Anda di halaman 1dari 16

EVACUACIÓN Y REUTILIZACIÓN DE AGUAS RESIDUALES

I. EVACUACIÓN DE AGUAS RESIDUALES.

I.1. INTRODUCCIÓN.

Con independencia de que las aguas residuales hayan sido o no sometidas a tratamientos
de depuración, la forma de evacuación final será mediante: dilución en las aguas receptoras,
vertido en el terreno para riego agrícola e infiltración en el subsuelo. Sin duda la evacuación
mediante dilución en grandes masas de agua por vertidos en: lagos, ríos y mar, es el método más
utilizado.

Cualquiera que sea la forma de evacuación utilizada, es preciso evaluar los efectos de las
aguas residuales sobre el medio receptor. Estos efectos dependerán de las características del agua
residual (caudal, tipos de contaminantes, concentraciones, temperatura, etc.) y de la capacidad de
autodepuración del medio (que depende de su caudal o volumen, su contenido en oxígeno
disuelto, etc.). No se debe superar la citada capacidad de autodepuración, con objeto de no dar
lugar a la aparición de fenómenos de contaminación. También será necesario cumplir los
requisitos legales relativos a vertidos (normas de la Comunidad Europea, nacionales,
autonómicas y, en su caso, municipales).

Como ya se ha indicado, la forma más frecuente de evacuación de las aguas residuales es


el vertido a lagos o embalses, ríos y mar, siendo estas dos últimos los más utilizados. Con objeto
de no hacer excesivamente extenso el tema, entre estas dos formas de vertidos nos centraremos en
el estudio de los que se realizan en el mar.

I.2. VERTIDOS AL MAR.

El vertido de aguas residuales en el mar se realiza mediante conducciones submarinas,


llamadas emisarios submarinos, que transportan el agua residual mar adentro hasta una distancia

1
de la costa adecuada, y distribuyéndola en el fondo del mar mediante difusores, o simples
aberturas, con objeto de conseguir una gran dilución inicial. De esta manera, el agua residual se
mezcla con el agua del mar, difundiéndose en todas direcciones, alcanzando la superficie donde
la acción de las corrientes marinas inducidas por el viento aumentan la dilución. La dilución
final que se alcance indicará la eficiencia del vertido en cuanto a sus efectos contaminantes.

El diseño de un emisario requiere la especificación del diámetro y la longitud de la


tubería sumergida, así como el número y el tamaño de los difusores o aberturas que distribuyen
el agua residual en el tramo final del emisario. El diámetro de la tubería vendrá determinado por
consideraciones económicas, en cuanto que un menor diámetro implica menor costo de inversión,
pero producirá una mayor pérdida de carga y, por tanto, mayores costos de operación. Existen
ábacos que determinan el diámetro más económico en función del caudal a transportar y de la
longitud total. En el diseño de las tuberías se recomiendan velocidades de 0.60 a 0.90
metros/segundo a caudal medio, con objeto de evitar excesiva pérdida de carga. Las velocidades
inferiores a éstas no supondrán problemas siempre que el agua residual haya recibido un
pretratamiento preliminar para reducir el contenido de sólidos sedimentables. Por otro lado, se
deberán evitarán las velocidades superiores a 3 m/s debido a la excesiva pérdida de carga que
producen.

El diámetro y número de los difusores o de las aberturas se calcula para que la velocidad
del chorro a la salida esté comprendida entre 4 y 5 m/s, distanciándose unos de otros entre 3 y 5
metros. El tramo difusor se orienta en dirección perpendicular a la corriente dominante. En la
mayoría de los casos, las corrientes no muestran una dirección dominante, por lo que suelen
usarse dos tramos difusores en forma de Y. Los orificios de los difusores deben ser circulares y
con salida horizontal (la trayectoria del agua residual es mayor que si fuera vertical).

Figura 1. Trayectoria del agua residual para salida horizontal.

