da al trabajo de Zenil una belleza y delicadeza


especial, quizá contraponiéndose a la temática que maneja. Generalmente está
basada en la vida cotidiana, su yo es disfrazado de distintas maneras ubicándolo
siempre en ambientes familiares y recuerdos de infancia y juventud.
En su pieza “En el baño”, aparece en una tina de baño, el agua corre
mientras en la ventana aparece un personaje con una máscara de diablo que lo
observa atentamente. Zenil también permanece atento y contrario a otras de sus
obras el artista cubre sus órganos sexuales.

35
Adolfo, Sánchez Vázquez, Textos de estética y teoría del arte, UNAM, México, D. F., 1991, pág.,
154.
46
Nahum B. Zenil
Título: Retrato de boda, s/f
Técnica: Serigrafía
Medidas: 159 x 116 cm
Col. Part.

Como los burdos telones de los fotógrafos de feria, los cuadros de Zenil
esconden lo importante, lo que sucede atrás. Asimismo, la fingida
solemnidad de la máscara estilizada, en sí es un engañabobos. Nahum
no se parece a su representación planimétrica, cien, mil, diez mil veces
repetida. La desenfrenada multiplicación de los Nahum, esa especie de
explosión demográfica de clones que invaden los cuadros, no indica en
sentido estricto un ego, en expansión manifiesta, más bien un
desasosiego.36

Si observamos esta obra vemos que cada personaje de “Retrato de boda”, es el


rostro mismo de Zenil, se representa como; el novio, la novia, los pajes, los padres o
padrinos de los novios. Es un retrato muy singular donde la mayoría de los
personajes que pueden nombrarse femeninos por sus vestidos llevan impreso el
rostro imperturbable del artista.
Nahum Zenil proviene de la clásica familia tradicional mexicana, el aspecto
religioso y la educación marcaron su vida y eso lo muestra en cada uno de sus
trabajos, mostrando siempre la parte afectiva y sentimental de sus allegados.
Escenas con corazones, ángeles, sus abuelos y familiares son temas recurrentes
para complementar sus autorretratos.

36
www.uv.mx/gaceta/57-58/Quemar13.htm 20 de abril del 2011.
47
Nahum B. Zenil
Título: Retrato de familia, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 36.5 x 51 cm
Col. del artista

En el cuadro anterior podemos ver cómo Zenil retrata a sus seres queridos, su
mamá y su pareja están abrazados por el artista. Además, el ambiente o contexto al
que acude casi siempre es su estado natal, pueblo donde las viviendas son todavía
construcciones de forma tradicional y con lo cual nos muestra sus raíces
campesinas, imágenes fuera de toda posmodernidad y caos. El perro que aparece
en la parte superior izquierda también es parte importante de su memoria y lo
podemos apreciar a lo largo de su obra.
Con estas imágenes que vierte nos damos cuenta de la importancia que
tienen para el artista en cuestión sus recuerdos autobiográficos, su familia, sus
creencias, sus raíces. Podemos encontrar en un gran número de sus pinturas a sus
familiares, especialmente su madre aparece como un recuerdo muy presente.
Zenil aborda un gran abanico de situaciones en sus pinturas: usa como
temática la religión, las creencias populares, el autoconocimiento o la sexualidad,
esos son elementos que siempre están presentes.
Entre sus obras más importantes contamos con: “No hagas olas” (1983),
“Gusanos” (1987), “Lucha entre Jacob y el ángel” (1985), “Piedad” (1987), son entre
otras muchas obras las que hablan de su ser interior, de su sentido sexual y su
forma de ver la vida.

48
Nahum B. Zenil
Título: Autorretrato con gusanos, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 51 x 36.5 cm
Col. W. Nicholas Ingram

Para Zenil, el autorretrato es totalmente biográfico. En el “Autorretrato con


gusanos” se nos muestra un Nahum angustiado; los gusanos brotan de su cuerpo.
Su cuerpo se muestra rojizo, dolido, sin embargo él no manifiesta movimiento, está
como en espera de ver la situación, sentir los gusanos que se mueven entre su
cuerpo y deja que el espectador esté atento a la situación mientras él permanece
inmóvil.
Algunas otras veces utiliza su imagen a manera de altares, donde pinta su
figura como elemento principal, como un Dios o una virgen a la que hay que
contemplar y admirar. Dice Raquel Tibol acerca de su obra: “…afronta ciertas
verdades, supuestamente prohibidas con fuerza simbólica. De la pintura joven
mexicana que viene mostrando como asunto las afinidades amatorias, la de Nahum
B. Zenil es de las más respetables por su esfuerzo de revelación a través de la
imagen.”37
“Dentro de la neofiguración, a Nahum Zenil le corresponde el privilegiado y
muy poco compartido sitio de la sinceridad total. Él no encubre su tema, lo desnuda

37
Raquel, Tibol, “Doloridos monólogos de Nahum B. Zenil”, en Teresa del Conde, Testigo del ser,
s/Tr, s/e,The Mexican Museum, San Francisco California, 1996, pág., 78.
49
hasta el delirio, manifiesta sus equivalencias paradójicas en las que Freud habría
descubierto un mar de símbolos, el sentido erótico literal.”38
En la siguiente pintura nos podemos dar cuenta de cómo él y su pareja han
sido cómplices en varios aspectos, los dos enfrentan y confrontan distintas
situaciones.

Nahum B. Zenil
Título: Suicidas, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 69 x 89 cm
Col. Televisa, México

Su pareja, quien lo ha acompañado a través de los años en esta gran


aventura, y con quien viaja por la vida y las artes, es su personaje inseparable, a tal
punto que lo ha llegado a mimetizar, confundiéndose a veces el uno y el otro.
“Nahum Zenil ha sabido colocarse categóricamente en la centralidad discursiva que
lo regula todo, exhibiendo los nexos que mantiene la falocracia con el nacionalismo,
la religión y la institución de la familia, En efecto, como erección, nacionalismo,
religión, institucionalización de la vida privada, se vuelven absolutismos.”39
Antonio Marquet continua explicando su visión de la obra de Nahum Zenil:

Para fundar una de las iconografías más vigorosas de la plástica


mexicana, Nahum Zenil se ha vuelto hacia la intimidad, a la pulsión
para levantarse contra principios axiológicos alienantes. Lo ha hecho
en silencio y con humor. El cuerpo se ha trasformado en el campo de
batalla entre los discursos de un beligerante poder absolutista que

38
Ídem.,
39
Antonio, Marquet, “La patria de Nahum Zenil”, en Pinto mi Raya, México, D.F, 26 de junio del
2005, pág., 59.
50
niega el diálogo, la diversidad o diferencia que se asienta con su denso
lastre histórico.40

Si analizamos la obra de Nahum Zenil a profundidad podemos ver que su rostro no


envejece, siempre es el mismo, él se representa como un niño, o más bien como un
adulto vestido de niño, a veces como un ángel o arcángel; en muchas de sus obras
su rostro parece inmutable, sereno, sin expresión. Un caso interesante es que su
mirada es completamente fija, como en un retrato donde él mira a la cámara, no
parpadea, no mira lo que está alrededor, sin embargo el contexto en el que ubica la
imagen es completamente narrativo.
Nahum, al igual que en el teatro se disfraza constantemente, por todo lo que
le rodea nos podemos dar cuenta del entorno en que el artista está situado, pues el
escenario es lo que en realidad cambia en su obra: la luz, el color; la escena puede
ser religiosa, de placer o de tortura, eso es lo que hace muy interesante su trabajo,
aunque su rostro siempre permanece como en silencio, sin movimiento o ruido que
alteren su figura. Zenil disfruta del disfraz, es como una necesidad, un deseo de
querer ser otra persona, a veces un Dios, una virgen o un niño.
En su obra se demuestra que el artista no tiene miedo de enfrentarse
consigo mismo; urga en todas las posibilidades que distintos
personajes pueden darle. Edward Sullivan anota: “Zenil se descubre
ante el espectador, guiando la mirada de este directamente hacia su
cuerpo, que unas veces está vestido y muchas otras no. Se erige a sí
mismo en objeto de escrutinio, en receptor de una obsesión
voyerista”.41

Pocas veces Zenil ha trabajado la técnica tridimensional, sin embargo en su obra


también nos podemos encontrar con trozos de tela y otros elementos que le ayudan
a conformarla y que le otorgan cierto carácter nacionalista. El artista se pinta
constantemente, es autor y modelo de su obra.
Nahum se ha inventado como un personaje que no puede escapar de sí
mismo; su cuerpo es su prisión, misma que ha representado de muchas formas,
además se autoflagela, pero también gusta de motivarse y autohalagarse.

40
Ibídem., pág., 60.
41
Edward, J. Sullivan, “Nahum Zenil”: Testigo del ser, s/t, Editorial de la Fundación The Mexican
Museum, San Francisco California, 1996, pág., 9.
51
Nahum B. Zenil
Título: Autohomenaje, 2002
Técnica: Acrílico sobre tela
Medidas 90 x 140 cm
Cortesía Galería de Arte Actual Mexicano

Este cuadro, “Autohomenaje” demuestra lo antes dicho, ahora se nos


presenta el artista rodeado de naturaleza y belleza. Aplicando un poco más de color
a su paleta, Nahum Zenil se nos ofrece; aparece de camisa azul, tranquilo,
entregándose un ramo de flores rojas. En esta obra nos recuerda el amor hacia su
persona, en esa pintura nos confirma que no hay más que él mismo. Se rinde culto,
pleitesía, respeto, y todo lo necesario para reafirmar que él es uno de los artistas
que más ha explotado el narcisismo en su pintura.
Sin duda, cada lugar o país cuenta con características que lo definen y
representan, Zenil se encuentra dentro del grupo de artistas que utilizan elementos
nacionales que identifican al mexicano. A partir del éxito que ha tenido la
“Fridomanía”, el elemento nacionalista se ha vuelto parte de la iconografía popular
en nuestro país.
Zenil ha aceptado que una de sus influencias más directas fue Frida Kahlo y
la Escuela Mexicana de Pintura. En las imágenes siguientes podemos observar
cómo el pintor rinde un homenaje a Frida y es manifiesta la atracción que este artista
ha sentido hacia la pintora.

