Anda di halaman 1dari 5

Maldonado Reyes Román Eduardo

Grupo: 1351

La figura de la donna angelicata en la literatura moderna.

Objetivo: Lo que se busca con el siguiente trabajo es denotar la figura de la donna angelicata

en la narrativa y la lírica de la literatura moderna o contemporánea, a través del análisis previo

de la figura de la donna angelicata y del amor, presente en las obras de Guido Cavalcanti y

Dante Alighieri; así como exhibir las diferencias que podrían llegar a darse en cuanto a esta

concepción de la fémina angelical, en nuestro referente conceptual moderno. Todo esto con

el motivo de demostrar como la herencia prerrenacentista ha perdurado a través del tiempo

hasta llegar a permear en nuestra actualidad.

Introducción: El concepto de la donna angelicata pertenece al tema literario de la descriptio

puellae, donde la belleza de la dama se es sublimada para exaltar que, a través de la

descripción de ciertas características que la conforman y que, en su mayoría son idealizadas;

la belleza puede llegar a ser un medio para alcanzar la elevación espiritual. La donna

angelicata, como concepto idealizado, fue propuesto por el poeta Guido Guinizelli quién, a

través de la idealización de la figura de la dama, declara que la señora angelical nos puede

llevar a la elevación espiritual desde lo divino.

Desarrollo: La figura de la donna angelicata proviene de la corriente del Dolce Stil Novo.

El Dolce Stil Novo, a su vez, tiene precedente en el tratado De amore de Andrés el Capellán

(1184), donde el amor surge a través del nacimiento de la pasión: la belleza de la dama que

es percibida a través de los ojos, del cual devendrá el amante; siendo fuente de un especial

placer y del cual, si es grande y duradero, dará origen al amor.

Guido Guinizelli tomaría los conceptos dados por Andrés el Capellán para desarrollar

como tal el Dolce Stil Novo, pues es Guido Guinizelli quien creé que el amor sólo puede ser
experimentado, si se es digno, en un corazón gentil. Dicho corazón gentil es entendible, por

metonimia, como un noble sujeto. Siendo noble por la práctica de la virtud, por sus loables

costumbres y obras y por su fina sensibilidad; y no por su relación con la nobleza.

Ahora bien, serían Dante Alighieri y Guido Cavalcanti quienes, a partir de la idea

propuesta por Guinizelli, desarrollarían su propia concepción del amor y, con ello, su propia

concepción del fin de la donna angelicata.

Para Guido Cavalcanti el amor es, un ansia intranquila y tormentosa de la carne, una

tiniebla de los sentidos, que tiende a alejar al hombre del buon perfetto o bien perfecto,

presente en la vida de aquel que sigue a lo que dicta la razón. En el amor, en primera instancia,

puede o no puede darse y puede llegar a existir en el margen de la esencia del individuo.

Aunque, por otra parte, Cavalcanti y los stilnovistas decían que, la esencia de un individuo

donde se realiza este Amor, sí se ve modificada, pues pasa de ser no amorosa a amorosa. el

amor no es una virtud en sí misma, pero si deriva de aquella virtud que se define como

perfección. Esta virtud del amor, es decir, su perfección, no reside en lo racional sino en lo

sensitivo. El amor nace de un principio básico de conocimiento, a través del aprehendimiento

intelectivo de las imágenes del mundo que nos rodean. Es así como se instaura la bella imagen

de la dama en nuestro intelecto. Cuando la bella imagen desciende del intelecto hasta el

corazón, lugar donde reside el alma sensitiva, se da la realización plena de la perfección del

proceso amoroso o el verdadero sentimiento de amor. Separa al hombre del buon perfetto,

pues es el corazón quien domina la mente de un hombre enamorado. Sentire>Ragionare

Para Dante Alighieri el amor es, alcanzable a través de la beatitud de la donna

angelicata y que, a partir de la alabanza, la contemplación y la razón, se alcanza el buon

perfetto o bien perfecto; un ideal de pauta de vida. el amor es la unión espiritual del alma con
la amada. Cuanto más perfecta sea la amada, más perfecta será esa unión y, en consecuencia,

más perfecta será el alma humana. Retoma la teoría guinizzeliana de la correspondencia entre

el amor y el corazón gentil, a través de una similitud entre el alma racional y el intelecto. La

perfección del verdadero amor no nace en el corazón, sino en la mente. Requiere de tiempo

para nutrirse de pensamientos. Lo más noble del hombre es la razón y no el sentido. El amor

es alcanzable a través del objeto del deseo, guía para alcanzar la perfección, más allá de lo

humano.

