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Género en el paisaje: Expresiones de poder y significado

Janice Monk
Introducción
No es difícil reconocer las más obvias expresiones de clase, raza, género o
etnicidad en el paisaje material. La cualidad de la residencias y su decoración,
los carteles en los escaparates de las tiendas, los grafitis en los muros, los patios
manicurados o el revoltijo de hierbas y los escombros nos comunican
emociones de afluencia o pobreza, diversidad o homogeneidad, y sentimientos
de familiaridad o de extrañeza, confort o ansiedad. ¿Pero sentimientos de
género? Superficialmente, puesto que la mayor parte de hombres y mujeres
ocupan los mismos espacios, parece que el análisis del paisaje centrándose en
el género no será provechoso. Aun así el género es un elemento central de la
experiencia humana. Por ello sería sorprendente si el paisaje no reflejara la
ideología que apoya las ideologías que apoyan los distintos roles de género y
las iniquidades del poder que ellas personifican. Más allá de eso, podemos
esperar que la socialización del género pueda conducir a hombres y mujeres a
experimentar el paisaje de diferentes maneras, y otorgarle diferentes
significados. Como los roles de género y las relaciones son aspectos de la vida
dados en su mayor parte por sentado, sin embargo, y porque las experiencia del
género masculino se ha asumido como representante de lo universal más que de
lo particular en muchos escritos sobre geografía, la naturaleza de género de los
paisajes rara vez ha sido reconocida hasta el desarrollo de las investigaciones
feministas en 1970 (Monk y Hanson 1982).
El propósito de este capítulo es el de explorar algunas de las maneras en las
cuales el poder u el significado en el paisaje son asociados con el género. Al
lidiar con el género estaré haciendo uso del pensamiento feminista que distingue
entre sexo, la diferenciación biológica entre masculino y femenino que es
universal, y género, las transculturales e históricamente variables expresiones
de la masculinidad y la feminidad. Para ilustrar la variabilidad y maleabilidad
de los roles de géneros y de las relaciones, presentaré ejemplos a partir de un
número de entornos culturales y de periodos históricos. Argumentaré que a
menudo las creencias culturales y sociales no expresadas, que son las ideologías
que la gente mantiene acerca del género, son importantes en la formación de
nuestro paisaje. Y sucesivamente, los paisajes otorgan los contextos entre los
cuales los hombres y las mujeres actúan y reproducen los roles de género y las
relaciones. Gran parte de la discusión demostrará como los paisajes, tanto
materiales como simbólicos, reflejan las iniquidades de poder entre el hombre
y la mujer al personificar valores culturales patriarcales. Estos valores apoyan
la dominancia del hombre y la subordinación y opresión de la mujer; son a
menudo interpretados como si fueran universales e históricamente persuasivos,
aunque varían en la expresión e intensidad de sus impactos en diferentes
tiempos y lugares.
Como contraparte de ésta análisis de la dominación patriarcal en el paisaje,
también consideraré como las mujeres la han resistido creando sus propias
visiones de los paisajes y han trabajado para traer estas visiones al mundo.
Discutiré los esfuerzos de la mujer para reformar la arquitectura y los espacios
que ha hecho el hombre y para combatir la destrucción del entorno que ellas ven
derivada de la manipulación masculina de la naturaleza y la tecnología. El lidiar
con la opresión y la resistencia, sin embargo, no cuenta de forma suficiente toda
la historia. Estudios de las creencias religiosas de las mujeres y sus rituales, su
literatura oral y escrita y su arte sugieren que han trazado en el paisaje para
expresar un sentido de autonomía femenina y su identidad como mujeres. En
otras palabras, el significado que las mujeres trazan del paisaje puede
empoderar las no sólo para resistir la dominación patriarcal sino también para
validarse a sí mismas. En este capítulo, describiré como algunas mujeres en el
sudeste de Estados Unidos han trazado el paisaje con esos propósitos. En suma,
mi enfoque está diseñado para mostrar que el género y el paisaje están, de hecho,
conectados y argumentar que el paisaje expresa poder y significado en modos
que tienen connotaciones tanto positivas como negativas para las mujeres.

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