52
Nahum B. Zenil
Título: Con todo respeto, 1983
Técnica: Serigrafía sobre papel
Medidas: 61 x 76 cm
Cortesía Throckmorton Fine Art. N.Y., EEUU

En este cuadro aparece Kahlo como una imagen milagrosa, en su pecho


porta una especie de Sagrado Corazón. Tanto Frida como Zenil mantienen la mirada
fija en el espectador; también podemos observar el fondo de hojas verdes
característico de varios cuadros de la pintora.
Un cuadro muy conocido de Frida Kahlo es el del tranvía donde
acostumbraba viajar en su juventud, mismo que le causó el terrible accidente que la
marcó de por vida. Nahum Zenil lo retoma, pinta dentro de un camión una escena
con su madre, su pareja y desde luego, Frida. Él viaja en sus recuerdos, pues al
fondo se puede ver su casa de Chicontepec Veracruz, en donde Zenil se retrata en
varias ocasiones.
Es atrayente la forma como Zenil retrata a Frida, pues está centrada en la
obra y aparece como una imagen antigua, de rostro pálido; no es una Frida viva, es
un recuerdo. También se visualiza una niña que levanta una bandera. Por todos
esos elementos, “Con todo respeto” es una obra que hace uso del nacionalismo,
pues es claro que Zenil gusta de los emblemas patrios y Frida Kahlo puede
considerarse entre ellos.

53
CAPÍTULO 3
ANÁLISIS COMPARATIVO

En la pintura es común observar afinidades entre los artistas, semejanzas muchas


veces marcadas por los tiempos en que se ha desarrollado su obra plástica. Así, se
pueden identificar en la obra de época elementos muy parecidos, pues las artes
tienden a manifestar el momento social en que se desarrollan. Arnold Hauser,
teórico de origen húngaro, menciona en su tratado, Historia de la literatura y el arte,
que una sociedad se impregna de un todo, es decir, entre sus habitantes hay gran
influencia de las cosas que suceden, de tal manera que una gran parte de sus
personajes absorben esos componentes que los llevan a realizar actos semejantes.
Todo arte, considera Hauser, está condicionado socialmente, pero no
todo arte es definible socialmente, pues está determinado de tres
maneras: desde el punto de vista de la sociología, de la psicología y de
la historia de los estilos. Es importante señalar la importancia entre el
arte y la sociedad, situación compleja pero medida también por las
instituciones, y el valor que se le atribuye a otros factores como la
crítica de arte, el mercado del arte, los museos y galerías, entre otros.42

Mientras que Adolfo Sanchéz vázques nos dice:

…El arte cumple todavía importantes funciones sociales al convertirse


en expresión del poder y del ocio ostentativo. Más aún, el arte fomenta
los intereses de un estrato social por la mera representación y por el
reconocimiento tácito de sus criterios, valores morales y estéticos. El
artista que es mantenido por este estrato social y que pende de él con
todas sus esperanzas y perspectivas se convierte involuntaria e
inconscientemente en portavoz de sus patronos y mecenas.43

En el transcurso de la historia podemos comprobar esa afirmación. Los artistas


inician descubriendo un estilo propio que más tarde puede ser absorbido por otros
artistas y así se van formando los movimientos artísticos. Ocurre muchas veces que
el estilo, la forma de pintar o los íconos empleados son tan semejantes que pudieran
parecer una copia de la obra.

Una obra de arte es una forma expresiva creada para nuestra


percepción a través de los sentidos o de la imaginación y que lo que

42
Cfr., Arnold, Hauser, Historia de la literatura y el arte, Editorial Debate, Madrid, 1998.
43
Adolfo Sánchez Vázquez … op.cit., pág, 240.
54
expresa es ese sentimiento humano. Aquí debe tomarse la palabra
“sentimiento” en su acepción más amplia, representando todo lo que
puede sentirse, desde la sensación física, el dolor, el alivio, la
excitación y el reposo, hasta las más complejas emociones, tensiones
intelectuales o bien los tonos de sentimiento constante de una vida
humana consciente.44

En el estudio que ahora nos ocupa es obligado conocer la obra de dos artistas que
concurrieron en tiempos y espacios similares: Julio Galán y Nahum Zenil, para
analizarla y saber cuáles coincidencias o divergencias coexistieron en cada una de
ellas. Al desarrollo del trabajo encontramos muchos aspectos interesantes al
comparar su obra, visualmente hablando pudimos observar que la obra es muy
similar, que se trata de pinturas desarrolladas en igual tiempo y forma; confluyen los
colores, la temática y la simbología casi es idéntica, por lo que ahora presentamos el
análisis detallado para poder concluir acerca de la hipótesis planteada.

44
Ibídem., pág., 154.

55
3.1 SIMILITUDES EN LA OBRA DE GALÁN Y ZENIL

Julio Galán y Nahum Zenil son dos artistas mexicanos contemporáneos. Su obra
más importante comenzó a inicios de los años ochenta, aunque se sabe que Zenil ya
contaba con obra anterior a esta fecha, pues es aproximadamente 10 años mayor en
edad que Julio Galán, sin embargo, la crítica de arte ha considerado con más
calidad y madurez la obra de Zenil producida a partir de la década de los ochenta.
Es necesario iniciar mencionando que un evento importante que confluye en
ambos artistas fue la formación religiosa, pues a lo largo de la obra se vuelve una
constante y parte esencial, y en repetidas ocasiones encontraremos referentes a la
imagen de Cristo, la aparición de ángeles y otros símbolos religiosos con los cuales
los artistas en cuestión se nos exponen como devotos fervientes de la religión
católica.
Asimismo, en el repaso histórico de su desarrollo como artistas podemos
observar que la infancia fue una etapa que marcó a los dos artistas; sus recuerdos
infantiles, sus memorias de etapas tempranas, incluso sus juguetes aparecen
representados invariablemente como parte importante de su existencia.
Los artistas que ahora analizamos comparten la característica de trabajar
sobre materiales y técnicas tradicionales, como el óleo sobre tela, tintas, aguadas y
lápices, teniendo como sustrato el papel o la tela, a pesar de encontrarnos en una
época donde existen gran cantidad de recursos materiales y técnicas para generar
obras plásticas.
Otra característica en común que podemos encontrar es que ambos sitúan su
obra en múltiples ocasiones como en un altar al que hay que adorar. Es así que los
dos artistas manejan el concepto de narcisismo, la búsqueda constante del yo.
Vemos que cualquier cosa les da motivo para representarse, sin embargo esa es la
riqueza en la obra de estos artistas, ya que al observar una de ellas podemos
conocer su vida, en ellas atisbamos a su intimidad, ellos nos dan la pauta para
conocerlos y pintan de tal manera que casi podemos leer su autobiografía de forma
plástica.

56
Julio Galán Nahum B. Zenil
The family, 1986 Dante y Yo, 2005
Técnica: Pastel sobre papel Técnica: Grabado en aguafuerte
Medidas: 65 x 50 cm Medidas: 28 x 25 cm
Col. Stedelijk Museum Amsterdam Col. Part.

La infancia es un tema recurrente tanto en la obra de Galán como en la de


Zenil, pero una de las diferencias importantes es que aunque los dos hacen uso de
la memoria, Zenil siempre se ha representado con cara de adulto, incluso cuando se
presenta en cuerpo y ropa de niño, como es evidente en “Dante y Yo”; mientras que
Galán en una primera etapa de su desarrollo artístico se pintaba como niño, pero el
sí con tamaño y cara de infante. En la obra de Galán, y por el título de su cuadro,
inferimos la importancia que le daba al gato al representarse cobijado por una pareja
de estos animales.
Llama la atención que manejaran objetos y animales similares. En las obras
de arriba podemos ver como el gato es coprotagonista en las historia de ambos
artistas y de alguna manera nos refieren a ciertos sentimientos, si atendemos al
hecho de que el gato representa la pereza y la lujuria.45

45
Ignacio, Cabral Pérez, Los símbolos cristianos, Editorial Trillas, México, D.F., 1995, pág., 98.
57
Nahum Zenil Julio Galán
Ángel – Demonio, 1991 Mi segundo pecado, 1998
Técnica: Mixta sobre papel Técnica: Mixta sobre tela
Medidas: 53.5 x 51 cm Medidas: 130 x 190 cm
Col. Harold J. Robinson Col. Part.

Julio Galán y Nahum Zenil pintaron en varias ocasiones ángeles y demonios que se
contraponen o luchan; buscaban representar la lucha del bien y el mal. Pareciera
como si ellos trataran de aniquilar el pecado, sin embargo sus obras muestran el
placer que el pecado les produce. Aquí encontramos la memoria de la religión
dictada de manera tan ferviente en ambos cuando niños.
En la obra de Zenil, él se enfrenta a su propia imagen, lucha con su pecado,
pues es el reflejo de su propia imagen. Al menos en su pintura no logra aniquilarlo
pues el mal nos observa de forma tranquila, sin miedo alguno, pareciera un juego de
la vida o de ciertas circunstancias en donde hay que aceptar y coexistir con lo que la
iglesia refiere al pecado, un algo inevitable.
En la obra de Julio Galán, aparece un niño con una expresión entre irónica y
perversa, aunque la aureola nos indica que se trata de un ángel, pero por la
dicotomía presente tal parece que acabara de cometer una travesura de la cual se
siente satisfecho, pese a violar los cánones que se marcan por la Iglesia.

58
Julio Galán
Mientras me despierto, 1984
(Díptico)
Técnica: Acrílico y óleo sobre tela
Medidas: 200 x 250 cm
Col. FEMSA

Nahum B. Zenil
De la familia, s/f
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 25 x 30 cms
Col. Part.

