VIENA
ÍNDICE
VIENA ................................................................................................... 5
ISABEL DE BAVIERA ............................................................................ 15
AYUNTAMIENTO DE VIENA – RATHAUS ............................................. 19
BURGTHEATER ‐ TEATRO IMPERIAL ................................................... 20
CATEDRAL DE SAN ESTEBAN DE VIENA – STEPHANSDOM ................. 21
CEMENTERIO CENTRAL DE VIENA – ZENTRALFRIEDHOF .................... 45
CRIPTA IMPERIAL DE VIENA – KAISERGRUFT ...................................... 48
EDIFICIO PARLAMENTO DE AUSTRIA .................................................. 61
HUNDERTWASSERHAUS ..................................................................... 63
IGLESIA DE SAN CARLOS BORROMEO – KARLSKIRCHE ....................... 65
LA BIBLIOTECA NACIONAL AUSTRÍACA ............................................... 67
MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VIENA ......................................... 68
ÓPERA DE VIENA ................................................................................ 70
PALACIO BELVEDERE .......................................................................... 75
PALACIO DE SCHÖNBRUNN ................................................................ 80
PALACIO IMPERIAL DE HOFBURG ....................................................... 82
PRATER ............................................................................................... 86
BAÑOS AMALIENBAD ......................................................................... 88
CEMENTERIO DE LOS SIN NOMBRE .................................................... 90
DONAUTURM ‐ TORRE DEL DANUBIO ................................................ 92
EL DANUBIO ....................................................................................... 94
EL HOTEL METROPOLE, LA SEDE DE LA GESTAPO .............................. 96
EL HOTEL SACHER ............................................................................... 98
FREYUNG ............................................................................................ 99
GASOMETER ..................................................................................... 100
IGLESIA VOTIVA – VOTIVKIRCHE ....................................................... 101
JUDENPLATZ, LA PLAZA JUDÍA .......................................................... 102
LA ESCUELA ESPAÑOLA DE EQUITACIÓN ......................................... 103
LA IGLESIA DE LA ORDEN TEUTÓNICA – DEUTSCHORDENSKIRCHE .. 104
LA IGLESIA DE MALTA – MALTESERKIRCHE ...................................... 106
PABELLÓN DE LA SECESIÓN .............................................................. 107
RELOJ ANKER .................................................................................... 108
RINGSTRAßE ..................................................................................... 110
PARQUE STADTPARK ........................................................................ 113
STUBENRING 1 ................................................................................. 115
UNIVERSIDAD DE VIENA ................................................................... 116
EL BRUNNENMARKT, EL MERCADO TURCO ..................................... 118
MERCADO KARMELITERMARKT ....................................................... 119
MERCADO NASCHMARKT ................................................................. 120
VIENA
Viena (en alemán: Wien AFI: [viːn]) es una ciudad de Europa Central situada a orillas del
Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, al pie de las primeras estribaciones de los Alpes.
Es la capital de Austria y uno de sus nueve estados federados (Bundesland Wien).
Está rodeada por el Estado federado de Baja Austria. Viena es la mayor ciudad, centro cultural
y político de Austria. Además es la décima ciudad en población de la Unión Europea y su área
metropolitana cuenta con 2,4 millones de habitantes, población similar a la de la ciudad en
1914. El idioma oficial es el alemán.
La ciudad tiene una larga historia, ya que es una de las más antiguas capitales de Europa, por lo
que cuenta con un importante patrimonio artístico. Durante el siglo XIX fue una de las grandes
capitales musicales del mundo y a principios del siglo XX meca de la filosofía y el debate
político de Occidente, así como uno de los principales centros culturales mundiales. En mayo
de 2015 fue la ciudad sede de 60º Festival de la Canción de Eurovisión tras la victoria de
Conchita Wurst.
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ORIGEN ETIMOLÓGICO
Los romanos la llamaron Vindobona, nombre de origen celta que significa ciudad blanca. Como
las distintas Vienas, Vianas o Veanas que están distribuidas por Europa, procede de la palabra
beann (monte, colina o pico). Así, beann en gaélico escocés y en irlandés significa pico o cima.
En protogaélico, mucho más próximo al celta original, se escribe benna; en irlandés antiguo,
benn; en galés, ban y en bretón ban y benny.
HISTORIA
Antigüedad
Los primeros asentamientos humanos en la actual Viena son de origen celta (ca. 500 a. C.),
posteriormente germánicos, y con la expansión del Imperio romano hacia el norte en el siglo I
a. C., se adhiere a éste en el año 13 a. C. El río Danubio, al igual que los Alpes, sirve entonces
de límite natural entre bárbaros y romanos, y Vindobona sirve desde entonces y hasta la caída
de Roma (año 476 d. C.) como punto de defensa del imperio. La ciudad nace como
campamento del ejército romano, para controlar la Provincia de Panonia, en el que se asientan
diferentes unidades, de entre las cuales destaca la Legio X Gemina, que permaneció en ella
desde el año 106 hasta finales del siglo IV, ya que la zona fue ocupada por pueblos germanos
en época de Graciano y de Teodosio I.
Edad Media
Con las invasiones bárbaras es ocupada por ávaros y magiares. Carlomagno conquista la ciudad
en el siglo IX y la bautiza con el nombre de Ostmark (la marca del este). Durante el alto
medievo Viena es un importante aliado del Vaticano y punto de abastecimiento de armas y
víveres para la empresa de las Cruzadas (p. ej. Ricardo Corazón de León). Fue capital de
Hungría con Matías Corvino, y desde el siglo XV hasta las guerras napoleónicas capital del
Sacro Imperio Romano Germánico, al ser la residencia habitual de los Habsburgo.
En 1237 las murallas de Viena alcanzaron la extensión que conservarían hasta su desaparición
en 1857.
Edad Moderna
Desde la caída de Constantinopla en manos otomanas
(1453) hubo un interés creciente del Imperio Turco por
Viena, dado que era la clave para conquistar los demás
países de Europa; interés que se hace más notable
durante el período del sultán Solimán el Magnífico. Pero
sus esfuerzos fracasaron y los austríacos salieron
victoriosos de los distintos sitios a los que sometieron a
la ciudad, el primero en 1529, a pesar de que
inicialmente los defensores de la ciudad solo recibieron
el apoyo poco entusiasta de sus vecinos alemanes. El ejército turco estaba mal equipado para
un asedio y su tarea fue obstaculizada por la nieve y las inundaciones. Solimán se retiró a
finales de octubre y no pudo reanudar el asedio a su regreso en 1532, cuando encontró a los
defensores apoyados por un gran ejército bajo el mando del hermano del emperador Carlos V,
Fernando.
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Entre el primero y el segundo sitio turco, las instalaciones defensivas fueron reforzadas y
modernizadas constantemente. Esto trajo como consecuencia que se tuvieran que ampliar una
y otra vez los espacios libres frente a los bastiones para utilizarlos como campo de tiro. En
1529 estos espacios abarcaban 90 m que, a partir de 1683, fueron ensanchados a 450 m. Hasta
1858 no se construyó ningún edificio en esta explanada.
El segundo sitio se produjo en 1683, en la llamada
Batalla de Viena, y marcó el comienzo del declive del
Imperio otomano en Europa. Fue iniciado por el gran
visir Kara Mustafá, que necesitaba desesperadamente
un éxito militar para reforzar su posición inestable y
trató de lograrlo en una campaña contra el emperador
Leopoldo I. Los turcos avanzaron con fuerza
abrumadora, sitiaron la ciudad el 16 de julio, pero su
falta de artillería de asedio permitió a Leopoldo reunir un ejército adicional formado por tropas
austriacas, alemanas y polacas, que derrotó al ejército turco en una batalla librada delante de
los muros de la ciudad el 12 de septiembre, que también se conoce como Batalla de
Kahlenberg.
Durante el siglo XVIII, los Habsburgo habían convertido a la ciudad en su capital desde 1556 y
su importancia se vio acrecentada con la expansión por el valle del Danubio. Se convirtió en un
núcleo principal del Barroco europeo gracias a la construcción de importantes obras
arquitectónicas y creaciones musicales. En 1800, antes de las guerras napoleónicas, la ciudad
contaba con 231.900 habitantes.
Desde el asedio de 1683, en que fueron destruidas numerosas ciudades pequeñas que existían
en el exterior de la muralla, en el terreno ondulado situado frente a la ciudad se alzaron
numerosos palacios con jardines. El punto de partida fueron los planos del palacio real de
Schönbrunn, elaborados por Johann Bernhard Fischer von Erlach. Hacia 1720 se contaban 200
residencias rurales. El príncipe Eugenio de Saboya había adquirido en 1693 la más bella parcela
y una de las más grandes con los primeros ingresos que le habían llegado. Allí, tras cuarenta
años de trabajo, levantó el Belvedere con sus espaciosos jardines.
Era napoleónica
Tras la derrota austriaca a manos de Napoleón
Bonaparte en 1809 (batalla de Wagram), éste último se
hospeda en el palacio de Schönbrunn, en Viena (donde
‐ironías de la historia‐ apenas unos años atrás se
habían hospedado Luis XVI y María Antonieta, hija de
María Teresa y Francisco I, emperadores de Austria). Durante esta estancia, Francia y Austria
se alían, y Napoleón desposa a María Luisa, también hija de los emperadores de Austria.
Metternich, canciller austriaco en esta época, cambia a Austria al bando anti‐napoleónico tras
la derrota francesa en Rusia. Después de la derrota definitiva de Napoleón, se celebra el
Congreso de Viena, una conferencia internacional convocada con el objeto de restablecer las
fronteras de Europa. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815,
lo que le permite a Austria conservar gran parte de sus territorios a pesar de haber estado
aliada con Napoleón, y a partir de entonces, Viena, por medio del canciller Metternich, se
convertiría en el eje de la política de la Europa continental durante los siguientes 30 años.
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Imperio austrohúngaro
Palacio Imperial de Hofburg, residencia de la familia imperial austrohúngara.
Durante el siglo XIX, sobre todo en la segunda mitad, Viena inició un despegue demográfico,
acompañado de reformas urbanísticas, que la convirtieron en una gran ciudad, multiplicando
en un siglo su población por diez.
En 1857, se derribaron las murallas por decreto de
Francisco José I de Austria, abriéndose una nueva
avenida, la Ringstraße, donde se construyeron
importantes edificios, como la Ópera, la Universidad, el
Ayuntamiento, el Parlamento, la Bolsa y los museos de
historia del arte e historia natural.
La derrota de Austria en la guerra austro‐prusiana en
1866 y la posterior anexión de los Estados alemanes a
Prusia convirtieron a la unificada Alemania en un
peligro para Austria, por lo que esta última se tuvo que
aliar con Hungría en lo que se conoce como la "política
de compensación o Ausgleichpolitik.
Así pues, en 1867, tras el Compromiso con Hungría,
Viena se convirtió en la capital del Imperio
austrohúngaro y en un centro cultural, artístico,
político, industrial y financiero de primer orden mundial. Con esta alianza, Austria prosigue
sumando otras más, con lo que para fines del siglo XIX el imperio abarcaba los actuales países
de Austria, Hungría, Eslovaquia, República Checa, la Galicia polaca, la Transilvania rumana, la
Bucovina y la Rutenia ucranianas, Croacia, Bosnia‐Herzegovina, Eslovenia y el Trentino‐Alto
Adigio italiano.
Viena alcanza su máximo demográfico en 1916 con 2.239.000 habitantes, siendo la tercera
ciudad más grande de Europa. Éste es el período cultural más glorioso de la monarquía de los
Habsburgo, con Francisco José I (Franz Joseph) rigiendo el Imperio (período 1848‐1916).
También es la época de los suntuosos valses vieneses (Wiener Walzer) en la Opera Nacional de
Viena (Wiener Staatsoper), grandes carruajes paseando por la Ringstraße y la Kärntner Straße,
así como de los típicos cafés vieneses.
De la época destacan intelectuales, como Sigmund Freud en el psicoanálisis y Otto Bauer en el
campo del pensamiento político, principal exponente del austromarxismo, ideas que calarían
fuerte en la sociedad vienesa, pues ya en 1895 el gobierno municipal estaría en manos del
partido socialcristiano, precursor del actual partido ÖVP (democristiano) . Tampoco hay que
olvidar en el plano artístico el movimiento modernista, la Secesión de Viena (Secession), con
Gustav Klimt como principal exponente en la pintura, Coloman Moser en el grafismo y Joseph
Maria Olbrich y Josef Hoffman en la arquitectura. Contrario a estos destacaría asimismo Adolf
Loos con su racionalismo arquitectónico. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial y la
posterior derrota austrohúngara truncarían gran parte de ese esplendor.
Tras el asesinato del Archiduque heredero Francisco Fernando y su esposa, Sofía Chotek, en
Sarajevo, a manos del terrorista serbo‐bosnio Gavrilo Princip, y ante la abrumadora evidencia
de la participación de los servicios de inteligencia serbios en el complot, la monarquía dual
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declara la guerra a Serbia, a la que se le alían Alemania y Turquía y que, ante la oposición de
Francia, Inglaterra y Rusia, deviene en la Primera Guerra Mundial. En octubre de 1918,
derrotada Austria‐Hungría y sus aliados, estalla la revolución en Viena que pide la disolución de
la monarquía y la independencia austríaca; sería el fin de la monarquía de los Habsburgo que
gobernaba el país desde 1278.
La República de Austria
Viena se convirtió, tras el tratado de Saint‐Germain, en
la capital de la pequeña República de Austria, reducida
a su tamaño actual, sufriendo un importante revés
demográfico, económico y político. Pese a todo, en esta
época continuó la actividad intelectual con el Círculo de
Viena (der Wiener Kreis), considerado por muchos el
grupo de intelectuales más influyentes del siglo XX en Europa, entre los que destacan Karl
Popper, Moritz Schlick y Ludwig Wittgenstein en la filosofía positivista lógica (Logischer
Empirismus).
Durante el periodo democrático republicano, es decir, desde 1918 hasta la dictadura de
Engelbert Dollfuss en 1934, el Partido Obrero Socialdemócrata (Sozialdemokratische
Arbeiterpartei en alemán) obtuvo la mayoría absoluta en todas las elecciones celebradas para
el gobierno local, por lo que la ciudad pasó a ser conocida como Viena roja. La política
socialdemócrata de esos años se caracterizó por un extenso programa de viviendas sociales y
por un marcado apoyo a la educación y la sanidad públicas, tal y como preconizaba la corriente
austromarxista. La Viena roja finalizó en 1934 a consecuencia de la guerra civil austríaca y la
victoria del Frente Patriótico. Su último alcalde fue Karl Seitz.
El III Reich
Adolf Hitler, el 14 de marzo de 1938, su primer gran discurso a los vieneses desde el balcón
central del Palacio Imperial de Hofburg
La importancia cultural vienesa se mantendría hasta
1938, en que el país fue invadido, y posteriormente
anexionado por la Alemania nazi. Dicha anexión,
conocida como el Anschluss, estaba prohibida en los
tratados de paz y fue la primera de las expansiones
tendentes a unificar en un solo Estado a todos los
germanohablantes, bajo un solo liderazgo ("ein Reich,
ein Volk, ein Führer"). En la ciudad, que pasó a ser
capital de la provincia de Ostmark, pronunció Hitler, el
14 de marzo de 1938, su primer gran discurso a los vieneses desde el balcón central del Palacio
de Hofburg, discurso que es considerado uno de los más emotivos del dictador y de mayor
aclamo por su masiva audiencia debido a la euforia que la anexión de Austria al Tercer Imperio
Germano (Dritte Reich) causó en parte de la población. Para legitimar la invasión se celebró un
referéndum el 10 de abril que resultó favorable al Anschluss con un 99,73%, si bien carecía de
las garantías democráticas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Viena sufrió los indiscriminados bombardeos aéreos
estadounidenses que destruyeron buena parte del patrimonio histórico (la catedral gótica de
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San Esteban, la ópera de Viena, los puentes del Danubio, entre otros), el cual fue reconstruido
tras la contienda. En mayo de 1945 Viena es tomada por el ejército soviético, quienes, junto
con franceses, estadounidenses e ingleses, después la ocuparían durante los 10 años
posteriores bajo un sistema de ocupación cuatripartita en la ciudad, similar al de Berlín.
Posguerra
Centro Internacional de Viena.
Tras las gestiones de Leopold Figl y Julius Raab y la posterior firma del Acuerdo de Moscú,
Austria recobra su independencia el 15 de mayo de 1955, y Viena vuelve a ser capital de la
República de Austria. A partir de entonces y gracias a su compromiso de neutralidad, Austria se
convirtió en sede de organismos internacionales como la OPEP, la ONUDI, IAEA, IIASA, entre
otros, lo cual convierte a Viena en la tercera capital de la ONU, después de Nueva York y
Ginebra, por lo que se puede ver hoy en día una gran comunidad internacional, en particular
en el distrito 4 de Viena (Wieden) derivada de sus cuerpos diplomáticos. Desde 1995 es parte
de la Unión Europea y de los países de Schengen. A partir de 2002 sacó de circulación el chelín
austriaco y entró en vigor el euro como la moneda de curso legal en toda Austria.
GEOGRAFÍA
Viena es la capital de Austria, está situada en el centro de
Europa y en el noreste de Austria. Está solo a 40 kilómetros
de la frontera con Eslovaquia, a solo a 60 kilómetros de
Hungría y a 90 kilómetros de la República Checa.
La ciudad tiene una superficie total de 414,65 km², por lo
que es la ciudad más grande de Austria por superficie.
Viena se sitúa a ambos lados del río Danubio, que cruza la
ciudad desde el sureste hacia el noroeste.
La cordillera de los Alpes comienza en la ciudad en lo que
se llama Alpes Orientales. El área incluye los Bosques de
Viena, que es muy popular entre los habitantes de la
ciudad. En la ciudad es el punto más bajo es Lobau, con
151 metros sobre el nivel medio del mar, y el punto más
alto es Hermannskogel con 542 metros. La altitud media es alrededor de 170 metros.
Clima
Viena, según la clasificación de Köppen, se halla en una zona de transición entre el clima
templado húmedo y el clima húmedo continental. La temperatura media anual es de 11,4 °C,
registrándose mínimas de ‐20 °C y máximas de 37 °C. Las precipitaciones son de 548 mm, sin
meses secos.
Los inviernos son muy fríos, con temperaturas medias en torno a los 0 °C y frecuentes heladas
y nevadas, con récords de ‐25 °C. Los veranos son suaves y húmedos y las temperaturas, si bien
no son cálidas, pueden superar los 35 °C en algunas ocasiones. El otoño y la primavera son
muy variables en cuanto a temperaturas, y con precipitaciones relativamente abundantes.3
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POBLACIÓN
La población de Viena, en el primer trimestre de 2015,1 era de 1 797 337 personas, de las que,
aproximadamente, el 80 % son austríacos y el 20 % restante de otros países, predominando
turcos y ciudadanos de países que formaron parte del Imperio austrohúngaro (croatas,
eslovenos, bosnios, húngaros, eslovacos). La población vienesa ha aumentado desde 1988,
sobre todo en los últimos años, como consecuencia de la inmigración. El área metropolitana,
que se extiende por tierras de la Baja Austria, cuenta con una población de cerca de 2 500 000
habitantes.
La ciudad, fundación romana, cobró
importancia con el asentamiento de los
Habsburgo al convertirse en la capital de su
imperio. Durante la Edad Media y los siglos XVI
y XVII, la población aumentó lentamente
debido a las epidemias y los asedios. El siglo
XVIII fue un periodo más tranquilo y en 1790 ya
alcanzó los 200 000 habitantes. El siglo XIX
supuso para la ciudad un crecimiento
demográfico sin precedentes, acorde a la
posición que su estado alcanzaba en Europa. En
1850, con 551 300 habitantes, ya había pasado a Moscú y San Petersburgo, y a mediados de la
década de los 70 ya superaba el millón de habitantes.
En 1910, la capital austrohúngara era la tercera ciudad de Europa, tras París y Londres, y
ligeramente por encima de Berlín y San Petersburgo, contando con 2 083 630 habitantes, que
se estima eran 2 239 000 en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, cuando llegó a su
máximo demográfico histórico. La desmembración de Austria‐Hungría supuso un revés
demográfico y la población ha ido sufriendo altibajos desde entonces pero con una marcada
línea descendente, situándose siempre por debajo de los 2 000 000 y hallándose sin
variaciones significativas desde 1951. En los últimos
años ha habido un repunte demográfico favorecido por
la integración de los países de Europa del Este en la
Unión Europea.
En cuanto a la religión, de acuerdo con el censo de 2001
el 49.2 % de la población es católica, el 25.6 % ateos, el
7.8 % musulmanes, el 6.0 % ortodoxos, el 4.7 %
protestantes y el resto de las confesiones no alcanza el
1 %.
POLÍTICA
Viena es, por tradición, una ciudad de fuerte debate de ideas políticas, origen de la
Socialdemocracia en la segunda década del siglo XIX (ver Otto Bauer). Después de la Segunda
Guerra Mundial, la preferencia de los vieneses se ha inclinado generalmente hacia la centro‐
izquierda del SPÖ (Sozial‐ Demokratische Partei Österreichs), el Partido Socialdemócrata de
Austria, partido del actual alcalde de la ciudad, Michael Häupl. En las elecciones municipales de
2010, el partido nacionalista de ultraderecha FPÖ (Freiheitliche Partei Österreichs), obtuvo el
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25,77% de los votos, convirtiéndose con 27 representantes en la segunda fuerza política de
Viena
CALIDAD DE VIDA
Actualmente Viena posee el primer puesto dentro de las listas de calidad de vida de ciudades
del mundo, básicamente debido a su orden, limpieza, seguridad y alta eficiencia de los
servicios públicos, así como por la variedad de opciones de educación, cultura y
entretenimiento.
MINORÍAS
En los últimos años, Viena ha incrementado el número
de sus habitantes debido a la llegada de inmigrantes de
la ex Yugoslavia, turcos (que sin embargo en los últimos
años van disminuyendo con muchos regresos a
Turquía), polacos, rumanos y, en menor medida,
eslovacos, húngaros, chinos, indios y egipcios.
Asimismo, está dentro de las ciudades con el mayor
número de asilados y refugiados políticos, por lo que
hasta hoy siguen siendo visibles las comunidades de refugiados, por ejemplo, a consecuencia
de la revolución islámica de Irán y los golpes militares en Chile, Argentina y Uruguay.
Progresivamente, han ido retornando las familias de judíos vieneses, quienes ahora están
incrementando notablemente su participación en la vida económica de la ciudad.
CULTURA
En 2001, la Unesco declaró el «Centro histórico de Viena» como un lugar Patrimonio de la
Humanidad, destacando en primer lugar que sus cualidades arquitectónicas y urbanas
representan un testimonio sobresaliente de un continuo intercambio de valores a lo largo del
II milenio.8 Además, su herencia arquitectónica y urbana ilustra muy bien tres períodos claves
del desarrollo político y cultural de Europa: la Edad Media, el período barroco y el Gründerzeit.
Finalmente, desde el siglo XVI Viena ha sido universalmente reconocida como la «capital
musical de Europa». Gran parte de este legado se transmite en los monumentos de esta
ciudad, que se encuentran a continuación ordenados alfabéticamente por sus denominaciones
alemanas, ya que en Viena no son conocidos bajo sus nombres traducidos. La traducción al
español está entre paréntesis.
Akademie der bildenden Künste (Academia de Bellas Artes)
Albertina, una de las más extensas colecciones de impresiones y dibujos
Burgtheater (Teatro imperial de la corte)
Heuriger, tabernas típicas vienesas para degustar buenos vinos, carnes frías o
embutidos de la región que se encuentran en los distritos vieneses de Döbling,
Favoriten o Floridsdorf, en el estado de Burgenland o en el Weinviertel (parte de Baja
Austria),
Hundertwasserhaus, que muestra la arquitectura vanguardista del arquitecto austriaco
Friedensreich Hundertwasser
Kaffeehäuser, los cafés vieneses
Kahlenberg, un monte en el Wienerwald (Bosque de Viena), con el mirador más
espectacular del río Danubio a su paso por Viena
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Karlskirche (Iglesia de San Carlos Borromeo), obra maestra de la arquitectura barroca
Augustinerkirche (Iglesia de los Agustinos), iglesia gótica cuya cripta (Herzgruft)
conserva los corazones de los Habsburgo
Kaisergruft (Cripta imperial), mausoleo de la familia Habsburgo
Kärntner Straße y Graben, las calles con las tiendas de moda de las marcas más
prestigiadas y caras; también se encuentran agradables cafés, como el café del Hotel
Sacher, origen de la Sachertorte
Kunsthistorisches Museum (Museo de Historia del Arte), uno de los más ricos del
mundo
Museum Liechtenstein (Museo Liechtenstein), abierto por la familia gobernante de
dicho principado. Alberga importantes obras de Rembrandt, Rubens y Van Dyck
Museum für angewandte Kunst (Museo de Artes Aplicadas), es un instituto museo
histórico y prestigioso situado en la famosa Ringstrasse
Museum für Völkerkunde (Museo de Etnología), que alberga el controvertido Penacho
de Moctezuma, reclamado por el gobierno de México
Museumsquartier (Barrio museístico) con tres museos de arte moderno con lo mejor
de la pintura de Gustav Klimt y Oskar Kokoschka
Naturhistorisches Museum (Museo de Historia Natural)
Palacio Belvedere, un palacio de estilo barroco
Palacio de Schönbrunn (literalmente, "Schönbrunn" en alemán significa "Bella fuente")
Palacio Imperial de Hofburg ("Hofburg" = "Palacio de la Corte")
Palacio Schwarzenberg, un palacio barroco, sede de la Casa de Schwarzenberg
Parlamento
Wurstelprater, un parque de atracciones con el "Riesenrad" (noria gigante)
Rathaus (Ayuntamiento)
Sezession (Secesión)
Spanische Hofreitschule (Escuela española de equitación)
Staatsoper (Ópera Estatal)
Stephanskirche (o Stephansdom) (Catedral de San Esteban de Viena) en el
Stephansplatz (Plaza de San Esteban)
Votivkirche (Iglesia Votiva), que alberga el altar de la Virgen de Guadalupe más grande
fuera de México.
VIENESES CÉLEBRES
Gobernantes
Rodolfo II
María Teresa I de Austria
María Antonieta de Austria, reina de Francia
María Teresa I de Austria
María Luisa de Habsburgo‐Lorena, segunda esposa de Napoleón Bonaparte
Francisco José I de Austria
Artistas, literatos y músicos
Franz Schubert, músico, uno de los mayores representantes del Romanticismo
musical.
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Johann Strauss (padre) y su hijo, llamado también Johann Strauss, músicos,
autores de célebres valses, marchas y melodías populares.
Arnold Schönberg, músico, creador del dodecafonismo.
Anton Webern, músico.
Alban Berg, músico.
Friedensreich Hundertwasser, pintor, escultor y arquitecto.
Erich von Stroheim, actor y directo de cine.
Fritz Lang, director de cine.
Fred Zinnemann, cineasta.
Christoph Waltz, actor.
Falco, músico pop.
Gustav Klimt, pintor simbolista y modernista .Nació en un pueblo cercano, hoy
en día el pueblo donde nació y se crio, se considera como parte de un distrito
de Viena.
Stefan Zweig, escritor.
Alfons Walde, artista.
Científicos, filósofos y pensadores
Ludwig Boltzmann, físico.
Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis.
Melanie Klein, psicoanalista.
Wolfgang Ernst Pauli, físico.
Karl Popper, filósofo.
Ludwig Wittgenstein, filósofo.
Friedrich Hayek, economista y filósofo.
Paul Feyerabend, filósofo.
Deportistas
Niki Lauda, piloto de Fórmula 1
Jurgen Melzer, jugador de Tenis
Hans Krankl, futbolista, ex‐jugador del FC Barcelona, ganador de la bota de oro
Toni Polster, futbolista, ganador de la bota de oro
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ISABEL DE BAVIERA
Isabel Amalia Eugenia Duquesa de Baviera (en alemán:
Elisabeth Amalie Eugenie Herzogin in Bayern;nota 1
Múnich, 24 de diciembre de 1837‐Ginebra, 10 de
septiembre de 1898), más conocida como Sissi, fue
emperatriz de Austria (1854‐1898) y reina consorte de
Hungría (1867‐1898), entre otros muchos títulos inherentes
a la Casa de Habsburgo‐Lorena.
Perteneciente a la Casa de Wittelsbach y nacida con la
dignidad de duquesa en Baviera y tratamiento de Alteza
Real, era hija del duque Maximiliano de Baviera y de la
princesa real Ludovica de Baviera.
BIOGRAFÍA
Infancia en Baviera
Isabel nació en la ciudad de Múnich, Baviera. Su padre,
Maximiliano de Baviera, duque en Baviera, procedía de una rama menor de la Casa de
Wittelsbach, la de Condes Palatinos de Zweibrücken‐Birkenfeld‐Gelnhausen, en ese momento
"Duque en Baviera". En cambio su madre, Ludovica de Baviera, era hija del rey Maximiliano I
de Baviera y, por tanto, princesa real de Baviera.
