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Núm.

1 MAYO DE 1986

2 19 48
CORRESPONDENCIA ... ¡El simplemente no tuvo Humberto Morales nos habla de
suerte, no tuvo buena suerte! ... los ECOS DEL GRANO PRIX
Kenneth Frey reflexiona INTERNACIONAL
3 SOBRE LA CASUALIDAD MONTETAXCO en el que se
Sobre el tablero, Sergio Jaber reunió un fuerte grupo de
realiza UNA ENTREVISTA
CON JUAN JOSE ARREOLA
23 jugadores internacionales

Mareel Sisniega nos presenta un


fragmento de su libro
11 UNA CRONICA PERSONAL
En su grave rincón, los jugadores
Rigen las lentas piezas ... 27
un poema de Jorge Luis Borges: POE JUEGA P4D Y PIERDE
AJEDREZ Roberto Peredo nos reseña
sobre la vida de Edgar A. Poe
12
¿ La obra de arte fdeal?, pregunta 30
Pierre Cabane en HISTORIA DE SONJA
UNA PLATICA CON MARCEL ¿está interesada la mujer en la
DUCHAMP competición deportiva del
ajedrez?

51
33 EL MAS JOVEN es un artículc,
El ajedrez hecho realidad
de Alexei Suetin en el que
en el artículo de Sergio Jaber:
nos narra algo sobre et
ALICIA A TRAVES DEL
campeonato mundial
ESPEJO

37 57
Jugar ajedrez con una Kennet Frey-...En sólo 60 horas
computadora es un juego de máquina, la computadora
HOMBRES y MAQUINAS, estudió las posiciones posibles
nos dice Mauricio Osario de TORRE Y PEON CONTRA
TORRE

41
15 Byrne, Korchnoi, Larsen y 65
RAPSODIA AJEDRECISTICA Spasski en las PARTIDAS LEYES DEL AJEDREZ,
Un recorrido de Gerardo Limón. SELECTAS que nos presenta el reglamento de la FIDE vigente
por el ajedrez recreativo Ricardo Valle Romo desde 1985
CORRESPONDENCIA UNIVERSIDAD AUTONOMA
DE PUEBLA

Rector
Alfonso Vélez Pliego
Secretario general
Hugo Pérez Barrientos
Secretario de rectoría
José Doger Corte
Extensión Universitaria
Víctor Manuel Bacre
Difusión Cultural
Armando Mena
Departamento de Publicaciones

FEDERACION
Hugo Vargas

MEXICANA
DE AJEDREZ
A.C. ga�to
Director
México, D .F ., a 23 de marzo de 1 986 Armando Mena

Secretario de redacción
Humberto Morales
Al enterarme del esfuerzo emprendido por gente
entusiasta de la Universidad Autónoma de Puebla, Consejo de redacción
Juan José Arreola
por sacar a la luz una revista especializada del Kenneth Frey
juego-ciencia me sentí profundam ente complacido Guillermo God(nez

por la relevancia que puede tener una publkación Sergio Jaber


Apolonio Juárez
de esta naturaleza, en la tarea de difundir el ajedrez Gerardo Limón
en nuestro país. Armando Mena
Humberto Morales
Roberto Peredo
Sin duda cubrirá u na necesidad importante en Marcel Sisniega
Hugo Vargas
el aficionado y co ntribuirá a que mu chos de los
qu e no lo son empiecen a interesarse por esta Portada

maravillosa actividad. El Fisgón

Diseño interiores

Enhorabuena, pues, por la aparición de e sta revista Jesús Fernández

que seguramente gozará de gran aceptación y mi


más calurosa felicitación al Consejo Editorial.

GAMBITO. Publicación trimestral de la


coordinación de Difusión Cultural y del
Departamento de Publicaciones, UAP.
Toda correspondencia dirigirla a Refor­
ma 913, altos, Puebla, Pue. Teléfono

Atentamente (91-22) 46-38-91. No se responde por


originales no solicitados. Impresión.
Eón Editores, S.A. de C.V. Camelia

Dr. J orge Martín del Campo C. No. 78, Col. Florida, México, D.F.
Tel. 524-23-72.
Presidente .
IMPRESO EN MEXICO
PRINTED IN MEXICO

2 GAMBITO
Sobre el tablero

Una entrevista
con Juan José Arreola
Sergio Jaber

Sergio Jaber : Además de tu amor por las letras, se conoce tu pasión por el ajedrez.
J�J. Arreola: Mira: volver a expresanne a propósito del ajedrez es ocasión de
alegría, ahora más que nunca, porque se trata de la fundación de una nueva revista
de ajedrez en México. Y que esta nueva revista, en la que tú participas desde antes de
que aparezca al público, que es mucho decir -aparezca ante nosotros los ajedrecis­
tas- me da una nueva oportunidad para decir que considero al ajedrez no sólo como
una ocupación de mi vida, no sólo como un pasatiempo personal; y al decir pasa­
tiempo me corrijo inmediatamente, el ajedrez es pasatiempo como es pasatiempo el
amor, como es pasatiempo la teología, como es pasatiempo todo lo que el hombre
hace para transcurrir en esta vida. El ajedrez establece en el tiempo de la vida per­
sonal un tiempo aparte, es el tiempo en que movemos una pieza, en la aventura
de hacerlo. Pienso que yo tengo las piezas blancas, abro de manera tradicional y
sólida con peón cuatro rey; en ese momento mi tiempo personal, de JuanJosé Arreo­
la, de padre de familia, de abuelo, de hombre nunca de negocios, pero hombre de
obligaciones, queda interrumpido. Todo se acabó en el momento en que, si llevo las
piezas blancas, abro con peón cuatro rey. En ese momento todo se acaba, incluso se
acaba el mundo, el mundo al que antes me referí, el mundo de las obligaciones, de
los deberes, de los sentimientos, el mundo del toma y daca, y empieza ese qtro mun­
do en el que también hay toma y daca : te puedo dar un peón ¿me vas a dar un peón
a cambio? ¿O te vay a dejar una pieza boba? Y en ese dar y recibir del ajedrez existe
el. maravilloso elemento del sacrificio. Si te doy un alfil, una calidad: torre por caba-
110, en este toma y daca ya no se cumplen las leyes elementales de que te doy un cen­
tavo por otro, un pétalo de una flor por otro pétalo de una flor, sino de que estoy
haciendo del trueque una operación a mi favor, pero no en bienes materiales; por eso
el ajedrez es una entidad sublime, más allá del mundo de la materia, de lo cotidia­
no . . . Bueno en el momento en que lo cotidiano sea el mundo de la materia, pero
en ese momento estamos canjeando unas cosas por otras; pero, ¿qué es un peón?
Un peón no es una moneda de cambio, yo no estoy dando un peso a cambio de

3
entrevista con juan jasé arreola

otro peso, puedo dar un peón débil a cambio de un peón más fuerte; entonces, en
el ajedrez hay un sistema monetario maravilloso, donde se canjean valores, pero h�y
esto: el ajedrez ocurre en un tablero de ocho casillas por ocho -sesenta y cuatro en
total- con dieciséis piezas blancas y dieciséis piezas negras donde ocurre otro co­
mercio, que es el canje de una inteligencia por otra, de una sensibilidad por otra, de
una imaginación, de una fantasía por otra. El ajedrez . . . dice la gente de manera sim­
ple, es un juego lento para inteligentes. Pero no, ni es lento, ni es verdad que sea
necesario ser inteligente para jugarlo. La inteligencia; por otra parte, no sabemos qué
es. Ni creo que el ajedrez sea un juego para personas preparadas o cultas o matemá­
ticas, nada de eso; un muchacho de pueblo se puede convertir en un gran ajedrecista,
porque el ajedrez es producto de la inspiración, de la intuición y del arrebato, pero

¡atención! , también es reino del estudio, de la concentración, de la disciplina. En­


tonces, mira Sergio Jaher, veo en el ajedrez una lección como tantas otras desde la
Edad Media; otra lección a propósito de cómo debe comportarse el hombre en la
superficie de la tierra, como el ajedrecista en la superficie del tablero. Si la tierra es
redonda . . . pues yo realmente, fíjate, no lo sé, no me consta que la tierra sea redon·
da, pero me consta que el tablero es horizontal, y que tiene líneas; que hay casillas
blancas y que hay casillas negras que debo ocupar o defender, y así para mí, el
ajedrez se vuelve una disciplina moral; pór eso veo con satisfacción que la Univer­
sidad Autónoma de Puebla publique una revista que a la vez propague el ajedrez,
destacándolo sobre tantos juegos de azar. Imagínate a los niños que juegan con
máquinas electrónicas, no puedo verlos sin molestia, en fannacias, en centros de
recreo, y otros lugares, entregados a una disciplina frente al maquinismo electró­
nico; yo veo siempre el ajedrez no en la computación; lo veo en la presencia de un
jugador frente a otro, y que los dos sean como en el poema antiguo, caballeros, y
se jueguen limpiamente sus dones, sus capacidades, su voluntad de ganar o su resig­
nación caballerosa de perder.

4 GAMBITO
entrevista can juan jasé arreala

S.J. ¿ Tú consüieras que se puede tomar al ajedrez como moNvo de inspz·racz·ón


literaria ?
J.J .A. Aquí están los poemas, los últimos muy notables de Jorge Luis Borges
a propósito de! ajedrez, son tres sonetos. Pero desde el principio de los tiempos
ajedrecísticos y para mí -fíjate en que voy a decir algo importante- no porque lo
diga yo en este momento, iguahnente es muy importante porque ya lo dice la histo­
ria de la humanidad y la historia del ajedrez; yo creo que verdaderamente desperta­
mos a la cultura, al ser verdadero del hombre, en el momento en e! que el ajedrez,
a partir del Cercano Oriente, se dispara al occidente europeo, luego va a las regiones
Qórdicas, viene empujado desde la mánga tártara también hacia el occidente euro­
peo y desde la península ibérica, que es e! extremo occidental de Europa, viene con
Colón y viene con Hernán Cortés hacia América. Entonces, si yo considero al ajedrez
como esa aventura magnífica del espíritu, date cuenta que ha sido un motivo- de ins­
piración constante, para poemas, fábulas, leyendas, verdaderas historias y todo lo que
es el orden de la creación artística. La escultura ha de partir de las artesanías popula­
res del mundo que conoce el ajedrez, y es todo el mundo.
Ni el futbol que cuenta con tan numerosos aficionados, bueno, ni sumados a los
que tienen e! basquetbol y e! beisbol y el tenis -y no me refiero al público que asiste
a los estadios sino a los practicantes- superan a los que formamos la familia de los
que jugamos al ajedrez. Acuérdate del dicho latino que la Federación Internacional
de Ajedrez, la FIDE, tiene como lema : gens una sumus, somos una familia, somos la
familia inmensa, somo la familia que cuenta con más miembros en el ejercicio del
deporte.
y ahora que digo deporte, hay que recordar que no basta la palabra deporte, que
no basta la palabra ciencia, que no basta la palabra juego para definir el ajedrez, el
ajedrez es todo lo que un hombre puede realizar en la vida, en un espacio reducido
como es el espacio donde se mueve, aunque viaje en aviones supersónicos, el hombre

5
entrevista con juan josé arreola

siempre tiene un espacio y un tiempo: el espacio de ocho por ocho del tablero de
ajedrez . . . el tiempo de dos horas y media para cuarenta jugadas. . . es otro espacio
más allá del espacio de Aristóteles y del espacio de Albert Einstein y más allá del
tiempo de Heráclito y de Jorge Luis Borges, en un tiempo fuera del tiempo, un espa­
cio dentro y fuera del espacio. Hay un tiempo que es el de la vida normal que puede
ser el ocho o el nueve de marzo de 1 986; y hay otro tiempo que marca el reloj en el
momento en que un jugador o un juez pone en marcha el movimiento mecánico o
electrónico, para que cada jugador tenga un tiempo en su vida, el tiempo de ganar
o de perder.

S.J. ¿Qué nos puedes decir con respecto al orzgen del ajedrez?
J.J .A. Siempre repito esta cuestión, no podemos decir que el ajedrez ha nacido
en la India ni en China ni en Persia, el ajedrez que tú y yo jugamos, el ajedrez en que
esta pieza es un alfil, un rey, un caballo, un peón o una torre . . . este ajedrez ha naci­
do más que en Persia y en Arabia, en la España musuhnana, en Granada, en Sevilla,
en el reino muslmán. Allí es donde tenemos docu,mentos maravillosos a propósito de
las piezas y de su movimiento, y quiero decir que Alfonso el Sabio, en su Libro del
ajedrez, de los dados y las tablas estableció realmente de manera cultural y perfecta
el ajedrez -y al decir cultural me refiero a documentación, hay manuscritos persas y
arábigos y arábigo-españoles anteriores a él, pero es desde Alfonso el Sabio que lo
podemos establecer. Ruy López de Segura es un hombre que nos habla más directa­
mente a propósito del ajedrez, de un ajedrez cuyas piezas ahora manejamos a partir
de la Apertura española (Ruy López) aunque todavía hay algunas anomalías en su
Libro de la Invención Literaria y Arte del Juego del Ajedrez, ahí se disparó todo .
Naturalmente vienen luego los italianos que todos conocen, el Greco y el Putino y
Paolo Boy y todos los que quieras, pero reahnente, para mí es la península ibérica la
cuna del ajedrez verdadero, que es el que estamos jugando ahora tú y yo.

6 GAMBITO
entrevista con juan josé arreola

S.]. En cuanto a los diferentes conceptos del tz'em po que hay en el ajedrez, al
margen del tiempo-reloj, del espacio tem poral diferente que nos brinda. ¿Qué pz'en­
sas de la idea del tz'em po com o transcurrir sobre el tablero?; hemos oído que se per­
dió un tiem po en la a pertura. . .
J.J . A. Ah, ah, sí, sí, pero ese es un tiempo-movimiento. Se ha dicho mucho que
es- mejor perder material que un tiempo. Si sacrificar un peón para ganar tiempos ¡ya
es otro negocio a propósito del tiempo ! Es un negocio resuelto en.movimientos, en
acción, y aquÍ sería objeto de una conversación realmente muy difícil pero muy rica
y muy extrema, la de decir cómo la idea del tiempo-reloj es a la idea del tiempo-mo­
vimiento verdadera. Tú comprendes. Vamos a poner un ejemplo, no sé si decir más
elemental o más brutal, el gambito del norte, el Gambito danés donde entregas tres
peones seguidos, recuperas uno si el adversario todavía captura el último peón y,
entonces resulta esto : hay tiempos ganados por el negro a costa del blanco, porque el
negro llega a tener dos piezas fuera y el blanco ningua y esto nos da \lna idea distinta
del tiempo, pero que es tiempo-movimiento y el tiempo disposición de material
puesto en movimiento. En fin, esto es distinto, naturalmente que en ajedrez perder
el tiempo es grave si uno lo pierde porque no se dió cuenta o porque el adversario dis­
puso de ese tiempo. Pero también uno pude perder tiempos adrede para retardar las
operaciones y ver cuáles son los planes del adversario, por eso el ajedrez es infinito,
porque es horrible perder un tiempo, pero a veces muy bueno.

7
entrevista con juan jasé arreola

s .J. Com o el caso del zugzwang.


J.J. A. ¡Ahí está ! Es una aniquilación del espacio en que tú puedes tener todas
tus piezas cabales y no tienes a dónde moverlas, por eso seguimos jugando ajedrez ,
porque la relación tiempo-espacio está completamente alterable. No voy a decir que
alterada, está alterable en cada partida.
Yo resuelvo hacer peón tres torre y perder un tiempo de espera para que al alfil
no me clave en cinco caballo y eso es una horrorosa pérdida de tiempo, y sin embar­
go Anatoli Karpov suele hacer muchísimo eso en la Siciliana, de pronto juega peón
tres torre.

s.]. ¿Q],té opinas de las virtudes didácticas o pedagógz'cas del a jedrez?


J .J .A. Es una gran disciplina para los niños que van a ser luego adolescentes y
luego adultos, no tienen idea de cómo ayuda a los seres humanos a desarrollar sus
capacidades en la vida, en la vida real; por ejemplo, digamos en las actividades más
personales, digamos en la vida sentimental. La vida también en el orden de la profe­
sión o del mundo de los negocios, de lo que tú quieras y mandes.Tanto ayuda el
ajedrez porque sencillamente nos hace concentrar nuestra atención en un punto y
ahora que digo esto me acuerdo de una frase que dije hace mucho tiempo parodian­
do la sentencia de Pascal: la presión ejercida sobre una casilla se propaga en toda la
superficie del tablero, porque cada casilla en el tablero del ajedrez es una circunstan­
cia que puede ser vital. ¡Yo no voy a decir que el ajedrez desarrolle la inteligencia !
El ajedrez aplica la inteligencia en un punto, es un ejercicio que les da a los niños que
lo juegan ·la capacidad de concentrarse ¿qué quier hacer mi adversario?, ¿por qué
movió el peón?, ¿por qué el caballo, el alfil o .la reina?, ¿por qué? . . Vaya ver,
¿qué pasa 'si yo a esta jugada, contesto con esto?, ¿qué pretendo?, ¿qué defiendo?,
¿qué ataco?, ¿persigo una acción inmediata?, ¿una celada?, o voy caminando hacia
el final. . . Esto quiere decir que ya el niño se fija en el tablero.
Hace treinta años en la Casa del Lago organizamos un torneo infantil de ajedrez,
del cual se guardan docenas de fotografías de niños que están absortos, atentos con
sus caritas de filósofos, de pensadores de Rodín • . y hay tantas personas que pien­
.

san que el ajedrez es una pérdida de tiempo.El ajedrez es una ganancia no sólo de

8 GAMBITO
entrevista con juan josé arreola

tiempo, es una ganancia de constitución personal didáctica. Yo pienso que en Méxi­


co nos hace falta muchísimo ajedrez. El desarrollo del ajedrez en los países socialis­
tas es una lección. Qué cantidad de científicos , de técnicos, de obreros de primer
orden, de personas aplicadas a un asunto gracias al ajedrez. Lo que pasa es que los
hombres ya no asuntamos, no sabemos entregrarnos a algo que reclame totahnente
nuestra atención. Si un niño aprende a jugar atentamente, no importa que no sea
un campeón del mundo, lo que importa es que sea un ser humano capaz de atención,
capaz de concentración en un momento de su vida, de sus circunstancias, de sus ne­
gocios, de su organización. Yo tengo para mí y lo vuelvo a decir y ojalá me escucha­
ran, que el ajedrez es la invención más bella, que va más allá de la capacidad humana.
Ni la matemática estelar me parece comparable con el ajedrez, porque finalmente
este se puede someter a leyes y a reglas. Con el ajedrez el hombre sigue siendo libre
para desarrollar todo lo que es su capacidad de acción, de defensa, de ataque; ni la
computadora sabe más que lo que sabe el equipo queja ha programado.

Fíjate, cuando yo era niño en mí pueblo, escuché esta frase tan espantosa basada
en la teología cristaino-católica, en el catecismo del padre Ripalda: las potencias del
alma son siete, tres a dar y cuatro a no dejar, y eso es el ajedrez, tenemos que ser
activos a partir de la cifra siete, actuar y atacar en tres y disponer de cuatro entida­
des metafísicas, que se pueden calificar en tres a dar y cuatro a no dejarse dar. Y el
otro está pensando lo mismo. Acuérdate de Alexander Kotov en las Memorz'as de un
ajedrecista, un ajedrecista es un ingeniero que tiene materiales y planos para edificar
una fortaleza, un castillo , pero tiene enfrente a otro arquitecto o ingeniero que tiene
planes y medios materiales para edificar otra fortaleza y destruir la que está constru­
yendo su adversario. El ajedrez es un duelo y la única cosa que vale en la vida es el
duelo , no el duelo de dolor, qué preciosa ambivalencia en el ténnino, sino el duelo
de dos seres caballerosos que se enfrentan uno al otro.

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10 GAMBITO
Jorge Luis Borges

Ajedrez
1

En su grave rincón, lo s jugadores


Rigen las lentas piezas. El tablero
Los dem ora hasta el alb a en su severo
Ámbito en qlle se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores


Las fonnas: torre homérica, ligero
Caballo, annada reina, rey postrero,
Oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,


Cuando el tiempo los haya consumido,
Ciertamente no habrá cesado el rito.

En el oriente se encendió esta guerra


Cu yo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

11

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada


Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo blanco y negro del camino
Buscan y libran su batalla armada.

No saben qu e la mano señalada


Del jugador gobierna su destino,
No sab en que su rigor adamantino
Sujetan su alb edrío y su jornada.

Tam bién el jugador es prisio nero


(La sentencia es de Ornar) de otro tablero
De negras no ches y blanco s días.

Dios mueve al jugador, y éste la pieza


¿Qué dios detrás de Dio s la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías?

11
¿La obra de arte idal?

Una plática
con Marcel Duchamp*
Pierre Cabane

P.C. He constatado una cosa: en primer lugar, lo cual no es


nuevo, su pasión por el ajedrez.

M.D. No es nada grave, pero es cierto.


P.C. Pero también he constatado que su pasión se presentaba
principalmente cuando usted no pintaba.

M.D. Es verdad.

• En Converlllcionea con Marcel Duchlzmp, de Pierre Cabane, Anagrama,


Barcelona.

12 GAMBITO
plática con marcel duchamp

P.c. y entonces me he preguntado si, durante esos periodos,


los gestos que dirigían los movimientos de los peones por el
espacio no suscitaban algunas creaciones -sí. ya sé, que usted
no acepta esa expresión- imaginarias que, en su opinión, tenían
tanto valor como las creaciones reales de sus cuadros y, además,
establecían una nueva función plástica en el espacio.
M.D. En u n cierto sentido, es v erdad. Una partida de ajedrez
es una cosa visual y plástica, y si bien no es geométrica en el
sentido estático de la expresión, al m enos es m ecánica, puesto
que es algo que se mueve; es un dibujo, una realidad m ecánica.
'
Las piezas no son hermosas por sí solas, así como tampoco la
forma del juego, pero lo que es bello -si es que puede u tilizarse
esa palabra- es el m ovimiento. Así pues,. se trata, en efecto, de
una mecánica, en el sentido, por ejemplo, de un Caldero En el
ajedrez hay de cierto, c o sas extraordinariamente hermo sas
en el ámbito del m ovimiento, pero n o, en absolu to, en el ámb ito
visual. En ese caso lo que es hermoso es la imaginación del
movimiento. Es algo que ocurre totalm ente en la materia gris.

