señor de la corte
Natalia Aguiar
A mis padres, que me enseñaron el valor del trabajo y la honestidad.
Zambullirse en los charcos del Poder Judicial puede producir ese efecto.
También, superar la capacidad de asombro: Contratos de sistemas informáticos
que colapsan, intento de asalto tecnológico a los procesos electorales o el destino
poco transparente de cientos de millones –o quién sabe si miles–, son algunos
casos que vuelca la autora en estas páginas para arrojar luz donde pareciera
imponerse la noche o, deliberadamente, el silencio.
Carmen De Carlos
Directora de SudAméricaHoy
Capítulo I
Por encima del bien y del malCon más de diez años al mando de la Corte
Suprema, Lorenzetti se volvió un hombre temido y con un poder de influencia de
niveles insospechados. La historia oficial del juez supremo. Macri, presidente
electo. La primera de Lorenzetti en la frente: el fallo de la coparticipación. La
venganza. La puñalada por la espalda a Fayt. Operadores, presiones y la retirada
de Oyarbide. Con la Justicia a sus anchas, ahora iba por la política: el asalto
(frustrado) del presidente de la Corte al sistema electoral. El hombre que lo
enfrentó y le dijo no a Lorenzetti.
Tal vez el presidente de la Corte sintió que ese era el momento político para
emitir el fallo. O bien debía agradecer el nombramiento al kirchnerismo al que —
además— libró durante una década de asumir la millonaria deuda con las
provincias que hubiera significado un agujero negro en las arcas del Estado. Solo
él sabrá a conciencia las razones que lo llevaron a tomar esa decisión.
Sin piedad
Pero no fue ese el único episodio que mostraría la avidez de Lorenzetti.
También ocurrió con el tratamiento dispensado a su par Carlos Fayt, testigo del
ejército de sombras que lideraba Lorenzetti, como solían deslizar los colegas. El
juez decano no se imaginaría que aquel abogado de la ciudad de Rafaela que
llegó a la Corte en 2004, tímido y de bajo perfil, se aprovecharía —años más
tarde— de su vejez y sería el camino a su perdición en septiembre de 2015. “Un
ángel con la cara sucia” como lo definiría Fayt y de quien no quería ni escuchar
hablar y tampoco le hubiera confiado nada. Conocía en carne propia la traición
del juez supremo.
—Los proyectos, que son los que alargan la vida —solía responder el
ministro, como una forma de prevenir la repregunta.
Era evidente que el débil trazo de la firma de Fayt (en la acordada) no había
sido hecho en la Corte. Se produjo en su departamento de Recoleta, donde
Cristian Sergio Abritta, el entonces titular de la Secretaría 5ª de la Corte, le había
llevado la resolución por orden de Lorenzetti.28
El Papa Francisco, a través de una carta del arzobispo Mario Poli, envió
una señal indudable de apoyo al juez porque consideraba que la embestida contra
Fayt “vulneraba no solo el orden constitucional sino las normas éticas
fundamentales de la convivencia pacífica”.34
Fayt acudió entonces al último encuentro con sus pares. Fue su despedida,
pero aún tendría otras sorpresas decepcionantes. Una semana antes había
comenzado su mudanza, aunque todavía quedaban muebles y libros por embalar.
No tuvo tiempo de terminarla. Lorenzetti, mientras le brindaba el homenaje, a sus
espaldas, ordenó sacarlo todo y arrumbar en un rincón los enseres. De inmediato,
dispuso la remodelación de la oficina del “prócer” de la Justicia —como se
referían a él secretarios de la Corte y colaboradores— y una vez acondicionada a
su gusto, se instaló. Ahora disfruta de un despacho que duplica el que tenía, más
luminoso, con vistas a la calle Lavalle y pegado al museo de la Corte, donde se
alza la estatua del general San Martín.
La última vez que Lorenzetti se puso en contacto con Fayt fue el 1 de febrero
de 2016. Lo llamó para saludarlo por su cumpleaños y, de paso, darle la buena
nueva: “Me he mudado a su despacho”, le dijo sin olvidar el tratamiento de usted
que se dispensaban. La noticia le sentó mal a Fayt, pero habría otras. El hombre
que tanto había admirado le había prometido, para seguir la tradición
estadounidense, que mantendría habilitado un despacho en la Corte para que el
veterano magistrado pudiera recibir personalidades, celebrar reuniones y realizar
otras actividades de carácter institucional. Lorenzetti tampoco cumplió su
palabra. Sin explicación previa y en simultáneo, la custodia de seguridad de Fayt,
fue suspendida. “A pedido del jefe”, le diría uno de los custodios, en alusión al
presidente de la Corte Suprema.
Así fue cómo el juez supremo vio la luz al final del camino para “acaparar
el manejo del sistema nacional electoral”. Existía un resquicio que le podría
permitir monopolizar la totalidad del sistema electoral, dejar fuera de juego a los
magistrados que se ocupan de la materia y tener bajo su control absoluto las
elecciones presidenciales, las provinciales, de gobernadores, municipales,
legislativas… ¡Todas!
Lo cierto es que para Cubría había detrás un plan informático ideado para
tomar el mando. La atrevida propuesta —en lo formal— había surgido de la
Dirección General de Tecnología, por entonces a cargo de Gabriel “Trapito”
Mehlman, hombre de llegada a Lorenzetti a través del juez Luis María Cabral,
referente de la Asociación de Magistrados. Es decir que Mehlman respondía a la
corporación judicial con quien Lorenzetti debió lograr empatía para construir
liderazgo como se analizará en el capítulo 3.
—El viernes empezamos con la migración de datos del SIE al SGE —le
dijo Mehlman a Cubría.
—Necesito veinte días para leer el expediente porque esto es una situación
compleja, me piden que apruebe un convenio de $9.108.000 y que avale la
migración de datos del sistema informático actual al nuevo.
10. Ídem 4.
40. Además de haber sido el juez que lideró el ranking de denuncias por
“presunto mal desempeño en el Consejo de la Magistratura, tal como surge de la
base de datos de la página web del organismo, Oyarbide sobreseyó a Cristina
Fernández de Kirchner y al ex presidente Néstor Kirchner por supuesto
enriquecimiento ilícito, con sustento en una pericia contable del Cuerpo de
Peritos de la Corte Suprema. La Nación, Paz Rodríguez Niell, 19 de enero de
2010: http://www.lanacion.com.ar/1214223- oyarbide-sobreseyo-a-los-kirchner-
en-la-causa-por-enriquecimiento-ilicito.
51. Juan Carlos Cubría, administrador general del Poder Judicial emitió la
Resolución 1176/16 (Expediente N 10-6934/10) el 3 de mayo de 2016 mediante
la cual frenó el avance sobre el sistema electoral argentino.
55. La novela de Augusto Roa Bastos, publicada en 1974, refleja como “El
Supremo” al abogado, revolucionario y dictador perpetuo de la República de
Paraguay, José Gaspar Rodríguez de Francia, quien gobernó primero en
triunvirato en 1811, en consulado a partir de 1813, y como magistratura
unipersonal desde 1816 hasta su fallecimiento, acaecido en 1840. La obra refleja
los aspectos más negativos de su mandato y se subrayan la injusticia y la dureza
del dictador.
Capítulo 2
Hay que salvar al Mono
Desde la infancia, Ricardo Lorenzetti sintió que había nacido para cambiar
el mundo. Curioso y observador por naturaleza, se convirtió en un lector
incansable. Buscó sin descanso ampliar el horizonte del saber. La política, su
gran pasión. Pasado montonero en su juventud de universitario peronista.
Arquitecto y constructor minucioso de su destino. Hábil contorsionista para
acercarse, hasta donde hiciera falta, junto a los que tenían el poder. De abogado
de a pie a juez de la Corte.
“¿Dónde carajo está el Mono? ¡El Mono!, ¡el Mono!”, gritaban los militares
que derribaron a patadas la puerta de la casa de la calle 9 de Julio, en el centro
de la ciudad de Santa Fe, donde vivían cinco estudiantes de la Universidad
Nacional del Litoral (UNL). Eran las 6 de la mañana de un caluroso sábado de
1976, posterior al golpe militar.56 Los uniformados, a punta de fusil, entraron en
patota. Destrozaron los muebles; dieron vuelta los colchones y revisaron, uno por
uno, los libros de aquella banda de terroristas o subversivos, como vociferaron a
los cuatro vientos para advertir a los vecinos.
“No quiero ni recordar lo que viví esa noche, me molieron a palos por
todas las partes del cuerpo”, recuerda Horacio Calciati. “Yo sabía dónde estaba
el Mono”. Fui a avisarle del allanamiento para que huyera y no regresara hasta
que se acomodaran los tantos”, detalla con melancolía. “Al día siguiente —
continúa— compañeros infiltrados en las fuerzas de seguridad nos informaron
que, desde la noche anterior, la manzana estaba vigilada por los militares”. El
ahora contador no duda: “Ricardo Lorenzetti es una gran persona y amigo.
Siempre me agradeció que le salvara la vida. Nunca lo olvidó. Nos conocemos
desde el jardín de infantes, hicimos la secundaria juntos y luego compartimos la
etapa universitaria. Tenemos una vida en común. Es una gran persona y gran
amigo. Lo volvería a hacer”,58 garantiza.
A Omar Francisco “el Flaco” Operto, quizás el hoy supremo juez también le
deba la vida. Le abrió la tranquera de uno de sus campos (del norte santafesino) y
lo mantuvo escondido por algo más de tres meses después del allanamiento de la
casa. Cuando las aguas parecieron volver a su cauce y el ruido de las botas se oía
lejano, Lorenzetti salió de su madriguera durante el verano de 1977. Había tenido
tiempo para pensar y poner en la balanza hasta dónde estaba dispuesto a llegar, a
riesgo de perderlo todo. Decidió cuidar mejor sus espaldas, intentar pasar
desapercibido y bajar su perfil de militante. Tenía claro que eso no significaría
abandonar la política, una pasión que cultiva hasta el día de hoy. En ese terreno
ambiguo entre la guerrilla y la juventud peronista, sus compañeros lo recuerdan
como un teórico o ideólogo más inclinado a desarrollar estrategias que a empuñar
un arma. El Mono volvió con pies de plomo a la facultad y se entregó de lleno a
la vida académica. Ese ámbito le resultaba mucho más seguro y gratificante. Intuía
que no era un disparate pensar que, en verdad y a su manera, podría “cambiar el
mundo”,59 como, en el fondo, siempre había pensado.
La familia fue quien más lo ayudó a disipar sus temores. Papá Aldo, un
comerciante que se ganaba la vida vendiendo repuestos de autos por los pueblos
cercanos, fue quien más lo estimuló a que se fuera a estudiar a otra ciudad.
Ricardo Lorenzetti tenía al padre como modelo de esfuerzo y tenacidad. “Nunca
dejaba de trabajar; no había lluvia, ni barro, ni niebla que lo detuvieran. Lo que
otros viajantes no vendían, él lo lograba”, recordaría años más tarde.65 La
relación con su madre, Norma “Porota” Baldoménico —directora de escuela
primaria— era y es, como suele suceder entre los únicos hijos varones, especial.
A diferencia de su hermana Susana, desde chico se mantuvo muy apegado a ella.
Madre e hijo parecen estar siempre en la misma frecuencia. La conexión resulta
sorprendente, tanto que —como detallan los que conocen su vida, la oculta y la
otra— basta un gesto o una mirada entre ellos para entenderse. En ella se refugia
hasta el día de hoy y a ella escucha, con devoción, cuando duda o siente que el
mundo se hunde bajo sus pies.66
Ricardito, como se dirige a él hasta el día de hoy doña Porota, heredó por
vía materna la afición por la lectura. La misma pasión la encontraría más tarde en
la profesora de literatura Analía Cortassa, la novia y primera mujer en llevarlo al
altar. Paradojas de la vida, Lorenzetti la conoció en el casamiento de Horacio
Calciati, el 4 de enero de 1980. “Organizamos el encuentro entre los amigos y
desde entonces se pusieron de novios”, recordó el hombre que le salvó la vida, en
noviembre de 1976, cuando la patota de militares y federales fueron a la casa a
buscar al Mono. El flechazo fue total. Cortassa se convirtió en su primera esposa
y con los años, en la madre de sus tres hijos Pablo, Lucía y Franco.
Lorenzetti interpreta aquellos años como parte de, “un quiebre generacional
que se propuso romper las reglas, terminar con la hipocresía, ser libres (…). En
el campo político buscamos la igualdad y la justicia a través del cambio social o
de la revolución. En la escuela secundaria, en la facultad, en los barrios, el
intercambio ideológico se encontraba en un punto de plena efervescencia”.69
Bajo la creencia en la inminencia del cambio y en la revolución, el Mono se
sintió como pez en el agua en una militancia estudiantil que combinaba acción
política con ideales. Un espacio donde confluía la radicalización católica con el
Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (representados en Santa Fe por
José María Serra y Carlos Aguirre Osvaldo Catena), y el trabajo social y político
en los barrios periféricos.70
Un hombre y un destino
Los noventa y seis kilómetros entre Rafaela y Santa Fe capital le
permitieron no abandonar por completo su terruño mientras estudiaba derecho en
la UNL. A poco de recibirse, comenzó a trabajar en los tribunales de su ciudad
natal como meritorio.72
Bajo esta figura se desempeñó, sin recibir un centavo, pero con la esperanza
de iniciar una carrera judicial. “Ingresé como pinche en la justicia para cumplir
mi sueño de cambiar el mundo (…). El primer día de trabajo me dijeron: ‘Acá
tenés aguja e hilo’ y me pusieron a coser expedientes”, recordaría luego
Lorenzetti.73
Una vez recibido (1978) anheló subir, peldaño por peldaño, la escalera al
cielo judicial. El primer paso fue convertirse en secretario letrado. Averiguó si
era viable que un joven recién licenciado accediera a ese cargo. Contaba con el
apoyo de los jueces civiles de la ciudad, que eran tres. La oposición surgió de la
Corte provincial. Allí le advirtieron que lo más adecuado sería esperar, al menos
diez años, porque no tenía conocidos ni ningún tipo de “relación” con alguien del
Poder Judicial. Era así: Lorenzetti no tenía parientes jueces ni funcionarios
judiciales que le facilitaran el ascenso. Lo cual era una gran desventaja, en
especial en aquella época donde la modalidad habitual de ingreso a la familia
judicial era por contactos.
En esa tesitura, el joven abogado tenía que elegir si seguir luchando para
dar el salto definitivo al Poder Judicial o arriesgarse a ejercer la profesión como
abogado litigante. En el último caso sabía que su economía podía convertirse en
un juego imposible de equilibrio. Nada le garantizaba el éxito que le permitiera
disponer de seguridad financiera. La incógnita la despejó un día que, casualmente,
se cruzó en tribunales con uno de los jueces de la ciudad.74
—¿Cómo está Ricardo? ¿Ya decidió qué va a hacer?, —preguntó el
magistrado.
—Opte por lo más difícil —le dijo el juez—. Usted es joven; si permanece
en tribunales, siempre se quedará con la duda. Si prueba afuera, podrá irle bien o
mal, pero la decisión tendrá el sabor de la aventura. Y además siempre podrá
volver.Aquellas palabras surtieron efecto. Lorenzetti tomó una decisión, estaba
preparado para luchar por sus convicciones y no esperar los favores del azar. Así
fue que, “equipado con el esfuerzo personal de mi padre y formado bajo el calor
de la inteligencia estratégica de mi madre, me lancé al mundo”.75 Renunció al
trabajo de Tribunales y consiguió empleo en un estudio jurídico donde, para
empezar, atendía el teléfono.
Encontró una manera de paliar esa sensación. Solía reunirse con su amigo
Omar Corrado,77 un prestigioso investigador, músico e historiador, a leer todo lo
que los motivaba. Por aquel entonces ambos estaban dando sus primeros pasos en
la intelectualidad. A los dos les interesaban la musicología, el arte, la psicología,
la lingüística, la antropología y la filosofía. Dedicaron tardes enteras a la lectura
de los textos de Sigmund Freud y Gustav Jung. También leyeron a los autores de
la Escuela de Frankfurt; de Jacques Lacan a Karl Popper, a Umberto Eco y a
Thomas Khun. La afición o el enamoramiento por los libros era tal que el mismo
Lorenzetti reconocería: “Si no me hubiera dedicado al derecho, me hubiera
gustado abocarme a la economía, a la filosofía, a la hermenéutica y a la
lingüística”.78
Algunas noches era usual verlo en el bar Siroco, ubicado en galería San
Martín. Se trataba de un lugar mítico que marcó la historia de la noche rafaelina
de las últimas décadas del siglo XX. Lorenzetti solía reunirse allí con políticos
de la época, muchos de ellos amigos, pese a que eran mayores que él. Entre ellos,
Ricardo Peirone,80 contador y referente del justicialismo y José “Bachi”
Imwinkelried, dueño de la librería Paideia. En Siroco encontró un lugar para
reforzar su espíritu y talante de hombre político.81
Así fue como, a partir de 1986, a Lorenzetti se le abrieron las puertas del
mundo académico. Comenzó a viajar para dictar clases no solo a Buenos Aires y
Santa Fe, sino también a otros países. Intervino en congresos, escribió libros,
revistas y organizó posgrados. La docencia le permitió obtener prestigio y la
publicación de libros, notoriedad. Con el respaldo de Mosset Iturraspe, publicó
libros a través de la editorial Rubinzal Culzoni.85 La misma empresa con la que
luego recorrió el interior del país con presentaciones, charlas y congresos.
El proyecto que sugirió Lorenzetti dio sus primeros pasos sin Pedrotti. Así
nació la unión societaria de los sanatorios Parra, Nosti y del Policlínico Rafaela,
de los médicos Leonardo Parra, Carlos Tita y Rafael Barreiro, respectivamente.
