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Prólogo a la edición española

1.- De entre la larga serie de pro- ta. Pero si existía la duda sobre la ar- en una parte importante de la espa-
blemas planteados por la arquitectura quitectura del período p_rehitlerYano, el ñola. Los escritos de arquitectura de
en los últimos tiempos, un mito, des- ánatema cayÓ decididamente en lo que Persico, editados recientemente por
de los finales de la década de los años posteriormente se constituyó como la G. Veronesi, o los textos del MIAR,
treinta hasta el momento actual, se arquitectura del 111 Reich. Por ello, dan idea de hasta qué punto pudo lle-
ha convertido en socorrido lugar de frente al confuso concepto de una ar- gar esta influencia, 1 de la misma ma-
referencias y a menudo su simple in- quitectura triunfante, de otra menor nera que un estudio de arquitectos
vo.cación ha bastado para alejar la pe- paralela y finalmente de una tercera como el de Sánchez Arcas en Madrid
sadilla del vacío arquitectónico. Fun- -la fascista- aparentemente surgida o el del mismo Luis Lacasa, refleja el
damentado por el propio carisma con de la nada, quizá un primer paso de sentido de un racionalismo distinto al
que se le ha atribuido, el tema de la interés resida en intentar reconsiderar del cubo planteado por los «moder-
Bauhaus ha llegado a ser- du-rante -un la situación de la arquitectura alema- nos».
gran nÚmero' de afíos la solución idÓ- na en los años en que Bauhaus se Para los individuos que en los co-
nea, la respuesta- obllgada-.::_aunqu-e-en desarrolla. mienzos del siglo insinúan una nueva
numerosas ocasiones sin venir a cuen- Desde los primeros momentos del si- problemática arquitectónica, el tema
to- a _la ciifícil_ _sjtuaclón_ de_l_ argu_i- gloen Aieiúania-. aosaHernativas-co- se centra en la valoración de los ele-
tecto de los años cincuenta o sesen- mienza-nyaainsinuars_e_a_e forma cia- mentos existentes, teniendo funda-
ta. Replanteada hoy su verdadera -di- rª- y son las que poco a-poco_s_e per- mentalmente en cuenta la propia evo-
mensión y sentido por la crítica italia- filan a través de la polémica o pugna lución que ofrece la burguesía. << ••• So-
na, el conocer la esencia del fenómeno axquitectónica mantenida entre !Loo~ y lamente la tradición burguesa puede
es uno de los puntos necesarios para 'Hoffmannj Ya ha quedado claramente ofrecer un vínculo posible entre las
reencontrar una opinión. Y en este reflejado, a lo largo de la historia de manifiestas disparidades de la socie-
sentido, el texto de Wingler se confi- la arquitectura moderna, cuáles fueron dad actual y es la única con capacidad
gura como el clásico estudio documen- las consecuencias de Loas entre las de representar el papel de interme-
tal, elemento clave para enfrentarse al vanguardias europeas, y de qué forma diario a través de sus relaciones que,
problema de la Bauhaus. sus esquemas racionalistas iban a ser aunque no siempre profundas; sin em-
Durante unos años, fue como si el ar- en mayor o menor medida continuados bargo han sido siempre muy concre-
quitecto tuviese obligadamente que por los grupos franceses o, años más tas.»2 Insinuada la _evolución y el sen·
referirse a lo que él consideraba el tarde, por los mismos alemanes. Cen- ti do _ que adquiere -la -burguesía, el
gran movimiento intelectual del siglo, trado, la mayor parte de las veces, el grupo se plantea una posible conti-
la gran escuela alemana de vanguar- problema de la arquitectura moderna nuidad de los valores, _intentando ra-
dia, y que no era sino el centro de en un intento de elaboración basado en cLonalizar, dentro del sentido de la
diseño liquidado en Berlín por dos- normas o supuestos establecidos, se vieja arquitectura clásica, las _diferen-
cientos nazis. Parecía que se preten- han olvidado en este caso las contra- tes formas, dando de esta manera un
día expurgar entonces el crimen fas- dicciones o puntos oscuros. Nada se paso adelante en la evolúción del gus-
cista, y toda una serie de tópicos ca- ha dicho en este sentido de la tradi- to_ burgués. I;xiste_ PQL s_ll_Ruesto, en
racterizaron al centro de Weimar, pa- ción de Hoffmann, de la escuela que esta generación, un int€l_ntg_d.Sl_raciona-
sando así la problemática insinuada pudo potenciar este arquitecto en su ljzación, de_ supresión de lo superfluo
por Bauhaus como la única que man- momento, del sentido de una corriente qu@. se vaa identificar como una po-
tenía un criterio válido y actual a pe- · de pensamiento que, partiendo de él, sible depuración de las formas. Se
sar de la crisis de la guerra. Se olvi• llegaba en cierta medida a individuos mantienen entonces el?JO$ arquttectQS
ron los supuestos racionalistas que como Tessenow, Bonatz... los cuales, dentro de unas normas, buscando la
habían insinuado Ios hermanos Taut o desarrollando los esquemas racionalis- continuidad de un sentido tradicional,
~cha~oúm, de -la misma m~llera. que tas de forma distinta al funcionalismo trabaja_ndo sobre_ una arquitectura que
empezaron a establecerse extrañas de Loos o del ••movimiento moderno», púedi_ ser aceptada- por la burguesía
disquisiciones ideológicas en torno a iban a influir no sólo en la arquitec- de hLPr.egtJer:ra, pero replanteándose
una aparente arquitectura expresionis- tura italiana racionalista sino también sobre todo ef [)roblema del hacer y no
VIII Prólogo a fa edición española

·n la büsq@_da de~umUJli~Ya~Qillc:ió_nfor­ de la que se pretendía dar a la arqui- había representado en los momentos
Jé [lª'L de una nueva alternativa que po- tectura un nuevo carácter tipológico, de Hoffmann o Loas, intenta entonces
dría acabar en la arquitectura de los connotativo de la situación revolucio- reducir o Qlinlrnizar los -grandes con-
cubos, de una idea que, de hecho, man- naria soviética, sólo tomarán los ar- c~]J!os-clasicistas-wagrlerfanos.¡·· --
tiene el viejo problema adaptando sólo quitectos alemanes los dos primeros Sin embargo, el cambio fundamental
una nueva problemática en fachada. supuestos. que se ha producido en la Aiema_l1ia
~E;', En la, F!b._ric-ª._Fªggs,_Qrm~lus de_be_cho Un punto, sin embargo, une a las dos de los años veinte, marca un inte¡nto
·F s.Qio_ intiQduce._en_Jachada .. ur:Ja nueva la.
all:en1ath,lªs_. s.urgidas-en-=Ta :,&Jerríall de plantear la utopía, la posibilidad de
t.?xtura, Y.SJI métodq nos recuerda más di.:.lQ.ª-cornLenzos de los veinte y es crear una nueva sociedad. És el mo-
la_ sustitución de la máscara barroca la común preocupación e2<istente por mento en que la revolución esparta-
por otra clasicista, en los momentos el concepto artesanal de la arquitectv- quista abre las puertas a una posible
de un neoclásico dubitativo y temblo- ra. Desde la publicación de los prime- nueva alternativa, y de esta manera
r~so, que a una nueva solución tipoló- ros textos de Tessenow sobre el ca- los grupq_sp_olíticos_d¡:¡_ r:~rtistas que
~ica. 1 rácter de la labor artesanal y de la pretenden centrarse en la reconstruc-
Tessenow, por el contrario, se mues- tradición burguesa, esta línea había ción de las ciudades alemanas van a
tra coherente en su intento de simpli- influido en la serie de arquitectos que insinuar, no sólo la realización de la
ficación y por supuesto se encuentra le habían rodeado. Bruno Taut había utopía, sino a plantear una nueva fun-
más próximo a ese primer sentido del trabajado con él en los primeros años ción de las artes con respecto al in-
racionalismo, aunque en su arquitec- del siglo, y el propio Le Corbusier ha- dividuo. A partir de esta fecha.(Bruilo
tura se manteng¡;m elementos clasicis- bía estado igualmente en el estudio ¡Taut o el mismo Gropius se van aCElrl~
tas. Centrada, p·¿¡. tanto, esta alterna- de Tessenow durante sus años de trar .. en el estudio de un nue~Q"_}ipo
tiva en la evolución de la burguesía, aprendizaje en Alemania. Pero mien- de arquitectura que intentarán identi-
en su enfoque no queda suficiente- tras que para el uno el sentido artesa- ficar no tanto con los ejemplos de fa
mente explicitado el cambio que ésta nal se centra en " ... aspirar por una constructivista o de la futurista, sino
manifiesta como consecuencia de la parte a elementos ciertos y por otra sobre todo en una arquitectura basa-
guerra. La burguesía, en los momen- a no renunciar jamás a la duda, por Jo da en el individuo. Aquellas plantea-
tos de posguerra, no tiene nada que menos en cuanto no queramos renun- ban una arquitectura en donde el «nue-
ver con lo que había supuesto en los ciar a la certeza,, 3 profundizando en- vo orden» quedase claramente espe-
orígenes del siglo y sólo entonces en tonces en el sentido de todos y cada cificado, donde la fuerza de los nue-
países como Italia o España, donde por uno de los elementos integrantes de vos materiales se reflejase perfecta-
diferentes circunstancias se mantiene, _ la composición, para Gropius, por el mente. Ahora los alemanes, por el
existe, plantea la necesidad de basar- contrario, el concepto artesanal se cen- contrario, comienzan a insinuar una
se por una parte en el clasicismo como tra en el intento de nacer gravitar las arquitectura concebida para el indivi-
punto de arranque de la nueva arqui- diferentes artes liberales en torno a duo. Este es el momento en que su
tectura. Para Tessenow o Frank, el pro- un individuo especialmente educado, actitud arquitectónica queda ya ligada
blema de la composición se esboza el cual, calificado de artesano, inten- a los supuestos políticos, y al tiempo
más en la forma de lograr la racio- tará integrar estos conocimientos en que plantean la total dependencia de
nalización del producto, en el propio la industria, dirigiendo en cierta me- las artes con respecto al individuo, in-
proceso productivo, que en el inten- dida la producción industrial de for- sinúan la crítica al concepto de arqui-
to de buscar un resultado final. En nin- mas que, usando la máquina como un tectura burguesa. " ... No era posible
gún_caso se plantean estos arcjiiifec- instrumento de nuevo tipo, pueda re- replantearse ninguna de las tradicio-
t§s el _esquema insmuado-por Loas de conducir el arte al pueblo mediante la nes de anteguerra, dado que aquel pe-
una nueva cultura a·rquitectonica, don- producción de objetos bellos:1 ríodo era necesariamente considerado
de la utilización de Ios nuevos mate- Pero si ambos esquemas insinúan con- como causa de ruptura con el pasado
riales pudiese influir o condicionar las ceptos artesanales, sus diferencias no y sobre todo, cuando las conquistas de
nuevas alternativas. Pero lo curioso es se centran tanto en cómo lograrlos aquellos días aparecían más o menos
qu~ tampgco los arquitectos -seguido- como en las premisas ideológicas que ligadas al origen de la guerra,, 5 señala
res de Loas insinúan, como por ejem- sustentan a cada uno de ellos. Para Taut al plantear el tema del nuevo pun-
plo lo habían hecho los constructivis- Tessenow, el problema se planteaen to de partida de la arquitectura ale-
tas en la Unión Soviética, la necesidad Ía- evofudó_n_defos gu-stos--aela-m:¡¡::: mana, y el mismo Gropius, comentan-
~e .. una_ reforrna__desde el -p!Ir1tQ.}if:)o- illle"Sra-:- HaóTendo-tomac:lÜconcTencfa do la situación del arquitecto frente
léJgico. Pe la frase IanZ:áaapor la LEF de que ésta no supone en los comien- al ambiente general, destaca como
«hierro, vidrio y revolución», a través zos de los años veinte lo mismo que " ... el artista de hoy vive en wia épo-
Prólogo a la edición española IX

