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Tema

5: Primeros Auxilios.

1. Introducción.

Se entiende por Primeros Auxilios el conjunto de actuaciones y técnicas que permiten


la atención inmediata de un accidentado hasta que llega la asistencia médica profesional,
a fin de que las lesiones que ha sufrido no empeoren. Debemos recordar que el estado y
la evolución de las lesiones derivadas de un accidente dependen en gran parte de la
rapidez y de la calidad de los primeros auxilios recibidos.

Ante un accidente, una rápida actuación puede salvar la vida de una persona o evitar el
empeoramiento de las lesiones que sufra.

La finalidad de los primeros auxilios se centra en los siguientes puntos:


• Asegurar que la vida se mantiene.
• No agravar la situación del accidentado.
• Asegurar el traslado a un centro sanitario en condiciones adecuadas.
• Colaborar en la recuperación de las víctimas.
Para no cometer errores , se deben seguir los siguientes principios:
• Mantener la calma.
• Actuar con rapidez.
• Tranquilizar al accidentado.
• Tumbar a la víctima en el suelo, colocándola de lado y con la cabeza a un lado o
hacia atrás.
• No dar de beber al accidentado cuando haya perdido el conocimiento.
• Cubrir al accidentado para que no se enfríe.
• No mover al accidentado del lugar del accidente, a menos que sea necesario por
la peligrosidad de la situación.
• No medicar al accidentado.

No debemos olvidar que prestar ayuda a un accidentado además de ser una obligación
moral, es también una obligación legal, cuyo incumplimiento esta reconocido como
“delito por omisión de socorro” en el código penal, para la persona que no prestara
auxilio, incrementándose la sanción si además de omitir el deber de socorro fuera
causante de los daños.

2. Activación del sistema de emergencia. P.A.S.



En cualquier accidente debemos ACTIVAR EL SISTEMA DE EMERGENCIA. Para ello
recordaremos la palabra P.A.S., que está formada por las iniciales de tres actuaciones
secuenciales para empezar a atender al accidentado:

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Antes de actuar, tenemos que tener la seguridad de que tanto el
accidentado como nosotros mismos estamos fuera de todo peligro.
Por ejemplo, no atenderemos a un electrocutado sin antes
PROTEGER
desconectar la corriente causante del accidente, pues de lo contrario
nos accidentaríamos nosotros también.

Siempre que sea posible daremos aviso a los servicios sanitarios de la


empresa o exteriores (112 - 061 - 091 - 092) y por el método más
rápido, de la existencia del accidente, activando así el Sistema de
Emergencia, para inmediatamente empezar a socorrer en espera de
ayuda. Hay que indicar siempre:
• Lugar y tipo del accidente.
AVISAR • Número de heridos.
• Identificación de la persona que llama, ya que las llamadas
anónimas inspiran desconfianza.
• No abandonar nunca la comunicación hasta que nos lo digan.
• Si estamos solos, lo primero es socorrer a las víctimas intentando
avisar lo antes posible.

Una vez hemos protegido y avisado, procederemos a evaluar el estado


del lesionado.
1. En primer lugar se realizará una evaluación primaria para
reconocer los signos vitales, en este orden: Consciencia,
SOCORRER
respiración y pulso.
2. Después se procederá a la evaluación secundaria,
examinando otras lesiones de la cabeza a los pies.


3. Soporte vital básico.
La parada cardiorrespiratoria es una situación de máxima emergencia de la que depende
la vida del accidentado. La falta de oxígeno en el cerebro puede ocasionar lesiones
irreversibles y pasados unos minutos, la muerte. Para evitar la parada cardiorrespiratoria
hay que aplicar la RCP o reanimación cardiopulmonar, y así recuperar la normalidad
en la respiración y el pulso.

Las medidas de soporte vital básico incluyen tanto la reanimación cardiopulmonar


como aquellas actuaciones previas antes de aplicarla, de manera que se establece un
orden de actuación ante una emergencia en que pueda estar en juego la vida.


1. OBSERVAR SI ESTÁ CONSCIENTE.
2. ABRIR LA VÍA RESPIRATORIA.
PASOS EN EL SOPORTE VITAL
3. COMPROBAR SI RESPIRA.
BÁSICO
4. REALIZAR EL MASAJE CARDIACO.
5. REALIZAR EL BOCA A BOCA.