P. C. En resumen, en el ajedrez hay un juego gratuito de


formas que se opone al juego de formas funcional, del tablero.
M.D. Sí. Totalmente. Aun cuando el juego no � ea totalmente
gratuito, hay una elección. . .

P. C. Pero, ¿ no hay un destino?


M.D. No. No hay un destino social. Eso e s, primordialm ente,
10 más importante.

P.C. ¿Es la obra de arte ideal?

M.D. Podría serlo. Debe tenerse en cuenta también, que el


m edio de los jugadores de ajedrez es mucho más simpático que
el de lo s artistas. Se trata de personas totalmente obnu biladas,
completame nte ciegas, provistas de orejeras. Locos de una cierta
calidad, al igual que se supone que lo sea el artista, y no lo es,
por lo general. Esto fue, tal vez, lo que más me interesó.

13
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CENTRO NACIONAL
DE ENSEÑANZA DEL AJEDREZ

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Tel: 532-10-91

14 GAMBITO
Rapsodia ajedrecística
Gerardo Limón

En esta sección trataremos de hacer un breve


recorrido por el mundo del ajedrez recreativo,
es decir, aquel que hace alusión a diversos mo­
tivos artísticos, insólitos y anecdóticos, que
aunque en su mayoría pertenecen al terreno de
la fantasía creadora, no resultan ajenos al aje­
drez práctico y de competencia.
Esta sección incluirá toda suerte de proble­
mas, composiciones o miniaturas, diagramas
insólitos, anécdotas, curiosidades, etc. Con esto
pretendo, fundamentalmente, lograr que este
material sea un auxiliar en la estimulación de la
fantasía creadora y la imaginación del lector,
además de proporcionarle algunos elementos
que le puedan ser útiles tanto en el terreno teó­
rico, como en el proceso de su entrenamiento
como ajedrecista, sin pasar por alto, claro está,
el aspecto humorístico y recreativo, que sin lu­
gar a dudas es necesario para lograr su esparci­
miento y motivación.
Empecemos pues nuestro recorrido, hacien­
do una revisión de un aspecto muy interesante
en el ajedrez : el valor de los peones. lVIe atreve­
ría a decir que los peones son las piezas más
controvertidas del ajedrez, pues de ellos hay in­
cluso comentarios contradictorios, ¿qué princi­
piante no sabe o por lo menos no intuye que
los peones son las piezas más insignifican tes so­
bre el tablero?, ¿qué ajedrecista no ha sacrifica-

15
rapsodia ajedrecística
do un modesto peón, en alguna de sus partidas, N o recuerdo si en aquel momento pude o no
con el objeto de abrir brecha para obtener un resolver el problema que se me planteaba, sólo
vigoroso ataque o bien para consolidar su posi­ sé que "la solución es la siguiente: l. Th3, gh3 j ;
ción en el tablero?, ¿acaso no es cierto que mu­ 2 . Rf3, g4 j ; 3 . Rf4, g3 ; 4 . hg3 mate.
chos ajedrecistas no conceden al peón cualida­ Años más tarde, hojeando en una librería un
des individuales suficientes para dar mate al rey libro de ajedrez, me encontré ante el mismo te­
adversario sin antes promoverse? ma, sólo que mucho más elaborado, esta vez se
Frecuentemente, todos estos planteamientos trataba de una verdadera composición.artística.
y muchos más, hacen menoscabo del valor de La posición a la que me refiero es la siguiente,
los peones, sin embargo en la práctica, también donde las blancas juegan y matan sin coronar:
con mucha frecuencia, nos encontramos en el
tablero ante situaciones que se encargan por sí
solas de refutar dichos planteamientos, recor­ 8
dándonos entonces las famosas palabras del aje­
drecista francés Francisco Andrés Philidor: "Los 7
peones son el alma del ajedrez." En efecto, los 6
peones son un elemento valioso en cualquier
posición, ya que la estructuran o conforman ; 5
cualquier movimiento de peón, por intrascen­ 4
dente que parezca, puede traer consigo un cam­
bio radical en la estructura o conformación de 3
la posición, e incluso en muchas ocasiones, has­ Z
ta deja de tener valor el otrora plan estratégico,
obligándonos ello, a adoptar otro muy distinto.
A lo largo de mi experiencia ajedrecística, me a b c d e f 3 h
he encontrado con muchas posiciones que me
han sorprendido gratamente y me han demos­ La solución es bellísima, con la primera ju­
trado que el peón es un digno elemento de lu­ gada de las blancas el bando negro cae en zug­
cha. En mi época de principiante, hace unos zwang: 1 . a5, h3 ; 2. g4 j, Rh4; 3 . a3, h5 ; 4.g5,
siete u ocho años, empecé a convencerme de fg5; 5. a4, g4; 6. Rf4, g3; 7. hg3 mate. ¡Un ver,.
que un solitario peón (apoyado por el rey, cla­ dadero homenaje al peón !
ro está) es capaz de dar jaque mate. La posición Recientemente, impresionado todavía por
"sorprendente" ante la que me encontré en esa belleza y retomando esta idea primitiva, hi­
aquella ocasión fue la siguiente; en ella el blan­ ce una composición que lejos de alcanzar la be­
co juega primero y da mate. lleza de la anterior, también resulta didáctica.

8 8
7 7
6 6
5 5

z 2
1

a b c d e f g h a e d e f g h
16 GAMBITO
rapsodia ajedrecística

Las blancas juegan y dan mate sin coronar :


1 . e4, fe4; 2. fe4, f5; 3. e5, f6; 4. Re7! , fe5;
5. fe5, f4; 6. Re6, f3; 7. h3 ! , fg2; 8. f4, gl :D;
9. f5 mate.
Obsérvese cómo todas las jugadas del bando
negro son únicas.
A continuación pongo a su consideración
dos diagramas publicados en el libro Mosaico
ajedrecí�tico de A. Kárpov y E. Guik; en ellos
se pone de manifiesto cómo un sólo peón es ca­
paz de vencer a todo el ejército enemÍgo. Blan­
cas juegan y ganan:

Las negras juegan primero y ganan. iAsom­


broso ! ¿Cómo es posible que un sólo peón ne­
z gro pueda derrotar a las 1 6 piezas blancas?
Veámoslo: 1 . . . . , Re8. Con esta jugada del
negro, el blanco queda, exceptuando a la dama,
a b c d e f g h totalmente "ahogado"; 2. Da8, h6 (esta es la
única jugada ganadora del negro, ¿por qué?);
La solución¡ ep poco menos que increíble, 3 . Da7, h5; 4. Da8, h4; 5. Da7, h3; 6 . Da8, h2;
veámosla 1. o-o (con amenaza de mate), Ce5 7. Da7, h 1 : C; 8. Da8, Cg3; 9. Da7, Ce4; 1 0.
(única); 2. d4 ' , Da8, Cd2; 1 1 . Da7, Cc4; 12. Da8, Cd2; 1 3 . Da7,
hacer? ) 3. de5, Tb3; 4. ef6 y el negro está per­ Cb3; 1 4.Da8, Cc5; 15. Da7, Ca4; 1 6. Da8, Cb6
dido ante la inminente éoronación del único mate ! i El milagro se ha realizado !
peón blanco. Si después de esta exhibición usted todavía
no está convencido de la relevancia de los peo­
nes en una posición cualquiera, creo que nada
8 lo convencerá.
Hay que destacar sin embargo que en algunas
posiciones, lejos de ser benefactor, el peón es
perjudicial. En estos casos los peones constitu­
yen un verdadero estorbo. Como ejemplo de
ello podemos citar un conocido final teórico :
es de todos conocido que dos caballos y un rey
blancos no pueden dar mate a un solitario rey
negro, si el bando negro juega correctamente.
Sin embargo si este último cuenta además con
un peón, es posible dar dicho mate. La teoría
de estos finales fue elaborada por el pionero de
la composición A. Troitsky.
a b c d e f g h
Nuestro ejemplo es el siguiente :
17
-
rapsodia ajedrecística �-�

r EDICIONES D
.... OCEANO .,
8
7 I REEDICIONES RECIENTES I
6
5
BIOGRAFIA DE UNA NACION
4 José Fuentes Mares
3
Z
MORIR EN EL GOLFO
Héctor Aguilar Cam(n
a b c d e f g h

¡El blanco juega y da mate !


Solución: 1. Ce4 , d2; (si 1 . . . . , Rh8; 2. Cf6 ARRANCAME LA VIDA
obteniéndose el mismo resultado) 2. Cf6j, Rh8; Angeles Mastretta

3 . Ce7, dI :D; 4. Cg6 y mate.


Independientemente de que los peones pro­
pios y adversarios actúen en beneficio o en per­
juicio de nuestros intereses, lo que sí está claro
es que el papel que desempeñan en la lucha es
r EL PODER AL PUEBLO
Pablo González Casanova

relevante.
Para concluir este nuestro primer recorrido
por el mundo del ajedrez recreativo, a conti­
nuación les ofrezco otra composición mía basa­ CIUDAD QUEBRADA
da en una idea primitiva bien conocida, y que Humberto MUSilcchio

de alguna manera está relacionada con la dis­


cusión anterior :

100 PREGUNTAS Y RESPUESTAS EN


TORNO A LA ECONOMIA MEXICANA
José S. Méndez
7

r
6

I
5 BAMBA VIOLENTA
Luis Velázquez Rivera

z DICCIONARIO DE ECONOMIA
Santiago Zonilla y J. Silvestre Méndez

a b c d e f g h

Las blancas juegan primero y ganan. La solu­


DE VENTA EN LlBRERIAS y TIENDAS DE AUTOSERV IC II
ción aparecerá en el siguiente número.
busque libros OCEANO

18 GAMB I TO
Sobre la casualidad
Kenneth Frey

" ¡Tuvo suerte !" " ¡No tuvo suerte ! " Resulta bien de manera tradicional. A veces, en la lucha
frecuente escuchar tales expresiones durante los seria , los maestros de alta clase cometen errores
torneos. ¿No serán ellas absurdas? ¿Hay en nues­ increlbles. Si miramos esto con calma, no encon­
tro lógico juego lugar para la felicidad y la des­ tramos nada de asombroso. ¿Acaso no tiene el
gracia? hombre la costumbre de equivocarse? Nadie
Sí, lo hay. Y además, generalmente, para la puede negar eso . Hasta los más grandes entre
felicidad , porque la desgracia se manifiesta más los grandes están condenados algunas veces

19
sobre la casualidad
a cometer errores, porque no pueden trabajar
siempre con la fuerza completa . Y así, como en
general todos los grandes tienen más o menos
las mismas armas, entonces la diferencia en fuer­
za depende de la capacidad para evitar los erro­
res.
Uno se equivoca, por término medio, en
cada quinta partida en forma seria. Estos erro­
res no tienen relación alguna con las sutilezas
o el método de juego de uno u otro maestro.
Hasta los jugadores más geniales los cometen.
Es necesario diferenciar si el jugador hizo el
error por incomprensión o porque alguna u otra
causa hizo que le traicionara su aparato mental.
Como los errores graves de los ajedrecistas des­
tacados sin duda sólo dependen de esta última
causa, entonces el "mal juego" parece un tér­
mino demasiado cruel. Debería llamarse "mala
suerte". ¿Cómo se puede llamar al caso en que
el ajedrecista según todas las reglas del arte,
construyó una posición y después, con espanto,
vio que en este momento su adversario tiene
una variante ventajosa que antes no era posible
ni prever, ni calcular?
Obsérvese el diagrama. Alekhine alcanzó esta
posición y parecía que había equilibrado las
acciones. El había preparado una jugada que y aL . . , Ad6; 2. e5 con juego victorioso en to­
creía suficiente para rechazar el ataque del ene­ dos los caso5:J Así, sólo queda la continuación
migo, y así 1 .Cg4. que ocurrió en la partida, la que también fue
considerada por Alekhine.
1 . . ., Txg4; 2 . fg,Txfl+ ; 3 . Rg2 (ahora la da­
8 ma negra no puede defender a la torre de fl)
3 . . . , Dxh2+ ; 4. Rxfl
7 Alekhine calculó la combinación hasta esta
6 jugada, pero aquí él no tuvo "buena suerte".
La posición tiene una forma de ganar de es�u­
5 dio de casi 15 jugadas por parte de las negras, y
Yates la encontró . Para haber previsto todo
esto, las blancas hubieran tenido que calcular
con i20 ! jugadas de anticipación la posición
Z cuando efectuaron 1 . Cg4 y eso, por lo menos
en los tiempos actuales, sobrepasa las capacida­
1 des del hombre.
Yates ganó del modo siguiente: 4 . . . , Dhl+ ;
a b c d e f g h
5. Rf2, Ad4+ ; 6. Rg3, DgI+ ; 7. Rh3 (en caso de
7. Tg2, Del+ las negras acortan la solución),
Ahora el punto h2 está defendido, y al mis­ Dfl+ ; 8. Tg2, Dhl+ ; 9. Rg3 (o 9. Th2 , Df3+ ;
mo tiempo el alfil de e5 y el peón de e7 están. 1 0. .
atacados. Si el alfil se va sin defender el peón las blancas tampoco pueden escapar del mate),
de e7, sigue 2. Dxe7 ; aL . ., Af6 seguirá 2. d6 Del+ ; 1 0. Rh3, g5!
20 GAMBITO
sobre la casualidad

¡La primera jugada de problema! Las blan­


cas tienen una sola jugada para evitar el fracaso 8
inmediato .
1 1 . Tc2, Dfl+; 1 2 . Rh 2 (no hay mejor) DgI+; 7
13. Rh3 , Dhl+; 1 4. Rg3, Ddl! (segunda jugada 6
de problema); 15. Tc3 (única. A 15. Tg2 o 15.
Th2 gana 15 . . . , Del+) , Dgl+; 16 . Rh3 , Dfl+; 1 7 . S
Rg3 , Af2+; 1 8 . Rf3 , Ag 1 + Y mate en dos.
iQué diga alguien que Alekhine jugaba mal
porque no previó todo esto ! ¡El simplemente 3
no tuvo suerte, no tuvo buena suertd Z
Si un ajedrecista perdió en una buena posi­
ción, o en una posición que estaba para ganar
por culpa de la "mala suerte", entonces a a b c d e f g h
su adversario que , sin sembrar nada, segó una

gran cosecha, le sonrió la felicidad. En estos


casos su éxito depende poco de su maestría Examinemos el segundo diagrama:
ajedrecística. Teichman ha logrado una posición maravi­
llosa. Las blancas sólo pueden capitular. Sin
dejar caer el ánimo Duras jugó l. Tbl con la
inocente amenaza de dar jaque en b8 . Si las
negras respondieran l. . . , g6 Duras plegaría sus
novedades armas y la partida recibiría un premio de belle­
za. En lugar de eso Teichman jugó 1. . . , h6?
y después de 2 . Tb 8 + capituló pues a 2 . . . ,
Rh 7 las blancas toman tanto el alfil como la
"PARA QUE LA BRUJA NO ME COMA" torre .
fantasía y miedo de los niños al infanticidio
Dorothy Bloch
Sería interesante poner límite a los desórde­
S 2 590.00 nes de este tipo ; en otras palabras, someter la
fortuna.
El juego de algún modo tiene relación con el
carácter del hombre , y la frase francesa corriger
CRIMINOLOGIA CRITICA Y CRITICA la fortune (corregir la fortuna) parece cierta,
DEL DERECHO PENAL así como también el refrán latino "la fortuna
Alessandro Baralta
S 2 380.00 sonríe a los audaces" . Pero en el ajedrez , la
"fuerza" no es la fuerza de juego , sino la fuerza
del carácter, porque la persona que tiene el es­
píritu fuerte , valiente , que es decidido , tiene
suerte en lograr éxitos en todos los casos de la
EL PSICOANALISIS COMO TEORIA CRITICA vida. El se queda firme en la situación más difí­
y LA CRITICA POLlTICA AL PSICOANAuSIS
Ewald H. Englert y Armando Suárez, coords.
cil , no capitula hasta la última gota de sangre
S 2 500.00 en los casos en que la persona tímida se conten­
taría con la derrota e iría con los ojos cerrados
al encuentro de la muerte , no adviertiendo la
menor posibilidad de salvación.
LA CLASE OBRERA EN LA HISTORIA DE MÉXICO Duras no en vano era siemprd el favorito de
Vol. 10: en el cardenlsmo (1934-1940)
Samuel León e Ignacio Marván
la fortuna. Era en realidad el combatiente de
$1 990.00 primera clase que luchaba y tenía esperanzas
hasta que su posición tenía una chispa de vida;

21
sobre la casualidad

de este modo él en realidad salvó más de un,


punto precioso .
Al contrario, Teichman , también gran maes­
tro , era completamente indiferente para la lu­
cha, prefiriendo una paz mala a una riña buena;
era un hombre fracasado al que siempre perse­
guía la suerte. Alekhine se parece en este caso
a Duras y Capablanca; por su psicología , está
más cerca de Teichman. El que la felicidad jue­
gue para estos genios un papel muy pequeño
se explica por su perfección técnica. Alekhine
ama la lucha, es tenaz y resistente en ella, pero
Capablanca es muy emocionable y sólo se sien­
te tranquilo cuando el adversario está aplasta­
do con la ventaja de su técnica. Si ellos no tu­ lknrí Mkhatlx
vieran la fuerza técnica que tienen, entonces \\Lli�,,,' C:cndr�¡¡�
ClT\';-U¡tc�
Osear dd BalT<)
Fr�ln\'l�i.:·O
Alekhine sería una persona feliz y Capablanca
un fracasado.
22 GAMBITO
Una crónica personar
Marcel Sisniega

Jiang Qi-xuan - Marcel Sisniega


Defensa siciliana

1. e4 c5
2. Cf3 d6
3. c3

Un sistema poco frecuente que en los últimos


años ha recibido la preferencia de los grandes
maestros yugoslavos, Marjanovic y Abramovic.
Seguramente el jugador chino quería "sacarme
del libro", pero ésto jamás me ha molestado.

3. Cf6
4. h3

Si las blancas quieren avanzar en el centro


con d4, esta jugada resulta útil. Además, existe
la posibilidad de que el negro tome el peón.

4. g6
5 .• Ad3 Ag7
6. Ac2 o-o
7. o-o Cc6
8. d4 cd
9. cd
* Fragmento del libro, que con el mismo título aparecerá próximamente.

23
crónica personal
Ha surgido la posición más natural que pue­ Una muestra clara de indecisión. Esta era la
da suscitarse a partir de esta variante.Ahora las oportunidad de equilibrar con 1 7 . . ..Ca5, sin
negras deben luchar por obtener mayor espacio. temor a 1 8. Ac7 , Tc7 ; 1 9. Cb5 por Tc6 ; 20.
Ca7 , Tb6 .
9. d5
1 0. e5 Ce 8 18. Dd2 Tfe8
1 9. Tdl
Al término de la partida John Fedorowicz
me comentó que, a su juicio, las negras po­ Una de e sas extrañas jugadas que caracteri­
seen un leve dominio después de 10. . . . Ce4; zan el ajedrez chino.
como jugó Brown e contra Marjanovi en la olim­
piada de Salónica. Sin embargo de acuerdo al 1 9. Te2
propio Marjanovic las blancas se encuentran 20 . D e 2 Te8
mejor una vez efectuados los movimientos 1 1 .
Ce3, Af5 ; 1 2. Ce2 !, f6 ; 1 3. ef, Tf6 ; 14. Cf4. De El blanco goza de cierta ventaja de espacio,
todas maneras consideré que debía jugar con la pero la estructura n egra no es fácil de golpear.
mayor solidez posible, procurando igualar antes Ofrecí tablas.
de emprender otras tareas.
21. Dd2 Td8
1 1. Cc3 Cc 7
1 2. Ae3 f6 Una continuación paradójica que mantiene
1 3. ef ef defendido el peón dama. En su lugar habría si­
1 4. Te 1 Ae6 do resultado débil, 21. . .. Ca5 , por
15 . Af4 Af7
16. Ab3 Tc8 22 . Aa4
1 7. Te 2 Dd 7 ? ! 22. a3 Af8 ?
23. Ch2!

Yl1N 7

willy 6

.de
wlnter
PERITO TRADUCTOR Z
REGISTRADO ANTE EL
1
TRIBUNAL SUPERIOR
DE JUSTICIA a e d e f 3 h
INGLES
ALEMAN, FRANCES, El m aestro Qi aprovechó cuanto antes m i
y OTROS distracción y e jecutó este movimiento cuya fi­
nalidad es explotar las debilidades de las casillas
negras en el flanco del rey.
HORACIO 528-504/404
MEXICO 5. O_F.
TEL. 545-57-64 2 2. Ce 8
23. Cg4

24 GAMBITO
crónica personal
Repentinamente aparecían serias amenazas.
Lo que pasaba por ser una posición tranquila se
tornaba en contra mía. Y como la derrota con
. Pinter aún pesaba en mi memoria me esforcé
por encontrar la respuesta más adecuada, que
resultó ser otra jugada "ex traña " ..

24. . . . Ag7

Cuando menos dirán que reconozco miS


error�s.

25·. Ch6 Ah6

Quizá la nueva pérdida de tiempo en que in­


currí llevó a Qi a suponer que no cambiaría yo
este alfil. Confieso que no estaba tan seguro de
hacerlo hasta que vislumbré que 25. . .. Rh8,
perdía a causá de 25. Cf7+, Df7; 26. Tel, Cc7;
27. Ac7, Dc7; 28. Ad5, Y las negras difícilmen­
te recuperarán el peón. Además, como me mos-
..... 6 -y-l...... v ... r ... l....� Ü""�t" .... ¿",ü ... l .... t" ...... �.:.J. ...., QO. oJ.ea,
'I'rl�, ')7 '1'.01 _ I'f.o,.. .. I'f ......� ... 1 -:1"'+"

.oc _ A1..C

_"-1.. ___ -._ j-es-.l- .. r __!_! ___ 1 b�� __ �_.'� !. ____


mpnT�T �11 vpnT�l� np p.�nac.ln mp.nlanT.e L. / _ P"'+.
'1 ...... 1.:....... .:.�.... ... 1 ¿ .... ..1.:.� ..1 ... l�u _ ....l.,....11�u. �!, u!•• ___ _

bargo, me permitió salir del aro.

27. Ag7? Rg7


28. Te! Dc7

Todavía es necesario proceder con cautela,


tanteando el terreno en el flanc� de dama sin
descuidar el centro.La posición presente en que
las negras procuran conquistar la casilla c4 para
su caballo, me recordaba un poco a la defensa
francesa.

