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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE INGENIERÍA GEOLÓGICA

PARÁMETROS HA SER USADOS EN LA PERFORACIÓN Y VOLADURA


DISEÑO DE PERFORACIONES EN BASE AL MACIZO ROCOSO
__________________________________
AUTORES
ASENCIO ALVARADO, GINO
CERDÁN VÁSQUEZ, NILTON HEINER
HUARIPATA CUEVA, EDGAR
MOROCHO OCAS, CRISTIAN
RAICO FLORES, EDGAR BLADIMIR

DOCENTE
ING. AGUILAR ZELADA, VÍCTOR ERNESTO
---------------------------------------------------
CAJAMARCA-PERÚ
2019

www.imcportal.com
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 4
2. OBJETIVOS.................................................................................................................................. 5
2.1. Objetivo General ................................................................................................................... 5
2.2. Objetivos Específicos ............................................................................................................ 5
3. BASES TEÓRICAS ...................................................................................................................... 5
3.1. CARACTERÍASTICAS FISICO-MECÁNICAS DE LAS ROCAS ................................ 5
3.1.1. La densidad.................................................................................................................... 6
3.1.2. Las resistencias estáticas. ............................................................................................. 6
3.1.3. Tenacidad....................................................................................................................... 6
3.1.4. Resiliencia ...................................................................................................................... 7
3.1.5. Rigidez............................................................................................................................ 7
3.1.6. Las resistencias dinámicas............................................................................................ 8
3.1.7. La porosidad. ................................................................................................................. 8
3.1.8. La Capacidad de Amortiguación Específica............................................................... 8
3.1.9. La conductividad. .......................................................................................................... 9
3.1.10. La velocidad de la onda longitudinal. .......................................................................... 9
3.1.11. El módulo de elasticidad. .............................................................................................. 9
3.1.12. La relación de Poisson. ................................................................................................. 9
3.1.13. Dureza y penetración .................................................................................................... 9
3.2. ESTRATIGRAFÍA ............................................................................................................. 10
3.3. RASGOS ESTRUCTURALES .......................................................................................... 12
3.4. ESTUDIO DEL MACIZO ROCOSO ............................................................................... 16
3.5. PARÁMETROS DE LA PERFORACIÓN Y VOLADURA........................................... 21
3.6. DISEÑO DE VOLADURAS ATENDIENDO AL CONTROL GEOESTRUCTURAL
…………………………………………………………………………………………………………………………………………41
3.6.1. Índice de Volabilidad (BI) .......................................................................................... 46
3.7. INTENTOS DE CORRELACIÓN DE ÍNDICES DE PERFORACIÓN CON LOS
PARÁMETROS DE DISEÑO DE LAS VOLADURAS .............................................................. 48
CONCLUSIONES............................................................................................................................... 50
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................................. 51

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ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Porosidad en el macizo rocoso ................................................................................... 8
Figura 2. Rangos de valores de dureza total para algunas rocas .............................................. 11
Figura 3. Contacto de areniscas y lutitas fisibles ..................................................................... 12
Figura 4. Esquema de perforación en un macizo heterogéneo. ............................................... 12
Figura 5. Espaciamiento reducido entre barrenos en macizos fracturados para una alta
fragmentación. ......................................................................................................................... 13
Figura 6. Espaciamiento amplio entre barrenos en macizos fracturados para una baja
fragmentación. ......................................................................................................................... 14
Figura 7. Familia de discontinuidades formando ángulos respecto de la cara libre. ............... 14
Figura 8. Familia de discontinuidades paralela a la cara libre ................................................. 14
Figura 9. Medición del espaciamiento entre diaclasas observando la roca expuesta. ............. 18
Figura 10. Ejemplo de histograma. Análisis de longitud de bloques....................................... 18
Figura 11. A la izquierda: Explicación gráfica de las convenciones adoptadas. A la derecha:
Isométrico del diseño de una voladura..................................................................................... 42
Figura 12. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 0º ...................... 43
Figura 13. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 90º .................... 43
Figura 14. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 45° .................. 44
Figura 15. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura 0º < α < 45º ............. 45
Figura 16. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; 45º < α < 90º ..... 46
Figura 17. Correlación RQI vs Consumo específico. .............................................................. 49

ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Términos descriptivos para identificar el espaciamiento. .......................................... 18
Tabla 2. Relación Jv versus RQD para calificar el estado de masividad de un macizo. ......... 20
Tabla 3. Términos descriptivos del tamaño de bloques y su relación con Jv. ......................... 20
Tabla 4. Calificación de parámetros geomecánicos para determinar el Índice de Volabilidad,
B.I............................................................................................................................................. 47

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1. INTRODUCCIÓN

En el diseño de voladuras, las características físicas, químicas y mecánicas de las rocas, (entre
otras de sus propiedades) así como la estratigrafía y los rasgos estructurales del macizo rocoso,
juegan un papel importante pues determinan la geometría de la voladura, el consumo específico
y la regulación de los tiempos de retardo tanto en voladuras a cielo abierto como subterráneas,
pero también el consumo de aceros de perforación y las molestias sobre la comunidad y el
entorno.
Los elementos básicos de geología que tienen incidencia en la perforación y voladura son: 1)
las características físicas y mecánicas de las rocas que conforman el macizo rocoso, 2) la
estratigrafía, esto es, la presencia de estratos menos resistentes, y eventualmente más delgados,
y presencia de cavidades y 3) los rasgos estructurales, esto es, la presencia de planos de
estratificación, fallas, diaclasas principales y secundarias, en lo que tiene que ver
fundamentalmente el comportamiento de cada uno de estos.
Otro parámetro que debe tenerse en cuenta en un diseño racional, está obviamente, asociado
con los objetivos de la voladura; este otro factor puede conllevar a modificar los diseños en
virtud a favorecer la granulometría a lograr, así como a evitar la dilución del material a remover.

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2. OBJETIVOS
2.1. Objetivo General

 Evaluar los principales parámetros a tener en cuenta en la perforación, perforación


diamantina y voladura.
 Analizar las propiedades físicas, químicas y mecánicas del macizo rocoso para un buen
diseño de voladura

2.2. Objetivos Específicos

 Analizar las características físicas y mecánicas de las rocas que conforman el macizo
rocoso
 Examinar la estratigrafía, esto es, la presencia de estratos menos resistentes, y
eventualmente más delgados, y presencia de cavidades.
 Determinar los rasgos estructurales, esto es, la presencia de planos de estratificación,
fallas, diaclasas principales y secundarias.

3. BASES TEÓRICAS
3.1. CARACTERÍASTICAS FISICO-MECÁNICAS DE LAS ROCAS
Los materiales que constituyen los macizos rocosos poseen ciertas características ingenieriles
función de su origen y de los procesos geológicos posteriores a los que han podido estar
sometidos. Es así como se tienen las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas. Las
propiedades físicas y mecánicas más importantes de las rocas que influyen sobre el buen diseño
de una voladura, son:
 La densidad
 Las resistencias dinámicas
 La porosidad
 La fricción interna
 La conductividad
 La velocidad de la onda longitudinal
 El módulo de elasticidad
 La relación de Poisson

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 El índice de expansión

3.1.1. La densidad

En general, las rocas de baja densidad se deforman y rompen con facilidad, requiriendo un
factor de energía relativamente bajo, en tanto que las rocas más densas demandan de una mayor
cantidad de energía para lograr una fragmentación satisfactoria así como un buen
desplazamiento y esponjamiento del material volado. En rocas con alta densidad, para que el
empuje impartido por los gases sea el adecuado, deben tomarse las siguientes precauciones:
aumentar el diámetro de perforación para elevar de esta manera la presión de barreno, reducir
el esquema y modificar la secuencia de encendido, mejorar la efectividad del retaque con la
finalidad de aumentar el tiempo de actuación de los gases y obligarlos a que escapen por el
frente libre y no por el mismo barreno y utilizar explosivos con una alta energía de empuje.
(Correa Arroyave, 2009)
3.1.2. Las resistencias estáticas.

Las resistencias estáticas a la compresión y a la tracción, se utilizan como parámetros


indicativos de la aptitud de la roca a la voladura. De esta forma, Hino, 1959, definió el índice
de volabilidad, como la relación resistencia a la compresión / resistencia a la tracción, de modo
que un mayor valor de esta relación estaría asociado con una mayor facilidad para fragmentar
la roca. Conviene igualmente determinar las resistencias a la compresión triaxial estáticas para
tener una idea del incremento de esfuerzo de la roca producto de dicho confinamiento.

3.1.3. Tenacidad
La tenacidad refleja fundamentalmente la capacidad de un material para absorber energía
durante la deformación plástica. En una prueba estática, esta energía se mide por el área bajo
la curva esfuerzo - deformación, la cual representa el trabajo requerido para fallar la muestra.
El módulo de tenacidad, es la máxima cantidad de energía de deformación por unidad de
volumen que el material puede absorber sin fracturarse; se expresa en kg.cm/cm³

Donde
Mt: módulo de tenacidad
σc: esfuerzo de la compresión simple

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εf: deformación unitaria en la falla
Puede deducirse entonces, que los materiales con una alta tenacidad deben ser muy resistentes
y exhibir una alta ductilidad. Los materiales frágiles, por su parte, usualmente tienen baja
tenacidad dado que sólo muestran una pequeña deformación plástica antes de la fractura.
(Jastrzebski, 1959)

3.1.4. Resiliencia
La capacidad de un material para absorber energía en el rango elástico, se conoce como su
resiliencia (Jastrzebski, 1959). El módulo de resiliencia es la máxima cantidad de energía de
deformación por unidad de volumen que el material puede absorber hasta el límite elástico; se
expresa en kg.cm/cm³ y está representado por el área bajo la curva, esfuerzo - deformación, en
la zona elástica. Las dos propiedades, esfuerzo en el límite elástico y elasticidad, que al parecer
influyen, en gran parte, sobre la resistencia a la compresión, intervienen en la determinación
del módulo de resiliencia, tal como se aprecia en la siguiente expresión:

Donde
Mr: módulo de resiliencia
σl : esfuerzo en el límite elástico
E : módulo de deformación
εl : deformación unitario en el límite elástico
Esta ecuación indica que para un alto módulo de resiliencia, el material debería exhibir un
alto esfuerzo en el límite elástico.