ca de crisis y de falta de guía. Las for- pe son quizás los dos más importantes sarrollar tácticamente lo imposible, in·
mas antiguas van hacia la ruina y el ejemplos del momento, pero de nin- tentando entonces incidir en las co-
mundo paralizado se conmueve, situan- gún modo son los únicos de Alemania. munidades, en los ayuntamientos o en
do al antiguo espíritu humano en crisis Junto con ellos, y paralelamente en las la industria. Y el deseo de unir el tema
y colocándolo frente a una nueva for- principales ciudades del país, se van de la nueva arquitecturaa=la gran: masa
ma. Navegamos en el vacío y no lo- ~esarrollar alternativas idénticas que p-opular, de configurar una posible nue-
gramos todavía entrever un nuevo or- plantean fun-damentalmente el estudio va sociedad, va a adquirir desde el
den». • Constituyendo entonces en los c@LJ:ls_[)_a_cio_fantásticQ,__de !J.r:L¡Larqui- punto de vista teórico, más interés co-
primeros momentos un grupo más o tectura utQ2ica_gue~~n_algÚnmomen­ mo alternativa que el tratamiento for-
menos coherente sobre el sentido de fo-:-seha- corl¡¡iderado ..como. expresio- mal que da a su arquitectura.
la nueva arquitectura, __11no ci_El_ 1~ ~p_ri­ nista: Un ~hecho, sin embargo, adquie- Teniendo entonces presente este su-
meros t_ópicos del momenf~_j~_l¡:¡ reespecial importancia en el desarro- puesto teórico, parece como si se mar-
arquit~CJIJra internacional, Vq g---ªJLare- llo y es la relación que presentan es- cara una contradicción con respecto a
cer-en_los _textosq(,lt:)__Jaut putJ.Ijc;¡:¡ en tos arquitectos con los constructivis- los intentos expresionistas lanzados
su revista :.FrOTichtn, d_o~ru:Ie.=.planteala tas o con los utópicos del XVIII. Para años antes y el nuevo carácter racio-
necesidad. de una_ nueyª_a.rquitectura, ellos, lo importante comienza a ser nalista, que se enuncia en estos mo-
difícilmente identificable con la deL la imagen de la arquitectura, símbolo mentos en Bauhaus. Recordando, sin
momento, y donde igualm~nte insinúa de la expresión formal de una nueva embargo, el calificativo dado por Taut
_:_como lo repetirá en «Die Stadtkro- ideología, donde sólo se define de a esta arquitectura, «arquitectura mo-
ne», otra de sus revistas-, la clara forma vaga la presencia de los nue- dernan,8 parece difícil establecer ca-
necesidad de dar forma a la utopía. vos materiales, sin entrar en proble- tegorías dentro de ella. Desde un pun-
Recientemente estudiado el tema por mas de definición de formas. to de vista spengleriano, desde una
Quaroni, señala éste cómo Taut des- L.a.§__dos.._aJtiliJWtivas, por tanto, exis- preocupacwn formal, entender los
pués de la guerra va a desarrollar su tentes en aquel momento (por una par- cambios o altibajos existentes en cual-
«teoría de la amistad y de la colabo- te la que intenta racionalizar el viejo quiera de estos arquitectos puede pa-
ración» que en gran. medida se sinte- orden burgués logrando a fin de cuen- recer un auténtico laberinto en el que
tiza en el «Novembergruppen o, al año tas una nueva expresión de sus nece- queda indefinida no sólo la salida, sino
siguiente, en el «Arbeitsrat für Kunst», sidades y conceptos y por otra parte aun la misma entrada.
en un intento de plantear el trabajo en la que, partiendo de unos supuestos Es imposible tomar conciencia de có-
común, como consecuencia de un cons- ideológicos distintos, intenta desarro- mo debe interpretarse esta disparidad
tante intercambio de ideas. «Arte y llar en un primer momento la utopía de criterios, y sólo si nos planteamos
pueblo deben formar un con;unto, y el como forma de racionalización de vi- el hecho de que los arquitectos parti-
arte no debe ser más el lu;o de unos da) VJln a configy_r_a_r_E:)L§squema gene- cipantes en los grupos que insinuaban
pocos sino que, por el contrario, debe raLd_¡:¡ la_ arquitect(Jr_a alemana deco- la posibilidad «expresionista» como al-
alcanzar a las masas y unirse con ellas. mienzos-_daJQi_añoi:..v:E:líiite:fln_ los ternativa arquitectónica a la situación
El único medio para la unión es la co- mQJnentos en que_ Bauha(Js se esboza ideológica, son los mismos que afir-
laboración de todas las artes ba¡o el c;_o_roo punto de pªrtida_deuna de tan~ man el nuevo desarrollo racionalista
protectorado de una gran arquitectu- tas ªventuras culturales. a idénticos problemas, podremos en-
ra. El Arbeitsrat considera como su D_efinida en 1919, cuando sele ofrece tender no sólo la hilazón existente en-
obietivo más importante en un futuro a__Qropius transformar la antigua Aca- tre la arquitectura del primer momen-
inmediato la integración de estos ar- demia de Artes y OfiCios de Weimar, to y del segundo, sino que podríamos
tistas en un pequeño grupo de traba¡o poco a poco en- su desarrollo se irá llegar igualmente a plantearnos el
con el encargo de desarrollar un pro- dejando de lado la inicial idea de con- equívoco de tratar a las dos alternati-
yecto utópico de construcción, en el figurar una posible «nueva ciudad» y vas como diferentes entre sí. Se de-
cual se deban incluir con idéntica im- se integrará paulatinamente en el mun- sarrolló, en efecto, una duplicidad de
portancia los dibu¡os de arquitectura, do de la industria, guiando en cierta este tipo en Holanda, donde dos es-
de pintura o de escu!tura." 7 A partir medida y sin duda mejorando en sus quemas ideológicos distintos ofrecían
de este momento, los nuevos ideales posibilidades los productos del con- una alternativa diferente, y donde la
del cambio se aglutinan en torno a la sumo. Esta vanguardia, que desde los Escuela de Amsterdam se contraponía
idea de la nueva sociedad o, p0r lo comienzos de la posguerra había plan- a los supuestos sociales de la de Rot-
menos, de una comunidad ·utópica ba- teado un esquema contrapuesto al de terdam. Pero en Alemania, por el con-
sada en la colaboración. Los grup_o;:; Tessenow, en un primer momento va trario, el único enfrentamiento se pro-
como el Arbeitsrat o el Novéinoergrup- a tener como gran preocupación de- duce dentro del mismo marco de lo
X Prólogo a la edición española