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1ª Fase: Observar si está consciente.

Para hacerlo, nos colocamos de rodillas y a la altura de los hombros del accidentado.
Luego moveremos levemente al herido y le preguntaremos si se encuentra bien:

a) Si contesta o se mueve significa que está consciente. Se procederá a una valoración


mas detallada para ver si hay hemorragias, fracturas, etc.

b) Si la víctima no contesta ni se mueve, significa que está inconsciente. Gritaremos


pidiendo ayuda y pasaremos a la siguiente fase abriendo la vía aérea.


2ª Fase: Abrir la vía respiratoria.

En ocasiones, la simple inclinación de la cabeza hacia atrás es suficiente para que una
persona vuelva a respirar, pero puede suceder que las vías respiratorias estén obstruidas
por la lengua en pacientes inconscientes o por cuerpos extraños.

Para realizar la maniobra frente-mentón o hiperextensión del cuello (extendiendo la


cabeza y levantando la barbilla) debemos seguir estos pasos, que deben ejecutarse en
menos de 10 segundos.

1. Colocar una mano en la frente y otra en el mentón.


2. Empujar hacia atrás con la mano en la frente.
3. Comprobar que la lengua no tapona la entrada de aire, retirar cualquier
obstrucción visible de la boca de la víctima (caramelos, dentadura postiza, etc.)
y extraer cuerpos extraños.
4. Mantener la punta de los dedos bajo la barbilla de la víctima y elevarla para abrir
la vía aérea.

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3ª Fase: Comprobar la respiración.

Para comprobar si respira el accidentado deberemos aplicar la técnica del “ver, oír,
sentir” pero de forma rápida, no pudiendo dura más de 10 segundos.

Ver Ver que el pecho se levanta y baja.


Oír Colocar nuestra oreja junto a su boca.
Sentir Colocar la mejilla sobre la boca y nariz para sentir el aliento

a) Si respira el accidentado se le colocará en la posición lateral de seguridad. Sin


embargo si el herido es traumático no se le moverá.

Posición Lateral Estable o de Seguridad:

1. Arrodillarse junto al accidentado y flexionar en ángulo recto el brazo del


accidentado más próximo al reanimador con el codo doblado y la palma de la
mano hacia arriba.
2. Flexionar la pierna del accidentado más alejada al reanimador
3. Girarlo suavemente hacia el reanimador tirando de la pierna flexionada y
empujando del hombro simultáneamente, de forma que quede tumbado
lateralmente con la cadera y rodilla dobladas en ángulo recto.
4. Extender la cabeza hacia atrás y colocar la mano del paciente que queda arriba
con el dorso de la misma bajo la mejilla, para mantener la extensión de la
cabeza.
5. Seguiremos a su lado vigilando sus signos vitales hasta que llegue la ayuda
solicitada.

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b) Si no respira o no lo hace con normalidad, es decir, solo jadea o boquea, se
llevarán a cabo las siguientes acciones:

1. Colocarlo en posición decúbito supino (tumbado mirando hacia arriba).


2. Garantizar que las vías aéreas están abiertas con la maniobra frente-mentón,
evitando que la lengua impida el paso del aire.
3. Llamar al 112 y pasar a realizar las compresiones torácicas.


4ª Fase: Masaje cardiaco.

Tras comprobar rápidamente que no respira, se comprueba también en no más de 10’
que no hay pulso para poder comenzar el masaje cardiaco.

Para comprobar la existencia de pulso se recomienda el pulso carotídeo, en la arteria


carótida que se encuentra en el cuello.

Compresiones torácicas o masaje cardiaco:


Ø Colocar al paciente sobre una superficie dura (suelo).
Ø Localizar la parte inferior del esternón.
Ø Colocar el talón de la mano sobre esa parte del esternón.
Ø Colocar la otra mano encima de la primera, entrelazando los dedos para no
lesionar las costillas.
Ø Adoptar una postura erguida para que los hombros permanezcan
perpendicularmente encima del esternón del accidentado y con las palmas de las
manos aplicar presión suave, cargando verticalmente el peso del cuerpo sobre
los brazos, de manera que el esternón se comprima de 4 a 5 cm.
Ø Es importante no doblar los codos para ejercer una presión suficiente y reducir el
cansancio del reanimador.
Ø Aflojar rápidamente para que el corazón se llene de nuevo, pero no separar las
manos del cuerpo para no perder la posición correcta.
Ø Comprimir el tórax 30 veces a un ritmo de 100 compresiones por minuto,
empleando el mismo tiempo en comprimir y soltar alternativamente.

