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CRONICAS HISTORICO-NOVELESCAS
Bogotá
•'
. ?
. ""
~ ' A cnviilia, la emulación y el odio qu(
<r el gran poderío de Espafia en el • ~ u~ n)
.'Tundo despertó entre las demás nacion e,_
t:• n·opeas, se había traducido por medio de
ataques y vías de hecho: cosa natural en nu
tiempo recién emancipado de la barbarie ~
que acababa de salir de la época de transición
llamada de la I:Jad 1Icdia. Aquellos ataque:
injustos contra Espafia se pusieron en planta
por ciertas asociaciones y compafiías de pi -
ratas, corsm·ios, filibusteros, bucaneros y
n\entureros de diferentes nacione8 y parti-
culanncnte I ngleses y Franccs ~s, los cuales,
.. .....
CUADRO FRU~ERO
({trt.'
/-~)OSCIL''fOS azoe~?
i ,. 1 -H~ lo dije.
-l'ero . . ..
-:Xo me repliqu.:.s.
-Pürmitidm r, 'úuicnie llejincs, deciro., qu 1
l' loto C'S hombre mulo, peligroso, y quo si uo muv
1 de lo:> azote.; ....
,~1.·_
r"'~
qué Ít Oa1·tagen a?
-Porque allí podr éis h:1cer rico botín.
-¿Y qué n1ás? . ..•
- No más ....
- ¿Y qué moti'"o tenéis para eso? ¿No sois acaso
Español?
- Sí.. .. pero qttiero vengarm e de U.ll hombre .....
y de la población entera.
- Oo m prendo .. • • P ero ¿conocéi s la manera de
entrar en ese puerto?
- He sido por muchos a!1os práctico y piloto eu
todos los pnertos de Tierra-F irme.
- Bien .. .. ¿Cómo os llamais?
- Íiligo Orma.echea.
-¿Sois Vascong ado? *-
- í. . . . y por eso nada ol\·ido jamás . ...
- Os tomo á mi costa . . . . Si sois piloto, como
(lecís, en brHe lo veremos d nmu te la na H:gación ;
y si nos llení.is ocultame nte á Oartngeu a de InuiaP,
v tcsb:a parte de presa será igual [t la de nn Oficial,
es decir, igual :í. lo. de och:> solUados . ...
-Repito , Capitán, que yo no piU.o sino una cosa :
que me llevéis CL Oartagen a y me permit.1is hacer
h presa q_ue se me antoje; nó de dinero, sino de
otra. CO"a: lo dcm:í.s no importa . ... Yo no YiYo
sino para yeng<trme; yo no existo sino con esa in-
tención grabaua con letras do fuego en el .fonuo
de mí alma . ...
;t 1
oÉ ero CerL,gcna en ec¡ucll> época?
'( · · pobre caserío rodeado de espesa mon tafia,
r,,
sin murallas, sin fortalezas, ~in puentes. Boca-
Grande estaba auierta ú la entnllh del mar, y los
navíos más grandes penetraban por allí, de manera
que nada era más fácil ni más frecuente que el \('l'
...,nrgir de repente un barco á las puertas ele Carta-
~ena, sin previo tniso :r sin saberse cómo.
Ln' i:;las adyacentes, y ur¡ucllas cubiertas hoy de
ediflcios, estn.ban una, enojadas de malcz<l · y ele
tosos
bían mata uo mnlti tncl de aves, lecho nes apeti
velad: :t
Y otros anim ales qnead erez1 .ron dura nte Lt
para traba jar meno s al día sigui ente.
renrli -
En fin, todos se acost aron nr¡uella noch e
con lo que halJía n rlc
dos Jo cansa ncio y sofía ndo
r en la prc-
lucir , de come r, de diver tirse y lucra
pnral lu fiesta.
luna,
La noch e estab a oscur a, porq ue no lJabía
ulnn iunnm erahl cs
poro en lo alto del ciclo lJrill
perez osa-
estre llas, y sobre la mar se arms tmba
para. el
ment e nmt nebli na qno anun ciaba c,tlor
las olas
tlía si~uiente . La lillar estab a tranq uila;
bntí:t n las playa s con acom pas:u lo murm ullo, y los
bla.IH lamen tc,
úrbul cs ele lo~ conto rnos se mecí an
. haci:t
impe lidos por la brisa que sopla ba de tierra
r] mar.
Las lnccs se había n iJo apag ando nna ú una
en
y por últim o no Fe viú
tollas las casas de la cinlla,c1.
na tlc
mús luz que la r¡ne se filtm ba por nun. Ycnta
ciclan -
la Catoclml, reflejo de la lám·p ara r1ue arclía
te drl Sagra rio.
-Oig o un rnído extra üo del hulo del mar, clijiJ
nno de los n~ciuos, incor porán uose en su hama ca y
llama ndo á sns cri:vlo~ .
- oiíor, le conte staro n, es el >icnt o qnc cm.:--·
___..-'
~ses
.(e )
'
~ .. X 15SG Carbgcna hal.Jía aclclantaclo nota-
¡ "; / blemente. Aunque no estaba enteramente
concluída su Catcdral,- una de las más rica& de h
América del ur en ar¡ncllos tiempos, - ella poseí.\
grandes riquezas; UCSde 155n bahía yá Cull\·ento <le
Santo Domingo, y desde 15':'5los Padres Franei~ca-
1103 tenían el suyo . En ese mismo aüo el Hey Fetr c.