En las dos obras que ahora presentamos podemos ver escenas en


habitaciones interiores, casi como claustros o prisiones. En ambas se percibe algo
macabro o erótico; aparece el cuchillo, objeto que simboliza el sacrificio y existen
personajes que están en posiciones similares. Son escenas muy narrativas e íntimas
en las que existe movimiento: hay figuras en cuclillas, otras espiando, o aquellos
personajes que solamente aparecen como testigos de que algo va a suceder, sin
embargo parece como si la imagen congelara la acción o sucesión de hechos
dejando al espectador con la inquietud expectante por la continuación de esa
escena. Se trata de un recurso muy empleado por los artistas: generar expectación,
dejar en espera de nuevas historias.

59
Julio Galán Nahum B. Zenil
Sácate una muela, 1995 Ciclo, 1998
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Acrílico sobre tela
Medidas: 193 x 132 cm Medidas: 120x 90.2 cm
Col. MARCO Col. Part.

La aparición de la muerte es otro tema recurrente en las obras de los autores


analizados. La muerte como fin e inicio de una nueva vida.
Hemos dicho que Galán y Zenil se pintan constantemente, con ello se vuelven
autorreflexivos y dan con la idea de la muerte. La pregunta infinita: ¿Qué habrá
después de la vida? Pero ellos parecen preguntarse con sus pinturas: ¿Será aquel
lugar menos doloroso que éste?
Zenil durante toda su carrera ha representado a la muerte en distintas
ocasiones, para él la idea de la boda, la novia o el casamiento se vuelve una ruptura
y el inicio de un ciclo. La novia es representada por Zenil siempre vestida de blanco,
pero con una máscara de calavera; maneja una paleta de colores que otorga a sus
cuadros un tono siniestro, además trabaja en un contexto complejo, en el caso de
“Ciclo” ubica al personaje entre ramificaciones en tonos sepias.
Mientras Galán se pinta de una forma más obvia y directa, señala una acción
dolorosa de quitarse la vida, dejándonos ver la escena mitad su cuerpo y mitad su
esqueleto. Mas obviedad lo muestra en el texto que coloca en la parte superior de la
obra.
Otra de las similitudes a mencionar en la obra de nuestros artistas es sin duda
la doble personalidad.

60
“Cuando uno habla de identificación, en psicoanálisis, dice dos cosas al mismo
tiempo: que el sujeto distingue preceptos, uno de otro y es capaz de distinguir una
imagen que es la suya (este hombre soy yo)”.46

Julio Galán Nahum B. Zenil


Conmigo, 1997 Siameses a fuerza, 1998
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Óleo y lápiz/papel
Medidas: 190 x 120 cm Medidas:69 x 101 cm
Col. Part. Col. Part.

Julio Galán se retrata con un gemelo idéntico; dos niños perfectamente pintados y
vestidos de forma antigua aparecen en este cuadro, con grandes moños y una
pluma en sus manos, pero los rostros nos dicen cosas diferentes, nos mira de frente,
nos penetra, el otro retrae la mirada, nos deja tranquilos.

El otro está unificado, tiene propiedades que Lacan en el “estadio del


espejo” asigna a la imagen y que llama estatuarias. El otro es una
estatua, una escultura, es decir, algo exterior a nosotros, algo acabado,
unificado. Lo que veo al revés, es exterior, así como la imagen era
exterior a mí. Porque mi imagen en el espejo, lo bueno que tiene, su
gran ventaja, es que me veo totalmente desde fuera.47

Lo mismo pasa con Zenil, en “Siameses a fuerza”, apreciamos a dos hombres


sentados, encontrados, con una tenue línea que los divide; a primera vista parece el

46
Oscar Masotta… op. cit., pág., 65.
47
Ibídem., pág., 68.
61
mismo personaje reflejado y dándose la espalda, pero atisbando más en la obra
hallamos que en este caso se trata de Zenil con su pareja, los dos vestidos igual,
sentados en una silla similar y ambos cruzados de brazos. La misma idea en dos
personajes distintos que sin embargo, pretenden aparecer como iguales, siameses,
unidad indisoluble y al mismo tiempo independiente que nos refleja de manera
profunda los sentimientos del artista.
Lacan habla sobre este fenómeno y lo llama “identificación con el semejante”.
Es decir, que se produce la aparición en el campo real de dos “unos” y respecto a
esto comenta:
Transitivismo es un grado de identificación muy alto: significa que las
formas transitan. Como sucede en algunas conductas infantiles,
cuando un nenito le pega a otro y le dice al padre que el otro le pegó a
él. O bien el otro se cae y él llora, no es que mientan, sino que toman la
conducta del otro como propia. Yo soy el otro, textualmente. Es decir,
que el transitivismo basado en la identificación del semejante, en la
identificación especular, podría ser el grado más alto de tránsito de las
formas.48

Para mayor argumento de lo anterior citemos el caso de Frida Kahlo quien maneja
en “Las dos Fridas” una idea similar; ella se retrata con dos visiones de la realidad.
Pinta dos mujeres que se encuentran vestidas de manera distinta, una es más
mexicana que la otra pero las dos conectadas por una artería que las rodea y que
llega hasta el corazón. Es un cuadro muy significativo, lleno de simbolismos, se dice
representaba el vacío que ha dejado su ruptura con Diego Rivera, también los lazos
de nacionalidad, de amor y de firmeza. De modo similar a la obra analizada de Zenil,
a simple vista parecería Frida misma, pero es necesario encontrar la razón y las
diferencias, pues son dos personas distintas, una más desquebrajada, dolida por las
circunstancias, por su enfermedad, la parte emocional, sin embargo las une un lazo
poderoso que corre a través de sus venas: la misma sangre, el mismo rostro, la
misma persona.
“...Vi al ser que era mi otro yo, frente a otro nuevo espejo que hice, estaba con cara
de pena, y en cierta forma me obligó a resignarme a vivir en este lado donde la
izquierda es la derecha. Yo no quería que todos “ellos”, que son yo, sufran lo mismo,
como si todo dependiera de mi, como si todo dependiera de nuestra voluntad
colectiva de mi ser.”49

48
Ibídem., págs., 66-67.
49
El-inusitado.blospot.com/2008/03el mito-de-los –espejos 1 de mayo del 2011
62
Julio Galán Nahum B. Zenil
My King, 1992 Cristo de la columna # 2, 1986
Técnica: Óleo y collage sobre tela Técnica: Mixta sobre papel y montaje
Medidas: 140 x 170 cm Medidas: 48.9 x 37.5 cm
Col. Part., Monterrey, N. L. Col. Part.

Cuando hicimos el recorrido cronológico de la obra de los artistas objeto de


estudio hemos mencionado lo que ahora corroboramos, que Galán y Zenil se han
declarado fervientes devotos de Cristo, de la Virgen morena, de la religión católica,
por lo que en varios de sus cuadros plasman la imagen de Jesucristo, a veces de
forma doliente, con espinas o sangre que recorre el cuerpo y que dejan ver su dolor,
como es el caso de las obras que ahora presentamos.
Consideramos que representarse como Cristo es cargar con una cruz pesada,
una carga importante de dolor y tristeza, tal cual como Cristo sufrió al no ser
entendido en su momento y en su historia. Vemos que estos cuadros están
manejados a manera de exvotos, la imagen de Jesucristo la presentan como la
religión se los dio a conocer: un ser muy dolido que sufrió y se sacrificó por los
hombres y que en estas obras ambos artistas lo representan con mucha devoción.
Zenil lo presenta, aunque con su rostro, en un altar al que hay que adorar,
mientras que con Galán el Cristo se arrodilla, pareciera como si acabara de soltar su
cruz, ello pudiera ser significativo en la vida del artista pues es bien sabido que
mucha de la obra es autobiográfica. Estas pinturas parecieran como agradecimiento
por algún favor recibido, es decir, funcionan como los antiguos exvotos mexicanos.
En las siguientes imágenes Galán y Zenil se apoderan aún más de la imagen
de Cristo, se colocan sus espinas, se ponen la máscara y personifican al Dios al cual

63
temen pero también respetan. Los artistas utilizan un formato mediano casi similar,
las fechas coinciden, solo se marca la distancia de un año de realización.
Una de las grandes similitudes halladas es que el rostro abarca casi todo el
espacio, Galán baja su mirada y podemos ver cómo las espinas gotean de su frente
y de su boca, mientras que en Zenil, que se siente más vivo, las espinas que rodean
su cuerpo parecen no afectarle, no lo dañan, él permanece imperturbable, ese
mismo rostro de tantas otras ocasiones. Uno muestra la devoción, la sumisión; otro
parece el desafío.

Julio Galán Nahum B. Zenil


Con todo mi corazón, 1993 Hombre con espinas, 1992
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 60 x 50 cm Medidas 79 x 50 cm
Col. Part. Col. Part.

Los artistas pintan estas imágenes con sus particulares características, Galán
utiliza el rojo intenso del fondo como símbolo de fuerza y de dolor, mientras que
Zenil lo hace con poco contraste, pero también de forma expresionista.

64
Julio Galán Nahum B. Zenil
La muerte morirá, 2001-2002 San Sebastián, 1982
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 190 x 130 cm Medidas: 49 x 64 cm
Col. Casati Gallery, Chicago, EU Cortesía Galería de Arte Mexicano

“En el psicoanálisis las aves desconocidas son mensajero de la muerte. Si el ave es


de tamaño grande indica personajes de alta categoría, si un ave se encuentra
revoloteando en la cabeza representa la obtención de alta jerarquía. Las aves
negras son símbolo de mal agüero”.50
En las dos imágenes de arriba el cuerpo humano se encuentra como parte
central de la obra. Julio Galán lleva en su cabeza aves y voltea hacia el espectador
en una toma sensual y serena, pues si atendemos a la psicología se halla en estado
de éxtasis y así quiere poseernos. Zenil, por su parte, coloca a las aves atacando
principalmente el órgano sexual del hombre desnudo, son aves obscuras que
aparecieran como para causar dolor. Aunque en estas obras el significado que le da
cada artista es diferente, lo que inducimos por el título de cada una de ellas, las
hemos comparado por el hecho de poseer cualidades y elementos análogos.

