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LOS HURACANES

Introducción

El principal objetivo es suministrar información, para el público en general,


sobre uno de los principales fenómenos atmosféricos que afectan a los países
tropicales y sub-tropicales. Los huracanes son parte de las amenazas naturales
que, aunadas a la vulnerabilidad misma de cada país, contribuyen a aumentar
una variable que influye en el desarrollo de la nación: el riesgo.

Temas:

1. ¿Qué es un huracán?
2. ¿Cómo se observan los ciclones tropicales?
3. Nombre de los huracanes
4. ¿Cómo se forma un ciclón tropical?
5. Estructura de un huracán
6. ¿Dónde se forman los huracanes?
7. Efectos asociados con un huracán
8. Vida Silvestre y Huracanes

¿Qué es un huracán?

El huracán es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos


como ciclones tropicales. Estos son sistemas de baja presión con actividad
lluviosa y eléctrica cuyos vientos rotan antihorariamente (en contra de las
manecillas del reloj) en el hemisferio Norte. Un ciclón tropical con vientos
menores o iguales a 62 km/h es llamado depresión tropical. Cuando los
vientos alcanzan velocidades de 63 a 117 km/h se llama tormenta tropical y, al
exceder los 118 km/h, la tormenta tropical se convierte en huracán.

 DEPRESIÓN TROPICAL: ciclón tropical en el que el viento


medio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad
promedio en un minuto) es de 62 km/h o inferior.
 TORMENTA TROPICAL: ciclón tropical bien organizado de
núcleo caliente en el que el viento promedio máximo a nivel de
la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de
63 a 117 km/h.

 HURACÁN: ciclón tropical de núcleo caliente en el que el viento


máximo promedio a nivel del mar (velocidad promedio en un
minuto) es de 118 km/h o superior.

Etapas de un ciclón tropical


Una de las diferencias
principales entre los tres tipos de
ciclones tropicales es su
organización. La depresión tropical
agrupa nubosidad y lluvia pero las
bandas espirales no están bien
delimitadas. La tormenta tropical es
un sistema atmosférico con una
mejor estructura, con bandas
espiraladas convergentes hacia el
centro del sistema. El huracán por su parte es un sistema totalmente
organizado en toda la troposfera con bandas espiraladas de lluvia bien
delimitadas.

La palabra ¨huracán¨ deriva del vocablo Maya ¨hurakan¨, nombre de un Dios


creador, quien, según los mayas, esparció su aliento a través de las caóticas
aguas del inicio, creando, por tal motivo, la tierra.

La Temporada de Huracanes en la Cuenca del Atlántico comienza el 1 de


junio y termina el 30 de noviembre. La Cuenca del Atlántico comprende el Mar
Caribe, el Golfo de México y el Océano Atlántico.

El huracán produce dos tipos de efectos desde el punto de vista técnico: el efecto
directo es cuando una región específica es afectada por vientos, lluvia y marejada
generados por el huracán; el efecto indirecto, incluye únicamente uno o dos de los
anteriores efectos.

Antes de Camille Después de Camille


El efecto de un huracán puede ser devastador. Estas imágenes ilustran la total
destrucción del complejo de apartamentos Richeliue (Florida, EEUU) tras el
paso del huracán Camille en 1969.

La escala Saffir-Simpson define y clasifica la categoría de un huracán en


función de la velocidad de los vientos del mismo. La categoría 1 es la menos intensa
(vientos de 119 a 153 km/h); la categoría 5 es la más intensa (vientos mayores que 250
km/h). La categoría de un huracán no está relacionada necesariamente con los daños que
ocasiona. Los huracanes categorías 1 ó 2 pueden causar efectos severos dependiendo de
los fenómenos atmosféricos que interactúen con ellos, el tipo de región afectada y la
velocidad de desplazamiento del huracán. Los huracanes de categoría 3,4, o 5 son
considerados como severos.
Escala Saffir-Simpson
Rango de velocidad de los vientos
Categoría
(kilómetros por hora)
1 119-153
2 154-177
3 178-209
4 210-250
5 mayor que 250

¿Cómo se observan los ciclones tropicales?

 Observaciones directas: se llevan a cabo por medio de aviones,


barcos o boyas que determinan las dimensiones y velocidad de los
vientos del ciclón tropical. Cuando el huracán hace contacto con la parte
continental, las mediciones se hacen con estaciones meteorológicas; los
radiosondas registran datos de las partes superiores del sistema (niveles
altos de la atmósfera).
 Observaciones indirectas: se realizan por medio de satélites meteorológicos
y radares que detectan el comportamiento del sistema, así como sus
características físicas.

(Imagen del Programa COMET)

Varios son los instrumentos meteorológicos y oceánicos utilizados para


obtener datos de un huracán: aviones de reconocimiento, barcos,
radiosondeos, radares, satélites, estaciones meteorológicas en tierra, boyas
marinas... Todos estos instrumentos toman los datos necesarios para alimentar
los modelos numéricos que preverán, con la incertidumbre del caso, la
trayectoria más probable que hará el huracán.
Nombre de los huracanes

Los meteorólogos empezaron a nombrar los huracanes y tormentas


tropicales para permitir facilidad de comunicación entre ellos y el público en
general en áreas relacionadas con las previsiones, avisos y peligros. Al darle
nombre a los huracanes, hay una reducción en la confusión sobre qué tormenta
es la que se está describiendo.

Los nombres permiten una mejor identificación entre los servicios


meteorológicos y los usuarios que reciben la información (informes de alerta,
información en general), ya que particularizan el fenómeno y de esa manera se
conoce a cuál fenómeno se refieren los boletines de alerta.

¿Cómo se desarrolló la idea de nombrar los huracanes?

Por siglos, muchos huracanes en las Antillas eran nombrados por el santo
del día en que afectaba el huracán. Por ejemplo, el "Huracán de Santa Ana",
que azotó Puerto Rico con excepcional violencia el 26 de Julio de 1825, y "San
Felipe" (el primero) y "San Felipe" (el segundo) que afectaron Puerto Rico
ambos en Septiembre 13, el primero en 1976 y el segundo en 1928.
Igualmente, el "Huracán de San Zenón", que destruyó la ciudad de Santo
Domingo (República Dominicana), el día 3 de Septiembre de 1930.

El primer meteorólogo que utilizó un nombre propio (de mujer) para referirse
a un huracán fue el australiano Clement Wragge a finales del siglo 19 y
principios del 20.

Un ejemplo temprano del uso de nombre de mujer para una tormenta fue el
de la novela "Tormenta" de George R . Stewart, que luego Walt Disney llevó al
cine. Durante la segunda guerra mundial (1939-1945), esta práctica se hizo
común, especialmente por los meteorólogos de la Fuerza Aérea y de la Armada
de los Estados Unidos de América, quienes tenían que seguir los movimientos
por el gran espacio del Océano Pacífico.

En 1953, los Estados Unidos abandonaron, por confuso, el plan de nombrar


las tormentas usando un alfabeto fonético (Able, Baker, Charlie) cuando se
introdujo un nuevo alfabeto fonético internacional. En ese año (1953), la Oficina
el Tiempo de Estados Unidos de América los llamó únicamente con nombres de
mujeres.

La práctica de usar únicamente nombres de mujeres terminó en 1978


cuando se incluyó nombres de mujeres y de hombres en las listas de tormentas
para el Pacífico Norte Oriental. En 1979 la Organización Meteorológica Mundial
(OMM) y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (National Weather
Service) incorporaron nombres alternos de hombres y mujeres.

La experiencia ha demostrado que el uso de nombres de hombres y


mujeres en la comunicación escrita y hablada es más corto, más rápido y
causa menos errores que cualquier otra identificación de huracanes usada
hasta la fecha.
Cada año, se prepara una lista potencial de nombres para la venidera
temporada de huracanes. La lista contiene un nombre por cada letra del
alfabeto (las letras Q, U, X, Y, Z no se incluyen debido a que pocos nombres
empiezan con esas letras). Estas listas son recicladas cada seis años y se
reemplazan los nombres cuando el nombre de un huracán ha sido retirado.

Los nombres de huracanes muy destructivos se retiran, quedando en los


registros históricos, y son sustituidos por otros que inician con la misma letra.

