Cuando en un cristal han impactado varios proyectiles, mediante el estudio de las fracturas radiales
producidas y la finalización de las mismas, es posible determinar el orden en que se han producido los impactos.
Cuando la fractura radial de un impacto (b) finaliza al encontrarse con la fractura radial de otro impacto (a), se puede
determinar que la fractura producida por el impacto (b), es posterior a la producida por el impacto (a). En el supuesto de
haberse producido más de dos disparos, se seguirá el mismo criterio para determinar su orden.
Los que han asistido a un curso de Combate Cercano (CQB) de Northern Red [Rojo
del Norte] conocen bien nuestra filosofía sobre el entrenamiento con
oposición [Opposition Based Training]. Incluimos los ejercicios de fuerza contra
fuerza [Force-On-Force] en nuestro plan de estudios porque somos muy
conscientes de los enormes beneficios que proporcionan. Northern Red solo se
preocupa de aquellas TTPs que abordan y superan una resistencia activa. Esto se
refleja en todos nuestros programas de instrucción de tiro y táctica. El empleo de
figurantes reales que responden al fuego es la forma en que aplicamos esta
ideología en la formación de Combate Cercano [Close Quarters Battle]. Hoy vamos
a hablar sobre la finalidad y los beneficios de utilizar el entrenamiento defuerza
contra fuerza. También identificaremos varios elementos clave que garantizan que
siempre se alcanza el estado final deseado del entrenamiento con oposición.
Mike Tyson lo expresó muy bien cuando dijo: «todo el mundo tiene un plan hasta
que le dan un puñetazo en la cara». Esta es una gran frase de un profesional de un
deporte de combate que guarda una relación directa con la razón principal por la
que le damos tanta importancia al entrenamiento con oposición: poner a prueba
las tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs). ¿Cuántos de los luchadores que se
enfrentaron a Tyson en su mejor momento tenían el plan perfecto para el combate?
Entrenaron e implementaron lo que pensaron que les funcionaría contra él, todo
para acabar tumbados sobre la lona del ring. Entonces, ¿qué fue lo que no
funcionó? ¿su plan era malo? ¿sus tácticas eran peores? ¿sencillamente les superó
su mejor técnica y capacidad? Las respuestas a estas preguntas son discutibles,
pero creemos que la principal razón por la que fracasaron está muy clara: no
entrenaron con alguien cuya velocidad, potencia y estilo de combate se parecieran
a los de Tyson. En cuanto les golpeaba con ese tipo de potencia, les superaba y
normalmente suponía una derrota rápida y dolorosa.
Al igual que con los deportes de lucha o el combate cuerpo a cuerpo, la única forma
de probar de verdad una TTP de combate consiste en ponerla a prueba con una
resistencia fuerte y consistente. Si nadie responde a los golpes, puedes emplear
literalmente cualquier técnica que tú quieras y salir victorioso. Desde técnicas de
registro de habitaciones de una sola persona, hasta formas sumamente
complicadas de atravesar pasillos e intersecciones, si no encuentras resistencia
real, siempre te «parecerá» que funciona. Este estilo de entrenamiento sin
resistencia o con una resistencia pasiva genera una falsa sensación de confianza
en unas TTPs que nunca se han probado de verdad. Muchas TTPs funcionan bien,
pero la auténtica prueba de fuego es si funcionan consistentemente frente a un
adversario preparado, dispuesto y decidido.
Otra razón para implementar este tipo de entrenamiento es la atmósfera del mundo
real que genera. Básicamente, el entrenamiento de fuerza contra fuerza es la
representación más precisa del combate que se puede administrar de una forma
segura y controlada. Elentrenamiento con oposición induce estrés, lo cual permite
que atacantes y jefes comprendan cómo, individualmente o como equipo, gestionar
situaciones dinámicas y caóticas. Muy pocas personas se sienten superadas al
disparar sobre blancos de papel. Obviamente este es el escenario ideal para
inculcar los principios básicos de cualquierTTP. Sin embargo, si nos quedamos
permanentemente en esta zona de confort, nos estamos preparando para fallar.
Tenemos que proporcionar un entorno que induzca los efectos fisiológicos del estrés
tantas veces como sea posible. Mediante preparación mental y el entrenamiento
adecuado, podemos aprender a mitigar estos efectos, para detectar su aparición y
disponer de los medios necesarios para tratarlos convenientemente. Es más,
enfrentarse a una persona proporciona una sensación completamente diferente a la
de enfrentarse a blancos estáticos.
Las siluetas y el papel no disparan, ni se mueven, ni se comunican. Rara vez hemos
visto a algún alumno disparar sobre blancos de papel sin tomar elementos de
puntería. Le disparan a estos blancos igual que lo hacen en el campo de tiro. Por
otro lado, vemos habitualmente cómo algunos alumnos disparan sobre figurantes
reales mirando sobre los elementos de puntería. ¿Por qué? Ver a un ser humano
detrás de los elementos de puntería no es lo mismo que ver un trozo de papel
bidimensional. El entrenamiento defuerza contra fuerza es la única forma de
conseguir y entender la sensación de tomar los elementos de puntería sobre una
persona real y colocar suficientes disparos en el lugar correcto para eliminar la
amenaza en un entorno no letal.
En nuestra opinión, los simuladores son una pérdida de tiempo y dinero. Aunque
puede ser divertido entrenar con ellos, no producen el estado final necesario como
sucede con la oposición real. Las deficiencias del entrenamiento y el campo de tiro
se acentúan si no se utiliza habitualmente el entrenamiento con oposición. Estas
deficiencias se acaban pagando con sangre.
–
Aquí tienes los errores más habituales que se presentan al emplear el
entrenamiento defuerza contra fuerza y algunas recomendaciones del equipo
de Northern Red para poder aprovechar al máximo esta increíble herramienta de
entrenamiento:
–
1. Utilizar los mismos escenarios.
Se utilizan con demasiada frecuencia las mismas instalaciones, con el mismo
escenario y mismas posiciones para la fuerza de oposición [Opposition Force
(OPFOR)]. Sabemos que las zonas de entrenamiento son, y pueden estar,
limitadas, pero aun así puedes darles diferentes puntos de vista a los alumnos.
Combina los escenarios y la posición de los figurantes tanto como sea posible. Lo
que no quieres es que los atacantes «jueguen» una partida. No entrenas para una
competición de IPSC, en la que los participantes recorren los escenarios [stages]
antes de realizarlos, así que intenta ofrecer una amplia variedad de puntos de vista
tanto veces como sea posible.
–
2. No situar estratégicamente a la OPFOR.
Nos valemos de la OPFOR para asimilar puntos clave de aprendizaje tales como:
buscar en profundidad, registrar simultáneamente zonas enfrentadas, barrer
adecuadamente los sectores de tiro, etc. Si te limitas a poner figurantes en algunos
lugares y no tienes una buena razón para que estén en esa posición, el
entrenamiento puede malograrse rápidamente. Si pretendes que asimilen la
cuestión de registrar los sectores en profundidad, entonces coloca a la OPFOR al
fondo en la siguiente habitación para asegurarte de que los atacantes vean en
profundidad por la puerta abierta. Búscale siempre una razón a la posición de los
figurantes.
–
3. No explicar a los figurantes su función específica.
Te recomendamos que les expliques individualmente a los miembros de la OPFOR
cuál es su papel en ese ejercicio en concreto. Cuando situamos a la OPFOR, les
damos instrucciones detalladas y les describimos específicamente qué queremos
que hagan o esperen que hagan los asaltantes. Además, le decimos a la OPFOR
que se mantengan activos en un enfrentamiento hasta que sean alcanzados varias
veces con impactos precisos. Si la OPFOR abandona el combate demasiado pronto
no ofrece un enfrentamiento realista a los atacantes, lo que genera una deficiencia
letal en el entrenamiento que puede ser letal en la vida real. Al fin y al cabo,
entrenamos para enfrentarnos a personas que nos combatirán hasta su último
aliento, ¿no?
–
4. No utilizar a los recién llegados como OPFOR.
Una de las mejores formas para que un atacante de nueva incorporación entienda
las consecuencias de sus errores consiste en utilizarlo como OPFOR. El punto de
aprendizaje le quedará muy claro cuando vea cómo alguien comete un error similar.
Así lo verá desde la perspectiva del enemigo, algo vale su peso en oro. Esto
reforzará en gran medida el «por qué» de las TTPs, y limitará el número de veces
que repiten el mismo error.
–
5. Echar una partida de simulador.
Esto es lo que más nos pone de los nervios en Northern Red respecto
alentrenamiento con oposición. Atacantes que se agrupan delante de una puerta
cerrada, que utilizan un sofá como cubierta o que hacen cosas que tanto ellos como
nosotros sabemos que nunca haríamos en un combate real con armas de fuego. Si
no lo harías con munición real, posiblemente tampoco deberías hacerlo con
munición no letal. Todos conocemos las consecuencias de recibir un disparo con
munición marcadora (pintura). Si seguimos las normas de seguridad adecuadas, a
lo sumo pueden producirnos ciertas molestias. Dicho esto, no podemos permitirles
a nuestros alumnos ni a nosotros mismos que esto se convierta en echar una
partida. Resulta sumamente contraproducente y muy perjudicial para el éxito de la
misión.
–
Te recomendamos que utilices el entrenamiento con oposición con todas las
técnicas necesarias. Por supuesto, tiene que utilizarse en el momento y lugar
adecuados del ciclo de aprendizaje. Tiene que existir una base sólida en los
principios básicos antes de introducir el nivel de estrés. Una vez que se asienta la
base, la reforzamos con esta metodología de entrenamiento que se apoya en las
razones anteriormente expuestas. Lo explicado en este artículo lo utilizamos como
plataforma principal del combate cercano(CQB), pero puedes utilizar este tipo de
entrenamiento de muchas formas diferentes. Las ventajas de enfrentarse a seres
humanos en el entrenamiento, desde el combate cuerpo a cuerpo hasta todas y
cada una de las TTPs de combate, son demasiado importantes como para dejarlas
pasar.
–
El Momento del Combatiente con Armas de Fuego es un artículo que te trae Bravo Company
USA. Bravo Company es hogar de combatientes con armas de fuego, y cada vez nos ofrece algunas
palabras de sabiduría de un instructor diferente.
(Traducción de su original en inglés Gunfighter Moment. Northern Red. Opposition Based Training)
Decir Northern Red es como decir «canela en rama». Hablamos de tipos como JD
Potynski, Tom Spooner, además de Chris Kovacik, John Ellison y Zach Harrison.
Toda la plantilla de Northern Red la integran antiguos operadores que han realizado
varias rotaciones de combate como miembros de la Fuerza de Respuesta a Crisis
de las Fuerzas Especiales estadounidenses [US Special Forces Crisis Response
Force] ─anteriormente conocida como Fuerza in extremis del comandante
[Commander’s In-extremis Force (CIF)]─ o de la unidad de primer orden del Ejército
de Tierra estadounidense ─Delta─. Esto implica que cuentan con una amplia
formación Yexperiencia, no solo la formación ni solo la experiencia, sino ambas
cosas y a un nivel muy alto. Por lo tanto no se trata de autoproclamados instructores
de esos que se creen saber de lo que hablan sin haberlo aprendido ni practicado
nunca.