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5ª Fase: Ventilaciones boca a boca.

Junto con el masaje cardiaco deben realizarse ventilaciones boca a boca en una
secuencia de 30 compresiones, 2 ventilaciones boca a boca. El boca a boca
también debe realizarse en el caso de que comprobemos que sí tiene pulso pero no
respira.

Ventilaciones boca a boca.


Ø Aplicar la maniobra frente-mentón.
Ø Colocar su boca cubriendo la boca de la víctima.
Ø Cerrar la nariz
Ø Insuflar la mayor cantidad de aire en la boca de la víctima.
Ø Comprobar que se eleva el pecho
Ø Repetir cuando el pecho se desinfle (dos ventilaciones efectivas)

4. Hemorragias.
Las hemorragias son causa de emergencia médica, por lo que la actuación del socorrista
debe ser rápida y decidida, de lo contrario la oxigenación de los tejidos se verá reducida
o eliminada, produciendo la muerte de los mismos. El objetivo del socorrista es evitar la
pérdida de sangre del accidentado, siempre que ello sea posible.

Denominamos hemorragia a cualquier salida de sangre de sus cauces habituales (los


vasos sanguíneos), como consecuencia de la rotura de los mismos. Existen dos tipos de
clasificaciones:

A. Atendiendo al destino final de la sangre:

Hemorragias Exteriorizadas: Cuando la hemorragia es interna pero sale al exterior a


través de uno de los orificios naturales del organismo.
Hemorragias Internas: Cuando la sangre va a parar a una cavidad del organismo, por lo
que, en estos casos, no se ve.
Hemorragias Externas: Cuando van acompañadas de una herida en la piel, con lo que la
sangre se ve directamente.

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B. Atendiendo al tipo de vaso que se ha roto:

Hemorragias Arteriales: Cuando la sangre es de color "rojo vivo", ya que es muy rica en
02, y sale a borbotones o a golpes (por efecto del latido cardiaco).
Hemorragias Venosas: Aquí la sangre es de color 'rojo oscuro", ya que transporta CO2, y
la sangre sale de forma continua y sin presión.
Hemorragias Capilares: En este tipo la sangre también es de color "rojo vivo" y sale de
forma abundante pero sin presión, es lo que se denomina en sábana.

HEMORRAGIAS INTERNAS

Son aquellas que se producen en el interior del organismo, sin salir al exterior, por lo
tanto la sangre no se ve, pero sí que se puede detectar porque el paciente presenta
signos y síntomas de shock.

Signos y síntomas: Alteración de la conciencia (no pérdida), estado ansioso, nervioso,
pulso rápido y débil, respiración rápida y superficial, palidez de mucosas, sudoración fría
y pegajosa, generalmente en manos, pies, cara y pecho.


Actuación en caso de hemorragia interna
Ø Evitar que el herido se mueva
Ø No darle nada de comer ni de beber.
Ø Control de signos vitales.
Ø Aflojar todo aquello que comprima al accidentado, a fin de facilitar la circulación
sanguínea.
Ø Tranquilizar al herido.
Ø Evitar la pérdida de calor corporal.
Ø Colocar al accidentado estirado con la cabeza más baja que los pies.
Ø Evacuarlo urgentemente, ya que la tendencia del shock siempre es a empeorar.

HEMORRAGIAS EXTERNAS

Son aquellas en las que la sangre sale al exterior a través de una herida. Actuaremos
rápidamente para impedir o reducir al máximo posible el sangrado.
COMPRESIÓN DIRECTA DE LA HERIDA Y ELEVACIÓN DEL MIEMBRO AFECTADO.