que ya hemos señalado como «arqui- cia en las artes. Se acusará a Gropius da de los esquemas eclécticos e his-
tectura moderna». No existe por tanto de haber configurado un estilo Bau- toricistas planteados por la burguesía.
una diferencia en la concepción teó- haus, discutiéndose la defensa que él Partiendo del nuevo concepto de ar-
rica que genera a ambas y es sólo la hace de esta crítica al señalar cómo quitectura insinuado por la secesión
complejidad del nuevo lenguaje for- sólo el resultado final es el estilo, y vienesa y que había influido en una
mal, del nuevo lenguaje moderno, lo cómo nunca la voluntad de estilo ha serie de individuos entre los que po-
que va a caracterizar, no sólo al gru- sido más fuerte que hoy. Problema és- dríamos destacar a Anasagasti, al mis-
po en general, sino también a la es- te que nos lleva entonces a valorar la mo Palacios o a López Otero, a partir
cuela que pocos años antes se había propia capacidad de Bauhaus como en- de 1909 comienzan a difundirse noti-
creado en Weimar y que estaba dirigi- te capaz de desarrollar algo más que cias sobre las alternativas insinuadas
da por uno de los más activos teóricos una parcela, es necesario entonces en la Europa del momento.
arquitectónicos de los años veinte. marcar la importancia que pudo tener Son, en general, conceptos eruditos a
Planteado entonces Bauhaus como con- dentro del movimiento moderno. pesar de su aparente modernidad, de
secuencia de los puntos fundamenta- una divulgación limitada que se va a
les que marcaba el Consejo de los Tra- centrar en arquitectos que no ponen
bajadores, parecía como si las deman- 2.- Un problema pocas veces plan- en duda, a pesar de todo, la dimen-
das encaminadas a modificar el viejo teado entonces, y de gran interés en- sión ideológica de su arquitectura y
concepto de arte y a potenciar la tre nosotros, es el que se refiere a la para quienes existe un posible cam-
liberalización de la enseñanza de la presencia o influencia de la arquitec- bio formal que se limita a la sustitu-
tutela estatal, hubiese sido llevado de- tura alemana en España. Quizás en una ción de una «máscara» por otra. De
finitivamente a la práctica. Es, por otra primera impresión, podría parecer co- esta manera, se desarrollan en Madrid,
parte, como ha señalado Aymonino, el mo si el chovinismo, el intento de re- ya algunos años antes de la guerra
momento en que Kautsky publica sus ferir la arquitectura española a los civil, toda una serie de actividades
directrices para un programa de acción temas europeos del momento, hiciese culturalistas que en ningún momento
socialista, en el que se insinúa de for- que estas referencias quedasen un tan- podríamos calificar como de vanguar-
ma clara cómo los ayuntamientos de- to forzadas, sobre todo cuando la ar- dia, dado que su esquema se limita a
berán servirse de empresas privadas quitectura que en aquellos momentos una modificación del problema formal.
para mejorar los resultados. 9 se realiza en España es una expresión No se comprende cuál ha sido el pun-
A partir de estos años, la función que pobre y carente de contenido teórico to de partida de la actividad vienesa
desempeña Bauhaus va a pasar por con respecto a los esquemas euro- y, a pesar de que se conoce la actitud
una importante serie de altibajos y va peos. El mismo Piacentini, en su pe- contraria a ésta, se minimiza la impor-
a evolucionar desde la base de parti- queño estudio sobre u la Arquitectura tancia de la polémica por lo que su-
da de su posible consideración román- de Hoy, ,1° margina a la arquitectura' pone de conflicto teórico. Sólo se acep-
tica hasta un momento en que preten- ibérica de esos años y sólo de forma ta la estampa, la lámina, y como se-
derá guiar no tanto a la opinión arqui- casi casual, el nombre de dos españo- ñaló en su día Amezqueta, el libro
tectónica como al propio consumo: son les aparece en el Congreso de La Sa- de Otto Rieth adquiere un importante
los momentos finales en que se plan- rraz en 1928. papel en la formación del joven arqui-
tea como fábrica generadora de un Pero, al insinuar además la evolución tecto. Bastaría, en este sentido, con
gusto, suministrando a la industria de la arquitectura española, un tópico, ver o estudiar los diferentes proyec-
toda una serie de productos que pos- el de la arquitectura racionalista más tos presentados en estos años en la
teriormente van a volver a un merca- o menos directamente ligada al GA- Escuela de Madrid, y compararlos con
do deseoso de entender cuál es el TEPAC se insinúa como el único de los de la de Barcelona. La revista «Ar-
sentido de esa crisis arquitectónica de los existentes. Nada o casi nada que- quitectura y Construcción" intenta pro-
la que tanto oye hablar sin poder real- da de otras alternativas y parece como fundizar en esas diferencias de enfo-
mente comprender. si sólo circunstancialmente un grupo, ques y la presencia en Madrid de los
La utilidad, por tanto, del estudio de definido de forma imprecisa por Car- arquitectos antes citados en la do-
Wingler es manifiesta en cuanto que los Flores como «generación del 25», cencia de la arquitectura, tiene un in-
suministra o facilita los textos que realice en Madrid algunos ejemplos ar- terés mayor al hasta ahora insinuado.U
aclaran la composición interna y la quitectónicos. En 1916, el propio Anasagasti pronun-
propia evolución del fenómeno Bau- Existe, casi desde los comienzos del cia una serie de conferencias sobre la
haus. A partir de este momento, son siglo, un hecho de interés para estu- arquitectura alemana de estos momen-
varias las polémicas que se centran diar la presencia de una arquitectura tos y sobre su enseñanza, destacando
sobre la escuela y sobre su inciden- de vanguardia, separada o diferencia- como uno de los grandes logros la
Prólogo a la edición -española XI

propia existencia y el sentido que ha dad, el sentido diferente y preponde- con lo que había sido uno de los pun- ¡

adquirido la Deutscher Werkbund. 12 rante que debe tener la máquina, el tos de partida de la LEF, plantea la
Primer contacto para la arquitectura aspecto de los nuevos materiales, etc., necesidad del cambio tipológico, en-
española con la situación en que se sería de interés para definir el au- frentándose entonces a los supuestos
encuentra la alemana, quizás el hecho téntico alcance de las propuestas mantenidos por los arquitectos más o
más interesante es que en estos años futuristas, estudiar toda una larga se- menos seguidores de Viena que con-
se tiene conocimiento no sólo de la ac- rie de revistas políticas o de vanguar- tinuaban insinuando su arquitectura en
titud mantenida por los arquitectos de dia artística, literaria, para alcanzar a términos monumentalistas.
la Secesión sino que además se di· comprender la auténtica difusión de La primer·a influencia alemana contem-
funde la polémica existente entre Loos lo que podría ser una nueva sociedad. poránea proviene así del arqueólogo
y Hoffmann, tomándose claramente Es, a partir de revistas anarquistas que empezará a plantear, quizás con
partido por la actitud del segundo. Sólo como uLa Pluma", uLa Revista Blanca» la grandilocuencia de los grupos ale-
años más tarde, aparece una noticia o uNueva Vida», etc., cómo ciertos es- manes de los años primeros de la
de interés para valorar la arquitectura quemas insinuados sobre la nueva so- posguerra, idénticos supuestos de
de estos momentos y es la recensión ciedad se sintetizan claramente en el crítica a la arquitectura burguesa y a
o la difusión del texto futurista de aspecto arquitectónico, sin que, por la falta de coherencia en el trazado
Sant'Eiia, que realiza siempre Anasa- otra parte, ningún profesional de la o concepción de esta arquitectura.
gastiY Pero la difusión del manifies- construcción se sierfta atraído por es- "Con la mayor indiferencia concebi-
to sólo sirve para que, frente a los tas ideas. Poco más tarde llegará el mos hoy los grandes edificios moder-
conceptos de crítica a la uSeudoarqui- gran momento de los ultraístas, y al- nos: ministerios, palacios, bancos, ca-
tectura de vanguardia austriaca, hún- gunas de sus realizaciones ofrecen sas de alquiler y de comercio, fábri-
gara o americana» y a lo que se pro- tópi os que permiten identificarlas con cas, etc. ¿A qué gran ideal obedece su
clama como una arquitectura del.cálcu- 1 arquitectura. Pero, a pesar de todo, construcción? Si existe, somos sin du-
lo, de la audacia temeraria o de la o olvidemos que la neutralidad es- da incapaces de sentirlo.>> 11 Plantean-
simplicidad, Anasagasti pla,ntea vio- pañola durante la guerra había tenido do entonces el nuevo sentido que debe
lentamente cómo sólo la novedad o fundamentalmente como consecuencia tener la arquitectura en una nueva so-
la reforma arquitectónica puedei:ven· el paralizar la evolución de la arqui- ciedad donde los edificios, hasta aho-
de la uWagner Schulen. tectur¡;¡ y que ésta se encuentra toda- ra considerados como representativos,
Es, a pesar de todo, un moment en vía frente a la vieja discusión entabla- dejen de tener este carácter usagra-
que la Secesión Vienesa ha q dado da entre Demetrio Ribes y RucabaaoY don, igualmente importante es el he·
completamente minimizada por los di- El punto de arranque hacia lo que po- cho de que Torres Balbás deja de con-
bujos de Rieth, sin que se comprenda dríamos considerar la nueva arquitec- cebir a la arquitectura como idea de
la evolución que ha podido experimen- tura, vendrá marcado por un profesor un proceso casi mágico, y replantea
tar Hoffmann con respecto a los pri- de Historia, individuo educado en el entonces el hecho mismo de la com-
meros supuestos de la Secesión. El ambiente polifacético e intelectual de posición. «La arquitectura es la menos
recuerdo se centra en los grandes mo- la Institución Libre de Enseñanza. Le-o- individua/de todas las artes, y cuanto
numentos con pilonos y en ningún mo- ,poldo Torres Balbás, publica en 1919 más colectiva sea su gestación más
mento se tiene en cuenta lo que supo- un interesante artículo contra lo que ganará en extensión y universalidad.>> 18
ne para la nueva arquitectura el pa- "' él considera la arquitectura casticista, En realidad, da la impresión de que
lacio Stoclet. Y al no existir, por otra y poco más tarde presenta otro estu- Torres Balbás pretende difundir los
parte, en España una difusión arquitec- dio sobre "Las nuevas formas de la puntos fundamentales del Consejo de
tónica más coherente de la alternativa arquitecturan. 16 Consciente, por su los Trabajadores, desarrollando sin du-
futurista, parece como si estos su- formación, de algo que todavía no se da una actividad de enorme interés.
puestos sólo se pudieran difundir a ha realizado en España como es el Resultaba que hasta ahora los distin-
través de la literatura. cambio en la naturaleza o en el sen- tos criterios difundidos respondían
Dejando aparte los artículos publiéa- tido de la propia burguesía, Torres más a una normativa que podía evolu-
dos por Gabriel Alomar en la revista Balbás demuestra o explica en su ar- cionar, pero que en ningún momento
uPrometeou/ 4 calificados quizás dema- tículo de qué forma se está plantean- se atrévía a poner en duda el carác-
siado precipitadamente como de textos do en Europa una nueva alternativa ar- ter y el sentido de la misma arquitec-
futuristas por cuanto que desarrollan quitectónica, insistiendo claramente en tura. Sin embargo, a partir de este
una serie de tópicos en los que se uno de los problemas que más intere· momento, lo que Torres Balbás hace
refleja la necesidad de la presencia san en esos años a los arquitectos es plantear no sólo la posibilidad de
de un nuevo orden en la nueva socie- alemanes. Identificando su esquema la nueva arquitectura en la nueva so-
XII Prólogo a la edición española