50
http///rie.d/?ps= 480 12 de febrero del 2011.
65
Julio Galán Nahum B. Zenil
Niño caguama, 1985 Niño tortuga, 1991
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 50.8 x 76.2 cm Medidas: 70 x 50 cm
Col. Part. N.Y., EU Col. Part. México D.F.

Sobre un similar fondo en tonos azules, entre el agua, se encuentran las


figuras de los artistas ahora convertidos en tortugas. Simbólicamente, por la concha,
podría significar que el artista se convierte en un ser tortuga porque esa coraza le
sirve para soportar algún acontecimiento con el que tienen que cargar o bien para
mantenerse protegido siempre, si atendemos a la básica definición de ese reptil
(animal marino o terrestre cuyo cuerpo está protegido por un caparazón con patas
cortas y cuello que puede alargar y esconder cuando se siente en peligro).
Empleando tonos similares, al igual que el formato, Zenil sustrae a Galán de
manera muy obvia, sobre todo si nos guiamos por la fecha de realización veremos
que Galán fue el primero en pintarse de esa forma. Consideramos que para ambos
autores el significado es muy profundo pues tuvieron encima una carga muy fuerte
de personalidad, de género y sexualidad, así como en el aspecto afectivo muy difícil
de sobrellevar. “El niño desobediente” (1994), es otra obra donde Zenil se pinta
cargando su propia concha.

66
Julio Galán Nahum B. Zenil
Quanto falta, 1990 Niño, 1992
Técnica: Óleo, acrílico y montaje sobre tela Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 180 x 165 cm Medidas: 70 x 50 cm
Col. Milagros Contemporary Art Col. Part. San Antonio, EU

Como ya hemos visto en otras obras, tanto Julio Galán como Nahum Zenil
hacen referencia a imágenes religiosas, simbolismo mexicano de gran importancia.
En este caso se representan como niño Dios. Galán pinta a un niño en un pesebre,
todo ello en tonos ocres, adornado con su simbolismo característico: los listones. El
cuadro es como un altar donde Galán coloca flores, pinta y sobrepone listones;
debajo de la imagen principal se encuentran otros elementos cual obsequios: la
recurrente esfera, una caja de cristal y una copa.
En el cuadro de Zenil, por su parte, vemos que el artista hace también una
reminiscencia del niño Dios. Sin embargo la figura aparece desproporcionada, pues
el rostro es adulto y no proporcional al cuerpo del niño, es el propio artista en su
narcisismo fehaciente. Sin embargo, sabemos que Zenil así se representa, haciendo
de su figura una imagen incluso celestial, algo ya sumido por el artista, una imagen
que ha dejado la parte terrenal y elevándose en el cielo como Dios.

67
Julio Galán Nahum B. Zenil
Autorretrato de primera comunión, 1982 Homicida, 1990
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 180 x 111 cm Medidas: 52 x 39 cm
Col. Part. México Cortesía Galería de Arte Mexicano

Aunque el título suene un tanto desconcertante en la obra titulada “Homicida”,


de Zenil, no cabe duda que las obras son totalmente parecidas, coinciden en la
imagen de un personaje que aparentemente está haciendo su primera comunión, tal
como lo refiere de forma precisa Galán. Las obras coinciden en la figura centrada, el
traje blanco de primera comunión, el moño negro en el brazo izquierdo. La copia se
hace más obvia al encontrar que el tamaño de la figura presentada, ellos mismos, se
termina o corta en las rodillas, y aunque el formato cambia en las medidas pues la
pintura de Galán es de grandes dimensiones comparada al trabajo de Zenil, si
observamos el contorno de las figuras la proporción y el espacio del fondo es casi
idéntico.
Analizando a detalle el contenido veremos que Galán porta en su mano un
cirio, aunque el brazo que comulga casi se desprende, su cabeza está rodeada de
objetos y en la parte inferior hay unas manos intrigantes que se acercan a su figura.
Mientras que Zenil sostiene en lugar de cirio un falo y de la otra mano pende un
corazón sangrante, esto es quizá lo que motiva el título de su imagen.Los dos
artistas manejan iconografía religiosa, personal que hacen que éste cuadro como
tantos otros sean manejados de forma autobiográfica.

68
Julio Galán Nahum B. Zenil
S/T, 2001 Soy puro mexicano, 2001
Técnica: Óleo sobre tela Técnica: Acrílico, collage/tela
Medidas: 190 x 130 cm Medidas: 140 x 190 cm
Col. Part. Col. Part.

En las artes plásticas, portar, mostrar o hacer uso de la bandera significa


identidad, retornar al origen, las raíces. Lo anterior nos sirve para ubicar al personaje
que se está representando en la imagen. Nahum Zenil presenta su cuerpo cortado,
llagado, muestra el dolor que a la patria se ha causado, dejando un cuerpo
maltratado y con huellas de las heridas producidas.
Galán, por su parte, se pinta envuelto en un sarape, en posición de tres
cuartos, con traje de charro y rostro pálido pero altivo, presuntuoso y orgulloso. Es
este cuadro quizás y desde mi particular punto de vista el que representa en síntesis
una recopilación de la obra de Galán en donde hace referencia al nacionalismo, pero
también vuelve a manifestar y a recordarnos sus rostros pálidos de sus inicios como
pintor, ojos cristalinos, entristecidos, boca rojiza y una flor al fondo que matizan el
cuadro, dándole estructura, delicadeza pero también mucha fuerza pues el artista
logra dominar todos los componentes que hacen que una obra se torne poderosa,
que sea atrayente y que tenga un alto valor artístico.

69
Es indudable el parecido que podemos encontrar en muchas de sus obras,
parece que los artistas se van siguiendo, utilizan la mismas imágenes, los mismos
símbolos la misma iconografía; el corazón, las espinas, la imagen de Jesucristo, el
esqueleto, animales similares, la bandera mexicana entre otros muchos objetos,
elementos o posiciones físicas. Todo esto se debe como ya hemos dicho que éstos
artistas pertenecen a una época, a una corriente que en México se le conoce como
el Neo nacionalismo o mexicanismo, una época donde no fueron los únicos pues
seguramente si hubiéramos estudiado a otros artistas de la misma corriente de igual
manera nos hubiéramos topado con muchas similitudes dentro de su obra.
En éste análisis comparativo de los artistas y desde mi punto de vista Julio
Galán es más propositivo, su obra es más poderosa y relevante primero por su
personalidad siempre siendo el centro de atención, por ser una persona
extravagante en su forma de ser, de expresarse y hasta de vestir. Galán es un
artista que apresa a sus seguidores, porque siempre hay que esperar de Galán algo
nuevo, es un artista que asombra y que trata siempre de estar a la vanguardia del
arte en cualquier parte donde presenta su trabajo haciendo siempre hincapié de
aspectos personales como ya conocemos en sus autorretratos donde nos habla
también entre otras cosas de la parte afectiva y de sus raíces. Por fechas
cronológicas en su mayoría podemos decir que Galán realiza primero las imágenes
que después Zenil retoma. Julio Galán utiliza grandes formatos, su obra es muy
atractiva por su colorido y desde luego por la temática, mientras que de Zenil se
puede decir que es un artista que utiliza mucho el trazo, su obra es una pintura
delineada, tratada de forma muy delicada y de pequeño o mediano formato. Nahum
Zenil gusta de texturas como el puntillismo, acentúa mucho las sombras para
obtener los volúmenes y resaltar las figuras, es un artista que en la mayoría de su
obra utiliza poco el color pero sin embargo este no es necesario pues su destreza
ratica en la forma como aplica la técnica y su gran habilidad en el dibujo y el retrato.
De Zenil rara vez encontraremos otro personaje que no es el suyo propio, de
cara ovalada, barba y bigote que lo distingue mirada fija, siempre atenta, vestido
de algún personaje particular y caracterizado con un atuendo determinado este
artista nos muestra gran cantidad de obra siempre como autorretratos que son el
tema preferido o único de Zenil.

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3.2 DIFERENCIAS EN LA OBRA DE GALÁN Y ZENIL

Así como encontramos en su obra gran cantidad de similitudes, unas más obvias
que otras, también existen diferencias, aunque estas es más difícil enumerarlas. Se
mencionan a continuación aquellas diferencias más importantes que consideramos
permitirían separar y caracterizar a estos dos grandes artistas.
Tenemos a hombres del norte y del sur de México. Uno proveniente de una
familia de ricos ganaderos donde era común ver bellas piezas y objetos exóticos de
todas partes del mundo, así fue el lugar donde creció Julio Galán. Por otro lado, en
un lugar rural y con pocos recursos económicos creció un artista con igual talento:
Zenil.
Encontramos que la obra de Julio Galán evolucionó a pasos agigantados,
desde un inicio de carrera presentando obras tan planas donde los personajes no se
resolvían con un buen dibujo, como en la imagen de “El Gurú”, donde la mano que
sostiene a la rata no coincide con la realidad, pues por la disposición del dedo pulgar
nos damos cuenta de que es irreal esa imagen, además, en el perfil del rostro
podemos ver que no tenía muy clara la anatomía, como se aprecia con una oreja
desfasada.

Julio Galán Julio Galán


El Gurú, 1993 El necesitado de amor, 1998
Técnica: Pastel sobre papel Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 70 x 50 cm Medidas: 190 x 130 cm
Col. Part. Col. Part.

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Sin embargo, Galán comprende que esto es un punto importante que hay que
atender, y en tan solo tres años podemos ver un gran avance, como lo muestra la
obra “El necesitado de amor”, donde Galán pinta al personaje (su propia figura) con
un rostro ya muy estudiado y detalles perfectamente bien realizados.
Por su parte, encontramos a un Nahum Zenil que siempre fue un muy buen
dibujante, que gusta de manejar los detalles, dando volumen y proveyendo a su obra
de sombras a través del manejo de texturas muy finas. En la siguiente imagen
vemos cómo el artista retrata de forma muy precisa la casa donde pasó su infancia,
vemos que en la parte posterior coloca su cuerpo envuelto en raíces que lo hacen
siempre recordar sus orígenes, se aprecia el manejo del detalle.