Los nombres para los años 2005 - 2010 en la Cuenca del Atlántico (Golfo de
México+Mar Caribe+Océano Atlántico) son:

2005 2006 2007 2008 2009 2010


Arlene Alberto Andrea Arthur Ana Alex
Bret Beryl Barry Bertha Bill Bonnie
Cindy Chris Chantal Cristobal Claudette Colin
Dennis Debby Dean Dolly Danny Danielle
Emily Ernesto Erin Edouard Erika Earl
Franklin Florence Felix Fay Fred Fiona
Gert Gordon Gabrielle Gustav Grace Gaston
Harvey Helene Humberto Hanna Henri Hermine
Irene Isaac Ingrid Ike Ida Igor
Jose Joyce Jerry Josephine Joaquin Julia
Katrina Kirk Karen Kyle Kate Karl
Lee Leslie Lorenzo Laura Larry Lisa
Maria Michael Melissa Marco Mindy Matthew
Nate Nadine Noel Nana Nicholas Nicole
Ophelia Oscar Olga Omar Odette Otto
Philippe Patty Pablo Paloma Peter Paula
Rita Rafael Rebekah Rene Rose Richard
Stan Sandy Sebastien Sally Sam Shary
Tammy Tony Tanya Teddy Teresa Tomas
Vince Valerie Van Vicky Victor Virginie
Wilma William Wendy Wilfred Wanda Walter

Nombres de huracanes que se han retirado

Los nombres de huracán se retiran (es decir, no se usan otra vez para una
nueva tormenta) si se considera que fue muy notable debido al daño y/o
muertes que causó. Al retirar el nombre de tormentas memorables evita
confundir una tormenta bien conocida históricamente con una actual.

Siempre que un huracán haya tenido un impacto importante, cualquier país


afectado por la tormenta puede solicitar que se "retire" el nombre del huracán
por acuerdo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Retirar el
nombre realmente significa que no puede ser reusado durante por lo menos 10
años, para facilitar las referencias históricas, acciones legales, actividades de
reclamaciones de seguros, etc., y evitar las confusiones del público con otra
tormenta del mismo nombre. Si el nombre es retirado, se selecciona un nombre
del mismo género en inglés, español o francés, para las tormentas en la
Cuenca del Atlántico.

Un buen ejemplo es Huracán Hugo en 1989. Hugo se movió a través del


Caribe nororiental, devastando a muchas pequeñas islas al este de Puerto
Rico. Luego azotó Puerto Rico antes de ir a 'golpear' Carolina del Sur. El
Huracán Hugo causó daños por más de US$8 mil millones y ocasionó la
muerte de 82 personas. Cuando se hizo la solicitud de retiro del nombre "Hugo"
de la lista de nombres, la tormenta "H" fue reemplazada por el nombre
"Humberto", un nombre español. Humberto se usó por primera vez en 1995 y
luego de nuevo en el 2001.

Sin embargo, hay una excepción a la regla de retiro. Antes de 1979, cuando
empezó la primera lista permanente de seis años, algunos nombres
simplemente no se usaron más. Por ejemplo, en 1966 "Fern" fue sustituida por
"Frieda" sin que se diera una razón.

A continuación se presenta una lista de los nombres retirados para la Cuenca del
Atlántico, los años en que ocurrieron dichos huracanes, y las áreas que afectaron. Sin
embargo, hay gran cantidad de tormentas destructivas no incluidas en esta lista debido a
que ocurrieron antes de establecer el uso de nombrar los huracanes en 1950.

Nombres Retirados para la Cuenca del Atlántico


Nombre Año Localidad(es) afectada(s)
Agnes 1972 Florida, Noreste de Estados Unidos
Alicia 1983 Norte de Texas
Allen 1980 Antillas, México, Sur de Texas
Tesas, Louisiana, Carolina del Norte, Noreste de Estados
Allison 2001
Unidos
Andrew 1992 Bahamas, Sur de Florida, Louisiana
Anita 1977 México
Audrey 1957 Louisiana, Norte de Texas
Betsy 1965 Bahamas, Sureste de Florida, Sureste de Louisiana
Beulah 1967 Antillas, México, Sur de Texas
Bob 1991 Carolina del Norte y Noreste de Estados Unidos
Camille 1969 Louisiana, Mississippi y Alabama
Carla 1961 Texas
Carmen 1974 México, Louisiana Central
Carol 1954 Noreste de Estados Unidos
Honduras (cruzó al Océano Pacífico, convirtiéndose en
César 1996
Douglas)
Celia 1970 Sur de Texas
Cleo 1964 Antillas Menores, Haití, Cuba, Sureste de Florida
Connie 1955 Carolina del Norte
David 1979 Antillas Menores, La Hispaniola (República Dominicana,
Haití), Florida y Este de Estados Unidos
Diana 1990 México
Diane 1955 Estados Unidos (Atlántico Medio y Noreste)
Donna 1960 Bahamas, Florida y Este de Estados Unidos
Dora 1964 Noreste de Florida
Edna 1968 Nombre usado para otra tormenta anterior
Elena 1985 Mississippi, Alabama, Oeste de Florid
Eloise 1975 Antillas, Noroeste de Florida, Alabama
Fifi 1974 Honduras, Península de Yucatán, Louisiana
Flora 1963 Haití, Cuba
Floyd 1999 Carolina del Norte, costa oriental de Estados Unidos
Fran 1996 Carolina del Norte
Frederic 1979 Alabama y Mississippi
La Hispaniola (República Dominicana y Haití), Key West,
Georges 1998
Mississippi
Gilbert 1988 Antillas Menores, Jamaica, Península de Yucatán, México
Gloria 1985 Carolina del Norte, Noreste de Estados Unidos
Hattie 1961 Bélice, Guatemala
Hazel 1954 Antillas, Carolinas del Norte y del Sur
Hilda 1964 Louisiana
Hortense 1996 Puerto Rico, República Dominicana
Hugo 1989 Antillas, Carolina del Sur
Inez 1966 Antillas Menores, La Hispaniola (República Dominicana,
Haití), Cuba, Cayos de Florida, México
Ione 1955 Carolina del Norte
Iris 2001 Bélice, Guatemala
Janet 1955 Antillas Menores, Bélice, México
Joan 1988 Curaçao, Venezuela, Colombia, Nicaragua (cruzó al Océano
Pacífico, convirtiéndose en Miriam)
Keith 2000 Bélice, México (Península de Yucatán y Norte)
Klaus 1990 Martinica
Lenny 1999 Antillas
Luis 1995 Barbuda, San Martín
Marilyn 1995 Bermudas
Michelle 2001 Honduras, Nicaragua, Cuba
Mitch 1998 America Central, Nicaragua, Honduras
Opal 1995 'Panhandle' de Florida
Roxanne 1995 Península de Yucatán

NOTAS:

"Carol" fue usado de nuevo para nombrar un huracán en el Océano


Atlántico Medio en 1965. Sin embargo, debido a que su nombre no vuelve
aparecer luego de esa vez, se asume que el nombre fue retirado
retrospectivamente por los daños causados por la tormenta del mismo nombre
en 1954.

¿Cómo se forma un ciclón tropical?

Los ciclones tropicales se forman sobre las cálidas aguas del trópico, a
partir de disturbios atmosféricos preexistentes tales como sistemas de baja
presión y ondas tropicales. Las ondas tropicales se forman cada tres o cuatro
días sobre las aguas del océano atlántico, cerca de la línea ecuatorial. Los
ciclones tropicales también pueden formarse de frentes fríos y, ocasionalmente,
de un centro de baja presión en los niveles altos de la atmósfera.

El proceso por medio del cual una tormenta tropical se forma y,


subsecuentemente, se intensifica al grado de huracán depende de, al menos,
tres de las condiciones siguientes:

1. Un disturbio atmosférico preexistente (onda tropical) con tormentas


embebidas en el mismo.
2. Temperaturas oceánicas cálidas, al menos 26 °C, desde la superficie
del mar hasta 15 metros por debajo de ésta.
3. Vientos débiles en los niveles altos de la atmósfera que no cambien
mucho en dirección y velocidad.
(Imagen del Programa COMET)

La energía que el ciclón tropical transforma en energía cinética de rotación y


en procesos termodinámicos proviene del contacto entre el ciclón tropical y las
aguas cálidas del mar y, por ende, del intercambio de energía entre las aguas
del mar y el sistema ciclónico. Los vientos en los niveles bajos de la atmósfera,
muy cerca de la superficie marina, circulan hacia el área de baja presión, es
decir, confluyen hacia un lugar determinado. Las aguas cálidas le suministran al
entorno del disturbio atmosférico la humedad y el calor necesarios para que se
desencadenen los procesos de formación de nubes y, generalmente, de lluvia y
actividad eléctrica. Se forman las bandas de lluvia y los topes de las nubes que
se han formado se elevan muy alto en la atmósfera. Si los vientos en los
niveles altos de la atmósfera se mantienen débiles, el ciclón tropical puede
continuar intensificándose, alcanzando las subsecuentes categorías hasta
llegar a huracán.