Actuación en caso de hemorragia externa
Ø Tumbar a la víctima para evitar desmayos.
Ø Efectuar una presión en el punto de sangrado.
Ø Efectuar la presión durante un tiempo mínimo de 10 minutos, con un apósito
(gasas, pañuelo, etc.) lo más limpio posible.
Ø Si con el primer apósito no fuera suficiente, añadir más apósitos encima, pero
nunca quitar el anterior.
Ø Elevar la extremidad afectada a una altura superior a la del corazón del
accidentado.
Ø Transcurrido los 10 minutos, se aliviará la presión, pero NUNCA se quitará el

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apósito.
Ø En caso de éxito se procederá a vendar la herida, por encima de los apósitos, y se
trasladará al Hospital.

Torniquete: Se emplea cuando los otros medios para parar una hemorragia no han sido
eficaces, y solo en caso de que la vida corra peligro y el socorrista esté entrenado:

• Utilizar materiales suaves y anchos (no cinturones ni cuerdas).


• Dar media vuelta y hacer un nudo.
• Colocar un palo o un lápiz y completar el nudo.
• Girar el palo hasta cesar el sangrado.
• Anotar la hora de colocación y no mantener más de 2 horas.

5. Traumatismos.

Un traumatismo es toda lesión debida a la acción de un agente exterior, y las reacciones


locales y generales que son su consecuencia (contusión, herida, fractura, luxación, etc.)

En condiciones normales, nuestro huesos son muy resistente pero en ocasiones, como
consecuencia de determinadas enfermedades o después de sufrir un traumatismo,
pueden llegar a romperse. Entonces decimos que se ha producido una fractura.

FRACTURAS INCOMPLETAS.

No está afectado todo el espesor del hueso.

FRACTURAS COMPLETAS.

Afecta a todo el espesor del hueso. Estas pueden ser:

• Cerradas, no hay rotura de la piel.


• Abiertas, se produce una rotura de la piel y el hueso sale al exterior.
• Conminutas, el hueso queda roto en múltiples trozos pequeños.

Síntomas:

• Dolor intenso en el lugar de la lesión.


• Inflamación y deformidad de la zona.
• Imposibilidad para realizar movimientos con la parte afectada.
• Pueden estar presentes los síntomas de shock, ya que cuando se rompen los
huesos originan hemorragias internas.

Actuación en caso de fractura


• No mover a la víctima salvo que sea absolutamente necesario, ya que los fragmentos
óseos resultantes de la fractura, están rodeados por vasos sanguíneos, nervios y otros
órganos que podrían lesionarse, originándose nuevos daños..

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• Inmovilizar la fractura en la misma posición que nos la encontremos, para ello se
utilizarán férulas rígidas o tablillas, debiendo quedar inmovilizadas las articulaciones por
encima y por debajo de la zona afectada por la fractura.
• Si la fractura es abierta, antes de inmovilizar la zona debe cubrirse la herida con
apósitos estériles y proceder al control de la hemorragia.
• Conseguir ayuda médica y trasladar al accidentado a un centro sanitario para que se le
realice el diagnóstico y tratamiento adecuados.
• Quitar objetos que puedan molestar como anillos, joyas o relojes.,
• En caso de traumatismos en la columna vertebral, no mover al paciente salvo que
exista riesgo para su vida (por ejemplo, en un incendio) y en ese caso moverlo en
bloque

Heridas.

Es una ruptura de la continuidad de la piel causada por:

• Corte limpio en la piel, con lesión superficial que no afecta a los tejidos internos.
• Contusiones o golpes que, además de romper la piel, provocan un hematoma.
Tienen riesgo de infección, al desaparecer la función de la barrera protectora de la
piel.
• Objetos punzantes que se introducen en los tejidos (como los clavos) son heridas
más profundas y con gran peligro de hemorragia y lesiones en órganos vitales
internos.

Actuación frente a heridas


Lavarse las manos con agua y jabón.
Detener la hemorragia si esta se produce.
Limpiar la herida con agua oxigenada o con agua y jabón del centro a la periferia. Usar
un gasa esterilizada.
Si es preciso se aplicarán puntos de sutura.
Recomendar la vacunación contra el tétanos.
Si la herida es grave, controlar la hemorragia y el posible shock, cubrir la herida y
trasladar al paciente a un centro médico.

6. Quemaduras.
Las quemaduras son lesiones que se producen en los tejidos por contacto con
elementos calientes, como el fuego, materiales calientes, sustancias químicas o
electricidad.