Educada, como sus hermanos, lejos de la Corte de Baviera, pasó la mayor parte de su infancia
a caballo entre su ciudad natal y los salvajes parajes que rodeaban al castillo de Possenhofen,
una construcción a orillas del lago de Starnberg que su padre había adquirido para residencia
de verano y que pronto se convirtió en la residencia preferida por la familia ducal.
A los 16 años, Isabel acompañó a su madre y a su hermana mayor, Elena de Baviera, a quien
familiarmente apodaban Nené, en un viaje a la residencia de verano de la Familia Real de
Austria, situada en Bad Ischl, donde esperaba la archiduquesa Sofía de Baviera, hermana de
Ludovica, junto a su hijo, el emperador de Austria, Francisco José I. Tal encuentro estaba
preparado para que el Emperador se fijase en Elena y la tomase como prometida. Sin
embargo, Francisco José, de 23 años, se sintió inmediatamente atraído por Isabel, trastocando
los planes que madre y tía tenían para ellos.
Matrimonio y descendencia
Un año después del primer encuentro, Isabel contrajo matrimonio con su primo, el Emperador
de Austria, el 24 de abril de 1854 en la Iglesia de los Agustinos de Viena, convirtiéndose así en
emperatriz.
Isabel tuvo desde el principio serias dificultades para adaptarse a la estricta etiqueta que se
practicaba en la corte imperial de Viena. Aun así, le dio al Emperador cuatro hijos:
Sofía Federica de Habsburgo‐Lorena, archiduquesa de Austria (1855‐1857), fallecida a
los dos años de edad aquejada de tifus.
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Gisela de Habsburgo‐Lorena, archiduquesa de Austria (1856‐1932).
Rodolfo de Habsburgo‐Lorena, el esperado Príncipe Heredero de la Corona (1858‐
1889).
María Valeria de Habsburgo‐Lorena, archiduquesa de Austria (1868‐1924).
En una visita a Hungría en 1857, Isabel se empeñó en llevar consigo a las archiduquesas Sofía y
Gisela, a pesar de la rotunda negativa de su suegra, la archiduquesa Sofía. Durante el viaje, las
niñas enfermaron gravemente, padeciendo altas fiebres y severos ataques de diarrea.
Mientras que la pequeña Gisela se recuperaba rápidamente, su hermana no tuvo la misma
suerte y pereció, seguramente deshidratada. Su muerte, que sumió a Isabel en una profunda
depresión que marcaría su carácter para el resto de su vida, propició que le fuese denegado el
derecho sobre la crianza del resto de sus hijos, que quedaron a cargo de su suegra, la
archiduquesa Sofía. Tras el nacimiento del príncipe Rodolfo, la relación entre Isabel y Francisco
José comenzó a enfriarse.
Isabel, por su parte, sólo pudo criar a su última hija, María Valeria, a la que ella misma llamaba
cariñosamente «mi hija húngara», dado el gran aprecio que le tenía al país de Hungría, lugar
donde habitualmente se refugiaba y en cuya cultura y costumbres se empeñó en educarla. Los
grandes enemigos que Isabel se hizo a lo largo de su vida la llamaban despectivamente «la niña
húngara» y no precisamente por el amor que su madre profesaba por tal país, sino porque
creían que la niña era fruto en realidad de algún escarceo sexual que Isabel habría mantenido
con el conde húngaro Gyula Andrássy. No obstante, el gran parecido que Valeria guardaba con
su padre, el Emperador, se encargó de desmentir tales rumores.
Personalidad
Dotada de una gran belleza física, Isabel se caracterizó por ser una persona rebelde, culta y
demasiado avanzada para su tiempo. Adoraba la equitación, llegando a participar en muchos
torneos. Sentía un gran aprecio por los animales; amaba a sus perros, costumbre heredada de
su madre, hasta el punto de pasear con ellos por los salones de palacio. Le gustaban los
papagayos y los animales exóticos en general. Incluso llegó a tener su propia pista circense en
los jardines de su palacio en Corfú. Hablaba varios idiomas: el alemán, el inglés, el francés, el
húngaro, propiciado por su interés e identificación con la causa húngara, y el griego, este
último aprendido con ahínco para poder disfrutar de las obras clásicas en su idioma original.
Cuidaba su figura de una forma maniática, llegando a hacerse instalar unas anillas en sus
habitaciones para poder practicar deporte sin ser vista. Su alimentación dio también mucho
que hablar, pues se alimentaba básicamente a base de pescado hervido, alguna fruta y jugo de
carne exprimida. A partir de los 35 años no volvió a dejar que nadie la retratase o tomase una
fotografía; para ello, adoptó la costumbre de llevar siempre un velo azul, una sombrilla y un
gran abanico de cuero negro con el que cubría su cara cuando alguien se acercaba demasiado
a ella. Entre otras excentricidades, al final de su vida también se hizo tatuar un ancla en el
hombro (por el gran amor que sentía por el mar y las travesías y por sentirse sin patria propia,
como los eternos marineros que vagan por el mundo) y se hacía atar al mástil de su barco
durante las tormentas. Paseaba a diario durante ocho largas horas, llegando a extenuar a
varias de sus damas de su séquito, entre ellas Ida Ferenczy o Marie Festetics. Además, adoraba
viajar, no permaneciendo nunca en el mismo lugar más de dos semanas. Disfrutó de la
literatura, en especial de las obras de William Shakespeare, de Friedrich Hegel y de su poeta
predilecto, Heinrich Heine. Por último, detestaba el ridículo protocolo de la corte imperial de
Viena, de la que procuró permanecer alejada durante el mayor tiempo posible y hacia la que
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desarrolló una auténtica fobia que le provocaba trastornos psicosomáticos, como cefaleas,
náuseas y depresión nerviosa. La emperatriz se mantuvo alejada, siempre que pudo, de la vida
pública. Fue una emperatriz ausente de su imperio, aunque no por ello menos pendiente de
los asuntos de Estado. De hecho, fue la propia emperatriz una de las impulsoras de la
coronación de Francisco José como rey de Hungría, hecho que se produjo finalmente en 1867.
El crimen de Mayerling
En 1889, la vida de la Emperatriz cambiaría radicalmente a causa de la muerte de su único hijo
y de las circunstancias en que ocurrió. El príncipe Rodolfo, de 30 años, que padecía de ciertos
trastornos psicológicos causados en parte por la estricta educación militar a la que fue
sometido en su infancia, convenció a su amante, la joven baronesa María Vetsera, para que se
quitase la vida junto a él. Sin embargo, se habló, y aún hoy en día se habla, de un complot
contra Rodolfo. Por un lado, la hipótesis de un complot tejido por los servicios secretos
austríacos, dadas las ideas radicales y liberales que el hijo del Emperador profesaba. Por otro
lado, la hipótesis de un complot urdido por los servicios secretos franceses ante la negativa de
Rodolfo a dar un golpe fatal a la política de su padre. Todo esto se fundamenta en los estudios
sobre los cuerpos de los fallecidos. Ella, según dichos estudios, no murió del disparo en la
cabeza, sino de una paliza previa. Él presentaba cortes en la cara y en varias partes del cuerpo,
algo impropio de un suicidio, que se taparon con maquillaje antes de su funeral en Viena. A
pesar de las hipótesis, la causa de su muerte es a día de hoy una incógnita.
Este episodio, que se conoce con el nombre de «el crimen de Mayerling» por ser Mayerling el
nombre del refugio de caza donde ocurrió la tragedia, dejó marcado también al Emperador,
que de la noche a la mañana se encontró sin un heredero que se hiciese cargo del vasto
imperio austrohúngaro.
Tras la muerte de su hijo, la emperatriz abandonó Viena y adoptó el negro como único color
para su vestimenta, a la par que su fobia a ser retratada incrementaba. Sólo unas pocas
fotografías se conservan de fotógrafos con suerte que lograron congelarla en una imagen sin
que ella lo advirtiera. Con el tiempo, se hizo extraño que la emperatriz visitase a su marido en
Viena, pero, curiosamente, su correspondencia aumentó de frecuencia durante los últimos
años, y la relación entre los esposos se fue convirtiendo en platónica y cariñosa.
Esta última etapa en la vida de la emperatriz estuvo marcada más que nunca por los viajes.
Compró un barco de vapor al que llamó Miramar, y en él recorrió el mar Mediterráneo, siendo
uno de sus lugares favoritos Cap Martin, en la Riviera francesa, donde el turismo se había
hecho constante a partir de la segunda mitad del siglo XIX. También pasaría algunas
temporadas de verano en el lago de Ginebra en Suiza, Bad Ischl, en Austria, y en Corfú, donde
construyó su palacio, el Achilleion, en honor de Aquiles, uno de sus héroes griegos preferidos.
Dedicó largas temporadas en estos años a aprender griego, con ayuda de un joven profesor
particular, Constantin Christomanos. Además, visitó otros países como Portugal, España,
Marruecos, Argelia, Malta y Grecia, Turquía y Egipto.
Asesinato y entierro
El 10 de septiembre de 1898, mientras paseaba por el lago Lemán de Ginebra con una de sus
damas de compañía, la condesa Irma Sztaray, fue atacada por un anarquista italiano, Luigi
Lucheni, que fingió tropezarse con ellas, aprovechando el desconcierto para deslizar un fino
estilete en el corazón de la emperatriz. Al principio, Isabel no fue consciente de lo que había
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sucedido. Solamente al subir al barco que las estaba esperando comenzó a sentirse mal y a
marearse. Cuando se desvaneció, su dama de compañía avisó al capitán del barco de la
identidad de la dama y regresaron al puerto. Ella misma desabrochó el vestido de la emperatriz
para que respirara mejor y, al hacerlo, vio una pequeña mancha de sangre sobre el pecho,
causada por el estilete, que había provocado una mínima pérdida de sangre sobre el
miocardio, suficiente para causar la muerte.
Luigi Lucheni estaba en realidad planeando un atentado contra el pretendiente al trono
francés, un príncipe de la Casa de Orléans, pero cambió de víctima al leer en un periódico que
la visita del príncipe francés había sido anulada y que la emperatriz se encontraba en la ciudad.
El cuerpo de la emperatriz fue trasladado a Viena entre el gran cortejo fúnebre que el
protocolo dictaba, siendo sepultada en la Cripta Imperial o Kaisergruft, en la iglesia de los
Capuchinos, en vez de en su palacio en la isla griega de Corfú, el Achilleion, donde deseaba
recibir sepultura realmente, tal como indicó en su testamento.
INFLUENCIA Y LEGADO
Su imagen es actualmente un icono turístico de Austria; así, en el palacio Hofburg de Viena,
que ella tanto detestaba, hay actualmente un museo en su honor. También es un icono
turístico bávaro, región de origen de Isabel, con un museo en su localidad natal, Possenhofen.
Uno de los más famosos valses de Johann Strauss, que lleva el nombre de Myrthen‐Kränze
Walzer, Op.154, fue estrenado en un cumpleaños de la soberana y ha pasado a la posteridad
como una gran obra musical decimonónica. En su visita a la provincia de Alicante en 1894
estuvo en Alicante y Elche y allí al ver la famosa palmera de siete brazos del Palmeral exclamó
que era digna de un imperio, por lo que recibió el nombre de "Palmera imperial". La escritora
española Ángeles Caso ha escrito varios libros sobre la emperatriz, intentando desmitificar la
imagen edulcorada e infantil que de ella se dio en el cine, aunque basándose en la primera
gran biografía realista sobre la emperatriz de la escritora e historiadora alemana ‐ austríaca
Brigitte Hamman,1 y existen además numerosas publicaciones sobre su vida en numerosos
idiomas.
Filmografía
Es un personaje histórico muy conocido gracias al cine por la trilogía de películas austro‐
alemanas de los años 1950: Sissí, Sissí Emperatriz y El destino de Sissí, todas protagonizadas
por la bella actriz vienesa Romy Schneider. Ésta volvería a encarnar el personaje en el filme
Ludwig II (1972) de Luchino Visconti. No obstante, la primera aparición cinematográfica sería
en 1932 cuando la realizadora alemana Lotte Reiniger hizo un corto sobre la emperatriz.
También fue interpretada por Ava Gardner en Mayerling
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AYUNTAMIENTO DE VIENA ‐ RATHAUS
El ayuntamiento de Viena, construido entre 1872 y 1883 por Fiedrich von Schmidt, quien fuera
el arquitecto de la catedral de Colonia, es el edificio civil de estilo neogótico más importante
de Viena.
La altura de la torre es de 97,9 m, sobre la
que se asienta el hombre de hierro del
ayuntamiento, de 3,40 m de alto con el
estandarte de 6 m, que se ha convertido
en uno de los símbolos de Viena. Talla de
pie: 63. El Ayuntamiento de Viena es la
sede de la alcaldía y el centro de
conferencias del senado de la
ciudad/gobierno federal y consejo
municipal/parlamento federal.
El ayuntamiento fue construido entre 1872 y 1883 y es una construcción magnífica: se
utilizaron unos 30 millones de ladrillos y más de 40.000 metros cúbicos de piedra natural. El
patio del ayuntamiento, portificado con arcadas, es uno de los patios interiores más grandes
de Europa con 2.804 m². La sala de fiestas tiene una longitud de 71 metros, un ancho de 20
metros y una altura de 18,5 metros. Si las autoridades encargadas de la protección contra
incendios lo hubieran permitido, habrían podido bailar vals 1.500 parejas al mismo tiempo.
En el interior del ayuntamiento y delante del mismo se celebran numerosos actos.
Probablemente, uno de los más importantes y famosos, es el Life Ball, que se celebra todos los
años en mayo. Pero también hay muchos más bailes que se llevan a cabo cada año en el
escenario de este espectacular edificio. A partir de noviembre, el mercado de Adviento crea un
ambiente navideño a las puertas del ayuntamiento. Y de enero a marzo, la plaza y el parque
del ayuntamiento se convierten en la pista de hielo más bonita del mundo.
El ayuntamiento alberga, entre otros, la Biblioteca Nacional y Municipal (con su extensa
colección Viennensia) y los Archivos Municipales y Provinciales.
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BURGTHEATER ‐ TEATRO IMPERIAL
El Burgtheater (Teatro imperial de la corte), originalmente llamado K.K. Theater an der Burg, y
a partir de 1920 K.K. Hofburgtheater, es el Teatro Nacional de Austria en Viena y uno de los
más importantes teatros del mundo en idioma alemán. 1 El Burgtheater fue inaugurado en
1741 y la población de Viena lo conoce por el nombre "die Burg";1 su compañía de teatro ha
creado un estilo tradicional y el decir de sus locuciones es distintivo del Burgtheater. En la
actualidad el edificio que alberga al teatro se encuentra situado en la Ringstraße.
Fue fundado el 14 de marzo de 1741 por la Emperatriz María Teresa I de Austria con la
finalidad de contar con un teatro que estuviera en cercanías de su palacio, y su hijo el
emperador José II lo llamaba el "Teatro Nacional Alemán" en 1776. Tres óperas de Mozart
fueron estrenadas aquí: Die Entführung aus dem Serail (1782), Le nozze di Figaro (1786) y Così
fan tutte (1790). A partir de 1794, el teatro fue denominado el "K.K. Hoftheater nächst der
Burg".
El teatro se mudó a un nuevo edificio de estilo neobarroco en la Ringstraße el 14 de octubre de
1888, el cual había sido diseñado por Gottfried Semper y Karl Freiherr von Hasenauer.
El 12 de marzo de 1945 el Burgtheater fue seriamente destruido en un bombardeo y, un mes
después, el 12 de abril de 1945, el Burgtheater se dañó aún más a causa de un incendio de
origen desconocido.1 Después de la guerra, el teatro fue restaurado entre 1953‐1955.1 El
estilo clásico del Burgtheater y el lenguaje Burgtheater‐Alemán fueron una tendencia a seguir
por los teatros alemanes.
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CATEDRAL DE SAN ESTEBAN DE VIENA ‐
STEPHANSDOM
La catedral de San Esteban (en alemán Domkirche
St. Stephan, abreviado popularmente como
Stephansdom) es la iglesia principal de la
archidiócesis de Viena (Austria) y la sede de su
arzobispo. Está situada en la plaza de San Esteban
(Stephansplatz), en pleno centro de la capital
austríaca. La obra fue iniciada por Rodolfo IV de
Austria y se levanta sobre las ruinas de dos iglesias
anteriores, siendo la primera de ellas una parroquia
consagrada en 1147. El edificio experimentó
también varias reformas y ampliaciones a lo largo de
su historia, siguiendo distintos estilos artísticos. Es el
símbolo religioso más importante de Viena y ha sido
testigo de multitud de eventos de la historia de
Austria.
En el exterior del edificio se pueden observar el
tejado, las dos torres campanario —la Sur y la
Norte— y los pórticos de entrada al templo: el de los
Cantores, el de las Torres, el del Obispo y el Gigante.
La campana Pummerín es una versión reconstruida de la primitiva, que fue dañada por un
incendio.
El interior de la catedral consta de tres naves y numerosos altares; cada uno de ellos alberga
una variada cantidad de objetos y obras de arte que fueron recibiendo mediante donaciones
de diferentes personalidades. Como en todo templo, antiguamente se realizaban entierros
bajo sus suelos, por lo que el lugar conserva los sepulcros de varios nobles del país.
HISTORIA
A mediados del siglo XII, Viena se había convertido en un importante centro de la civilización
alemana en Europa oriental, y las cuatro iglesias existentes, incluyendo sólo una iglesia
parroquial, eran insuficientes para satisfacer la demanda religiosa.
En 1137, el obispo de Passau, Reginmar, y el margrave Leopoldo IV firmaron el tratado de
Mautern, donde se alude por primera vez a Viena como «Civitas», y se traslada la Iglesia de
San Pedro a la diócesis de Passau. Según el tratado, el obispo donó al margrave Leopoldo IV las
tierras que se extendían más allá de las murallas de la ciudad, con la notable excepción del
territorio asignado a la nueva iglesia parroquial, que se convertiría en la catedral de San
Esteban.
Aunque anteriormente se creía que se había construido en un campo abierto fuera de las
murallas de la ciudad, la nueva iglesia parroquial fue construida, probablemente, en un
antiguo cementerio que data de la antigüedad romana; las excavaciones realizadas en el año
21
2000 para instalar un sistema de calefacción pusieron al descubierto unas tumbas, a 2,5
metros por debajo de la superficie, que fueron fechadas en el siglo IV con la técnica del
carbono 14. Este descubrimiento sugiere la existencia de un edificio religioso, incluso anterior
a la iglesia Ruprechtskirche.
Ilustración 1Fases de la
construcción de la catedral: en
verde el portal, en rosa la
edificación de la catedral románica,
en violeta la edificación del coro
albertino y en azul las ampliaciones
posteriores realizadas a la nave, en
estilo gótico.
La historia de este templo se inicia en el año 1137, con una iglesia de estilo románico que, unos
cien años después, se reconstruyó en un románico tardío. En el siglo XVII se amplió utilizando
un estilo barroco. El pórtico románico está flanqueado por las dos Torres de los Paganos,
ambas de 64 metros de altura. La torre del norte, inacabada y con una altura de 68 metros, se
cerró en 1579 con una cubierta renacentista. En tiempos de la Contrarreforma la catedral fue
provista de adornos barrocos. Algunos de los elementos colocados tienen una simbología
asociada: las gárgolas del exterior representan a los malos espíritus.
Esta parroquia se consagró al patrono de la
catedral de Passau, San Esteban. En 1137, todas
las demás iglesias de la ciudad fueron colocadas
bajo la jurisdicción de esta iglesia parroquial.
En abril de 1147 se produjo la consagración
parcial de la iglesia, aún en obras, en presencia
del obispo de Passau. Sus dimensiones eran
exageradas para lo que era Viena en aquel
entonces, lo que señala la visión de futuro de su
22
creador, quien la preparaba para llegar a ser sede episcopal o iglesia del ducado.
Esta iglesia parroquial fue concluida en 1160, y poseía, con sus 83 metros de largo, el perfil de
una catedral. Estaba orientada de la misma forma que la actual, hacia el punto de salida del sol
del 26 de diciembre de 1137. No queda casi ningún resto de la antigua iglesia, aunque gracias a
estudios arqueológicos se conocen las medidas de la nave central, que tuvo 12 metros de
ancho (unos 26 si se suman las tres naves), y una longitud, incluyendo el ábside, de 83 metros.
La segunda construcción románica, iniciada en 1240 y consagrada en 1263, y de la que se
conserva la fachada poniente con la gigantesca puerta, fue promovida esencialmente por los
nuevos poderes, la burguesía y la casa ducal.
El nuevo edificio gótico de San Esteban empezó a
construirse en 1304. El espacioso recinto de la
nave, una de las más anchas de Europa, testimonia
que aquí la burguesía pudo alcanzar la posición
dominante. Entre 1304 y 1344 se levantó el coro. A
partir de 1359 se comenzaron a construir las
paredes laterales de la nave central, las cuales
encerraron como una funda la antigua nave
románica. Hasta 1446 no se concluyeron las
últimas bóvedas bajo el gigantesco techo. Entre
1359 y 1443 se levantó la torre meridional. El
primer rayo que recae sobre el altar mayor e
ilumina el lugar se usa como símbolo del cielo
abierto que, según lo enunciado en los Hechos de
los Apóstoles, pudo observar San Esteban antes de
morir.
Las únicas partes que aún perduran del antiguo
edificio son la Cámara Negra, situada en un nivel inferior de la Torre Pagana sur, y que
actualmente alberga un confesionario, y una parte de los bajos de la planta oeste.
El románico tardío
Entre 1230 y 1245 se construyó este edificio, del que se conserva la parte oeste. Con el
propósito de que la iglesia fuera sede episcopal, se demolió hasta los cimientos y se construyó
nuevamente, excepto las partes inferiores de las Torres Paganas.
Poseía un profundo coro central, un transepto saliente y una planta basilical de tres naves.
Entre las dos Torres Paganas se situaba la galería oeste, semejante a la Catedral de
Carlomagno en Aquisgrán y a las galerías de las antiguas catedrales imperiales alemanas,
concebidas como un espacio con independencia propia pero orientado hacia el altar.
En 1258 sufrió un incendio, y posteriormente se construyeron los pisos superiores. Las nuevas
medidas del edificio, consagrado el 23 de abril de 1263 por el obispo Otto de Passau, eran de
70 m de largo y 65 m de altura.
23
En 1267 Gerhard de Transilvania fundó la Curia (que aún perdura) a cargo de la parte espiritual
de la catedral,2 Hans Puschbaum y realizó la bóveda de la nave central. Federico III fue quien
logró que se creara el obispado de Viena, y en 1450 colocó la primera piedra de la torre norte,
iniciándose su construcción en 1467.
El Coro Albertino, construido entre 1304 y 1340
durante el gobierno del duque Alberto II e
influenciado por la burguesía vienesa, es un coro
gótico de tres ábsides. En su diseño se usó como
modelo el coro de la abadía cisterciense de
Heiligenkreuz, y Albert de Passau la consagró el 23
de abril de 1340. Posteriormente, bajo el gobierno
del duque Rodolfo IV el Fundador se construyeron
las dos capillas laterales oeste de dos plantas,
denominadas capillas ducales. En 1359 el duque
colocó la primera piedra de la reforma gótica.3 La construcción siguió lentamente durante un
siglo. Así es como se colocó la piedra de Colmano el 23 de marzo de 1361 en la cual, según se
dice, fue martirizado San Colmano. Ese mismo año se comenzaron a construir los muros de las
naves. El duque Rodolfo IV constituyó en 1365 en el lugar la sede del Capítulo Colegial de
Todos los Santos, ubicando su sala capitular en la galería oeste. Esto sirvió como antecedente
para la creación del obispado.
En 1433 se finalizó la aguja de la torre sur, en 1440 las cornisas de la nave central, y el tejado
antes de 1474. La sacristía inferior se edificó entre 1417 y 1430, pegada a la nave sur. Los
muros de la nave central se edificaron rodeando exteriormente los muros románicos, de
manera que las obras permitiesen continuar las celebraciones religiosas en el interior. Los
muros románicos no se derribaron hasta 1430, cuando finalizó la construcción gótica. En 1440
se comenzó a construir la armadura del tejado con madera de alerce y sin emplear un solo
clavo. Posteriormente se abovedó el edificio,3 siendo el abovedamiento de la nave central
obra de Hans Puschbaum, a partir de 1466. Federico III colocó la piedra inicial de la torre norte
en 1450, construcción que no se iniciaría hasta 1467. Un dato anecdótico es que, debido a las
malas condiciones climáticas, la producción de vino de ese año resultó malograda por ser éste
demasiado ácido, motivo por el que fue utilizado como mortero para los cimientos.
En 1511, una época marcada por los descubrimientos, las guerras contra los turcos y las
turbulencias religiosas, se detuvieron las construcciones medievales, incluida ésta. Ese año se
colocó la última piedra, según consta en una inscripción en la misma. Los trabajos se
reiniciaron en 1578, cuando Hans Saphoy finalizó la coronación de la parte construida de la
torre norte con una cúpula de estilo renacentista.
Durante los inicios del Humanismo se construyeron el púlpito, el pie de órgano del maestro
Pilgram, la pila bautismal y la Sillería de los Consejeros (desaparecida en un incendio en 1945),
y muchas placas recordatorias de ciudadanos vieneses y especialistas de la Universidad.
Fernando II otorgó al obispo el título nobiliario de Príncipe Obispo o Imperial.
Ampliaciones barrocas
La catedral tuvo una ampliación, de estilo barroco, realizada en dos partes: el altar mayor de
los hermanos Pock fue finalizado bajo el mandato del príncipe obispo Breuner en 1647. En este
período se realizaron también los ornamentos rojos de Breuner, que actualmente se usan en la
24
festividad del santo patrono de la catedral.4 El altar mayor lo donó el episcopado, mientras
que la burguesía hizo lo mismo con la ornamentación de la nave central. Unos años más tarde,
en 1677, se comenzó una nueva ornamentación siguiendo el mismo estilo en los altares
laterales, los oratorios imperiales y los órganos.
En 1683, durante la segunda invasión turca a la ciudad, la catedral fue impactada por
aproximadamente mil balas de cañón (algunas de las cuales se conservan en la actualidad).5
Con el fin de engañar al enemigo y hacerle creer que había recursos materiales de sobra, el
tejado fue reparado con lona. La ciudad fue liberada el 12 de septiembre de 1683, después de
una misa celebrada por el capellán Marco D'Aviano. Como recuerdo de la batalla se encargó la
campana Pummerin, forjada con la fundición del bronce de los cañones turcos abandonados,
que fue colocada en la torre sur. En 1693 se colocó el icono de "María en el Sol", y en 1697 la
imagen de "María Pocs".
En 1723 el templo elevó su categoría a iglesia metropolitana, al convertirse Viena en una
arquidiócesis. El sacristán Johan Wachter elaboró en 1732 una estadística de las liturgias en
esta época: en un día se realizaban de promedio ciento cincuenta misas, y como mínimo una
pontifical. Wachter contabilizó ese año 1.095 rosarios y 129.000 confesiones. Ese mismo año
se cerró el cementerio contiguo a la iglesia.
En 1755 se amplió por orden de María Teresa la cripta donde descansan los restos del duque
Rodolfo IV y otros miembros de los Habsburgo, y en 1782 se prohibieron los entierros en la
catedral. Ese mismo año el Papa Pío VI convenció al emperador José II de que cambiara su
política religiosa, y concelebró una misa de Pascua en este lugar. En la Cámara de Ornamentos
se conservan valiosos objetos donados en esa oportunidad por el papa al arzobispo de Viena,
cardenal Migazzi.
En 1699 se demolió la "Casa de las Reliquias" debido al menosprecio y a la pérdida de valor
que éstas sufrieron tras la Reforma. Para 1792 habían desaparecido los edificios de los
cantores, ministros eclesiásticos y prestamistas, que estaban ubicados en la parte oeste.
Durante las Guerras Napoleónicas de 1809 se produjeron luchas dentro del templo en las que
fueron dañadas diversas obras de arte.
Del siglo XIX a la actualidad
Durante el siglo XIX se restauró el edificio: en 1853 se terminaron de reconstruir los
frontispicios de la nave central; entre 1838 y 1860 se demolió y construyó nuevamente la aguja
de la torre sur, y entre 1859 y 1887 se colocaron vidrieras neogóticas (que serían destruidas en
1945 durante la Segunda Guerra Mundial). En 1900 los restos de las reliquias medievales
fueron trasladados de la sala capitular a la capilla de San Valentín, situada en la parte oeste.
Al inicio de la Segunda Guerra Mundial se protegieron las obras de arte más importantes: el
Portal Gigante, el Púlpito y el Mausoleo de Federico III. Gracias a ello lograron salvarse del
incendio sucedido entre el 11 y 12 de abril de 1945, provocado por las chispas generadas por
las casas que ardían en los alrededores. Como consecuencia del incendio se quemaron el
tejado gótico, la sillería gótica de los Consejeros, el monumento a la liberación turca, las
vidrieras, la gran cruz de Wimpassing, la cruz del jube (de la que se conservan la cabeza y los
brazos), los oratorios imperiales, el órgano del coro, el Gran Coro, y casi la totalidad de las
campanas, incluyendo la "Pummerin".