2
Figura 2. Trayectoria del agua residual para salida vertical.

La longitud del emisario o distancia entre la costa y el tramo difusor, (tramo final del
emisario que contiene los difusores o aberturas de salida), vendrá determinada por la dilución
final que es necesario alcanzar. Esta dilución final será el resultado de tres fenómenos distintos:
a) la dilución inicial, D1, producida por los difusores al verter el agua residual en forma de
chorro en el seno del agua marina; b) una segunda dilución, D2, como resultado de la acción
dispersante del agua del mar que provoca una difusión turbulenta en todas direcciones,
principalmente en la dirección de la corriente dominante; y c) y un tercer factor de dilución, D3,
debido a la descomposición del residuo contaminante.

La dilución inicial aparece como consecuencia del mezclado turbulento que se produce
al descargarse el agua residual a través de los difusores en forma de chorro. Para determinar el
grado de dilución inicial debida a esta descarga, se utiliza el gráfico de la figura 3. Este gráfico
tiene en el eje de ordenadas el parámetro Y0/D siendo Y0 la profundidad a la que se encuentra
sumergido el difusor o abertura de descarga, y D el diámetro del chorro de descarga.

3
Figura 3. Gráfica para el cálculo de la dilución D1.

La variable en el eje de abcisas es el número de Froude definido por:

V1
F=
ρm - ρ0
gD
ρ0

donde F es el número de Froude, V1 la velocidad de salida del chorro, ρ0 la densidad del agua
residual, ρm la densidad del agua del mar, g la aceleración de la gravedad y D el diámetro del
ρm - ρ0
chorro de descarga. El término suele alcanzar valores en torno a 0.026.
ρ0

Para determinar la dilución producida por la acción dispersante de la corriente marina


dominante, se puede utilizar el gráfico de la figura 4. En este gráfico, conocida la velocidad de la
corriente dominante Vx, eje de la derecha, y la distancia desde la costa al tramo difusor, eje de la
izquierda, es posible situar un punto de la línea auxiliar, que unido con el punto correspondiente a
la longitud efectiva del difusor, eje superior, determina la dilución buscada, eje inferior.

4
Figura 4. Gráfica para el cálculo de la dilución D2.

El tercer factor de dilución viene determinado por la descomposición del residuo. A


título de ejemplo señalar que en el caso de las bacterias suele admitirse que la disminución de su
concentración sigue una cinética de primer orden, que da como resultado una variación de la
concentración con el tiempo en la forma:

Ct = C0 e-k t

donde Ct es la concentración de bacterias al cabo del tiempo t, C0 la concentración después de la


dilución inicial, k la constante cinética y t el tiempo.

Si se emplea el tiempo en horas necesario para obtener una reducción del 90% en el
número de bacterias por unidad de volumen, t90, la dilución debida a este fenómeno puede
determinarse con ayuda del nomograma de la figura 5. En él se utilizan los mismos ejes verticales
que los de la gráfica de la figura 4, sustituyéndose el eje superior por t90.

5
Figura 5. Gráfica para el cálculo de la dilución D3.

La dilución final alcanzada se calcula como el producto de las diluciones inicial,


dispersante y de descomposición: Df = D1 x D2 x D3.

De acuerdo con lo indicado anteriormente, la longitud del emisario viene determinada por
la dilución final que sea necesario alcanzar. En lo que respecta al material que hay que emplear,
pueden seguirse varios criterios: el plástico presenta la ventaja de su pequeña pérdida de carga y
de su resistencia al ataque químico. En cambio tiene el inconveniente de su fragilidad, por lo que
es aconsejable protegerlo o enterrarlo.

La tubería de hierro es más resistente, pero también se corroe más, aunque puede
protegerse con capas de poliéster y hormigón, además de las protecciones catódicas necesarias.

Para la limpieza periódica es aconsejable disponer de una compuerta con guillotina, en el


punto más bajo de ésta. Cuando se abre la guillotina se expulsan al exterior los sedimentos
internos del emisario, si los hubiera.