29. Aa4 Ca5


3 0 . Te2 a6
3 1 . Cdl?

Esta constituyó la señal de que Qi perdía el


hilo de la partida y en su afán por ganar, des­
cuidaba principios fundamentales. A "estas al-
lUla,iS41UUU� LUIUI;.l1L..d1.J(111J.V� a ..,\.JH.h \.1 at,H,Uv
.l_ +'--r-
crónica personal
Y, al observar que se le h abía caído la bande­
8 ra, el ajedrecista chino me tendió la mano.Pero
enseguida ocurrió un hecho curioso: la manera
7
acostumbrada de analizar un juego -en el su­
6 puesto caso de que no se decida reconstruirlo

5 por completo- consiste en volver atrás unas


jugadas , digamos, hasta la posición en que
4 uno de los contrincantes perdió una buena
oportunidad, en fin, a las posiciones críticas de
3
la partida. Qi no quería saber nada de eso, sino
Z que siguió analizando hacia adelante, mucho
más allá de la caída de su peón dama,. hasta
convenc_erse de que la posición estaba en reali­
a b e d e f 3 h dad perdida. Sólo entonces indicó, con ayuda
de los ademanes de que los ajedrecistas se valen
3I. Cc4 en estos casos, que el retroceso del caballo a dI
32 . Db4 b5 había sido una jugada muy débil.
33. Ac2 a5 !?

Estoy casi seguro de que 33. . . . Db6 ; 34.


Dc3, a5 era la continuación precisa, pero todo
el mundo sabe que en esos angustiantes minu­
tos que preceden al control de tiempo uno no
se detiene a analizar las últimas consecuencias.

34. Dc3?

Lo mismo vale para Qi. 34. Db5 , Tb8; 35 .


Dc5 no dejaba mal situadas sus piezas. El negro
habría tenido que elegir entre 35 . ... Tc8 , con
igualdad, y 35 . . . . Cb2 ?; 36 . Cb2 , Tb2 ; 37 . c6 ,
con ventaja para Qi.

34. Dd6
35 . Ad3

Contra 35 . b4 existían tres continuaciones


viables: 35 . ... Ta8: 35 . . ..a4; 35 . .. . ab; 3 6 .
ab, Ta8 , con ventaja e n cualquiera d e los casos.

35 . b4
36 . ab ab
37 Dc2 Db6

El peón dam a de las blancas no tardará en


caer. Durante la partida analicé 38. b3 con Ca5 ;
39. Db2 , Cc6 , aunque luego alguien me indicó
que 38 . . .. Dd4; 39. bc, dc; también ganaba fá­
cilmente. LA VERDAD QUE SE BUSCA
QUE. SE CiASE
QUE SE e�CRf&E
38. Te 7 Rf8 QUE SE LEf
26 GAMBITO
Poe juega P4D y pierde
Roberto Peredo

Haee cien año s ya que Mareel Sehwob elaboró una que aquellas que fundamentan el o lvido de la pregun­
cuidadosa pregunta que nunca fue contestada. Cuida­ ta) presentó una protesta al consejo escolar, acusando
dosa y extraña, la pregunta y lo s eventos de que fue a Schwob de "inventar vidas imaginarias que hacen
rodeada se olvidaron con el tiempo. El hombre olvida peligrar la objetividad propia de ciencias tales como la
preferentemente aquello que le produce incertidum­ historia y la literatura". Sabemos tamb ién que Marcel
bre. No conocemos los términos ni el tenor exacto de Schwob , a pesar de todo , siguió siendo un riguroso
la pregunta (aunque ésta fue hecha públicamente, aprend iz del pasado del hombre y que cuando murió
mientras transcurría una clase de literatura de la que (tenía entonces 38 años) no nada más era un filólogo
Schwob era particularmente adicto) pero sí sabemos reputadísimo, sino un perspicaz analista de lo s mo­
que en ella estaban involucrado s Edgar A. Poe y el mentos más oscuros de la historia.
ajedrecista de Maezlel (Artefacto mecánico que juga­ C ien años después ha llegado a nosotros la noticia
ba ajedrez)_ Sabemos también que la pregunta causó de que tal pregunta fue hecha. Produdo de la inquie­
estupor y que el catedrático que la recibió (cuyo tud que nos produjo es el texto que presentamos.
nombre ha sido olvidado por razones menos fundadas Es sabido que la vida de E.A. Poe fue difícil y ex-

27
poe juega P4D y pierde

traña, pero yo , que cuento con cuarenta año s , no car el tema? Tema que debió sacudirlo permanente­
Lo cierto es que Edgar ABan dejó constancia de su conozco vidas fáciles ni convencionales (cada vez
paso por decenas de pequeñas poblaciones del este me es más evidente este aserto). Así que creo haber
norteamericano y por un buen número de grandes estudiado la vida de Poe objetivamente, sin calificar­
ciudades como Nueva York, Filadelfia y Baltimore, la antes de cono cerla. Creed me pues , que no es por
pero no dejó constancia (no en todos los casos por lo afan de sensacionalismo que publico estas notas.
menos) de la razón de esto s viajes. El conjunto es de De esta vida repleta de extravío s y vado s, de vuel­
pesadilla , sobre todo por la falta de método y, más tas sobre sí y de salto s al vacío -que tanto ha sido
aún, porque esto le o currió a uno de los hombres de revisada- desconocemos aún muchos datos. Lo que
pensar más metódico que han existido (si no es así salta a la vista es que conocemos casi todo desde la
díganlo los que han leído El ajedrecista). adopción , nunca legalizada , de Edgar por la esposa
Los especialistas hablan apenas del encuentro de de John Allan en 1 8 1 2, hasta la aparición , veinticua­
Poe con el artefacto de Maelzel. A nosotros nos han tro años más tarde de El ajedrecista (texto escrito a
parecido curio sos -por 10 menos- algunos eventos . . . raíz del encuentro de Poe con la máquina de jugar
Primero , claro , la coincidencia de fecha s entre el ajedrez inventada por Maelzel) en 1 93 6 , pero que no
encuentro con el ajedrecista y el inicio de la tormen­ conocemos casi nada de 10 que o currió después, a
tosa peregrinación por el este norteamericano . Pere­ pesar de que estamos más cerca en el tiempo. Después
grinación que terminaría en la muerte . . . sólo viajes inexplicables hacia ciudades o hacia sueños.
Pero hay más. ¿Por qué Poe , que era un excelente Los eruditos han ligado estas idas-a-ninguna-parte
ajedrecista -al menos a nivel teórico- no volvió a to- a el matrimonio de Poe con Virginia Clemm , su pri­
ma , o currido en 1 834, dos años antes de la aparición
de El ajedrecista, señalando entre otras cosas que el
amor desmesurado por una parte y la responsabilidad
adquirida (por un hombre de naturaleza indisciplinada)
era 10 que había producido tan extravagante conducta.
mente dado su cerebro extraordinariamente dotado
para la especulación. Sumemos a esto que el texto
dedicado al artefacto de Maelzel debió exigirle un
enorme esfuerzo a su capacidad deductiva (no pode­
mos olvidar que tal artefacto había engañado al mun­
do europeo civilizado de la época , contando a Napo­
león y a Federico El Grande de Prusia). Todavía aho­
ra sorprende -y seguirá sorprendiendo- la lógica
implacable aplicada al análisis de este fenómeno por
el padre del simbolismo.
Más aún, el robot de Maelzel fue destruido por las
llamas en �n incendio ocurrido en 1 854, cinco años
después de la muerte de Poe, en el Museo Chino de
¡ Filadelfia ! Filadelfia , curio samente había sido una
de las ciudades más visitadas por Poe durante sus lar­
go s trece años de peregrinaje. Sus últimos trece años• • •

Presumimos además que el maravilloso autómata,


al que Poe trató de poner en evidencia, no regresó a
Europa después de su encuentro con su gran crítico
y que po siblemente , ni siquiera salió de la zona geo­
gráfica que se encuentra comprendida por las anti­
guas colonias inglesas. La misma zona que Poe visitó
y revisitó alucinando , aparentemente sin método y
sin objetivo.
¿Podríamos sumar aquí que el propio Maelzel
murió apenas al año siguiente de la desaparición de
su invento? ¿Qué había ocurrido ya que le permi­
tia morir, ahora que estaba por cumplir setenta
años?

28 GAMBITO
poe juega P4D y pierde

Hacia mediados de septiembre de 1 849 , Edgar pequeño y delgado (enano genial que derrotó a hom­
Allan Poe recibió una oferta para dirigir una revista. bres muy versados en juego tan singular) que movía
¿Un tal ofrecimiento para un hombre que además de las piezas.
mo strarse muy déb il físicamente , aparecía como un El 7 de octubre de 1 849 , casi tres año s después de
iluminado que perseguía fantasmas desde hacía vario s la muerte de Virginia Clemm , E .A. Poe apareció
años? Pues b ien , como producto de tal ofrecimiento , fuera de sí, ob nubilado , y expresando incoherencias,
Poe inició un viaje del que nunca regresaría. en un callejón cercano a una feria. Nadie relacionó
¿Se enteró acaso de que el autómata ajedrecista sus imprecaciones con el ajedrecista misterioso . Poco
se encontraba en la feria que con el fin de celebrar despué s fallecía. Su muerte aparece rodeada de ver­
las elecciones, se estaba presentando en ¡ Baltimore ! ?
güenza y oprobio . Su pueblo lo ha ignorado por más
BaltimOre había sido visitada muchas veces . . . de cien año s , así como se ignora a aquellos cuya vida
¿Poe fue descubierto al llegar a Baltimore por aque­
no aparece revestida de oropeles o que aparece reves­
llos que obtenían pingües ganancias en la feria, con el
tida de demasiados sueños.
artefacto genial y que se habían mostrado enorme­
En 1 905 , cincuenta y seis años después, moría
mente disgustado s, más de una década antes, y se sin­
Marcel Schwo h, y mientras alguien recordaba como
tieron amenazados por él y decidieron eliminar de
anécdota la pregunta que había manifestado año s
una vez por todas tan molesta presencia? Despué s de
atrás, el médico -que había llegado muy tarde- mur­
todo , a Edgar Allan, se le había visto en otras ferias. � .
muraba algo acerca de la incurabilidad de aquellos
¿Quizá Poe se abalanzó sobre e l muñeco gritando
no · sé qué cosas sobre la mentira y el castigo sobrena­ que no ponen suficiente atención a las cosas de este
tural que le es su correspondiente y descubrió al des­ mundo .
garrar las vestiduras qúe detrás de aquel disfraz sólo Al parecer sólo por azar podemo s encontrar el des­
había engranajes y no , como él afirmaba , un hombre tino que deseamos para nosotros.

Creadores
de los j u egos
M AG N ETRO N
Ten emos a
su d is pos i c i ó n
Ajed rez magné­
t i co p l a no
M AG N E T R O N
Ch i co :
M ed ia no y
G ra nd e :

Ta b l e ros magné­
t i cos m u ra l es
Pe d i dos: A l v a ro O b regó n 2 3 0-9
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29
Historia de Sonja

Con el título Una mujer ajedrecista. . . apareció por los años treinta un sugestivo libro
del qu e era au tora la campeona alemana Sonja Gra(. En él se dem ostraba la inquietud
de la mujer no sólo por la competición deportiva del ajedrez, sino tam bién por su
estudio analítico en el amplio campo de la teoría. Pero dejem os que la propia Sonja
nos cuente su s impresiones:
"Un día, tenía yo unos veintiún año s, al salir de compras pasé por delante de uno
de los cafés más conocidos de Munich, donde se juega el ajedrez . ¡ Qué a gusto m e
detuve delante! ¡ Aquel era m i mundo ! Me paré delante del gran ventanal q u e da a l a
calle y m iré . . . E n prim er plano un h om bre jugaba a l ajedrez c o n u n a jovencita, y
detrás del amplio local estab a lleno de ajedrecistas. Entonces observé a las personas y
me parecieron absolu tamente corrientes. La partida jugada precisam ente delante de mis
ojos, entre el hombre y la jovencita, m e cautivó tanto qu e mis facciones instintivamente
'
debían delatar todos mis pensam ientos. Cuando la mu chacha jugaba, a m i entender
catastróficam ente , dominaba los músculos de mi cara una rabiosa expresión de
desencanto, mientras que después de las buenas jugadas del hombre se podía leer en
mis facciones u na amigable expresión de asentimiento. Así estuve cerca de dos horas
y m edia delante de esa ventana, sin que en el mundo de mis pensam ientos existiera otra
cosa que el ajedrez. Repentinamente fui arrancada de mi observación. Un aj edrecista se
hallaba a mi lado disculpándose y aclaró que había comprendido, por mi actitud, 10
aficionada que yo era al ajedrez y que, por tanto , debía de entrar a jugar alguna
partida. Magnífico -pensé- o Mis deseos iban por fin a cumplirse. Al principio contesté,
titubeando, que no podía jugar porque solamente sabía 10 poco que había visto en mi
·
casa. Pero el ajedrecista insistió : -ahora debe u sted venir, hem os comprobado que le
gu sta el ajedrez y no la dejarem os ir. ¿ Qué podría, entonces, hacer? Le seguí al interior
del café, me buscó un contrario, del cual no tuve interés en saber quién era, y fue
cómico . . . le gané. Los aplausos parecían no querer tener fin. -Usted debe venir todos
los días -me dijeron- y puede llegar lejos en el ajedrez con sólo que 10 desee.

30 GAMBITO
historia de sonja

¿ Qué importaba la riña después de llegar cerca de cu�tro horas tarde a mi casa?
Mi decisión estaba tomada : yo tenía sufiéiente edad y decidí volver y dedicarme a mi
querido aj edrez . Cerca de nueve m eses estuve de esa fonn a en el Club de Aj edrez de
Munich, y ya d esd e las primeras semanas observé que un señor p arecía interesarse .
vivam ente por mi juego : c asi diariam ente e·staba allí, mirando mis partidas, a veces
durante horas, sentado a mi lad o y sin hablar. Aunque aquella persona no hab ia
importado , llegó un día que ocurrió lo contrario. Era m artes de Carnaval y yo llegué al
clu b disfrazada de botone s ; hab ía gran concurrencia y hube de enfrentanne con un
gran ñúmero d e rivales ; a uno tras otro fui dando m ate, con gran regocijo del público, y
tras esta "ex hibición" m e llam ó aparte el m encionado señ or que durante m edio añ o me
hab ía estado observando, y que resultó ser el Dr. Dyckoff. Se entabló el diálogo :
- J ovencita, ¿cuándo ha aprendido a jugar el aj edrez ?
- ¡ Nunca! -fu e m i pronta respuesta -o
- ¿Cuántos libros de aj edrez ha estudiado u sted?
- Pero , ¿es que existen libro s d edicados al aj edrez? -y solté una franca carcaj ada.
- Usted es ya un p equeño genio d el aj edrez y y o intentaré gustoso qu e sea una
m aestra mundial :
- M agn ífic o , ¡ gran m aestro !
- Por p oco m e da un síncope. Así se convirtió el doctor Dyckoff en mi profesor.
Me enseñó los principio s fundam entales d el Dr. Tarrasch . Un estilo abierto y libre,
en consonancia con mi temperam ento. Fue la base para mi enseñ anz a.
De esta m anera continu é con m ás entu siasmo asistiendo al Club de Aj edrez y en
mayo de 1 93 1 , ante el interés general, se concertó un camp eonato con la señorita
Muller, considerad a como la jugadora más fuerte de Munich, a la que gané p or 3-0,
abandonando después m i contrincante el encuentro. Com o en la segu nda partid a di un
m ate con dos caballos, parecido al de la partid a Marache-Morphy, desde entonces me
llam aron "la p equeña M orphy ". Según Goethe , cada uno debe elegir su héroe para
poder seguirle en el camino hacia el Olimpo . En esta época pude conocer, por
m ediación de mi m aestro al Dr. Tariasch , a quien verdaderam ente le debo mucho.
Casi diariamente fui a su clu b , el Rats Café , y durante varias horas, este señor que tenía
unos setenta años, analizaba en fonna humorística para enseñarnos. Era un sistem a
p edagógico efectivo, pues se ap rendía sin cansancio todo lo que él explicaba en forma
tan interesante. Me p arece verlo aún en su rincón. Ten ía, ciertam ente, un pequeño
núcleo de discípulos que le rodeaban diariamente y que le fuero n fieles hasta su
mu erte. "Señora Graf -me hab ía dicho- tiene usted talento y condiciones. . . ¿Por
qué no estudiar aj edrez? "

31
Un di ario a la medida de su tiempo

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32 GAMBITO
El ajedrez hecho realidad

Alicia a través
del espejo
Sergio Jaber Ferretis

Añeja e interesante es la polémica que


en torno a Lewis Carroll, seudónimo
de Charles Dogson ( 1 832- 1 895) se ha
generado en diversos campos del que­
hacer cultural. Han participado filóso­
fos, matemáticos, pedagogos, escrito­
res, lógicos, linguistas, políticos, histo­
riadores y dos que tres ociosos del
pensar. . . pero en fin.
Si bien es cierto que en el centro de
la mesa de debates se ha colocado pri­
mordialmente la aparente contradic­
ción de su p ersonalidad , en tanto bur­
gués conservador, diácono de la iglesia
protestante, profesor convencional y
aburrido de matemáticas en la Univer­
sidad de Oxford y de lógica fonnal
en Lady Margaret Hall y en la High
School de Oxford, también el que es
autor de Alicia en el país de las mara­
villas, Silvia y Bruno, y de Alicia a
través del espejo literatura para nmos
I 1
inscrita y amena protagonista volun-
q'
taria del llamado non sense , ue limi­
tadamente p odem os traducir al espa­
ñol como "cosas sin sentido ", que tan­
to interés despertara en los surrealistas',
en los p oetas dadaístas, en André Bre­
tón : "El sinsentido de Lewis Carroll

33
alicia a través del espejo
extrae su importancia del hecho de que ALICIA A TRAVES DEL ESPEJO
constituye para él la solución vital de
una profunda contradicción entre la ROJO
aceptación de la fe y el ejercicio de
la razón, por una p arte . Por otra, en­
tre una aguda conciencia poética y los
rigurosos deberes profesionales. La
particularidad de esta solución subje­
tiva es el doblarse en una solución ob­
j etiva", precisamente de orden poético :
el esp íritu , ante cualquier clase de difi­
cultad puede encontrar una salida ideal
en el absurdo. "
Entonces ¿ es o no es? , se convirtió z
en la pregunta fácil. Se puede ser uno
y el m ismo, cuando además se es autor
de Fórmulas de trigonometría plana, a b c d e f 3 h
Tratado elemental de las determinan­
tes, El libro V de Euclides. tratado de BLANCO
un modo algebraico.
Planteado de esta manera, cierta­ El peón blanco (Alicia) juega y g�na
m ente son paradójicas y hasta contra� en once m ovimientos.
dictorias las "facetas" de la persona­
lidad de Charles Dogson, tanto como 1 . Alicia se encuentra con la reina roja.
las de su obra. Pero ¿lo son en verdad? 1 . La reina roja se dirige a la cuarta
casilla de la torre del rey.

2. Alicia atraviesa (p or ferrocarril) la


tercera casilla de la reil\a. Y llega a la
cuarta de la misma (tararí y tarará).
2. La ·reina blanca sigue a la cuarta ca�
silla del alfil de la reina (tras de su
mantón).

3. Alicia encuentra a la reina blanca (y


a su mantón).
3. La reina blanca sigue a la quinta ca­
silla del alfil de la reina (y se con­
vierte en una oveja).

4. Alicia a la quinta casilla de la reina


(tienda, río, tienda).
4. La reina blanca a la octava casilla del
alfil del rey (dejando a Humpty
Dumpty).

5. Alicia entra en la sexta casilla de la


reina (Humpty Dumpty).
5. La· reina blanca pasa a la octava casi­
lla del alfil de la reina (huyendo del
caballo negro).
34 GAMBITO
alicia a través del espejo
6 . Alicia sigue a la séptima casilla de la
reina (bosque).
6. El caballo negro a la segunda casilla
del rey {jaqueJ.

7. El caballo blanco captura al caballo


negro .
7. El caballo blanco a la quin ta casilla
del alfil del rey.
8 . Alicia a la octava casilla de la reina
(coronación).
8. La reina roja a la casilla del rey ( exa­
men).

9. Alicia se convierte en reina.


9. Las reinas se enrocan.

1 0. Alicia se enroca ( festín) .


1 0. La reina blanca a la sexta casilla de
la torre de la reina (sopaJ.

1 1 . Alicia captura a la reina roj a y ga­


na.

Resulta que Alicia a través del espejo tal Y com o lo olvidam os mientras
-obra de carácter literario interm edia vivim os.
entre En el pa ís de las maravillas y Sil­ Lewis Carroll tiend e a rep osar so­
via y Bruno , considerada com o conti­ bre la lógica y es entonces cuando em­
nuación de la primera sin serlo en el pieza a jugar y el escenario cobra vida,
sentido ortodoxo, p ero sí en cuanto a así com o Alicia es un p eón suj eto a
estilo y forma, aunque la supera en m a­ las reglas, todas las piez as del juego
durez literaria y estilística- está es­ cobran vid a y se "salen " de los límites
tructurada sobre una p artida de aj e­ del aj edrez p ara profundizar en su
drez . esencia. ¿ La vida es un aj edrez o el
Alicia es un p eón colocado en su aj edrez es la vid a? No importa, lo que
lugar de origen y cada uno de los cap í­ cuenta es la interrelación. La lógica no
tulos del libro es una jugada sobre el es concebible sin el absurd o ni vicever­
tablero, al final el p eó n se promueve sa, y m ás allá de esto la verdadera ri­
convirtiéndose en reina, p ara p oco d es­ queza se encuentra en la convivencia,
pués de la fiesta de coronación captu­ en cómo se ayudan , cómo se abren o
rar a la reina n egra y ganar la partida. cierran el paso y en cómo las infinitas
¡Un esquem a tan simple como apren­ posibilidades de su interacción gene­
der a jugar aj edrez ! ran un mund o m aravilloso . En este
Todo esto transcurre en un mundo contexto Alicia (peón) conoce a la
p oblado d e m agia y encanto, d e im agi­ reina y sabe que en su mundo se pue­
n ación, poesía y non sense, mientras de correr muy rápido y que incluso
el tex to se desliza suavem ente p or la es necesario avanzar m ás y más aprisa
lógica fonnal d el j uego y llega a hacer­ p ara penn anecer en el mism o lugar,
nos olvidar que jugam os al aj edrez , y sin embargo aunque ella no lo sepa

35
alicia a través del espejo
no hay contradicción con las reglas del
juego y, por ende, tampoco con la ló­
gica: también en el ajedrez los perso­
naj es tienen un carácter dual, estáticos
a la vez que dinámicos, y la reina goza
de un desplazamiento potencial tan
fuerte que de hecho está en todos la­
dos con estar simplemente. Alicia co­
noce también la capacidad que tiene la
reina de que la m emoria funcione en
dos sentidos, es decir, ella puede recor­
dar el futuro ( ¿non sense?) : las piezas
de aj edrez viven tanto hacia adelante
como hacia atrás y esto vale para su
desplazamiento sobre el tablero, como
para el tiempo en que actúan, tan im­
portante dentro del juego.
No , no existe contradicción en Le­
wis Carroll, su mundo cobij a y alienta
la lógica y el absurdo más las posibili­
dades de ser que generan sus vínculos.
Hay que agrandar el panorama, verlo
desde más lejos y a la vez más cercano .