25
Tras obtener fondos aportados por los vieneses, los Estados federados de Austria y varios
donantes extranjeros, el edificio se reconstruyó nuevamente con el cardenal Theodor Innitzer,
estando Karl Holey como maestro de obras de la catedral. El 19 de noviembre de 1948 se
volvió a utilizar el templo celebrando una misa. El 26 de abril de 1952 el cardenal Innitzer la
reinauguró solemnemente. Ese mismo día se puso en funcionamiento la nueva campana
"Pummerin", realizada sobe el modelo de la antigua, destruida.
El altar mayor fue remodelado en 1989 para cumplir con las especificaciones dispuestas por el
Concilio Vaticano II. Además se instaló un nuevo altar, y en 1991 arribó un nuevo órgano
conmemorando el 650 aniversario de la consagración del Coro Albertino, que fue colocado en
el Coro de los Apóstoles. En 1997 se inauguró el Portal Gigante con motivo de los 850 años de
la consagración de la iglesia románica. Dicho Portal fue restaurado previamente; una tarea que
demandó varios trabajos.
En 1953 se creó la cripta episcopal para enterrar a los obispos de Viena. En 1956 se
modernizaron la cripta ducal y se construyeron una capilla, un lapidario y una cripta para
canónigos. En 1960 un nuevo órgano fue santificado por el cardenal Frings, y en 1972 se
instaló la vidriera oeste procedente de Tirol.
Las figuras exteriores
En el exterior se encuentra una vasta cantidad de figuras, muchas de ellas réplicas del siglo
pasado. Los originales se exponen en Museo de Historia de la Ciudad. Las estatuas representan
santos y antepasados de Rodolfo IV: entre ellas se destaca la figura de San Esteban (datada
alrededor de 1460). Es un original ubicado en la torre sur, sobre la primera planta, en el
denominado Banquillo de Starhemberg, desde donde el conde Rüdiger von Starhemberg
vigilaba los movimientos de las tropas turcas.
San Juan de Capistrano predicó desde el Púlpito de Capistrano (en el siglo XV) por petición de
Federico III. No se sabe a ciencia cierta si el púlpito se encontraba en el exterior, en el
cementerio de entonces, o si es el púlpito anterior al actual. Los franciscanos colocaron sobre
el mismo una figura barroca del santo de su orden, fallecido en una batalla contra los turcos en
1456.
SIMBOLOGÍA
Las gárgolas colocadas en el exterior del templo cumplían la función de espantar a los malos
espíritus: con el mismo fin se utilizó material proveniente de Roma en la construcción del
templo, pues se creía que las piedras paganas santificadas les quitaban el poder.
En el arco interior derecho del Portal Gigante se encuentra una lápida funeraria romana
escasamente legible. En 1996 se identificó la figura de una mujer escondida, la Mirona, que
procedía de otra lápida romana. En el Portal del Obispo, en una hornacina enrejada se hallaban
los llamados Tártaros; unas divinidades paganas: una leyenda que todavía se puede apreciar
advierte sobre la veneración de estos ídolos, e invita a respetar la fe cristiana.9 Bajo los relojes
de las Torres Paganas se encuentran las representaciones de un falo a la izquierda y una vulva
a la derecha: representan un santuario pagano dedicado a una divinidad de la fertilidad.
Recientes excavaciones realizadas en el Portal Gigante permitieron descubrir una gran
cantidad de sepulturas.
26
También hay una simbología numérica en el lugar: los ventanales de las naves laterales se
componen de cuatro partes, éste es el lugar destinado a los fieles. Los correspondientes al
coro se componen de tres partes, aquí tiene lugar el misterio eucarístico. La cima de la torre
hace referencia a los doce Apóstoles reunidos en torno a Cristo, estando compuesta por doce
pináculos. La baranda del púlpito está compuesta de tres y cuatro lóbulos que forman una
rueda.
La catedral guarda también algunas relaciones aritméticas: mide 35,52 m (111 pies) de
anchura, y su longitud es tres veces 111. La altura de la torre sur es de 136,08 m (444 pies, o
cuatro veces 111), y hay 343 peldaños (siete por siete por siete) hasta la cámara de la torre
sur.
Actualmente las medidas han variado ligeramente: el templo mide 107,2 m de longitud
exterior, y la anchura total de los tres coros es de 34,2 m. La nave central tiene de 28 m de
anchura, y las naves laterales 22,4 m.
EXTERIOR
El tejado
Tiene la función de unir las diferentes partes de la catedral: fachada oeste, capillas de doble
planta, naves y coro, y simultáneamente conecta la iglesia con la torre sur. Sus dimensiones
son de 37,85 m sobre la nave central y 25,30 m sobre el coro, con una longitud de 110 m. Su
anchura es de 35 m, y tiene una pendiente de 64º que en los puntos más extremos llega a
ochenta grados. El rápido desagüe del agua de lluvia produce su autolavado.
Para su reconstrucción se emplearon 605 toneladas de acero provenientes de Pastorna
(Chequia), sustituyendo los tres mil troncos de la cubierta gótica destruida en el incendio de
1945. Estos 3.000 troncos equivaldrían a un bosque de 1,5 km². El tejado actual se compone de
230.000 tejas esmaltadas de varios colores, con un peso unitario de 2,5 kg. Una fila con todas
las tejas de la cubierta mediría 51 km. Dos clavos de cobre incrustados en argamasa las sujetan
a los cabrios. Las tejas se colocaron formando un dibujo de diez colores en zigzag,
interrumpido por una franja de rombos. Al sur del tejado del Coro Albertino se observan el
escudo del Imperio austríaco, fechado en 1831, y el monograma F I (Francisco I). Al norte
figuran los escudos de la ciudad de Viena y de la Segunda República, fechados en 1950.11
La torre sur
En un principio se proyectaron dos torres iguales, según
se comprueba en las estatuas de Rodolfo IV el Fundador
en los pórticos de los Cantores y del Obispo, que poseen
un modelo de la iglesia con dos torres idénticas. La
construcción de la torre norte se inició con
posterioridad a la finalización de la torre sur.
Los cimientos de la torre sur, a la que los habitantes
llaman cariñosamente "Steffi" (Estebanillo), son de poca
profundidad, midiendo solamente 3,5 metros, lo que demuestra la estabilidad del edificio.
El duque Rodolfo IV colocó la primera piedra el 7 de abril de 1359 según dice la tradición. La
estancia bajo la torre y la capilla de Santa Catalina se terminaron en 1369, y la primera planta
en 1404. En 1409 se tuvo que demoler parte de lo construido debido a la existencia de errores
27
de ejecución. Este mismo año se recomenzó la construcción con un proyecto realizado por el
maestro Peter von Prachatitz, solventado económicamente por la burguesía.12 Las primeras
campanas se colocaron en 1416. En 1433 Hans Prachatitz colocó la cruz de dos brazos de la
aguja de la torre.
La base de la torre forma un cuadrado que paulatinamente se convierte en octógono
regular.12 La torre, de figura piramidal, se va estrechando paulatinamente desde el suelo
hasta la punta, donde surge una cima con torres angulares que conforman doce pequeños
pináculos rodeando la aguja principal.13 Estos pináculos representan a los doce apóstoles,
dado que la torre está unida al coro de los Apóstoles.
El piso superior octogonal debió haber sido construido sobre el gablete triangular, pero una
contraorden dada en 1400 agregó un piso de planta cuadrada al gablete, para alojar
campanas.
La cima representa a Jesús y se divide en tres partes, representando a la Trinidad. Sobre un
pequeño soporte de piedra se apoya un florón con su capitel. En él aparece un águila con una
cruz de dos brazos. Corona la torre una inscripción grabada del emperador Francisco José I que
reza Viribus Unitis13 ("unidas las fuerzas").
La torre, que alcanza los 136 m de altura, servía de atalaya para los bomberos, quienes la
usaron desde el siglo XV hasta después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Durante la
invasión turca se utilizó con fines estratégicos. En 1417 poseía un reloj, que fue desmontado
entre 1860 y 1861 durante las labores de restauración, y nunca fue repuesto, permaneciendo
la torre sin reloj hasta hoy.
Colocada en el contrafuerte este de la torre, en el Portal de la Campanilla, aparece una lápida
en recuerdo del capitán Gerhard Klinkitch, quien en 1945 desobedeció la orden de demoler el
edificio.
La torre norte
La llamada Torre del Águila, por la figura que remata su
corona, se empezó a construir el 13 de agosto de 1450,
cuando Federico II ordenó la colocación de la primera
piedra,13 con Hans Puchsbaum como maestro de obras.
La leyenda dice que se usó vino para apagar la cal, pues
la producción de ese año resultó muy ácida debido a la
prematura maduración de las uvas. Se dice que el vino
hace que la cal tenga más resistencia.
El 2 de junio de 1467, diecisiete años después de la
realización de los cimientos, se reanudaron las obras
con la colocación de la primera piedra sobre éstos por el
obispo de Passau. En los planos originales se puede
observar que la torre sur fue usada como modelo. En 1511 la torre alcanzó su altura actual, 68
m, y la obra fue interrumpida. En 1578 se levantó la cúpula, de estilo renacentista, que alberga
la campana Pummerín. Entre los siglos XVII y XIX se proyectó la continuación de la obra, pero
nunca se llevó a cabo.
28
Placa en homenaje a Mozart
Una lápida describe detalladamente la relación de Wolfgang Amadeus Mozart con la catedral,
incluyendo el hecho de que había sido nombrado director musical adjunto poco antes de su
muerte. Ésta era su iglesia parroquial cuando vivía en la "Casa de Fígaro". Se casó con
Constanze en este lugar, dos de sus hijos fueron bautizados aquí, y su funeral se celebró en la
Capilla de la Cruz.
LOS PORTALES
El Portal de los Cantores
Es una obra de arte gótica creada hacia el año 1360 y ubicada en la entrada lateral sudoeste;
antiguamente la entrada de los cantores. En el período románico había una entrada en el
mismo lugar. A principios de 1400 el lugar fue protegido por un pórtico, lo que ha permitido la
conservación del portal hasta el presente, aunque durante la restauración del siglo pasado se
perdió su antigua policromía.
La parte inferior del tímpano presenta escenas de la vida del apóstol San Pablo (constituye la
entrada al portal de los Apóstoles). Las escenas muestran cómo tras la ejecución de San
Esteban, sus seguidores pusieron sus vestidos a los pies de este santo.
A la izquierda se representa la cabalgata de
Saulo hacia Damasco; en el centro la caída de
Saulo, y por último su conversión. La parte
superior del tímpano representa el bautismo y
martirio del "Apóstol de los Pueblos". Diversos
artistas esculpieron a los apóstoles en la jamba.
Se destacan asimismo las figuras del fundador
Rodolfo IV y su esposa Catalina, como si
estuvieran enfrentados uno a otro, a la entrada
de la iglesia. Rodolfo con un modelo de San
Esteban en la mano derecha y Catalina con un
cetro. Asimismo, hay figuras de San Pablo, de
Cristo con el globo terráqueo, y también figuras
neogóticas de los santos Rodolfo, Francisco e
Isabel de Turingia.
Los portales de las torres
En comparación con las entradas de los
príncipes, el Portal de la Campanilla —de la torre sur— y el Portal del Águila —de la torre
norte— son bastante simples. En el portal de la Campanilla las únicas figuras que se observan
son las cuatro que muestran a los Evangelistas (en la entrada de la nave de los Apóstoles), y un
ángel situado en la bóveda del pórtico. No hay ninguna otra figura original, aunque la
colocación de los baldaquinos hace creer que existía un plan iconográfico. En los situados en la
parte exterior se hallan figuras del siglo XIX de estilo neogótico: algunas de ellas son réplicas
cuyos originales se encuentran en el Museo de Historia de la ciudad.
29
Una estatua de María con el Niño Jesús que data del año 1420 se encuentra en el pilar central
interior. Las paredes del pórtico del Portal del Águila poseen solamente una estatua coronada
de la Virgen del siglo XVII, situada en la entrada a la nave de María.
El Portal del Obispo
Antiguamente el obispo entraba a la iglesia por este portal. Es parecido al Portal de los
Cantores (ubicado a la misma altura) y en la parte inferior del tímpano se encuentra la escena
del tránsito de María. Sobre un lecho se sitúa la Virgen, por delante unos candelabros, y unas
plañideras a sus pies y cabecera. Detrás se encuentra Jesús con la mano derecha levantada,
sosteniendo en la izquierda el alma coronada de su Madre. Unos tristes apóstoles acompañan
la escena con varios actos litúrgicos: San Pedro está leyendo unas oraciones, un apóstol
sostiene en sus manos el agua bendita, y otro el incensario.
En la parte superior del tímpano se puede observar la escena de la Coronación de María: Cristo
está sentado en el mismo trono que su Madre, sosteniendo la corona sobre su cabeza. El trono
está cubierto por un cortinaje sostenido por ángeles y arpías. La escena está acompañada por
unos ángeles músicos.
El Portal Gigante
Fue construido entre 1230 y 1250, y transformado más tarde en portal cónico con motivo de
una visita del emperador Federico II. Sólo hay referencias de este portal por las excavaciones.
Su nombre proviene de una tradición local, atribuida a unos huesos de mamut allí ubicados,
aunque también se cree que podría provenir de una antigua palabra alemana. Incluso el
nombre de las Torres Paganas podría deberse a su forma de minarete, si bien la palabra
"pagano" pudiera hacer referencia a algo muy antiguo.
Tras el incendio del año 1258 pudieron haberse destruido los ornamentos de los pilares, y
como consecuencia de ello el portal sufrió varias modificaciones: algunos relieves de las
columnas fueron cambiados de sitio, se colocaron las dos figuras del intradós en la base en
forma de arco en ojiva, y se modificó la figura de Cristo en el tímpano.
El Pantocrátor, señor del mundo que toma asiento en un trono sobre el arco iris, es
representado en el tímpano con la mano derecha levantada para bendecir, y sosteniendo con
la izquierda el Libro de la Vida. La cabeza se rodea con una aureola con la cruz.
En la mandorla se agregaron posteriormente cuatro estrellas, y el resto de la superficie tiene
hojas de plantas. En los pilares laterales de la puerta se pueden ver sarmientos y uvas que
representan la eucaristía.
Si se ingresa al edificio por este pórtico se puede ver enseguida el retablo del altar mayor, que
presenta la lapidación de San Esteban, el cielo abierto, y a Cristo ubicado a la derecha del
Padre.19 El portal se sostiene mediante siete pilares en cada lado, con cabezas de animales
colocadas en el nivel superior correspondiéndose con los diferentes niveles del portal. El
espacio alberga plantas y capullos, distinguiéndose caras y figuras de animales. Hay una mona
agachada en la zona superior de los capiteles, y el demonio está intentando ahorcar con una
soga a una persona. Además aparecen dos águilas del Juicio: una que representa la Gloria
eterna, y la otra la Perdición. Detrás de las águilas hay figuras de leones, sirenas aladas y dos
dragones entrelazados.
30
En la jamba de la derecha hay dos perros que fueron colocados posteriormente: los perros
tienen una cabeza común y están atados con pámpanos (brote verde y delgado de la vid).
También se observa a un zorro arrastrando de los pelos a un hombre, y representaciones de
animales varios.19 Esta jamba representa el mundo de los hombres dominado por el demonio,
mientras que la jamba izquierda representa al infierno. Sobre las jambas se representa el
mundo celestial correspondiente a los Santos. Sobre los pilares se encuentra una escena con
los apóstoles mirando hacia arriba: los que ocupan posiciones centrales concentran más su
mirada en Jesús y tienen en sus manos libros y escrituras; a la izquierda se puede observar a
San Pedro, y a la derecha a San Pablo.
La construcción gótica necesitó modificaciones, realizadas en el mismo período que el ventanal
gótico de 1440. Las figuras que se encuentran en el intradós interno representan a un hachero
y a la derecha a un hombre que podría ser un picapedrero y maestro de obras. El ropaje de
Cristo se representa escopleado, representando seguramente una antigua ceremonia de
ingreso al obrador.
El pórtico sufrió una modificación durante la construcción del ventanal oeste en el siglo XV: en
la parte superior muestra a un grifo atacando a un animal y a Sansón abriéndole la boca al
león. A la izquierda se presenta a un juez con las piernas cruzadas sobre un trono, y en 1997 se
colocó una copia de una figura de San Esteban. El juez y los leones son señal de administración
de justicia, por lo que se cree que este portal era el lugar escogido para administrarla.
La reinauguración de este portal se realizó el 23 de marzo de 1997, en una ceremonia
encabezada por el arzobispo Christoph Schönborn. La restauración permitió descubrir restos
de una pintura medieval del portal, y las excavaciones arqueológicas desenterraron restos
humanos y de construcciones anteriores desconocidas. Como anteriormente las sepulturas
sólo se hallaban en los alrededores de las iglesias, las que se encontraron bajo el portal más
antiguo indican la existencia de otra iglesia más antigua construida un poco más al este. Una
vez finalizada la Segunda Guerra Mundial fue añadida una fila a cada lado de la línea de sillas.
31
EL INTERIOR DE LA CATEDRAL
El interior se presenta como iglesia parroquial de tres naves construida hacia el coro. Cada
nave tiene un tema iconográfico concreto, mostrando los santos en los pilares. La central está
dedicada a Jesús, San Esteban y Todos los Santos, la lateral sur a los Apóstoles, y la norte a la
Virgen María. El coro central norte tiene una ligera inclinación hacia el norte: este hecho
32
puede deberse a la orientación de la iglesia al este o pudiera representar simbólicamente la
cabeza inclinada del crucificado.
La nave central
El altar mayor
El altar mayor fue un encargo del príncipe obispo Philipp Friedrich, conde Breuner, construido
por los hermanos Johann Jakob y Tobias Pock de Constanza. Fue consagrado el 19 de mayo de
1947. Por su diseño original pertenece al tipo Porta Coeli (Puerta del Cielo) simulando en su
construcción un portal. En el retablo se presenta una obra de Tobias Pock que representa el
cielo abierto. Muestra la lapidación de San Esteban delante de las paredes de Jerusalén y
arriba el cielo abierto donde se puede ver a Cristo sentado a la derecha del Padre. Este altar es
el primero y el más importante del estilo barroco de Viena.
Fue modificado en 1989, retirándose el tabernáculo. Se descubrieron siete candelabros
dorados barrocos que representan los siete primeros diáconos de la iglesia. El pedestal, las
columnas aisladas, la viguería y el frontón son de mármol negro polaco, y sobresalen los
escudos del pedestal en mármol gris de Estiria. Los decorados restantes son de mármol blanco
tirolés.
El retablo mide quince metros de altura y se pintó sobre placas de estaño pues se creía que la
tela no iba a soportar el peso de la pintura. A la izquierda están San Sebastián y el patrón de
Austria: el margrave Leopoldo III. A la derecha se encuentran San Florián y San Roque; los
santos abogados contra la peste. En la parte superior se representan dos obispos que no
pudieron ser identificados hasta el momento, pero podrían ser San Quirino y San Severiano o
San Bonifacio y San Ruperto. Una imagen rectangular representa a María, Reina de los
Apóstoles y de los Santos. El altar se encuentra coronado por un busto de la Inmaculada. La
columna de la Virgen fue bendecida delante de la iglesia "Am Hof" el día anterior a la
consagración. En esa ceremonia fue cuando el Emperador Fernando III dio su palabra de
nombrar patrona del Archiducado de Austria a la Inmaculada Concepción.
La barroca sillería del coro es sede del capítulo catedralicio. Fue construida por Mathias Häckl
por orden del obispo Breuner, y proyectada por Johann Jakob Pock entre los años 1639 y 1648.
Su parte superior está formada por columnas que enmarcan unas conchas donde se ubican
bustos del papa Pablo II y del emperador Federico III, fundadores de la diócesis de Viena, así
33
como de otros obispos. Solo se mantienen tres de las vidrieras góticas originales; las ubicadas
en el coro. El ventanal correspondiente a la Crucifixión —que originalmente se encontraba en
el centro, como continuación iconográfica del altar mayor gótico—, se trasladó al ventanal
derecho en 1901, pues el altar gótico fue demolido.
Los altares de los pilares y los laterales
Los altares de San Juan Nepomuceno y de San Carlos Borromeo
La imagen del santo nacional de Bohemia, San Juan Nepomuceno fue pintada por Martino
Altomonte. Se destruyó en el incendio de la catedral y fue suplantada por otra de similares
características de Schmidt de Krems, prestada por la Abadía de Melk. Al exigirse su devolución
se realizó una copia que actualmente decora el altar. A la izquierda se ubica San Juan Bautista
y a la derecha San Juan Evangelista. La obra finalizó en 1723.
Una pintura de Michael Rothmayer decoraba el altar de San Carlos Borromeo; esta obra, de
1728, se conserva en el Museo Catedralicio, y en 1783 fue reemplazada por otra del pintor
Wolfgang Köpps. El artista la realizó con escayola, representando la llegada al cielo del
cardenal milanés, quien a su vez era abogado contra la peste. A la izquierda se encuentra una
figura de San Pedro y a la derecha una de Santiago el Menor. En la parte superior se
representan ángeles.
El altar de la imagen de "María en el Sol"
El altar de Santa María está rodeado por un banco de comunión, alojando la imagen milagrosa
de estilo gótico tardío "María en el Sol", realizada entre los años 1470 y 1480. Esta imagen fue
colocada el 18 de octubre de 1693, y presenta a la Virgen sentada sobre la media luna con el
niño Jesús en brazos. En su cabeza lleva la corona de los Habsburgo, y a sus pies una familia
donante de identidad desconocida. La obra puede proceder casi con seguridad de la escuela de
Martín Schongauer, aunque recuerde también a Hans Siebenbürguer, quien trabajó en Viena
en el siglo XV. El altar fue proyectado por Mathias Steinl. Dos figuras de San Judas Tadeo y San
Simón se hallan entre dos ángeles que recuerdan al altar anterior. En la parte superior se
pueden observar las figuras de Dios con el Espíritu Santo. A ambos lados se representan a San
Juan Bautista y a San Benito, a izquierda y a derecha respectivamente.
El altar de San José
El altar de San José es un altar de comunión, construido a comienzos de 1700 y proyectado por
Steinl. Contiene un retablo de Anton Schoonjans realizado sobre metal, que representa a San
José cuando era joven mostrando al niño Jesús a los fieles, y que tiene una firma de 1699.
Aparecen Mateo y Marcos entre los ángeles, y en la parte superior Lucas y Juan. También
alberga una escena de la anunciación colocada sobre el retablo de San José.
El altar de Santa Cecilia
Tiene un retablo hecho en 1701 con el relieve de un escudo como corona. Santa Catalina se
representa arrodillada sobre las nubes. Santa Cecilia y Santa Lucía se encuentran a su lado, y
en lo alto de ellas un ángel rodeado de angelotes sostiene la corona del martirio.24 También
posee estatuas de San Juan Evangelista y un santo barbudo sin ningún tipo de ornamento. En
la parte superior hay una imagen que representa a la Virgen María con el Niño, observando a
los santos del retablo. El altar está coronado con una imagen sobre un pedestal de Santa Isabel
34
de Turingia. El altar fue donado por Nicolás Guillermo Becker; hecho conmemorado con una
inscripción en un escalón.
El altar de San Genaro
Hay un retablo hecho por Martino Altomonte que muestra la gloria de San Genaro sobre la
ciudad de Nápoles. Unos ángeles sostienen el báculo en sus manos, la palma del martirio y los
recipientes que contienen su sangre. Se conoce a Genaro por el milagro de su sangre, existen
pruebas documentales de 1389 y se repite en la actualidad. A sus lados están las imágenes de
San Juan Nepomuceno y San Nicolás. Arriba se representa el martirio de San Vito, patrón del
altar anterior. Santa María Magdalena es la única figura femenina que se puede reconocer. Los
relieves del pedestal muestran la captura de San Genaro y el amansamiento de los leones.
El púlpito
Se descubrió que no es obra de Anton Pilgram, como se creía, sino que es de finales del siglo
XV (anterior a 1480). Está conformado por tres bloques de piedra arenisca, pudiéndose
apreciar las junturas con facilidad. La tribuna de este púlpito nace de su base como una flor
estilizada. Los pétalos vendrían a ser los cuatro íconos de los Padres de la Iglesia. El pilar mayor
central representa el día domingo; día en el que se predicaba desde aquí. Hay doce figuras
medianas que representan los doce Apóstoles. Las restantes iconografías son figuras de
venerados santos y patrones de los oficios.
Los cuatro denominados Padres de la Iglesia, con rasgos similares y asomados en sus
miradores, representan los cuatro temperamentos, y con la figura del "Mirón", las diferentes
fases de la vida. Si se observa de derecha a izquierda se puede ver a San Ambrosio con la mitra
y el libro que representa el tipo sanguíneo, a San Jerónimo con el sombrero cardenalicio y el
libro representando al anciano colérico, a San Gregorio portando la tiara, el libro y la lupa
imitando al escéptico flemático de edad intermedia, y a san Agustín con la mitra, el libro y el
tintero, es el joven melancólico sumido en sus pensamientos.
El púlpito se conforma por tres bloques de piedra, y los llamados cuatro Doctores de la Iglesia
conforman el cuerpo. Hay una simbología numérica asociada a este hecho: tres por cuatro es
igual a doce, esto representa a la doctrina de los Padres de la Iglesia, así como el sermón que
se predica desde aquí, basado en los doce Apóstoles que forman la base que soporta la obra.
La baranda está conformada por rosas con motivos trilobulares y cuatrilobulares, simbolizando
a la Trinidad y a lo terrenal respectivamente. Quien decide subir al púlpito a predicar debe
abandonar todo lo terrenal y pecaminoso y asumir lo divino para poder difundir
adecuadamente la palabra de Dios. La balaustrada está decorada con animales extraños,
serpientes, anfibios y sapos. Los sapos viven en los pantanos y evitan el sol, y se usan para
representar el Mal, al igual que las serpientes. El Bien es representado por los lagartos y
anfibios que prefieren la luz del sol. Se logra de esta manera representar la batalla entre el
Bien y el Mal,28 y se muestra a los lagartos y a las serpientes devorando a los sapos y anfibios.
En lo alto de la baranda se ubica la figura de un perro que evita que las serpientes y lagartos
alcancen al predicador.
Tres pequeñas estatuas neogóticas conforman la entrada a este recinto. Representan la fe, la
esperanza y la caridad; las tres virtudes religiosas. La corona del baptisterio servía de tornavoz
de púlpito, lo que le daba la imagen de un incensario abierto.
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En el denominado "Mirón" se encuentra la figura de un maestro de púlpito anónimo que
seguramente pertenecería al círculo de Niclaes Gerhaert van Leyden. La escuadra y el compás
lo acreditan como constructor, la vestimenta y pelo como ciudadano libre.
Este púlpito fue restaurado en varias ocasiones entre 1652 y principios del siglo XIX. En 1870 se
apuntaló el apoyo, y se llevaron a cabo restauraciones sustanciales en 1878. En 1880 el púlpito
fue desmontado y retirado. Se perdió la policromía original al eliminarse la pintura gris.
Después de haber sustituido algunas partes y haberse restaurado completamente otras, fue
recolocado en su lugar. Una inscripción ubicada bajo el Mirón conmemora esta obra.
Este lugar fue escenario de sucesos polémicos: el 12 de enero de 1552, en tiempos de la
Reforma, el predicador protestante Paulus Speratus con autorización del obispo Georg von
Slatkonia realizó un sermón contra la vida monástica incitándolos a abandonar la vida religiosa.
En este lugar predicó San Pedro Canisio, el primer jesuita alemán y primer predicador de la
catedral.
En el siglo XX, más precisamente el 7 de octubre de 1938, durante la festividad de Nuestra
Señora del Rosario, en un famoso sermón dedicado a la juventud, donde se les incitaba a ser
fieles a Cristo y la iglesia, el cardenal Theodor Innitzer dijo: ¡Sólo uno es nuestro Führer:
Jesucristo! lo que tuvo como consecuencia el asalto de las juventudes hitlerianas al Palacio
Episcopal.
El altar de San Juan Bautista
Hay un retablo construido por Johann Michael Rottmayr en 1708 que representa la imposición
del nombre San Juan Bautista por parte de su padre, San Zacarías.30 Santa Isabel se encuentra
sentada en el centro del retablo teniendo en brazos al niño mostrándoselo a los fieles. A la
izquierda se encuentra la Virgen María arrodillada y atrás se puede observar a San José.
Este altar fue realizado según un proyecto que se acopla artísticamente al pilar gótico y que
estuvo a cargo de Steinl. Sobre el retablo hay una imagen de la Inmaculada acompañada de
otras santas.
La coronación del altar la realiza una imagen de la Trinidad. A la izquierda San Francisco y a la
derecha la venerada imagen de San Antonio de Padua dirigen su mirada hacia la nave en vez
de hacia el altar.
La galería oeste y las capillas laterales dobles
Debajo de Rodolfo el Fundador se construyeron dos capillas dobles: una a la derecha y otra a la
izquierda de las Torres Paganas. Allí se ubica la nave románica que perdura en la actualidad.
El duque Rodolfo fundó el Capítulo de Todos los Santos y ubicó su sede en las dos capillas
superiores que tienen su entrada en la galería. A partir de 1446 se comenzó a abovedar la nave
gótica, y para lograrlo se tuvo que construir un gran ventanal gótico.
En las galerías de las Torres hay además bóvedas de crucería del románico tardío y rosetones
con ruedas de radio y trenzas. Estos elementos eran parte de los ventanales exteriores de la
nave románica.