Nahum B. Zenil
Título: Había una vez, 1977
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 64 x 49 cm
Col. Part. México, D. F.

La obra de Zenil casi siempre se encuentra envuelta en colores ocres y


sepias, delineados por un dibujo muy fino en tinta negra. Estos colores los utiliza
frecuentemente para dar la sensación de viejo, antiguo, de memorias que van
quedando atrás, en la distancia, en el tiempo, pero que están presenten en su ser.
Otra de las grandes diferencias que podemos marcar en las obras de los
artistas enunciados es que Galán siempre se percibió como reprimido con su
condición y género. Considero que este sentimiento se debe a que en el norte de
México los hombres tienen una educación para ser “hombres fuertes”, jefes de
familia, sobre todo si pensamos que Galán provenía de un pueblo pequeño y de una
72
familia tradicional de ganaderos y “hombres respetables”, seguramente eso le
produjo algún trauma pues él no comulgó con esas ideas, ni pretendió ser parecido a
su padre o a su abuelo, en lugar de eso se dedicó a manifestar su sensibilidad
artística y emociones. Muy posiblemente esa angustia hizo a Julio Galán encerrarse
en un mundo interno, que se volviera introvertido, temeroso y, sobre todo,
presionado por su familia.
El encontrarse como artista fue una forma de liberarse de esos sentimientos.
A través de las artes y con la pintura pudo plasmar y sacar sus angustias, sus
temores y sentimientos extremos. De esta forma Galán nos ofreció una obra muy
dolorosa y expresiva que la hace en ocasiones desgarrante, pero poderosamente
atractiva.

Julio Galán Nahum B. Zenil


Título: Ya no te acuerdas de mí, 1992 Título: Volando en N.Y., 1991
Técnica: Pastel y collage Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 70 x 50 cm Medidas: 52 x 40 cm
Cortesía: Ramis Barquet. N.Y. Col. del artista

La principal diferencia con Zenil radica en que Nahum se siente seguro de él


mismo, incluso presume su relación (ya de muchos años) con su pareja del mismo
sexo. Lo retrata constantemente como un ser que siempre lo acompañará y hasta
llegan a confundirse en ocasiones, pues el aspecto de la pareja es casi idéntica a la
del artista, es manifiesta la simbiosis y él se enorgullece al pintarse unidos.
Otra de las diferencias importantes que podemos anotar aquí es que Julio
Galán, a pesar de hacer en su mayoría autorretratos, en su forma de expresión no
73
es tan obvio narcisista como lo es Zenil, pues el primero esquiva el mensaje directo,
por lo que el espectador tiene que tratar de descubrir y comprender los objetos que
el artista coloca en el lienzo e inferir lo que quiere decirnos, como el caso de su
cuadro “El comienzo” donde Galán desarma como en un rompecabezas la imagen,
en muchos pequeños recuadros o fragmentos, dándonos la tarea de buscar pistas
para tratar de armar una escena que nos permita entender el mensaje del artista.

Julio Galán Nahum B. Zenil


El comienzo, 1997 Tiro de dardos, 1994
Técnica: Óleo sobre tela y collage Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 130 x 90 cm Medidas: 90 x 90 cm
Col. Part. Col. Gerardo Vilchis Durán

Las imágenes arriba mostradas marcan claramente el desenvolvimiento de


ambos artistas en la plástica y el uso de su lenguaje personal. Zenil es muy obvio,
directo y claro, no tiene nada que esconder, se presenta desnudo y siempre está
listo para recibir las críticas o comentarios que se hagan de su obra. Galán en este
sentido es lo opuesto, introvertido, de pocas palabras verbales y gusta más de las
escenas poco claras y confusas, aunque sin duda su plástica posee gran fuerza.
Pese a ello, desde mi particular punto de vista Julio Galán es más
contemporáneo, dado ese lenguaje elaborado que a través del tiempo pueda ser re-
interpretado, lo que lo aleja de Zenil quien siempre vuelve a la misma imagen,
abierta pero estática.
Otro aspecto a recalcar como diferencia es que gran parte de la obra de Julio
Galán fue hecha en gran formato, mientras que Nahum Zenil generalmente utiliza
formatos medianos o pequeños.

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Algo que los hace también diferentes es que Julio Galán siempre negó que
existiera una influencia entre su obra y la de Frida Kahlo, aspecto que hasta la fecha
ha sido cuestionado, dada la aplicación de la imagen como obra biográfica. Mientras
que Nahum Zenil reconoce abiertamente la influencia y en más de una ocasión ha
mostrado la vehemencia que le profesa a Kahlo.
En la imagen “Frida de mi corazón”, vemos manifiesto el gran amor que siente
hacia esa artista, pues la coloca en el centro de su pecho como un corazón rojo que
es el suyo mismo. Se trata de una pintura muy detallada, de colores vivos y en la
imagen vemos algunos de los elementos que Frida utilizaba en su obra, como es el
caso de las hojas verdes que rodean el autorretrato del artista.

Nahum Zenil
Frida de mi corazón, 1991
Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 52 x 40 cm
Col. Del artista

Con los argumentos anteriores podemos decir que entre los dos artistas hay
muchas semejanzas pero hay diferencias sustanciales que los hacen ser pintores
independientes, con cualidades propias, podemos reconocer a uno de otro
comenzando con el mensaje enviado en su obra y el tratamiento de la misma, pues
Zenil utiliza una línea muy definida en el autorretrato y es imposible no reconocer su
rostro, algo que es parte de su propio estilo, además sus formatos son distintos, así
como el sustrato, pues gran parte de la obra de Zenil es sobre papel, material que
Galán usó muy poco, prefiriendo siempre los lienzos.

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CONCLUSIONES

Debo iniciar reconociendo que a pesar de ser asidua a la obra de Galán y Zenil, e
incluso seguidora en las diferentes exposiciones individuales o colectivas en que
ambos artistas nos han participado de su arte, nunca como ahora había percibido a
detalle las semejanzas y diferencias en la obra de estos artistas, ni considerado el
significado que encierra al analizar las imágenes, sin embargo, esa fue una de las
inquietudes que bosquejaron este proyecto
Declaro que mi interés original radicaba en estudiar el autorretrato de dos
artistas mexicanos de la misma época, pero al ir recorriendo las obras con asombró
me fui percatando y hallando todos los detalles que sustentan ahora este análisis.
Hay que admitir que cuando asistimos a una exposición individual, percibimos
a grosso modo detalles específicos que nos pudieran referir a algún otro artista, y
eso si nuestra memoria es muy buena, por lo general observamos y de acuerdo a
nuestro bagaje cultural nos atrevemos a juzgar si un artista es bueno o malo, si es
un trabajo de calidad, si hay propuestas o si es sobresaliente, pero difícilmente
aterrizamos en aspectos particulares que solo se dilucidan cuando se arremete el
análisis profundo de una obra, en este sentido argumento ahora la importancia del
análisis realizado en este trabajo que, concluyo, al realizar comparaciones arrojó
información relevante hacia la obra plástica estudiada.
En toda la historia del arte, en sus distintas manifestaciones, nos podemos
dar cuenta de cómo un estilo ha sido el origen de otro, se trata de una especie de
eslabones que se han ido uniendo creando un larga cadena de estilos, si bien con
significados diferentes pero siempre consecutivos. Esto lo podemos comprobar
físicamente y de forma muy clara poniendo a la arquitectura como ejemplo pues
cuando observamos cómo los estilos se han ido retomando y adaptando a las
nuevas formas de vida, si bien con el funcionamiento particular que cada espacio
requiere. En la plástica pasa lo mismo, el periodo de los años ochenta se vio
enmarcado por diferentes influencias mediante las cuales los artistas buscaron el
retorno de las cosas y formas, generando un nuevo lenguaje más contemporáneo.
Aquí, al indagar en los pintores más representativos que han trabajado el
género del autorretrato, encontramos que gran cantidad de artistas, en toda la
historia del arte, han proyectado su imagen en los lienzos. Vimos que existen

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autorretratos desde Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, pero sin duda fue Alberto
Durero el que más indagó o se retrató de forma íntima, esto durante el
Renacimiento.
Concluimos que, pasando por todas las épocas y corrientes artísticas son
innumerables las representaciones de obras de artistas en este género, incluso hoy
en día se siguen realizando autorretratos de artistas contemporáneos con nuevos
medios y técnicas adaptándose a la época y queriendo mostrar el momento que se
vive, que es una de las características del arte.
En los años ochenta, tiempo en que se ubica nuestro estudio, el arte se volvió
individualista, los artistas buscaron un nuevo lenguaje, fue una época donde se
siguieron varias tendencias y entre ellas la figuración fue trabajada por varios
pintores muy jóvenes todos ellos, hombres y mujeres que generaron el estilo
llamado neomexicanismo, que buscaba acercarse siempre a la cultura popular. Al
respecto, se concluye que en los años ochenta hubo diversos artistas que tomaron
el tema del autorretrato como estandarte, pero Julio Galán y Nahum Zenil son los
más significativos pues fueron quienes, en proporción de obra, explotaron su propia
imagen al máximo.
Asimismo, el análisis de la obra y la vida de nuestros artistas podemos
concluir que al ser mexicanos nacidos alrededor de los años cincuenta, compartieron
similares espacios y corrientes y fueron también semejantes las influencias que los
rodearon: conocieron las mismas tendencias europeas, norteamericanas y
nacionales, que hicieron y guiaron a estos artistas hacia el estilo neoexpresionista,
aunque adaptado a la cultura mexicana, asimismo fueron herederos principalmente
de María Izquierdo, Frida Kahlo y desde luego de Enrique Guzmán.
Del análisis cronológico de la obra de Julio Galán se desprende que el artista
tuvo gran éxito desde el inicio de su carrera por la forma como manejó las
situaciones o escenarios en sus lienzos. Ello se puede comprobar por el hecho de
que fue ganador de varios concursos y bienales, en donde los críticos descubrieron
su talento. Concluimos que la obra de su etapa temprana puede aparecer dulce pero
también grotesca y los colores y las figuras empleados siempre fueron atrayentes
aunque maneja temas de gran fuerza.

