LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL CATOLICISMO LATINOAMERICANO
Globalización y catolicismo: la mirada
desde arriba y las relaciones cotidianas
FORTUNATO MALLIMACI
Introducción
Al tiempo que nos encontramos aquí para profundizar la reflexión de y
sobre nuestras sociedades, los misiles, las bombas, las balas y la tecnología de
punta nos dicen que frente a nosotros se está desatando una nueva guerra y vuel-
ve así a marcar el ritmo del planeta.
Numerosos motivos se han dado para justificar esta guerra. Sean cuales
fueren, como ciudadanos del mundo, clamamos para parar la matanza crimi-
nal de miles de personas. Más aún, ante tanto discurso religioso llamando a ma-
tar en nombre de Dios, en nombre de tal o cual religión, tenemos la obligación
como estudiosos de estos temas de alertar sobre las nefastas consecuencias que
han tenido, tienen y tendrán las matanzas de los "enemigos" en nombre de causas
"sagradas", de promesas de salvación, en nombre de cielos y tierras nuevas.
La globalización, al mismo tiempo que nos permite avanzar en comunica-
ciones e intercambios múltiples, presenta también su cara de explotación, domi-
nio, empobrecimiento y "nuevas esclavitudes". Hay una sensación generalizada de
opresión, miedo y riesgo que recorre el planeta como fruto de un sistema capita-
lista convertido en estructura global y nunca tan aparentemente inamovible como
en estos momentos. Su expresión guerrera, desbocada, sin respetar normas in-
t3i]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
ternacionales (¿qué decir del futuro de las Naciones Unidas, de los tratados inter-
nacionales, del respeto a la vida, del valor de un voto, un país, cuando ¡nada de
eso se respeta!!) y arrasa con todo aquel que supone su "enemigo", está abriendo
una nueva etapa histórica. Es cierto que debemos tomar la Globalización en se-
rio, dado que a causa del capitalismo salvaje "el mundo está en el límite"1 y el "nue-
vo imperio en guerra"2.
El Mundo, por un lado, presenta millones de personas activas, que resis-
ten dominaciones, no quieren ser pasivas y buscan identidad y pertenencia en
múltiples grupos y movimientos sociales; por otro lado vemos una presencia
global y amenazante de un sistema económico, militar, cultural y social presen-
tado al conjunto como algo "natural", "libre", "imparable" y cargado de una pro-
mesa de salvación en el mercado integral.
Luego de años de incertidumbre estamos asistiendo al nacimiento de un
nuevo orden con una potencia hegemónica que intenta funcionar como el nuevo
Imperio. Una vez más se quiere construir una totalidad histórica que contro-
lando la memoria legítima, busca explicar el pasado, lo que sucede y el futuro
desde su única visión. Para los que lo aceptan, la promesa de "mercado más li-
bertad"; para los que no cumplen, el "castigo infinito".
La globalización (especialmente económica, informática, financiera, tec-
nológica) afecta entonces las relaciones a nivel mundial creando nuevas reglas
de juego, que de una u otra manera van erosionando el poder y la soberanía de
los Estados nacionales, en la medida que un número cada vez mayor de causas
y soluciones están fuera de las fronteras, y produciendo en la vida cotidiana una
quiebra profunda en identidades y sentidos con nuevas concepciones del tiem-
po, del espacio y de las posibilidades de construir proyectos hacia el futuro.
Esta situación se expande en América Latina con la particularidad de ser
el continente con la distribución de bienes más desigual del planeta. Difícil de
construir nuevos sentidos de pertenencia, de ciudadanía, de identidad y de dig-
nidad si no se cambia el actual modelo de acumulación neoliberal que produce
más y más pobreza y decadencia. Si las democracias sólo sirven para realizar ne-
1
Giddens y Hutton (eds.). 2001. En el límite. La vida en el capitalismo global.
Barcelona: Tusquets. Afirmación en el prólogo del libro.
2
Nos referimos a la actual guerra llevada adelante por Estados Unidos para
imponer un "nuevo orden imperial" matando a miles de personas en Irak, que
nos recuerda políticas impulsadas sin ninguna instancia normativa internacio-
nal como se supondría en el siglo XXI, luego de lo vivido en el XX.
[32]
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EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
[33]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
Los catolicismos
Analizar el catolicismo es fundamentalmente comprender, en dimensión
histórica y sociológica, el conflicto al interior de un consenso. Los conflictos y
los consensos son construidos por diversos actores para los cuales existen no
sólo la historicidad sino también el contexto social, económico, cultural y reli-
gioso -"el aire de la época"- que permite expresar el "soy católico, formo parte
del catolicismo, adhiero a la Iglesia católica". Por ello dejaremos de lado defini-
ciones "esencialistas", "deterministas" o "fundamentalistas" del catolicismo (que
lo suponen uno, único, con una cabeza que manda y fieles que cumplen, con
todo bajo control...) para ir hacia paradigmas interpretativistas y construccio-
nistas que muestren, en dimensión histórica, tensiones, continuidades y rup-
turas en el hoy y en el largo plazo5.
Al mismo tiempo, estudiar el catolicismo significa recordar que éste es un
Estado, una institución centralizada y jerarquizada a nivel mundial, con movi-
mientos, redes y hombres y mujeres que vinculan lo político con lo religioso, lo
cultural con lo identitario, la promesa de salvación con la esperanza de su cum-
plimiento en la vida cotidiana. Esto exige al investigador dejar de lado concep-
ciones reduccionistas del "campo religioso" (en especial en América Latina
3
Una encuesta en toda América Latina sobre Confianza en las institucio-
nes, realizada por el Consorcio Iberoamericano de empresas de Investigación
de Mercado y Asesoramiento en el año 2001 mostró que la Iglesia, con el 71% es
la institución más confiable y que los partidos políticos, con 15%, ocupan la
última posición. Además, Brasil, Ecuador y Argentina son los países que menos
creen en sus instituciones, con 34,38 y 39% respectivamente. En La Nación, 14-
11-01, Los argentinos conflan poco en sus instituciones.
4
Gace Davie. 1994. Religión In Britain Since 1945. Blackwell Publisher. La
autora avanza en su estudio con el excelente subtítulo: Believing without be-
longing.
5
Entendemos por paradigmas los marcos teóricos y metodológicos utiliza-
dos por el investigador para interpretar los fenómenos sociales en el contexto de
una determinada sociedad. En la sociología coexisten en la actualidad tres para-
digmas consolidados: el materialista histórico, el positivista y el interpretativo.
[34]
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6
Emile Poulat. 1987. Desbordes del campo religioso, en Weil-Strauss-
Poulat, Religión y política. Buenos Aires: Hachette, p. 87.
7
Daniele Hervieu Leger. 1993. La Religión pour Mémoire. París: Cerf.,p. 105.
Néstor García Canclini. 1995. Consumidores y ciudadanos. Buenos Aires:
Grijalbo.
[35]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
tica no sólo en el ámbito de casos individuales sino analizando también las con-
secuencias totales del sistema. Max Weber estudió sistemáticamente estas rela-
ciones entre ideas y mentalidades con los intereses materiales y mostró la
equivalencia significativa del espíritu capitalista y de la ética protestante. Tan
pronto como un grupo de adeptos se siente atraído por un sistema ético, que
en principio se refería puramente a los problemas de la salvación y de los valo-
res supremos, comienza a "elegir" aquellos rasgos de la idea original con los que
tiene alguna afinidad o punto de coincidencia9. Como dice M. Hill "es de vital
importancia subrayar que la afinidad electiva no pretende describir la raciona-
lización condescendiente de unas actividades dudosas, sino más bien señalar la
convergencia espontánea y gradual de una ética religiosa y un espíritu materia-
lista, con lo que se pone en marcha un fuerte impulso hacia el compromiso ra-
cional con unas actividades económicas"10.
Este concepto de afinidades electivas facilita un análisis de las complejas
relaciones que permiten el paso de un campo al otro, evitando todo tipo de eti-
quetamiento especialmente en un momento de profunda reestructuración de
las creencias en nuestras sociedades, donde las comunidades emocionales pri-
man sobre otros tipos de experiencias.