Cada Regimiento de Fuerzas Especiales (Aerotransportado) [Special Forces Group (Airborne) o
SFG(A)] incluye una Compañía de Fuerza in extremis del Comandante Combatiente [Combatant
Commander’s In-extremis Force (CIF) Company]. La CIF un elemento especialmente adiestrado y
equipado que se centra en misiones de Acción Directa y Contraterrorismo (AD/CT). Este cometido
incluye tanto el entrenamiento de unidades tácticas extranjeras en técnicas de AD/CT como la
realización de operaciones de AD/CT por sí misma, muchas veces en fuerzas aliadas.
Sin embargo, la filosofía de estos señores no se aleja ni un poquito de la de muchos
otros señores que saben de lo que hablan porque cuentan con la formación
y/o experienciaadecuada (importante que sea adecuada y nunca termine para
evitar acabar obsoletos). Se empieza por los principios básicos, que hay que
dominar antes de pasar a otro nivel:gatear, andar, correr.
Nadie en su sano juicio pretende que alguien aprenda a conducir a base sacándolo
directamente a la realidad de la carretera ─mucho menos a un circuito de carreras─,
sin antes saber manejarse al volante con cierta destreza. Pues lo mismo sucede
con el combate con armas de fuego. Nadie en su sano juicio pretende que alguien
aprenda a combatir con armas de fuego metiéndolo directamente en
un entrenamiento con oposición, sin antes saber manejar un arma de fuego con
cierta destreza. Sería ridículo, y así lo es, pretender combatir con armas de fuego
en la realidad de un entrenamiento con oposición ─o la propia realidad─ si desde
una posición estática en el campo de tiro no se logran colocar los impactos con
precisión en una zona de impactos reducida sobre un blanco estático ─si, en
combate hay que agrupar─. El entrenamiento con oposición, el estrés, no sirven de
excusa para la mediocridad. Pero eso ya lo sabes. Solo un buen entrenamiento te
llevará a la excelencia.
En resumidas cuentas, tan importante es entrenar como entrenar adecuadamente
y con verdaderos instructores ─no con unos chuflas pseudoinstructores
autoproclamados (no lo digo por nadie en concreto y si alguien se da por aludido es
que tiene un problema; lo digo para que cada uno trate de diferenciar una cosa de
la otra)─ .
…Cuando se vea el blanco de sus ojos”
El fusil estándar de los ejércitos franceses (y similares en Europa) era algo tosco, molesto y difícil de
manipular, por lo tanto requería una cuidadosa instrucción en base a la repetición. El fusil media 1,50 m sin bayoneta, y
pesaba 4,5 kg y la secuencia de carga era la siguiente:
El infante montaba el arma, descubriendo la cazoleta de la llave de chispa; luego extraía de la cartuchera o bolsillo un
cartucho (cilíndrico de papel que contenía pólvora coronado con un proyectil esférico de 30 gramos y 17,5 milímetros de
calibre); mordía el papel, ponía horizontal el fusil y depositaba una pequeña cantidad de pólvora del propio cartucho en la
cazoleta y se cerraba la cobija para evitar la pérdida de pólvora; luego se apoyaba el arma vertical en el suelo y se
introducía por el cañón el resto del cartucho (proyectil, resto de papel y pólvora); para poder empujar el cartucho al fondo
del cañón se usaba una baqueta metálica que estaba anexa al fusil; se extraía la baqueta, se retraía el pie de gato que
contenía el pedernal. Y se podía efectuar el disparo.
El fusil de principios del siglo XIX tenía un enorme retroceso donde muchas veces lesionaba al tirador y era muy difícil
apuntarlo, incluso se debía cerrar los ojos para evitar que fragmentos de pólvora y suciedad entre en los ojos del
combatiente. Tenía un alcance máximo de 200 metros pero su alcance efectivo ronda entre los 50 y 75 metros.
Para que el fusil napoleónico sea efectivo, se debían juntar varias decenas de hombres y mediante el orden cerrado
accionar ráfagas conjuntas. Una tropa bien instruida podía efectuar hasta 3 disparos por minuto. Como se dijo antes, para
que los tiros sean certeros se debían estar a menos de 70 metros, por lo tanto se popularizo la frase “…disparen solo
cuando puedan ver el blanco de los ojos del enemigo”.
NIVELES DE PROTECCION DE
Los chalecos de proteccion antibalas datan de tiempos muy remotos. Ya por el 1500 se penso en crear
armaduras que detengan proyectiles. Durante la PMG tambien se usaron armaduras para las tropas de
asaltos. En la SGM las tropas sovieticas fueron los que mas lo utilizaron entre las tropas de choque, los
zapadores, ingenieros, etc. El modelo mas comun era el SN 42 que podia detener un disparo de 9mm.
Sin embargo la historia del chaleco antibalas modernos comenzo a partir de los años 60 cuando se
comenzaron a desarrollar nuevos tejidos. En 1970 se invento el tejido balístico Kevlar de DuPont.
Originalmente, la tela estaba destinada a reemplazar las bandas de acero en los neumáticos, y era
extremadamente resistente.
En 1975 Richard Armellino creo el primer chaleco antibalas fabricado totalmente en Kevlar, estaba compuesto
por 15 capas de kevlar y una placa de acero balistico que cubria el corazon. Estos nuevos chalecos
comenzaron a venderse a las fuerzas policiales y posteriormente militares.
En la actualidad el Kevlar es el mas comun pero se estan desarrollando nuevos chalecos con otras fibras
resistentes y ligeras. Aun asi hay distintos tipos de chalecos antibalas que se dividen segun su nivel de
proteccion. Por lo general, a los chalecos con mayor nivel, se le van agregando planchas de acero balistico y
es el mas comun utilizado por las fuezas militares.
Browning M2
La M2 o ametralladora Browning calibre .50 es una ametralladora pesada diseñada a finales de la Primera
Guerra Mundial por John Browning. Fue apodada Ma Deuce por las tropas estadounidenses o simplemente llamada
"fifty-cal" en alusión a su calibre. El diseño tiene varias denominaciones específicas; la denominación oficial para el
modelo de infantería es ametralladora Browning, cal. .50, M2, flexible. Es un arma efectiva contra infantería, vehículos y
embarcaciones sin blindaje o ligeramente blindadas, fortificaciones livianas y aviones en vuelo rasante.
La ametralladora Browning M2 ha sido usada extensivamente por los Estados Unidos como armamento para vehículos,
aviones y embarcaciones desde los años 20 hasta el día de hoy. Fue masivamente usada durante la Segunda Guerra
Mundial, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Guerra de las Malvinas, así como durante las operaciones en Irak
en 1990 (Guerra del Golfo) y 2003 (Invasión de Iraq de 2003). Es la principal ametralladora pesada de los países
miembros de la OTAN y ha sido usada por varios países más. Aún sigue en servicio y su diseño es muy similar al de la
ametralladora Browning modelo 1919.
La ametralladora M2 dispara el cartucho 12,7 x 99 OTAN (.50 BMG), que actualmente también es utilizado en fusiles de
francotirador pesados y fusiles de largo alcance debido a su excelente precisión a gran distancia, prestaciones balísticas,
enorme poder de parada y letalidad. Es una ametralladora refrigerada por aire y alimentada por cinta que dispara a cerrojo
cerrado, usando el principio del retroceso corto. En esta acción, el cerrojo y el cañón están acoplados y retroceden al
disparar el arma. Luego de un corto trecho el cerrojo y el cañón se desacoplan, retrocediendo el primero. Esta acción abre
el cerrojo y hace avanzar la cinta, preparando el arma para el siguiente disparo, todo esto a una cadencia de 450-550
disparos por minuto (600-1.200 en las ametralladoras aéreas M2/M3 de la Segunda Guerra Mundial; 300 en la M2
sincronizada con la hélice). Esta cadencia no suele alcanzarse en combate, ya que el fuego continuo a tal cadencia
desgastaría el cañón con solamente unos cuantos miles de disparos, debiendo ser reemplazado. La cadencia de la M2
disparando a fuego continuo se sitúa a menos de 40 disparos por minuto.
La M2 tiene un alcance máximo de 7,4 km (4,5 millas) cuando usa munición del tipo Ball, con un alcance máximo
efectivo de 1,8 kilómetros (1,2 millas) al ser disparada desde el trípode M3. En su rol de arma portátil terrestre, esta pesa
38 kg (84 lb) y con el trípode M3 ensamblado otros 20 kg (44 libras). En esta configuración, el gatillo "de mariposa" en
forma de V se sitúa al extremo del arma, con una agarradera tipo "mango de pala" a cada lado del cajón de mecanismos y
el retén del cerrojo al centro. Para disparar, se debe asir ambas agarraderas y apretar el gatillo con uno o ambos pulgares.
Cuando el retén del cerrojo ha sido girado hacia abajo, el arma dispara en ráfagas. De otro modo, funciona en modo
semiautomático. Para esto, se gira hacia arriba el retén del cerrojo. En ambas modalidades, la M2 se dispara de la forma
indicada anteriormente. Al contrario de otras ametralladoras modernas, no tiene seguro. En modelos de producción
reciente se han instalado gatillos convencionales dentro de las agarraderas, descartando los gatillos "de mariposa".
Como la M2 fue diseñada desde un principio para adaptarse a diversas configuraciones, puede ser alimentada tanto desde
el lado izquierdo como el lado derecho. Esto se logra cambiando los sujetacintas, la bandeja de alimentación, los topes
para cartuchos delanteros y traseros, e invirtiendo la palanca de carga. Esta conversión puede hacerse sin herramientas en
menos de un minuto.
Entre los diversos tipos de cartuchos usados por esta ametralladora están el M2 Ball, para usarse contra soldados y blancos
de material ligero, el trazador M1 y el M962 SLAPT. Este último, así como el cartucho M903 SLAP, pueden atravesar
más de 3/4 de pulgada de blindaje de alta dureza a 1.500 metros. Esto se logra gracias a un penetrador de wolframio con
un diámetro de 7,62 mm (.30 pulgadas). La bala del SLAPT tiene una carga trazadora en su base. El empleo de este
cartucho fue aprobado en 1990.
Cuando se disparan cartuchos de fogueo, se debe utilizar un gran adaptador para poder mantener una presión lo
suficientemente alta y así poder funcionar en modo automático. El adaptador es bastante característico, acoplándose a la
boca del cañón con tres varillas que van hasta la base de éste. Es habitual verlo instalado en las ametralladoras M2
utilizadas en operaciones humanitarias o durante maniobras.
Control de Gatillo
Uno de los aspectos difíciles de dominar al disparar un arma resulta directamente de la física involucrada.
Generalmente, especialmente en pistolas semi-automáticas, la fuerza aplicada en el gatillo para efectuar el disparo es
mucho mayor que el peso de la propia arma. Por ejemplo, una P226 Sig tiene un gatillo de acción con 4,5lb de resistencia
en acción simple (martillada) y 10lb en acción doble (sin martillar), mientras que la propia pistola pesa poco más de 2,5lb
con un cargador completo. Por lo tanto es muy fácil provocar movimientos involuntarios y perder la alineación con el
objetivo. A continuación analizamos los aspectos fundamentales a la hora de presionar el gatillo en disparos de precisión.
DEDO DE CONTACTO
Dado que la fuerza en el gatillo es generalmente mayor al peso del arma, cualquier presión que no esté dirigida
directamente hacia atrás provocará movimientos en el arma y fallas al blanco. Esto se logra haciendo que la geometría de
las falanges y nudillos de nuestro dedo jueguen a favor y no en contra nuestro.