Se recomienda la instalación del emisario en una sola pieza, lo que requiere un gran
despliegue de medios técnicos para lanzarlo al mar, por arrastre, con tractores en tierra y barcos

6
desde el mar. Una vez que flota sobre el agua en la posición adecuada se deben abrir los difusores
para hundirlo en el mar, a medida que se llena de agua.

Una vez que el emisario reposa en el fondo del mar, se debe anclar firmemente al fondo.
El tramo que va desde la orilla hasta la profundidad en la que los temporales lo afectan, debe
enterrarse.

EJEMPLO DE DISEÑO DE UN EMISARIO SUBMARINO.

Diséñese un emisario submarino para un caudal de agua residual de 40000 m3/día


para las siguientes condiciones:

1. Caudal punta: 80000 m3/día.


2. Pendiente de fondo: 1.25%.
3. Concentración de coliformes en el agua residual: 106/ml.
4. Corriente crítica en dirección a la costa: 6 m/min.
5. Longitud del difusor: 40 m.
6. Espaciamiento entre difusores: 3 m.
7. Velocidad de descarga, a caudal punta, en los orificios: 5 m/s.
8. Configuración del difusor en forma de Y con 20 m por cada lado. Los difusores están
inclinados formando un ángulo de 45º respecto a la línea de costa.
9. T90 = 4 horas.
10. Velocidad en la tubería a caudal medio: 0.75 m/s.

7
SOLUCIÓN:
40 m
1. Nº de difusores = = 13.3 (se usarán 14)
3m
80000 m3 /dÍa
2. Área total orificios = = 0.185 m2
(5 m/s) (86400 s/dÍa)
0.185 m2
Área por orificio = = 0.0132 m2 /orificio
14

0.0132 m2 x 4
Diámetro orificio = = 0.1298 m
3.14
Se usarán 14 orificios con diámetro de 130 mm.

3. Determinación del tamaño de la tubería del emisario:

40000 m3 /dÍa
A= = 0.62 m2
(0.75 m/s) (86400 s/dÍa)

0.62 m 2 × 4
D= = 0.887 m
3.14
Se usará una tubería de 0.90 m de diámetro.

4. Determinación de la dilución total para una longitud de emisario de 1000 m.

a) Cálculo de la dilución inicial, D1.


1.25
A 1000 m de la orilla, la profundidad es: 1000 = 12.5 m
100
Y0 12.5 m
= = 96
D 0.13 m

5 m/s
F= = 27.5
0.026(9.81 m/ s2)(0.13 m)

ρm - ρ0
Se ha usado = 0.026
ρ0
Según la figura 3 D1 = 48

8
b) Determinación de la dilución debida a la Dispersión, D2.
La longitud efectiva del difusor es:
Le = 2 (20 m) ·cos 45º = 28 m

Según la figura 4 D2 = 7.9

c) Determinación de la dilución debida a la descomposición, D3.


De acuerdo con la figura 5 D3 = 4.9

d) Cálculo de la dilución total, Dt.


Dt = D1 · D2 · D3 = 48 x 7.9 x 4.9 = 1860

5 Para distintas longitudes de emisario..

Distancia de la costa, Factor de dilución


m D1 D2 D3 Dt
300 17 2.1 1.6 57
600 30 4.4 2.6 340
1000 48 7.9 4.9 1860
1500 70 13.0 11.0 10000
2000 1000ª 24.0 24000
2500 1000 54.0 54000
3000 1000 120.0 120000

ª La experiencia que se tiene con los sistemas de emisarios existentes indica que la
dilución física máxima lograda (dilución inicial + dispersión en el transporte) se
halla cerca de 1000.