. . . y aunque la sombra de un suspiro


quizá lata a 10 largo de esta historia,
añorando esos "alegres días de un estío
de antaño"
y el recuerdo desvanecido de un verano
ya pasado . . .
no ajará con su infeliz aliento
la gracia encantada de nuestro cuento.

La última estrofa del poema intro­


ductorio de Alicia a través del espejo, dee conocidos como Tararí y Tarará
marca un tono nostálgico y m elancó­ instalados en la futilidad hasta que . . .
lico que, amén de la simpatía, la gracia La fauna, la flora, los personajes, las
y el profundo sentido del humor del piezas de aj edrez, el tablero, todo se
autor, se mantiene a lo largo del libro . conjuga o se conjuega mágica y lógica­
Alicia encuentra a través del espej o mente y al final ' Alicia duda sobre si
metáforas y paradojas, conoce leyen­ ella es parte del sueño del rey negro, co­
das y tradiciones como por ej emplo de sa harto preocupante, o si es ella quien
Humpty Dumpty, el famoso huevo soñó aquel divertidísimo viaj e a través
sentado en lo alto de un muro, incons­ del espejo y Charles Dogson se lava las
ciente de su fragilidad, fatuo y vanido­ manos haciéndonos la pregunta a nos­
so, alegoría de ciertos políticos ; se otros.
topa también con el eterno combate Parafraseando el cuento de Enrique
entre el león y el unicornio, graciosa Anderson 1m bert"La locura juega al
analogía también de corte político ; ajedrez " : en Alicia a través del espejo
llega a casa de Tweedledum y Tweedle- el aj edrez juega a la locura.

36 GAMBITO
Ajedrez y computación

Hombres y máquinas
Mauricio Osorio

tes secuencias de movimientos que


empiezan con la posición inicial
y que una computadora extrema­
damente rápida (en 1 950, asi que
ahora sería extremadamente lenta,
pero aún así vale la comparación)
requeriría más de 1 0 a la 90 años
para examinarlas y seleccionar su
primer movimiento .
Asi, l a computadora debe con­
formarse con calcular algunos mo­
vimientos adelante y '�uzgar" qué
movimiento le combiene realizar.
El "juzgar" es una parte que con­
vierte al ajedrez en un problema
muy importante para la computa­
"
ción. Ya la palabra misma nos su­
giere una capacidad que nunca
antes le habíamos otorgado a má­
quina alguna :' la inteligencia.
Es muy común atribuirle a una
El ajedrez en muchos sentidos todas las posibles combinaciones persona cierta inteligencia por el
puede considerarse �l problema por de una posición dada y siempre simple hecho de que juegue bien
excelencia. Las reglas son bien puede hallar la mejor jugada po­ al ajedrez. As� también el ajedrez
definidas, incluyendo las defini­ sible. Sin embargo es usualmente puede considerarse como un ter­
ciones de ganar, perder y tablas. imposible revisar todas las varian­ mómetro (con todas sus reservas)
No hay elementos fortuitos; por tes hasta sus últimas consecuencias en el desarrollo de la "inteligencia
decirlo de alguna manera todas por el tremendo número de éstas. artificial" en la ciencia de la com­
las cartas están sobre la mesa. Es Para darnos una idea Claude Sha­ putación.
un juego de perfecta información. nnon (posteriormente nos referire­ Por este motivo fue que · Artur
En teoría, dado suficiente tiempo, mos a él) calculó que hay aproxi­ Clarke en su famosa novela de
una computadora puede examinar madamente de diez a 1 20 diferen· ciencia ficción 2001. Odisea del
37
hombres y máquinas
espacio menciona que Hall 9000 ¿ Cuál a sido el avance en los 20. ASD AxC
(la computadora en la novela) era programas de ajedrez? Claude 21. AXA DXP
capaz de vencer a sus tripulantes Shannon en 1 950 publicó 10 que 2 2. R2D C3R
en ajedrez (aunque en ocasiones a sido reconocido como el funda­ 23 . T4C C5D
se dejara ganar, para no lastimar mento en ajedrez computarizado 1 24 . D 3D C4C
el orgullo de sus contrincantes) . aunque él nunca escribió un pro­ 25. A3C D3T
Por cierto Hall era una computa­ grama de ajedrez. ParalelameGte 26. A4A A4T
27. T3C D 5T
dora heurística y por "método Alan Turing publicó un artículo
28. B xN DxA
heurístico " se entiende cualquier sobre automatización de la estra­
29. D xP TID
estrategia o mecanismo en gene­ tegia de ajedrez, el cual tiene gran­
3 0. ABANDONAN
ral que limite drásticamente la des coincidencias con las ideas de
búsqueda Id e soluciones en proble­ Shannon. Ambos son figuras de
mas grandes. No se garantizan so­ gran reconocimiento en el desa­
luciones óptimas, de hecho ni si­ rrollo de las ciencias computacio­
quiera se garantiza siempre una nales. Turing presenta en su artí­
solución, tan sólo se garantizan culo una partIda que el jugó (utili­
soluciones que son suficientemen­ zando estrictamente su método
te buenas en la mayoría de lo s ca­ expuesto y haciendo sus cálculos
sos. a mano) contra un oponente hu­
mano de muy bajo nivel.
Reproduciremos la partida por
ser quizá, la primera entre un hu­
mano y una máquina hipotética
(excluyendo las partidas de la má­
quina mecánica Turk 2 por haber
sido un fraude).

Blancas: Simulación manual de


Turing
Negras : Oponente humano

1. P4R P4R
Las ideas de Shannon y Turing
2. C3AD C3AR
motivaron a muchos grupos en los
3. P4D AsC
finales de los 50. El grupo de Los
4. C3A P3D
5. A2D C3A
Alamas formados por James Kis­
6. P5D CsD ter, Paul Stein , Stanislaw Ulam ,
7. P4TR AsC Wi1liam Walden y Mark Wells
8. P4T CxC+ fue el primero en reportar su tra­
Actualmente ya hablamos de 9. PxC A4TR bajo en 1 957. Su programa fue es­
computadoras heurísticas de pro­ 1 0. A s CD+ P3A crito para la Maniac 1, una compu­
pósito particular, el ejemplo típi­ 11. PXP O-O tadora Univac localizada en los la­
co son precisamente las compu­ 1 2. PxP TIC
boratorio s científicos de Los Ala­
1 3. A6TD D4T
tadoras de ajedrez, aunque una mas. Este programa no jugaba el
14. D2R C2D
computadora heurística de propó­ ajedrez común , sino uno en un ta­
1 5. T 1 CR C4A
sito general como Han se halla aún blero de 6 x 6 sin alfiles y sin peo­
1 6. TsC A3C
en la ciencia ficción. 1 7. AsC nes. Posteriormente se reportó un
CxP
De esta manera "juicios" y "heu­ 1 8. 0-0-0 C4A programa que jugaba el ajedrez
rismos" son los dos aspectos bási­ 1 9. A6A T I A- l A completo desarrollado por Alex
cos del ajedrez, como problema Bernstein , Michael de V. Roberts,
computacional de gran trascen­ Thomas Arbuckle y Martin A. Bel­
1 Claude, Shannon, Programming a
dencia y que se mantienen relacio­ sky. El programa fue escrito para
digital computer for playing chess, Phi!.
nados , pues los heurismos usanjui­ Mag. 4 1 , 3 56-3 7 5 ( 1 950). la IBM 704 , una de las últimas
cios y estos a su vez pueden recu­ 2 Monroe Newborn, Computer en las series de IBM con t ubos al
rrir a heurismos . chess, ACM Monograph Series. vacío.

38 GAMBITO
hombres y máquinas
M uchos programas surgieron y 4. D3D C3A Blancas: Chess 4.7
el desarrollo tecnológico permitió 5. C3AD P3CR Negras : David Levy
aumentos considerables en la velo- 6. C3A P3D
cidad de ejecución:así como la re- 7. A4A P4R 1. P4R P4R
8. A3C P3TD 2. C3AR P4AR
ducción en espaciú y precio de las
9. 0-0-0 P4CD 3. PxP PSR
computadoras 10 que permitía ma-
1 0. P4TD A3T+ 4. CSR C3AR
yor acceso a éstas en el desarrollo
11. R1C P 5C 5. C4C P4D
de programas , 10 que culminó en 1 2. DxPD A2D 6. CxC+ DxC
las actuales máquinas que juegan 13. A4T A2C 7. D ST D 2A
ajedrez que se pueden conseguir 14. C5D CxP 8. DxD+ RxD
por unos 30 dólares y que son del 1 5. , C7A+ DxC 9. C3A P3A
tamaño de un ajedrez magnético 16. DxD C4A 1 0. P3D PxP
portátil. 1 7. D 6D A l AR 1 1. AxP C2D
Para que el lector juzgue por sí 1 8. DSD TIA 1 2. A4AR C4A
1 9. DxC6A+ TxD 13. P4CR CxA+
mismo el avance en los programas
20. T8D++ 1 4. PxC A4A
de ajedrez reproduciremos 4 parti-
das una de cada década (50, 60, 1 5. O-O P4TR
Partida jugada en 1 9783 1 6. C4T ASD
70 y 80) .
1 7. A3R A4R
Partida en 1 95 8
David Levi (Maestro Interna- 1 8. P4D A3D
cional) gana un match a Chess 4.7 1 9. P3TR P3CD
Blancas: Programa de Bemstein 20. T1A1R A2D
por 3.5 a 1 .5 , sin embargo Chess
Negras : Oponente humano 21. C3A PxP
4.7 logró una victoria en una par-
22. PxP TST
tida que puede considerarse memo-
1. P4R P4R 23 . P3A TITIT
rabIe por la calidad del adversario.
2. A4A P3CD 24 . RIA A6C
3. P3D C3AR 25. T2R AlA
4. A 5 CR A2C 26. R2C A3D
5. AxC DxA 27. A1C T6T
6. C3AR P3A 28. T1TIR T6C+
7. O-O P4D 29. R 2A T I T6T
8. PxP PxP 30. T3R A3T
9. A5C+ C3A 31. C2R AxD
1 0. P4A PxP 32. T 1 xA P4A
1 1. AxC+ DxA 33. P4A TxT
1 2. PxP PSR 34. TxT TST
13. C5C D3C 35. R3C T8T
14. C3TR P6R 36. A2A T 8D
1 5. P3A A4A 37. T3T PxP
1 6. T1R O-O 38. TxP+ RIA
17. C3A P7R+ 3 9. T 7D T6D+
1 8. C2A AxP 40. R2C A4A
1 9. P3CR PxD=D 41. TxPD T7D
20. C3AxD D7A 42. P4C AxP
21. P3C T I T - ID 43. T8D+ R2A
22. P4TR 44. T7D RIA
RxC
23 . ABANDONAN 45. TxPD T7C
46. R3A A4A
Partida en 1 967 : 47 . T 8D+ R2R
48. A4T+! R2A
49. P5C P3C
Blancas: Mac Hack Six
5 0. T7D+ RIA
Negras : Oponente humano (pun- 51. PxP RxP
tuación USCF : 1 5 1 0) 52. PSA T6T+
53 . R4C T5T+
1. P4R P4AD 3 El match completo se halla en: 54. R5T T5D
2. P4D PxP Ajedrez en México 1 9 78, nov-dic., 55. T7AD A2R
3. DxP C3AD núm. 9. 56. P6A ABANDONAN

39
hombres y máquinas
Me inclino a creer que para la
siguiente década las computadoras
podrán jugar a un nivel de Maestro
Internacional.
He oído en más de una ocasión
la opinión de que las computadoras
jamás podrán superar a los huma­
nos en ajedrez bajo el supuesto de
que ellas son creación de los hu­
manos y por esto no podrán re­
basar las capacidades de sus crea­
dores. Mi opinión es que el motivo
supuesto no tiene mucho sentido
y quisiera analizar someramente di­
cha proposición .
Primero , aceptemos que el aje­
drez es una actividad específica.
La proposición nos dice que las
máquinas no pueden superar a los
humanos en actividades específi­
cas, 10 cual es absolutamente fal­ trónica en operaciones aritméticas. Cuando menos veo que ese
so , como se puede constatar uti­ -No me refiero a este tipo de punto esta colocado arbitraria­
lizando una simple licuadora. operaciones -me diría- sino a ac­ mente (y si no, ¿cuál es la referen­
Momento -quizá me indique tividades mentales inteligentes. cia?) y más bien sentimos que está
algún partidario de la proposición­ Ahora yo estoy en problemas aún muy lejos de nosotros, 10 cual
nos referimos a actividades menta­ pero más que nada por lo compli­ es cierto, pero suponer que no nos
les. cado del significado "inteligente", superará no deja de ser una apre­
Le sugeriría yo entonces com­ pero quizás estemos de acuerdo en ciación intuitiva, y muchas de nues­
pita con alguna calculadora elec- que hay actividades que requieren tras apreciaciones intuitivas han
distinto nivel de inteligencia e in­ bloqueado el desarrollo científico.
cluso distinta calidad. También es posible que Cutie
En la escala de niveles de inte­ (robot de la novela de ciencia fic­
ligencia el ajedrez está en un pun­ ción Yo, robot de Isaac Asimov)
to en donde hay actividades me­ tenga razón cuando creyéndose
nos y quizá más inteligentes. superior a los humanos argumenta
En esta escala las comijutado­ "que partiendo bajo el supuesto
ras han ido superándose, y por de que ningún ser puede crear un
.ejemplo existen programas que de­ ser más perfecto que él" concluye
muestran teoremas en algunas áreas diciendo: "El Señor creó al prin­
de las matemáticas, existen siste- cipio el tipo más bajo, los huma­
. mas expertos que nos guían en dis­ nos , formados más fácilmente. Po­
tintos aspectos que tradicional­ co a poco fue reemplazándolos
mente se consideraban exclusiva­ por robots , el siguiente paso, y
mente humanos, como reparacio­ finalmente me creo a mí, para ocu­
nes mecánicas, diagnósticos médi­ par el sitio de los últimos huma­
cos, etc., y en el mismo ajedrez nos. A partir de ahora sirvo al Se­
cada vez demuestran un nivel más ñor".
fuerte ; así que la proposición se Pero la proposición de Cutie
convierte en algo así como : las (de la que me abstengo comentar)
computadoras no pueden superar no es la misma que la proposición
a los humanos en una actividad discutida.
mental que requiere cierto grado De cualquier manera, por lo
de inteligencia en el punto arbi­ pronto prefiero dejar a Cutie den­
trario que llamamos ajedrez. tro de la novela.
40 GAMBITO
Byrne, Korchnoi, Larsen, Spasski

Partidas selectas
Ricardo Valle Romo

ventajosa para el blanco. Pero Korchnoi había


B LANCAS : preparado algo . . .
W I L L I A M LOM BA R D (SU I ZA )
5. Ce2 . . .
N E G RAS :
V I CT O R KOR C H N O I (SU I Z A ) Para luego 6. a3 y no doblar peones.
Suiza, 1 978 5. Aa6
l. d4 Cf6
e6 " ¿ Qué importa eso?", dice Korchnoi.
2. c4
3. Cc3 Ab4
6. Cg3
Queda planteada así la defensa Nirnzoindia;
se distingue por la tensa lucha por la posesión Decidiéndose, en vista de la "diversión " late­
de la casilla e4, y contrasta con la defensa Orto­ ral del negro, por dominar e4.
doxa del Gambito de Dama ( 1 . d4, d5; 2 . c4, 6 . o-o
e6) por la variedad de posibilidades en la futura 7 . e4 Cc6
formación d e peones.
Con esto puede uno darse cuenta de la flexi-
4. e3 bilidad de esta defensa. Ahora la idea va a ser
bloquear al AR blanco.
El esquema de Rubinstein, reconocido como
el ataque más apropiado para combatir la de- 8. Ad3 e5
fensa Nimzoindia.
Si 8 . . . Cd4; 9. Da4 gana inmediatamente
.

4. b6 (9 . . . . Ac3; 1 0 . bc3 atacando el caballo y el


alfil).
Entrando a una línea que incluso el mismo
Informador ajedrecístico yugoslavo juzga como 9. O- O
41
partidas selectas

Después de la p artida aquí se recomendó 9. " ¿ Sí?", p reguntó Korchnoi.


d5 p ara zgualar, ya que con esta variante el
blanco ya no obtiene ventaja. El t'nformado r 10. Da4
nos indica 9. . . . Cd4 pierde ( 10 . Da4, Ac3 ;
1 1 . b c3 amenazando dos piezas ) . " ¡Sí! ", contestó Lombard.

9. Cd4!? 1 0. Ac3
11. bc3

¿y ahora?
8
11. . . . Ce6 1 !
7

6 y el blanco no p uede capturar en a6 p ues el


cabalIo negro va a c5 y recupera. Pero. . .
5

12. Aa3

"Ya no hay Cc5 , Victor. "


z
12. . . . Ab 7 ! !

a b c d e f 3 h " ¿y qué m ás da? "

No Je r i n da . . .
C as a del Ajedrecista
Todo po ro A J E DREZ

E D I F . M . L E R DO DE T E J A DA

LOCAL N o . 1 3

TLAT E L O L CO

M E X I C O 3. D F .

5 97-13-95
5 97-1 3-23

42 GAMBITO
partidas selectas
1 3 . Af8 Df8 Ahora los holes! son de color negro .

i Ocho peones del negro, ni más ni menos! 28. c5 Dc5


29 . Da4 Df2
1 4 . Dc2 Cf4
1 5 . f3 Dc5 iOcho p eones !

El primer ataque del juego. 30. Tfl Dg3


3 1 . Tb3 Dg5
1 6 . Rh 1 Aa6 3 2 . Te 1 Ch5

y vuelve la burra al trigo . . . Aprovechando las debilidades que hay en el


camp o del primer jugador.
1 7 . Tfe 1
3 3 . Dg4 Cg3
Cuando no sepas qué hacer, hazle otro hue­
quito al alfil. El segundo jaque (intermedio, por cierto ) .

17. . . . Cd3 3 4 . Rh2


3 5 . f4
Termina de debilitar todas las casillas de co­
lor blanco del primer jugador. i Ocho !

1.8 . Dd3 Ac4 3 6 . Dg5 Dg5


1 9 . Dd2 ? ! 3 7 fg 5
. Cf5
3 8 . Rinden
El blanco deb e in ten tar empatar ( 1 9. De3
¡y se quedó con los ocho peones ! ¿N o es es­
daría más oportunidades ) . to raro y bello a la vez?
19. Ae6
20 Cf5 Af5 B LA N CAS :
2 1 ef5 d6! A R T U R O PO M A R ( E S P A Ñ A )

i Ocho peones del negro ! N E G R AS :


BENT L ARSE N ( D I N A M ARCA)
22 . Tab 1 a5
23 c4 España, 1 9 7 5

"Te cambio los p eones c , Víctor", dice Lom- l. d4 f5


bardo
La defensa Holandesa, la cual, al igual que la
23 . . . . Te8 Nimzoi'ndia, lucha por el dominio de la casi­
lla e 4, pero agregando una p ieza (el peón f)
" i Nein ! ", dice Korchnoi. (no ) a este dominio, si bien debilita el flanco de rey.
Como se verá más adelante, esta defensa da lu- .
24. Db2 h5 gar a juegos muy agresivos, si el blanco no sabe
25 . Db 5 Dd4 contrarrestar .
26. Dc6 Te7
27. h3 ? h4 ! 2. Cc3
43
partidas selectas

¿Qué va 'a ser esto? ¿Una Siciliana para zur­


dos?

2. d5

Todo parece indicar que se foonará una posi­


ción Stonewall con c6 y e6 , pero Larsen no tie­
ne tal intención.

3. f3 ? !

Este peón n o debe intervenir en la lucha. En


vista d� d5 Y f5 del negro es mejor aprovechar
el hole! de e5 y jugar 3 . Af4 o 3 . Cf3 .

3. c5 !

Larsen no quiere cerrar el juego, y encuentra


un plan lleno de imaginación. Aparentemente
se "olvidó" de e4. . .

4. e4 e5 !

¡Hermosa posición! ¿Alguien había visto


"La defensa de los cuatro peones"?

5. Ab5+ 8. fe4
9. fe4 Cgf6
Un jaque que no decide nada. El blanco tie­
ne la esperanza de quedarse en el dominio de ¿Qué logró Larsen? "Nada más " aislar el
algunas casillas centrales, y además, enrocarse. peón e blanco, poner ' sus peones "por pareji­
5. de5 o 5. dc5 son contestadas con 5. . . . d4 tas" y asumir la iniciativa.
seguida de 6. . . . fe4 ; 5. Cd5 se contesta con
5. . . . cd4, con la ulterior amenaza 6 . . . . fe4 y 1 0. Ag5
el cuaco blanco está bailando. Por último, cap­
turar con el peón e, pierde un peón sin com­ ¿Qué más se puede hacer para no perder el
pensación. Nos quedamos en el jaque. ¿Qué hi­ peón e?
zo Larsen?
1 0. . . . Da5
5. Ad7
Se quita la clavada y mete a su dama . en el
6. Ad7 Cd7
meollo del asunto.
Con las mismas amenazas. 1 1 . Ad2 Dc5

7. cd5 cd4 Sigue amenazando lo que sigue amenazando


8. Ce2 y esto, precisamente , es lo que quiero decir.

No puede 8. ef5 por 8. Da5, ganando una 1 2 . C :f6


pieza. 1 3 . Cg3
44 GAMBITO
partidas selectas
y si 1 9 . . Ce7. 20. O-O ! Y ¿Cómo se para
.