A fin de analizar sistemáticamente el fenómeno católico, dividiremos en
parte algo que debe ser entendido como un todo relacional. No hay dirigentes
sin grupos sociales que los reconozcan, no hay "derivas ideológicas" por dece-
nios. Creemos entonces que el actual proceso globalizador capitalista debe ser
analizado en tres niveles: en las posturas que lleva adelante el Papado; en el efecto
que tiene sobre América Latina la actual globalización excluyente, especialmente
en lo que se refiere a la pérdida de peso del Estado-Nación y a la reformulación
de sus políticas y la globalización en la vida cotidiana con la profunda recom-
posición de sentidos, pertenencias e identidades.
9
Sobre orígenes y puntos de partida en las afinidades, ver el clásico de Max
Weber. 1984. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Madrid: Sarpe.
10
Hill, M. (ed.). 1971. A Sociological Yearbook ofReligión in Britain. Londres.
Citado en Hill, M. 1976. Sociología de la religión. Madrid: Cristiandad.
[36]
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11
El miércoles 1° de agosto de 2001, Juan Pablo II dio su audiencia MIL
frente a 30.000fielesen la Plaza San Pedro de Roma. Según los cálculos del
Vaticano, Juan Pablo II recibió allí 16.007.700 peregrinos desde el comienzo de
su pontificado.
12
Ion Sobrino. Aniquilación del otro, memoria de víctimas. En Anónimo.
1992. Concilium, No. 240, abril. Madrid.
13
Encíclica Sollicitudo Rei Socialis, 1987.
[37]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
dolas emocionalmente al mismo tiempo que se busca evitar todo tipo de "disi-
dencias" (se recordará su campaña contra la Teología de la Liberación en Amé-
rica Latina) y, por último, anunciar la primacía y autoridad del romano pontífice
como cabeza y "maestro" de la catolicidad mundial.
Su presencia política en la vida internacional tiene dos grandes etapas. Una
de 1978 hasta 1989, es decir hasta el derrumbe de la ex Unión Soviética y otra
desde 1989 a la actualidad. En la primera predomina la denuncia y la deslegiti-
mación de todo aquello que externa o internamente pudiera ser asociado a cual-
quier tipo de marxismo o socialismo real. Juan Pablo II no escatimó esfuerzos
en sumarse a movimientos sociales antisoviéticos, vinieran de donde vinieran,
en cada uno de los países del Bloque del Este. En la segunda, de 1989 hasta la
actualidad, caído el Muro de Berlín e implosionada la ex URSS, ante las postu-
ras hegemónicas de los Estados Unidos de América, prima la denuncia del "ca-
pitalismo y globalización salvaje", "el mercado como único ídolo", "la cultura del
aborto y del consumo" y el pedido de condonación de la "deuda externa" para
los países más pobres.
A nivel de presencia pública internacional algunos temas se destacaron con
claridad. Deben ser leídos "integralmente", puesto que forman parte de la mis-
ma concepción católica intransigente:
os]
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EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
lismos religiosos, ya sea el cristianismo evangélico del presidente Bush o los lla-
mados a la guerra santa de Osama Bin Laden o de Sadam Hussein y de sectores
extremistas del Islam, la voz del líder de la Iglesia católica tomó distancia con-
denando este "nuevo crimen contra la humanidad". El presidente del Brasil, Luis
Ignacio Lula, acaba de proponerlo como "mediador" para frenar la actual ma-
sacre.
14
Encíclica Redemtor hominis.
[39]
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15
Encíclica Sollicitudo Rei Socialis escrita en 1997 para recordar el vigésimo
aniversario de la Populorum Progressio de Pablo VI.
16
Discurso de Juan Pablo II a la 50 Asamblea General de la ONU en 1995.
17
Discurso a la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, 27 de abril de 2001.
18
Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1° de enero de 2000.
19
Poulat, idem.
20
Encíclica Centesimas Annus, proclamada a los 100 años de Rerum Nova-
rum, 1991.
[40]
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21
Incarnationis Mysterium. Bula de Juan Pablo II de Convocatoria del Gran
Jubileo del año 2000.
22
Exhortación apostólica postsinodal.
23
Cardinal Ratzinger. 1985. Entretien surlafoi, París: Fayard.
24
El respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación,
Instrucción de la Congregación romana para la Doctrina de la Fe. 1987.
[41]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
25
Hacemos mención al movimiento de "Católicas por el derecho a deci-
dir", más conocidas por su nombre en inglés, Pro Cholee, dado su peso relativo
en Estados Unidos.
Palabras en el Ángelus, de noviembre de 2002.
[42]
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27
P. Blanquart. 1987. Le pape en voyage: la geopolitique de Jean Paul II. En
Le retour des certitudes. París: Le Centurión.
2
R. Blancarte. 2002. El sucesor de Juan Pablo II. México: Grijalbo.
[43]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
29
lean Pierre Bastían. 1997. La mutación religiosa de América Latina. Para
una sociología del cambio social en la modernidad periférica. México: Fondo de
Cultura Económica.
30
De referencia para los estudios comparativos. Existen actualmente en
Argentina 68 circunscripciones eclesiásticas, 105 obispos, 5.238 sacerdotes,
10.823 religiosas, 2.418 parroquias, 100 radioemisoras eclesiales, 10 universida-
des católicas, 32 editoriales. A estos datos debemos agregar los miles de alum-
nos en escuelas parroquiales y colegios católicos en preescolar, primaria y
secundaria. Fuente: Guía eclesiástica argentina. 1995. Buenos Aires: AICA.
31
Cifras sobre pobreza, desocupación, educación, concentración de la
riqueza en Informe del Siempro, Ministerio de Desarrollo Social, febrero 2003.
Existe esa información en la página web.
[44]
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32
Una puesta al día de esta reflexión criticando las ideologías dominantes
en: Bustelo-Minujin. 1998. Todos entran. Propuesta para sociedades incluyentes.
Bogotá: Unicef-Santillana.
33
Pierre Bourdieu. 1988. Cosas dichas. Gedisa: Buenos Aires.
34
II Encuesta Nacional sobre Trabajo voluntario y donaciones encargada
por el Foro del Tercer Sector. En Tercer Sector, No. 4, noviembre de 1998. Estos
resultados se repitieron en 2000 y 2002.
[45]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
La revista Vida pastoral de marzo-abril 2003 trae los resultados de una en-
cuesta realizada por Gallup, solicitada por la Universidad Católica Argentina.
Según ese estudio, la mayoría de los argentinos se definen como personas religio-
sas (83%). Un 24% de la población asiste a una iglesia o templo una vez a la se-
mana o con mayor frecuencia; 40% lo hace una vez al mes y una vez al año, y
34% con menor frecuencia o nunca. Obviamente no se debe asociar la visita se-
manal al templo con la asistencia al culto, ya que en referencia a la eucaristía
dominical la participación no alcanza 5%. La mayoría de los argentinos (84%)
declara pertenecer a la religión católica. Las frases más asociadas con el com-
portamiento de la Iglesia católica en la Argentina son: "Fomenta el desarrollo
espiritual", "Es defensora de las necesidades de los pobres", "Es comprensiva fren-
te a los problemas sociales". La tarea principal más mencionada para la Iglesia
en Argentina es la de ayudar a los pobres, humildes y necesitados. La mitad de la
población sostiene que la parroquia de su zona trabaja mucho o bastante, tan-
to para iluminar espiritualmente la vida cotidiana como también frente al tema
de la pobreza. Un poco menos de la mitad de los entrevistados (44%) se mani-
festó interesada en profundizar en el conocimiento de Jesucristo, en la lectura
de la Biblia, en charlas y actividades de ayuda al prójimo; están dispuestos a de-
dicarle una hora semanal a esta tarea. Estos son algunos de los resultados de la
encuesta realizada del 20 al 24 de abril de 2001 con base en 39 preguntas con
una cobertura nacional de 1234 casos.
Una pregunta es central: "¿Cuál fue el proceso que permitió a la Iglesia ca-
tólica recomponer, en poco menos de veinte años su imagen en la sociedad?"