6. Utilizando los valores típicos para la eliminación porcentual de coliformes conseguida


en los diversos procesos de tratamiento, determinar el factor de dilución total y la longitud
requerida por el emisario con distintos tipos de tratamiento previo para cumplir una norma que
exija 10 coliformes por mililitro (véase la tabla 2).

9
Tabla 2. Longitud requerida por un emisario según los distintos tipos
de tratamiento, indicados en el ejemplo.

Longitud
Reducción Dilución requerida
requerida del
Tipo de tratamiento coliformes para cumplir la
emisario,
% normaª
m
Primario 25 75000 2700
Primario + Cl2 25 + 98 1500 950
Fangos activados 90 10000 1500
Fangos activados + Cl2 90 + 99 100 400

ª Se supone que es de 10 coliformes por mililitro.

7. Para seleccionar el medio más económico se tendrán en cuenta los datos existentes
sobre costes de los emisarios, plantas de tratamiento y cloro, junto con el tipo de interés a aplicar
y la vida útil de la instalación.

II. REUTILIZACIÓN DE AGUAS.

II.1. INTRODUCCIÓN.

La reutilización del agua es un componente intrínseco de su ciclo natural. Además, los


seres humanos vienen reutilizando las aguas residuales desde hace mucho tiempo, ya que después
de ser vertidas a los cursos de aguas y tras su dilución con el caudal circulante, pueden ser
nuevamente utilizadas (aguas abajo) para aprovechamientos urbanos, agrícolas e industriales.
Esta forma de reutilización se denomina indirecta.

La reutilización directa o planificada del agua residual a gran escala tiene un origen más
reciente y supone el aprovechamiento directo de efluentes, con un grado mayor o menor de
tratamiento previo, mediante el transporte hasta el punto de aprovechamiento, sin mediar para
ello la dilución de un curso natural de agua. El proceso de tratamiento necesario para que el agua
residual pueda ser utilizada se denomina proceso de regeneración, y el resultado de dicho proceso
se denomina agua regenerada, esto es, que se le ha devuelto total o parcialmente la calidad que
tenía antes de ser utilizada. Este tipo de reutilización ha tenido en los últimos tiempos un
desarrollo notable en países desarrollados, entre los que se incluye España.

10
II.2. VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LA REUTILIZACIÓN.

La reutilización planificada de las aguas residuales ofrece múltiples beneficios, entre los
que destacan:

1. Subsanar la escasez de los recursos hídricos. Dado el aumento de la demanda de agua


existente hoy día, es ciertamente atractiva la práctica de la reutilización de los efluentes,
sobre todo en zonas de recursos de agua limitados, ya que supone a priori una fuente
alternativa para cubrir la demanda de agua.

2. La disminución de los costes de tratamiento y vertido del agua residual. La reutilización


de un agua residual ofrecerá una clara ventaja económica cuando las exigencias de
calidad de la alternativa de reutilización considerada sean menos restrictivas que las
definidas por los objetivos de calidad del medio receptor en el que normalmente se venía
realizando el vertido.

3. Una reducción del aporte de contaminantes a los cursos naturales de agua.

4. Un aprovechamiento de los elementos nutritivos contenidos en el agua, especialmente


cuando el agua regenerada se utiliza para riego.

5. Una mayor fiabilidad y regularidad del caudal de agua disponible. El flujo de agua
residual es generalmente mucho más fiable que el de muchos de los cauces naturales de
agua.

Frente a estas ventajas existen también inconvenientes para la reutilización directa de


efluentes que llegan incluso a hacer inviable su práctica. Entre éstos se pueden citar:

1. El transporte del agua regenerada desde el punto donde se produce hasta el lugar donde
va a ser reutilizada obliga a realizar inversiones importantes que pueden encarecer
notablemente el precio de dicha agua.

2. Como el aprovechamiento puede no ser continuo y puede existir un exceso de agua


regenerada, hay que dotar el sistema de un vertido directo a un cauce natural. Esto
11
implica que existen casos en los que no se puede descuidar la calidad del agua
regenerada.

