Siempre digo que mis memorias emotivas son productos de las experiencias con la cocina, las
recetas que probé, los sabores, los aromas. Los sentidos que se hacen presente en la comida,
son los que dejan huellas para crear los más célebres recuerdos. Y es por eso que el recuerdo
de mi abuelo llega a mí.
Porque no volver a esos guisos que en la infancia te calentaban el alma, a esa preparación que
lleva tiempo, pero en la que colocás todo el amor para que al llegar a la mesa el calor y su
aroma nos inunde. Reivindicar la comida que sale de la olla, preparaciones largas con
fragancias intensas, calientes y que dejan huellas tan grandes.
En este caso les presento una receta de guiso de carne. Súper sabroso y con aromas que te
despiertan todos los sentidos.
GUISO DE CARNE
Necesitamos:
Cortar la carne en cubos grandes y la panceta en Lardons, que es un corte que se hace a lo
largo de las tiras finas de panceta, cortadas aproximadamente de 5 a 6 mm de espesor. Los
“bastones” de la panceta junto con la carne se sellan en una cacerola con un toque de aceite
de oliva. Llegado a un dorado de ambos ingredientes se agrega las verduras cortadas en cubos
y se reahogan por unos segundos, luego se incorpora el vino tinto, se deja que evapore el
alcohol y se agrega el caldo de carne junto con los tomates cubeteados. Se integran las
especias, los condimentos, la sal y pimienta a gusto.
Se tapa y se cocina a fuego bajo, procurando que no pierda líquido por 1 hora.
Al cumplir esa hora se agrega las arvejas y se cocina hasta que estén listas.
Recomiendo acompañar este guiso con vegetales de estación como brócoli o repollitos de
bruselas. También lo podés hacer con arroz o agregarle fideos.
En mi plato freí unas batatas cortadas en ruedas con cáscaras y se las agregué para ayudar a la
combinación de texturas en el plato.
Podes jugar, el guiso es amable, se presta para todas las combinaciones, agregale tu toque y
preparalos, vas a hacer de una cena familiar, una noche memorable para tu familia.