APUNTE Nº 1
TEORIA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Introducción.
La expresión obligar viene del latín ob ligare, su significado es encadenar o ligar.
Significa ligar o amarrar porque en la fase más primitiva del Derecho Romano, el
deudor podía ser realmente atado con cepos y cuerdas.
Al contrario, solvere o pagar implica o significa desatar o desligar, porque el deudor
con el pago se libera de su amarra.
En el concepto moderno de obligación se compromete el patrimonio del deudor.
Definición.
El CC no la define, señala sus caracteres jurídicos en el artículo 1438.
Obligación es un vínculo jurídico entre personas determinadas, en virtud del cual una de
ellas se coloca en la necesidad de efectuar a la otra una prestación que puede consistir en dar una
cosa, hacer o no hacer algo (Abeliuk).
Vínculo jurídico en virtud del cual una persona (deudor) se encuentra en la
necesidad de realizar una prestación en interés de otra (acreedor), que tiene el derecho de
pretenderla, constriñendo a la primera, por lo medios legales a realizarla (Alessandri).
Prestación es el comportamiento que debe observar el deudor para satisfacer el
interés del acreedor, que puede consistir en una acción positiva como dar o hacer, o en una
negativa o abstención como no hacer.
Elementos de la obligación.
La obligación es un vínculo de derecho que supone dos sujetos y un objeto:
1. Vínculo jurídico. Es el elemento decisorio. Es una relación jurídica que liga a una persona con
otra de un modo sancionado por el ordenamiento jurídico. La persona obligada o deudor, pierde
parte de su libertad económica, pues compromete su patrimonio para cumplir la obligación en
virtud del derecho de prenda general de los acreedores, no pudiendo romper el vínculo y liberarse
a voluntad, sino por el cumplimiento de la prestación que se debe.
Este vínculo jurídico se caracteriza por ser excepcional y temporal. Es excepcional porque no
es normal que dos personas estén ligadas por vínculos jurídicos, así quien alega su existencia
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(acreedor) debe probarla. Asimismo, es temporal, porque el vínculo está destinado a extinguirse
cuando se cumpla la obligación. La extinción debe probarla el que la alega (deudor).
2. Sujeto de la obligación. Es el elemento personal o subjetivo. Se compone de dos sujetos entre los
que rige la relación jurídica.
El sujeto activo, es el acreedor, que significa creer o tener confianza, porque hace fe o cuenta
con la fidelidad del deudor. Es el titular del derecho personal o crédito, el beneficiario de la
obligación.
El sujeto pasivo es el deudor, es el obligado al cumplimiento del deber jurídico.
Acreedor y deudor pueden ser personas naturales y jurídicas.
Acreedor y deudor deben ser personas determinadas, debe establecerse quien tiene
derecho a reclamar el beneficio de la obligación y quien está en la necesidad jurídica de
soportar el gravamen impuesto. Sobre todo, la determinación del acreedor, debe existir al
momento de ejecutarse la obligación, y no necesariamente cuando ésta nace, por ejemplo,
títulos al portador. También puede suceder que la persona del deudor esté indeterminada,
por ejemplo, en una obligación real, en que la obligación sigue al dueño de la cosa.
Acreedor y deudor pueden ser una o muchas personas, 1438. Habitualmente los
sujetos son dos, pero pueden ser más, tanto en el lado pasivo como en el activo,
produciéndose obligaciones pluripersonales, con multiplicidad de acreedores, o de
deudores o de ambos.
Además, cada parte puede ser acreedora y deudora a la vez respecto de prestaciones
diferentes. Esto ocurre en los contratos bilaterales o de obligaciones recíprocas.
3. La prestación. Es el elemento real, es el objeto de la obligación, y su vez recae sobre un
objeto que puede ser una cosa, un hecho o una abstención. El deudor debe ejecutar en
favor del acreedor una prestación determinada, acción u omisión; positiva (dar o hacer) o
negativa (no hacer).
A. Según su objeto.
1. Obligaciones positivas y negativas.
Las obligaciones positivas son aquellas en que el deudor debe efectuar una
prestación, que consiste en un dar o en un hacer.
Las obligaciones negativas son aquellas que imponen un deber de abstención, un no
hacer.
