FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE INGENIERÍA GEOLÓGICA
DOCENTE
ING. AGUILAR ZELADA, VÍCTOR ERNESTO
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CAJAMARCA-PERÚ
2019
www.imcportal.com
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 4
2. OBJETIVOS.................................................................................................................................. 5
2.1. Objetivo General ................................................................................................................... 5
2.2. Objetivos Específicos ............................................................................................................ 5
3. BASES TEÓRICAS ...................................................................................................................... 5
3.1. CARACTERÍASTICAS FISICO-MECÁNICAS DE LAS ROCAS ................................ 5
3.1.1. La densidad.................................................................................................................... 6
3.1.2. Las resistencias estáticas. ............................................................................................. 6
3.1.3. Tenacidad....................................................................................................................... 6
3.1.4. Resiliencia ...................................................................................................................... 7
3.1.5. Rigidez............................................................................................................................ 7
3.1.6. Las resistencias dinámicas............................................................................................ 8
3.1.7. La porosidad. ................................................................................................................. 8
3.1.8. La Capacidad de Amortiguación Específica............................................................... 8
3.1.9. La conductividad. .......................................................................................................... 9
3.1.10. La velocidad de la onda longitudinal. .......................................................................... 9
3.1.11. El módulo de elasticidad. .............................................................................................. 9
3.1.12. La relación de Poisson. ................................................................................................. 9
3.1.13. Dureza y penetración .................................................................................................... 9
3.2. ESTRATIGRAFÍA ............................................................................................................. 10
3.3. RASGOS ESTRUCTURALES .......................................................................................... 12
3.4. ESTUDIO DEL MACIZO ROCOSO ............................................................................... 16
3.5. PARÁMETROS DE LA PERFORACIÓN Y VOLADURA........................................... 21
3.6. DISEÑO DE VOLADURAS ATENDIENDO AL CONTROL GEOESTRUCTURAL
…………………………………………………………………………………………………………………………………………41
3.6.1. Índice de Volabilidad (BI) .......................................................................................... 46
3.7. INTENTOS DE CORRELACIÓN DE ÍNDICES DE PERFORACIÓN CON LOS
PARÁMETROS DE DISEÑO DE LAS VOLADURAS .............................................................. 48
CONCLUSIONES............................................................................................................................... 50
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................................. 51
2
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Porosidad en el macizo rocoso ................................................................................... 8
Figura 2. Rangos de valores de dureza total para algunas rocas .............................................. 11
Figura 3. Contacto de areniscas y lutitas fisibles ..................................................................... 12
Figura 4. Esquema de perforación en un macizo heterogéneo. ............................................... 12
Figura 5. Espaciamiento reducido entre barrenos en macizos fracturados para una alta
fragmentación. ......................................................................................................................... 13
Figura 6. Espaciamiento amplio entre barrenos en macizos fracturados para una baja
fragmentación. ......................................................................................................................... 14
Figura 7. Familia de discontinuidades formando ángulos respecto de la cara libre. ............... 14
Figura 8. Familia de discontinuidades paralela a la cara libre ................................................. 14
Figura 9. Medición del espaciamiento entre diaclasas observando la roca expuesta. ............. 18
Figura 10. Ejemplo de histograma. Análisis de longitud de bloques....................................... 18
Figura 11. A la izquierda: Explicación gráfica de las convenciones adoptadas. A la derecha:
Isométrico del diseño de una voladura..................................................................................... 42
Figura 12. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 0º ...................... 43
Figura 13. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 90º .................... 43
Figura 14. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 45° .................. 44
Figura 15. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura 0º < α < 45º ............. 45
Figura 16. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; 45º < α < 90º ..... 46
Figura 17. Correlación RQI vs Consumo específico. .............................................................. 49
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Términos descriptivos para identificar el espaciamiento. .......................................... 18
Tabla 2. Relación Jv versus RQD para calificar el estado de masividad de un macizo. ......... 20
Tabla 3. Términos descriptivos del tamaño de bloques y su relación con Jv. ......................... 20
Tabla 4. Calificación de parámetros geomecánicos para determinar el Índice de Volabilidad,
B.I............................................................................................................................................. 47
3
1. INTRODUCCIÓN
En el diseño de voladuras, las características físicas, químicas y mecánicas de las rocas, (entre
otras de sus propiedades) así como la estratigrafía y los rasgos estructurales del macizo rocoso,
juegan un papel importante pues determinan la geometría de la voladura, el consumo específico
y la regulación de los tiempos de retardo tanto en voladuras a cielo abierto como subterráneas,
pero también el consumo de aceros de perforación y las molestias sobre la comunidad y el
entorno.
Los elementos básicos de geología que tienen incidencia en la perforación y voladura son: 1)
las características físicas y mecánicas de las rocas que conforman el macizo rocoso, 2) la
estratigrafía, esto es, la presencia de estratos menos resistentes, y eventualmente más delgados,
y presencia de cavidades y 3) los rasgos estructurales, esto es, la presencia de planos de
estratificación, fallas, diaclasas principales y secundarias, en lo que tiene que ver
fundamentalmente el comportamiento de cada uno de estos.
Otro parámetro que debe tenerse en cuenta en un diseño racional, está obviamente, asociado
con los objetivos de la voladura; este otro factor puede conllevar a modificar los diseños en
virtud a favorecer la granulometría a lograr, así como a evitar la dilución del material a remover.
4
2. OBJETIVOS
2.1. Objetivo General
Analizar las características físicas y mecánicas de las rocas que conforman el macizo
rocoso
Examinar la estratigrafía, esto es, la presencia de estratos menos resistentes, y
eventualmente más delgados, y presencia de cavidades.
Determinar los rasgos estructurales, esto es, la presencia de planos de estratificación,
fallas, diaclasas principales y secundarias.
3. BASES TEÓRICAS
3.1. CARACTERÍASTICAS FISICO-MECÁNICAS DE LAS ROCAS
Los materiales que constituyen los macizos rocosos poseen ciertas características ingenieriles
función de su origen y de los procesos geológicos posteriores a los que han podido estar
sometidos. Es así como se tienen las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas. Las
propiedades físicas y mecánicas más importantes de las rocas que influyen sobre el buen diseño
de una voladura, son:
La densidad
Las resistencias dinámicas
La porosidad
La fricción interna
La conductividad
La velocidad de la onda longitudinal
El módulo de elasticidad
La relación de Poisson
5
El índice de expansión
3.1.1. La densidad
En general, las rocas de baja densidad se deforman y rompen con facilidad, requiriendo un
factor de energía relativamente bajo, en tanto que las rocas más densas demandan de una mayor
cantidad de energía para lograr una fragmentación satisfactoria así como un buen
desplazamiento y esponjamiento del material volado. En rocas con alta densidad, para que el
empuje impartido por los gases sea el adecuado, deben tomarse las siguientes precauciones:
aumentar el diámetro de perforación para elevar de esta manera la presión de barreno, reducir
el esquema y modificar la secuencia de encendido, mejorar la efectividad del retaque con la
finalidad de aumentar el tiempo de actuación de los gases y obligarlos a que escapen por el
frente libre y no por el mismo barreno y utilizar explosivos con una alta energía de empuje.