Estructura de un huracán

Contrario a lo que pueda aparentar en los mapas climáticos, un huracán es


más que un punto en un mapa, y su curso es más que una línea. Es un
sistema grande que puede afectar una amplia zona, requiriendo que se
tomen precauciones aún lejos de donde se predice que afectará.

Las partes principales de un huracán son las bandas nubosas en forma de


espiral alrededor de su centro. El ojo es un sector de bastante calma, poca
nubosidad y, aproximadamente de 30 a 65 Km de diámetro. La pared del ojo
está compuesta de nubes densas; en esta región se localizan los vientos más
intensos del huracán.
Las bandas en forma de espiral con fuerte actividad lluviosa convergen
hacia el centro del huracán de manera antihoraria. En los niveles altos de la
atmósfera, el viento circula en forma horaria (anticiclónico), contrario a como lo
hace en los niveles bajos. El aire desciende en el centro del huracán dando
lugar al ojo del mismo.

En la densa pared de nubes que rodea el ojo se localizan los vientos más fuertes del
huracán.

(Imagen del Programa COMET)

En los niveles bajos se da la confluencia de viento que rota antihorariamente


(ciclónico) y, por el contrario, en los niveles altos, en donde se da la salida del sistema,
los vientos circulan horariamente (anticiclónico). En el gráfico superior, se observan las
bandas de lluvia y una corriente de aire descendente en el centro del sistema, lugar en
donde se forma el ojo del huracán.

Arriba, imagen del huracán Mitch cuando alcanzó la categoría 5. Se observa


claramente el ojo y la pared del mismo. Nótense las bandas de lluvia que
confluyen alrededor del centro del sistema. El ojo es oscuro ya que es una
zona que no tiene nubes, lo que se observa entonces es la superficie del mar.
El huracán Mitch es un reflejo de la alta organización que pueden llegar a
alcanzar este tipo de ciclones tropicales, surgido de un sistema de baja presión,
encontrando a su paso el ambiente favorable para su intensificación y
organización tanto física como dinámicamente.

Fotos tomadas por el Dr. Black (NOAA) cuando volaba dentro del ojo de un
huracán. Se nota el cielo despejado en la parte superior de la imagen y la
espesa nubosidad de la pared del ojo. Esta región central del huracán es una
zona estable, sin nubosidad y sin lluvia. Por el contrario, en la pared del ojo se
localizan los vientos más fuertes del huracán.

Cambios en la estructura del ojo y de la pared del ojo pueden causar


cambios en la velocidad del viento del huracán. El ojo puede cambiar de
tamaño a medida que el huracán recorre las aguas oceánicas.

Las bandas de lluvia exteriores al huracán a menudo tienen vientos con


fuerza de huracán o tormenta, pueden extenderse algunos cientos de
kilómetros del centro y tienen un ancho de algunos kilómetros hasta 145
kilómetros y varían entre 80 y 480 kilómetros de largo.

El tamaño típico (diámetro) de un huracán es de 480 kilómetros de ancho,


aunque este valor puede variar considerablemente. El tamaño NO es un
indicador, necesariamente, de la intensidad del huracán.
(Imágenes de la NOAA))

El tamaño de un huracán varía considerablemente. La imagen izquierda


muestra el huracán Danny (1997) y a la derecha, el huracán Fran (1996). El
huracán Danny es comparativamente mucho más pequeño que el huracán
Fran, aunque no necesariamente implica que el huracán Fran fue más
destructivo.

La fuerza de los vientos huracanados puede extenderse hacia afuera de su


centro alrededor de 40 kilómetros, si es un huracán pequeño, y más de 240
kilómetros si es grande, alcanzando, en ciertas ocasiones, hasta 500
kilómetros.

El huracán puede cambiar rápidamente de forma, tamaño, intensidad,


velocidad de traslación y dirección de desplazamiento. La velocidad y la
trayectoria de un huracán dependen de complejas interacciones entre éste la
atmósfera y el mar: típicamente un huracán se desplaza a una velocidad de 24
a 32 kilómetros por hora.

Como regla general el lado derecho del huracán (relativo a la dirección de


su desplazamiento) es la parte más peligrosa del mismo debido a que a su
velocidad se le suma la velocidad de la corriente de viento en el cual éste está
embebido. El incremento de la velocidad del viento en el lado derecho del
sistema aumenta la marejada generada. Además, los tornados son más
frecuentes en esta parte del sistema. (Ver animación)

¿Dónde se forman los huracanes?

Los huracanes se forman en muchas regiones oceánicas del mundo. Así


como existe la Cuenca del Atlántico existen otras 6 cuencas o áreas en las que
se forman ciclones tropicales.Sin embargo el nombre que reciben estos
fenómenos atmosféricos depende de la región del mundo en que se formen.
Las áreas en rojo indican las zonas marinas en las que pueden formarse los huracanes
alrededor del mundo

Zonas geográficas donde se forman los huracanes


Cuenca del Atlántico
Noroeste de la Cuenca del Pacífico (de México a la línea de cambio
de fecha)
Noroeste de la Cuenca del Pacífico ( de la línea de cambio de fecha)
Norte del océano Índico (incluyendo la bahía de Bengala y el mar de
Arabia)
Suroeste del océano Índico (de África a 100° este)
Suroeste de la cuenca indo/australiana (100 °E-142°E)
Cuenca australiana/suroeste del Pacífico (142°E-120°O)

Al Huracán se le llama Ciclón si se forma en la Bahía de Bengala y en el


océano Índico norte; Tifón, si se forma en el oeste del océano Índico (Japón,
Corea, China...); Willy-Willy en Australia; Baguío en Filipinas.Todos son
nombres equivalentes referidos al mismo tipo de sistema atmosférico.

Cuenca del Atlántico

La Cuenca del Atlántico está compuesta por el océano Atlántico, el golfo de


México y el mar Caribe. En este artículo nos referiremos únicamente a la
Cuenca del Atlántico, lugar donde surgen los huracanes que afectan
ocasionalmente a Costa Rica. La zona de la Cuenca del Atlántico en donde se
forman estos fenómenos es una función del mes del año, es decir, las zonas de
formación de depresiones tropicales cambian con respecto al mes del año.
Los huracanes que inicialmente nacen como un sistema de baja presión en
los alrededores de las islas de Cabo Verde (frente a las costas norteñas de
África), llevan a cabo trayectorias enmarcadas dentro de la flecha indicada en
la figura. A medida que transcurre el año, los lugares de nacimiento de los
huracanes se trasladan hacia el oeste de su posición inicial, frente a las costas
africanas, trasladándose al Mar Caribe especialmente en los meses de
setiembre y octubre.

Los mapas que se muestran a continuación ilustran cómo las áreas de formación de
ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico son función del mes del año. Las flechas
indican las trayectorias predominantes. Las probabilidades (baja, media, alta) de
formación de un ciclón tropical (depresión tropical, tormenta tropical, huracán) en el
área del color correspondiente se muestran en la esquina superior derecha. Los
huracanes pueden formarse en cualquier parte de la trayectoria predominante o dentro
de las áreas coloreadas. (Imágenes adaptadas de la NOAA)
Efectos asociados con el huracán

Los riesgos asociados con los ciclones tropicales, especialmente con los
huracanes son: marejada, vientos fuertes, intensas precipitaciones,
deslizamientos e inundaciones. La intensidad de un huracán es un indicador
que generalmente refleja el potencial destructor del mismo.

Marejada

La marejada es un domo de agua de 80 a 160 kilómetros de ancho, que


choca con la costa debido a que es impulsada por la fuerza de los vientos
generados por la tormenta. La marejada combinada con la marea crea lo que
se llama la marea de tormenta. Ésta puede incrementar el nivel normal del
agua en 4.5 metros o más.