Alfinalizarla dictadura militar en 1983, una mayoría de obispos aparecían como
los principales cómplices de las Fuerzas Armadas y por ende eran poco creí-
bles en la sociedad argentina. Su cercanía histórica con el poder militar, la cola-
boración en la legitimación del terrorismo de Estado y su poca confianza en la
democracia eran algunas de sus características centrales35. No debemos olvidar
que las encuestas de 1983 preguntaban sobre obispos y hoy lo hacen sobre la Igle-
sia católica en su conjunto.
35
Un libro clásico sobre el tema: E. Mignone. 1986. Iglesia y dictadura: el
papel de la Iglesia a la luz de sus relaciones con el régimen militar. Buenos Aires:
EPN.
Un análisis de estas relaciones en el largo plazo: F. Mallimaci. 1996. Catoli-
cismo y militarismo en Argentina (1930-1983). De la Argentina liberal a la Ar-
gentina católica. En Revista de Ciencias Sociales, No. 4, Universidad Nacional de
Quilmes.
[46]
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EN EL C A T O L I C I S M O LATINOAMERICANO
36
El artículo 2 de la Constitución argentina manifiesta que "El Estado
Federal sostiene al culto católico apostólico y romano". Desde hace unos años,
un grupo dirigido por Mons. Gianquinta, obispo de Resistencia, encabeza esta
postura. Con tal motivo se ha creado el Consejo de Asuntos Económicos del
Episcopado.
37
Declaraciones de obispos del noroeste argentino. Fuertes críticas al plan
neoliberal en El Liberal, Santiago del Estero, 20 de agosto de 1997.
[47]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
Estos conflictos no nos deben hacer olvidar las estrechas relaciones que
mantuvo el gobierno menemista con el Estado del Vaticano, especialmente a
partir del embajador argentino en la Santa Sede y del apoyo del nuncio apostó-
lico en Argentina a temas como la condena del aborto, sexualidad, salud re-
productiva, etc. que han llevado a que en Conferencias Internacionales el
gobierno argentino sea uno de los pocos de América Latina que vote junto al
Estado del Vaticano. Tampoco se deben obviar las diversas relaciones económi-
cas irregulares entre sectores del gobierno y algunos obispos católicos39 ni los
minoritarios grupos activos con conexiones militares, que incluyen al actual vi-
cario castrense 40 .
3
Documento del Encuentro Sacerdotal reunido en San Antonio de Arre-
dondo. Agosto de 1998 y años subsiguientes.
39
Debemos recordar los aportes al arzobispado de Córdoba de grupos
empresarios calificados de "mañosos" y las relaciones del quebrado banco de la
familia Trusso con el arzobispado de Buenos Aires, que llevaron a prisión a
algunos sacerdotes.
40
Grupos del nacionalismo y del catolicismo tienen una larga presencia y
afinidad electiva con el "antiliberalismo". Repetidamente aparecen carteles
callejeros (como sucede al menos una vez al año) con la siguiente inscripción:
"ellos nos enseñaron que el sistema demo-liberal: divide la nación en partidos
políticos, mediatiza los poderes públicos, entrega el patrimonio nacional a la
usura internacional, degrada las ideas y las costumbres, corrompe la institu-
ción familiar, fomenta la lucha de clases en el pueblo, quita a las FFAA su mi-
sión específica: la defensa de la soberanía nacional, paganiza la vida pública.
Convocamos a la resistencia". Estos carteles (junto a las fotos de Jordán Bruno
Genta, padre Julio Meinvielle, Carlos Sacheri y padre Castellani) estaban fir-
mados por un Movimiento Legionario de Santiago Apóstol. Numerosos sacer-
dotes y grupos cristianos han expresado en marzo de 2003 su repudio al actual
obispo de las Fuerzas Armadas. "En lamentable coherencia con otros obispos
castrenses, como Tórtolo (Presidente de la Conferencia Episcopal durante la
primera parte de la dictadura militar en 1976) y Bonamín, el hoy titular del
[48]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
Obispado Castrense, Mons. Baseotto, parece actuar más en coherencia con los
cuerpos del Ejército, que con las palabras de los Obispos" dado que solicitó a la
Suprema Corte de Justicia que no aplique las leyes de delitos "contra la huma-
nidad" a los militares represores.
[49]
GLOBAL/ZACiÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
[50]
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Adhesión e identidad
El trabajo de investigación desarrollado durante muchos años en sectores po-
pulares nos ha hecho ser cautos respecto de las mutaciones y transformaciones en
adhesiones, pertenencias e identidades de dichos grupos. No se corrobora la idea
romántica de la resistencia que estarían ejerciendo contra sectores, planes o mode-
los hegemónicos, ni tampoco aquella que supone que hay sólo reproducción, ma-
nipulación o clientelismo que se suman -implícitamente- a los estigmas dominantes.
En el caso de la Argentina, y del catolicismo en particular, seguimos afirman-
do que la existencia de un activo y vital mercado religioso ha quebrado el mono-
polio católico en sectores populares. Asistimos así a una profunda reestructuración
del catolicismo41.
En un estudio se afirma que "de nuestras mediciones de opinión pública,
entre mayo de 1991 y noviembre de 1997 la proporción de quienes se identifican
como católicos pasa del 83 al 89% al tiempo que disminuye el de aquellos que se
definen como ateos (pasa del 11 al 5%). Del resto de los entrevistados un 4% se
declara evangélico, un 1% judío y otro 1% protestante"42. En concordancia con lo
que venimos encontrando en otros estudios de casos barriales43, "la proporción
de evangélicos es mayor en la población de nivel económico social bajo (10%) y
en el segmento etario de 21 a 29 años (7%)".
Estos datos pueden también verificarse en el primer trabajo sistemático de
fines de la década de 1990 sobre el mapa actual de las creencias. Los autores eligen
dentro del conurbano bonaerense (viven allí 9.000.000 personas), el municipio
de Quilines (poco más de 500.000 habitantes), y realizan una encuesta represen-
tativa del conjunto de la población. Conocemos así cómo se combinan compor-
tamientos y creencias religiosas por condiciones de sexo, estratificación social y
nivel de pertenencia institucional44.
41
F. Mallimad. 1996. Diversidad católica en una sociedad globalizada y
excluyente. Una mirada al fin del milenio desde Argentina. En Sociedad y Reli-
gión Nos. 14/15. Buenos Aires.
42
Graciela Romer y otros. 1997. Religión y religiosidad. Capital y conurbano
bonaerense. Noviembre. Universo mayores de 18 años.
43
Nos referimos a las numerosas monografías producidas desde 1992 a la
actualidad en el Seminario Sociedad y Religión de la Carrera de Sociología de
la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA dirigido por los doctores F. Forni y F.
Mallimaci.
44
García, Esquivel y Hadida. 2002. Quilmes: creencias y prácticas. Bernal:
Universidad Nacional de Quilmes.
[51]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
45
F. Mallimaci. 1996. Protestantismo y política partidaria en la Argentina,
en Tomás Gutiérrez, en Protestantismo y política en América Latina y el Caribe.
Lima: Cehila.
[52]
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EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
L53J
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
46
Este discurso vuelve a cobrar fuerza especialmente con el peso creciente
en la institución del actual arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, caracteriza-
do históricamente por sus posturas integralistas de derecha y sus relaciones
con sectores militaristas. Al mismo tiempo que acompaña el traslado de los
restos del asesinado (en 1974) sacerdote tercermundista Carlos Mugica a su
nuevo destino en una capilla de sectores pobres en la villa de Retiro, pide edu-
cación católica en las escuelas públicas. Hace saber también a la clase dirigente
sus prevenciones acerca de sectores políticos "corruptos", "carismáticos" y "téc-
nicos" y busca imponer, por ejemplo, su veto frente a las políticas de salud re-
productiva llevadas adelante por el actual gobierno nacional. En sus últimos
discursos pide compromiso social y político a los católicos.
[54]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
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47
Max Weber. 1923. Wirtschaftsgeschichte. Munich. Citado por Michael
Lowy. 1999. Guerra de dioses. México: Siglo XXI.
[55]
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[56]
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4
Unesco. 2001. Surgimiento de la sociedad civil mundial. 1775-1918: La
Iglesia católica romana fue probablemente la primer organización no guberna-
mental internacional activa. En Courrier de la Planete, Unesco-MOST-Solagral,
No. 63, Montpellier.