Luego se sumó Reynaldo Casabella, del sanatorio Moreno. En marzo de 1994
constituyeron Asistencia - Sociedad de Responsabilidad Limitada (ASIS SRL).
Lorenzetti y Juan Carlos Gómez Galissier fueron los letrados de la sociedad y los
responsables de representarla.98
En ese contexto no había tiempo que perder. Lorenzetti pasó de ser asesor a
socio y fundador de APREME SRL. Esta se conformó el 26 de septiembre de
1996 con la unión de los cuatro sanatorios locales.103 Los socios, en esta
ocasión, fueron: Carlos y Gustavo Tita, Leonardo Parra, Rafael Barreiro,
Reynaldo Casabella y José Abdullatif. Así fue como se consolidó el monopolio
de salud en Rafaela.
El cuarto poder
Lorenzetti había representado al intendente de la ciudad de Rafaela,
referente del PJ, Ricardo Peirone, en un juicio por “calumnias e injurias”
impulsado en 2001 contra el diario Castellanos. El pleito se desató tras la
denuncia del concejal radical Luis Telesco contra Peirone por haber recibido
“dádivas”. El funcionario reconoció que había aceptado un regalo del titular de la
Red Megatone. No era cualquier obsequio. Se trataba de un Volkswagen Passat
importado 0km, de un valor de treinta mil dólares. Pero había dos
incompatibilidades. La primera que reconoció Peirone fue que en paralelo a su
función de intendente era el contador de la empresa pero, además, Red Megatone
figuraba como proveedora del municipio y esto contrariaba a la Ley de Ética
Pública nacional. Así lo había plasmado el diario en diferentes notas. Sin
embargo, Peirone se molestó por las publicaciones e inició la demanda civil
contra Castellanos y su dueño, Pablo Visconti, y manifestó su enojo por las
opiniones del subdirector Edgardo De Luca y por las del editor de la sección
política, el periodista Gabriel Pecile.
Trabado el lazo, Lorenzetti, cada vez que venía a Buenos Aires, visitaba
asiduamente a Tito en su despacho del Senado. La postulación a la Corte era el
tema recurrente. Hombre del riñón kirchnerista, el peronista fue uno de los
personajes clave (hay más) que insistió a su favor ante la “primera ciudadana”,
como se definió a sí misma, al principio del gobierno de su marido, la senadora
Fernández.
El elegido
Apenas se conoció la nominación de Lorenzetti, las repercusiones en la
ciudad de Rafaela fueron inmediatas. El diario Castellanos publicó un editorial en
el que aseguraba que la empresa impugnaría la nominación por su mala fe y falta
de ética como abogado.124 Por su culpa, le habían embargado, injustamente, las
rotativas allá por 2001, cuando defendió a su amigo e intendente de Rafaela,
Ricardo Peirone.
Remonda se hizo con las riendas del diario. Marzioni hace memoria: “Una
tarde le dijo a Visconti, el dueño original, que no fuera más a la redacción y le
prohibió la entrada”. Para él y para todos, resultaba evidente que ese advenedizo
había adquirido el diario Castellanos, aunque, según él, “en los papeles figuraba
como propietario Marcelo Calamante, un periodista de la sección Cultura y como
director, Jorge Raúl F. Milia”. En rigor, en la escritura pública quienes figuran
como titulares de la Editora Del Centro SA, que edita el diario, son Pablo
Exequiel Ranzani y Marcelo Fabián Algarbe. “La línea editorial del diario —
insiste el periodista— cambió de manera rotunda”.
Yo, el Supremo
A los 49 años y con la aprobación del Senado, Lorenzetti se convirtió en
ministro de la Corte Suprema. Era el cuarto juez nombrado, y el tercero en jurar, a
propuesta del ex presidente Kirchner, junto a Argibay, Zaffaroni y Highton de
Nolasco.
El “sí, juro” motivó un acalorado aplauso de los presentes, luego de que el
entonces presidente del cuerpo, Enrique Petracchi, le tomara juramento el
mediodía de aquel 22 de diciembre de 2004. La ceremonia, breve por cierto, tuvo
lugar en el cuarto piso del Palacio de Justicia, en la sala de Audiencias de la
Corte, repleta, pero a diferencia de lo ocurrido en los juramentos de Highton de
Nolasco y Zaffaroni —al que asistieron integrantes de todas las instancias del
Poder Judicial—, en el del rafaelino era notoria la ausencia de camaristas y
jueces inferiores”.130
Al salir del Palacio, por una de las puertas laterales, Lorenzetti fue
golpeado y abucheado por un grupo de ahorristas que reclamaba la devolución de
sus depósitos bancarios. Lo increparon al grito de: “Corte adicta, Corte
corrupta”.131 Eran los coletazos de la crisis económica del 2001. “Cuando llegué
a la Corte (…) la atmósfera era terrible, no solo afuera sino también adentro.
Tanto, que lo primero que me enseñaron los custodios del palacio fue cómo salir
por una puerta distinta cada día para evitar las agresiones de los
manifestantes”.132
59. Lorenzetti, Ricardo, >El arte de hacer justicia, 1ra edición, Buenos
Aires, Sudamericana, 2014.
72. La figura del meritorio o practicante fue una tradición que duró décadas
en los juzgados y tribunales del Poder Judicial y se convirtió en la puerta de
entrada para muchos estudiantes de derecho que años después se convertirían en
jueces y magistrados federales.
74. Ídem.
75. Ídem.
76. Ídem.
84. Ídem. Atilio Alterini fue doctor en Derecho, juez de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Comercial. Desde 1977 se dedicó a la abogacía y a la
carrera académica en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires,
donde fue profesor titular de las cátedras de Derecho Privado, de Obligaciones
Civiles y Comerciales y de Contratos, y decano de esa facultad, entre 2002 y
2010.
88. Ídem.
89. Ídem .
93. Rafaela es conocida como “La Perla del Oeste Santafesino” por su
belleza y pujanza, sus anchas avenidas y sus lugares de recreación que la
convierten en parada inmejorable para los viajeros que transitan la ruta 34 o la
70.
96. Ídem.
104. Entrevista al periodista Carlos del Frade, cit. En adelante toda opinión
e información sobre el sistema de salud en el departamento Castellanos, la
relación con los médicos y la intervención de Ricardo Lorenzetti se adjudican a
esta fuente.
105. Ídem.
107. Ídem.
108. Carlos Del Frade fue el periodista que investigó tanto las supuestas
irregularidades de la salud en Rafaela como el accionar de Lorenzetti y sus
socios. Su trabajo se plasmó en el libro >Salud, valores y esperanza. Crónicas…,
cit.
114. Los socios de la empresa Radio Universidad del Litoral SA, eran
Eduardo Oscar Piedrabuena (presidente), Jorge Alberto Ricci (vicepresidente),
Juan Carlos Nava (director), y los directores suplentes, Mario Francisco Benito
Cataldo, Mariano Alberto Tadeo Candioti y Rubén Mario Lo Vuolo, entre otros.
116. Ángel Federico Robledo fue un dirigente peronista que ocupó los
ministerios de Defensa Nacional, de Relaciones Internacionales y Culto y del
Interior durante las presidencias de Héctor Cámpora, Juan Domingo Perón y
María Estela Martínez de Perón. Tras la muerte de Perón fue designado
embajador en México y luego en Brasil, volvió para asumir el Ministerio de
Relaciones Internacionales. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín fue asesor ad
honórem y miembro del Consejo Nacional de Consolidación de la Democracia.
117. Lorenzetti no se olvidaría de quien había sido su nexo con CFK para
llegar a la Corte —a través de Tito Fernández— el juez del Tribunal Superior de
Justicia de Santa Cruz, Enrique Osvaldo Peretti. Le otorgó a su hermano, el
periodista Edgardo “el Tronco” Peretti la voz institucional del Consejo de la
Magistratura.
118. Entrevista realizada para este libro a la diputada nacional del Frente
para la Victoria, Diana Conti el 24 de noviembre de 2016.
125. Cabe recordar que a los quince días de haber sido propuesto, recibió
937 opiniones favorables, y 167 en contra. Mientras que 24 instituciones
extranjeras y 103 nacionales lo avalaron. Entre ellas, el Colegio Público de
Abogados, el CELS y la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de
Buenos Aires (UBA). Los Andes, 23 de diciembre de 2004:
http://www.losandes.com.ar/noticia/politica-138828. El Cronista, 10 de
noviembre de 2004: http://www.cronista.com/impresageneral/Lorenzetti-fue-el-
candidato-a-la-Corte-con- menos-impugnaciones-20041111-0136.html.
129. Ídem.
La “politización” del Poder Judicial es una expresión vieja que nunca dejó
de tener vigencia. Basta recordar en los años 90 la revelación del ex ministro de
Economía, Domingo Cavallo, de que su par de entonces en Interior, Carlos
Corach, le había escrito en una servilleta la lista de jueces federales que
respondían a los deseos del por entonces presidente Carlos Menem. Aquello fue
una anécdota en comparación con lo que hizo el riojano con la Justicia en general
y con la Corte en particular.
Para Loñ, la historia demostró que para el “régimen kirchnerista” los fallos
de los magistrados, como el de Eduardo Sosa —en el que la Corte ordenaba la
restitución a su cargo de procurador de Santa Cruz— no eran obligatorios, sino
que únicamente se cumplían si estaban de acuerdo con sus intereses.
El padrino
Entre la tropa que responde a la consigna de Lorenzetti se destaca, con un
vínculo especial, Cabral, juez del tribunal oral en lo criminal No.9. Antes de
ingresar en esa estructura de poder, Cabral era una persona respetada por su
historia y valentía. Durante la última dictadura militar, cobró notoriedad como
representante del Frente de Izquierda Popular (FIP), al presentar habeas corpus
para proteger a los detenidos. Quienes lo conocieron resaltan su inteligencia y
vocación social. Sobresalió por instrumentar el marco jurídico de la Ley de Cupo
Femenino (24.012) y el del Instituto Nacional contra la Discriminación, la
Xenofobia y el Racismo (INADI). Llegó a la magistratura en 1993. Entre 1998 y
2006 fue vicepresidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la
Justicia Nacional (más tarde la presidió en varias oportunidades). En 2006
representó a este estamento en el Consejo de la Magistratura, que luego encabezó
en 2010. “Bachicha”, como le dicen los amigos, no solo tenía pasado político
respetable, sino también judicial. Su padre, Luis Carlos, había integrado la Corte
Suprema entre 1966 y 1973. Era considerado un verdadero “NyC”, es decir
nacido y criado en la familia judicial. Un personaje atractivo para alguien como
Lorenzetti que recién llegaba. Fue Cabral quien, al incorporarlo al selecto grupo
de la Asociación, lo apadrinó en la “familia judicial”. Compartían el entusiasmo
por la política y el derecho. Lorenzetti había llegado a la Corte a través de
Kirchner y Cabral era considerado un “kirchnerista intermitente”.152 Para
Lorenzetti, era un “brazo ejecutor” en el Consejo de la Magistratura y su nexo con
la aristocracia judicial.
Otras de las personas en las que Lorenzetti confió —de momento están
distanciados — fue Claudia Levín, más conocida como “la Colorada”, su amuleto
de la suerte, coinciden jueces y funcionarios. Una abogada proveniente de Santa
Fe, ocente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Llegó al Consejo de la
Magistratura de la mano de su coterráneo, el consejero académico Juan Carlos
Gemignani (padre). Interesada por la política, los dirigentes radicales, Enrique
Coti Nosiglia y Ernesto Sanz, ejercieron, en cierto modo, de padrinos suyos. A
través de ellos se acercó a Lorenzetti como supuesta portavoz de los intereses del
sector. Combinación proporcionada de habilidad, capacidad y formación, fue
designada en la Secretaría Académica de la Escuela Judicial y luego incorporada
al Comité de Relaciones Internacionales del Poder Judicial.164
Los hermanos Lijo. Uno de los jueces con el que Lorenzetti tiene mayor
afinidad es Ariel Lijo.165 Asumió el 14 de octubre de 2004 (con 37 años) junto a
los magistrados Julián Ercolini, Daniel Rafecas y Guillermo Montenegro (actual
embajador en Montevideo). Ariel y su hermano Freddy suelen ir de la mano a
todas partes. Se conocen bien y se distribuyen las misiones. Juntos ganaron varios
campeonatos de truco, comparten la pasión por los caballos de carrera y entre los
judiciales corre un apodo que alude a un juego de palabras y el traslado de
dinero. El mayor de los hermanos disfruta de un entusiasmo desmedido por el
mundo de los pájaros aunque, en su caso, la debilidad se reduce a la canaricultura
(cría y crianza del canario doméstico). Su otra pasión es —como Mauricio Macri
y la mitad más uno de los argentinos— Boca Juniors.166
Lijo es uno de los pocos jueces que tiene acceso directo a Lorenzetti. Su
segunda esposa, Magali Mazzuca, fue nombrada por él prosecretaria letrada de la
Oficina de Justicia Ambiental, creada por la Corte en 2015.167 En su labor como
juez, Lijo demostró destreza para llevar adelante causas de alto voltaje, como por
ejemplo: AMIA,168 Siemens y Ciccone. También fue designado para investigar
el supuesto procedimiento irregular por la millonaria contratación del software
del Poder Judicial, en la que Lorenzetti y funcionarios afines estaban
involucrados.169 Lo llamativo de la situación fue que la causa nunca avanzó.
Además la mujer de Freddy, María Carla Lago, fue socia del camarista
Eduardo Freiler en una financiera, Minning Pride SA, creada en 2012.172
También “ganó notoriedad porque a uno de sus teléfonos llamó Alberto Nisman,
horas antes de denunciar a Cristina Fernández. La acusación de Nisman recayó en
el juzgado de Ariel Lijo”.173
Pero con una velocidad de turismo carretera y también por pedido de los
fiscales Pollicita y Mahiques el último día hábil del 2016 para la justicia, previo
al receso de verano, Ercolini ordenó embargar los bienes de Máximo y Florencia
Kirchner, en la causa Hotesur. Además ordenó “inhibir los bienes de las firmas
Hotesur y Co.Ma” en los que tengan participación los hijos de la ex presidenta
Cristina Kirchner.183 La ex mandataria en marzo del mismo año se desprendió de
todos sus activos y los puso en manos de sus hijos. Los fiscales entendieron que
esa cesión fue una maniobra para “frustrar” cualquier medida judicial.
135. Ídem.
148. Revista Anfibia, cit. “(…) En 2010 (…) Néstor Kirchner cuestionó las
visitas de hombres de negocios, entre quienes también escrachó a Paolo Rocca de
Techint, Luis Pagani de Arcor y Sebastián Bagó… Gerardo Werthein, ligado a
Telecom, La Caja y los negocios agropecuarios como también Héctor Magnetto,
el CEO de Clarín”.
150. Lukes, Steven, >El poder: un enfoque radical, Siglo XXI, 2007.
168. Lijo llevó adelante una de las causas del ataque contra la mutual judía
AMIA, donde acusó de encubrimiento al ex presidente Carlos Menem, al ex jefe
de la SIDE, Hugo Anzorreguy y al juez Juan Galeano, entre otros. Además,
analizó las pruebas que dejó el ex fiscal Alberto. Nisman. La Nación, 20 de enero
de 2015: http://www.lanacion.com.ar/1761609-ariel-lijo-el-juez-de-las-causas-
sensibles-para- el-kirchnerismo.
176. Tras el sorteo de la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman, el
presidente de la Cámara Federal de Apelaciones inició una denuncia penal que se
registró bajo el Número 4204/2016 que tramitó ante el juzgado del juez federal
Claudio Bonadio.
A través del decreto 557 Kirchner dio una vuelta de tuerca más a la forma y
el fondo de la Magistratura. A golpe de decreto, modificó la ley de autarquía
financiera para redistribuir los recursos —que el Tesoro Nacional adjudica al
Poder Judicial—, entre el Consejo y la Corte. De esta manera le asignó el 2,93%
del presupuesto del Poder Judicial a la Magistratura y el 0,57% al máximo
tribunal.188 Aparentemente, la medida favorecía a la Magistratura que parecía
tener una especie de blindaje financiero con ese porcentaje. Lamentablemente,
pronto se vería que estaba lejos de ser una realidad.
En la misma jugada la Corte recibió el control de los recursos específicos
del resto del Poder Judicial. También pasarían a su disposición las partidas
presupuestarias no asignadas o “superávit que había acumulado el Consejo”.189
Se trata de cifras que superaron los 900 millones de pesos. De este modo, la
Corte se hizo con buena parte de las arcas de la Magistratura, que no le eran
propias, mediante un procedimiento lejos de poder considerarse legal: un decreto
y sin la intervención del Congreso de la Nación, como exige la Constitución.
El planteo recayó ante el juez del fuero contencioso federal —sede de las
causas en las que el Estado se encuentra involucrado— Ernesto Marinelli. El
magistrado suspendió la vigencia del decreto con una medida cautelar pero, en
segunda instancia, la puja por la caja la ganó el máximo tribunal.
En la práctica, el cambio implicó que las minorías, esto es, todos los
sectores menos el oficialismo, perdieran un representante. Y, en el caso de los
abogados, dos, mientras que el oficialismo mantuvo los siete votos, con sus cinco
representantes, el académico y el juez afín. Con ello, la función técnica y de
control que la Carta Magna había previsto pasó a dormir el sueño de los justos.
En la línea del “vamos por todo”, que proclamaban los carteles del Frente
para la Victoria que empapelaban Buenos Aires, Kirchner pactaría con los jueces
la eliminación de los abogados de la Comisión de Selección y la participación
exclusiva de los consejeros políticos en la comisión de Acusación, donde, una
vez más, tendría garantizado el fallo.
Conmigo o contra mí
En el Consejo, Lorenzetti y el gobierno obtuvieron el voto de los jueces
para que delegasen la administración del presupuesto en el máximo tribunal. El
batallón de fieles soldados se puso, a partir de esa decisión, al servicio del
supremo juez.