3.1.5. Rigidez
La rigidez está caracterizada por el módulo de deformación o módulo de elasticidad, el cual es
el factor de proporcionalidad entre el esfuerzo normal y la deformación relativa que sufre la
muestra de roca; su valor en la mayoría de las rocas varía entre 0,3 x 105 y 1,7 x 105 MPa,
dependiendo fundamentalmente de la composición mineralógica, la porosidad, el tipo de
deformación, y la magnitud de la carga aplicada. También influye en dicho parámetro la
estructura de la roca, ya que el módulo de deformación en la dirección de la estratificación o la
esquistosidad es generalmente mayor que en la dirección perpendicular a ésta

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3.1.6. Las resistencias dinámicas.
El tratamiento racional de los problemas reales obliga a considerar las resistencias dinámicas.
Las resistencias de las rocas aumentan con la velocidad de carga pudiendo llegar en algunos
casos a alcanzar valores entre 5 y 13 veces superiores a las estáticas. Es por ello que puede ser
bastante conveniente, determinar en el laboratorio las resistencias al impacto, (a fin de
determinar, por ejemplo, el índice de impacto, relación trabajo específico de impacto a
resistencia a la compresión simple) a fin de seleccionar explosivos que desarrollen en las
paredes del barreno, esfuerzos inferiores o iguales a la resistencia a la compresión dinámica de
la roca o provocar una variación en la curva Presión-Tiempo, mediante el desacoplamiento de
la carga dentro del barreno.

3.1.7. La porosidad.
Se trata de la porosidad intergranular, primaria o de formación, cuya distribución en el macizo
pudiera considerarse uniforme y que genera efectos como la atenuación de la energía de la onda
de choque y la reducción de la resistencia dinámica a la compresión y, consecuentemente, un
incremento de la trituración y porcentaje de finos. El trabajo de fragmentación en rocas muy
porosas, se realiza, casi en su totalidad, por la energía de empuje, lo que obliga a utilizar
explosivos con una elevada energía de empuje, sacrificando la energía de tensión, mediante el
desacoplamiento de las cargas y a retener los gases de las voladuras a alta presión con un
adecuado dimensionamiento de la longitud y tipo de retaque

Figura 1. Porosidad en el macizo rocoso

3.1.8. La Capacidad de Amortiguación Específica.


Puesto que las rocas no constituyen un medio elástico, parte de la energía de la onda de tensión
que se propaga a través de él, se convierte en calor debido a la Capacidad de Amortiguación
Específica, CAE, la cual determina la disponibilidad de las rocas para atenuar la onda de
tensión generada por la detonación.

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3.1.9. La conductividad.
Fugas o derivaciones de corriente pueden presentarse cuando los detonadores se colocan dentro
de barrenos en rocas de cierta conductividad, como los sulfuros complejos o las magnetitas, y
esencialmente cuando las rocas son abrasivas y existe agua en el entorno de la pega.

3.1.10. La velocidad de la onda longitudinal.


La velocidad de la onda longitudinal es la velocidad a la cual la roca transmitirá las ondas de
compresión: mientras más densa y homogénea sea la roca, más eficientemente se propagarán
las ondas. La velocidad de detonación del explosivo requerido, se determina mediante las
características de propagación de las ondas en la roca, estando en una relación directa.
Este parámetro es vital en el buen manejo de una voladura, pues determina no sólo la
impedancia del terreno sino también, es un parámetro que permite determinar la vibración que
producirá el explosivo en el terreno.

3.1.11. El módulo de elasticidad.


Es la medida de la rigidez de la roca; esto es, la medida de la capacidad que tiene la roca a
contrarrestar o resistir la deformación. Mientras mayor sea este módulo, mayor oposición
presentará la roca para ser fracturada.

3.1.12. La relación de Poisson.


Mide el grado en el que un material dilata o comprime su área de sección transversal
perpendicular al esfuerzo. La relación de Poisson no tiene ninguna influencia en la
determinación de las características de la voladura de las rocas excepto que una relación menor
está asociada con la mayor propensión de la roca al prefracturaminento (presplitting).

3.1.13. Dureza y penetración


La fracturación eficiente y económica del material rocoso, se rige en gran parte por la
aplicación exitosa de taladros perforadores, ya sean de percusión o rotación. A causa de las
muchas variables involucradas, este tema ha sido algo difícil de interpretar, por la diversidad
de reglas que sugieren la cantidad de energía que debe utilizarse para perforar cualquier banco
de roca en particular. Las llamadas “rocas duras” han sido perforadas fácilmente, en
comparación con las rocas menos duras, por sus características de fragilidad y
desmoronamiento. Por ejemplo, una roca ígnea dura o una metamórfica, puede ser perforada
con mayor eficiencia que una caliza compacta (Shepherd, 1950).

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 Dureza Total
Deere (1970) sugirió el uso de una combinación entre resistencia y abrasividad de la roca para
la previsión de la penetración de tuneladoras y llamó Dureza Total (HT) al parámetro

Donde
HT: dureza total
HR: dureza de rebote al martillo Schmidt
HA: abrasividad Taber Modificado

Nelson et al. (1983) han estudiado cuatro túneles y encontraron una excelente correlación entre
el índice de penetración y la dureza total

Donde
Id: Índice de penetración, kN/mm
HT: dureza total

3.2. ESTRATIGRAFÍA
Las voladuras en zonas en donde se produce un cambio litológico drástico y,
consecuentemente, una variación de las propiedades de las rocas, obligan a una reconsideración
de los diseños. Deben colocarse, por ejemplo, espaciadores en arcilla o gravilla entre la carga
del barreno en donde la presencia de lodolitas, por ejemplo, indica que es posible una explosión
prematura. A menudo, estratos de lutita o arcillolita muy blandos, se encuentran concentrados
en una pequeña longitud del barreno, los cuales deben ser tratados de la misma manera a fin de
prevenir una pérdida de energía del explosivo.
Los yacimientos estratiformes semi horizontales que presentan algún horizonte muy resistente,
pueden conducir a un tipo de voladuras particular en los que las cargas se alojen perfectamente
confinadas, a la altura de tales horizontes. Igualmente, es recomendable que la localización de

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los multiplicadores en las columnas de explosivo coincida con los niveles más resistentes a fin
de aprovechar al máximo la energía de tensión producida por dicho explosivo.

Figura 2. Rangos de valores de dureza total para algunas rocas

Cuando se encuentren en contacto dos materiales de resistencias muy diferentes, como por
ejemplo una lutita físil en contacto con una arenisca muy competente, y si los barrenos
atraviesan dichas formaciones, tendrá lugar una gran pérdida de energía asociada con la caída
de presión y escape de los gases al producirse deformaciones rápidas de dichos materiales
menos resistentes y, por consiguiente, se obtendrá una mala fragmentación (esta situación, que
de hecho es mucho más común de lo que se pueda pensar, es un buen ejemplo para llamar la
atención sobre el seguimiento que debe hacerse durante la perforación).

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Figura 3. Contacto de areniscas y lutitas fisibles

Si los materiales de los estratos son diferentes en sus respuestas a la voladura, el piso del banco
puede llegar a ser muy irregular; igualmente, es probable que se presenten fracturas terminales
si el disparo se inicia en la dirección equivocada.

Figura 4. Esquema de perforación en un macizo heterogéneo.

3.3. RASGOS ESTRUCTURALES


La característica más importante de todos los macizos rocosos es la presencia de
discontinuidades; en efecto, todas las rocas en la naturaleza, así como todos los macizos
rocosos, poseen algún grado de discontinuidad, microfisuras, macrofisuras, cavidades, etc. que
influyen de manera decisiva en las propiedades físicas y mecánicas de las rocas y los macizos,
y, por consiguiente, en los resultados de las voladuras.

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Las superficies de discontinuidad en el macizo pueden ser de distintas clases: estratificación,
laminación, foliación primaria, esquistosidad, pizarrosidad, fracturas, juntas, etc. Dichas
discontinuidades pueden estar abiertas, cerradas o rellenas, y por ende, exhibir diferentes
grados de transmisión de la energía del explosivo. Los labios de estas discontinuidades
representan superficies planas en donde se reflejan las ondas de choque atenuando y disipando
la energía producida por el explosivo.
La fragmentación está influenciada por el espaciamiento entre barrenos, “E”, el espaciamiento
entre discontinuidades, “S”, y el tamaño máximo del bloque admisible, “M”.
Especial cuidado debe prestarse cuando las discontinuidades son subverticales y la dirección
de salida es normal a la de éstas, pues es frecuente la sobreexcavación detrás de la última fila
de barrenos, lo cual obliga a una perforación inclinada para mantener la dimensión del burden
en la primera línea.
Cuando la estratificación o los sistemas de diaclasas presentan un ángulo menor de 30º, es
recomendable que los barrenos sean normales a dichos planos con la finalidad de aumentar el
rendimiento de las voladuras.
Las discontinuidades en el macizo rocoso tienen gran influencia sobre el diseño y ejecución de
las voladuras ya que pueden utilizarse como un indicativo preliminar de la fragmentación: el
espaciamiento entre discontinuidades, puede: a- Obligar a un espaciamiento menor entre
barrenos con el fin de minimizar sus efectos adversos en la fragmentación de la roca. b- Reducir
los requerimientos de energía del explosivo para una buena fragmentación. c- Permitir el
empleo de explosivos con alta producción de gases como el Anfo, para producir el
desplazamiento del material durante la voladura. dEstablecer como clave de la fragmentación
y el control estructural, la orientación del frente de explotación respecto a la orientación de las
discontinuidades.
Las Figuras 5 y 6 muestran la influencia del espaciamiento entre discontinuidades sobre la
malla de perforación.

Figura 5. Espaciamiento reducido entre barrenos en macizos fracturados para una alta fragmentación.

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Figura 6. Espaciamiento amplio entre barrenos en macizos fracturados para una baja fragmentación.

La orientación de las discontinuidades respecto al frente de explotación, también tiene


influencia en la eficiencia de la voladura, tal como se puede apreciar en las Figuras 7 y 8.