A partir de esto podemos ver que, a grandes rasgos, la donna angelicata tiene ya

ciertas característica que la denotan como tal. La dama tendría como función en estos textos

literarios, el despertar del deseo amoroso del poeta. Es intermediaria de lo divino, actúa como

guía a Dios. La purificación del espíritu llevada a cabo por el amor pone el alma del amante

en condiciones de llegar hasta Dios.

Como hemos visto, la figura de la donna angelicata se estableció con mucha fuerza

en el contexto del Dolce Stil Novo y fue desde ahí que se trasladó a muchas partes del globo

terrestre. Sin embargo, algunos estudiosos como Cervera Salinas, quien se ha dedicado al

estudio de ciertas influencias o, como el las llama, huellas en varias obras literarias

posteriores al Dolce Stil Novo.

Cervera buscaba, como tal, las huellas de la figura de Beatriz, la máxima figura de la

donna angelicata, o en este caso, la donna angelicata, presente en la literatura hispánica,

posterior al Dolce Stil Novo.

A este fenómeno Cervera lo denominó como “el Síndrome de Beatriz”. Casualmente,

dicho estudio arrojó en sus resultados que, sin intención alguna, tal síndrome es de carácter
universal en nuestra concepción cultural, pues la humanidad ha gestado un “mal endémico”

a través de la degradación y, propiamente, de la degeneración de los mitos fundamentales.

Cervera claramente señala que este problema se debe a cierta “edad teológica” donde

el humano cifró su existencia en relación con el patrón divino; esto llegó a causar cierto

conflicto en la posteridad, en específico con el romanticismo.

Para la teología, el amor es el medio para alcanzar la salvación espiritual, sin embargo,

fue en el romanticismo que cambió este paradigma, pues el amor se convirtió en una fuerza

motora sumamente mortal. Fueron Beatriz y Margarita del Fausto los emblemas de esta

problemática.

Cervera, por otra parte, dice ver en muchos autores hispanoparlantes, sobre todo en

los hispanoamericanos, síntomas de esta “enfermedad” del Síndrome de Beatriz, citando a

autores como Rubén Darío, José Martí, Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar,

Juan Rulfo, Juan José Arreola, Carlos Fuentes, etc.

Al hacer este reconocimiento, Cervera hace entrever que, efectivamente, esta

enfermedad ha llevado a repetir el mismo modelo romántico sobre el fin de la donna

angelicata, el de la perdida del objeto o medio para la salvación espiritual. Es desde aquí que

Cervera propone que dicho fenómeno se produjo a partir de las migraciones italianas a la

Argentina y que, inevitablemente, esto revivió el culto a Dante.

Estas teorías llegarían a quebrantar aun más nuestra identidad hispanoamericana, pues

estaría afirmando que hemos estado añorando a la Europa desde nuestra independencia,

dejándonos desprovistos de nuestra propia esencia.


Conclusión: La donna angelicata, como figura, ha perdurado gracias a distintos factores,
tanto teológicos, como filosóficos y sociales, pues es a partir de su imagen que el mundo se
proyecta en cuanto a su conciencia. También podemos afirmar que dicha figura ha llevado a
generar grandes problemas en nuestra identidad como individuos, pues es esta añoranza por
modelos europeos que nos privan de generar modelos propios de idealización, si es que se
llegasen a necesitar.

Bibliografía.

Domínguez Ferro, A.M. (1997). La imagen física de la dama en la escuela poética siciliana.
Revista de Literatura Medieval, IX, pp. 145-172.

Bello Valdés, M. (1998). Doctrinas de amor y su expresión lírica en tiempos de Dante


Alighieri. Medievalia, XXVII, pp. 7-17.

Blanco Valdés, C. La teoría del buon perfetto en Cavalcanti y Dante. Universidad de


Córdoba, 10 p.

Casales, F. (2007). Las virtudes como elementos estructurantes del comportamiento humano
a través de algunos personajes femeninos en La Comedia de Dante Alighieri. Revista de
Estudios Literarios, vol.35. Recuperado de
http://www.ucm.es/info/especulo/numero35/virtudes.html

Blanco Valdés, C. El Amor en el Dolce Stil Novo. Fenomenología: teoría y práctica.


Universidad de Santiago de Compostela, 1996. 211p

Cervera, V. (2006). El síndrome de Beatriz en la literatura hispanoamericana. Madrid:


Iberoamericana.

Anda mungkin juga menyukai