Los consejeros Luis María Cabral, Miguel Gálvez y Luis María Bunge
Campos se comprometieron, firmes, en esa causa. Ellos firmaron las resoluciones
por las que se designaron a los nuevos administradores, crearon cargos y
estructuras nuevas.
Todas las acordadas por las que se plasmaron estos recursos financieros
estuvieron suscriptas por todos los ministros, a excepción de Petracchi, y por el
entonces ya secretario general de Administración de la Corte, el contador
rafaelino, Daniel “el Cabezón” Marchi. Este arribó a la Corte el 18 de diciembre
de 2007 con el cargo de director general,207 y nueve días después fue ascendido
a subadministrador general,208 aunque más tarde, en marzo de 2008, se quedaría
a cargo de la Secretaria General de la Administración de la Corte. A Marchi se lo
conoce en los pasillos del Palacio de Justicia y en Tribunales como “el sexto
ministro” por su influencia y poder de decisión. Con un pasado futbolero de
zaguero central en la primera división del Club Sportivo Norte en el 2001, que
abandonó por problemas en la vista, llegó a Lorenzetti a través de su amigo
Ricardo Peirone, contador personal del juez y ex intendente de Rafaela por el
Partido Justicialista (PJ). Aunque también lo apadrinó el contador y socio de
Lorenzetti, Reynaldo Casabella.
La construcción de este invento del supremo juez no habría sido posible sin
la colaboración de los consejeros jueces que, ellos sabrán por qué, no dudaron en
despejarle el camino de cualquier obstáculo, según consta en las resoluciones y
actas suscriptas por ellos.215
Por las manos de Marchi pasan las decisiones más sensibles de la economía
judicial. El contador no solo protegería las espaldas de su jefe, sino que, además,
ejercería las veces de emisario ante funcionarios y políticos por temas sensibles,
como ocurrió con Ricardo Echegaray cuando era titular de la Administración
Federal de Ingresos Públicos, de acuerdo a testimonios de funcionarios judiciales
que comparten su día a día. Como vicepresidente del Comité se nombró a Germán
Krieger, solo para que lo reemplazara en caso de ausencia.
Por fin, “tras dos arduos años de trabajo, Lorenzetti y sus hombres, se
aseguraron el absoluto control de los fondos del Poder Judicial”, declaró sin
espacio para la duda Oliveto Lago. Para ella, se trata de “un engranaje ilegal que
con la destreza jurídica y los movimientos sincronizados de los funcionarios
lograron mantener a la Corte Suprema bajo apariencia de virtuosa, mientras la
mayor parte de la desviación de recursos presupuestarios se habrían habilitado a
través de la Magistratura”.
Por otro lado, sospecha que “haberle dado primacía a la Corte sobre el
Consejo, en contra de la letra constitucional, desajustar el mecanismo de control
de los recursos e impedir la revisión externa, podría haber sido utilizado por el
gobierno kirchnerista como moneda de cambio”. Todo esto, “no podría haberse
llevado a cabo sin un pacto entre Lorenzetti y Kirchner”, sentenció la legisladora.
191. La ley 26.080 que redujo los miembros del Consejo de la Magistratura
de 20 a 13 miembros fue sancionada el 22 de febrero de 2006 y promulgada dos
días después, según surge del Boletín Oficial:
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/110000-
114999/114258/norma.htm.
215. Para la denunciante Paula Oliveto Lago, los jueces que habrían
facilitado el camino a Ricardo Lorenzetti fueron: Cabral, Luis María Bunge
Campos y Miguel Gálvez, en el período 2006 a 2010 y Ricardo Recondo,
Alejandro Sánchez Freytes y Mario Silvio Fera, en el período 2010 a 2014.
219. Ídem.
225. En dos ocasiones, una por cada nueva integración del Consejo —
períodos 2002-2006 y 2006-2010—, la Comisión de Administración y Financiera
aprobó el plan anual para la AGN a través de los dictámenes CAyF N° 39/05 del
7 de junio de 2005 y, la Comisión de Administración y CAyF N° 46/08 del 2 de
marzo de 2006.
—Vos tenés que certificar lo que te decimos nosotros —le ordenó Saliva.
Las ganancias fuera del circuito establecido —bajo la mesa— para los
contratistas cartelizados responderían a un esquema administrativo y financiero
ideado por Lorenzetti desde que asumió como presidente de la Corte Suprema en
enero de 2007. La estructura alcanzó el grado de suprema perfección con la
creación, en abril de 2011, del Comité Ejecutivo de Inversiones que presidía
Daniel Marchi. Quedó integrado por el máximo tribunal y el Consejo de la
Magistratura, pero dependía directamente de la Presidencia de la Corte, o sea de
Lorenzetti.
Con la batuta de toda la orquesta de las obras públicas del fuero judicial en
sus manos, Lorenzetti, en contra de la letra constitucional, podía decidir y
disponer de los fondos ajenos sin afectar el presupuesto propio de la Corte
Suprema. “Este mecanismo refinado permitió desviar sumas importantes del
erario público”, denunció ante la justicia la legisladora porteña de la Coalición
Cívica, Paula Oliveto Lago, como ya se analizó en el capítulo anterior.
Desde la Corte negaron, una y otra vez, los vínculos con las contrataciones
a cargo del Consejo de la Magistratura, pero las evidencias hacían trizas su
defensa. El 5 de mayo de 2011, a los pocos días de la creación del Comité
Ejecutivo de Inversiones, Marchi, más conocido como “el sexto ministro”, exigió
a todos los directores de la Administración General del Poder Judicial (Consejo)
que le informaran, semanalmente, de los avances y el estado de las obras.228
—Pero algo que tengamos a mano, y que se pueda justificar como una
necesidad de la justicia —replicaría López.
Por culpa del socavón, las construcciones aledañas corrían riesgo hasta de
derrumbe. Fera no tuvo más remedio que declarar la emergencia del edificio de la
calle Uruguay 714. En simultáneo, le pidió al administrador general, Germán
Krieger, que acordase con la empresa la posibilidad de continuidad o suspensión
de la obra. Lo hizo sin permitir que los integrantes de la Comisión analizaran el
incumplimiento de Riva SA. De paso, el consejero Fera logró, por razones que
ellos saben bien, que se confirieran amplísimas atribuciones a Krieger. En los
hechos, esto significó que se reconociera la subordinación del Poder Judicial al
contratista incumplidor por el que Krieger y compañía parecían tener debilidad.
Pauluk, era evidente, tenía razón. Los montos de las contrataciones con la
UTN eran muy superiores a los que, en realidad, se les pagaban a los
trabajadores. Entre febrero de 2009 y septiembre de 2013 la suma ascendió a
$27.867.500. Una simple cuenta demostraba que, si de 40 empleados denunciados
solo trabajaban 28, por un sueldo de $4000, sin pago de aguinaldo, el importe
resultaba inferior al que Krieger entregó a la UTN en ese lapso.250
Ratas, autos y playas para todos en Comodoro Py
Las sorpresas, en cuanto se levantaba un poco la alfombra, no cesaban. En
diciembre de 2013 el Consejo de la Magistratura había dado señales de cercanía
con la Iglesia. Así pues, suscribió un convenio con la Arquidiócesis de
Resistencia (Chaco) para explotar una cochera en los tribunales federales de la
ciudad de Buenos Aires. El acuerdo se concretó el 13 del último mes del 2013
entre monseñor Ramón Alfredo Dus y Mario Fera, presidente de la Magistratura y
la titular de la Comisión de Administración y Financiera, Ada Iturrez de
Capellini. Acordaron entregarle un predio ubicado en la Avenida Antártida
Argentina esquina Avenida de los Inmigrantes 1905251 para la comercialización
de cocheras en préstamo. Entre los funcionarios estimaban más de 500
automóviles por día, aunque se previó que 140 espacios de estacionamiento
fueran de uso gratuito para los integrantes de la Cámara de Casación Penal y el
Poder Judicial de la Nación. Zona muy visitada por ex funcionarios públicos y
empresarios, a finales del 2016 sufrió una invasión de ratas. Algunas llegaron a
colarse hasta el interior del edificio de Comodoro Py, sede de los tribunales
criminales federales donde deben presentarse para declarar o llevar adelante un
número no menor de ex ministros y ex funcionarios del gobierno de Cristina
Fernández. Incluida la ex presidenta y viuda de Néstor Kirchner, investigada,
entre otras causas, por la del dólar futuro y corrupción y blanqueo de capitales
por medio de las empresas hoteleras que operan en Santa Cruz. El ex
vicepresidente Amado Boudou (quizás con récord de asistencias), el ex ministro
de Economía Axel Kicillof y otros políticos de diferentes siglas conocen esas
escalinatas y las oficinas. El presidente Mauricio Macri no es una excepción, sin
dilación acudió cuando estuvo bajo la lupa de la justicia por supuestas escuchas
ilegales. A finales de diciembre de 2015, ya presidente electo, fue sobreseído por
el juez Sebastián Casanello,252 un magistrado sensible a los nuevos vientos que
soplaban para la Argentina.
La tramitación del proyecto, que se inició con un simple informe sin que
ningún organismo advirtiera la necesidad de esa megaconstrucción, como era
costumbre, también presentó sus particularidades. Se trataba de un predio
emplazado en la calle Combate de los Pozos entre las avenidas Brasil y Garay,
con una superficie de 60.002,24 m2. En él se preveían distintas etapas de
construcción sobre una superficie cubierta de 138.400 m2, distribuidos en tres
planos. En el primero de ellos, se haría el archivo general, con subsuelos y
administración en planta baja, con un total de 45.000 m2 cubiertos. En el segundo,
estarían las dependencias judiciales, con distribuidores de entrada, auditorios y
plantas libres en ocho niveles, con un total de 58.900 m2 cubiertos. En el tercero,
los espacios comunes, con subsuelos para estacionamiento, depósitos,
mantenimiento, salas de máquinas y circulación vertical, de un total de 34.500 m2
cubiertos.
Música en el subte…
Los arquitectos e ingenieros de la DGIJ estaban hartos de soportar los
malos tratos y continuas amenazas. Diecisiete de ellos no lo dudaron y dieron el
portazo. Denunciaron la “impunidad” alrededor de la obra pública el 10 de
octubre de 2014.256
Para los expertos, era una paradoja que desde la cabeza del Poder Judicial
“los obligaran a torcer la ley y avalar documentos ilícitos. Aunque había un nexo.
Todas estas irregularidades habrían sido avaladas por la ‘superioridad’”. Para
ellos, su responsabilidad estaría en la mira si no denunciaban en grupo y por
escrito pese a que ya lo habían hecho en varias oportunidades. Sin dudas,
rompieron el silencio.
De este modo, y sin tener que depender de los funcionarios del Consejo de
la Magistratura, el máximo tribunal impulsó con su propio presupuesto, la
licitación para la construcción de la morgue judicial, Cecilia Grierson, tras años
de trámite.
Para continuar con los trabajos necesarios para sacar unos caños de AYSA
y con la única firma de Lorenzetti, el 26 de abril de 2016, se le otorgó a Corsan
Corvian Construcción SA y Teximco SA UTE, la suma total de $37.084.550. La
misma se distinguió en $18.618.771,1 para desviar los caños de AYSA y por
trabajos adicionales se le otorgaron $18.465.778,9.271 El 12 de diciembre de
2016, la Corte autorizó una nueva readecuación de precios a la empresa por la
obra del conducto por un total de $8.604.761,76.272
Pero el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien desde enero de 2016
tenía en sus manos una serie de denuncias impulsadas sobre la supuesta
cartelización de la obra pública en el Poder Judicial, desestimó la investigación
el 27 de diciembre de 2016 por “inexistencia de delito”.287 Canicoba Corral —
aquel al que Lorenzetti le pidió la renuncia en diciembre de 2015 y febrero de
2016, al menos— se basó en un informe del cuerpo de auditores del Consejo de
la Magistratura que preside Meydac, el hombre de la estrecha confianza de
Lorenzetti a través de Sanz. “De esta manera los auditores asumen las facultades
de los jueces y las investigaciones pasan a ser una farsa”, explicó tajante el
abogado denunciante, Ricardo Monner Sans, quien desde 2014 apuntó contra las
presuntas irregularidades de la cartelización en la obra pública judicial. 227. El
diálogo surge de declaraciones del arquitecto Fabio Daniel Barraza en el
Expediente CAU 60/2014 caratulado Remisión Presidencia Consejo Magistratura
Nacional sobre Informe Sumarial (Resolución Plenario 295/2014).
230. >Hablen con Julio. Julio De Vido y las historias ocultas del poder
kirchnerista, Diego Cabot y Francisco Olivera, Sudamericana, 2007.
231. Ídem.
237. A partir del día 15 de marzo de 2012, hasta nueva disposición del
Tribunal, se decretó la feria judicial. Resolución CSJN N° 364/12.
246. El art. ٦º, inc. “d” del Reglamento de Locaciones del Poder Judicial
de la Nación Resolución CM N° 75/04 prohíbe el pago de comisiones.
273. Declaraciones del abogado Ricardo Monner Sans para este libro,
realizadas el 12 de septiembre de 2016.
“Y llegó la Policía con dos carros y un tranvía, para toda la familia judicial.
Yo no sé por qué, sargento, nos lleva al destacamento, si somos una familia muy
normal… muy normal… muy normal”, entre risas e ironías la canción de Sui
Generis, “Mr. Jones”, se transformó, con su letra original adaptada, en el himno
de los empleados de la Dirección General de Tecnología del Consejo de la
Magistratura del Poder Judicial (DGT). Ni Charly García ni Nito Mestre se
hubieran imaginado la escena que estaba a punto de producirse. “Mr Jones”
sonaba, una y otra vez, el día que se hizo público lo que era un secreto a voces.
Paula González, la secretaria del juzgado que trabajaba codo a codo con
Servini, se presentó en Lavalle 1240 con peritos informáticos de la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y de la Policía
Metropolitana. Pidieron la documentación del sistema, el código fuente original
entregado por la empresa contratada, el actual y todas sus versiones. También
requirieron la base de datos judicial, toda la información útil que estuviera a su
alcance e incautaron un servidor.
Para los peritos era difícil rescatar aspectos positivos del sistema.
Buscaban y lo que encontraban les producía auténticos quebraderos de cabeza.
Las claves de acceso, conocidas como root, no estaban personalizadas. El ingreso
en el sistema era similar al funcionamiento de un almacén de barrio. Varios tenían
acceso a la caja, con lo cual nadie era responsable al final del día de la
recaudación. La llave,291 contraseña, clave de seguridad o código de acceso la
tenían muchos y la compartían. Lo que estaba en juego era, ni más ni menos, que
los datos de las causas del Poder Judicial de la Nación.
Estas claves debieron ser resguardadas por las máximas autoridades del
Poder Judicial como en otra época hizo la presidencia de la Corte Suprema, con
intervención de la secretaria letrada de informática, Elena Campanella.
Otra cuestión que afectaba el día a día de los abogados estaba bajo la lupa.
Todo acceso a una página de internet debía ser mediante conexión segura —el
https, protocolo utilizado por los bancos para las transacciones—. Sin embargo,
las conexiones al Portal de Abogados,292 donde los profesionales ingresaban
copias y consultaban las notificaciones electrónicas, no tenían ese protocolo. Esto
obligó a preguntarse si era posible que un hacker pudiera colarse en el sistema.
La respuesta fue afirmativa.
El juez miró siempre al norte; tan así es que se reunió siete veces con el
embajador de Estados Unidos en Argentina, Earl Anthony Wayne. “Los cables no
mienten, según se desprende de los más de dos mil despachos diplomáticos
elaborados por la embajada estadounidense en Buenos Aires entre mediados de
2006, y principios de 2010, el período que abarca la filtración de WikiLeaks, de
todas las figuras públicas argentinas que se reunieron con el embajador
estadounidense durante ese tiempo, difícilmente alguno supere en cantidad de
encuentros al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti”,
detalló el periodista Santiago O’Donnell en el libro PolitiLeaks (Sudamericana),
tras entrevistar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en la Embajada de
Ecuador.
“Un cable dice que la embajada le pagó un viaje; otro despacho, que la
embajada se comprometió a buscar recursos para financiar un Congreso que
Lorenzetti estaba organizando, y otro cable, que especialistas contratados por la
embajada modernizaron el sistema informático de la Corte Suprema, una cuestión
preocupante ahora que se ha descubierto el alcance de la red de espionaje masivo
de los Estados Unidos más aún si la contratación de los técnicos estadounidenses
no fue debidamente informada”, puntualizó O’Donnell.295
Las objeciones más serias fueron las formuladas por el Banco Mundial; el
Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (FORES); el Banco
Interamericano de Desarrollo; las empresas SAP y Equity Group, el consejero
Pablo Mosca (representante de la Federación Argentina de Colegios de
Abogados), su sucesor Daniel Ostropolsky, y el entonces secretario letrado que
participó de todo el proceso, Adolfo Athos Aguiar.
Reglas de compromiso
El 1 de junio de 2009 se inició la puesta en marcha del proyecto306 que,
desde su origen y hasta noviembre de 2010, tramitó solo en la Administración
General del Consejo —a cargo de Germán Krieger— sin la intervención de la
Comisión de Administración y Financiera y del Plenario del Consejo, según
registros oficiales. Krieger, señalado como el hombre de confianza de Lorenzetti
en el manejo de los recursos del Consejo, administró los fondos del Poder
Judicial junto a Daniel Marchi a través del Comité de Inversiones creado al
efecto.