II habb expedido {t Cartagcna el títnlo ele illl'!J ll'.J-
colla r de oro L1
hast a lo.; pie<; ~ohre su traje claro . "Cn
as los blan cos
ador naba el cnel lo; braz alete s de perl
o un aban ico,
braz os; lle> aba en su dim inut a man
lle vísto sísim as
hech ura de los Indi os, form allo
calz ado con
plum as, y su pie de andaluza. esta ba
, fabr icaJ. os
zapa titos bord ados , de plum as tamlJi~n
con fir¡ ne y hech os en el país .
auo y .stt-
-Pe nlo ne vues ame rced mi desp edaz
l<t eleg ancin y
cio >estido, dijo el joY en,- nob nrlo
me ,·iue de
lujo de la hija del Gob erna dor; - pero
lo que llen b:t
1mproyiso de San to-D omi ngo , con
o que me deja ron hi
sobre Pl cuer po, que es lo únic
11irat.ts.
aban icar -
-.\h ! excl amó la jo>en deja ndo de
~e, y sin cont esta r {L la prim
era pr.rt e del di~cm3n
lleg¡j el In~lé~
}el reci én llegac.lo: ~es deci r rpze yá
á. San to-D omi ngo ?
ha roba do
-Sí , se!lora~ y desgracitHlamente se
r ince ndia 1o
cuan to poseía.mos, deap u"s de habe
e las i~lc
los mejo res edificios, derr ibad o en part
sias y Sfl!Jnca:lo nues tros habe res ....
! Sin em-
-Jes ús! Je:;ú:;! ¡r¡né cosa tan horr ible
í. entr ar: ¿no )
barg o, anur1nc aquí llegue no polln
defende1:--el
os pare ce? ~li padr e ha man dado
sum tt babi -
puer to y la ciud ad, segú n dice n, con
lidall . . ..
tcrri ble! ....
-Es >ert lad: pero a<Jnel hom bre es
el le hizo Cab alkr o
La here jota de tnt Hein a Isab
guer ra. tri-
r Baró n, le <lió ,·rin ticin co nayíos de
bres audace~,
¡•ulados con dos mil tresc ient os hom
raza J di'
sang uina rios y enem igos de uue:;h.a
algn noa
Pedr o Fern ánrle z do Bust os, segu ido do
empl eado .s
pajes de su serY idnm brc, pues los altos
el boato do los Gran -
de las India s gasbtba.n todo
des do Espaí1a .
ht sola,
.J[irú sorp rend ido iÍ su hija al eneo ntrar
prcg untú la
conY ersan do con el recié n llega do, y
por la dnen a f}He la cuid aba.
ase aquí ,
- ';1lió á mi~a .... y como me r¡ncd
terrible:",
lh•gó el scno r C.tpit.í.n con notic ias tan
(¡ne no he podi do meuo s c¡uo oírle .
ado
Díjole entonces éste lo que antC's l1auía relat
;t po-
ú Clara , y a!1atlió r¡ue la expe dició n del Pirnt
ento á
dría ll<'gar frent e iÍ Cart agen a de un mom
o la noch e antes do ar¡nel
otro, pues C:l h;tbí a salid
11omlrht en
en r¡ue Drak e habí a anun ciado r¡no se
sin mise-
marc ha para aque l puer to, ú saqu earlo
ricor din.
, ¿r¡né (,;
-Per o, seiio r C•tpi tún, preg unt0 Clara
e:oto sn
ese hom bre tan fiero, y por qué so ha propn
as con túnta cruel tlau ;-
lleinr r malt ratar (t eslas Inrli
-Es ciert o, Capi tán, aüad ió el Gouern.lllur:
ÚIL in-
muc ho he oído ha~lar tle ese Drake ó DJ"(tfJ
g'l:~, poro no cé quié n ea.
-.'eg úu oí deci-r en anta -Dom ingo
ú un rn .. l
much as rlc
rlam cnco r¡ue le haLí a acom paíla do en
que hoy cuen ta
cth a>C'nturas, el Franci~co Drak e,
un pobl achú n.
unos cnar enta J cinco ano~, nació cn
declar:H1o
inglé s (1), tle padr e prote stant e, enem igo
ión, el cual ense nó :í sn b:jo
de une tra sant a Hclig
' sfa¡¡ {azo aqné l
. u~ malí sima iul'as. Com o el prole
(1) Tt~Yblock, en el Conll:11lo de Dcvo nshir c.
(.
(- L sol ardiente do los trópicos arrojaba sus ra-
l • yos de fuego sobre los arena]e~ de Carta-
gena; la mar parecía á lo lejo~ un espejo azul con
l'éficjo~ tornasolados, sah-o en las playas,. contra l.1s
cuales ~e estrellaba sua1emcnte, produciendo una
música sorda y monótona; el ciclo no os ten taba una
sola nnhe, y su azul iMtenso varccía reflejar con
rayo.s 1le oro los fuegos del rey dd mundo solar ....
:El calor cm ~ofocante: la Lri~a, f!HC no alcanza )a
á rizar la' onda' marítima:, apenas mecía ;;ua•e-
U1Cnto la~ hojas de los manglarc ·que circundaban
entonces la bahía de Cartagcna en ¡¡u totalidatl. L:
pol1l. ciún m. ">culiua de la ciudad ~e hallaba ~Oh!"C' h
~~,
~ "J.:~:EA:\lO'- r.hora qné había sido de las pobres
r . ~ mujeres que hnyeron c.a mañana <le la cin-
dar], amedrentadas con la lejana \"Í'ta de los Pirata:!.
Toda la pequeña. serranía, que íormn una especie
de triángulo, cuyos puntos salientes son La-Pop:t
Y el Cerro en r¡ ne despu~s lcnw taron el castillo de
~an-Felipe, y toclo el siti , cercano al mar, rrne
llaman Crespo, era una mou l.aüa <'~l'ICsa. ¡ lad:t
de fieras y frecuentada por Jos Indio· (¡uc • úu no
había tl aceptado la religión y soberanía ele lo 7
Espallolcs .