ciedad, sino que plantea o insinúa la tienen la sugestiva modernidad que sante artículo en el que aparecen re·
necesidad del cambio tipológico. <<Dos anhelan nuestros espíritus. 20 ferencias sobre la situación general de
ideales modernos conmueven la sen· Son los que podríamos llamar de la la arquitectura alemana, sobre Taut,
sibilidad colectiva y pueden llegar a arquitectura dinámica: Jos grandes sobre Poelzig y sobre la escuela de
ser segundos para el arte. El primero transatlánticos de curvas graciosas y diseño de Weimar, la primera noticia
es la idea del proceso humano en mar- enérgicas, los acorazados formidables, que conocemos de Bauhaus.21 Este ar-
cha continua, capaz de ir dominando las locomotoras gigantescas que pare- quitecto, que junto con Gustavo Fer·
el tiempo y el espacio. Sus creaciones, cen deslizarse por la praderas, Jos ae- nández Balbt.~eiúi hal>íª__tomaao::_partido
clasificadas hoy- como pertenecientes roplanos que imitan como casi todos en--1~~-pDJémica-a:femana __a_Javor_de
a la ingeniería en una división que em· los anteriores las formas de la natura- Tes-senow, visita sin embargo la urba-
piezá a ser arbitraria, son las más be· leza." -niú16fón-que Taut ha realizado en Mag-
llas de nuestra civilización. Parece como si el profesor de histo· deburgo y choca con la imagen de la
El otro ideal es la redención de los ria fuese el único en contacto con una nueva vivienda, de la nueva tipología
parias, de los miserables, el derecho tendencia más próxima a Gropius o a y sobre todo con el sentido o la valo·
de todo ser humano a aicanzar una Taut que a los criterios de un racio· ración de los colores que Taut había
vida en la que, libre de la miseria y nalismo clasicista insinuado por Tes- empleado: «Magdeburgo es una ciudad
de la Injusticia, pueda disfrutar de los senow. Anasagasti, por su parte, si· negra, industrial y con poco carácter.
goces y tormentos de la inteligencia gue empeñado en continuar replan· El Elba, que pasa por Dresde plácido
y del arte. Ideal más abstracto que el teando los viejos temas del expresio- y limpio, al cruzar Magdeburgo toma
primero, no ha alcanzado aún su in· nismo alemán, intentando integrar en ya un tono sucio y triste ... Se com·
terpretación en formas arquitectóni· éstos los esquemas de una secesión prende, pues, que la máxima aspira·
cas.>> 19 vienesa que todavía no ha abandonado ción de Magdeburgo sea tener color
La sorprendente valoración de un Leo- y que no dejará hasta concebir la igle· y que la llamen Die Bunte Stadt. Bajo
poldo Torres Balbás en contacto con sia_de__§an Jorgtl, en Madrid. Pero-de la dirección de Taut se han pintado
los esquemas difundidos en aquellos la misma manera que Iaut _y 9J"OPil.I_S muchas cosas. En una de las calles
mismos años por el Novembergruppe tienen en Torres Balbas un defensor y principales hay un enorme caserón de
o con el Consejo de Trabajadores para qn divulgador, los esqUemas-aefes- estilo neoclásico que ha sido policro·
el Arte, se hace más importante aún senow van a tener durante un consi· mado. Los colores enteros, azul, rojo,
cuando además demuestra conocer las derable número de años a toda una amarillo, pero siempre siguiendo la
actuaciones de los arquitectos de serie de seguidores que se plantean estructura, dan la sensación de hule o
Darmstadt, de Munich o de Weimar. la situación de la arquitectura burgue- de cerámica. Parecería natural que die·
Crítico entonces de los supuestos man- sa en España, la falta de una evolu- ra una sensación de algarabía o de in·
tenidos por Tessenow y consciente del ción en el seno de esta misma clase tranquilidad. Pero no, la sensación es
gran cambio experimentado en la ar· y la necesidad de adecuar o de re- de reposo y, más aún, de ausencia de
quitectura de estos años, señala co- plantearse con mayor insistencia la sensación.>> 22
mo " ... derrumbóse la burguesía des· evolución de unos supuestos que la A pesar de todo, para Lacasa existe
pués de la gran guerra; y así como la adopción de nuevas alternativas. El una incoherencia en el problema insi-
aristocracia cayó ante la Revolución primer contacto con la arquitectura ar= nuado en Magdeburgo, y que hace que
Francesa, el régimen económico del tesanal ere Tesse-now ;_e_~ !Jtt:¡(JEr~reali· en ningún momento ésta pueda ser
nuevo mundo comienza a transformar- ia en -1922- Tt..ils- Lacasa. Minimizada identificado con lo que él considera la
se radicalmente; una moral audaz, más fú:JY il1justamenfe ratTgiTra de este ar- nueva arquitectura. En diferentes ar-
de acuerdo con los sanos instintos na· quitecto exiliado en Moscú y Pekín, su tículos criticará ese lenguaje formal
tura/es empieza a presentirse; el pen· importancia para comprender la evo- gratuito que aparentemente domina la
samiento humano ahonda cada día con lución del racionalismo madrileño es arquitectura del momento y que, so-
mayor independencia en las interroga- sin duda fundamental y comparable bre todo, años más tarde va a ser uno
ciones eternas de la vida". "···y es su actuación, junto con Sánchez Ar· de los puntales que emplee en la crí·
que la arquitectura clásica, la que fe· cas, --ªI_P-ªI:>el desempefiicl_o Jl9r-F~r- tica a Gropius o a Le Corbusier. A par-
vanta Jos edificios en nuestras ciuda· nand~ GarcíaMercadal7____ -- tir de estos años la situación de la
des, es un arte viejo y en plena deca· Erí 192:Cy coñ-una-foTmación alemana arquitectura española comienza a re-
dencia. Es inútil querer resucitarla. importante, debida sin duda a la difu- flejar una contradicción real entre las
Otras formas bellísimas que contem· sión de las revistas y a la actuación diferentes tendencias. De nuevo es el
piamos diariamente constituyen la ver· de Jürgens en distintos proyectos de momento de la confusión y simultá·
dadera arquitectura de la era actual y urbanismos, Lacasa publica un intere- neamente se desarrollan los restos de
Prólogo a la edición española XIII