Figura 7. Familia de discontinuidades formando ángulos respecto de la cara libre.

De acuerdo con López Jimeno, la disposición de discontinuidades formando ángulos respecto


a la superficie del frente libre, puede generar la producción excesiva de bloques en la cara y
una superficie irregular en el frente.

Figura 8. Familia de discontinuidades paralela a la cara libre

En el caso en el que las discontinuidades se encuentren paralelas al frente de explotación, se


presenta un control estructural adecuado, una fragmentación uniforme y una superficie plana
en la cara, por lo que se recomienda como la mejor disposición.

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En una formación con presencia de estratos inclinados, los barrenos deben perforarse en filas
a fin de crear una cara orientada en la dirección de buzamiento de dichos estratos (es decir,
normal a la dirección de los mismos). Este procedimiento incrementa igualmente la posibilidad
de tener una roca fracturada más allá de los límites de la última fila de barrenos, como en todos
los casos, pero la parte superior posterior del último plano de estratificación se proyecta hacia
afuera y la masa rocosa remanente no soportada es susceptible de caer por gravedad.
La proyección contra el buzamiento, produce, por su parte, menos fracturamiento detrás de la
última fila volada pero incrementa la posibilidad de un repié alto, un piso rugoso en el banco y
una mayor altura que la pila de material volado normal.
El burden se verá modificado por un factor de corrección dependiendo de si la proyección se
hace a favor o en contra del buzamiento, así: para el primero, Kd = 1,18 y para el segundo, Kd
= 0,95.
El disparo normal a la dirección de los estratos no se debe llevar a cabo si existen múltiples
plano de estratificación que se presenten muy inclinados en el frente de arranque.
Si la voladura bajo cualquiera de estas condiciones conduce a resultados desfavorables, puede
ser necesario reorientar el frente a fin de sacar ventaja de geologías más favorables; no obstante,
si estos cambios no son posibles, la selección de los explosivos debe tomar en cuenta estos
factores.
Resulta una buena práctica orientar el frente paralelo a la dirección de un sistema de
diaclasamiento principal, ya que en este caso la expansión de los gases producidos por la
detonación del barreno trabaja contra la roca que es más propensa a fracturarse primero según
las diaclasas principales y subsecuentemente según las diaclasas menores o secundarias.
Las cavidades intersectadas por los barrenos, no sólo dificultan la perforación con la pérdida
de brocas, varillas y tiempos de retardo, sino incluso, la eficiencia de la voladura, especialmente
cuando se utilizan explosivos a granel o bombeables. Si, por otro lado, los barrenos no
intersectan las cavidades, el rendimiento de la voladura también disminuye debido a la
prematura terminación de las grietas radiales al ser interrumpidas, en su propagación, por las
cavidades existentes y la rápida caída de presión de los gases al intercomunicarse el barreno
con las cavidades, y, como consecuencia, la interrupción de la apertura de grietas radiales al
escapar los gases hacia los espacios vacíos.
Otra de las características del macizo rocoso que influencian la voladura son, los esfuerzos in-
situ; en este caso, el patrón de fracturas generado entorno a los barrenos, puede estar
influenciado por la concentración no uniforme de esfuerzos alrededor del mismo. En rocas
masivas homogéneas, las grietas que empiezan a propagarse radialmente desde los barrenos,

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tienden a seguir la dirección de los esfuerzos principales. Esto quiere decir, entonces, que
después de determinar la dirección de los esfuerzos principales, el frente de voladura debe
orientarse en esa misma dirección. La presencia de agua, también tiene una importante
influencia en el buen desempeño de las voladuras. Las rocas porosas y los macizos
intensamente fracturados, cuando se encuentran saturados, presentan habitualmente ciertos
problemas que obligan a seleccionar explosivos que no se alteren por el agua; además dicha
humedad incide sobre la pérdida de barrenos por desplomes internos y dificulta la perforación
inclinada. Por otra parte, el agua afecta a las rocas y a los macizos rocosos ya que aumenta la
velocidad de propagación de las ondas elásticas en terrenos porosos y agrietados, reduce las
resistencias de las rocas tanto a compresión como a tracción, al ser menor la fricción entre las
partículas, y reduce la atenuación de las ondas de choque intensificando los efectos de ruptura
debidos a la energía de tensión.
Finalmente, la temperatura del macizo rocoso, en particular en yacimientos que contienen
piritas, hace que los agentes explosivos tipo Anfo reaccionen, igualmente exotérmicamente con
estos minerales. Las últimas investigaciones apuntan a una primera reacción entre el Anfo y el
sulfato ferroso hidratado, y más especialmente entre este último y el nitrato amónico,
iniciándose una reacción exotérmica que se automantiene a partir de los 80º centígrados. Este
sulfato ferroso es uno de los productos de descomposición de las piritas, además del sulfato
férrico y el ácido sulfúrico. Para obviar este inconveniente, es frecuente añadir al Anfo
sustancias inhibidoras tales como úrea u oxalato potásico, entre otras, de tal forma que un 5%
en peso de estas sustancias evitan la reacción exotérmica de la mezcla ternaria hasta una
temperatura de los 180º C. La sensibilidad de los hidrogeles también depende de la temperatura
de la roca con la que esté en contacto. La recomendación general cuando se presenten estos
problemas, es la de limitar el número de barrenos por voladura, a fin de disminuir el tiempo
transcurrido entre la carga y la voladura.

3.4. ESTUDIO DEL MACIZO ROCOSO


Es muy conveniente concebir el macizo rocoso en términos de la distribución de tamaño de
bloques, de la misma forma que se estudia el suelo desde el punto de vista de su granulometría,
puesto que las características de fragmentación natural de aquél y el tamaño de los bloques
resultantes, son de vital importancia frente a la definición de la dirección del frente de corte, su
comportamiento en la trituración y molienda, lixiviación, excavabilidad, perforación y
voladura, así como sus efectos sobre la resistencia del macizo y su estabilidad.

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El tamaño de bloques es uno de los indicadores más importantes del comportamiento del
macizo rocoso. Sus dimensiones se determinan mediante el espaciamiento, el número de
familias y la persistencia de las discontinuidades que delimitan los posibles bloques. El número
de familias y la orientación determinan la forma de los bloques resultantes, los cuales pueden
asemejarse a cubos, romboedros, tetraedros, láminas etc. De cualquier modo, las formas
geométricas regulares son la excepción a la regla ya que rara vez las discontinuidades resultan
paralelas. Usualmente las rocas de tipo sedimentario presentan los bloques más regulares.
El espaciamiento de las discontinuidades individuales y las familias asociadas, tienen una
fuerte influencia sobre la permeabilidad del macizo y las características del flujo. En general,
la conductividad hidráulica de cualquier familia dada, será inversamente proporcional al
espaciamiento, si las aperturas de las diaclasas individuales son comparables.
A fin de cuantificar el espaciamiento, el equipo necesario consiste de una cinta métrica de un
mínimo de 3m de longitud, calibrada en milímetros, un compás y un inclinómetro. El
procedimiento es: siempre que sea posible, la cinta debe mantenerse a lo largo de la superficie
expuesta de forma tal que la traza de la discontinuidad en dicha superficie, se mida
aproximadamente perpendicular a la cinta; si ésta no es perpendicular, deben realizarse
correcciones con respecto a esa desviación a fin de obtener el verdadero valor
www.imcportal.com del espaciamiento. Todas las distancias, d, entre discontinuidades
adyacentes, se miden y registran sobre longitudes de muestreo no inferiores a 3m (o al espesor
de la unidad de roca que se observe, si ésta es menor de 3m). La longitud de muestreo debería
ser preferiblemente mayor a 3 veces el espaciamiento estimado. Las distancias, d, deben
medirse con una precisión de 5% de sus valores absolutos.
El menor ángulo, α, entre la cinta y la familia de diaclasas observada, se mide con un compás
con una precisión de 5º. El espaciamiento modal se calcula a partir de la expresión:

Siendo dm la distancia modal medida, Figura 11. Es conveniente presentar la variación del
espaciamiento mediante un histograma tal como el que se presenta en la Figura 12.
El valor promedio de los espaciamientos modales individuales (S1, S2, S3, … etc.) representa
la dimensión media de los bloques rocosos típicos, si se asume su persistencia.
El espaciamiento, o frecuencia de discontinuidades, puede también determinarse a partir de
análisis de los núcleos de perforación y a partir de técnicas de observación del barreno tales
como estratoscopios, cámaras fotográficas y cámaras de televisión. Finalmente, varios

17
investigadores han encontrado una relación bastante confiable entre la frecuencia (número de
discontinuidades por metro) y la velocidad de la onda longitudinal o de compresión, VL.

Figura 9. Medición del espaciamiento entre diaclasas observando la roca expuesta.

Figura 10. Ejemplo de histograma. Análisis de longitud de bloques.

Para cada familia de discontinuidad, deben registrarse los espaciamientos mínimo, modal y
máximo (Smin, Smod y Smax). Un método muy conveniente para presentar un número muy
importante de toma de datos de mediciones de espaciamientos para los cuales se hace
indispensable un tratamiento estadístico, es el empleo de histogramas, utilizando la
terminología de la Tabla 3, para cada familia de discontinuidades. Igualmente pueden dibujarse
curvas de frecuencia para cada familia en el mismo diagrama, lo cual facilita una inmediata
identificación tanto de los respectivos valores modales, como de su dispersión.
La utilización del promedio en lugar de los espaciamientos modales, puede conducir a eliminar
dificultades en muestras que tengan modas múltiples o no muy definidas y en muestras con
modas en espacios muy reducidos. Finalmente, el espaciamiento también puede expresarse
como el inverso; es decir, el número de discontinuidades por metro: éste es el término para
frecuencia.

Tabla 1. Términos descriptivos para identificar el espaciamiento.