.E u el !Sitio mi.::mo en q no dc~puf· 1al;raron el
~~
~
l
f~ ·
j
,üEXO
. , e
será qnc 1olmmos ahora a arbgeml;
y >eamos quú haLía sucedido allí durante
U(¡nclla noche terrible.
Los E~pauolcs, cnst>iiailos á gucrrc:-~r con imlí~
gcnn-3, los cuales mrísimt•. vez at.:ca!Jan al enemigo
de noche, no agn:uJalJan que les ac:omeLiesen d r,~
nuüc b ose u ritl:ul, y aur que no ;;e puede decir
1
lllC descuidaran sus poe;ieioucs, no tuvierou la sufi-
ciente vigilancia.
Entre tanto el Corsario iuglés mnnuó IJ.UC ...-arios
bnqnes pn.:ascn de nneío por h(Ealida de Uoca-Gmn-
tle Y arrojasen mil hombres sobre las 11layas d•:! ~lt 1
.•
El Obispo salió muy triste J d.eaco~ M la
p~ncía del Pira~ 1 se.mé á la Oatedr,t ¡
e~ liD 11
...........
Era Sábado S$,\W. ¡JI. Se~ .~. . . . .~ ;
~
~~ cua, h única campana queDomin•o
LA mufiuno siguiente, de P"'"
había qued:1uo
en la Catedral de Cartagenn (porque estaba rajada,
ora muy grande y poco cómoda para bajarla de h
torre), repicaba alegremen te llamando á los fieles(~
misa.
Cuando l1abía amanecido el día 2 do Abril, los
Cartagene ros Yieron con alegría que los bajele!
corsarios salían uno en pos de otro por Boca-Gran-
de, Y que, impelidos por un >iento favorable, en
bre1e sus velas de apareciero n en el horizonte.
La alegría de Jos vecinos era templada por el es-
.
t~
~697
t.>
(ee onnü d afio de lGfl~. E~l)afin ' Franci<~
•
f 1
C011 tÍ lllltlhan en !"U erra :J IJierta, }a cualJh:-
o
Yaban adc:tmte no sólo en Europa, :!ino eu.\m~rica,
A~ia y .\frica, y Jo.; Eircito - se IJtltían eu tierra, y
las E'ctutdr as namles en Jo· ruare.>. El mu:tllo en-
tero gemía agita!lo por aquellos dos gigantes , r¡uo
procura ban sobrepo nerse e:l uno al otro, y allr¡niri r
c_ac:a cual má- pot!crío y mayor influenc ia en lapo-
lttlca europea . ,'in cmbar::ü , hrrda muchos aflos que.
E
· -Pali¡'l. ib. decayendo y ~perdía batalla tras de L -
talla: en Flandc~. en C. tnluiia, en Itnlia_. en todn~
Pa•t~". lo· Ejército s del euf rmo 'nrlo~ II cr:m
Yellcidü, por lo;; siempre victorio ·os }¡asta cntonc~.s
lie Luis XI\·.
'~
(~
(;
f .
om:u:s AnA. ht ciudad y la pro>iucia de Car-
tagena Don Diego de los Ríos, hombre perc-
zo·o, descuidado y poco acti>o, qne nunca se decidí.~
á dar nn paso, sino dcspné,; de lb.rgas reflexiones , con
lo cual dejoba c;;;capar tod:1 ocasión fa>oralJlc. Te-
nía, atlemá.s, mÍ. gt·a•ísimo defecto, y era el de hi.
envidia. y la mal<\ ,-olnntad r¡ue profesaba con res-
pecto l Ca~tellano de Boca-Chic a, Don . 'ancho
.Jimeuo, el cual poseía muy relm·antcs prendas, nna.
actiyidad a·omhro ·a, nu:1 pericia. sorprcnucn te,
una galla.nlía poco común, r era tan l.licn r¡ui::to
entre las damas, como ol.Jedccitlo y.respctat1o por
n¡; comp fieros de a.rmn-. En u primera jtFCn-
tud fné puje del ·cguudo lJou J unn de .iu:: r!.1
:~
;;.1T{J-
(: ·.l. mar estaba algo agitnd,t, y la brisa sopbb:
T de tierm hac.ü nfucra, como si el Yíeu to
mi:;mo fncsc patriota y rcc.:haznsc el ula'luc J t
enemigo.
Como hcmo~ >i::to antes, se hauía scpara1ln <' • i.~
flotilla comauda!la. por el D<U·ún de Poiutt~ y pot
Dnca sé, un uaYÍo tlc guerra 1lc cincncntu cai\otHF,
el cnal. con l: , Yelns dcsplc;:;a.llus al Yicnto y cu:tr-
IJohul:t la lmndem fr:mcc:;:: . ~e a(1clr..11tab\ co11
g-racia y como nu enorme ci:snc lm"Ín Boc~-l'hít.:~t
en tanto r¡uc l0~ rlem;"t~ b.jclcs so dctcnÍ¡nJ lt"jo
de la co.5ta. _\ poco arrcciú el ¡icuto, ol. m¡ncú e
mar, ]o,·antúron.•e la: ol. -s y el bur¡nc ttl\ .J qt .
'·ariar de rumbo ~·navC'gr.r con ~csgado gir~, ¡IJ'
:.~~0
' ;¡
~ 'A noche había cerrado enteramente; h
¡ •, luna, muy nueyo todttvía, arrojó una amor-
tiguada y melancólica luz sobre la mar, que aullab¡~
con ronquísima voz entre las rocas de In. ribera,
sobre los dormidos arenales y los tembladores jun-
cos; plateó lcYemente las copas de los manglares,
se deslizó con. suavidad por las orillas de los muros
de las fortalezas, iluminó tenuemente la cúspide de
las olas, y en seguida fué á morir hundiéndose en
el horizonte.