algo que aún podr!¡;¡f!IQ_~QQ_Il_sj<Jer~~~ tectura se debe realizar no sólo para de Garnier, los estudios que Lacasa
mo ayq¡J il~Qtura-reg1onalista;- existen aquello·s -parias que· sugería en los reaHza- sobre el -concepto expresionis-
i~Jl1~ImE'lllte. e_sg®lllil~da_la_Secas_léin años diecinueve, sino igualmente para ta ... Pero es· quizás también, el·momen-
que Anasagasti. mantiene; y en el pla- la propia burguesía que debe ser cons- to en· que más claramente se puede
no téói'ico se empiezan a difundir los ciente de los cambios experimentados ver la influencia teórica alemana, re-
esquemas de Tessenow.-_(Jelosarqui- después de la guerra. Discutiendo o no flejada en el nuevo problema del ur-
tectos holandeses y dei prQpio racio- el sentido de· la vivienda, lo cierto es banismo. Plan_teado en algún sentido,
nalismo de Le Corbusjer. Son los mo- que valora más_el estudio de Le Cor- como lo había indicado el propio Taut,
mentos en que los arquitectos espa- busier por la nueva imagen que ofrece el tema de la vivienda mínima y de la
ñoles empiezan a integrarse a algunos que por su contenido teórico " ... me- nueva articulación de la ciudad, es el
de los problemas generales del mo- diocre y vie/o en literatura, flo;o en el momento en que las grandes revistas
mento, y dos _argu_it~E!OS ~seafíoiE~.S razonamiento y lleno de grabados muy alemanas de urbanismo se difunden fá-
participan en el concl)r§QJ2ara ~~- 9hiEa- interesantes". El _guntº-queJndudable- cilmente en España, cuando el tema
go Tribune" enviando dos proyectos mente t!ll!s__le atrae al arqueólogo de de la construcción de colonias o de la
que son en realidad una auténtica de- "Vers une architecturen- es el de .la reestructuración de las ciudades defi-
claración de la situación en que se nueva vivienda que. debe. c.orrespon- ne hasta qué punto interesa la evolu-
encuentra la arquitectura española. 23 der al hombre. Pocos meses más tar- ción urbana con respecto a la nueva
Centrándonos, sin embargo, en el te- de es Bergamín_quien va ª- qifundir el utopía.
ma de la influencia alemana en la ar- problemaaa--la racionalidad de. ra- vi- Parece como si finalmente el esquema
quitectura española, es importante se- vienda -13.11-l<Lc!):rb.IJ§.ier: identificándo- de Torres Balbás en definir una nueva
ñalar como Lacasa ha resididg_c:lt.lrante se por tanto a una línea racionalista tipología o de plantearse por lo me-
una serie de meses en= la primera _Bau-.: del cubo que se sintetizará en la in- nos la necesidad de una nueva forma
h¡msde Weimar, y como_una serie de fluencia loos[ana de -El Visó e igual- de vivienda, se sintetizará en Madrid
arquitectos igualmente se_ billl terma- mente meses más tarde, en una revis- debido a la influencia de la arquitec-
do en estos años en Alemania e~- En ta editada en Valencia y de gran inte- tura alemana. Se empiezan a concebir
este sentido, el caso de Pérez I\IIJ.ngJJJiZ rés para el estudio del momento, «Ur- toda una serie de cooperativas de vi-
entre otros o los contactos que un in- banización y edificaciones", se comen- viendas como las que definen la lla-
dividuo como Jo_séJ\A.Qr.en_o_\filla puede ta el texto un poco a la manera de mada Colonia Manzanares; se proyec-
tener en los ambientes arquitectónicos Gabriel Alomar, calificando a Le Cor- tan toda una serie de viviendas unifa-
del momento, son de gran interés. La busier de arquitecto futurista, aunque miliares en la «Cruz del Rayo", y la
propia figura de Mer~QªI, compañ~~ aceptando, por el contrario, las alter- influencia de la Garden Homes Com-
ro de promoción de Lacasa, es uno de nativas propuestas " ... más como un pany de Milwakee, de las cooperativas
los ejemplos más interesantes para grito contra la rutina que obliga a me- de casas de viviendas en Alemania o
comprender las relaciones .o-los_ con- ditar y lleva al espíritu la necesidad las italianas dependientes de la Fede-
tactos de los arquitectos españoles de criticar cosas que se venían acep- ración de Casas Baratas, marcan un
con los alemanes. ···-- ·-·- ·... tando como únicas dignas de preferen- interesante precedente. 28 Toda una
Poco a poco, el 111iJo L_et_Qmb_usier_ co' cia estética". 26 serie de colonias -quizás no dema-
rriienzá a difundir9e_enEspañ1!, yelpri- Por tanto, la situación en Madrid du- siado brillantes en su concepción ar-
mer artículo o comenta-rle) largo que rante estos primeros años de difusión quitectónica- que se conciben en Ma-
aparece sobre este arquitecto es el en Europa del racionalismo, es particu- drid en estas fechas, hacen que sea
que realiza el mis~no_To_rres_ BªIQ.á.s en larmente interesante en un momento preciso estudiarlas bajo estos supues-
el mes de agosto de 1923. 25 Preocupa- en que todavía no se ha celebrado en tos de Taut y de la nueva arquitectu-
do en parte de la misma manera que París la exposición de artes decorati- ra. Son los proyectos que se realizan
lo está Anasagasti por el tema de la vas de 1925. Aparentemente aún no entre la zona de Cuatro Caminos y el
enseñanza de la arquitectura, Torres ha surgido el problema de la pugna final de Reina Victoria, lo que se con-
Balbás intenta difundir una posible entre las nuevas y las viejas ideas, cibe como la Compañía Urbanizadora
nueva alternativaárq-üitecrófiiCa~:::.AJ go- dado que no se ha llevado a la prác- Metropolitana; los estudios de Berga-
mentar el nuevo sentido _que tienen tica el esquema formal planteado por mín sobre la Colonia Residencia y del
las casas «Citrohann, sigue mantenien- el racionalismo. Es un __!Tiome.nto en Viso, como lo son en general todos los
do en el fondo el mismo criterio. que ql]e sólo se difunden las diferentes estudios e intentos realizados en torno
había anunciado pocos años antes. Pe- aÍternativas, dando Anasagasti a co- a la constitución de las cooperativas
ro ahora comienza a insinuar cómo el nocer el sentido de Perret 21 y. del de viviendas, de casas baratas.
cambio de la vivienda y de la arqui- primer racionalismo, la personalidad El sentido social que tiene este nuevo
XIV Prólogo a la edición española

tipo de construcción queda manifesta- de esta burguesía. El problema de una los alumnos de la escuela de Weimar.
do en el artículo que Lacasa traduce arquitectura social entre estos indivi- A partir de esta fecha, comienza a
en 1924 del texto de Mutthesius, 29 y duos -arquitectura que sólo puede desarrollarse el nuevo estudio de las
que en los mismos años difunde un suponer un acercamiento a los puntos ciudades y el mito de la ciudad ameri-
tipo de vivienda ligado más al de la de Taut o de Le Corbusier- se centra cana gravita sobre los arquitectos ma-
arquitectura holandesa que a ciertos en sólo el aspecto teórico. Por ello, drileños del año veinticinco.
aspectos de la alemana, hecho que se en los mismos programas que se si· Poco antes, Zyazo_habla_¡:>lanteado has-
refleja en los primeros artículos de guen estableciendo durante estos años ta qué punto los- nuevos e)squemas de
Bergamín, el cual escribe sobre Du- en la Ciudad Lineal de Madrid, la vi- ciudad se sintetizaban en su proyecto
dock.30 Antes, por tanto, de que co- vienda o los distintos modelos que de . de reforma de Bilbao. 32 -foda una se-
mience en París la Exposición del año éstas ofrecen, se acercan más a los -rie --de--arquTtectos,- entre los que se
veinticinco, que según Flores había pequeños dibujos de Tessenow que podrían contar a in_Q_ividuos como Fer-
supuesto el punto de partida de una a los ejemplos de Taut en Magdebur- nández _Balbu€lna ·o a _E§te_ó_ªIJ--de -ra
generación, existe en Madrid un desa- go o que a los ejercicios de los alum- -Mora, empiezan a estudiar el proble-
rrollo teórico, un conocimiento de los nos de Bauhaus. nfa del trazado de la ciudad, de la
problemas arquitectónicos que se -'f· Lª-_l:>g:>gl'llol.Qn_ de__192_5., __en E.ariS... fecha nueva articulación de los núcleos ur-
plantean en Europa desde los primeros clave según algunos historiadores, no banos y sus propuestas van a contra-
momentos de la crisis racionalista, sirve en realidad sino para confirmar ponerse claramente con las que pre-
aunque en ningún caso se sepan o el choque existente en España entre tende desarrollar en esos mismos años
puedan ser llevados a cabo. Nunca se los distintos criterios. Para Yarnoz, el José Luis Oriol. 33 Frente al tema de
ha insistido demasiado sobre la im- pabelló11_ es_gªñol @ Bravo-es uno_de una Gran Vía diagonal que uniría Bil-
portancia que tuvo para los arquitec- los pocos ejemplos de arquitec_:tt1_ra bao con Callao, y que prolongándose
tos de vanguardia madrileños, por una tri!QLQ'ºllli¡_;-cuandoen-reanda_a_ no fue hasta la Plaza Mayor, tras derribar me-
parte el legado Cebrián, y por otra sino UJ1_E:l1elllpl9_,__ª-_~abaliQ_.JlJltre_1os dia plaza se continuaría en una esca-
un librero, lnchausti, que· en aquellos nuevos supues!O$,_.desill1PÜficm: el_ te" linata ajardinada a través de toda la
años introducía en España todas las rr¡_8_(jela vlviencJª-Y-Ia arquitectura. re· calle de Toledo, frente a una reforma
publicaciones europeas de arquitectu- gionalista de pastiche. 31 A menudo de la ciudad concebida en términos
ra, potenciando'un contacto directo con planteado casi· como un ejemplo del casi barrocos, el problema que insi-
los últimos intentos. kisch, el pabellón concebido por Pas- núan los jóvenes urbanistas se cen-
~s!e.J.._§J1 LQ~l!fiQ_s en q~¿_e I_9__dictadu- cual Bravo es una muestra de la con- tra fundamentalmente en la amplia-
ra de -Primo de. Rivera desarrolla más tradicción existente en un joven arqui- ción de la ciudad y en la creación de
crudamente sus contradicciones, un tecto de aquellos momentos, de al- toda una serie de nuevas avenidas que
daro intento de las arquitectos ma- guien que no se atreve a seguir de permitan un desarrollo coherente y ar-
drileños de utilizar el hecho construc- forma rotunda a Rucabado, pero que ticulado.
tivo como posible punto de partida de al mismo tiempo se plantea la perma- Es entonces el momento en que Mer-
un cambio social. Planteándóse clara- nencia de la arquitectura de lo típico cada! traduce el texto de Otto Bünz, 34
mente la ambigüedad del problema (el o regional. Ante el eclecticismo, la cuando se forma -y quizás debido a
tener por una parte que concebir su postura, por ejemplo de Bergamín o la influencia de revistas como «Stad-
arquitectura para una burguesía que de Mercada!, es clara. Y más que co- tebau»- un primer centro para el es-
no ha experimentado en absoluto cam- mentar lo que puede suponer esta ar- tudio del urbanismo, que posterior-
bios en su estructura y cuya única quitectura en España, lo interesante es mente se aglutinará en la llamada Ofi-
consecuencia de la guerra ha sido la que el viaje a París ha servido de pre- cina de Información Urbana. Es el mo-
de afianzarse aún más en sus supues- texto a todo un grupo de arquitectos mento en que Santiago Esteban de la
tos) IQ únicQ que pueden plantear es- para un posterior contacto con la ar- Mora traduce el texto de Abercrom-
tos arquitectos que pretend-en modifi- quitectura holandesa. bie sobre las nuevas ciudades, texto
car el viejo concepto arquitectónico, A partir de estos momentos queda cla- que por las fechas casi coincide con
es una racionalización de sus elemen- ramente establecida la diferencia entre la primera versión que da Canosa del
tos: ·sorprende-quesea elerudito~el unos supuestos y otros. Ya no aparece libro de Camilo Sitte, como también
arqueólogo Torres Balbás quien más más el caso de la confusión existente coincide con los años de formación ur-
claramente se dé cuenta de hasta qué en los primeros años, cuando Merca- bana de Mercada! en París, cuando re-
punto las ménsulas y los capiteles, da! comentaba y planteaba cómo iden- cibe, por otra parte, el encargo de
concebidos varios siglos antes, siguen tificar las alternativas ofrecidas por difundir a través de las revista «Ar-
siendo objeto de consumo por parte Tessenow, por Frank, por Loos o por quitectura» una bibliografía comenta-
Prólogo a la edición española XV