[57]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
masiva de la base católica cuyo ejemplo más directo son los múltiples viajes de
Juan Pablo II49.
Esta presencia estructural apunta a tres grandes dimensiones hoy vacantes:
- la reconstrucción de una comunidad ética y moral a nivel nacional y
mundial que rehaga una "memoria autorizada",
- la reconstrucción de una concepción de la humanidad que elimine la
pobreza, el hambre y la miseria de millones de personas,
- la reconstrucción de una comunidad política partidaria que dé respues-
tas a las demandas ciudadanas evitando la irrelevancia y la pérdida de
credibilidad y de legitimidad en la cual se encuentran hoy.
Las jerarquías católicas han decidido seguir pensándose como eje de la na-
cionalidad y de la sociedad, se han retirado de la confrontación partidaria di-
recta y aspiran a cumplir un rol de mediadores de los conflictos, buscando así
imponer una regulación ética externa. Visto desde este análisis estructural, más
allá de las concepciones individuales de los que participan en los diversos gru-
pos católicos, lo que se discute es cómo enfrentarse al actual liberalismo de la
modernidad: ¿se debe ser antimoderno, posmoderno o no moderno? Son tres
maneras de decir no al liberalismo, que pueden coincidir en un momento, que
coexisten a nivel local, nacional y mundial, que buscan distintos apoyos exter-
nos, pero que tienen tras de sí su propio modelo de Estado, de sociedad, de de-
mocracia y de catolicismo a la espera de imponerlo.
Asistimos a una reconfiguración mundial de las relaciones entre sociedad,
Estado-nación, imperio e instituciones y creencias religiosas en todos los nive-
les. La debilidad y crisis de la "oferta política partidaria" nacional en América
Latina y otras zonas del planeta -dado que han dejado de ser creíbles sus pro-
mesas de vivir mejor, fruto de la impotencia frente a la actual globalización ex-
cluyente que vivimos- vuelve a plantear el papel de lo religioso como dador de
sentido y anunciador de promesas de salvación en nuestras sociedades secula-
rizadas.
La relación entre autoridades católicas nacionales y líderes políticos tam-
bién puede cambiar. El privilegio dado por la clase política y garantizado en va-
49
Retomando a su manera y estilo lo manifestado por Paulo VI en su visita
a la ONU en 1965 donde se presentó como "Ciudadano del Mundo", "Experto
en Humanidad". Cientos de viajes y países visitados con miles de discursos
muestran este nuevo intento de movilizar la feligresía católica "desde la base" y
con el Pontífice Romano a la cabeza.
[58]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
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50
El tema de la construcción social de la verdad es también un desafío para
las ciencias sociales, especialmente para aquellos interesados en conocer y
comprender cómo se construye históricamente en grupos religiosos. En el caso
de la Iglesia católica es tema constitutivo. Por ejemplo, Juan Pablo II desde su
discurso inaugural en Puebla en 1978 hasta la actualidad continúa repitiéndolo.
Decía el 28 de enero de 1979 "la Iglesia posee, gracias al evangelio, la verdad
sobre el hombre... Esta verdad completa sobre el ser humano constituye el
fundamento de la enseñanza social de la Iglesia, así como es la base de la verda-
dera liberación". Lo vuelve a recordar en su reciente encíclica sobre la Eucaristía
de 2003: "La Eucaristía, siendo la suprema manifestación sacramental de la
Comunión en la Iglesia, exige que se celebre en un contexto de integridad de los
vínculos, incluso externos, de comunión". De modo especial, por ser "como la
consumación de la vida espiritual y la finalidad de todos los sacramentos",
requiere que los lazos de la Comunión en los sacramentos sean reales, particu-
larmente en el Bautismo y en el Orden sacerdotal. "No se puede dar la Comu-
nión a una persona no bautizada o que rechace la verdad íntegra de fe sobre el
Misterio eucarístico. Cristo es la verdad y da testimonio de la verdad" (cf. Jn 14,
6; 18,37); el Sacramento de su cuerpo y su sangre no permite ficciones.
[59]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
51
Cuando nos referimos a "memorias históricas" queremos con ello
significar tanto proyectos, movilización de hechos y representaciones de un
tipo de pasado como construcción de utopías. Un proyecto histórico para
ser perdurable y legítimo necesita la movilización de una determinada me-
moria en función de una determinada utopía. Tres momentos de un mismo
proceso.
52
Luiz Alberto Gómez de Souza. 2003. A Utopia surgindo no meio de
nos. Rio de Janeiro: Mamad. Un excelente trabajo que muestra en el largo
plazo la construcción de nuevos horizontes teóricos y sociales a la crisis
global. La experiencia cristiana en el Brasil que acompaña a la sociedad civil
y a los movimientos sociales nacionales e internacionales, como el Foro
social Mundial (que lucha por otra globalización solidaria), articulada con
diversos actores culturales y políticos y que colabora hoy con el nuevo go-
bierno del presidente Lula, se presenta como otra respuesta social, política y
religiosa a la actual globalización excluyente.
[60]
Los religiosos frente a la globalización
PIERRE SAUVAGE, S. L*
[6i]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
PRIMERA PARTE1
¿Cuáles son los desafios mayores?
• Construir una verdadera sociedad mundial, fundada en autoridades in-
ternacionales capaces de influir sobre el bien común de la humanidad
y de imponer este concepto cuando ello se haga necesario.
• Crear los medios políticos y movilizar los recursos económicos y técni-
cos necesarios con el fin de erradicar realmente la pobreza masiva del
mundo, asegurando al mismo tiempo las condiciones que exige una vida
digna: alimentación, vivienda, educación, accesibilidad a servicios como
el agua, etc.
• Dar prioridad a los servicios de salud en los países pobres, ofreciendo
drogas que sean accesibles a todos. Esto implica luchar contra los inte-
reses de las grandes farmacéuticas occidentales e invertir en la investi-
gación de medicamentos contra las enfermedades graves que afectan a
las poblaciones de los países tropicales.
• Dar a cada cultura la posibilidad de encontrar sus propios medios de
desarrollo, aceptando que cada individuo pueda expresarse libre y vo-
luntariamente. Por esta vía se permitirá un enriquecimiento humano
mayor y se rechazará toda uniformización de modelos estándar de vida,
impuestos desde el exterior.
• Proponer otro modelo de agricultura para los países occidentales, te-
niendo en cuenta que la política de subvenciones a la exportación en
los países desarrollados provoca efectos desastrosos en los países del Sur.
1
Esta primera parte se inspira fundamentalmente en el artículo "La mon-
dialisation: un défi pour les religieux" escrito por el Padre Ignace Berten. 2003.
En Vie consacrée, junio-agosto. Le agradecemos su ayuda.
[62]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
[63]
GLOBAiíZACJÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
2
Una señal de esta toma de conciencia se dio durante el primer Foro social
mundial de Porto Alegre, cuando la prensa y los medios de comunicación se
refirieron a los antimundialistas; en el segundo Foro, el término altermundista
se impuso de manera clara.
[64]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
SEGUNDA PARTE
Volvamos a la pregunta inicial de nuestro análisis: ¿cuál es la función de
los religiosos y religiosas en el proceso de globalización? Tendríamos que reco-
nocer en un inicio que las religiosas y los religiosos son ciudadanos, razón sufi-
ciente para considerar que hacen parte de la sociedad civil. Teniendo en cuenta
esta primera consideración podemos afirmar que tanto las unas como los otros
deben ejercer su responsabilidad de ciudadanos, igual que los demás. No es su
función estar aparte de la sociedad, como encerrados en torres de cristal. Afor-
tunadamente podemos constatar que muchos miembros del mundo religioso
forman parte de esas asociaciones que hemos mencionado.
Sin embargo, frente al proceso de globalización, me parece que los religio-
sos tienen una responsabilidad específica, complementaria a aquella que asumen
los laicos cristianos. A continuación enumeraré las razones de esa responsabili-
dad. En tal enumeración utilizaré el término "nosotros", porque para ser coheren-
te con esta reflexión, me presento como religioso (soy jesuita) y no intentaré
situarme fuera del mundo al cual pertenezco.