Las tres ilustraciones anteriores muestran tres tipos de contacto con el gatillo, incorrecta, correcta y la “vieja escuela” ya
en desuso salvo que tengas manos muy débiles o que operes un arma con un gatillo verdaderamente pesado.
(Contacto incorrecto con el gatillo, con el dedo envuelto alrededor del gatillo en la segunda falange)
(Área correcta del dedo índice a usar para aplicar la presión en el gatillo)
Para entender la dinámica del gatillo primero debemos estudiar el movimiento de nuestros dedos. El dedo en sí se
compone de 3 huesos consecutivos (falanges), uniéndose a la mano en el tercer nudillo al hueso metacarpiano. Cada
nudillo permite que el hueso que le sigue hacia la punta del dedo pueda rotar. Sin embargo, nuestros reflejos hacen que
todo el dedo actué como una única pieza y generalmente se tensionan los músculos de las tres falanges al mismo tiempo.
En la siguiente ilustración observamos de cerca lo que ocurre cuando doblamos un dedo. Se hace evidente que la
almohadilla (sección de la huella digital) se traslada sobre un arco que tiene tanto desplazamiento desde adelante hacia
atrás como lateral. Este movimiento lateral es el que tenemos que eliminar por completo para lograr consistencia en
nuestros disparos. El dedo tiene que trasladarse únicamente desde adelante hacia atrás.
La pistola actúa como una bisagra con un centro de rotación situado en la empuñadura. Cualquier fuerza aplicada
lateralmente en el gatillo hará girar el arma sobre éste eje:
En la práctica, éstas fuerzas generan errores comunes de puntería, especialmente en tiradores novatos. Dependiendo del
movimiento de las distintas falanges y articulaciones de nuestro dedo, se aplica fuerza lateral en el gatillo que produce
movimientos en el arma, ya sea hacia la izquierda o hacia la derecha. A continuación ambos ejemplos tomando como base
la mano de un tirador derecho:
(Empuje del gatillo hacia la derecha por mantener estático el primer nudillo)
El correcto desplazamiento del dedo en el gatillo se puede ver en la siguiente ilustración. Desplazando la segunda falange
levemente hacia la derecha mientras ejerce presión, el tirador se asegura de que no haya fuerza lateral hacia la izquierda.
Para no producir un efecto contrario hacia la derecha endurece la primer falange, asegurando que la almohadilla del dedo
se traslada únicamente hacia atrás sobre el eje del gatillo.
SEGUIMIENTO
Un swing de golf comienza con el palo por encima de la cabeza y termina totalmente extendido más allá de la cabeza. Si
bien es técnicamente correcto que podemos hacer lo que queramos con el swing, una vez que el balón haya sido golpeado,
es mejor si tenemos un objetivo final mucho más allá de ese punto para asegurar que estamos alineados y moviéndonos
correctamente en ese momento clave. La última parte de la oscilación que se produce después de que golpea la bola se
llama “seguimiento” y es tan importante como todo lo que vino antes. En el tiro sucede lo mismo.
El tiro no termina cuando se produce el disparo. El tiro termina cuando el gatillo completa su recorrido.
Enfocarnos en completar el proceso y no en el disparo en sí mismo nos asegura aplicar una fuerza contínua, pareja y en
línea al eje del gatillo. Este foco también nos asegura que no comencemos a pensar en el resultado del disparo antes de
que éste se produzca y que podamos mantener la concentración en las bases técnicas del mismo, como la fuerza sobre el
gatillo. Esta concentración es muy útil hasta que te acostumbras a la sensación de un buen seguimiento y al final del
recorrido del gatillo, y puedes comenzar a repetir tus disparos sin la necesidad de estar conscientemente enfocado en el
proceso.
CORRECCIÓN DE ERRORES
Cuando disparamos nuestro cuerpo es agredido por el estruendo y la fuerza desplazada por el arma. Instintivamente nos
anticipamos con reflejos involuntarios que debemos conocer y dominar para ser efectivos en el tiro. Las reacciones
comunes incluyen:
Bajar el arma antes de tiempo para compensar el “culetazo” que impulsa el arma hacia arriba.
Nos apuramos a presionar el gatillo para “liberarnos” de esa agresión inminente, generando fuerza lateral hacia nuestro
lado no dominante ya que al jalar de golpe también empujamos el gatillo hacia afuera con el dedo involuntariamente.
Contraemos los músculos del cuello, espalda y brazos de golpe, lo que provoca movimientos que alteran nuestra postura,
agarre, alineación y cuadro de mira en un instante.
Este tipo de errores no solo provocan fallas al blanco en un disparo, sino que hacen mucho más difícil acertar un disparo
tras otro en una secuencia sobre el mismo objetivo. Si para cada disparo debemos realinear nuestro agarre, postura, cuadro
de mira, respiración y concentrarnos en la presión del gatillo, son demasiadas cosas para tener en cuenta especialmente si
nos desafortunadamente nos encontramos en una situación extrema. Por lo tanto, es muy importante practicar. No solo
para conocer y corregir nuestros errores, sino para hacer de todo ésto un proceso natural que nos permita dar en el blanco
disparo tras disparo.
La siguiente figura muestra un análisis simplificado de los errores más comunes. Este objetivo supone que el agarre y la
alineación de mira son correctos y su problema aparece durante o justo antes de efectuar el disparo. Para tiradores
diestros:
Una de las mejores maneras de practicar control de gatillo es utilizando “snap caps”. Estas son imitaciones de municiones
hechas de plástico generalmente, que puedes adquirir en cualquier armería. Bien podrías practicar “en seco” sin munición,
pero hacerlo con snap caps no solo cuidará de tu percutor sino que además te servirá para dominar todos los aspectos de tu
arma, incluyendo la solución de fallas.
tirar en seco
La primera es llenar tu cargador de snap caps y practicar en tu casa. En éste caso hay ideas muy creativas como colocar
una moneda sobre la corredera o caño de tu arma, que debes mantener en equilibrio mientras presionas el gatillo hasta
completar su recorrido. Las miras láser son de gran ayuda en éste ejercicio, dejándonos ver con exactitud el impacto que
tienen nuestros movimientos sobre nuestro cuadro de mira.
La segunda es en el polígono de tiro, intercalando snap caps con municiones “vivas” en nuestros cargadores. Nunca
sabremos cuando habrá un snap cap en la recámara, por lo que cuando sea el turno veremos con claridad el impacto que
tienen nuestros reflejos y presión en el gatillo sobre nuestra alineación. Esto es mucho más difícil de visualizar con
munición real debido al propio estallido del disparo.
POSICIÓN DE RESET
Para disparar tiros consecutivos rápidos y precisos hay que reducir los movimientos innecesarios y mantener nuestra
configuración tiro a tiro. Una buena manera de hacer esto es mantener el dedo tendido en el gatillo entre cada disparo. La
mayoría de la gente tiene una tendencia a quitar el dedo del gatillo por completo. No es el mejor hábito para entrenar. Esto
no significa ignorar las reglas de seguridad, siempre y cuando tu arma siga apuntando hacia el objetivo y estés en proceso
de disparar.
En general, todas las armas modernas tienen 3 claras posiciones a lo largo del recorrido del gatillo. Hay dos que son
evidentes, cuando el gatillo está completamente comprimido o descomprimido. Lo que debes encontrar es la posición
intermedia, conocida como posición de “reset”. En ésta posición el arma está pronta para el próximo disparo, sin tener que
volver al inicio del recorrido del gatillo a la posición descomprimida por completo. El motivo es claro, a menor recorrido,
menores son las posibilidades de cometer errores y menor el tiempo transcurrido entre disparo y disparo.
Para encontrar el punto de reset en tu arma, lo mejor es utilizar snap caps para hacerlo en forma 100% segura. Dispara tu
arma y deja el gatillo presionado. Luego afloja la presión en el gatillo para permitirle volver lentamente a su posición
original. En el medio del recorrido debes escuchar un “click”. Ese el el punto de reset de tu arma y desde ese punto puedes
disparar sin iniciar por completo el recorrido del gatillo nuevamente.
CONCLUSIÓN
Nunca “disparares” un arma, solo “apreta el gatillo”. Disparar un arma es un concepto violento, para el que incluso nos
preparamos inconscientemente con reflejos que afectan nuestra capacidad de dar en el blanco. Apretar el gatillo no es
nada en comparación, es un proceso que debes completar y mientras mejor lo hagas, mejor saldrá el disparo como
consecuencia directa del mismo y mejor será tu capacidad de repetir la secuencia con efectividad tanto en el polígono
como en una situación extrema.
Control de Gatillo
Uno de los aspectos difíciles de dominar al disparar un arma resulta directamente de la física involucrada.
Generalmente, especialmente en pistolas semi-automáticas, la fuerza aplicada en el gatillo para efectuar el disparo es
mucho mayor que el peso de la propia arma. Por ejemplo, una P226 Sig tiene un gatillo de acción con 4,5lb de resistencia
en acción simple (martillada) y 10lb en acción doble (sin martillar), mientras que la propia pistola pesa poco más de 2,5lb
con un cargador completo. Por lo tanto es muy fácil provocar movimientos involuntarios y perder la alineación con el
objetivo. A continuación analizamos los aspectos fundamentales a la hora de presionar el gatillo en disparos de precisión.
DEDO DE CONTACTO
Dado que la fuerza en el gatillo es generalmente mayor al peso del arma, cualquier presión que no esté dirigida
directamente hacia atrás provocará movimientos en el arma y fallas al blanco. Esto se logra haciendo que la geometría de
las falanges y nudillos de nuestro dedo jueguen a favor y no en contra nuestro.
Las tres ilustraciones anteriores muestran tres tipos de contacto con el gatillo, incorrecta, correcta y la “vieja escuela” ya
en desuso salvo que tengas manos muy débiles o que operes un arma con un gatillo verdaderamente pesado.
(Contacto incorrecto con el gatillo, con el dedo envuelto alrededor del gatillo en la segunda falange)
(Área correcta del dedo índice a usar para aplicar la presión en el gatillo)
Para entender la dinámica del gatillo primero debemos estudiar el movimiento de nuestros dedos. El dedo en sí se
compone de 3 huesos consecutivos (falanges), uniéndose a la mano en el tercer nudillo al hueso metacarpiano. Cada
nudillo permite que el hueso que le sigue hacia la punta del dedo pueda rotar. Sin embargo, nuestros reflejos hacen que
todo el dedo actué como una única pieza y generalmente se tensionan los músculos de las tres falanges al mismo tiempo.
En la siguiente ilustración observamos de cerca lo que ocurre cuando doblamos un dedo. Se hace evidente que la
almohadilla (sección de la huella digital) se traslada sobre un arco que tiene tanto desplazamiento desde adelante hacia
atrás como lateral. Este movimiento lateral es el que tenemos que eliminar por completo para lograr consistencia en
nuestros disparos. El dedo tiene que trasladarse únicamente desde adelante hacia atrás.