da de los más importantes e intere- ñoritas en la calle de Miguel Angel pieza a difundirse en España el pro-
santes textos franceses del momento. o el proyecto de la Fundación Rocke- blema del nuevo gusto y del nuevo
la presencia teórica de la arquitectu- feller realizado por Sánchez Arcas, no estilo, de la llamada arquitectura del
ra alemana de estos momentos, se serán sólo unos ejemplos entre tan- neón, y los arquitectos que durante es-
perfila de manera mucho más mani- tos otros sino que significan de forma tos años han intentado enfrentarse a
fiesta a través de las publicaciones ma- concreta unas directrices arquitectóni· un problema de tipo ideológico empie-
drileñas. Un arquitecto alemán alum- cas. Porque si en el1'iso o en_Ja casa zan a ver la respuesta formal que se
no de Gropius, Paul linder, va a cola- g~LMarqués de Villom, BeFgamín pre- difunde en España.
borar de forma sistemática en la re- tendía dejar más o menos clara la in- De esta forma, cuando en 1928 La Ga-
vista de la Sociedad de Arquitectos de fluencia de loas, como quizás el pro- ceta Literaria les dirija una encuesta
Madrid siendo nombrado por esas fe- pio Zuazo la había planteado en otros planteándoles «¿Quién está en lo cier-
chas corresponsal en Alemania. Y qui- proyectos, el hecho es que los tres to en la nueva arquitectura?», la con-
zás por influencia de la arquitectura ejemplos primeramente señalados se testación de Lacasa es fundamental:
holandesa, de la que tanto Bergamín centran más en la línea de lo que ha " ... No es lo mismo Taut racionalista
como Sánchez Arcas se han encarga- sido la alternativa insinuada por E. que Hoffmann artista o que Le Corbu-
do de estudiar y de difundir, se dan Fahrenkamp o por Oud. sier, periodista y charlatán. Yo respe-
a conocer por vez primera los textos la tradición de la arqÚitectura holan- to el racionalismo y el instinto, el Par-
y la obra de Frank lloyd Wright.
35
• desa en Madrid en modo alguno había tenón y los hangares de Or/y, el arte
Sin embargo, un hecho va a caracten- quedado ligada a la figura o al estudio intelectual y el popular, pero sobre to-
zar a estos años finales de la década de Dudock o de Berlague. Porque, si do admiro a Tessenow, arquitecto hu-
de los veinte, y es la presencia en bien es cier.to que Sánchez Arcas ha milde.»39 En realidad, la opinión de La-
Madrid de una serie de importantes visitado y estudiado aquella arquitec- casa empieza a quedar en cierto sen-
arquitectos europeos. Traídos sin du- tura y que el plano de Berlage ha sido tido desfasada por la propia moda, y
da por Fernando García Mercada! a la uno de los puntos de partida del nue- en ese mismo número de La Gaceta
Residencia de Estudiantes, le Corbu- vo urbanismo, por lo mismo toda una literaria se publica un artículo de
sieur pronuncia en 1928 dos conferen- serie de artículos y opiniones de Theo Adolf Behne sobre la Bauhaus de Des-
cias que serían publicadas en el mismo van Doesburg empiezan a aparecer en sau en el que plantea en cierta me-
año en la Revista de Occidente; con revistas de Madrid desde 1927.37 En dida el triunfo de la arquitectura in-
pocos años de diferencia, Gropius plan- ellas se especifican cuáles han sido ternacional en términos parecidos a
tea en Madrid la evolución de la arqui- los distintos puntos de choque entre como la enunciaba casi diez años an-
tectura alemana y Mendelsohn trata las escuelas de Amsterdam y Rotter- tes el propio Bruno Taut en «Frühlicht».
sobre la arquitectura rusa, europea y dam, y el nuevo tema de las vivien- Y si las alternativas más interesantes
americana. Poco a poco llegan a Ma- das de Oud empiezan a difundirse y de este pequeño grupo de arquitectos
drid las principales figuras artísticas a popularizarse entre los medios pro- madrileños se sintetizan en los pro-
del momento y el propio Marinetti, que fesionales españoles. Es igualmente yectos del Hospital de Toledo o en la
en 1927 había planteado -fuera por en estas fechas cuando empiezan a remodelación de Logroño, la corriente
tanto ya de tiempo- el sentido del aparecer los primeros artículos dedi- racionalista ha logrado integrarse den-
futurismo en la Residencia de Estu- cados a la Bauhaus, pero en todos ellos tro de una nueva normativa arquitec-
diantes, va a configurar claramente lo se centra o mejor se identifica al mo- tónica.
que podríamos definir como la presen- vimiento con la figura de Gropius. 38 Quizás debido a ello, un arquitecto
cia de la vanguardia arquitectónica en Nada queda abierto a una posible in- ecléctico como es Pedro Muguruza, sin
España.36 las primeras propuestas de terpretación y por ello parece como si duda apoyado por las revistas de ar-
una nueva arquitectura surgida bajo la la Escuela de la Bauhaus careciese en quitectura que en estos momentos ad-
influencia de los esquemas alemanes, absoluto de interés. Se traducen al- quieren ya su mayor difusión, proyecta
no tendrían que reflejarse sólo en los gunos de los más importantes textos en ese mismo año de 1928 el Palacio
proyectos de la Casa del Marqués de de la Bauhaus, pero todos ellos referi- de la Prensa de Madrid, edificio repre-
Villora ni en la estación de gasolina de dos ya a la problemática de Dessau, de- sentativo de lo que él cree es la nueva
Porto-Pi en Madrid, sino que toda una jando por tanto olvidados los iniciales arquitectura.
serie de ejemplos entre los que pue- supuestos de Weimar. La idea que apa- La obra de Muguruza, como en gene-
den figurar las primeras realizaciones rece en estos años es que se trata ral la de toda una serie de arquitectos
de escuelas realizadas por Arniches de una escuela de diseño, sin relación eclécticos del momento, representa
en lo que hoy es Instituto Ramiro de con el probLema arquitectónico que una etapa en la que los problemas teó-
Maeztu, la misma Residencia de Se- aquí se enfoca. Pero poco a poco em- ricos han perdido en gran parte su ini-
XVI Prólogo a la edición españpla