18
Descripción Espaciamiento
Extremadamente cercano Menor de 20 mm
Espaciamiento muy cerca Entre 20 y 60 mm
Cerca Entre 60 y 200 mm
Espaciamiento moderado Entre 200 y 600 mm
Espaciamiento amplio Entre 600 y 2000 mm
Espaciamiento muy amplio Entre 2000 y 6000 mm
Extremadamente amplio Mayor de 6000 mm

Conteo volumétrico de diaclasas o número de diaclasas por metro cúbico, Jv. Es la sumatoria
del número de diaclasas por metro para cada familia de diaclasas. Las discontinuidades
casuales pueden incluirse pero generalmente tienen muy poco efecto sobre los resultados. El
número de diaclasas de cada familia debe contarse a lo largo del conjunto de diaclasas
perpendicular relevante. Se recomienda una longitud de muestreo de 5 a 10 m. Cada conteo de
diaclasas se dividirá, entonces, en 5 ó 10 a fin de expresar los resultados como número de
diaclasas por metro. Un resultado típico para 3 familias de diaclasas y una discontinuidad
casual registradas a lo largo de 5 ó 10 metros normal a las líneas de muestreo, puede ser el
siguiente:

Lo cual refleja el tamaño medio de bloques.

El observador debe mirar hacia la dirección de cada familia de diaclasa, esto es, contar y
recontar perpendicular a la dirección, con lo cual se elimina el factor de corrección angular.

Nótese que Jv no es igual a 1/S1 + 1/S2 + 1/S3.

El cálculo de Jv se fundamenta en los espaciamientos medios y no en los modales.


Generalmente los resultados serán similares, pero el espaciamiento tiende a distribuirse de una
forma log-normal. Las discontinuidades ocasionales no afectan perceptiblemente el valor de Jv
a menos que el espaciamiento sistemático de las diaclasas se encuentre en el rango desde
espaciado hasta muy espaciado (por ejemplo, de 1 a 10 m).

19
En vista de la gran utilización del RQD, en varios métodos de clasificación de macizos rocosos,
es de interés presentar la correlación aproximada entre Jv y RQD, la cual es de la forma:

RQD = 115 - 3,3Jv (aproximadamente)


RQD = 100 para Jv menor a 4,5

Teniendo en cuenta estas expresiones, diseñamos la Tabla 2.

Tabla 2. Relación Jv versus RQD para calificar el estado de masividad de un macizo.

Término Jv (diaclasas/m3 ) RQD Calidad


Bloques masivos Menor de 4,5 100 Excelente
Bloques muy grandes 4,5 a 7,5 90 a 100 Muy Buena
Bloques grandes 7,5 a 12 75 a 90 Buena
Bloques de tamaño medio 12 a 20 50 a 75 Regular
Bloques pequeños 20 a 27 25 a 50 Mala
Bloques muy pequeños Mayor a 27 Menor a 25 Muy mala

Esta relación puede utilizarse para estimar el orden de magnitud del RQD cuando no se dispone
de núcleos de perforación. En la Tabla 3 se indica la relación entre Jv y la caracterización de
los bloques.

Tabla 3. Términos descriptivos del tamaño de bloques y su relación con Jv.

Término Jv (diaclasas/m3 )
Bloques masivos Menor a 1
Bloques grandes 1a3
Bloques de tamaño medio 3 a 10
Bloques pequeños 10 a 30
Bloques muy pequeños Mayor de 30

Valores de Jv superiores a 60, representan un macizo rocoso muy triturado, típico de zonas de
falla exentas de arcilla.
Macizos rocosos. Los macizos rocosos pueden describirse según los siguientes adjetivos, los
cuales dan una información preliminar del tamaño y forma del bloque:

20
1.-Masivo: pocas diaclasas o espaciamiento muy amplio.
2.- En bloques: caras aproximadamente equidimensionales.
3.-Tabular: una dimensión considerablemente menor que las otras dos.
4.-Columnar: una dimensión considerablemente mayor que las otras dos.
5.- Irregular: grandes variaciones en el tamaño y forma de los bloques.
6.- Triturado: desde muy diaclasado hasta bloques que se asemejan a cubos de azúcar.
Los resultados deben presentarse de la siguiente forma:
1- Registrar el índice modal de tamaño de bloques, Ib, y los valores típicos para los tamaños
de bloque mayor y menor para el rango o los rangos de interés. Registrar igualmente el número
de familias y describir la persistencia.
2.- Registrar el número de diaclasas por metro, Jv, para esos mismos rangos.
3.- Describir el macizo rocoso y su masividad en términos generales como: masivo, en bloques,
tabular, columnar, triturado, etc.
4.- Donde sea posible, el tamaño y forma de los bloques debe también registrarse por medios
fotográficos y esquemas de campo de las superficies expuestas.
Diseño de voladuras atendiendo al control geoestructural

3.5. PARÁMETROS DE LA PERFORACIÓN Y VOLADURA

3.5.1. PARÁMETROS DE LA PERFORACIÓN

Los parámetros de operación inherentes al sistema, que inciden en su eficiencia (velocidad de


penetración), son las que se identifican a continuación:
 Velocidad de rotación (rpm)
 Fuerza de empuje
 Diámetro de perforación
 Velocidad y caudal del aire de barrido
 Desgaste de la cabeza de rotación
A su vez, estas variables dependen de un factor externo al sistema: la dureza o resistencia
de la roca. En el caso de la perforación rotativa, la evidencia empírica indica -tanto a partir
de las investigaciones a nivel de ensayos como de lo observado en la práctica- que existe
una buena correlación entre la Resistencia a la Compresión de la roca y la velocidad de
penetración. Esta conclusión resulta conceptualmente coherente, atendiendo a la forma
como se aplica la energía a la roca y su consiguiente ruptura originada principalmente por
un proceso de indentación.

21
No existe una clasificación universalmente aceptada de las rocas en función de su
resistencia a compresión (Sc). En la literatura técnica sobre el tema se encuentran diversas
proposiciones. Algunas muy simples, que sólo diferencian entre rocas blandas, medianas y
duras. Otras más sofisticadas, incluyen hasta seis o siete categorías. Haciendo una síntesis,
para los efectos del análisis que sigue, se adoptará la clasificación que se enuncia en la tabla
siguiente:

Tabla 4. Tipo de rocas según una perforación.

VELOCIDAD DE ROTACIÓN
En principio, conceptualmente la velocidad de rotación es inversamente proporcional a la
resistencia a compresión de la roca. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la velocidad de
rotación también varía en función de la marcha en la que se esté trabajando. Por eso, es mejor
tener en cuenta el par motor, que para su cálculo ya se introducen las variables de la presión de
la bomba hidráulica, la marcha, y la velocidad de rotación.
El objetivo de la presente tesina es correlacionar el par motor con los resultados de los sondeos
SPT y no con la resistencia a compresión de la roca, básicamente porque es el valor de SPT de
un suelo, el parámetro que se utiliza para proyectar una estructura y no su resistencia a
compresión.

FUERZA DE EMPUJE Y DIÁMETRO DE PERFORACIÓN


La fuerza de empuje que es necesario aplicar aumenta directamente con la dureza de la roca, y
debe alcanzar una magnitud suficiente para sobrepasar su resistencia a la compresión. Por otra
parte, esta fuerza no puede exceder un determinado valor límite, para evitar daños prematuros
en la cabeza de perforación. En formaciones rocosas duras o muy duras, una fuerza excesiva
conduce a la incrustación de la cabeza y consecuente destrucción, lo que significa el término
de la vida útil de la herramienta.
su vez, a mayor diámetro de perforación, más grande es la cabeza de la barrena y por
consiguiente mayor la superficie a perforar por lo que ofrecerá mayor resistencia. En suma, la
fuerza de empuje es función de dos variables: la dureza de la roca y el diámetro de perforación.
Por tanto, está acotada entre un valor máximo y mínimo y durante la perforación depende de
la habilidad del maquinista de la pilotadora para saber irla ajustando según el tipo de terreno.
Según la dureza de la roca, la fuerza d empuje mínima necesaria para vencer su resistencia a la
compresión, está dada por la siguiente fórmula empírica:

22
La fuerza de empuje se acostumbra a expresar en libras-peso [lbp] por unidad de diámetro del
trépano, expresado en pulgadas (Ф”). En la tabla siguiente se comparan los valores mínimos
que resultan de aplicar la fórmula anterior con los valores observados en la práctica minera
según la dureza de la roca.

Gráfico 1. Fuerza de empuje.

FUERZA DE EMPUJE MÍNIMA SEGÚN EL TIPO DE ROCA

Por otra parte, también se ha obtenido una fórmula empírica que permite estimar la fuerza de
empuje máxima que soportan los rodamientos de un tricono, en función del diámetro de
perforación (Ф).

FUERZA DE EMPUJE MÁXIMA SEGÚN EL DIÁMETRO DE PERFORACIÓN

Los resultados anteriores permiten explicar la razón por la cual la perforación rotativa no se
aplica en la práctica en diámetros menores a 175 mm (aprox. 7”), salvo en rocas blandas o muy
blandas. En efecto, en una roca de mediana a dura se requiere una fuerza (F´) del orden de
5.000 a 6.000 [lbp/” de Ф]; vale decir, 30.000 a 36.000 [lbp] para un tricono de 6 pulgadas,
siendo su límite de resistencia del orden de 29.000 [lbp].

VELOCIDAD DE AVANCE VS. VARIABLES DE OPERACIÓN

Velocidad de rotación

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Mientras el barrido es perfecto, la velocidad de avance (Va) es linealmente proporcional a la
velocidad de rotación.
Va=KxN

Gráfico 2. Gráfico de la velocidad de avance en función de las revoluciones por minuto


En la práctica, a medida que Va aumenta, el barrido se torna ineficiente.

Fuerza De Empuje
Mientras el barrido es perfecto, la velocidad de avance (Va) aumenta exponencialmente con la
fuerza de empuje. Va=KxFα 1<α
En la práctica, a medida que Va aumenta, el barrido se torna deficiente.

Gráfico 3. Gráfico de la velocidad de avance en función de la fuerza de empuje.

24
DESGASTE DEL TRICONO

La velocidad de avance decrece exponencialmente con el desgate del tricono.