El aumento del nivel del agua puede causar inundaciones severas en las
áreas costeras, particularmente cuando coincide con la marea. El nivel de la
marejada en un área en particular está relacionada, en principio, con la
intensidad del huracán y la pendiente de la placa continental.

Los efectos de la marejada en las costas dependen de la forma de la placa


continental. Si la costa es muy plana y extendida los efectos suelen ser
devastadores (ver animación - 363.7KB); por el contrario, si la placa continental
es alta la marejada encuentra la resistencia suficiente como para no afectar
severamente la parte costera, tierra adentro (ver animación - 357.8KB).

En las zonas costeras la marejada es la principal amenaza asociada con un


huracán, la cual, históricamente, ha causado la muerte de 9 de cada 10
personas; este efecto es particularmente importante en países en donde los
huracanes provocan efectos directos, es decir lugares que son sobrepasados
por el huracán, tales como Estados Unidos, Filipinas, India, Bangladesh,
Nicaragua, Honduras, Cuba.

La marejada afecta severamente las embarcaciones y además, deposita


grandes cantidades de sal en las área tierra adentro, alterando la salinidad
normal de las zonas.

Vientos Fuertes

Los vientos asociados con un huracán suelen causar efectos devastadores


en grandes zonas, especialmente en aquellas en las que el fenómeno afecta
directamente. Un huracán categoría 1 tiene vientos de 119 km/h y, el huracán
categoría cinco iguala o sobrepasa los 250 km/h.

En la cuenca del Atlántico el huracán Gilbert en 1988 registró la presión


atmosférica central más baja jamás registrada: 888 hPa.

Por los destrozos causados, al huracán Camille (1969) se le asocian vientos


de 165 kt, valor máximo registrado en la historia de la meteorología.
Estas imágenes muestran la fuerza destructiva de los vientos de un
huracán. Ejemplifican, no solamente la capacidad de destrucción, sino que
también la fuerza con las que un objeto puede ser impulsado.

Fuertes Lluvias

Un huracán genera, en promedio, entre 150 y 300 mm de lluvia o más, la


cual causa severas inundaciones, deslizamientos y derrumbes. Las lluvias más
fuertes se relacionan, generalmente, con las tormentas tropicales o huracanes
que se desplazan más lentamente (menos de 16 kilómetros por hora).

Grandes cantidades de lluvia pueden ocurrir hasta 160 kilómetros sobre


tierra adentro donde las inundaciones repentinas y los deslizamientos son
típicamente las mayores amenazas.

Registros máximos: en 12 horas el ciclón tropical Denise (1966) acumuló


1144 mm; en 24 horas la misma tormenta acumuló 1825 mm; en 48 horas un
ciclón tropical (1958) acumuló 2467 mm; en 72 horas se acumularon 5678 mm
con el ciclón tropical Hyacinthe (1980).
Las lluvias intensas y continuas generadas por un huracán pueden provocar
inundaciones severas, tal y como sucedió con el huracán Mitch (1998). Las
imágenes muestran las inundaciones causadas por este huracán en la costa
norte de Honduras. En el centro, se observa el aeropuerto de San Pedro Sula,
en la costa norte del mismo país.
Tornados

Los tornados ocurren generalmente en el cuadrante frontal derecho del


huracán. Sin embargo, pueden ocurrir en cualquier parte las bandas de lluvia
asociadas al mismo.

Típicamente, mientras más intenso es un huracán más intenso es el tornado


que se genera; la mayoría de los tornados ocurren dentro de un radio de 240
kilómetros a partir de la costa.

Los tornados causan destrozos materiales de gran magnitud. Arriba a la


derecha, destrucción causada por los tornados generados por el huracán
Andrew. Abajo, un tornado típico, unido a su nube madre. (Imágenes de la
NOAA)
Vida Silvestre y Huracanes

¿Qué sucede cuando amenaza un huracán? Los residentes y visitantes


localizados en la trayectoria de la tormenta pueden proteger sus hogares y
viajar a lugares seguros, pero parte de la vida silvestre no es tan afortunada.

Los científicos del Servicio Nacional Biológico de Estados Unidos (NBS) han
encontrado en sus investigaciones que, aunque pueda haber algunos cambios
estructurales en el hábitat y las poblaciones pueden sufrir pérdidas notables, la
mayoría de las poblaciones de plantas y animales que viven en zonas de
tormentas son capaces de sobrevivir y recuperarse con el tiempo de estos
fenómenos.

Las especies inmóviles como los mejillones y ostras puede ser


completamente eliminados en la zona de impacto. Algunas de estas especies
pueden ser transportadas con los restos del huracán a localidades distantes a
lo largo de la costa y tierra dentro, con frecuencia a hábitats donde es difícil,
sino imposible, que sobrevivan.

Hábitats terrestres pueden inundarse totalmente, eliminando por arrastre o


ahogamiento a su fauna residente, especialmente pequeños mamíferoos como
ratones y conejos. Los lugares de anidamiento, con huevos y/o polluelos, de
aves acuáticas coloniales (garzas, gaviotas, pelícanos) puede quedar
completamente destruidos.

Científicos del NBS y sus colaboradores encontraron que la industria


pesquera y de acuacultura de Louisiana sufrió enormes pérdidas a resultas del
Huracán Andrew en 1992.

Se estimó que, solo en la Cuenca Atchafalaya al sur de Louisiana, murieron


184 peces. Los vientos de Andrew provocaron una amplia defoliación de
árboles y arbustos, lo que resultó en un aporte grande de material orgánico en
los humedales en un período breve. Este material, al descomponerse, causó
niveles excesivamente bajos de oxígeno en el agua, sofocando los peces.

Al mismo tiempo, el 25 por ciento de los lugares públicso de crianza de


ostras en Louisiana fueron virtualmente eliminados por el Huracán Andrew.
Estos y otros organismos que viven en el fondo -- que sirven como fuente
importante de alimentos para las aves acuáticas en las Islas Barrera de
Louisiana -- sufrieron mortalidades masivas durante el paso del Huracán
Andrew.

El Huracán Hugo ocasionó una devastación similar en la población de


cotorras de Puerto Rico.

Se perdió, aproximadamente, la mitad de esta población en peligro crítico


de extinción de menos de 50 aves. En algunos casos, las aves murieron como
resultado de la tormenta, mientras que en otros los cambios en el hábitat
provocados por la tormenta hicieron que las aves quedaran más vulnerables a
los depredadores. Los científicos creen que las cotorras de Puerto Rico que
sobrevivieron posiblemente estaban refugiadas en las cavidades de grandes y
fuertes árboles, resistentes a los huracanes.

Un científico del NBS observó pájaros en el suelo y bajo cubierta durante el


Huracán Hugo, tranquilas hasta que pasara la tormenta. Otras pueden haber
sido 'sopladas' hacia el mar y murieron. Las aves oceánicas aparecen en
lugares extraños luego de tormentas, habiendo sido transportadas por los
vientos kilómetros tierra adentro. Lo mismo sucede con las aves de tierra
adentro, que son transportadas al mar.

Los manatíes, grandes mamíferos marinos, están bien adaptados al


ambiente acuático. Debido a que habitan en aguas interiores y cerca de la
costa, usualmente pueden encontrar áreas protegidas durante tiempo
tormentoso.

Los organismos que viven en corrientes usualmente están bien adaptados a


las inundaciones, excepto a las más severas. Los mejillones de agua dulce
permanecen enterrados en el sedimento del fondo y usualmente se encuentran
en arroyos grandes, de gradiente inferior, donde las rocas y otros sedimentos
no son removidos durante las inundaciones periódicas. En estos momentos, se
sabe que los peces buscan inmediatamente refugio en aguas calmas detrás de
grandes rocas u otros obstáculos en el arroyo.

Aún cuando sean arrastradas generaciones completas de insectos


acuáticos en un inundación, usualmente hay sobrevivientes que permanecen
para recolonizar y repoblar el arroyo en la próxima generación.