II.3. TIPOS DE REUTILIZACIONES.

De una forma general sólo existen dos tipos de efluentes adecuados para la reutilización,
los urbanos y los industriales, ya que aunque existen efluentes agrícolas éstos son normalmente
difusos, lo que hace imposible su reutilización. El agua residual regenerada se puede emplear en
múltiples usos, entre los que se pueden citar:

- Reutilización para riego.


- Reutilización industrial.
- Reutilización urbana (incendio, limpieza, etc.).
- Recarga de acuíferos.

II.3.1. Reutilización para riego.

La reutilización del agua para riego es una práctica muy extendida ya que tiene la ventaja
de que los vegetales utilizan directamente para su crecimiento partes de las sustancias indeseables
del agua residual, denominadas nutrientes.

Pero no todo son ventajas, ya que no siempre es factible la reutilización agrícola, debido
principalmente a que el agua residual se genera y depura en las ciudades y su entorno próximo,
pudiendo no existir en las cercanías campos de labor, lo que haría necesaria una fuerte inversión
para su conducción y distribución. Además, la demanda de agua no es normalmente regular,
dependiendo del clima, déficit de agua, superficie agraria útil y la demanda de los cultivos.

Por último, las aguas residuales urbanas tienen un alto riesgo sanitario por la
contaminación bacteriológica y además el uso de aguas ricas en nutrientes puede tener un efecto
negativo en la contaminación de acuíferos. Los factores que por tanto hay que tener en cuenta
para una reutilización de agua regenerada en la agricultura son:

1. Costes de tratamiento.
2. Inversión en transporte, almacenamiento y distribución.
12
3. Control bacteriológico.
4. Efectos sobre el suelo.
5. Contaminación de acuíferos.

En cuanto al proceso de regeneración será el adecuado para obtener las condiciones de


calidad exigidas. Estas condiciones serán más severas cuanto mayores sean las posibilidades de
contacto humano y más directo sea el consumo del producto agrícola.

Los efectos sobre el suelo pueden ser debido a dos factores. Por un lado los sólidos en
suspensión, que pueden producir una colmatación en el suelo y causar problemas en los sistemas
de riego, por lo que en general suele ser necesaria una filtración del agua antes de su reutilización
para riego.

El segundo factor es la concentración salina del agua regenerada, que puede afectar
directamente a la constitución del suelo, incluso determinar una alteración de la estructura y una
reducción de la permeabilidad.

En la tabla 3 se muestra una clasificación de la calidad del agua basada en la


concentración de sales disueltas y los tipos de cultivos (tabla 3) y en la tabla 4 se indican las
concentraciones de cationes máximas recomendadas por la EPA en aguas reutilizadas.

Tabla 3. Calidad del agua regenerada en función de la salinidad (mg/l) y


del tipo de cultivo que se va a regar con ella.

CULTIVOS CULTIVOS CULTIVOS


TIPO DE AGUA SEMI-
SENSIBLES TOLERANTES
TOLERANTES
Excelente <0.33 <0.67 <1.00
Buena 0.33 - 0.67 0.67 - 1.33 1.00 - 2.00
Permisible 0.67 - 1.00 1.33 - 2.00 2.00 - 3.00
Mala 1.00 - 1.25 2.00 - 2.50 3.00 - 3.75
Inutilizable >1.25 >2.50 >3.75
Tabla 4. Concentraciones de cationes en agua reutilizada recomendadas por la EPA para que
sea adecuado su uso en regadío.