Gráfico 4. Gráfico de la velocidad de avance en función del desgaste

CONSUMOS DE ENERGÍA

Cuando la máquina está perforando los principales consumos de energía son los vinculados a
los siguientes accionamientos:
 Rotación
 Fuerza de empuje
 Barrido y extracción del detritus
 Otros accionamientos menores

Energía consumida por la rotación


Para hacer rotar la columna de barras, es preciso aplicar una fuerza tangencial (F). La energía
consumida en un giro (Er) es igual al producto de la fuerza por el camino recorrido:

Donde T es el par motor (torque) de rotación [kgm]. Si se considera como unidad de tiempo 1
minuto, la potencia requerida (Wr) será por lo tanto igual a:

25
Donde N es el número de vueltas por minuto [rpm] o velocidad de rotación, que es
inversamente proporcional a la dureza de la roca (Sc).

Gráfico 5. Sección de la columna de barras

Energía consumida por el sistema de empuje

La penetración de la herramienta requiere también la aplicación de una gran fuerza de empuje


(F); no obstante, la energía consumida por este accionamiento es pequeña comparada con la
rotación. (Véase figura 3.5) Suponiendo que en un giro el tricono avanza una longitud h, la
energía consumida en una vuelta (Ee) será igual al producto de la fuerza [kgp] por el camino
recorrido [m].

Gráfico 6. Se observa la dirección de la fuerza (F) y la longitud avanzada (h)

26
Luego, si se elige como unidad de tiempo 1 [min], la potencia requerida (We) será igual a:

Donde Va es la velocidad de avance expresada en [m/min]. En la práctica minera, en un rango


de diámetros de 8 a 12 pulgadas (200 a 300 mm) y en rocas medianas a duras (Sc: 80 – 200
Mpa), se registran velocidades del orden de 20 a 10 [m/h].

3.5.2. PARÁMETROS EN LA VOLADURA DE ROCAS

De acuerdo con los criterios de la mecánica de rotura, la voladura de roca es un proceso


tridimensional, en el cual las presiones generadas por explosivos confinados dentro de taladros
perforados en la roca, originan una zona de alta concentración de energía que produce dos
efectos dinámicos: fragmentación y desplazamiento.
El primero se refiere al tamaño de los fragmentos producidos, a su distribución y porcentajes
por tamaños, mientras que el segundo se refiere al movimiento de la masa de roca triturada.
Una adecuada fragmentación es importante para facilitar la remoción y transporte del material
volado y está en relación directa con el uso al que se destinará este material, lo que calificará a
la “mejor” fragmentación. Así, en la explotación de minerales se busca preferentemente
fragmentación menuda, que facilita los procesos posteriores de conminución en las plantas
metalúrgicas, mientras que en la de rocas algunas veces se requiere que sea en grandes bloques,
como los que se emplean para la construcción de ataguías o rompeolas. El desplazamiento y la
forma de acumulación del material volado se proyecta de la manera más conveniente para el
paleo o acarreo, de acuerdo al tipo y dimensiones de las palas y vehículos disponibles.
Teniendo en cuenta los diversos criterios que involucra un trabajo de voladura, como el
propósito o uso final del lugar a excavar o el del material a obtener el volumen a ser excavado,
el grado de fragmentación promedio requerido, si la roca excavada se quedará in situ o será
transportada a otro lugar, el tipo y la dimensión del equipo de remoción y acarreo disponible,
la proximidad a instalaciones importantes que puedan ser afectadas por vibraciones o
proyecciones, además de otros, es pues necesaria una planificación cuidadosa de la voladura
considerando todos los detalles que puedan influir en sus resultados.
Existe una serie de factores o variables que intervienen directa o indirectamente en la voladura
de rocas, que son mutuamente dependientes o que están relacionados uno u otro; unos son
controlables y otros no.
Son controlables, por ejemplo, las variables de diseño, de perforación o del explosivo a
emplear, mientras que no podemos modificar la geología o las características de la roca.
Para facilidad de interpretación se resume a estos factores afines en grupos, que suelen
denominarse variables, factores, parámetros o condiciones fundamentales que comprenden:

27
PARÁMETROS DE LA ROCA

Son determinantes, debiendo los explosivos y sus métodos de aplicación adecuarse a las
condiciones de la roca. Entre ellos tenemos:

A. PROPIEDADES FÍSICAS

a. Dureza
Indica aproximadamente la dificultad de perforarla.

b. Tenacidad
Indica la facilidad o dificultad de romperse bajo el efecto de fuerzas de compresión, tensión
e impacto, variando entre los rangos de friable (fácil), intermedia a tenaz (difícil).

c. Densidad
Indica aproximadamente entre la dificultad para volarla y varía entre 1,0 a 4,5 g/cm3 en
promedio. Rocas densas requieren también explosivos densos y rápidos para romperse.

d. Textura
Trama o forma de amarre de los cristales o granos y su grado de cementación o cohesión,
también relacionada con su facilidad de rotura.

e. Porosidad
Proporción de poros u oquedades y su capacidad de captar agua.

f. Variabilidad
Las rocas no son homogéneas en su composición y textura. Tienen un alto índice de
anisotropía o heterogeneidad.

g. Grado de alteración
Deterioro producido por efecto del intemperismo y aguas freáticas, además de fenómenos
geológicos que las modifican o transforman.

B. PROPIEDADES ELÁSTICAS O DE RESISTENCIA DINÁMICA DE LAS ROCAS

a. Frecuencia sísmica o velocidad de propagación de las ondas sísmicas y de sonido.

Velocidad con la que estas ondas atraviesan las rocas.

b. Resistencia mecánica
Resistencia a las fuerzas de compresión y tensión.

c. Fricción interna
Habilidad de las superficies internas para deslizarse bajo esfuerzos (rocas estratificadas).

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d. Módulo de Young
Resistencia elástica a la deformación.

e. Radio de Poisson
Radio de contracción transversal o extensión longitudinal del material bajo tensión.

f. Impedancia
Relación de la velocidad sísmica y densidad de la roca versus la velocidad de detonación y la
densidad del explosivo. Usualmente las rocas con alta frecuencia sísmica requieren
explosivos de alta velocidad de detonación.

C. CONDICIONES GEOLÓGICAS

a. Estructura

Es la forma de presentación de las rocas y está en relación con su origen o formación (macizos,
estratos, etc.).

b. Grado de fisuramiento

Indica la intensidad y amplitud del fracturamiento natural de las rocas. Son importantes la
orientación (rumbo y buzamiento) de los sistemas de fisuras y el espaciamiento entre ellos, así
como la apertura y los tipos de relleno en las discontinuidades.

c. Presencia de agua

Define incluso el tipo de explosivo a usar.

PARÁMETROS CONTROLABLES

Parámetros Del Explosivo

A. Propiedades físico- químicas

a. Densidad

Peso específico en g/cm3 (a mayor densidad, mayor potencia), varía entre 0,7 a 1,6 g/cm3.
Todo explosivo tiene una densidad crítica encima de la cual ya no detona.

b. Velocidad de detonación (VOD)

29
Velocidad de la onda de choque, en m/s, califica a los explosivos como detonantes y
deflagrantes; a mayor velocidad mayor poder rompedor o brisance.

c. Transmisión o simpatía

Transmisión de la onda de detonación en la columna de carga. Una buena simpatía asegura la


explosión total de la columna de carga.

d. Resistencia al agua

Varía desde nula hasta excelente (varias horas).

e. Energía del explosivo

Se puede dar en cal/g o J/g. Calculada sobre la base de su formulación, aplicable para estimar
su capacidad de trabajo.

f. Sensibilidad a la iniciación

Cada explosivo requiere un iniciador o cebo mínimo para iniciarse (usualmente se tiene como
referencia al detonador N° 8 para calificarlos como altos explosivos (sensibles) y agentes de
voladura (insensibles), por lo que requieren un cebo más potente).

h. Volumen normal de gases

Cantidad de gases en conjunto generados por la detonación de 1 kg de explosivo a 0°C y 1 atm


de presión, expresado en litros/ kg.

Indica aproximadamente la “cantidad de energía disponible” para el trabajo a efectuar y


generalmente varía entre 600 y 1 000 litros/kg.

i. Presión de taladro

Fuerza de empuje que ejercen los gases sobre las paredes del taladro. Se expresa en kg/cm2,
en kilobares (kbar) o en Megapascales (MPa) en el sistema SI. Para evaluarla se aplican las
mismas ecuaciones de estado como las que valen en el estado de detonación y explosión,
tomando en cuenta la variación del volumen.

Esta presión varía con el confinamiento. Así, un explosivo con densidad 1,25 y g/cm3 una
presión de explosión de 3 500 MPa en taladro lleno al 100%, cuando se llena sólo al 90% llega
aproximadamente a 2 600 MPa y cuando sólo se llena al 80% bajará hasta cerca de 1 900 MPa.

i. Categoría de humos

30
Factor de seguridad que califica su toxicidad (todos los explosivos generan gases de CO y NO
en diferentes proporciones).

CONDICIONES DE LA CARGA

A. Diámetro de la carga (diámetro del taladro)

Influye directamente sobre el rendimiento del explosivo y la amplitud de la malla de


perforación. Todo explosivo tiene un diámetro crítico; por debajo de ese diámetro no detonan.

B. Geometría de la carga

Relación entre el largo de la carga con su diámetro y el punto donde es iniciada. Se refleja en
el proceso de rompimiento y en la formación de “zonas de fracturación” en las cargas
cilíndricas de los taladros de voladura.

C. Grado de acoplamiento

Radio del diámetro de carga al diámetro del taladro. El acoplamiento físico entre la carga
explosiva y la roca permite la transferencia de la onda de choque entre ellas, teniendo un
carácter muy significativo sobre el rompimiento.

El efecto de trituración depende mucho del contacto directo del explosivo con la roca. El
desacoplamiento tiene enorme efecto sobre el grado de confinamiento y sobre el trabajo del
explosivo, ya que la presión de taladro decrecerá con el aumento del desacoplamiento. Esta
condición puede incluso ocasionar que los gases liberados por la explosión se aceleren más
rápidamente que la onda de detonación en la columna de carga, acumulándola al descomponer
al explosivo por el fenómeno denominado “efecto canal” o presión de muerte (dead pressing).

El desacoplamiento es recomendable sólo para la voladura controlada o amortiguada, donde


forma un colchón de aire que amortigua el impacto, con lo que disminuye la fragmentación.