(Correa Arroyave, 2009)
3.1.2. Las resistencias estáticas.
3.1.3. Tenacidad
La tenacidad refleja fundamentalmente la capacidad de un material para absorber energía
durante la deformación plástica. En una prueba estática, esta energía se mide por el área bajo
la curva esfuerzo - deformación, la cual representa el trabajo requerido para fallar la muestra.
El módulo de tenacidad, es la máxima cantidad de energía de deformación por unidad de
volumen que el material puede absorber sin fracturarse; se expresa en kg.cm/cm³
Donde
Mt: módulo de tenacidad
σc: esfuerzo de la compresión simple
6
εf: deformación unitaria en la falla
Puede deducirse entonces, que los materiales con una alta tenacidad deben ser muy resistentes
y exhibir una alta ductilidad. Los materiales frágiles, por su parte, usualmente tienen baja
tenacidad dado que sólo muestran una pequeña deformación plástica antes de la fractura.
(Jastrzebski, 1959)
3.1.4. Resiliencia
La capacidad de un material para absorber energía en el rango elástico, se conoce como su
resiliencia (Jastrzebski, 1959). El módulo de resiliencia es la máxima cantidad de energía de
deformación por unidad de volumen que el material puede absorber hasta el límite elástico; se
expresa en kg.cm/cm³ y está representado por el área bajo la curva, esfuerzo - deformación, en
la zona elástica. Las dos propiedades, esfuerzo en el límite elástico y elasticidad, que al parecer
influyen, en gran parte, sobre la resistencia a la compresión, intervienen en la determinación
del módulo de resiliencia, tal como se aprecia en la siguiente expresión:
Donde
Mr: módulo de resiliencia
σl : esfuerzo en el límite elástico
E : módulo de deformación
εl : deformación unitario en el límite elástico
Esta ecuación indica que para un alto módulo de resiliencia, el material debería exhibir un
alto esfuerzo en el límite elástico.
3.1.5. Rigidez
La rigidez está caracterizada por el módulo de deformación o módulo de elasticidad, el cual es
el factor de proporcionalidad entre el esfuerzo normal y la deformación relativa que sufre la
muestra de roca; su valor en la mayoría de las rocas varía entre 0,3 x 105 y 1,7 x 105 MPa,
dependiendo fundamentalmente de la composición mineralógica, la porosidad, el tipo de
deformación, y la magnitud de la carga aplicada. También influye en dicho parámetro la
estructura de la roca, ya que el módulo de deformación en la dirección de la estratificación o la
esquistosidad es generalmente mayor que en la dirección perpendicular a ésta
7
3.1.6. Las resistencias dinámicas.
El tratamiento racional de los problemas reales obliga a considerar las resistencias dinámicas.
Las resistencias de las rocas aumentan con la velocidad de carga pudiendo llegar en algunos
casos a alcanzar valores entre 5 y 13 veces superiores a las estáticas. Es por ello que puede ser
bastante conveniente, determinar en el laboratorio las resistencias al impacto, (a fin de
determinar, por ejemplo, el índice de impacto, relación trabajo específico de impacto a
resistencia a la compresión simple) a fin de seleccionar explosivos que desarrollen en las
paredes del barreno, esfuerzos inferiores o iguales a la resistencia a la compresión dinámica de
la roca o provocar una variación en la curva Presión-Tiempo, mediante el desacoplamiento de
la carga dentro del barreno.
3.1.7. La porosidad.
Se trata de la porosidad intergranular, primaria o de formación, cuya distribución en el macizo
pudiera considerarse uniforme y que genera efectos como la atenuación de la energía de la onda
de choque y la reducción de la resistencia dinámica a la compresión y, consecuentemente, un
incremento de la trituración y porcentaje de finos. El trabajo de fragmentación en rocas muy
porosas, se realiza, casi en su totalidad, por la energía de empuje, lo que obliga a utilizar
explosivos con una elevada energía de empuje, sacrificando la energía de tensión, mediante el
desacoplamiento de las cargas y a retener los gases de las voladuras a alta presión con un
adecuado dimensionamiento de la longitud y tipo de retaque
8
3.1.9. La conductividad.
Fugas o derivaciones de corriente pueden presentarse cuando los detonadores se colocan dentro
de barrenos en rocas de cierta conductividad, como los sulfuros complejos o las magnetitas, y
esencialmente cuando las rocas son abrasivas y existe agua en el entorno de la pega.
9
Dureza Total
Deere (1970) sugirió el uso de una combinación entre resistencia y abrasividad de la roca para
la previsión de la penetración de tuneladoras y llamó Dureza Total (HT) al parámetro
Donde
HT: dureza total
HR: dureza de rebote al martillo Schmidt
HA: abrasividad Taber Modificado
Nelson et al. (1983) han estudiado cuatro túneles y encontraron una excelente correlación entre
el índice de penetración y la dureza total
Donde
Id: Índice de penetración, kN/mm
HT: dureza total
3.2. ESTRATIGRAFÍA
Las voladuras en zonas en donde se produce un cambio litológico drástico y,
consecuentemente, una variación de las propiedades de las rocas, obligan a una reconsideración
de los diseños. Deben colocarse, por ejemplo, espaciadores en arcilla o gravilla entre la carga
del barreno en donde la presencia de lodolitas, por ejemplo, indica que es posible una explosión
prematura. A menudo, estratos de lutita o arcillolita muy blandos, se encuentran concentrados
en una pequeña longitud del barreno, los cuales deben ser tratados de la misma manera a fin de
prevenir una pérdida de energía del explosivo.
Los yacimientos estratiformes semi horizontales que presentan algún horizonte muy resistente,
pueden conducir a un tipo de voladuras particular en los que las cargas se alojen perfectamente
confinadas, a la altura de tales horizontes. Igualmente, es recomendable que la localización de
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los multiplicadores en las columnas de explosivo coincida con los niveles más resistentes a fin
de aprovechar al máximo la energía de tensión producida por dicho explosivo.