• En razón de una formación bastante sólida, de un nivel de cultura por
lo general mejor que el del promedio de la población, y del acceso a di-
ferentes medios de información, tenemos la responsabilidad de "infor-
mar bien" en el seno de nuestro grupo social.
• Por la fidelidad que debemos a nuestros votos religiosos, estamos lla-
mados a adoptar constantemente una mirada evangélica sobre los di-
[65]
GLOBALJZACJÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
3
Arrupe. 1977. L'expérience de Dieu dans la vie religieuse. Nouveaux défis
et chances actuelles, en Vie consacrée, 15 novembre, p. 327.
[66]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
4
Vicente Cosmao. 1980. Les religieux et la promotion humaine. Vie con-
sacrée, No. 2, p. 72.
[67]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
5
Albert, Longchamp, S. J. 1998. Des territoires pour des hommes. Foi et
développement, No. 266, septembre, p. 1.
6
En Theologica xaverianna. 1998. No. 125, enero-marzo, pp. 57-88.
[68]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
7
En Documentation catholique. 1998. No. 2136,21 de abril, pp. 370-371.
Albert Longchamp. 1998. Mondialisation: le nouveau nom du dévelop-
pement. En Foi et développement. No. 267, octobre, p. 1.
9
Ibid.,p.3.
[69]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
igualdad, tal como aquella que existe entre hermanos. En últimas, puede tratar-
se de una unidad de dominación o de solidaridad10.
[70]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
12
Pierre Gilbert, S. J. 1998. Avant-Propos. En Recherches de science religieu-
se. No. 86/1, p. 8.
13
Ludovic Lado, S. J. 1997. Mondialisation, paupérisation et évangelisation,
en Congo-Afrique, No. 317, septembre, p. 403.
14
Thomas Eggensperger. 2001. La mondialisation-Reflexions sur le Cha-
pitre General. En Espaces. Lettre d'information No. 25, septembre-octobre-
novembre.p. 2.
15
Ulrich Engel. 2001. Pour une mondialisation de la solidarité. En Espaces.
Lettre d'information No. 25, septembre-octobre-novembre, p. 1.
171]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
En Europa occidental
Aparte del denominador común, la globalización presenta desafíos espe-
cíficos para los europeos. Entre estos desafíos dominan las cuestiones éticas y
culturales.
Comenzaremos por los desafíos éticos. Según Ethienne Perrot, sacerdote
jesuíta francés y economista de formación, "Las tres principales cuestiones éti-
cas son las que tocan la identidad de las personas, la justicia y la verdad: la iden-
tidad, porque las fronteras que separan las personas pueden acabarse; la justicia,
por el hecho de la volatilidad de precios y remuneraciones; la verdad, porque se
presenta frente a un mundo rendido económicamente por la hipertrofia de la
dimensión financiera"17. Edouard Herr, jesuíta belga, economista y moralista,
en su artículo "La nueva economía: una evaluación ética en el mismo sentido"
llega a la misma conclusión:
Es cierto que esta nueva etapa ofrece potencialidades positivas extraordinarias,
pero también hemos percibido que hay riesgos, tentaciones y cambios preocu-
pantes. Ocurre que en ciertos sectores, los más dinámicos (cultura y biotecno-
logía) se ejerce un poder considerable sobre el hombre. Provecho y poder van a
la par. Sin referencias éticas y políticas (bien común) el hombre se verá contro-
lado por medios que atenían contra su espíritu, su corazón y su cuerpo18.
1
Albert Longchamp. 1998, op. cit.
17
Ethienne Perrot. 1998. Penser la mondialisation. En Recherches de science
religieuse, 86/1, p. 9.
18
Edouard Herr. 2001. La nouvelle économie: une évaluation ethique, en
Nouvelle revue théologique, avril-juin, p. 236.
19
Christian Mellon. 1993. Espace local, espace mondial. Projet No. 235,
automne.p. 5.
[72]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
En África
"Aprehensiones africanas frente a la globalización"23 es el título de un edi-
torial de la revista Congo-África, que me parece que resume exactamente la ac-
titud de este continente frente a este fenómeno que comenzó en Occidente.
20
Albert Longchamp. 2001. De Seatle a Porto Alegre. Emergence de la
"mondialité". En Foi et développement, No. 292, mars.
21
Paul Valadier. 2001, op. cit.
22
Je vous appelle amis. Entrevista con Guillaume Goubert, La Croix/Cerf,
2 0 0 0 , p . 62.
23
Congo-Afrique, No. 326, juin-juillet-aoút. 1998, p. 323.
[73]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
24
Ludovic Lado, S. J., 1997, op. cit, pp. 398-400,402.
[74]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
En América Latina
¿Cuáles son los desafíos percibidos en América Latina? En principio tomaré
en cuenta el punto de vista de Gustavo Gutiérrez, si es que se le puede catalogar
como religioso. No creo que exagere, si tenemos en cuenta que recientemente entró
a formar parte de la comunidad de los Dominicos.
Gustavo Gutiérrez insiste sobre la importancia del desafío socioeconómico:
La palabra globalización es falsa, porque nos hace creer que nos orientamos a un
mundo único, mientras que al contrario, lleva -en el período actual de la civiliza-
ción- una parte de la humanidad fuera del circuito económico y de los beneficios
de la civilización contemporánea. Una asimetría que aumenta cada día. Miles de
personas son transformadas en objetos de desecho después que han sido utiliza-
das. Se trata de todos aquellos que quedaron fuera del dominio del conocimiento,
elemento hoy en día decisivo de la economía y eje el más importante de la acu-
mulación del capital [...] Una de las consecuencias de esta manera de pensar (el
neoliberalismo económico) -una de las más dolorosas y las más graves-, es aque-
lla de la deuda exterior por la cual se mantienen de pies y manos ligadas a las na-
ciones pobres. Una deuda que además crece de manera espectacular [...]25.
Leonardo Boff comparte esta opinión y lleva el análisis aún más lejos:
Hay un riesgo real de ver la humanidad divida en dos partes. De una parte aque-
llos que aprovechan los avances de la biotecnología y que viven, provistos de to-
dos los bienes, hasta 120 o 130 años. De otro lado la inmensa mayoría condenada
a sufrir toda clase de privaciones, a morir prematuramente. Eso que es grave no
es tanto el abismo perverso entre unos y otros, sino la ausencia de preocupación
humanitaria [...] No podemos ignorar el riesgo de los combates entre el Norte y
el Sur, entre los que están dentro o fuera del sistema, y de las violencias y des-
trucciones jamás constatadas antes en la historia de la humanidad26.
25
Gustavo Gutiérrez. 2001. La complexité du monde du pauvre. La pauvre-
té au temps de la globalisation. Texto reeditado en Lyon en 2001 y publicado
por DIAL, No. 2509,15-31 octobre, pp. 2-3.
26
Leonardo Boff. 2001. Une ethique nouvelle pour le troisiéme millénaire.
en Foi et développement. No. 291, février, p. 2.
[75i
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
nómica del hombre) penetra nuestros países con contenidos simbólicos de gran
capacidad de seducción. Gracias al dominio sobre los medios de comunicación
de masas se rompe la identidad de culturas locales que no tienen poder de ha-
Respuestas
Después de tomar en cuenta los desafíos, veamos las respuestas, es decir
las tareas por realizar. Las respuestas son aquellas comprendidas en una volun-
tad común: llegar a una "globalización humanizada", es decir, a un mundo donde
la competitividad y el individualismo den un sitio a la solidaridad, la ayuda mu-
tua, la gratuidad.
Olivier de Solages, benedictino francés, resume bien esta posición: "Sólo una
regulación política de la economía liberal, realizada a través de acuerdos y con-
troles internacionales dará forma verdaderamente a la solidaridad y una cara hu-
mana a la globalización. Es todo ese conjunto lo que los hombres deben
• »28
27
CLAR. 1994. La misión hoy: retos a los religiosos (desde América Latina).
Theologica xaveriana, No. 110, abril-junio, p. 11.
2
Olivier de Solages. 1999. L'économie du marché au profit de la solidarité.
En Foi et développement. No. 276, septembre, p. 8.