Para voladura convencional se recomienda que la relación entre diámetro de taladro y diámetro
de cartucho no sea mayor que 1,2:1. Como, por ejemplo: cartuchos de 32 mm de diámetro para
taladros de 40 mm de diámetro, o cartuchos de 42 mm de diámetro para taladro de 50 mm de
diámetro.

D. Grado de confinamiento

Depende del acoplamiento, del taqueo o acabado, del uso de taco inerte para sellar el taladro y
de la geometría de la carga (burden y distancia entre los taladros).

31
Un confinamiento demasiado flojo determinará un pobre resultado de voladura. Por otro lado,
un alto grado de confinamiento (por excesivo atacado del explosivo) puede incrementar tanto
su densidad que lo puede hacer insensible a la transmisión de la onda de detonación y fallar.

Los explosivos a granel (ANFO, emulsión) en bancos se confinan por sí solos.

E. Densidad de carguío (Dc

Da la medida de llenado de un taladro. En el caso de un llenado perfecto sin dejar el menor


espacio desocupado tendremos por definición una densidad de carguío = 1. En general, cuando
un taladro se llena al X% de su espacio ocupado por explosivo tendremos Dc = 0,92.

F. Distribución de carga en el taladro

La carga explosiva puede ser de un solo tipo en todo el taladro (carga única) o tener primero
explosivo más denso y potente (carga de fondo) y luego explosivo menos denso (carga de
columna).

También pueden ser varias cargas de igual o distinto tipo separadas entre sí por material inerte
(cargas espaciadas o decks).

G. Tipo y ubicación del cebo

Puede emplearse el cebo único, el cebado múltiple (dos o más en rosario en la misma columna
de carga, o una en cada deck en cargas espaciadas) y el cebado longitudinal (axial), este
generalmente con cordón detonante.

H. Distribución de energía, en cal/t de roca

La energía aplicada sobre la roca dependerá de la distribución de la carga en el taladro, de la


densidad del carguío, del punto de iniciación y del tipo de explosivo utilizado, mientras que el
consumo útil de energía está vinculado al confinamiento y tiempo de duración del proceso de
rotura antes que los gases se disipen en el ambiente.

Alrededor de la columna explosiva la fracturamiento presenta cierta zonificación; el área de


cráter o de cavidad de la explosión donde procesos hidrodinámicos asociados a la detonación
producen la volatilización y pulverización de la roca, la zona de transición donde la presión y
tensión se reducen rápidamente originando un flujo plástico o viscoso de la roca acompañado
por trituración y desintegración, finalmente la zona sísmica donde la tensión se encuentra ya
por debajo del límite elástico de la roca y donde ya no se presenta fragmentación si no hay
caras libres.

La densidad de carguío y la distribución del explosivo tienen influencia en esta zonificación.


Así, un taladro con carga normal de columna con refuerzo de carga de fondo tendrá un buen
rompimiento al piso. Por lo contrario, si la mayor densidad de carga está hacia la boca del

32
taladro, el tiro proyectará demasiados fragmentos volantes y tendrá mal rompimiento al piso.
Igualmente, es diferente el resultado entre una carga concentrada al fondo y otra en la que se
empleen cargas alternadas con tacos a lo largo del taladro (deck charges).

Las cargas desacopladas y el empleo de explosivos de baja presión de detonación normalmente


eliminan la zona de trituración y controlan el rumbo y extensión de las grietas en la voladura
amortiguada.

I. Intervalos de iniciación de las cargas (timing)

Los taladros deben ser disparados manteniendo una secuencia ordenada y correcta, para crear
las caras libres necesarias para la salida de cada taladro, lo que se logra con los detonadores de
retardo o con métodos de encendido convencional escalonados.

J. Variables de perforación

Tienen importante influencia en los resultados de la voladura:

a. La profundidad del taladro respecto a la altura de banco en superficie y al avance estimado


en túneles.
b. La malla de perforación, relación de burden y espaciamiento entre taladros, importante para
la interacción entre ellos.
c. Diámetro del taladro, base para determinar el burden y el consumo de explosivo. Las brocas
de perforación tienen desgaste variable según el tipo de roca, tendiendo a reducir
paulatinamente su diámetro (bit wear factor), especialmente en perforaciones de pequeño
diámetro.
d. Inclinación del taladro, controlada, como en la perforación radial o en abanico y desviación
del taladro (fuera de control, perjudica el performance del explosivo y por tanto la
fragmentación y avance).

Otros factores que se deben considerar en el planeamiento de un disparo son el costo de


perforación y el costo del explosivo, con base en el consumo total de explosivo por m3 o
tonelada de roca movida (factor de carga en kg/m3). También para ciertos tipos de explosivo
su vida útil (shelf life).

CONDICIONES GENERALES PARA EL TRABAJO EFICIENTE DE LOS


EXPLOSIVOS

a. Deben contar con cara libre para facilitar la salida del material fragmentado.
b. Deben estar confinadas, para aumentar su densidad de carga (atacado con vara de madera en
subsuelo, compactación con aire comprimido en carguío a granel en subterráneo y por gravedad
en superficie). Sellado del taladro con taco inerte.
c. Deben ser cuidadosamente cebados.
d. Deben ser disparados manteniendo una secuencia ordenada de salidas (temporización).
e. El espaciamiento entre taladros debe ser el adecuado para permitir la interacción de las

33
grietas radiales entre ellos; de lo contrario habrá mala fragmentación, incluso hasta pueden
soplarse sin efecto rompedor.

CAMPOS DE APLICACIÓN DE LA VOLADURA

Los explosivos industriales se emplean en dos tipos de voladuras subterráneas y de superficie.

Los trabajos subterráneos comprenden: túneles viales e hidráulicos, excavaciones para


hidroeléctricas y de almacenamiento, galerías y desarrollos de explotación minera, piques,
chimeneas, rampas y tajeos de producción.

Son efectuados con el empleo mayoritario de dinamitas y emulsiones encartuchadas de


diferentes grados de fuerza y resistencia al agua, con agentes de voladura granulares, secos
como ANFO y Examon cargados neumáticamente y eventualmente emulsiones puras sensibles
a granel, cargadas por bombeo.

Las dinamitas (gelatinas, semigelatinas, pulverulentas y permisibles) se comercializan


encartuchadas en papel parafinado, en diámetros que van desde 22 mm (7/8”) hasta 76 mm
(3”), las emulsiones sensibilizadas en cartuchos de lámina de plástico y en pocos casos en papel
parafinado (ejemplo: Semexsa-E), en diámetros desde 22 mm (7/8”) y los agentes granulares
en bolsas a granel.

Los trabajos de superficie comprenden: apertura de carreteras, canales, canteras d material para
la construcción, cimentaciones, demoliciones y minas a tajo abierto, los que son efectuados
con dinamitas y emulsiones de pequeño a mediano diámetro, ANFO y Examon en canteras y
obras viales, mientras que los tajos abiertos tienen empleo mayoritario de ANFO a granel,
ANFO Pesado, Slurries emulsiones (en cartuchos de lámina plástica PVC hasta 8” de diámetro
(203 mm) y a granel en carguío mecanizado en taladros de 127 mm (5”) hasta 304 mm (12”)
de diámetro.

EVALUACIÓN DE LA VOLADURA

Una voladura se evalúa por los resultados obtenidos. Para calificarla se consideran los
siguientes aspectos: volumen de material movido, avance del disparo, pisos, fragmentación,
forma de acumulación de los detritos, costo total del disparo.

A. El volumen o tonelaje del material movido deberá ser igual o cercano al volumen teórico
calculado previamente considerando el esponjamiento del material roto.

B. El avance del frente disparado en voladura de bancos en superficie deberá sobrepasar la


última fila de taladros.

34
En túneles y galerías el avance máximo es equivalente a la amplitud del túnel, por tanto, el
avance deberá ser al menos igual a la profundidad de los taladros.

La periferia en los túneles deberá ser igual a la proyectada; si resulta menor, requerirá ensanche
adicional (desquinche). Por otro lado, si sobrepasa el límite especificado resultarán problemas
de costo, y en ciertos casos problemas de estabilidad y gastos de sostenimiento.

C. El nivel del piso en bancos o el piso del nuevo banco disparado debe resultar al mismo nivel
del existente. Si se presentan irregularidades como lomos (toes), debe presumirse muy poca
sobre perforación o falta de carga de fondo. Estos lomos dificultan el trabajo de las palas
cargadoras y requieren trabajo adicional, usualmente de voladura secundaria para eliminarlos.

En galerías y túneles es indispensable mantener el nivel del piso para el drenaje de agua y para
el tendido de líneas de riel donde se utilice transporte con locomotora.

D. El grado de fragmentación del material disparado o el tamaño promedio requerido de los


fragmentos depende del trabajo en que se van a emplear, pero por lo general la fragmentación
demasiado gruesa o demasiado menuda son inconvenientes. Debe observarse el porcentaje de
pedrones grandes que tendrán que ser reducidos posteriormente.

La fragmentación tiene relación directa con la facilidad de paleo y transporte y con sus costos.

E. La sobrerotura (over break) y la sobre rotura hacia atrás (back break) en bancos, afectan la
estabilidad de la nueva cara libre de voladura y a los taladros que hayan sido perforados a
continuación de la última fila disparada. Generalmente indica exceso de carga explosiva en la
última fila de taladros.

En túneles y labores subterráneas debilita y agrieta a la roca remanente en toda la periferia,


afectándola a profundidad, con el riesgo de colapso del techo o paredes. Aparte de condiciones
geológicas de incompetencia, debilidad estructural y alto grado de fracturamiento, tienen
responsabilidad en este problema el exceso de carga explosiva y/o el encendido instantáneo o
con tiempos muy cortos entre taladros, debido al fuerte golpe que producen.

F. El desplazamiento y acumulación del material volado, debe ser adecuado para facilitar las
operaciones de carga y acarreo. La forma de acumulación se proyecta de acuerdo al tipo de
equipo que se va a emplear en la limpieza del disparo.

