(del griego ἡδονή hēdonḗ 'placer' e -ismo)1 es una doctrina moral que establece la
satisfacción como fin superior y fundamento de la vida. Su principal objetivo consiste en la
búsqueda del placer que pueda asociarse con el bien.
Dentro del hedonismo en sentido estricto se pueden distinguir dos formas del mismo, de
acuerdo con los dos significados que tiene el término placer. Este designa al placer sensible,
o inferior, y al placer espiritual, o superior. En consecuencia, habrá dos formas de
hedonismo llamadas hedonismo absoluto y hedonismo mitigado, o eudemonismo.
El hedonismo radical sostiene que todos los placeres físicos deben ser satisfechos sin
ninguna restricción, mientras que el hedonismo moderado afirma que las actividades
placenteras deben ser moderadas, para que así aumente el placer. En ambos casos el placer
es la principal motivación del comportamiento.
Por lo que se refiere al hedonismo psicológico, son varias las doctrinas existentes según la
determinación temporal del placer. La teoría del placer de los fines, o «hedonismo
psicológico del futuro», sostiene que el placer personal es el fin último y único de una
persona.
El utilitarismo
es una teoría ética fundada a fines del siglo XVIII por Jeremy Bentham, que establece que
moralmente la mejor acción es la que produce la mayor utilidad para el mayor número de
individuos involucrados, la que maximiza la utilidad.
Parte del supuesto psicológico de que todo ser humano actúa siempre, sea a nivel
individual, colectivo, privado, público, como en la legislación política, según el principio
de la mayor felicidad, en vistas al beneficio de la mayor cantidad de individuos.
Es una versión del consecuencialismo, al considerar que sólo las consecuencias de una
acción son un críterio a observar para definir moralmente si esta es buena o mala. A
diferencia de otras formas de consecuencialismo, como el egoísmo, considera todos los
intereses por igual.
No señala únicamente cómo proceder ante un dilema moral, sino también sobre qué
problemas pensar, dado que los problemas que considera van más allá de las consecuencias
a un futuro a corto plazo, atendiendo a los efectos de decisiones tomadas para personas que
todavía no existen, ya que nuestras acciones tendrian un impacto potencial en estas.1
El estoicismo
es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en el 301 a. C. Su doctrina filosófica
estaba basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida,
valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal. Su objetivo era alcanzar la
felicidad y la sabiduría prescindiendo de los bienes materiales.1
El altruismo
(del francés antiguo altrui, «de los otros») se puede entender como:
Ayudar o servir constructivamente a los otros para vivir una positiva experiencia de
empatía, conducta relacionada con la filantropía.
Sacrificio o abnegación personal en beneficio de otros.1
El positivismo
Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser
humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de
estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la
Revolución francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como
objetos Estas corrientes tienen como características diferenciadoras la defensa de un monismo
metodológico (teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas las ciencias). La
explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si se aspira a ser ciencia,
específicamente el método de estudio de las ciencias físico-naturales. A su vez, el objetivo del
conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes
generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón como medio para otros fines (razón
instrumental). La forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a
partir de principios que no han sido percibidos objetivamente. En metodología histórica, el
positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas, minusvalorando las
interpretaciones generales, por lo que los trabajos de esta naturaleza suelen tener excesiva
acumulación documental y escasa síntesis interpretativa.