El trámite fue una carrera contra reloj. De pronto la urgencia del proceso
llamaba la atención. En pocas horas, el Departamento de Compras de la
Dirección General de Administración Financiera fijó como fecha de apertura el
21 de febrero de 2011, aunque luego se prorrogó para el 28 de marzo de 2011.311
Y el ganador es…
Había llegado, como en todo proceso licitatorio, el momento de abrir los
sobres con las propuestas técnicas de las empresas interesadas y la
documentación exigida. De esta manera, el 28 de marzo de 2011,317 se procedió
a revisar las cinco ofertas que estaban sobre la mesa. Unitech SA-Indra Si SA
Unión Transitoria de Empresas (UTE), fue la primera, Octomind SA-Sistemas
Jurídicos SRL UTE, la segunda. Mientras que La Ley-West Services Inc. UTE, se
constituyó como la tercera opción. La Ley SAE e I era la cuarta propuesta. La
quinta participante se conformó con una firma argentina — Atos Origin Argentina
SA— y una española —Base 100 SA— que se acopló a la primera para poder
participar del proceso, asociadas en una UTE. A esta última se le permitió
participar de la licitación pese a no cumplir con los requisitos exigidos. En el
colmo del favoritismo Base 100 SA entró pese a carecer de inscripción ante la
Inspección General de Justicia (IGJ) y del contrato constitutivo de la Unión
Transitoria de Empresas, documentos obligatorios para que una empresa
extranjera fuera admitida en el proceso. Atos Origin, por su parte, es una empresa
de origen francés reconocida por los informáticos —a nivel mundial— por
vender y suministrar productos a las agencias de servicios de inteligencia y
fuerzas de seguridad. No había que ser muy brillante para adivinar quién se
metería en el bolsillo la licitación.
Los funcionarios judiciales lo veían venir de lejos pero el descaro era tan
obvio que les costaba asimilar que estaba por pasar lo que se temían. Antes de la
presentación de la oferta, el 24 de enero de 2011 Atos Origin y Base 100 habían
presentado una consulta a la Comisión de Informática del Consejo de la
Magistratura respecto de la viabilidad de acompañar un compromiso de
constitución de UTE irrevocable sujeto a la efectiva adjudicación de la licitación,
en sustitución del acuerdo constitutivo de unión de empresas al que obligaba el
pliego de bases y condiciones.318 Es decir, pulseaban y negociaban sin tapujos.
De ganar la licitación se inscribirían, si no, si algo fallaba, se podían dar el lujo
de, a diferencia de otras que estuvieran en su condición, evitar engorrosos y
costosos trámites administrativos previos.
El proceso siguió su curso con los rituales del caso. Abierto el Sobre I, la
Comisión de Preadjudicaciones requirió de la empresa oferente que acompañara
el contrato de UTE y exigió que la firma española, Base 100 SA, cumpliera con la
Ley de Sociedades Comerciales.319 Lejos de ello, la UTE Atos Origin-Base 100
insistía en su postura “irregular” y respondió que en el Sobre A asumían el
compromiso de asociarse en caso de resultar, definitivamente, adjudicatarias. La
realidad era que a Base 100 no le daban los tiempos de constituir la UTE ante las
exigencias de la ley argentina a las firmas foráneas, algo que la empresa recién
logró ante la IGJ el 23 de junio de 2011, casi tres meses después de iniciado el
proceso de selección, es decir la apertura del Sobre 1.
El papel que jugó Devoto, secretario de Asuntos Jurídicos del Consejo, fue
determinante ya que, recuerda, “aceptó la validez de la oferta que resultó
ganadora, aunque por la falta de documentación, debió haber sido excluida”.
Además, dejó pasar la irregularidad de Atos Origin-Base 100 de “incluir en el
Sobre 1 de oferta técnica, la oferta económica que debía ser acompañada en el
Sobre 2”, como constó en el expediente licitatorio.
Papel mojado
El software debía contemplar la arquitectura del sistema que permitiera
implementar la mesa de entradas virtual, el expediente y la firma analógica más el
“documento digital judicial” (DDJ), que dejaría constancia del proceso de
trabajo. Se aspiraba a un formato electrónico informatizado en todos los
tribunales del país que permitiera que los sistemas se comunicaran entre sí, sin
incompatibilidades tecnológicas. Pero nada de eso se concretó por la
“ineficiencia del software adquirido”.333Unos meses antes de esta licitación se
llevó a cabo otra para adquirir licencias de bases de datos cuya marca comercial
era Oracle. Estas resultaban indispensables para que el software funcionara.
Adquirirlas condicionó la licitación del programa ya que el Poder Judicial podía
optar entre menos opciones en el mercado. Con esta contratación se acotó la
licitación del software a empresas con soluciones compatibles a Oracle.
A tal punto llegó el enojo entre los empleados del Poder Judicial de todo el
país, que bajo el slogan Decile NO al Lex 100, pusieron en marcha reclamos con
carteles en los pasillos de los tribunales. Pero para continuar con los rituales
informáticos, las protestas se trasladaron a las redes sociales. Mientras en Twitter
algunos expresaban sus emociones y contaban pormenores de la familia judicial,
otros armaron un perfil en Facebook. Sin respuestas, era una válvula de escape.
Entre los empleados la broma que corría era que “la base había sido 100”,
en alusión a que US$100.000 habría sido el supuesto importe o “cometa”
(soborno) percibido por cada uno de los funcionarios que adjudicaron la
licitación a una empresa que vendió un software “ineficiente 100 x 100”.
En la justicia laboral las fallas fueron tan graves que el Colegio Público de
Abogados de la Capital Federal debió intermediar a pedido de los laboralistas.
La Corte no pudo hacerse la distraída e intervino el fuero. Si bien solicitó el
nombramiento de personal, delegó la responsabilidad en la Magistratura.335
Las cosas para los afortunados se dieron así: la esposa de Germán Krieger,
administrador del presupuesto judicial por entonces, María Esther Mareque,
ingresó a la Dirección General de Administración Financiera del Consejo de la
Magistratura en septiembre de 2011 con el cargo de subsecretaria
administrativa.337 Cavo y Falcone laderos de Tito Fernández y Nasisi, ligados a
Sanz, fueron efectivizados en sus cargos el 16 de junio de 2016 por una
resolución suscripta por los ministros Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Elena
Highton de Nolasco. En el Consejo de la Magistratura, donde prosiguió el trámite,
fue el presidente del cuerpo y amigo de Lorenzetti, Miguel Piedecasas, el que
suscribió la decisión el 11 de julio del mismo año.338 Por su parte, Lorenzetti le
prorrogó el contrato a Eduardo Parody como secretario letrado, con categoría
presupuestaria equivalente a la de un juez de primera instancia.339
305. Según art. 8° del Reglamento para la Justicia Nacional (RJN), los
funcionarios judiciales no pueden ejercer el comercio.
312. A través del expediente ADD 3/2011, la empresa Equity Group pide
acceso a la Información al Poder Judicial ante la reiterada negativa de
suministrarla y Expediente N° ٥.٥٦/ del registro de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal.
315. Advertía el Consejero de los abogados del interior del país, Daniel
Ostropolsky que el Expediente N° 10-15572/09 no contenía ningún antecedente de
“Proyecto Informático”, los que se encontraban en el Expediente N° 10-13919/06.
317. Resolución AG N° /.
318. Esta consulta se encuentra agregada a fs. 752 del Expediente N° ٥٥٧/-.
320. Las empresas competidoras eran La Ley SAE e I; La Ley SAE e I-West
Services Inc. UTE y Sistemas Jurídicos SRL-Octomind SA UTE (Lex Doctor).
339. Por las resoluciones CSJN N° ٣٧٣; /٣٥/y ٥/٦ fue contratado Eduardo
Parody.
Día D, 7D
Clarín tenía un problemón, pero Lorenzetti también. El presidente de la
Corte debía andar con pies de plomo, ser prudente ante el gobierno que lo
designó y le cedió el control de los cuantiosos fondos del Poder Judicial en 2008
(ver capítulo 4). Al mismo tiempo, como titular de la máxima instancia judicial,
tenía que buscar el consenso entre sus colegas para resolver el conflicto con
diplomacia. Tenía dos frentes: el político, entre el gobierno y Clarín; y el interno,
donde tenía que conseguir, como mínimo, cuatro de los siete votos para obtener la
mayoría que decidiría si la ley era válida o no.
Este magistrado nunca había sido recusado por el gobierno y mantenía muy
buena relación con la ministra Highton de Nolasco, con la que había compartido
años de docencia en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Clarín tampoco lo
recusó, pero desde el comienzo apreció indicios de que Alfonso favorecería la
posición del gobierno. El primero, cuando resolvió incorporar a la Autoridad
Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) como querellante o
damnificado en la causa. Esto le permitió al organismo intervenir como presunta
parte afectada, acceder a información sensible, impulsar y dar continuo
movimiento al expediente.
Hasta acá la Corte había intervenido solo para resolver las prórrogas de las
medidas cautelares. Aún no había una resolución sobre el fondo del asunto que
habilitara las etapas de apelación hasta llegar al máximo tribunal. Tenían tiempo.
El Congreso fue el otro campo de batalla que el gobierno intentó —en este
caso con éxito— conquistar. El 14 de noviembre de 2012, por impulso del
oficialismo, la Cámara Baja sancionó el mecanismo procesal del per saltum o
salto de instancia. Esto fue un logro para el kirchnerismo, ya que le permitiría
elevar cualquier causa directamente a la Corte bajo el fundamento de “gravedad
institucional”.
A dos bandas
En este escenario algo quizás peor podía suceder. Se pretendía que los
representantes del estamento judicial, abogados y académicos del Consejo de la
Magistratura, fuesen elegidos por el voto popular. De paso, se modificaría la
integración del Consejo que pasaría de 13 a 19 miembros. Para la oposición, los
cambios eran una amenaza directa a la Judicatura y en especial a la Corte
Suprema, que debía resolver la Ley de Medios. “El estado de derecho estaba en
riesgo si aquel engendro salía adelante. Era inadmisible que los jueces
participaran de las boletas sábanas de los partidos políticos”, recuerdan hoy.
La dinámica que había tomado la guerra abierta —desatada a raíz del caso
Clarín — hizo que los tres poderes del Estado tuvieran jornadas intensivas. En el
Congreso se trataban las leyes impulsadas por el Ejecutivo, mientras en la
Cámara Civil y Comercial Federal, segunda instancia judicial, previa a la Corte,
se dirimía la Ley de Medios.
La cuestión se enredaba cada vez más. Ante las reformas impulsadas desde
el gobierno, los jueces de todas las instancias estaban preocupados, tanto por la
posible afectación a la estabilidad de sus cargos como a la independencia del
Poder Judicial y se lo habían manifestado a Lorenzetti. Les inquietaba que el
kirchnerismo, con una mayoría simple en el Consejo, pudiera decidir sobre el
destino de cualquier juez. De ahí que los presidentes de las veinticinco cámaras
federales, todos de acuerdo, se reunieran con Lorenzetti el lunes 15 de abril y le
solicitaran que interviniera ante el gobierno.
Lo más sorprendente estaba por llegar. Guisado se enteró por los diarios de
que la Corte, representada por Lorenzetti y Highton, había enviado al Congreso la
nota que los camaristas le habían entregado a Lorenzetti. De manera inmediata
envió un mail a sus colegas tras advertir que la nota original había sido
modificada en su contenido. Presumiblemente, Lorenzetti y Hornos lo habían
hecho sin consultar ni informar al resto de los jueces. La nota publicada en el CIJ
contaba con la única firma de Hornos y omitía, deliberadamente, la preocupación
colectiva. Del texto se había suprimido el párrafo sobre el sistema de elección y
remoción de jueces y se dejó el referido al respaldo por el manejo
presupuestario.357
Un “K” del riñón de Cristina que prefiere preservar su nombre ofrece una
versión más jugosa para explicar el triunfo del titular de la Corte. Como Néstor
Kirchner, “Lorenzetti —recuerda— conservaba una libreta de almacenero donde
tenía anotados todos los gastos del gobierno. Los que se podían contar y los
inconfesables. Cuando se sentía amenazado en serio o veía peligrar el control de
la caja de la Justicia, nos recordaba que sabía demasiado. La extorsión siempre le
funcionó. Aníbal (Fernández) y Zannini (Carlos) saben bien lo que te cuento”.
Voto a voto
Mientras todo esto sucedía, pero ya con los fondos del Poder Judicial a
salvo, el presidente de la Corte trabajaba intensamente para lograr los cuatro
votos que necesitaba para que Cristina se quedara tranquila. Tenía que dar
satisfacción al gobierno, recordaron, sin medias tintas, dos de los jueces
supremos.364
También indagaba sobre los votos del resto de los ministros para no asumir
el costo político él solo, recordaron dos de sus pares. Así fue que merodeaba a
Fayt y Argibay para sondear sus fundamentos. Pero no hubo caso, los ministros no
se dejaron influenciar. Cada uno con su carácter fuerte y sus posturas jurídicas en
juego, votaron lo que pensaban. “Huesos duros de roer”, se jactaban ambos.
Lorenzetti tenía como objetivo lograr la mayoría de votos contra Clarín sin
su intervención, para congraciarse tanto con el gobierno como con el holding,
pero el tiro le salió por la culata. No lo logró y debió desempatar. Mantuvo la
indefinición hasta el instante anterior a la firma de la sentencia.
Para Enrique Petracchi, quien sabía leer bajo el agua, las conductas de
Lorenzetti resultaban “escurridizas”. Lo apreciaba en las visitas asiduas que le
hacía a su despacho para asegurarse cómo enfocaba su voto. En varias
oportunidades el ministro se negó al pedido de Lorenzetti para que se sumara a
los obiter dictum, o aclaraciones finales (serían claves). Para él excedían a la
causa y no correspondían. Lo analizaba como un guiño a Clarín. “Quería quedar
bien con los dos rivales, a uno le debía el cargo y la caja, y con el otro ponía en
juego su futuro”, aseguró Petracchi en ese momento a un referente del multimedios
que lo increpó:369
—Bueno, puede ser que ese sea mi voto, aún no lo firmé. Pero el que está
extremadamente interesado en que así sea es él —en referencia a Lorenzetti.
—El señor sabrá. Pero quiere que me sume a su proyecto de los obiter
dictum o aclaratorias en la parte resolutiva, porque esa es su negociación con
Clarín. Y eso es un mamarracho, no es parte de una resolución judicial. De
ninguna manera lo aceptaré —dijo el ministro que había integrado la polémica
Corte menemista.
La causa Clarín no era una más. Los ministros trabajaban cada uno en su
voto. Mientras Fayt y Petracchi recibían presiones del gobierno, Lorenzetti
mantenía línea directa con Jorge Rendo —presidente del Grupo Clarín— y más
de una vez se reunieron en el departamento de un tercero, como lo sostuvo un
colaborador del presidente de la Corte. Le aseguraba que la balanza se inclinaría
hacia Clarín, comentaron desde el Grupo, aunque cada vez que podía les
recriminaba, “la manera en la que se referían a él en el diario”. Les hablaba con
tanto aplomo que, en un principio, los directivos estaban convencidos de que
“ganaban la pulseada” pese a que sus abogados —curiosamente como el gobierno
— desconfiaban de la “palabra” del juez supremo.
La pulseada final
Lorenzetti ya contaba con cuatro votos para aprobar toda la ley, Zaffaroni,
Highton de Nolasco, Petracchi y el suyo, pero sus colegas no lo sabían. Maqueda,
Argibay y Fayt se negaron a sacarlo antes de las elecciones legislativas del 27 de
octubre, para no influir en los resultados electorales. Además, ellos no estaban de
acuerdo con “no reconocer los derechos adquiridos”, como cuestionaron. Hasta
entonces, estos creían que Petracchi y Lorenzetti también convalidarían el plazo
original de vigencia de las licencias. Sin embargo, con destreza y oficio de juez,
Petracchi señaló que “no se cercenarían derechos al multimedios porque ante un
daño patrimonial podía accionar judicialmente”. En su postura lo acompañó Raúl
Zaffaroni. Maqueda intervino, confundido, y dijo: “Pero no tenemos la
mayoría...”, que de siete jueces sería de cuatro.
“Se puede notar en el voto de Fayt, en relación al de los otros ministros, que
no hay un diálogo ni objeciones entre ellos, se manejaron solos. Fayt estaba
interesado en que se tratara de una sentencia clara, que no dejara dudas, ni
habilitara interpretaciones. Se expresó por la inconstitucionalidad en cuanto a la
manera de reglamentar, mantener las licencias, y dijo que no había forma de
desnaturalizar un derecho otorgado, en claro aval al derecho de propiedad. Su
preocupación se centró en la libertad de expresión y en el derecho de los
consumidores, en esto último también lo acompañó Argibay”, destacó
Hirschmann.
La mayoría de los ministros no compartían la necesidad de incluir
aclaratorias en el texto por considerar que excedían la resolución. La idea
propuesta por Lorenzetti sugería “la inaplicabilidad de la ley”. Le dio la razón
política al gobierno, aunque quería congraciarse con la empresa, insistieron desde
el alto tribunal. “Mirándola ahora de lejos, me pareció que la sentencia dejó
muchas dudas”, de hecho “no hubieran sido necesarios los obiter o aclaratorias si
se votaba como lo hizo Fayt”, concluyó Hirschmann.
Ese mismo día que salió el fallo, la directora del CIJ, María Bourdin, llamó
a Carlos de Elía —gerente de noticias de Artear, Canal 13 y Todo Noticias—,
quien había sido su maestro en el master de la Universidad de San Andrés, e
intentó explicarle que ni ella sabía el resultado. Se mostró angustiada.
Tiempo después, cuando las aguas se calmaron, Maqueda habría sido quien
intermedió para que se reunieran Rendo y Lorenzetti en un cóctel. Pero la
distancia con el Grupo aún persistía. Por ello, Lorenzetti insistió en explicarles
que para él la ley era “absolutamente inaplicable y que por lo tanto no iba a tener
efectos”. Además, les resaltó a los directivos de Clarín que en las aclaraciones
impuso la “igualdad en la disponibilidad del tratamiento”, respecto de las otras
empresas de medios y la “imparcialidad de la autoridad de aplicación”. Dicho de
otro modo, que la ley debía aplicarse a todos por igual y no solo al Grupo Clarín,
como en cierta manera parecía intentar el gobierno al suspender su aplicación a
otras empresas. Lo de la “imparcialidad” significaba que Sabbatella estaba fuera
de juego.