La pistola actúa como una bisagra con un centro de rotación situado en la empuñadura. Cualquier fuerza aplicada
lateralmente en el gatillo hará girar el arma sobre éste eje:
En la práctica, éstas fuerzas generan errores comunes de puntería, especialmente en tiradores novatos. Dependiendo del
movimiento de las distintas falanges y articulaciones de nuestro dedo, se aplica fuerza lateral en el gatillo que produce
movimientos en el arma, ya sea hacia la izquierda o hacia la derecha. A continuación ambos ejemplos tomando como base
la mano de un tirador derecho:
(Empuje del gatillo hacia la derecha por mantener estático el primer nudillo)
El correcto desplazamiento del dedo en el gatillo se puede ver en la siguiente ilustración. Desplazando la segunda falange
levemente hacia la derecha mientras ejerce presión, el tirador se asegura de que no haya fuerza lateral hacia la izquierda.
Para no producir un efecto contrario hacia la derecha endurece la primer falange, asegurando que la almohadilla del dedo
se traslada únicamente hacia atrás sobre el eje del gatillo.
SEGUIMIENTO
Un swing de golf comienza con el palo por encima de la cabeza y termina totalmente extendido más allá de la cabeza. Si
bien es técnicamente correcto que podemos hacer lo que queramos con el swing, una vez que el balón haya sido golpeado,
es mejor si tenemos un objetivo final mucho más allá de ese punto para asegurar que estamos alineados y moviéndonos
correctamente en ese momento clave. La última parte de la oscilación que se produce después de que golpea la bola se
llama “seguimiento” y es tan importante como todo lo que vino antes. En el tiro sucede lo mismo.
El tiro no termina cuando se produce el disparo. El tiro termina cuando el gatillo completa su recorrido.
Enfocarnos en completar el proceso y no en el disparo en sí mismo nos asegura aplicar una fuerza contínua, pareja y en
línea al eje del gatillo. Este foco también nos asegura que no comencemos a pensar en el resultado del disparo antes de
que éste se produzca y que podamos mantener la concentración en las bases técnicas del mismo, como la fuerza sobre el
gatillo. Esta concentración es muy útil hasta que te acostumbras a la sensación de un buen seguimiento y al final del
recorrido del gatillo, y puedes comenzar a repetir tus disparos sin la necesidad de estar conscientemente enfocado en el
proceso.
CORRECCIÓN DE ERRORES
Cuando disparamos nuestro cuerpo es agredido por el estruendo y la fuerza desplazada por el arma. Instintivamente nos
anticipamos con reflejos involuntarios que debemos conocer y dominar para ser efectivos en el tiro. Las reacciones
comunes incluyen:
Bajar el arma antes de tiempo para compensar el “culetazo” que impulsa el arma hacia arriba.
Nos apuramos a presionar el gatillo para “liberarnos” de esa agresión inminente, generando fuerza lateral hacia nuestro
lado no dominante ya que al jalar de golpe también empujamos el gatillo hacia afuera con el dedo involuntariamente.
Contraemos los músculos del cuello, espalda y brazos de golpe, lo que provoca movimientos que alteran nuestra postura,
agarre, alineación y cuadro de mira en un instante.
Este tipo de errores no solo provocan fallas al blanco en un disparo, sino que hacen mucho más difícil acertar un disparo
tras otro en una secuencia sobre el mismo objetivo. Si para cada disparo debemos realinear nuestro agarre, postura, cuadro
de mira, respiración y concentrarnos en la presión del gatillo, son demasiadas cosas para tener en cuenta especialmente si
nos desafortunadamente nos encontramos en una situación extrema. Por lo tanto, es muy importante practicar. No solo
para conocer y corregir nuestros errores, sino para hacer de todo ésto un proceso natural que nos permita dar en el blanco
disparo tras disparo.
La siguiente figura muestra un análisis simplificado de los errores más comunes. Este objetivo supone que el agarre y la
alineación de mira son correctos y su problema aparece durante o justo antes de efectuar el disparo. Para tiradores
diestros:
Una de las mejores maneras de practicar control de gatillo es utilizando “snap caps”. Estas son imitaciones de municiones
hechas de plástico generalmente, que puedes adquirir en cualquier armería. Bien podrías practicar “en seco” sin munición,
pero hacerlo con snap caps no solo cuidará de tu percutor sino que además te servirá para dominar todos los aspectos de tu
arma, incluyendo la solución de fallas.
tirar en seco
La primera es llenar tu cargador de snap caps y practicar en tu casa. En éste caso hay ideas muy creativas como colocar
una moneda sobre la corredera o caño de tu arma, que debes mantener en equilibrio mientras presionas el gatillo hasta
completar su recorrido. Las miras láser son de gran ayuda en éste ejercicio, dejándonos ver con exactitud el impacto que
tienen nuestros movimientos sobre nuestro cuadro de mira.
La segunda es en el polígono de tiro, intercalando snap caps con municiones “vivas” en nuestros cargadores. Nunca
sabremos cuando habrá un snap cap en la recámara, por lo que cuando sea el turno veremos con claridad el impacto que
tienen nuestros reflejos y presión en el gatillo sobre nuestra alineación. Esto es mucho más difícil de visualizar con
munición real debido al propio estallido del disparo.
POSICIÓN DE RESET
Para disparar tiros consecutivos rápidos y precisos hay que reducir los movimientos innecesarios y mantener nuestra
configuración tiro a tiro. Una buena manera de hacer esto es mantener el dedo tendido en el gatillo entre cada disparo. La
mayoría de la gente tiene una tendencia a quitar el dedo del gatillo por completo. No es el mejor hábito para entrenar. Esto
no significa ignorar las reglas de seguridad, siempre y cuando tu arma siga apuntando hacia el objetivo y estés en proceso
de disparar.
En general, todas las armas modernas tienen 3 claras posiciones a lo largo del recorrido del gatillo. Hay dos que son
evidentes, cuando el gatillo está completamente comprimido o descomprimido. Lo que debes encontrar es la posición
intermedia, conocida como posición de “reset”. En ésta posición el arma está pronta para el próximo disparo, sin tener que
volver al inicio del recorrido del gatillo a la posición descomprimida por completo. El motivo es claro, a menor recorrido,
menores son las posibilidades de cometer errores y menor el tiempo transcurrido entre disparo y disparo.
Para encontrar el punto de reset en tu arma, lo mejor es utilizar snap caps para hacerlo en forma 100% segura. Dispara tu
arma y deja el gatillo presionado. Luego afloja la presión en el gatillo para permitirle volver lentamente a su posición
original. En el medio del recorrido debes escuchar un “click”. Ese el el punto de reset de tu arma y desde ese punto puedes
disparar sin iniciar por completo el recorrido del gatillo nuevamente.
CONCLUSIÓN
Nunca “disparares” un arma, solo “apreta el gatillo”. Disparar un arma es un concepto violento, para el que incluso nos
preparamos inconscientemente con reflejos que afectan nuestra capacidad de dar en el blanco. Apretar el gatillo no es
nada en comparación, es un proceso que debes completar y mientras mejor lo hagas, mejor saldrá el disparo como
consecuencia directa del mismo y mejor será tu capacidad de repetir la secuencia con efectividad tanto en el polígono
como en una situación extrema.
Posición SUL, posición de en guardia con pistola para
CQB [Position SUL, CQB pistol ready position]. Por Max
F. Joseph. DIC00.(12 minutos de lectura)
Publicado el 31812CET May12 por Jorge Tierno Rey
(Traducido por Jorge Tierno Rey con la autorización del Director de la revista
SWAT, Rich Lucibella)
Hay quien se empeña en volver a “inventar la rueda”, bien sea por ignorancia o por
afán de protagonismo. La cuestión es que cualquier profesional ha de buscar la
verdad, estudiar lo que ya existe y tratar de mejorarlo en la medida de lo posible, al
mismo tiempo que les concede el mérito y prestigio que merecen a los verdaderos
artífices de las diferentes tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs).
En el siguiente artículo, cuyo original fue publicado en el número de diciembre de
2000 de la revista S.W.A.T., Max F. Joseph nos explica los entresijos de la posición
Sul, aclarando de una vez por todas sus orígenes y justificación. La traducción y
reproducción de este artículo cuenta con la autorización de la revista S.W.A.T.,
propietaria de los derechos de autor.
¡Cuidado con tu boca de fuego! ¡Baja esa boca de fuego! ¡Aparta ese arma! ¡Controlad
vuestras armas! ¿Cuántas veces nos hemos visto obligados a gritarles esto mismo a
los que tambaleaban sus bocas de fuego de forma insegura durante operaciones o
ejercicios?
Si por cualquier motivo se inclina el cuerpo hacia adelante, hay que inclinar la boca de fuego hacia fuera de
forma que el tirador nunca barra sus piernas con su boca de fuego.
Debe mantenerse el contacto entre el nudillo del dedo índice de la mano de apoyo y el del dedo corazón de
la mano de empuñe.
En espacios con una gran afluencia de personas, bien sea durante una intervención
en un bar, o bien durante un incidente con un tirador activo [active shooter] en el
que las posibles víctimas huyen despavoridas, siempre resulta un poco más peligroso
todo lo que se refiere al control de la boca de fuego y la retención del arma. En
cualquier momento en el podamos tener que entablar contacto físico con
sospechosos o rehenes debemos subir nuestro nivel de alerta. En la posición Sul el
arma permanece en una posición de autoridad, lista para ser presentada
inmediatamente ante cualquier potencial amenaza, pero aún así, ante la presencia
de la gente no constituye una posición abiertamente amenazadora. En ciertas
ocasiones esto resulta extremadamente importante, especialmente cuando las
cámaras graban algunas imágenes para las noticias de las 3.
¿Cuántas veces hemos visto incidentes, tanto estando de servicio como más tarde esa
misma noche en las noticias, en los que los policías no tienen una directiva coherente
en lo que respecta a dónde dirigir las bocas de fuego de sus armas cuando
permanecen fuera de su funda durante un largo periodo de tiempo? Vemos imágenes
en las que un policía enarbola su arma en guardia alta [high ready] (normalmente
un viejo policía que recibió su formación básica en los 70). Otro policía balancea su
pistola de un lado a otro con una sola mano. Esto demuestra una clara falta de SOPs y
una falta de profesionalidad.
El registro o limpieza de habitaciones constituye un auténtico subidón de adrenalina
para todos los miembros de un equipo táctico que se tomen su trabajo en serio. Este
es el momento más peligroso tanto en el adiestramiento como en operaciones reales.
Esta tarea exige identificar blancos y tomar de decisiones en décimas de segundo.
Sin embargo, esto no quiere decir necesariamente que tu boca de fuego haya de ir
levantada al frente balanceándose bruscamente de un lado a otro hacia todas y cada
una de las zonas potencialmente peligrosas. De forma ideal el arma permanece en
modo transporte, en este caso Sul, hasta que se haya identificado una amenaza
específica o una potencial amenaza -en ese momento se realiza la presentación
táctica del arma hacia el blanco. Todo esto tiene lugar en décimas de segundo, que
es todo lo que se tarda en levantar esa pistola al frente desde Sul. Hay algunos que
afirman que esto consume demasiado tiempo y que la pistola ha de llevarse con el
eje del cañón semi horizontal al desplazarnos de uno a otro lugar. Pero tengo que
refutárselo señalando que ¡hace tan sólo una década a los policías se les enseñaba
a mantener sus dedos sobre el disparador mientras se desplazaban ya que era
obviamente una pérdida de tiempo mantener el dedo extendido!
Los codos han de mantenerse pegados al cuerpo para evitar que sobresalgan como las “alas de un pollo”, lo
que restringiría considerablemente un movimiento fluido al atravesar puertas.