La parte norte está compuesta por un fresco románico con Cristo en la mandorla y María y San
Juan Bautista a izquierda y derecha respectivamente. Debajo de la escena, en la parte
izquierda se ve una imagen compuesta por una mano sobresaliendo de las nubes señalando a
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una mujer con un niño en brazos. Esta escena puede significar una donación medieval, o
puede indicar el lugar donde se encontraba la galería ducal de los Babenberg.
En 1440 se terminó de construir la capilla superior norte, imponiéndosele el nombre de Capilla
de San Valentín. Desde comienzos del siglo XX se la escogió como lugar de albergue del Tesoro
Cardenalicio iniciado por el duque Rodolfo, y en un altar de estilo neogótico de Ludwig
Linzinger se mantienen las reliquias de varios santos, así como un relicario con las cabezas de
los santos Cosme y Damián. En los armarios se guardan relicarios y custodias con reliquias
varias.32 Los restos de San Valentín descansan en un sarcófago ubicado en el centro de la
capilla. En el museo Catedralicio y Diocesano se exponen desde 1933 unas pocas reliquias
medievales y un relicario con una partícula de la Santa Cruz.
La capilla superior sur está dedicada a San Bartolomé, y se suele denominar capilla real o
ducal. Antiguamente albergaba en sus ventanales la "Vidriera de los Habsburgo": esta vidriera
es como una especie de árbol genealógico, y se conserva en el Museo de Historia de la Ciudad.
Aquí también se encuentran dos figuras: una de San Miguel con las balanzas pesando las
almas, y otra con San Miguel matando el dragón.
En la capilla de la Santa Cruz —también llamada capilla de Morandus, Tirna, Liechtenstein o
Saboya— está la tumba del príncipe Eugenio, colocada precisamente en el centro. Un fresco de
Johann Ender de 1853 y que rodea a un crucifijo tardogótico sirve de ornamento a la pared del
altar. Las figuras de San Leodegario y San Erasmo, a izquierda y derecha respectivamente,
están expuestas en las alas laterales abiertas.
La capilla de San Eligio es la inferior sur, donde está expuesto el Santísimo. Está ornamentada
con claves de bóveda del siglo XIV (Ecce Homo, María y el Niño). Éste es el único retablo de
estilo gótico conservado.
Se encuentra también el altar de San Valentín, donado por el obispo de Chiemse Ludwig Ebner
en 1507, realizado originalmente para la capilla de San Valentín. En el centro se encuentran las
figuras de San Valentín con Santa Otilia y Úrsula en los costados.
Santa Bárbara y Santa Isabel se exponen en la parte exterior de las alas, a izquierda y derecha
respectivamente. Las alas fijas muestran figuras de Santa Catalina (izquierda) y San Roque
(derecha). Hay sobre el altar una diminuta figura de un Ecce Homo que reproduce al original.
A la derecha de la capilla se encuentra una imagen policromada de la Virgen María anterior al
año 1330 y que procede de un viejo convento. La imagen recibe el nombre de la Portera del
Cielo pues ése era el nombre de la calle donde se ubicaba el convento.
En los pilares hay muchas figuras que representan a Santa Ludmila, San Blas, San Eligio, y otros
varios santos desconocidos. En el altar está expuesto el Santísimo en el horario comprendido
entre las 6:00 y las 22:00 h.
La nave de Santa María
El altar de Wiener Neustadt
Este altar es del año 1447, según consta en una placa ubicada en la predela. Fue construido
reutilizando partes ya existentes en el monasterio de San Bernardo en Wiener Neustadt. Fue
ubicado en esta catedral en 1883, emplazado al sur del coro de los Apóstoles, y
posteriormente en 1952 fue trasladado al coro de Santa María. Este lugar alberga el
37
tabernáculo principal de la catedral. Aquí también hay una inscripción con las vocales "AEIOU"
que pueden tener varios significados aunque son todos dudosos.
El altar tiene la característica de ser transformable, y posee cuatro alas. Se originó a partir de
un relicario. Detrás de las alas de la predela hay pequeñas ventanas con trazas góticas donde
se conservaban reliquias.
Escenas de la vida de Santa María son exhibidas en las alas abiertas: Anunciación y Visitación a
la izquierda, y a la derecha Nacimiento de Jesús y Adoración de los Reyes. En las alas cerradas
se muestran escenas de la pasión. Jesús en el huerto de Getsemaní y la Crucifixión a la
izquierda y la Flagelación y Coronación de espinas a la derecha.
Los días laborables se pueden ver cuatro filas de santos sobre fondo oscuro, pues las alas
grandes del altar están completamente cerradas, mientras que los domingos, cuando están
abiertas, las figuras se pueden ver sobre fondo dorado. Hay setenta y dos figuras: algunos
apóstoles, los santos Froilán y Cristóbal y otros menos populares como San Morando.
Los cistercienses tienen una regla muy estricta que prohíbe las esculturas excepto la del
Crucificado y de la Virgen: por esta causa sobre el altar abierto se encuentra un ciclo mariano.
En el centro está María, la nueva Eva, que toma asiento en el trono con el niño Jesús en sus
brazos. A la izquierda se representa a Santa Bárbara con la torre, y a la derecha Santa Catalina
con la espada. Encima se sitúa la escena de la Coronación de María.
El ala izquierda representa el Nacimiento de Jesús y la Segunda Coronación de María. La
adoración de los Reyes se representa en el ala derecha: se observa que ninguno de los tres
Reyes Magos es negro, y la escena representa la adoración al Salvador por las tres edades: el
rey imberbe ubicado a la izquierda simboliza la juventud, el segundo la madurez y un rey de
rodillas la vejez.
En la escena superior se observa el Tránsito de la Virgen rodeada de los Apóstoles. Juan
sostiene a María mientras Jesús toma el alma coronada de su Madre.
Durante el Adviento y la Cuaresma se cierran las alas interiores, y durante Semana Santa todo
el altar completamente.
El cenotafio del duque Rodolfo IV y su esposa Catalina
Se construyó a comienzos de 1460 y actualmente se encuentra muy deteriorado. En la
antigüedad había figuras de sabios y monjes en los baldaquines de la galería, y un recordatorio
a Rodolfo por fundar la Universidad, consistente en dos figuras de Rodolfo y Catalina
adornadas con piedras preciosas.
El monumento funerario se hallaba en el coro central, antiguamente al lado de la entrada de la
tumba. Cuando falleció el emperador Federico III en 1493, el cenotafio fue trasladado al muro
derecho de la nave de Santa María. Finalizada la guerra fue mudado al muro izquierdo, y desde
hace relativamente poco tiempo fue trasladado nuevamente a la derecha del altar.
Los altares laterales
El altar de los santos Pedro y Pablo
Data del 1677, y es el único perteneciente al gremio de los canteros realizado con madera.
Sobre una mesa gótica se inicia una construcción jaspeada similar a la del altar mayor. Al lado
38
del altar de Tobías Pock, que representa la glorificación de los dos apóstoles, se encuentran las
imágenes de los dos santos reyes: a la derecha el emperador Enrique, y el Margrave Leopoldo
a la izquierda. El retablo de arriba representa a los santos postrados a los pies de María. A la
izquierda y a la derecha los santos Sebastián y Roque.
El pie de órgano
Forma un conjunto con el Baldaquín de Füschel situado enfrente. Es una obra del artista Anton
Pilgram impulsada por el Emperador Maximiliano. El maestro hizo un autorretrato donde se le
puede ver asomado a la ventana. El maestro de obras de la catedral no estaba bien
conceptuado entre sus colaboradores, lo que le daba cierta inseguridad y eso se refleja en su
rostro. Tiene una escuadra que lo identifica como arquitecto, y su birrete de doctor y su toga
como universitario. Hay una inscripción en el retrato con la fecha de 1513 que dice "magister".
El primer órgano de la catedral se encontraba sobre la tribuna, y enfrente se ubicaban los
cantores.
El altar de San Francisco Javier
Es un retablo de 1690 que escenifica a San Francisco Javier predicando a un moro. Hay otros
íconos que representan a los santos Nicolás y Guillermo.
La Coronación de la Virgen por parte de la Santísima Trinidad es mostrada en el retablo
superior. En los laterales se encuentran las santas Bárbara y Catalina, y arriba una estatua de
Santa Elena con la cruz. El altar fue donado por el barón Nicolás Guillermo Becker von Walhorn
en 1690, según consta en una inscripción en su base.
El altar de San Francisco
Es una obra de Johann Michael Rottmayr.38 Escenifica la estigmatización de San Francisco de
Asís. Los santos Virgilio y Casiano están a sus lados, y Santa Úrsula en la parte superior con sus
compañeras. Santiago Apóstol y San Mateo Evangelista se ubican a los lados. Se supone que
Mathias Steinl diseñó los planos.
El altar del Sagrado Corazón
Aquí se encuentra el Baldaquín de Pucheim del año 1434, llamado de esta forma porque lo
donó Elisabeth von Pucheim. Fue construido por el artista Hans Puchsbaum. En el altar hay una
figura del Sagrado Corazón procedente del siglo XVIII.
La capilla de Santa Bárbara
Está ubicada en la base de la Torre del Águila, y es un lugar de oración y meditación. Hasta
1986 todavía mostraba signos de la guerra. En 1983 se colocó una cruz tardogótica procedente
de la Parroquia de Schönkirchen, y a los pies del Crucificado se colocaron unas urnas con restos
cremados procedentes del campo de concentración de Auschwitz, entregados por el cardenal
Franciszek Marcharski a su colega Franz König el 10 de septiembre de 1983. En el acto estuvo
presente Juan Pablo II: ese día se celebró la Víspera Europea de la Jornada Católica.
Los ventanales tardogóticos fueron proyectados con vidrieras de Marc Chagall sobre el tema
de la imagen de Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento, pero el artista falleció antes de poder
realizarlo.
39
En la pared oeste del espacio situado bajo la torre norte se encuentra el busto original de un
Ecce Homo de estilo gótico llamado Cristo del dolor de muelas. Se hallaba en el muro exterior,
pero fue reemplazado por una copia en 1960. El nombre proviene de una leyenda; unos
borrachos pasaron por el cementerio de San Esteban y se burlaron de la imagen del Cristo.
Dijeron "Dios tiene dolor de muelas" y le colocaron un pañuelo alrededor de la cara. Por la
noche sufrieron un intenso dolor de muelas que no se aplacó hasta que no se disculparon ante
la imagen.
La nave de los Apóstoles
La tumba del emperador Federico III
La construcción fue encargada a Niclaes Gerhaert van Leydeen por el emperador Federico. Se
construyó con mármol procedente de la cantera de Adnet, cercana a Hallein (Salzburgo). En
1473 falleció Niclaes en Wieiner Neustadt, lugar a donde se trasladó por seguridad la losa en
1479 para protegerla del asedio de Matías Corvino. Regresó a Viena en 1493, antes de la
muerte del Emperador. Los relieves fueron realizados por Marx Valmet, y la balaustrada con
sus cincuenta y cuatro figuras por Michael Tichter de Salzburgo.
La tumba se construyó en tres relieves: sobre una base llena de animales nace una balaustrada
que rodea el sarcófago. En la base de éste se encuentran las figuras de los doce Apóstoles, y en
la parte delantera, que da al oeste, la figura central de Cristo en su papel de Juez del
Universo.41 Se llega a la balaustrada por medio de unos escalones y desde allí se puede
observar el sarcófago. Al lado de la escalera se encuentra la figura del Cristo Resucitado junto a
dos ángeles con los instrumentos de la pasión.
Las fundaciones religiosas del Emperador están representadas por dos escenas en los relieves
de las paredes.41 Las escenas representadas simbolizan las fundaciones religiosas realizadas
por el emperador: en el lado oeste el convento franciscano de San Leonardo en 1463; al sur y a
la izquierda la fundación del monasterio cisterciense de San Bernardo de Wiener Neudstadt,
del año 1463; en el centro la fundación del obispado de Liubliana en 1461, y a la derecha la
fundación del convento dominico de San Pedro de Wiener Neudstadt de 1444. En el lado norte
se sitúa la Encomienda de la orden de San Jorge en el castillo de Wiener Neudstadt (avalada
por el Papa en 1469).41 En el centro se representa la fundación del obispado y el capítulo
colegial de Wiener Neudstadt, y a la derecha el monasterio canónico de San Ulrico.
Hay otras figuras secundarias de príncipes electores, obispos y monjas, y también una figura
yacente del Emperador con las ropas y joyas de la Coronación. Junto al monarca se ubica el
escudo de la Orden de San Jorge, el escudo imperial con el águila bicéfala y el escudo de
Austria sostenido por un león con yelmo. A sus pies el escudo de los Habsburgo, y en el lateral
izquierdo el escudo de Lombardía y el de la Antigua Austria, con las cinco alas y la corona
archiducal en la cual un águila sostiene la corona con las cinco vocales en mayúsculas y el
escudo de Estiria.
La tumba tiene un mensaje iconográfico: en la base hay todo tipo de figuras grotescas y otro
tipo de seres simbolizando la vida pecaminosa del emperador. Sus buenas obras están
representadas en los relieves de las paredes. En el borde superior del sepulcro monjes,
sacerdotes y obispos oran por el eterno descanso del alma del monarca. Hay unos escalones
en la parte este por donde se puede subir a la balaustrada.
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La cruz del jube
Es un recordatorio a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, que se encuentra en la pared
sur del coro de los Apóstoles, donde fue colocada en 1952. En el año 1945 se ubicaba sobre
una reja de estilo renacentista en forma de cruz apoyada en un arco triunfal. Cuando la
catedral sufrió el incendio se quemó parte de la figura del Crucificado, que fue reconstruida
más tarde. Entre 1515 y 1520 se construyeron seis relieves de la pasión que rodean la cruz.
El nuevo órgano
Fue diseñado y fabricado por la empresa Rieger de Austria en 1991, y ubicado en la nave de los
Apóstoles después de quince años de discusiones a causa de razones acústicas, religiosas y
arquitectónicas. Cuenta con cincuenta y cinco registros sobre cuatro manuales. Es un órgano
principal sencillo. Su forma se adapta al estilo barroco de la decoración del interior de la
catedral.
La Virgen de los criados
Según la leyenda, una criada acusada de haber robado se refugió en esta estatua, y se
demostró luego su inocencia. Pero el nombre de esta virgen se origina en su ubicación original,
el altar de la Virgen en la nave de Santa María Magdalena, pues allí concurrían a misa todos los
criados. El humo de las velas la fue ennegreciendo con el paso del tiempo, pero aun hoy es una
de las imágenes que más oraciones recibe.
El altar de San Leopoldo
Está ubicado debajo del baldaquín de Füschel, en el lugar que utilizaban antiguamente los
cantores. Es un altar de estilo neogótico en honor al margrave San Leopoldo. El santo sostiene
en sus manos el escudo de la Baja Austria (denominado de las alondras) y un modelo de la
iglesia. Las estatuas de los santos Colomán y Severino se hallan en la predela.
A la derecha del altar la pared presenta un impacto de bala y una inscripción con el año 1848
que conmemora el año revolucionario en el que hubo luchas dentro del templo.
El altar de la Trinidad
Los planos fueron diseñados casi seguro por Georg Raphael Donner en 1740. El retablo, obra
de Michelangelo Unterberger, está realizado en honor a la Santísima Trinidad. Otras figuras de
arcángeles se ubican a sus lados.
Se puede ver un libro entre ángeles que tiene las palabras "In tres unum sunt". Las esculturas
de este altar son obra de Balthasar Moll. Una sillería de coro barroca separa los altares de la
Trinidad y de San Sebastián.
El altar de San Sebastián
Se desconoce quién es el autor del retablo (data de principios del siglo XVIII). Escenifica el
martirio del santo romano Sebastián. En los arcos se hallan figuras de dos obispos santos no
identificados.
El altar con la imagen milagrosa de María Pocs
Se encuentra sobre el altar sudoeste del denominado Baldaquín de Oexl, de estilo tardogótico.
Fue colocado el 1 de diciembre de 1697 sobre el tabernáculo del altar mayor para su
veneración, y en 1945 fue trasladado a su emplazamiento actual.
41
Pocs es una población ubicada en la diócesis de Eger. La imagen fue pintada por Stephan Pap
en 1676. Es una virgen milagrosa, fama que logró después de derramar lágrimas en 1696
después de haber sido instalada en la iglesia del pueblo. El emperador Leopoldo I la mandó
trasladar a Viena para colocarla en su residencia. Fue expuesta en varias iglesias hasta que
finalmente se la colocó en la catedral.
La imagen fue elevada a la categoría de Palladium después de la victoria conseguida por el
príncipe Eugenio de Saboya sobre los turcos en la batalla de Zenta, el 11 de septiembre de
1697, que fue atribuida a la imagen por el predicador Abraham a Sancta Clara.
La emperatriz Leonor donó un fastuoso marco que lleva el nombre de "marco de la Rosa
mística" aludiendo a la rosa que lleva el Niño Jesús en la mano. En 1776 se reemplazó por uno
de plata más sencillo y coronado por un baldaquín. En la festividad de la inmaculada, el 8 de
diciembre, se utilizan unos adornos que donó también la emperatriz.
La capilla de Santa Catalina o del Baptisterio
Es una capilla de estilo gótico ubicada bajo la torre sur. Las claves de bóveda muestran la Santa
Faz, el Cordero de Dios y la imagen de Santa Catalina portando la espada y la rueda. La capilla
cuenta en la actualidad con un altar neogótico con una estatua gótica de Santa Catalina que
procede del período comprendido entre 1420 y 1430.
Hay una estatua de la Dolorosa a la entrada sobre el muro, y a la derecha otra correspondiente
a San Juan Evangelista que data de 1895. La pila bautismal, realizada por un artista
desconocido, está confeccionada con mármol de Salzburgo. Es del año 1476 y se estrenó en
1481, y posee una placa confirmando la fecha. En sus orígenes estaba ubicada en la nave
central, delante de la reja de la comunión, pero se trasladó a la capilla en el siglo XVII.
En la base de la pila se encuentran las figuras de los cuatro Evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas
y Juan, portando sus atributos en la mano. Sobresale del pie octogonal y muestra en catorce
escenas a Cristo Salvador del Mundo, a los doce Apóstoles, y San Esteban.
En el borde superior biselado de la pila se encuentran grabadas en latín las últimas palabras
del último capítulo del Evangelio de San Marcos:
“Dispersaos y anunciad el Evangelio a todas las criaturas. El que crea y se bautice será salvado,
mas el que no crea se condenará”
La columna heptagonal de la pila se encuentra en el púlpito desde la Segunda Guerra Mundial.
Tiene el aspecto de la aguja de una torre, coronada por una escena del Bautismo de Jesús. En
el muro oeste, ante la capilla, se colocaron en 1947 los restos del monumento barroco a los
turcos que se destruyó al caer la gran campana en 1945. Estaba realizado en honor de la
liberación de Viena de los turcos en 1683, esculpida por Edmund von Hellmer. Tiene una
inscripción en latín realizada por Franz Jachym y otra en alemán de la escritora Paula Von
Predarovic (autora del Himno Nacional de Austria).
IMÁGENES DE LOS PILARES
La catedral posee noventa y seis representaciones marianas en el templo que describen de
forma casi exhaustiva la vida de la Virgen. Son estatuas de piedra o madera, retablos o
representaciones aisladas o grupales en los monumentos funerarios. Numerosas imágenes
están repetidas debido a las donaciones de la burguesía, aludiendo a la dedicación del templo
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a Todos los Santos. Las figuras de piedra o barro están en concordancia con las reliquias,
altares o las capillas de la iglesia.
LAS SEPULTURAS
La catedral alberga quince tumbas, incluidas la del duque. Las sepulturas constituyen un
conjunto de pasillos y cámaras que se distribuyen en el sótano de la catedral y otra parte
debajo de la plaza de San Esteban, hacia el nordeste. Se realizaron entierros hasta 1783,
cuando José II prohibió esta práctica.
LAS CAMPANAS
Los campanarios de la catedral se hallan ubicados en las torres de la catedral, se utilizan para
brindar espectáculos musicales durante las festividades religiosas y las misas dominicales.
Se destaca la campana Pummerin, actualmente funciona una réplica de la original, destruida
por el incendio de 1945.
LAS SACRISTÍAS
Sacristía superior
Se correspondía originalmente con la Sala Capitular. Es un espacio con bóveda de crucería y
claves de bóveda ornamentales, ubicada en la parte sur del altar mayor, refaccionado en el
siglo XVII y modificado en 1718.
Los frescos son obra de Martino Altomonte y escenifican la vida de San Esteban. Hay un
lavamanos de mármol barroco con un relieve metálico y una representación del Bautismo de
Jesús.
Sacristía inferior
Está ubicada en la parte sur del templo reemplazando una sacristía gótica. La primera estancia
posee una decoración en estuco obra de Giovanni Antonio Tencala, en el techo hay un fresco
que representa el Sacrificio de Elías, realizado por Martino Altomonte; se encuentra
enmarcado por bustos de estuco que presentan diferentes profetas. Hay un crucifijo grande de
madera de estilo gótico del año 1420.
Se encuentran las figuras de María y Juan realizadas por Franz Xaver Messerschmidt en el año
1768. Enfrente hay una representación plástica de Moisés con las tablas de la Ley.
Sacristía del obispo y de los canónigos
Posee también valiosos estucos y frescos realizados por Altomonte. Está decorado haciendo
referencia al Nuevo Testamento. El fresco del techo muestra a San Pedro recibiendo las llaves,
fue realizado en 1730. La cinta contiene las palabras en latín del Evangelio de San Mateo: "Tú
eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las fuerzas de los infiernos no
prevalecerán contra ella".
Los pequeños medallones muestran a los cuatro Evangelistas y la Anunciación de la Virgen. En
la puerta de la entrada se puede ver la figura de la iglesia. El mobiliario de la sacristía y dos
lavamanos fueron diseñados casi con seguridad por Georg Raphael Donner. Georg Hillebrand
realizó los relieves.48
43
EL TESORO CATEDRALICIO
La sacristía inferior no sufrió daños durante el incendio, por lo que se conservaron muchos
ornamentos y objetos religiosos que actualmente se siguen usando. Contiene los ornamentos
del obispo Philipp Friedrich Graf Breuner, catalogados en grandes y pequeños: los grandes se
encuentran en su estado original y son los más importantes del primer Barroco. Por su parte,
los pequeños fueron rediseñados en el año 1647 utilizando como base unos tejidos anteriores.
Hay objetos en desuso en la actualidad, como los zapatos y las medias pontificales, los guantes
o el manípulo. El Atlas con bordados de oro se utiliza anualmente en la festividad del 26 de
diciembre. Además, en la festividad del 8 de diciembre se utilizan los ornamentos de la
emperatriz Leonor, realizados en el año 1697, adornados con decoraciones florales y bordados
de varios colores.
El papa Pío VI donó en 1782 varias casullas; una de color blanco es utilizada en la misa de
Pascua por el Arzobispo. Hay muchas obras de arte conservadas en el Museo Catedralicio y
Diocesano y otras en el Museo de Historia de la Ciudad, como el antiguo tabernáculo del altar
mayor y las estatuas originales de la torre sur.
44
CEMENTERIO CENTRAL DE VIENA ‐
ZENTRALFRIEDHOF
El cementerio central de Viena es el más grande del país y uno de los más grandes de Europa.
En él están enterrados personajes tan ilustres como Beethoven, la família Strauss, Sigmund
Freud, Otto Wagner… (Mozart no está, ya que fue enterrado en una fosa común). A diferencia
de lo que se pueda pensar, el cementerio es un lugar digno de ver, un atractivo turístico más
de la ciudad en el que reina la paz y el silencio y dónde los vieneses van, no sólo a ver a sus
muertos, sino también a pasear, hacer footing y a disfrutar de la frondosa vegetación del
cementerio. En él se reúnen turistas, vieneses y gente que viene de cualquier parte del mundo
para ver la tumba de su ídolo.
El cementerio central vienés fue abierto a sus tranquilos usuarios en 1874.Desde la mitad del
siglo XIX, el consistorio vienés ya había visto que, con la prosperidad que había traido la
monarquía del emperador Paco Pepe, la población de Viena estaba creciendo a buen ritmo y,
si los vivos crecían, naturalmente también crecía el número de difuntos. Los cementerios que
había en el extrarradio, en lo que entonces, en su mayoría, eran aún pueblecitos y hoy son
barrios de Viena, estaban al límite de su capacidad, con lo cual, en 1863 se convocó un
concurso para que se presentara el proyecto de un cementerio de capacidad si no inagotable si
por lo menos inagotable en el futuro próximo. Se barajaron antes diferentes localizaciones,
pero se eligió la actual merced a un estudio geológico en el que se valoró la capacidad del
suelo de propiciar la descomposición de los cadáveres sin causar mayores problemas de salud
pública (sic). Entre 1871 y 1874, en solo tres años, se abrió la necrópolis vienesa.
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El Cementerio Central, que ya está, hoy por hoy, muy lejos del centro, en aquella época lo
estaba doblemente, porque a nadie se le ocurrió pensar en los deudos que tendrían que ir a
ver a los difuntos y que, en aquel tiempo, tenían que emprender una larga excursión. Por otro
lado, además, los cementerios antiguos, como el de Sankt Marx –lugar, por cierto, en el que
está enterrado y no está enterrado Mozart– fueron cerrados y no se permitieron más
enterramientos. Con lo cual, muchas familias se vieron en la tesitura de pasar la eternidad
separadas. Y un viaje tan largo, y encima solo, pues qué quieres, da perezón.
Los ricos y famosos, en resumen, no querían ir a enterrarse en un sitio con tan poquísimo
glamour (ossea) y, por eso, la municipalidad se lanzó a la caza de medidas de marketing para
vender el Zentralfriedhof como el lugar de descanso eterno perfecto.
En primer lugar, se instituyó la zona de las tumbas de hombres ilustres (para lo cual se vaciaron
las tumbas de los antiguos cementerios de personas célebres, como Beethoven o Schubert, a
Mozart no se le encontró y, en 1910, se levantó la iglesia modernista que hoy es la seña de
identidad del cementerio. Está bajo la advocación de San Carlos Borromeo, pero durante
mucho tiempo se la conoció como la Karl Lueger Kirche, porque allí, en aquella iglesia, está
enterrado Karl Lueger –un día de estos tengo que hablar de él, porque menudo bicho‐; fue el
alcalde favorito de Viena hasta 1910, en que murió, y el alcalde favorito de Hitler.
El cementerio está dividido en varias partes: la parte cristiana, la protestante, la judía, la
budista y la del resto de religiones. Es muy interesante ver las diferencias entre lápidas y
mausoleos de los diferentes grupos. Por ejemplo, la parte cristiana es bastante espectacular,
ya que la mayoría de los vieneses son católicos y, aquí en Austria, se la de mucha importancia a
la muerte y todo lo relacionado con ella. Así que esa zona (que es la más grande) se compone
de lujosas estatuas, majestuosas y recargadas, lápidas hiper trabajadas, mausoleos que son
verdaderas obras arquitectónicas… todo muy grande y con mucho detalle. La parte budista, sin
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embargo, son pequeños trozos rectangulares de piedra colocados en el suelo, rodeados de
árboles decorados con mandalas y banderas. Por otra parte, la parte judía fue medio destruída
durante la Segunda Guerra Mundial, así que han habilitado otra parte del cementerio conocida
como el nuevo cementerio judío. Sin embargo, el viejo cementerio judío lo han dejado intacto,
así que se puede ver las tumbas y lápidas rotas.
Hablando de la Segunda Guerra Mundial, hay que remarcar que durante esa época el
Zentralfreidhof fue un lugar muy importante para los vieneses. No era un punto de interés al
que tirarle bombas así que, aprovechando la calma que reinaba en él, lo utilizaron para plantar
verduras y tubérculos y así tener algo que comer.
Finalmente, algunas cifras: el Zentralfriedhof tiene 2.5 Kilómetros cuadrados y 330.000 huesas,
lo cual lo convierte en una de las necrópolis más grandes de Europa (La Almudena, en Madrid,
es algo más pequeño, con 300.000 huecos). El cementerio es accesible con la línea de tranvías
71, que te deja en la misma puerta (bueno, en varias de sus puertas) y por eso, los vieneses,
llaman a morirse “coger el tranvía 71”.
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CRIPTA IMPERIAL DE VIENA ‐ KAISERGRUFT
Antes de que el Convento de los Capuchinos fuera erigido para albergar en sus entrañas la
Cripta Imperial de la Casa Habsburgo (siglos más tarde Habsburgo‐Lorena), los emperadores y
emperatrices austro‐húngaros eran inhumados en diferentes lugares según sus preferencias.
Fue el emperador Fernando III (que gobernó de 1637 a 1657) el que institucionalizó la cripta
capuchina como hereditaria de la Casa Habsburgo. Vayamos algo más atrás en la historia.
Detalle de uno de los ataúdes de bronce, concretamente el perteneciente a Eleanora, hija del
emperador Fernando III, en la Cripta de Leopoldo. No fue un personaje especialmente
importante en la corte vienesa, pero los detalles de su sarcófago me llamaron la atención en
ese momento.