29
Roma: Editor "II Cálamo". 2001. La reflexión llevada a cabo comporta
tres partes: 1) nuestra percepción del mundo actual de la Iglesia y de la vida
consagrada en nuestros institutos; 2) claves de lectura para esclarecer a la luz de
la Fe esta nueva situación; 3) orientaciones. Recomiendo particularmente la
lectura de este folleto.
[76]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
30
Roma: Editor "II Cálamo". 2001, pp. 46-47.
31
W. Bole,. 2001. Invitación general al Banquete del Reino. El proyecto
mundial Economía y culturas. En Annuaire de la Compagnie de Jesús. 2002,
Rome, pp. 75-78. Es en este espíritu que los jesuitas participan activamente en
"Cumbre sobre la Tierra" reunida en lohannesburg a finales de agosto e inicio
de diciembre del año 2002. La red internacional de jesuitas por el desarrollo
organizó un taller.
[77J
GLOBALÍZACÍON Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
21% son jesuitas, 19% son religiosos no jesuitas (la mayoría religiosas) y 60%
son laicos.
En segundo lugar, cito un extracto del discurso del padre Kolvenbach, pro-
nunciado en mayo de 2001, cuando se realizó el encuentro de rectores y presi-
dentes de las universidades de la Compañía de Jesús. El padre Kolvenbach
denuncia enérgicamente los aspectos negativos de la globalización:
Los resultados terribles de la globalización, tal que los vemos instaurar, al mar-
gen de toda ética saltan a los ojos: deshumanización, individualismo, falta de so-
lidaridad, fragmentación social, aumento del abismo ya existente entre ricos y
pobres, exclusión, irrespeto de los derechos humanos, neocolonialismo econó-
mico y cultural, explotación, deterioración del medio ambiente, violencia, frus-
tración. Todo eso sin hablar de los "lazos perversos" entre el crimen y la
globalización: el tráfico de seres humanos y de armas, la droga, la explotación
de la mujer y del sexo, el trabajo de menores, la manipulación de los medios de
comunicación, las mafias de todas las especies, el terrorismo, la guerra, la degra-
dación del sentido de la vida. Cómo no pensar en este momento en África, pa-
radigma de todas las aspectos negativos que puede tener la globalización en el
mercado32.
32
Kolvenbach. 2001. L'enseignement supérieur de la Compagnie de Jésus.
Rapport 2001. En Educatio, No. 5, mai.
33
Thomas Eggensperger. 2001, op. cit., p. 2.
[78]
I. LO L O C A L Y LO G L O B A L
EN EL C A T O L I C I S M O LATINOAMERICANO
En Europa occidental
La primera respuesta es fortalecer a la sociedad civil. Edouard Herr obser-
va: "muchos expertos afirman que la margen de obra de los Estados y de las ins-
tancias políticas, especialmente en el espacio europeo son significativas y ellas
permiten alternativas en relación al capitalismo anglosajón. Las fuerzas de re-
sistencia deben venir de afuera. ¿Podemos contar con eso que llamamos la so-
ciedad civil?"34. En la sociedad civil, Dominique Peccoud, S. J., miembro de la
Oficina Internacional del Trabajo, establece tres sectores que deben privilegiar-
se: "la familia donde se aprende la sociedad de base, [...] las asociaciones de todo
tipo, comenzando por todas aquellas que permiten ejercer la solidaridad de
proximidades y las ONG que se preocupan de los desafíos un poco más globa-
les, con su capacidad de federarse a nivel internacional" 35 . Albert Longchamp
sigue el mismo pensamiento: "esta sociedad globalizada que llega, deberá en-
contrar su equilibrio por medio de una fuerza moral colectiva y cívica. A la nueva
economía debe corresponder una nueva ciudadanía. El autor añade: "Estamos
todavía lejos de poder afirmarlo" 36 .
El jesuita Luc Pareydt, filosofo de formación, nos indica otra tarea que se
debe realizar:
uno no puede hacer un "contrato" ético y político con otros si el tiempo social,
económico o cultural borra las particularidades y rinde el futuro improbable.
Podemos decir que la globalización obliga las "instancias de sentido" (Estados,
religiones...) a rememorar, a contar cómo se vuelven los hombres que viven jun-
tos en la complejidad de una historia que se construye. La urgencia es entonces
a la transmisión37.
34
Edouard Herr. 2001, op. cit.,p. 236.
35
Dominique Peccoud, S. J. 2000. Mondialisation: chance pour l'homme?
Défi pour les chrétiens. En L'entreprise et l'homme, aoút-september, p. 17.
36
Albert Longchamp, op. cit.,p. 8.
37
Luc Pareydt. 1998. La "mondialisation" entre humanisation et barbarie.
En Recherches de science religieuse, 86/1, p. 10.
[79]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
Otras respuestas se inscriben todavía más, como huellas del papel profeti-
ce de los religiosos. Ellas implican, en primer lugar, el dominio de la cultura.
Claude Géffré, dominico francés, especialista en teología hermenéutica y pre-
ocupado por un diálogo interreligioso, escribe al respecto: "Sin haber tenido la
pretensión de instaurar un nuevo orden mundial, el cristianismo tiene un pa-
pel profetice de contra-cultura contra los riesgos de la deshumanización y las
fracturas entre personas y comunidades, éticas y religiosas. Religión de encar-
nación, él anuncia no solamente a todo ser humano el saludo gratuito de Dios,
sino que trabaja en la sanación de las culturas y de la creación entera" 3 .
Por otra parte, Paul Valadier propone la siguiente reflexión:
Contra el Babel de la civilización que pretende hablar un solo idioma, el Pente-
costés del Espíritu da a cada persona y a cada cultura la posibilidad de hablar su
propio idioma y de poder ser comprendido por los otros: así el cristianismo ele-
va una barrera decisiva contra la hegemonización mortal de una nueva forma
de prometeísmo liberal. El llama a una comunicación entre diferencias que han
sido asumidas. El lleva una utopía mundial que no intenta la unificación, sino
la comunicación de pluralismos culturales, respetados en su diversidad y llama-
dos a comunicarse con los otros. Debemos entonces razonablemente apostar que,
contra el posicionamiento puro entre ellas mismas, las religiones y particular-
mente el cristianismo sabrán jugar plenamente de su vocación de comunicación
entre los hombres y ayudar a una apertura recíproca que no sea ni de cierre, ni
de nivelamiento destructor de las diversidades39.
38
Claude Géffré. 1998. Pour un christianisme mondial. En Recherches de
science religieuse, 86/1, p. 11.
39
Paul Valadier. 2001, op. cit.
40
Alain Durand, 2000, op. cit, p. 8.
[80]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
41
Paul Tihon. 1998. Pour une nouvelle "catholicité" ecclésiale. En Recher-
ches de science religieuse, 86/1, p. 14.
42
Ignace Berten. 1997. La mondialisation et les Eglises, dans Spiritus, No.
146, mars, p. 177. El autor presentó sus ideas sobre Europa en una obra titulada
Powr une Europe forte etpuissante? Un défi ethique pour une Europe politique.
Bruxelles: Editions Luc Pire. 2001.
[81]
GiOBALÍZACÍÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
pios de la década de 1970 por el padre Joseph Wresinski43. En las sociedades que
se dicen "civilizadas", el cuarto mundo aumenta a causa del proceso de globali-
zación. Estar comprometido en ese movimiento es entonces una manera efec-
tiva de luchar contra los efectos perversos de una globalización de corte
neoliberal.
En África
¿Qué ocurre en África? En la Conferencia ya citada y titulada "África in the
age of globalisation: what is our future?", Peter J. Henriot enumera las caracterís-
ticas de la globalización que el Continente podría aprovechar: una globalización
de la solidaridad; una globalización de intereses y una globalización que se efec-
túe a partir de la base, es decir que utilice el principio de la subsidiaridad.
Martine Tapsora, religiosa de la Asunción, originaria de la Costa de Mar-
fil, señala que lo importante es poner en evidencia la solidaridad. Ella escribe:
La globalización de personas queda por hacerse. Es necesario más que una tole-
rancia vaga e irreflexiva [...] Para ser motivante y significativo, nuestro combate
por un mundo solidariamente globalizado, debe buscar la fraternidad en el res-
peto de la dignidad del otro y la responsabilidad de la sobrevivencia. Aún, más
por el bien de los otros y particularmente de los más pobres, la solidaridad con
todas las personas que luchan en favor de la justicia. Es necesario dar la comu-
nión en el respeto de la diversidad y la apertura de la diferencia44.