Dos sombr, s s,üieron de la fortaleza de an-
Fernando y tomaron una yereda que serpenteaba,
•· Excelenti.-;imo sei'tor:
·• Ha resultado fal o el alarma que hemos tenido
l'Oll re><pecto á la Escuadra francesa: yo sé de una
manera e>idente que no tratará de entrar en Carta-
!..'ena, sino que continuará con dirección á Portobelo .
• -o debe ._ u Señoría mandarrne, pues, auxilio nin-
guno .
.. D tl :'n Excelencinl'u más rendido erYidor,
''EL C.ASTELLA:XO DE SA...'í-FEH:X.A:XDO ...
·~
~·
~ ,.lCÍ.\. diez horas qne Jos Fr:mccscs y FililJus·
l teros bombardeab an la Fortaleza ele an-
Fcrnando, y cafionc{tbanla con más de mil cafioncE
que lim-aban los naTíos de guerra, y además, bajeles
pre¡Jarudos para el caso. llabían <lcsmontado yú
quince de los caflones que coronaban las baterías,
matado diez de los treinta y cuatro soldados Yeto-
rauos que encerraba el Castillo, y los dem[ts esta -
ban casi todos heridos y fuera de combate.
Poco después de meuio día, los Filibusteros r¡uc
hahlan entrauo en la bahía, entre Tierra-Bom ba,
DarÍl y la iola de Las-Brujas, apresaron dos cm-
- Os escucho.
- ¿ Deseáis vuestra libertad ?
- Soy vuestro prisionero; yo no puedo tener
opinión aceren. de mí mismo; ]JCro es muy natural
desear la libertad.
- Poc1Gis hacer uso de ella .. . .
- Sois generoso . .. ..
- Con una condición, empero .. . .
-~ Ouál?
- Que no iréis á la ciudad de Car tagcna. Esta
fortaleza, que era el puesto que se os había seiínln. -
c) o, ha sncumbi<lo : no tenéis obligación <le ir á de-
fender otra.
- Es >CI·dad ... . pero un súbdito debe monr
<lcfendiendo la propiedad ele su Rey ....
- Entonces¿ rehusáis vuestra libertad ?
- ¿ Para qué engailaros ? . . .. No puedo hacer
uso dP. c1la, sino para combatir <le nuevo hasta
rendir el alma, si es preciso, en la liJ .
- ¿ X o tenéis familia ?
-Sí; una espo;;a it1olatra<la . .. .
- -¿ E,tú acaso en Curtagcna ?
-X ó; deLe de hnl1arse en una estancia que ten-
go nfJ lejos de aqní.
- Comprend&is, señor Don Sancho Jimcuo, dijo
d Francés, que yo sería un imbécil si os permitie-
sc kalir _<le aquí para ir á anlmar á los que quiero
co1nlJabr ....
-Yo tampoco, dijo el otro gravemente, obraría
do ese modo si csttn-icsc en yucstro lugar.
-.:in c·monrgo .. .. yo no quiero drjaros preso
·~
}~ L Gobernador Don DiC'go ue los Ríos, ucs-
J ,• pués ue h cníua de la furtaleza de Boca-
Chica, cre_yó con\euicnte ab:muonnr todas las for-
talezas y castil os de la Lnhía, y el de San-Felipe
y La-Popa, lnpu·cs qne el enemigo fu& tom:md•)
t1no At,no y cstablcci0nuo:e en ellos, con el ouje:t•J
de prepanm;c A un at:lrp1e serio Jirigitlo ú la ci¡¡.
dwl. La hc·roica. llcfcma del ca~tillo ,Jc ·~•m-Fcr
nantlo hai ;:l hceho compn'IHlt·r ,i los Fraucc.0 { .-;
f¡llt>, 11() .nte 2n enorme ;¡~·tillcrí y(1:.;ra:tnú-
01('1'0~ .u 133 'lUC llt\ubnu, 110 era tan f:idl, com•l
JÍm ( Jl'a ln, ],\ ¡·cudiciún de ~H¡t;ellt\ I'laza
( ' 1
~
{~lJ+')rPEZAD~\. apenas á clarear el ~.Í,•~ ~.de )[ayo
1 , de lG!J 1, currnclo toJos los .EJel'CJtos fran-
ceses atacaron la ciudad por tierra y por mar.
Yienuo que el baluarte de la. JJCtlia-Luna hah͕L
siuo clesampara!lo por su Capitán y abandonado
por los que le ncompaüabau_. el Jefe de la Plaz:t
orJenó i nn Don Pedro Oaílarete c¡ne corriese á
ocupar ese baluarte con lo.,; ocheub hombres r¡nc
tenía i sus únlenes; pero bte, en lugllr ue obedecer,
se fué á ocultar ul otro lado de la. ciudad. Un
Don J n:m de J3errío dejó solo el baluarte de ...:a n-
Lázaro, cuya defensa le habían encomendad o, '}.
- mismo.
A medio día el Gobernado r TÍÓ ascJiada su casa
por una turha de roYolto3o>=, e¡ u e pc.1ían ú gritos
que procetliese á capitu hr. Qne u o habb esperan-
za ni posibilidad de S05tencr e aún, era }a COllTIC-
CÍÚll do todos. Cartngena era cntonce~ nn emporio
lle riqueza, y la rir¡neza lle1a consigo la molicie y
el temor de pcrtler la Yida ; así, pues, pocos ~rnn
}os r¡ne sentían amor ú sn n~y y ti su honor, y no
les importaba l.umillarse ante las huestes enemigns,
i aquello po1lía reportarle s mayores Licues r¡ne
sir ;;i:;tics~n con yalor al Clll•nje de }o;;con:r .rio-·.