Tiene importancia para determinar cuándo el acreedor puede demandar perjuicios al
deudor. En las obligaciones positivas, el deudor debe encontrarse en mora; en las
obligaciones negativas, basta la contravención, es decir, se deben los perjuicios desde que
el deudor, al infringir su deber de abstención, ejecuta el hecho a que se obligó a abstenerse,
1538 y 1557.
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B. Según el sujeto.
Se clasifican en obligaciones de sujeto único y de sujeto múltiple.
Generalmente, el vínculo jurídico del que nace la obligación, se produce entre un
acreedor y un deudor. Sin embargo, nada impide que sean varios los acreedores y los
deudores, 1438.
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Concepto.
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2º El fiador que paga tiene derecho para que el deudor le reembolse lo pagado, a menos
que la obligación principal sea puramente natural. Por lo tanto, antes de que se sanee o
declare la nulidad, la obligación es natural, 2375 N° 1.
3º Si la declaración de nulidad fuera necesaria, el saneamiento nunca daría lugar a una
obligación civil, porque para que el saneamiento tenga lugar, es necesario que la nulidad
no se haya declarado. Esta doctrina distingue tres situaciones:
- Antes de declarada la nulidad, la obligación existe como natural por adolecer de un vicio
que la hace rescindible.
- Si la nulidad se sanea por la ratificación o por el lapso de tiempo, la obligación se
convierte en civil.
- Declarada la nulidad, la obligación sigue siendo natural, porque la sentencia que la
declara no extingue la obligación natural.
b) Obligaciones nulas que provienen de actos a los que faltan las solemnidades legales, se
trata de obligaciones nulas por omisión de requisitos formales establecidos en
consideración al acto mismo, obligaciones absolutamente nulas. Este número no
comprende al acto adolece de nulidad absoluta por objeto o causa ilícita o por haber sido
ejecutado o celebrado por un absolutamente incapaz.
Aquí también se discute si es necesaria o no la declaración de nulidad. Para algunos
no sería necesaria.
En cuanto al alcance de la expresión actos, una parte de la doctrina concluye que no
estaría restringida a los actos jurídicos unilaterales, y que abarcaría también los bilaterales.
Para otros, como René Ramos Pazos debe restringirse sólo a los actos jurídicos
unilaterales, sus argumentos son:
1º Normalmente, la expresión actos se usa para referirse a los actos unilaterales.
2º El ejemplo citado por el N° 3 corresponde a un acto unilateral y según el Mensaje, los
ejemplos “ponen a la vista el verdadero sentido y espíritu de una ley en sus aplicaciones”.
3º Razón histórica, porque la norma se tomó de Pothier, quien la tomó de la tradición
romana y del proyecto de García Goyena, los que entendían el ejemplo referido sólo a los
actos unilaterales.
4º Sería injusto aplicar la norma a los actos bilaterales.
5° Otros autores agregan que si se incluyera los actos bilaterales se ampararía un
enriquecimiento sin causa o injusto, lo que está en contra de uno de los principios
fundamentales del CC.
2. Obligaciones civiles desvirtuadas o degeneradas.
Son obligaciones que nacieron como civiles o perfectas, pero que por circunstancias
posteriores se desvirtuaron o degeneraron en naturales. Son.
a) Obligaciones prescritas. La prescripción al dejar subsistente una obligación natural, en
definitiva lo que extingue son acciones.
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Otra vez se plantea la discusión sobre si es necesaria sentencia judicial que declare
prescrita la obligación, o si la obligación civil se convertirá en natural desde que concurren
los requisitos de la prescripción.
Si se opta por la posición que dice que es natural cuando se cumplen los requisitos
de la prescripción, el deudor que paga una obligación prescrita paga una obligación
natural, y lo hace renunciando a una excepción perentoria, no ejecuta una liberalidad
Si se adopta la postura de que siempre se requiere sentencia que declare prescrita
una obligación, quien paga antes de la declaración judicial, paga una obligación civil y no
natural, pues sólo será natural después de dictada y ejecutoriada la sentencia. Ramos
Pazos adhiere a esta posición, dice que si no se requiere sentencia, se confunden dos
instituciones, la renuncia de la prescripción y el cumplimiento de una obligación natural.
b) Obligaciones no reconocidas en juicio por falta de prueba. Son obligaciones que
nacieron perfectas, pero demandado el deudor, el acreedor no logró acreditar su
existencia. El rechazo de la demanda debe ser por razón de prueba y no por otra causa.
Así, si se paga dicha obligación, no obstante haberse desconocido en juicio por falta de
prueba, se paga una obligación natural.