La respuesta al desafío cultural no puede olvidarse. Es el encuentro de la cultura
del africano de hoy que debe buscar el Evangelio, ante una cultura que ha sufri-
do por la globalización [...] No se trata de volver una realidad unida a las prácti-
cas nostálgicas e impopulares, sino que la inculturación en África deberá tomar
los aportes de la modernidad, pero con visión crítica. La iglesia debe promover
43
"Lo que diré en estas páginas, fueron los religiosos, las religiosas, los
sacerdotes que me enseñaron con su vida y su compromiso después de varios
años al servicio a los pobres, en el Movimiento ATD-Cuarto Mundo (ATD:
ayuda a la miseria). loseph Wresinski. 1985. Vie religieuse en Quart Monde. En
Vie consacrée. No. 1, p. 20. Varias obras fueron consagradas al fundador de este
movimiento: Alwine vos van Steenwijk. 1989. Pére Joseph. Ed. Science et service
Quart Monde; Wessel Verdonk. 1994. Le Pére Joseph Wresinski, Fondateur d'Aide
á toute détresse. (ATD) Quart-monde: Sacerdoce et amour despauvres, Culture et
Verité, Namur.
44
Martine Tapsora. 2001. Et si la mondialisation... La voix des sans-voix.
En Pentecóte d'Afrique, No. 43, mars, pp. 46-47.
[82]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
a los cristianos africanos para encontrar otros pueblos y riquezas culturales, para
que esta comunión fraternal a escala planetaria se vuelva una ventaja enrique-
cedora. Esto obligará los cristianos a oponer la tolerancia y la apertura contra
otras nuevas formas de integrismo cultural y religioso45.
En América Latina
Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff, dos teólogos ya citados, insisten vigo-
rosamente sobre el trabajo que debe cumplirse en el dominio de lo ético. El pri-
mero escribe:
La reflexión teológica debe tener en cuenta la autonomía propia de la disciplina
económica y al mismo tiempo las relaciones con el conjunto de la vida de los
seres humanos, eso que supone en primer término de tener en cuenta la exigen-
cia ética [...]. Se trata de una cuestión ética en el sentido más amplio del térmi-
no, que exige afrontar los mecanismos perversos del interior de esa actividad
humana que nosotros llamamos economía. Hay personas entre nosotros que ha-
cen esfuerzos valientes en esta perspectiva46.
Por su parte, el segundo propone una ética fundada sobre la justa medida
y la preocupación fundamental. Por justa medida, él entiende "la sabiduría de
comportarse de acuerdo con los medios renovables, naturales y culturales, de
manera que ellos puedan durar el mayor tiempo posible o que ellos puedan re-
novarse y reconstituirse". La preocupación fundamental es "el mantenimiento
de una relación amorosa con cada ser de la creación" 47 .
En fin, añadimos a estas voces aquella de Ivone Cebara, hermana de No-
tre Dame originaria de Brasil, que figura entre los teólogos de la liberación. En
un artículo llamado "Las mujeres y la globalización. El derecho a la diferencia",
ella propone diversas tareas:
El regreso a lo cotidiano, los análisis de género, la toma en cuenta de una "mez-
cla" antropológica. La toma en cuenta seria del pluralismo de los sujetos histó-
ricos y de la vivencia diferenciada por los problemas comunes parecen pistas que
deben analizarse de manera más profunda. Nosotros estamos invitados(a) a crear
e imaginar, a introducir nuevos análisis de nuevas mediaciones hermenéuticas
45
Ludovic Lado, S. J. 1997, op. cit, p. 405.
46
Gustavo Gutiérrez. 2001, op. cit., p. 3.
47
Leonardo Boff. 2001, op. cit, pp. 3-4.
[83]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
como de nuevas aproximaciones para la comprensión del ser humano y del de-
seo de felicidad. El análisis del mal en lo femenino se inscribe en diferentes en-
sayos para construir las relaciones humanas fundadas sobre la justicia, la
reciprocidad y la solidaridad entre las personas48.
Conclusión
Frente a este panorama, seguramente incompleto, que presento, una pri-
mera constatación se impone: los religiosos y religiosas han reaccionado de ma-
nera activa frente a la globalización. En conjunto, han ejercido bien su carisma
profético. Compartiendo las preocupaciones y las esperanzas de sus contempo-
ráneos frente a un proceso tan complejo, han analizado con rigor, evaluado los
desafíos según criterios que responden a la ética del Evangelio y han interpela-
do a los líderes responsables, a fin de que respeten a la persona humana en su
integralidad. A su manera, ellos han participado con otros en la construcción
de una sociedad más solidaria y más fraterna.
4
Ivone Cebara. 1999. En Foi et développement, No. 274, juin, p. 6.
49
La misión hoy: retos a los religiosos (desde América Latina). Theologica
xaveriana. No. 110, abril-junio 1994, p. 13.
[84]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
Si bien las acciones han sido reales, no siempre han sido espectaculares.
Pero sabemos, por experiencia, que la convergencia de múltiples iniciativas pue-
de seguir influenciando y cambiando las instituciones. Para hacer ese trabajo,
la virtud de la paciencia es necesaria. Un ejemplo es la carta enviada en septiem-
bre último por el padre Horacio Arango, provincial de Colombia, a los jesuitas
de su provincia, que titula "Con la paciencia del alfarero".
La tarea de los religiosos y las religiosas está lejos de terminarse: la globa-
lización es un proceso que está en curso. Entonces, los religiosos y las religiosas
deberán continuar asumiendo sus responsabilidades. Pero una cosa es cierta:
ni unos ni otras pueden actuar solos para responder a los enormes desafíos lan-
zados por la globalización. Es con la ayuda de otros cristianos comprometidos
que ellos trazarán nuevos caminos que conducirán a la humanidad a una soli-
daridad verdadera. Para ello, es necesario contar con gestos de creatividad, au-
dacia y perseverancia que busquen el fortalecimiento de la sociedad civil.
[85]
El proceso de la Constituyente en Mogotes
y la participación de la Iglesia diocesana
ALEJANDRO ACEVEDO
Este texto acompaña la presentación del video del mismo nombre presentado
en el III Encuentro del ICER.
Antecedentes
El 11 de diciembre de 1997, en las horas de la tarde, ciento cincuenta gue-
rrilleros del frente Efraín Pabón del Ejército de Liberación Nacional se toma-
ron la población de Mogotes, asaltaron la Alcaldía Municipal y retuvieron al
alcalde Doryam Geovanny Rodríguez Avellaneda, a quien acusaban de nepo-
tismo y malos manejos administrativos. Aunque los insurgentes utilizaban de
tiempo atrás el municipio como corredor de paso, era la primera vez que reali-
zaban un acto de guerra de dicha magnitud, con saldo de tres militares y dos
civiles muertos y considerables destrozos materiales.
Un constante estado de inseguridad y temor se apoderó de los habitantes
del municipio. Sin embargo, de manera inmediata, representantes de la Dióce-
sis de Socorro y San Gil, con Monseñor Leonardo Gómez Serna a la cabeza, ini-
ciaron un proceso de acompañamiento, que culminó con una marcha por la
solidaridad y la paz el día 20 de diciembre de ese año. Ese día el Obispo y el Vi-
cario general dieron a conocer un documento público, en el cual condenaban
[87]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
los actos violentos y exigían la liberación del alcalde secuestrado al tiempo que
condenaban los malos manejos políticos, llamaban a la conformación de una
Asamblea por la Paz y sugerían a los empleados de la administración munici-
pal la renuncia voluntaria de sus cargos. Igualmente, llamaron al pueblo mo-
gotano a declararse en desobediencia civil para alcanzar un desarrollo integral,
acorde con las tareas de la Evangelización.