Ahí fuera existe un grave problema que afecta a muchas unidades y profesionales en
lo que respecta al control de la boca de fuego. Sul es una muy respuesta frente a ese
problema. Prueba esta posición la próxima vez que visites el campo de tiro. Dale una
oportunidad justa y rápidamente comprobarás que tu cuerpo la adopta muy
fácilmente y de forma natural.
En cuanto te acostumbres a ella puede que en tu próxima operación o adiestramiento
te encuentres a ti mismo mirando hacia atrás y gritándole a tu compañero “¡vigila
esa boca de fuego!”.
Curso Técnicas de Pistola Táctica [Tactical Pistol Skills]
de Ernest Langdon. Informe Posacción [After Action
Report(AAR)]. Por Tom Givens. Rangemaster.
DIC18.(10 minutos de lectura)
Publicado el 202235CET Dic18 por Jorge Tierno Rey
La primera vez que me encontré a Ernest fue hace poco más de 20 años, cuando
no hacía mucho que dejara el Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense y se
estaba haciendo un nombre en la competición con pistola. En ese mismo momento
supe que lo haría bien en competición y en el negocio de la formación.
(Este artículo es una traducción de su original en inglés, escrito por el maestro Tom
Givens y publicado en el boletín mensual de RangeMaster en su número de
diciembre del año 2018. La traducción y publicación de este artículo cuenta con la
autorización de su autor)
Ernest estuvo 12 años en el Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense,
durante los que estuvo en combate como miembro de una sección de Exploradores
[Scout] y Snipers y fue instructor del programa para personal de alto riesgo [High
Risk Personnel] enQuantico. Entre las misiones en las que participó como infante
de marina se encuentranPanamá, Cuba, Filipinas y el Golfo Pérsico.
Además, Langdon es instructor certificado por la Comisión de Estándares y
Formación de Policía de California [California Commission on Peace Officers
Standards and Training (POST)] y fue alumno en 40 escuelas de tiro de las buenas
y 4 escuelas antiterroristas, además de titulado como instructor por el FBI, la NRA,
el US Army y el US Marine Corps. Ernest tiene más de 25 años de experiencia en
competición y cuenta con el nivel de Gran Maestro [Grand Master] de la Asociación
Estadounidense de Tiro Práctico [United States Practical Shooting
Association (USPSA)] y de Maestro Distinguido [Distinguished Master] de
la Asociación Internacional de Pistola Defensiva [International Defensive Pistol
Association (IDPA)]. Ha ganado 10 campeonatos nacionales y 2 títulos mundiales
en velocidad [World Speed Shooting Championship (WSSC)].
Llevaba
años intentando hacer uno de los cursos de pistola de Ernest, pero solo imparte
unos cuantos de esos al año y siempre que ha habido uno a menos de 800
kilómetros de mi casa, yo estaba a 1.600 kilométros dando un curso en alguna otra
parte. En noviembre de 2018 tuve, por fin, la oportunidad de conducir hasta Miami
y colarme en su curso deTécnicas de Pistola Táctica [Tactical Pistol Skills], que
consiste en dos jornadas intensivas de clase con pistola. Pagué una plaza
para Lynn ─mi mujer─ y otra para mi y nos presentamos como alumnos normales y
corrientes, que es como me gusta auditar un curso.
El lugar fue el Centro de Formación de Homestead [Homestead Training Center],
que se encuentra entre plantaciones de palmeras en el extremo sur de la zona
metropolitana de Miami. Los hoteles más cercanos están en Homestead (Florida) y
la mayoría de cadenas hoteleras tienen presencia allí. El campo de tiro en sí está
bastante bien. Se trata de un gran complejo que alberga los campeonatos estatales
de Florida de la IDPA y otros importantes eventos.
Durante el curso utilicé mi Glock 17 personalizada por Boresight Solutions en una
funda pistolera tipo IWB (por dentro del pantalón) modelo #3 y portacagardores
fabricados porJM Custom Kydex, sobre un cinturón Graith Specialist. Disparé algo
más de 800 cartuchos de munición blindada Federal American Eagle de 147 grains
en calibre 9 mm y no tuve ningún problema con el equipo en todo el curso. Todo el
curso lo hice con el arma oculta, por dentro del pantalón bajo una camisa hawaiana,
exactamente tal y como visto a diario aquí en Florida. Lynn también utilizó una Glock
17 de Boresight Solutions con funda y portacargadores de JM Custom Kydex.
En el curso éramos 14 alumnos en total de lo más variopinto: policías locales, un
médico, un par de militares recientemente retirados y varias personas normales y
corrientes. Aproximadamente la mitad utilizaron una pistola Beretta, una 92 o una
PX4, luego había una M&P, una Wilson Combat EDC9 y unas cuantas Glock. Cerca
de la mitad llevaban fundas pistoleras y portacargadores de JM Custom Kydex, lo
cual no resulta sorprendente dada la alta calidad del equipo de JM Custom Kydex.
El primer día de curso empezamos en el aula. Ernest dedicó un total de casi tres
horas a tratar varios aspectos, tales como la seguridad, el desarrollo de una
mentalidad de combate y algunos matices sobre el empuñe y el control del
disparador. A lo largo de los años he visto a muchos instructores tratar estas
primeras cuestiones en el propio campo de tiro, con todo el mundo de pie al sol.
¡Mal asunto! Yo creo firmemente que los aspectos académicos y administrativos
han de tratarse en el aula, donde los alumnos pueden sentarse cómodamente y ver
un PowerPoint u otra ayuda visual para mejorar la comprensión de los temas a
tratar. Me alegró ver que Ernest utiliza esta metodología. Su charla fue concisa y
soltó mucha información de una forma eficaz.
Una vez nos trasladamos al campo de tiro, trabajamos varias técnicas básicas de
tiro con pistola, tales como: presentación de la pistola, tanto desde la funda como
desde laposición de guardia; fuego tiro a tiro, progresando gradualmente hasta
secuencias de varios disparos; cadencias de fuego; técnicas de recarga; y más
cosas. Aprendí varias perlas relacionadas con la explicación de técnicas específicas
y un par de variaciones de ejercicios de tiro que no había visto antes. Una cosa que
me encanta de Langdon es que periódicamente hace que de uno en uno todos los
alumnos realicen delante de los demás un ejercicio de tiro, mientras él lo
cronometra. Selecciona un ejercicio que abarca algunas de las técnicas sobre las
que habíamos estado trabajando anteriormente y es una buena forma de comprobar
lo bien que los alumnos pueden realizar dichas técnicas bajo un poco de presión.
Nuestro último ejercicio de tiro de este tipo en el primer día de curso fue «La Prueba»
de Ken Hackathorn: 10 disparos a 10 yardas en 10 segundos o menos sobre
un blanco tipo B-8. Ernest ofreció una gorra de Langdon Tactical Technology (LTT)
como premio al que sacara la mejor puntuación en este ejercicio. Yo saqué unos
respetables 95 puntos en 7’66 segundos (todos los impactos en el negro), pero entre
los alumnos del curso se encontraba el destacado bloguero del tiro Caleb Giddings,
que sacó 98 puntos y se llevó la gorra. Caleb estuvo que se salía todo el fin de
semana, luego te cuento más.
El segundo día de curso lo pasamos íntegramente en el campo de tiro. Después de
un rato de calentamiento con las técnicas que aprendimos el día anterior, nos
metimos de lleno con el fuego en movimiento. Empezamos por el movimiento lateral
al tiempo que la pistola sale de la funda, para continuar después con el movimiento
mientras se colocan con precisión los disparos sobre los blancos. Nos movimos
hacia delante, hacia atrás y lateralmente, antes de hacer ejercicios de la figura del
8 alrededor de unos bidones estáticos. Pronto casi todos los alumnos ya eran
capaces de llenar los blancos de impactos mientras se alejaban o se movían hacia
una cubierta. Para enlazar con eso, luego trabajamos el tiro desde detrás de una
cubierta, tanto de pie como de rodillas. En algunos de estos ejercicios utilizamos
blancos metálicos, que le dan una información inmediata sobre sus impactos a cada
alumno. También trabajamos el tiro a una sola mano, tanto la mano dominante como
la mano de apoyo.
Uno de los platos fuertes del segundo día de curso fue la oportunidad de realizar
elejercicio de tiro F.A.S.T. del difunto Todd Green como evaluación
individual. Ernest y Todderan buenos amigos y Todd autorizó a Ernest para que
continuara su labor como árbitro del galardón FAST en forma de moneda
conmemorativa, que se concede si se logra finalizar la prueba por debajo de 5
segundos dos veces seguidas en un curso formal delante de los demás tiradores.
Como decía antes, Caleb Giddings lo estaba bordando de verdad en este curso y
superó la prueba dos veces seguidas sin errores en menos de 5 segundos, así que
se ganó la moneda FAST número 18. Eso quiere decir que es uno de los tan solo
18 tiradores que lograron esta proeza en los diez años de historia de la moneda.
¡Felicidades, Caleb! Mi mejor tiempo del curso fue 5’95, así que estoy bastante
impresionado por un tiempo de menos de 5 segundos. Por cierto, Ernest demuestra
cada ejercicio de tiro durante el curso y superó la prueba en menos de 5 segundos.
Esa clase de rendimiento a voluntad es raro de verdad.
A pesar de la lluvia durante parte del segundo día de curso, todos pudimos superar
el curso y pasamos un buen rato aprendiendo, perfeccionando y refinando nuestras
técnicas de tiro defensivo. Ernest es un tirador excepcional y un instructor muy
bueno. Su pasión por la materia es evidente y su humildad frena ese fiero espíritu
competitivo. Visita la página web de Ernest, langdontactical.com, para conocer los
detalles sobre sus piezas y trabajo de personalización para pistolas Beretta, así
como el calendario de sus cursos de formación. Sus cursos son limitados, así que
si tienes que viajar un poco para hacer un curso con él, ¡hazlo! Yo lo hice y comprobé
que el viaje mereció mucho la pena. Estoy deseando volver a entrenar con él.
–
FORMACIÓN CONTINUA PARA INSTRUCTORES, por Tom Givens.
Para un instructor de armas de fuego es fundamental continuar entrenando,
aprendiendo y creciendo a lo largo de su carrera. La maestría es un viaje, no un
destino.
Yo, por ejemplo, llevo enseñando profesionalmente desde 1975 y a tiempo completo
desde 1996. A lo largo de ese extenso periodo de tiempo, el equipo ha
evolucionado, las técnicas de tiro han evolucionado, nuestros conocimientos sobre
el aprendizaje de habilidades motoras han evolucionado y la naturaleza de las
amenazas a las que nos enfrentamos ha evolucionado. Los instructores que no han
cambiado a medida que cambiaban estas tendencias se han quedado obsoletos
actualmente. Cuando consideres la posibilidad de formarte con un instructor,
podrías preguntarle, «¿cuándo y con quién fue la última vez que realizaste un curso
como alumno, no como instructor?».
Allá por febrero hice el excelente curso Soluciones de Tiro con Pistola [Pistol
Shooting Solutions] con Gabe White. En noviembre hice el curso Técnicas de
Pistola Táctica[Tactical Pistol Skills] con Ernest Langdon. Entre medias estuve en
múltiples charlas durante la Conferencia Táctica [Tactical Conference] en marzo y
la Conferencia Táctica del Noroeste [Northwest Tactical Conference] este verano
en Washington. En cada uno de estos eventos de formación aprendí algo útil.