Cuando se encuentren en contacto dos materiales de resistencias muy diferentes, como por
ejemplo una lutita físil en contacto con una arenisca muy competente, y si los barrenos
atraviesan dichas formaciones, tendrá lugar una gran pérdida de energía asociada con la caída
de presión y escape de los gases al producirse deformaciones rápidas de dichos materiales
menos resistentes y, por consiguiente, se obtendrá una mala fragmentación (esta situación, que
de hecho es mucho más común de lo que se pueda pensar, es un buen ejemplo para llamar la
atención sobre el seguimiento que debe hacerse durante la perforación).
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Figura 3. Contacto de areniscas y lutitas fisibles
Si los materiales de los estratos son diferentes en sus respuestas a la voladura, el piso del banco
puede llegar a ser muy irregular; igualmente, es probable que se presenten fracturas terminales
si el disparo se inicia en la dirección equivocada.
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Las superficies de discontinuidad en el macizo pueden ser de distintas clases: estratificación,
laminación, foliación primaria, esquistosidad, pizarrosidad, fracturas, juntas, etc. Dichas
discontinuidades pueden estar abiertas, cerradas o rellenas, y por ende, exhibir diferentes
grados de transmisión de la energía del explosivo. Los labios de estas discontinuidades
representan superficies planas en donde se reflejan las ondas de choque atenuando y disipando
la energía producida por el explosivo.
La fragmentación está influenciada por el espaciamiento entre barrenos, “E”, el espaciamiento
entre discontinuidades, “S”, y el tamaño máximo del bloque admisible, “M”.
Especial cuidado debe prestarse cuando las discontinuidades son subverticales y la dirección
de salida es normal a la de éstas, pues es frecuente la sobreexcavación detrás de la última fila
de barrenos, lo cual obliga a una perforación inclinada para mantener la dimensión del burden
en la primera línea.
Cuando la estratificación o los sistemas de diaclasas presentan un ángulo menor de 30º, es
recomendable que los barrenos sean normales a dichos planos con la finalidad de aumentar el
rendimiento de las voladuras.
Las discontinuidades en el macizo rocoso tienen gran influencia sobre el diseño y ejecución de
las voladuras ya que pueden utilizarse como un indicativo preliminar de la fragmentación: el
espaciamiento entre discontinuidades, puede: a- Obligar a un espaciamiento menor entre
barrenos con el fin de minimizar sus efectos adversos en la fragmentación de la roca. b- Reducir
los requerimientos de energía del explosivo para una buena fragmentación. c- Permitir el
empleo de explosivos con alta producción de gases como el Anfo, para producir el
desplazamiento del material durante la voladura. dEstablecer como clave de la fragmentación
y el control estructural, la orientación del frente de explotación respecto a la orientación de las
discontinuidades.
Las Figuras 5 y 6 muestran la influencia del espaciamiento entre discontinuidades sobre la
malla de perforación.
Figura 5. Espaciamiento reducido entre barrenos en macizos fracturados para una alta fragmentación.
13
Figura 6. Espaciamiento amplio entre barrenos en macizos fracturados para una baja fragmentación.
14
En una formación con presencia de estratos inclinados, los barrenos deben perforarse en filas
a fin de crear una cara orientada en la dirección de buzamiento de dichos estratos (es decir,
normal a la dirección de los mismos). Este procedimiento incrementa igualmente la posibilidad
de tener una roca fracturada más allá de los límites de la última fila de barrenos, como en todos
los casos, pero la parte superior posterior del último plano de estratificación se proyecta hacia
afuera y la masa rocosa remanente no soportada es susceptible de caer por gravedad.
La proyección contra el buzamiento, produce, por su parte, menos fracturamiento detrás de la
última fila volada pero incrementa la posibilidad de un repié alto, un piso rugoso en el banco y
una mayor altura que la pila de material volado normal.
El burden se verá modificado por un factor de corrección dependiendo de si la proyección se
hace a favor o en contra del buzamiento, así: para el primero, Kd = 1,18 y para el segundo, Kd
= 0,95.
El disparo normal a la dirección de los estratos no se debe llevar a cabo si existen múltiples
plano de estratificación que se presenten muy inclinados en el frente de arranque.
Si la voladura bajo cualquiera de estas condiciones conduce a resultados desfavorables, puede
ser necesario reorientar el frente a fin de sacar ventaja de geologías más favorables; no obstante,
si estos cambios no son posibles, la selección de los explosivos debe tomar en cuenta estos
factores.
Resulta una buena práctica orientar el frente paralelo a la dirección de un sistema de
diaclasamiento principal, ya que en este caso la expansión de los gases producidos por la
detonación del barreno trabaja contra la roca que es más propensa a fracturarse primero según
las diaclasas principales y subsecuentemente según las diaclasas menores o secundarias.
Las cavidades intersectadas por los barrenos, no sólo dificultan la perforación con la pérdida
de brocas, varillas y tiempos de retardo, sino incluso, la eficiencia de la voladura, especialmente
cuando se utilizan explosivos a granel o bombeables. Si, por otro lado, los barrenos no
intersectan las cavidades, el rendimiento de la voladura también disminuye debido a la
prematura terminación de las grietas radiales al ser interrumpidas, en su propagación, por las
cavidades existentes y la rápida caída de presión de los gases al intercomunicarse el barreno
con las cavidades, y, como consecuencia, la interrupción de la apertura de grietas radiales al
escapar los gases hacia los espacios vacíos.
Otra de las características del macizo rocoso que influencian la voladura son, los esfuerzos in-
situ; en este caso, el patrón de fracturas generado entorno a los barrenos, puede estar
influenciado por la concentración no uniforme de esfuerzos alrededor del mismo. En rocas
masivas homogéneas, las grietas que empiezan a propagarse radialmente desde los barrenos,
15
tienden a seguir la dirección de los esfuerzos principales. Esto quiere decir, entonces, que
después de determinar la dirección de los esfuerzos principales, el frente de voladura debe
orientarse en esa misma dirección. La presencia de agua, también tiene una importante
influencia en el buen desempeño de las voladuras. Las rocas porosas y los macizos
intensamente fracturados, cuando se encuentran saturados, presentan habitualmente ciertos
problemas que obligan a seleccionar explosivos que no se alteren por el agua; además dicha
humedad incide sobre la pérdida de barrenos por desplomes internos y dificulta la perforación
inclinada. Por otra parte, el agua afecta a las rocas y a los macizos rocosos ya que aumenta la
velocidad de propagación de las ondas elásticas en terrenos porosos y agrietados, reduce las
resistencias de las rocas tanto a compresión como a tracción, al ser menor la fricción entre las
partículas, y reduce la atenuación de las ondas de choque intensificando los efectos de ruptura
debidos a la energía de tensión.