Ocasionalmente, una inundación severa "una de cada 1000 años" puede


alterar drásticamente el hábitat de un arroyo y eliminar completamente sus
organismos vivos. Sin embargo, las pérdidas directas en la vida silvestre
usualmente son mínimas en un huracán. El Huracán Andrew apenas afectó a
algunas especies de vida silvestre, e incluso benefició a otras.
Los estudios luego del Huracán Andrew demostraron que aunque las
funciones de los sistemas costeros parecen recuperarse, la estructura y
tamaño de las playas y pantanos con frecuencia cambian. Por consiguiente, las
áreas a lo largo de la costa han sido moldeadas por las tormentas formando
diferentes hábitats con nuevas funciones, nueva distribución de plantas y
animales y una nueva composición de especies.

Huracán

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Huracán Ivan

Los huracanes son tormentas fuertes que se forman en el mar y suelen


provocar vientos con velocidades superiores a 100 km/h.

Aunque con frecuencia llegan a ser altamente destructivos, los huracanes


forman parte importante del sistema de circulación atmosférica, que provoca el
movimiento de calor de las regiones cercanas al Ecuador hacia mayores
latitudes.

Tabla de contenidos
 1 Terminología
 2 Clasificación
 3 Temporadas
 4 Formación y estructura
 5 Disipación
 6 Efectos
 7 Detección y prevención
 8 Nomenclatura de los huracanes
 9 Referencias

 10 Enlaces externos

Terminología

Todos los ciclones tropicales se clasifican en 3 grupos principales: depresiones


tropicales, tormentas tropicales y un tercer grupo que recibe distintos nombres
según la zona geográfica donde se produzca.
1. Las depresiones tropicales son sistemas organizados de tormentas
con una circulación superficial definida y vientos sostenidos máximos de
hasta 17 metros por segundo (33 nudos, 38 millas/h o 62 km/h). No
poseen ojo, y normalmente tampoco presentan la típica forma de espiral
de las tormentas más fuertes.
2. Las tormentas tropicales tienen una circulación superficial definida y
vientos sostenidos máximos de entre 17 y 33 metros por segundo (34 a
63 nudos, 39 a 73 millas/h o 62 a 117 hm/h). Al alcanzar este punto, las
tormentas adquieren su distintiva forma ciclónica pero aún no muestran
un ojo.
3. El último grupo, recibe el nombre de huracán en el Caribe y Océano
Atlántico, además del Este del Pacífico. Los huracanes tienen una
intensidad superior a los 33 metros por segundo (63 nudos, 73 millas/h o
117 km/h).

La palabra "huracán" utilizada en el hemisferio occidental procede del vocablo


maya "hurakan", nombre de un Dios creador, quien, según los mayas, esparció
su aliento a través de las caóticas aguas del inicio, creando así la Tierra.

Los huracanes reciben nombres diferentes en otras partes del mundo. Ciclón
es el nombre que recibe en la India y todo el Golfo de Bengala, en Filipinas se
denomina "baguio", en Australia se identifica como "Willy-Willy" y en el Oeste
del Pacífico se conoce como tifón.

Clasificación

Los huracanes se clasifican de acuerdo a la fuerza de sus vientos, mediante la


escala Saffir-Simpson. Basándose en esta escala, los huracanes Categoría 1
serían los más débiles y los Categoría 5 los más fuertes. Sin embargo estos
términos son relativos ya que una tormenta de baja categoría puede causar un
daño mucho más grave que el de un huracán más intenso, dependiendo del
lugar que impacten y del potencial de generación de otros peligros (como
tornados o deslaves).

El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos considera a todos los


huracanes que sobrepasan la Categoría 3 como Huracanes Mayores.

Temporadas

A nivel mundial, la actividad ciclónica alcanza su punto máximo al final del


verano, cuando la temperatura superficial de las océanos es más cálida. Sin
embargo, cada zona en particular tiene diferentes patrones de actividad.

En el Atlántico norte, una temporada de huracanes comienza el día 1 de junio y


termina el 30 de noviembre, siendo el mes más activo septiembre. El noreste
del Pacífico suele tener un período más largo de actividad, aunque por lo
general en los mismos meses del año.
Formación y estructura

Aunque aún no se comprende a la perfección el proceso, se puede decir que la


formación de un huracán precisa, por lo menos, tres factores:

 Que la temperatura del agua del mar sea superior a 27/28ºC generando
una rápida evaporación y condensación en las capas superiores.

 Que la cuantía de la evaporación dé lugar a un centro de baja presión,


de anchura intermedia y de gran proyección vertical.

 Que exista una continua entrada de aire más frío en las capas altas
como consecuencia, generalmente, de vientos alisios.

Paso del Huracán Iván entre la Península de Yucatán y Cuba

Disipación

Un huracán puede perder sus características tropicales en diferentes formas:

 Al tocar tierra, la tormenta pierde el contacto con el agua cálida que


necesita para seguir su desarrollo y rápidamente se debilita. Muchos
ciclones muy poderosos se desintegran rápidamente en áreas de baja
presión a uno o dos días de tocar tierra. Sin embargo, hay posibilidades
de que un huracán se pueda regenerar si logra volver a salir a mar
abierto. Si una tormenta pasa por un área montañosa, se debilitará
rápidamente aunque el contacto sea breve. Esta última es, sin embargo,
la causa de muchas muertes relacionadas con huracanes, ya que la
tormenta traería lluvias torrenciales que pueden desencadenar
deslizamientos.

 El huracán permanece mucho tiempo en una misma área de agua,


consumiendo todo el calor superficial disponible.

 El huracán experimenta cizalladura, que provoca una pérdida de


dirección de la convección desintegrando su estructura

 Si la tormenta es débil, puede ser absorbida por otra área de baja


presión, con la que se fusionaría para formar un área mayor de
tormentas no-ciclónicas.
 El huracán que se traslada a aguas más frías, pierde sus características
tropicales y se convierte en un ciclón extratropical.

Aun después de que un ciclón haya perdido sus características tropicales o se


haya disipado, puede producir vientos poderosos y lluvias copiosas.

Efectos

Cualquier ciclón tropical en mar abierto puede aumentar el tamaño del oleaje, y
lluvias y vientos muy fuertes que pueden afectar embarcaciones e incluso a
hundirlas. Sin embargo, los efectos más devastadores de una tormenta de esta
naturaleza ocurren cuando llegan a tocar tierra.

Un huracán que afecta tierra firme puede provocar daño en cuatro formas
diferentes :

 Viento: los vientos de un huracán pueden dañar o destruir


completamente vehículos, edificios, caminos, etc., además de convertir
desechos y escombros en proyectiles que son lanzados al aire a gran
velocidad.

 Marea: los huracanes producen un incremento en el nivel del mar, que


puede inundar comunidades costeras. Este es el efecto más dañino, ya
que el 80% de las víctimas de un ciclón mueren en los lugares donde
estos tocan tierra.

 Lluvia torrencial: Las precipitaciones intensas pueden provocar deslaves


en zonas montañosas, además de desbordar masas acuáticas cercanas.

 Tornados: la rotación contínua de un huracán muchas veces fomenta la


formación de tornados. Aunque estos tornados normalmente no son tan
fuertes como sus contrapartes no-tropicales, pueden provocar graves
daños.

Muchas veces, después del paso de un ciclón, los efectos secundarios de


estos siguen afectando a la población. Estos incluyen:

 Epidemias: El ambiente húmedo que queda tras el paso de un huracán,


combinado con la destrucción de instalaciones sanitarias y un clima
cálido puede inducir epidemias que pueden seguir cobrando vidas por
mucho tiempo.

 Apagones: los ciclones tropicales muchas veces provocan apagones


masivos que dificultan la comunicación y obstaculizan los esfuerzos de
rescate.

 Dificultades para la transportación: las tormentas dañan puentes y


carreteras, complicando los esfuerzos para transportar alimentos, agua
para consumo humano y medicamentos a las áreas que lo necesitan.
Devastación tras el paso del Huracán Iván por Granada

Detección y prevención

Los huracanes se detectan por satélites desde el momento en que comienzan


a formarse y por ello generalmente hay una advertencia 3 ó 4 días antes de
que empiece la tormenta.

Ante la previsión de fuertes huracanes es conveniente recurrir a medidas de


evacuación. De hecho, muchas de las víctimas del Huracán Andrew que
ignoraron las órdenes de evacuar perdieron la vida o se dieron cuenta de que
no podían hacer nada para proteger sus bienes contra la tormenta.