Especialmente para un instructor, escuchar a otros instructores explicar técnicas
puede aportarte una fraseología alternativa, ejercicios o demostraciones que puede
que no hayas pensado por ti mismo antes. Encontrar un sola perla puede hacer que
todo el viaje al curso haya merecido la pena.
–
Fíjate en algunos detalles que deja patentes este artículo. En primer lugar,
normalmente un buen instructor es un buen tirador y puede acreditarlo con su
palmarés en competición y/o demostrándolo al realizar los ejercicios de tiro
correspondientes delante de sus alumnos. En segundo lugar, normalmente un buen
instructor demuestra a sus alumnos cómo se realiza cada ejercicio de tiro, es decir,
dispara delante de todos ellos. En tercer lugar, un buen instructor no solo no deja
de entrenar sino que además continúa aprendiendo de manos de otros instructores
«decentes». En cuarto lugar, «Dios los da y ellos se juntan», los buenos instructores
acaban conociéndose y reconociéndose entre ellos. Los malos instructores pasan
a engrosar la lista de instructores que deberías evitar.
La mediocridad como excelencia. Por Juan I.
Carrión.(7 minutos de lectura)
Publicado el 161444CET Dic18 por Juan Ignacio Carrión Gutiérrez
Hola a todos.
Después de un tiempo analizando diferentes ejemplos de cómo está el nivel de
entrenamiento de aquellos que emplean las armas de fuego en nuestro amado país,
voy a comenzar a relatar en cuáles aspectos creo que se debería incidir para
alcanzar la excelencia en su empleo.
–
ACTUAR BAJO ESTRÉS
Siempre que he leído algo sobre este tema, he pensado lo mismo «yo he estado en
situaciones de alto estrés y no he sufrido todos los síntomas que ahí se relatan».
Tradicionalmente se habla de taquicardia, respiración acelerada, exclusión auditiva,
desaparición de musculatura fina, disminución de capacidad de razonamiento
lógico, etc.
Creo que esos estudios no tienen en cuenta dos cosas: cuánto estrés y cuánto
entrenamiento.
Los síntomas que normalmente se reflejan son síntomas habitualmente
encontrados en situaciones de estrés total y que llevan al bloqueo o a la expresión
máxima de esos efectos. No se contempla el hecho de que existen grados de estrés
que si son inferiores a ese máximo permiten hacer cosas que parece que no se
pueden hacer. Este aspecto va muy relacionado con el siguiente, el entrenamiento.
Aquellos que se han visto envueltos en varias situaciones de enfrentamiento con su
vida en peligro, siempre dicen lo mismo, «el entrenamiento es lo que me hizo
superar el miedo y sobrevivir a la situación». El granJeff Cooper lo decía en sus
conferencias: «cuando sabes lo que tienes que hacer, no tienes tiempo para que el
miedo te paralice».
Por lo tanto, para mí, la solución a ese problema está clara. Mi entrenamiento debe
ser tan bueno que me permita actuar cuando me encuentre bajo estrés y no debe
basarse en lo que personas que no están entrenadas dicen que les ha pasado.
Yo he estado en unas cuantas situaciones bastante estresantes. He hecho fast
ropedesde un helicóptero a casi 20 m. de altura, en donde solo tus manos y tus pies
son los que te separan de la muerte por caída. Puedo asegurar que mi corazón latía
con fuerza, que mi respiración se aceleraba, que tenía hormigueo en mi estómago,
pero aun así conseguí realizar la acción encomendada. Lo mismo me ha sucedido
cuando he tenido que actuar en detenciones y asaltos a viviendas, pero aun así,
realicé mi acción, incluyendo el empleo de mi musculatura fina. ¿Qué es lo que
sucedía? Tan sencillo como que mi entrenamiento es lo que me hacía actuar de
manera adecuada. No hay más misterio.
–
LA TOMA DE MIRAS
Este es el gran caballo de batalla de aquellos que nos dedicamos al entrenamiento
de gente que quiere aprender a utilizar su arma de fuego. ¿Se toman miras o no en
un enfrentamiento armado? Nótese que no he mencionado «se pueden tomar», y
me he ido directamente a la opción de «tomar o no tomar», ya que creo firmemente
que la primera opción es dejar a circunstancias externas la posibilidad de hacerlo,
mientras que la segunda está más relacionada con la decisión de cada uno de
hacerlo o no.
¿Por qué esta diferenciación? Fácil, en la primera, la respuesta para muchos es
sencilla: «no se puede», con lo que es una cosa menos de la que me tengo que
preocupar, a saber, tomar miras y acertar exactamente donde estoy apuntando. La
segunda opción, «sí se puede», por supuesto, exige de un esfuerzo añadido al
hecho de simplemente dirigir el arma hacia donde se quiere y apretar el disparador.
Ese esfuerzo es lo quediferencia la mediocridad de la excelencia. Muchos
tiradores son capaces de dirigir el arma hacia una silueta que mide 1,8 m. de alto y
50 cm de ancho, a una distancia de 3 m., disparar 3 veces en 3 segundos e impactar
en algún punto. No todo el mundo es capaz de hacer lo mismo e impactar esos tres
disparos a un círculo de 3 pulgadas. Sinceramente, ¿en cuál de los dos casos
consideraríamos a un tirador como excelente? Yo lo tengo claro.
Ahora nos vamos al mundo de «lo real», y lo pongo entre comillas porque ese «real»
tiene cantidad de diferentes aspectos que hacen imposible determinar qué lo es. En
una situación de enfrentamiento «real» donde haga falta el uso de un arma de fuego,
¿quién será más competente, aquél que permite que en el entrenamiento la
precisión no sea imperativa o el que siempre intenta colocar sus impactos con el
máximo de precisión en el tiempo necesario para hacerlos? Si en mi entrenamiento
intento no salirme de un agrupamiento determinado (el ejemplo de las 3 pulgadas),
¿cuánto más se separarán en una situación real donde el objetivo se mueve, yo me
muevo y encima no quiero morir? Yo entiendo que se separarán, pero debido a que
mi parte no consciente ha aprendido a hacerlo siempre de manera excelente, mi
resultado será mucho mejor que el de un tirador que ha acostumbrado a su parte
no consciente a impactar donde sea a un blanco.
Llegados a este punto, entraremos en otro escabroso tema. ¿En quién me fijo para
fundamentar mi entrenamiento para prepararme para resolver un enfrentamiento de
estas características? La respuesta puede ser una de estas dos: en mucha gente
que solo ha sufrido una desgraciada situación de esta naturaleza en su vida, o por
el contrario, en los pocos que han vencido a muchas situaciones de este tipo.
El primer caso no termina de convencerme. Basar mi entrenamiento en lo que han
hecho personas, cuyo entrenamiento previo desconozco, en una situación muy
determinada, solo me sirve para alegrarme de que sigan vivos y para darme cuenta
de que hay que entrenar mucho para condicionar al cerebro a responder de la
manera adecuada. En el segundo caso, aquellos que han sobrevivido a varios
enfrentamientos, mi opinión está clara: si sobrevives una vez, puede ser incluso
suerte, si lo haces varias veces, es que tu método de prepararte es el adecuado. En
este grupo están John «Shrek» McPhee, Dave Spaulding, Wyatt Earp, Jeff
Cooper, Kyle Defoor, Kyle Lamb, Paul Howe y otros cuantos. Todos ellos tienen sus
peculiaridades en cuanto a la manera de entrenar, pero hay algo en lo que están
todos en la misma línea, entrena siempre a tomar miras, para ser lo más letal
posible, que cuando te toque hacerlo bajo estrés, lo harás, aun cuando ni siquiera
te estés dando cuenta que lo haces.
–
LA MANERA DE ENTRENAR
¿Para qué se entrena? Mi respuesta es rápida, se entrena para condicionar a la
parte no consciente de nuestro cerebro a actuar de la manera que queremos cuando
sea necesario.
Este proceso debe estar basado en:
– La perfección de la técnica y no en la velocidad.
– Las repeticiones deliberadas y no en la cantidad de munición que se dispara.
VELOCIDAD
En física, la velocidad tiene dos componentes. La velocidad o valor del movimiento y la dirección del
movimiento. Como se utiliza comúnmente en el campo de armas de fuego, la velocidad se refiere simplemente a la
velocidad de la bala o proyectil a un punto predeterminado de su trayectoria.
Los fabricantes de cartuchos usualmente publican tablas de balística en las cuales muestran la velocidad aproximada del
proyectil de un cartucho en particular a la boca del arma. En el caso de rifles, la velocidad final también se muestra
usualmente a distancias de 100, 200 y 300 yardas, y las figuras de energía correspondientes también están dadas por los
mismos puntos de distancia.
ENERGIA
Existen dos tipos básicos de energía. Estática o energía potencial y movimiento o energía cinética. En armas de fuego y
balística el término “energía” se refiere a energía cinética o energía debida a movimiento. Energía, la capacidad de hacer
trabajo está expresada en pies-libras (ff-lb). Esta unidad se refiere al trabajo (o fuerza) resultante cuando un peso de una
libra es lanzado desde una altura de un pie.
INERCIA
La inercia está definida por la primera ley de Newton referida al movimiento la cual básicamente indica que un cuerpo en
reposo tenderá a permanecer en movimiento si no actúan sobre éste fuerzas externas. Un proyectil que ha sido disparado
de un arma a través del cañón, tiende a continuar en movimiento, pero su vía (trayectoria) y su velocidad será cambiada
por las fuerzas externas como son la resistencia del aire y la gravedad.
GRAVEDAD Y TRAYECTORIA
La gravedad es la fuerza de atracción ejercida por un cuerpo celestial tal como la tierra. Esta es la fuerza que causa todo
objeto que está suspendido, incluyendo proyectiles, que caen a la tierra. Tan pronto como un proyectil sale del cañón del
arma, la gravedad empieza a actuar sobre él, dirigiéndolo hacia la tierra. En cuanto el proyectil sale del arma, este empieza
a dirigirse hacia la tierra, el movimiento siguiente, que presenta forma de curva es llamado trayectoria.
Usualmente una distancia ligeramente corta, y la trayectoria puede ser en la mayoría de los casos una línea recta. A
grandes distancias el trayecto curvo del proyectil es más aparente.
Debido a la acción de la gravedad, un proyectil debe de sobresalir de la línea de la mira, de acuerdo con la fuerza de
gravedad. La aceleración hacia debajo de un objeto producida por la gravedad es de aproximadamente 32 fps. A
velocidades altas la distancia es mayor y puede recorrerla antes de empezar a caer, en consecuencia la menor
compensación por dicha caída debe estar dada por la distancia. Esta fuerza se describe como un recorrido del proyectil que
va hacia delante y al exterior tan lejos como sea posible antes de que se empiece a ejercer la gravedad.
COEFICIENTE BALISTICO
Este es un término técnico (abreviado como C) que se usa para describir la capacidad de un proyectil para
mantener su velocidad contra la resistencia del aire.
ESTRIAS
Se le da el nombre de estrías a una serie de espirales o muescas grabadas en el interior de los cilindros de las pistolas y
rifles. Las altas o elevadas partes del interior del cañón que han sido marcadas con las muescas son llamados surcos.