Los factores que van a condicionar la gravedad de una quemadura, van a ser:
A. Profundidad

Primer grado: Son poco profundas, afectando solo a la capa superficial de la piel o
epidermis. La piel es muy sensible al tacto, "molesta" pero no "duele". Presentan
enrojecimiento y escozor, sin ampollas, por ejemplo una quemadura solar. La curación

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es espontánea en tres o cuatro días.
Segundo grado: Son algo más profundas, afectan a la epidermis y a la capa inferior o
dermis, dando lugar a la aparición de ampollas, que nunca hay que reventar. La curación
sucede, con métodos adecuados, entre 5 y 7 día.
Tercer grado: Son muy profundas, afectando a todas las capas de la piel. Producen
una alteración de todas las estructuras cutáneas y de las terminaciones nerviosas,
dando lugar a una piel quemada y acartonada que se denomina necrosis o escara. No
son dolorosas.

B. Extensión.

Es el factor clave que determina la gravedad por su estrecha relación con la pérdida de
líquidos y el shock. Su valoración es muy importante ya que el pronóstico de un
quemado, es directamente proporcional a la superficie de la quemadura. Aquellas
quemaduras que afecten a una superficie corporal superior al 30% deben considerarse
como muy graves. De igual forma, aquellas quemaduras que aunque tengan una
extensión menor, afecten a personas mayores, niños o enfermos, o bien se localicen a
nivel de la cara, manos o el área genital, deben considerarse también muy graves.

Actuación en caso de quemaduras


• Neutralizar el agente causante de la quemadura.
• Si la ropa está ardiendo, apagar las llamas con mantas, abrigos, agua, etc.
• No tratar de quitar la ropa adherida a la quemadura.
• Limpieza con agua fría.
• Tapar con gasas, y practicar vendajes poco voluminosos y no compresivos.
• No reventar las ampollas.
• Trasladar al quemado a un centro médico.

7. El transporte de los accidentados.
Existen numerosas técnicas para el rescate y transporte de accidentados y enfermos
graves, debiendo realizarse la adecuada en cada caso. Debemos recordar que el
principio básico de los primeros auxilios es no aumentar el daño sufrido por una víctima.
Según la circunstancia, puede ser más beneficiosa para el enfermo una actitud de espera
hasta la llegada del personal especializado con medios adecuados. No se trata de que
llegue lo antes posible a un centro sanitario, sino que lo haga en las mejores condiciones
posibles.

Esta actividad suele ser mal interpretada, ya que la gente bien intencionada pretendería
introducir a la víctima de cualquier forma, en un vehículo y realizar el transporte, pues
desconocen las nefastas consecuencias de un transporte inadecuado.

Cuando el accidentado haya sufrido una caída y pueda tener afectada la columna
vertebral; deberemos actuar sin mover en absoluto al accidentado, avisar al servicio
médico para que lo transporte al centro médico de la forma adecuada, colocando un
collarín cervical, utilizando una camilla apropiada.

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Métodos para trasladar a una persona:

• Arrastre, cuando es necesario retirar a una víctima del área del peligro, a una
distancia no mayor de 10 metros y cuando el socorrista está solo.
• Cargue de brazos, cuando la persona es de poco peso.
• Cargue de brazos entre dos personas (sillita la reina).
• Transporte en camilla.

Cuando son varios los socorristas que realizan el transporte, resulta fundamental la
coordinación, por lo que es muy importante que uno de los socorristas de las órdenes al
resto a la hora de realizar los movimientos y el traslado.

8. Botiquín de primeros auxilios.

Según la normativa, las empresas de más de 50 trabajadores deben de contar con un


local de primeros auxilios, o aquellas de más de 25 en las que, por su peligrosidad, así lo
determine la autoridad laboral.

Las empresas deben disponer de un botiquín portátil de primeros auxilios, cuyo


contenido debe varias en función de los riesgos de cada empresa. Aún así se
recomienda que contenga el siguiente contenido:

Instrumental Tijeras y pinzas.


básico
20 apósitos estériles adhesivos en bolsas individuales, 2 parches
Material de curas oculares, 6 triángulos de vendaje provisional, gasas estériles,
celulosa, esparadrapo y vendas.
Material auxiliar Guantes, manta termoaislante
Bolsas de hielo sintético, agua o oxigenada, toallitas limpiadoras
Otros
con alcohol, bolsas para material usado y contaminado.

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