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Galán fue un artista que evolucionó a pasos agigantados hasta tener una obra
espectacular con cualidades plásticas muy atractivas e interesantes que lo hacen
pasar a la historia de las artes plásticas de México y del mundo occidental.
Respecto de Zenil concluimos que su evolución fue más lenta, es claro que le
cuesta trabajo cambiar, emplear distintos elementos, eso lo podemos comprobar en
la aplicación del color y del tratamiento que a lo largo de su obra casi es el mismo.
Consideramos a Nahum menos propositivo al no romper con las reglas como lo hizo
Galán. Zenil puede ser considerado menos expresivo, ya que se acomoda a un
estilo y le cuesta trabajo cambiarlo, aunque eso lo disfraza en su versatilidad al
acomodarse para a veces ser un santo, un Dios o un niño, aunque su rostro
siempre será el mismo: inmutable, estático, como algo que no cambia y en nuestros
tiempos eso se puede interpretar como algo que no avanza, no se desarrolla,
aunque su estilo ha forjado su espacio en el tiempo y para muchos su obra es
considerada de gran calidad plástica.
Al observar detalladamente una serie de obras concluimos que los dos
artistas gustan del disfraz, esto por la forma como se caracterizan como un
personaje, cuestión que es bastante interesante, pues adoptan personalidades y
generan sentimientos propios del personaje llevado a escena.
Zenil lo hace de forma clara, con buenos trazos y tintes ilustrativos, se trata de
un artista que gusta de los detalles y de la limpieza en la obra. Galán por su parte lo
hace de forma más expresiva y emotiva; en algunos momentos parece que no le
interesa si la obra está bien realizada o si tiene fallas, le interesa más el significado
de la misma, lo que está incluso detrás de lo que podemos ver a simple vista.
En el análisis practicado y aplicando la semiótica podemos concluir que Julio
Galán en sus emociones o sus relaciones siempre termina con un vacio muy
grande, su obra nos transmite una soledad absoluta, sentimientos reprimidos, una
lucha contra fuerzas internas que son sus propios demonios, quienes lo oprimen y
no lo dejan ser libre, hay manifestaciones tan fuertes que pareciera como si la vida le
lastimara demasiado, estar vivo es para Galán una herida que no sana, al contrario,
va creciendo, así es como su obra va adquiriendo formas insólitas y cada vez
mejores técnicamente hablando, pero el uso de colores y su trazo ya perfeccionado
así lo manifiestan: duele estar vivo. Difícil es reconocer aquí que el vacio como
sentimiento es uno de los valores que rigen nuestra vida contemporánea, buscar lo

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inalcanzable, ese deseo que no llega y limita nuestra vida llenándola de melancolía,
pena y tristeza, eso mismo es lo que representa Galán en su pintura, es decir, el
eterno retorno al vacio. Todo ello concluimos lo hace ser contemporáneo pues a
través de sus cuadros podemos vivir nuestras vidas; el dolor siempre será actual.
Respecto del trabajo de Zenil concluimos que es quien más ha trabajado el
autorretrato pues difícilmente encontraríamos un trabajo donde no esté su retrato. Él
se ama, se auto-halága, se auto-homenajea, lo es todo, incluso es uno de los
mejores artistas que manejan el narcisismo. Zenil es de ideas fijas, tal como es su
obra, no se cansa de mirarse y pintarse, pareciera que no piensa en nadie más, el
mundo es suyo y todo lo que está en él le pertenece. Contrario a Galán, Zenil se
manifiesta plásticamente estable y esto se puede sentir en su obra, pues no cambia.
La obra de Zenil es más de trazos suaves, bien realizados, busca la perfección en su
representación usando texturas y tonos tenues donde solo la imagen central (la
suya) es lo importante, y se hace acompañar de un contexto que lo vuelve un ser
narrativo, esa es la riqueza de sus pinturas, a través de ellas nos narra su vida.
De forma global y basándonos en las estrategias de la imagen podemos decir
que son dos artistas que en su obra utilizan generalmente la figura centrada, su
nivel de expresión es completamente figurativo, representacional. Esta imagen la
utilizan como texto. El subtexto de su trabajo lo podemos ver en la parte íntima,
personal, lo que va cargado de emociones; lo grotesco, lo trasgresor, a veces
disfrazado de sutileza, es lo que el artista quiere expresar, es la forma de lenguaje
personal. El pretexto es su propia imagen, por ejemplo en el caso de la pintura de
Nahum B. Zenil, él utiliza una imagen clara, sencilla, sin complicaciones, su figura
es el pretexto para realizar su obra, en el caso de Galán el pretexto también es su
imagen aunque su obra es más compleja. El contexto es todo lo que hay alrededor
de la misma imagen y la que nos da las pautas para completar el mensaje, es lo que
la hace narrativa, es la que nos explica la obra.
Son cuadros que tiene una organización espacial, tienen equilibrio,
estabilidad, simetría, son obras con forma, perspectiva y volumen. Buscan la
secuencialid, la neutralidad y uniformidad. En la mayoría de las veces el retrato de
los artistas esta manejado como punto o acento, es lo más importante dentro del
cuadro y de ahí se desprenden los distintos significados, en otras ocasiones el
contexto es más importante y la imagen del artista solo funciona como pretexto.

79
Galán gusta de las texturas, del collage, de piezas y objetos yuxtapuestos
como telas, flores, estampas, entre otros. En el caso de Zenil podemos ver que en
la mayoría de sus pinturas las texturas son muy importantes, es lo que define la
forma, lo que le da contraste, volumen y sombra, pero en Zenil estas texturas son
más bien visuales.
Son dos artistas que saben y manejan el aspecto de dirección, de contorno,
escala y dimensión.
Los dos artistas llevan consigo el egocentrismo que es la obsesión de su
propia existencia de su propia circunstancia, todas las cosas giran a su alrededor.
Ellos hablan de su felicidad pero también de su dolor. La persona egocéntrica es
aquella que se autocomplace, se alimenta de sí mismo, necesitan el amor constante,
la valoración y la autoestima, es una satisfacción personal pero también es una
forma de perversión.
Los dos artistas son narcisistas, Zenil de forma natural, directa, Galán por su
parte habla del narcisismo desde el punto de vista que todo lo pierde pues nada ni
nadie lo satisface.
Concluimos que lo más relevante de estos dos artistas fue la obsesión de su
imagen; su cuerpo es su atracción, ver constantemente su rostro retratado es
indispensable, sus pinturas están impregnadas de sus más fuertes deseos
convirtiendo su obra en una autobiografía, hablando siempre del yo y de su situación
sexual y social.
Al encontrar grandes similitudes en su obra podemos concluir que los artistas
se apropiaron no solo de un signo o de un símbolo determinado, sino de una idea
que incluso puede pertenecer a otro artista. Aquí lo interesante a resaltar es el hecho
de que apropiarse de una imagen es producto también de la posmodernidad, de
nuestro mundo contemporáneo, ahora no hay cosas por descubrir pero si hay
muchas cosas que proponer, en este sentido la obra resulta ecléctica pues combina
como ya vimos elementos como imágenes y objetos que ya se han dado llegando a
una nueva propuesta estética de nuestro tiempo.
Hauser decía que las sociedades son el resultado de varias series de
elementos causales que se cruzan entre sí, así ha pasado en todos los tiempos, en
todas las culturas; todo está marcado por determinantes ya dadas, volviendo casi
imposible la idea de un ente individual, apartado de influencias y de pensamientos.

80
En nuestros tiempos una utopía y en el de nuestros artistas ya iniciaba esa
manifestación.
Otro aspecto relevante y sobre el cual se concluye como cimiento de las
semejanzas halladas es que nuestros artistas estuvieron rodeados de un ambiente
cultural semejante o contrastante pero determinante. Vemos así que en el mundo del
arte todo es importante, aunque se considere como principal el rol del artista,
también es muy importante el público, las instituciones, las galerías, los museos, los
críticos, las revistas especializadas, todo lo que abarca y envuelve al artista, sin lo
cual no llegaría a desarrollarse ni a crecer. Entonces, concluimos que la obra de arte
siempre estará enmarcada en un contexto propio.
Concluimos finalmente que el artista tiene la ventaja y el deber de plasmar el
momento histórico y social que lo envuelve, y tanto Galán y Zenil lo han hecho
refiriéndonos cualquier clase de circunstancias y personajes en su propia figura.
Ellos aplicaron las categorías estéticas vigentes en nuestro tiempo. Su trabajo se
basó en lo exagerado y lo caótico, tuvieron gusto por el pastiche, gusto por la copia,
incluso se apropiaron de la idea de otro artista; buscaron la intertextualidad.
Zenil sigue la obra de Galán, las mismas imágenes, los mismos símbolos, la
misma iconografía, sin embargo Zenil la vuelve individual la hace propia, reproduce y
juega con los elementos hasta convertirla en parte de él mismo.
La obra de Galán se basó en las emociones y por lo tanto se manifestó en
esas intensidades que lo llevaron a mostrarse como un artista con tintes
esquizofrénicos, característica recurrente en los grandes pintores. Casi para finalizar
diremos que Zenil ha gustado de aferrarse a su propia imagen como símbolo del
narcicismo, algo propio de la era posmoderna.
Finalizamos diciendo que tanto Galán y Zenil son dos grandes artistas que ha
dado México en los últimos años y que son dignos de ser analizados y estudiados.
Si Galán nos mostró el vacío, la fragmentación, la violencia que lo llevaron a tatuarse
sus propias heridas. Para Zenil el cuerpo es su templo, su rostro y su ser son el eje
de su trabajo.

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Varios Autores. Arte del Siglo XX Vol. 2, Taschen, Barcelona, 2005.