cíal importancia y dimensión, y cuan- en el campo, los museos, las estacio- oficial, de entre los cuales sólo J;"ar-
do un nuevo lenguaje parece haberse nes de ferrocarril fuesen los puntos de nando García Mercada! representa· un
difundido ya de forma casi total. De interés del arquitecto. Tomando el saber, la actitud de los madrileños es
esta manera, individuos como López ejemplo concreto de las villas, desde claramente contraría a los Sartoris o
Otero, que sólo dos años antes habían los primeros momentos Mercada! in- a Jos mismos CIAM. Lacasa, que ha-
concebido toda una larga serie de pas- tentó redefinir el sentido de la nueva bía visitado la exposición de Stuttgart
tíches secesionistas, poco a poco se casa de la vivienda mínima, sin lograr- de 1927, critica ese concepto burgués
integran en un conjunto en el que pre- lo realmente. La . exposición de 1927 de la vivienda, 42 esa sustitución del
domina la confusión y donde el llama- de Stuttgart y posferlormerlte los con- apartamento ·en la ciudad por una vi-
do estilo Bauhaus realmente alcanza gresos del CIAM realizados en Frank- vienda unifamiliar en el campo o en
en estos momentos su punto de par- fort y en Bruselas, marcaban uno de los alrededores, alternativa que sólo
tida. Es el gran momento de la arqui- los puntos más importantes como eran puede llevar a cabo una minoría acau-
tectura del neón y parece como sí fue- el tratamiento y la visión del nuevo dalada. Centrados, en cambio, cada
s-e necesario cambiar rápidamente el tema. De esta manera, Mercada! deci- vez más en el tema de un desarrollo
concepto arquitectónico para ganar de al poco convocar en Madrid un nue- total de la ciudad, las diferencias de
algo del tiempo perdido. vo concurso de vivienda mínima, lo- estos arquitectos con respecto al ra-
Pero paralelamente a esta situación de grando una participación interesante. cionalismo europeo se centraliza cada
Madrid, donde la arquitectura alemana Pero lo importante es que, sólo algu- vez más en el rechazo de una nueva ·
en bloque desarrolla en poco tiempo nos años más tarde,_Rafael Hidalgo de norma, y llegado entonces el caso, el
una extraordinaria influencia y donde Cavíedes va a difundir a través de una choque con los esquemas del GATE-
problemas poco antes ni siquiera ima· revista un nuevo tígo_ de_colonía, esta PAC va a ser rotundo.
gínados encuentran en los comienzos vez ya claramente diferenciada de la A pesar de todo Barcelona representa,
de los años treinta una natural res- vivienda social.40 Se trata de un con- dejando de lado los carismas y las mi-
puesta, en Barcelona la evolución de cepto nuevo como es el de la casa fin tologías, un tema radicalmente distf'l·
la arquitectura ha seguido caminos di· de semana, el de la pequeña residen- to al de Madrid por lo que supone la
ferentes, más ligados desde un prín· .cía situada en los alrededores de Ma- rápida integración de la burguesía .en
cípío a los supuestos de Le Corbusíer. ciríd, próxima por tanto a las diferen- un proceso político diferente. No se
Estudiado el problema de la difusión tes colonias concebidas en el extran- trata del enfrentamiento con el inicial
de la arquitectura moderna en Cata- jero, pero nueva con respecto a la vi- esquema centralista, sino que, por el
luña de manera más exhaustiva que en vienda planteada en España. Integran- contrario, se trata de una clase deseo-
Madrid, a pesar de todo sería intere- do entonces toda una serie de peque- sa de separarse de los puntos de Ma·
sante hacer resaltar un hecho- funda~ ños edificios en Jos alrededores de La drid y de integrarse al propio tiempo
mental como es el que, en Madrid en Alameda de Osuna, el tema parece en una dimensión distinta. Por ello, la
estos años, se trata de una auténtica haberse entendido de forma nueva y rápida adopción de la nueva moda del
moda generalizada la de la nueva ar- en cierta medida parece que va a de- mueble de tubo y del neón, rompien-
quitectura, moda que se sigue sin com- pender del racionalismo italiano o, por do entonces no ya con un esquema du-
prender las causas y que por tanto se lo menos, de algunos ejemplos desa- bitativo y tembloroso como el de Ma-
intenta repetir en una extraña mime- rrollados por Pollíni. drid, sino por el contrario con el cla-
sis. En Barcelona, por el contrario, la Pero volviendo al tema de la vanguar- ramente reaccionario del neobruneles-
moda se centra más en una minoría dia madrileña, lo importante es ver có- quianismo, supone un punto de parti·
de arquitectos fanáticos de la figura mo en ningún momento se deja do- da distinto. Allí donde en Madrid exis·
de Le Corbusíer de cuyo carisma no minar por los supuestos formales y te -por lo menos por parte de una
se muestran demasiado dispuestos a como sus contactos con la realidad minoría- una tradición de vanguar-
alejarse. nunca se limitan a los esquemas ra- dia, en Barcelona, por el contrario, se
Poco a poco los nuevos tratamientos cionalistas. En 1928, en Jos momentos trata de identificarse rápidamente con
que se desarrollan en Madrid se inde- e_n que Gro¡)!Us decCae~-abandoruir la el gran arquitecto de la burguesía cul-
pendizan del tema del tratamiento y, aventura Bauh_aus, Hannes Meyer em~ ta francesa, y entv.. '- .. ~;~., se
paulatinamente, es el nuevo tema el píeza_a-pubHcar -~oa serie_de artículos realiza no ya con los alemane" _
que empieza a difundirse. Si recorda- en_ja revista de Madrid 41 y en ese mis· los italianos, sino directamente con el
mos la declaración de Torres Balbás mo año se anuncia su visita para rea- propio Le Corbusier. Hasta el momen-
en 1919, parece como si se dejase de lizar una serie de contactos y confe- to, los únicos que habían intentado de-
prestar atención a los grandes temas rencias. Enfrentada esta tendencia a la finir un nuevo sentido de la ciudad,
y, de nuevo, los jardines, las viviendas de los seguidores de un racionalismo planteando de qué forma podía enten-
Prólogo a fa edición española XVII

uerse una urbe distinta, donde el trá- los mismos problemas de composición de qué forma la burguesía madrileña
fico de mercancías adquiriese una di- y de confección. Al ver la revista, la intenta identificarse pronto con el nue-
mensión diferente, eran los grupos po- clara importancia dada por Bauhaus al vo papel de la moda y lo máximo que
líticamente activos de la ciudad. Como problema de la grafía se manifiesta estos arquitectos van a concebir es la
estudió en su día Salvador Tarragó en claramente, y parece como si en rea- decoración partiendo ya de supuestos
una exposición celebrada en el Cole- lidad se estuviese ante un número de establecidos.
gio de Arquitectos de Barcelona, al «Die Form» o uno deuDas Neue Franc- GATEPAC, por el contrario, acepta
tratar de Le Corbusier en la dicha ciu- furtn.43 En Barcelona surge el proble- desde los primeros momentos la ne-
dad, el nuevo sentido de la ciudad y ma del diseño de una manera dife- cesidad del nuevo diseño, reflejado en
de los parques, la reestructuración de rente a como se plantea en Madrid, todos y cada uno de los detalles arqui-
los barrios, etc., era sistemáticamente por cuanto que no es tanto el pro- tectónicos. Conoce por tanto su signi-
enunciado desde las revistas políticas, blema de una moda desligada de la ficación, y el problema insinuado en
de la misma manera que las revistas arquitectura sino que intenta ser la los primeros momentos alemanes que
socialistas de Madrid -Tiempos Nue- expresión formal de unos planteamien- trastoca al de definir una nueva forma
vos- planteaban (quizás por indica- tos. Es en cierta medida influencia de vida, fruto de una imagen del dise-
ciones de Mercada!) el tema de la re- también italiana en el proceso de di- ño asumible por la burguesía.
forma urbana de la Capital. seño, y el mismo Figini colabora en Y de esta forma, cuando sólo pocos
Surge entonces en Barcelona alrede- dos artículos de AC en donde plantea años más tarde, en 1937, un arquitecto
dor del GATEPAC una nueva dimen- el tema de la decoración como de- de Madrid conciba, ayudado por Sert,
sión de la ciudad, y el propio grupo pendiente o ligado a la arquitectura. 44 el pabellón de la Exposición de París
se constituye en un algo coherente, En otro estudio que el mismo Figini de 1937, demostrará de qué forma el
con una visión propia del sentido ar- dedica a la decoración, esta vez publi- racionalismo madrileño ha logrado ad-
quitectónico, aunque claramente de- cado en Madrid, el artículo sin em- quirir una expresión propia del senti-
;pendiente de los esquemas racionalis- bargo se publica en una revista ligada do funcionalista de GATEPAC.
, las. del momento. Existe en AC una no tanto al tema de la arquitectura
~manifiesta influencia alemana, no sólo Madrid, abril 1975.
como al de la decoración. El sentido
en los temas que desarrolla, sino en de un revista como «Viviendan, refleja CARLOS SAMBRICIO

