Axiología y Valores

Por: Ricardo Gardellini Z.

C.I.P: 8-851-984
Escuela de Ingeniería Civil
Residencia: Costa del Este, Panamá

El Problema del Valor

Al enfrentar el asunto filosófico de la axiología y los valores, extraigo como primera

conclusión que los valores son entes filosóficos absolutos pero que son percibidos
sentimentalmente en la manera en que ya nos motiva a no ser indiferentes, es
decir que existen por el simple hecho de existir, pero al motivarnos a descubrirlos
nos damos cuenta de su existencia. Es como si se negara la existencia del
Continente Americano, en tiempos de Cristóbal Colón, porque Colón ignoraba su
existencia. El hecho es que sí, efectivamente existía América, aunque muchos lo
desconocieran y el deseo de descubrir no nos hizo indiferentes y en consecuencia
y arriesgando todo fue descubierta. Este paralelismo muestra que la existencia
misma del valor no depende del conocimiento del mismo, sino que cuando nos
movemos a descubrirlo, y a no ser indiferentes ante él, surge en nuestro universo.
Estoy de acuerdo con Max Scheler cuando expone: “la desaparición del percibir
sentimental no suprime el ser del valor”.

El valor trasciende tiempo y espacio, es fácil llegar a esta premisa si admitimos

como absoluta la esencia del valor, el valor como tal es imperecedero y constante,
lo que cambia es la forma subjetiva de percibir el valor, lo vemos a través de la
historia humana: lo que antes era bello, ahora no lo es y lo que era moralmente
incorrecto ahora lo es. Debo aclarar y enfatizar mi punto; siempre sostendré que lo
bueno, bueno es y lo malo, malo es; pero al adentrarme en esta discusión sobre el
valor y la axiología noto que la percepción del valor cambia según las distintas
épocas, aunque el ser o la esencia del valor no cambie. Tal vez sea por los
condicionamientos que nos impone la sociedad, en fin, el valor como tal se capta
subjetivamente, cada persona ve o interpreta al valor como quiere, para algunos la
esclavitud es un valor deseable y positivo y para la gran mayoría no lo es.

Los valores, al igual que la pirámide de las necesidades humanas propuesta por
Abraham Maslow, tienen jerarquía, esto me hacen estar de acuerdo con Scheler
en que: “los valores mantienen una determinada jerarquía cuyo fundamento es la
correlación de los valores en orden a la no indiferencia”, donde en la base de la
pirámide se encuentran los útiles, pasando por los vitales, espirituales hasta llegar
a la cúspide con los valores religiosos como: fe y esperanza.
Axiología y Valores

La Axiología es una rama de la filosofía que tiene como objeto el estudio de la

naturaleza o esencia de los valores, es por ello que su estudio es de suma
importancia para todo ser humano, pero ¿cómo se estudia un valor o su esencia?,
para mí en lo personal es el estudiar la evolución del pensamiento filosófico a
través del tiempo. Es así como encontramos a muchos autores y eruditos,
filosofando acerca de la naturaleza de la axiología en sí misma, algunos sostienen
que es una extensión de la ontología, disciplina filosófica que estudia el Ser y
cuáles son sus cualidades (Lavelle, Le Senne y Zaragüeta, entre otros), y otros la
fundamentan en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino (J. von Rintelen) en
que la axiología es basada en el concepto de Bien. Me decanto en pensar que la
axiología como rama filosófica no puede estar sujeta ni condicionada al concepto
del Bien Tomino sino que debe ser estudiada más ontológicamente, es decir que
aunque el Bien trascienda el ser, la axiología debe estudiar al valor en un marco lo
más extenso posible y sin limitaciones, ya de carácter moral o religioso. Si bien es
cierto que somos seres humanos y que al vivir en sociedad necesariamente
estamos sujetos a los condicionamientos que ésta nos impone, sostengo que el
estudio de los valores debe ser enfocado en su esencia como ser o ente filosófico
que es y no en consideraciones religiosas. A mi entender el concepto del valor
axiológico es libre de interpretación y como ya planteé se capta de manera
subjetiva, entonces se infiere que los religioso lo ético y moral también son
asuntos de la axiología y no condicionan a esta.