Nomenclatura de los huracanes

Las tormentas cuyos vientos sobrepasan los 17 metros por segundo reciben
nombres, para facilitar la identificación de estas en los avisos a la población y
en los registros de demandas de seguro.

Estos nombres son tomados de listas que varían de región a región y son
determinadas con años de anticipación. Los nombres se eligen, dependiendo
de la región, por comités de la Organización Meteorológica Mundial o por los
servicios meteorológicos nacionales o regionales que hacen los pronósticos.

Cada año, los nombres de tormentas particularmente destructivas desaparecen


de las listas y son sustituidos con otros.

Referencias
 Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades

Enlaces externos

Véanse las
imágenes de
Commons sobre
Huracán Ivan.

 Servicio Nacional de Información sobre Huracanes de Estados Unidos


(en inglés)
 Archivo de datos históricos y contemporáneos sobre huracanes (en
inglés)
 Preguntas y respuestas sobre huracanes (en inglés)

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Hurac%C3%A1n"

Categorías: Meteorología | Wikipedia:Artículos destacados en w:pt

Huracanes

Un huracán es un tipo de ciclón tropical, el término genérico para un


sistema de baja presión que generalmente se forma en los trópicos. Los
ingredientes para un huracán incluyen un disturbio atmosférico
preexistente, océanos tropicales tibios, humedad y vientos relativamente
ligeros en lo alto. Un ciclón típico está acompañado de tormentas
eléctricas y, en el Hemisferio Norte, una circulación hacia la izquierda de
los vientos cerca de la superficie de la tierra. Los ciclones tropicales están
clasificados de la forma siguiente:

Depresión tropical. Un sistema organizado de nubes y tormentas


eléctricas con una circulación definida en la superficie y vientos
sostenidos máximos de 38 MPH (33 nudos) o menos. Los vientos
sostenidos se definen como viento promedio de un minuto medido en
aproximadamente 33 pies (10 metros) sobre la superficie.

Tormenta tropical. Un sistema organizado de fuertes tormentas


eléctricas con una circulación definida en la superficie y vientos
sostenidos máximos de 39 a 73 MPH (34 a 63 nudos).

Huracán. Un sistema tropical atmosférico intenso de fuertes tormentas


eléctricas con una circulación en la superficie bien definida y vientos
sostenidos máximos de 74 MPH (64 nudos) o más altos.
Prepare un plan de desastre familiar. Planee reunirse con su familia en
caso de que queden separados. Elija un contacto fuera del pueblo para
que todos puedan llamar para decir que están seguros.

Todas las áreas costeras del Atlántico y el golfo de México están sujetas a
huracanes o tormentas tropicales. Aunque rara vez son azotadas por
huracanes, partes del sudoeste de los Estados Unidos y de la costa del
Pacífico experimentan fuertes y lluvias e inundaciones cada año debido a
los huracanes generados en la costa de México. La temporada de
huracanes del Atlántico dura desde junio hasta noviembre, con la
temporada pico de mediados de agosto a fines de octubre.

Los huracanes pueden causar daños catastróficos en las costas y hasta


varios cientos de millas en el interior. Los vientos pueden exceder 155
millas por hora. Los huracanes y las tormentas tropicales también pueden
ocasionar tornados y microestallidos, crear marejadas a lo largo de la
costa y causar extensos daños debido a inundaciones en el interior
debido a agua atrapada.

Los tornados con mayor frecuencia ocurren en las tormentas eléctricas


embebidas en bandas de lluvia lejos del centro del huracán; no obstante,
también pueden ocurrir cerca de la pared del ojo del huracán.
Normalmente los tornados producidos por ciclones tropicales son
relativamente débiles y de poca duración, pero aún presentan una
amenaza.

Una marejada de tormenta es un domo inmenso de agua impulsado hacia


la costa por los vientos de un huracán o una tormenta tropical. Las
marejadas de tormentas pueden alcanzar 25 pies de alto y ser de 50 a
100 millas de ancho. La marea en una tormenta es una combinación de la
marejada y la marea normal (esto es, un oleaje de 15 pies combinado con
una marea alta normal de 2 pies sobre el nivel medio del mal crea una
marejada de 17 pies). Estos fenómenos causan una erosión severa y
daños extensos en las áreas costeras.

A pesar de la mejora en las advertencias y una menor pérdida de vida, los


daños a la propiedad continúan en aumento debido a un creciente
número de gente que reside o pasa las vacaciones cerca de las costas.
Las personas en áreas propensas a huracanes necesitan prepararse para
los huracanes y las tormentas tropicales.

Los huracanes se clasifican en cinco categorías, según la velocidad del


viento, la presión central y el potencial de daños (véase la tabla a
continuación). La Categoría Tres y más altas se consideran huracanes
mayores, aunque los huracanes Categoría Uno y Dos son sumamente
peligrosos y merecen su completa atención.

Inundación en el interior y/o de agua dulce causada por huracanes


Los huracanes pueden producir lluvias torrenciales extensas. Las
inundaciones son el resultado mortal y destructivo. Las lluvias excesivas
también pueden provocar derrumbes de tierra o corrimientos de lodo,
especialmente en las regiones montañosas. Las inundaciones repentinas
pueden ocurrir debido a la intensa precipitación de lluvia. Las
inundaciones de ríos y arroyos pueden persistir por varios días o más
después de la tormenta.

La velocidad de la tormenta y la geografía bajo la tormenta son los


principales factores con respeto a la cantidad de lluvia producida. Las
tormentas que se desplazan lentamente y las tormentas tropicales que se
mueven hacia regiones montañosas tienden a producir más lluvia.

Entre 1970 y 1999, más gente perdió sus vidas debido a inundaciones de
agua dulce asociadas con los ciclones tropicales que se adentraron en el
interior que por cualquier otro peligro atmosférico relacionado con los
ciclones tropicales.

Véase el capítulo titulado “Inundaciones” para obtener información más


específica sobre las emergencias relacionadas con inundaciones.

Escala de Huracanes Saffir-Simpson


Número en Vientos
la Escala Sostenidos Daños Marejadas
(Categoría) (MPH)
1 74-95 Mínimos: Casas móviles sin 4-5 pies
fijar, vegetación y
rótulos.
2 96-110 Moderados: Todas las casas 6-8 pies
móviles, techos,
embarcaciones pequeñas,
inundaciones.
3 111-130 Extensos: Edificios pequeños, 9-12 pies
carreteras a bajo
nivel arrasadas por el agua.
4 131-155 Extremos: Techos destruidos, 13-18 pies
árboles caídos,
calles arrasadas por el agua,
casas móviles
destruidas. Casas de playa
inundadas.
5 >155 Catastróficos: La mayoría de >18pies
los edificios
destruidos. Vegetación
destruida. Carreteras
principales bajo agua. Hogares
inundados.

