En este sentido el autor dice textualmente lo siguiente “Se puede llegar a una
definición conceptual de lo político solo mediante el descubrimiento de la fijación de las
categorías específicamente políticas. Lo político tiene, en efecto, sus propios criterios
que actúan de manera peculiar frente a diversas áreas concretas, relativamente
independientes, del pensamiento y de la acción humana, en especial del sector moral,
estático y económico. Lo político debe por esto contener alguna distinción del fondo a la
cual pueda ser remitido todo el actuar político en sentido especifico. Admitamos que en
el plano moral las distinciones de fondo sean bueno y malo; en el estático, belleza,
fealdad; en el económico, útil y dañino o bien rentable y no rentable. El problema es
entonces si existen un simple criterio de lo político, y dónde reside; una distinción
específica, aunque no del mismo tipo que las distinciones precedentes, sino más bien
independiente de ellas, autónoma y válida de por sí”. De esta manera Schmitt esboza de
gran manera varios puntos necesarios para comprender el concepto de lo político en
cuestión. Al Enunciar la necesidad de encontrar y fijar las categorías específicamente
políticas, está indicando criterios de decisión, y por tanto de discriminación. Si estos
criterios mencionados se alinean a formas determinadas que actúan de manera
relativamente independiente de otras acciones humanas, da a entender que están
construidos precipitadamente para alejarlos de toda corrupción. Por eso el término que
con mayor certeza incluye todas estas acciones y motivos políticos es el término
amigo/enemigo. Dado que se conjuga muy bien con el propósito de lo político, además
muestra de alguna manera que es un concepto problemático y no estático.
Por otra parte el autor plantea que lo elementar de lo político no debe ser limitado
a la distinción de enemistad literalmente, sino que debe tener en cuenta la distinción
entre el amigo y el enemigo. De esta manera el enemigo debe ir más allá de un
competidor cualquiera, como lo presenta el liberalismo, en otro modo tampoco puede ser
visto como el contrincante privado, pues solo puede darse la “enemistad” si es pública.