En 1599 los Capuchinos se establecieron en Viena, pero fueron a un convento de prestado por
algunos años. Tiempo más tarde, en 1617, la joven emperatriz consorte Ana, esposa de Matías
I, escogió la zona del Nuevo Mercado, en pleno centro de Viena, para alzar allí un monasterio
regido por estos padres capuchinos en el cual serían depositados los cuerpos de ella y su
marido una vez fallecidos. El 15 de diciembre de 1618 murió Ana. Tres meses más tarde le
seguía su marido el emperador. Ni el edificio ni la cripta estaban terminados... De hecho se
pondrían las primeras piedras en el último trimestre de 1619 ya que la emperatriz Ana dejó en
su testamento una herencia de 10.000 florines para fundar la iglesia y de 12.000 florines para
la consecución de un altar y una capilla funeraria. Su intención era firme: quería reposar junto
a su marido allí sí o sí. Hoy en día la capilla donde reposan los emperadores Ana y Matías se
conoce con el nombre de Gründergruft o Cripta de los Fundadores. Sus cuerpos fueron
confiados para su descanso eterno en 1633 y se esconden tras una preciosa celosía barroca
que suele estar abierta.
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Los sarcófagos de bronce de los fundadores reposan en una pequeña salita a la entrada de la
cripta que casi podría pasar desapercibida por su minúsculo tamaño llamada Gründergruft.
Como ya he escrito algo más arriba, el sobrino de Matías I, Fernando III, estableció como
necrópolis imperial a esta cripta capuchina y entonces comenzaron las obras de ampliación
que no fueron terminadas antes de que este muriera. En fin, si yo hubiera sido monarca
austro‐húngaro, me daría mucho miedito plantearme cualquier tipo de ampliación en esta
cripta, ¿no creen? La obra fue finalizada por su hijo y heredero Leopoldo I y de ahí su nombre:
Leopoldgruft o Cripta de Leopoldo.
Sarcófagos bellamente decorados en la Cripta de Leopoldo. Les diré que no son los más
espectaculares del recinto....
La cripta de Leopoldo se llenó en un periquete por gracia, o mejor dicho desgracia, de
epidemias y partos difíciles así que en 1710 se promovió otra ampliación. En 1720, ya con el
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emperador Carlos VI, se comenzaron las obras de la Karlsgruft o Cripta de Carlos y en 1740
comenzaron en el ala oeste las obras de la Maria Theresiagruft (Cripta de María Teresa) que
fueron echadas abajo en 1748 porque a la emperatriz le parecía pequeña. Claro que si nos
detenemos ante la majestuosidad del sarcófago (un poquito más abajo tienen la foto) que
comparte con su marido, no me extraña que cualquier cosa le pareciera diminuta.
Columbario en la Cripta de Leopoldo que, poco después de ser terminada, se quedó pequeña
por la cantidad de muertes que se produjeron en un breve periodo de tiempo en la familia
Habsburgo.
Vista general de las impresionantes urnas que se ubican dentro de la Cripta de Carlos,
posiblemente los más espectaculares tras la de la propia emperatriz María Teresa y su esposo.
Al fondo se puede vislumbrar, justo al lado de la actual entrada, el nicho que alberga el
corazón de María Ana, hija de Leopoldo I, esposa de Juan V de Portugal. El resto de su cuerpo
reposa en la cripta real de San Vicente de Fora (Lisboa, Portugal).
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En 1753 bajo la supervisión de los arquitectos Jean Nicola de Ville‐Issey y Nicolás de Pacassi
(que también ampliaron los palacios de Schönbrunn y de Hofburg) construyen la Cripta de
María Teresa. Josef Ignatz Mildorfer se encargaría del fresco que decora la bóveda de la cripta,
con el tema "La visión del profeta Ezequiel", y Balthazar Ferndinand Moll sería contratado para
tañer el precioso y gigante sarcófago doble de los emperadores María Teresa I y Francisco I, su
esposo.
Debería de haber sacado algún turista despistado al lado de semejante bestialialidad broncínea
para que ustedes, queridos lectores, se pudieran percatar de la magnitud colosal que es el
sepulcro doble de María Teresa y Francisco. Ô_Ô En los frontales podemos ver esculpidas en
relieve escenas importantes de la vida de los emperadores, como por ejemplo la coronación de
María Teresa como emperatriz en la Catedral de Praga (a la izquierda) y también la coronación
de la emperatriz pero en Bratislava (a la derecha).
Detalle de la tapa del sarcófago que alberga los restos de los emperadores Francisco y María
Teresa, los más queridos por la población austriaca, mucho más que la emperatriz Isabel (más
conocida por todos nosotros como Sisí).
51
En 1787 la cripta fue clausurada por José II (hijo y sucesor de María Teresa y Francisco),
tabicando con ladrillo todas las entradas y ventanas, permitiendo solo el paso quitando una
piedra que hacía las veces de puerta para posibles futuros entierros. En cualquier caso también
prohibió las visitas a la misma. Su hermano y sucesor Leopoldo II la reabrió.
Las últimas obras que han acontecido en la Cripta de los Capuchinos vienesa se remontan a la
cercana fecha de 2004 año en el que se instalaron el aire acondicionado y se abrió un nuevo y
definitivo paso a la derecha de la iglesia. Pero de 1787 a esta última reforma en el presente
siglo la cripta fue ampliada cuatro veces más con las criptas de Francisco, de Fernando o
Toscana (ni una foto tengo de esta, ¿por qué? pues no les sabría explicar con exactitud porque
es divina, pero...), de Francisco José y la Nueva Cripta.
Vista general de la Cripta de Francisco, con el sepulcro de Francisco I/II flanqueado por las
cajas de sus cuatro esposas.
La Nueva Cripta.
En total, contando los dos recientes enterramientos de Otto de Habsburgo‐Lorena y su mujer
Regina de Sajonia‐Meiningen, son 148 personas las que allí reposan: 12 emperadores, 17
emperatrices, 116 archiduques y archiduquesas. Solamente una persona ajena al linaje de los
Habsburgo, la condesa Carolina von Fusch‐Mollardt, preceptora y dama de honor de la
52
emperatriz María Teresa, también preceptora de muchos de sus hijos, fue inhumada al lado de
ella por expreso deseo de la misma emperatriz. Cuando fui a la cripta no sabía esta historia (lo
supe un día después, visitando el Palacio de Schönbrunn), así que la fotografía que aquí
muestro del féretro pertenece al magnífico foro de Enterramientos Reales ¡no se lo pierdan!
La urna funeraria de la única persona que no perteneció a la familia Habsburgo: la condesa
Carolina von Fusch‐Mollardt. Está situada justo detrás del sarcófago de los emperadores María
Teresa y Francisco.
Cortesía del foro Enterramientos Reales.
Me podrán decir que la Historia es aburrida, ¡ja!, pero pienso que es como leerse el ¡Hola! de
hace unos cuantos siglos. (No les he puesto enlaces en todos los nombres que aparecen en
esta entrada porque habría sido una locura. Si quieren saber quién es quién dentro de los
enterrados en la cripta, pinchen aquí. ) ;‐D
Pero, si la historia de las monarquías les aburre soberanamente con tantos hijos de padres,
madres, abuelos, tíos, tías y sobrinas, empecemos con el rito funerario de la Cripta de los
Capuchinos, porque ríanse ustedes de los faraones del Antiguo Egipto... Por lo pronto les diré
que únicamente dos de los enterrados están completos y sin embalsamar, ambos en la Nueva
Cripta: Carlos de Lorena, obispo de Osnabrück, y Enriqueta de Nassau‐Wielburg, la mujer del
archiduque Carlos y única protestante del lugar.
Una vez fallecida la persona se procede al ceremonial de embalsamamiento en el cual se
extraen los intestinos, el cerebro y los ojos que van a parar a una urna de cobre que se
depositará en la Cripta de los Duques de la Catedral de San Esteban en Viena. El corazón,
protegido en una urna de plata, suele ir a parar a la Cripta de los Corazones de los Habsburgo
de San Agustín, también en Viena, aunque cierto es que el corazón puede ser depositado en el
lugar que el finado haya expresado en vida.
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El muerto (o lo que queda de él) reposará en un ataúd de madera decorado con terciopelo y
detalles metálicos en función de su categoría monárquica. Los féretros de los monarcas y sus
cónyuges son cubiertos con terciopelo negro y decorados con detalles en oro. Los archiduques
y archiduquesas con terciopelo rojo y plata. Estas urnas, por decirlo de alguna manera, básicas
son introducidas en un elaborado sarcófago que se ha ido diseñando en vida del fallecido
normalmente.
Todos los sarcófagos tienen dos llaves. Una queda en posesión de los padres capuchinos y la
otra quedaría en posesión de la familia real, pero ahora mismo se pueden ver todas las llaves
de los ataúdes expuestas en la Capilla del Tesoro del palacio de Hofburg.
El cortejo funerario puede comenzar o bien en la capilla del Hofburg o bien en la catedral de
San Esteban y se dirigirá siempre hacia las puertas del Convento de los Capuchinos. Es en las
puertas de la iglesia donde el custodio del panteón imperial junto a los padres capuchinos y
otros miembros espirituales esperan la procesión, que dejarán entrar en la iglesia decorada
para la ocasión con los escudos de armas de la persona dispuesto sobre negro.
Antes del funeral propiamente dicho, mientras el ataúd está situado en un pedestal en el
centro de la iglesia, el cuerpo se lleva a la luz para que los que le velan se cercioren que es de
quien habla el maestro de ceremonias, vamos, como una especie de identificación del cadáver.
Unas semanas después el féretro de madera se sitúa dentro del sarcófago metálico en
absoluto silencio y entonces se procede a la bajada a la cripta que también tiene su protocolo.
Al llegar a la puerta de bajada de la cripta el maestro de ceremonias, normalmente el gran
chambelán del monarca, la golpea con una especie de bastón. El custodio de la puerta
pregunta "¿quién solicita entrar?" Es entonces cuando el maestro de ceremonias responde con
el nombre del fallecido seguido de absolutamente todos los títulos ‐grandes y pequeños‐ del
muerto.
La puerta permanece cerrada y el custodio contesta "no le conocemos". En este momento el
maestro de ceremonias golpea una segunda vez y contesta a la pregunta del guardián de la
puerta "¿quién solicita entrar?" con el nombre del finado y los títulos nobiliarios más
importantes únicamente. Obtendrá la misma respuesta: "no le conocemos". Solo después de
que el maestro de ceremonias responda a la tercera idéntica pregunta del custodio con el
nombre del fallecido, sin apellidos ni títulos al que añadirá la coletilla "un pobre pecador", la
puerta se abrirá y continuará el cortejo fúnebre hasta el lugar de reposo eterno.
Les dejo con alguna fotografía más de esta preciosa cripta y les invito a que la visiten en sus
viajes a Viena. ¡Es espectacular!
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Detalle del sarcófago de José I, diseñado por Lucas de Hildebrandt. En él se muestran las
hazañas llevadas a cabo por el emperador en vida. El sarcófago está sujetado por cuatro
calaveras adornadas con sendos yelmos. También podemos ver un par de ángeles, crucifijo y
corona Imperial Germana situados encima de la tapa.
El sarcófago de la emperatriz Isabel Cristina es un aparatoso nido fabricado con estaño que se
apoya en una base de mármol. El relieve que se puede ver desde el pasillo muestra el día de la
boda de la emperatriz y el emperador Carlos VI en Barcelona. Sobre dos almohadones
podemos ver la corona de Rodolfo II, la corona de Castilla y la corona de Hungría y Bohemia.
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Ángeles sujetando el medallón con la efigie de Isabel Cristina, esposa del emperador Carlos VI.
Una de los cuatro genios con el semblante oculto que custodian las esquinas del sarcófago de
Isabel Cristina. ¡Preciosos!
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Vista general del sarcófago del emperador Carlos VI, justo en frente del de su emperatriz Isabel
Cristina. La caja está ricamente decorada con el monograma del monarca bordeado de hojas
de roble. En los frontales se pueden observar relieves de la Batalla de Zaragoza. Reposando
sobre almohadones nos encontramos el sombrero de archiduque, cetro, espada, el Toisón de
Oro, el Orbe y otros símbolos que aluden al poder del Sacro Imperio Romano Germánico.
Una plañidera y un niño sujetan el medallón con la talla del perfil del monarca.
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Al emperador Carlos VI le custodian cuatro calaveras coronadas con la corona húngara de San
Wenceslao (en la foto), la corona Imperial Germana, la corona del Sacro Imperio Romano
Germánico y la corona de Castilla (básicamente por sus pretensiones a la corona del Reino de
España en la Guerra de Sucesión que se desató en nuestro país tras la muerte sin herederos de
Carlos II entre Francia y Austria y que ganó finalmente el país galo).
Se puede observar en el fondo el sarcófago en bronce de María Josefa, princesa de Baviera y
segunda esposa de José II. El monumento se nutre del estilo tardo rococó y está apoyado
sobre una base de mármol. En él podemos ver los escudos de armas de la fallecida decorando
los frontales y los laterales. Encima reposan la corona Imperial Germana, la corona Imperial de
Hungría y Bohemia y la Cruz de la Orden de la Estrella. Una plañidera, que porta en una de sus
manos un corazón ardiente, y un angelito sujetan el medallón con el busto esculpido de la
princesa.
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Detalle del sarcófago de María Teresa, hija de José II e Isabella de Parma (su primera y
amadísima esposa), que murió repentinamente no habiendo cumplido los ocho años. Además
de los símbolos de Hungría, Borgoña, Etruria, Austria y Lorena se puede observar que la figura
yacente de la niña está rodeada de bouquets de flores. Su cabecita reposa sobre dos
almohadas.
Tres son los féretros que nos encontramos en la Cripta de Francisco José. De izquierda a
derecha: la emperatriz Isabel (Sisí), su esposo el emperador Francisco José I y el príncipe
heredero Rodolfo.
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Sin lugar a dudas la leyenda de Sisí Emperatriz vive aún ardientemente en el corazón de los
visitantes de la Cripta de los Capuchinos ya que su ataúd y el de su hijo y heredero Rodolfo son
los más recompensados con flores y notas de agradecimiento. Los húngaros siguen adorando a
la que consideran su reina.
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EDIFICIO PARLAMENTO DE AUSTRIA
El edificio del Parlamento de Austria es una popular atracción turística en Viena, así como uno
de los edificios más notables en el Ringstrasse.
Este edificio fue diseñado originalmente para alojar el parlamento para el Imperio de los
Habsburgo y ahora sirve como sede de la dos cámaras del Parlamento austríaco. Tomó 10
años para construir desde 1873 hasta 1883 y fue diseñado por el notable arquitecto Baron
Theophil von Hansen.
Hansen escogió deliberadamente un estilo griego para la construcción como un recordatorio
de la antigua Grecia como “cuna de la democracia”. Hansen fue criticado porsu diseño,
y lo defendió diciendo: “Los antiguos griegos fueron los primeros en amar la libertad y la
regularidad por encima de todo, y fue su estilo que, además de su severidad pronunciada
yregularidad, permite una gran libertad de desarrollo”.
Al igual que muchos de los lugares dentro del Ringstrasse de Viena, el edificio del parlamento
austriaco apareció en la segunda mitad del siglo 19 como parte del proyecto de
expansión que siguió a la demolición de la muralla de la ciudad antigua y la renovación
urbana.La arquitectura está decorada con estatuas de historiadores griegos y romanos,
stadistas y académicos. Probablemente la más conocida es la fuente con la estatua de tenea. a
fuente tiene una cuenca ricamente decorada, por encima de la cual se encuentra Atenea, la
diosa de la sabiduría. A los pies de Atenea están cuatro figuras que representan el Danubio,
Inn, Moldava y Elba, los ríos más importantes del antiguo imperio austro‐húngaro.
Lamentablemente, el interior de este impresionante edificio fue dañado sustancialmente
durante la Segunda Guerra Mundial, pero los trabajos de renovación han tenido lugar
recientemente para restaurar las habitaciones dañadas a como estaban alguna vez.
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La entrada principal es una copia de la puerta de Erecteión en la Acrópolis de Atenas. Detrás
de la entrada se encuentra el Gran Salón de Pilares. La sala de 40 metros de largo tiene
24 pilares de mármol de estilo corintio. Los capiteles de los pilares están recubiertos de oro de
23 quilates y los pisos de mármol pulido a la perfección.
El edificio del Parlamento es de fácil acceso en transporte público e incluso se puede llegar
fácilmente a pie desde la mayor parte del centro de Viena. Las visitas públicas están a
disposición, a pesar de que no se llevan a cabo todos los días. Las entradas se pueden comprar
en el sitio, y no es necesario reservarlas con antelación.
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HUNDERTWASSERHAUS
Si somos amantes de la arquitectura y nos gustan los edificios rocambolescos y repletos de
color, no debemos perdernos el rincón de Viena –la hermosa capital de Austria– en el que se
encuentra la Hundertwasserhaus. Sí, el nombre es algo complejo, pero os aseguro que el lugar
merece mucho la pena y que no dejará indiferente a ninguno de sus visitantes.
La Hundetwasserhaus se encuentra en el distrito 3 de Viena. Se trata de un asombroso
complejo residencial que se construyó entre los años 1983 y 1986, que alberga casas y edificios
con formas irregulares repletas de colorido y vegetación. Su peculiar nombre procede del
hombre que estructuró e ideó el lugar, Friedensreichh Hundertwasser. En este emplazamiento
deberemos olvidarnos de la típica concepción europea de viviendas, ya que en su estética, de
superficies amorfas, rompe con todo lo previamente establecido.
Algunos motivos de la construcción podrían recordarnos al estilo de arquitectos como el gran
Antonio Gaudí, máximo representante del modernismo catalán, y a alguna de sus obras como
la Casa Batlló. En la Hundertwasserhaus no sólo encontraremos edificios del ideólogo Friedrich
Hundertwasser, pues los arquitectos Peter Pelikan y Heinz M. Springmann también dejaron
plasmado su estilo. El propio Hundertwasser decía un día que “un pintor sueña con casas y una
buena arquitectura, en la cual el hombre sea libre y se haga realidad ese sueño”.
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Y es que Hundertwasser llevó a cabo su sueño creando este complejo de viviendas llenas de
color, líneas, motivos de cerámica y formas irregulares, acompañadas de una frondosa
vegetación compuesta por 250 árboles y arbustos. Este tipo de arquitectura es conocida
también como “arquitectura juguetona”. Por todo ello, visitar la Hundertwasserhaus debería
ser una parada imprescindible durante nuestra estancia en Viena, puesto que quedaremos
asombrados de la belleza que reside en cada ladrillo del barrio.
En el edificio se encuentran 52 viviendas, 4 locales de negocio, 16 terrazas privadas, un jardín
de invierno, 3 azoteas comunitarias y 2 áreas de juegos infantiles.
Por desgracia, poco después de la inauguración, la conversión a la utilidad práctica ha sido
incompleta. Las tejas de la azotea comenzaron a reblandecerse, el uso de plantas ha generado
gastos adicionales debido a sus raíces (especialmente después de que el maestro variara la
posición durante la construcción), o los cristales de la fachada deben limpiarse mediante
andamios y elevadores.
Si pensábamos que en la Hundertwasserhaus viven personas adineradas, estábamos
equivocados. En el lugar vive gente de a pie, aunque quizá un poco cansada de la arquitectura
convencional. Miles de turistas visitan cada día este complejo de viviendas que es,
posiblemente, el más famoso de toda Viena. Ese es el precio a pagar de sus habitantes por vivir
en un lugar tan peculiar.
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IGLESIA DE SAN CARLOS BORROMEO –
KARLSKIRCHE
La Iglesia de san Carlos Borromeo (en alemán, Karlskirche) es una iglesia barroca de Viena,
situada en Kreuzherrengasse, 1, en la parte sur de Karlsplatz, al borde del primer distrito, y
doscientos metros por fuera de la Ringstrasse.
ORIGEN
Durante la fuerte epidemia de peste que azotó Viena en 1713 y que se cobró la vida de unas
8.000 personas, el emperador Carlos VI prometió que, tan pronto, como la ciudad se viera libre
de esta calamidad, levantaría un templo dedicado a San Carlos Borromeo, arzobispo de Milán y
héroe de la epidemia de peste de 1576. Al año siguiente de la epidemia se anunció un
concurso para el proyecto de la iglesia que fue adjudicado a Johann Bernhard Fischer von
Erlach. Los fondos que permitieron sufragar la construcción de la iglesia fueron aportados
forzosamente por los judíos de Viena{{Viena cultura y arte}}. La iglesia es un símbolo de poder
religioso y político de la dinastía imperial de los Habsburgo.
Las obras se iniciaron en 1716, y tras la muerte del arquitecto en 1723, las obras fueron
continuadas, hasta su terminación en 1737, por su hijo Joseph Emanuel Fischer von Erlach.
ESTRUCTURA Y DECORACIÓN
La iglesia constituye una obra maestra del eclecticismo barroco, en el que se combinan
diferentes estilos: la fachada central representa un pórtico griego, las columnas a su lado son
de inspiración barroca y sobre la entrada domina una gigantesca cúpula. Los dos pabellones
laterales muestran influencias del barroco romano y decoración oriental. 1 El edificio tiene una
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altura de 80 metros por unos 60 de ancho y constituye el segundo templo más amplio de la
capital después de la catedral de San Esteban.
Exterior
En el exterior destaca el frontis en el que se incluyen las dos columnas citadas, con relieves que
muestran periodos de la vida de San Carlos Borromeo. Están inspiradas en la columna Trajana
de Roma y su decoración espiral presenta escenas de la vida de San Carlos Borromeo. El tema
que se representa en la columna izquierda es la constancia y el valor en la de la derecha.1
En el frontón se encuentran relieves obra de Giovanni Stanetti, que describen los sufrimientos
de la ciudad durante la peste de 1713, la estatua del santo patrón corona el frontón. La
escaleras de la entrada se encuentra flanqueada por ángeles que representan el antiguo y el
nuevo testamento.
Interior
El interior alberga tallas y retablos realizados por los artistas más famosos de la época como
Daniel Gran y Altomonte. Destaca la cúpula en la que se pueden contemplar un fresco pintado
por Johann Michael Rottmayr de Salzburgo, realizado entre 1725 y 1730, denominado "La
apoteosis de san Carlos Borromeo" y que sería el último encargo que cumplió el artista. En él
se representa la intercesión de Carlos Borromeo, con el apoyo de la Virgen María, y en torno a
ellos las virtudes cardinales.1
El altar mayor en el que participaron Alberto Camesina y Ferdinand Maxmilián Brokoff,
presenta un relieve de estuco con San Carlos sobre una nube, ascendiendo a los cielos.
Los pabellones que conducen a las entradas laterales tienen decoración de influencia china.
Los frescos de las capillas laterales fueron pintados por Daniel Gran.
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LA BIBLIOTECA NACIONAL AUSTRÍACA
La Österreichische Nationalbibliothek fue construida por Johann Bernhard Fischer von Erlach,
el arquitecto de Schönbrunn, Karlskirche y otros grandes edificios vieneses, y por su hijo
Johann Emanuel en el siglo XVIII. Es la biblioteca barroca más grande de Europa y está situada
en el Palacio Imperial, en el Hoffburg, ocupando una de sus alas.
La biblioteca, a pesar de ser tan antigua, aún funciona como tal y tiene la entrada abierta al
público, con 20.000 libros de divulgación general, otros tantos sobre la reforma de Martín
Lutero y 15.000 que pertenecieron a Eugenio de Saboya.
Lo más impresionante es su sala principal, la cual mide 80m2 y 20 metros de alto, con una
cúpula llena de frescos de Daniel Gran.
Si tenéis tiempo, no dejéis de ir a ver la Biblioteca Nacional Austríaca, ya que es un regalo para
la vista y un ejemplo más de la imperialidad vienesa.
Está en la plaza Josefsplatz 1, en el distrito 1 y podéis llegar en metro con la línea U3, estación
Volkstheater o Herrengasse. El precio de entrada son 7€ (aunque los menores de 19 años
tienen entrada libre) y los horarios son:
De martes a domingo de 10:00h a 18:00h
Jueves de 10:00h a 21:00h
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MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VIENA
El Museo de Historia Natural de Viena (en alemán, Naturhistorisches Museum Wien o NHMW)
es un museo de historia natural situado en Viena, Austria.1 2 Las colecciones se exponen sobre
una superficie de 8.700 m2, y en su web se puede realizar una visita virtual a las instalaciones.2
Las primeras colecciones del museo de artefactos se iniciaron hace más de 250 años.1
Para el año 2011, el museo albergaba aproximadamente 30 millones de objetos y el número
sigue creciendo. Las colecciones formadas por alrededor de 25 millones de especímenes y
artefactos que no se muestran en la exposición son esenciales para el trabajo de unos 60
científicos de la plantilla. Sus campos de investigación son amplios: desde los orígenes del
Sistema Solar y la evolución de los animales y las plantas a la evolución humana, así como
tradiciones y costumbres prehistóricas.
EL EDIFICIO
El principal edificio del museo es un palacio que ha acomodado las colecciones crecientes,
desde la apertura al público en 1889 como Museo Imperial de Historia Natural.1 Sin embargo,
algunas de las colecciones se habían trasladado desde edificios aún más antiguos, como la
Biblioteca Nacional de Austria, que contenía las colecciones del Gabinete de Zoología (en
alemán, Tierkabinett).
La interacción del edificio, su ornamentada decoración, el mobiliario y las preciosas piezas
exhibidas hacen del museo en sí mismo un artefacto de valor histórico a conservar.
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EXPOSICIÓN
En la planta superior (Hochparterre) se exponen minerales (algunos tienen su origen en
antiguas colecciones del Renacimiento), gemas y meteoritos (la muestra más amplia del
mundo), junto dinosaurios, fósiles poco comunes y muestras de arte prehistórico. Cabe
destacar la Venus de Willendorf, un esqueleto de Diplodocus, un topacio gigante de 117 Kg y la
colección de joyas que María Teresa I de Austria regaló a su marido.2
En la primera planta se muestran una gran variedad de especies de animales, desde protozoos
hasta mamíferos muy desarrollados. Esta colección de más de 200 años de antigüedad es
interesante desde el punto de vista de la historia de la ciencia y de la taxidermia ya que hay
objetos que empezaron a coleccionarse hace más de 200 años. Muchas de las especies
expuestas ya se han extinguido, o están en grave peligro.
La mayor parte del museo presenta señales y explicaciones tanto en alemán como en inglés.
HISTORIA
El edificio del museo se inauguró en 1889 al mismo tiempo que el Museo de Historia del Arte.
Ambos museos tienen exteriores idénticos y se alzan uno frente al otro en la plaza de María
Teresa. El museo se construyó para albergar la enorme colección de los Habsburgo.
Ambos edificios se construyeron entre 1872 y 1891 en la Ringstraße según el plan trazado por
Gottfried Semper y Karl Freiherr von Hasenauer.
Las colecciones de insectos datan de 1793 cuando Francisco I de Austria adquirió las
colecciones científicas de Joseph Natterer, padre del posteriormente zoólogo Johann Natterer.
En 1806 el museo adquirió una colección de insectos europeos realizada por Johann Carl
Megerle von Mühlfeld, y Megerle se convirtió en el primer curador de insectos.3 Organizó la
compra de la colección Gundian de mariposas europeas. Estas antiguas colecciones, con los
especímenes de Megerle, quedaron destruidas en octubre de 1848, durante un incendio de
Hofburg;3 sin embargo, el viaje de Johann Natterer a Brazil (1817–1835) había llevado a una
enorme mejora de las colecciones: 60.000 insectos formaban parte del "museo brasileño" en
la "casa de Harrach" y no fueron afectados por el incendio.
En 1859, la fragata SMS Novara regresó de un viaje alrededor del mundo con Georg Ritter von
Frauenfeld y Johann Zelebor,3 y los insectos se incorporaron a las colecciones vienesas. Sobre
ellas trabajaron Ludwig Redtenbacher (coleópteros), Friedrich Moritz Brauer (neurópteros y
dípteros), Henri Louis Frederic de Saussure (himenópteros excluyendo formícidos), Gustav
Mayr (formícidos y hemípteros), Ignaz Rudolph Schiner (dípteros), C Felder, R. Felder y Alois
Friedrich Rogenhofer (lepidópteros).
La organización actual del museo data de 1876. Los entomólogos Ganglbauer y Karl Holdhaus
(coleópteros), Rogenhofer y Hans Rebel, Josef Emanuel Fischer von Röslerstamm, Josef Johann
Mann (lepidópteros), Franz Friedrich Kohl, Carl Tschek y Maidl (himenópteros), Brauer
(dípteros y neurópteros) y Anton Handlirsch (para los insectos fósiles) contribuyeron
sustancialmente a la reputación internacional del museo.
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ÓPERA DE VIENA
Ópera Estatal de Viena (en alemán: Wiener Staatsoper), ubicada en Viena, Austria, es una de
las más importantes compañías de ópera mundiales. Hasta 1920, se llamó Ópera de la Corte de
Viena (k.k. Hofoper). Es el centro neurálgico de la vida musical vienesa y uno de los polos de
atracción del mundo musical.