Qué hacer antes de un huracán

1. Conozca la diferencia entre “Vigilancia” y “Advertencia”.


 Vigilancia de huracán/tormenta tropical - Las condiciones
para un huracán/tormenta tropical son posibles en el área
especificada, normalmente dentro de 36 horas.
 Advertencia de huracán/tormenta tropical - Las
condiciones para un huracán/tormenta tropical se esperan
en el área especificada, normalmente dentro de 24 horas.
 Vigilancia y advertencia de corto plazo - Estas
advertencias proporcionan información detallada sobre las
amenazas específicas de los huracanes, tales como
inundaciones repentinas y tornados.
2. Escuche los informes del tiempo en la radio o la televisión local.
Compre un Radio Meteorológico NOAA con respaldo de batería y
la función de tono de alerta que automáticamente le avisa cuando
se emite una Vigilancia o Advertencia (el tono de alerta no está
disponible en algunas áreas). Compre también un radio comercial
de batería y baterías adicionales, ya que la información sobre otros
eventos se difundirá por los medios de comunicación.
3. Pregunte en su oficina local de manejo de emergencias sobre los
planes de evacuación de la comunidad con respecto a su
vecindario. Conozca las rutas de evacuación. Si tiene que evacuar
el área, determine adónde irá y cómo llegará allí. A veces es
deseable tener rutas alternas.
4. Hable con su familia sobre asuntos de huracanes. Prepare un plan
de desastre familiar. Planee reunirse en un lugar fuera de su
residencia en caso de que queden separados. Elija un contacto
fuera del pueblo para que todos puedan llamar para decir que
están seguros.
5. Determine las necesidades de los miembros de su familia que
residan en otro lugar pero que necesiten su ayuda en un huracán.
Considere las necesidades especiales de sus vecinos, tales como
personas con impedimentos o con visión limitada o problemas de
la vista.
6. Prepárese para sobrevivir por su cuenta por lo menos tres días.
Reúna un equipo de suministros para desastres. Mantenga un
suministro de alimentos y agua potable adicional. Véanse los
capítulos titulados “Planificación de emergencias y suministros
para desastres” y “Evacuación” para obtener más información.
7. Haga planes para asegurar su propiedad. Las persianas
permanentes para tormentas ofrecen la mejor protección para las
ventanas. Una segunda opción es tapar las ventanas con madera
terciada marina de 5/8 de pulgada, cortada para que se ajuste a la
ventana y lista para instalar. La cinta adhesiva no evita que las
ventanas se rompan.
8. Aprenda cómo cerrar los servicios públicos y dónde están ubicadas
las llamas pilotos del gas y las tomas de agua principales.
9. Haga que le inspeccionen su hogar para ver si cumple con los
códigos de construcción locales. Muchos de los techos destruidos
por huracanes no estaban construidos o modificados
retroactivamente de acuerdo con los códigos de construcción.
Instalar correas o presillas adicionales para asegurar el techo a la
estructura armada reducirá sustancialmente los daños en el techo.
10. Asegúrese de que los árboles y arbustos alrededor de su hogar
estén bien cortados. Los árboles y las ramas muertas pueden
causar lesiones personales y daños a la propiedad. Despeje las
canaletas de lluvia y los caños de bajada sueltos o tapados.
11. Si tiene un bote, determine dónde lo va a asegurar en una
emergencia.
12. Considere comprar seguro de inundación. Cómprelo con bastante
anticipación, ya que hay un período de espera de 30 días antes de
que el seguro de inundación entre en vigor.
13. Prepare un registro de todos sus bienes personales. Tome
fotografías o vídeos de sus pertenencias. Guarde estos
documentos en un lugar seguro.

Recuerde que las bebidas alcohólicas y las armas están prohibidas en


los refugios. Tampoco se permiten animales domésticos en los refugios
públicos debido a motivos sanitarios.

Qué hacer durante una amenaza de huracán

1. Escuche las noticias por radio o televisión. Si se emite una


“Vigilancia” de huracán, normalmente usted tiene de 24 a 36 horas
antes de que el huracán azote.

2. Hable con los miembros de su familia. Asegúrese de que todos


sepan dónde encontrarse y a quién llamar en caso de que queden
separados. Considere las necesidades de parientes y vecinos que
tengan necesidades especiales.
3. Asegure su hogar. Cierre las persianas para tormentas. Asegure
los objetos afuera o tráigalos adentro. Atraque su bote en el muelle
si el tiempo lo permite.
4. Reúna suministros de agua y alimentos para varios días para cada
miembro de la familia. Los sistemas de agua pueden quedar
contaminados o dañados. Esterilice (con una solución diluida de
una parte de blanqueador por diez partes de agua) y llene la
bañera de agua para asegurar tener un suministro de agua segura
en caso de que le indiquen o no pueda salir del lugar. Consulte los
capítulos de “Refugio” y “Planificación de emergencias y
suministros para emergencias” para obtener información
importante.
5. Si va a evacuar el lugar, lleve consigo su equipo de suministros de
emergencia al refugio. Recuerde que las bebidas alcohólicas y las
armas están prohibidas en los refugios. Tampoco se permiten
animales domésticos en los refugios públicos debido a motivos
sanitarios. Véase el capítulo “Los animales en un desastre” y
comuníquese con la sociedad humanitaria de animales local para
obtener información adicional.
6. Prepárese para evacuar el área. Llene el tanque de gasolina de su
vehículo, ya que las estaciones de gasolina pueden estar cerradas
después de la tormenta. Si no tiene un automóvil, haga arreglos
para el transporte con un amigo o pariente. Revise las rutas de
evacuación. Si se le indica, cierre los servicios públicos en las
tomas principales.
7. Desaloje el área y vaya a un lugar tierra adentro si:
 Las autoridades locales anuncian una evacuación y usted
reside en una zona de evacuación.
 Usted reside en una casa móvil o una estructura temporal;
estas son particularmente peligrosas durante huracanes, no
importa cuán bien fijadas estén al suelo.
 Usted reside en un edificio de muchos pisos. Los vientos
huracanados son más fuertes a elevaciones más altas.
 Usted reside en la costa, en un terreno aluvial cerca de un
río o en un canal navegable tierra adentro.
 Usted piensa que está en peligro.
8. Cuando las autoridades ordenen una evacuación:
 Salga inmediatamente.
 Siga las rutas de evacuación anunciadas por los
funcionarios locales.
 Manténgase alejado de áreas costeras y las riberas de ríos
y arroyos.
 Notifique a otras personas adónde usted va a ir.
9. Si no se le requiere o no puede evacuar el área, permanezca en el
interior de la casa durante el huracán y lejos de las ventanas y
puertas de vidrio. Mantenga cerradas las cortinas y las persianas.
No se engañe si hay una calma, ya que puede ser el ojo de la
tormenta, y los vientos azotarán de nuevo.
 Cierre los servicios públicos si las autoridades lo indican.
 Si no le indican que los cierre, ajuste el refrigerador a la
posición más fría y manténgalo cerrado.
 Cierre los tanques de propano.
10. En vientos fuertes, siga estas reglas:
 Busque refugio en un cuarto pequeño interior, un clóset o un
pasillo.
 Cierre todas las puertas interiores. Asegure y apuntale las
puertas exteriores.
 En una residencia de dos pisos, vaya a un cuarto interior en
el primer piso, tal como un baño o un clóset.
 En un edificio de múltiples pisos, vaya al primero o el
segundo piso y permanezca en una habitación interior lejos
de las ventanas.
 Acuéstese en el piso debajo de una mesa u otro objeto
fuerte.
11. Evite usar el teléfono excepto en caso de una emergencia seria.
Las autoridades locales necesitan tener primera prioridad con
respecto a las líneas telefónicas.
12. Véase el capítulo titulado “Evacuación” para obtener información
importante.

Considere las necesidades de salud y seguridad de su familia. Esté


consciente de los síntomas de tensión emocional y cansancio. Busque
asesoramiento para crisis si lo necesita.

Qué hacer después de un huracán

1. Permanezca donde está si se encuentra en un lugar seguro hasta


que las autoridades locales indiquen que es seguro salir. Si ha sido
evacuado de su comunidad, no regrese al área hasta que las
autoridades digan que es seguro regresar.

2. Manténgase sintonizado a las estaciones de radio o televisión


locales para obtener información sobre cómo cuidar de su familia,
dónde encontrar asistencia médica, cómo solicitar ayuda
financiera, etc.
3. Conduzca sólo cuando sea necesario. Las calles estarán llenas de
escombros. Las carreteras pueden haberse debilitado y podrían
derrumbarse. No conduzca por calles o sobre puentes inundados o
que tengan barricadas. Las calles cerradas al tránsito son para su
protección. Tan poco como seis pulgadas de agua puede causar
que pierda el control de su vehículo; dos pies de agua arrastrarán
la mayoría de los automóviles.
4. No beba ni prepare comida con agua de la llave hasta que los
funcionarios notifiquen que es seguro hacerlo.
5. Considere las necesidades de salud y seguridad de su familia. Esté
consciente de los síntomas de tensión emocional y cansancio.
Mantenga junta a su familia y busque asesoramiento para crisis si
la necesita. Véase la sección de “Salud mental y asesoramiento en
crisis” en el capítulo titulado “Recuperación tras un desastre” para
obtener más información.
6. Hable con sus hijos sobre lo que ha sucedido y cómo pueden
ayudar durante la recuperación. Tomar parte en la ayuda los
ayudará a lidiar con la situación. Considere las necesidades de sus
vecinos. La gente a menudo se queda aislada durante los
huracanes.
7. Manténgase alejado de las áreas de desastre a menos que las
autoridades locales soliciten voluntarios. Si se le necesita, lleve su
propia agua potable, alimentos y artículos para dormir.
8. Manténgase alejado de las riberas de ríos y arroyos hasta que el
posible riesgo de inundación haya pasado. No permita a los niños,
especialmente menores de 13 años de edad, jugar en las áreas
inundadas. Existe un alto riego de lesiones o de ahogarse en áreas
que puedan parecer seguras.
9. Manténgase alejado de agua en movimiento, ya que sólo seis
pulgadas de agua en movimiento puede tumbarlo. El agua
estancada puede estar eléctricamente cargada debido a cables
subterráneos o líneas eléctricas caídas.
10. Manténgase alejado de líneas eléctricas caídas e informe a la
compañía de electricidad. Reporte cualquier línea de gas,
alcantarillado o agua rotas a los funcionarios locales.
11. No use velas ni otras llamas abiertas en el interior. Use una linterna
de batería para inspeccionar los daños.
12. Establezca un programa manejable para reparar la propiedad.
13. Comuníquese con su agente de seguros. Se asignará a un
ajustador para que visite su hogar. Para prepararse:
 Tome fotografías o vídeos de sus pertenencias y de su
hogar.
 Separe las pertenencias dañadas y no dañadas.
 Busque sus registros financieros.
 Mantenga un registro detallado de sus costosde limpieza.
14. Considere construir un “cuarto seguro o refugio” para proteger a su
familia. Véase el capítulo titulado “Tormentas eléctricas” para
obtener información adicional en la sección de “Tornados”.
15. Véase el capítulo titulado “Recuperación tras un desastre” para
obtener más información importante.