Finalmente, la temperatura del macizo rocoso, en particular en yacimientos que contienen
piritas, hace que los agentes explosivos tipo Anfo reaccionen, igualmente exotérmicamente con
estos minerales. Las últimas investigaciones apuntan a una primera reacción entre el Anfo y el
sulfato ferroso hidratado, y más especialmente entre este último y el nitrato amónico,
iniciándose una reacción exotérmica que se automantiene a partir de los 80º centígrados. Este
sulfato ferroso es uno de los productos de descomposición de las piritas, además del sulfato
férrico y el ácido sulfúrico. Para obviar este inconveniente, es frecuente añadir al Anfo
sustancias inhibidoras tales como úrea u oxalato potásico, entre otras, de tal forma que un 5%
en peso de estas sustancias evitan la reacción exotérmica de la mezcla ternaria hasta una
temperatura de los 180º C. La sensibilidad de los hidrogeles también depende de la temperatura
de la roca con la que esté en contacto. La recomendación general cuando se presenten estos
problemas, es la de limitar el número de barrenos por voladura, a fin de disminuir el tiempo
transcurrido entre la carga y la voladura.
16
El tamaño de bloques es uno de los indicadores más importantes del comportamiento del
macizo rocoso. Sus dimensiones se determinan mediante el espaciamiento, el número de
familias y la persistencia de las discontinuidades que delimitan los posibles bloques. El número
de familias y la orientación determinan la forma de los bloques resultantes, los cuales pueden
asemejarse a cubos, romboedros, tetraedros, láminas etc. De cualquier modo, las formas
geométricas regulares son la excepción a la regla ya que rara vez las discontinuidades resultan
paralelas. Usualmente las rocas de tipo sedimentario presentan los bloques más regulares.
El espaciamiento de las discontinuidades individuales y las familias asociadas, tienen una
fuerte influencia sobre la permeabilidad del macizo y las características del flujo. En general,
la conductividad hidráulica de cualquier familia dada, será inversamente proporcional al
espaciamiento, si las aperturas de las diaclasas individuales son comparables.
A fin de cuantificar el espaciamiento, el equipo necesario consiste de una cinta métrica de un
mínimo de 3m de longitud, calibrada en milímetros, un compás y un inclinómetro. El
procedimiento es: siempre que sea posible, la cinta debe mantenerse a lo largo de la superficie
expuesta de forma tal que la traza de la discontinuidad en dicha superficie, se mida
aproximadamente perpendicular a la cinta; si ésta no es perpendicular, deben realizarse
correcciones con respecto a esa desviación a fin de obtener el verdadero valor
www.imcportal.com del espaciamiento. Todas las distancias, d, entre discontinuidades
adyacentes, se miden y registran sobre longitudes de muestreo no inferiores a 3m (o al espesor
de la unidad de roca que se observe, si ésta es menor de 3m). La longitud de muestreo debería
ser preferiblemente mayor a 3 veces el espaciamiento estimado. Las distancias, d, deben
medirse con una precisión de 5% de sus valores absolutos.
El menor ángulo, α, entre la cinta y la familia de diaclasas observada, se mide con un compás
con una precisión de 5º. El espaciamiento modal se calcula a partir de la expresión:
Siendo dm la distancia modal medida, Figura 11. Es conveniente presentar la variación del
espaciamiento mediante un histograma tal como el que se presenta en la Figura 12.
El valor promedio de los espaciamientos modales individuales (S1, S2, S3, … etc.) representa
la dimensión media de los bloques rocosos típicos, si se asume su persistencia.
El espaciamiento, o frecuencia de discontinuidades, puede también determinarse a partir de
análisis de los núcleos de perforación y a partir de técnicas de observación del barreno tales
como estratoscopios, cámaras fotográficas y cámaras de televisión. Finalmente, varios
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investigadores han encontrado una relación bastante confiable entre la frecuencia (número de
discontinuidades por metro) y la velocidad de la onda longitudinal o de compresión, VL.
Para cada familia de discontinuidad, deben registrarse los espaciamientos mínimo, modal y
máximo (Smin, Smod y Smax). Un método muy conveniente para presentar un número muy
importante de toma de datos de mediciones de espaciamientos para los cuales se hace
indispensable un tratamiento estadístico, es el empleo de histogramas, utilizando la
terminología de la Tabla 3, para cada familia de discontinuidades. Igualmente pueden dibujarse
curvas de frecuencia para cada familia en el mismo diagrama, lo cual facilita una inmediata
identificación tanto de los respectivos valores modales, como de su dispersión.
La utilización del promedio en lugar de los espaciamientos modales, puede conducir a eliminar
dificultades en muestras que tengan modas múltiples o no muy definidas y en muestras con
modas en espacios muy reducidos. Finalmente, el espaciamiento también puede expresarse
como el inverso; es decir, el número de discontinuidades por metro: éste es el término para
frecuencia.
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Descripción Espaciamiento
Extremadamente cercano Menor de 20 mm
Espaciamiento muy cerca Entre 20 y 60 mm
Cerca Entre 60 y 200 mm
Espaciamiento moderado Entre 200 y 600 mm
Espaciamiento amplio Entre 600 y 2000 mm
Espaciamiento muy amplio Entre 2000 y 6000 mm
Extremadamente amplio Mayor de 6000 mm
Conteo volumétrico de diaclasas o número de diaclasas por metro cúbico, Jv. Es la sumatoria
del número de diaclasas por metro para cada familia de diaclasas. Las discontinuidades
casuales pueden incluirse pero generalmente tienen muy poco efecto sobre los resultados. El
número de diaclasas de cada familia debe contarse a lo largo del conjunto de diaclasas
perpendicular relevante. Se recomienda una longitud de muestreo de 5 a 10 m. Cada conteo de
diaclasas se dividirá, entonces, en 5 ó 10 a fin de expresar los resultados como número de
diaclasas por metro. Un resultado típico para 3 familias de diaclasas y una discontinuidad
casual registradas a lo largo de 5 ó 10 metros normal a las líneas de muestreo, puede ser el
siguiente:
El observador debe mirar hacia la dirección de cada familia de diaclasa, esto es, contar y
recontar perpendicular a la dirección, con lo cual se elimina el factor de corrección angular.
19
En vista de la gran utilización del RQD, en varios métodos de clasificación de macizos rocosos,
es de interés presentar la correlación aproximada entre Jv y RQD, la cual es de la forma:
Esta relación puede utilizarse para estimar el orden de magnitud del RQD cuando no se dispone
de núcleos de perforación. En la Tabla 3 se indica la relación entre Jv y la caracterización de
los bloques.
