Termografía industrial: Cómo puede aumentar la productividad de su

empresa

¿Qué es la termografía industrial? La termografía está presente en muchos

segmentos, debido a su potencial de producir grandes resultados. En la
industria, por ejemplo, se convierte en una excelente herramienta de monitoreo
de condición, posibilitando la realización de inspecciones de forma segura,
práctica y confiable.
A través del termovisor, un sistema de cámaras termográficas infrarrojas realiza
el apunte de la temperatura de las superficies del equipo. Como la luz infrarroja
es invisible al ojo humano, los resultados se presentan a través de colores, en
una especie de mapa de calor.
Esta inspección termográfica es de extrema importancia para los procesos de
mantenimiento, pues es capaz de identificar la raíz de irregularidades que, en
el futuro, pueden traer muchas preocupaciones para los gestores, con bajas en
el rendimiento del equipo, del conjunto fabril, o incluso perjuicios la parada total
del equipo.

¿Cuáles son los beneficios de la termografía industrial?

A través de la termografía infrarroja, es posible identificar las causas

primordiales de posibles fallas, siendo algunas de ellas:
sobrecalentamiento;
sobrecarga;
Alto consumo de energía;
Falta de aislamiento térmico;
Conexiones sueltas y fallas de transmisión de energía.
Estas irregularidades, si no identificadas, controladas y corregidas en su fase
inicial, pueden tornarse generadoras de fallas, paradas no programadas y
saltos, trayendo diversos problemas para el campo fabril y mucho dolor de
cabeza para los gestores.

¿Cómo la termografía industrial puede aumentar la productividad de mi

empresa?

Con las inspecciones termográficas al día, es mucho más fácil mantener el foco
en los tres principales influyentes de los resultados. Los riesgos, representados
por los procesos de mantenimiento, con el objetivo de mantener el equipo en
plena etapa de funcionamiento y distante de fallas y roturas, el tiempo, con la
optimización de las inspecciones, que se pueden realizar sin la necesidad de
apagar el equipo, y el dinero, en la gestión de costos.
De esta forma, es posible aumentar la productividad del campo fabril, la
confiabilidad, y consecuentemente la vida útil de los equipos, y conquistar
muchos resultados positivos en la gestión del mantenimiento.

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