Dos días después del fallo de la Corte, Sabbatella —que no se había dado
por aludido con los fundamentos añadidos de la sentencia—, se presentó como un
elefante en un bazar —como solía decir Carmen Argibay en relación a Aníbal
Fernández—377 en el edificio de Clarín, sobre la calle Piedras al 1800, e inició
la transferencia forzosa de las licencias. Le otorgó 15 días a la empresa para
responder la notificación. Esta lo consideró “un avance de facto del gobierno
sobre los medios del Grupo Clarín, al margen de la ley y de lo establecido en el
propio fallo de la Corte”, como lo expresó en un comunicado.
Por lo general, sus discursos se extendían algo más de cuarenta minutos ante
un público repleto de magistrados, funcionarios judiciales, representantes del
Poder Ejecutivo, empresarios y directivos de medios de comunicación. En el caso
particular de los jueces, recibían un llamado previo de personal del Centro de
Información Judicial a través del cual los “invitaban” a confirmar la asistencia
para garantizarse una convocatoria masiva. La misma operación se repetía con la
prensa, imprescindible para darle publicidad a un acto tan solemne.
Ese Lorenzetti no era el mismo que conocieron sus colegas cuando llegó a
la Corte en 2004. Entonces, los ministros percibieron a un hombre tímido, de bajo
perfil, con un lenguaje campechano y alejado de tecnicismos jurídicos. Hasta
podía dar la impresión —nada más lejos de la realidad— de tener cierta
inseguridad personal.
Lorenzetti pasó a liderar la Corte y a partir de allí fue otro. Richard —al
decir de su vocera María Bourdin—, cambió hasta el modo de mirar. La postura
corporal, con los hombros para atrás, era la de un hombre firme, con pisada
segura. Sacaba pecho en sentido real y figurado. No dejaba nada al azar, ni el
movimiento —escaso— de las manos ni los gestos y miradas de atención a cada
rincón del auditorio. El tono, factor determinante sobre el resto, era pausado y
con mesura. Didáctico, lejos estaba de poder ser acusado de pedantería, soberbia
o, como le sucedió a Cristina Fernández, de “maestro ciruela”. Lorenzetti era y
es, sin lugar a duda, el rey de la oratoria. Escribía sus discursos con la misma
maestría con la que los pronunciaba (sin mirar al papel). Por naturaleza —o
aprendizaje posterior— los embellecía con pinceladas de experto en liderazgo y
marketing. En el centro de ese despliegue de habilidades estaba lo más
importante, el contenido, la selección de los temas. No leía y no vacilaba. Sus
ojos peinaban la platea, la recorrían de un extremo a otro. Nadie podía quedar
fuera de su ángulo de visión. Buscaba halagar a todos y principalmente,
reconfortar a los jueces, convencerlos de que la independencia judicial existe (a
su modo), que la autarquía presupuestaria estaba garantizada y que la división de
poderes —eternamente en la cuerda floja— era un hecho a su medida.379
El tema del dinero no brillaba en sus discursos sino, para alegría de los
magistrados, entre las paredes del Palacio, salvo los insistentes pedidos de
“autarquía financiera” al Poder Ejecutivo. Durante el decanato al mando de la
Corte evitó que los magistrados pagaran impuesto a las ganancias. Paradojas de
la vida, antes de ocupar ese puesto —parecido a acariciar el cielo con las manos
para él y para cualquier juez —, pensaba que los jueces debían tributar igual que
cualquier ciudadano. Entre sus logros figura uno que no era fácil: mostrar un
Poder Judicial unido, por lo menos en las formas. Atento a las demandas sociales,
posteriormente incorporó la inseguridad y el narcotráfico, entre otros temas, a su
agenda pública.
Lorenzetti confió en Bourdin para que asumiera el doble comando del CIJ y
de la Oficina de Prensa, con la función de dialogar con periodistas, informar,
confeccionar resúmenes de prensa, organizar presentaciones del año judicial y
ante un eventual problema, comunicarse con los directivos de los medios para
amortiguar el tono de la información.
Rubia, ojos celestes, hija única de padres docentes de Formosa, Bourdin fue
muchas veces el hombro en el que apoyarse para Lorenzetti, en especial en
tiempos de adversidad política. Además, fue la encargada de cambiarle la
imagen. Un nuevo corte de pelo y el despojo del bigote, le dieron a “Richard” el
estilo de yuppie neoyorquino que ella tenía en mente (de ahí el Richard), como la
misma Bourdin lo reconoció. Trajes oscuros de diseño, camisas blancas con
gemelos, y relojes de colección acompañaron la nueva estampa del magistrado.
Dietas, gimnasio y running fueron parte de la rutina diaria.
Parte del hábito era que Bourdin monitoreaba de reojo lo que los presentes
hacían con los teléfonos celulares. Buscaba evitar que se filtraran las novedades
por las redes sociales y de este modo reservar las primicias para el CIJ. El
control llegó a su máxima expresión la mañana del 29 de octubre de 2013, cuando
se comunicó el fallo sobre la Ley de Medios. En aquella ocasión, Bourdin, a
pedido de Lorenzetti, obligó a los periodistas a dejar los celulares afuera de la
habitación por la “sensibilidad” del tema. La “paranoia” sobre la información
había tomado rumbos impensados.
En el portal el lugar que ocupaba una noticia era decidido en persona por
Lorenzetti y Bourdin. El dato no era irrelevante, porque todo lo que allí salía era
reproducido en otros medios. Por eso muchos jueces le temían a lo publicado.389
Más allá de las críticas, Lorenzetti creyó que el CIJ era una manera de dejar atrás
la “vieja idea de que el juez hablaba solo por sus sentencias”.390 Con ese
criterio, también apostó al lanzamiento del CIJ TV con múltiples plataformas para
todo el país.391
La periodista que había escrito la nota —la misma que firma este libro—
llamó esa misma tarde a la redacción para averiguar las razones por las que su
trabajo, una primicia, había sido eliminado del portal. La respuesta la encontró al
día siguiente. Uno de los editores le comentó que habían llamado de la
Presidencia de la Corte y que era preferible que pasara el tiempo, que se
calmaran las cosas que, por el momento, no iban a publicar nada más del tema.
“La orden vino de Fontevecchia”, terminaron reconociendo. El llamado también
lo había recibido el CEO de la editorial.
No era la primera vez que llamaban de la Corte por una nota firmada por la
cronista. En una oportunidad, y a pedido de Bourdin, se llevó a cabo una reunión
en la sede del diario cuando este aún estaba sobre Chacabuco. En el encuentro
estaban presentes los directores de los diferentes medios de la editorial y la
vocera de Lorenzetti. En la charla, Bourdin manifestó que no le gustaba, para
nada, lo que la periodista publicaba. Acto seguido les hizo ver lo conveniente que
sería su despido porque “esa periodista es indomable”, adujo Bourdin vestida de
rojo fuego. La respuesta del secretario de redacción de Perfil, Javier Calvo y del
director de la revista Noticias, Edi Zunino, fue contundente: “¡No!”. Defendieron
la libertad de expresión y avalaron a la colega. “La información no puede ser una
copia de lo que publica el CIJ”, argumentó Calvo a Bourdin. “Eso no es
periodismo”, le dijo mirándola a los ojos.
Seis meses más tarde, de manera inesperada (en relación a los fallos
anteriores y tras el largo proceso judicial iniciado en el 2006), la Corte rechazó,
el 20 de mayo de 2016, un reclamo de Perfil contra el Estado Nacional. La
editorial denunciaba la forma en que el gobierno acató —o simuló acatar— el
cumplimiento del fallo que le ordenaba distribuir pauta publicitaria oficial a las
publicaciones periodísticas de esa empresa. Algunos colegas recordaron la frase
de Escipión: “Roma no paga traidores”.
Tiempo después, Perfil volvió a publicar sobre el mismo tema “tabú”. Fue
cuando el abogado Ricardo Monner Sans realizó la denuncia en la justicia federal
y el juez Rodolfo Canicoba Corral impulsó la causa por el presunto delito de
cartelización de la obra pública a través de funcionarios afines a Lorenzetti, como
ya se vio en el capítulo 5. En esta ocasión, la Corte volvió a intervenir, pero esta
vez a través del CIJ que Perfil replicó en la web. “En relación con una noticia
publicada en el diario Perfil del 31 de enero de 2016 titulada Denuncian a ex
funcionarios que dependían de la Corte Suprema, desmentimos totalmente la
misma en el sentido de que dichos funcionarios no dependen de la Corte
Suprema”.408
Tras esta sentencia, la Afip hizo algo más que patalear y recordar a los
antepasados de Lorenzetti y los jueces que lo secundaron. Presentó un recurso
extraordinario para insistir en la postura. En esta etapa del pleito se registró un
episodio donde los reflejos del máximo tribunal merecían salir en el libro
Guinness de los récords. El Tribunal, con los mismos fundamentos de la
resolución anterior y en solo tres párrafos, rechazó el 3 de diciembre de 2015 la
protesta de la Afip. Se basó en el artículo 280 del Código Procesal Civil y
Comercial (que permitía rechazar planteos sin fundamentos).
La sentencia era clave para las empresas periodísticas porque evitaría que
se les cobrara la deuda que mantenían con la Afip. Sin esta “ayudita” a sus
finanzas, algunos podrían haber quebrado. Para el kirchnerismo, se trató de un
gran espaldarazo de Lorenzetti, en especial, al diario La Nación, con quien
mantenía —sin tanto exhibicionismo como con Clarín pero con similar intensidad
—, un duro embate. Tampoco faltaron los desconfiados que vieron con malos ojos
la visita que Fernán Saguier, subdirector de La Nación y uno de los propietarios
del diario, habría hecho a Ricardo Lorenzetti.414 Desde la Corte admitieron
intermediaciones con Julio Saguier, presidente del directorio de la empresa y
accionista, ante la consulta por esta causa.
De eso sí se habla
Lo llamativo fue que, pese a los argumentos del fiscal, y como si se tratara
de una bomba, la denuncia fue desactivada por el juez Rodríguez, el 3 de marzo
de 2015, por “ausencia de delito”. Delgado apeló y calificó ese accionar como
“prematuro” ya que no se habían llevado a cabo la totalidad de las pruebas.
“Lógicamente, como ya adelantamos, este proceso estuvo guiado por normas de
diferentes niveles, aunque todas ellas habrían permitido llevar a cabo la
ingeniería ilícita denunciada”, escribió el fiscal en el escrito de apelación, fiel al
estilo “provocador” que le adjudican algunos juristas. Aquello significaba que
para Delgado había indicios delictuales que debían investigarse, pero nada de eso
ocurrió. Tampoco hubo oportunidad de darle intervención al flamante cuerpo de
peritos anticorrupción. Lorenzetti y los suyos respiraban, de momento, tranquilos.
La frontera caliente
El juez salteño era uno de los preferidos del presidente de la Corte por ser
un referente en la lucha antinarcotráfico. De hecho, lo “apadrinó” en diferentes
congresos judiciales y empresariales.426 Lorenzetti confiaba en Reynoso. Era el
asesor del tribunal para el establecimiento de aquella comisión.427 Pero mientras
la iniciativa tomaba forma, sucedió lo imprevisto. Varios camiones con
cargamento de éter, acetona y más de 500 kilos de cocaína, que cruzaban desde
Orán a Chile, por el Paso de Jama, con el supuesto aval de Reynoso, habrían
alertado a las fuerzas de seguridad del país trasandino. Fue mediante la embajada
que Chile habría notificado a la Argentina. Este hecho habría sido el verdadero
desencadenante de la suerte del magistrado norteño. Así lo confirmaron, en
estricto off de record, fuentes de la justicia federal salteña. Para evitar el
escándalo internacional, se habría impulsado la denuncia contra el magistrado en
Orán, por su modus operandi que ya habían trascendido en la zona. En un abrir y
cerrar de ojos el juez que se suponía que era el azote del narcotráfico, el hombre
en el que confiaba Lorenzetti, pasó a ser uno más en la red de narcotráfico que
parece extender sus tentáculos en todos los estamentos de Argentina.
Casi un año antes de que entrara en vigencia el nuevo Código Civil, fecha
prevista para el 1 de enero de 2016, abogados, escribanos, funcionarios del
Poder Judicial y contadores recibieron por correo electrónico y por teléfono las
publicidades y promociones de la editorial Rubinzal Culzoni. No era otro que el
cuerpo normativo comentado por Lorenzetti, uno de los redactores del proyecto.
Online
La segunda vez que el ateo presidente de la Corte Suprema fue recibido por
Su Santidad Francisco fue el 5 de septiembre de 2016.446 Entonces tuvieron su
vis à vis. El motivo que habría logrado acercarlos fue la mutua preocupación por
el cuidado del medio ambiente. Macri llevaba ocho meses de gestión y el
encuentro se daba en plena discusión judicial por las tarifas de luz y gas que
amenazaba con reactivarse. Mientras el enojo de la diputada Elisa Carrió era
mayúsculo contra Lorenzetti quien se había negado a entregarle las declaraciones
juradas.447 “Hoy el Papa influye mucho por sus ideales. Tiene un liderazgo
global que los argentinos tenemos que valorar”, declaró Lorenzetti, al elogiar al
pontífice argentino.
379. Coberturas realizadas en la Corte Suprema de la Nación por la autora
desde 2007 a 2015.
385. Ídem.
263214-2015-01-04.html.
398. Patitó, José Ángel y otros contra diario La Nación del 24 de junio de
2008. Integrantes del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial iniciaron una
demanda contra el diario La Nación y contra el periodista Jorge Urien Berri, con
el objeto de que se los condenara a resarcir los daños que les habrían provocado
una serie de notas entre 1998 y 1999.
400. Lorenzetti, Ricardo. >El arte de hacer Justicia, Sudamericana, 2014 (p.
112).
401. Cabe recordar que la causa llegó al Alto Tribunal luego del recurso
extraordinario que presentó el Estado nacional contra la sentencia de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal que había
admitido, tiempo atrás, el amparo promovido por PERFIL y que, en consecuencia,
había ordenado al Estado nacional “que en el término de quince días disponga la
distribución de publicidad oficial en las distintas publicaciones de la editorial
amparista, respetando un equilibrio razonable con aquellas de análogas
características”.
410. Entre las empresas que optaron por estas modalidades estaban La
Gaceta, Telefe, América TV, Canal 10 de Mar del Plata, La Nueva Provincia, el
Grupo Clarín, Canal 9 y Telecentro, el Gr upo Vila-Manzano, entre otras.
211307-2013-01-06.html.
415. Pero había más. El mismo 9 de diciembre por la Acordada 38/15 los
cuatros ministros reales y el “sexto”, Daniel Marchi, autorizaron la contratación
privados a diversos puntos del país, donde no llegan las líneas comerciales o no
resultan adecuadas las frecuencias.
429. Ídem.
432. Surge de la causa a cargo del Juez salteño Julio Leonardo Bavio, y el
fiscal salteño Eduardo Villalba y el titular de la Procuraduría de
Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias Procunar y de las
declaraciones testimoniales de César Julio Aparicio.
294135-2016-03-09.html.
435. Según surge del expediente 133/15 del Consejo de la Magistratura que
tramitó ante la Comisión de Disciplina y Acusación.
436. Sitio oficial de la Casa Rosada, 7 de octubre de 2014:
http://www.casarosada.gob.ar/informacion/archivo/27983-la-presidenta-
promulgo-el- nuevo-codigo-civil-y-comercial-de-la-nacion.
438. La empresa fijó sede en el ex estudio jurídico del juez que pasó a
dirigir su hijo Pablo, en la calle Sarmiento 439 de la ciudad de Rafaela. se
constituyó el 20 de octubre de 1998 bajo la escritura pública 243, Folio: 681,
Registro 1415, ante la escribana Clara Glagovsky. El objeto social se centró en
difundir las ciencias jurídicas y sociales, promocionar obras, realizar cursos,
seminarios, servicios y asesoramiento. Se constituyó por 99 años con el inicio de
ejercicio el 31 de 2012 con un capital de $10.000. Ese monto es representado por
cien cuotas de $100 como valor nominal con derecho a un voto cada una. Boletín
Oficial No 29017, Secc: 2da a través del estudio jurídico Chouhy (LP - 21/12/98
- 342598 BRE), según reza el acta constitutiva. Por otra parte, Rubinzal Culzoni
SRL de la ciudad de Buenos Aires, fue absorbida en 1999 por la empresa
Rubinzal Culzoni S.A de la provincia de Santa Fe, ligada a la Universidad
Nacional del Litoral donde estudiaron Lorenzetti y Piedecasas.
443. Los que impulsaron la idea fueron Carmelo Greco, presbítero italiano
representante del Obispado de la ciudad desde 1996 y responsable del área
pastoral del Colegio de los Hermanos Maristas, San José donde cursó la
secundaria Lorenzetti, como Alejandro Bonet, su representante legal.
09/162149-lorenzetti-papa-francisco-dialogo-interreligioso.html.
Lorenzetti hizo caso omiso tanto a las advertencias como a las críticas y
respaldó a Arroyo Salgado desde el primer momento. La reunión negada por
Bourdin no había sido la primera. El martes 27 de enero se habrían encontrado en
la Corte, donde la jueza le transmitió el pedido de la familia para poder despedir
al fiscal en el cementerio judío de La Tablada. Hasta entonces, Arroyo Salgado
no había definido si solicitaría o no repetir la autopsia y estaba en desacuerdo
con la decisión de la fiscal Fein de no esperar la designación de los peritos de
parte, como ella había pedido — con el tiempo en contra— para realizar el
procedimiento. En ese preciso momento Lorenzetti intervino ante el Cuerpo
Médico Forense, bajo dependencia de la Corte, para que entregara el cuerpo de
Nisman a la familia. Allí, su amigo Hugo Borgert,449 director general pericial de
la Corte Suprema de la Nación, intercedió de inmediato, como lo confirmaron
profesionales del cuerpo.