Establecida mi tesis, ampliaré con detalles mis argumentos. Para mí al igual que lo
consideró Platón las verdades son eternas y necesariamente se manifiestan
empírica y espontáneamente para ser conocidas, son inherentes al universo y por
ello inalienables, la manera en que las captamos es lo que hace de su percepción
sea diferente, en este sentido necesariamente necesitamos conocerlas para notar
su existencia, pero ellas en sí existen por cuenta propia. A través de los tiempos
ha habido muchos pensadores que plantean el problema del valor y dan forma a
las diferentes corrientes axiológicas, Es Nietzsche que señala que los valores
vitales priman sobre la razón, argumente con el cual estoy en opción, la razón
debe prevalecer como conciencia espiritual y no los meros instintos humanos.
Nietzsche señala que: “la historia es una dinámica de de creación y de
aniquilamiento de valores” desde la perspectiva de la axiología ontológica esto no
puede ser verdad ya que el valor existe de por sí y no es condicionado, ni creado
ni aniquilado, lo que ocurre es que al variar las épocas se capta de manera
diferente, el ser del valor existe a pesar que nos sea indiferente, se infiere pues
que desde el este punto de vista, la premisa de este filósofo es falsa.
La tensión impuesta por el ser del valor ya objetivo, ya subjetivo perdura a través
de los años y esta dicotomía no cesará sino que se hará más profunda.

Otra arista del problema filosófico de la axiología estriba en la relatividad de su

esencia, es decir que, el acto mismo de la existencia se fundamenta en la simple
afirmación de existir. Los valores son el resultado de la libre afirmación de su
existencia, pero que se establecen en forma jerárquica (Schele), el valor para mí
trasciende la conciencia y es espontáneo, su hegemonía ante el vida consiente es
evidente (no hay que tener consciencia para que el valor exista), luego se
concluye que surge de manera espontánea y que después es descubierto cuando
tenemos conciencia de él.

Aunque algunos pensadores como R. B. Perry (Neopositivismo) sostenían que:

“el fundamento del valor es el sujeto que lo valora” el valor para mí existe aunque
no haya sujeto que lo valore, puesto que la esencia del universo del ser no se
condiciona al conocimiento de él, sino que existe por su propia naturaleza.

Posteriormente surge la corriente del Empirismo Lógico, establecía que las

expresiones metafísicas carecían de rango científico y que eran de trasfondo
sentimental, hasta cierto punto comparto esa idea , aunque no del todo; se ha
demostrado que los sentimientos trascienden el universo físico y son verdades
axiomáticas, aclaro: el concepto de bueno, malo, justo, o injusto, son de carácter
subjetivo, es verdad, pero el concepto en sí no lo es, lo bueno es bueno en la
medida en que fue creado o modelado en el universo absoluto, pero la conciencia
de lo bueno la tenemos nosotros.

Coincido con Inmanuel Kant al afirmar que los valores son fundamentos del ser y
son independientes de la razón y de la conciencia. Por esto los valores son
absolutos y no relativos. El valor aparece n la conciencia en forma de un objeto, es
decir que uno y otro coexisten ligados, no puede existir objeto sin valor ni valor sin
objeto Bien decía H. Rickert: “el valor no pertenece a la esfera del sujeto, sino a la
del objeto”.
Axiología Personalista

Según Max Scheler, se dan en las personas tres aspectos axiológicos: la

singularidad, la actualidad y la estabilidad. Tales características le da a la persona
su valor axiológico y por ende la da la facultad de conocer el valor y su esencia o
naturaleza.

La singularidad establece los conceptos de: el ver, el preferir, el estimar, el

admirar, etc. Herramientas que son necesarias para poder descubrir el valor.

La actualidad que es la que nos hace reflexionar en cada uno de nuestros actos y
la estabilidad que es la que nos conduce a trasmutar esos bienes en provecho de
nosotros mismos.

Todo estas se encuentra fuera de la esfera ético-moral-religiosa, entonces se

refiere al hecho de que para conocer el valor de un objeto o concepto sólo es
necesario apreciarlo, no ser indiferentes y reflexionar sobre su naturaleza para
llegar a la esencia de su ser. Este enfoque es individualista ya que se centra en el
ser como persona consiente que llega a conocer el valor a través de este acto
axiológico. Notamos de inmediato que se centra en la persona (divina o humana)
para conocer el valor.

Para N Hartman la persona es la que se mueve dinámicamente por los valores y la

condicionan por los actos potenciales que pueden efectuar, es decir que el
siempre hecho de conocer el objeto no es suficiente, sino que a través de la idea
de un acto potencial valora el objeto. Cada vez que tomamos una decisión
valoramos el pro y el contra de esta.

En la axiología personalista tenemos el concepto del Fin. La implicación de que

las personas elijan determinado fin, y que este esté condicionado moral y
éticamente es de vital estudio en este y en diversos cursos dentro de la escuela de
la filosofía.

Es sabido que las personas sienten una gran necesidad de auto superarse y de
alcanzar sus metas, desde este punto de vista el valor ético y moral juega un
importante papel y cada acción va sumándose para alcanzar el fin supremo de la
autorrealización. Todo lo que el hombre realiza se restringe al bien individual, pero
que sumado colectivamente llega a ser un bien supremo social y universal.