La forma aproximada de los montículos de detritos se consigue con el trazo de perforación y


con el diagrama del tendido de iniciación, distribución de los retardos y de la disposición de
las caras libres. Así, una distribución con amarres en “V” resulta en un montículo central,
mientras que un amarre en líneas longitudinales resultará en acumulación a lo largo de toda la
cara del frente disparado.

G. La falta de desplazamiento:

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Cuando un disparo rompe material pero no se mueve de su sitio, se dice que el tiro se ha
“congelado”. Esto se traduce en mala fragmentación en la parte inferior e interior del banco,
en dificultad para la remoción del material roto y en riesgo de encontrar material explosivo no
detonado.

Esto ocurre generalmente cuando los retardos no funcionan o no han sido distribuidos
adecuadamente, y en subterráneo cuando falla el arranque.

H. La dispersión de fragmentos a distancia, además de incrementar el riesgo de proyección de


fragmentos volantes, tiene el inconveniente en minas de “diluir” el material de valor económico
al mezclarlo con desmonte, cuando se desparrama lejos de la cara de voladura. Generalmente
indica excesiva carga explosiva hacia el cuello del taladro, o falta de taco inerte.

I. Costo de la voladura. Para determinar el costo total de una voladura, además del costo de
perforación (aire, barrenos, aceite, depreciación de la máquina, etc.) costo de explosivos,
accesorios y planilla del personal (valorados en soles o dólares/TM) se debe tener en cuenta
los costos de carguío y acarreo del material triturado, más los adicionales de voladura
secundaria de pedrones sobre dimensionados y los de empleo de equipo adicional para eliminar
lomos al piso. Todos ellos, aparte del avance y del volumen o tonelaje movido, representan el
real rendimiento o resultado económico de la voladura.

Aparte de la evaluación visual del disparo, sujeta a la experiencia del observador, se cuenta
actualmente con equipos de control sofisticados, como cámaras de video o película de alta
velocidad, sismógrafos, equipos y software para determinar la granulometría del material
obtenido, instrumentos topográficos rápidos y precisos para determinar el contorno del área
disparada y cubicarla, instrumentos para la detección y control de gases en las fronteras y para
la medición de velocidad de detonación (VOD) dentro de taladros, y otros, que ayudan a
interpretar la información de campo en forma rápida y precisa.

3.5.3. PARÁMETROS DE PERFORACIÓN DIAMANTINA

PARÁMETROS DE OPERACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LAS CORONAS

A continuación, se presentan algunas características que pueden ayudar para que las coronas
funcionen correctamente.

Vía de agua: Son ranuras radiales


Que permiten refrigerar y transportar el fluido para evitar que la corona se queme o funda y
también lograr un buen barrido del detrito o recorte que se está generando en el fondo del pozo.

36
Refuerzos de carburo de tungsteno
Todas las coronas impregnadas son fabricadas con este tipo de refuerzo y con diamantes
naturales en diámetro interior y exterior, para mantener la dimensión del testigo y del pozo,
cuando se desgasta la corona.

Matriz
Está construida de polvos matríceros de metal duro como es el carburo tungsteno y soldadura
(cobre – plata). La matriz tiene 3 funciones principales:
•Unir el cuerpo de acero de la corona y los diamantes en una unidad integral.
•Asegurar mecánicamente los diamantes en su lugar, para resistir la fuerza de corte.
•Proveer resistencia al desgaste y a la erosión compatible con la formación y condiciones del
pozo.

VELOCIDAD DE ROTACIÓN VERSUS PENETRACIÓN

Como norma, las coronas diamantadas impregnadas requieren velocidades de rotación mayores
para lograr velocidades de penetración comparables con las de las coronas incrustadas. Esto se
debe a que la exposición del diamante es menor en una corona impregnada, luego la penetración
por revolución o vuelta es también menor.
En las coronas impregnadas, las velocidades de penetración están controladas dentro de un
rango muy estrecho para una determinada velocidad de rotación de la corona (rpm) y el peso
sobre ella es de importancia secundaria.

Este procedimiento se conoce como método de perforación rpp:


•Revoluciones/pulgada (sistema inglés)
•Revoluciones/centímetro (sistema métrico).
El índice rpp (revoluciones de la corona por pulgada (cm) de penetración) es el cálculo más
importante para lograr la máxima vida útil de la corona, bajos costos de perforación y una
máxima productividad.
Para calcular el índice Rpp (r/pulg.), se divide la velocidad de rotación (rpm) de la corona por
la velocidad de penetración.

37
Siempre que se trabaje dentro de esta norma y la corona de la Serie corresponda a la formación
y dureza de la roca, la perforación debería progresar sin problemas y la corona se desgastará a
un ritmo más o menos constante durante toda la vida útil.
Si el índice rpp (rev/pulg.) se encuentra bajo el mínimo recomendado de 200 rpp, se producirá
un desgaste excesivo de modo que se deberá aumentar las rpm de la corona o disminuir la
velocidad de penetración, mediante la reducción del peso sobre la corona.
Si las condiciones de terreno o las limitaciones de la sonda le impiden efectuar estos ajustes,
cambie a una corona de Serie menor. Si el índice rpp (rev/pulg) es muy superior al máximo
recomendado (250 rpp), la corona se puede pulir, en este caso hay que reducir las rpm o
aumentar la velocidad de penetración, aumentando el peso sobre la corona.
Si las rpm o el peso no pueden ser modificados, entonces cambie a una corona de Serie mayor
(por ejemplo, de serie 2 a 6). Existe una relación crítica entre la velocidad de rotación (rpm) y
la velocidad de penetración (pulg. /min). Si la rpp es demasiado baja, es posible que se salgan
los diamantes de la matriz. Al contrario, si la rpp es demasiado alta, los diamantes pueden
resultar pulidos y la velocidad de penetración disminuye notablemente

PESO SOBRE LA CORONA

Aunque el peso sobre la corona (Pull Down) es solo de importancia secundaria cuando
se está perforando con coronas impregnadas, puede ser un factor importante en algunas
circunstancias.
Esto es especialmente efectivo cuando se está alcanzando el límite de las herramientas
dentro del pozo para soportar empujes altos o cuando el control de la desviación es de
primordial importancia.

En estos casos, se recomienda emplear una corona de Serie mayor a la normalmente


seleccionada o recomendada, teniendo cuidado con las velocidades de penetración. Esto
tenderá a disminuir la desviación o los problemas de la herramienta dentro del pozo.
38
Si se requieren pesos sobre la corona muy altos para cortar la roca, se debe seleccionar
un rango de Serie mayor. Esto normalmente dará por resultado que se requerirán pesos
más bajos sobre la corona, mientras se mantienen velocidades de penetración
aceptables.
Si se sobrepasa el peso máximo recomendado sobre la corona, se puede esperar que
surja desviación del pozo, desgaste excesivo de los barriles saca testigos y coronas como
también de las barras de perforación. Además, se pueden presentar fallas dentro del
pozo.
El peso debe ser aplicado dependiendo de la velocidad de rotación para mantener la
corona penetrando (como lo indica el factor rpp). Sin embargo, una carga demasiado
alta puede causar una reimpregnación del diamante, desgaste prematuro debido al
desgaste de la matriz o incluso la falla mecánica de ésta. Una carga demasiado baja a
menudo conduce a que los diamantes resulten pulidos requiriendo entonces que la
matriz sea removida superficialmente hasta exponer una nueva capa de diamantes.

Gráfico 7. Corona cristalizada. Diamantes y matriz pulidos.

MÉTODO DE PRESIÓN DIFERENCIAL PARA DETERMINAR EL PESO SOBRE


LA CORONA
La presión diferencial multiplicada por el área de los cilindros hidráulicos de avance de las
sondas nos entrega la fuerza sobre la corona diamantada.

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FLUJO DE FLUIDO

La regulación de la salida de la bomba de lodo mediante un medidor de flujo de agua


(flujómetro), puede ser una técnica útil para ayudar a la perforación deformaciones silíceas
muy duras. Si, cuando se está empezando a bombear al volumen máximo de fluido
recomendado, surge la necesidad de afilar la corona, la salida de la bomba debe reducirse al
valor menor recomendado. Esto ayudará a que se acumule una pequeña cantidad de detritos en
la cara de la corona lo que, a su vez, desgastará la matriz.
Si el pulido o la necesidad de afilar la corona persiste, se debe realizar un cambio de corona a
la corona de Serie mayor más próxima (por ejemplo, de Serie 6 a 7).
Se recomienda además usar aceites solubles o fluidos lubricantes con las coronas impregnadas,
solo en formaciones de roca dura. El caudal del fluido es una variable crítica al optimizar la
eficiencia de perforación. El fluido debe enfriar efectivamente la corona y remover los recortes
de la perforación a través del espacio anular en la forma más eficiente posible. Un caudal
demasiado alto puede causar el levante hidráulico de la columna y afectar al peso real sobre la
corona y en consecuencia al rendimiento de la perforación. Un caudal bajo puede desgastar en
forma prematura la corona debido a la acción abrasiva del recorte.

PULIDO

Pulido, glaseado o vitrificado son términos empleados comúnmente para describir una
condición en la que la cara de la corona adquiere una textura metálica y no sobresalen puntas
de diamante desde la matriz para cortar la roca. La penetración cesa virtualmente y se hace
necesario afilar la corona en el pozo o, en otros términos, reexponer el diamante. Es de suma
importancia, para evitar el pulido, que el perforista mantenga la corona cortando.

MÉTODO DE AFILADO EN EL POZO

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Si se ha seleccionado una corona de la Serie demasiado menor para el tipo de roca o se ha
dejado que una corona impregnada disminuya la velocidad y se pula, es necesario afilar la
superficie de la matriz para exponer los diamantes.
Esto puede hacerse mediante la reducción de las rpm del husillo en alrededor de 1/3 de vuelta
(seleccione una marcha menor si cuenta con transmisión) y manteniendo una velocidad de
penetración constante. La presión en la corona aumentará hasta que se perfore 1 pulg. y luego
la presión descenderá rápidamente, señalando que se ha producido el afilado y que la corona
está cortando de nuevo, rápidamente. Reduzca inmediatamente la presión sobre la corona y
aumente las rpm del husillo para adecuarse al índice rpp (rev/pulg.) correcto. Si se repite
demasiado este proceso, se recomienda cambiar corona a una serie mayor.