Término Jv (diaclasas/m3 )
Bloques masivos Menor a 1
Bloques grandes 1a3
Bloques de tamaño medio 3 a 10
Bloques pequeños 10 a 30
Bloques muy pequeños Mayor de 30
Valores de Jv superiores a 60, representan un macizo rocoso muy triturado, típico de zonas de
falla exentas de arcilla.
Macizos rocosos. Los macizos rocosos pueden describirse según los siguientes adjetivos, los
cuales dan una información preliminar del tamaño y forma del bloque:
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1.-Masivo: pocas diaclasas o espaciamiento muy amplio.
2.- En bloques: caras aproximadamente equidimensionales.
3.-Tabular: una dimensión considerablemente menor que las otras dos.
4.-Columnar: una dimensión considerablemente mayor que las otras dos.
5.- Irregular: grandes variaciones en el tamaño y forma de los bloques.
6.- Triturado: desde muy diaclasado hasta bloques que se asemejan a cubos de azúcar.
Los resultados deben presentarse de la siguiente forma:
1- Registrar el índice modal de tamaño de bloques, Ib, y los valores típicos para los tamaños
de bloque mayor y menor para el rango o los rangos de interés. Registrar igualmente el número
de familias y describir la persistencia.
2.- Registrar el número de diaclasas por metro, Jv, para esos mismos rangos.
3.- Describir el macizo rocoso y su masividad en términos generales como: masivo, en bloques,
tabular, columnar, triturado, etc.
4.- Donde sea posible, el tamaño y forma de los bloques debe también registrarse por medios
fotográficos y esquemas de campo de las superficies expuestas.
Diseño de voladuras atendiendo al control geoestructural
21
No existe una clasificación universalmente aceptada de las rocas en función de su
resistencia a compresión (Sc). En la literatura técnica sobre el tema se encuentran diversas
proposiciones. Algunas muy simples, que sólo diferencian entre rocas blandas, medianas y
duras. Otras más sofisticadas, incluyen hasta seis o siete categorías. Haciendo una síntesis,
para los efectos del análisis que sigue, se adoptará la clasificación que se enuncia en la tabla
siguiente:
VELOCIDAD DE ROTACIÓN
En principio, conceptualmente la velocidad de rotación es inversamente proporcional a la
resistencia a compresión de la roca. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la velocidad de
rotación también varía en función de la marcha en la que se esté trabajando. Por eso, es mejor
tener en cuenta el par motor, que para su cálculo ya se introducen las variables de la presión de
la bomba hidráulica, la marcha, y la velocidad de rotación.
El objetivo de la presente tesina es correlacionar el par motor con los resultados de los sondeos
SPT y no con la resistencia a compresión de la roca, básicamente porque es el valor de SPT de
un suelo, el parámetro que se utiliza para proyectar una estructura y no su resistencia a
compresión.
22
La fuerza de empuje se acostumbra a expresar en libras-peso [lbp] por unidad de diámetro del
trépano, expresado en pulgadas (Ф”). En la tabla siguiente se comparan los valores mínimos
que resultan de aplicar la fórmula anterior con los valores observados en la práctica minera
según la dureza de la roca.
Por otra parte, también se ha obtenido una fórmula empírica que permite estimar la fuerza de
empuje máxima que soportan los rodamientos de un tricono, en función del diámetro de
perforación (Ф).
Los resultados anteriores permiten explicar la razón por la cual la perforación rotativa no se
aplica en la práctica en diámetros menores a 175 mm (aprox. 7”), salvo en rocas blandas o muy
blandas. En efecto, en una roca de mediana a dura se requiere una fuerza (F´) del orden de
5.000 a 6.000 [lbp/” de Ф]; vale decir, 30.000 a 36.000 [lbp] para un tricono de 6 pulgadas,
siendo su límite de resistencia del orden de 29.000 [lbp].
Velocidad de rotación
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Mientras el barrido es perfecto, la velocidad de avance (Va) es linealmente proporcional a la
velocidad de rotación.
Va=KxN
Fuerza De Empuje
Mientras el barrido es perfecto, la velocidad de avance (Va) aumenta exponencialmente con la
fuerza de empuje. Va=KxFα 1<α
En la práctica, a medida que Va aumenta, el barrido se torna deficiente.
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DESGASTE DEL TRICONO
CONSUMOS DE ENERGÍA
Cuando la máquina está perforando los principales consumos de energía son los vinculados a
los siguientes accionamientos:
Rotación
Fuerza de empuje
Barrido y extracción del detritus
Otros accionamientos menores
Donde T es el par motor (torque) de rotación [kgm]. Si se considera como unidad de tiempo 1
minuto, la potencia requerida (Wr) será por lo tanto igual a:
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Donde N es el número de vueltas por minuto [rpm] o velocidad de rotación, que es
inversamente proporcional a la dureza de la roca (Sc).
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Luego, si se elige como unidad de tiempo 1 [min], la potencia requerida (We) será igual a:
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PARÁMETROS DE LA ROCA
Son determinantes, debiendo los explosivos y sus métodos de aplicación adecuarse a las
condiciones de la roca. Entre ellos tenemos:
A. PROPIEDADES FÍSICAS
a. Dureza
Indica aproximadamente la dificultad de perforarla.
b. Tenacidad
Indica la facilidad o dificultad de romperse bajo el efecto de fuerzas de compresión, tensión
e impacto, variando entre los rangos de friable (fácil), intermedia a tenaz (difícil).
c. Densidad
Indica aproximadamente entre la dificultad para volarla y varía entre 1,0 a 4,5 g/cm3 en
promedio. Rocas densas requieren también explosivos densos y rápidos para romperse.
d. Textura
Trama o forma de amarre de los cristales o granos y su grado de cementación o cohesión,
también relacionada con su facilidad de rotura.
e. Porosidad
Proporción de poros u oquedades y su capacidad de captar agua.
f. Variabilidad
Las rocas no son homogéneas en su composición y textura. Tienen un alto índice de
anisotropía o heterogeneidad.
g. Grado de alteración
Deterioro producido por efecto del intemperismo y aguas freáticas, además de fenómenos
geológicos que las modifican o transforman.
b. Resistencia mecánica
Resistencia a las fuerzas de compresión y tensión.
c. Fricción interna
Habilidad de las superficies internas para deslizarse bajo esfuerzos (rocas estratificadas).
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d. Módulo de Young
Resistencia elástica a la deformación.
e. Radio de Poisson
Radio de contracción transversal o extensión longitudinal del material bajo tensión.
f. Impedancia
Relación de la velocidad sísmica y densidad de la roca versus la velocidad de detonación y la
densidad del explosivo. Usualmente las rocas con alta frecuencia sísmica requieren
explosivos de alta velocidad de detonación.