Un tropezón no es caída
No era una apertura más. El ritual comenzó con un video elaborado por el
CIJ en la que se mostraban los rostros de víctimas y tragedias con el himno
nacional de fondo y un análisis sobre la impunidad. Se entrecruzaron imágenes de
víctimas de casos resonantes como Ángeles Rawson, Marita Verón, Mariano
Ferreyra, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, con las de centros clandestinos,
la voladura de la AMIA y el cierre con un primerísimo plano de Nisman. Tan
impactante como inesperado fue el video que ninguno de los jueces federales,
fiscales, autoridades del gobierno nacional, abogados, invitados, familiares de
víctimas del atentado a la mutual judía AMIA y periodistas aplaudió. El silencio
colmó la sala de audiencias, Lorenzetti tironeaba entre el rol de “héroe y
juez”,462 decían por lo bajo algunos de los asistentes. “Había sido tan audaz
como desafortunado. Tal vez, una provocación”, coincidieron varios de los jueces
asistentes en off the record. Lo cierto era que muchas de esas causas aún se
encontraban bajo investigación judicial y sin sentencia firme. La justicia había
dejado de ser “imparcial”. ¿Se había politizado?
El sistema hacía agua y el último naufragio había sido ese caso, de extrema
sensibilidad. El efecto colateral impactaba en la línea de flotación del resto de
los juzgados federales donde el reparto de causas recordaba a la figura en espejo
de un croupier arrojando las cartas sobre la mesa del casino. Entre los técnicos
de la Magistratura no hubo unidad de criterio para explicar las razones del caos.
Lo cierto fue que las irregularidades que rodearon al sorteo informático de la
causa Nisman generaron cambios. Obligó al máximo tribunal a tomar las riendas
de la administración de la base de datos del Poder Judicial que ya había asumido
el 2 de marzo de 2016 a través de la Acordada 6/16. Pero fue el expediente
Nisman el que aceleró los pasos para implementar un protocolo de actuación
desde el 5 de mayo de 2016. En suma, la Corte pasó a ser la máxima responsable
del sistema informático del Poder Judicial de la Nación.
El sistema Lex 100 estallaba por los aires y las esquirlas de la explosión
sobrevolaban en la Justicia. Era momento de dar respuestas. Fue entonces que el
27 de septiembre de 2016 el presidente de la Magistratura, Miguel Piedecasas —
amigo y socio de Lorenzetti— habría seguido las directivas del supremo juez:
reestructurar las áreas de tecnología y de seguridad informática. Así lo informó a
los consejeros en la reunión ese mismo día. El anuncio detonó una riña entre
Piedecasas y Luis María Cabral, dos actores de un mismo bando. El primero se
inclinaba por apartar a Mehlman, y el segundo por mantenerlo. El presidente del
cuerpo le recordó a “Bachicha” Cabral que ya habían nombrado a su “pollo”
Mariano Pérez Roller en el cargo de secretario general de la Magistratura, para
certificar —en el rol de escribano — cada disposición del órgano colegiado. La
pulseada la ganó Piedecasas.472
¿El hackeo habrá surgido desde el mismo Poder Judicial? Todas las
opiniones por lo bajo eran afirmativas. ¿Querían librarse de información? ¿Qué
escondía ese ciberataque al sistema informático judicial? Hasta las internas de
los servicios de inteligencia cayeron en la búsqueda de respuestas.
El Lex 100 solo desataba internas. Pero la cruzada que ya daba qué hablar
era la que impulsaba la jueza federal Servini contra Lorenzetti sobre la supuesta
responsabilidad en la implementación y funcionamiento del software. La
magistrada promovía la denuncia de la diputada Carrió que había cuestionado la
presunta manipulación de los sorteos judiciales como de datos. Así también,
quería averiguar si era factible direccionar los casos a determinados jueces y
peritos.479
Del otro lado del round judicial y preparada para defender a su hijo,
Servini mantiene bajo su órbita no solo la denuncia por las supuestas
irregularidades del Lex 100 que lo tiene a Lorenzetti con los pies sobre brasas —
como trascendió desde la Corte—, sino también la investigación por el manejo de
los fondos de Fútbol para Todos. En esta última, en junio de 2016, procesó a los
ex jefes de Gabinete del kirchnerismo, Aníbal Fernández, Jorge Capitanich, Juan
Manuel Abal Medina y al presidente de la AFA, Luis Segura, entre otros.481
Aunque dos nombres barajaba la jueza en ambas causas: Andrés Meiszner y
Aníbal Fernández (ver capítulo 6). La Chuchi dispuesta a dar batalla.
El máximo tribunal penal del país daba un gran paso con esta decisión,
como lo analizaron en el seno de la comunidad judía. Los camaristas apartaron
del caso al juez federal Daniel Rafecas (que rechazó dos veces investigar la
acusación) y tras ser sorteada de nuevo, Ariel Lijo, amigo personal de Lorenzetti
quedó a cargo de la causa.
455. Entrevista para este libro a la legisladora porteña del Frente Unen,
Paula Oliveto Lago.
/201609/163818-corte-suprema-de-justicia-fallo-justicia-federal-causa-alberto-
nisman.html. La causa se abrió el 18 de enero del 2015 tras el hallazgo del cuerpo
sin vida del fiscal de la causa Amia y se tramitó desde un primer momento en ese
fuero criminal ordinario como “NN y otros s/averiguación de delito.
Damnificado: Nisman, Alberto y otros”.
478. Por Resolución N° 3019/16, la Corte Suprema declaró inhábiles los días 24
y 25 de octubre de 2016 ante el supuesto hackeo informático del que habría sido
victima el Poder Judicial. al de la Coalición Cívica.
(…) No te burles de un colla, que si vas pa´l cerro, te abrirá las puertas
de su triste casa.
Fortunato Ramos
Los montes del norte salteño están en peligro. La paleta de colores de los
bosques nativos se transforma. Los verdes y marrones se han tornado ocres y
amarillos ceniza. La furia de inmensas topadoras arrasa en caravana con lo que se
atraviesa a su paso. No hay salida para la fauna. Tampoco para familias enteras
de comunidades indígenas y criollas. Nada queda en pie. Ni la imagen de sus
recuerdos. El paisaje se lo tragó la tierra a golpe de máquinas, atropello,
corrupción y falta de respeto. Vivir sin vida, desde hace más de veinte años.
Los funcionarios del gobierno de Salta los realizaron con sumo detalle.
Urtubey los miró de arriba abajo, al derecho y al revés. No tuvo dudas, los
desechó: restringían las zonas de desmonte y eso no era lo que él quería. El
peronista, que sueña con ocupar un día el sillón de Rivadavia, puso en marcha el
plan B. Recurrió a la fundación y consultora ProYungas492 para que
confeccionara una cartografía que ampliara la zona de desmontes y fuera
permeable a los intereses económicos en juego. Los de la presidenta, los suyos y,
posiblemente de Lorenzetti.493
Frente a aquel escenario, los pueblos originarios y los nativos de las zonas
afectadas temían lo peor. No confiaban en que la Justicia fallara a su favor. Sin
embargo, la Corte había sorprendió a los pueblos originarios con un fallo
considerado ejemplar por los ambientalistas, al coincidir con los parámetros de
los tribunales internacionales en defensa del medio ambiente. Así, el 28 de
diciembre de 2008, el alto tribunal resolvió en contra del gobierno provincial y
ordenó el cese provisional de las actividades de tala y desmonte en los cuatro
departamentos involucrados. Pese a las apariencias, el pacto Lorenzetti-Urtubey,
no había fracasado. Estaba en pleno proceso de ejecución. Por lo pronto se
cumplía con la ley y se buscaba, con esta resolución, estirar los tiempos
judiciales hasta tanto llegara el momento oportuno para dar el batacazo final. “Era
solo un show para la popular”, dice enojado el ingeniero Luis Caro.
Los teléfonos sonaban sin parar. Por esos días, finalmente, se habrían
concretado nuevas conversaciones y reuniones entre Lorenzetti, Urtubey y Cristina
Fernández de Kirchner.501 El tema central habría sido analizar la polémica de
los desmontes en Argentina desde un ángulo técnico y judicial.
Urtubey tenía un desafío inmediato por delante: revertir el freno que había
ordenado la Corte a los desmontes ilegales. Aunque lo había acordado con
Lorenzetti, se rehusaba a realizar el informe de impacto ambiental. Estaba
ansioso. “Su autoritarismo, su modelo de gobierno feudal y la impotencia de no
poder solucionarlo todo con un llamado telefónico, como suele hacerlo en sus
tierras, lo ponía de mal humor. No podía ver más allá. Estaba enceguecido.
Parecía encaprichado, no entraba en razones”, deslizaron funcionarios de su
gestión ante la consulta para este libro.
Sin lugar a dudas, a Urtubey y a Lorenzetti los unía mucho más que la
problemática de los desmontes. Después de tantas idas y vueltas, informes,
audiencia pública, y alegatos de las partes en la Corte, una decisión dejaría a
indígenas y criollos “desamparados”. El 13 de diciembre de 2011, y luego de
haber tenido durante tres años una activa intervención, el máximo tribunal se
declaró incompetente para resolver el conflicto de los desmontes e informó que la
causa debía ser tratada por la justicia salteña. La decisión implicaba un retroceso
o, lo que es lo mismo, volver a fojas cero. “Los jueces de la Corte giraron el
timón en contra de su propia jurisprudencia y la mismísima Constitución”, renegó
Seghezzo. Lo cierto fue que, sin resolver la cuestión de fondo, desconocieron la
competencia originaria que habían admitido al inicio del pleito cuando frenaron
los desmontes. De este modo dieron un paso al costado y derivaron la causa a la
Corte salteña. “Más grave aún, levantaron la medida cautelar que frenaba los
desmontes”, recuerda el especialista. Solo los ministros sabrán a conciencia las
razones de tan abrupto viraje.
Pero la empresa Nitratos Austin salió al cruce. “El proyecto demanda una
inversión de 170 millones de dólares, la contratación de 500 personas y cuenta
con las autorizaciones ambientales a nivel nacional, provincial y municipal
correspondientes para iniciar sus actividades”, explicó Rigou en declaraciones a
la prensa.523
Es sabido que para que las amistades se solidifiquen, esto es que pasen de
líquido a sólido, muchas veces es necesario atravesar situaciones en las que se
ponen a prueba la lealtad y la confianza. La camaradería entre Lorenzetti y
Urtubey debía sortear el escollo legal que ponía en juego las aspiraciones
políticas del gobernador. Un mes antes de las elecciones provinciales, la Corte
Suprema de la Nación le dio un “espaldarazo” a Urtubey, al permitirle la re
reelección. Gracias a esa decisión, logró imponerse por tercera vez consecutiva
como gobernador de Salta el 17 de mayo de 2015.527 Diego Saravia, titular del
Frente Grande, había planteado la inconstitucionalidad de la re reelección del
mandatario ante la Corte, pero no prosperó.528 Los ministros Highton de
Nolasco, Fayt y Maqueda, sin resolver la cuestión de fondo del planteo,
consideraron que la temática de la causa era ajena a la Corte.529 Lorenzetti no
firmó la resolución, pero habría sido el intermediario y artífice de la misma,
como advirtieron fuentes del seno del Palacio de Justicia.
Pero la preocupación principal entre los clérigos del lugar gira en torno a la
cantidad de avionetas que sobrevuelan los campos y fincas de la zona.
El dream team técnico tenía otro perfil. Lorenzetti convocó a sus amigos,
entre ellos Antonio Benjamín, Aída Kemelmajer de Carlucci y a Enrique “el
tronquito” Peretti (juez del Tribunal Superior de Santa Cruz que lo acercó a Tito
Fernández, nexo para que conociera a Cristina Fernández de Kirchner).540 Lo
secundaron en la iniciativa la radical Claudia “la colorada” Levín; Mariana
Catalano, camarista federal de Salta y señalada como una de sus “pupilas” en
materia ambiental; y Claudia Sbdar, jueza de la Corte de Tucumán, tan cercana al
juez supremo como al ex gobernador kirchnerista José Alperovich. La tucumana
era una de las candidatas de Lorenzetti para asumir la Corte Suprema de la
Nación durante la última etapa del kirchnerismo.541
Lisdero —en palabras de sus colegas— está siempre atento a las buenas
oportunidades, hasta se animó a apostar a nuevos mercados. Así fue como se dio
el gusto de montar una juguetería y una santería con velas aromáticas y exóticos
sahumerios. Con 70 años, el abogado Lisdero no solo peina canas, sino que
acapara contactos con banqueros y empresarios en el exterior.
484. http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/135000-13999
9/136125/norma.htm.
487. Ídem.
488. Land Matrix es la base de datos pública online que tiene la finalidad
de monitorear y transparentar la rendición de cuentas en las decisiones sobre la
tierra y la inversión en todo el mundo: http://www.landmatrix.org/en/ y en el sitio
web: http://us9.campaign-archive2.com/?
u=dadb27b63c6014c75dc940333&id=208953ef0c&e=84d0fc0e8b#mctoc2.
512. Ídem 492 y “Tierra sin mal”. Aspectos jurídicos e institucionales del
acceso a la tierra en Salta. Autores: Mioni, Walter; Godoy Garraza, Gastón;
Alcoba, Laura. Ediciones INTA. Marzo 2013. Entrevista realizada para este libro
a la ambientalista Ana Laura Álvarez de la Fundación Asociana.
522. Entrevista realizada para este libro al contador Hugo Solorza, cit.
532. Máximo Lanusse fue apoderado desde 2006 y habría continuado como
accionista según datos del Boletín Oficial de la Nación. El presidente del
directorio del Frigorífico Bermejo SA es Francisco Müller Nieto, el
vicepresidente Raúl Gustavo Racioppi, los directores Luis Alberto Trogliero y
Flavia Gabriela Royón, como director suplente se encuentra Rosana Beatriz
Torres Verdún según surge de la Inspección General de Personas Jurídicas del
Ministerio de Gobierno de la Provincia de Salta.
—Si ustedes siguen con estas denuncias no nos dejarán gobernar el país (en
alusión a las aspiraciones presidenciales de Lorenzetti) —le dijo el
administrador de la Corte, Daniel Marchi, a uno de los abogados del equipo de
Carrió por teléfono. El contador había intentado por varios medios hablar con la
diputada, pero ella en ninguna de las iniciativas accedió. El abogado escuchaba.
—La diputada está muy ocupada, no creo que pueda verlo —le contestó el
interlocutor.
—¿En qué puedo ayudarlo? —le decía con parsimonia el asesor de Carrió,
pero Marchi no lo escuchaba y continuaba el relato ensordecedor.
—¿Pero todos esos cargos no fueron políticos? —le preguntó, con el mismo
tono de voz, el letrado.
Para Carrió, su denuncia iba más lejos y era mucho más amplia de lo que
ahondó la justicia federal. La diputada apuntó, disparó y dio en el blanco de
Lorenzetti, al destacar un “sospechoso ocultamiento de activos financieros en el
exterior del país por parte del presidente de la Corte Suprema”. Aquello
significaba que el juez supremo había ocultado rentas provenientes de un plazo
fijo depositado en la filial estadounidense de un banco suizo, el Credit Suisse. La
información surgió del entrecruzamiento de datos de la Afip a contribuyentes con
bienes en el exterior.
Pero, bien pensado, parecía desmesurado que el juez estuviera tan enojado
por una notificación que le solicitaba información sobre el personal doméstico a
su cargo. Quizás, su inquietud estaba justificada porque, como bien sabe el
supremo juez, los médicos y el fisco, si buscan, encuentran. Y el hallazgo, como
sucedería después, no suele ser bueno.
Sangre de mi sangre
Con 32 años, Pablo Lorenzetti podía decir sin temor a equivocarse que
había empezado a escribir su propia historia. Otro asunto es que al hacerlo los
renglones estuvieran más torcidos que derechos. Su modus operandi era el
siguiente: cuando necesitaba que un juez de su ciudad resolviera de acuerdo a sus
intereses, solía pasar a visitarlo. Sobre el escritorio, para que entendiera con
quién estaba hablando, le dejaba un fallo del máximo tribunal sobre cualquier
otro caso del mismo asunto. “Esto es lo que piensa la Corte”, solía decirles —y
aún lo hace— a los magistrados. Con esa soltura maneja los negocios de la
familia el mayor de los Lorenzetti. Especializado en derecho ambiental, dicta
clases en la UBA y en la Universidad Católica de Santa Fe con sede en Posadas,
Misiones y en la facultad de abogacía dependiente de la Universidad Nacional de
Rosario. Fue profesor de la Universidad de la Mancha y Toledo, de España e
integrante de la Fundación Expoterra impulsada por su padre,560 como se detalló
en el capítulo anterior.
Desde pequeños, los tres hermanos están muy unidos, comparten amigos, se
acompañan y suelen divertirse juntos. Los otros dos hijos de “Richard” son
sencillos, tímidos y de perfil más bajo que el hermano mayor. Lucía se recibió de
licenciada en Psicología en 2013 en la Universidad de Ciencias Empresariales y
Sociales (privada) y empezó a atender pacientes por su cuenta y riesgo. En tanto,
Franco estudia la licenciatura en administración de empresas. Colaboró con su
hermano Pablo y desde 2013 561 trabaja en la Asociación Mutual Pyme, cuya
titularidad es de su padre, Ricardo Lorenzetti, como lo aseguró un socio del juez.
La relación con su padre es muy cercana y afectuosa. De la misma manera que
cuando eran niños, el juez los protege y cuida. Son su debilidad.