·~
{')
~,
?
·~ EA:.\IOS aho~·a q.né ha lúa si Jo ue nuestro hé-
~ roe Sancho J¡meno durante tollas las se-
manas en qnc le hemos perdiuo U.e vista.
Cnanclo se vió curado ele la en.fermcclall r¡nc le
hal>ía acometido c1c~pué3 •1c b rcnolición de lleca-
Chica, tuvo Lt pena <le sa!.Jer r¡uc Cartagena se h<~
lJía rendiüv, no ol.ktan te Jos muchr s recursos qnJ
poseía. Ilallábase, pue~, retirado en \-illannem
al lado de u esposa, cuand se presentó un negro
e¡ 10 le cnvialn el Mayor lomo de 13 hacicu<la que
tenía en Ihrú, el cnnl le tlijo r1ue llcmba una ear·
~A
r .. .
ciuda~ esta~n
no en •itnaciónUercsistir;
no habla un canon montado, lll las armas
se hallaban en buen estado, y la mayor parte de
los vecinos permanecían aún fuera .... Era pre-
ciso, pues, manifestarse impávidos y ~guardar de
pie firme, pero sin tratar de defenderse, á la horda
de piratas que se acercaba.
Don Sancho Jimeno aconsejó á las mujeres que
saliesen inmediatam ente de la Plaza, llevándose á
sus uiuos y los pocos haberes que aún consen-aban:
mandó con ellas á muchos de los hombres que de
naua le pourían servir, y él permaneció con unos
pocos en la casa de la Gobcrnll.Ción.
era
Annq ne hizo much os esfuerzos para que parti
sú-
sn muje r, ésta se resist ió valie ntem ente t\ sns
plica s y perm aneci ó en su casa.
Emp ezab a á desap arece r el sol tras el horiz onte,
ba en
cuan do un mula tito muy vivo que se halla
ho es-
acecho, entró en el salón en dond e Don Sanc
de sus amig os, y le dijo que
taba con unos pocos
as, y que se diri-
acaba ban ele dt' t·m barcal' los Pirat
gían hacia ar1ncl la1lo.
-Iré :i enco ntrnr les, dijo él calán dose el som-
pi~
brero , abroc hánd ose la espad a y toma ndo una
temo , añad ió.
tola: r¡nicro mauife¡¡;tarles que no les
á
:Miró á sus ccmp a!icro s como pant invit arles
stó, ni
que le acom palla sen, pero ning uno le conte
sir¡ u iera se movió del sitio en que estaL a.
ba
Don Sanc ho salió solo, bajó la escalera, y llega
os.
al porbl l, cuan do se enco ntró con los Filib uster
aquí otra íez? preg nntú con
-¿Q ué se os ofrece
so iego á. los Jefes .
untár -
--=¿ Qui én sois vos para atrev eros á preg
noslo? conte staro n con insol encia .
.
-El encar gado de la Com anda ncia de la Plaza
n en bs bóYc das!
-¡ Qne lü encad enen y le meta
excla mó el que iLa adela nte.
rle
-Xú , nó, repus o otro: ií. éste debemos trata
Jime no~
con cou iucra cione s: es Sanc ho
Es tan cierto que el m1or se impo ne á todo~!
li<>~le(tronle los Filib uster os con enrio
·itlall.
diri-
-Bie n, pues, repus o el que iba adela nte,
1cnÍt m atrás : le llc-
giénd ose á algun o de los que
~ts,
nréi s ú su casa en Jug:u· de sumi rle en las Lún:J
~~~ODAS
=..
<:>
~
las campanas de las iglesias de C.r-
,¡¡ tageua eran echadas á ruelo, y sus habi-
tantes, >estidos de gala, circulaban gozosos por las
calles de la ciudad antigua y por el barrio de Get-
zemaní.
Como Cn.rtagena careciera de Obispo desde 1G91
(y careció de Prelado hasta 1713), el Provisor y los
altos Dignatarios de la Iglesia que había en la ciu-
dad salieron bajo >ara de palio basta el puerto, á
recibir con toda solemnidad el Santo Sepulcro de
plata que habían robado los Piratas aflos antes, el
cual era dcntelto por Luis XIV. Cuando hizo las
CUADRO CUARTO
~UKDO
~:
el20 de Jnu;o de 1525 Don llo<ldgo
de Bastidas entraba en la bahía c1ue llamó
de , anta-)Iarta, y fundó aquella ciud:J.d, - una de
las mús notables de nuestras costas atl:lnticas,- iba
en su compaiiía un jo>en llamado J nan ~Iuiioz de
Collautc, natural de Grauadn. y, según parece, de
hidalga cuna. Éste eru tun amante á las a>entnras,
que úendo qne en Santa-)Iarta no hallaba las
suficicn tes para ~u gusto, sí cm pre á la busca de
nneías escenas, se fué con Pi zurro y tomó parl:.e eu
las coiHFlL tas del Perú, y con Belulcúzar en las de
Quito, llegando con fste al • -neío Rrino de Gra-
~
~
~)
... ":¡
CUADRO QUINTO
l.73S
de In;;latcrra, por
(l) VGasl: la contiunaci6n de la Ilk-tnria
~0-~ ~ola .-ll t~wn '<t ck Ir.~[r¡t._1'1'Y.l
Hum e-11 1 Yol., 1•ág.
por '\\'hllc, púg. G9; etc. ltc.