EL TEATRO
El teatro original de la Ópera Estatal (conocido entonces como k. k. Hofoperntheater, Teatro
de la Ópera de la Corte Real e Imperial), un edificio neorrenacentista muy criticado por los
vieneses cuando se alzó, se construyó entre 1861 y 1869, sobre un proyecto de los arquitectos
vieneses Eduard van der Nüll y August Sicard von Sicardsburg. Ambos arquitectos fallecieron
antes de ver terminado el edificio (van der Nüll se suicidó y su compañero Sicardsburg murió
poco después de un ataque al corazón). En la decoración interior participaron otros
renombrados artistas, particularmente el pintor Moritz von Schwind, que pintó los famosos
frescos del foyer y la terraza. El teatro fue inaugurado el 25 de mayo de 1869 con la ópera de
Mozart Don Giovanni.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el 12 de marzo de 1945, el edificio sufrió un bombardeo
aéreo y posteriormente un incendio que destruyó
totalmente el escenario y la sala de espectadores.
Casi todo el decorado y los apoyos para más de
120 óperas con cerca de 150.000 trajes resultaron
destruidos. Sólo la fachada principal, la gran
escalera y el vestíbulo con los frescos de Schwind
se salvaron. La Ópera Estatal se albergó
temporalmente en el Theater an der Wien y en la
Volksoper.
Justo después del final de la guerra, en mayo de
1945, se anunció que los trabajos de
reconstrucción se iniciarían inmediatamente. El
proyecto contemplaba la reconstrucción de la sala
con un diseño similar al original, pero con
decoración más acorde con las tendencias de
diseño de la época, si bien se mantuvieron los
colores tradicionales, rojo, oro y marfil. Toda la
sala se recubrió en madera, con el fin de recuperar la brillante acústica original. Se redujo el
número de asientos del patio de butacas y se reestructuró el cuarto piso para eliminar las
columnas, que reducían la visibilidad. La fachada, el vestíbulo y el foyer de Schwind se
restauraron en su estilo original.
El teatro reconstruido, con 2.284 plazas (en lugar de las 2.881 originales), se reabrió el 5 de
noviembre de 1955, poco despúés de la firma del tratado que restableció a Austria como
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estado independiente, con la representación de la ópera de Beethoven Fidelio dirigida por Karl
Böhm.
Entre 1991 y 1993 se renovó completamente toda la zona escénica, instalando plataformas
hidráulicas de la última tecnología, así como nuevas instalaciones de suministro eléctrico,
calefacción, ventilación y protección contra incendios en todo el edificio. Asimismo, se
construyó una nueva sala de ensayos de escena, denominada "Sala Carlos Kleiber". Entre las
particularidades del edificio, se puede citar la Orgelsaal (sala del órgano), en la sexta planta,
que contiene un gran órgano de 2.500 tubos (el mayor del mundo entre los alojados en teatros
de ópera), cuyo sonido se transmite directamente a la sala de espectadores. La misma sala se
utiliza en ocasiones para otros efectos acústicos, como el sonido de los yunques en El oro del
Rin, de Richard Wagner.1
Durante décadas, desde 1877, el Teatro de la ópera ha sido el lugar de celebración del Baile de
la Ópera.
LA COMPAÑÍA
A partir de mediados del siglo XVII, durante el reinado de Leopoldo I, empieza a ser habitual
que se represente ópera italiana en la corte de Viena, con la ayuda de diferentes compositores
y libretistas traídos de Italia para tal fin. Las óperas eran interpretadas por los miembros de la
Hofkapelle (Capilla de la Corte), que también
se ocupaba de la música litúrgica y de
amenizar los banquetes de la corte. Las
representaciones se daban en diferentes
lugares de Viena, adaptados para tal fin.
Desde 1741 las representaciones comenzaron
a darse en el nuevo Burgtheater de la
Michaelerplatz, una antigua pista de juego de
pelota reconvertida. Paralelamente, se utilizó
el Schlosstheater, acondicionado en el palacio
de Schönbrunn. El público de la ópera real
estaba restingido a miembros de la corte,
embajadores extranjeros y visitantes de alto
rango, si bien, desde 1728, los ciudadanos
comenzaron a poder asistir a
representaciones de adaptaciones operísticas
de las obras que se componían para la corte
en un teatro de gestión privada, el
Kärntnertortheater, situado cerca del actual
emplazamiento de la Ópera Estatal.
Alrededor de 1776, el emperador José II decreta la "Libertad teatral" (Schauspielfreiheit) en
Viena, que supone el final del monopolio de la corte sobre los espectáculos teatrales. A partir
de ese momento permite que otras compañías utilicen el Burgtheater o el Kärntentortheater
para montar sus propios espectáculos. El propio José II asume la gestión de los teatros. Al
mismo tiempo, comienza a favorecer la representación de obras en idioma alemán, frente al
monopolio italiano. Esta fue la situación que favoreció la composición y el estreno de diversos
Singspiele, como, entre otros, El rapto en el Serrallo, de Mozart. Sin embargo, Mozart sufrió
mucho más para poder ver representadas sus comedias italianas en los teatros de la Corte.
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Al principio del siglo XIX los teatros de la corte siguieron manteniendo su posición
predominante en la escena musical vienesa, porque eran los únicos que podían asumir el
montaje de las nuevas óperas románticas, que comenzaban a llegar desde Italia y Francia. En
esa época la mayoría de las representaciones se producía en el Kärntentortheater, cuya
gestión se cedía a sucesivos empresarios, por lo general italianos. En 1854 Carl Eckert se
convirtió en el primer director de la Ópera Imperial que también ostentaba el cargo de director
musical. Esta situación se repitió a menudo desde ese momento, culminando con el
nombramiento de Gustav Mahler en 1897. Durante el mandato de Eckert llegaron por primera
vez a la Hofoper las óperas de Wagner (Lohengrin en 1858 y Tannhäuser en 1859).
Al decretarse la demolición de la vieja muralla de Viena, y el trazado de la moderna Ringstraße,
se decidió la construcción del nuevo teatro. La nueva casa de ópera permitió el rápido
desarrollo de la compañía, que alcanzó una primera edad de oro durante el mandato de
Wilhelm Jahn (de 1881 a 1897) qué compartió la dirección musical con Hans Richter.2
Gustav Mahler es otro de los muchos ilustres directores que trabajaron en Viena. Durante el
desempeño de su cargo (de 1897 a 1907) Mahler cultivó una nueva generación de cantantes,
tales como Anna Bahr‐Mildenburg, Selma Kurz y Leo Slezak y reclutó un escenógrafo (Alfred
Roller) que reemplazara los decorados históricos por otros más concordes con los modernistas
gustos del Jugendstil. Mahler introdujo igualmente la práctica de atenuar la luz en el teatro
durante las representaciones, lo que inicialmente no fue apreciado por el público. Sin
embargo, las reformas de Mahler fueron mantenidas por sus sucesores.
Durante los años del nazismo en Austria, entre 1938 y 1945, muchos miembros de la compañía
fueron perseguidos por motivos políticos o raciales, mientras que muchas óperas del
repertorio fueron prohibidas.
Tras la destrucción del teatro en marzo de 1945, la compañía se instaló en el teatro de la
Volksoper, donde presentó una representación de Las bodas de Fígaro el 1 de mayo siguiente,
y otra de Fidelio el 6 de octubre en el Theater an der Wien, una vez que se concluyó una rápida
restauración de ese teatro. Durante los diez años siguientes, la compañía se alojó en estas dos
sedes.
La reapertura del Teatro en 1955 constituyó un histórico festival operístico, en el que se
representaron sucesivamente siete títulos significativos del repertorio de la compañía,
comenzando el 5 de noviembre con el Fidelio dirigido por Karl Böhm, al que siguieron Don
Giovanni (dirigido también por Böhm), Aida (Rafael Kubelík), Los maestros cantores de
Núremberg (Fritz Reiner), Wozzeck (Böhm), Der Rosenkavalier (Hans Knappertsbusch) y La
mujer sin sombra (Böhm). Además, Bruno
Walter dirigió la novena de Beethoven.3
Hasta que Herbert von Karajan asumió la
dirección, Viena mantuvo un conjunto
permanente. Von Karajan introdujo la política
de contratar cantantes invitados. El
excepcional grupo de cantantes de esa era
formó un celebrado elenco con intérpretes
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como Lotte Lehmann, Maria Jeritza, Sena Jurinac, Irmgard Seefried, Elisabeth Schwarzkopf,
Christa Ludwig, Maria Cebotari, Elisabeth Grümmer, Elisabeth Hoengen, Anton Dermota,
Eberhard Wächter, Walter Berry, etc.
Tras la renuncia de Franz Welser‐Möst, en 2014, la compañía funciona actualmente sin un
director musical fijo, situación que se ha repetido frecuentemente en la historia del Teatro.
Otros directores en Viena han sido Hans Richter, Felix von Weingartner, Richard Strauss,
Clemens Krauss, Wilhelm Furtwängler, Bruno Walter, Karl Böhm, Herbert von Karajan, Lorin
Maazel, Claudio Abbado, Riccardo Muti y Seiji Ozawa. En la actualidad, algunos de los
directores más importantes dirigen regularmente en la Staatsoper, entre ellos Philippe Auguin,
Adam Fischer, Daniele Gatti, Jesús López Cobos, Ingo Metzmacher, Marc Minkowski, Peter
Schneider, Jeffrey Tate o Christian Thielemann.
La Ópera Estatal de Viena está muy unida a la Orquesta Filarmónica de Viena, que es una
sociedad independiente, pero cuyos miembros se reclutan entre los de la orquesta de la Ópera
Estatal de Viena, tras un periodo de prueba y varias audiciones.
LA ÓPERA DE VIENA EN LA ACTUALIDAD
Actualmente, la Staatsoper de Viena es uno de los teatros de ópera más importantes y de
mayor prestigio y tradición del mundo. La programación sigue el sistema de "repertorio", en el
que la compañía residente, apoyada por los más importantes cantantes de ópera del mundo,
representa un cierto número de obras del repertorio de la compañía, que se van rotando o
alternando durante toda una temporada, en la que se pueden alcanzar las 300
representaciones, entre ópera, ballet y ópera infantil, desde principios de septiembre hasta
finales de junio.1 En una misma temporada se pueden alternar alrededor de 53 títulos de
ópera y 9 de ballet, de las cuales alrededor de 8 serán nuevas producciones ("premieren").
La compañía cuenta con un amplísimo elenco de cantantes de ópera, alrededor de 200, de los
cuales la mayoría emplean la mayor parte
de la temporada cantando en las
producciones del teatro, mientras que el
resto son las más grandes figuras
internacionales del canto que
regularmente visitan Viena para participar
en alguna producción. De estos, los más
importantes y más apreciados por el
público y por el teatro reciben el título
honorífico de "Österreichischer
Kammersänger" (Cantante de cámara de
Austria), o "Ehrenmitglied" (miembro de
honor) de la Ópera Estatal de Viena.
Desde septiembre de 2010, la compañía
de ballet de la ópera de Viena recibe el
nombre de "Wiener Staatsballet", tras su
fusión con el ballet de la Volksoper. Esta
compañía arrastra también una sólida
tradición, y en su historia aparecen los
nombres de los bailarines y coreógrafos
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más prestigiosos. En la actualidad, la compañía está dirigida por el bailarín francés Manuel
Legris.1
Una parte importante de la temporada de cada año en la Ópera Estatal la constituye la
representación de óperas infantiles, para la que se ha habilitado una carpa estable sobre la
cubierta del edificio. En ella se hacen representaciones de ópera especialmente preparadas
para los niños a lo largo de toda la temporada. A estas representaciones se añaden un
proyecto pedagógico con escuelas infantiles, una escuela de ópera para niños y una escuela de
ballet.1 Desde el otoño de 2015, la Staatsoper ha habilitado el escenario del Stadttheater
Walfischgasse, situado a pocos metros del Ringtheater para realizar allí los espectáculos
pedagógicos, así como conferencias, coloquios y otras actividades paralelas.
Una característica distintiva de las representaciones de la Ópera Estatal es la de las localidades
de pie ("stehplätze"), que en cada función pueden ser más de 500, y que se venden a precios
muy reducidos en una taquilla especial, sólo 90 minutos antes del inicio de la representación.
Algunas de estas localidades están situadas en lugares priviliegiados de la sala, concretamente
al fondo del patio de butacas, justo debajo del antiguo palco imperial.
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PALACIO BELVEDERE
El Palacio de Belvedere con su jardín, una de las más bellas y elegantes construcciones
principescas de Europa, fue construido por Johann Lukas von Hildebrandt entre 1714 y 1723
en lo que entonces eran los límites de la ciudad, como residencia de verano y sede de fiestas y
banquetes del príncipe Eugenio de Saboya (París, 1663 – Viena, 1736).
Este príncipe, no muy agraciado físicamente, fue educado en la corte de Luis XIV de Francia (el
rey sol), al cual solicitó el mando de un batallón y el cual se lo denegó al no creerlo apto para la
carrera militar. Pero Eugenio de Saboya demostraría lo contrario, ya que sería uno de los más
brillantes generales austriacos durante las guerras contra los turcos a finales del s. XVII
(responsable de la derrota definitiva en la Batalla de Zenta en 1697), además de haber
participado en otras guerras y batallas, como la Guerra de Sucesión Española, donde logró
importantes victorias.
En 1697 el Príncipe Eugenio adquirió un amplio terreno con jardín y encargó a Johann Lucas
von Hildebrandt (1668‐1745), autor también de otras grandes obras como el Palacio
Schwarzenberg, el Palacio Daun‐Kinsky, el Palacio Schlosshof o el Convento Göttweig entre
otras, la construcción del Palacio de Belvedere.
Este conjunto palaciego barroco está formado por dos palacios: el Belvedere Superior o Alto
Belvedere y el Belvedere Inferior o Bajo Belvedere, uno frente al otro, separados por una serie
de jardines escalonados a lo largo de una colina. Dichos jardines fueron diseñados entre 1700 y
1725 en estilo italo‐francés, con estatuas, fuentes y escalinatas.
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El Belvedere Inferior o Bajo Belvedere fue construido entre 1712 y 1716 como residencia de
verano del príncipe Eugenio de Saboya. En él destaca la suntuosidad de las antiguas
dependencias privadas y de las salas de recepción del príncipe, tales como la habitación
dorada, el dormitorio del príncipe, la sala de grotescos y la galería de mármol. Muy notable es
también el fresco en perspectiva de la sala central, obra del pintor bolonés Marcantonio
Chiarini.
El Belvedere Superior o Alto Belvedere fue construido posteriormente, concretamente entre
1717 y 1723, como pabellón de fiestas del príncipe Eugenio de Saboya. En este palacio
ajardinado destacan la elegante Sala Terrena, la Prunkstiege, la suntuosa Sala de Mármol (con
el enorme fresco del techo obra de Carlo Carlone), así como las diferentes salas ricamente
adornadas con trabajos de estucos y frescos. Aquí es donde Eugenio de Saboya tenía sus
famosas colecciones de arte así como su biblioteca. Durante el invierno de 1732‐33 la Sala
Terrena recibía su aspecto actual; por motivos estructurales (la sala amenazaba con
derrumbarse), Hildebrandt tuvo que construir de forma adicional una bóveda con arcos
sostenida por cuatro Atlantes.
Ambas construcciones barrocas, Alto Belvedere y Bajo Belvedere, se unieron mediante un
parque simétrico, diseñado según los modelos franceses e italianos; con sus numerosas
esculturas y fuentes, el zoológico, la Orangerie, invernaderos acristalados para plantas exóticas
y una gran pajarera, este jardín era uno de los parques europeos más suntuosos del s.XVIII.
Tras el fallecimiento del príncipe Eugenio en 1736, su sobrina, la Princesa Victoria, heredó el
Palacio. Pero ésta no estaba interesada en el mismo y lo vendió, pasando así a manos de los
Habsburgo; primero Carlos VI, el padre de María Teresa, adquirió la valiosa biblioteca y la
colección de grabados del príncipe Eugenio y, posteriormente, en 1752, María Teresa
adquiriría el Palacio en sí. Sería bajo su mandato que el Palacio recibiría el nombre de
Belvedere (“bella vista”), debido a la estupenda vista panorámica sobre Viena y sobre el propio
conjunto del Belvedere que se contempla tanto desde el Belvedere Superior como desde la
parte superior de los jardines (la denominación de “Alto Belvedere” y “Bajo Belvedere” no
aparecería hasta 1776, cuando la colección de arte imperial se aloja en los edificios).
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En un principio los edificios apenas fueron utilizados. En abril de 1770, con motivo del
matrimonio entre María Antonieta (hija de Francisco I y María Teresa) y el rey francés Luis XVI,
el rey Delfín tuvo lugar en el Palacio Belvedere un baile de máscaras que acogió a unos 16.000
invitados. A partir de entonces el Palacio recobró importancia.
A partir de 1776 el Alto Belvedere fue utilizado además como museo, al decidir María Teresa y
su hijo el Emperador José II trasladar a él la Galería Imperial de cuadros reales del Stallburg (un
ala del Palacio de Hofburg en Viena) al Belvedere Superior. Siguiendo los ideales del
Absolutismo, la colección imperial debía hacerse accesible al público. Así, en 1781, la galería se
abrió finalmente al público, convirtiéndose en el primer museo público del mundo.
Posteriormente, durante las Guerras Napoleónicas, otras colecciones se llevarían al Bajo
Belvedere. Éstas se vieron ampliadas a lo largo de los siglos, con obras de la escuela italiana,
holandesa, alemana y de la escuela moderna austriaca, así como con las colecciones de
monedas y antigüedades y la de antigüedades egipcias, si bien posteriormente, en 1888‐89,
todas las colecciones imperiales se trasladaron al recién construido Museo de Historia del Arte.
Tras el traslado de las colecciones imperiales, los palacios de Belvedere dejaron de ser públicos
y se les asignó un nuevo uso.
Cabe señalar que la única descendiente de María Antonieta y Luis XVI de Francia que
sobrevivió a la Revolución francesa, la Princesa Maria Teresa Carlota, desde que contrajo
matrimonio en 1799 con el Infante Luis Antonio de Borbón, Duque de Angulema, pasó a vivir
en el Palacio; también, a principios del s.XIX, el Belvedere Inferior se convirtió en la residencia
principal de Napoleón. Como hecho anecdótico, hay que señalar que Anton Bruckner pasó el
último año de su vida en una dependencia del Alto Belvedere, en la cual compuso su Novena
Sinfonía.
En 1896 el emperador Francisco José I decidió que el Belvedere Superior debía convertirse en
la residencia de su sucesor al trono, su sobrino Francisco Fernando. Así, el Alto Belvedere fue
reformado por Emil von Fösrter a partir de 1897, para el sucesor al trono austriaco, Francisco
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Fernando de Habsburgo (1863‐1914), quien lo convirtió en su residencia; al mismo tiempo el
interior del palacio también se vio modernizado, al añadir, por ejemplo, a los muebles barrocos
originales, objetos neobarrocos. Francisco Fernando vivió en este palacio desde 1899 hasta su
asesinato en Sarajevo en 1914, momento a partir del cual el palacio quedó vacío hasta 1917,
pasando, en 1919, a ser propiedad de la República de Austria.
Mientras, el Belvedere Inferior abrió sus puertas en mayo de 1903 como la “Galería Moderna”.
Este museo se concibió como la primera colección estatal de Austria para el arte moderno
gracias a la iniciativa de la Asociación de Artistas de Austria conocida como la Secesión. El
objetivo era poder reunir las obras del arte contemporáneo tanto de artistas locales como de
artistas del panorama internacional. De esta manera se adquirieron desde los inicios de la
Galería Moderna obras maestras de Van Gogh, Monet y Segantini. La colección de arte
moderno pronto se amplió con vistas a albergar obras procedentes de épocas anteriores. De
esta manera, el museo pasó a denominarse en 1911 “Galería Imperial”.
El Belvedere Superior se convirtió de nuevo en un museo. A él se llevaron la colección del arte
del siglo XIX, siendo los pilares esenciales los trabajos de artistas pertenecientes al movimiento
vienés Biedermeier, tales como Ferdinand Georg Waldmüller.
En el Belvedere Inferior se creó un Museo Barroco único con obras pertenecientes a los siglos
XVII y XVIII. En la Orangerie podía contemplarse el arte correspondiente al siglo XX, con
trabajos de Gustav Klimt y Egon Schiele, entre otros.
Durante la II Guerra Mundial el Alto y el Bajo Belvedere se vieron gravemente dañados, con lo
que los museos cerraron sus puertas y los Palacios tuvieron que ser reconstruidos después de
la guerra, volviendo a abrir sus puertas en 1953. Durante los años posteriores se incorporaron
numerosos trabajos a la colección, que supusieron un punto de inferencia en el arte de
Austria.
El 15 de mayo de 1955, en la Sala de Mármol del Alto Belvedere tuvo lugar un hecho histórico;
en ella se firmó el Tratado Internacional Austriaco, por el cual se devolvía la independencia a
Austria, dejando de estar ocupada por las potencias aliadas a partir de ese momento.
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En 2007‐2008 el Museo Belvedere fue reorganizado. Así, las colecciones del arte Barroco y de
la Edad Media, que hasta entonces se encontraban en el Belvedere Inferior y en el Invernadero
(Orangerie), se transfirieron al Belvedere Superior. El Belverede Inferior y la Orangerie, que
sufrieron una reconstrucción integral y una adaptación de la estructura original, pasaron a
albergar magníficas exposiciones temporales que presentan el arte austriaco en un contexto
internacional.
Así mismo, en los Prunkstall, las antiguas caballerizas de la guardia del Príncipe Eugenio, se
construyó una “Cámara del Tesoro Medieval”; se trata de un depósito expuesto al público en
el que exponen las existencias restantes del arte medieval que hasta entonces habían
permanecido almacenadas en el depósito.
De este modo, el Belvedere Superior alberga todas las colecciones permanentes, con las obras
pictóricas y escultóricas más destacadas desde la Edad Media hasta la actualidad. De la
colección de pintura y escultura de los s.XIX y XX destaca sin duda la colección más grande del
mundo de Gustav Klimt, con obras tan famosas como El beso y Judit, aunque también
encontramos aquí las mejores obras de Schiele y Kokoscha, destacadas obras de los
impresionistas franceses (como Monet y Renoir) y la colección más importante del arte
Biedermeier vienés, además de una imponente colección escultórica, entre otras obras
maestras.
Por otro lado, el Augarten Contemporary, la dependencia del Belvedere para arte
contemporáneo, ofrece oportunidades a los jóvenes artistas, los cuales presentan sus obras en
las exposiciones temporales que tienen lugar en él, además de contar en su interior con el
Museo Gustinus Ambrosi.
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PALACIO DE SCHÖNBRUNN
El Palacio de Schönbrunn, también conocido como el Versalles vienés, es uno de los principales
edificios históricos y culturales de Austria, desde el siglo XIX ha sido una de las principales
atracciones turísticas de la ciudad de Viena y ha aparecido en postales, documentales y
diversos filmes cinematográficos.
El palacio, junto con sus jardines, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en
1996.
En 1559 el emperador Maximiliano II hizo construir un
pequeño palacio de caza que sería destruido
completamente en el segundo sitio de Viena (1683). A
raíz de ello, el emperador Leopoldo I encarga a Johann
Bernhard Fischer von Erlach la construcción de un
palacio para su hijo José (futuro José I). El arquitecto
presenta un plan cuya realización, de una manera muy
reducida a sus pretensiones iniciales, comenzaría en el
año 1696 y finalizaría entre los años 1699 y 1701,2 aunque no existe consenso en este punto.
De esta primera construcción sólo queda la Capilla de Palacio (Schlosskapelle) y la Escalera Azul
(Blaue Stiege) con un fresco de Sebastiano Ricci.
Carlos VI no mostró especial interés en
Schönbrunn, pero será su hija, María Teresa
quien convertiría el palacio en residencia
veraniega de los Habsburgo; estatus que
conservaría hasta el final de la monarquía en
1918. Durante el gobierno de María Teresa se
procede además a una ampliación importante
del palacio bajo la batuta de Nikolaus von
Pacassi, quien ya había trabajado también
para la familia imperial en Hofburg. La mayor
parte de la decoración interior tiene su origen en esta época y es una de las pocas muestras
existentes del llamado rococó austríaco
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Hacia 1765 Johann Ferdinand Hetzendorf von
Hohenberg, que es considerado ya un
representante de la primera etapa del
clasicismo, asume la dirección de los trabajos
de construcción del palacio. Su obra más
significativa es la Glorieta que completa
ópticamente el gran parque palaciego.
Entre 1817 y 1819 Johann Aman lleva a cabo
una unificación y simplificación de la fachada
siguiendo ya claramente los dictados del
clasicismo. De esa época es también el color amarillo tan característico de la fachada, que
hasta el siglo XX constituiría una de las "marcas" de la monarquía habsburga, pues todos los
edificios oficiales estaban pintados con el mismo color.
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PALACIO IMPERIAL DE HOFBURG
El Palacio Imperial de Hofburg es el palacio más
grande de la ciudad de Viena. Fue la residencia de
la mayor parte de la realeza austriaca,
especialmente de la dinastía de los Habsburgo
(durante más de 600 años), y de los emperadores
de Austria y de Austria‐Hungría. Es actualmente la
residencia del presidente de la República austriaca.
El Hofburg es conocido asimismo como residencia de invierno, dado que el lugar de veraneo
preferido por la familia imperial fue el Palacio de Schönbrunn.
Es uno de los lugares turísticos más visitados de Austria. El palacio alberga el museo de Sissi y
los salones imperiales. El palacio cuenta con 2.600 estancias, repartidas en 18 alas. Está
situado en la parte antigua de la ciudad, en el primer distrito, a orillas del Danubio.
ESTILO DE SUS EDIFICIOS
Los soberanos que han ocupado este palacio, sede
del poder durante seis siglos, han querido, en su
mayoría, dejar su huella. Del gótico al historicismo,
de moda en el siglo XIX, todos los estilos están
representados en la docena de edificios que lo
componen. En estos edificios se encuentran los
antiguos salones imperiales, museos, una iglesia, la
Biblioteca Nacional de Austria, la Escuela Española
de Equitación y los despachos del presidente de la
República.
Numerosos arquitectos contribuyeron con sus diseños: Filiberto Luchese, Lodovico Burnacini,
Carlo Martino Carlone, Domenico Carlone, Johann Lukas von Hildebrandt, Johann Bernhard
Fischer von Erlach y su hijo Joseph Emanuel Fischer von Erlach.
LOS SALONES IMPERIALES Y LOS TESOROS
Desde los Kaiserappartements, veinte salones
están abiertos hoy día al público en la
Reichkanzleitrakt (1728‐1730) y Amalienburg
(1575): son las estancias que habitaba Francisco
José I de 1857 a 1916, y las mismas en las que vivió
la emperatriz Elisabeth (Sissi) de 1854 a 1898, y las
que albergaron al zar Alejandro I durante el
Congreso de Viena.
La Schatzkammer (Cámara del Tesoro) es el
nombre que reciben 21 salas ocupadas por los
tesoros, tanto sagrados como seculares, amasados por los Habsburgo a través de los siglos.
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Estos tesoros comprenden las joyas de la corona y las insignias del Sacro Imperio Romano
Germánico, el cuadro del emperador Maximiliano I realizado por Strigel y los tesoros
adquiridos cuando se casó con María de Borgoña en 1477.
CONCIERTOS EN EL HOFBURG
Los salones del Hofburg sirven de marco para los conciertos
clásicos que la Wiener Hofburg Orchester organiza de mayo a
diciembre.
El programa está compuesto por las melodías más famosas de
las operetas y valses de Johann Strauss, Franz Lehár y arias
operísticas de Wolfgang A. Mozart.
La orquesta se compone de 36 músicos y 6 cantantes solistas
internacionales de las más importantes orquestas de Viena bajo
la batuta del director Gert Hofbauer. Fue también sede del
Festival de la Canción de Eurovisión en 1967.
CINCO COSAS SOBRE SISÍ QUE SE APRENDEN EN EL CASTILLO DE
HOFBURG
En el Palacio Imperial de Hofburg, en Viena, tienen claro cuál es la estrella de su colección: la
emperatriz Isabel de Austria (Sisí para los restos) atrae a la mayoría de los visitantes y por ello
le han dedicado un ala entera al Museo Sisí, en el que además de mostrar las habitaciones
imperiales en las que vivió, se exponen todo tipo de fotografías, objetos personales y
recuerdos que hablan de la persona detrás del mito.
Sisí fue uno de los primeros personajes en recibir culto a su personalidad, celebridad que
despertó fascinación antes de que la prensa en papel cuché se generalizase. Su leyenda es tan
fuerte que resiste los constantes intentos de desmitificación. Porque pese las películas en las
que la bella y cándida Romy Schneider interpretaba su vida de la más pastelosa y miriñaquense
forma posible (años después Visconti tuvo el acierto de elegir a la misma actriz para la
crepuscular Sisí ya madura de su película Ludwig), la realidad de la vida de la emperatriz fue
más negra que rosa: encerrada en un mundo que aborrecía, casada con un marido al que muy
pronto dejó de amar, con una suegra que la detestaba cordialmente y le quitó cualquier
ascendencia sobre sus hijos, a la cabeza de un imperio moribundo y condenada a una
insatisfacción perpetua.
En realidad sí hay en su vida muchos elementos clásicos de novela rosa, pero faltó el final feliz.
Repasamos las conclusiones que se extraen de la visita a Hofburg entre vitrinas con guantes de
seda y vajillas de plata.