La controversia tuvo otro capítulo. “Tengo una disputa y una batalla moral
contra él. El único enemigo que tengo en la vida se llama Ricardo Lorenzetti, me
hizo daño moral, económico y familiar”, retrucó Gustavo Tita.571
“Fijate qué podemos hacer con esto”. Remonda le entregó las copias de un
expediente en contra de la Asociación Médica de Castellanos (ASMEDICA), con
la que estaba enfrentado Lorenzetti, donde se acusaba a la entidad de supuestas
irregularidades financieras.
—Me fijo. ¿Pero, esto qué es? —le respondió el subdirector del diario.
Aquel episodio significó un duro golpe para la Asociación que, más tarde,
sería cooptada por Lorenzetti a través de una nueva comisión directiva que habría
aceptado hacer lo que los médicos privatistas y el ministro de la Corte les
ordenaban. Entre las instrucciones figuraba retener los libros que había escrito el
periodista Del Frade sobre la “estafa” (ver capítulo 2) que había ideado
Lorenzetti al sistema de salud de la ciudad de Rafaela y las localidades aledañas.
Del Frade fue el periodista que en 2010 denunció que Lorenzetti intentó
taparle la boca a cambio de dinero. Ya como presidente de la Corte, lo citó a su
despacho en febrero de ese año y, de acuerdo a su testimonio, insinuó que le
pagaría 40 mil dólares para que no publicara Salud, valores y esperanza.
Crónicas de lucha de la Asociación Médica del Departamento de Castellanos que
vería la luz ese mismo año. El trabajo se centraba en la manera en la que el
entonces abogado Lorenzetti y sus socios habían “cooptado” el sistema de salud
en base a un accionar que rozaba lo antiético e ilegal. Lorenzetti se había
molestado. La reunión duró 45 minutos y al periodista le llamó la atención que al
ministro le preocupara lo que él mismo definió, durante todo el encuentro, como
una cuestión de “pago chico”.577
Los nexos entre justicia, salud y negocios no serían tan disparatados. “Los
empresarios —detalla Del Frade— explican que el sistema de salud en la
Argentina está manejado por tres grupos capitalistas: el que dirige el empresario
radical Enrique Coti Nosiglia; Luis Barrionuevo y el Grupo Olmos”.578
Aunque en paralelo Tita, con olfato para los negocios y sin dejar nada al
azar, junto a su familia fundó ese mismo año dos financieras e inmobiliarias:
Establecimiento Los Hermanos SA y Alicar SA.
Dentro del equipo de socios cada integrante sabía en qué lugar de la cancha
debía jugar. El contador Reynaldo Nall Casabella representaría a Lorenzetti. En
tanto, la Chocha Armando recorrería el país para diligenciar y monitorear el
estado de las licitaciones hasta lograr ganarlas. “La Chocha responde no solo a
Lorenzetti sino a Remonda”, asegura Del Frade. Ante la consulta Armando negó
ese tipo de vinculación y advirtió que se dedica al rubro de los lácteos.
Aceitado el mecanismo del negocio de la salud, las ambiciones del grupo
crecían. Ya no se conformarían con el mercado interno, apostaban ahora al plano
internacional. Revelar SA sería la empresa con la que importarían y exportarían
medicamentos desde 2007. Dos años más tarde e impulsados por el éxito de la
primera iniciativa tentaron suerte con Salusan SA.
Una vez más y gozoso de la adrenalina que genera el riesgo empresario, Tita
y el contador Leandro Enrique Abatidaga formalizaron el 15 de abril de 2009 la
financiera e inmobiliaria Tiaba SA en la ciudad de Buenos Aires.583 Aunque en
el ámbito de la salud se asocia a Tita y Lorenzetti con operaciones realizadas
mediante la financiera Prestaciones Integrales de Salud Presal SA surgida en
2010, de la cual Juan Francisco Nosiglia, hijo del Coti, era uno de los socios
mayoritarios.
Carlos Tita, con probada capacidad para conducir empresas e inspirar a sus
colaboradores y socios a sumarse a ellas, mostró un lado más osado. En 2011 su
financiera Tiaba SA se unió al ingeniero electromecánico santafesino Rubén
González en la firma Sky Blue Air SA. La finalidad era exportar, importar,
alquilar, comprar, vender y administrar aeronaves. También inspeccionar y vigilar
oleoductos y gasoductos, entre otras actividades agrícolas y ganaderas.
El 2015 fue también próspero para Tita y sus socios. Con Nall Casabella,
señalado como el intermediario de Lorenzetti en varios emprendimientos,
constituyeron Acciones de Salud Santa Fe SA con la idea de concretar
operaciones a gran escala dentro y fuera del país. Una coincidencia concurrente y
de manera alternada con los negocios de salud, era que Tita y su mujer Alicia
Raquel González insistían en conformar financieras e inmobiliarias. Fue el caso
de CT Inversiones SA y Carali SA durante 2013.
Antes de avanzar y para comprender “el esquema societario del grupete que
lidera Tita respaldado por Ricardo Luis Lorenzetti”, como insiste Del Frade,
resulta oportuno resaltar los personajes relacionados directa o indirectamente al
dúo Tita- Lorenzetti en las diferentes sociedades. Entre estos, se destacan los
contadores Abatidaga y Nall Casabella. Claudio la Chocha Armando,
comerciante de lácteos — viajante y señalado como intermediario en los
negocios, en muchos de los cuales sería socio—, el abogado Gómez Galissier, el
médico Víctor Hugo Zunino y el ingeniero electromecánico Rubén González, entre
otros.
Nuevamente los socios optaron por una firma donde tendrían menos
responsabilidad ante un eventual pleito legal. La compañía tiene su sede en
Sunchales, pero tanto la adquisición de acciones como el cambio de tipo
societario se hicieron ante escribanías del departamento de Castellanos, donde se
ubica Rafaela, provincia de Santa Fe. La firma ganó en febrero de 2011 la
licitación para ampliar la planta de osmosis inversa de la ciudad de Rafaela.591
En enero de 2012 los responsables de la firma abrieron una sucursal en Santiago
del Estero por los supuestos nexos con el ex gobernador Gerardo Zamora. Allí
ganaron varias licitaciones para obras públicas, tanto Aguas & Procesos SA sola
como asociada a otra empresa en Uniones Transitorias de Empresas en 2013,
2015 y 2016.
Ordeñar la vaca
Remonda tenía y tiene buen pasar económico. Se casó con una señora de la
alta sociedad de Rafaela, Magdalena María Williener, una de las herederas del
Grupo Williner dedicado a la actividad láctea a través de la marca Ilolay. El
matrimonio tuvo tres hijos, Laura, Gina y Guillermo Ricardo. Lorenzetti tiene una
excelente relación con los dos. En Rafaela van más lejos y aseguran que está en
deuda con ellos. “Sin Remonda —garantizan— Lorenzetti nunca habría podido
subir la escalinata del Palacio de Justicia” y estar hoy sentado, a sus anchas, en el
magnífico despacho que ocupó Fayt.
549. Delaware Business Incorporators Inc 3422 Old Capitol Trail Suite
700, Wilmington, DE 19808, Qualifying State: Delaware.
558. Según surge del expediente 978/208 del divorcio cuya fecha de
resolución judicial fue el 22 de septiembre de 2008, a cargo de la jueza en lo
Civil, Comercial y Laboral de la Segunda Nominación de Rafaela, Liliana Maina
de Baldoménico.
562. Fuente: Boletín Oficial Pcia. Santa Fe - N°: 22992 del 3 de octubre de
2005.
580. Preinsa SA fue presidida por Rafael Barreiro y Gustavo Tita era su
vicepresidente. Mientras Miguel Ángel Eiriz era tesorero. Como directores
titulares estaban José Abdullatif, Miguel Oscar Lisi y Leonardo Parra.
583. Tiaba SA fijó su sede social en la calle Palestina 1163, piso 8vo, dpto.
A de la Ciudad de Buenos Aires.
585. Medicina Integral Laboral SA con sede en Santa Fe tenía una sucursal
en Buenos Aires cuyo domicilio en la calle Reconquista 1071 segundo piso,
departamento C de la Capital Federal compartía con la firma, también de Carlos
Tita, Centro Logístico de Medicina Integral SA.
Fue como vivir un cuento de hadas, comentó Perren a las amigas. Estaba
enamorada de aquel hombre mayor y él de ella. Más allá de Argentina y de los
chismes, los sentimientos cruzaban fronteras y se expresaban en la India. Qué más
se puede pedir, les decía.
Los que conocen a Perren la definen como una mujer simple, con los pies
sobre la tierra, sin grandes aspiraciones, pueblerina y abocada a la vida familiar.
Otros la miran con recelo porque su belleza, desde siempre, produjo un efecto
imán en hombres adinerados y mucho mayores que ella. Al salir del secundario,
se casó con Oscar “Cachi” Canela, 27 años mayor que ella. Piloto, ex corredor de
turismo carretera y empresario, juntos tuvieron dos hijos varones. Algunas voces
observan que Perren atravesaba una crisis con su ex marido cuando conoció a
Lorenzetti. Fue un flechazo, insisten.
Para algunos esta fue la razón por la que el juez supremo dio un paso más en
el amor, pero ahora ante la ley. Perren sería su escudo emocional, la que le
permitiría enfrentar los desafíos judiciales y políticos con la templanza de un
buda. “Ella lo energiza, lo rejuveneció”, observan funcionarios del gobierno.
Lorenzetti, a su lado, dejó de ser un hombre solo que se resiste al paso del
tiempo. Un rostro fresco y una compañía joven suelen ser buenos compañeros
para alguien que imaginó un viaje al futuro superlativo en la política. Quizás se
acordó del ex presidente Carlos Menem, cuando se casó con la periodista y ex
miss mundo chilena Cecilia Bolocco, con la que después tuvo un hijo. Entonces
aspiró, una vez más, a la presidencia de la Nación. Quizás también, la memoria
de Lorenzetti, le recortó la imagen del histórico ballotage y la asunción del 25 de
mayo del 2003 de Néstor Kirchner.
En agosto del mismo año visitaron Italia. Luego Uruguay, viaje que
repitieron en enero. Punta del Este es uno de los destinos preferidos del
presidente de la Corte, donde tendría varias propiedades como aseguraron
empresarios y supuestos socios del ministro.
Macri apuesta a que los dos leones hagan frente común. Poco importa si se
llevan bien o mal con Lorenzetti. En el gobierno entienden que competirán, cabeza
a cabeza, con el presidente de la Corte hasta dejarlo relegado a un triste y
discreto segundo plano. Eso si antes no hay novedades que auspicien un futuro
más oscuro para Lorenzetti ya que Carrió le pisa los talones con el juicio político.
Al ágape privado que realizó el ministro Rosenkrantz tras jurar, la única que
fue a saludarlo fue Highton de Nolasco. Lorenzetti, Maqueda y Rosatti fueron los
grandes ausentes. Para algunos un desaire, para otros una anécdota. Más tarde la
visita de Rosenkrantz a todas las secretarias de la Corte para saludar al personal,
acompañado de su secretario Sebastián Elías, sería interpretada por Lorenzetti
como una puñalada por la espalda. El nuevo magistrado conquistó a los
empleados con sencillez y cercanía. Se interesó personalmente y uno por uno, por
su estado. Les preguntó cómo se sentían, las condiciones en las que estaban
trabajando y advirtió, con desagrado, que no hubiera un comedor comunitario en
la Corte para compartir el día a día de la casa de la Justicia.
Lorenzetti les dijo que podría darles cuatro contratos a cada uno a
diferencia del resto de los ministros que tienen siete secretarios letrados cada uno
y entre cuatro y cinco colaboradores más. Parecía una provocación que, además,
a los flamantes ministros les entregara una única computadora para cada vocalía
entre los secretarios. Debían turnarse para trabajar.
Lorenzetti debía pensar que sus gestos de poder lo iban a ayudar a cimentar
su posición, pero estaba equivocado. Un nuevo frente lo sorprendió: la vieja
guardia de la Corte, Highton de Nolasco y Maqueda le mostraron que también
ellos, todavía, tenían colmillos, explican voces cercanas a los ministros.
Marcaron distancia con él y apostaron a los nuevos compañeros, confiaron en la
Corte y en Casa Rosada. ¡El rey ha muerto! ¡Viva el rey!
La resolución de la Corte que puso freno al tarifazo del gas del gobierno de
Macri desató la furia del equipo económico —una vez más— contra Lorenzetti.
Todos los integrantes del máximo tribunal, por unanimidad, dispusieron retrotraer
las tarifas al esquema que estaba vigente antes de los aumentos establecidos por
el Ministerio de Energía, hasta que se realizaran las audiencias públicas
obligatorias establecidas por ley.
Macri se molestó con el fallo adverso sobre el tarifazo, tanto como con el
de la coparticipación. La sentencia que puso límite al aumento de gas generó un
cortocircuito entre Macri y Lorenzetti. “Al gobierno le preocupaba que
prosperaran los reclamos (en especial de las pymes y comercios excluidos del
beneficio que tuvieron los usuarios residenciales) y sobre todo que la discusión
de las tarifas eléctricas siguiera el mismo camino. Ese es era el mensaje de la
Corte a la Casa Rosada. La decisión representó un recorte de 20.000 de los
80.000 millones de pesos que pretendía el gobierno que ingresaran por subas de
gas”, como explicó el periodista Fernando González.619 Revisado con lupa el
fallo, sus ministros se preocuparon en aclarar que, finalmente, no ha sido tan
doloroso como podría haberlo sido para las arcas estatales.
Flojitos de papeles
—Mire, cuando uno pide las declaraciones juradas es para hacer control de
la evolución patrimonial, no para divertirse. La idea es saber si los magistrados
tienen más o menos plata que cuando ingresaron. Esa es la razón por la cual
necesito las últimas diez declaraciones de los ministros. Con una sola no se hace
nada.
—Usted puede pedir las últimas declaraciones juradas —le respondió con
tono casi desafiante.
La Corte que preside Lorenzetti redactó sus propias leyes e interpretó las
existentes a piacere, coinciden el diputado Sánchez y el referente de la
Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Fernando Bracaccini.622
Cuando se hizo pública la declaración jurada que Rosatti había presentado en el
proceso de selección, ante el Senado que lo llevaría a la Corte, Lorenzetti
enfureció. Quedaba en evidencia la fisura al blindaje del acceso a las
declaraciones juradas que había logrado consolidar. La nota del diario La Nación
fue considerada por el juez supremo como una operación política. Rosatti había
dado el primer golpe y había pegado fuerte.
El revuelo mediático era inevitable. Por fin ACIJ junto al diario La Nación
(LN Data) y los periodistas Romina Colman e Iván Ruiz accedieron a las
declaraciones juradas de los ministros. Entre los jueces supremos el podio de
adinerados lo ocupa Rosenkrantz que tiene un patrimonio de $11,3 millones de
pesos dentro y fuera del país. El segundo puesto lo ocupa Lorenzetti al declarar
$9,3 millones. El presidente de la Corte Suprema, aunque resulte sorprendente, no
declara ningún título, ni bienes inmuebles. Solo dinero por el monto de 5 millones
en Argentina y 4 millones en el exterior. Por su parte, Highton de Nolasco declaró
$3 millones. En tanto el cordobés Maqueda, parece haberse quedado lejos del
resto y asumió $1,9 millones de pesos. El último de la fila, es Rosatti con un
patrimonio de $ 1.1 millones.625
Sería cuestión de tiempo que Lorenzetti pasara ese mal trago y el gobierno
digiriera el fallo del tarifazo. Macri ahora pensaba en su gran apuesta: el mini
Davos. Lorenzetti se sumó a la mega conferencia, organizada por el gobierno, con
empresarios de multinacionales de medio mundo y garantizó “seguridad
jurídica”627 a los inversionistas extranjeros. El foro se realizó el 14 de
septiembre de 2016. Al gobierno le venía bien la intervención del presidente de
la Corte, no era imprescindible pero podía sumar para generar confianza en el
exterior. Él no se podía negar y, además, tomar la palabra frente a un auditorio tan
calificado era una inyección de ánimo en momentos de infinita tristeza. Algunos
empresarios argentinos, al verlo y escucharlo, murmuraron: “Si aclaras,
oscurece”. Otros, acotaron: “Cumplió con su parte”.
Si bien la Corte trabaja con dos bancos oficiales que son el Ciudad y el
Nación, fuentes del circuito financiero sospechan que ese dinero podría estar en
el banco Macro, cuyo dueño es Jorge Brito y en el Galicia, aunque desde las
entidades, negaron la versión. Lorenzetti, pese a presumir de los ahorros de la
Corte, tampoco informó sobre el estado y destino de esos fondos.
Ahora bien. Cubría se esmeró en explicar las razones por las que Lorenzetti
quiere su puesto pese a que, en teoría, el Consejo de la Magistratura es un órgano
independiente de la Corte que, para su infortunio, tiene déficit fiscal y no
excedentes.
Con buena memoria, agregó: “Cada vez que me hace llamar Lorenzetti
recuerdo cuál fue el destino del anterior administrador de la Corte, Nicolás
Reyes, sustituido por Marchi. Lorenzetti lo citó a su despacho, llamó al fotógrafo
oficial, se sacó una foto y mandó a Bourdin a informar en el Centro de
Información Judicial que Reyes había renunciado. Pero nunca lo había hecho. Al
poco tiempo, ya muy enfermo, Reyes falleció”.
El huracán Lilita
Quien mantiene línea directa con Alonso es el propio Lorenzetti que cada
vez que la situación de las declaraciones juradas sale a la luz, se encarga de
explicarle personalmente cuál es la normativa que ellos plantearon para la Corte,
tal como el mismo presidente lo asegura a los suyos. Dicho de otro modo, le dice
a Alonso que por mucho que pida no le piensa enseñar ni una hoja de su
declaración.
