LOS 7 SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO

Titulo prospectivo, ¿cuándo empieza el futuro?, el futuro de muchos es el presente de otros

y sobre el futuro que se puede decir ¿Cómo se puede tener certeza en el futuro? Si lo único
certero es la incertidumbre del futuro, debido al intervalo de tiempo entre la publicación del
libro y el momento de esta redacción, puedo afirmar que hemos llegado al futuro prometido y
que la pertinencia y aplicabilidad de la obra sigue estando presente a casi 20 años de su
publicación sin detrimento alguno mostrando a la vez la trascendencia de la obra y el
crecimiento e intensificación de la problemática planteada y/o los nulos esfuerzos por lograr
los objetivos planteados.

Los siete saberes planteados en la obra son:

a. Las cegueras del conocimiento (Buscar la lucidez)

Todo lo que conocemos los percibimos a través de los sentidos, aunque los sentidos
pueden ser engañados, motivo por el cual se genera un tipo de error conocido como
intelectual ya que se genera en la reconstrucción de la percepción por medio del
lenguaje, reconocer que todo conocimiento puede contener algún tipo de “ruido”
producto de la percepción o decodificación debido a la subjetividad de estos procesos,
nos dará la posibilidad de hacer flexible nuestro pensamiento y potencializar nuestro
aprendizaje.

b. Los principios de un conocimiento pertinente

Hay que ubicar las informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran
sentido, para que sean susceptibles de ser aprehendidas en conjunto, la sobre-
especialización contribuye al debilitamiento de la responsabilidad para con nuestros
conciudadanos, en necesario enseñar los métodos que permitan aprehender las
relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo
complejo, la contextualización es una condición esencial de la eficacia del saber.

c. Enseñar la condición humana

Tomar conciencia de la condición común a todos los humanos, el hombre posee una
dualidad inseparable cerebro-mente-cultura y razón-afecto-impulso, la cultura
acumula en sí lo que se conserva, trasmite y aprende, comprender lo humano es
 comprender su unidad en la diversidad, su diversidad en la unidad entre las
profundidades obscuras sico-afectivas y la llama viva de la conciencia.

d. Enseñar la identidad terrenal

La unión planetaria es la exigencia racional mínima de un mundo limitado e
interdependiente, la educación trasmite lo viejo y apertura a la mente para acoger lo
nuevo, por lo que debemos dedicarnos no solo a dominar sino a acondicionar, mejorar
y comprender, la solidaridad y la responsabilidad para los hijos de la tierra. Todo ser
humano, toda colectividad debe dirigir su vida en una circulación interminable entre su
pasado donde encuentra su identidad, su presente donde afirma sus necesidades y un
futuro hacia donde proyecta sus aspiraciones y sus esfuerzos.

e. Enfrentar las incertidumbres

La conciencia del carácter incierto del saber cognitivo constituye la oportunidad para
llegar a un conocimiento pertinente, el conocimiento es navegar en un océano de
incertidumbres a través de archipiélagos de certezas. El pensamiento debe diferenciar
las oportunidades de los riesgos. Confiar en lo inesperado y trabajar para lo
improbable.

f. Enseñar la comprensión
Enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la
solidaridad intelectual y moral de la humanidad, la proximidad entre las personas
puede generar comprensión y sin embargo también puede alimentar malos
entendidos, celos y agresividades, comprender significa intelectualmente aprender en
conjunto.

g. La ética del género humano

Toda concepción del género humano significa desarrollo conjunto de las autonomías
individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia a la
especie humana, la ética no se podrá enseñar con lecciones de moral.

Desde mi punto de vista para poder esbozar de alguna manera el conjunto de saberes
aquí expuesto es necesario iniciar con la enseñanza de la comprensión, la
comprensión que permite la convivencia entre conceptos antagónicos reconocer que
hay una verdad en la idea antagónica a la nuestra y es esta verdad la que hay que
respetar, obviamente para poder comprender hay que conocer, establecer relaciones
para poder centrarse no sólo en los síntomas sino en la causa de los racismos,
xenofobias y desprecios, comprender es también aprender y reaprender de manera
permanente.

Existen dos tipos de comprensión la intelectual u objetiva y la comprensión humana

intersubjetiva. La comprensión intelectual es la capacidad para entender el código en
que la información fluye, la comprensión humana intersubjetiva incluye
necesariamente un proceso de empatía, de identificación y proyección no puede
enseñarse como tal es necesario mostrarla e incitarla en los demás, la comprensión
necesita apertura, simpatía y generosidad.

En cada rincón del planeta se pueden encontrar diversos ejemplos de la necesidad de

estos saberes para mejorar la convivencia entre los seres humanos como especie que
comparte una identidad, al ser empáticos a las necesidades de otros seres humanos
que se encuentran en diversos puntos geográficos, en quienes identificamos las
mismas necesidades vitales que luchamos por cubrir día a día y a la vez reconocemos
distintas formas de satisfacerlas eso nos permite la proyección prospectiva de nuestra
propia existencia, lo que nos invita a comprender las circunstancias y contextos en
que se manifiestan las acciones de manera tal que podamos reflexionar sobre la
interdependencia del género humano y los alcances de las consecuencias de las
acciones realizadas.

Si sabemos comprender antes de condenar estaremos en la vía de la humanización

de las relaciones humanas. Los medios de comunicación nos mantienen relacionados
unos con otros y de cada individuo es la responsabilidad de actuar de manera
sustentable para el bienestar de la humanidad o bien de evitar comprender que todos
los seres humanos pertenecemos a una misma nacionalidad planetaria y asumir las
consecuencias catastróficas que esa indiferencia prevé.