8 2 1 . Tf7?
7 Cf4!
1 9. . . .
6
Pues muy sencillo. ¡Amenazando a la dama ,
5 con mate fulminante !

2 () . Dc4 R :e7
2 1 . Abandonan

Ante el menor descuido del contrario, asu­


mir la iniciativa inmediatamente. Larsen es un
a b c d e f g h estupendo táctico que vale la pena estudiar.

¡Genial! Al haber simplificado, no hay nin­ B LANCAS :


gún tipo de amenaza, y el rey negro puede que­ R O B E R T B Y R N E ( E ST A D OS U N I D OS)
darse de ob servateur en el centro del tablero.
Es más importante en este momento el ataque NEGRAS :
triunfal. BO R I S SPASSKY ( U N I O N SO V I E T I C A )

14. Df3 Torneo de Candidatos, Puerto Rico , 1 9 74

¿Qué se puede hacer para no perder el peón? 1. e5 e5


Desesperación pura. Si 1 4. h4, Dc6 ! , tampoco se 2. Cf3 Cc6
resuelve nada. . . ( 15. O-O Ce4� 1 6. Tel, Cg3 ; 1 7. 3. Ab5
Te5, Rf7; 1 8. Del,Ad ! ). Así que. . .
La Ruy López o apertura Española, la más
14. h4 consistente y agresiva apertura contra el 1 . . . .
15. Ce2 Dc2 e5 negro.
¡y ahora pierde dos peones !
3. a6
16. Df5
La defensa de Morphy. Es flexible, y además
Tratando de coy otear, pero. . . obliga al blanco a tomar una decisión.

16. De4 4. A a4
17. De6 Ae7 !
1 8 . Ab4 Continuando con la presión. El alfil de Ruy
López cumple con su misión.
¡ Qué buena compensación! Hay ataque por
dos peones menos, pues el rey negro está en el 4. Cf6
centro, y el rey blanco ya se va.
Contraatacando en el centro. Lo más usual,
1 8. . . . Cd5 pues es lo más activo.

Esto se resuelve, con estilo elegante� - 5. O-O Ae7

1 9. Ae7 La defensa "cerrada " del Ruy López.


45
, partidas selectas
6. Te! b5 1 5. Ag7
16 a4
El blanco ya amenazaba 7 . Ac6 .

7. Ab 3 La jugada 1 6 . Ab 2 iguala. En cambio 1 6 . d5


es inferior ( 1 6 . . . Cb 6 ; 1 7 . Ae3 , Tc8 ; 1 8 . Dd2 ,
y sigue presionado el nunca b ien ponderado c6 ; 1 9. dc6 , Tc6 ; 2 0 . Tacl, Dc7 ; 2 1 . Ab l, d 5 , en
"alfil b ueno " _ La diferencia entre la Ruy López la partida Mart ínez-Spassky, San ] uan, 1 9 7 0 , o
y la apertura Italiana ( 1 . e4 , e 5 ; 2. Cf3 , Cc6 ; 3 . 1 7 . De 2 , c6 ; 1 8 . c4 , cd5 ; 1 9 . cd5, Cfd5 con la
Ac4) es que y a s e logró debilitar e l flanco de po sterior 20 . . . e4; como en Unzicker-Tal,
dama negro (las formaciones con a6-b 5 -c7 -Cc 6 R FA-URSS , 1 96 0 )
no son recomendable s ) .
16 . . . . d5
7. d6
8. c3 O-O Aprovechando la madurez de su pos ición pa­
9. h3 ra rom per en el centro .

Antes de d4, con mayor movilidad, el blanco 1 7. de5 C:e4


evita el Ag4 negro.
Otras jugadas son inferiores ( 1 7 . . . ce5 ; 1 8 .
9. Cb 8 Ce 5 , Te5 ; 1 9. f4 , Te 8 ; 2 0 . e5! )

Con esto se mICIa la defensa Breyer, que 1 8. Ae4 de 4


"aparentemente" pierde un tiempo , con respec­ 1 9. Ag5
to a la defensa Chigorin ( 9. . . Ca5 ; 1 0 . Ac2 ,
c5 ) ; sin emb argo , coloca de una manera m ás só­ Pues si 1 9. Ce4 , Ce 5 , con cierta ventaja del
lida las piezas, y sin perder ese tiempo , como se negro . Spassky se distingue por su brillantez
. y
verá más adelante. agresividad, que afloran aquí.

10. d4
1 9. . . . e f3

Otra posib ilidad es 1 0. d3, que evita e l retro­


A cambio de do s piezas por la dama, t o das
ceso del alfil de b3 a c2 .
sus piezas forman una m aquinaria perfecta y
letal. 1 9 . . . Dc8 o 1 9. . . f6 bastaban para igua­
10. Cbd 7
lar. ¡ Pero se trata de Boris Spassky!
11. Cbd2 Ab 7
12. Ac2
20. Ad8 Tad8
y el alfil tiene que regresar para poder jugar 21 . ab 5?!
Cfl-g3 -f5.
J ugada débil. Lo más activo parece ser 2 1 .
12. . . . Te8 e 6 , Ce5 ; 2 2 . ef7 , Rf7 con juego incierto ¿Qu�én
gana?
Para conso lidar la posición con Af8 , g6 , Ag7 _

21 . Ce5
13. Cf1 Af8
22. ba6
1 4. Cg3 g6
1 5. b3
No se puede quitar la dama por fg2 amena­
Parece mejor b 4 , e impedir 1 5 . . . c5 zando Cf3 , y el negro gana.

GAMBITO
46
partidas selectas

22. Tdl 34. Rfl Rf8


23 . Tedl Aa8 35. Ce2 Ch2
24. gf3 Cf3 36. RgI Cf3
25. Rfl Ac3 37 . Rfl Ae4
38. Ta2 Ch2
. 39. RgI Cf3
8 40 . Rfl Ch4
4l . Cf4 Af3
7
42 . Td3 g5
6 43 . Ce2 Ag2
44. Rel Cf3
5
45. Rdl Ce5
46 . Tc3 Ad5
47. Td2 Ac4
48. Ta3 Ta8
Z 49. g4 gf4
50 . Cf4 Ta6
5I . Ta6 Aa6
a b e d e f 3 h 52 . Cd5 Ac4
53 . Cb6 cb6
y el blanco pierde. La partida continuó : 54. Td6 b5
55. Rd2 Cg6
26 . Tacl Cd 2 56 . Re3 h5
27 RgI Aa5 57. Abandonan.
28. b4 Cf3
29. Rfl Ch2 Tremenda demostración de fuerza. Spassky,
30. RgI Cg3 en ese torneo, se anotó una victoria de 4.5 a
31. Rfl Ab6 1 .5 puntos sobre Robert Byrne (tres ganados
32. Tc 2 Ch2 y tres empates). Otro buen ejemplo de golpes
33. RgI Cf3 táctz·cos.
47
Ecos del Grand Prix
Internacional Montetaxco
Humberto Morales

El campeonato abierto de Monte­ Que haya logrado 6.5 de 7 pun­ análisis de la psicología de los con­
taxco reunió un fuerte grupo de tos posibles, me deja muy satisfe­ trarios más el grado de preparación
jugadores mexicanos y se caracte­ cho con mi actuación . Sin embar­ teórica de cada uno de ellos res­
rizó por una cerrada lucha desde go , debo decir que maniobras de pecto a ciertas "líneas sorpresa".
la tercera ronda . Lo anterior pare­ handicap en las últimas rondas Aunado a lo anterior, el espléndi­
ció motivado por el hecho de que ayudaron considerablemente a lo­ do clima taxqueño permitió un
fue la primera vez en mucho tiem­ grar este resultado contundente buen ambiente intelectual pro­
po que la bolsa de los premios re­ (Navarro y Acevedo quedaron en picio para la pelea por los sitios
sultó lo suficientemente atractiva segundo-tercero empatados con de honor.
como para olvidar las clásicas ta­ 6 puntos cada uno). El handicap La sexta ronda es un buen ejem­
blas de las rondas intermedias. se explica por la combinación del plo de lo que acabo de explicar:
mi contrario , Kenneth Frey , (MI Y
cocampeón de México el año pa­
sado) se encontraba medio punto
abajo de mí y era el gran favorito
del evento . Su malograda partida
con Leal (también fue cocampeón
del Nacional Abierto) por poco lo
pone contra la pared . Por otro la­
do , mi estado
I
psicológico era ex-
celente, pues en la qumta ronda

había derrotado al otro MI del tor­


neo y segundo favorito : Denis
Verduga (campeón nacional del
Ecuador muchos años, hoy natu­
ralizado mexicano) . La presi6n en
nuestra partida era mayor para . él
y además yo llevaría las piezas
blancas. Norma1mente acostum­
bro jugar con blancas esquemas de
Inglesa, Peón dama, Reti. Frey es­
taba seguro que plantearía alguno
48 GAMBITO
ecos del grand prix internacional montetaxco
de estos. No habría problema pues densa cerrada. Así, mi oponente enciclopedia al jugar: 7 . . . . , CxP;
él es un especialista en todos ellos. debió entrar en su juego por mu­ 8. CxC. D4R; 9. D2R, P4AR (no
Es así que decidí recurrir a "línea cha preparación que yo tuviera 9 . . . . , DxCD por 1 0. A3AD, ga­
sorpresan en laboratorio por 10 sobre éste. Pero la psicología per­ nado); 1 0. C5CD (salvando la pie­
que el juego · abierto con P4R era sonal en ocasiones te hace dudar za de ventaja ya que si 1 0 ... , DxCR;
el más indicado por las siguientes de tus propios principios, así que 1 1 . DxD, PxD; 1 2. C7AD ganando
razones: Frey sólo tenía dos res­ Frey jugó P4AD y entramos en la torre y salvando el caballo aun­
puestas teóricas por su propia ex­ una defensa Siciliana que , para los que con cierta dificultad. Véase
periencia: l . . . P4R o l . . . P4AD. conocedores se identifica como la el diagrama
Si entraba en la española, yo tenía Variante del dragón acelerado , for­ Verduga
preparada la Variante del cambio mación Maroczy. Veamos el Han­
(p4R-P4R; C3AR-C3AD; A5C­ dicap : .
P3TD; AxC-PDxA; O-O. • .) lo Blancas; Humberto Morales
que daría mucha seguridad a las Negras : Kenneth Frey
blancas y, con medio punto arri­ 1 . P4R P4AD
ba . . . las tablas eran suficientes. 2. C3AR P3CR
Si entraba en la Siciliana, enton­ 3. P4D A2CR
ces me encontraba en mi especia­
lidad con negras y, con experien­ Originalmente esta es la defen­
cias en diversos ataques contra ella sa Robatsch. Pero preferí el esque­
(P4R-P4AD; C3AR . . .). El contra­ ma Maroczy por la comodidad del
handicap húbiera sido una respues­ juego de las blancas.
ta diferente a las dos analizadas
Morales
pero, en el terreno teórico y prác­ 4. P4AD PXP
tico, ninguno de los dos tenemos Smyslov sugiere en la enciclo­
mucha experiencia, así que el ries­ Lo mejor de las negras. En la pedia B-37 en la j ugada 9. A3D en
go 10 hubiéramos corrido por igual. quinta ronda llevando también las lugar de la que hice (9. D2R) que­
Guillermo Godínez -actual vi­ blancas contra Denis Verduga en dando el blanco con la pieza a
cepresidente d e la FMA, varias la misma posición el negro siguió : cambio de tres peones con una po­
veces campeón de Puebla- quien 4_ . . , D4T+ ; 5. C3AD, C3AR; sición ganadora. Como se jugó fue
fungía ocasionalmente como mi 6. A2D , PXP; 7. CXP, y aquí, igualmente contundente.
segundo en las últimas rondas, su­ Verduga comete un grave error Volviendo con la partida juga­
girió que a P4R se respondiera con ya analizado por Smyslov en la da contra Frey teníamos:
P4AD desarrollando la defensa Si­
5. CXP C3AD
ciliana (la segunda opción previs­
ta). La razón parecía simple. La Variante del dragón acelerado.
Variante del cambio en la Espa­
fiola ofrecía las ventajas descritas 6. C2AD
, ,
antes, mas el hecho de que Godí-
Es más sólido jugar: 6. A3R,
nez tenía experiencia personal con
C3AR; 7. C3AD, C5CR; 8. DxC,
esta línea ante Frey. En varias oca­
CxC ; 9. D lD, C3A, con buen jue­
siones Frey ha tenido serios pro­
go para las blancas en una clásica
blemas para salir adelante con las
formación Maroczy. Lajugada per­
negras no sólo con Godínez sino mite al negr? equilibrar con ma­
con muchos otros jugadores. A pe­ yor facilidad si se juega con preci­
sar de esta sugerencia no me preo­ sión sobre el punto 3AD de las
cupé de preparar la Siciliana sino blancas.
más bien la Espafiola pues consi­
deré (y creo que no considerar 6. C3AR
esto fue el principal error de Frey) 7. C3AD 0-0
que, como bien dicen los grandes
maestros del tablero, siempre se Lo más preciso para el negro era
debe jugar 10 que mejor dominas jugar 7 . . . , P3D ya que el plan del
aunque no logres más que una de- dragón acelerado es continuar C2D
49
ecos del grand prix internacional montetaxco
sobre 7R Y el centro de piezas de
las blancas constituía una ventaja
notable para el primer jugador.

17. PxA C4R?

Era mejor 1 7 ... , CsC ; 1 8 . P3TD,


C6C ! ; 1 9. D 1 D, CxT; 20. PxC ,
DxP; 2 1 . DxC, con mayor resis­
tencia de las negras.

1 8. P4AR Abandonan .

Ya que si : 1 8 . . . , C2D o C2A


sigue: 1 9. . ., P4R; 20. PxP ap+
(véase diagrama 2). Si 1 8 ... , D3CD
(amenazan C5R+) sigue 1 9. D4D,
clavando el caballo del rey negro
y las blancas ganan.
amenazando AxC . Se verá adelan­ 15. ... A3R? Frey
te la importanci", de esta aclara-
'

ción. Era mejor A2D doblando las


torres en la columna semiabierta.
8. A2R P3D Más arriesgado pero peor que lo
9. A3R C2D que se j ugó era: 1 5 . . . , P4R con la
1 0. D2D idea C5D con oportunidades, aun­
que de cualquier manera 1 6. P4AR
Ahora el caballo blanco queda era suficiente para dar la ventaja a
defendido adecuadamente de la las blancas.
amenaza AxC, con la ventaja es­
peculativa de no haber enroque 1 6. CRsD AxC??
blanco .
Un bluff que decide la partida. a b c d e f S h
De cualquier manera la debilidad Morales
10. ... C4AD

El blanco debe jugar con cui­


dado . Si P3AR sigue : 1 1 . . . , D4T
'
Y se debe seguir: 1 2. C4D , para
mantener el juego evitando eÍ odio­
so AxC. Para evitar complicaciones
decidí eliminar el alfil negro de 2C
para no preocuparme más por AxC. . NOVEDADES:
El plan resultó adecuado .
• México, Presente y Futuro. Jorge A lcacer, (compilador).
11. A6T P4AR • El Partido Obrero en Marx. Carlos Pereyra y o tros.
RxA • La Izquierda en los 40. Roger Bartra y otros.
1 2. AxA
• La Revolución Mexicana y la Lucha A ctual por
13. PXP AxP
1 4. C3R D4T la Democracia. A. Córdoba y otros.
15. O-O * Lecturas de- Política Económica.

Samuel Lichtensztejn y otros.


No debí enrocar de inmediato. •
Reflexión sobre la Historia. W. Kula.
Era mejor: 1 5 . CxA ! , TxC ; 1 6. De próxima publicación:
P4AR! , con ventaja. .. Fabulaciones. P. Paolo Pasolini.

50 GAMB I TO
Algo del torneo por el campeonato mundial

El mas Joven
� .

Alexei Svetin

PARTIDA XVI

Al igual que la duodécima partida , se jugó el sis-


o tema Paulsen de la defensa siciliana, en la que
Kasparov recurrió al mismo gambito. En esta
ocasión Karpov optó por un juego complicado ,
procurando retener el peón sacrificado; pero
Kasparov se hizo de una larga iniciativa. Después
de situar su caballo en el punto d3 , el juego de
las blancas se vio paralizado , mientras que la
amenaza de las negras seguía creciendo . A pesar
de que desde el movimiento 32 las blancas ya
no tenían defensa , Karpov abandonó hasta el
movimiento 40 .

A. Karpov G. Kasparov
-

Defensa Siciliana

1 .e4,c5 2 .Cf3 ,e 6 3 .d4,cd4 4.Cd4,Cc6 5 .Cb5 ,


d6 6 .c4,Cf6 7.C 1 c3 ,a6 8.Ca3 ,d5 ! ? (otra vez
Kasparov elige audazmente la variante que se
empleó por primera vez en la 1 2a. partida. En
aquella ocasión se jugó 9.cd5 ,ed5 1 0 .ed5 ,Cb4
1 1 .Ac4,Ag4! 1 2.Ae2 ,Ae2 1 3 .De2 ,De7 y las
o

negras equilibraron con facilidad.) 9.cd5 ,ed5


1 0 .ed5 ,Cb4 1 1 .Ae2 ,Ac5 ! ? (parecía que nada
había más sencillo que recuperar el peón me­
diante 1 . . , Cbd5 1 2 .Cd5 ,Cd5; pero en este
. '

caso después (le 1 3 .0-0 y luego 14.Af3 , las


51
el más joven
blancas conservan cierta presión en el centro y Tc2, con lo que las blancas deben devolver la
flanco dama. Kasparov no se apresura a recupe­ pieza mediante 29.Cb2 . Kasparov, sin embargo ,
rar el peón y prefiere disponer lo mejor posible juega co�secuentemente para inmovilizar las
sus fuerzas) 1 2..0 -0,0-0 1 3 .Af3 ,Af5 1 4.Ag5,Te8 piezas blancas) 28.d6 ,g4! 29.Dd2 ,Rg7 3 0.f3 ,
(aquí muchos grandes maestros pensaban que las Dd6 3 1.fg4,Dd5) 32.Rh l ,Cf6J (si 32 . . . . Ce5
negras podían forzar el empate jugando 1 4. . . . sigue 3 3.h3 , y a las negras les es difícil hallar
Ad3 15.Te 1 ,Cg4! ? 1 6.Ad8 ,Cf2 pero esto en­ una eficaz continuación; y a 32 . . . . Dg4, con
contraba fuerte oposición mediante 17 .Dd2! ) la directa amenaza 33 . . . .Te2·; pero el movi- .
15.Dd2,b5 1 6.Td 1 ,Cd3 ! 17.Cab l ,h6 (merecía miento que hizo Kasparov es sin duda alguna
atención también 17 . . . .Db3) 1 8.Ah4,b4 1 9. el mejor. Amenaza también 33 . . . Ce4. Las
Ca4,Ad6 (en el centro de prensa se analizaba blancas ya no tienen defensa satisfactoria) 3 3 .
principalmente 1 9. . . .Aa2, con lo que las ne­ Tf4? ! ,Ce5! 3 4.Dd3 ,Cf2 (se podría haber jugado
gras adquieren buen contrajuego , pero la juga­ Dd3,Td3) 35.Tf2;Ad3 j 36.Tfd2,De3 ! 37.Td3 ,
da realizada contiene muchos problemas para Tc 1 ! 3 8.Cb2,Df2 ! 39.Cd2,Td1 40.Cd1 ,Te l .
las blancas) 20.Ag3 , Tc8 (así se adelanta una Extraordinaria partida. E s sin duda la mejor
torre a una posición más activa. En algunas va­ jugada por Kasparov en ambos torneos. El tan­
riantes surge la amenaza Tc8 -c7) 2 1 .b3 ,g5! (otra teo era de 8.5 a 7.5 favor del retador.
excelente respuesta. No es difícil cerciorarse de
que las piezas blancas (dama, torres, caballos)
PARTIDA XIX
están completamente inmovilzados. La siguiente
jugada de las blancas es de hecho obligada.) 22.
Ad6,Dd6 23.g3 ,Cd7! (las negras son constantes La decimonovena partida del campeonato se des­
en su propósito y juegan para limitar el movi­ tacó por una lucha mu y tensa. Dese el punto de
miento de las piezas blancas sin apresurarse a vista deportivo este encuentro era muy importar­
efectuar operaciones concretas) 2·�.Ag2,Df6 tante. En la recta final cada triunfo aumenta de
25.a3 (la única posiblidad de ampliar la esfera precio , aunque el costo de éste en competiciones
de acción de la dama blanca que encuentra re­ de este rango por lo general es muy ?olto . En la
fugio en la casilla a2) 25. . . . a5 26.ab4,ab4 27. apertura ya se pudo ver que el combate sería
Da2 ,Ag6 (parecía que la respuesta más eficaz sin compromiso alguno. ' Por sexta ocasión se
hubiera sido 2 7 . .. .Cf4! ?, y si 28 .gf4, viene 28 . . . . jugó la defensa Nimzowitch , que con regularidad