LA DECLA-RACIÓN DE Gt'ERRA.
tm
~·~1l EIN.\.BA
1739.
u
nn, Carolina e Brandenl mrgo, tenía grande inilnen-
cin. sobre el espíritu del Rey. Elht había rehmado la.
mano del Rey de F.spailn, por no hacerse católica,
y prefirió la de Jorge II de Inglaterr a, ele quien
fné nn:t H'nlader a m:htir, y fingía .ser sn humilde
eschYa con tal de ganar influenci a y contenta r sn
ambición de m:m<1o, r¡uc era ilimilluln. en elln, ann -
qne la ocultaba. Este par de Soberano s eran pa-
t1rcs de un hijo digno en todo de su estirpe. ~fl.q11Cl
Príncipe de G~les, ílUC no reinó nnnéa, porr¡ne
murió untes qne sn pudre, era, dice el historiad or
IIerrey, falso, débil, uYariento en cnn11to EC tra.-
bba de algo bueno, y gastador en todo Jo malo; al
mismo tiempo se mostraba despilfar rado y codi -
cioso; generoso con lo ajeno y nada liberal con lo
propio, era apretado sin ser económic o; narlie que
le conocía le aprccial•a ni lll qaería. 1rentía desea-
r. damentc cuando pretendía ser franco, y uccía
YCrrhr1c,; atroces ~ dcswrgon z:u1as cuando r¡nería
manifc"ta r5e famíli,u·. _~o comprend ía. la jnstici:l,
1li la integrida d, ni la sincerida d, Ili era const.ln te en
SUS fifectos, ni tenia uignidarl en SHS COEtnmbrcs, y
mm carecía de sentido común en sus conYcrsa cioncs.
El Rey le aborrecía tánto, qne por un moti>o oala<1í
le desterró de la Corte. y no le permitió siq:liera Yer
ú su ma<lre en el lecho de muerte.
_fíen tras que los mi~mbros de la familia real se
ocupnb:m en .sus negocios particula re· y en Tiajcs
á n.uwver , gobernab a el Reino m primer ~finis
tro, Roberto Walpole, el cnnl Jlrofcsaba (de prin-
cipio corrupto r: todo hon2bre tiene su far¡ja,· y por
----~---
EL AT~\QCE Á PORTOBELO .
~!O •
~'j1;~
(i" ~·A insalubre ciudad de Portobelo, fundada
r en una de las bahías más hermosas del mun-
do, circundada de una exuberante .-egetación iro-
pical, - sita en el Istmo de P11narnii por ellauo del
mar de las Autillas,-se hallaba el 21 de Xoviem-
bre del año do 173!) dormidn. y aletargada unjo lo~
flllemantes rayos del ol de medio día. Las agua..;
de la bahía parecían un inrnen.,;o lago, dentro del
cual se miraban el cielo azul y los tupidos úrboles
del contorno. Xi una sob hoja so molÍa, ni un sér
YiYiente ui insecto alguno hacían ruítlo; el calor cm
tan fnerte, r¡uc se aguardaba e 1sí >cr salir las ll, m a.,
de los objetos r1ue se miraban; es decir, si alguien
terro r
inpo }1acerlo con digni dad. Presa de un
Ingle ses, aban donó ·
pánic o al ver dese m barca1· á los
nzosa mcn te
pron turnen te los Castillos, y huyó •ergo
c1
hacia la mont a fin., dejan do la población á la mcrce
qno
del •ence<lor, si •cnce u2r puede llama rse a.l
se ha rendi uo sin comb atü·.
entra en una plaza que
··-··
.A.LDERTIXJ. DE LEYí.A .
...
.
-
:,
¡j ~ LORAD~\.
amargamente una sirvicn ta e~pa-
l ilola en nna casa de Portobelo, en tanto
que procuraba reYiYir el inanimado cuerpo de una
hermosa niüa que yacía tenuida sobre unos coji·
nrs, al pie tle uu e3tra•1o.
Los lamentos de ar1uclln mujer llamaron la aten-
ción de un juwn militar inglés que [e h S<tzón pa-
saua por frente á la car,a; y como bta permnuecic-
~e abierta, no tuyo embarazo en entrar á an:riguar
lo que sucetlía.
- ;Se muere mi ama! decí::J.ln criada: se muere
sin que nadie nos socorra~
- ¿Qué sucede? cxvlamó entr:mdo el Inglés; é
habí a despa-
man era part icul ar, un grum ete que
Kei th. Dolores
chad o desde su navío el Cap itán
un pomo.
bajó á. abri r y recibió y guar dó en el seno
a cuan do
-¿Q uién toca ba? preg untó Alb ertin
Yohió á subi r la criada.
la puer ta,
-!\o habí a nadi e cuan do lleg ué á
cont estó ésta entr ando en la cocina.
la cena y
Momentos desp ués llevaba á su ama
una espu mau te jíca ra de chocolate.
ertin a pro-
-Ti ene un ex.trní1o sabor, dijo Alb
band o aque lla bebida.
res: tóm e-
-¿Q ué sabor ha de tene r? repu so Dolo
sía muy débi l, y tlijo
se lo sum ercc d, que está toda
que se alim en-
el Cap itán Ingl és que era preciso
tase bien.
Gracias á
-Xo me hables de ese Ingl és! ....
Dios que y:.í salímos de él.X
a el choco-
-Xo me calla ré, seí1ora, si no se tom
late ; que la hace daiio no comer.
la jíca ra:
Alb ertin a, por dar gusto, se tom ó toda
, cayó para
pero apenas hub o acabado de apur arla
und ame nte
atrá s sobre los cojines de su estra uo, prof
dorm ida.