Las estrías espirales del cañón, que están compuestas por un número igual de surcos y muescas, pueden girar hacia la
derecha (sentido de las manecillas del reloj) o hacia la izquierda (sentido contrario a las manecillas del reloj), y dependerá
de la preferencia del fabricante. El número de surcos y muescas puede variar desde dos a más de veinte; sin embarga el
más común es de seis.
El propósito de las estrías es la de dar un giro al proyectil para estabilizarlo durante su trayectoria (acción giroscópica).
CALIBRE
El calibre de un rifle o pistola corresponde al diámetro del cañón medido entre dos campos opuestos. En los Estados
Unidos e Inglaterra, el calibre se mide en décimas de pulgada. En Europa el calibre es medido en milímetros. El ejército
de los Estados Unidos estableció el cambio a medidas en el sistema métrico para determinar el calibre. En escopetas el
número del calibre está en relación con el número de perdigones que entran en una unidad de peso. Para ser más explícito:
Una libra de plomo, 454 gramos, se reduce a esferas iguales. El diámetro de cada una de ellas determina el calibre de la
escopeta. Así tenemos que, dividida la libra en 12 esferas, el diámetro es de 18.60 Mm. que es el calibre de la escopeta del
12.
Progresión en el adiestramiento: gatear, andar,
correr.(7 minutos de lectura)
Publicado el 52105CET Mar12 por Jorge Tierno Rey
Sin embargo, esta progresión no es exclusiva del aprendizaje sino extensiva además
a la enseñanza de cualquier aspecto o materia, y constituye uno de los principios
✓ Ejercicios de tiro individuales desde una posición estática sobre un único blanco
en los que se realicen prácticas de recarga de emergencia, recarga táctica y resolución
de interrupciones.
A continuación vendría la fase andar,
en la que, además de los ejercicios anteriores, que no dejarían de practicarse, podrían
introducirse, entre otros, los siguientes ejercicios:
✓ Ejercicios de tiro individuales desde una posición estática sobre varios blancos
distribuidos tanto a lo largo como a lo ancho del campo de tiro.
✓ Ejercicios de tiro con cuatro tiradores (dos binomios) y varios blancos en los que
se practique el fuego y movimiento por binomios.
El UZI fue adoptado por el ejército israelí en 1951, los primeros modelos de esta arma estaban equipados con culatas
cortas de madera siendo esta versión la que participó en la Campaña de Suez en 1956. Los modelos posteriores irían
equipados con una culata metálica plegable. El tamaño compacto y su poder de fuego demostraron ser claves para limpiar
búnkeres sirios y posiciones defensivas jordanas durante la Guerra de los Seis Días de 1967. A pesar de ser un arma
bastante confiable el UZI también fue victima de las condiciones extremas en el desierto, durante la campaña del Sinai en
plena guerra del Yom Kippur en 1973 las unidades del Ejército Israelí que llegaron a Suez reportaron que de todas sus
armas ligeras, solamente las ametralladoras FN MAG calibre 7,62 mm se encontraban operativas.
Como curiosidad el UZI fue diseñado para dispararse con una sola mano por si el usuario perdía una en combate, por eso
vemos que muchos personajes de ficción son representados usando una UZI en cada mano, aunque siendo honestos
disparar de manera precisa sería casi imposible.
Si tienes más datos por agregar acerca del UZI déjalos en los comentarios :D
← Fundamentos de la navegación terrestre. Land Navigation Course Basics.
La capacidad de la escopeta del calibre 12 como arma de propósito general suele ser
una cuestión muy discutida y discutible. Quizás algunos subestimemos las
posibilidades que ofrece la escopeta y otros las exageren, pero lo realmente
interesante y útil es conocer a ciencia cierta la balística terminal de los diferentes
cartuchos del calibre 12 que se pueden utilizar según la situación táctica.
La bala de 28 gramos (1 onza) a 411 m/s (1350 fps) del nuevo cartucho Federal
(PB127 DPRS) Truball Deep Penetrator penetró 61 cm. (24″) de gel tras atravesar
primero un parabrisas de coche, sin desviarse de su trayectoria y conservando gran
parte de su masa. La precisión es excelente hasta al menos 100 metros. Constituye la
primera bala que demuestra ser una alternativa a la Brenneke.
Brenneke Tactical Home Defense Brenneke Classic Magnum
Fíjate que mientras las balas tipo Foster tradicionales pueden resultar muy eficaces
contra blancos blandos sin obstrucciones, tienden a hacerse pedazos y a menudo no
ofrecen una penetración adecuada contra barreras intermedias y animales más
duros. Partiendo de la base que las balas son seleccionadas normalmente con el
objetivo de penetrar algo con éxito -en muchas ocasiones barreras intermedias o
animales peligrosos de grandes dimensiones- las balas tipo Foster NO son
generalemente la mejor opción para uso policial.
El nuevo cartucho Federal “Flight Control” (LE132-1B) de 15 postas del
número #1 ofrece un rendimiento terminal IDEAL para uso defensivo y
policial y constituye la mejor opción para aquellos que necesitan
cartuchos para tales propósitos. En gel las 15 postas laminadas del calibre 30
(7’62 mm.) penetran entre 35 y 45 cm. (entre 14 y 18 pulgadas). Bajo estas líneas se
encuentran el patrón de los impactos tras disparar a 7 y 25 metros con una escopeta
genérica 870P con cañón de 46 cm. (18 pulgadas):
–
–
–
–
–
–
–
–
Tras atravesar el parabrisas de un coche a 3 metros se recogieron 2 postas muy
deformadas a 13 cm. y 3 postas a 20-23 cm. mientras las restantes 10 postas se
encontraron a 32-38 cm. -no está mal para un cartucho de postas. Ten en cuenta que
las balas son la opción preferente para batir amenazas en el interior de vehículos.
Al disparar sobre gel a 3 metros, se observó una penetración para todas las postas de
35-45 cm., tal y como se puede comprobar en la siguiente imagen:
–
← Fundamentos de la navegación terrestre. Land Navigation Course Basics.
La capacidad de la escopeta del calibre 12 como arma de propósito general suele ser
una cuestión muy discutida y discutible. Quizás algunos subestimemos las
posibilidades que ofrece la escopeta y otros las exageren, pero lo realmente
interesante y útil es conocer a ciencia cierta la balística terminal de los diferentes
cartuchos del calibre 12 que se pueden utilizar según la situación táctica.
La bala de 28 gramos (1 onza) a 411 m/s (1350 fps) del nuevo cartucho Federal
(PB127 DPRS) Truball Deep Penetrator penetró 61 cm. (24″) de gel tras atravesar
primero un parabrisas de coche, sin desviarse de su trayectoria y conservando gran
parte de su masa. La precisión es excelente hasta al menos 100 metros. Constituye la
primera bala que demuestra ser una alternativa a la Brenneke.
Brenneke Tactical Home Defense Brenneke Classic Magnum
Fíjate que mientras las balas tipo Foster tradicionales pueden resultar muy eficaces
contra blancos blandos sin obstrucciones, tienden a hacerse pedazos y a menudo no
ofrecen una penetración adecuada contra barreras intermedias y animales más
duros. Partiendo de la base que las balas son seleccionadas normalmente con el
objetivo de penetrar algo con éxito -en muchas ocasiones barreras intermedias o
animales peligrosos de grandes dimensiones- las balas tipo Foster NO son
generalemente la mejor opción para uso policial.
El nuevo cartucho Federal “Flight Control” (LE132-1B) de 15 postas del
número #1 ofrece un rendimiento terminal IDEAL para uso defensivo y
policial y constituye la mejor opción para aquellos que necesitan
cartuchos para tales propósitos. En gel las 15 postas laminadas del calibre 30
(7’62 mm.) penetran entre 35 y 45 cm. (entre 14 y 18 pulgadas). Bajo estas líneas se
encuentran el patrón de los impactos tras disparar a 7 y 25 metros con una escopeta
genérica 870P con cañón de 46 cm. (18 pulgadas):
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Tras atravesar el parabrisas de un coche a 3 metros se recogieron 2 postas muy
deformadas a 13 cm. y 3 postas a 20-23 cm. mientras las restantes 10 postas se
encontraron a 32-38 cm. -no está mal para un cartucho de postas. Ten en cuenta que
las balas son la opción preferente para batir amenazas en el interior de vehículos.
Al disparar sobre gel a 3 metros, se observó una penetración para todas las postas de
35-45 cm., tal y como se puede comprobar en la siguiente imagen:
La Isósceles Moderna [The Modern Isosceles]. Por Ron
Avery.(22 minutos de lectura)
Publicado el 191649CET Dic11 por Jorge Tierno Rey
Creo que todo profesional debe tener la inquietud por conocer tanto las tácticas,
técnicas y procedimientos (TTPs) de hoy día, como las de ayer y las de mañana, así
como su verdadero origen y su/s auténtico/s artífice/s. Asimismo, resulta necesario
conocer y utilizar la denominación correcta que inicialmente haya recibido
cada TTP.
Lamentablemente, no sé si por desconocimiento o por algún tipo de interés personal,
existe la extraña tendencia en España de manipular con adjetivos términos de sobra
conocidos sin necesidad de desvirtuarlos con adjetivos que no hacen más que
confundir sobre su auténtico origen.
Tal es el caso de la posición/postura de tiro Isósceles Moderna, que también puede
encontrarse bajo la denominación Isósceles Modificada, sin más adjetivos
innecesarios. El único motivo por el que se añade moderna o modificada a
la isósceles original es precisamente para distinguir una de la otra, por no ser la
misma posición/postura de tiro.
Hace algún tiempo me encontré un antiguo artículo del prestigioso maestro Ron
Avery en la revista American Handgunner que precisamente detalla las
características, ventajas, origen y artífices de la Isósceles Moderna y que puedes leer
a continuación. Espero que este grandioso artículo sirva para arrojar luz sobre la
verdadera historia de esta posición/postura.
–
(Este artículo es una traducción de su original en inglés, escrito por el
maestro Ron Averyy publicado en la revista American Handgunner en su
número de Noviembre/Diciembredel año 2000. La traducción y publicación
de este artículo cuenta con la autorización de Roy Huntington, editor y
director de la revista American Handgunner.)
–
La posición/postura Weaver está -no te escandalices- obsoleta. Ninguno de los
mejores tiradores de competición la utilizan y muchas policías ya no practican la
anticuada técnica de Cooper. Hoy día el no va más es… La Isósceles Moderna.
Existe una gran controversia respecto al mismo tópico de siempre de las
posiciones/posturas de tiro táctico con pistola. Algunos estilistas reivindican que la
posición/postura Weaver es la mejor posición/postura para el “combate con
pistola”, por ofrecer un mayor control de la pistola y por ladear el torso para
presentar un blanco más pequeño. Otros reivindican que la
posición/postura Isósceles se está utilizando con más éxito en combates reales a
distancias cortas.
Tras haber estado implicado la mayor parte de mi vida adulta con las pistolas como
oficial de policía, profesor de tiro y tirador profesional, esta cuestión es de especial
importancia para mi. Lo que me interesa es determinar qué posición/postura
proporciona el mejor control en general, bajo presión (estrés), utilizando una pistola
estándar sin el beneficio de compensadores, frenos de boca u otros artilugios.