52 GAM B I TO
el más joven
la sostiene el campeón mundial cuando conduce Dd7j 22 .Dc2,Ae6 23 .Ab5,DdS 24.Td1,g5 (la
_

las negras, pero, de hecho, sin éxito. También única posibilidad de que las negras muestren un
en esta ocasión Karpov, aunque escogió una contrajuego activo en el flanco del rey. Mas, esta
nueva continuación, no pudo nivelar el juego . posibilidad tiene el defecto que acarrea un de­
Más aún, su decimotercer movimiento resultó bilitamiento orgánico de la posición en que se
desafortunado, con lo que las dificultades de halla su propio rey) 25.Cf3,Tg7 26.Ce5 (por
las negras iban creciendo. Veamos el desarrollo fin las blancas realizaron una importante etapa
de esta partida. de su plan: afirmaron el caballo en la casilla
e5. La posición de las negras en el aspecto es­
G. Kasparov -A. Karpov tratégico es completamente insatisfactorio)
Defensa Nimzowitch 26 . . . ,.f4? (desesperado intento de liberarse 8.e
las tenazas. Sin embargo las blancas encuentran
l.d4,Cf6 2.c4,e6 3 .Cc3,Ab4 4.Cf3,Ce5 (nueva una po sición convincente) 27 .Afl ! (el alfil de
continuación. En las p artidas 1, 1 3 Y 17 se jugó las blancas �uiere dirigirse nuevamente a g2,
'4 . . . . c5 5.g3 : y en la 7 y 1 1 se jugó 4 . . . . 0-0 donde no sólo defiende sólidamente a su rey,
5.Ag5) 5.Dc2f5 6.g3 (la jugada lógica aquí pa­ sino también contribuye al debilitamiento de la
rece ser 6.e3, sIguiéndole 7 .Ad3 . Es interesante posición del adversario en el centro : e3-e3) 27.
la partida Borisenko-Evd6kimov, del torneo por . . .Df6 2S :Ag2,TdS 29.e4,de4j 3 0 .Ad4,Te7 3 1 .
correspondencia, URSS, 1 962, en la que se jugó Dc3,Ad5 32.Te 1,Rg7 33 .Cg4! (maniobra muy
6.g4! ?,c5' 7.gf5,Ac3j8 .bc3,ef5i 9.Cd2,d5 1 0 .cd5, fuerte. El rey negro queda cada vez peor prote­
Cd2j 1 1 .Dd2,Dd5 12.Tg1, con cierta iniciativa gido) 3 3 . . . . Df734.Ad', Td4 35.Te7 36.Tel,
de las blancas. Pero Kasparov sigue fiel a su pre­ DdS 37 .Ce5 ,Df6 (claro que no se puede 37 . . . .
dilecto plan con el desarrollo del alfil de casinas Td4? debido a 3 8.Cf3 ! ) 3S .cb6,Db6 39 .gf4,Td4?
blancas por la diagonal mayor) 6 . . . . Cc6 (quizá (error cometido por el agobio del reloj que ace­
había que seguir la recomendación del G.M. leró el desenlace. Pero, también después de
Keres : 6 . . . .b6 7.Ag2,Ab7; 8 .Cd2,Ac3 9.Dc3, 39 . . . .gf4 40 .Df3 ! , el ataque de las blancas es
Cd6j 1 0.Ab7,Cb7 1 1 .e4,0-0, con estable defensa incontenible) 40.Cf3,Cb3 4 1 .Tb 1 ,Df6 42.Dc7
de las negras. Pero la continuación escogida por (aquí la partida fue suspendida. Sin reanudar
Karpov persigue intenciones más activas por el juego, Karpov reconoció su derrota.) El tan­
-parte de las negras) 7.Ag2·;0-0 8 .0-0,Ac3 9 .bc3 , teo es de 1 0.5 - S .5 favor Kasparov.
Ca5 1 0.c5,d6 ( 1 0 . . . .b6) 1 1 .c4 (decisión inte­
resante. Las blancas proponen el sacrificio del
peón : 1 1 . . . . de5 12 .Ab2 ó 12.dc5,Cc5 1 3 .Ab2;
y el alfil de casillas negras se convierte en fuerza
amenazadora), 1 1 . . . . b6; 12.Ad2 ! (si 12.cd6,cd6"
ó 12.cb6, las negras no tienen dificultades. El
movimiento de las blancas plantea algunos pro­
blemas de !ti defensa) 1 2 . . . . Cd2 1 3 .Cd2,d5 ? !
(después de esta jugada las negras se encuentran
en serias dificultades. Por lo visto había que es­
coger 1 3 . . . . Ab7j 1 4 .Ab7,Cb7 15.c6,Ca5 16.d5,
De7 aunque también así las blancas tienen me­
jores posibilidades) 1 4 .cd5,ed5 15.e3,Ae6j 1 6.
Dc3,Tf7 17.Tfc 1,TbS lS .Tab 1 (no es difícil
cerciorarse de que las negras están condenadas
a una fatigosa espera, y las blancas dominan la
situación. Por el momento, la ofensiva �de las'
blancas se concentra principalmente en el flanco
dama) lS . . . .Te7 1 9.a4,Af7 20.Af 1 ,h6 2 1 .Ad3,

53
el más joven
PARTIDA XXII

A. Karpov - G. Kasparov
Gambito de Dama

La vigésima segunda partida del torneo por la


corona mundial de ajedrez era muy importante
desde el punto de vista deportivo . Para el térmi­
no del encuentro quedaban tres partidas. Toman­
do en consideración que a Kasparov le bastaba
con acumular un punto para ganar el título de
campeón mundial, y Karpov para conservar su
título necesitaba mucho más : do s y medio .
¿Qué táctica escogería Karpov? Emprenderá un
arriesgado asalto , lo que se dice "quemando
puentes" o jugará a aumentar paulatinamente
la iniciativa valié.ndose del color blanco de las
piezas? El primer movimiento que hizo Karpov
en mucho determinó la respuesta. Escogiendo
la apertura cerrada, el entonces campeón mun­
dial mostró que estaba dispuesto a un juego du­
radero. Así resultó.
l .d4,d5 2.c4,e6 3 .Cc3 ,Ae2 4.cd5 ,ed5 5 .Af4
(esta variante de la versión actualizada del sis­
tema Carlsbadiano, divino objeto de disputa
teórica, en las partidas últimas de torneo.
Las tres últimas partidas -incluida ésta- pre­
cisamente se caracterizan por aperturas de este
tipo . 5 . . . . Cf6 (en la vigésima primera partida
en la que Karpov condujo las negras, se jugó
5 . . . .c6 6.e3 ,Af5 7 _g4, surgiendo la variante
Botvinnik. Kasparov opta por su predilecta con­
tinuación, probada ya en la vigésima partida)
6.e3 (en la vigésima partida se jugó 6.Dc2 , pero
después de t. . . . 0-0 y luego c7.c5 , las negras
obtenían un libre juego) 6. � . . 0-0) 7 .Cf3 ,Af5j
8.h3 (pocos eran los que esperaban este movi­
miento . Objeto de disputas era la jugada 8.Db3 ;
pero en este caso las blancas deberían tener en
cuenta la variante 8 . . . . Cc6; 9 .Db7 ,Cb4 con la
desagradable amenaza 1 0 . . . . Cc2) .
8. . . . c6¡ 9.g4! ,Ag6 (merecía atención 9 . . . .
Ae4) 1 0.Ce5 ,Cfd7 (amenazaba h3-h4-h5) 1 1 .
Cg6,fg6 (sería correcto jugar 1 1 . . . .hg6. Con la
jugada del texto las negras obtienen la semiabier­
ta vertical f. 12.Ag2 ,Cb6 1 3 .0-0 ,Rh8 1 4.Ce2 ,
g5 : 1 5.Ag3 ,Ad3 1 6.Dd3 (quizá sería preferible
16.Ad6,Dd6j17.Cc1 y luego l S.Cd3 , apuntando
contra el punto e5) 1 6 . . . . Ca6 1 7.b3 ,De7 1 8.
Ad6,Dd6 1 9 .f4,g4 20 .ef4 (los planes se han
54 GAMBITO
el más joven
determinado. Las blancas están dispuestas a portivo . Se libró una reñida lucha. El nuevo
atacar en el flanco de rey, y las negras , poseyen­ campeón en su juego excedió a toda pondera­
do la única vertical abierta e, estructuran el ción. Tras haberse encontrado en la apertura en
contrajuego en el centro ) 20 . . . .Tae8 2 1 .f5, una difícil situación, G. Kasparov, después de
Cc7 22.Tf2 ,Cd7 23 .g5,De7 · 24.h4,De3 (provo­ profunda meditación, adoptó una audaz solu­
cando el paso a un final de juego complicado , ción. Empezó ajugar en el estilo que le es propio ,
en el que la intensidad de la lucha sigue siendo echando al olvido lo s cálculos deportivos y em­
bastante alta) 25.Tdl ,Cb5 26 .Dd3 ,Td3 27 .Rh2 ! pleándose a fondo en el juego , sacrificando un
Uugada sutil. Las blancas toman bajo control peón en el flanco de dama y luego otro en el flan­
las casillas g3 y h3 ) 27. . . . Cb6 28.Cg3 ,Cc8 co de rey, para o btener un peligroso ataque en
29.Cf1 ,Te7 3 0.Td3 ,Ccd6 3 1 .Cg3 ,Ce4? ! (en esta el mismo, que decidió el resultado de la lucha a
partida Kasparov meditó mucho y ya aquí tuvo favor suyo. Así se desarrolló la última partida
apuros de tiempo. Quizás por esto el retador del torneo :
decidió forzar los acontecimientos. Al propio
tiempo, un sencillo 3 1 . . . . Rg8 le permitiese A. Karpov - G. Kasparov
conservar el equilibrio ) 32.Ae4,de4i 33 .Te3 ,Cd4 Defensa Siciliana
34.Rh 3 ! (decisión interesante. Aquí Karpov
hubiera podido forzar el empate continuando l .e4,c5 2.Cf3 ,d6 3.d4,cd4 4.Cd4,Cf6 5.Cc3,
'34.f6 ,gf6j 35.gf6 y luego Td4. Pero Karpov sigue a6 . 6.Ae2,e6 7.0-0,Ae7 8.f4,O-0 9.Rh 1 ,Dc7 1 0.
jugando a ganar) 34.. . . Te5 3 5.Rg4,h5 ? (error a4,Cc6 1 1 .Ae3 ,Te8 12.Af3 ,Tb8 1 3.Dd2,Ad7:1 4.
por el agobio del reloj , sería correcto 35. . . .Tg8 . Cb3 ,b6 (hasta este momento los acontecimien­
La partida estaba ?????? y Karpov se anotó un tos se desarrollaron como en la decimoctava
importante triunfo. partida; pero ahora Karpov escoge otro plan
enérgico , relacionado con el ataque de los pe<!.'­
nes en el flanco del rey) 15.g4 (hace poco en el
PARTIDA XXIV
torneo de Candidatos de MontpeIlier, este plan
aportó al joven GM soviético A. Sokolov mucho
Cuando tan importante es el papel que reviste éxito en su partida contra Z . Ribli (de Hungría) .
una partida de ajedrez, es difícil imaginar hasta Ahora este plan se somete a una nueva prueba.
qué punto lo fue la última partida del match por 15 . . . .Ac8 1 6.g5,Cd7 17.Df2 ,Af8 18.Ag2 ,
la corona mundial. Señalaré de entrada que por Ab7j 1 9 .Tad 1 ,g6 (los planes de ambas partes en
su contenido correspondió a su alto destino de- mucho se han determinado : al tiempo que las

55
el más joven
dualm ente , las negras preparan el contrajuego
en el flanco de rey) 24.Rgl ,Tce8¡ 2 5 .Td l ,f5
2 6 .gf6 ,Cf6 ! (inesperado sacrificio de p eón.
Karpov posterga un poco el reto que había
lanzado ) 27 .Tg3 ,Tf7; 28 .Ab 6 ,Db 8 (según las
viejas ideas , esta posición es ventajosa para las

AHORA 8
CON 50,OOO W. 7
DE POTENCIA 6
5
-
(CULTURA)
4
3
2
ESCUCHE
NUESTROS a b c d e f � h
NOTICIER OS
8 : 00 HRS. LUN. A SAB. blancas. Por el peón perdido , no se ve que las ne­
1 4:30 y 21:30 HRS.
gras tengan comp ensación directa� Pero con un
DE lUN. A VIER.
estudio más detallado resulta que en esta situa­
ción el papel principal lo desempeñan los facto­
res dinámicos de la posición. Aquí tampoco las
blancas tienen la "tranquilidad " indispensable
para realizar la ventaja. El juego es arduo )
29 .Ae3 ,Ch5 3 0.Tg5 ,Cf6 3 1 .Th5 ? (más sensato
sería Tg3 , consintiendo a la repetición de juga­
blancas concentran sus fuerzas en el flanco de das. Mas la situación obligaba a Karpov a ganar)
rey , preparándose para un enérgico ataque , las 3 1 . . . .g5 ! 32 .fg5 ,Cg4! (el sacrificio del segundo
negras consolidan por todos los inedias las líneas peón determinó el poderoso contrajuego de las
de defensa. Su contraplan , relacionado con el negras. Las piezas blancas se ven privadas de la
contrajuego , en el centro o en el flanco dama, debida coordinación) 33 .Dd2 ,Ce3 34.De3 ,Cc2
las negras lo postergan por el momento , ocupán­ 3 5 .Dd6 ,Aa8 ! (excelente réplica. En el caso de
dose de las indispensables medidas pro filáticas) 3 6 .Db 8 , las negras se hacen con la iniciativa. En
20.Ac l (esta jugada Karp ov la hizo tras haber las condiciones de agobio del reloj, Karpov opta
meditado 40 minutos. El p lan de las blancas por entregar una pieza con la esperanza de com­
consiste en llevar la torre dI al flanco de rey por pensar su pérdida con el equivalente del peón y
la ruta d3-h3) 20 . . . .Tbc8 2 1 .Td3 ,Cb4 2 2 .Th3 , amenaza al rey negro ) 3 6 .Td6 ,Tb 7 ! 3 7 .Da6 ,Tb3
Ag7¡ 23 .Ae3,Te 7 ! (antes de hacer esta jugada, 3 8 .Te 6 ,Tb 2 3 9 .Dc4 ,Rh8 40.e5 ,Da7 (jugada de­
Kasparov reflexionó largo tiempo . En opinión cisiva) 4 1 .Rhl ,Cd4 y las blancas abandonaron .
mía, esta original maniobra devino sustancial E l match terminó con e l tanteo d e 1 3 , 1 1
viraje en el desarrollo de la lucha, Kasparov favor Kasparov, convirtiéndose así en el Cam­
desdeñó los cálculos deportivo s, adoptando la peón mundial más joven de la historia y en el
solución de actuar con riesgo y dinamismo . Gra- decimotercero .
56 GAMBITO
Finales

Torre y peón
contra torre
Kenneth Frey

El desarrollo de las máquinas cibernéticas en las 5 0 jugadas reglamentarias sin captura y sin
el análisis de finales de cinco figuras ha alcan­ movimiento de peón y que conducen al triunfo,
zado , al parecer, la perfección. En solamente lo que obligará a cambiar las reglas del juego.
60 horas-máquina, la computadora estudió to­ Sin duda alguna, los análisis aparecerán publi­
das las posiciones posibles de torré y peón cados algún día, lo que significará una ayuda
contra torre. En los finales de dama y peón inapreciable para los jugadores prácticos. Cla­
contra dama, encontró variantes que superan ro , hace falta estudiar y comprender los análi-
57
torre y peón conta torre
sis , tarea nada fácil. En la siguiente generación
de máquinas cibernéticas , se espera que resuel­
van los casos de 6 piezas sobre el tablero , mi­
sión hasta ahora demasiado difícil para ellas.
Por lo pronto , trate de imaginar la solución
del siguiente rompecabezas , analizada por la
computadora (diagrama 1 ) ; usted juega con las
blancas y tiene el derecho de colocar su rey
en cualquier casilla del tablero, tocándole lue-
igo el turno de mover a las negras. ¡ Cuidado !
E xiste una sola casilla para vencer. ¡ Asombroso !
En este número partiremos de la posición
básica expuesta en el diagrama 2 , estudiada por
Tarrasch en 1 90 8 . Conoceremos los principios
básicos que rigen esta p osición y luego veremos
cómo las difereptes ubicaciones del rey blanco
afectan las características de la lucha. Primero
hay que hacer notar que el rey negro no puede
dirigirse de inmediato hacia el peón contrario :
1 . . . . Rf7 ; 2 .Rf3 ,Re 7 ; 3 .a7 ,Rd 7 ; 4.Th8 ,Txa7 ;
5 .Th 7 Y p or consiguiente debe permanecer en
el ala del rey . Cuando el peón avanza a a 7 , las
únicas casillas seguras son h 7 y g7 . Si el rey
negro alcanzara d5 , haría tablas después de a 7 ,
Rc6 ; Tc8 ,Rb 7 .
Luego , hay que observar que una defensa
pasiva también fracasa : l .Rf3 ,Rh 7 ? ; 2 .Re4 ,
Rg7 ; 3 .Rd5 ,Rf7 ; 4.Rc6 ,Tc 1 ; 5 .Rb 6 ,Tb 1 ; 6 .
Ra7 ,Re7 ; 7 .Tb 8 ,Tc 1 ; 8 .Rb 7 ,Tb 1 ; 9 .Ra8 ,Ta1 ;
1 O.a 7 llegando a una conocida posición teórica
( 1 0 . . . . Rd6 ; l 1 .Rb 7 ,Tb 1 ; 1 2 .Rc8 ,Tc 1 ; 1 3 .
Rd8 ,Th 1 ; 1 4 .Tb6 ,Rc5 ; 1 5 .Tc6 y ganan) . De
allí que las negras no deben permitir que el
rey blanco alcance impunemente la casilla a 7 ,
protegiéndose contra los jaques en la vertical.
Ahora bien , es fácil ver que en el ala de dama,
el rey ' blanco no tiene protección contra los
j aques en la horizontal , lo que nos da el dia­ Partiendo de la posición de Tarrasch ( diagra­
grama 3 , de J. Vancura, 1 924. ma 2) las negras se esforzarán por lo tanto para
1 .Rb 5 ,Tf5 (la amenaza era 2.Tc8 . En cuan­ llevar su torre a la tercera horizontal.
to el rey blanco defiende el peón , la torre Existe una zona de tablas bien definida ( dia­
blanca preten de activarse) ; 2 .Rc6 ,Tf6 ; 3 .Rd5, grama 4). Si el rey blanco se encuentra dentro
Tb6 ( observando siempre al peón . También se de la zona jugando las negras, es tablas . E xa­
podía dar j aque) 4.Re5 ,Tc6 ; 5 .Ta7 ,Tg6 (o bien minaremos en primer lugar estos casos , para
5 . . . . Rg8) . Está claro que las blancas no pue­ pasar posteriormente a las posiciones en las
den reforzar su posición. En cuanto muevan cuales las blancas ganan .
su peón a a7 , las negras colo can su torre en a6 Advierto al amable lector que estudiar estos
y el rey blanco perdería su refugio potencial finales es una cosa, y otra mucho más difícil
en a7. es entenderlos. Adelante pues, y éxito.

58 GAMBITO
torre y peón conta torre

POSICIONE S DE TABLAS

8 8
7 7
6 6
5 5

a b c d e f g h a b c d e f g h
Dzagrama 1 Diagrama 4
"" " , ,

8
7
6
5

z
a b c d e f 3 h
Rg2 Dz'agrama 2: a b c d e f g h
1. . . ,Ta5 2 . Rf3,Tf5 3 .Re4,Tf6 = . Cualquier
otra jugada normal de torre también conduce Rf2 Diagrama 5:
a tablas 1. . " Ta5 2 . Re 3 ,Te5 3 .Rd4 ,Te 6 = .

1 . . . , Tel 2 .Tb8 ,Tal 3. Tb6 ,Ta3 ( o 3 . . . ,


8 Rf7 ) = .

1. , Tcl 2 .Ta7 ,Rg6 3.Tb 7 ,Ta l 4.a7 ,Ta3 (o


. .
7
4. . . , Rf6 ) Todas las j ugadas normales de
=.

6 torre dan tablas, incluyendo l . . . , Th 1 .

5
4
3
Z

a b c d e f g h
e Diagrama 3
59
l a más veraz e i m portante i n formació n
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GAMBITO
torre y peón conta torre

7 7
6 6
5 5
4
3 3
Z Z

a b c d e f g h a b c d e f g h
Rd2 Dz'agrama 6: Re3 Dz'agrat:na 8:
1. . . ,Th 1 (o 1. . . ,Tfi = ; pierde 1 . . . ,Ta3 1 . . . ,Te l 2 .Rd4,Te6 =. También 1 . . . ,Ta4 =

2.Re2 ,Tf3 3 .Ta7 ) 2 .Ta7 ,Rg6 3 .Th 7 ,Ta 1 4 .Tb6 2 .Rd3 ,Tf4.
(4.a7 ,Rf6 � .Rc3 ,Re6 6 .Re4,Rd6 = ) , Rf7 5 .
Re3 ,Re 7 =.

8
7
7 6
6 5
5 4
3
Z
z
a b c d e f g h
a b c d e f g h Rf4 Dz'agrama 9:
Rf3 Diagrama 7: 1. . . ,Ta5 2 .Re4, Te5 3 .Ta 7 (3 .Tb 8 ,Ta5; 4.
1 . . . ,Tf1', 1 .Re4,Tf6 = . También 1 . . . ,Ta4 =. Tb6 ,Rf7 ; 5.Rd4,Re 7 6 .Re4 ,Rd7 = ) , Rg6 !
(3 . . . ,Rf6?j 4 .Rd4,Te6 5 .Th7 ,Rg6j 6 .a7 ,Ta6
7 .Th 7 ± ) 4.Tb 7# Ta5 5 .a 7 (5 .Tb6 ,Rf7 6 .
Rd4,Re 7 = ) , Rf6 6 .Rd4,Re6j 7 .Re4,Rd6 =

1. . . ,Tel 2 . Ta 7,Rg6! (2 . . . ,Rf6? 3 .Re4,Te6


4 .Th7 ,Rg6 5 .a7 ,Ta6j 6 .Tb 7 ,Ta5 7 .Rd4,Rf6 8 .
Re4 ,Re6 9 .Rh4 y I O .Re5 ± ) 3 . Tb 7,Te5 (o
bien 3 . . . ,Rf6 4 .Re4,Tal 5 .Ta7 ,Re6 6 .Ta8 ,
Rd6 = ; y 3 . . . ,Rf6 4.Tb 8 ,Tal 5 .Ta8 ,Ta4 6 .
Re3 ,Rg7� ver diagrama 8) 4 .a 7 ( 4 . Re4,
Ta5 5 .Ta7 ,Te5 ; 4 .Tb 8 ,Ta5 5 .Ta8 ,Rg7 ; ver
1 . . . ,Ta5 ) , TaS 5 Re4,Rf6 6 .Rd4fl.e6 7 .Re4,
Rd6 8.Rb4,Tal =.

1 . . . ,Tb l ? 2 .Ta7 ,Rg6 (2 . . . ,Rf6 3 .Re4Rb 6 ,


4 .Th 7 ± ) 3 .Tb 7 ,Tal 4 .Th 6 ,Rf7 5 .Re5 ,Re 7 , 6 .
61
torre y peón conta torre
Tb 7 Y 7 .a7 ± . . . ,Th l ? 2 .Ta7 ,Rf6 3 .Re4 ,Re6
4 .Ta8 y 5 .a7 ± .
1 . . . ,TU ? 2 .Re5 ,Tf6 3 .Tg8 ± .
l . . . ,Te l 2 .Tb 8 ,Tal 3 .Tb 6 ,Ta5 4.Re4,Rf7
5 . Rd4 ,Re 7 6 .Re4 ,Rd7 = .