3.6. DISEÑO DE VOLADURAS ATENDIENDO AL CONTROL


GEOESTRUCTURAL

El correcto diseño de una voladura debe atender no sólo la geometría de la malla, las
características de los explosivos, y la resistencia de la roca intacta, sino que además debe incluir
como parámetro fundamental, el control geoestructural (orientación relativa del frente y
dirección de salida de la voladura respecto a la actitud de las discontinuidades más importantes)
que los diferentes tipos de discontinuidad imponen al macizo rocoso. A continuación se
presenta un resumen gráfico del control que impone la orientación de los estratos.
Toda diaclasa se caracteriza por la inclinación y la dirección; adicionalmente, todo corte, sea
vial o de producción de material de cantera, se caracteriza igualmente por su dirección e
inclinación. Si bien es cierto que estos últimos son fácilmente modificables a criterio del
diseñador, las diaclasas son intrínsecas y por tanto inmodificables; de acuerdo con lo anterior,
tanto para el análisis de estabilidad de cortes, como para la mejor producción de los materiales
de cantera, deben tenerse en cuenta estos cuatro parámetros.

Para los cálculos que se muestran a continuación, se han adoptado las siguientes convenciones:
 α: inclinación de los estratos: 30º
 μ: dirección de los estratos: N - S
 ψ: inclinación del frente: 18º
 ξ: dirección del frente: E – W
 β: ángulo entre la dirección del frente de explotación y la dirección de los estratos:
variable a definir.

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En la siguiente figura se muestran gráficamente las convenciones anteriores, con el fin de
facilitar la comprensión de las figuras mostradas más adelante. También se ilustran otros
parámetros empleados en la descripción e identificación de las variables involucradas en las
figuras anteriores, en donde se indican las direcciones más convenientes de la voladura según
el buzamiento de los estratos.

 RE: rumbo de la estratificación.


 β: ángulo entre el rumbo de la estratificación y la dirección de salida de la voladura.
 α: buzamiento de los estratos

Figura 11. A la izquierda: Explicación gráfica de las convenciones adoptadas. A la derecha:


Isométrico del diseño de una voladura.

 Buzamiento de los estratos, α = 0

42
Figura 12. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 0º

Según este buzamiento, la dirección de frente de voladura es indiferente; es decir,


independientemente de la dirección de explotación que se asuma, los resultados de la voladura
serán los mismos.
 Buzamiento de los estratos, α = 90°

Figura 13. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 90º

Según este buzamiento, se tienen las siguientes características, según el ángulo entre el rumbo
de los estratos y la dirección de la voladura:

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 β = 0° = 180° Buena fragmentación y frente regular.
 β = 45° = 135° = 225° = 315° Fragmentación variable y frente en dientes de sierra
 β = 90° = 270° Dirección más favorable

 Buzamiento de los estratos α = 45°

Figura 14. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; α = 45°


De acuerdo con este buzamiento, se tienen las siguientes características, según el ángulo entre
el rumbo de los estratos y la dirección de la voladura:

 β = 0° = 180° Buena

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 β = 45° = 125° Desfavorable
 β = 90° Poco favorable
 β = 225° = 315° Aceptable
 β = 270° Muy favorable

 Buzamiento de los estratos, 0° < α < 45°

Figura 15. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura 0º < α < 45º

En este caso se tienen las mismas características de voladura que en el caso anterior, aunque
en éste, la resistencia de la roca es determinante:

 β = 0° = 180° Buena
 β = 45° = 135° Desfavorable

45
 β = 90° Poco favorable
 β = 225° = 315° Aceptable
 β = 270° Muy favorable

 Buzamiento de los estratos, 45° < α < 90°

Figura 16. Influencia de los parámetros geométricos sobre la voladura; 45º < α < 90º

3.6.1. Índice de Volabilidad (BI)

De acuerdo con Lilly (1986) se define como la facilidad con la que un macizo rocoso puede
ser excavado mediante el uso de explosivos; este índice se puede calcular mediante la siguiente
tabla.

46
BI = 0,5 (RMD + JPS + JPO + SGI + RSI)

Tabla 5. Calificación de parámetros geomecánicos para determinar el Índice de Volabilidad, B.I.

PARÁMETRO GEOMECÁNICO CALIFICACIÓN

Descripción del macizo rocoso (RMD)


Friable/Poco consolidado 10
Diaclasado en bloques Totalmente masivo 20
50

Espaciamiento entre diaclasas (JPS)


Grande (>1,0 m) 10
Intermedio (0,1 a 1,0m) 20
Pequeño (<0,1 m) 50

Orientación entre diaclasas (JPO)


Horizontal 10
Buzamiento normal al frente 20
Rumbo normal al frente 30
Buzamiento coincidente con el frente 40

Influencia del peso unitario (SGI)


SGI = 25SG-50, SG : peso unitario, ton/m³

Influencia de la Resistencia a la Compresión Simple (RSI)


RSI = 0,05 x Resistencia a la compresión simple, Mpa 1-20

El consumo específico de explosivo, C.E., así como el factor de energía, F.E., están
directamente relacionados con este índice, mediante las relaciones:
C.E., kg Anfo/t, = 0,004 x BI F.E., Mj/t, = 0,015 x BI
Otro parámetro del macizo rocoso que también tiene una incidencia muy importante en las
voladuras es el estado de esfuerzos in-situ, el cual condiciona la dirección de encendido de las
voladuras, éste debe estar orientado en esa misma dirección.

47
3.7. INTENTOS DE CORRELACIÓN DE ÍNDICES DE PERFORACIÓN CON
LOS PARÁMETROS DE DISEÑO DE LAS VOLADURAS
Teniendo en cuenta que la perforación de una roca constituye un proceso de rotura de la
estructura de la misma en el que influyen numerosos factores geomecánicos, parece lógico que
el diseño de las voladuras debiera basarse en los índices de perforación. En tal sentido, se han
desarrollado varios métodos, entre los cuales analizaremos el de Leighton (1982), el cual se
fundamenta en los trabajos adelantados previamente por Mathis (1975).

En efecto, Mathis había propuesto su índice RQI (Rock Quality Index) basado en:

RQI = Eh (t/L)
Donde:
Eh: Presión hidráulica de la perforadora.
t: Tiempo de perforación del barreno.
L: Longitud del barreno.

Leighton (1982) procedió a una identificación de las rocas existentes en la mina de Afton
Canadá) mediante el «R.Q.I.» utilizando una perforadora rotativa S.E. 40-R trabajando a
229mm (9") de diámetro.
A continuación, hizo un estudio de correlación entre el "R.Q.I.» y el consumo específico
óptimo de explosivo para las voladuras de contorno, obteniendo un coeficiente de correlacion
r = 0.98 para la siguiente curva ajustada.

Ln (CE) = (R.Q.I. - 25.000) / 7.200

Donde:
CE : Consumo específico (kilogramos de ANFO/ tonelada).
R.Q.I.: Índice de Calidad de la Roca (kPa.min/m).

48
Figura 17. Correlación RQI vs Consumo específico.

49
CONCLUSIONES

 Los parámetros a tener en cuenta en la perforación son principalmente la velocidad


de penetración, las revoluciones por minuto, la fuerza de empuje y el avance, pero
depende del tipo de roca o suelo dónde se realice la perforación. Para la voladura es
muy importante tener en cuenta las características físicas de la roca y para la
perforación diamantina se tiene que tener un especial cuidado en las coronas.
 El correcto diseño de una voladura demanda de la diligencia de un ojo inquisidor
constante que pueda estar atento a los diferentes cambios que el macizo rocoso exhibe
a cada paso: no hay nada más cambiante que el macizo rocoso el cual parece no
comprender nuestras dificultades en entenderlo. Parámetros como heterogeneidad,
discontinuidad, anisotropía, presencia de agua, esfuerzos residuales, fallas, pliegues,
entre otras adversidades son el común denominador en la mayoría de los macizos
rocosos; aún más, las características físicas, químicas, mecánicas y eléctricas, entre
otras, de la roca intacta, tan cambiantes, aun en el mismo tren de perforación, vienen
a complicar el ya de por sí caótico panorama.

 Entre los parámetros que intervienen en el correcto diseño de una voladura los más
importantes y a su vez los menos estudiados en un sitio particular, son los asociados
con las características físico-mecánicas tanto del macizo rocoso como de la roca
intacta.

 El conocimiento del estado previo del tamaño de bloques presentes en un macizo


rocoso, puede disminuir sustancialmente los costos de voladura al permitir un diseño
que esté acorde con ellos.

 Las diferentes curvas granulométricas características: 1) del macizo rocoso in – situ,


2) del resultado de la voladura y 3) de los demás procesos de trituración, conllevan a
lograr ahorros muy importantes en el proceso general de la conminución.

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BIBLIOGRAFÍA

Correa Arroyave, A. (2009). La geomecánica en la perforación y voladura de rocas. Bogotá:


Seminario Internacional de Explosivos - INDUMIL.
Zbigniew Jastrzebski, D. (1979). La naturaleza y propiedades de los materiales de
ingemiería. Nueva Editorial Interamericana, 1979.

APONTE G., Javier. Influencia de la Geomecánica en las Excavaciones a Cielo Abierto


mediante el uso de Explosivos. Proyecto final de especialización. Director: Álvaro
Correa Arroyave. Universidad Nacional de Colombia, 2005.

BROWN E., T. Rock Characterization. Parte 1. Caracterización in-situ. Testing and


Monitoring. Pergamon Press Ltd. Gran Bretaña, 1981.

CORREA, Álvaro. Notas de clase del Curso Materiales para Carretera. Posgrado en
Geotecnia. Universidad Nacional de Colombia, 2005.

CORREA, Álvaro. Notas de clase del Curso Mecánica de Rocas. Posgrado en Técnicas
Modernas de Voladuras. Escuela de Ingenieros Militares Geotecnia, 2009.

DUNOD. Técnicas de la Voladura Eficiente. Curso de Educación Continuada, 1995.

ITGM. Manual de Perforación y Voladura de Rocas, Madrid, 1994.

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