13
RIEGO CONTINUADO USO A CORTO PLAZO
METAL Cualquier tipo de suelo Suelo alcalino o neutro
(mg/l) (mg/l)
Al 5 20
As 2 10
Be 0.1 0.5
B 0.75 2
Cd 0.01 0.05
Cr 0.1 1
Co 0.05 5
Cu 0.2 5
F 2 15
Fe 5 20
Pb 5 10
Li 2.5 -
Mn 0.2 10
Mo 0.01 0.05
Ni 0.2 2
Se 0.02 -

El control del contenido de sodio en el agua de riego es especialmente importante, dado


que este ión tiende a reemplazar parcialmente a los cationes divalentes presentes en el suelo.
Algunas propiedades físicas de los suelos, tales como la dispersión de las partículas y la
estabilidad de los agregados, están estrechamente relacionadas con el tipo y proporción de los
iones cambiables. Así, los iones divalentes y, en particular, el calcio proporcionan características
favorables a los fenómenos de infiltración, mientras que el sodio adsorbido determina la
dispersión e hinchamiento de los minerales de la arcilla, llegando, cuando su proporción es
suficientemente elevada, a causar la dispersión del suelo y la consiguiente reducción de la
permeabilidad.

Para predecir el efecto del sodio sobre el suelo se suele utilizar el índice S.A.R. (Sodium
Adsorption Ratio) que viene dado por la siguiente expresión:
( Na + )
S. A . R . = 2+
(Ca 2+ ) + (Mg )
2

donde (Na+), (Ca+) y (Mg2+) son las concentraciones de sodio, calcio y magnesio expresadas en
meq/l. La clasificación establece cuatro categorías o intervalos, que aparecen en la tabla 5.

14
Tabla 5. Calidad de las aguas para uso agrícola, en función del S.A.R.

NOMENCLATURA CARÁCTER S.A.R. UTILIDAD

S1 Bajo contenido en 0-10 Puede usarse sin causar perjuicios, sólo son
sodio dañadas las plantas muy sensibles como frutales
de hueso y aguacates.

S2 Contenido medio 10-18 Se emplean en suelos de textura gruesa o suelos


en sodio orgánicos con buena permeabilidad.

S3 Alto contenido en 18-26 En suelos de buen drenaje, intenso lavado y


sodio adiciones de materia orgánica. En suelos
yesíferos no hay efectos perjudiciales.

S4 Muy alto >26 Es inadecuada para riegos excepto si la


contenido en sodio salinidad es baja o media.

II.3.2. Reutilización industrial.

La reutilización de efluentes en la industria es también una práctica muy común, aunque


de características diferentes a la anterior, ya que normalmente es la misma industria que produce
el efluente la que lo reutiliza, una vez regenerado adecuadamente.

La reutilización industrial cumple con los dos objetivos importantes, por un lado el ahorro
de agua y por otro evitar una contaminación del medio receptor. La reutilización industrial más
extendida es la de los efluentes de refrigeración.

Otro caso frecuente de reutilización de efluentes industriales se produce en vertidos


contaminados por sustancias muy tóxicas, como por ejemplo en las industrias de tratamiento de
superficie con cadmio y cromo.

II.3.3. Recarga de acuíferos.

Este tipo de reutilización se realiza con el fin de evitar la intrusión marina en los
acuíferos. Así por ejemplo, en California donde el abastecimiento se produce de agua
subterránea, en una gran proporción, se evita el avance de la salinidad del agua del mar en el
acuífero costero, utilizando el agua regenerada para la recarga de éstos.

15
BIBLIOGRAFÍA.

LA REUTILIZACIÓN DE LAS AGUAS RESIDUALES. ACONDICIONAMIENTO Y USO.


J. Sierra y L. Peñalver, CEDEX, MOPTMA, 1989.
LA CALIDAD DE LAS AGUAS CONTINENTALES ESPAÑOLAS. ESTADO ACTUAL E
INVESTIGACIÓN. M. Alvarez Cobelas, F. Cabrera Capitán (Editores).
Geoforma Ediciones, 1995.
INGENIERÍA AMBIENTAL. FUNDAMENTOS, ENTORNOS, TECNOLOGÍAS Y
SISTEMAS DE GESTIÓN. G. Kiely, McGraw-Hill, 1999.

16

Anda mungkin juga menyukai