7
6
5
4
3
Z

a b c d e f g h

Rg5 Diagrama 1 0:
1 . . . ,Ta5 2 .Rf4,Tc5 = .

8
7
6
5
7
4
6
3
5
Z
4
3
a b c d e f 3 h
Z
Rf5 Dz'agrama 1 1 :
1 . . . ,Ta5 2 .Re6 ,Th5 ( 2 . . . ,Tg5 ? 3 .Ta7 ,Rg8
4.Rf6 ,Ta5 5 .Rg6 ,Rf8 6 .Ta8 ,Re 7 3 .a7 ± ) 3 . e f g h
Ta7 ,Rg8 4 .Tf7 ,Ta5 5 .Ta7 ,Th5 = . Re6 Dz'agrama 1 2 :
l . . . ,Ta5 2 .Re4,Tb 5 (o 2 . . . ,Te5 ) 3 .Ta7 ,Rg6 1 . . . ,Thl = .

4 .Tb 7 ,Ta5 5 .a7 ,Rf6 =. 1 . . . ,Tgl ?; 2 .Rg5 ± .


l . . . ,Tb l ? 2 .Ta7 ,Rh6 3 .Tb 7 Y 4.A7 ± . l . . . ,Tf1 ?j2 .Re5 ± •

62 GAM B I TO
torre y peón conta torre

POSICIONES GANADORAS

7 7
6 6
5 5
4
3
z · z
1
a b c d e f g h a ·b e d e f g h
Rc2 Diagrama 1 3 : Rd3 Diagrama 15:
1 • . . ,Ta5 2 .Rb 3 ,Tb 5 3 . Ra4 ± . 1. . . ,Ta4 2 .R c3 (amenaza 3 .Rb3 y 4 .Rb 4) ,T5
1. . " ,Te l 2 .Ta7 ,Rf6 3 .Th 7 ,Re6 4.a7 ,Tal (2 . . . ,Tf4 3 .Ta7 ,Rf6 4 .Th 7 ,Rg6 5 .Tb 7 ± ) 3 .
5 . Rb 2 ! ,Ta5 6 .Rb 3 ,Rd 6 7 .Rb 4 ± . Ta 7,Rf6 ( 3 . . . ,Rg6 4 .Tb 7 ) 4 .Rb3 ! ( 4 .Tb 7 ,Ta4
L . . ,Tfl 2 .Ta7 ,Rg6 3 .Tb 7 ,Tal 4.a7 ,Rf6 5 .a7 ,Re 6 = ) ,Th 1 (4 . . . ,Re6 5 .Ta8 y 6 .a7 ±;
5 . Rb 2 ! ± . 4 . . . ,Th8 5 .Tb 7 ,Re6 6 .a7 ,Ta8 7 . Rc4 ± ) 5 .
1. . . ,Tal 2 .Ta7 ,Rf6 3 .Rb3 ! ,Th8 (3 . . . ,Re6 Ta8,Ta1 ( 5 . . . ,Rg 7 6 . Rc4 ± ) 6 . Rb4 '± .
4 .Ta8 y 5 .a7 .± ) 4 .Tb 7 ,Re6 5 .a7 ,Ta8 6 .Rb4 , 1. . . ,Tf l � 2 .Ta7 (2 .Tc8 ,Ta l 3 .Tc 6 ? ,Rf7 = ) ,
R d 6 7 . Rb 5 .± • Rg6 (2 . . . , Rf6 3 .Th 7 , Rg6 4 .Tb 7 ± ; 2 . . . , Rf6
3 .Th7 ,Tal 4. a7 ,Re 6 5 .Rc4 ,Rd6 6 .Rb 5 ±)
3 .Tb 7 ,Tal 4 .a7 ,Rf6 5 .Rc4 ,Re6 6 .Rc5 o
8
6 .Th 7 ± .
7 1 . . . ,Th l 2 . Rc4 ,Th6 3 .Rb 5 ± .
6
5

Z
1
a b c d e f g h

Rb3 Dz"agrama 14:


1 . . . ,Tb l 2 . Ra4 ! ,Tb 6 3 . Ra5 i .
' 1 . . . ,Te l 2 .Tc8 ,Ta l 3 .Tc6 ? ,Rf7 4 .Rb 4 ,Re7
5 .Rb 5 ,Rd7 6 .Tc4 ,Tb l 7 .Ra5 ,Ta l 8 .Rb 6 ,Tb l
9 .Ra7 ,Tb2 = .
1 . . . ,Te l 2 .Ta7 ,Rf6 3 .Th 7 ,Re6 4.a7 ,Ta l
5 . Rb 4 ,Rd6 6 .Rb5 .± .
1. . . ,Th l 2 .Rb4 (o bien 2 .Rc4) ,Th6 3 .Rb5 ,
Th5 4 . Rb 6 ,Th6 5 . Rb 7 ± .

63
torre y peón conta torre

a b c d e f 3 h a b c d e f 3 h

Re4 Dz"agrama 1 6: ReS Diagrama 1 7:


1. . . ,1b l 2 .Ta7 ,Rf6 (2 . . . ,Rg6 3 .Tb 7 ,Tal 1 . . . ,Ta5 2 .Rd6 ( si 2 . Rd4 ver diagrama 1 6 ;
4 .a 7 .± ) 3 .Th 7 .± . no l .Re 6 ? ,Th5 = ) ,Tf5 3 .Ta7 ,Rf8 ( 3 . . . ,Rg8 o
1. . . ,Tfl 2 . Re 5 '± . 3 . . . ,Rg6 4 .Te 7 ) 4 .Re 6 ,Ta5 5 .Ta8 ,Rg7 6 .
1. . . ,Ta5 2 . Rd4 ,Tb 5 3 .Ta 7 ,Rf6 ( 3 . . . , Rg6 R d 7 , Tf5 7 . Te8 ± .
4.Tb 7 ,Ta5 5 .a7 .± ) 4.Rc4 (tamb ién gana
4 .Th 7 ,Ta5 5 .a7 ,Re6 6 . Rc4,Rd6 7 .Rb4 ,Tal
8 . Rb 5 .± ) ,Tb 6 (4 . . . ,Ta5 5 .Ta8) 6 .Rc5 ,Te6
6 .Th 7 , Rg6 7 , a7 ,Ta6 8.Th 7 '± .

elh
1 . . . ,Ta5 2 . Rd 4 ,Th5 3 .Rc4 ,Th 6 4 .Rh 5 '± .
1 . . . ,Ta5 2 . Rd4 ,Tf5 3 .Ta7 ± .

l i b ro s d i s c o s a r t e

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m.a. de quevedo 1 28 / 548 ·1 990

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l i b ro s d i s c o s a r t e c a f é •

64 GAMBITO
Reglamento de la FI DE vigente desde 1 985

Leyes del ajedrez

INTRODUCCION b ) estén limitadas al territorio " blancas ") y otro dieciséis piezas
de la federación correspondiente , de color oscuro (piezas " negras ") .
Las leyes del ajedrez ni pueden y 2 .02. Las piezas son las siguien­
ni deben regular todas las situacio­
nes que pueden surgir durante una
partida, como tampoco pueden re­
c) no sean válidas para ningún
match, campeonato o prueba de
clasificación de la F IDE.
tes :
-Un rey blanco , repre-
sentado usualmente por el

gular todas las cuestiones de orga­ En lo s artículos de estas leyes s ímbolo :
nización. En la mayoría de casos los términos "él" y "su " (de él) -Una dama blanca, re­
no legislados de modo preciso por son aplicables, respectivam ente, a presentada usualmente por �
un artículo de las leyes, el árbitro "ella " y " su " (de ella ) . el símbolo : �
debe ser capaz de' aplicar un juicio -Dos torres blancas, re­
correcto , estableciendo analogías Artículo 1 . E l tablero de ajedrez presentadas usualmente por R
, con situaciones sí tratadas en el símbolo : �
ellas. Se supone que , en tales ca­ La partida de aj edrez tiene lugar -Dos alfiles blancos , re-
sos, el árbitro posee la competen­ en un tablero cuadrado , llamado presentados usualmente por @
cia, el buen criterio y la absoluta
objetividad que la situación re­
quiere. Un reglamento excesiva­
" tablero de ajedrez " , entre dos
contendientes que mueven sus pie­
zas.
el s ímb olo :
-Dos caballos blanco s, re-
presentados usualmente por


mente detallado la privaría de li­ 1 .0 1 . El tablero de ajedrez se el s ímbolo :


bertad de apreciación y podría compone de sesenta y cuatro casi­ -Ocho peones blancos,
impedirle hallar la solución dicta­ llas, todas ellas de idénticas di­ r e p r e s e n t a d o s usualmente Q
da por la ecuanimidad y la lógica. mensiones y colores, alternativa­ por el s ímbolo : �
La F ID E entiende que las le­ mente claros (casillas ' 'blancas '') -Un rey negro , repre­
yes deben ser lo más breves y cla­ y oscuros (casillas " negras " ) . sentado usualmente por el
ras posible, y que los detalles de­ 1 .0 2 . El tablero de ajedrez se s ímbolo :
ben dejarse a la discreción del ár­ coloca entre los dos jugadores, de -Una dama negra , repre­
bitro. En caso de litigio , éste ha de manera que la casilla correspon­ sentada usualmente por el
tener la posibilidad de contemplar diente al ángulo derecho de cada s ímbolo :
todos los factores implicados y no uno de ellos sea blanca. -Dos torres negras, re­
debe verse atado por reglas de ran­ 1 .0 3 . Las ocho hileras de casillas presentadas usualmente por
go inferior excesivamente detalla­ verticales se llaman "columnas " . el símbolo :
das e imposibles de aplicar. 1 .04. Las o c h o hileras de casi­ -Dos alfiles negros, re­
La F ID E solicita a todas las fe­ llas horizontales se llaman "filas", presentados usualmente por
deraciones de ajedrez que acepten 1 .0 5 . Los conjuntos de casillas el símbolo :
este criterio , concebido en benefi­ del mismo color, enlazadas entre -Dos caballos negros, re­
cio de todos los jugadores y árbi­ sí en línea recta, se llaman "diago ­ presentados usualmente p or .-.
tros. Aquellas federaciones que nales ". el símbolo : •
ya se rijan, o quieren regirse, por -Ocho peones negros, re­
reglas más detalladas tienen plena Artículo 2. Las piezas presentados usualmente por •
libertad para hacerlo, siempre que : el s ímbo lo : �
a ) dichas reglas n o sean contra­ 2.0 f.En el momento de iniciarse 2 .03 .La posición inicial de las
dictorias -bajo ningún concepto ­ la partida, un jugador tiene dieci­ piezas en el tablero de ajedrez es
con las leyes oficiales del F ID E ; séis piezas de color claro (piezas la siguiente:

65
leyes del ajedrez
desplazar desde su casilla hasta de las acotadas en el artículo 4 .0 2 )
gU
cualquiera de las casillas conti as d e l a fila o columna e n que s e en­
siempre que no esté atacada por cuentra.
una pieza del oponente . 5 .04. EL ALFIL
b) El enroque, en el que inter­ El alfil se puede desplazar a
viene el rey y una de las dos torres, cualquier casilla (con excepción
se considera una sola jugada (juga­ de las acotadas en el artículo 4 .0 2 )
da de rey) y se efectúa del modo d e las diagonales e n que s e encuen�
siguiente : se desplaza el rey, situa­ tra.
do en su casilla de origen, dos casi­ 5 .05 . EL CABALLO
llas a la izquierda o a la derecha de El movimiento del caballo se
la primera fila a continuación se compone de dos partes : primera­
hace pasar la torre por encima del mente el caballo avanza hasta una
a b c d e f g h rey y se coloca contigua a la del casilla contigua de su misma fila o
rey y situada igualmente en la pri­ columna y, después, desde ésta
mera fila. hasta una casilla igualmente conti­
ArtÍculQ 3 . El orden del juego
c) Si un jugador toca primero gua pero situada en diagonal. N o
3 .0 1 . El jugador que tiene las pie­ el rey, o simultáneamente el rey y importa que estén o cupadas las ca­
zas blancas inicia la partida. una torre, con la intención de en­ sillas que enmarcan aquella en la
Las jugadas se realizan alterna­ rocarse, y acto seguido se pone de que se encuentra el caballo al ini­
tivamente -una jugada por cada manifiesto que ese enroque es ile­ ciar el movimiento.
jugador- hasta que termina la par­ gal, dicho jugador podrá elegir en­ 5 . 0 6 . EL PEON
tida. tre mover el rey o enrocarse con la a) El peón sólo puede despla­
3 .02. Se dice que a un jugador otra torre, siempre que ello sea zarse hacia adelante.
''le toca jugar ;'; cuando el oponen­ posible. Si el rey no dispone de ju­ b) En el primer movimiento , y
te ha completado su jugada. gadas legales posibles, el jugador exceptuando cuando efectúa una
queda en libertad para efectuar captura, el peón puede avanzar
Artículo 4. Definición general cualquier otra jugada que desee. una o dos casillas, siempre que es­
de jugada e) El enroque es ilegal : tén libres, de la columna en que se

1) si se ha movido el rey ; encuentra. En los demás movi­


mientos sólo puede avanzar una
4.0 1 . Con e.xcepción del enroque
(artículo 5 .0 1 .b ) , una jugada
I1) si se ha movido la torrecon la casilla, siempre que esté libre, de
que se pretende efectuar el en­ la columna en que se encuentra.
consiste en trasladar una pieza de
roque . Para capturar, el peón avanza en
una casilla a otra que esté libre u
ocupada por una pieza del opo­ f) El enroque está impedido diagonal hasta una casilla contigua
nente. temporalmente : a la suya.
c) Un peón propio puede cap­
4.02. Exceptuados la torre, al 1) si e l rey, situado en su casilla
turar otro peón adversario , el cual
efectuar el enroque (artículo de origen,
5 .0 1 .b ) , y el caballo (artícu­ ha avanzado dos casillas en la juga­
--está en jaque ; o da inmediata anterior a lo largo de
lo 5 .0 5 ) , ninguna pieza puede
rebasar una casilla ocupada por -la casilla que ha de atravesar una columna contigua, y el peón
otra pieza. está atacada; o propio queda una casilla delante
4.03. La captura de una pie­ de él mismo. Esta modalidad de
-la casilla que ha de ocupar, al
za forma parte de la jugada, tal captura se conoce con el nombre
efectuar el enroque, quec;la
como ésta viene definida en el de "captura al paso " .
bajo jaque ;
Artículo 4 .0 1 . La pieza captura­ d) Cuando un peón alcanza la
da debe ser retirada -inmediata­
I1) sise encuentra alguna pieza en­ octava fila , se debe cambiar inme­
tre el rey y la torre, con la cual diatamente, como parte integrante
mente- del tablero por el juga­
se quiere efectuar el enroque. de la misma jugada, por una dama,
dor que efectúa la jugada. (Para
la "captura al paso " ver artícu­ una torre, un alfil o un caballo del
5 . 0 2 . LA DAMA
lo 5 .06.c) . mismo color que dicho peón, a
La dama se puede desplazar a
elección del jugador e indepen­
cualquier casilla (con excepción
dientemente de las piezas que aún
Artículo 5. El movimiento de de las acotadas en el artículo 4.02)
quedan sobre el tablero . Se dice
las pie�as de la fila, columna y diagonales en
que este peón "ha promociona­
que se encuentra.
do ", y la acción de la pieza elegida
5.0 1 . EL REY 5 . 0 3 . LA TORRE es, a efectos del juego, inmediata.
a) A excepción de cuando efec­ La torre se puede desplazar a e) En una competición, si el ju­
túa el enroque, el rey se puede cualquier casilla (con excepción gador no tiene inmediatamente a

66 GAMBITO
leyes del ajedrez
s u disposición una nueva pieza, retirado del tablero y la mano del jugada ilegal, se restablecerá la p o­
debe solicitar la asistencia del Ar­ jugador, tras ubicar la nueva pieza sición existente antes de que se
bitro antes de efectuar su jugada . en la casilla de promoción, la ha produjese ésta. A la jugada, que se
Su una vez formulada la petición soltado. Si la mano del jugador debe hacer en sustitución de la ile�
se prevé una demora apreciable en suelta el peón, una vez que éste ha gal, se le aplicarán las reglas del
la obtención de la nueva pieza, el promocionado , el movimiento no Artículo 7 ; hecho esto , se conti­
Arbitro debe detener los dos relo­ está aún completo, pero el jugador nuará la partida.
jes hasta que se haya proporciona­ no tiene ya derecho a jugar el Si no fuera posible restablecer
do la pieza requerida al jugador, al peón a otra casilla. la posición, la partida será declara­
cual corresponde jugar. Si no se .
6 .0 5 . Al comprobar si se ha he­ da nula y se jugará una nueva par­
formula la petición, y el jugador cho el número de jugadas en el tida.
realiza la jugada y detiene el reloj, tiempo estipulado, la última juga­ Esto es válido para todas las se­
sin cambiar el peón promocionado da no se considera completada siones de juego y para las partidas
por otra pieza, se le debe dirigir hasta que el jugador ha detenido que esperan una decisión para su
una advertencia o aplicar una pe­ su reloj. adjudicación.
nalización disciplinaria, como pue­ Esto rige para todas las situa­ 8 .0 2 . Si durante una partida
de ser cargar el tiempo en su reloj. ciones, excepto para las previstas una o más piezas son desplazadas
En cualquier caso se deberán adop­ en los artículos 1 0 .0 1 , 1 0 . 0 2 , accidentalmente de sus casillas y
tar las medidas siguientes : 1 0 .0 3 y 1 0 .04. reubicadas incorrectamente, se de­
1 . Ajustar de nuevo el reloj del berá restablecer la posición ante­
oponente, de manera que se le Artículo 7 . Pieza tocada rior a dicho desplazamiento y se
asigne el tiempo que marcaba in­ continuará la partida.
mediatamente antes de que el ju­ 7 .0 1 . El jugador, al cual correspon­ Si no fuera posible restablecer
gador detuviera el suyo . de jugar, puede ajustar la posición la posición, la partida será declara­
2. Restablecer sobre el tablero de una o varias piezas en sus casi­ da nula y se jugará una nueva par­
la posición existente antes de que llas siempre que exprese -previa­ tida.
el jugador moviera el peón. mente- su intención de hacerlo 8.03. Si un jugador mueve y , al
(por ejemplo, diciendo j'adou be hacerlo, tira inintencionalmente
3. Poner en marcha el reloj del
jugador al cual corresponde mover.
- "compongo " )- . una o varias piezas, no debe dete­
7 . 0 2 . A excepción del caso an­ ner su reloj hasta que se haya res­
Hecho esto , el jugador deberá
terior, si el jugador al cual corres­ tablecido la posición.
efectuar su jugada correctamente,
ponde jugar toca deliberadamente: 8 . 04 . Si después de un apla.za�
de acuerdo con lo especificado en
a) una o más piezas del mismo co­ miento la partida es reconstruida
)
el artículo 5 .0 6 .d .
lor, tiene que mover o capturar incorrectamente , se deberá resta­
la primera pieza tocada que se blecer la posición existente en el
Artículo 6. Ejecución de puede mover o capturar ; o bien momento del aplazamiento y con­
la jugada b) una de sus piezas y una de las tinuar la partida.
piezas del contrario , tiene que 8 . 0 5 . Si durante una partida se
6. Una jugada se ha completado capturar ésta con la suya; si comprueba que la posición inicial
cuando : ello fuera ilegal, tiene que mo­ de las piezas era incorrecta o que
6 .0 1 . en el caso de una que se ver o capturar la primera pieza se ha jugado con los colores cam­
desplaza de una casilla a otra que tocada que se pueda mover o biados, se anulará la partida y se
está libre, la mano del jugador ha capturar. jugará una nueva partida.
soltado dicha pieza; 7 .03 . Si ninguna de las piezas 8 . 0 6 . Si durante una partida se
6 .0 2 . en el caso de una captu­ tocadas dispone de una jugada le­ comprueba que el tablero no ha
ra, la pieza capturada ha sido re­ gal (o si ninguna de las piezas con­ sido colocado de acuerdo con el
tirada del tab lero, y el jugador, trarias to cadas puede ser captura­ Artículo 1 .0 2 . , se transferirá la
tras colocar su pieza en la nueva da legalmente) , el jugador es libre posición existente a un tablero
casilla, ha soltado ésta; de hacer cualquier jugada legal dispuesto correctamente y se con­
6 . 0 3 . en el caso del enroque, la que desee . tinuará la partida.
mano del jugador ha dejado la to­ 7 .04. Si un jugador. quiere de­
rre en la casilla franqueada por el nunciar que su adversar�o ha viola­ Artículo 9. El jaque
rey. Cuando el jugador ha soltado do el Artículo 7 . 0 2 . , debe hacerlo
el rey , la jugada no está aún com­ antes de que él mismo toque una 9 . 0 1 . El rey está en jaque cuando
pleta, pero ya no tiene derecho a pieza. la casilla que ocupa se ve atacada
hacer otra jugada distinta de ese por una o dos piezas contrarias.
enroque, siempre que éste sea le­ Articulo 8. Posiciones ilegales En tal caso se dice que la pie­
gal; za o las piezas dan ' 'laque al rey " .
6 .04. en el caso de que un peón 8 .0 1 . Si en el curso de una partida 9 .0 2 . El jaque debe ser con­
promocione, dicho peón ha sido se comprueba que se ha hecho una trarrestado -ineludiblemente- en