La despedida del año de Mauricio Macri era agridulce pero la que tendría
Lorenzetti fue directamente amarga. La relación entre ellos, “atraviesa una crisis
insalvable. Mauricio está enojado y… agarrate cuando eso pasa”, susurran los
asesores del presidente. Esta vez, con todo lo que sabía de él, había llegado al
límite de su paciencia. Macri, sin perder más tiempo, ordenó al ministro de
Justicia Garavano recolectar toda la documentación e información que exista
respecto el supuesto accionar ilegal de Lorenzetti durante sus diez años al mando
de la Corte. “Macri no tolera la extorsión y se lo va a hacer pagar”, insiste un
amigo personal del presidente.
Pero una nueva denuncia penal de Lilita patearía el tablero político a días
de festejar Año Nuevo y “desestabilizaría” al presidente de la Corte. Es que
tocaba lo que más quería, a sus hijos y familia, como lo reconocieron desde el
entorno de Lorenzetti. El 27 de diciembre de 2016, Carrió mostró lo que hasta
ahora era un lado oculto del presidente de la Corte, el tráfico de “dinero negro
con cheques de la Asociación de Fútbol Argentina (AFA)”644 a través de Pyme
Rural. La operatoria, presuntamente “ilegal”, consistía en que las entidades
cobraban cheques diferidos y los cambiaban anticipadamente en mutuales
“amigas” dejando porcentajes altísimos en el camino y sentenciando a los clubes
a la situación en la que están ahora, la gran mayoría con respirador artificial.645
En Pyme Rural además de su tercer hijo, Franco Lorenzetti, estaría involucrada su
hermana Susana Graciela Lorenzetti; su segunda hija, Lucía y Cortassa, su ex
esposa, según Carrió. Aunque no faltaban los nombres de siempre asociados al
presidente de la Corte desde su Rafae a natal: Parra, “el Flaco” Operto, Nall
Casabella y Zenklusen. “La mutual operó con los clubes Sportivo Ben Hur,
Atlético 9 de Julio, y Sportivo Belgrano; y con la mutual Asociación Mutual Club
SP Ben Hur. Según he podido saber, el 54% del padrón de asociados de la mutual
Pyme Rural se asoció el mismo día: 15 de mayo del 2015, algo inusual”, explicó
en su escrito la diputada nacional.
Para colmo de sus males, ese día murió el joven Sanabria, el herido de
mayor gravedad en el choque que protagonizó Lorenzetti. “Es deber de la justicia
investigar en qué estado conducía (Lorenzetti). Lo sabe todo Rafaela pero le
tienen terror”, expresó al otro día Carrió por Twitter.646
9538416151/ODN%2B%20Oficina%20de%20Negocios%20Inmobiliarios;
https://www.facebook.com/odnpositivo/
612. Según surge de recibo de sueldo de la señora Mara Beatriz Perren, emitido
por el Consejo de la Magistratura de la Nación. Su sueldo en el momento de la
consulta ascendía a $ 36.772,26 y el de su pariente era de $23.683,23.
/11/10/1607928-con-la-presencia-jueces-abogados-y-periodistas-presentaron-el-
libro-justicia-y-medios/
124999/123154/norma.htm.
621. Diálogo reproducido por uno de los testigos en estricto off the record.
624. La ley 26.857, que obliga a publicar online las declaraciones juradas de los
funcionarios públicos y establece a la Oficina Anticorrupción como órgano de
contralor es posterior y complementa a la Ley de Ética Pública 25.188.
625. La Nación, Iván Ruiz y Romina Colman, 11 de septiembre de 2016:
http://www.lanacion.com.ar/1936711-disparidad-patrimonial-entre-los-jueces-
de-la- corte-suprema.
629. Los viáticos que cobra el contador Héctor Daniel Marchi constan en los
registros de personal de la Corte Suprema y abarcarían toda la etapa de su
gestión.
632. Por Acordada N4/13 del 26 de mayo de 2013 se incrementaron los montos
del Fondo Anticíclico de la Corte Suprema.
634. Con la firma de los ministros Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco,
Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni, Carmen
Argibay y el Secretario General de Administración, Daniel Marchi se creó el 24
de septiembre de 2013 el Fondo Anticíclico de la Obra Social del Poder Judicial
de la Nación. Se efectivizó a través de la Acordada N 34/13, Expediente N
5611/2013.
635. Entrevista realizada para este libro al administrador general del Poder
Judicial, Juan Carlos Cubría, el 6 de diciembre de 2016.
Antes tuve que cruzar diferentes controles de seguridad. En el cuarto piso del
Palacio de Justicia aguardé en un salón donde grandes e imponentes pinturas de
ex ministros de la Corte, decoran las paredes. Minutos más tarde me invitaron a
ingresar a otro cuarto. Era una sala muy iluminada, decorada con sillones de
cuero y un antiguo perchero con espejo de bordes biselados. Allí se exhibían
premios y honores recibidos, exclusivamente, por Lorenzetti. No pasaría mucho
tiempo hasta que me condujeron, a través de la oficina de los secretarios del
magistrado, a su despacho, aquel que fuera del difunto Carlos Fayt. Allí fue
Lorenzetti el encargado de recibirme. Vestido de traje gris oscuro me esperaba de
pie en la flamante oficina. Me saludó afectuoso y ofreció un café. Únicamente
estaba presente el personal de seguridad, dos secretarios administrativos y un
mozo muy amable que se presentó apenas ingresé al despacho. La gran ausente fue
su vocera, María Bourdin. Quizás faltó a la cita porque estaba fijada a las 18,
fuera del horario laboral. O, como señalan quienes conocen al juez, su ausencia se
explicaba porque “el hombre”, como algunos se refieren a “Richard”, como solía
llamarlo Bourdin, había elegido deliberadamente ese espacio en su agenda para
estar a solas conmigo. El ocaso del atardecer era el preferido de Lorenzetti para
recibir a personajes que lo incomodan o con quien debe hablar en privadísimo,
según la trascendencia que tenga para él, para su futuro o para su inmediato
presente.
Lorenzetti solo empezó la conversación que nos convocaba cuando los empleados
abandonaron su despacho privado y el café estaba servido.
Una cosa son los chismes y otra es la realidad. Yo he sido investigado por todo el
mundo. Por ejemplo, Apreme, y demás son sociedades familiares. Tita [en
referencia a Gustavo Tita] desde la época que yo era abogado ya estaba peleado
con su primo [por Carlos Tita]. Son empresas familiares de médicos. Un médico
hace una empresa, y es lógico. Siempre dijeron éste es socio, el otro es socio y
bueh….648 [Mirando fijo] Yo te haré juicio porque no pueden escribir
barbaridades y si las publicás como injuriosas, te haré juicio, como al que
denuncie o diga algo sin pruebas lo demandaré. Si ponen algo que me acuse de un
hecho delictivo lo demandaré”.
Yo voy a Rafaela y los veo. Con Casabella, vamos a tomar un café y dicen: son
socios. No puedo salir a desmentir todo el tiempo, son chismes. Ellos ya tienen
hijos, nietos y siguen con lo mismo. Mis hijos trabajan en Rafaela.
Son chismes sin sustento. Fui investigado por la Afip, por Ricardo Echegaray, la
Side y el kirchnerismo durante los doce años de gobierno y no encontraron nada
ilegal en mi patrimonio. Toda una estructura estatal investigándome y no
encontraron nada. Cuando denuncié a Echegaray…. [Frena e inmediatamente se
retracta al darse cuenta del equívoco… como si se hubiera tratado de un acto
fallido]. Cuando Federico Pinedo denunció a Echegaray por supuesto abuso de
autoridad al perseguirme, me presenté en la causa con toda la documentación y se
aclaró todo. No hay nada fuera de la ley.
¿Tiene vinculación con algunas de estas empresas: Alfarma SRL [Autorizada por
ANMAT para licitar y comercializar de manera inter jurisdiccional en las
diferentes provincias del país, remedios de todo tipo y especialidades
medicinales]; metalúrgica Clorindo Appo SRL; Aguas y Procesos SRL [la
compañía más grande de América Latina, proveedora de máquinas de ósmosis
inversas y tratamiento del agua]? ¿Posee inversiones en constructoras, hoteles o
en otros rubros?
No, nada que ver. Yo no estoy vinculado a esas empresas. El que lo sostenga que
presente las pruebas.
¿Quién dice eso? [Se ríe y se levanta de la silla para volver a acomodarse,
visiblemente nervioso. con la cabeza agachada… sin mirarme a los ojos…]. Hace
mil años que no voy a Salta…650
Sí, la primera vez, pero no la segunda. En esta —casi tres años más tarde—, se
declaran incompetentes y la devolvieron a la Corte de Salta donde está durmiendo
el sueño de los justos…, olvidada.
Cada sentencia pasa por todos los ministros. Yo no soy el único que firmó. Aquí
había que haber hablado con todos los ministros. Es absurdo lo que están
diciendo. Yo no soy el dueño de la Corte completa. ¿Cómo van a decir que la
Corte completa hizo un acuerdo con Urtubey? Estaban todos los ministros, Fayt,
Petracchi… ¿Van a hacer un acuerdo con Urtubey? Es absurdo. Que firmen lo que
digan.
¿Tiene algo que ver con la empresa petroquímica, Nitratos Austin? Tiene sede en
Rafaela desde 1993 y se instaló en la ciudad de El Galpón, en la provincia de
Salta en 2013. Es una petroquímica que fabrica pólvora y que los ambientalistas
denunciaron por contaminación ambiental.
Sí.
Sí… [Titubeó].
Sí. No saldré a desmentir nada de esto, porque siempre escriben lo mismo. Mis
hijos trabajan en Rafaela. Pablo es abogado de los sanatorios. Tampoco hay
tantos clientes en Rafaela, es una ciudad muy chica. ¿De quién sería abogado? Es
absurdo eso.
No queda claro por qué los ministros de la Corte evitan presentar las
declaraciones juradas como hace el resto de los funcionarios públicos.
Hoy que vengan a decir que hay cosas ocultas cuando me investigó el aparato más
grande que hubo en la Argentina, me persiguieron, y encima se fueron ellos [en
referencia a los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández]. Vino
Carrió e hizo de todo. Fue a Estados Unidos a buscar si tengo departamentos y
demás. La verdad, que vuelvan ahora a decir que tengo algo ilegal, me parece una
barbaridad. No es bueno, no puede ser fundado en cosas irreales. No puede ser
que cualquiera diga cualquier cosa.
¿Está todo su patrimonio justificado?
Lo que quisiera es que, si hay una imputación respecto a un hecho delictivo, tiene
que tener una base. Me ha denunciado todo el mundo. Y es por las presiones. Este
[en alusión a la Corte] es un lugar de presiones. Las presiones que recibimos acá
fueron tremendas. Hicieron de todo. Que venga alguno a decir sin fundamento. Yo
tengo que hacer respetar a mi familia porque la verdad estoy cansado ya. Hace
doce años que todos los años es lo mismo.
Hay denuncias por supuestas irregularidades que apuntan contra usted en estos
doce años en la Corte y sobre todo, durante sus cuatro presidencias consecutivas.
Eso es política. Cuando Cristina Kirchner hizo esa ley, y determinó que pasemos
todo a la Oficina Anticorrupción, lo hizo porque la manejaban ellos y querían
presionarnos con eso. La Corte lo enfrentó y dijo no. Nosotros respetamos la
independencia del Poder Judicial. En ese momento Laura Alonso [ahora titular de
la Oficina Anticorrupción del gobierno de Mauricio Macri] dijo que sí y ahora
dice lo contrario.
Pareciera que firmaron para avalarlo a usted. O sea, que firmaron, pero que no
están de acuerdo. La versión es que están todos cubriéndolo a usted que es el
único que no quiere presentar la declaración jurada.
Yo soy el más investigado de todos, mis declaraciones juradas las tienen, desde
hace años, Carrió y compañía. Y están en el expediente. ¿Cómo van a decir eso?
¿Además usted cree que Rosenkrantz o Rosatti me van a cubrir a mí? No son
chicos, es absurdo. No puede ser todo versión y escribir cualquier cosa. Tenemos
que vivir en una sociedad más civilizada, con códigos de conducta y valores. Esto
de que todos los ministros de la Corte me obedecen a mí o me cubren a mí es
absurdo.
Pero usted preside la Corte desde hace diez años. ¿No es parte de sus funciones
dar explicaciones y aguantar presiones?
Sí, claro.
¿Por qué cree que Rosatti presentó su declaración jurada y el resto no lo hizo?
Insisto, ellos sostienen que ustedes no cumplen con la ley, no las publicitan online
y que la Corte se convirtió en el órgano de control de sí mismo cuando debería
haber sido la Oficina Anticorrupción.
¿Pero no deberían ser controlados por un órgano externo, como lo dice la ley?
Esto de Carrió es una cosa más de política, pero nosotros, y todo el mundo
conoce mis declaraciones, cómo me va a decir que no las conocen. No conocerán
la de Rosenkrantz. La mía sí. El mismo Echegaray me hizo una denuncia pública,
después la tuvo que desmentir. Yo debo ser el tipo más investigado del país.
Cómo van a decir que tengo cosas ocultas. Es absurdo. Los hechos deben ser
objetivos. No puede ser que se guíen por chismes. He sido el hombre más
investigado del país.
Sí, pero nosotros no tenemos nada que ver, no lo entienden. Nosotros no somos el
Comité de Inversiones. El Comité de Inversiones lo integran los consejeros del
Consejo de la Magistratura. No tenemos nada que ver en eso.655 Dicen cosas que
no son, y qué vamos a hacer, ¿Vamos a salir a desmentir? Hasta el Consejo de la
Magistratura, fíjese que está publicado, contestó que el Consejo de Inversión no
es la Corte. Es una administración separada de ellos. No tengo nada que ver. Ni
una sola licitación hacemos nosotros que no sean de acá. ¿Cómo puede ser que
sigan con operaciones de desgaste, como si quisieran deteriorar una institución?
Porque además dicen “la Corte de Lorenzetti”. ¿A usted se le ocurre que yo lo iba
a convencer de algo a Fayt, por ejemplo?
¿Cómo le vamos a decir a Fayt una cosa así? ¿Cómo íbamos a convencerlo de
nada, un tipo de una personalidad fuerte? No se lo puede convencer de nada. Me
parece todo tan poco serio.
¿Usted fue militante peronista, desde la época universitaria, de la JP ligada a
Montoneros? ¿En noviembre del 76 los militares lo buscaron en su casa en Santa
Fe, donde vivía con otros amigos y lo salvó su amigo Horacio Calciati?
Me hace preguntas de hace tantos años atrás… [Se toma la cabeza, la inclina
hacia atrás, se acomoda en el sillón y puedo percibir que se emociona… hay unos
minutos de silencio y continúa]. Fueron tantos, tantos años atrás…, pero sí, así
fue. Siempre fui perseguido.
No fue así. No, no. Bueno… yo me tengo que ir, seguimos otro día, pero me
parece injusto que se haga un libro con chismes cuando en realidad está todo
documentado.
653. Capítulo 8.
654. Capítulo 7.
655. Capítulo 4.
656. Capítulo 1. La esposa del ex ministro de la Corte Carlos Fayt aclaró que
“Carlos Fayt nunca presentó su renuncia”, en alusión a que habría sido obligado a
suscribirla por el presidente de la Corte, Ricardo Luis Lorenzetti. En la misma
línea informó el ex secretario letrado del doctor Fayt, Pablo Hirschman.
Agradecimientos
A la valentía y confianza de Silvia Itkin; al profesionalismo y contención del
editor Diego Igal, quien me acompañó en este proyecto. A todos los funcionarios
judiciales que colaboraron con documentación y sus testimonios. A Carmen De
Carlos, por su infinita generosidad y cariño. A la amistad y afecto que me brindó
el doctor Carlos Fayt y su esposa Margarita Escribano. A la memoria de Carmen
Argibay y su familia. A Mariano Confalonieri, a Adrián Yoris por el “siga, siga”
y a Julián Miraglia Lago. A Milton Merlo, por su respaldo y amistad, A Hernán
Giardini, a Lucas Seghezzo, a Andrew Leake, a Ana Laura Álvarez. Al doctor
Armando Policella y la licenciada Noelina Abad quienes fueron indispensables
para concretar éste propósito. A los que me abrieron las puertas de sus casas y se
animaron a hablar en la ciudad de Rafaela: médicos, periodistas, vecinos,
maestras, y a aquellas personas a las que vi llorar ante la impunidad. Al
periodista Carlos Del Frade. A mis entrañables amigas, que entre “bombones y
bombones” hacen y trabajan por una justicia mejor y un país sin desigualdades
sociales. A todos ellos, mi eterno agradecimiento.
Bibliografía y fuentes documentales
Agamben, Giorgio. Estado de Excepción. Adriana Hidalgo. 2003.
2014
Cabot, Diego y Olivera, Francisco. Hablen con Julio. Julio De Vido y las
historias ocultas del poder kirchnerista. Sudamericana. 2007.
Fayt, Carlos. Los derechos del hombre y sus garantías constitucionales. Abeledo.
1945.
Leake, Andrew, López, Omar Enrique, Leake, María Cecilia. La deforestación del
Chaco salteño 2004-2015. SMA Ediciones. 2016.
Loñ, Félix. La Constitución. El libro que los “K” nunca leyeron. Akadia. 2013.
Lorenzetti, Ricardo. La economía del derecho: la culpa y el riesgo en Derecho de
daños en homenaje a Jorge Bustamante Alsina. Abeledo Perrot. 1990.
Mioni, Walter; Godoy Garraza; Gastón; Alcoba, Laura. Tierra sin mal. Aspectos
jurídicos e institucionales del acceso a la tierra en Salta. Ediciones INTA. 2013.
Naharro, Norma y Álvarez, Ana L. Estudio de acaparamiento de tierras y
producción de soja en territorio Wichí, Salta. Brot für die Welt. 2011.
Zunino, Edi. Patria o Medios. La loca guerra de los Kirchner por el control de la
realidad. Sudamericana. 2009.
Zunino, Edi - Russo, Carlos. Cerrar la grieta. Ideas urgentes para el reencuentro
de los argentinos. Sudamericana. 2015.