ó, y ·viendo
Dolores se acercó á su ama : la llam
á la pue rta de la
que no cont esta ba, bajó de nuevo
ete ingl és;
calle, en don de aún laag nan laba el grum
y como éste no ente ndía espanol,
no le habl ó, sino
o, que poco
que en silencio le de-volrió el pomo vac1
El muc hach o lo
ante s le halJía entr egad o liL' IlO.
puso á corr er
tomó, y sin uccir nada tamp oco, se
con dire cció n al puer to.
EN ALT A YAR ..
mos elementos
-Pa rec e, ailadió, como si los mis
otros: desde qpe
se hubiesen con jura do con tra nos
me acometió, no
salí del prolongado desmayo que
salida del Cap itán
sé por qné, poco después de la
enc ont ré en esto-
Kei th, aquella aciaga tard e, y me
hor a de calm a;
odioso lug ar, no ha habirlo una
sin treg ua el ven-
si u cesar ha soplado el viento;
....
daval nos ha batido día y noche
En aquel momento el barco,
que hab ía subido
se arro jó de pun -
á la cum bre de una altí sim a ola,
tiempo lo lade ó
ta á un yalle líqu ido , y al mismo
to d9 sum erg irlo .
un golpe ilel mar,r¡ue estuvo á pun
ecía como que
Al Slmtir ar¡uel descenso, que par
pués el golpe qt1e
se fuese al fondo del mar, y des
erti na creyó que
recibió el bajel sobre el costado, Alb
, y dió una. larg a
hab ía llegado su últi mo momento
resonar has ta los
y estri<lente >oz, la cual vino (L
. en lo alto de la
oídos del Cap itán , que se hallttba
te.
escalerilla que con duc ía al camaro
aga rnín <lose de la ate-
- 'eüor! decía Alb erti na
Gracias os doy si
rrad a Dolores. ¡ ~liEericordia!
) mu ndo que yt":_ .--
me sacáis de este mu nJo , aüa di6
erte será. una bmí-
no quiero ni apetezco. La mu
dición!
ento Je vacila-
Sin embargo, después de un mom
do aún , y sigu ió
ción, el bujel se enderezó tem blan
m{~s tranr¡nilo, sub iend
o y baja ndo fáci lme nte por
y encrespadas; la
cim a de las olas, y:í. menos alta s
o á. poco el mo-
fue rza del viru to se debilitó, y poc
os agitado.
Yimiento del builne se hizo men
gló los cojinc
Dolores se le·mntó del suelo; arre
ES ISOLAT"ERR~.
• ¡
-¡Sus enemigos!
-Sí, puesto que partiré dentro ele breves días
en la flota de Sir Chalon er Ogle, que se está aca-
bando ele armar en Spithea d.
-¿Y cuánta s naYes son las de esa flota? pregun -
tó Alberti na.
-X o menos de ciento setenta .... Ko hay duda
ningun a de que venceremos.
-¡Dios es muy grande !-dijo Albert ina,-y no
jemprc resulta n exactas las pre>isiones de los
hombres.
-Desp ués de lo sucedido en Portobelo con seis
buques no más, repuso Keitb, creo segura nuestra
Tictoria.
-Porto belo, dijo Alberti na, estaba á cargo de
cobnrucs: esto no >oherú. ú. snccclcr; tanto más,
cun.nto y:í Espafla ha tenido una lección, y
mandará. á ~\.mérica quien sepa defend er sus pb-
zas fuertes.
-Lo3 Espaüoles, contest ó él, son muy hmtos en
sus movimientos, y con segttridad no habrán hecho
nada pam 1)repararse .... Por otra parte, nuestro s
armam entos se han hecho muy en secreto, y en
España no se tiene idea de lo formid able que senl.
el atar¡ne.
_\lbcrtin:.l se sonriú con aire malicioso, sonrim
r¡ne el Capitá n Kcith no compre ndió, pero r1nc le
c.:hocó como agresiva y burlona .
-T, n ·cguros cstamo , dijo, sacando una cajita
---¡}Ct::tfilcte del bolsillo, de r¡uc gar1aremos sin falta,
y de que tomaremos á c,u·tngena, que se han m:m-
~~·""ARÜUSE
f .
en Ingfalc>:. dos ro,mida-
~ bies expediciones para atacar t\ la América
Espafiola, como lo sabe el lector. Haremos- aqn~
una corta resella de la Expedición enviada al Océa-
no Pacífico, para deEpués contraernos más á es-
pacio á la que tocó á V crnon eomandarpor la parte
Norte de Sur-América.
A Jorge Anson, Barón de Soberton-marino de
gran renombre en l~ts a:rmadas inglcsas,-fhé en-
comenrladn. la invasión de Jas Costas de Chile y
Perú, hasta el istmo de Panamá, como yá dijimos
:Jntes, en combinación con la del Almirante Yer-
non por el Oriente. El Comodoro Anson salió ae
-=-
..
~
o
:: fines de 1~ 3~) habío. arrib ado ú Car b-
1 E::> DE
o de
¡;:, · gcua el uuc1o Yirr ey del X ne1o Uein
dies e r¡ue pe-
Gra nada , (1) el cual , como com pren
perm anec iend o en .~
dría sen. ir mejo r al Rey
inns ión extr':m-
Uosta, en üond c lmbía ric:::go <le
otrog el ~eñor Gro 1t,
(1) Y arios autore<; nncio naies -ent re
e.. cñor J. ;\!. Vcrg nra, en ~u
en suJH,toriu Eri<Btií.,fi(n,
WgiCI'I, etf'. ctc., -tlic en que E;olaba arrib ú:
('aad r9 Crriii'J
Pero , seg1í n <la · re·
Cartn gena el 24 de .A.l.Jril de 1710.