REGLAS DE SEGURIDAD PARA LA TEMPORADA DE HURACANES

1.- ANTES DE UN HURACÁN

Prepararse para un huracán es un trabajo que le compete a la comunidad.


Si usted tiene una casa, granja, rancho o negocio, recuerde que usted
deberá actuar con anticipación, ya que sus empleados necesitarán tiempo
para proteger sus casas y familiares.

Haga un lista de las acciones que debe tomar para proteger su negocio y
asignarle a sus familiares o empleados las tareas que les correspondan.
Revise el plan conjuntamente, ya que es importante que conozcan lo que
se espera de ellos.

Examine las condiciones estructurales de su hogar o negocio para


conocer que reparaciones son necesarias para prevenir daños mayores;
que problema puede esperar y los materiales que debe tener a mano para
reducir daños. Haga los arreglos antes de comenzar la temporada, ya que
posiblemente usted necesite ayuda para realizar las reparaciones.

Si su construcción tiene techo de lámina o de madera, asegúrese de que


estén bien fijos. Los espacios entre el techo y los soportes deben ser
sellados. Los fuertes vientos pueden levantar el techo y convertirlo en
peligrosos proyectiles.
Debe tener disponibles suficientes materiales para asegurar las puertas y
ventanas de su casa, como paneles, vigas de madera, clavos y cintas
adhesivas para proteger los vidrios de puertas y ventanas.

Deberá proveerse de alimentos enlatados y otros que no requieran


refrigeración ni ser cocinados; adquiera envases para almacenar agua
potable y cocinar por varios días, debido a que el servicio de agua puede
ser interrumpido o contaminado; si tiene tinas (bañeras), y otros
recipientes, llénelos con agua potable. Necesitará por lo menos 2 litros de
agua por persona por día.

Verifique las linternas y sus baterías, velas, lámparas de gas y fósforos;


trate de tener los repuestos necesarios y mantener los fósforos en un
recipiente a prueba de agua; si tiene lámpara de gas, asegúrese de que
tenga combustible por varios días y conozca como usarla en forma
segura. Esto es importante, ya que el servicio de energía eléctrica puede
tardar varios días en volver a funcionar normalmente. No utilice plantas
de emergencia de gasolina en el interior de la casa, ya que esto puede
causar intoxicación.

Fije a los muros los tanques de gas y envases con materiales peligrosos.

Trate de mantener bastante ropa limpia a mano (en una maleta) así como
artículos de uso personal, por si le informan que tiene que evacuar su
casa, Esté seguro de vestirse con ropa cómodo, incluyendo zapatos de
material grueso propios para caminar, por si tiene que trasladarse durante
o después del huracán; que no le suceda lo que a muchas personas que
estaban sin zapatos y con ropa de dormir durante el huracán Andrew, el
cuál azotó las costas de Florida en 1992. Recuerde tener consigo
suficiente dinero en efectivo para al menos una semana.

Conozca la localización del tablero de control de la energía eléctrica, la


válvula de paso del agua y la llave que cierra el gas para un caso de
emergencia.

Ancle su embarcación o llévela a un lugar seguro y llene el tanque de


gasolina de su automóvil, ya que sin electricidad las bombas surtidoras
no pueden funcionar.

Si su casa es segura y tiene suficiente espacio, invite a vecinos,


familiares o amigos que necesiten un refugio seguro. Si tiene que
abandonar su casa, usted tendrá que llevar alimentos y provisiones para
su familia y no olvide llevar consigo las medicinas necesarias, los papeles
importantes, como escrituras, documentos oficiales y pólizas de seguro.
De preferencia, guárdelos en una bolsa de plástico y que algún pariente
suyo o amigo de confianza tengan una copia de dichos documentos.

Si usted no tiene automóvil, haga arreglos con tiempo por si tiene que
retirarse de su hogar; esto es especialmente útil con personas de edad
avanzada, enfermos o con impedimentos físicos identifique las rutas de
evacuación para salir en forma segura hacia albergues o lugares altos.

TENGA A MANO LOS SIGUIENTES ARTÍCULOS

 Un botiquín de primeros auxilios con su instructivo.


 Un radio portátil de baterías.
 Una linterna de pilas con paquetes de repuesto.
 Agua potable embotellada y hielera.
 Comida enlatada para cuando menos una semana.
 Abridor de latas manual.
 Una caja de herramientas (martillo, pinzas, perico, fusibles,
desarmadores, etc).
 Cerillos y lámpara de gas con el combustible bien protegido y en
lugar seguro.
 Extinguidor.
 Repelente de insectos.
 Una soga larga (30m mínimo), además de sleeping-bags, un bote
inflable y salvavidas.
 Bolsas para basura.

2.- DURANTE EL HURACÁN

Lo primero es conservar la calma, para poder llevar a cabo las acciones


pertinentes, como son: escuchar con atención la radio y enterarse del
desarrollo del huracán, ponerse el calzado adecuado, cerrar las válvulas
de gas y de agua y bajar el switch del tablero eléctrico, esto debe hacerse
antes de que los vientos sean tan intensos que ya no se pueda salir de
casa; vigilar a las personas que están con usted y tratar de tranquilizarlas
y no salga de su casa o refugio hasta que las autoridades le indiquen que
puede hacerlo.

Si el ojo (centro) del huracán pasa precisamente por el lugar donde se


encuentra usted, habrá calma desde un par de minutos hasta media hora;
durante este tiempo no salga de su casa a menos que tenga que hacer
reparaciones de emergencia, porque pasando el ojo del huracán, los
vientos adquieren nuevamente fuerza y soplan en dirección opuesta.

3.- DESPUÉS DEL HURACÁN

No divulgue ni haga caso de rumores; si hay heridos graves, no los


mueva y repórtelo inmediatamente a las autoridades: use el teléfono sólo
para llamadas de emergencia.

Si su casa o refugio no sufrieron daño, permanezca ahí y cerciórese de


que no hay fugas de gas ni de agua; mantenga los interruptores de luz
desconectados hasta que esté seguro que no hay peligro de chispazos o
cortocircuito que puedan ocasionar un incendio o una explosión; si salió
de su casa podrá regresar cuando las autoridades le digan que ya no hay
peligro; si se informa de posibles inundaciones o avenidas, abandone los
lechos de los ríos o las partes bajas de la zona.

Cerciórese de que sus aparatos eléctricos estén secos antes de


conectarlos.

Retírese de casas y edificios en peligro de derrumbarse; evite tocar o


pisar cables eléctricos que se hayan caído y evite transitar por calles
lodosas; ayude a los heridos no graves.

Informe a las autoridades sobre cables rotos o colgantes, alcantarillas o


tuberías de agua rotas, fugas de gas, incendios u otros daños.

 Manténgase alejado de puertas y ventanas, si el viento abre una de


estas, no avance hacia ella de frente
 No prenda velas ni veladoras, use lámparas de pilas.
 Vigile constantemente el nivel del agua cercana a su casa.

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