Opinión. Las remesas, que son el dinero que transita de un país a otro sin representar ninguna transacción comercial, es decir el dinero que envía una persona de un país a otro, representan un ingreso importante para al menos 400 mil familias mexicanas, según este artículo. Este es un dato importante y que muchas veces queda oculto debido a que no se trata de compra o venta de mercancías, pero es una cantidad importante de dinero el que ingresa al país, más de 33 mi 480 millones de dólares. Como señala el artículo, somos el cuarto país con mayores remesas familiares, solo después de India, China y Filipinas. Esto no solo nos habla de un gran movimiento económico, esto nos indica un muy alto porcentaje de migración con fines de trabajo, lo que a su vez indica la falta de empleo en territorio nacional y la falta de oportunidades de crecimiento. Casi como una transacción de importación o exportación de mercancía, lo que sucede en México es que se esta exportando valor humano. Es importante mencionar que el ingreso por remesas del año pasado supero por casi 10 % el ingreso obtenido por la exportación de petróleo, 26 mil 512 mdd según cifras de PEMEX, mencionado en un artículo del primero de febrero en la misma plataforma. Más que un dato impresionante es alarmante que el crecimiento del país cuyo indicador ha sido la industria mexicana históricamente más redituable y con mayor crecimiento desde su fundación en los años treintas del siglo pasado, este estancado y sea ampliamente superado por el dinero que envían mexicanos al país desde otras partes del mundo. Los migrantes, ya sea como trabajadores de campo o profesionistas, dejan un país que muchas veces no les permite vivir dignamente o que menosprecia sus capacidades y talentos, algo que deriva de la situación que ha vivido el país en los últimos 30 años. Más allá de los gobernantes que ha tenido México, la situación política y los mercados internacionales así como la diplomacia y la relación con nuestros socios comerciales han dejado a México en una situación precaria y vulnerable, incapaz de dar a su población suficientes recursos y oportunidades, lo que obliga a mucha de la población a buscar oportunidades fuera del país. Desde un punto de vista económico, esto no es del todo malo, debido a que en el sexenio pasado las remesas alcanzaron casi 161 mil 500 millones de dólares, lo que representa un desahogo de la economía nacional. Viéndolo de esta manera es importante que nuestros paisanos sean mejor representados en el exterior y tengan mucha más participación en la vida política de nuestro país más allá de elecciones cada 6 años.