Notas
1. G. Veronesi. Edoardo Persico. Scritti d'ar- Gropius, Kundgebung gegen das Bauhaus, en cualquiera de los arquitectos que finalizan en
chitettura (1927/1935) Florencia 1968; L. Pa- «Weimarische Zeitungn, 6 de julio 1924. Madrid sus estudios antes de 1920.
tetta L'architettura in Italia. 1919/1943. Milán 5. B. Taut. Modern Architecture. Londres, 12. T. de Anasagasti. La noticia de la confe-
1972. El texto de Persico sobre Hoffmann, fue 1929, pp. 92-93. rencia aparece en "La Construcción Moderna»,
publicado casi de forma sistemática en «Casa- 6. B. Gropius. Ja! Stimmen des Arbeitsrates n.o 6, 30 de marzo de 1916.
bella» en 1931, llegando los artículos hasta für Kunst in Berlín. Berlín 1919, in Miller-Lale. 13. «La Construcción Moderna», n.o• 13 y 14,
1935 cuando se pub! icó por encargo de Pon ti Op. cit., p. 45. 15 de julio y 30 de julio de 1919.
un número monográfico en la revista «Domus» 7. Consejo de Trabajo para el Arte. Bajo las 14. P. llie. The Surrealist Mode in Spanish
sobre el «Gusto di Hoffmann». Respecto al alas de una gran arquitectura. Tomado de S. Literature. Universidad de Mlchigan 1968, da
texto del MIAR, el manifiesto más interesante Marchan «La arquitectura del siglo XX (tex- noticias del sentido futurista existente en Ga-
es el que se refleja en la inauguración de la tos)"· Madrid 1974, p. 104. briel Alomar, aunque quizás esta apreciación
segunda exposición celebrada en Roma en 8. B. Taut. Op. cit., p. 16. merezca una relectura. Nada dice Nora sobre
1931. (Patetta, p. 192.) 9. K. Kautsky. Directrices para un programa Alomar, y tampoco Bukley le dedica en su
2. H. Tessenow. Osservazioni elementari su/la de acción socialista. Berlín 1919. En C. Aymo- estudio sobre las vanguardias ningún interés.
construzione. Milán 1974. «Lavoro Artigianale nino «La vivienda racional•. Ed. Gustavo 15. Las polémicas entre Ribes y Rucabado que
e tradizione borghese" (p. 86). Gili, S. A. Barcelona 1973, p. 62. tienen lugar en 1915, son uno de los puntos
3. !bid., p. 19.1. ' 10. M. Piacentini. Architettura D'oggi. Roma más interesantes para comprender la evolución
4. B. Mili¡;; ·Architettura e política in 1930. de un secesionista olbrichtiano como era Ri-
Germanía 1918-1945. Roma 1963, p. 63. «Noso- 11. La revista dirigida por Vega March, «Ar- bes frente a un regionalista como Rucabado.
tros queremos crear una arquitectura clara y quitectura y construcción», presentaba el enor- La muerte de Ribes impidió que la polémica
orgánica, cuya lógica interna sea clara y lim- me interés de ofrecer en sus últimas páginas se continuara, y quizá la documentación más
pia y no equívoca con falsas fachadas y arti- una serie de proyectos de arquitectura de interesante sobre ésta es la que se encuentra
ficios; nosotros queremos una arquitectura alumnos de las escuelas de Madrid y de Bar- en «Arquitectura y Construcción», de 1917,
adaptada a nuestro mundo de la máquina, apa- celona. La influencia de Anasagasti o de López 1918 y 1919.
ratos de radio y veloces automóviles, una Otero, se puede apreciar claramente en toda 16. L. Torres Balbás. Las nuevas formas de
arquitectura cuya función sea claramente re- una serie de proyectos de Luis Menéndez Pi- la arquitectura. «Arquitectura», n. 0 14, junio
conocible en su relación con la forma•. W. da!, de Pedro Muguruza... y en general de de 1919. Recogido por S. Marchan, op. cit.,

BAUHAUS- 1
XVIII Prólogo a la edición española

p. 314. En el mismo año, y sólo dos meses Baratas. N. 0 64, agosto de 1924, pp. 231-236. año aparece un segundo y en enero de 1926
antes había aparecido un artículo. de Sáinz de 30. R. Bergamín. Los trabajos de extensión había aparecido, aunque sin firmar por él y
los Terreros sobre la influencia de la arqui- del municipio de Hilversum. «Arquitectura .. , como recensión, una amplia noticia sobre los
tectura europea en España durante el período enero 1925, n.o 68, pp. 18-22. puntos esenciales de su arquitectura.
de la guerra, en el que quedaba reflejado por 31. J. Yarnoz. La arquitectura en la Exposición 38. En el mes de mayo de 1927 («Arquitec-
el contrario, de qué forma la arquitectura bur- Internacional de Artes Decorativas e Indus- tura .. , n.o 97, p. 200), aparece por una parte,
guesa lograba mantenerse, encontrando un re- triales Modernas. «Arquitectura .. , n. 0 78, octu- la invitación a la Exposición de Stuttgart e
ducto en España. bre 1925, pp. 225-235. igualmente figura en ese mismo número una
17. L. Torres Balbás, op. cit., p. 145. 32. Zuazo Ugalde, prólogo de Juan de la En- amplia referencia a la Bauhaus, centrada funda-
18. lbid., p. 147. cina. Ediciones lnchausti. Madrid 1933. mentalmente en la figura de Gropius.
19. lbid., p. 146. 33. J. L. de Oriol. Memoria del Proyecto de 39. E. Giménez Caballero organiza, con la co-
20. lbid., p. 147. Gran Via, Glorieta de Bilbao, Plaza de Callao. laboración de Mercada!, en la revista «La Ga-
21. L. Lacasa. El camouflage en la arquitec- Madrid, octubre 1921. Existe una crítica a este ceta Literaria" una encuesta entre arquitectos.
tura. ·Arquitectura .. , n.o 37, mayo de 1922, proyecto en el número 30 de la revista ~Ar­ Publicado el facsímil en el número 70 de «Ho-
pp. 196-198. quitectura .. , octubre de 1920, p. 284, por parte gar y Arquitectura .. es interesante contraponer
22. lbid., p. 198. de Torres Balbás. Sin embargo, algunos años la opinión de Lacasa o de Sánchez Arcas con
23. M. Tafuri. La citta americana. Bari, 1973, más tarde, Oriol recibe otra dura crítica, esta la de Bergamín o Fernández-Shaw.
en el estudio que realiza sobre el concurso vez de Jürgens en la revista «Stadte-Bau ... En 40. R. Hidalgo de Caviedes publica en los años
del Chicago Tribune da como referencia la 1924 •Arquitectura .. , n.o 60, el mismo Oriol treinta una revista titulada «La ciudad y la
existencia de dos arquitectos españoles. Uno justifica· el sentido de su proyecto ofreciendo casa fin de semana .. , destinada fundamental-
de ellos, ingeniero militar, es Rodríguez Mar- esta vez nuevos dibujos. mente a patrocinar una colonia de pequeñas
tín, y publica su proyecto en la revista ma- 34. La importancia de Otto Bünz en el año viviendas fin de semana en los alrededores de
drileña «La .Construcción Moderna .. , n.ó 17, veintiséis es grande sobre todo en arquitectos Madrid.
año XX, 15 de septiembre de 1922. como Lacasa o Sánchez Arcas. Mercada! co- 41. H. Meyer. La Asociación de obreros en
24. L. Lacasa. Arquitectura impopular. Confe- labora en la traducción con el que posterior- Bernau. «Arquitectura .. , n. 0 112, agosto de
rencia dada a los alumnos de FUE de Madrid. mente sería director de la revista •Viviendas ... 1928. Es en este artículo donde se da igua-
Arquitectura, n.o 129, enero de 1930, pp. 9-12. 35. La primera referencia que aparece a Frank mente la noticia de que Meyer pensaba acu-
25. L. Torres Balbás. Tras una nueva arquitec- Lloyd Wright, está en el número de abril de 1926. dir a Madrid en el invierno del mismo año, a
tura «Arquitectura .. , h.0 52, pp. 263-268. El ar- A partir de esta fecha, en el número de agos- fin de dictar una serie de conferencias.
tículo de Rafael Bergamín, aparece sólo meses to del mismo año, Bergamín hace referencias 42. L. Lacasa. Arquitectura impopular. «Arqui-
más tarde en la misma revista. a este arquitecto, dedicándosela normalmente tectura .. , n.o 129, enero de 1930, pp. 9-12.
26. Urbanización y Edificaciones. Juan Brotero. uno o dos artículos al año. N. 0 93, enero 1927. 43. Como ha indicado Simón Marchan, es inte·
Año 1, n.o 3, marzo de 1924. 36. Alberto Giménez Fraud. La Residencia de resante estudiar el problema tipográfico de las
27. T. de Anasagasti. El arte moderno y la estudiantes. Barcelona, 1972. Prólogo de L. revistas racionalistas de estos años a la vista
Exposición Internacional de arte decorativa. García de Valdeavellano, pp. 44, 45 y 46. La sobre todo de las revistas "Dada.. de unos
Mayo de 1924, pp. 163-165. referencia a Marinetti se encuentra en la pá- años antes. Sobre la difusión del formato de
:28. El tema de las Casas Baratas y de las vi- gina 43. En la revista «Residencia .. , existen la Bauhaus, es igualmente interesante la opinión
viendas obreras aparece ya claramente defini- también referencias a IQs conferencias o char- reflejadá por S. Giedion «La sociología de los
do en el X Congreso Nacional de Arquitectos, las pronunciadas. El artículo de Le Corbusier años veinte». Madrid 1968, p. 22.
celebrado en Santander en agosto de 1924. se publicó en «Revista .Occidente .. , número de 44. Los artículos de Figini en revistas espa-
Existe en esos años toda una literatura sobre mayo de 1928. ñolas aparecieron en el n.o 5 y 13 de la revista
sociedades constructoras de Casas Baratas, 37. El primer artículo de van Doesburg, apa- del GATEPAC, A.C.; en el n.o 41 de la madri-
cooperativas o Instituciones oficiales. rece .en el mes de abril de 1927 en la revista leña «Viviendasn,' en el número de invierno de
29. L. Lacasa . .Un libr_o alemán sobre Casas •Arquitectura ... En el mes de junio del mismo 1933 de «D'ací i d'alla" de Barcelona.

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