s con,n ltn<l o, entre o ros d que rla D n
dent es 11Ue hemo te de Pa
,or dll Presi ll<.'n
Dion Uo .\!ce do, t¡Ue fu·. d snce
su~ ohrn s en ar¡ue ll. o!poC !l, E lnh . ';_)
11am:'i, ~- c.;cribiv
c4nl la en C:u·a cl ..a
clt'l Pcrr•ol el Hl de Octul.>re de 1 1:3'1, Y
(:H:mdo ocur riú la tcm:1 (le Portc Jb~lo , ú lleg-ó iume di ', •·
1nente dc~puo!s de :u¡ucl suceso. 1!i
~·"'
1
hnscu nido quince di"' desde nqucl e"
que los Ingleses, despu és de destrn ír los
fuerte s que defen dían á Boca- Chica , había n pe-
netrad o en la bahía de Carta gena; y despu és de re-
llidísimos combates y grand es pérdid as de >ida-',
tanto con las balas espaüolas como con las fiebre¡;;
rl0spués de tomar los fuerte s r¡ur. se hallab an en
Manzanillo y cu la punta de Crnz- Gran de,-a ban-
l1ouados por los .Espaüole~ para. hacer:::c fuerte s
dentro de Jos muros de la ciuda d de Carta gcna; -
d<'spués de una camp aña pcligr oJúm a, en la cual,
cn.<la Ycz rpw daban un pa~o arlelaute, era :í. costa
de enormes sacrificios; de-pu és de dc~embarcar
EL ASALTO.
t:p:?
~ +r+:A noche, que había empezado sumament e
! • oscura, se despejó de las doce para adelante,
merced de ciertas ráfagas de liento que limpiaron
el cielo y pusieron al descubierto las estrellas.
A.. las Jos en punto <le la. maüana <le ar!uel día.
nueye de Abril, que tan aciago fné para los Ingle-
ses, las tropas se hallaban desplegadas y formaua~
sobre b playa, al lado opuesto del estero que di>iue
la i:;la de )fanzanill o de la Tierra-Fir me.
Debía e asaltar la Fortaleza por dos lados al
mismo ticmpo,:confiando en que, á una seüal dada,
hH bombarueras pedidas al Almirante cumplirían
con su deber desde la b. hía. El Brigadier General
•
©Biblioteca Nacional de Colombia
262 La Expedición del Almirante f"ernon.
r1ne le
En aque l mom ento Guis e recib ía el parte
enco meu-
mnm laba el Com :mtla nle de la Colu mna
lle éste y b an-
d:uh ú UI'¡mt; y supo la mue rte
gustio~a situa ción en qne se lwll1
ban los r¡ne de-
el cami no
],íau hnbe r forza do y[~ In. puer ta }lOr
el Gcnc ml r¡ue á b
de la 1lcrcdLl. Com prcm li{)
del dht, cnyns !neos yá. empez~.b •m {t teñir
.enil ltt
c~tos
cJ ciclo por el Lenm lo, to<1os pcrcccrínn,expu
los Espa iiole s, que no habí an
ú los ccrtC>ros tiros !le
id::td ,
cesad o tle haccl'les fueg o, ~- :í pesa r de la
oscnr
tlc mata rles ged e incesantcn:e-:1tr.
ria~
-"Gn esfue rzo mús para consc3"uir la victo
do ú su- tropa s,
gritó cnto ncrs el Gen eral: y uu iman
llas. Con
Yolvieron de nuev o al ataq ne de las mura
hota d.t'
unas poca~ escal as r¡ue h~lbí::m enco nlral lo
m nro ... . .
p0r el :molo, proc uraro n escal ar el cerca no
Koit h. logra ron
Algu nos, y el prim ero de toclos
r1uc la luz
snbi r por las escalas, en el mom t:nto en
y seren a por el lado Lle Orie n-
del día asom aba clara
se dejó oír .::obre bs
te. 'Cn inmen:,o grito de rabia
enem igo a.nm -
murü llas tlcl Ca:;tillo al nota r que el
rzo hero ico
zaba sin cesar y que prep arab a nn c:;fuc
q tiem -
1•ara toma r la Plaz a por a'alt o. Yi6s c al rn:sm
refue rzo
po a\·an zar por los cami nos de la playa nn
el Gene ral Wcu t-
de 300 hom bre· m~t~,que mnndnlJa
wort h para que apoyn.~en el ntnq ne 1le .ui~c.
or del
-¿'\. ello:>~ á l. b. youct• : gritó el Gobcrnn1l
spaii oles de impr o,··:- o por
l'ue rlc.- y .-;uliendo los1~
la artil l I'Í. sitna -
d!ft•reutcs puer t .:;, apoy ndos por 1
cnpm igo.-;
llu sobre lo.' muro:.:. ear(" aron .,obre }o~
túnto ímpetu_. qnc les forzurou á Tolr cr la
e.s-
con
p. Ida y hnír.
©Biblioteca Nacional de Colombia
El asalt13. 265
EL DESEXLACE DE TODO.
~~
r
mn se habia lan,do sobre la pdmem es-
calu que fné puesta contra la nmrnlh ex-
terior del castillo de San-Lázaro. y con toda la
agilidad de un marino, había subido por ella con
l:l. espuela descn>ainada y alentando con sus >oce:;
i'L los solclados que le seguían.
Pero no Líen hubo dado el salto sobre el parape-
to, cuando recibió mm descarga cerrada, que le
atn.l.>e:ó ambas piernas, y cayendo tle rc<londo,
largo á. tu·go, quecló allí ~in scntido,ha~tn que con-
cluyó el comba!A', y lo~ Espaííolcs fucrou á hacer
la rontb:; ,obre las runrallas.
-Otro cadCn·er! exc1. m~ uno. y parece ser el de
un Oficial de alta graduación, aiiadiú h\ voz.
n.-.