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1) Era una belleza y tenía pelazo:
En Hofburg se conservan algunos de los retratos más conocidos de Isabel, sobre todo esos en
los que luce una melena abundantísima cuyo lavado le llevaba un día entero y cuyo peso le
produjo dolores crónicos de espalda. Pese a tener buen material por ella misma, en el ajuar de
su boda se incluían 16 pelucas y cintas con plumas, incluida la peluca que llevaba puesta
cuando su primo Francisco José, que en realidad iba a casarse con su hermana Nené (los motes
familiares son un caso aparte) tuvo un flechazo con ella.
2) Fue muy desdichada:
En el museo se conserva una anotación de la emperatriz sobre su romance y posterior boda
con el Francisco José que dice: “Por unos pocos días de locura, toda una vida de desdicha”.
Ciertamente casarse con un emperador no era el peor destino para una princesa
centroeuropea del siglo XIX, pero la infancia de Sisí, criada por un excéntrico y bohemio padre
en plena naturaleza, no la había convertido en el tipo de persona capaz de aclimatarse a la
ultrarígida corte vienesa. Fue precisamente ese choque de su sensibilidad de espíritu libre con
la realidad lo que la hace tan atractiva todavía hoy.
Además, no tuvo suerte. A raíz de la muerte de una de sus hijas se vio sumida en una
depresión perpetua; acabó separada de facto de su marido y una serie de catastróficas
desdichas (su hijo Rodolfo, heredero al trono, se suicidó acompañado de su amante María
Vetsera; su primo favorito Luis II se ahogó en un lago no se sabe si por iniciativa propia u
obligado; su hermana Sofía murió quemada en el incendio de un pabellón de beneficencia en
París; su primo Maximiliano emprendió una aventura como emperador en México que
terminaría con él fusilado y con su esposa loca…) fueron acompañándola durante su madurez
hasta su trágica muerte.
3) Era una apasionada deportista:
Adelantada a su tiempo en tantas cosas, Sisí cuidaba mucho su figura y luchó durante toda su
vida para no superar los 50 kilos y mantener el perímetro de su cintura en 45 centímetros. En
sus habitaciones privadas del palacio se exponen varios de los aparatos que utilizaba en su
rutina gimnástica, entre ellos unas espalderas y anillas muy similares a las de cualquier
gimnasio actual (entre las reliquias variadas también se muestra el retrete de Sisí, para que
podamos solazarnos imaginando su imperial trasero sobre él). También adoraba la equitación
y con la madurez se convirtió en una fan irredenta del senderismo en pleno siglo XIX,
entregándose a caminatas de hasta ocho horas que dejaban rendidos a sus sufridos
acompañantes.
4) Estaba obsesionada con su belleza:
Además del tema del peso y la gimnasia, dedicaba muchos cuidados a su cara, y cuando el
paso del tiempo hizo de las suyas prohibió que volviesen a fotografiarla. En Hofburg se
muestran unas fotografías bastante mal rolleras de Sisí a caballo tapándose la cara con un
abanico o cubriéndose con un velo negro.
5) Fue una viajera pertinaz:
Desde el principio de su reinado se identificó poderosamente con Hungría (algo no muy
apropiado para la cabeza visible del Imperio Austrohúngaro), y viajó con frecuencia al país,
comprometiéndose con la causa de la independencia húngara. Años después Isabel se
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convirtió en una especie de emperatriz fugitiva que, primero con la excusa de mejorar la salud
y luego ya asumiendo plenamente la ruptura de su matrimonio, se dedicó a navegar por el
Mediterráneo en su yate o a pasar temporadas de caza en Inglaterra y Escocia. Visitó Elche,
Funchal, se construyó una villa al estilo griego en Corfú (el Aquileón) hasta que se encontró
con la muerte en forma de atentado en Ginebra. Hofburg dedica una sala entera al asesinato
de la emperatriz a orillas del lago Lemán. El anarquista italiano Luigi Lucheni, frustrado porque
la víctima que esperaba no había acudido a Suiza, se enteró de que allí sí estaba Isabel de
Austria y, durante un paseo, fingió un choque en el que aprovechó para apuñalarla con una
lima. Ni la propia emperatriz se dio cuenta hasta que se desmayó, la subieron a un barco y al
desatarle el corsé descubrieron que había sido apuñalada en el corazón. Era el final absurdo y
trágico que faltaba para completar su historia.
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PRATER
El Wiener Prater, conocido simplemente como Prater, es un gran parque público en
Leopoldstadt, el segundo distrito de la ciudad de Viena (Austria). El nombre de Prater deriva en
último lugar de la palabra en latín pratum que significa prado, posiblemente a través de la
palabra en español. El término Prater suele usarse para referirse al parque de atracciones
Wurstelprater situado en la esquina del parque y que incluye al Wiener Riesenrad.
HISTORIA
El lugar sobre el que se ubica el actual Prater es mencionado por primera vez en 1162, cuando
Federico I cedió las tierras a una familia de la nobleza llamada Prato. La palabra "Prater" se
empleó por primera vez en 1403, originalmente refiriéndose a una pequeña isla en el Danubio
al norte de Freudenau, pero su significado se fue extendiendo gradualmente a las zonas
adyacentes. Los terrenos cambiaron de dueños frecuentemente hasta que fueron adquiridos
por el emperador Maximiliano II en 1560 para dedicarlos a la caza. Para solucionar el problema
de los cazadores furtivos, el emperador Rodolfo II prohibió la entrada al Prater. El 7 de abril de
1766, el emperador José II declaró al Prater abierto para el entretenimiento público y permitió
establecimientos de venta de café, que fueron los inicios del parque de atracciones
Wurstelprater. A lo largo de los años, la práctica de la caza fue habitual en el recinto, hasta que
fue prohibida en 1920.
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En 1873, tuvo lugar en el Prater la Exposición Universal de Viena, para la cual dejaron un gran
espacio alrededor de la Rotunde, que se quemó en 1937. Ese terreno está ocupado en la
actualidad por las casas del Messegelände (centro de exhibiciones).
En 2004, comenzaron las principales renovaciones del Wurstelprater, y al final entró en
servicio una nueva línea de metro el 11 de mayo de 2008, que incluye tres paradas a lo largo
del Prater. La estación ferroviaria de Praterstern ha estado operativa durante un largo tiempo
y sólo está a unas docenas de metros de una entrada del parque.
La superficie total del parque también se ha reducido por la construcción del Estadio Ernst
Happel (el estadio nacional de Austria, anteriormente conocido como Estadio del Prater), la
Südosttangente (el tramo de autovía más concurrido de Austria) y un autódromo.
OTRAS ATRACCIONES
La avenida principal, llamada Hauptallee, es la
arteria viaria principal, a cuyos lados se alinean
castaños, está cerrada al paso de motoristas y es
muy conocida entre los aficionados al deporte por
la maratón anual de Viena. El Prater es el lugar en
el que se halla el Liliputbahn, un ferrocarril de vía
estrecha. Otro lugar inusual que se encuentra en el
parque del Prater es la República de Kugelmugel,
una micronación esférica. También tiene un
planetario y el Prater Museum.
La Noria
La noria, la típica noria, la que aparece en las postales de las tiendas de souvenirs cuando voy
andando por el centro, la protagonista de portadas de guías de viajes sobre Viena, la que está
dentro de las bolas de cristal con nieve de mentira… la noria, la llamada Wiener Riesenrad en
alemán (“Noria de Viena” en español) está en el Prater, el parque más grande de la ciudad, en
el distrito 2. Se llega con el metro, línea U2, estación Praterstern.
La noria fue construida en 1897 para celebrar el 50 aniversario del Emperador Franz Joseph.
Por ello, es una de las norias más
antiguas de Europa. Diseñada por el
arquitecto inglés Walter Bassett, mide
61 metros de alto y, originalmente,
tenía 30 cabinas. Ahora sólo hay 15,
porque las otras fueron destruidas
durante la Segunda Guerra Mundial.
En esta noria, el protagonista de la
película El Tercer hombre tiene un
encuentro muy especial, así como
también aparece en Antes del
amanecer.
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BAÑOS AMALIENBAD
Los baños Amalienbad fueron, en su momento, los baños más grandes de Europa. Construidos
por los arquitectos Otto Wagner y Karl Schmalhofer entre 1923 y 1926, fueron un encargo del
ayuntamiento socialista de la época. De hecho, durante los años 20 Viena fue una ciudad
extremadamente socialista, tanto, que se le llegó a denominar Rote Wien (Viena Roja), período
durante el cual se construyeron proyectos de salud pública (como el Amalienbad), así como
muchas pisos para la gente de a pie, los llamados gemeindebau (“Vivienda Pública”).
Con una capacidad para 1.300 personas, en estos baños de estilo Jugendstil (modernista),
construídos sobre unos antiguos baños romanos, te puedes bañar en la piscina principal (foto),
en las piscinas pequeñas, tomar saunas de todo tipo (la preferida por los vieneses es la sauna
finlandesa, pero hay muchas más para escojer) y desde mayo hasta septiembre el solarium
está abierto. Y todo esto, rodeados de preciosos mosaicos, columnas y azulejos con motivos
modernistas.
Otra maravilla de Amalienbad es la enorme cúpula de cristal situada sobre la piscina principal.
Fue destruída durante la Segunda Guerra Mundial, pero la reconstruyeron exactamente igual a
como era. Esta piscina principal está rodeada de galerías al estilo de los palcos de los teatros,
en los que hay tumbonas.
Por 3,70€ la entrada (dos horas de duración), puedes nadar en las piscinas, tomar baños
relajantes, hidromasajes, bio‐saunas, baños de vapor, darte un masaje (sí, también dan
masajes) y disfrutar de esta maravilla arquitectónica y decorativa, situada en el distrito 10 de la
ciudad. Concretamente, está en la plaza Reumannplatz 23 (línea de metro U1, estación
Reumanplatz).
Horarios:
Lunes: de 12:30h a 15:00h (las saunas están cerradas)
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Martes: Piscina, de 9:00h a 18:00h. Sauna, de 13:00h a 21:30h.
Miércoles: Piscina, de 9:00h a 21:30h. Sauna, de 9:00h a 21:30h.
Jueves: Piscina, de 7:00h a 21:30h. Sauna, de 9:00 a 21:30h.
Viernes: Piscina, de 9:00h a 21:30h. Sauna, de 9:00h a 21:30h.
Sábado: Piscina, de 7:00h a 20:00h. Sauna, de 7:00h a 20:00h.
Domingo: Piscina, de 7:00h a 18:00h. Sauna, de 7:00h a 18:00h.
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CEMENTERIO DE LOS SIN NOMBRE
Suicidas a los que se les negaba un entierro católico. Ahogados sin identificar sacados de las
aguas del Danubio. Este es el tipo de gente que descansa en el Cementerio de los Sin Nombre,
un lugar de Viena difícil de encontrar por el viajero, pero que no debería dejar de visitar.
Muchos de los turistas que viajan a Viena visitan el Zentralfriedhof, el Cementerio Central, el
más grande y más famoso de la ciudad, donde descansan personalidades de la talla de Ludwig
Van Beethoven, Johannes Brahms, Franz Schubert, Johan Strauss , entre otros.
Sin embargo, entre los 55 cementerios de Viena, uno de las más conmovedores e inusual tiene
es el Friedhof Der Namenlosen, el Cementerio de los Sin Nombre.
A pesar de que es considerado como parte del distrito 11, el cementerio está bastante lejos del
centro de Viena y el hecho de que sea un lugar difícil de encontrar hace que el viaje al lugar se
sienta como una peregrinación.
Situado cerca de la unión del Canal del Danubio y el propio Danubio, el Der Friedhof
Namenlosen se esconde detrás de gigantescos almacenes de granos y silos igualmente
enormes.
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El cementerio solía ser poco visitado, sobre si tenemos en cuenta que los 104 cuerpos que allí
descansan fueron enterrados antes de 1940. (Después de 1940 las víctimas del río fueron
enterrados en el Cementerio Central.)
La mayoría de los cadáveres no identificados son ahogados que la corriente del río llevó hasta
tierra.
Los muertos fueron enterrados en ataúdes de madera, donados por el taller de un carpintero.
Cuarenta y dos de los enterrados fueron finalmente identificados por sus familiares, sin
embargo el lugar de descanso final de la mayoría consiste en tan solo un puñado de flores
tristes y secas y una cruz de acero negra, adornada con la inscripción “namenlos”
(“desconocido” o “sin nombre”).
Las mejoras efectuadas en el cauce del río han hecho que los remolinos que llevaban los
cadáveres a tierra, cerca del cementerio, ya no sean un problema, pero aún así todos los años
en el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) se recuerda a los sin nombre. Algunos
pescadores de la zona de Albern mantienen viva una vieja tradición consistente en construir
una balsa que adornan con flores y con una inscripción conmemorativa de las víctimas del
Danubio. La balsa se echa al río, mientras toca una banda y sigue la lenta corriente río abajo,
navegando de una manera similar a como lo hicieron los cuerpos de los Sin Nombre.
91
DONAUTURM ‐ TORRE DEL DANUBIO
La Donauturm (en español, Torre del Danubio) es
una torre de telecomunicaciones situada en Viena.
Recibe su nombre del río Danubio que atraviesa la
ciudad. Abrió sus puertas en abril de 1964, con sus
252 metros (827 pies), y es la estructura más alta de
Austria, situándose entre las 70 torres más altas del
mundo. La torre está situada cerca de la orilla norte
del río, en el distrito de Donaustadt de la capital
austriaca. Las colinas de Leopoldsberg y Kahlenberg
son visibles al fondo de su localización.
HISTORIA
La Donauturm fue construida durante 1962‐1964, tal
como fue diseñada por el arquitecto local Hannes
Lintl, con motivo de la Exposición Internacional de
Horticultura de Viena de 1964. La torre1 que mide
252 metros (827 pies) de altura fue pionera en
construcciones de tanta envergadura para su época
y tuvo su comienzo de obras el 12 de octubre de
1962 y después de aproximadamente 18 meses de
construcción, bajo la supervisión de Eberhard
Födisch, la torre fue inaugurada oficialmente el 16
de abril de 1964 por el presidente federal Adolf
Schärf.
Desde entonces, se ha convertido en parte del
skyline de Viena y se ha convertido en un mirador popular y una atracción turística propia de la
ciudad. La torre está situado en el centro del parque Donaupark, que fue construido para
albergar la feria hortícola en Donaustadt, el distrito 22 de Viena, cerca de la orilla norte del
Danubio.
TECNOLOGÍA
Dos ascensores de alta velocidad transportan a los pasajeros en el interior de la torre hasta
una altura de 150 metros. Cada ascensor puede llevar hasta 14 pasajeros, le basta con sólo 35
segundos para llegar a la plataforma de observación. Con días de vientos fuertes, los
ascensores sólo viajan a velocidad media a causa de la posible fluctuación de la torre: el
movimiento del cable del ascensor podría ser peligroso. Hasta la plataforma también se puede
llegar a pie, sin embargo, las escaleras son, por lo general un medio de acceso para ocasiones
especiales o para alguna emergencia.
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USO
En la parte superior de la estructura se colocan antenas y transmisores de radio, así como
antenas de las redes de telefonía móvil, estaciones privadas de radio VHF y varios otros
servicios de rádio y telecomunicación.
ACTIVIDADES
En la torre también se sitúan dos restaurantes giratorios2 uno a una altura de 160 metros y el
otro a 170 metros que ofrecen una visión variada sobre la capital austriaca y el discurso del río
Danubio. Se necesitan en total 52 minutos para que la plataforma complete una vuelta
completa. Los restaurantes eran originalmente idénticos en gran parte, sin embargo, ahora el
de la parte superior es un restaurante (llamado "Donauwalzer") y el más baja es un
restaurante cafetería (llamado "Panorama").
Desde la plataforma de observación puede practicarse puentismo, empleando a tal efecto una
plataforma que sobresale del mirador. Se utiliza a veces en los meses de verano.
TURISMO
Según la lista organizada por la Junta de Turismo de Viena establecida de las atracciones más
visitadas, la Donauturm está en 9.º lugar con 419.635 visitantes anuales entre los años 2000 y
2008. Los datos publicados por las empresas privadas que operan en el lugar difieren
ligeramente de él, y se sitúan en unas cifras aproximadamente entre 450.000 y 460.000
visitantes.
93
EL DANUBIO
Al Danubio se llega con el metro (de hecho, la foto panóramica de más abajo está tomada
desde delante de la estación de metro “Donauinsel”, de la línea U1) y define la vida de la
ciudad de Viena. El río más famoso de Europa atraviesa Viena por el norte de la ciudad y es
realmente impresionante ver lo inmenso que es.
El Danubio (Donau, en alemán), el río más grande de Europa, nace en la Selva Negra, en
Alemania, y cruza Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Rumania, Bulgaria,
Moldavia y Ucrania, atravesando Europa de oeste a este. Son casi 3.000 km de río navegables.
Para Viena el Danubio es muy importante. Es uno de sus estandartes, un símbolo que
acompaña a los vieneses allí donde van, por eso la ciudad es llamada con cariño por sus
habitantes como la “Donau Metropole” (la “metrópolis del Danubio”).
Al principio, la ciudad estaba a un lado del río, ya que el otro lado eran solo humedales. Pero a
finales del siglo XIX dragaron estos humedales y regularon el río y el canal que cruzaba la
ciudad. Así, la ciudad empezó a crecer por la otra orilla. En los años 60 hicieron otra gran
remodelación y se crearon los barrios de Donaustadt y el de Floridsdorf.
A día de hoy, el río está dividido simbólicamente en 4 partes: el Donau Kanal (que es el canal
que pasa por el centro de la ciudad), el Donau (que es la corriente principal del río), el Neue
Donau (la parte construida en los años 70, donde está la Donauinsel) y el Alte Donau (la parte
del río que nunca ha sido regulada por el hombre).
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El Danubio, a pesar de no ser azul, es lo más bello de Viena, lo que le da vida a la ciudad y lo
que la hace especial. Pasear por la orilla del Danubio aporta tranquilidad. El Danubio es
bañarse en sus playas, observar su fauna y su flora, ir a la Donauinsel a hacer footing o a ir de
fiesta o, simplemente, sentarse a mirar el río.
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EL HOTEL METROPOLE, LA SEDE DE LA GESTAPO
El Hotel Metropole fue un hotel de lujo del primer distrito de Viena construido en 1871 y
destruido durante la Segunda Guerra Mundial. El hotel, situado en Franz‐Josefs‐Kai, fue
construido con motivo de la Exposición Universal de Viena y rezumaba lujo y exclusividad:
columnas corintias decoraban sus salas, el patio interior estaba acristalado, tenía un comedor
ricamente decorado…
Pero en marzo de 1938, después del Anschluss de Austria a la Alemania nazi, Reinhard
Heydrich, el segundo en el mando de las SS y jefe de la Gestapo (la policía secreta oficial de la
Alemania nazi) se apoderó del fantástico hotel y estableció allí la sede de la policía estatal en
Viena. Con 900 agentes de la Dirección de Investigación Criminal y muchos miembros de las SS,
el Metropol fue el departamento más grande de la Gestapo en el “Gran Reich Alemán”.
Cerca de quinientas personas (especialmente judíos) eran llevadas allí a diario para ser
interrogadas, amenazadas, maltratadas y torturadas.
Durante la guerra, el edificio fue alcanzado por una bomba y se quemó y, finalmente, las ruinas
se derribaron para eliminar cualquier recuerdo del edificio.
En 1951 un monumento de piedra conmemorativo fue erigido por los supervivientes de los
campos de concentración, que luego fue reemplazado en 1985 por un monumento financiado
por la ciudad de Viena. Este está formado por bloques de granito de la cantera del antiguo
campo de concentración de Mauthausen y una estatua de bronce que simboliza un
superviviente. La inscripción viene de la presidenta de la asociación de los supervivientes de
los campos de concentración Wilhelm Steiner y reza:
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„Hier stand das Haus der Gestapo. Es war für die Bekenner Österreichs die Hölle. Es war für
viele von ihnen der Vorhof des Todes. Es ist in Trümmer gesunken wie das Tausendjährige
Reich. Österreich aber ist wiederauferstanden und mit ihm unsere Toten, die unsterblichen
Opfer.„
La traducción al español sería: “Aquí se alzaba la casa de la Gestapo. Fue un infierno para los
confesores de Austria. Fue para muchos de ellos el atrio de la muerte. Ha caído en la ruina
como el Reino de los Mil Años. Pero Austria renace y con ella nuestros muertos, víctimas
inmortales “.
Este monumento está en Morzinplatz, cerca de Schwedenplatz, en el distrito 1
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EL HOTEL SACHER
El Hotel Sacher (pronunciado “Sajer” o, en austríaco, “Saja”, con la “j” española) se encuentra
en el centro de la ciudad, en el distrito 1, justo detrás de la Ópera. Es el hotel más famoso de la
ciudad, tanto por su lujo y opulencia, como por su pasado histórico. En este hotel de 5 estrellas
la especialidad de la casa es la Tarta Sacher, ese delicioso pastel de chocolate relleno de
mermelada de albaricoque tan famoso en Austria y en el resto del mundo.
Fundado en 1876 por Eduard Sacher, hijo del pastelero creador de la tarta Sacher, el hotel
empezó a ser el lujoso establecimiento que conocemos ahora gracias a la esposa de Eduard,
Anna Sacher. Ella, al finalizar la Primera Guerra Mundial, fue la impulsora de la idea de un
hotel rico y ostentoso, convirtiéndolo en uno de los hoteles más famosos del mundo y
prohibiendo la entrada a todo aquel que no fuera de la aristocracia o diplomático. Pero este
concepto tan elitista llevó al hotel a la quiebra, ya que no había suficiente clientela como para
mantener todas las comodidades y lujos del hotel. Así, en 1934, el hotel pasó a ser propiedad
de la família Gürtler, y en la actualidad sus directoras son Elisabeth Gürtler y Alexandra
Winkler.
Lo que más destacaría del Sacher es su combinación de lujo y tradición con modernidad y
confort. Es un punto de encuentro de políticos, aristocracia, empresarios y artistas de todo el
mundo, como por ejemplo el Príncipe de Mónaco, Indira Gandhi, la reina Isabel II o Herbert
von Karajan.
En la planta baja se encuentra la cafetería del hotel, en la que puede entrar todo aquel que
quiera a tomarse un típico café vienés acompañado de un trozo de tarta Sacher, hecha a mano
por los cocineros del hotel siguiendo la receta secreta del pastelero Sacher. Se dice que las que
sirven en el Sacher son las mejores tartas del mundo.
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FREYUNG
La plaza Freyung (el nombre de la cual tiene su origen en la antigua palabra alemana Frey, que
significa “libre”) es uno de los puntos con más interés de Viena debido al lujo que se respira en
ella. Originalmente estaba fuera de las murallas romanas de Vindobona y en el siglo XII los
monjes irlandeses llegaron por invitación del duque Enrique II de Austria para construir un
monasterio y la Schottenkirche, la iglesia irlandesa. Dado que el Palacio Imperial del Hofburg
no estaba lejos, en los siglos XVII y XVIII muchos aristócratas establecieron sus residencias en la
plaza, así como en la vecina Herrengasse. En ella encontraréis residencias como el Palais
Hardegg, Palais Harrach, Palais Kinsky, Palais Lamberg, Palais Ferstel…
Si visitáis Viena en invierno o por pascua, no dejéis de ir al mercado que instalan cada año en la
plaza desde 1772. Por otra parte, la fuente de Austria‐Brunnen, erigida en 1844 en honor del
emperador Fernando I de Austria, se encuentra en medio de la plaza.
Pero, para mí, sobretodo es bonito el Freyung Passage (el que veis en la foto) que es un pasaje
con tiendas y restaurantes. Es realmente un tesoro escondido. Le llaman Freyung Passage o
Ferstel Passage porque fue construido por el arquitecto austriaco Heinrich von Ferstel en
1860. Sus paredes, su techo abovedado y sus pilastras son de mármol y en él hay cafeterías y
tiendas de lujo. El pasaje conduce a un pequeño patio interior cubierto por una cúpula de
cristal hexagonal donde una fuente de seis metros de altura, también diseñada por Ferstel,
ocupa el centro del patio.
Pasear por la plaza y el passage es como volver a la época imperial vienesa, no dejéis de
hacerlo! Además, está en el centro de la ciudad, a 5 min. de la catedral.
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GASOMETER
Uno de los lugares más curiosos pero menos conocidos de Viena son los Gasometer. Los
Gasometer son cuatro tanques de gas, con una capacidad de almacenamiento de 90.000 m³,
construidos cerca de la fábrica de gas Gaswerk Simmering en 1896‐1899. En ese momento, el
diseño era el más grande de toda Europa.
Están ubicados en el distrito 11, en Simmering.
Se utilizaron desde 1899 hasta 1984 como
tanques de almacenamiento de gas, pero tras
el paso de gas ciudad a gas natural entre 1969‐
1978, se dejaron de utilizar y se cerraron,
siendo designados como monumentos
históricos protegidos.
Pero ahora las estructuras han encontrado un
nuevo uso en los tiempos modernos y sólo las
paredes de ladrillo frontal exterior se han
conservado.
Entre 1991 y 2001, los arquitectos Jean Nouvel
(Gasómetro A), Coop Himmelblau (Gasómetro
B), Manfred Wehdorn (Gasómetro C) y
Wilhelm Holzbauer (Gasómetro D) diseñador
que cada gasómetro fuera dividido en varias zonas para vivir (apartamentos en la parte
superior), trabajo (oficinas en los pisos medio) y ocio y compras (centros comerciales en la
planta baja).
Además, cada gasómetro está coenctado al anterior por puentes elevados.
Fueron inaugurados oficialmente por el alcalde el 30 de octubre de 2001, pero la gente había
comenzado a instalarse ya en mayo de 2001.
100
IGLESIA VOTIVA ‐ VOTIVKIRCHE
La Iglesia Votiva del Divino Salvador, conocida más simplemente como Iglesia Votiva
(Votivkirche) es un templo de culto católico situado en Viena, Austria. Está considerada, por
sus dimensiones, unidad de estilo y belleza, una de las iglesias más notables del siglo XIX.1
Fue mandada construir por Maximiliano de Habsburgo
Emperador de México y hermano del emperador de
Austria Francisco José I, tras haber sobrevivido este
último a un ataque que pudo ser mortal en el año 1853,
como voto y ofrenda a Dios y acción de gracias. Tras el
atentado, se organizó una colecta popular y se
encargaron los planos al arquitecto Heinrich von Ferstel,
quien la diseñó en estilo Neogótico, tomando como
inspiración la catedral de Colonia. Su construcción
comenzó en 1853, y se terminó en 1879. Fue inaugurada
solemnemente el 24 de abril de 1879, en ocasión del
Jubileo de Plata de los emperadores.
Sufrió numerosos daños durante la Primera y Segunda
Guerra Mundial, teniendo que ser reparada varias veces.
La idea original, además de la iglesia, incluía un mausoleo
de los austriacos ilustres, pero tal proyecto no llegaría nunca a materializarse. Sin embargo, sí
llegaron a trasladarse los restos mortales del héroe nacional Niklas Salm, comandante de las
tropas austriacas durante el Sitio de Viena de 1529.
Al exterior, el templo domina por sus grandes dimensiones el barrio donde se sitúa, cercano a
la Universidad de Viena. Las agujas gemelas de la fachada principal rozan los 100 m. de altura.
El interior del templo destaca por su diafanidad y estilo unitario, muy inspirado en las
catedrales francesas. En conmemoración del archiduque Maximiliano, que había sido
proclamado emperador de México, se erigió un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe. Como
curiosidad, se puede ver una vela de 4 m de altura y 3 dm de ancho, y de un peso de 264 kg,
llamada "vela Bárbara" (Barbarakerze), del año 1930. Se dice que la duración de esta vela si
fuera encendida sería de 100 años.
101
JUDENPLATZ, LA PLAZA JUDÍA
Judenplatz (“la plaza judía”, en español), en el centro de la ciudad de Viena (metro U1 y U3,
estación Stephansplatz) es una plaza que reúne el museo dedicado al judaísmo de la Edad
Media, el monumento conmemorativo de Rachel Whiteread y las excavaciones de la sinagoga
medieval. Es un centro judaico muy importante, lleno de simbolismo, historia y cultura, un
centro de recuerdo para judíos y no judíos.
Esta plaza era la zona en la que se encontraba el ghetto judío de la Edad Media. El monumento
conmemorativo de Rachel Whiteread, se encuentra justo en el medio, y se llama Memorial de
la Shoah (Shoah significa “catástrofe” o “Holocausto” en hebro). Por lo tanto, es un homenaje
a las víctimas del nazismo. El monumento, construído en 1996 e inaugurado en el 99, es un
bloque de cemento de 10x7x4 metros al cual rodean baldosas con los nombres de todos los
campos de concentración que construyeron los nazis. Este bloque quiere representar una
librería herméticamente sellada y es el primer memorial austríaco a las víctimas del nazismo.
En una placa al lado, se puede leer: “Zum Gedenken an die mehr als 65.000 österreichischen
Juden, die in der Zeit von 1938 bis 1945 von den Nationalsozialisten ermordet wurden” (en
español, “A la memoria de los más de 65.000 judíos austriacos, que en el período de 1938 a
1945 fueron asesinados por los nacionalsocialistas”) también escrito en inglés y hebreo.
