LA LIBERACIÓN DEL ALMA ESTÁ LIGADA AL MOVIMIENTO, A FIN DE QUE SE UNA CON EL
INFINITO INMÓVIL POR MEDIO DEL YOGA.
La palabra "yoga" es una antigua palabra que proviene de la raíz sánscrita "yug" que significa
unión. La palabra "yoga" generalmente se emplea en la filosofía Hindú para significar la unión
del alma individualizada con el Espíritu, por medio de los métodos psicofísicos científicos de
meditación.
Un yogui es aquel que practica una técnica científica de meditación yoga con el fin de unirse con
Dios, bien sea que asuma las responsabilidades de la vida del mundo, o que elija el sendero de
la renunciación total.
La ciencia del yoga (o unión con Dios) comprende varios métodos que pueden clasificarse de la
siguiente forma:
1. Hatha Yoga
2. Laya Yoga
3. Karma Yoga
4. Mantra Yoga
5. Raya Yoga
1. Hatha Yoga es un sistema de ejercicios físicos cuyo propósito es lograr que el cuerpo esté
apto para la meditación, principalmente para aquellos estados más elevados de comunión
estática con Dios, durante los cuales el cuerpo absorbe la energía cósmica de Dios con una
intensidad mayor a lo usual. Afortunadamente, con el fin de preparar el cuerpo para la
meditación, a la persona ordinaria, no le es necesario llevar a cabo todas las diversas y
tortuosas flexiones del cuerpo que se efectúan en las posturas del Yoga. Sin embargo, la
meditación no es posible sin un determinado dominio del cuerpo, y algunas de las más simples
posturas de Hatha Yoga son, en efecto, muy útiles para lograr dicho propósito; estas deben
practicarse en combinación con un régimen alimenticio sensato, lo cual beneficiará la salud y la
concentración mental.
Más el yogui no debe mantener ocupada el alma sólo con la disciplina del cuerpo, olvidando su
verdadero propósito del yoga: la unificación del alma con el Espíritu. La disciplina del cuerpo
que ejerce Hatha Yoga sólo tiene el propósito de preparar al vehículo físico para el crecimiento
espiritual y no es la meta final. La disciplina del cuerpo promueve la paz espiritual, y por ende
la buena salud. Evita apegarte a los métodos que desarrollan temporalmente los poderes físicos
y mentales, y las proezas que atraen la atención pública, la curiosidad y el elogio. Busca lo más
profundo.
2. Laya Yoga significa la absorción completa o "fusión" de la mente con algún concepto mental
de la Divinidad, o en los sonidos astrales internos. Consiste en escuchar, en el plano de la
concentración supraconsciente, el Sonido Cósmico de Om que emana del universo. Mantra Yoga
nos enseña a pronunciar tales poderosos sonidos vibratorios en voz alta o mentalmente. Laya
Yoga nos enseña a concentrarnos y sumergirnos en los auténticos sonidos astrales que surgen
de las diversas fuerzas internas creativas de Dios en la naturaleza, más que en los sonidos
astrales imitados por la vos humana.
Todas las acciones, bien sean del plano físico, astral o causal son vibratorias por naturaleza, y
por tanto producen sonidos: un susurro produce un sonido físico, las campanas astrales
producen música que puede ser escuchada por el oído interno, y la infinidad de pensamientos
que proceden del plano causal para dar estructura al universo pueden ser escuchados en la
forma de Vibración Cósmica, el sonido espiritual de Om.
3. Karma Yoga significa la unión con Dios, en primer lugar a través de las acciones nobles y la
actividad correcta, y en segundo término, mediante la acción meditativa.
5. Raya Yoga es el yoga "real". Es el mejor método del yoga y el más completo. Combina los
sencillos métodos de la disciplina del cuerpo con una técnica muy elevada de meditación para
lograr la realización espiritual.
Patanyali, el gran sabio de la India, delineó el sistema yoga de la filosofía hindú dividiéndolo en
ocho pasos. Los primeros son:
1. Yama y
2. Niyama
El primero prohíbe cometer cinco faltas de conducta y el segundo recomienda cinco preceptos.
Yama significa reglas prohibitivas y se refieren a pensamientos y acciones de las cuales el devoto
abstenerse.
Niyama significa lo que es correcto que el devoto haga. Los preceptos de niyama consisten en
la pureza de cuerpo y mente, alegría, autodiscplina, autoestudio (contemplación) y devoción a
Dios y al Gurú.
Todas las religiones están acordes conlos anteriores preceptos o fundamentos de la práctica
religiosa. Meditar bastante, sin que al mismo tiempo se practique yama-niyama es eregir una
enorme superesctructura en un falso cimiento.
Es el sendero de ocho pasos delineado por Patanjali lo que deben seguir todos los devotos del
Yoga y todos los adeptos del sendero espiritual, basando su progreso espiritual en el sólido
fundamento de yama-niyama. Cuando se alcanza el nirbikalpa samadhi (el mas elevado estado
de realización divina), un trasciende la necesidad de practicar las normas proscriptivas y
prescriptivas de yama-niyama; mas no antes. "Quien en esta vida se une a la sabiduría cósmica,
trasciende la virtud y el pecado" (Bhagavad Guita).