C. CONDICIONES GEOLÓGICAS
a. Estructura
Es la forma de presentación de las rocas y está en relación con su origen o formación (macizos,
estratos, etc.).
b. Grado de fisuramiento
Indica la intensidad y amplitud del fracturamiento natural de las rocas. Son importantes la
orientación (rumbo y buzamiento) de los sistemas de fisuras y el espaciamiento entre ellos, así
como la apertura y los tipos de relleno en las discontinuidades.
c. Presencia de agua
PARÁMETROS CONTROLABLES
a. Densidad
Peso específico en g/cm3 (a mayor densidad, mayor potencia), varía entre 0,7 a 1,6 g/cm3.
Todo explosivo tiene una densidad crítica encima de la cual ya no detona.
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Velocidad de la onda de choque, en m/s, califica a los explosivos como detonantes y
deflagrantes; a mayor velocidad mayor poder rompedor o brisance.
c. Transmisión o simpatía
d. Resistencia al agua
Se puede dar en cal/g o J/g. Calculada sobre la base de su formulación, aplicable para estimar
su capacidad de trabajo.
f. Sensibilidad a la iniciación
Cada explosivo requiere un iniciador o cebo mínimo para iniciarse (usualmente se tiene como
referencia al detonador N° 8 para calificarlos como altos explosivos (sensibles) y agentes de
voladura (insensibles), por lo que requieren un cebo más potente).
i. Presión de taladro
Fuerza de empuje que ejercen los gases sobre las paredes del taladro. Se expresa en kg/cm2,
en kilobares (kbar) o en Megapascales (MPa) en el sistema SI. Para evaluarla se aplican las
mismas ecuaciones de estado como las que valen en el estado de detonación y explosión,
tomando en cuenta la variación del volumen.
Esta presión varía con el confinamiento. Así, un explosivo con densidad 1,25 y g/cm3 una
presión de explosión de 3 500 MPa en taladro lleno al 100%, cuando se llena sólo al 90% llega
aproximadamente a 2 600 MPa y cuando sólo se llena al 80% bajará hasta cerca de 1 900 MPa.
i. Categoría de humos
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Factor de seguridad que califica su toxicidad (todos los explosivos generan gases de CO y NO
en diferentes proporciones).
CONDICIONES DE LA CARGA
B. Geometría de la carga
Relación entre el largo de la carga con su diámetro y el punto donde es iniciada. Se refleja en
el proceso de rompimiento y en la formación de “zonas de fracturación” en las cargas
cilíndricas de los taladros de voladura.
C. Grado de acoplamiento
Radio del diámetro de carga al diámetro del taladro. El acoplamiento físico entre la carga
explosiva y la roca permite la transferencia de la onda de choque entre ellas, teniendo un
carácter muy significativo sobre el rompimiento.
El efecto de trituración depende mucho del contacto directo del explosivo con la roca. El
desacoplamiento tiene enorme efecto sobre el grado de confinamiento y sobre el trabajo del
explosivo, ya que la presión de taladro decrecerá con el aumento del desacoplamiento. Esta
condición puede incluso ocasionar que los gases liberados por la explosión se aceleren más
rápidamente que la onda de detonación en la columna de carga, acumulándola al descomponer
al explosivo por el fenómeno denominado “efecto canal” o presión de muerte (dead pressing).
Para voladura convencional se recomienda que la relación entre diámetro de taladro y diámetro
de cartucho no sea mayor que 1,2:1. Como, por ejemplo: cartuchos de 32 mm de diámetro para
taladros de 40 mm de diámetro, o cartuchos de 42 mm de diámetro para taladro de 50 mm de
diámetro.
D. Grado de confinamiento
Depende del acoplamiento, del taqueo o acabado, del uso de taco inerte para sellar el taladro y
de la geometría de la carga (burden y distancia entre los taladros).
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Un confinamiento demasiado flojo determinará un pobre resultado de voladura. Por otro lado,
un alto grado de confinamiento (por excesivo atacado del explosivo) puede incrementar tanto
su densidad que lo puede hacer insensible a la transmisión de la onda de detonación y fallar.
La carga explosiva puede ser de un solo tipo en todo el taladro (carga única) o tener primero
explosivo más denso y potente (carga de fondo) y luego explosivo menos denso (carga de
columna).
También pueden ser varias cargas de igual o distinto tipo separadas entre sí por material inerte
(cargas espaciadas o decks).
Puede emplearse el cebo único, el cebado múltiple (dos o más en rosario en la misma columna
de carga, o una en cada deck en cargas espaciadas) y el cebado longitudinal (axial), este
generalmente con cordón detonante.
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taladro, el tiro proyectará demasiados fragmentos volantes y tendrá mal rompimiento al piso.
Igualmente, es diferente el resultado entre una carga concentrada al fondo y otra en la que se
empleen cargas alternadas con tacos a lo largo del taladro (deck charges).
Los taladros deben ser disparados manteniendo una secuencia ordenada y correcta, para crear
las caras libres necesarias para la salida de cada taladro, lo que se logra con los detonadores de
retardo o con métodos de encendido convencional escalonados.
J. Variables de perforación
a. Deben contar con cara libre para facilitar la salida del material fragmentado.
b. Deben estar confinadas, para aumentar su densidad de carga (atacado con vara de madera en
subsuelo, compactación con aire comprimido en carguío a granel en subterráneo y por gravedad
en superficie). Sellado del taladro con taco inerte.
c. Deben ser cuidadosamente cebados.
d. Deben ser disparados manteniendo una secuencia ordenada de salidas (temporización).
e. El espaciamiento entre taladros debe ser el adecuado para permitir la interacción de las
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grietas radiales entre ellos; de lo contrario habrá mala fragmentación, incluso hasta pueden
soplarse sin efecto rompedor.
Los trabajos de superficie comprenden: apertura de carreteras, canales, canteras d material para
la construcción, cimentaciones, demoliciones y minas a tajo abierto, los que son efectuados
con dinamitas y emulsiones de pequeño a mediano diámetro, ANFO y Examon en canteras y
obras viales, mientras que los tajos abiertos tienen empleo mayoritario de ANFO a granel,
ANFO Pesado, Slurries emulsiones (en cartuchos de lámina plástica PVC hasta 8” de diámetro
(203 mm) y a granel en carguío mecanizado en taladros de 127 mm (5”) hasta 304 mm (12”)
de diámetro.
