JULIAN DAVID GARCIA QUIGUA

Análisis Psicoanalisis y filosofia

A pesar de que Sigmund Freud marco un punto de quiebre en la historia del

conocimiento sobre el humano de tal magnitud como galileo al darse cuenta que
no eramos el centro del universo, no se puede pensar que las ideas llegaron a el
de una manera espontanea sin unas raíces en conocimientos filosóficos
anteriores.

Sigmund cita varias veces en sus apartados tanto de manera implícita como
explicita , trata problemáticas que habrían sido planteadas por Artur como
podremos ver a continuación.

Tanto como para Sigmund como para Artur había una fuerza que estaba fuera de
los alcances de la razón, algo que dominaba al hombre en sus propios dominios,
en termino del filósofo lo llamaría Voluntad, palabra con lo cual quiere designar lo
enigmática , al misterio, a lo oculto de la conciencia, a lo incognoscible según los
cánones de a razón. Aquí podemos ver como se asemeja lo que un autor llamaría
voluntad , a lo que el otro llamaría inconsciente. Como nos damos cuenta en la
literatura de Freud el inconsciente no corresponde a ninguna lógica lineal, ni a las
estructuras gramáticas que manejamos por medio del lenguaje en la cotidianidad,
de hecho sus manifestaciones tanto sean en sueño o en una asociación libre ,
rompen toda lógica de atención normal, y en esto podemos ver la comunión en
ambos autores al ver como Shopenhuer expresa la voluntad como; es la otra faz
del mundo, carente de razón, aquella que no puede ser acogida por la filosofía de
lo claro y lo distinto ni por la ciencia en su actitud racionalista estricta.

Desde ya es claro como el autor precursor ya puede prever los problemas que se
venían encima a su paradigma propositivo al ser un discurso diferente al de la
ciencia, allí donde la esta tiene su falta es donde el estudio del humano basado en
la subjetividad de su ser cobra su importancia.

En su base el psicoanálisis nos plantea que el ser humano esta castrado, carente
de su objeto de goce, de hecho esa es la condición primordial de ser humano,
siendo así que en el confluye una serie de tensiones que constantemente lo
impulsan a tener que por medio del Otro lograr cierta satisfacción tanto social o
llevada en un punto más personal sexual. Así encontramos su símil en Artur
cuando nos plantea que la voluntad es primordialmente, impulso ciego, fuerza
natural que subyace y dirige el paso de la materia por las formas orgánicas dango
lugar a la generación de la vida.

Aunque ambos autores apuntaron al enigma principal, es preciso mencionar que el

alcance que tuvo Sigmund fue más profundo ya que el no solo se quedó en la
tarea de conceptualizar algo que está más allá del raciocinio normal, sino que a
esa “fuerza misteriosa” le encontró un método que daba en los puntos cruciales
para poder interpretar el saber que en el discurso cotidiano de un ser humano se
está gestando.

En ese orden de ideas Artur también centro su atención en el eje central que forjo
la literatura de Freud , la sexualidad, cayó en cuenta de ciertos valores
prominentes frente a otros del ser humano, pero no lo planteo como piedra angular
de sus ideas, ciertamente lo asimilo sin mayor detenimiento como lo harían otros
autores.

Pero en esa búsqueda de placer que tiene el ser humano en un objeto perdido, es
preciso aclarar que ambos autores convergen en que detrás de aquello que se
denomina principio de búsqueda de placer y evitación del displacer, hay algo que
emerge detrás que este intrínsecamente ligado a esa misma pulsión de vida que
es la tendencia a la muerte. Artur razona el fin último de la vida es la muerte y sin
ella carecería de sentido su reciproco.

Me es menester aclarar que esta dicotomía entre vida muerte ha sido explorada
por sabios de todo tipo, de oriente a occidente, en donde llegan a la conclusión
que un polo carece de sentido sin el otro, de hecho la diferencia entre uno y el otro
es no más cuestión de percepción, diría Freud Eros simplemente es la repetición
de tantos.

Ambos autores tiene claro que el ser humano es un ser que constantemente tiene
un cuestión pendiente por realizar, que su existencia se basa en un vacío, en una
pulsión que lo lleva a llenar ese vacío. Si bien ya Freud nos plantea que esta
condición es perpetua a la existencia del humano podemos ver como el filósofo
nos lo menciona de la siguiente manera, “el juego de la vida humana consiste en
el perpetuo paso del deseo a su realización y de esta a un nuevo deseo, en
palabras de Freud se podría decir que el humano está diseñado para disfrutar
intensamente las transiciones y no los estados, definido de la siguiente manera; la
felicidad corresponde a la satisfacción más bien repentina de necesidades
retenidas … así su máxima intensidad solo puede ser episódica mientras esta
llega a la normalidad.

A estas alturas es pertinente evocar a Heiddeger cuando en su libro ser y tiempo,

después de plantear al ser humano como una ser que constantemente tiene que
auto resolverse, nos indica que la culpa es el faro que conduce al humano por el
camino que hay que recorrer, después de darse cuenta que el goce que encuentra
en cierto objeto no era lo buscaba a pesar de que se asemejaba, le es de utilidad
seguir el sentimiento de culpa para así trascender de estado de consciencia.

En este sentido, teniendo en cuenta que hay fuerzas que convergen en el ser
humano y que se pueden manifestar de diferentes maneras, aquello que a veces
parece ser un problema termina siendo una solución, la neurosis que muestra la
sociedad en ciertos sujetos particulares, aquellos que se pueden denotar como
portadores del síntoma social resulta ser una válvula de escape que equilibra el
psiquismo , está presente precisamente para ser analizada, aquello donde la
realidad se fractura es donde entra el psicoanálisis, parafraseando se puede decir
allí donde sufro existo.

De esta manera podemos ver una crucial relación entre los planteamientos de
Shopenhauer y la práctica desarrollada por Freud como psicoanálisis. Se denota
que en aquello que Artur se quedó en planteamientos teóricos, Sigmund a través
de su clínica estructura y descubre métodos por los cuales aquella “fuerza
enigmática” e incognoscible conceptualizada por Artur empieza a ser descifrada
e interpretada, aun así guardando su carácter misterioso, porque aun así
interpretada, esta está en constante evolución indicándole al ser humano el
próximo paso a seguir.