87
GALERÍA DE IMÁGENES

Alberto Durero
Autorretrato como Ecce Hommo, 1500
Técnica: Óleo sobre tabla
Medidas: 67 x 47 cm
Col. Alte Pinakotheck, Munich

Rembrandt van Rijn


Autorretrato, 1669
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 86 x 70 cm
Col. National Gallery de Londres

Vincent van Gogh


Autorretrato con oreja vendada, 1889
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 60 x 49 cm
Col. Courtauld Institute Galleries, Londres

Pablo Picasso
Autorretrato, 1901
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 81 x 60 cm
Col. Museo Picasso, París

Andy Warhol
Autorretrato, 1966
Técnica: Lámina
Medidas: 66 x 66 cm
Col. Particular

Francis Bacon
Autorretrato, 1971
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 35.5 x 30.5 cm
Col. Centro Pompidou, París

Cindy Sherman
Sin Título, No. 224, 1990
Técnica: Impresión a color
Col. Particular

Lucian Freud
Reflexión, 1985
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 56.2 x 51.2 cm
Col. Particular

Hermenegildo Bustos
Autorretrato, 1891
Técnica: Óleo sobre lámina
Medidas: 34 x 24 cm
Col. INBA

88
María Izquierdo
Autorretrato, 1946
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 53 x 45 cm
Col. Guillermo Sepúlveda

Frida Kahlo
La columna rota, 1944
Técnica: Óleo sobre tela montado en fibra dura
Medidas: 40 x 30.7 cm
Col. Dolores Olmedo

Diego Rivera
Autorretrato dedicado a Irene Rich, 1941
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 61 x 43 cm
Col. Smith Collage Museum of Art, EU

José Clemente Orozco


Autorretrato, 1946
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 66 x 56 cm
Col. Museo Carrillo Gil

Francisco Toledo
Autorretrato XXX, 2006
Técnica: Dibujo y pastel sobre papel
Medidas: 43.3 x 34.4 cm
Col. Particular

José Luis Cuevas


Autorretrato, 1990
Técnica: Tinta y aguada sobre papel
Medidas: 70 x 100 cm
Col. Particular

Julio Galán
Ya, 1988
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 198 x 159 cm
Col. Enrique Guerrero, México, D.F.

Julio Galán
Laberinto azul, 1983
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 124 x 150 cm
Col. Enrique Guerrero, México, D.F.

Julio Galán
Autorretrato con oso, estatua y cartas de adiós, 1983
(Tríptico)
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 140 x 210 cm
Col. Guillermo Sepúlveda. Monterrey, N.L.

Julio Galán
Los cómplices, 1987
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 190 x 230 cm
Col. Enrique Guerrero, México, D.F.
89
Julio Galán
La perla negra, 1990
Técnica: Óleo sobre tela y aplicaciones de satín
Medidas: 180 x 230 cm
Col. Particular

Julio Galán
Mandarín en domingo, 1993
Técnica: Mixta sobre tela
Medidas: 160 x 200 cm
Cortesía Galería de Arte Actual Mexicano

Julio Galán
Pensando en ti, 1992
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 160 x 180 cm
Col. Particular, Monterrey, N.L.

Julio Galán
Mis amigos secretos, 1992
Técnica: Óleo sobre tela y técnica mixta
Medidas: 190 x 130 cm
Col. Galería Bárbara y Jules Farbes

Julio Galán
Brazil
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 120 x 100 cm
Col. Alejandra Fernández

Julio Galán
Le voyage au nuit, 1993
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 200 x 260 cm
Col. Particular

Julio Galán
Cuatro palabras, 1999
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 130 x 190 cm
Col. Particular

Nahum B. Zenil
En el baño, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 51.4 x 36.3 cm
Col. Particular

Nahum B. Zenil
Retrato de boda, s/f
Técnica: Serigrafía
Medidas: 159 x 116 cm
Col. Particular

Nahum, B. Zenil
Retrato de familia, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 36.5 x 51 cm
Col. del artista

90
Nahum B. Zenil
Autorretrato con gusanos, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 51 x 36.5 cm
Col. W. Nicholas Ingram

Nahum B. Zenil
Suicidas, 1987
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 69 x 89 cm
Col. Televisa, México

Nahum B. Zenil
Autohomenaje, 2002
Técnica: Acrílico sobre tela
Medidas: 90 x 140 cm
Cortesia Galería de Arte Actual Mexicano

Nahum B. Zenil
Con todo respeto, 1983
Técnica: Serigrafía sobre papel
Medidas: 61 x 76 cm
Col. Throckmorton Fine Art Inc, N. Y.

Julio Galán
The family, 1986
Técnica: Pastel sobre papel
Medidas: 65 x 50 cm
Col. Stedelijk Museum Amsterdam

Nahum B. Zenil
Dante y yo, 2005
Técnica: Grabado en aguafuerte
Medidas: 28 x 25 cm
Col. Particular

Julio Galán
Mi segundo pecado, 1998
Técnica: Mixta sobre tela
Medidas: 130 x 190 cm
Col. Particular

Nahum B. Zenil
Ángel – Demonio, 1991
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 53.3 x 51 cm
Col. Harold J. Robinson

Julio Galán
Mientras me despierto, 1984
Técnica: Acrílico y óleo sobre tela
Medidas: 200 x 250 cm
Col. FEMSA

Nahum B. Zenil
De la familia, s/f
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 25 x 30 cms
Col. Part.

91
Julio Galán
Sácate una muela, 1995
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 193 x 132 cm
Col. MARCO

Nahum B. Zenil
Ciclo, 1998
Técnica: Acrílico sobre tela
Medidas: 120 x 90.2 cm
Col. Particular

Julio Galán
Conmigo, 1997
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 190 x 120 cm
Col. Particular

Nahum B. Zenil
Siameses a fuerza, 1998
Técnica: Óleo y lápiz sobre papel
Medidas: 69 x 101 cm
Col. Particular

Julio Galán
My King, 1992
Técnica: Óleo y collage sobre tela
Medidas: 140 x 170 cm
Col. Particular, Monterrey, N. L.

Nahum B. Zenil
Cristo, s/a
Técnica: Mixta
Medidas: 85 x 104 cm
Col. Particular

Julio Galán
Con todo mi corazón, 1993
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 60 x 50 cm
Col. Particular

Nahum B. Zenil
Hombre con espinas, 1992
Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 79 x 50 cm
Col. Particular

Julio Galán
La muerte morirá, 2001-2002
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 190 x 130 cm
Col. Casati Gallery, Chicago

Nahum B. Zenil
San Sebastián, 1983
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 49 x 64 cm
Cortesía Galería de Arte Mexicano

92
Julio Galán
Niño caguama, 1985
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 50.8 x 76. 2 cm
Col. Particular, N. Y.

Nahum B. Zenil
Niño tortuga, 1991
Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 70 x 50 cm
Col. Particular, México, D. F.

Julio Galán
Quanto Falta, 1990
Técnica: Óleo, acrílico sobre tela con montaje
Medidas: 180 x 165 cm
Col. Milagros Contemporary Art, San Antonio, EU

Nahum B. Zenil
Niño, 1992
Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 70 x 50 cm
Col. Particular

Julio Galán
Autorretrato de primera comunión, 1982
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 180 x 111 cm
Col. Particular, México, D.F

Nahum B. Zenil
Homicida, 1990
Técnica: mixta sobre papel
Medidas: 52 x 39 cm
Cortesía Galería de Arte Mexicano.

Julio Galán
S/T, 2001
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 190 x 130 cm
Col. Particular

Nahum B. Zenil
Soy puro mexicano, 2001
Técnica: Acrílico, collage sobre tela
Medidas: 140 x 190 cm
Col. Particular

Julio Galán
El Gurú, 1993
Técnica: Pastel sobre papel
Medidas: 70 x 50 cm
Col. Particular

Julio Galán
El necesitado de amor, 19989
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas: 190 x 130 cm
Col. Particular

93
Nahum B. Zenil
Había una vez, 1977
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 64 x 49 cm
Col. Particular, México, D.F

Julio Galán
Ya no te acuerdas de mi, 1992
Técnica: Pastel y collage
Medidas: 70 x 50 cm
Cortesía Galería Ramis Barquet, N. Y.

Nahum B. Zenil
Volando sobre N.Y., 1991
Técnica: Mixta sobre papel
Medidas: 52 x 40 cm
Col. del Artista

Julio Galán
El comienzo, 1997
Técnica: Óleo y collage sobre tela
Medidas: 130 x 90 cm
Col. Particular

Nahum B. Zenil
Tiro de dardos, 1994
Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 90 x 90 cm
Col. Gerardo Vilchis Durán

Nahum B. Zenil
Frida de mi corazón, 1991
Técnica: Óleo sobre madera
Medidas: 52 x 40 cm
Col. del artista

94
ANEXOS
BIOGRAFÍAS

Julio Galán ( 1958-2006)


Nació en Múzquiz, Coahuila, en 1958.
Vivió con sus padres hasta los 10 años rodeado de bellos y exóticos objetos que
pertenecían a su familia principalmente a su abuelo y es aquí donde adquiere el
gusto por los objetos de gran valor estético y el gusto por el coleccionismo. Más
tarde se trasladó a la ciudad de Monterrey para continuar sus estudios junto con
el resto de sus hermanos, estuvo en un colegio de religiosos donde la moral, la
religión y los buenos modales eran parte de la filosofía.
Estudió Arquitectura que dejó para dedicarse de lleno a la pintura. Galán siempre
dijo que una de las mejores cosas que le había dejado la carrera de Arquitectura
fue la disciplina y a ella le debe el ser tenaz y buscar la perfección de las formas.
Es un artista que retrata personajes que son parte de su vida, sus hermanos,
primos, padres y sus parejas sentimentales, pero lo que más nos interesa de
Galán es su vasta realización de autorretratos, donde deja ver aspectos
profundos trabajados como una especie de autobiografía.
Desde el inicio de su carrera plástica fue ganador de varios concursos, entre
ellos el del Centro de Arte Vitro de Monterrey, Salón de la Plástica en México y la
Bienal de Aguascalientes.
Galán se traslada a comienzos de los años ochenta a Nueva York, en donde
inicia una carrera llena de éxitos, sorprendiendo a la crítica, a los galeristas y
público en general con una obra altamente expresiva.
El galerista Guillermo Sepúlveda fue uno de sus principales promotores. 51
Murió de un derrame cerebral cuando viajaba en el trayecto de Zacatecas a la
ciudad de Monterrey en 2006.