Una obligación natural puede reemplazarse por una obligación civil o viceversa, la
novación sería un pago con obligaciones, 1630. La novación es un modo de extinguir
obligaciones que consiste en la substitución de una nueva obligación a otra anterior, la
cual queda por tanto extinguida, 1628.
Sin embargo, la obligación natural no puede ser compensada legalmente, puesto que
la compensación legal exige que las obligaciones recíprocas que se extinguen hasta
concurrencia de la menor, sean actualmente exigibles, 1656 Nº 3. Sin embargo, puede
operar una compensación convencional.
3. Las obligaciones naturales pueden ser caucionadas, 1472 y 2338.
La ley sólo se pone en el caso que la caución se constituya por un tercero o garante.
Si se otorgara por el propio deudor, del mismo modo que no hay acción para exigir el
cumplimiento de la obligación principal, tampoco podrá el acreedor hacer efectiva la
garantía. Constituidas por un tercero, éste estará civilmente obligado.
La fianza presenta particularidades cuando se constituye para garantizar
obligaciones naturales. En este caso el fiador no goza de los beneficios de excusión y de
reembolso.
A través del beneficio de excusión, el fiador tiene derecho para que el acreedor, antes
de proceder contra él, persiga la deuda en los bienes del principal deudor. Tratándose de
obligaciones naturales afianzadas, lógicamente el fiador carecerá del beneficio, porque la
obligación caucionada no confiere derecho al acreedor para perseguir su cumplimiento,
2358 Nº 3.
Por el beneficio de reembolso, el fiador que paga tiene derecho a que se le reintegre
lo pagado, con intereses y gastos y a que se le indemnicen los perjuicios, 2375. El fiador
que paga se subroga en los derechos del acreedor, 1610 Nº 3, y éste, en las obligaciones
naturales, carece de acción contra el deudor.
Respecto a los terceros que caucionan una obligación natural, generalmente, se
sostiene que las obligaciones accesorias de los terceros son obligaciones civiles perfectas y
que por ello, pueden ser perseguidos por el acreedor, aunque éste carezca de acción contra
el deudor.
Pero Meza Barros considera que la cuestión no puede resolverse en términos tan
categóricos. En todos los casos de obligaciones naturales, el deudor dispone de una
excepción perentoria para oponer al acreedor, nulidad, prescripción, cosa juzgada.
Para determinar la situación de los terceros garantes, hay que precisar si por su parte
ellos disponen de alguna de las referidas excepciones, para enervar la acción del acreedor.
En el caso del artículo 1470 Nº 1, no puede invocarse por el tercero la nulidad
relativa, porque sólo está establecida en favor del incapaz, 1684 y 2354. Por lo tanto, la
obligación de los terceros garantes es una obligación civil perfecta.
En el artículo 1470 Nº 2 del, si la caución se constituyó después de consumada la
prescripción, su constitución importará una renuncia tácita de la prescripción por el
tercero, 2518. La obligación del tercero será civil. Pero si la caución se constituyó
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e) Heredero que goza de beneficio de inventario y que sin embargo paga más de lo que
recibe en herencia, 1247. El beneficio de inventario consiste en no hacer a los herederos que
aceptan responsables de las obligaciones hereditarias y testamentarias, sino hasta
concurrencia del valor total de los bienes que han heredado.
f) El deudor que goza de beneficio de competencia y paga deudas mayores al monto que
se obliga, 1625. Beneficio de competencia es el que se concede a ciertos deudores para no
ser obligados a pagar más de lo que buenamente puedan, dejándoseles en consecuencia lo
indispensable para una modesta subsistencia, según su clase y circunstancias, y con cargo
de devolución cuando mejoren de fortuna.
En los dos últimos casos, se dice que hay verdaderas obligaciones civiles y una
renuncia del heredero o deudor a las limitaciones de su responsabilidad.
Bibliografía.
1. Abeliuk Manasevich, René, Las obligaciones, Tomo I.
2. Meza Barros, Ramón. De las obligaciones.
3. Alessandri, Somarriva y Vodanovic, Tratado de las obligaciones, Tomo I.
4. Ramos Pazos, René, De las obligaciones.
5. Fueyo Laneri, Fernando. Cumplimiento e incumplimiento de las obligaciones.
6. Ruz Lártiga, Gonzalo. Explicaciones de Derecho Civil. Obligaciones.