EVALUACIÓN DE LA VOLADURA
Una voladura se evalúa por los resultados obtenidos. Para calificarla se consideran los
siguientes aspectos: volumen de material movido, avance del disparo, pisos, fragmentación,
forma de acumulación de los detritos, costo total del disparo.
A. El volumen o tonelaje del material movido deberá ser igual o cercano al volumen teórico
calculado previamente considerando el esponjamiento del material roto.
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En túneles y galerías el avance máximo es equivalente a la amplitud del túnel, por tanto, el
avance deberá ser al menos igual a la profundidad de los taladros.
La periferia en los túneles deberá ser igual a la proyectada; si resulta menor, requerirá ensanche
adicional (desquinche). Por otro lado, si sobrepasa el límite especificado resultarán problemas
de costo, y en ciertos casos problemas de estabilidad y gastos de sostenimiento.
C. El nivel del piso en bancos o el piso del nuevo banco disparado debe resultar al mismo nivel
del existente. Si se presentan irregularidades como lomos (toes), debe presumirse muy poca
sobre perforación o falta de carga de fondo. Estos lomos dificultan el trabajo de las palas
cargadoras y requieren trabajo adicional, usualmente de voladura secundaria para eliminarlos.
En galerías y túneles es indispensable mantener el nivel del piso para el drenaje de agua y para
el tendido de líneas de riel donde se utilice transporte con locomotora.
La fragmentación tiene relación directa con la facilidad de paleo y transporte y con sus costos.
E. La sobrerotura (over break) y la sobre rotura hacia atrás (back break) en bancos, afectan la
estabilidad de la nueva cara libre de voladura y a los taladros que hayan sido perforados a
continuación de la última fila disparada. Generalmente indica exceso de carga explosiva en la
última fila de taladros.
F. El desplazamiento y acumulación del material volado, debe ser adecuado para facilitar las
operaciones de carga y acarreo. La forma de acumulación se proyecta de acuerdo al tipo de
equipo que se va a emplear en la limpieza del disparo.
G. La falta de desplazamiento:
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Cuando un disparo rompe material pero no se mueve de su sitio, se dice que el tiro se ha
“congelado”. Esto se traduce en mala fragmentación en la parte inferior e interior del banco,
en dificultad para la remoción del material roto y en riesgo de encontrar material explosivo no
detonado.
Esto ocurre generalmente cuando los retardos no funcionan o no han sido distribuidos
adecuadamente, y en subterráneo cuando falla el arranque.
I. Costo de la voladura. Para determinar el costo total de una voladura, además del costo de
perforación (aire, barrenos, aceite, depreciación de la máquina, etc.) costo de explosivos,
accesorios y planilla del personal (valorados en soles o dólares/TM) se debe tener en cuenta
los costos de carguío y acarreo del material triturado, más los adicionales de voladura
secundaria de pedrones sobre dimensionados y los de empleo de equipo adicional para eliminar
lomos al piso. Todos ellos, aparte del avance y del volumen o tonelaje movido, representan el
real rendimiento o resultado económico de la voladura.
Aparte de la evaluación visual del disparo, sujeta a la experiencia del observador, se cuenta
actualmente con equipos de control sofisticados, como cámaras de video o película de alta
velocidad, sismógrafos, equipos y software para determinar la granulometría del material
obtenido, instrumentos topográficos rápidos y precisos para determinar el contorno del área
disparada y cubicarla, instrumentos para la detección y control de gases en las fronteras y para
la medición de velocidad de detonación (VOD) dentro de taladros, y otros, que ayudan a
interpretar la información de campo en forma rápida y precisa.
A continuación, se presentan algunas características que pueden ayudar para que las coronas
funcionen correctamente.
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Refuerzos de carburo de tungsteno
Todas las coronas impregnadas son fabricadas con este tipo de refuerzo y con diamantes
naturales en diámetro interior y exterior, para mantener la dimensión del testigo y del pozo,
cuando se desgasta la corona.
Matriz
Está construida de polvos matríceros de metal duro como es el carburo tungsteno y soldadura
(cobre – plata). La matriz tiene 3 funciones principales:
•Unir el cuerpo de acero de la corona y los diamantes en una unidad integral.
•Asegurar mecánicamente los diamantes en su lugar, para resistir la fuerza de corte.
•Proveer resistencia al desgaste y a la erosión compatible con la formación y condiciones del
pozo.
Como norma, las coronas diamantadas impregnadas requieren velocidades de rotación mayores
para lograr velocidades de penetración comparables con las de las coronas incrustadas. Esto se
debe a que la exposición del diamante es menor en una corona impregnada, luego la penetración
por revolución o vuelta es también menor.
En las coronas impregnadas, las velocidades de penetración están controladas dentro de un
rango muy estrecho para una determinada velocidad de rotación de la corona (rpm) y el peso
sobre ella es de importancia secundaria.
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Siempre que se trabaje dentro de esta norma y la corona de la Serie corresponda a la formación
y dureza de la roca, la perforación debería progresar sin problemas y la corona se desgastará a
un ritmo más o menos constante durante toda la vida útil.
Si el índice rpp (rev/pulg.) se encuentra bajo el mínimo recomendado de 200 rpp, se producirá
un desgaste excesivo de modo que se deberá aumentar las rpm de la corona o disminuir la
velocidad de penetración, mediante la reducción del peso sobre la corona.
Si las condiciones de terreno o las limitaciones de la sonda le impiden efectuar estos ajustes,
cambie a una corona de Serie menor. Si el índice rpp (rev/pulg) es muy superior al máximo
recomendado (250 rpp), la corona se puede pulir, en este caso hay que reducir las rpm o
aumentar la velocidad de penetración, aumentando el peso sobre la corona.
Si las rpm o el peso no pueden ser modificados, entonces cambie a una corona de Serie mayor
(por ejemplo, de serie 2 a 6). Existe una relación crítica entre la velocidad de rotación (rpm) y
la velocidad de penetración (pulg. /min). Si la rpp es demasiado baja, es posible que se salgan
los diamantes de la matriz. Al contrario, si la rpp es demasiado alta, los diamantes pueden
resultar pulidos y la velocidad de penetración disminuye notablemente
Aunque el peso sobre la corona (Pull Down) es solo de importancia secundaria cuando
se está perforando con coronas impregnadas, puede ser un factor importante en algunas
circunstancias.
Esto es especialmente efectivo cuando se está alcanzando el límite de las herramientas
dentro del pozo para soportar empujes altos o cuando el control de la desviación es de
primordial importancia.