Antes de empezar con nuestra comparativa de las posiciones/posturas y las diversas
variantes de cada una, resulta conveniente hablar un poco de historia para establecer
la secuencia de su desarrollo.
Jerry Barnhart constituye un arquetipo para la Isósceles Moderna: brazos ligeramente flexionados para
canalizar hacia atrás el retroceso hasta los hombros, rodillas un poco flexionadas para mejorar el equilibrio y
desplazar el peso hacia delante del centro de gravedad.
El autor demuestra la forma correcta: el peso está adelantado; arma de fuego, ojos y línea central del cuerpo
están prácticamente en el mismo plano. ©Thomas G. Spector.
Fíjate en la flexión del codo y la posición de la mano. La cabeza está ligeramente estirada hacia delante.
©Thomas G. Spector.
Ambos brazos se apuntalan tras la pistola con los codos extendidos de forma
natural. Esto proporciona dos puntos para pivotar en ambos hombros. Los hombros
están relajados y en una posición baja. El arma se sitúa centrada y próxima a la línea
media del cuerpo. El retroceso es absorbido pasivamente por el cuerpo a través de
ambos brazos.
El eje del retroceso prácticamente coincide sobre la línea central del cuerpo.
Generalmente el torso se encuentra más escuadrado hacia el blanco que en
la Weaver, aunque la separación de los pies es una cuestión personal de cada tirador.
La estabilidad se consigue desplazando el centro de gravedad hacia delante y
manteniendo las manos casi a la misma altura que los hombros para evitar que los
brazos puedan pivotar hacia arriba con el retroceso.
En cuanto al empuñe del arma, la horquilla [2] de la mano de apoyo se coloca muy
próxima al eje del cañón, lo cual disminuye la palanca que ejerce el retroceso del
arma situando además los tendones de la mano y la muñeca de apoyo en una línea
recta. Esta disposición constituye un empuñe biomecánicamente más fuerte con
ambas muñecas.
[2] (Nota del traductor) Espacio comprendido entre el dedo índice y el pulgar
de la mano.
La mayor diferencia entre la Weaver y la Isósceles Moderna consiste en el uso activo
de la tensión isométrica (empujar/tirar) para controlar el retroceso. En su lugar
la Isósceles Moderna confía en una contracción estática de las manos, los brazos y
las muñecas, que pasivamente absorben el retroceso junto con el cuerpo.
–
LA POSICIÓN/POSTURA WEAVER.
Los principios básicos de la posición/postura Weaver son los siguientes.
La contracción isométrica por la que se empuja con el brazo fuerte y se tira con el
brazo débil contrarresta el retroceso. El codo del brazo débil se flexiona hacia abajo
para controlar la elevación de la boca de fuego. El cuerpo se encuentra más o
menos ladeadohacia el blanco. El tirador permanece en una postura erguida, con la
cabeza recta o inclinada hacia un lado según preferencia personal del tirador.
Aunque realmente no es un elemento de la posición/postura, Cooper popularizó el
empuñe “pulgar-sobre-pulgar” para evitar que pudiera activarse involuntariamente
el seguro de aleta de una 1911. Este empuñe lleva la horquilla de la mano de apoyo
bastante por debajo del eje del retroceso.
Durante mi investigación sobre el empleo de la posición/postura Weaver descubrí
que cuando se dispara bajo diferentes cargas de estrés la cantidad de tensión
isométrica varía. Esto pude comprobarlo tanto en competición como durante
ejercicios tácticos de adiestramiento y en enfrentamientos reales en la calle cuando
actuaba como policía.
La posición correcta de la mano respecto al eje del cañón. ©Thomas G. Spector.
Cuando se dispara en Isósceles Moderna existen dos puntos para pivotar. Pero lo
que resulta más importante sobre este aspecto es que ambos brazos se apuntalan tras
la pistola. El brazo fuerte sujeta el arma desde el lado fuerte mientras el brazo débil
lo hace desde el otro lado. Esto ayuda a evitar que el arma se desplace a izquierda y
derecha cuando se dispara a altas velocidades.
–
CONTROL DEL RETROCESO.
¿Qué impide que los brazos se levanten con el retroceso tal y como lo hacían en los
primeros tiempos de la Isósceles? Para responder a esta pregunta debemos analizar
detenidamente la biomecánica de la posición/postura.
El tronco, con los codos flexionados y los hombros arqueados, absorbe el retroceso. ©Thomas G. Spector.
Con la Isósceles Moderna el centro de gravedad se desplaza hacia delante, hacia las
punteras de los pies [eminencia metatarsiana]. El tronco está ligeramente inclinado
hacia delante. Los brazos se mantienen a la altura de los hombros. Ambas muñecas
están fijas y la muñeca y el pulgar de la mano de apoyo se mantienen en línea recta,
lo que supone un empuñe muy fuerte que cuando se adopta contribuye a controlar
de forma muy eficaz el salto de la boca de fuego.
De esta forma al disparar el arma los brazos se mueven hacia dentro y hacia fuera
como un pistón en lugar de subir y bajar.
Relajar los hombros ayuda a absorber el retroceso de forma más eficaz. Se permite
que los codos adopten una extensión más natural para mejorar aún más la absorción
del retroceso y reducir la elevación de la boca de fuego. La cabeza se desplaza hacia
delante para obtener una visión más clara de la relación entre los elementos de
puntería y el blanco además de adelantar el centro de gravedad.
Al situar la pistola sobre la línea central del cuerpo, con el eje del retroceso
atravesando la línea central, se mantiene el arma centrada sobre el blanco con menor
dispersión horizontal entre disparos.
–
“LADEADO” HACIA EL BLANCO.
Algunos de sus partidarios reivindican que la posición/postura Weaver resulta más
práctica porque el cuerpo está ladeado, reduciendo el frente que presentas como
posible blanco a la amenaza. En otras palabras, ¿es mejor que te disparen a través de
ambos pulmones o sólo uno? Se le han dado muchas vueltas a esta polémica desde
que empezaron los duelos y a día de hoy no ha recibido una respuesta satisfactoria.
¿Y qué pasa si llevas blindaje personal? Al ladear el torso en la posición/postura
Weaver se expone la zona de la axila. La Isósceles Moderna presenta todo el blindaje
personal frente a la amenaza.
Yo ladeo mi cuerpo cuando me enfrento a una persona potencialmente hostil a dos
o tres metros para proteger mi arma en la funda. Pero cuando te encuentras a 5, 10
o 20 metros ladear el cuerpo no resulta tan importante como adoptar una
posición/postura con un punto natural de puntería [natural point of aim] que te
permita batir el blanco con mayor velocidad y precisión.
Estoy de acuerdo con el antiguo pistolera de la policía fronteriza [Border Patrol] Bill
Jordan, que en su libro No Second Place Winner [No hay ganador para el segundo
puesto] incluía como leyenda de una foto “La rapidez de la posición/postura
erguida podría evitar que presentes cualquier tipo de blanco”. Amén.
Demasiados instructores modernos le han dado la espalda a la Isósceles Moderna.
En mi opinión no entienden realmente cómo funciona así que o eligen ignorarla o
calificarla como técnica “de juego”. Escuchar este tipo de conversaciones fue lo que
retrasó mis progresos como tirador.
Recuerda que la posición/postura Weaver empezó en competición y más tarde se
probó en combate. La Isósceles Moderna empezó en competición y ha demostrado
su valía también en combate.
De hecho se han realizado varios estudios en los que policías adiestrados
exclusivamente en la técnica Weaver cambiaban a la Isósceles Moderna en combate
y en ejercicios de adiestramiento. Aunque los datos están lejos de estar completos
resultan interesantes y no deberían descartarse o ignorarse.
Yo continúo probando y evaluando las técnicas Weaver e Isósceles Moderna en mi
escuela de tiro con los alumnos y comparo sus calificaciones antes y después de
progresar. Aunque existen otro avances de la técnica, tales como emplear la vista de
forma más eficaz y técnicas de acondicionamiento mental, casi todos los tiradores
sin excepción lo hacen mejor con la Isósceles Moderna.
¿Quiere esto decir que la posición/postura Weaver está muerta? ¡Rotundamente no!
Existe un elevado número de tiradores que se han adiestrado con la Weaver y
simplemente la prefieren por varias razones.
Puedes mejorar considerablemente la posición/postura Weaver desplazando un
poco hacia delante el centro de gravedad y llevando los brazos más a la línea central
del cuerpo. Esto ayudará en la recuperación y disminuirá la dispersión.
Sin embargo, por puro rendimiento, la Isósceles Moderna es difícil de batir. Muchas
de las unidades militares de élite, personal de equipos de rescate de rehenes [HRT],
policías, equipos de respuesta especial [SRT] y ciudadanos interesados en la
autodefensa están adoptando la Isósceles Moderna.
En un combate la mentalidad continúa siendo el elemento más importante. Pero,
asumiendo que dispones de una mentalidad de combate, la Isósceles Moderna tiene
un innegable valor y constituye la posición/postura elegida por los mejores tiradores
profesionales del mundo.
–
Ron Avery es el presidente y director de la escuela de tiro con armas de
fuego “The Practical Shooting Academy”. Empezó su entrenamiento con las
armas de fuego a los 5 años con su padre y no ha cesado desde
entonces. Ron fue tanto Ayudante del Sheriffcomo Oficial de Policía en el
ámbito rural y municipal, desde el frío ártico de Alaska hasta las llanuras y
montañas de Colorado. A lo largo de su carrera como policía realizó
numerosos cursos de adiestramiento con armas de fuego y sobre tácticas
defensivas entre los que se incluye el curso de policía instructor de la NRA,
como mejor alumno del mismo, además de los cursos 250 y 499 de la Gunsite
Academy y los de Thunder Ranch, además del adiestramiento como SWAT y
otros cursos. os últimos 30 años se ha mantenido entre los mejores del mundo,
habiendo ganado múltiples títulos. Gracias a su bagaje como tirador e
instructor Ron ha desarrollado avanzados programas, metodologías y técnicas
de entrenamiento con armas de fuego. Lleva los últimos 30 años formando
policías, militares y civiles en el tiro con fusil, pistola y escopeta, además de
tácticas defensivas.
–
(Este artículo fue publicado en el número de Diciembre 2011 de la revista
Tactical Online)
–
(Bajo este párrafo existe un pequeño apartado donde puedes calificar este
artículo. ¡Por favor, tómate un minuto y valóralo con sinceridad! Sólo tienes
que seleccionar el número de estrellas que consideres oportuno.
Asimismo, te agradecería que utilices el recuadro siguiente para dejar
cualquier comentario, crítica u opinión sobre este artículo que consideres
oportuno.)
FRACTURAS MECÁNICAS DE CRISTALES
La determinación del origen de una fractura y su dirección son factores que se pueden averiguar mediante la
observación directa o el análisis en el laboratorio.
Como se ha indicado anteriormente, los cristales pueden presentar fracturas por diversas causas, siendo las principales:
Las fracturas que pueden presentar los cristales, observados sobre sus caras son DOS, RADIALES Y CONCÉNTRICAS.
Así mismo, se tendrá en cuenta el CENTRO de la fractura.
- RADIALES
- CONCÉNTRICAS.
Se producen alrededor del centro del impacto en forma circular. Esta fractura se produce en segundo lugar y por la cara
donde tuvo lugar el impacto. Las grietas o fracturas concéntricas quedan interrumpidas al paso de las grietas o fracturas
radiales.