Patanjali afirma que además de yama y niyama el devoto debe practicar asana, osea, postura
correcta. El propósito de la postura correcta consiste en capacitar al devoto para que pueda
superar su cuerpo o suspender sus movimientos, los cuales son la causa de la inquietud del
alma que se encuentra identificada con el cuerpo. El alma es una porción del apacible Infinito,
y el cuerpo forma parte de la inquieta naturaleza. Pero el alma se identifica con el cuerpo
inquieto, y olvida su naturaleza de serenidad infinita. Por consiguiente, a fin de enviar al alma
pródiga desde la región de la inquietud hasta su hogar en el reino de la serenidad infinita, es
preciso mantener una postura correcta, es decir, una postura en la cual el cuerpo permanezca
inmovil, libre de inquietud y con la columna vertebral erguida. La columna vertebral erecta
permite que a través de ella fluya libremente la energía vital y la conciencia, desde los centros
inferiores de los sentidos hacia los mas elevados centros cerebrales de realización espiritual.
Patanjali señala siempre el propósito de las acciones espirituales y sugiere al devoto que no se
identifique con ningún proceso de salvación, sino que solamente debe emplear tal método hasta
alcanzar dicha emancipación. Patanjali advierte al devoto que no se abstraiga en dicha técnica
al grado de olvidar el propósito para el cual fue prescrita. Un gran número de devotos se
encuentra confinado en la asana. Se concentra en la gimnasia de Hatha Yoga y disfruta de la
flexibilidad y el dominio sobre el cuerpo que proporciona dicho ejercicio, con lo cual olvida que
el propósito de la asana consiste en alcanzar la liberación de la mente y el alma. Por esta razón,
Patanjali no recomendó una prolongada concentración en la práctica de diversas posturas; el
afirma que la postura correcta o asana es cualquier postura cómoda en la cual la columna
vertebral se encuentre erguida, el cuerpo firme y completamente relajado, y la mente serena.
La inmovilidad es el altar del Espíritu, y Patanjali afirma que la postura correcta es indispensable
para alcanzar dicha quietud. Cuando el movimiento cesa, el Espíritu comienza a manifestarse.
Después de haber logrado una postura estable y la serenidad mental, Patanjali sugiere al devoto
que practique pranayama con el fin de alcanzar pratyahara. Pranayama es el control consciente
de la energía vital, cuyo objeto es lograr finalmente la desconexión a voluntad de la energía
vital de los cinco sentidos "telefónicos".
Diversas escuelas que enseñan el control del aliento, la meditación, el canto, el canto devocional,
la concentración en la oración, rodamiento sagrado, la concentración por medio del
discernimiento, la concentración a través de la desviación de la mente, y otras mas, son todas
ellas variantes de la verdadera ciencia de pranayama o desconexión de la energía vital.
Existen diversos métodos indirectos para desviar la mente de los sentidos hacia Dios; por
ejemplo, el canto, el silencio negativo, la oración, el canto emocional, la meditación intelectual
mediante el discernimiento, las labores sociales y religiosas. Pero la técnica yoga de pranayama,
o control de la energía, enseña la manera científica de desunir la mente de las sensaciones del
tacto, oído, vista, olfato y gusto retirándoles la corriente vital, para que una vez liberada la
conciencia pueda unificarse a Dios. Todas las técnicas científicas que conducen a la unidad del
alma y el espíritu pueden clasificarse como yoga, y pranayama es el más elevado método del
yoga para alcanzar esta unión divina.
Kriya Yoga
La antigua técnica de Kriya Yoga, es la forma superior del pranayama, osea, el control de las
corriente vitales sutiles. Kriya consiste de un proceso continuo de oxigenación que efectúa la
combustión del carbono de las sustancias residuales que se encuentran en el torrente sanguíneo,
evitándose de esa forma la necesidad de que el corazón deba bombear la sangre venosa hacia
los pulmones con dicho propósito. Con ello el corazón de aquieta, y como resultado, la energía
se desconecta de los cinco sentidos y la mente adquiere entonces el estado consciente de
pratyahata, osea, la percepción de las fuerzas internas.
Ascendiendo hacia el reino de Dios (samadhi) por la escalera de siete peldaños que conduce a
la realización del Ser
Pueden existir diversas etapas para comprender teológicamente las leyes divinas que se
describen en las diferentes filosofías y religiones, mas, sólo existen siete peldaños en la escalera
hacia la realización del Ser que conducen a la percepción verdadera del Infinito. A fin de dominar
cada peldaño, no es necesario adquirir nuevos conceptos de Dios, sino que es esencial lograr
una transformación definida en la conciencia y un incremento en la realización del Ser, hasta
que, al arribar al séptimo peldaño, el devoto se halle estableciendo contacto directo con Dios en
Su aspecto de bienaventuranza renovada eternamente.
Los adeptos de los senderos de la devoción, la meditación, el canto y la oración, deben practicar
en forma tal sus respectivos métodos, que la mente permanezca absorta internamente
(pratyahara) y no se vea afectada por las sensaciones y los pensamientos inquietos. Los que
practican alguna forma de meditación, o una técnica de pranayama, no habrán arribado al quinto
peldaño de la escalera de la realización del Ser, hasta que estén capacitados para concentrar
internamente la mente en forma inmediata (pratyahara). Cada etapa da lugar a diversos signos
definidos de realización.
Sexta etapa: dharana es el poder para concentrar la mente en Dios, sin desviación alguna.