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FLUJO DE FLUIDO
PULIDO
Pulido, glaseado o vitrificado son términos empleados comúnmente para describir una
condición en la que la cara de la corona adquiere una textura metálica y no sobresalen puntas
de diamante desde la matriz para cortar la roca. La penetración cesa virtualmente y se hace
necesario afilar la corona en el pozo o, en otros términos, reexponer el diamante. Es de suma
importancia, para evitar el pulido, que el perforista mantenga la corona cortando.
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Si se ha seleccionado una corona de la Serie demasiado menor para el tipo de roca o se ha
dejado que una corona impregnada disminuya la velocidad y se pula, es necesario afilar la
superficie de la matriz para exponer los diamantes.
Esto puede hacerse mediante la reducción de las rpm del husillo en alrededor de 1/3 de vuelta
(seleccione una marcha menor si cuenta con transmisión) y manteniendo una velocidad de
penetración constante. La presión en la corona aumentará hasta que se perfore 1 pulg. y luego
la presión descenderá rápidamente, señalando que se ha producido el afilado y que la corona
está cortando de nuevo, rápidamente. Reduzca inmediatamente la presión sobre la corona y
aumente las rpm del husillo para adecuarse al índice rpp (rev/pulg.) correcto. Si se repite
demasiado este proceso, se recomienda cambiar corona a una serie mayor.
El correcto diseño de una voladura debe atender no sólo la geometría de la malla, las
características de los explosivos, y la resistencia de la roca intacta, sino que además debe incluir
como parámetro fundamental, el control geoestructural (orientación relativa del frente y
dirección de salida de la voladura respecto a la actitud de las discontinuidades más importantes)
que los diferentes tipos de discontinuidad imponen al macizo rocoso. A continuación se
presenta un resumen gráfico del control que impone la orientación de los estratos.
Toda diaclasa se caracteriza por la inclinación y la dirección; adicionalmente, todo corte, sea
vial o de producción de material de cantera, se caracteriza igualmente por su dirección e
inclinación. Si bien es cierto que estos últimos son fácilmente modificables a criterio del
diseñador, las diaclasas son intrínsecas y por tanto inmodificables; de acuerdo con lo anterior,
tanto para el análisis de estabilidad de cortes, como para la mejor producción de los materiales
de cantera, deben tenerse en cuenta estos cuatro parámetros.
Para los cálculos que se muestran a continuación, se han adoptado las siguientes convenciones:
α: inclinación de los estratos: 30º
μ: dirección de los estratos: N - S
ψ: inclinación del frente: 18º
ξ: dirección del frente: E – W
β: ángulo entre la dirección del frente de explotación y la dirección de los estratos:
variable a definir.
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En la siguiente figura se muestran gráficamente las convenciones anteriores, con el fin de
facilitar la comprensión de las figuras mostradas más adelante. También se ilustran otros
parámetros empleados en la descripción e identificación de las variables involucradas en las
figuras anteriores, en donde se indican las direcciones más convenientes de la voladura según
el buzamiento de los estratos.
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Figura 12. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 0º
Según este buzamiento, se tienen las siguientes características, según el ángulo entre el rumbo
de los estratos y la dirección de la voladura:
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β = 0° = 180° Buena fragmentación y frente regular.
β = 45° = 135° = 225° = 315° Fragmentación variable y frente en dientes de sierra
β = 90° = 270° Dirección más favorable
β = 0° = 180° Buena
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β = 45° = 125° Desfavorable
β = 90° Poco favorable
β = 225° = 315° Aceptable
β = 270° Muy favorable
Figura 15. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura 0º < α < 45º
En este caso se tienen las mismas características de voladura que en el caso anterior, aunque
en éste, la resistencia de la roca es determinante:
β = 0° = 180° Buena
β = 45° = 135° Desfavorable
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β = 90° Poco favorable
β = 225° = 315° Aceptable
β = 270° Muy favorable
Figura 16. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; 45º < α < 90º
De acuerdo con Lilly (1986) se define como la facilidad con la que un macizo rocoso puede
ser excavado mediante el uso de explosivos; este índice se puede calcular mediante la siguiente
tabla.
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BI = 0,5 (RMD + JPS + JPO + SGI + RSI)
El consumo específico de explosivo, C.E., así como el factor de energía, F.E., están
directamente relacionados con este índice, mediante las relaciones:
C.E., kg Anfo/t, = 0,004 x BI F.E., Mj/t, = 0,015 x BI
Otro parámetro del macizo rocoso que también tiene una incidencia muy importante en las
voladuras es el estado de esfuerzos in-situ, el cual condiciona la dirección de encendido de las
voladuras, éste debe estar orientado en esa misma dirección.
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3.7. INTENTOS DE CORRELACIÓN DE ÍNDICES DE PERFORACIÓN CON
LOS PARÁMETROS DE DISEÑO DE LAS VOLADURAS
Teniendo en cuenta que la perforación de una roca constituye un proceso de rotura de la
estructura de la misma en el que influyen numerosos factores geomecánicos, parece lógico que
el diseño de las voladuras debiera basarse en los índices de perforación. En tal sentido, se han
desarrollado varios métodos, entre los cuales analizaremos el de Leighton (1982), el cual se
fundamenta en los trabajos adelantados previamente por Mathis (1975).
En efecto, Mathis había propuesto su índice RQI (Rock Quality Index) basado en:
RQI = Eh (t/L)
Donde:
Eh: Presión hidráulica de la perforadora.
t: Tiempo de perforación del barreno.
L: Longitud del barreno.
Leighton (1982) procedió a una identificación de las rocas existentes en la mina de Afton
Canadá) mediante el «R.Q.I.» utilizando una perforadora rotativa S.E. 40-R trabajando a
229mm (9") de diámetro.
A continuación, hizo un estudio de correlación entre el "R.Q.I.» y el consumo específico
óptimo de explosivo para las voladuras de contorno, obteniendo un coeficiente de correlacion
r = 0.98 para la siguiente curva ajustada.
Donde:
CE : Consumo específico (kilogramos de ANFO/ tonelada).
R.Q.I.: Índice de Calidad de la Roca (kPa.min/m).
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Figura 17. Correlación RQI vs Consumo específico.
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CONCLUSIONES
Entre los parámetros que intervienen en el correcto diseño de una voladura los más
importantes y a su vez los menos estudiados en un sitio particular, son los asociados
con las características físico-mecánicas tanto del macizo rocoso como de la roca
intacta.
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BIBLIOGRAFÍA
CORREA, Álvaro. Notas de clase del Curso Materiales para Carretera. Posgrado en
Geotecnia. Universidad Nacional de Colombia, 2005.
CORREA, Álvaro. Notas de clase del Curso Mecánica de Rocas. Posgrado en Técnicas
Modernas de Voladuras. Escuela de Ingenieros Militares Geotecnia, 2009.
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