En Judenplatz también se encuentra una parte del Museo Judío de la ciudad de Viena (la parte
principal se encuentra no muy lejos de ahí, en Dorotheergasse). Esta parte alberga las salas de
exposición sobre la judería medieval de la ciudad, una visita virtual por la Viena del s. XIV y las
excavaciones de la sinagoga medieval. Hay mucho material, ya que durante la Edad Media,
Viena fue el hogar de una de las comunidades judías más grandes e importantes de Europa,
siendo la ciudad un centro del conocimiento judío importantísimo. Dentro del museo también
se pueden visitar los restos de la antigua sinagoga, la cual fue destruida durante el 1420‐1421.
102
LA ESCUELA ESPAÑOLA DE EQUITACIÓN
La Escuela Española de Equitación, en alemán Spanische Hofreitschule, es la institución más
importante de Austria dedicada a la equitación y a la doma que se ha convertido en un punto
turístico muy importante de la ciudad de Viena. Uno de los motivos de su atractivo turístico es
que se encuentra en el Hofburg, dentro del palacio imperial.
En la Escuela Española de Equitación enseñan doma a caballos de raza lipizzana, originarios de
Lipizza, Eslovenia, y hacen espectáculos hípicos para todos aquellos que quieran disfrutar del
porte majestuoso de estos caballos únicos. Se llama Escuela Española porque, originariamente,
los caballos eran de raza española y ahora, a pesar de no serlo, la doma que aplican es
española y eso lo podéis ver en sus sesiones de entrenamiento y en sus espectáculos.
Fundada en el año 1572, la escuela y las cuadras son de estilo barroco y son consideradas las
mejores instalaciones para caballos del mundo. Lo curioso es que, a pesar de estar dentro del
palacio, la Spanische Hofreitschule fue construida antes que este. Fue un encargo del
emperador Carlos VI y se construyó entre 1729 y 1735 a cargo del arquitecto Johann Bernhard
Fischer von Erlach. Años más tarde se construiría el Hofburg al lado, pero como era una
edificación tan grande, acabó llegando hasta los picaderos, integrándolos en el palacio.
La Escuela Española de Equitación se encuentra exactamente en Michaelerplatz 1. Podéis
llegar con las líneas de metro U1, U2 o U4, estación Karlsplatz/Oper o Stephansplatz o con la
línea U3, estación Herrengasse. También se llega con los tranvías 1, 2, 62, 65 y D, estación
Karlsplatz/Oper o Burgtor, o con los autobuses 2A (estación Michaelerplatz) o 3A (estación
Habsburgergasse).
103
LA IGLESIA DE LA ORDEN TEUTÓNICA ‐
DEUTSCHORDENSKIRCHE
La Iglesia de la Orden Teutónica o Deutschordenskirche, también conocida como la Iglesia de
Santa Isabel de Hungría, es la iglesia madre de la Orden Teutónica en Viena.
Entrar en este templo es como hacer un viaje en el tiempo a la Edad Media, ya que los
caballeros teutónicos fueron una de las grandes órdenes caballerescas de la época medieval,
junto con los Templarios y los Hospitalarios. La iglesia es un pequeño edificio situado en una
callejuela cercana a Stephansdom, la catedral, y es como una pequeña joya escondida en el
corazón de la ciudad. Es simple, muy antigua y muy interesante. De orden gótico, fue
construida en el siglo 14 (1326‐1375) y consagrada a Santa Isabel de Hungría.
La iglesia en sí está justo en la entrada principal. Es pequeña pero absolutamente
impresionante. Las paredes están decoradas con numerosos escudos de armas de la Orden de
los Caballeros Teutónicos, un tríptico flamenco, escudos heráldicos de estilo gótico y un
hermoso retablo policromado de 1520 que recuerdan la época en que los caballeros
teutónicos habitaban el planeta. La colección no es enorme, pero estas son obras de tanta
calidad que merecen una visita, así como el edificio en sí, que fue remodelado en estilo
barroco en 1720 pero que ha conservado algunos de sus orígenes góticos, como los arcos de
medio punto en las ventanas.
La segunda parte de la oferta es el museo. Está en el segundo piso de lo que es un edificio
bastante común y corriente. La entrada cuesta 5 € y cobran un euro adicional por los derechos
104
de fotografía. Vale la pena entrar, sobretodo si os atrae la época medieval. Hay un tesoro en
este museo, literalmente. La Schatzkammer (la Sala del Tesoro) es un verdadero tesoro
eclesiástico. Artículos tales como un reloj de mesa espectacular o estatuillas de oro macizo
hablan de la riqueza de los Caballeros durante 8 siglos, cubriendo los períodos gótico,
renacentista y barroco. Encontraréis también monedas góticas, medallas, sellos, cruces, un
anillo de la coronación del siglo 13, artefactos capaces de detectar comida envenenada, vasos
hechos de cáscaras de coco y un largo etcétera,
El tesoro está abierto los martes, jueves y sábados 10:00h a 12:00h; y los miércoles y viernes
de 15:00h a 17:00h.
Si estáis por el centro de la ciudad, no dejéis de visitar esta joya escondida, un lugar olvidado
por los turistas en el que os podréis trasladar a la Edad Media durante unas horas.
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LA IGLESIA DE MALTA ‐ MALTESERKIRCHE
La Iglesia de Malta o Iglesia de San Juan Bautista (en alemán Malteserkirche o
Johanniterkirche) es una iglesia católica romana de la orden de Malta. Situada en Kärntner
Straße, en el distrito 1, es una iglesia anitguisima: la primera vez que se habla de ella en un
texto es en el año 1217, y se la describe como una “Casa de la Orden de San Juan” en la que
apoyan a los cruzados. Pero debido a diversas invasiones y debido al deterioro natural del
edificio, esta no es plenamente la iglesia original, sino que fue reconstruida primero en el siglo
15, tiempo en el cual el templo se convirtió en un lugar para la predicación; luego en el siglo 17
se volvió a reconstruir, para adaptarse al nuevo gusto barroco de la época y, finalmente, en el
siglo 19, se hicieron las últimas renovaciones, centradas sobretodo en los vitrales.
Por desgracia, la Orden se topó con
problemas financieros después de la
Primera Guerra Mundial y en 1933 tuvo
que vender la iglesia y el Johanneshof
(el patio), aunque por suerte
permitieron que se siguiese usando el
templo de forma gratuita. En 1998
hubo una última restauración general, y
ahora se pueden contemplar
perfectamente obras como la pintura
del altar mayor (datada en 1806)
pintada por Johann Georg Schmidt, la
cual representa el bautismo de Jesús
por Juan el Bautista; la piedra angular
gótica en la bóveda de crucería; las dos
estatuas de madera de los apóstoles
San Pedro y San Pablo; la copia barroca
del icono de la Virgen “nuestra Señora
de Filermo” y algunas esculturas más de
la Orden de Malta.
106
PABELLÓN DE LA SECESIÓN
El Pabellón de exposiciones de la Secesión vienesa, llamado normalmente la Secesión, fue
erigido por Joseph Maria Olbrich entre 1897 y 1898, y constituye uno de los más importantes
edificios construidos en el estilo Secesión vienesa o modernismo vienés (llamado localmente
Jugendstil).
La construcción fue sufragada en gran parte por los artistas, mientras que el ayuntamiento
vienés ofreció el solar de forma gratuita, según se dice tras conversación privada entre Josef
Engelhart y el alcalde Karl Lueger. Para la ciudad, la construcción del edificio debería haber
sido acompañada de la regulación del río Viena y la reforma de la Karlsplatz, pero el plan no se
completó, y finalmente se abrió una avenida entre la Karlskirche y el Pabellón de la Secesión.
En el plano formal, el Pabellón toma un elemento de la Karlskirche: la cúpula dorada (en forma
de hojarasca, hecha de bronce dorado), llamada popularmente "el repollo" (Krauthappel).
Bajo la cúpula se lee en letras también doradas el lema de la Secesión: Der Zeit ihre Kunst, der
Kunst ihre Freiheit (A cada tiempo su arte, a cada arte su libertad), del escritor y crítico de arte
judeohúngaro Ludwig Hevesi. A la izquierda de la entrada se encuentra un segundo lema: Ver
Sacrum (Primavera Sagrada), que expresa la esperanza en un nuevo florecimiento del arte.
El edificio se alza sobre columnas de cemento de ocho metros de profundidad, que se hunden
en el arroyo Ottakringer, corriente subterránea que confluye en el río Viena no lejos de allí.
Gustav Klimt, como presidente del movimiento,
ejerció una gran influencia en atemperar los
exuberantes planos iniciales de Olbrich. Su Friso
de Beethoven (1902), inicialmente una creación
temporal para una exposición de la Secesión, se
exhibe hoy en día de forma permanente en la
planta baja. Las puertas de bronce de la entrada
fueron diseñadas por Georg Klimt, hermano de
Gustav.
A la derecha del edificio se encuentra una estatua de bronce de Marco Antonio, obra de Arthur
Strasser. El general romano se muestra en ella como un ser perezoso y decadente, quizá en
referencia al ambiente de Fin de siècle.
107
RELOJ ANKER
Cada mediodía, desde hace apróximadamente cien años con una pulcritud ritualística una
pequeña multitud se congrega frente al reloj Anchor en Viena.
Detrás del nombre de este reloj, aunque pudiera parecer lo contrario, no se esconde ninguna
historia apasionante. De hecho el nombre del mismo lo inspiró la compañía de seguros
propietaria del edificio donde se localiza.
A principios de los años 1900, Derk Anker propietario de la compañía en cuestión había
comprado dos edificios significativos contiguos para sus oficinas. Este hecho le invitó a unir
ambos con un elemento que resultase significativo. Por esta razón se construye entre los años
1911 y 1917 un puente sobre el que se asienta este reloj tan especial.
Está fue la motivación de colocar un reloj animado frente a la plaza Hoher Markt.
El estílo que sigue la estructura es Art Decó y está realizado en cobre y bronce. Aparecen varias
figuras simbóligas que representan el pasar del tiempo y la vida.
Cada hora con puntualidad marcial desfila delante de los presentes una figura que representa
un personaje histórico de Austria, como por ejemplo el príncipe Eugenio de Saboya, Joseph
Haydn, etc...
Personajes que aparecen a cada hora:
A la 1: Marco Aurelio, emperador romano
A las 2: Carlomango, rey de los francos y emperador de Occidente
A las 3: Leopoldo VI, duque de Austria
A las 4: Walther von der Vogelweide, poeta de habla alemana más importante de la
Edad Media
108
A las 5: Rodolfo I de Habsburgo, conde de Salzburgo y rey de Alemania y su esposa
Anna de Habsburgo
A las 6: Hans Puchsbaum, arquitecto gótico
A las 7: Maximiliano I de Habsburgo, emperador romano germánico
A las 8: Johann Andreas von Liebenberg, alcalde de Viena
A las 9: Ernst Rüdiger von Starhemberg, comandante que venció a los turcos
A las 10: Eugenio de Saboya, general austríaco que venció a los turcos
A las 11: María Teresa I de Austria, Archiduquesa de Austria y Reina de Hungría y
Bohemia, junto con su consorte Francisco I del Sacro Imperio Romano Germánico
A las 12: Joseph Haydn, compositor
El momento más esperado sucede cada mediodía, cuando las doce figuras desfilan todas
juntas al son de la música clásica vienesa.
Algunas teorías revelan que las doce figuras representan los doce signos del zodiaco que son
alumbrados por el sol, elemento simbólico que sirve de cabecera del famoso reloj.
La música que marca el lento compás de las figuras, es la misma melodía típica austriaca que
se escucha desde su inauguración.
109
RINGSTRAßE
La Ringstraße (en español, calle anular), conocida
también como Ring de Viena, es una avenida de
circunvalación que rodea el centro de Viena (Austria).
Esta avenida tiene a ambos lados obras
arquitectónicas muy significativas, por lo que es
considerada uno de los grandes atractivos de la
capital austriaca.
El Ringstraßenstil (estilo de la Ringstraße) marcó la
arquitectura de tipo historicista de los años 1860 a
1900.
Historia previa
Desde el siglo XIII Viena estaba rodeada por una muralla. Tras el primer sitio turco de 1529, la
muralla se reforzó y se creó un glacis de 500 metros de ancho, en el que estaba prohibido
cultivar o plantar árboles. Este glacis se mantuvo
durante el segundo sitio turco en 1683, pero después
fue perdiendo valor, y para finales del siglo XVIII había
quedado obsoleto. En 1820 se erigió la Äußere Burgtor
(Puerta exterior).
En 1850 se incorporaron a la ciudad los barrios
extramuros (actuales distritos II‐IX), lo que convirtió a la
muralla en un obstáculo para el tráfico, aunque el
glacis, ajardinado bajo el Emperador José II. se había
vuelto un espacio de recreo.
Derribo de las murallas y creación de la Ringstraße
En 1857, bajo el emperador Francisco José I, comenzó finalmente el derribo de la muralla, las
puertas de acceso, los bastiones y el glacis, para crear en su lugar unos bulevares. En su
decreto Es ist Mein Wille1 el Emperador dispuso el tamaño y uso exactos de la zona habitable
recuperada, y convocó un concurso para su urbanización.
Del hecho de que este bulevar se planificara
desde el principio como avenida prestigiosa, da
cuenta el que se trazara una calle paralela
dedicada en exclusiva al tráfico industrial (la
Lastenstraße). Esta Lastenstraße es hoy en día una
revitalizada vía de gran circulación, llamada
popularmente Zweierlinie. El nombre surgió en la
época en que pasaba por esa calle la línea 2 del
tranvía.
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Tras ciertos conflictos de competencias entre Gobierno y Ayuntamiento, se creó el fondo de
ampliación de la ciudad (Stadterweiterungsfonds), que fue administrado por el Gobierno. Se
vendieron los terrenos liberados por el derribo de los bastiones y el glacis a inversores
privados, y con los beneficios se financió la construcción de los edificios públicos. Sólo el
Ayuntamiento fue planificado por el municipio. Tras no recibir ningún beneficio de esta gran
operación inmobiliaria, el municipio se dedicó con una determinación aún mayor a la partición
de los espacios de recreo existentes. Hoy en día existen el Stadtpark, el Rathauspark, el
Volksgarten y el Burggarten, lo que da un área de espacios verdes relativamente grande.
Construcción
A lo largo de toda la Ringstraße se erigieron
numerosos edificios tanto públicos como privados. La
nobleza y la alta burguesía se apresuraron a construir
palacios grandiosos, que dieron su nombre al estilo
Ringstraßenstil de la monarquía danubiana.
Uno de los primeros edificios fue el Heinrichshof del
fabricante de ladrillos Heinrich von Drasche‐
Wartinberg, que, dañado por la guerra, aún se alzaba
frente a la Ópera de Viena en 1954.
La mayoría de los edificios se construyó antes de 1870.
Los más notables son la Neue Hofoper (ahora
Staatsoper), de estilo neorrenacentista (obra de August
Sicard von Sicardsburg y Eduard van der Nüll), el
Parlamento, de estilo neoático (en homenaje a la
antigua democracia ateniense), el Palais Epstein (de
Theophil von Hansen), el Ayuntamiento, de estilo gótico
flamenco (diseñado por Friedrich von Schmidt), el
Burgtheater (de Karl von Hasenauer y Gottfried
Semper), y la nueva Universidad, de Heinrich von Ferstel. El único edificio religioso es la Iglesia
Votiva, neogótica, (diseñada también por Ferstel), erigida con ocasión de la supervivencia de
Francisco José I a un atentado en 1853.
En el Hofburg se construyó, como parte de un Foro
Imperial nunca completado, un complejo de
edificios oficiales: el Neue Hofburg, que ahora
alberga el Museum für Völkerkunde (Museo de
etnología), el Museum für alte Musikinstrumente
(Museo de antiguos instrumentos musicales), el
Ephesosmuseum (Museo de Efeso), la
Österreichische Nationalbibliothek (Biblioteca
nacional austriaca) y otras instituciones. Otras
partes completadas del Foro son el Museo de
Historia del Arte y el Museo de Historia Natural. El plan original era construir un ala más frente
al Neue Hofburg que lo habría conectado con el Museo de Historia Natural. La Heldenplatz y la
Maria‐Theresien‐Platz (Plaza de María Teresa) también habrían formado parte de este Foro. El
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plan no se completó por falta de capital; al comenzar la Primera Guerra Mundial aún no se
habían terminado siquiera los interiores del palacio nuevo, y cuando vino la paz, las
circunstancias políticas eran muy otras.
Las grandes obras del Ring concluyeron en 1913 con la compleción del Ministerio de la Guerra,
todavía en estilo Ringstraßenstil, pero ya algo anticuado si se lo compara con la
contemporánea sede de la Caja Postal Austriaca (Postsparkasse), diseñada en estilo Jugendstil
por Otto Wagner.
La mayor catástrofe sucedida en esta avenida fue
el incendio del Ringtheater en 1881, que causó
centenares de víctimas. En su lugar se erigió la
Sühnhaus, que a su vez sería destruida en la
Segunda Guerra Mundial y reemplazada por la
nueva sede de la Dirección de Policía, mudada a
ese emplazamiento tras ser también destruida en
su dirección original (Schottenring 11).
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PARQUE STADTPARK
El Wiener Stadtpark, o “parque de la ciudad”, es uno de los parques públicos más antiguos de
Viena, y el preferido por los vieneses.
Con sus 65.000 m2., el Stadtpark se extiende desde el Parkring (el Ring), en el primer distrito,
hasta Heumarkt, en el tercer distrito, y está atravesado en toda su longitud por el río Wien.
Diseñado al estilo de los jardines ingleses por el pintor de la Corte Joseph Selleny y el director
de jardines Rudolf Sieböck, el Stadtpark fue inaugurado el 21 de agosto de 1862.
El Stadtpark es el parque con más monumentos y esculturas de toda Viena. Así, en él
encontramos abundantes estatuas de personajes importantes, como, entre otras, las de los
compositores Schubert, Léhar, Stolz o Bruckner, las de los artistas Makart o Amerling, y las de
otros vieneses ilustres.
Pero, sin duda alguna, el monumento más famoso y uno de los más fotografiados de toda
Austria, es el monumento a Johann Strauss hijo (1825‐1899). Realizado por E. Hellmer e
inaugurado el 26 de junio de 1921, está compuesto por un altorrelieve semicircular de mármol
dentro del cual está la estatua en bronce dorado de Johann Strauss; ésta fue restaurada en
991, cuando volvió a este lugar después de ausentarse desde 1935.
113
También interesante en el Stadtpark es el llamado Wienflussregulierung; de estilo Jugendstil o
Modernismo, está formado por unas escaleras monumentales, pabellones y columnas,
realizados por F. Ohmann entre 1903 y 1906, para disimular la salida a la superficie del río
Wien. Se encuentra situado en la parte meridional del parque, en el lado de Johannesgasse.
Precisamente en esta calle se encuentra una de las entradas de la estación de metro Stadtpark,
que todavía conserva su original pabellón estilo Jugendstil obra de Otto Wagner.
Un edificio muy importante dentro del
Stadtpark es el Kursalon, inaugurado en
1867 como lugar de curas
hidroterapeúticas, pero que desde 1868
funciona como palacio de conciertos y
bailes.
En cuanto a la flora del parque, se
caracteriza por su amplia variedad de
especies, las cuales, tal y como era típico
en el s.XIX, florecen intercaladamente
durante todas las estaciones del año.
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STUBENRING 1
Stubenring 1 es un edificio en Viena construido expresamente como Kriegsministerium
(Ministerio de Guerra), y seriamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, tras su
restauración en 1952,1 alberga varios ministerios austriacos: el ministerio de economía y
empleo, el ministerio de agricultura, bosques, medio ambiente y gestión del agua, el ministerio
de seguridad social, generaciones y consumo, además de secciones del ministerio de
transporte, innovación y tecnología y el ministerio de sanidad.
Aprovechando el ensanche proyectado por orden del emperador Francisco José I en 1857, y
con una fachada de 210 metros, el edificio de 13 815 metros2 fue inaugurado por el
emperador en 1913 sobre el diseño ganador de la licitación, el proyecto neoclásico1 y
neobarroco2 "Maria Theresia" de Ludwig Baumann. Los 66 proyectos presentados incluían los
de destacados arquitectos como Otto Wagner3 (con el proyecto "Pallas"), cuyo Postparkskasse
(Palacio de Correos) se encuentra justo en frente,4 y Adolf Loos5 (con el proyecto "Homo"). El
segundo premio del concurso fue para el diseño "Palladio" de los arquitectos Marschall y
Sommerlatte, mientras el tercer premio fue para los arquitectos húngaros Komer y Jakab.6
Tanto el archiduque Francisco Fernando como su esposa, Sofía, pidieron modificaciones al
diseño original que suponía importantes modificaciones, como las de la estructura de la
fachada principal para soportar la águila bicéfala2 imperial de una envergadura alar de casi 15
metros y de 40 toneladas.1
De agosto de 1924 hasta 1926, fecha en la cual se inaugura su sede definitivo en
Johannesgasse, la Österreichische Radio‐Verkehhs‐Aktiengeselleschaft (RAVAG), antecesora de
la radio pública nacional, la Österreichischer Rundfunk, transimitió sus primeros programas
radiofónicos1 desde el transmisor militar del edificio.
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UNIVERSIDAD DE VIENA
La Universidad de Viena (en alemán Universität Wien y en latín Alma Mater Rudolphina
Vindobonensis ) es una centenaria universidad pública austríaca. Fue fundada en 1365 por
Rodolfo IV, siendo — después de la Universidad de Praga — la segunda más antigua de las que
se fundaron en el Sacro Imperio Romano Germánico. Actualmente cuenta con cerca de 91.000
estudiantes matriculados, lo que la convierte en la universidad más grande de Austria y del
área germanoparlante y una de las más grandes de Europa en su conjunto.
Aunque ha dejado de ser una universidad con cobertura de todo el espectro del saber (desde
que la Facultad de Medicina se separara en el año 2004 para constituirse como una entidad
independiente: la Universidad de Medicina de Viena), su oferta de estudios continúa siendo
muy amplia, con un total de 188 carreras. En la universidad trabajan 9.400 colaboradores, de
los cuales 6.700 son investigadores, científicos y académicos.
ORÍGENES Y FUNDACIÓN
La Universidad de Viena es una de las universidades europeas creadas ex privilegio papal e
imperial, es decir, con carta de fundación aprobada tanto por la máxima autoridad eclesiástica,
en este caso el papa Urbano V, como por el emperador, Carlos IV.2 Cuando el duque Rodolfo
IV de Austria comenzó sus gestiones con el papa Urbano V para obtener su venia para una
universidad en Viena, Carlos IV intervino inicialmente negándose. Carlos IV temía que la nueva
universidad ensombreciera la fama y el prestigio de la Universidad de Praga que había sido
fundada en 1347. Sin embargo, ocurriría que tanto Viena, como las otras universidades nuevas
fundadas en esta época (Cracovia, Heidelberg y Erfurt) en gran medida se nutrieron
inicialmente de profesores de la Universidad de Praga para completar sus planteles docentes.2
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En busca de una salida de compromiso, Urbano V respondió a la pedtición de Rodolfo IV
autorizando la fundación de la universidad, pero exigiendo que se excluyera la creación de una
facultad de teología. De este modo, quedaría garantizado el liderazgo de la Universidad de
Praga en la región. Tras la muerte del fundador, se nombró como rector a Alberto de Sajonia,
pero no contó con el apoyo de los hermanos de Rodolfo IV, Alberto III y Leopoldo III. Por un
lado, eran ambos muy jóvenes aún para interesarse realmente en el asunto, y por otro,
entraron en una vertiginosa lucha de poder tampoco favoreció el desarrollo de la Universidad
en el primer período. Recién en 1376, ya apaciguados los ánimos entre los duques y cuando la
rectoría estaba a cargo de Johann von Randegg el nuevo papa Urbano VI autorizó finalmente la
creación de una facultad de teología y con ella se completó la oferta académica en Viena.2
ACADÉMICOS DESTACADOS
Entre los académicos e investigadores actuales y pasados que han enseñado en la Universidad
de Viena se cuentan varios ganadores del Premio Nobel: Robert Bárány, Julius Wagner‐
Jauregg, Hans Fischer, Karl Landsteiner, Erwin Schrödinger, Victor Franz Hess, Otto Loewi,
Konrad Lorenz y Friedrich von Hayek. También entre los pasados por la universidad se
encuentra Sigmund Freud médico neurólogo y padre de la teoría Psicoanalítica y una de las
mayores influencias en el siglo XX.
Por otra parte, la Universidad de Viena es reconocida como la cuna de la Escuela Austríaca de
Economía. Los fundadores de esta escuela que estudiaron en ella incluyen a Carl Menger,
Eugen von Böhm‐Bawerk, Friedrich von Wieser, Joseph Schumpeter, Ludwig von Mises ,
Friedrich A. von Hayek y Christian Andreas Doppler.
Entre las mujeres relacionadas con la Universidad destacan: Gabriele Possanner von Ehrenthal,
Christine Touaillon, Hedwig Kenner, Sylvia Bayr‐Klimpfinger, Margret Dietrich, Carmen
Coronini‐Kronberg, Margarete Mecenseffy, Susanne Heine, Ingeborg Gerda Gabriel, Renée
Schroeder y Gabriele Moser.
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EL BRUNNENMARKT, EL MERCADO TURCO
El Brunnenmarkt, situado en el distrito 16, es un mercado diario de comida, ropa y todo tipo
de utensilios en el que la mayoría de los puestos están llevados por turcos (el grupo de
inmigración más grande de Viena). Es un lugar lleno de vida, un mercado en la calle lleno de
frutas y verduras de una calidad más alta que la de los supermercados, carne fresca e incluso
peces vivos en mini piscinitas que los vendedores ponen al lado de las paradas. Todo el mundo
dice que es una pequeña Turquía en Viena (yo no lo sé, porque por desgrácia aún no he estado
nunca en Turquía), pero a mí me encanta porque es el lugar de Viena que me recuerda más a
España. Con tiendas de todo a un Euro dónde puedes encontrar de todo (las cuales no
abundan en el resto de Viena), niños jugando por la calle, gente que grita los precios de los que
venden… En general, un lugar alegre y muy concurrido.
Como curiosidad, es el mercado en la calle más largo de Europa, con entre 40 y 50 puestos
durante la semana y 120 los sábados (el domingo no hay) y existe desde 1786.
¿Dónde?
En el multicultural barrio vienés Ottakring
16., Brunnengasse ‐Yppenplatz
U6: Thaliastraße, Josefstädter Straße
Tram 46: Brunnengasse,
Tram 2: Neulerchenfelder Straße / Brunnengasse
¿Cuándo?
lun.‐vier. 6‐19.30, sáb. 6‐17 h., puestos de comidas, lun.‐sáb. 6‐23 h.
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MERCADO KARMELITERMARKT
También a pocos pasos del casco histórico de la ciudad se encuentra, cerca de la plaza
Schwedenplatz, el mercado Karmelitermarkt (Mercado de las Carmelitas). Durante un tiempo,
este clásico mercado cayó en el olvido, hasta que en los últimos años las inmediaciones
recobraron vida con el establecimiento de locales, talleres y galerías de artistas.
El café‐restaurante Schöne Perle, antes un restaurante chino, es hoy uno de los mejores
ejemplos para la nueva generación de locales vieneses con una estructura clara, huéspedes
interesantes y buena cocina.
¿Dónde?
Krummbaumgasse, Leopoldsgasse, Haidgasse
Tram 2: Karmeliterplatz,
Bus 5A: Tandelmarktgasse
U2: Taborstraße
¿Cuándo?
Lun.‐Vier.: de 6.00 a 19.30, Sáb. 6.00 a 17.00 hrs
puestos de comida lun.‐sáb. 6.00 a 22.00 hrs
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MERCADO NASCHMARKT
El Naschmarkt es el mercado callejero más popular de Viena. Ubicado en la calle Wienzeile,1
se extiende aproximadamente 1,5 kilómetros.
El Naschmarkt existe desde el siglo XVI. Entonces se vendían principalmente botellas de leche.
A partir de 1793, todas las frutas y vegetales que llegaban a Viena en carro tenían que
venderse en el Naschmarkt. Por el contrario, los productos que llegaban por el Danubio se
vendían en otros lugares de la ciudad. Hoy en día, se pueden comprar en él fruta y vegetales
frescos de todo el mundo, especias exóticas, queso, pan, Kaisersemmeln, tartas, carnes y
mariscos varios. También hay multitud de pequeños restaurantes que ofrecen, por ejemplo,
sushi, kebab, pescado, marisco y comida tradicional de Viena como el Kaiserschmarrn o las
Palatschinken. También hay puestos que venden ropa y complementos. Todos los sábados
desde 1977 el mercado se extiende más allá de la Wienzeile sobre un área adyacente, donde
tiene lugar un Flohmarkt (una especie de rastro).
La atmósfera única del Naschmarkt es famosa fuera de las fronteras de Viena, y un gran
número de turistas lo visita cada año.
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WEBS CONSULTADAS
http://www.wikipedia.com
http://www.vienayyo.com
http://www.sobreaustria.com
http://lamuerteossientatanbien.blogspot.com.es/