51
Luis Mario Schneider, Ida Rodríguez Prampolini y Guillermo Sepúlveda, Julio Galán, Grupo
Financiero Serfín, México, D.F., 1993.

95
Nahum B. Zenil (1947- )
Nació en 1947 en Tecomate, municipio de Chicontepec, ubicado en la huasteca
veracruzana. Su madre fue uno de sus principales motores que lo apoyo desde
su infancia y a la que le ha dedicado obra importante. A los 12 años emigró a la
Ciudad de México para estudiar la escuela secundaria, a los 15 años ingresó a la
Escuela Nacional de Maestros y tres años más tarde en 1964 se recibió como
maestro de primaria.
En 1968 Nahum impartía sus clases en la Escuela Club 20-30, en la Colonia
Rodeo del DF. Por ese tiempo decidió ingresar a la Escuela Nacional de Pintura,
Grabado y Escultura La Esmeralda, en 1972 termina sus estudios y continúa con
una carrera profesional marcada por exposiciones y éxitos que van llegando poco
a poco.52

La obra de este artista esta fuera de cualquier pudor, Zenil siempre va contra
la corriente, utilizando casi por completo su propia imagen.
Zenil siempre ha manifestado tener la necesidad del autoanálisis como una forma
de aceptación y de conocimiento.
Su obra ha estado expuesta en gran cantidad de exposiciones nacionales e
internacionales, teniendo un fuerte reconocimiento como artista completo
multidisciplinario que de igual trabaja el dibujo, la pintura, instalación, arte objeto,
performance y poesía.

52
José Antonio, Bañuelos, “Habla Nahum B. Zenil”, Revista de la Escuela de Artes Plásticas,
Universidad Autónoma de México, Vol. 2, Núm. 8, México, D.F, mayo de 1989, pág., 29.

96
GLOSARIO DE TÉRMINOS

Para poder descifrar algunos elementos, en este caso de obras artísticas, es


necesario conocer lo que estos significan, pues los símbolos son universales; se
trata de relaciones conscientes de las palabras y las cosas. Comprender los
símbolos nos permitirá interpretar y entender lo que el artista nos quiso decir. Los
símbolos pueden considerarse una clave que nos permitirá descubrir contenidos.

A continuación se muestra una lista de palabras con su significado simbólico que


nos ayuda a entender mejor la obra aquí analizada:

Agua.- Símbolo antiguo y universal de pureza, fertilidad y fuente de la vida.


Águila.-Emblema supremo que todo lo ve. Es símbolo de dioses, gobernantes y
guerreros.
Alas.- Velocidad, movilidad, ascensión, sublimación, aspiración.
Alma.- Símbolo de los aspectos espirituales o no corporales de la existencia humana
individual. La mayoría de las tradiciones visualizaron una o más almas que habitan
en el cuerpo, a veces alejándose de él durante los sueños y persistiendo en alguna
forma después de la muerte.
Altar.- Construcción elevada para ofrecer sacrificios y ofrendas religiosas. También
sirve para admirar o elogiar mucho a alguien por sus cualidades.
Ángeles.- Formas antropomorfas con las que personificaron la voluntad divina; los
ángeles son intermediarios entre lo material y espiritual.
Ave.- Otro simbolismo fundamental encarna la idea de que las aves se comunican
con las divinidades y llevan mensajes. Representan también la inteligencia y el
poder del pensamiento rápido. Existe la creencia de que después de la muerte el
alma abandona el cuerpo en forma de pájaro, el ave es un símbolo del espíritu. Los
pájaros pueden ser mediadores entre los dioses y los hombres y actúan como
mensajeros de la divinidad.
Desde las épocas primitivas, las aves han maravillado al hombre su mágico vuelo,
colorido plumaje, melodiosos cantos han inspirado mitos inmortales y universales.
Por su vuelo simbolizan las relaciones entre el cielo y la tierra entre Dios y el
hombre.

97
Boda.- Es la celebración de una unión o enlace entre dos personas.
Cama.- Es un mueble que se utiliza para dormir aquneui también suele usarse para
otras actividades; leer, sentarse, descansasr, saltar, tener relaciones sexuales,
comer, jugar, pasar alguna enfermedad y hasta morir.
Cisne.- Símbolo romántico y ambiguo de la luz, la muerte, la trasformación de la
belleza y la pasión melancólica.
Collar.-Unión, sujeción, Símbolo con un significado sexual en las culturas en que el
cuello tenía asociaciones eróticas.
Corazón.- A menudo se asocia con el alma. Es emblema de la verdad, la conciencia
o el valor moral. El corazón simboliza el centro de la vida, se asocia con el espíritu,
lo emocional y lo moral. La palabra corazón continua siendo utilizado poética al
referirse al alma, en la pintura el corazón se relaciona con el amor pero también con
la muerte y con la violencia.
Cuchillo.- Instrumento ritual de sacrificio, circuncisión y martirio, simboliza lo
destructivo.
Desnudez.- Es la libertad, la vulnerabilidad y la verdad.
Diablos.- Personifican la obscuridad, la tentación, el engaño y el mal.
Dios.- Es el ser supremo en las religiones monoteístas. Simboliza lo espiritual.
Dualidad.- Del latín dualitas, el termino dualidad señala la existencia de dos
fenómenos o caracteres diferentes en una misma persona o en un mismo estado. En
el ámbito de la filosofía y la teología se conoce como dualismo a la doctrina que
postula la existencia de dos principios supremos independientes, antagónicos e
irreductibles.
Esfera.- Significa la perfección, como el círculo.
Espejo.- Superficie capaz de reflejar la luz y suficientemente clara como para formar
una imagen. Representación fidedigna de algo, lo que puede tomarse como ejemplo
al imitar.
Espiral.- Es lo dinámico de la fuerza vital.
Ex voto.- Promesa que una persona hace a Dios, a la Virgen o a un santo, que está
obligada a cumplir si se le concede lo que pide.
Falo.- Creación, fuerza generativa, fuente de vida.
Flores.- Las flores son consideradas un símbolo muy poderoso por su color denotan
su significado, las blancas pureza, las amarillas alegría, rosadas sentimientos y las

98
rojas unión. Desde tiempos remotos las flores ocupan un lugar especial en la vida de
las personas. En la antigüedad algunas flores eran consideradas formas de la
divinidad. Las flores representan tesoros preciados, ofrenda y veneración.
Gato.- Habilidad para el disimulo, la belleza sensual y malicia femenina.
Gemelos.- dualismo armónico o tensión dualista. Pueden también simbolizar otras
dualidades como la del espíritu y el cuerpo, acción y pensamiento, la dualidad de la
luz y la oscuridad.
Huesos.- Imágenes de mortalidad y muerte.
Infancia.- Periodo de la vida humana comprendido entre el nacimiento y la
adolescencia.
Juguete.- Es un objetos para jugar, generalmente destinado a los niños. Los
juguetes pueden ser utilizados individualmente o en combinación con otros. Ciertos
juguetes son asociados por épocas históricas y particulares, otros son de la cultura
universal. El juguete suele definir una temática teniendo por lo general un reflejo de
la vida adulta de su propia cultura.
Laberinto.- (Del latín labyrinthus y del griego labyrinzos) es un lugar formado por
calles y encrucijadas, intencionalmente complejo para confundir a quien se adentre
en el. Su ambivalencia se remonta a los misterios, terrores y ventajas protectoras de
los sistemas de cuevas en que habitaron en un tiempo los humanos. Simbolizan las
múltiples y difíciles elecciones de la vida.
Lazo.- Significa unión o relación con una persona o una cosas, también simboliza
las ataduras.
Mano.- Poder (temporal y espiritual), acción, fuerza, dominio, protección.
Máscara.- Trasformación, protección, identificación, disfraz.
Matrimonio.- Rito de transición investido con significado sagrado en la mayoría de
las sociedades antiguas, simboliza la unidad.
Muerte.- El simbolismo religioso modifica la imagen sugiriendo que la muerte es una
etapa necesaria que termina en la liberación a la inmortalidad.
Muñecos.- Juguete que tiene forma o figura humana. Puede significar a una
persona que se deja manejar por los demás.
Narciso.- Flor de primavera, pero también símbolo de muerte, sueño y renacimiento
juvenil. El Narciso en la mitología griega era un hermoso joven que se enamoró de
su propio reflejo en un estanque y sentía placer viendo su imagen. Por lo general en

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la historia se acepta como alegoría de la vanidad, la egolatría o en términos
psicológicos introspección mórbida, pero su simbolismo original pudo ser más
directo.
Niño.-Pureza, potencial, inocencia, espontaneidad. En la iconografía el niño también
representa el conocimiento místico, la apertura a la fe.
Oro.-Metal de la perfección, simbólicamente divino mediante su asociación universal,
representa pureza, refinamiento, poder.
Oso.- Fuerza primitiva brutal, emblema de los guerreros de las regiones del norte de
Europa y Asia.
Perla.-El símbolo de la quinta esencia de la luz y la feminidad, símbolo de la
sabiduría espiritual, la fecundidad y la pureza.
Perro.- Lealtad y vigilancia.
Rata.- Destructividad, avaricia, clarividencia y fecundidad
Retrato.- (Del latín retractus), es una pintura o efigie principalmente de una persona.
También se entiende por retrato la descripción de una figura o carácter es decir las
cualidades físicas o morales de una persona. En un retrato predominan la cara y la
expresión. Se pretende mostrar la semejanza y personalidad e incluso el estado de
ánimo de la persona.
Sangre.-Representa el sufrimiento y el dolor, pero también puede significar la
nobleza o el estatus.

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