67
leyes del ajedrez
la jugada siguiente. S i n o s e puede , dentemente- queda excluida para 1 0 . 1 0 . Un jugador sólo puede
se dice que es "jaque mate " o uno y otro bando la posibilidad de proponer tablas, de acuerdo con
" mate " . (Ver artículo 1 0 .0 1 ) . ganar : las condiciones previstas. en el Ar­
9 .03 . No e s obligatorio anun­ a) rey contra rey ; t ículo 1 0 .04, inmediatamente des­
ciar el jaque. b) rey contra rey y alfil o caballo ; pués de mover una pieza.
c) rey y alfil contra rey y alfil; F ormulada la propuesta, dicho
siempre que los dos alfiles se jugador pone en marcha el reloj de
Artículo 1 0 . Partida terminada
muevan sobre diagonales del su oponent e , el cual puede acep­
mismo color. tarla o rechazarla, bien oralmente
1 0 .0 1 . La partida es ganada por el 1 0 .0 8 . La partida es tablas o b ien realizando una jugada.
jugador que da mate al rey adver­ cuando un jugador, en el momen­ Durante este intervalo de tiem­
sario . to en que le corresponde jugar, re­ p o , el jugador que ha formulado la
Esto significa inll1-ediatamente clama tablas y demuestra que se propuesta no puede retirarla.
el fin de la partida. han hecho, al menos, cincuenta ju­ a) Si un jugador propone tablas
1 0 .0 2 . La partida es ganada por gadas consecutivas por cada parte cuando el reloj de su oponente
el jugador cuyo oponente declara sin que se haya producido ninguna está en marcha, éste puede
que abandona. captura de pieza y sin que se haya aceptarlas o rechazarlas.
Esto significa -inmediatamen­ movido ningún peón . No obstante, el Arbitro debe
te- el fin de la partida. El número de cincuenta juga­ dirigir una advertencia al juga­
1 0 .03 . La partida es tablas das se puede aumentar para deter­ dor que ha propuesto las tablas
cuando el rey del jugador, al cual minadas posiciones, siempre que (artículo 1 5 . 0 1 .d) .
corresponde jugar, no está en ja­ ambos elementos -número de ju­ b) Si un jugador propone tablas
que y el mencionado jugador no gadas y posiciones- hayan sido fi­ cuando su reloj está en marcha,
dispone de ninguna jugada legal. jados con toda claridad en las le­ el oponente puede aceptarlas o
Se dice entonces que el rey está yes del ajedrez (artículo 1 0 .0 9 ) . rechazarlas , o posponer su de­
"ahogado " . 1 0 . 0 9 . E l número ' de cincuenta cisión hasta ver la jugada del
Esto significa -inmediatamen­ jugadas, mencionado en el Artícu­ proponente.
te- el fin de la partida. lo 1 0 . 0 8 , será ampliado a cien ju­ Si esta jugada coincide con la
1 0 . 04. La partida es tablas p or gadas con las siguientes posiciones : jugada secreta, la decisión del
acuerdo entre los dos jugadores. a ) rey, torre y alfil contra rey y oponente puede posponerse
Esto significa -inmediatamen­ torre; hasta qu e se abra el sobre y se
te - el fin de la part.ida. b ) rey y do s caballos contra rey y ej ecute sobre el tablero dicha
1 0 .0 5 . La partida es tablas a peón, siempre que se den las si­ jugada.
petición del jugador al cual corres­ guientes condiciones : c) En estas situaciones , el jugador
ponde jugar cuando : 1) el peón ha de estar perfecta­ puede rechazar la propuesta
a) va a producirse , o mente bloqueado por un ca­ oralmente o realizando una ju­
b) acaba de producirse, por terce­ ballo ; gada en la primera oportunidad
ra vez, la misma posición y las 11) el peón no debe haber pasa­ que se le ofrezca.
tres veces ha correspondido do de : En el intervalo de tiempo com­
mover al mismo jugador. para las negras : a4 , b6 , c 5 , prendido entre la propuesta de
Se considera que es la misma d4, e 4 , f5 , g6 o h4 ; tablas y la respuesta del opo­
posición cuando piezas del mis­ para las blancas : a5 , b 3 , c4, nente, el jugador que hace la
mo tipo y color ocupan las mis­ d 5 , e5, f4, g3 o h5 ; propuesta puede retirarla.
mas casillas y las jugadas posi­ c) rey, torre y p eón contra rey , al­ 1 0 . 1 1 . 0 1 . El derecho a recla-
bles, de todas las piezas , son las fil y p eón, si : mar tablas, de acuerdo con las
mismas, incluido el derecho a 1) las blancas tienen un peón condiciones previstas en el Artícu­
enrocar y a capturar un peón al en a2, las negras tienen un lo 1 0 . 0 5 , corresponde exclusiva­
paso . p eón en a3 y un alfil negro , mente al jugador que :
1 0 .06 . Si un jugador ejecuta o bien a) está en condiciones de hacer
una jugada sin haber reclamado ta­ 11) las blancas tienen un peón una jugada que provoque una
blas, aduciendo alguna de las raz o­ en h 2 , las negras tienen un de tales repeticiones de la posi­
nes especificadas en el artículo peón en h3 y un alfil blan­ ción, si previamente manifiesta
1 0 .0 5 . , pierde el derecho a hacer­ co , o bien al Arbitro su intención de ha­
lo . No obstante, este derecho le es 111) se dan las condiciones de I cer esta jugada y la anota en su
restituido si se produce -de nue­ o 11 con colores invertidos plantilla; o
vo- la misma posición y le cortes­ y, consecuentemente, hay b) le corresponde jugar en respues­
ponde jugar al mismo jugador. un p eón negro en h7 o a7 y ta a la jugada que ha provocado
1 0 .0 7 . La partida es tablas un p eón blanco en h6 (con la posición repetida.
cuando se produce uno de los si­ alfil negro) o a6 (con alfil 1 0 .1 1 .0 2 . También le corres­
guientes finales, en los que -evi- blanco) . ponde el derecho a reclamar ta-

68 G AMB ITO
leyes del ajedrez
bIas , antes de superar el l ímite de artículo 1 0 . 1 3 , p or haber retra­ u n jugador se niega a anotar la
tiempo , al jugador cuyo oponente sado el límite de tiempo . partida de acuerdo con el Artículo
solamente le queda el rey . 1 0 . 1 5 Pierde la partida el juga­ 1 1 .0 1 , entonces se le aplicaría el
1 0 . 1 2 . Si un jugador exige ta­ dor que pone bajo sobre una juga­ artículo 1 0 . 1 5 .
blas , de acuerdo con las condicio­ da secreta cuyo significado real es 1 1 .0 5 . S i un jugador no s e nie­
nes previstas en los artículos imposible de determinar, as í como ga a cumplir el requ erimiento del
1 0 .0 8 y 1 0 . 1 1 , el árbitro deb e de­ aquel que pone bajo sobre una ju­ árbitro de completar su planilla,
tener seguidamente el reloj y man­ gada secreta ilegal. pero manifiesta no poder hacerlo
tenerlo así mientras se examina la 1 0 . 1 6 . Pierde la partida aquel sin consultar la planilla de su opo­
validez de la petición . jugador que , en el transcurso de la nente , ésta deberá pedirse al Arbi­
a) Si se comprueba que la peti­ misma, rehusa cumplir las leyes . tro , el cual decidirá si se puede
ción es correcta, la partida es completar la planilla antes del
Si ambos jugadores rehusan
tablas. control de tiempo sin mo lestar al
cum'plir ' las leyes o ambos jugado­
b ) Si se comprueba que la peti­ otro jugador.
res comparecen, ante el tablero de
Este último no podrá negarse a
ción es incorrecta, el árbitro aj edrez , con más de una hora de
facilitar su planilla, toda vez que
deberá cargar cinco minutos en retraso, la partida será declarada
la misma es propiedad de la orga­
el reloj del peticionario . perdida para ambo s .
nización de la prueba y la recons­
Si con ello éste rebasa el límite
trucción de la partida se hará con
de tiempo , habrá perdido la Artículo 1 1 . La anotación d e
cargo el reloj de su adversario .
partida. En caso contrario , la las partidas
En todos lo s demás casos las
partida se continuará y el juga­
planillas sólo se pueden completar
dor que ha indicado la jugada,
1 1 .0 1 . En el curso de la partida después del control de tiempo .
de acuerdo con el artículo
amb os jugadores tienen la obliga­
1 0 . 1 1 . 0 1 .a, será obligado a eje­ 1 1 . 0 6 . Si superado el control
ción de anotarla (sus jugadas y las
cutarla sobre el tablero . de tiempo uno de los jugadores
de su op onente) , jugada tras juga­
tiene que completar su planilla, lo
c) Un jugador que formula una da , de la manera más clara y legi­
hará antes de efectuar un nuevo
petición , de acuerdo con este ble posible , de acuerdo con el sis­
movimiento y con el reloj en mar­
Artículo , no puede retirarla. tema de anotación algebraico , en
cha si su oponente ya ha jugado.
1 0 . 1 3 . Pierde la partida el juga- la planilla prescrita para la compe­
1 1 . 0 7 . Si superado el control
dor que no ha completado el nú­ tición.
de tiempo los dos jugadores tienen
mero de jugadas prescrito en el El jugador puede hacer primero
que completar su s planillas, el ár­
tiempo establecido. su jugada y luego anotarla en la
bitro detendrá los dos relojes has­
1 0 . 1 4 . Pierde la p ar tida el juga­ planilla o viceversa.
ta que las planillas sean completa­
dor que comparece,' ante el table­ 1 1 . 0 2 . Si un jugador dispone
das ; si es necesario, con la ayuda
ro de ajedrez , con más de una ho­ en su reloj de menos de cinco mi­
de otro tablero bajo el control del
ra de retraso , ya sea para iniciar la nu tos para llegar al control de
Arbitro, el cual deberá haber ano­
partida o para reanudarla, si ésta tiempo no está obligado a cumplir
tado previamente la actual po si­
ha sido aplazada. las exigencias del artículo 1 1 . 0 1 .
ción en el tablero .
El tiempo de retraso se conta­ Pero dicho jugador deberá com­
1 1 .0 8 . Si al aplicar el artículo
biliza a p artir del comienzo de la pletar la anotación de la partida,
sesión de juego . 1 1 .06 . el árbitro comprueba que
añadiendo las jugadas que faltan
no se puede reconstruir la partida
No obstant e , en el caso de una en su planilla, tan pronto como el
con la única ayuda de las planillas,
partida aplazada, si el jugador que dispositivo adecuado en su reloj
entonces actuará de acuerdo con
s e retrasa es el mismo qu e el que (por ejemplo , una banderita) indi­
el Artículo 1 1 .0 7 .
ha hecho la jugada secreta, enton­ que el fin del tiempo establecido
ces se pueden producir las siguien­ 1 1 .0 9 . S i e s imposible recons­
p ara el control.
tes posibilidades : truir las jugadas de acuerdo con lo
1 1 .0 3 . Si ninguno de los dos ju­
a) que dicho jugador gane la parti­ prescrito en el artículo 1 1 .0 7 , se
gadores puede llevar el control del
da , porque la jugada secreta continuará la partida.
número de las jugadas , el árbitro
efectúa el jaque mate ; En este caso , el siguiente mod­
o su delegado ha de procurar estar
b ) que dicho jugador obtenga ta­ presente y realizar dicho c ontrol. miento se considerará como el pri- ,
blas , porque la jugada secreta El árbitro no debe de interve­ mer movimiento del siguiente con­
provoca las tablas por ahogado nir a menos que caiga la banderita, trol de tiemp o.
o , como consecuencia de la ju­ y debe abstenerse de indicar a los
gada secreta, se produce una de jugadores, por cualquier procedi­ Artículo 1 2 . El reloj de ajedrez
las posiciones especificadas en miento, que se ha superado el con­
el artículo 1 0 .0 7 ; trol de tiempo . 1 2 .0 1 . Cada uno de los jugadores
e ) que el jugador presente pierda 1 1 .04. Si, a l margen d e l a situa­ tiene que hacer un número deter­
la partida, de acuerdo con el ción prevista en el artículo 1 1 . 0 2 , minado de jugadas en un periodo

69
leyes del ajedrez
d e tiempo determinado ; ambos cual no es responsable ninguno de
factores -el número de jugadas los dos jugadores, el árbitro debe­ Artículo 1 3 . El aplazamiento
que hay que efectuar y el tiempo rá detener los relojes. de la partida
asignado- serán especificados con Esta medida procede, por ejem­
anterioridad. El tiempo ahorrado plo , cuando se debe corregir una 1 3 . 0 1 . Si una partida no ha termi­
por un j ugador durante una sesión posición ilegal ; cuando se cambia nado al concluir el tiempo prescri­
de juego se añade a su haber en la el reloj defectuoso o cuando, al to para la sesión de juego, el juga­
siguiente sesión. promo cionar un peón, el jugador dor al cual corresponde mover
1 2 .0 2 . El control de tiemp o, no tiene inmediatamente a su dis­ debe de :
correspondiente a cada jugador, se posición la pieza que manifiesta - escribir su jugada secreta, en
realiza mediante un reloj provisto querer a cambio . '
notación clara y precisa, en su
de una bandera (u otro dispositivo 1 2 .0 6 . En e l caso d e los artícu­ planilla;
adecuado ) . Se considera que la los 0 8 .0 1 y 0 8 . 0 2 , cuando no es
- meter esa planilla y la de su
bandera ha caído cuando este he­ posible determinar el tiempo con­
oponente en un sobre ;
cho es advertido por el árbitro o sumido por cada jugador hasta el
- sellar el sobre y, a continuación,
cuando el árbitro considera que momento en que se produjo la
- debe detener su reloj.
se ha sobrepasado el tiempo esta­ irregularidad, a cada jugador se le
Hasta que no se han detenido
blecido, a pesar de que -por un asignará un tiempo proporcionar
los relojes, el jugador conserva el
defecto - la bandera no haya caí­ al marcado por su reloj cuando se
derecho para poder cambiar la ju­
do en el momento en que la punta observó dicha irregularidad.
gada secreta.
del minutero rebasó la punta de la Ejemplo : después de la jugada
Si el jugador ejecuta dicha juga­
bandera. 30 de las negras, se comprueba
da secreta en el tablero , también
En los casos en los cuales el ár­ que en la jugada 20 se produjo
tiene que anotarla en su planilla
bitro no está presente, se conside­ una irregularidad. Si realizadas es­
como su jugada secreta.
ra que ha caído la bandera cuando tas treinta jugadas el reloj de las
1 3 .0 2 . En el sobre se harán
uno de los jugadores, detiene su blancas marca noventa minutos y
constar los datos siguientes :
reloj y pone en marcha el de su el de las negras sesenta, la fórmula
a) lo s nombres de los dos jugado­
oponente. de los tiempos consumidos p or los
res ;
1 2 .04. Toda indicación facilita­ dos jugadores en las veinte prime­
b) la posición inmediatamente an­
da por un reloj se considera válida ras jugadas es :
terior a la jugada secreta;
y concluyent e, siempre que no
c ) el tiempo consumido por cada
existan defectos evidentes. El ju­ 90 X 20 .
B LANCAS : 60 mmutos jugador, y
gador que desee denunciar uno de --- =

30 d) el nombre del jugador que ha


tales defectos evidentes deberá ha­
hecho la jugada secreta y el nú­
cerlo tan pronto como 10 observe
y, a más tardar, inmediatamente 60 X 2 0 mero de ésta.
N E G RA S : 4 0 minutos
1 3 .0 3 . El Arbitro es el respon­
=

después de que su bandera haya 30


sable del sobre .
caído en el control de tiemp o .
El reloj que presente un defec­ 1 2 .0 7 . L a pérdida de una parti­
to evidente deberá ser sustituido da, por abandono , y las tablas, por Artículo 1 4. La reanudación
por otro , y en el nuevo reloj se in­ acuerdo, conservan su validez in­ de la partida aplazada
dicará -con la mayor precisión cluso cuando después se pone de
posible- el tiempo consumido por manifiesto que la bandera hab ía 1 4 .0 1 . Cuando se reanuda una
cada jugador hasta el momento en caído . partida se debe poner -en el ta­
que se tuvo que interrumpir la 1 2 .0 8 . Si las dos banderas han blero- la posición inmediatamente
partida. El árbitro deberá utilizar caído -virtualmente- al mismo anterior a la jugada secreta e indi­
su mejor criterio para determinar tiempo y al árbitro le ' resulta car en los relojes el tiempo consu­
los tiempos que ha de marcar el imposible determinar claramente mido por cada jugador hasta el
nuevo reloj Si decide añadir el cuál de ellas lo hizo primero, en­ momento del aplazamiento.
tiempo al reloj de uno o de ambos tonces la partida deberá continuar. 1 4.0 2. El sobre que contiene la
jugadores, entonces en ningún ca­ 1 2 . 0 9 . El árbitro debe abste­ jugada secreta únicamente será
so deberá dejar a un jugador con : nerse de indicar : abierto en presencia del jugador al
a) menos de cinco minutos para - a un jugador que su oponente cual corresponde mover (aquel
poder llegar al control de tiem­ ya ha jugado ; o que tienen que contestar a la juga­
po; o - que el jugador se ha olvidado da secreta ) . El reloj de este juga­
b) menos de un minuto para cada de detener su reloj tras efectuar dor será puesto en marcha después
jugada para poder llegar al con­ su jugada; qe que se haya ejecutado en el ta­
trol de tiemp o . - as í como de informarle sobre el blero la jugada secreta.
1 2 .0 5 . Si es necesario interrum­ número de jugadas que ha he­ a) Si los dos jugadores acuerdan
pir el juego por una causa de la cho , etc. tablas y comunican al Arbitro

70 GAMBITO
leyes del ajedrez
s u decisión y , tras abrir el s o ­ lojes y uno de los jugadores 10 ,de­ - Determinar si los jugadores han
bre , se comprueba q u e l a juga­ nuncia antes de efectuar su primer sobrepasado el límite de tiem­
da secreta es ilegal , o movimiento , el error será corregi­ po prescrito .
b) si, en una partida aplazada , uno do . - Fijar el orden de la reanuda­
de los jugadores manifiesta al Si el error no es denunciado , la ción de las partidas aplazadas.
Arbitro que abandona y luego , partida continuará sin corrección - Velar por el cumplimiento de
al abrir el sobre , se comprueba alguna, a menos que el árbitro las disposiciones contenidas en
que la jugada secreta de su opo­ considere que las consecuencias el artículo 13 (cerciorarse de
nente es ilegal según el artículo serán demasiado graves. que es correcta la información
1 0 . 1 5 , se ha de tener presente 1 4 . 0 7 . La duración de la se­ que figura en el sobre ) .
en : sión, correspondiente a la partida - Conservar el sobre con la juga­
-el acuerdo de tablas persisten­ aplazada, será controlada por el da secreta hasta la reanudación
te, y en reloj de pared y se anunciará rápi­ de la partida, etcétera.
-el abandono sigue siendo váli­ damente la hora de su comienzo y
1 6 .0 3 . Hacer qu e se cumplan
do . la hora de su terminación.
las decisiones que haya podido
1 4 .03 . Si el jugador que tiene
tomar en los casos de litigio surgi­
que mover, o sea, que tiene que Artículo 1 5 . La conducta
dos en el curso de la competición.
responder a la jugada secreta, está de los jugadores
ausente, su reloj será puesto en 1 6 . 04. Actuar en el mejor be­
marcha, pero el sobre que contie­ 1 5 . 0 1 . P ROHIBICIONE S neficio de la prueba, a fin de man­
ne la jugada secreta sólo será a) Durante la partida, a los juga­ tener un buen ambiente de juego
abierto en su presencia. dores les está prohibido : y para que los jugadores no se mo­
1 4 .04. Si el jugador que ha rea­ -utilizar material manuscrito , lesten unos a otros ni sean moles­
lizado la jugada secreta está ausen­ impreso o registrado p or cual- tados por el p�blico .
te, el jugador al cual corresponde quier otro procedimient o , así 1 6 . 0 5 . Imponer sanciones a los
mover no está ob ligado a contes­ como jugadores p or cualquier falta o in­
tar sobre el tablero a la jugada se­ -analizar la partida en otro ta­ fracción de las leyes.
creta. Tiene derecho a : blero ;
- anotar la jugada d e respuesta -recurrir a consejos, avisos u Artículo 1 7 . Puntuación
en su planilla; opiniones de terceros, los ha­
- sellar ésta en un sobre; yan solicitado o no . En una partida ganada, el ganador
- detener el reloj, y b) Les está prohibido igualmente recibe 1 (un) punto y el perdedor
- poner en marcha el reloj de su el uso de notas hechas durante O (cero ) puntos.
oponente . la partida, como ayuda memo­ En caso de tablas, cada jugador
El sobre se guardará en lugar rística, exceptuando la anota­ recibe Y:! (medio) punto.
seguro y se abrirá en presencia del ción de las jugadas y el tiempo
oponente . indicado por los relojes. Artículo 1 8 . Interpretación
1 4.0 5 . Si desaparece el sobre c) En las salas de juego no está de las leyes
que contiene la jugada anotada de permitido realizar análisis du­
acuerdo con el artículo 1 3 .0 2 : rante la partida o durante las En caso de duda acerca de la apli­
a) la partida se reanuda a partir de sesiones de las partidas aplaza­ cación o de la interpretación de
la posición existente en el mo­ das. las leyes, la F ID E examinará las
mento del aplazamiento y con d) E stá prohibido distraer o mo­ pruebas y emitirá decisiones ofi­
los tiempos de reloj correspon­ lestar al oponente de cu alquier ciales.
dientes a dicho momento ; manera, con cualquier cosa. Los reglam entos publicados son
b) si resulta imposible reconstruir 1 5 . 0 2 . Las infracciones de las obligatorios para todas las Federa­
la posición, la partida será anu­ nonnas contenidas en el artículo ciones afiliadas.
lada y se deberá hacer jugar 1 5 .0 1 . pueden incurrir en sancio­ Todas las propuestas y consul­
una nueva partida ; nes que lleguen hasta la pérdida de tas sobre interpretaciones deberán
c) si no se puede determinar el la partida. ser remitidas por las F ederaciones,
tiempo consumido en el mo­ que son miembros de la F ID E ,
mento del aplazamiento , el Ar­ Artículo 1 6 . El árbitro c o n los datos completos.
bitro deberá decidir sobre esta
cuestión. Para dirigir la competición se deb e Artículo 1 9 . Vigencia
El jugador que ha realizado la designar un árbitro . Sus obligacio­
jugada secreta la deberá ejecu­ nes son : El texto inglés es la versión autén­
tar sobre el tablero. 1 6 .Q 1 . Velar por el estricto tica de las Leyes del ajedrez, adop­
1 4 .0 6 . Si, en la reanudación de cumplimiento de las leyes . tada por el congreso de la F ID E
la partida , se ha colo cado incorrec­ ' 1 6 .0 2 . Sup ervisar el desarrollo e n 1 9 84. Estas leyes entrarán e n
tamente el tiempo , uno de los re- de la prueba. vigor el día 1 0 . de enero de 1 9 8 5 .

71
A -J E D R E Z EN
M E X I C' O
- 3� -

72 GAMBITO
· .

P ROVEE DO RA C U l rU RAL
SAN RO MAN , S.A. D E c.v.

LI B ROS ACADEM I COS

Ch i h uahua 1 84 Co l . Roma 06700 México, D . F . Te l . 574-05-03

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