La respuesta de la ciudadanía fue nutrida y entusiasta; de manera inme-
diata se dio inicio a una serie de Asambleas Locales, articuladas a experiencias
misionales y comunidades edesiales de base. Entre tanto, la Diócesis inició con-
tacto con el grupo guerrillero para exigirle respeto a la vida del alcalde y su in-
mediata liberación. Al no comprender cabalmente la actitud de las autoridades
eclesiásticas, el comandante de la segunda brigada, con sede en Bucaramanga,
general Fernando Roa Cuervo, insinuó públicamente que se trataba de una es-
trategia de la guerrilla, para hacer la revolución sin disparar un solo tiro. Algu-
nos medios de comunicación hicieron eco de esta información, y presentaron
de manera simultánea falsas alarmas, simulacros y allanamientos que aterrori-
zaban a la población, y hasta amenazas al Obispo, quien de nuevo recibió un
nutrido apoyo de sus fieles, que marcharon entre Mogotes y San Gil para res-
paldar su gestión y exigir respeto a su vida.
El proceso organizativo de la comunidad, entre tanto seguía adelante. El 6
de abril de 1998, en un acto solemne en el templo de la localidad, tomaron po-
sesión los delegados de la Asamblea Municipal Constituyente, que definió como
tareas centrales la elaboración del Plan de Desarrollo Municipal, la motivación
de la Participación Ciudadana y la Construcción de la Paz. Entre tanto, desde
comienzos de marzo, la guerrilla había liberado al alcalde, quien insistía en re-
tomar sus funciones como suprema autoridad municipal. Por eso, entre sus pri-
meros mandatos, la Asamblea decidió pedirle la renuncia, citando alfinala una
consulta directa a los mogotanos, para que determinaran sobre la continuidad
del Alcalde. Con una altísima votación y por aplastante mayoría, los ciudada-
nos le exigieron su renuncia, así:
Sí renuncie como alcalde 4-474 votos
No renuncie como alcalde 282 votos
Votos nulos 124 votos
Total votos 4.880 votos
Bajo la presión civil el alcalde accedió a dejar el cargo, por lo que se con-
vocó algunas semanas después a nuevas elecciones. La Constituyente asumió la
[88]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
Comisión de Comunicaciones
- Recibir y emitir información
- Informar a la comunidad sobre todo lo relacionado con la Asamblea Local
Constituyente
- Realización permanente de programas a través de la emisora
- Idear otras formas de comunicación
- Difundir la experiencia en otras partes
Comisión de Finanzas
- Conseguir recursos para el proceso
- Administrar los recursos
- Informar a la Asamblea Local Constituyente sobre los recursos recibidos
Comisión de Veedurías
Vigilar, controlar y fiscalizar la Asamblea Local Constituyente
[89]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
Comisión de Cultura
- Promover el rescate de los valores y tradiciones
:
Promover sitios turísticos
Comisión de Verdad
- Seguimiento, control y apoyo a los procesos que se llevan a cabo en la Admi-
nistración
- Promover la verdad sobre todos los hechos y conflictos que afectan a la co-
munidad
[90]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
L9U
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
[92]
Tendencias de la religión hacia el futuro
Conclusiones de una investigación entre los
universitarios del área metropolitana de Medellín
CARLOS ARBOLEDA MORA*
[93]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
1
Cfr. Daniele Hervieu-Leger, et al. 1992. La religione degli europei. Fede,
cultura religiosa e modernitá in Francia, Italia, Spagna, Gran Bretagna, Germa-
nia e Ungheria. Torino: Fondazione Agnelli; L. Tomasi (coord.). 1993. Igiovani e
le religioni in Europa. Persistenze valoriali e nuovi orientamenti. Trento: Reverdi-
to; Renato Mion. 1993. La religione dei giovani dopo ¡1 crollo delle ideologie. En
Tuttogiovani Notizie. Oct.-dic, pp. 5-26.
2
Ole Riis et al. 1993. La religione degli europei II. Un dibattito su religione e
modernitá nell Europa di fine secólo. Torino: Fondazione Agneüi.
[94]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
religiosos). Es lo que hace decir a Hervieu-Leger: "La fin du religieux est fini"3.
Lo que sí parece que va acabándose son las creencias religiosas totalizantes y glo-
balizadoras. No hay una institución que pueda ofrecer un código de sentido úni-
co y global. Las creencias y normas del cristianismo ya no son seguidas sin
recepción crítica4.
Esto nos lleva a mirar la propuesta de Mardones. Hay una secularización
"suave" que mira a una reconfiguración de lo religioso5, o recomposición de lo
religioso moderno. Esta recomposición es un proceso que implica una cierta
desinstitucionalización de la religión oficial, el cual se manifiesta en construc-
ción, reconstrucción e invención de nuevas memorias colectivas, que serían la
base simbólica de unas nuevas líneas de creencia6.
Se da una transformación de la religión. Sociólogos como Bryan Wilson y
Peter Berger habían aceptado el declive de lo religioso, proponían una seculari-
zación de la religión y que entrara en el proceso de marketing para vender ser-
vicios. Vemos que no es esa la línea que ha seguido la sociedad aunque haya
grupos de marketing religioso. Más bien, la propuesta de Durkheim sigue sien-
do válida:
Los antiguos dioses envejecen o mueren, y todavía no han nacido otros. Pero esta
situación de incertidumbre y confusa agitación no puede durar eternamente. Lle-
gará un día en que nuestras sociedades volverán a conocer horas de efervescencia
creadora en cuyo curso surgirán nuevos ideales, aparecerán nuevas formulacio-
nes que servirán, durante algún tiempo, de guía a la humanidad. No hay ningún
evangelio que sea inmortal y no existe razón alguna para creer que la humanidad
sea ya incapaz de concebir uno nuevo7.
3
D. Hervieu-Leger. 1997. Religions et modernité. Conferencia-debate en la
Ecole Nórmale Catholique. 23 de abril.
4
J. A. Beckford. Tendenze e prospettive. En D. Hervieu-Leger. 1992, op. cit,
p. 194.
5
José María Mardones. 1996. De la secularización a la desinstitucionaliza-
ción religiosa. En Política y Sociedad. 22, pp. 123-135.
D. Hervieu-Leger. 1993. La religión pour Mémoire. París: Cerf. 1993.
Francoise Champion. Religeux flottant, éclecticisme et syncrétismes. En J.
Delumeau {ed.).Lefait religieux. París: Fayard, pp. 741-77.
7
Emile Durkheim. 1982. Las formas elementales de la vida religiosa. Madrid:
Akal, pp. 199-200.
[95]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
8
G. C. Milanesi. 1973. Sociología della religione. Roma: LDC- Leumann,
p . 103.
[96]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
9
Loredana Sciolla. La natura delle credenze religiose nelle societá com-
plesse. En Rassegna italiana di sociología. No. 4, pp. 479-512.
' Ibid., p. 508.
[97]
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN COLOMBIA
11
P. L. Berger y Th. Lukmann. 1997. Modernidad, pluralismo, crisis de senti-
do. Barcelona: Paidós.
12
Ibid., pp. 40-50.
13
Ihid.,pp. 74-75.
14
losé María Mardones, op. cit, p. 129.
15
F. Champion. 1990. La nebuleuse mystique-ésoterique: orientations
psyco-religieuses des courants mystiques et ésoteriques contemporaines. En F.
[98]
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
L99J
GIOBALÍZACÍÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
17
D. Hervieu Leger et al. 1992, op. cit.
100
I . LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
lS
Ibid.
101
GLOBALIZACIÓN Y DIVERSIDAD RELIGIOSA
EN C O L O M B I A
19
L. Berzano. 1995. La religione nella societá secolare. En Rassegna Italiana
di Sociología. No. 4. Die, pp. 531-532.
20
Ibid.,p. 531.
21
Florence Beauge. 1997. Vers une religiosité sans Dieu. En Le monde diplo-
matique. Septembre, p. 26. María Camila Morales. Francia vuelve a los brazos
de la fe. En El Tiempo. 1998. Bogotá 25 de octubre, p. 31A.
[102]
I. LO LOCAL Y LO GLOBAL
EN EL C A T O L I C I S M O L A T I N O A M E R I C A N O
22
Cfr. M. Fernández del Riesgo. 1987. La ambigüedad social de la religión.
Ensayo de sociología crítica desde la creencia. Estella: Verbo Divino.
[103]